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1 INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL HOSPITAL GENERAL DE ZONA No. 1 CON MEDICINA FAMILIAR LIC IGNACIO GARCIA TELLEZ DURANGO, DGO UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MEXICO FACULTAD DE MEDICINA TESIS PARA OBTENER EL TÍTULO DE: ESPECIALISTA EN MEDICINA DE URGENCIAS PARA MEDICOS DE BASE DEL IMSS “TRASTORNOS DEL POTASIO EN PACIENTES CON ENFERMEDAD RENAL CRÓNICA” AUTOR: DRA. MARITZA SALAZAR TAPIA ASESOR: DR. JUAN JOSE ACEVES GUZMAN UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 DR. HECTOR SEPULVEDA CHAPA JEFE DE EDUCACION E INVESTIGACION MÉDICA HOSPITAL GENERAL REGIONAL N 1 “LIC. IGNACIO GARCIA TELLEZ” DURANGO, DGO. DR. ANGEL GERARDO ANDRADE CONTRERAS PROFESOR TITULAR DEL CURSO DE ESPECIALIZACIÓN EN MEDICINA DE URGENCIAS PARA MÉDICOS DE BASE DEL IMSS 3 ASESOR DR. JUAN JOSÉ ACEVES GUZMÁN ESPECIALISTA EN URGENCIAS MÉDICO QUIRÚRGICAS Y MEDICINA INTERNA 4 DEDICATORIA Y AGRADECIMIENTOS A Dios: Porque es el ser todo poderoso que me ha dado la fortaleza para seguir adelante en cada instante de mi vida. A mi madre: Que ha sido un ejemplo de vida, quien me inculcó el sentido del deber y me apoyó para que continuara y no dejara cosas inconclusas en mi vida profesional guiando mis pasos, mi mente y mi corazón con ese espíritu de guerrera que siempre la ha caracterizado. Su infinito amor y comprensión me ha guiado y dado la fuerza necesaria para lograr las metas que me he propuesto. A mi padre: Que siempre ha estado ahí cuando se le ha necesitado, hombre fuerte de carácter recio difícil de comprender a veces, pero noble y solidario conmigo en todo momento. A mi hija Daniela Marisol: El ser que mas amo en el mundo, para quien aspiro llegar a ser un ejemplo, inculcándole valores y demostrándole con hechos que la perseverancia es un don que se consigue día con día. A los maestros que estuvieron ahí para aclarar mis dudas y fomentar en mí el deseo de seguir aprendiendo e investigando de forma sistemática la medicina bien aplicada y fundamentada en revisiones, artículos y libros. A ti doctora Martha Hernández en quien descubrí una amiga, ejemplo de profesionalismo, entrega y capacidad de enseñar y dar sin esperar nada, solo la satisfacción de hacer algo por los demás, mi cariño y mi lealtad incondicional por siempre. Solo me queda por agregar una palabra que encierra todo lo que quiero expresar en estos momentos a todos los que estuvieron ahí y no he mencionado….Gracias por estar presente y cerca de mi. 5 INDICE RESUMEN .................................................................................................................... 7 INTRODUCCIÓN .......................................................................................................... 8 MARCO TEÓRICO ....................................................................................................... 8 JUSTIFICACIÓN……………………………………………………………………………31 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA ........................................................................ 32 OBJETIVOS ............................................................................................................. 333 MATERIAL Y METODOS ........................................................................................... 34 RESULTADOS ........................................................................................................... 35 DISCUSIÓN ................................................................................................................ 36 CONCLUSIONES…………………………………………………………………………….37 TABLAS Y GRÁFICAS .............................................................................................. 38 BIBLIOGRAFIA .......................................................................................................... 41 ANEXO ....................................................................................................................... 43 6 RESUMEN: OBJETIVO. Determinar las concentraciones plasmáticas del potasio en pacientes con enfermedad renal que acuden al servicio de urgencias. INTRODUCCION. Las alteraciones del metabolismo del potasio se encuentran entre las más frecuentes en la práctica clínica. Su espectro de gravedad es variable, desde la hipopotasemia leve inducida por diuréticos a la hiperpotasemia grave de consecuencias fatales. Tanto la hipopotasemia como la hiperpotasemia ocasionan alteraciones de la polarización de la membrana celular que dan lugar a diversas manifestaciones clínicas, de las que las más graves son las que afectan al sistema cardiovascular. La regulación de la excreción del potasio es básicamente renal, teniendo lugar en el tubo colector cortical (TCC). El presente estudio tiene como finalidad detectar las alteraciones en la concentración plasmática del potasio en pacientes con enfermedad renal sin manejo dialítico, ya que es una de las alteraciones más frecuentes en este tipo de pacientes, su determinación temprana y adecuado manejo permitirán un control más rápido y efectivo de este tipo de complicaciones. MATERIAL Y METODOS. Para determinar las concentraciones plasmáticas del potasio en pacientes con enfermedad renal crónica que acuden al servicio de urgencias, se realizó una encuesta descriptiva y retrospectiva, mediante el análisis y revisión a 33 expedientes del servicio de urgencias del HGZ No. 1 con MF, correspondientes a las consultas otorgadas a estos pacientes en los meses de julio, agosto y septiembre del 2011, captando de ellos entre otros datos edad, sexo, diagnostico de enfermedad renal crónica y niveles de potasio sérico. La edad encontrada fue con una media de 66 años ±14.1, predominando el sexo masculino con un 66.7%. En cuanto a la enfermedad renal crónica se encontró un predominio de estadio Kdoqi III con un 60.6% y un Kdoqi IV de 36.4%, por lo que respecta a los niveles de potasio el trastorno que predominó fue la hiperkalemia con un 36.4%. PALABRAS CLAVES: concentración plasmática de potasio y enfermedad renal crónica. 7 INTRODUCCIÓN Los trastornos del potasio (K) son habituales en la práctica clínica y, en algunos casos, potencialmente mortales. El K, que es el catión más abundante del organismo, predomina fundamentalmente a nivel intracelular; esto crea un gradiente a través de las membranas celulares que contribuye a la excitabilidad de las células nerviosas y musculares (músculo estriado y cardíaco). La homeostasis del K depende de un adecuado funcionamiento renal, dado que en personas sanas el 90% se elimina por esta vía y sólo el 5% a 10% por vía digestiva. En pacientes con enfermedad renal crónica se altera la excreción y esto ocasiona con frecuencia alteraciones en las concentraciones del potasio. Los trastornos relacionados con la homeostasis del K (hiperpotasemia o hipopotasemia) pueden tener complicaciones fatales. Es importante reconocer las características clínicas y electrocardiográficas asociadas con estas alteracionesy sospechar su presencia en caso de arritmias o paro cardiorrespiratorio. Las alteraciones del metabolismo del potasio se encuentran entre las más frecuentes en la práctica clínica. Su espectro de gravedad es variable, desde la hipopotasemia leve inducida por diuréticos a la hiperpotasemia grave de consecuencias fatales. Tanto la hipopotasemia como la hiperpotasemia ocasionan alteraciones de la polarización de la membrana celular que dan lugar a diversas manifestaciones clínicas, de las que las más graves son las que afectan al sistema cardiovascular. En México la insuficiencia renal es una de las principales causas de atención hospitalaria ocupando el 4º lugar en hombres con 55033 casos y el 10º lugar en mujeres con 50924 casos en mujeres con una tasa de 115.0 y 101.5 por 100,000 habitantes en hombres y mujeres respectivamente, del sector público del sistema nacional de salud. Asimismo se reporta una mortalidad hospitalaria con los hombres en el 10º lugar con 1972 casos y una tasa de 155.8 x100, 000 habitantes y en mujeres ocupando el 8º lugar con 1743 casos y una tasa da 62. 5 x 100,000 habitantes, en el sector público del sistema nacional de salud. (1) El presente estudio tiene como finalidad detectar las alteraciones en la concentración plasmática del potasio en pacientes con enfermedad renal sin manejo dialítico, ya que es una de las alteraciones más frecuentes en este tipo de pacientes, su determinación temprana y adecuado manejo permitirán un control más rápido y efectivo de este tipo de complicaciones. 