Logo Studenta

Trastornos-del-potasio-en-pacientes-con-enfermedad-renal-cronica

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

1 
 
 
INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL 
HOSPITAL GENERAL DE ZONA No. 1 CON 
MEDICINA FAMILIAR 
LIC IGNACIO GARCIA TELLEZ 
DURANGO, DGO 
 
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MEXICO 
FACULTAD DE MEDICINA 
 
 
TESIS PARA OBTENER EL TÍTULO DE: 
 
ESPECIALISTA EN MEDICINA DE URGENCIAS PARA MEDICOS DE BASE 
DEL IMSS 
 
“TRASTORNOS DEL POTASIO EN PACIENTES CON ENFERMEDAD 
RENAL CRÓNICA” 
 
 
 
 
 
 
AUTOR: DRA. MARITZA SALAZAR TAPIA 
 
ASESOR: DR. JUAN JOSE ACEVES GUZMAN 
 
 
 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
Restricciones de uso 
 
DERECHOS RESERVADOS © 
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL 
 
Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal 
del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). 
El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea 
objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para 
fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo 
mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
2 
 
 
 
 
 
 
 
 
DR. HECTOR SEPULVEDA CHAPA 
JEFE DE EDUCACION E INVESTIGACION MÉDICA 
HOSPITAL GENERAL REGIONAL N 1 
“LIC. IGNACIO GARCIA TELLEZ” 
DURANGO, DGO. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
DR. ANGEL GERARDO ANDRADE CONTRERAS 
PROFESOR TITULAR DEL CURSO DE ESPECIALIZACIÓN EN 
MEDICINA DE URGENCIAS PARA MÉDICOS DE BASE DEL 
IMSS 
 
 
3 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
ASESOR 
DR. JUAN JOSÉ ACEVES GUZMÁN 
ESPECIALISTA EN URGENCIAS MÉDICO QUIRÚRGICAS Y 
MEDICINA INTERNA 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
4 
 
 
DEDICATORIA Y AGRADECIMIENTOS 
 
A Dios: Porque es el ser todo poderoso que me ha dado la 
fortaleza para seguir adelante en cada instante de mi vida. 
 
A mi madre: Que ha sido un ejemplo de vida, quien me inculcó 
el sentido del deber y me apoyó para que continuara y no 
dejara cosas inconclusas en mi vida profesional guiando mis 
pasos, mi mente y mi corazón con ese espíritu de guerrera que 
siempre la ha caracterizado. Su infinito amor y comprensión 
me ha guiado y dado la fuerza necesaria para lograr las metas 
que me he propuesto. 
 
A mi padre: Que siempre ha estado ahí cuando se le ha 
necesitado, hombre fuerte de carácter recio difícil de 
comprender a veces, pero noble y solidario conmigo en todo 
momento. 
 
A mi hija Daniela Marisol: El ser que mas amo en el mundo, 
para quien aspiro llegar a ser un ejemplo, inculcándole valores 
y demostrándole con hechos que la perseverancia es un don 
que se consigue día con día. 
 
A los maestros que estuvieron ahí para aclarar mis dudas y 
fomentar en mí el deseo de seguir aprendiendo e investigando 
de forma sistemática la medicina bien aplicada y fundamentada 
en revisiones, artículos y libros. 
 
A ti doctora Martha Hernández en quien descubrí una amiga, 
ejemplo de profesionalismo, entrega y capacidad de enseñar y 
dar sin esperar nada, solo la satisfacción de hacer algo por los 
demás, mi cariño y mi lealtad incondicional por siempre. 
 
Solo me queda por agregar una palabra que encierra todo lo 
que quiero expresar en estos momentos a todos los que 
estuvieron ahí y no he mencionado….Gracias por estar 
presente y cerca de mi. 
 
 
 
5 
 
INDICE 
RESUMEN .................................................................................................................... 7 
INTRODUCCIÓN .......................................................................................................... 8 
MARCO TEÓRICO ....................................................................................................... 8 
JUSTIFICACIÓN……………………………………………………………………………31 
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA ........................................................................ 32 
OBJETIVOS ............................................................................................................. 333 
MATERIAL Y METODOS ........................................................................................... 34 
RESULTADOS ........................................................................................................... 35 
DISCUSIÓN ................................................................................................................ 36 
CONCLUSIONES…………………………………………………………………………….37 
TABLAS Y GRÁFICAS .............................................................................................. 38 
BIBLIOGRAFIA .......................................................................................................... 41 
ANEXO ....................................................................................................................... 43 
 
 
 
 
6 
 
 
RESUMEN: 
OBJETIVO. Determinar las concentraciones plasmáticas del potasio en 
pacientes con enfermedad renal que acuden al servicio de urgencias. 
INTRODUCCION. Las alteraciones del metabolismo del potasio se encuentran 
entre las más frecuentes en la práctica clínica. Su espectro de gravedad es 
variable, desde la hipopotasemia leve inducida por diuréticos a la 
hiperpotasemia grave de consecuencias fatales. Tanto la hipopotasemia como 
la hiperpotasemia ocasionan alteraciones de la polarización de la membrana 
celular que dan lugar a diversas manifestaciones clínicas, de las que las más 
graves son las que afectan al sistema cardiovascular. La regulación de la 
excreción del potasio es básicamente renal, teniendo lugar en el tubo colector 
cortical (TCC). El presente estudio tiene como finalidad detectar las 
alteraciones en la concentración plasmática del potasio en pacientes con 
enfermedad renal sin manejo dialítico, ya que es una de las alteraciones más 
frecuentes en este tipo de pacientes, su determinación temprana y adecuado 
manejo permitirán un control más rápido y efectivo de este tipo de 
complicaciones. 
MATERIAL Y METODOS. Para determinar las concentraciones plasmáticas del 
potasio en pacientes con enfermedad renal crónica que acuden al servicio de 
urgencias, se realizó una encuesta descriptiva y retrospectiva, mediante el 
análisis y revisión a 33 expedientes del servicio de urgencias del HGZ No. 1 
con MF, correspondientes a las consultas otorgadas a estos pacientes en los 
meses de julio, agosto y septiembre del 2011, captando de ellos entre otros 
datos edad, sexo, diagnostico de enfermedad renal crónica y niveles de 
potasio sérico. La edad encontrada fue con una media de 66 años ±14.1, 
predominando el sexo masculino con un 66.7%. En cuanto a la enfermedad 
renal crónica se encontró un predominio de estadio Kdoqi III con un 60.6% y un 
Kdoqi IV de 36.4%, por lo que respecta a los niveles de potasio el trastorno que 
predominó fue la hiperkalemia con un 36.4%. 
PALABRAS CLAVES: concentración plasmática de potasio y enfermedad 
renal crónica. 
7 
 
 
 
INTRODUCCIÓN 
Los trastornos del potasio (K) son habituales en la práctica clínica y, en algunos 
casos, potencialmente mortales. El K, que es el catión más abundante del 
organismo, predomina fundamentalmente a nivel intracelular; esto crea un 
gradiente a través de las membranas celulares que contribuye a la excitabilidad 
de las células nerviosas y musculares (músculo estriado y cardíaco). La 
homeostasis del K depende de un adecuado funcionamiento renal, dado que 
en personas sanas el 90% se elimina por esta vía y sólo el 5% a 10% por vía 
digestiva. En pacientes con enfermedad renal crónica se altera la excreción y 
esto ocasiona con frecuencia alteraciones en las concentraciones del potasio. 
 Los trastornos relacionados con la homeostasis del K (hiperpotasemia o 
hipopotasemia) pueden tener complicaciones fatales. Es importante reconocer 
las características clínicas y electrocardiográficas asociadas con estas 
alteracionesy sospechar su presencia en caso de arritmias o paro 
cardiorrespiratorio. 
Las alteraciones del metabolismo del potasio se encuentran entre las más 
frecuentes en la práctica clínica. Su espectro de gravedad es variable, desde la 
hipopotasemia leve inducida por diuréticos a la hiperpotasemia grave de 
consecuencias fatales. Tanto la hipopotasemia como la hiperpotasemia 
ocasionan alteraciones de la polarización de la membrana celular que dan lugar 
a diversas manifestaciones clínicas, de las que las más graves son las que 
afectan al sistema cardiovascular. 
En México la insuficiencia renal es una de las principales causas de atención 
hospitalaria ocupando el 4º lugar en hombres con 55033 casos y el 10º lugar en 
mujeres con 50924 casos en mujeres con una tasa de 115.0 y 101.5 por 
100,000 habitantes en hombres y mujeres respectivamente, del sector público 
del sistema nacional de salud. Asimismo se reporta una mortalidad hospitalaria 
con los hombres en el 10º lugar con 1972 casos y una tasa de 155.8 x100, 000 
habitantes y en mujeres ocupando el 8º lugar con 1743 casos y una tasa da 62. 
5 x 100,000 habitantes, en el sector público del sistema nacional de salud. (1) 
El presente estudio tiene como finalidad detectar las alteraciones en la 
concentración plasmática del potasio en pacientes con enfermedad renal sin 
manejo dialítico, ya que es una de las alteraciones más frecuentes en este tipo 
de pacientes, su determinación temprana y adecuado manejo permitirán un 
control más rápido y efectivo de este tipo de complicaciones. 
 
