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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS “ANÁLISIS ESTRUCTURAL DE Auliya” T E S I S QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE: LICENCIADA EN LETRAS HISPÁNICAS P R E S E N T A : EMILIA NEGRETE PHILIPPE ASESORA: DRA. ALICIA CORREA PÉREZ MÉXICO, D. F. 2006 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. ÍNDICE 0 Introducción 2 0 Marco teórico 11 1. El esqueleto de Auliya 18 1.1 La historia de Abú-al-Jakum 21 1.2 Introducción del cuento de Auliya convertida en jerbo 42 1.3 Historia de Soltana-el-Agmar 44 1.4 Fin del cuento de Auliya convertida en jerbo 51 1.5 Epílogo 66 2. Los cautivos de las esferas 68 2.1 Apariciones 77 2.2 Los auxiliares mágicos 82 2.3 El mandante 84 3. Visión global de Auliya 88 4. Datos biográficos de la autora 96 5. Bibliografía 98 INTRODUCCIÓN Antes de que existiera la escritura como medio general (no privilegio de una élite) para transmitir la cultura, el hombre medieval tuvo un recurso que funcionó a lo largo del tiempo para dar cuenta de su realidad, la oralidad. Los cuentos populares estuvieron en boca de varias generaciones y se transformaron, cambiaron sus escenarios, situaciones y personajes, para ajustarse a la realidad de cada comunidad. El historiador Robert Darton considera que los cuentos son documentos hostóricos que permiten entender aspectos economicosociales y culturales de un grupo humano en un tiempo determinado. De la misma manera, el cuento cambia su función en la vida y en la historia de una comunidad. El cuento del medioevo —que posiblemente haya venido del mito, de la leyenda o del texto religioso, según los historiadores— permite observar la organización de la realidad que el hombre de aquellos tiempos quería nombrar. “Los cuentos son de hecho documentos históricos. Han evolucionado durante muchos siglos y han adoptado diferentes formas en distintas tradicones culturales. En vez de expresar el funcionamiento inmutable, del ser interior del hombre, sugieren que las mentalités han cambiado”.1 Sin embargo, permanecen elementos estructurales básicos porque la tradición oral encierra diferentes recursos mnemotécnicos que permitían guardar el cuento en la memoria. … los contaron campesinos que los habían aprendido cuando 1 DARTON, Robert. La gran matanza de gatos, México, Fondo de Cultura Económica, 1994, p. 19. niños, mucho antes de que el dominio de la lectura y la escritura se hubiera extendido en todo el campo. … como todos los narradores de cuentos, los cuentistas campesinos adaptaban el ambiente de sus cuentos a su propio medio ambiente; pero conservaban los elementos principales intactos, usando repeticiones, rimas y otros recursos mnemotécnicos”.2 Hasta ahora podemos asegurar dos cosas: hay elementos del cuento que cambian y hay elementos de cuento que no cambian. Veamos el siguiente ejemplo de un cuento tradicional que todos conocemos: La Caperucita Roja “Había una vez una niñita a la que su madre le dijo que llevara pan y leche a su abuela. Mientras la niña caminaba por el bosque, un lobo se le acercó y le preguntó a dónde se dirigía. —A la casa de mi abuela. —Le contestó. —¿Qué camino vas a tomar, el camino de las agujas o el de los alfileres? —El camino de las agujas. El lobo tomó el camino de los alfileres y llegó primero a la casa. Mató a la abuela, puso sangre en una botella y partió su carne en rebanadas sobre un platón. Después se vistió con el camisón de la abuela y esperó acostado en la cama. La niña tocó la puerta. Entra, hijita. —¿Cómo estás, abuelita? Te traje pan y leche. —Come tú también, hijita. Hay carne y vino en la alacena. 2 op.cit. p. 19 —La pequeña niña comió así lo que se le ofrecía; y, mientras lo hacía, un gatito dijo: —¡Cochina! ¡Has comido la carne y has bebido la sangre de tu abuela! —Después el lobo le dijo: —Desvístete y métete en la cama conmigo. —¿Dónde pongo mi delalantal? —Tíralo al fuego; nunca más lo necesitarás. Cada vez que se quitaba una prenda (el corpiño, la falda, las enaguas y las medias), la niña hacía la misma pregunta; y cada vez el lobo le contestaba: —Tírala al fuego; nunca más la necesitarás. Cuando la niña se metió en la cama preguntó: —Abuela, ¿por qué estás tan peluda? —Para calentarme mejor, hijita. —Abuela, ¿por qué tienes esos hombros tan grandes? —Para poder cargar mejor la leña, hijita. —Abuela, ¿por qué tienes esas uñas tan grandes? —Para rascarme mejor, hijita. —Abuela, ¿por qué tienes esos dientes tan grandes? —Para comerte mejor , hijita. Y el lobo de se la comió”.3 La anterior es una de las versiones más antiguas del cuento popular francés de la Caperucita Roja. Es una versión viva de lo que posiblemente nuestros antepasados contaron alrededor de una fogata después de un día de trabajo. Podemos observar a lo largo de Europa diferentes versiones de la Caperucita, Como éste, existen muchos otros cuentos con finales perversos o felices que desembocan en risas o miedo. Su forma de 3 Op.cit. pág 13 transmisión fue la oralidad. Durante en siglo XIX, fueron recopilados de forma escrita colecciones de los hermanos Grimm y Perrault y transformados con la finalidad de hacerlos menos violentos para las clases sociales altas de la época de la ilustración; se convirtieron en algo diferente. Mi interés en los cuentos con esta forma es que me apasionan desde que era niña; me conducen a atmósferas misteriosas que no poseen las reglas sutiles del buen entendimiento o la cordura; me recuerdan que algunos de estos crímenes están en la más