8 MARCO TEÓRICO El riñón es uno de los órganos más importantes del cuerpo humano, ya que cumple funciones muy complejas e importantes: formación de orina y equilibrio electrolítico, equilibrio ácido-básico, mantener el volumen sanguíneo y la presión arterial, desintoxicación sanguínea. La enfermedad renal crónica en el adulto se define como la presencia de una alteración estructural o funcional renal (en el sedimento, las pruebas de imagen o la histología) que persiste más de 3 meses, con o sin deterioro de la función renal, o un filtrado glomerular < 60 ml/min/1,73 m2 sin otros signos de lesión renal. Las guías KDIGO (Kidney Disease: Improving Global Outcomes) han incluido a los trasplantados renales independientemente del grado de lesión renal que presenten. (2) La enfermedad renal crónica se considera el camino final común de una constelación de alteraciones que afectan al riñón de forma crónica e irreversible. Conlleva unos protocolos de actuación común y, en general, independientes de la enfermedad renal primaria. En este contexto, la hipertensión arterial y la proteinuria destacan como los más potentes predictores de progresión y, a su vez, factores de riesgo modificables de la enfermedad renal crónica. La gravedad de la enfermedad renal crónica se ha clasificado en 5 estadios en función del filtrado glomerular y de la presencia de proteinuria. El deterioro del filtrado glomerular es una característica de los estadios 3-5, sin que sea necesaria la presencia de otros signos de lesión renal, la cual sí se requiere en los estadios 1 y 2. La enfermedad renal crónica es un problema de salud pública importante que según datos del estudio EPIRCE (De Francisco y Otero, 2005) afecta aproximadamente al 10% de la población adulta, a más del 20% de los mayores de 60 años. Se considera que está infradiagnosticada. En pacientes seguidos en atención primaria con enfermedades tan frecuentes como la hipertensión arterial o la diabetes, su prevalencia puede alcanzar el 35-40%. 9 Tabla 1 Estadios de gravedad de la enfermedad renal crónica Estadios Descripción FG (ml/min 1,73 m2) 1 Lesión renal con FG normal-hiperfiltración > 90 2 Lesión renal con leve FG 60-89 3 Moderado FG 30-59 4 Avanzado FG 15-29 5 Insuficiencia renal < 15 o D Los estadios 1 y 2 requieren la presencia de lesión renal (en sedimento, pruebas de imagen e histología). Los estadios 3-5 pueden tener como única característica el deterioro del filtrado glomerular (FG). D: en programa de diálisis Los valores de creatinina sérica normales son de 0,8-1,3 mg/dl en el hombre y 0,6-1,0 mg/dl en la mujer, y cambios de ±0,3 mg/dl en distintos laboratorios pueden considerarse interensayo. Comienzan a aumentar cuando el filtrado glomerular desciende un 50%. En fases avanzadas, pequeños cambios del filtrado provocan aumentos importantes de los valores de creatinina. (3) Se han desarrollado fórmulas para el cálculo del filtrado glomerular a partir de la creatinina sérica más variables demográficas y/o antropométricas, obviando la necesidad de recoger la orina de 24 horas. Actualmente la más empleada en investigación y práctica clínica es la fórmula MDRD en su formato simplificado (4 variables) o completo (6 variables). La ecuación de Cockcroft es menos precisa en pacientes mayores de 65 años o con pesos extremos. Ecuación de Cockcroft-Gault: Aclaramiento de creatinina = (140 – edad) x peso en Kg x 0.85 (mujer) 72 x creatinina en plasma 10 Mujeres: FG = (185 – edad) x peso x 1.73 x 0.06 1448 x creatinina sérica S.C. Hombres: FG = (140- edad) x peso x 1.75 x 0.06 0.8145 x creatinina sérica S.C. Aclaramiento de creatinina (orina de 24 h) = Creatinina en orina (mg/dl) × volumen en orina (ml/min) Creatinina sérica (mg/dl) PROTEINURIA La valoración de la proteinuria es crucial, ya que es un factor modificable que influye decisivamente en el pronóstico y en la toma de decisiones clínicas. Tiene un efecto tóxico renal directo, ya que induce inflamación y fibrosis tubulointersticial, con lo que contribuye a la pérdida de la masa nefronal. Para la cuantificación de la proteinuria, la recolección de orina de 24 horas se considera el estándar de referencia, pero es difícil garantizar la recogida completa. La determinación simultánea de creatinina permite establecer el cociente albúmina o proteínas totales/creatinina, que elimina esta fuente de variación y presenta una buena correlación con la eliminación en 24 horas. Se recomienda la determinación de este cociente en muestra aislada tanto en adultos como en niños. El rango de excreción de albúmina que se extiende entre 30 y 300 mg/24 h (20- 200 μg/min) se conoce como microalbuminuria. Estos límites comprenden el rango que va desde el nivel superior de la excreción urinaria normal hasta el nivel de detectabilidad inequívoca de cintas detectoras de proteinuria. La presencia de microalbuminuria persistente durante más de 3 meses es un factor de riesgo de deterioro renal progresivo y de eventos cardíacos adversos, por lo que se sugieren prácticas renoprotectoras y de modificación de factores de riesgo cardiovascular. (4) Proteinuria y albuminuria pueden considerarse equivalentes en rangos elevados (> 1.500 mg/día), pero en rangos entre 300 y 1.500 mg/día puede haber diferencias importantes. 11 Clasificación de la proteinuria Orina de 24 h (mg/24 h) Muestra aislada Alb:Cre (mg/g) Muestra aislada Pro:Cre (mg/mg) Normal < 30 < 30 < 0,15 = < 150 mg/24 h Microalbuminuria 30-300 30-300 < 0,15* Macroalbuminuria > 300 > 300 > 0,3 *Dentro del rango de albuminuria la proteinuria suele aparecer en rango de normalidad. Alb:Cre: albúmina:creatinina; Pro:Cre: proteínas:creatinina. Pacientes en estadio 3 con microalbuminuria o macroalbuminuria y en estadios 4 y 5 deben ser remitidos y vigilados por el nefrólogo con dos objetivos principales: optimizar las estrategias de retraso en la progresión de la enfermedad renal crónica y prevenir el desarrollo de complicaciones urémicas. TRATAMIENTO Se presentan a continuación los pilares sobre los que asienta el manejode estos enfermos. Actitud ante factores evitables o reversibles Existen factores que aceleran el deterioro renal independientemente del ritmo de progresión propio de la enfermedad renal crónica. Muchos son reversibles, por lo que es imprescindible reconocerlos y corregirlos. Deben emplearse los fármacos estrictamente necesarios, en las dosis e intervalos adecuados y durante el tiempo necesario. Si es imprescindible su empleo, hay que hidratar adecuadamente al paciente y ajustar la dosis al grado de insuficiencia renal. El empleo de contraste yodado en esta etapa de la enfermedad renal crónica aboca al paciente casi con certeza a entrar en diálisis, especialmente al diabético. En estos casos debe considerarse el empleo de medios de contraste con menor resolución como el CO2 o técnicas recientes potenciadoras de imagen en ecografía o RM. 12 El manejo conservador de la enfermedad renal crónica tiene como principal objetivo prevenir o retrasar la progresión de la enfermedad. Se trata, fundamentalmente, de instaurar medidas antiproteinúricas. Las intervenciones y objetivos de renoprotección y de manejo de las complicaciones se resumen en la siguiente tabla. Intervenciones y objetivos de renoprotección y de manejo de las complicaciones Intervención Objetivo IECA O ARA Proteinuria < 0.5 g/día FG < 2ml/min/año ANTIHIPERTENSIVOS Presión arterial < 130/85 mmHg Si proteinuria > 1g TA > 125/75 mmHg RESTRICCION SALINA 3 a 5 g/día (51- 85 mEq/día) RESTRICCION PROTEICA 0.6 a 0.8 g/kg/día ERITROPOYETINA (HIERRO) HB de 11 a 13 g/dl Antiagregantes plaquetarios (ASA, clopidogrel) Profilaxis de trombosis Tabaquismo Abstinencia Ejercicio físico Control de peso ARA II: antagonistas de los receptores de la angiotensina II; IECA: inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina. Antes del manejo dietético y farmacológico de la hipertensión arterial y de la proteinuria, debe hacerse especial hincapié en unas premisas que no por obvias y repetidas deben dejar de prescribirse y vigilar: Control del peso con dieta y ejercicio acorde. Suspensión del consumo de tabaco. Optimización del perfil lipídico e hidrocarbonado. Son objetivos del tratamiento: Presión arterial: en pacientes con enfermedad renal crónica debe ser " 130/85 mmHg. En caso de proteinuria > 1 g/24 h debe ser " 125/75 mmHg. Proteinuria: el objetivo es reducir la proteinuria a < 0,5 g/día, e idealmente llevarla a rango microalbuminúrico. 