 
 
 
8 
 
 
MARCO TEÓRICO 
 
El riñón es uno de los órganos más importantes del cuerpo humano, ya que 
cumple funciones muy complejas e importantes: formación de orina y equilibrio 
electrolítico, equilibrio ácido-básico, mantener el volumen sanguíneo y la 
presión arterial, desintoxicación sanguínea. 
La enfermedad renal crónica en el adulto se define como la presencia de una 
alteración estructural o funcional renal (en el sedimento, las pruebas de imagen 
o la histología) que persiste más de 3 meses, con o sin deterioro de la función 
renal, o un filtrado glomerular < 60 ml/min/1,73 m2 sin otros signos de lesión 
renal. Las guías KDIGO (Kidney Disease: Improving Global Outcomes) han 
incluido a los trasplantados renales independientemente del grado de lesión 
renal que presenten. (2) 
La enfermedad renal crónica se considera el camino final común de una 
constelación de alteraciones que afectan al riñón de forma crónica e 
irreversible. Conlleva unos protocolos de actuación común y, en general, 
independientes de la enfermedad renal primaria. 
En este contexto, la hipertensión arterial y la proteinuria destacan como los 
más potentes predictores de progresión y, a su vez, factores de riesgo 
modificables de la enfermedad renal crónica. 
La gravedad de la enfermedad renal crónica se ha clasificado en 5 estadios en 
función del filtrado glomerular y de la presencia de proteinuria. El deterioro del 
filtrado glomerular es una característica de los estadios 3-5, sin que sea 
necesaria la presencia de otros signos de lesión renal, la cual sí se requiere en 
los estadios 1 y 2. 
La enfermedad renal crónica es un problema de salud pública importante que 
según datos del estudio EPIRCE (De Francisco y Otero, 2005) afecta 
aproximadamente al 10% de la población adulta, a más del 20% de los 
mayores de 60 años. Se considera que está infradiagnosticada. En pacientes 
seguidos en atención primaria con enfermedades tan frecuentes como la 
hipertensión arterial o la diabetes, su prevalencia puede alcanzar el 35-40%. 
 
 
9 
 
 
Tabla 1 
Estadios de gravedad de la enfermedad renal crónica 
Estadios Descripción FG (ml/min 1,73 m2) 
 
1 Lesión renal con FG 
normal-hiperfiltración 
> 90 
2 Lesión renal con leve FG 60-89 
3 Moderado FG 30-59 
4 Avanzado FG 15-29 
 
5 Insuficiencia renal < 15 o D 
 
Los estadios 1 y 2 requieren la presencia de lesión renal (en sedimento, 
pruebas de imagen e histología). 
Los estadios 3-5 pueden tener como única característica el deterioro del filtrado 
glomerular (FG). 
D: en programa de diálisis 
 
Los valores de creatinina sérica normales son de 0,8-1,3 mg/dl en el hombre y 
0,6-1,0 mg/dl en la mujer, y cambios de ±0,3 mg/dl en distintos laboratorios 
pueden considerarse interensayo. Comienzan a aumentar cuando el filtrado 
glomerular desciende un 50%. En fases avanzadas, pequeños cambios del 
filtrado provocan aumentos importantes de los valores de creatinina. (3) 
Se han desarrollado fórmulas para el cálculo del filtrado glomerular a partir de 
la creatinina sérica más variables demográficas y/o antropométricas, obviando 
la necesidad de recoger la orina de 24 horas. Actualmente la más empleada en 
investigación y práctica clínica es la fórmula MDRD en su formato simplificado 
(4 variables) o completo (6 variables). La ecuación de Cockcroft es menos 
precisa en pacientes mayores de 65 años o con pesos extremos. 
 
 Ecuación de Cockcroft-Gault: 
 
 
Aclaramiento de creatinina = (140 – edad) x peso en Kg x 0.85 (mujer) 
 72 x creatinina en plasma 
 
 
 
 
10 
 
 
 
Mujeres: 
FG = (185 – edad) x peso x 1.73 x 0.06 
1448 x creatinina sérica S.C. 
 
Hombres: 
FG = (140- edad) x peso x 1.75 x 0.06 
0.8145 x creatinina sérica S.C. 
 
 Aclaramiento de creatinina (orina de 24 h) 
 
= Creatinina en orina (mg/dl) × volumen en orina (ml/min) 
 Creatinina sérica (mg/dl) 
 
 
PROTEINURIA 
La valoración de la proteinuria es crucial, ya que es un factor modificable que 
influye decisivamente en el pronóstico y en la toma de decisiones clínicas. 
Tiene un efecto tóxico renal directo, ya que induce inflamación y fibrosis 
tubulointersticial, con lo que contribuye a la pérdida de la masa nefronal. 
Para la cuantificación de la proteinuria, la recolección de orina de 24 horas se 
considera el estándar de referencia, pero es difícil garantizar la recogida 
completa. La determinación simultánea de creatinina permite establecer el 
cociente albúmina o proteínas totales/creatinina, que elimina esta fuente de 
variación y presenta una buena correlación con la eliminación en 24 horas. 
Se recomienda la determinación de este cociente en muestra aislada tanto en 
adultos como en niños. 
El rango de excreción de albúmina que se extiende entre 30 y 300 mg/24 h (20-
200 μg/min) se conoce como microalbuminuria. Estos límites comprenden el 
rango que va desde el nivel superior de la excreción urinaria normal hasta el 
nivel de detectabilidad inequívoca de cintas detectoras de proteinuria. 
La presencia de microalbuminuria persistente durante más de 3 meses es un 
factor de riesgo de deterioro renal progresivo y de eventos cardíacos adversos, 
por lo que se sugieren prácticas renoprotectoras y de modificación de factores 
de riesgo cardiovascular. (4) 
Proteinuria y albuminuria pueden considerarse equivalentes en rangos 
elevados (> 1.500 mg/día), pero en rangos entre 300 y 1.500 mg/día puede 
haber diferencias importantes. 
11 
 
 
 
Clasificación de la proteinuria 
 
 
 
Orina de 24 h 
(mg/24 h) 
Muestra aislada 
Alb:Cre (mg/g) 
Muestra aislada 
Pro:Cre (mg/mg) 
Normal < 30 < 30 
< 0,15 = < 150 
mg/24 h 
Microalbuminuria 
 
30-300 30-300 
< 0,15* 
 
Macroalbuminuria 
 
> 300 > 300 
> 0,3 
 
*Dentro del rango de albuminuria la proteinuria suele aparecer en rango de normalidad. 
Alb:Cre: albúmina:creatinina; Pro:Cre: proteínas:creatinina. 
 
 
Pacientes en estadio 3 con microalbuminuria o macroalbuminuria y en estadios 
4 y 5 deben ser remitidos y vigilados por el nefrólogo con dos objetivos 
principales: optimizar las estrategias de retraso en la progresión de la 
enfermedad renal crónica y prevenir el desarrollo de complicaciones urémicas. 
 
TRATAMIENTO 
Se presentan a continuación los pilares sobre los que asienta el manejode 
estos enfermos. 
 
Actitud ante factores evitables o reversibles 
Existen factores que aceleran el deterioro renal independientemente del ritmo 
de progresión propio de la enfermedad renal crónica. Muchos son reversibles, 
por lo que es imprescindible reconocerlos y corregirlos. 
Deben emplearse los fármacos estrictamente necesarios, en las dosis e 
intervalos adecuados y durante el tiempo necesario. Si es imprescindible su 
empleo, hay que hidratar adecuadamente al paciente y ajustar la dosis al grado 
de insuficiencia renal. 
El empleo de contraste yodado en esta etapa de la enfermedad renal crónica 
aboca al paciente casi con certeza a entrar en diálisis, especialmente al 
diabético. En estos casos debe considerarse el empleo de medios de contraste 
con menor resolución como el CO2 o técnicas recientes potenciadoras de 
imagen en ecografía o RM. 
12 
 
 
El manejo conservador de la enfermedad renal crónica tiene como principal 
objetivo prevenir o retrasar la progresión de la enfermedad. Se trata, 
fundamentalmente, de instaurar medidas antiproteinúricas. 
Las intervenciones y objetivos de renoprotección y de manejo de las 
complicaciones se resumen en la siguiente tabla. 
 
Intervenciones y objetivos de renoprotección y de manejo de las 
complicaciones 
 
Intervención Objetivo 
IECA O ARA Proteinuria < 0.5 g/día FG < 2ml/min/año 
ANTIHIPERTENSIVOS Presión arterial < 130/85 mmHg 
Si proteinuria > 1g TA > 125/75 mmHg 
RESTRICCION SALINA 3 a 5 g/día (51- 85 mEq/día) 
RESTRICCION PROTEICA 0.6 a 0.8 g/kg/día 
ERITROPOYETINA (HIERRO) HB de 11 a 13 g/dl 
Antiagregantes plaquetarios 
(ASA, clopidogrel) 
Profilaxis de trombosis 
Tabaquismo Abstinencia 
Ejercicio físico Control de peso 
 
ARA II: antagonistas de los receptores de la angiotensina II; IECA: inhibidores 
de la enzima de conversión de la angiotensina. 
 
Antes del manejo dietético y farmacológico de la hipertensión arterial y de la 
proteinuria, debe hacerse especial hincapié en unas premisas que no por 
obvias y repetidas deben dejar de prescribirse y vigilar: 
 Control del peso con dieta y ejercicio acorde. 
 Suspensión del consumo de tabaco. 
 Optimización del perfil lipídico e hidrocarbonado. 
Son objetivos del tratamiento: 
 Presión arterial: en pacientes con enfermedad renal crónica debe ser " 
130/85 mmHg. En caso de proteinuria > 1 g/24 h debe ser " 125/75 
mmHg. 
 Proteinuria: el objetivo es reducir la proteinuria a < 0,5 g/día, e 
idealmente llevarla a rango microalbuminúrico. 
 