profundo de la mente, aguardando a que alguien los vea o los conozca. La obra de Verónica Murguía posee los elementos de esos cuentos, por su crudeza y simbolismo, porque no tiene la forma de un relato convencional. Este cuento está realizado con esa parte de nuestra mente que nos parece más misteriosa. Sin embargo, observaremos que el cuento analizado, Auliya, tiene una lógica impecable dentro de sí mismo, como el de Caperucita, y la pregunta es ¿por qué Caperucita no se salva? Porque sus acciones la van llevando poco a poco al final desgarrador. Del mismo modo, la acciones de Auliya la conducen a un final que resulta sorprendente y observaremos que, una vez que la protagonista ha elegido por un camino u otro, estará siempre sobre la mesa su propia supervivencia. Para realizar el análisis del cuento, tomé como marco teórico al formalismo ruso, en particular al autor Vladimir Propp, que propone aislar los elementos del cuento fantástico o maravilloso para tener un panorama más preciso de cómo funciona la estructura del cuento, las funciones de los personajes y sus relaciones entre sí. Para clasificar estos cuentos, Propp usa la terminología “cuento maravilloso” o “cuento fantástico”.4 Otros teóricos más inclinados hacia la historialos llaman “cuentos tradicionales”. Sin embargo, hay algo que estos cuentos tienen algo en común: su forma, y existe una corriente de teoría literaria que estudia este campo: la morfología. El formalismo ruso Es una corriente de teoría literaria que surge en 1914 y dura hasta 1930 y que fue ampliamente cuestionada por su falta de contenido social; a tal grado, que muchos de sus autores tuvieron que exiliarse y sus obras quedaron incompletas; sin embargo, posteriormente el estructuralismo francés lo retoma como herramienta para elaborar sus teorías. El formalismo ruso pretende aislar la obra de arte del sujeto creador, y limitarse a estudiar las funciones literarias para poder explicar los mecanismos de las mismas y cómo esas funciones producen efectos estéticos, distinguiendo así lo literario de lo extraliterario. La teoría de los formalistas consiste en observar el movimiento de los elementos de la obra que actúan en un escenario de fondo, es decir con un guion que Román Jackobson llamará dominante. Es el componente central de una obra de arte que rige, determina y transforma los demás.5 Posteriormente aparecerá la escuela de Mikhail Bakhtin que estudiará los elementos de la obra literaria como signos sociales y dará un enfoque marxista a estas teorías. En el mundo existen aportaciones realizadas por Lázaro 4 Propp Vladimir, Morfología del cuento,Barcelona, España, 1997, Fundamentos, p. 27. 5 http://es.wikipedia.org/wiki/Formalismo_ruso Carreter y Yuri Lotman cuyo profesor fue Vladimir Propp. Vladimir Propp y los formalistas de su época Vladimir Propp, como folklorista, usó la teoría del formalismo para estudiar el cuento “maravilloso”, como él lo llama, que otros autores han denominado tradicional. En su obra Morfología del cuento intenta hacer un estudio tal como en las ciencias naturales de la estructura esencial del los cuentos sin tomar en cuenta las cualidades o interpretaciones que se le pudieran dar a los mismos y realiza una clasificación que durante muchos años sirvió a otros autores para realizar estudios sobre el origen de los cuentos y su simbolismo. En el prólogo de la Morfología del cuento Propp hace la siguiente analogía: La palabra “morfología” significa “estudio de las formas”. En botánica se entiende por morfología el estudio de las partes constitutivas de la planta, de sus relaciones entres sí y con el conjunto, en otros términos, el estudio de la estructura de la planta.6 Lo que Propp pretende es realizar un estudio científico del cuento analizando su estructura. Sin embargo, por la naturaleza del material con que se trabaja en Literatura, la metodología para estudiar el cuento es mucho menos rigurosa y precisa que el método que utilizan las ciencias exactas. Antes del formalismo ruso, el cuento había sido estudiado desde el punto de vista genético, es decir, de su origen, pero antes de 6 Propp Vladimir, Morfología del cuento,Barcelona, España, 1997, Fundamentos. Pàg.3 responder a la pregunta ¿de dónde vienen los cuentos? Propp se formula la siguiente ¿qué es un cuento? Después corresponde al investigador clasificarlos. Las primeras clasificaciones de los cuentos se dieron por las temáticas que abordaban: cuentos fantásticos, tomados de la vida cotidiana o de animales. Pero resulta que algunos de estos elementos estaban en un mismo cuento; entonces se planteó la pregunta ¿cómo clasificar los cuentos? Las categorías se perdían conforme aumentaban los materiales de estudio e incuso algunas clasificaciones resultaban equivocadas, como la clasificación del cuento El Pez de Oro del autor y recopilador Alexandr Afanassiev: En una isla muy lejana, llamada isla Buián, había una cabaña pequeña y vieja que servía de albergue a un anciano y su mujer. Vivían en la mayor pobreza; todos sus bienes se reducían a la cabaña y a una red que el mismo marido había hecho, y con la que todos los días iba a pescar, como único medio de procurar el sustento de ambos. Un día echó su red en el mar, empezó a tirar de ella y le pareció que pesaba extraordinariamente. Esperando una buena pesca se puso muy contento; pero cuando logró recoger la red vio que estaba vacía; tan sólo a fuerza de registrar bien encontró un pequeño pez. Al tratar de cogerlo quedó asombrado al ver que era un pez de