13 Dieta de restricción proteica Aunque es un tema controvertido, la información disponible sugiere que la restricción proteica retrasa la progresión de la enfermedad renal crónica. Este concepto no es aplicable a los pacientes con poliquistosis renal, pero la restricción proteica es especialmente beneficiosa en la nefropatía diabética. Antes de prescribir la dieta el paciente debe someterse a una evaluación nutricional. Asimismo, la dieta debe contemplar un soporte energético adecuado. (4) Los mecanismos implicados son de dos tipos: hemodinámicos, por reducción de la hiperfiltración, y metabólicos, por reducción de la generación de citocinas y la expresión de genes implicados en la producción de matriz mesangial. Se da la circunstancia favorable de que la restricción de fósforo es proporcional a la restricción proteica, por lo que ambas pautas son congruentes. Además, la dieta hipoproteica previene en parte la acidosis metabólica, al reducir la generación endógena de ácidos. Criterios para la restricción de proteínas Las pautas clásicas de 0,4-0,6 g de proteínas/kg/día + análogos ceto o hidroxi son impracticables y las desaconsejamos. En estadios 4-5 de la enfermedad, una dieta de 0,6-0,8 g de proteínas/kg/día (40-60 g para enfermos de 65-75 kg de peso, aproximadamente) es un objetivo razonable y posible. El momento de iniciar la restricción de proteínas es controvertido. Es recomendable en pacientes con hiperfiltración y proteinuria. Para prevenir síntomas urémicos, se prescribe siempre cuando el filtrado glomerular es inferior a 30-25 ml/min. Toda dieta debe individualizarse y adaptarse a los gustos y hábitos del paciente. La enfermedad de base o la presencia de intolerancia hidrocarbonada o dislipidemia exigen ajustes adicionales. 14 TRASTORNOS DEL METABOLISMO DEL POTASIO El potasio es uno de los principales iones del organismo, con un almacenamiento corporal total que oscila en alrededor de 3500 mEq, encontrándose distribuido fundamentalmente en el espacio intracelular (más del 98%). Se calcula que existen de 40 a 50 mmol/Kg de peso en el Líquido intracelular (LIC) y aproximadamente 1 mmol/Kg de peso en el Líquido extracelular (LEC). La principal función del potasio radica en la generación del potencial de reposo de la membrana celular, con la importancia que esto representa para el mantenimiento de las funciones biológicas. Las alteraciones en la concentración plasmática de K+ traerán como consecuencia importantes cambios en las características de la excitabilidad del tejido nervioso, corazón y músculos lisos y esqueléticos. Los mayores reservorios de potasio son el músculo esquelético y el hígado. Menos del 2% del potasio se encuentra en el LEC, constituyendo ésta la única fracción mensurable en la práctica clínica diaria. Los niveles de potasio sérico en un momento dado serán la resultante de un delicado y complejo equilibrio, que conviene conocer para entender los procesos fisiopatológicos que pueden estar involucrados cuando el mismo se altera. EQUILIBRIO DEL POTASIO Para comprender el metabolismo del K+, debemos distinguir dos procesos distintos, el balance externo (entre el medio ambiente y el medio interno) y el equilibrio interno (entre los compartimentos intra y extracelulares) del electrolito. En condiciones normales el organismo regula su balance externo mediante el ingreso, que está dado por la dieta (con un contenido de K+ que oscila, en condiciones normales, entre 40 y 120 mEq/d), y los aportes terapéuticos, tanto endovenosos como enterales, y el egreso, representado mayoritariamente por la eliminación renal, ya que sólo entre 5 y 10 mEq por día se pierden en materia fecal, mientras que con el sudor se eliminan menos de 10 mEq/d. Una dieta variada occidental contiene aproximadamente 1 mmol/Kg/día de potasio, del cual el 90% se absorbe en el tubo digestivo. Normalmente este mismo porcentaje de potasio puede ser eliminado por la nefrona distal, siendo de consideración las pérdidas fecales sólo en casos de insuficiencia renal o diarrea profusa. 15 En cuanto al equilibrio interno, la redistribución del potasio entre los compartimientos intra y extracelular constituye la forma aguda más importante de regulación. La concentración de potasio intracelular es aproximadamente de 150 mEq/L, mientras que en el líquido extracelular puede oscilar entre 3.5 y 5.5 mEq/L. Este gradiente químico es generado y sostenido básicamente por un proceso de transporte iónico transcelular activo con consumo de energía (la bomba Na+/K+ ATPasa, con transporte activo de 3 iones sodio al extracelular e ingreso de 2 iones potasio al intracelular) y un proceso pasivo (la salida de potasio hacia el LEC es facilitada por el gradiente químico y la permeabilidad de la membrana celular). La redistribución del potasio entre los compartimientos intra y extracelular dependerá de los cambios del potencial de membrana, las variaciones en el estado ácido-base y la presencia de solutos osmóticamente activos en el LEC, lo cual moviliza potasio en distintas direcciones. Considerando lo antedicho, los agentes que estimulen a la bomba Na/K ATPasa determinarán el ingreso de potasio al espacio intracelular (ej.: 2 adrenérgicos y la insulina). La acidosis metabólica incrementa el pasajedel potasio al exterior celular y la alcalosis tiende a producir el efecto inverso (a través del intercambio de K+ intracelular con protones del LEC). Se calcula que por cada 0,1 de descenso de pH la concentración plasmática de K+ aumenta 0,6 mEq/L, y desciende igual cantidad cuando asciende el pH; esta relación debe ser utilizada sólo en forma orientativa, ya que el valor final de potasemia depende de muchos otros factores, fundamentalmente la excreción renal: tal es así que muchas acidosis metabólicas suelen cursar con depleción de K+. La hiperosmolaridad del LEC (Por ej.: Hiperglucemia severa) produce paso del agua al extracelular, con arrastre pasivo de K+ a dicho compartimento, pudiendo dar origen a hiperpotasemia. La regulación de la excreción del potasio es básicamente renal, teniendo lugar en el tubo colector cortical (TCC). Allí llega sólo el 10% del K+ filtrado, ya que el 90% restante ya se ha absorbido en los segmentos anteriores. La eliminación de potasio dependerá de la presencia de mayor o menor número de cargas negativas en el lumen del TCC, lo cual dependerá de la reabsorción de sodio, de la presencia de mayor o menor cantidad de cloro o bicarbonato y del volumen urinario que llegue al TCC (a mayor volumen de orina, mayor será 16 el potasio que se desplace para lograr el equilibrio electroquímico a ambos lados de la membrana tubular). En la regulación de la excreción de K+ por el TCC, la Aldosterona juega un papel fundamental, aumentando la secreción de K+ en el mismo. Asimismo, la secreción de aldosterona aumenta luego de una carga de potasio (elevaciones muy discretas, de 0.1 a 0.2 mEq/L de K+ en el plasma producen un significativo aumento en la liberación de aldosterona), mientras que se reduce con la depleción del ion. La aldosterona actúa estimulando todos los procesos que secretan K+: incrementa el número de canales abiertos de Na+/K+ en la membrana luminal y aumenta la actividad de la bomba Na+/K+ ATPasa en la membrana basolateral. El péptido natriurético auricular actúa en alguna medida de forma opuesta, ya que inhibe la reabsorción de Na+ al disminuir el número de canales de Na+ abiertos, disminuyendo así las cargas negativas en la luz del TCC y por ende dificultando la eliminación de K+. Además de estos mecanismos fisiológicos que influyen directa o indirectamente en la excreción urinaria de K+, existen otros factores a tener en cuenta al momento de analizar el metabolismo del potasio en un paciente determinado. Por ejemplo: - Los diuréticos de asa y Tiazidas, a través de sus diferentes sitios de acción, determinan que al TCC llegue mayor cantidad de solutos (fundamentalmente Cl- y Na+), con mayor arrastre de agua favoreciendo la pérdida urinaria de K+. - La acidosis estimula la secreción de K+ distal y la alcalosis actúa en forma inversa. - Los diuréticos ahorradores de potasio actúan cerrando los canales de Na, Amiloride y Triamtirene en forma directa, y la espironolactona compitiendo con la aldosterona. - Toda aquella situación que propicie la retención de sodio en plasma traerá como consecuencia una mayor reabsorción de Na+ tubular, con secreción de K+ distal aumentada. Estas situaciones se dan por el efecto de la aldosterona y los glucocorticoides. - La ADH estimula la secreción de K+ a través del aumento del número de canales de K+ específicos y por potenciar a la aldosterona. - Para finalizar, cabe recordar que la magnesiuria constituye otro factor causante de pérdidas renales de potasio, desconociéndose la razón fisiológica de este fenómeno. 