13 
 
 
Dieta de restricción proteica 
Aunque es un tema controvertido, la información disponible sugiere que la 
restricción proteica retrasa la progresión de la enfermedad renal crónica. Este 
concepto no es aplicable a los pacientes con poliquistosis renal, pero la 
restricción proteica es especialmente beneficiosa en la nefropatía diabética. 
Antes de prescribir la dieta el paciente debe someterse a una evaluación 
nutricional. Asimismo, la dieta debe contemplar un soporte energético 
adecuado. (4) 
Los mecanismos implicados son de dos tipos: hemodinámicos, por reducción 
de la hiperfiltración, y metabólicos, por reducción de la generación de citocinas 
y la expresión de genes implicados en la producción de matriz mesangial. 
Se da la circunstancia favorable de que la restricción de fósforo es proporcional 
a la restricción proteica, por lo que ambas pautas son congruentes. 
Además, la dieta hipoproteica previene en parte la acidosis metabólica, al 
reducir la generación endógena de ácidos. 
 
 
Criterios para la restricción de proteínas 
Las pautas clásicas de 0,4-0,6 g de proteínas/kg/día + análogos ceto o hidroxi 
son impracticables y las desaconsejamos. 
En estadios 4-5 de la enfermedad, una dieta de 0,6-0,8 g de proteínas/kg/día 
(40-60 g para enfermos de 65-75 kg de peso, aproximadamente) es un objetivo 
razonable y posible. El momento de iniciar la restricción de proteínas es 
controvertido. Es recomendable en pacientes con hiperfiltración y proteinuria. 
Para prevenir síntomas urémicos, se prescribe siempre cuando el filtrado 
glomerular es inferior a 30-25 ml/min. Toda dieta debe individualizarse y 
adaptarse a los gustos y hábitos del paciente. La enfermedad de base o la 
presencia de intolerancia hidrocarbonada o dislipidemia exigen ajustes 
adicionales. 
 
 
 
 
14 
 
TRASTORNOS DEL METABOLISMO DEL POTASIO 
El potasio es uno de los principales iones del organismo, con un 
almacenamiento corporal total que oscila en alrededor de 3500 mEq, 
encontrándose distribuido fundamentalmente en el espacio intracelular (más 
del 98%). Se calcula que existen de 40 a 50 mmol/Kg de peso en el Líquido 
intracelular (LIC) y aproximadamente 1 mmol/Kg de peso en el Líquido 
extracelular (LEC). La principal función del potasio radica en la generación del 
potencial de reposo de la membrana celular, con la importancia que esto 
representa para el mantenimiento de las funciones biológicas. Las alteraciones 
en la concentración plasmática de K+ traerán como consecuencia importantes 
cambios en las características de la excitabilidad del tejido nervioso, corazón y 
músculos lisos y esqueléticos. 
Los mayores reservorios de potasio son el músculo esquelético y el hígado. 
Menos del 2% del potasio se encuentra en el LEC, constituyendo ésta la única 
fracción mensurable en la práctica clínica diaria. Los niveles de potasio sérico 
en un momento dado serán la resultante de un delicado y complejo equilibrio, 
que conviene conocer para entender los procesos fisiopatológicos que pueden 
estar involucrados cuando el mismo se altera. 
EQUILIBRIO DEL POTASIO 
Para comprender el metabolismo del K+, debemos distinguir dos procesos 
distintos, el balance externo (entre el medio ambiente y el medio interno) y el 
equilibrio interno (entre los compartimentos intra y extracelulares) del 
electrolito. 
En condiciones normales el organismo regula su balance externo mediante el 
ingreso, que está dado por la dieta (con un contenido de K+ que oscila, en 
condiciones normales, entre 40 y 120 mEq/d), y los aportes terapéuticos, tanto 
endovenosos como enterales, y el egreso, representado mayoritariamente por 
la eliminación renal, ya que sólo entre 5 y 10 mEq por día se pierden en 
materia fecal, mientras que con el sudor se eliminan menos de 10 mEq/d. 
Una dieta variada occidental contiene aproximadamente 1 mmol/Kg/día de 
potasio, del cual el 90% se absorbe en el tubo digestivo. Normalmente este 
mismo porcentaje de potasio puede ser eliminado por la nefrona distal, siendo 
de consideración las pérdidas fecales sólo en casos de insuficiencia renal o 
diarrea profusa. 
15 
 
En cuanto al equilibrio interno, la redistribución del potasio entre los 
compartimientos intra y extracelular constituye la forma aguda más importante 
de regulación. La concentración de potasio intracelular es aproximadamente de 
150 mEq/L, mientras que en el líquido extracelular puede oscilar entre 3.5 y 5.5 
mEq/L. Este gradiente químico es generado y sostenido básicamente por un 
proceso de transporte iónico transcelular activo con consumo de energía (la 
bomba Na+/K+ ATPasa, con transporte activo de 3 iones sodio al extracelular e 
ingreso de 2 iones potasio al intracelular) y un proceso pasivo (la salida de 
potasio hacia el LEC es facilitada por el gradiente químico y la permeabilidad 
de la membrana celular). 
La redistribución del potasio entre los compartimientos intra y extracelular 
dependerá de los cambios del potencial de membrana, las variaciones en el 
estado ácido-base y la presencia de solutos osmóticamente activos en el LEC, 
lo cual moviliza potasio en distintas direcciones. Considerando lo antedicho, los 
agentes que estimulen a la bomba Na/K ATPasa determinarán el ingreso de 
potasio al espacio intracelular (ej.: 2 adrenérgicos y la insulina). La acidosis 
metabólica incrementa el pasajedel potasio al exterior celular y la alcalosis 
tiende a producir el efecto inverso (a través del intercambio de K+ intracelular 
con protones del LEC). Se calcula que por cada 0,1 de descenso de pH la 
concentración plasmática de K+ aumenta 0,6 mEq/L, y desciende igual 
cantidad cuando asciende el pH; esta relación debe ser utilizada sólo en forma 
orientativa, ya que el valor final de potasemia depende de muchos otros 
factores, fundamentalmente la excreción renal: tal es así que muchas acidosis 
metabólicas suelen cursar con depleción de 
K+. La hiperosmolaridad del LEC (Por ej.: Hiperglucemia severa) produce paso 
del agua al extracelular, con arrastre pasivo de K+ a dicho compartimento, 
pudiendo dar origen a hiperpotasemia. 
La regulación de la excreción del potasio es básicamente renal, teniendo lugar 
en el tubo colector cortical (TCC). Allí llega sólo el 10% del K+ filtrado, ya que 
el 90% restante ya se ha absorbido en los segmentos anteriores. La 
eliminación de potasio dependerá de la presencia de mayor o menor número 
de cargas negativas en el lumen del TCC, lo cual dependerá de la reabsorción 
de sodio, de la presencia de mayor o menor cantidad de cloro o bicarbonato y 
del volumen urinario que llegue al TCC (a mayor volumen de orina, mayor será 
16 
 
el potasio que se desplace para lograr el equilibrio electroquímico a ambos 
lados de la membrana tubular). En la regulación de la excreción de K+ por el 
TCC, la Aldosterona juega un papel fundamental, aumentando la secreción de 
K+ en el mismo. Asimismo, la secreción de aldosterona aumenta luego de una 
carga de potasio (elevaciones muy discretas, de 0.1 a 0.2 mEq/L de K+ en el 
plasma producen un significativo aumento en la liberación de aldosterona), 
mientras que se reduce con la depleción del ion. La aldosterona actúa 
estimulando todos los procesos que secretan K+: incrementa el número de 
canales abiertos de Na+/K+ en la membrana luminal y aumenta la actividad de 
la bomba Na+/K+ ATPasa en la membrana basolateral. El péptido natriurético 
auricular actúa en alguna medida de forma opuesta, ya que inhibe la 
reabsorción de Na+ al disminuir el número de canales de Na+ abiertos, 
disminuyendo así las cargas negativas en la luz del TCC y por ende 
dificultando la eliminación de K+. Además de estos mecanismos fisiológicos 
que influyen directa o indirectamente en la excreción urinaria de K+, existen 
otros factores a tener en cuenta al momento de analizar el metabolismo del 
potasio en un paciente determinado. Por ejemplo: 
- Los diuréticos de asa y Tiazidas, a través de sus diferentes sitios de acción, 
determinan que al TCC llegue mayor cantidad de solutos (fundamentalmente 
Cl- y Na+), con mayor arrastre de agua favoreciendo la pérdida urinaria de K+. 
- La acidosis estimula la secreción de K+ distal y la alcalosis actúa en forma 
inversa. 
- Los diuréticos ahorradores de potasio actúan cerrando los canales de Na, 
Amiloride y Triamtirene en forma directa, y la espironolactona compitiendo con 
la aldosterona. 
- Toda aquella situación que propicie la retención de sodio en plasma traerá 
como consecuencia una mayor reabsorción de Na+ tubular, con secreción de 
K+ distal aumentada. Estas situaciones se dan por el efecto de la aldosterona y 
los glucocorticoides. 
- La ADH estimula la secreción de K+ a través del aumento del número de 
canales de K+ específicos y por potenciar a la aldosterona. 
- Para finalizar, cabe recordar que la magnesiuria constituye otro factor 
causante de pérdidas renales de potasio, desconociéndose la razón fisiológica 
de este fenómeno. 
17 
 