oro; su asombro creció de punto al oír que el pez, con voz humana, le suplicaba: —No me cojas, abuelito; déjame nadar libremente en el mar y te podré ser útil dándote todo lo que pidas. El anciano meditó un rato y le contestó: —No necesito nada de ti; vive en paz en el mar. ¡Anda! Y al decir esto echó el pez de oro al agua. Al volver a la cabaña, su mujer, que era muy ambiciosa y soberbia, le preguntó: —¿Qué tal ha sido la pesca? —Mala, mujer —contestó, quitándole importancia a lo ocurrido—; sólo pude coger un pez de oro, tan pequeño que, al oír sus súplicas para que lo soltase, me dio lástima y lo dejé en libertad a cambio de la promesa de que me daría lo que le pidiese.7 El mismo Afanasiev clasifica este cuento entre los cuentos sobre animales, cuando el animal que aparece tan sólo es un elemento que desencadena las acciones de los personajes principales: la bondad del viejo y la soberbia de la vieja. Lo que Propp reconoce en estos y otros cuentos no es si aparecen animales o no, sino que las funciones de los personajes son específicamente distintas: … consideramos evidente que Afanassiev se equivocó en lo que concierne al Pez de Oro. Pero esto no lo reconocemos por el hecho de que figuren o no animales en un cuento, sino por el hecho de que los cuentos fantásticos poseen una estructura absolutamente especial que se intuye de inmediato y que, aun cuando no se tenga conciencia de ello, determina su clasificación.8 La escuela del formalismo ruso trata de definir el cuento mediante su partícula más reducida, que en este caso es la acción; deja fuera la interpretación del lector y produce un límite entre lo literario y lo extraliterario. El conjunto de acciones es lo que llamamos estructura. El presente trabajo intenta analizar la estructura del cuento Auliya de Verónica Murguía, con la finalidad de observar los tipos 7 www.elpais.es/corporativos/elpais/coleccionables/2006/cuentosinfantiles/pa ginas/coleccion 8 Propp, Vladimir. Morfología del cuento,Barcelona, 1997, Fundamentos, p. 27. de acciones y funciones que se encuentran dentro de este texto y probar que el cuento popular o fantástico es una forma viva que subsiste hasta nuestros días. Mi tesis es sólo una muestra de que las historias de antaño presentan un aspecto que repercute profundamente en el inconsciente humano y refleja las raíces de las formas de contar historias. Los cuentos hablan sobre la vida, sobre lo fantástica, intensa y a veces abominable que ésta resulta. Los cuentos de los campesinos medievales no se quedan en lo abstracto; son ejemplos concretos, representados simbólicamente, y cuentan la forma de vida y la historia de sus habitantes. De esta forma, aunque nos parezcan lejanos, los cuentos nos pueden ofrecer datos significativos sobre la cultura, la forma de vida y las relaciones de una comunidad con su entorno. En este trabajo, dirigiré la atención hacia las estructuras del cuento tradicional que posee el texto de Verónica Murguía, Auliya. Observaremos las relaciones que existen entre los personajes protagonistas y los secundarios, así como los objetos y personajes mágicos que habitan la historia de la mujer que realiza un viaje de transformación. La trama de este cuento se desarrolla en una pequeña comunidad del desierto, cuya actividad principal es la cría de cabras. Loshabitantes de este lugar han perdido, debido a la miseria y el hambre, buena parte de sus tradiciones y cultura. Auliya es una mujer que tiene una marca de nacimiento; es coja, lo cual la hace distinta de los demás miembros de su pueblo. Tiene, además, la habilidad de hablar con los animales y entender el lenguaje de su medio ambiente. Auliya inicia un viaje a través del desierto y ahí se desencadenará también la historia de un misterioso forastero cuya vida se engarzará con la de nuestra protagonista. De manera que ella continúa el viaje que él comenzó. El personaje antagonista no se presenta en forma directa desde el principio, sino al final. Durante toda la primera parte, el personaje antagonista es el medio ambiente: el desierto. Auliya debe librar una serie de batallas para lograr sobrevivir y comprender las señales que le ofrece la vida y conseguir su objetivo. Después de una lucha feroz con los elementos naturales, Auliya consigue sobrevivir a través de su transformación en un jerbo; después de eso, se convierte en mujer y solamente será la confrontación directa con el djinn lo que la librará y la convertirá en una maga. El cuento se organiza con personajes de menor y mayor importancia que aparecerán en ayuda de la protagonista para librar las cruentas batallas que enfrenta. De esta manera y llevada por la necesidad de sobrevivir, Auliya iniciará un viaje de la pubertad hacia la madurez a través del amor, el dolor, el cansancio, la fortaleza, la valentía, el sueño de generar lo que le falta. ¿Los cambios que tiene Auliya la convierten en un mejor ser humano? No es posible juzgarlo, pero las peripecias que sufre durante este viaje la hacen más fuerte y más adecuada para enfrentar la vida. ¿No son así todos los viajes que emprendemos desde que nacemos? MARCO TEÓRICO Hacer un estudio morfológico consiste en describir las partes constitutivas del cuento fantástico, según las relaciones de esas partes entre sí y en su conjunto. Para esto necesitaremos realizar el análisis de su estructura. Un pueblo puede tener una gran cantidad de cuentos y tomarlos incluso de la oralidad, pero sin un método de estudio estos cuentos corren el riesgo de perderse y, por lo tanto, jamás