17 HIPOPOTASEMIA Se define con concentración plasmática de K+ < 3.5 mEq/L, pero los síntomas suelen aparecer cuando la concentración es < 3.0 mEq/L, predominando las manifestaciones musculares y cardiológicas. Algunos la clasifican en leve (entre 3.5-3 mEq/L), moderada (3-2.5 mEq/L) y severa (menor de 2.5 mEq/L) CLASIFICACIÓN Es de importancia clínica y terapéutica definir el mecanismo fisiopatológico responsable de la hipopotasemia, ya que un tratamiento racional debería ser orientado a corregir dicha alteración. A tal efecto, podemos dividir a las causas de hipopotasemia en 3 grandes grupos: pérdidas renales, pérdidas extrarrenales y redistribución entre el compartimento intra y extracelular. (5) CLÍNICA Los síntomas por lo general son leves, e inespecíficos: 1- Síntomas musculares: Músculo cardíaco: arritmias (potenciadas con digital) Músculo esquelético: astenia, síndrome de piernas inquietas, debilidad muscular (a predominio de MMII), calambres, disminución de la fuerza, debilidad diafragmática, rabdomiólisis en casos de severa depleción. Músculo liso: constipación, íleo, atonía gástrica 2- Alteraciones renales: puede presentarse una disminución de la capacidad de concentración de la orina por aparición de un estado de diabetes insípida nefrogénica, con disminución de la sensibilidad del túbulo distal a la acción de la ADH, y en caso de hipopotasemia crónica, se puede llegar a producir la vacuolización de células tubulares. Se manifiesta con poliuria y polidipsia, pudiéndose hallar en el sedimento urinario albuminuria, cilindros hialinos o granulosos. La depleción de K+ estimula la producción de amonio, renina y prostaglandinas, llevando a enfermedad medular intersticial. 3- Síntomas Neurológicos: parestesias y disminución o abolición de los Reflejos Osteotendinosos. 4- Cambios en ECG: Las alteraciones no guardan correlato con la intensidad del trastorno; la hipopotasemia favorece la aparición de diversos tipos de arritmias (tanto auriculares como ventriculares), sobre todo en pacientes con 18 uso de digital. Se debe realizar ECG de control en todo paciente con K+ sérico < 3 mEq/L. Es frecuente el aplanamiento o inversión de las ondas T, aparición de ondas U prominentes y descenso del segmento ST. ESTUDIO DEL PACIENTE CON HIPOPOTASEMIA 1) Examen físico completo: evaluar síntomas generados por hipopotasemia, volemia, condición clínica que atraviesa el paciente y medicación que recibe o ha recibido (ej.: diuréticos en altas dosis los días previos). 2) Evaluar el ingreso de K+: rara vez la hipokalemia se debe a la escasa ingesta de potasio, dado que si se ingiere poco el riñón conserva la capacidad de no excretarlo en sujetos con depleción del mismo. Sin embargo, una dieta pobre en K+ y altas pérdidas sí se manifestarán como depleción severa. En pacientes con marcado anabolismo (recuperación de cetoacidosis o suplemento nutricional en desnutridos), la ganancia de aniones del intracelular (ARN, fosfatos) provocará la entrada de potasio al intracelular. 3) Verificar pérdidas extrarrenales: Los vómitos en sí mismos no se consideran causa de pérdida de K+, dado el bajo contenido que tiene el líquido gástrico (< 15 mEq/L). Los vómitos y la succión nasogástrica generan ganancia de bicarbonato, con alcalosis metabólica y estímulo de aldosterona por la depleción de volumen, lo cual lleva a mayor oferta de bicarbonato al TCC y a la acción kaliurética de la aldosterona. La diarrea sí se considera causa de pérdida, dado el alto contenido de K+ que maneja el colon (buscar coexistencia de acidosis metabólica). Se debe considerar también la sudoración profusa como sitio probable de pérdidas, aunque es una causa poco habitual. 4) Evaluar condiciones que promuevan el shift de potasio al intracelular: broncodilatadores, insulina, estados adrenérgicos como la hipotensión, stress, hipoglucemias, ejercicio o delirium tremens. 5) Ionograma en plasma: Sirve no sólo para cuantificar la magnitud de la hipopotasemia, sino también para conocer el estado del sodio, cloro y HCO3-, determinando así trastornos del medio interno asociados: contracción de volumen, hiponatremias, alcalosis metabólicas, etc. 6) Estado ácido base: en caso de alcalosis metabólica se deberá buscar etiología y corregirla,dado que genera y perpetúa la hipopotasemia. Recordar que la alcalosis respiratoria no suele provocar mayores cambios en la kalemia. 19 7) Ionograma urinario: No solo es útil para valorar las pérdidas renales de K+, sino también permite evaluar el Na+ y el Cl-: por ejemplo, altos valores de Na+ y Cl- en orina podrían indicar la acción de diuréticos o bien, en caso de no haberlos recibido, estaremos probablemente frente a un Síndrome de Bartter. Es la primera aproximación para la cuantificación de las pérdidas de K+. En términos generales, una excreción diaria de K+ mayor a 25 mEq/d, en un paciente con hipopotasemia, debería hacer pensar en un componente renal involucrado en la misma. Se deberá conocer volumen de diuresis diaria y descartar diuresis osmótica. La concentración de K+ urinaria es una variable que puede verse fácilmente alterada por la reabsorción de agua a nivel del TCC, por lo cual se recurre una determinación que sirve para cuantificar las pérdidas de K+ renales: el gradiente transtubular de K+. 8) Gradiente transtubular de potasio (GTTK) GTTK+ = U/P osm El GTTK sería una forma de “corregir” la secreción de potasio a la absorción distal de agua. Ejemplo: si en el TCC existe una concentración de 10 mEq/l de K+ y no se produce absorción de agua, la concentración de K+ en orina será 10 mEq/L; pero si se absorbe 0.75 L de agua, la concentración urinaria ascenderá a 40 mEq/L y la osmolaridad urinaria también será mayor. Esto sucede simplemente por absorción del agua, sin mediar cambio alguno en la cantidad absoluta de iones K+. Es por esto que para considerar el GTTK se requiere como premisa que la osmolaridad de la orina sea mayor a la del plasma (con lo cual nos aseguramos que verdaderamente hay reabsorción de agua) y que no exista diuresis osmótica; en caso contrario, no se puede utilizar este índice. Recordar que el GTTK asume que los osmoles que llegan al TCC no son absorbidos y que el potasio no es absorbido ni excretado. No existe un número exacto de GTTK que permita diagnosticar alguna situación clínica en particular, sin embargo, valores superiores a 7 son altamente indicativos de la existencia de hiperaldosteronismo, por arriba de 4 sugieren pérdida renal de potasio y con valores menores de 2 se podría decir que el TCC absorbe en forma adecuada el potasio que allí llega, acorde con una situación de hipopotasemia. 20 Siempre que haya grandes pérdidas renales de K+ se deberá orientar el estudio a descartar hiperaldosteronismo, bicarbonaturia y persistencia de cargas negativas en el lumen del TCC. Algunas consideraciones: Síndrome de Bartter: podíamos compararlo con la ingesta de furosemida, porque son pacientes con contracción de volumen, alcalosis metabólica, hipopotasemia, cloro y sodio urinario elevados y pérdidas concomitantes de magnesio y calcio, con hiperreninismo y secundariamente hipertrofia del aparato yuxtaglomerular. La causa es una alteración genética del transporte electroneutro de Na+/Cl- /K+ del asa de Henle. (6) Síndrome de Gitelman: podríamos compararlo a la acción de las tiazidas. El defecto es una mutación en el cotransporte Na+/Cl- del Túbulo Contorneado Distal, con pérdidas de cloro y sodio, depleción de volumen, hiperreninemia, hipopotasemia e hipomagnesemia. No hay pérdida de calcio urinario. Síndrome de Liddle: mutación que origina aumento de la absorción de sodio por un canal epitelial permanentemente abierto, lo cual genera permanencia de cloro en el lumen y potencial negativo. Se manifiesta con hipertensión, hiporreninismo, ausencia de aldosterona, hipopotasemia y alcalosis metabólica. Igualmente, el transporte de potasio del LEC hacia el interior de la célula, resulta en hipokalemia. Las hiperkalemias