HIPOPOTASEMIA 
Se define con concentración plasmática de K+ < 3.5 mEq/L, pero los síntomas 
suelen aparecer cuando la concentración es < 3.0 mEq/L, predominando las 
manifestaciones musculares y cardiológicas. 
Algunos la clasifican en leve (entre 3.5-3 mEq/L), moderada (3-2.5 mEq/L) y 
severa (menor de 2.5 mEq/L) 
CLASIFICACIÓN 
Es de importancia clínica y terapéutica definir el mecanismo fisiopatológico 
responsable de la hipopotasemia, ya que un tratamiento racional debería ser 
orientado a corregir dicha alteración. A tal efecto, podemos dividir a las causas 
de hipopotasemia en 3 grandes grupos: pérdidas renales, pérdidas 
extrarrenales y redistribución entre el compartimento intra y extracelular. (5) 
CLÍNICA 
Los síntomas por lo general son leves, e inespecíficos: 
1- Síntomas musculares: 
 Músculo cardíaco: arritmias (potenciadas con digital) 
 Músculo esquelético: astenia, síndrome de piernas inquietas, 
debilidad muscular (a predominio de MMII), calambres, disminución 
de la fuerza, debilidad diafragmática, rabdomiólisis en casos de 
severa depleción. 
 Músculo liso: constipación, íleo, atonía gástrica 
2- Alteraciones renales: puede presentarse una disminución de la capacidad 
de concentración de la orina por aparición de un estado de diabetes insípida 
nefrogénica, con disminución de la sensibilidad del túbulo distal a la acción 
de la ADH, y en caso de hipopotasemia crónica, se puede llegar a producir 
la vacuolización de células tubulares. Se manifiesta con poliuria y polidipsia, 
pudiéndose hallar en el sedimento urinario albuminuria, cilindros hialinos o 
granulosos. La depleción de K+ estimula la producción de amonio, renina y 
prostaglandinas, llevando a enfermedad medular intersticial. 
3- Síntomas Neurológicos: parestesias y disminución o abolición de los 
Reflejos Osteotendinosos. 
4- Cambios en ECG: Las alteraciones no guardan correlato con la intensidad 
del trastorno; la hipopotasemia favorece la aparición de diversos tipos de 
arritmias (tanto auriculares como ventriculares), sobre todo en pacientes con 
18 
 
uso de digital. Se debe realizar ECG de control en todo paciente con K+ sérico 
< 3 mEq/L. Es frecuente el aplanamiento o inversión de las ondas T, aparición 
de ondas U prominentes y descenso del segmento ST. 
 
ESTUDIO DEL PACIENTE CON HIPOPOTASEMIA 
1) Examen físico completo: evaluar síntomas generados por hipopotasemia, 
volemia, condición clínica que atraviesa el paciente y medicación que recibe o 
ha recibido (ej.: diuréticos en altas dosis los días previos). 
2) Evaluar el ingreso de K+: rara vez la hipokalemia se debe a la escasa 
ingesta de potasio, dado que si se ingiere poco el riñón conserva la capacidad 
de no excretarlo en sujetos con depleción del mismo. Sin embargo, una dieta 
pobre en K+ y altas pérdidas sí se manifestarán como depleción severa. En 
pacientes con marcado anabolismo (recuperación de cetoacidosis o 
suplemento nutricional en desnutridos), la ganancia de aniones del intracelular 
(ARN, fosfatos) provocará la entrada de potasio al intracelular. 
3) Verificar pérdidas extrarrenales: Los vómitos en sí mismos no se 
consideran causa de pérdida de K+, dado el bajo contenido que tiene el líquido 
gástrico (< 15 mEq/L). Los vómitos y la succión nasogástrica generan ganancia 
de bicarbonato, con alcalosis metabólica y estímulo de aldosterona por la 
depleción de volumen, lo cual lleva a mayor oferta de bicarbonato al TCC y a la 
acción kaliurética de la aldosterona. La diarrea sí se considera causa de 
pérdida, dado el alto contenido de K+ que maneja el colon (buscar coexistencia 
de acidosis metabólica). Se debe considerar también la sudoración profusa 
como sitio probable de pérdidas, aunque es una causa poco habitual. 
4) Evaluar condiciones que promuevan el shift de potasio al intracelular: 
broncodilatadores, insulina, estados adrenérgicos como la hipotensión, stress, 
hipoglucemias, ejercicio o delirium tremens. 
5) Ionograma en plasma: Sirve no sólo para cuantificar la magnitud de la 
hipopotasemia, sino también para conocer el estado del sodio, cloro y HCO3-, 
determinando así trastornos del medio interno asociados: contracción de 
volumen, hiponatremias, alcalosis metabólicas, etc. 
6) Estado ácido base: en caso de alcalosis metabólica se deberá buscar 
etiología y corregirla,dado que genera y perpetúa la hipopotasemia. Recordar 
que la alcalosis respiratoria no suele provocar mayores cambios en la kalemia. 
19 
 
7) Ionograma urinario: No solo es útil para valorar las pérdidas renales de K+, 
sino también permite evaluar el Na+ y el Cl-: por ejemplo, altos valores de Na+ 
y Cl- en orina podrían indicar la acción de diuréticos o bien, en caso de no 
haberlos recibido, estaremos probablemente frente a un Síndrome de Bartter. 
Es la primera aproximación para la cuantificación de las pérdidas de K+. En 
términos generales, una excreción diaria de K+ mayor a 25 mEq/d, en un 
paciente con hipopotasemia, debería hacer pensar en un componente renal 
involucrado en la misma. Se deberá conocer volumen de diuresis diaria y 
descartar diuresis osmótica. La concentración de K+ urinaria es una variable 
que puede verse fácilmente alterada por la reabsorción de agua a nivel del 
TCC, por lo cual se recurre una determinación que sirve para cuantificar las 
pérdidas de K+ renales: el gradiente transtubular de K+. 
8) Gradiente transtubular de potasio (GTTK) 
GTTK+ = U/P osm 
El GTTK sería una forma de “corregir” la secreción de potasio a la absorción 
distal de agua. Ejemplo: si en el TCC existe una concentración de 10 mEq/l de 
K+ y no se produce absorción de agua, la concentración de K+ en orina será 10 
mEq/L; pero si se absorbe 0.75 L de agua, la concentración urinaria ascenderá 
a 40 mEq/L y la osmolaridad urinaria también será mayor. Esto sucede 
simplemente por absorción del agua, sin mediar cambio alguno en la cantidad 
absoluta de iones K+. Es por esto que para considerar el GTTK se requiere 
como premisa que la osmolaridad de la orina sea mayor a la del plasma (con lo 
cual nos aseguramos que verdaderamente hay reabsorción de agua) y que no 
exista diuresis osmótica; en caso contrario, no se puede utilizar este índice. 
Recordar que el GTTK asume que los osmoles que llegan al TCC no son 
absorbidos y que el potasio no es absorbido ni excretado. 
No existe un número exacto de GTTK que permita diagnosticar alguna 
situación clínica en particular, sin embargo, valores superiores a 7 son 
altamente indicativos de la existencia de hiperaldosteronismo, por arriba de 4 
sugieren pérdida renal de potasio y con valores menores de 2 se podría decir 
que el TCC absorbe en forma adecuada el potasio que allí llega, acorde con 
una situación de hipopotasemia. 
20 
 
Siempre que haya grandes pérdidas renales de K+ se deberá orientar el 
estudio a descartar hiperaldosteronismo, bicarbonaturia y persistencia de 
cargas negativas en el lumen del TCC. 
Algunas consideraciones: 
 Síndrome de Bartter: podíamos compararlo con la ingesta 
de furosemida, porque son pacientes con contracción de 
volumen, alcalosis metabólica, hipopotasemia, cloro y 
sodio urinario elevados y pérdidas concomitantes de 
magnesio y calcio, con hiperreninismo y secundariamente 
hipertrofia del aparato yuxtaglomerular. La causa es una 
alteración genética del transporte electroneutro de Na+/Cl-
/K+ del asa de Henle. (6) 
 Síndrome de Gitelman: podríamos compararlo a la acción 
de las tiazidas. El defecto es una mutación en el 
cotransporte Na+/Cl- del Túbulo Contorneado Distal, con 
pérdidas de cloro y sodio, depleción de volumen, 
hiperreninemia, hipopotasemia e hipomagnesemia. No hay 
pérdida de calcio urinario. 
 Síndrome de Liddle: mutación que origina aumento de la 
absorción de sodio por un canal epitelial permanentemente 
abierto, lo cual genera permanencia de cloro en el lumen y 
potencial negativo. Se manifiesta con hipertensión, 
hiporreninismo, ausencia de aldosterona, hipopotasemia y 
alcalosis metabólica. Igualmente, el transporte de potasio 
del LEC hacia el interior de la célula, resulta en 
hipokalemia. Las hiperkalemias y las hipokalemias se 
observan con mínimas transferencias a través de la 
membrana, en razón de que apenas un 2% del potasio 
corporal se encuentra en el líquido extracelular. (7) 
La dieta occidental normal contiene entre 50 y 100 mEq de potasio, o sea que 
la ingesta es del orden de 0.7-1.3 mEq/kg/día (carnes, frutas, verduras) cuando 
se administra una carga oral o IV de potasio, aproximadamente la mitad es 
excretada por el riñón en 6-8 horas. Aun con una reducción absoluta de la 
ingesta de potasio, el riñón efectúa una excreción obligatoria de de 5-15 
21 
 