se descubriría su riqueza. El cuento es susceptible de ser estudiado desde diversos ángulos. Así la Psicología, la Historia, la Literatura tomarán, cada una de ellas, los datos específicos que necesitan. Una de las clasificaciones a las que más se recurrió en la época de Propp fue la que utilizó A. Afanassiev. Este investigador del cuento tradicional los clasifica por el sistema más rudimentario y directo, por temas: • historias fantásticas, • historias de la vida cotidiana, • historias de animales Respecto a Propp, discute las posibles confusiones a que puede llegar este sistema: A primera vista nada parece más exacto. Pero en seguida, quiérase o no, se plantea una pregunta: ¿los cuentos de animales no comprenden, y a veces en muy alto grado, un elemento maravilloso? E inversamente: ¿los animales no representan, en los cuentos fantásticos, un papel muy importante?1 El cuento también se había estudiado desde el punto de vista genético sin haberlo sometido antes a una descripción sistematizada. Por esta razón Propp opina que la columna vertebral de la investigación cuentística no consiste en preguntarse, en primer lugar, de dónde viene un cuento, sino ¿qué es cuento? Su clasificación debe enfocarse con un nuevo sentido, el de su estructura. Para responder a esta pregunta tan compleja, debemos hacernos otra igualmente compleja, pero que nos ayudará un poco a responder la primera: ¿cuáles son las constantes del cuento? es decir, ¿qué elementos son las constantes de un cuento? Porque un cuento tiene constantes y tiene variantes. La respuesta a esta pregunta es que si somos capaces de encontrar los elementos que se repiten en los cuentos, seremos capaces de discernir su estructura. La estructura es algo concreto y tangible; mientras no exista un estudio morfológico de los cuentos, no podrá hacerse un estudio histórico, simbólico o de su génesis, ni tampoco podrán realizarse comparaciones. Sin comparaciones, no es posible ver las relaciones básicas de los cuentos entre sí: Sin comparaciones ¿cómo podremos imaginar la forma de poner en claro, por ejemplo, las relaciones indio-egipcias o las relaciones de la fábula griega con la fábula india, etc? Si no sabemos comparar un 1 Vladimir Propp, Morfología del cuento, Barcelona, 1997, Fundamentos, p. 67. cuento con otro, ¿cómo estudiar los vínculos del cuento con la religión, o comparar el cuento y el mito?2 Es por eso necesario un estudio de la estructura de un cuento, es decir, la descomposición en sus partes, para analizarlo desde cualquier punto de vista. En el caso de Auliya, se trata de una historia escrita en México, en la época actual, que posee estructuras que funcionan como las del cuento tradicional, lo cual no es tan común como podría parecer, principalmente dentro de la Literatura Mexicana dirigida a los niños y los adolescentes. Resultaría entonces interesante averiguar qué elementos posee Auliya de la cultural árabe, o del cuento tradicional europeo así como de la propia cultura mexicana, que ya de por sí posee un sincretismo que incluso atañe a la historia personal del autor. Sin embargo, es imposible observar esta riqueza sin hurgar en la estructura de Auliya, sin conocer cada una de sus partes, que nos darán elementos de estudio muy interesantes que se relacionarían con el estudio de nuestra cultura, de la Antropología Social o de la Historia. En todos los cuentos, la constante es que hay acciones idénticas realizadas por personajes distintos; a estas acciones Propp las llama “funciones de los personajes”; de ahí que se puede estudiar el cuento en relación con las acciones que en él ocurren. 2 Op. cit p. 22. Lo fundamental es saber qué hacen los personajes; el cómo y el quién son cuestiones accesorias. La razón de este paradigma la explica Propp cuando dice: Ello se debe a una doble cualidad de los cuentos: por una parte su sorprendente variedad, su riqueza de detalles y de coloridos; por otra, su no menos sorprendente uniformidad, su frecuente repetibilidad.3 En ningún caso la definición toma en cuenta al personaje que realiza la acción, y, dentro del estudio, esta acción se presenta bajo la forma de un sustantivo: prohibición, interrogación, huida, etc. La acción no puede quedar definida fuera de lugar en el desarrollo del relato; es decir la acción funciona de determinada forma si la realiza un personaje protagonista o antagonista, si dentro del relato sirve para salvar una situación difícil, etc. Así cuando Iván se desposa con la hija del rey, dista de ser lo mismo que cuando un padre se desposa con una viuda, madre de dos hijos.4 p. 29 Así, actos iguales o semejantes pueden tener un significado distinto en el contexto general. Empecemos por definir los elementos que será necesario encontrar dentro del relato: 3 Op. cit.. p. 29. 4 Op. cit., p. 29. 1. Función es la acción de un personaje definida por su alcance significativo en el relato; esto es, la acción más su función contextualizada en el cuento. 2. Los elementos constantes del cuento están constituidos por las funciones de los personajes, independientemente de su identidad o su forma de obrar. 3. El número de funciones conocidas de los cuentos es limitado. Designamos con la letra A a la función que se encuentra en primer lugar, y con la letra B a la que le sigue. De este modo podemosclasificar los cuentos como de un mismo tipo, de acuerdo con sus funciones; después clasificaremos sus variantes, que constituyen subtipos. 