y las hipokalemias se observan con mínimas transferencias a través de la membrana, en razón de que apenas un 2% del potasio corporal se encuentra en el líquido extracelular. (7) La dieta occidental normal contiene entre 50 y 100 mEq de potasio, o sea que la ingesta es del orden de 0.7-1.3 mEq/kg/día (carnes, frutas, verduras) cuando se administra una carga oral o IV de potasio, aproximadamente la mitad es excretada por el riñón en 6-8 horas. Aun con una reducción absoluta de la ingesta de potasio, el riñón efectúa una excreción obligatoria de de 5-15 21 mEq/día. O sea que a diferencia de lo que ocurre con el sodio (que puede disminuirse a niveles menores de mEq/día), la conservación de potasio no es totalmente eficiente. Además también hay una pérdida obligatoria de potasio en el tracto gastrointestinal y la piel (que no es menor de 10 mEq/día). Esto quiere decir que la ingesta mínima diaria de potasio en el adulto normal es de 10-25 mEq. (8) HIPOKALEMIA Se entiende por hipokalemia la disminución de la concentración sérica del potasio a cifras menores de 3.5 mEq/litro. Suele ser causada por disminución del aporte, redistribución transcelular o pérdidas excesivas. ETIOPATOGENIA El potasio es el principal electrolito intracelular puesto que más del 98% del elemento corporal se almacena dentro de las células. Las causas de la hipokalemia se clasifican en cuatro grandes grupos: a. Reducción de la ingesta b. Pérdidas gastrointestinales c. Pérdidas renales d. Anomalías de la distribución intra/extracelular Reducción de la ingesta. No es frecuenta que la reducción de la ingesta sea causa principal de la hipokalemia pues el potasio se encuentra en casi todos los alimentos naturales, como la carne, los vegetales y las frutas. En los pocos casos en que se consumen menos de 20 mEq/día de potasio, aparece al cabo de varias semanas, una hipokalemia leve y poco sintomática, a diferencia de lo que ocurre con otros síntomas de malnutrición, que son más ostensibles. Pérdidas gastrointestinales. Todas las secreciones gastrointestinales contienen potasio. De ahí que todo paciente que tenga pérdidas de líquido por el tracto gastrointestinal debe ser considerado como susceptible de sufrir hipokalemia, especialmente aquel que tenga vómito, diarrea, aspiración por sonda o fístula gastrointestinal. 22 Pérdidas renales. La causa más frecuente de las hipokalemias severas es la pérdida renal. Los diversos mecanismos se enumeran en el siguiente cuadro: Mecanismos de hipokalemia por vía urinaria 1. Causada por fármacos a. Saluréticos potentes b. Diuréticos osmóticos c. Inhibidores de la anhidrasa carbónica d. Carbenicilina 2. Actividad mineralcorticoide a. Síndrome de Cushing b. Síndrome de Bartter c. Esteroides por vía exógena 3. Trastornos ácido-básicos a. Sobrecarga alcalina b. Acidosis tubular renal Anomalías de la distribución. Normalmente el 2% del potasio es extracelular. Ocasionalmente el potasio se desplaza hacia el interior de la célula, por lo cual el suero se torna hipokalémico. En la alcalosis, por ejemplo, el potasio de los depósitos extracelulares se transporta al interior de la célula a cambio de hidrogeniones (el potasio disminuye de 0.4 mEq/litro por cada 0.1 de aumento de pH). Otro factor importante es la insulina, puesto que ésta facilita el transporte intracelular del potasio. De allí que se debe tener cuidado de no causar una hipokalemia durante el tratamiento insulínico, especialmente durante el manejo de la cetoacidosis diabética. (9) En la fase inicial del tratamiento de las anemias megaloblásticas con vitamina B12 se transportan grandes cantidades de potasio al interior de los eritrocitos y las plaquetas provocando una hipokalemia. 23 DIAGNÓSTICO CUADRO CLINICO El cuadro clínico depende del grado de hipokalemia y la velocidad de la pérdida. Las pérdidas superiores al 10% del potasio son sintomáticas con manifestaciones clínicas que incluyen: a. Musculoesqueléticas: debilidad muscular, fatiga, astenia, calambres,parestesias, hiporreflexia y ocasionalmente mialgias. Si el potasio desciende por debajo de los 2.5 mEq/litro se produce deterioro bioquímico con elevación de las enzimas musculares y cuando desciende de 2.0 mEq/litro se puede presentar rabdomiolisis y mioglobinuria. La debilidad muscular suele ser ascendente y proximal y puede variar desde una debilidad discreta hasta parálisis total y paro respiratorio. b. Cardiovasculares: hipotensión ortostática, arritmias cardíacas (especialmente en asociación con cardiopatía isquémica y tratamiento con digital) y cambios electrocardiográficos que incluyen ensanchamiento, aplanamiento o inversión de la onda T, depresión del segmento ST y aumento de la amplitud de la onda P. c. Metabólicas y renales: alcalosis metabólica, disminución en la capacidad para concentrar la orina con poliuria, disminución del flujo sanguíneo renal y de la filtración glomerular d. Gastrointestinales: estreñimiento, íleo Es importante aclarar durante el interrogatorio el posible abuso de diuréticos, la práctica de vómitos autoinducidos y el abuso de laxantes. HALLAZGOS DE LABORATORIO El examen indispensable es la medición de los niveles séricos de potasio concomitantemente con la toma del registro electrocardiográfico. Es útil para descartar o confirmar la existencia de una alcalosis, los gases arteriales, los niveles de glucosa en sangre y las pruebas de función renal (creatinina y nitrógeno uréico). La gasometría arterial permite identificar una alcalosis metabólica, con la cual frecuentemente se asocia la hipokalemia. (10) 24 TRATAMIENTO El tratamiento, que se orienta a corregir la causa de la hipokalemia, depende del origen y la gravedad de las manifestaciones. Si el paciente tiene niveles de potasio superiores a 3.0 mEq/l sin cambios importantes en el electrocardiograma, es preferible el tratamiento oral, si la situación clínica lo permite. Se incluyen modificaciones diabéticas con alimentos ricos en potasio (frutas y vegetales) y suplementos orales (fosfatos y cloruro de potasio), aunque estos últimos suelen producir irritación gástrica. Una alternativa son los diuréticos ahorradores de potasio (espironolactona o amilorida). Estos fármacos no deben usarse en pacientes con insuficiencia renal o diabéticos, quienes generalmente tienen alterados los mecanismos homeostásicos del potasio. Si el nivel sérico del potasio es superior de 2.5 mEq/l sin cambios en el electrocardiograma, se emplea el cloruro potásico por vía intravenosa a una tasa de 10 mEq/hora y en concentraciones de 40 mEq/litro. Si el potasio es menor de 2 mEq/l y se acompaña de anormalidades en el electrocardiograma o complicaciones neuromusculares graves, es necesario instaurar tratamiento de emergencia. Se administra cloruro potásico por vía intravenosa hasta 40 mEq/hora y en concentraciones hasta de 60 mEq/l. Esto requiere vigilancia electrocardográfica continua y medición de los niveles séricos de potasio cada 4 horas para evitar la aparición de una hiperkalemia transitoria con sus posibles efectos cardiotóxicos. Una vez superada la situación de emergencia, debe continuarse una reposición más lenta. Los pacientes con cetoacidosis diabética constituyen un grupo especial, cuyos niveles séricos de potasio se han de vigilar con 25 mucho cuidado. La cetoacidosis diabética se acompaña de una enorme pérdida de potasio causada por la diuresis osmótica y, a veces, por el vómito. El nivel de potasio inicial en suero puede ser normal o incluso algo elevado, pero a medida que se corrige la acidosis la cifra de potasio disminuye. Además, la insulina produce un desplazamiento del potasio hacia el espacio intracelular. Todo esto causa una caída brusca del nivel del potasio que se debe controlar por lo que están indicadas dosis de potasio IV en el tratamiento de este cuadro clínico. En algunas ocasiones, la hipokalemia se asocia a un descenso de los niveles de magnesio, especialmente si existen antecedentes del uso de diuréticos. Por lo tanto es aconsejable añadir magnesio al potasio (sulfato de magnesio, 2-5 ml cada 6 horas). (11) CALCULO DEL DEFICIT DE POTASIO Se puede calcular con cierta aproximación la deficiencia total del potasio corporal en relación con las cifras del K plasmático: Con 3.0 mEq/l: déficit de 10% Con 2.5 mEq/l: déficit de 15% Con 2.0 mEq/l: déficit de 20% El contenido total de potasio se calcula contabilizando 60 mEq/k. Ejemplo: Paciente de 70 kilos = 3.500 mEq K sérico 2.5 