mEq/día. O sea que a diferencia de lo que ocurre con el sodio (que puede 
disminuirse a niveles menores de mEq/día), la conservación de potasio no es 
totalmente eficiente. Además también hay una pérdida obligatoria de potasio en 
el tracto gastrointestinal y la piel (que no es menor de 10 mEq/día). Esto quiere 
decir que la ingesta mínima diaria de potasio en el adulto normal es de 10-25 
mEq. (8) 
HIPOKALEMIA 
Se entiende por hipokalemia la disminución de la concentración sérica del 
potasio a cifras menores de 3.5 mEq/litro. Suele ser causada por disminución 
del aporte, redistribución transcelular o pérdidas excesivas. 
ETIOPATOGENIA 
El potasio es el principal electrolito intracelular puesto que más del 98% del 
elemento corporal se almacena dentro de las células. Las causas de la 
hipokalemia se clasifican en cuatro grandes grupos: 
a. Reducción de la ingesta 
b. Pérdidas gastrointestinales 
c. Pérdidas renales 
d. Anomalías de la distribución intra/extracelular 
Reducción de la ingesta. No es frecuenta que la reducción de la ingesta sea 
causa principal de la hipokalemia pues el potasio se encuentra en casi todos 
los alimentos naturales, como la carne, los vegetales y las frutas. En los pocos 
casos en que se consumen menos de 20 mEq/día de potasio, aparece al cabo 
de varias semanas, una hipokalemia leve y poco sintomática, a diferencia de lo 
que ocurre con otros síntomas de malnutrición, que son más ostensibles. 
Pérdidas gastrointestinales. Todas las secreciones gastrointestinales 
contienen potasio. De ahí que todo paciente que tenga pérdidas de líquido por 
el tracto gastrointestinal debe ser considerado como susceptible de sufrir 
hipokalemia, especialmente aquel que tenga vómito, diarrea, aspiración por 
sonda o fístula gastrointestinal. 
 
22 
 
 
Pérdidas renales. La causa más frecuente de las hipokalemias severas es la 
pérdida renal. Los diversos mecanismos se enumeran en el siguiente cuadro: 
 
Mecanismos de hipokalemia por vía urinaria 
1. Causada por fármacos 
a. Saluréticos potentes 
b. Diuréticos osmóticos 
c. Inhibidores de la anhidrasa carbónica 
d. Carbenicilina 
2. Actividad mineralcorticoide 
a. Síndrome de Cushing 
b. Síndrome de Bartter 
c. Esteroides por vía exógena 
3. Trastornos ácido-básicos 
a. Sobrecarga alcalina 
b. Acidosis tubular renal 
 
 
Anomalías de la distribución. Normalmente el 2% del potasio es extracelular. 
Ocasionalmente el potasio se desplaza hacia el interior de la célula, por lo cual 
el suero se torna hipokalémico. En la alcalosis, por ejemplo, el potasio de los 
depósitos extracelulares se transporta al interior de la célula a cambio de 
hidrogeniones (el potasio disminuye de 0.4 mEq/litro por cada 0.1 de aumento 
de pH). Otro factor importante es la insulina, puesto que ésta facilita el 
transporte intracelular del potasio. De allí que se debe tener cuidado de no 
causar una hipokalemia durante el tratamiento insulínico, especialmente 
durante el manejo de la cetoacidosis diabética. (9) 
 
En la fase inicial del tratamiento de las anemias megaloblásticas con vitamina 
B12 se transportan grandes cantidades de potasio al interior de los eritrocitos y 
las plaquetas provocando una hipokalemia. 
 
 
 
 
 
23 
 
 
DIAGNÓSTICO 
 
CUADRO CLINICO 
El cuadro clínico depende del grado de hipokalemia y la velocidad de la 
pérdida. Las pérdidas superiores al 10% del potasio son sintomáticas con 
manifestaciones clínicas que incluyen: 
a. Musculoesqueléticas: debilidad muscular, fatiga, astenia, 
calambres,parestesias, hiporreflexia y ocasionalmente mialgias. 
Si el potasio desciende por debajo de los 2.5 mEq/litro se produce 
deterioro bioquímico con elevación de las enzimas musculares y 
cuando desciende de 2.0 mEq/litro se puede presentar 
rabdomiolisis y mioglobinuria. La debilidad muscular suele ser 
ascendente y proximal y puede variar desde una debilidad 
discreta hasta parálisis total y paro respiratorio. 
b. Cardiovasculares: hipotensión ortostática, arritmias cardíacas 
(especialmente en asociación con cardiopatía isquémica y 
tratamiento con digital) y cambios electrocardiográficos que 
incluyen ensanchamiento, aplanamiento o inversión de la onda T, 
depresión del segmento ST y aumento de la amplitud de la onda 
P. 
c. Metabólicas y renales: alcalosis metabólica, disminución en la 
capacidad para concentrar la orina con poliuria, disminución del 
flujo sanguíneo renal y de la filtración glomerular 
d. Gastrointestinales: estreñimiento, íleo 
Es importante aclarar durante el interrogatorio el posible abuso de diuréticos, la 
práctica de vómitos autoinducidos y el abuso de laxantes. 
HALLAZGOS DE LABORATORIO 
El examen indispensable es la medición de los niveles séricos de potasio 
concomitantemente con la toma del registro electrocardiográfico. Es útil para 
descartar o confirmar la existencia de una alcalosis, los gases arteriales, los 
niveles de glucosa en sangre y las pruebas de función renal (creatinina y 
nitrógeno uréico). La gasometría arterial permite identificar una alcalosis 
metabólica, con la cual frecuentemente se asocia la hipokalemia. (10) 
24 
 
 
TRATAMIENTO 
El tratamiento, que se orienta a corregir la causa de la hipokalemia, depende 
del origen y la gravedad de las manifestaciones. 
 Si el paciente tiene niveles de potasio superiores a 3.0 mEq/l sin 
cambios importantes en el electrocardiograma, es preferible el 
tratamiento oral, si la situación clínica lo permite. Se incluyen 
modificaciones diabéticas con alimentos ricos en potasio (frutas y 
vegetales) y suplementos orales (fosfatos y cloruro de potasio), 
aunque estos últimos suelen producir irritación gástrica. Una 
alternativa son los diuréticos ahorradores de potasio 
(espironolactona o amilorida). Estos fármacos no deben usarse 
en pacientes con insuficiencia renal o diabéticos, quienes 
generalmente tienen alterados los mecanismos homeostásicos 
del potasio. 
 Si el nivel sérico del potasio es superior de 2.5 mEq/l sin cambios 
en el electrocardiograma, se emplea el cloruro potásico por vía 
intravenosa a una tasa de 10 mEq/hora y en concentraciones de 
40 mEq/litro. 
 Si el potasio es menor de 2 mEq/l y se acompaña de 
anormalidades en el electrocardiograma o complicaciones 
neuromusculares graves, es necesario instaurar tratamiento de 
emergencia. Se administra cloruro potásico por vía intravenosa 
hasta 40 mEq/hora y en concentraciones hasta de 60 mEq/l. Esto 
requiere vigilancia electrocardográfica continua y medición de los 
niveles séricos de potasio cada 4 horas para evitar la aparición de 
una hiperkalemia transitoria con sus posibles efectos 
cardiotóxicos. Una vez superada la situación de emergencia, 
debe continuarse una reposición más lenta. 
 Los pacientes con cetoacidosis diabética constituyen un grupo 
especial, cuyos niveles séricos de potasio se han de vigilar con 
25 
 
mucho cuidado. La cetoacidosis diabética se acompaña de una 
enorme pérdida de potasio causada por la diuresis osmótica y, a 
veces, por el vómito. El nivel de potasio inicial en suero puede ser 
normal o incluso algo elevado, pero a medida que se corrige la 
acidosis la cifra de potasio disminuye. Además, la insulina 
produce un desplazamiento del potasio hacia el espacio 
intracelular. Todo esto causa una caída brusca del nivel del 
potasio que se debe controlar por lo que están indicadas dosis de 
potasio IV en el tratamiento de este cuadro clínico. 
En algunas ocasiones, la hipokalemia se asocia a un descenso de los niveles 
de magnesio, especialmente si existen antecedentes del uso de diuréticos. Por 
lo tanto es aconsejable añadir magnesio al potasio (sulfato de magnesio, 2-5 ml 
cada 6 horas). (11) 
 
CALCULO DEL DEFICIT DE POTASIO 
Se puede calcular con cierta aproximación la deficiencia total del potasio 
corporal en relación con las cifras del K plasmático: 
 Con 3.0 mEq/l: déficit de 10% 
Con 2.5 mEq/l: déficit de 15% 
Con 2.0 mEq/l: déficit de 20% 
 El contenido total de potasio se calcula contabilizando 60 mEq/k. Ejemplo: 
Paciente de 70 kilos = 3.500 mEq 
K sérico 2.5 mEq/l. Déficit 3.500 x 15% = 525 mEq 
Para la corrección se usa Soletrol K (cloruro de potasio), cuya presentación es 
la ampolla con una concentración de 2 mEq/ml 
 