4. Todos los cuentos fantásticos tienen una estructura del mismo tipo. Vale decir que todas las funciones de los cuentos fantásticos se repiten y tienen otras variaciones, es decir, subtipos. LAS FUNCIONES DE LOS PERSONAJES A continuación presentaré las funciones de los personajes, mediante de una tabla, tal como las postula Vladimir Propp en su Morfología del cuento. El cuento generalmente inicia con una situación que se representa con el símbolo convencional i. FUNCIÓN DEFINICIÓN SÍMBOLO I Un miembro de la familia se aleja de la casa Ausencia a II Se impone una prohibición al héroe Prohibición p III Se transgrede la prohibición Transgresión t IV El antagonista intenta obtener información Interrogación o demanda d V Al antagonista se le proporcionan informes sobre su víctima Información o noticia n VI El antagonista intenta apoderarse de su víctima a través del engaño Engaño e VII La víctima cae en el engaño y ayuda de manera involuntaria a su enemigo Complicidad involuntaria c VIII El antagonista genera un daño a algún familiar. Daño X VIII Algo hace falta a uno de los miembros de la familia, o desea tener algo Carencia x IX Se anuncia la falta, se hace al héroe una petición, un ruego o una orden. Se le envía a una misión o lo dejan partir Mediación, momento de enlace Y X El héroe-buscador acepta la misión o elige intervenir Decisión del héroe W XI El héroe se va de su casa Partida ↑ XII Se pone a prueba al héroe a través de un interrogatorio o un ataque a modo de preparación Primera función del donante D para recibir un auxiliar mágico XIII El héroe reacciona a las acciones del donante Reacción del héroe H XIV El héroe obtiene el auxiliar mágico Transmisión, obtención del auxiliar mágico Z XV El héroe es trasladado, guiado o llevado hacia donde está lo que busca Translado de un reino a otro R XVI El héroe se enfrenta en una lucha con el antagonista Lucha l XVII El héroe recibe una marca Marca, señal M XVIII El héroe vence al antagonista Victoria V XIX La carencia, daño o falta de la situación inicial es reparada Eliminación o reparación del daño E XX El héroe regresa a su casa Regreso XXI El héroe sufre una persecución o acoso Persecución P XXII El héroe logra escapar de la persecución Salvación S XXIII El héroe regresa a su casa de incógnito Llegada de incógnito o XXIV Un falso héroe se presenta y proclama pretensiones infundadas Impostura del falso héroe F XXV Se propone al héroe una tarea difícil Tarea difícil T XXVI El héroe cumple la tarea Cumplimiento C XXVI El héroe es identificado Identificación I XXVIII El falso héroe o antagonista es Descubrimiento Ds descubierto XXIX El héroe toma una nueva apariencia Transfiguración Tr XXX El antagonista recibe su castigo Castigo Ca XXXI El héroe se casa y regresa al trono Nupcias N Éstas son las formas básicas del cuento que presenta Propp en su texto. La letra representa la acción, pero existe una subclasificación numérica que indica el cómo se realiza la acción; por ejemplo: M El héroe tiene o recibe una marca M1 El héroe recibe una marca corporal M2 El héroe recibe un objeto, un anillo, una prenda, etc. Cada acción de la novela Auliya se representará mediante la letra, el número que corresponde a la manera en que es realizada la acción, una pequeña descripción de la acción dentro del texto y la correspondiente cita textual. Cabe aclarar que ningún esquema alcanza para captar la riqueza de la obra literaria. Este análisis procura ser lo más cercano posible al modelo estructuralista; sin embargo, algunas formas y categorías varían o no son exactamente las que menciona Propp. 1. EL ESQUELETO DE AULIYA i Situación inicial. Presentación de los miembros de la familia, Auliya, su madre, Leila y su padre Yuscha. Con los párpados cosidos por el cansancio, metió la cabeza bajo la manta. Desde allí escuchó la voz agria de su padre: —Auliya, es hora. Levántate. En la casa el aire olía a té de yerbabuena y a pan. La única luz era una leve llama roja que iluminaba el rostro de Leila, madre de Auliya.1 M1 La heroína tiene una marca. (La marca le es aplicada sobre le cuerpo.) Auliya recibe una marca de nacimiento, es coja: Leila tardó ocho meses en levantarse. Cuando por fin se pudo hacer cargo de la casa y de su hija, se dio cuenta de algo que los demás ya sabían: la niña estaba mal de la pierna.2 x5 Carencia. (Formas racionalizadas: falta de dinero, medios de vida etc.) En la aldea de Auliya eran todos muy pobres y habían olvidado las buenas enseñanzas de sus antepasados. Habían olvidado cómo viajar de un oasis a otro, cómo orientarse en la arena, el manejo de la daga y la lanza. El velo azul, casi negro, el litham, que durante siglos había sido usado por sus 1 Verónica Murguía, Auliya, México, Era, 2005, p. 11. 2 Op. cit., p. 13. antepasados para cubrir sus rostros de las miradas, era ahora un trapo sucio que les cubría el cráneo para protegerlos de la insolación mientras regaban amorosamente sus pobres sembradíos.3 x1 (El héroe es soltero y va en busca de una novia.) A consecuencia de su cojera, Auliya no consigue marido. Yuscha trató de arreglar el matrimonio de su hija con el pastor de alguna tribu. A pesar de que se esforzó durante meses, ninguna familia se mostró dispuesta. Como se decía desde el día de su nacimiento, ¿de qué servía a nadie una mujer coja? Yuscha se resignó rabiosamente. A menudo decía que ni aun cuando tuvieran una buena dote que ofrecer la podrían casar. Y era verdad. Ella lo sabía; su padre sólo repetía lo que ella se decía a todas horas. —Nunca me casaré —murmuraba amargamente al ver que los muchachos de la tribu la ignoraban.4 X6 Daño. (El antagonista causa un daño corporal.) Un día llega a la aldea un forastero muy malherido. Cuando la aparición se acercó, se dieron cuenta de que era un hombre desfallecido sobre el lomo de una animal de patas largas y cabeza majestuosa: el primer caballo que veían en sus vidas (…) 3 Op. cit., p. 19. 