mEq/l. Déficit 3.500 x 15% = 525 mEq Para la corrección se usa Soletrol K (cloruro de potasio), cuya presentación es la ampolla con una concentración de 2 mEq/ml 26 HIPERPOTASEMIA La hiperpotasemia (K+ > 5,5 mEq/l) es la más grave de las alteraciones electrolíticas, porque puede provocar arritmias ventriculares fatales en minutos. Se presenta en pacientes ambulatorios y en el 1-10% de los hospitalizados. Su incidencia está aumentando sobre todo en la población anciana tratada con fármacos que favorecen la hiperpotasemia, como bloqueadores del sistema renina-angiotensina-aldosterona (inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina, antagonistas de los receptores de angiotensina, inhibidores de la renina o diuréticos ahorradores de potasio). No es infrecuente que algunos de estos fármacos se utilicen de forma simultánea en un mismo paciente. Es un trastorno a menudo yatrogénico y, por tanto, prevenible. (13) La disminución del filtrado glomerular puede producir hiperpotasemia. Sin embargo, de no intervenir otros factores (fármacos, hipercatabolismo marcado, etc.), la insuficiencia renal solamente causa hiperpotasemia cuando el filtrado ha descendido por debajo de 10-15 ml/min. Una excepción importante son los pacientes con hipoaldosteronismo hiporreninémico (acidosis tubular renal tipo IV), en los que puede aparecer hiperpotasemia con grados menores de disminución del filtrado glomerular. El cuadro se caracteriza por hipoaldosteronismo e hiperpotasemia y aparece en diversas enfermedades renales, como la nefropatía diabética, nefropatías intersticiales y la uropatía obstructiva. Al inhibir la síntesis de renina dependiente de prostaglandinas y disminuir, en consecuencia, las cifras de aldosterona, los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) pueden causar una forma medicamentosa de este síndrome. En la insuficiencia suprarrenal, el déficit de aldosterona disminuye la eliminación renal de potasio. En todo paciente con hipotensión grave, hiperpotasemia, acidosis metabólica e hiponatremia debe plantearse el diagnóstico de crisis addisoniana y tratarla como tal hasta que no se demuestre lo contrario. En la práctica clínica, la insuficiencia renal y los fármacos son los principales factores que predisponen al desarrollo de hiperpotasemia. En la tabla 1 se recogen los fármacos inductores de hiperpotasemia y el mecanismo por el que la producen. Los inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina (IECA) y los antagonistas de los receptores de la angiotensina II (ARA II) son 27 hoy día una de las causas más frecuentes de hiperpotasemia, especialmente en pacientes con otros factores predisponentes (insuficiencia renal, diabetes, uso de diuréticos ahorradores de potasio). (14) Causas de hiperpotasemia Pseudohiperpotasemia - Muestra hemolizada - Leucocitosis (>200,000/ml) o trombocitosis intensa (>500,000/ml) - Torniquete excesivamente apretado o contracción muscular de la extremidad Aporte excesivo de potasio oral o intravenoso (en presencia de insuficiencia renal) Disminución de la eliminación renal - Insuficiencia renal aguda o crónica - Enfermedad de Addison - Hiperplasia suprarrenal congénita - Hipoaldosteronismo hiporreninémico, acidosis tubular renal tipo IV - Fármacos que intervienen con la liberacióny/o secreción de aldosterona: IECA. ARA II, inhibidores de la renina, ciclosporinas, tacrolimus, sobredosis de digital - Fármacos que inhiben la secreción renal de potasio: diuréticos ahorradores de potasio (espironolactona, triamtereno, amilorina), trimetroprima, pentamidina, L-arginina) - Disfunción tubular distal (mieloma, amiloidosis, lupus, trasplante renal, drepanocitosis) Paso de potasio al líquido extracelular - Acidosis - Lisis celular: traumatismos extensos, quemaduras, lisis tumoral, rabdomiólisis y hemólisis - Parálisis periódica hiperpotasémica - Déficit de insulina e hiperglucemia grave - Fármacos: bloqueadores B-adrenérgicos, intoxicación digitálica, succinilcolina, gonistas alfa-adrenérgicos, arginina, soluciones hipertónicas ARA II: antagonistas de los receptores de la angiotensina II; IECA: inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina. MANIFESTACIONES CLÍNICAS Las manifestaciones de la hiperpotasemia son principalmente por trastornos de la conducción cardíaca y de la función neuromuscular. El electrocardiograma (ECG) es la mejor herramienta para valorar la cardiotoxicidad de la 28 hiperpotasemia. Con niveles de alrededor de 6,5 mEq/l aparecen ondas T picudas, y por encima de 7 mEq/l se prolonga el intervalo PR, se pierde la onda P y más tarde se produce un ensanchamiento del complejo QRS. Cuando las cifras de potasio superan los 8 mEq/l, el complejo QRS puede converger con la onda T y formar una onda sinuosa. Pero es fundamental recordar que ésta es una clasificación académica y que con cualquier grado de hiperpotasemia pueden aparecer arritmias ventriculares fatales. Los fallos de captura en los marcapasos son una manifestación cardíaca de frecuencia creciente. En el sistema neuromuscular la hiperpotasemia puede producir parestesias, debilidad muscular e incluso parálisis flácida. De hecho, la debilidad muscular proximal es un síntoma clave que nos debe hacer descartar la presencia de hiperpotasemia, especialmente si existen factores precipitantes. El diagnóstico de la hiperpotasemia, al igual que el de la hipopotasemia, se basa en la excreción urinaria de potasio en 24 horas, que debe ser superior a 100 mEq/día si la respuesta renal es adecuada a la hiperpotasemia, y en el GTTK, que debe ser superior a 7 si la respuesta aldosterónica también es adecuada a la hiperpotasemia. TRATAMIENTO La hiperpotasemia es un trastorno potencialmente mortal, por lo que se debe tratar de forma precoz y eficaz. La presencia de hiperpotasemia junto con alteraciones en el ECG debe considerarse una emergencia, ya que en cuestión de minutos puede producirse una arritmia fatal. (15) Tratamiento de la hiperpotasemia grave sintomática El objetivo del tratamiento urgente es antagonizar los efectos cardíacos de la hiperpotasemia, promover el desplazamiento del potasio extracelular al interior de la célula y favorecer la eliminación de este catión del organismo en el menor tiempo posible. La administración de gluconato cálcico es la primera medida terapéutica ante un paciente con manifestaciones electrocardiográficas de hiperpotasemia. Hay que tener presente que ésta no disminuye la concentración de potasio plasmático y debe ir seguida de otras medidas destinadas a promover la entrada de potasio en el interior celular. El bicarbonato debe administrarse sólo a los pacientes con acidosis metabólica concomitante, y siempre asociado a otras medidas, ya que su eficacia es 29 menor. El salbutamol en nebulización o por vía intravenosa y la insulina con glucosa por vía intravenosa son las intervenciones de primera línea que están mejor sustentadas por la literatura y la práctica clínica. En una revisión sistemática reciente, la combinación de agonistas • -adrenérgicos nebulizados con insulina y glucosa por vía intravenosa resultó más eficaz que cualquiera de los tres fármacos por separado, ya que aumenta considerablemente la entrada de potasio en la célula. El salbutamol debe usarse con precaución en pacientes con cardiopatía isquémica. Las resinas de intercambio catiónico (Resin Calcio®, Sorbisterit®) eliminan potasio intercambiándolo por calcio en el tubo digestivo, y pueden administrarse por vía oral o mediante enema. Su principal inconveniente es su efectividad limitada y su inicio de acción prolongado, de varias horas. No tienen utilidad en el manejo de la hiperpotasemia aguda. Además, su administración por vía rectal junto al sorbitol (edulcorante empleado en alimentación) debe evitarse, ya que se han comunicado casos de necrosis colónica asociada a la administración conjunta. (15) Cuando existe insuficiencia renal grave o las medidas mencionadas fallan, es preciso recurrir a la diálisis. La hemodiálisis es el método más seguro y eficaz y debe usarse precozmente en pacientes con insuficiencia renal o hiperpotasemia grave. Es preferible utilizar baños de diálisis sin glucosa para evitar la libera ión de insulina, con el consiguiente desplazamiento de potasio al interior de la célula y la menor disponibilidad de potasio extracelular susceptible de ser depurado. Por la misma razón, debe suspenderse la perfusión de glucosa e insulina al iniciar la diálisis. En individuos sin enfermedad renal, la administración de diuréticos constituye la opción más asequible para eliminar potasio, y suelen usarse diuréticos del asa por su mayor potencia. Tratamiento de la hiperpotasemia crónica asintomática Además de tratar el proceso responsable de la hiperpotasemia, pueden utilizarse las siguientes medidas: Restringir el potasio de la dieta a < 2-3 g/día: excluir los alimentos ricos en potasio. Valorar la suspensión de los fármacos que favorezcan la hiperpotasemia. Administrar resinas de intercambio catiónico: poliestirensulfonato cálcico 30 (Resincalcio® o Sorbisterit®) por vía oral o en enema (v. tabla 6). Administrar diuréticos con acción en el asa de Henle, como la furosemida y la torasemida, para aumentar la eliminación de potasio. Administrar fludrocortisona (9 -fluorhidrocortisona) en pacientes con insuficiencia suprarrenal y en algunos casos de hipoaldosteronismo hiporreninémico. Las dosis varían de 50-200 μg/día hasta 100 μg tres veces por semana. 