26 
 
 
HIPERPOTASEMIA 
La hiperpotasemia (K+ > 5,5 mEq/l) es la más grave de las alteraciones 
electrolíticas, porque puede provocar arritmias ventriculares fatales en minutos. 
Se presenta en pacientes ambulatorios y en el 1-10% de los hospitalizados. 
Su incidencia está aumentando sobre todo en la población anciana tratada con 
fármacos que favorecen la hiperpotasemia, como bloqueadores del sistema 
renina-angiotensina-aldosterona (inhibidores de la enzima de conversión de la 
angiotensina, antagonistas de los receptores de angiotensina, inhibidores de la 
renina o diuréticos ahorradores de potasio). No es infrecuente que algunos de 
estos fármacos se utilicen de forma simultánea en un mismo paciente. Es un 
trastorno a menudo yatrogénico y, por tanto, prevenible. (13) 
La disminución del filtrado glomerular puede producir hiperpotasemia. Sin 
embargo, de no intervenir otros factores (fármacos, hipercatabolismo marcado, 
etc.), la insuficiencia renal solamente causa hiperpotasemia cuando el filtrado 
ha descendido por debajo de 10-15 ml/min. Una excepción importante son los 
pacientes con hipoaldosteronismo hiporreninémico (acidosis tubular renal tipo 
IV), en los que puede aparecer hiperpotasemia con grados menores de 
disminución del filtrado glomerular. El cuadro se caracteriza por 
hipoaldosteronismo e hiperpotasemia y aparece en diversas enfermedades 
renales, como la nefropatía diabética, nefropatías intersticiales y la uropatía 
obstructiva. Al inhibir la síntesis de renina dependiente de prostaglandinas y 
disminuir, en consecuencia, las cifras de aldosterona, los antiinflamatorios no 
esteroideos (AINE) pueden causar una forma medicamentosa de este 
síndrome. En la insuficiencia suprarrenal, el déficit de aldosterona disminuye la 
eliminación renal de potasio. En todo paciente con hipotensión grave, 
hiperpotasemia, acidosis metabólica e hiponatremia debe plantearse el 
diagnóstico de crisis addisoniana y tratarla como tal hasta que no se demuestre 
lo contrario. 
En la práctica clínica, la insuficiencia renal y los fármacos son los principales 
factores que predisponen al desarrollo de hiperpotasemia. En la tabla 1 se 
recogen los fármacos inductores de hiperpotasemia y el mecanismo por el que 
la producen. Los inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina 
(IECA) y los antagonistas de los receptores de la angiotensina II (ARA II) son 
27 
 
hoy día una de las causas más frecuentes de hiperpotasemia, especialmente 
en pacientes con otros factores predisponentes (insuficiencia renal, diabetes, 
uso de diuréticos ahorradores de potasio). (14) 
 
Causas de hiperpotasemia 
 Pseudohiperpotasemia 
- Muestra hemolizada 
- Leucocitosis (>200,000/ml) o trombocitosis intensa (>500,000/ml) 
- Torniquete excesivamente apretado o contracción muscular de la 
extremidad 
 
 Aporte excesivo de potasio oral o intravenoso (en presencia de 
insuficiencia renal) 
 Disminución de la eliminación renal 
- Insuficiencia renal aguda o crónica 
- Enfermedad de Addison 
- Hiperplasia suprarrenal congénita 
- Hipoaldosteronismo hiporreninémico, acidosis tubular renal tipo 
IV 
- Fármacos que intervienen con la liberacióny/o secreción de 
aldosterona: IECA. ARA II, inhibidores de la renina, ciclosporinas, 
tacrolimus, sobredosis de digital 
- Fármacos que inhiben la secreción renal de potasio: diuréticos 
ahorradores de potasio (espironolactona, triamtereno, amilorina), 
trimetroprima, pentamidina, L-arginina) 
- Disfunción tubular distal (mieloma, amiloidosis, lupus, trasplante 
renal, drepanocitosis) 
 
 Paso de potasio al líquido extracelular 
- Acidosis 
- Lisis celular: traumatismos extensos, quemaduras, lisis tumoral, 
rabdomiólisis y hemólisis 
- Parálisis periódica hiperpotasémica 
- Déficit de insulina e hiperglucemia grave 
- Fármacos: bloqueadores B-adrenérgicos, intoxicación digitálica, 
succinilcolina, gonistas alfa-adrenérgicos, arginina, soluciones 
hipertónicas 
ARA II: antagonistas de los receptores de la angiotensina II; 
IECA: inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina. 
 
MANIFESTACIONES CLÍNICAS 
Las manifestaciones de la hiperpotasemia son principalmente por trastornos de 
la conducción cardíaca y de la función neuromuscular. El electrocardiograma 
(ECG) es la mejor herramienta para valorar la cardiotoxicidad de la 
28 
 
hiperpotasemia. Con niveles de alrededor de 6,5 mEq/l aparecen ondas T 
picudas, y por encima de 7 mEq/l se prolonga el intervalo PR, se pierde la onda 
P y más tarde se produce un ensanchamiento del complejo QRS. Cuando las 
cifras de potasio superan los 8 mEq/l, el complejo QRS puede converger con la 
onda T y formar una onda sinuosa. Pero es fundamental recordar que ésta es 
una clasificación académica y que con cualquier grado de hiperpotasemia 
pueden aparecer arritmias ventriculares fatales. Los fallos de captura en los 
marcapasos son una manifestación cardíaca de frecuencia creciente. En el 
sistema neuromuscular la hiperpotasemia puede producir parestesias, debilidad 
muscular e incluso parálisis flácida. De hecho, la debilidad muscular proximal 
es un síntoma clave que nos debe hacer descartar la presencia de 
hiperpotasemia, especialmente si existen factores precipitantes. 
El diagnóstico de la hiperpotasemia, al igual que el de la hipopotasemia, se 
basa en la excreción urinaria de potasio en 24 horas, que debe ser superior a 
100 mEq/día si la respuesta renal es adecuada a la hiperpotasemia, y en el 
GTTK, que debe ser superior a 7 si la respuesta aldosterónica también es 
adecuada a la hiperpotasemia. 
 
TRATAMIENTO 
La hiperpotasemia es un trastorno potencialmente mortal, por lo que se debe 
tratar de forma precoz y eficaz. La presencia de hiperpotasemia junto con 
alteraciones en el ECG debe considerarse una emergencia, ya que en cuestión 
de minutos puede producirse una arritmia fatal. (15) 
 Tratamiento de la hiperpotasemia grave sintomática 
El objetivo del tratamiento urgente es antagonizar los efectos cardíacos de la 
hiperpotasemia, promover el desplazamiento del potasio extracelular al interior 
de la célula y favorecer la eliminación de este catión del organismo en el menor 
tiempo posible. La administración de gluconato cálcico es la primera medida 
terapéutica ante un paciente con manifestaciones electrocardiográficas de 
hiperpotasemia. Hay que tener presente que ésta no disminuye la 
concentración de potasio plasmático y debe ir seguida de otras medidas 
destinadas a promover la entrada de potasio en el interior celular. El 
bicarbonato debe administrarse sólo a los pacientes con acidosis metabólica 
concomitante, y siempre asociado a otras medidas, ya que su eficacia es 
29 
 
menor. El salbutamol en nebulización o por vía intravenosa y la insulina con 
glucosa por vía intravenosa son las intervenciones de primera línea que están 
mejor sustentadas por la literatura y la práctica clínica. En una revisión 
sistemática reciente, la combinación de agonistas • -adrenérgicos nebulizados 
con insulina y glucosa por vía intravenosa resultó más eficaz que cualquiera de 
los tres fármacos por separado, ya que aumenta considerablemente la entrada 
de potasio en la célula. El salbutamol debe usarse con precaución en pacientes 
con cardiopatía isquémica. 
Las resinas de intercambio catiónico (Resin Calcio®, Sorbisterit®) eliminan 
potasio intercambiándolo por calcio en el tubo digestivo, y pueden 
administrarse por vía oral o mediante enema. Su principal inconveniente es su 
efectividad limitada y su inicio de acción prolongado, de varias horas. No tienen 
utilidad en el manejo de la hiperpotasemia aguda. Además, su administración 
por vía rectal junto al sorbitol (edulcorante empleado en alimentación) debe 
evitarse, ya que se han comunicado casos de necrosis colónica asociada a la 
administración conjunta. (15) 
Cuando existe insuficiencia renal grave o las medidas mencionadas fallan, es 
preciso recurrir a la diálisis. La hemodiálisis es el método más seguro y eficaz y 
debe usarse precozmente en pacientes con insuficiencia renal o 
hiperpotasemia grave. Es preferible utilizar baños de diálisis sin glucosa para 
evitar la libera ión de insulina, con el consiguiente desplazamiento de potasio al 
interior de la célula y la menor disponibilidad de potasio extracelular susceptible 
de ser depurado. Por la misma razón, debe suspenderse la perfusión de 
glucosa e insulina al iniciar la diálisis. 
En individuos sin enfermedad renal, la administración de diuréticos constituye 
la opción más asequible para eliminar potasio, y suelen usarse diuréticos del 
asa por su mayor potencia. 
 Tratamiento de la hiperpotasemia crónica asintomática 
Además de tratar el proceso responsable de la hiperpotasemia, pueden 
utilizarse las siguientes medidas: 
Restringir el potasio de la dieta a < 2-3 g/día: excluir los alimentos ricos en 
potasio. 
Valorar la suspensión de los fármacos que favorezcan la hiperpotasemia. 
Administrar resinas de intercambio catiónico: poliestirensulfonato cálcico 
30 
 
(Resincalcio® o Sorbisterit®) por vía oral o en enema (v. tabla 6). 
Administrar diuréticos con acción en el asa de Henle, como la furosemida y la 
torasemida, para aumentar la eliminación de potasio. 
Administrar fludrocortisona (9 -fluorhidrocortisona) en pacientes con 
insuficiencia suprarrenal y en algunos casos de hipoaldosteronismo 
hiporreninémico. 
Las dosis varían de 50-200 μg/día hasta 100 μg tres veces por semana. 
 