4 Op. cit., p. 21. Era un hombre joven, de tez cetrina y nariz aguileña. Su piel estaba tapizada de ampollas. Las moscas cubrían sus ojos abiertos. El turbante, desecho, le colgaba del cuello. Un delicado tatuaje le adornaba la frente; diez aros de oro le rodeaban las muñecas. El albornoz que lo cubría era de lana fina, pero los bordes estaban quemados. Sus manos aferraban la brida y costó mucho conseguir que la soltara. Tenía la lengua negra e hinchada como la de un pájaro. Un hombro herido asomaba por un desgarrón de la túnica. La sangre oscura y maloliente manchó durante varios días las manos de quienes lo cargaron.5 En este fragmento se introduce una nueva historia al modo de las novelas de aventuras. La llegada de un extranjero a la pequeña aldea de Auliya alterará la vida de todos los miembros de la tribu, pero sobre todo la de la heroína. Sin anticipar demasiado, esta situación es extremadamente importante para la historia de Auliya. La llegada del forastero se presenta como un misterio, pero la vida de aquel extraño impregnará a Auliya de sueños inconcebibles y alucinaciones extrañas que la llevarán a tomar una decisión difícil y a emprender la más increíble de las aventuras. 5 Op. cit., p. 23. 1.1 LA HISTORIA DE ABÚ-AL-JAKUM i Situación inicial. Abú-al-Jakum El forastero se llamaba Abú-al-Jakum y había nacido en Samarra, La que alegra a quienla ve, la opulenta ciudad circular fundada por al-Motasim (… ) Hijo único de un próspero comerciante en aves exóticas de pluma o voz preciosas, su niñez, solitaria, pues era el único varón, transcurrió entre los perfumes de sándalo y mirra.6 p2 (Forma inversa de la prohibición, orden o invitación.) El padre de Abú-al-Jakum, Alí-Jocha, le ruega que comience a trabajar en el negocio familiar. —Ye, al-Jakum, ahora deberás comenzar a trabajar conmigo.7 t Trasgresión. Al otro día, al-Jakum no se presentó en el zoco. No hizo nada que no fuera pasar las mañanas que antes empleaba en acudir a la mezquita, encerrado en la penumbra fresca de su alcoba, leyendo un libro verde que llevaba con él a todas partes.8 — ¿Cómo es el mar, padre? —preguntó ansioso el muchacho. 6 Op. cit., p. 28. 7 Op. cit., p. 28. 8 Op. cit., p. 32. — ¡Ye! Yo sólo soy un comerciante y me faltan palabras para describirlo. Busca en tus libros las palabras de algún poeta, hijo mío. Yo sólo sé que, de mis viajes, es el recuerdo más preciado. Ojalá que cuando llegue mi hora, pueda recordarlo como lo vi la primera vez.9 Y3 (Se permite al héroe abandonar la casa.) El padre permite al héroe buscador abandonar la casa. La iniciativa surge por parte del héroe y el padre da su bendición. —¡Ye! Mulai, pues con tu venia y si Alá lo permite, el próximo verano me pondré en camino. Gracias padre. Dame tu bendición. El viejo rió. Un canario amarillo, con las alas recortadas, le picoteaba la barba. puso la mano grande y surcada de arrugas sobre los negros rizos de la joven cabeza que se inclinaba ante él.10 Z1 (El objeto se transmite de forma directa, como regalo.) El donante regala al héroe un caballo y un guía. Xº (Decisión del héroe.) El héroe toma la decisión de emprender su aventura. A los dieciséis años, deseoso de aventuras y con la cabeza llena de historias, al-Jakum se unió a la caravana que debía cruzar el Corazón Ardiente, el centro del desierto de Ameyá, y llegar al mar.11 9 Op. cit., p. 35. 10 Op. cit., p. 35. 11 Op. cit., p. 38. X6 (Daño.) Al-Jakum recibe un daño corporal mientras hace una guardia nocturna. Al-Jakum sintió el miedo de su montura y despertó del hechizo con un escalofrío que lo hizo temblar. Jadeante, vio un resplandor escarlata que apareció cerca de ellos: una niebla roja, espesa, que se condensó. Eran tres demonios semejantes a hombres corpulentos devorados por la lepra, de piel escamosa y lívida. En sus hinchados rostros de cadáver, en los que faltaban narices y labios, sus ojos brillaban como brasas. Una peste a carroña inundó la noche. Iban montados sobre hienas grandes como caballos y parecían flotar sobre una nube de fuego (…) Abú-al-Jakum trató de huir, pero estaba paralizado. —Djinns… —se escuchó decir en un susurro—. Alá se apiade de mí. Su boca se llenó de polvo amargo. Un viento sobrenatural, cargado de voces fantasmales, le agitaba el pelo y encendía chispas en su manto. Las hienas se multiplicaron. Sus ladridos como carcajadas lo ensordecieron. Abú-al-Jakum dio un alarido: la garra ardiente de un demonio le había alcanzado un hombro. La lana de su albornoz y su piel crepitaron al abrirse. Aparecieron cinco largas heridas de las que manó sangre negra y humeante. El dolor lo venció. Al-Jakum perdió el conocimiento. 12 Como podemos constatar, la historia del forastero es trunca y termina con la vida del mismo, pero en la función del daño que recibe Al-Jakum, se desencadena la intriga del cuento, de manera que, a partir del daño, las vidas de los dos héroes se unen. Solamente uno de ellos queda vivo: Auliya. Sin embargo, Abú-al-Jakum forma parte de la historia como un fantasma de sueños que ayuda a Auliya en sus momentos más desesperados, de manera que no podemos decir que el personaje desaparece; solamente se difumina. Dos vidas separadas, dos cuentos distintos se unen en una sola historia, como todos los ríos que van a dar al mar. p2 (Prohibición.) En este caso se trata de una orden. Yuscha ordena a su hija que se retire del cuarto donde se encuentra el forastero. Yuscha se dirigió entonces a su hija en voz baja y amenazadora: —Auliya, regresa a la casa, llena el cántaro y ayuda a tu madre con la ordeña. 