31 JUSTIFICACION La concentración de potasio plasmático es el resultado de la relación entre su ingesta, eliminación y distribución transcelular. Los requerimientos mínimos diarios de potasio son de unos 1.600-2.000 mg (40-50 mmol; 40 mg = 1 mmol). Como es bien sabido su principal vía de eliminación es la renal. Aproximadamente el 80% del potasio ingerido es excretado por los riñones, el 15% por el tracto gastrointestinal y el 5% restante por el sudor. En la insuficiencia renal crónica, la combinación de una ingestión constante de K+ y menor número de nefronas funcionales, requiere de aumento en la excreción de K+ por nefrona; esto permite que se mantenga una relativa normokalemia, a pesar de daño renal avanzado, sobre todo si se mantiene una dieta no excesiva en K+, el volumen urinario y el flujo distal son adecuados y si se puede estimular satisfactoriamente la secreción de aldosterona. En pacientes con insuficiencia renal (aguda o crónica) se altera la excreción y esto ocasiona con frecuencia alteraciones en las concentraciones del potasio. No existen estudios previos realizados en este hospital en relación a pacientes con alteraciones en el metabolismo del potasio y falla renal sin manejo sustitutivo, es conocido el hecho de que este tipo de pacientes son más propensos a alteraciones en la concentración de dicho electrolito. La detección y manejo oportuno de este tipo de alteraciones electrolíticas en pacientes con daño renal repercute en un control más rápido y adecuado, disminuyendo las complicaciones más serias y letales; además de que lograremos mejorar la calidad de vida de nuestrospacientes, así como disminuir sus ingresos y estancias hospitalarias en el servicio de urgencias. En resumen el presente estudio se justifica en el hecho de la alta incidencia y prevalencia del padecimiento renal, ya que en México la insuficiencia renal es una de las principales causas de atención hospitalaria ocupando el 4º lugar en hombres y el 10º lugar en mujeres según cifras reportadas por el sector público del sistema nacional de salud. Además del hecho de una de las complicaciones más comunes que pueden llegar a ser severas son las alteraciones electrolíticas. 32 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA El potasio es el catión más abundante del líquido intracelular y juega un papel muy importante en un gran número de funciones celulares. Una concentración intracelular del potasio elevada y una concentración débil del mismo en el líquido extracelular son esenciales en las numerosas propiedades eléctricas de las membranas celulares tanto en los tejidos excitables (nervios, músculos) como no excitables (epitelio). Las concentraciones intra y extracelulares de potasio quedan normalmente constantes en límites estrechos a pesar de las grandes variaciones en el aporte. Una concentración intracelular de potasio elevada es necesaria en el crecimiento celular normal, en la división celular, en la síntesis de las proteínas celulares y del ADN, en la regulación del volumen celular y en el estado ácidobase intracelular. Las variaciones del potasio intracelular modifican el pH intracelular y afectan, indirectamente, los procesos metabólicos modificando la actividad de numerosas enzimas. Los cambios en los solutos iónicos de la sangre (sodio, potasio, cloro, magnesio, calcio, bicarbonato, fosfatos e hidrogeniones) generan en el organismo cambios en el medio interno que pueden llevar a una muerte si no son reguladas a tiempo, pero estos cambios se regulan mediante mecanismos compensatorios, uno de los más importantes en cuanto a alteraciones hidroelectrolíticas es el mecanismo renal, ya que este puede variar las concentraciones en sangre de agua y de los solutos en sangre de forma rápida formando la orina. La insuficiencia renal es una patología en la cual el paciente no puede excretar la orina (anuria) o secreta en muy pocas cantidades (oliguria), ya sea por obstrucción de un conducto o por el cese de la función renal. Si no se puede eliminar la orina entonces no se podrá eliminar el exceso de agua, electrolitos y azoados en sangre, todo esto causara graves alteraciones en la homeostasis de electrolitos como el potasio, retención nitrogenada y hasta acidosis metabólica. Los iones como el sodio y el potasio son eliminados en casi su totalidad por el riñón, en esto radica la gran importancia de este órgano en la homeostasis. Por lo que es de suma importancia plantearnos la siguiente pregunta: ¿Cuáles son las alteraciones más frecuentes del potasio en los pacientes con enfermedad renal? 33 OBJETIVOS GENERAL: 1. Determinar las concentraciones plasmáticas del potasio en pacientes con enfermedad renal que acuden al servicio de urgencias. ESPECÍFICOS: 1. Identificar los pacientes con enfermedad renal sin tratamiento sustitutivo que acuden al servicio de urgencias. 2. Identificar los pacientes que presenten hiperkalemia. 3. Identificar los pacientes que presenten hipokalemia. 34 MATERIAL Y METODOS Para determinar las concentraciones plasmáticas del potasio en pacientes con enfermedad renal crónica que acuden al servicio de urgencias, se realizó una encuesta descriptiva y retrospectiva, mediante el análisis y revisión a 33 expedientes del servicio de urgencias del HGZ No. 1 con MF, correspondientes a las consultas otorgadas a estos pacientes en los meses de julio, agosto y septiembre del 2011, captando de ellos entre otros datos edad, sexo, diagnostico de enfermedad renal crónica y niveles de potasio sérico. La edad encontrada fue con una media de 66 años ±14.1, predominando el sexo masculino con un 66.7%. En cuanto a la enfermedad renal crónica se encontró un predominio de estadio Kdoqi III con un 60.6% y un Kdoqi IV de 36.4%, por lo que respecta a los niveles de potasio el trastorno que predominó fue la hiperkalemia con un 36.4%. El proyecto del estudio fue registrado ante el comité de investigación delegacional del IMSS en Durango con el No. R-2011-901-15. 35 RESULTADOS Se estudiaron 33 pacientes que acudieron al servicio de urgencias del HGZ No 1 con MF, durante los meses de julio, agosto y septiembre de 2011, correspondiendo un 66.7%(22) al sexo masculino y un 33.3%(11) al sexo femenino. La edad presentó una media de 66 años con una desviación estándar de 14.1. (Graficas 1 y 2). En cuanto a la enfermedad renal crónica, se encontró con daño renal Kdoqi clase funciona III un 60.6%(20) de los pacientes, seguido de la clase funcional IV con un 36.4% (12). (Gráfica 3). Por lo que respecta a los trastornos en los niveles séricos de potasio, se encontró un predominio de la hiperpotasemia con un 36.4%(12) contra un 24.2% (8) de la hipopotasemia, pero el mayor porcentaje estuvo en equilibrio electrolítico del potasio con un 39.4% (13). (Gráfica 4). Otros datos relevantes para estos pacientes con enfermedad renal crónica que fueron recolectados son: tabaquismo negado en un 39.4% (13) y positivo en 60.6% (6), etilismo negado en un 63.6% (21) y positivo en 36.4% (12). Del total de los pacientes estudiados un 81.8% (27) con antecedente de diabetes Mellitus tipo 2 y con hipertensión arterial sistémica un 72.7% (24). De todos ellos el 30.3% (10) con antecedente de dislipidemia. Los niveles de glucosa central reportados correspondieron a un mayor porcentaje de hiperglucemia con un 51.51% (17) contra un 18.18% (6) de hipoglucemias. Por lo que respecta a los trastornos en los niveles séricos del sodio se reporta una hiponatremia en el 18.18% (6) de los casos y una hipernatremia de 9.09% (3). 