31 
 
JUSTIFICACION 
 
La concentración de potasio plasmático es el resultado de la relación entre su 
ingesta, eliminación y distribución transcelular. Los requerimientos mínimos 
diarios de potasio son de unos 1.600-2.000 mg (40-50 mmol; 40 mg = 1 mmol). 
Como es bien sabido su principal vía de eliminación es la renal. 
Aproximadamente el 80% del potasio ingerido es excretado por los riñones, el 
15% por el tracto gastrointestinal y el 5% restante por el sudor. 
 En la insuficiencia renal crónica, la combinación de una ingestión constante de 
K+ y menor número de nefronas funcionales, requiere de aumento en la 
excreción de K+ por nefrona; esto permite que se mantenga una relativa 
normokalemia, a pesar de daño renal avanzado, sobre todo si se mantiene una 
dieta no excesiva en K+, el volumen urinario y el flujo distal son adecuados y si 
se puede estimular satisfactoriamente la secreción de aldosterona. 
En pacientes con insuficiencia renal (aguda o crónica) se altera la excreción y 
esto ocasiona con frecuencia alteraciones en las concentraciones del potasio. 
No existen estudios previos realizados en este hospital en relación a pacientes 
con alteraciones en el metabolismo del potasio y falla renal sin manejo 
sustitutivo, es conocido el hecho de que este tipo de pacientes son más 
propensos a alteraciones en la concentración de dicho electrolito. La detección 
y manejo oportuno de este tipo de alteraciones electrolíticas en pacientes con 
daño renal repercute en un control más rápido y adecuado, disminuyendo las 
complicaciones más serias y letales; además de que lograremos mejorar la 
calidad de vida de nuestrospacientes, así como disminuir sus ingresos y 
estancias hospitalarias en el servicio de urgencias. 
En resumen el presente estudio se justifica en el hecho de la alta incidencia y 
prevalencia del padecimiento renal, ya que en México la insuficiencia renal es 
una de las principales causas de atención hospitalaria ocupando el 4º lugar en 
hombres y el 10º lugar en mujeres según cifras reportadas por el sector 
público del sistema nacional de salud. Además del hecho de una de las 
complicaciones más comunes que pueden llegar a ser severas son las 
alteraciones electrolíticas. 
 
 
 
 
32 
 
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 
 
El potasio es el catión más abundante del líquido intracelular y juega un papel 
muy importante en un gran número de funciones celulares. Una concentración 
intracelular del potasio elevada y una concentración débil del mismo en el 
líquido extracelular son esenciales en las numerosas propiedades eléctricas de 
las membranas celulares tanto en los tejidos excitables (nervios, músculos) 
como no excitables (epitelio). Las concentraciones intra y extracelulares de 
potasio quedan normalmente constantes en límites estrechos a pesar de las 
grandes variaciones en el aporte. Una concentración intracelular de potasio 
elevada es necesaria en el crecimiento celular normal, en la división celular, en 
la síntesis de las proteínas celulares y del ADN, en la regulación del volumen 
celular y en el estado ácidobase intracelular. Las variaciones del potasio 
intracelular modifican el pH intracelular y afectan, indirectamente, los procesos 
metabólicos modificando la actividad de numerosas enzimas. 
Los cambios en los solutos iónicos de la sangre (sodio, potasio, cloro, 
magnesio, calcio, bicarbonato, fosfatos e hidrogeniones) generan en el 
organismo cambios en el medio interno que pueden llevar a una muerte si no 
son reguladas a tiempo, pero estos cambios se regulan mediante mecanismos 
compensatorios, uno de los más importantes en cuanto a alteraciones 
hidroelectrolíticas es el mecanismo renal, ya que este puede variar las 
concentraciones en sangre de agua y de los solutos en sangre de forma rápida 
formando la orina. La insuficiencia renal es una patología en la cual el paciente 
no puede excretar la orina (anuria) o secreta en muy pocas cantidades 
(oliguria), ya sea por obstrucción de un conducto o por el cese de la función 
renal. Si no se puede eliminar la orina entonces no se podrá eliminar el exceso 
de agua, electrolitos y azoados en sangre, todo esto causara graves 
alteraciones en la homeostasis de electrolitos como el potasio, retención 
nitrogenada y hasta acidosis metabólica. Los iones como el sodio y el potasio 
son eliminados en casi su totalidad por el riñón, en esto radica la gran 
importancia de este órgano en la homeostasis. Por lo que es de suma 
importancia plantearnos la siguiente pregunta: 
¿Cuáles son las alteraciones más frecuentes del potasio en los pacientes con 
enfermedad renal? 
33 
 
 
 
 
OBJETIVOS 
 
GENERAL: 
 
1. Determinar las concentraciones plasmáticas del potasio en pacientes 
con enfermedad renal que acuden al servicio de urgencias. 
 
ESPECÍFICOS: 
1. Identificar los pacientes con enfermedad renal sin tratamiento sustitutivo 
que acuden al servicio de urgencias. 
2. Identificar los pacientes que presenten hiperkalemia. 
3. Identificar los pacientes que presenten hipokalemia. 
 
 
 
34 
 
MATERIAL Y METODOS 
 
Para determinar las concentraciones plasmáticas del potasio en pacientes con 
enfermedad renal crónica que acuden al servicio de urgencias, se realizó una 
encuesta descriptiva y retrospectiva, mediante el análisis y revisión a 33 
expedientes del servicio de urgencias del HGZ No. 1 con MF, 
correspondientes a las consultas otorgadas a estos pacientes en los meses de 
julio, agosto y septiembre del 2011, captando de ellos entre otros datos edad, 
sexo, diagnostico de enfermedad renal crónica y niveles de potasio sérico. 
La edad encontrada fue con una media de 66 años ±14.1, predominando el 
sexo masculino con un 66.7%. En cuanto a la enfermedad renal crónica se 
encontró un predominio de estadio Kdoqi III con un 60.6% y un Kdoqi IV de 
36.4%, por lo que respecta a los niveles de potasio el trastorno que predominó 
fue la hiperkalemia con un 36.4%. 
El proyecto del estudio fue registrado ante el comité de investigación 
delegacional del IMSS en Durango con el No. R-2011-901-15. 
 
35 
 
 
 
 
RESULTADOS 
Se estudiaron 33 pacientes que acudieron al servicio de urgencias del HGZ No 
1 con MF, durante los meses de julio, agosto y septiembre de 2011, 
correspondiendo un 66.7%(22) al sexo masculino y un 33.3%(11) al sexo 
femenino. La edad presentó una media de 66 años con una desviación 
estándar de 14.1. (Graficas 1 y 2). 
En cuanto a la enfermedad renal crónica, se encontró con daño renal Kdoqi 
clase funciona III un 60.6%(20) de los pacientes, seguido de la clase funcional 
IV con un 36.4% (12). (Gráfica 3). 
Por lo que respecta a los trastornos en los niveles séricos de potasio, se 
encontró un predominio de la hiperpotasemia con un 36.4%(12) contra un 
24.2% (8) de la hipopotasemia, pero el mayor porcentaje estuvo en equilibrio 
electrolítico del potasio con un 39.4% (13). (Gráfica 4). 
Otros datos relevantes para estos pacientes con enfermedad renal crónica que 
fueron recolectados son: tabaquismo negado en un 39.4% (13) y positivo en 
60.6% (6), etilismo negado en un 63.6% (21) y positivo en 36.4% (12). Del total 
de los pacientes estudiados un 81.8% (27) con antecedente de diabetes 
Mellitus tipo 2 y con hipertensión arterial sistémica un 72.7% (24). De todos 
ellos el 30.3% (10) con antecedente de dislipidemia. Los niveles de glucosa 
central reportados correspondieron a un mayor porcentaje de hiperglucemia 
con un 51.51% (17) contra un 18.18% (6) de hipoglucemias. Por lo que 
respecta a los trastornos en los niveles séricos del sodio se reporta una 
hiponatremia en el 18.18% (6) de los casos y una hipernatremia de 9.09% (3). 
 