12 Op. cit., p. 41. t (Trasgresión.) La joven negó lentamente con la cabeza (…) Auliya, trémula y nerviosa por haber desobedecido a su padre, extendió su manta a los pies de la yacija de al-Jakum y se acostó.13 8 (Función de enlace, sueño.) En el sueño, Auliya y al-Jakum caminaban por la arena tomados de la mano. Él la apretaba con firmeza, y ella sentía con claridad la presión de sus largos dedos (…) La voz del mar les llenó los oídos. Auliya y al-Jakum se arrodillaron en la espuma y bebieron la sal de las olas. Caminaron mar adentro hasta que el agua les llegó a la cintura. Al-Jakum la abrazó. Auliya fue asaltada por una felicidad total que la hizo tomar una conciencia casi dolorosa de su cuerpo (…) —¡Ye! He aquí el final de todos los caminos, la frontera de todas las tierras. Es aquí donde debíamos llegar. Es el vasto reino de los peces, el país de los marineros, el lugar de los barcos, las perlas y los albatros. Míralo. Todos los ríos del mundo corren hasta aquí, al mar: su padre.14 A través del sueño se da el enlace entre Abú-al-Jakum y Auliya; de esta forma, Auliya obtiene información fundamental acerca del mar y, al mismo tiempo, éste se convierte en su deseo. 13 Op. cit., p. 45. 14 Op. cit., p. 45. D3 (Tercera función del donante.) Auliya promete a al-Jakum que lo acompañará durante el resto de su viaje, pero al-Jakum ya está moribundo. —Mulai, mi señor, cuando hayas sanado y vayas al mar, déjame ir contigo. Soy coja pero fuerte y puedo cargar nuestras bolsas de sal y pan. Caminaremos junto al río y tal vez al llegar allá encuentres a tus amigos (…) Entonces él le dijo al oído: [8 (Función de enlace.) Advertencia.] Todos los ríos van al mar, pero en el desierto sus caminos son secretos, subterráneos. Te pueden perseguir los demonios, como a mí, si no conoces las rutas ni las constelaciones. Puedes morir. No quiero que mueras.15 n1 (Nupcias.) Al-Jakum toma como esposa a Auliya y le da sus brazaletes de oro como dote. Hay que señalar que el acuerdo entre los dos personajes se da de manera personal y que sólo al final del cuento se reivindicará su unión. Con esta función se sellará un pacto entre los dos personajes. Toma mis brazaletes, Auliya, pues me has cuidado como una esposa.16 M La heroína recibe una marca. La soltó y con manos trémulas se quitó los brazaletes. Se los ofreció con una mano mientras con la otra le apretaba el brazo. 15 Op. cit., p. 47. 16 Op. cit., pp. 54-55. n1 (Nupcias) —Serán tu dote. No me sueltes, ya no tengo sed.17 x1 (Carencia.) al-Jakum muere. La vida de al-Jakum se apagaba, respiraba con dificultad y los labios se le pusieron azules. Ella lo acunó y le sostuvo la cabeza hasta que al-Jakum dejó de respirar. Esa mirada ya no vería el mar. La muchacha besó la boca fría del cadáver, le acarició las mejillas, la cicatriz del hombro y los pies (…) “Ay de mí, ay de mí”, pensaba. “Ojalá yo también me hubiera muerto. ¿Qué voy a hacer con este dolor que no me deja comer ni dormir?”18 H3 En las tardes, en lugar de ir al río, se sentaba cerca de la tumba de al-Jakum y tocaba su darbuka hasta que las cigarras comenzaban a cantar.19 8 (Función de enlace.) Sueño profético. Una noche tuvo otro sueño: estaba en el mar, flotando sobre las aguas, abrazada de un ave extraña, con un gran buchey plumaje pardo y aceitoso. El ave no le demostraba ningún temor. Sin graznar, sólo mirándola, le hizo saber que ella era dueña del mar y sus criaturas. Debajo, en la oscura transparencia, Auliya vio las formas de peces gigantescos, de animales que parecían flores.20 17 Op. cit., p. 55. 18 Op. cit., p. 56. 19 Op. cit., p. 56. 20 Op. cit., p. 59. Este sueño profético es el enlace entre la función H3 y la R3; es decir, es una de las premoniciones en que se prepara a Auliya para recibir los objetos y cualidades mágicas, entre ellas el ave que le servirá de guía. Z5 (Obtención del objeto mágico de manera casual.) Un medio mágico o una virtud o poder cae en las manos de Auliya, casi sin que ella lo note. Esa mañana, cuando conducía a los animales a pastar entre manchas de luz dorada y sombras, Auliya tomó entre sus manos la cabeza de la cabra más vieja y más terca; clavó la vista en uno de sus ojos anaranjados y con un escalofrío le dijo en voz baja: “¡Detente!” La cabra se detuvo y bajó la cabeza. Entonces Auliya se arrodilló y le dijo: “¡Camina!” La cabra se reunió con el resto del diminuto rebaño. El aprendizaje había comenzado. 21 Es conveniente aclarar que a partir de este momento la capacidad de Auliya, que consiste en que los animales la obedezcan, será la forma de obtener la ayuda de los auxiliares mágicos, los cuales son todas son criaturas del desierto. D8. (Prueba: Un ser hostil trata de destruir al héroe.) 