36 DISCUSIÓN En la insuficiencia renal crónica, la combinación de una ingestión constante de K+ y menor número de nefronas funcionales, requiere de aumento en la excreción de K+ por nefrona; esto permite que se mantenga una relativa normokalemia, a pesar de daño renal avanzado, sobre todo si se mantiene una dieta no excesiva en K+, el volumen urinario y el flujo distal son adecuados y si se puede estimular satisfactoriamente la secreción de aldosterona. En la enfermedad renal crónica el paciente no puede excretar la orina (anuria) o secreta en muy pocas cantidades (oliguria), ya sea por obstrucción de un conducto o por el cese de la función renal. Si no se puede eliminar la orina entonces no se podrá eliminar el exceso de agua y electrolitos, además de azoados en sangre, todo esto causara graves alteraciones en la homeostasis como hipernantremias, hiperkalemias, hipercalcemias, hipercloremias, retención nitrogenada y hasta acidosis metabólica. Los resultados arrojados en este estudio se encontró un predominio de la hiperpotasemia con un 36.4% contra un 24.2% de la hipopotasemia, lo cual coincide con lo esperado sin embargo el mayor porcentaje estuvo en equilibrio electrolítico del potasio con un 39.4% ya que influyeron desde luego otro tipo de factores como la dieta y el control en general que este tipo de pacientes debe de llevar. 37 CONCLUSIONES Los pacientes que acuden al servicio de urgencias por múltiples causas, en un alto porcentaje son portadores de enfermedad renal crónica subdiagnosticada y por lo tanto sin ningún manejo ni tratamiento, es común encontrar una serie de alteraciones a nivel no solo metabólico sino electrolítico lo que conlleva a otra serie de complicaciones cien por ciento prevenibles si se detectan a tiempo. En este estudio se demuestra lo poco perceptibleque resulta para el paciente en un momento dado el detectar las manifestaciones del inicio de la enfermedad renal crónica, ya que el mayor porcentaje de estos pacientes que acudieron al servicio de urgencias presentaron un grado funcional Kdoqi III que correspondió a un 60.6%, así como alteraciones en los niveles del potasio sérico predominando la hiperkalemia con un 36.4%. Cabe mencionar que en lo que respecta a la edad, el mayor porcentaje correspondió a los 66 ±14.1 años, con predominio de hombres con un 66.7%. La incidencia de la hiperkalemia está aumentando sobre todo en la población anciana tratada con fármacos que favorecen la hiperpotasemia, como bloqueadores del sistema renina-angiotensina-aldosterona (inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina, antagonistas de los receptores de angiotensina, inhibidores de la renina o diuréticos ahorradores de potasio). No es infrecuente que algunos de estos fármacos se utilicen de forma simultánea en un mismo paciente, por lo que lo convierte en un trastorno a menudo yatrogénico y, por tanto, prevenible. En el presente estudio se incluyeron algunas comorbilidades como la hipertensión arterial encontrada en el 72.72% de los casos estudiados, y la diabetes mellitus en un 81.81% de los 33 casos, lo que nos da una idea del alto índice de enfermedades cronicodegenerativas que son la antesala de las complicaciones aquí estudiadas. La dislipidemia ocupó el tercer lugar en frecuencia de enfermedades agregadas con un 33.33%, lo que no hace más que ratificar que el síndrome metabólico ocupa por mucho un lugar preponderante como enfermedad problema de salud pública; y nos compete a los profesionales de la salud el implementar estrategias encaminadas a disminuir esta alto índice de prevalencia en nuestra población. 38 TABLAS Y GRÁFICAS GRÁFICA 1 MASCULINO: 66.7% FEMENINO: 33.3% GRÁFICA 2 EDAD: MEDIA DE 66 ±14.1 AÑOS 0 5 10 15 20 25 MASCULINO FEMININO FR EC U EN C IA SEXO 0 1 1 2 2 3 3 4 4 26 42 46 47 52 54 56 57 60 61 63 64 65 66 69 70 72 73 74 76 81 82 84 87 92 FR EC U EN C IA AÑOS EDAD 39 GRÁFICA 3 GRÁFICA 4 3 II 3% III 61% IV 36% KDOQI HIPOKALEMIA 24% NORMAL 40% HIPERKALEMIA 36% POTASIO 40 TABLA 1 AÑOS DE EVOLUCIÓN KDOQI Total II III IV HAS 1 1 2 1 4 4 0 1 1 2 5 0 1 1 2 6 0 1 0 1 10 0 3 3 6 20 0 2 2 4 25 0 1 0 1 30 0 1 1 2 35 0 1 0 1 40 0 0 1 1 NEG 0 7 2 9 Total 33 1 20 12 33 41 BIBLIOGRAFIA 1. Egresos hospitalarios del Sistema Nacional de Salud, 2000 Salud Pública de México / vol.44, no.2, marzo-abril de 2002. 2. Karpman D, Håkansson A, Perez MT, Isaksson C, Carlemalm E, Caprioli A, Svanborg C. Apoptosis of Renal Cortical Cells in the Hemolytic- Uremic Syndrome: In Vivo and In Vitro Studies. Infect Immun. 1998 Feb; 66(2): 636-644. Murtagh FEM, Addington-Hall JM, Edmonds PM, et al. 3. Los síntomas de insuficiencia renal avanzada, la enfermedad: Un estudio transversal de prevalencia de los síntomas en la etapa 5 renal crónica sin diálisis Palliat J Med 2007;. 10:1266-1276 4. Caramelo C, Bello E, Ruiz E, Rovira A, Gazapo RM, Alcazar JM, et al. Hyperkalemia in patients infected with the human inmunodeficiency virus: involvement of a systemic mechanism. Kidney Int 1999; 56:198- 205. 5. Ben Salem C, Hmouda H, Bouraoui K. Drug-induced hipokalemia. Current Drug Safety 2009; 4:55-61. 6. Valencia A, De la Cruz J. Síndrome de Bartter. Actualizaciones Pediátricas. 7. De Sequera P, Rodriguez D: Alteraciones del metabolismo del potasio. En: Hernando L, ed. Nefrología clínica. 3.a edición. Madrid: Panamericana; 2008. p. 61-71. 8. Cogan MG. Fluid & Electrolytes. Physiology and Pathophysiology. Prentice Hall International Inc. Appleton & Lange. East Norwalk, 1991 9. Mora JM, Delgado VA, D’achiardi R. Trastornos del potasio. En: Manual de Urgencias en Medicina Interna. Asociación Colombiana de Medicina Interna. Capítulo Central. 10. Silva E, López C, Ramírez J. Trastornos del potasio. en: Compendio de Terapéutica. Segunda edición. Asociación Colombiana de Medicina Interna. Capitulo Central. 42 11. Mount DB. Disorders of potassium balance. En: Brenner and Rector’s The kidney. Phyladelphia: WB Saunders; 2007. 12. Rose BD. Clinical physiology of acid-base and electrolite disorders. 5th edition. New York: McGraw-Hill; 2001. (Edición en español: Marbán; 2005) 13. Palmer BF. Managing hiperkalemia caused by inhibitors of the reninangiotensin-aldosterone system. N Engl J Med 2004; 351(6): 585- 92. 14. Rose BD. Up ToDate (clinical reference on CD-ROM). Wellesley, Up ToDate 18.3, 2009. 15. Lens X, Montoliu J, Cases A, Revert L. Treatment of hiperkalemia in renal failure: salbutamol vs insulin. Nephrol Dial Transplant 1989; 4: 228-32. 43 ANEXO CÉDULA DE RECOLECCIÓN DE DATOS INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL. HOSPITAL GENERAL DE ZONA N° 1, DURANGO. Fecha de ingreso: _____________ Hora: ____________________ Nombre del paciente: _______________________________________________________ Edad: ______________________ Sexo: __________________ Motivo de ingreso en el primer contacto del servicio de Urgencias adultos: ________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________ Tabaquismo: _____________________________________________________________ Etilismo: ________________________________________________________________ ENFERMEDAD CRÓNICA TIEMPO DE DIAGNÓSTICO TRATAMIENTO ACTUAL DIABETES MELLITUS HIPERTENSIÓN ARTERIAL DISLIPIDEMIA: EPOC OTRAS: IFG KDOQI 44 Resultados de laboratorio: Glucosa Urea Nitrógeno ureico Creatinina Cloro Potasio sodio Estudios de gabinete alterados (radiografías, tomografías, etc): _______________________________________________________________ _______________________________________________________________ _______________________________________________________________ _______________________________________________________________ Datos clínicos de importancia identificados en la exploración física: _______________________________________________________________ _______________________________________________________________ _______________________________________________________________ _______________________________________________________________ ELABORÓ: _______________________________________________________________ INTERPRETÓ: _______________________________________________________________ Portada Índice Resumen Introducción Marco Teórico Justificación Planteamiento del Problema Objetivos Material y Métodos Resultados Discusión Conclusiones Tablas y Gráficas Bibliografía Anexo
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