 
36 
 
 
 
DISCUSIÓN 
 
En la insuficiencia renal crónica, la combinación de una ingestión constante de 
K+ y menor número de nefronas funcionales, requiere de aumento en la 
excreción de K+ por nefrona; esto permite que se mantenga una relativa 
normokalemia, a pesar de daño renal avanzado, sobre todo si se mantiene una 
dieta no excesiva en K+, el volumen urinario y el flujo distal son adecuados y si 
se puede estimular satisfactoriamente la secreción de aldosterona. 
En la enfermedad renal crónica el paciente no puede excretar la orina (anuria) 
o secreta en muy pocas cantidades (oliguria), ya sea por obstrucción de un 
conducto o por el cese de la función renal. Si no se puede eliminar la orina 
entonces no se podrá eliminar el exceso de agua y electrolitos, además de 
azoados en sangre, todo esto causara graves alteraciones en la homeostasis 
como hipernantremias, hiperkalemias, hipercalcemias, hipercloremias, 
retención nitrogenada y hasta acidosis metabólica. 
Los resultados arrojados en este estudio se encontró un predominio de la 
hiperpotasemia con un 36.4% contra un 24.2% de la hipopotasemia, lo cual 
coincide con lo esperado sin embargo el mayor porcentaje estuvo en equilibrio 
electrolítico del potasio con un 39.4% ya que influyeron desde luego otro tipo 
de factores como la dieta y el control en general que este tipo de pacientes 
debe de llevar. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
37 
 
CONCLUSIONES 
Los pacientes que acuden al servicio de urgencias por múltiples causas, en un 
alto porcentaje son portadores de enfermedad renal crónica subdiagnosticada y 
por lo tanto sin ningún manejo ni tratamiento, es común encontrar una serie de 
alteraciones a nivel no solo metabólico sino electrolítico lo que conlleva a otra 
serie de complicaciones cien por ciento prevenibles si se detectan a tiempo. 
En este estudio se demuestra lo poco perceptibleque resulta para el paciente 
en un momento dado el detectar las manifestaciones del inicio de la 
enfermedad renal crónica, ya que el mayor porcentaje de estos pacientes que 
acudieron al servicio de urgencias presentaron un grado funcional Kdoqi III que 
correspondió a un 60.6%, así como alteraciones en los niveles del potasio 
sérico predominando la hiperkalemia con un 36.4%. Cabe mencionar que en lo 
que respecta a la edad, el mayor porcentaje correspondió a los 66 ±14.1 años, 
con predominio de hombres con un 66.7%. 
La incidencia de la hiperkalemia está aumentando sobre todo en la población 
anciana tratada con fármacos que favorecen la hiperpotasemia, como 
bloqueadores del sistema renina-angiotensina-aldosterona (inhibidores de la 
enzima de conversión de la angiotensina, antagonistas de los receptores de 
angiotensina, inhibidores de la renina o diuréticos ahorradores de potasio). No 
es infrecuente que algunos de estos fármacos se utilicen de forma simultánea 
en un mismo paciente, por lo que lo convierte en un trastorno a menudo 
yatrogénico y, por tanto, prevenible. En el presente estudio se incluyeron 
algunas comorbilidades como la hipertensión arterial encontrada en el 72.72% 
de los casos estudiados, y la diabetes mellitus en un 81.81% de los 33 casos, 
lo que nos da una idea del alto índice de enfermedades cronicodegenerativas 
que son la antesala de las complicaciones aquí estudiadas. La dislipidemia 
ocupó el tercer lugar en frecuencia de enfermedades agregadas con un 
33.33%, lo que no hace más que ratificar que el síndrome metabólico ocupa 
por mucho un lugar preponderante como enfermedad problema de salud 
pública; y nos compete a los profesionales de la salud el implementar 
estrategias encaminadas a disminuir esta alto índice de prevalencia en nuestra 
población. 
38 
 
TABLAS Y GRÁFICAS 
GRÁFICA 1 
 
MASCULINO: 66.7% 
FEMENINO: 33.3% 
 
GRÁFICA 2 
 
EDAD: MEDIA DE 66 ±14.1 AÑOS 
 
0
5
10
15
20
25
MASCULINO FEMININO
FR
EC
U
EN
C
IA
SEXO
0
1
1
2
2
3
3
4
4
26 42 46 47 52 54 56 57 60 61 63 64 65 66 69 70 72 73 74 76 81 82 84 87 92
FR
EC
U
EN
C
IA
AÑOS
EDAD
39 
 
 
GRÁFICA 3 
 
 
 
GRÁFICA 4 
 
 
3
II
3%
III
61%
IV
36%
KDOQI
HIPOKALEMIA
24%
NORMAL
40%
HIPERKALEMIA
36%
POTASIO
40 
 
TABLA 1 
 
 
AÑOS DE 
EVOLUCIÓN KDOQI Total 
 
II III IV 
 
HAS 1 1 2 1 4 
 
4 0 1 1 2 
 
5 0 1 1 2 
 
6 0 1 0 1 
 
10 0 3 3 6 
 
20 0 2 2 4 
 
25 0 1 0 1 
 
30 0 1 1 2 
 
35 0 1 0 1 
 
40 0 0 1 1 
 
NEG 0 7 2 9 
Total 33 1 20 12 33 
 
 
41 
 
 
BIBLIOGRAFIA 
1. Egresos hospitalarios del Sistema Nacional de Salud, 2000 
Salud Pública de México / vol.44, no.2, marzo-abril de 2002. 
2. Karpman D, Håkansson A, Perez MT, Isaksson C, Carlemalm E, Caprioli 
A, Svanborg C. Apoptosis of Renal Cortical Cells in the Hemolytic-
Uremic Syndrome: In Vivo and In Vitro Studies. 
Infect Immun. 1998 Feb; 66(2): 636-644. Murtagh FEM, Addington-Hall 
JM, Edmonds PM, et al. 
3. Los síntomas de insuficiencia renal avanzada, la enfermedad: Un 
estudio transversal de prevalencia de los síntomas en la etapa 5 renal 
crónica sin diálisis Palliat J Med 2007;. 10:1266-1276 
4. Caramelo C, Bello E, Ruiz E, Rovira A, Gazapo RM, Alcazar JM, et al. 
Hyperkalemia in patients infected with the human inmunodeficiency 
virus: involvement of a systemic mechanism. Kidney Int 1999; 56:198-
205. 
5. Ben Salem C, Hmouda H, Bouraoui K. Drug-induced hipokalemia. 
Current Drug Safety 2009; 4:55-61. 
6. Valencia A, De la Cruz J. Síndrome de Bartter. Actualizaciones 
Pediátricas. 
7. De Sequera P, Rodriguez D: Alteraciones del metabolismo del potasio. 
En: Hernando L, ed. Nefrología clínica. 3.a edición. Madrid: 
Panamericana; 2008. p. 61-71. 
8. Cogan MG. Fluid & Electrolytes. Physiology and Pathophysiology. 
Prentice Hall International Inc. Appleton & Lange. East Norwalk, 1991 
9. Mora JM, Delgado VA, D’achiardi R. Trastornos del potasio. En: Manual 
de Urgencias en Medicina Interna. Asociación Colombiana de Medicina 
Interna. Capítulo Central. 
10. Silva E, López C, Ramírez J. Trastornos del potasio. en: Compendio de 
Terapéutica. Segunda edición. Asociación Colombiana de Medicina 
Interna. Capitulo Central. 
42 
 
11. Mount DB. Disorders of potassium balance. En: Brenner and Rector’s 
The kidney. Phyladelphia: WB Saunders; 2007. 
12. Rose BD. Clinical physiology of acid-base and electrolite disorders. 5th 
edition. New York: McGraw-Hill; 2001. (Edición en español: Marbán; 
2005) 
13. Palmer BF. Managing hiperkalemia caused by inhibitors of the 
reninangiotensin-aldosterone system. N Engl J Med 2004; 351(6): 585-
92. 
14. Rose BD. Up ToDate (clinical reference on CD-ROM). Wellesley, Up 
ToDate 18.3, 2009. 
15. Lens X, Montoliu J, Cases A, Revert L. Treatment of hiperkalemia in 
renal failure: salbutamol vs insulin. Nephrol Dial Transplant 1989; 4: 
228-32. 
 
43 
 
ANEXO 
 
CÉDULA DE RECOLECCIÓN DE DATOS 
INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL. 
HOSPITAL GENERAL DE ZONA N° 1, DURANGO. 
 
Fecha de ingreso: _____________ Hora: ____________________ 
Nombre del paciente: _______________________________________________________ 
Edad: ______________________ Sexo: __________________ 
Motivo de ingreso en el primer contacto del servicio de Urgencias adultos: 
________________________________________________________________________ 
________________________________________________________________________ 
Tabaquismo: _____________________________________________________________ 
Etilismo: ________________________________________________________________ 
 
ENFERMEDAD CRÓNICA TIEMPO DE DIAGNÓSTICO TRATAMIENTO ACTUAL 
DIABETES MELLITUS 
HIPERTENSIÓN ARTERIAL 
DISLIPIDEMIA: 
EPOC 
OTRAS: 
IFG 
KDOQI 
 
 
 
 
 
44 
 
Resultados de laboratorio: 
Glucosa 
Urea 
Nitrógeno ureico 
Creatinina 
Cloro 
Potasio 
sodio 
 
 
Estudios de gabinete alterados (radiografías, tomografías, etc): 
_______________________________________________________________
_______________________________________________________________
_______________________________________________________________
_______________________________________________________________ 
 
Datos clínicos de importancia identificados en la exploración física: 
_______________________________________________________________
_______________________________________________________________
_______________________________________________________________
_______________________________________________________________ 
 
 
ELABORÓ: 
_______________________________________________________________ 
INTERPRETÓ: 
_______________________________________________________________ 
 
 
 
	Portada
	Índice
	Resumen
	Introducción
	Marco Teórico 
	Justificación
	Planteamiento del Problema
	Objetivos
	Material y Métodos
	Resultados 
	Discusión
	Conclusiones
	Tablas y Gráficas
	Bibliografía
	Anexo

Continuar navegando

Otros materiales