21 Op. cit., p. 59. Una mañana, mientras pensaba en Samarra, descubrió cerca de su pie a un escorpión emperador, temible habitante de las dunas… El aguijón se levantaba al final de la cola, listo para atacar, letal como una cimitarra. Auliya dejó que la fuerza blanca que tenía en el corazón desde la muerte de al-Jakum le llenara las palmas de las manos. El esfuerzo fue tal, que le cubrió el rostro de sudor, le erizó la piel y su nariz comenzó a sangrar. Sintió frío, allí. bajo el sol del Desierto de Ameyá. Alargó la mano temblorosa y levantó al escorpión por las tenazas, dejando libre el aguijón. Entonces dijo con lentitud pensando que si su magia no funcionaba, moriría: —¡Ye! Al-a-krab, alacrán, no me mates. (24) 61 H9 (El héroe domina al ser hostil.) Auliya logra dominar, con palabras, al escorpión y, en consecuencia, el animal no la daña. Pasaron unos minutos, y por fin comprendió. Su voz lo había apaciguado. Lo acarició, viendo a su alrededor con ojos ardientes. El mundo era nuevo. El escorpión regresó muchas veces, Ella le puso un nombre: Bassra, como el puerto donde se embarcaba Sinbad. Se acostumbró a sentir el cuerpo áspero de Bassra sobre su piel, a acariciar el aguijón erizado de púas delgadísimas (…) 63 Su amistad con el escorpión era algo que tenía que ver con lo que pasaba dentro de ella desde la muerte de Abú-al-Jakum, un secreto que le permitía sonreír a pesar del dolor. (25) 63. D7 (El héroe hace una petición al donante.) Auliya le ordena a un milano que baje para que la acompañe. —¡Ven, pájaro, ven, baja del cielo y acompáñame! H2 (El donante no responde al saludo o petición.) Auliya ofrece un pedazo de pan al milano, pero éste no comprende el lenguaje de Auliya y no acepta el regalo. —Ven, acércate (…) Zahareño, nacido en los riscos, ¿quieres pan? El milano graznó en respuesta. Plegó las alas. Volvió a graznar y miró a la joven. Pasaron algunos minutos: la muchacha y el ave se miraron. El pan cayó al suelo. (27) 64 Z Negativo (La transmisión no ocurre.) Auliya no puede recibir el favor ni la gracia del milano porque aún no comprende el lenguaje de los animales. … Auliya comprendió que el milagro de que los animales la entendieran no se cumpliría si ella no los entendía a ellos. (28) 64 8 (Función de enlace entre la función preparatoria para recibir el objeto mágico y la obtención del mismo.) Auliya se enferma, al parecer por haber bebido leche echada a perder. Abú-al-Jakum le hace a Auliya una petición durante el delirio producido por la fiebre. Sucedió que Auliya bebió leche echada a perder. Lo primero que sintió fueron las náuseas. Luego llegaron el dolor, los vómitos y el calor que le llenaba el cuerpo, que calentaba el aire que exhalaba y los fríos repentinos que le erizaban el vello de los brazos y la nuca. Leila la acostó en su yacija y la obligó a beber té con sal y miel. Se hundió en sueños en los que Bassra recorría el suelo de la casa de sus padres. Su pie izquierdo latía dolorosamente. “Bassra, mi escorpión me picó”, gemía Auliya en el delirio, mientras sus padres dormían. Abú-al-Jakum apareció en la puerta, montado en su caballo (…) Él se inclinó, tomó una de sus manos y la besó con labios fríos. El dolor desapareció. La muchacha trató de incorporarse, seguirlo, pero al-Ja-kum levantó la mano en un gesto de despedida y dijo: D3 (Un moribundo hace una petición al héroe.) al-Jakum hace una petición a Auliya). —Escucha, ye, Auliya. Olvida tus palabras y escucha.22 H3 (El héroe concede la petición al moribundo.) Auliya concede la petición a al-Jakum. Z9 (Un animal se pone a disposición del héroe.) Auliya recibe de las cigarras el aprendizaje noctámbulo de leer los astros en el 22 Op. cit., p. 60. cielo, asimismo recibe el nombre de “maga”, un nombre con el que será reconocida a lo largo de la historia. Salió con paso lento de su casa. Recogió de entre los arbustos una cigarra. Sintió el peso levísimo del insecto, sus patas puntiagudas y duras. Se la acercó al oído. Con la mente vacía de palabras, pudo entender el canto del insecto: —Tezzeg Ulli, la dueña del oeste. Canta tú también, muchacha, que sabe escuchar. Aprende las lenguas de los seres del mundo, ésa es la magia. Escucha nuestras voces, maga, y las de aquellas que habitan la noche.23 Con la cigarra en la mano, regresó a su yacija. Esa noche supo cuáles eran los nombres de las estrellas que se movían en el alto sueño sobre su aldea. Cuando despertó, la cigarra ya no estaba. La fiebre había desaparecido. “Maga” la había llamado la cigarra. Ahora tenía un nombre para la fuerza luminosa que la llenaba. Magia. Como en los cuentos de Abú-al-Jakum. Y ella, Auliya, la coja, era la maga. Su cuerpo era el instrumento para el entendimiento. Los ritos exigían que observara; que estudiara hasta fundirse con los animales, a quienes daba órdenes. El milano le enseñó los nombres de los vientos, los ritos para aplacar el terral, evitar que en su furia arranque la carne de los 23 Op. cit., p. 61. miembros y hagan polvo los huesos. Memorizó el canto para alejar al simún y al casimir.24 Y7 (Se provoca un exilio.) El mandatario, es decir, el padre, destierra a Auliya, no sin antes hacerla pasar por una dolorosa prueba ritual que la daña físicamente. Esta función es muy importante, ya que desembocará en la decisión de la heroína de salir finalmente de su aldea. —Quieta, Auliya —dijo Yuscha. Alí-Ben-Direme metió la mano en uno de sus recipientes y colocó un montoncito de ceniza ardiente sobre el pecho izquierdo de Auliya. Ésta gritó de dolor. Se encontró con el escorpión en la mano, rodeada de pastores que la miraban con horror. Su padre aplastó a Bassra con la piedra que tenía en la mano. —Mujer, te lo dije. ¡Está poseída por el espíritu del forastero, de ese demonio que murió entre nosotros como un perro y la contaminó con su maldad! !Debemos desterrarla! (32) 71. Wº (Decisión del héroe.) La heroína decide marcharse de la aldea. Al anochecer había tomado una decisión: no pediría perdón, ni prometería cambiar. Iba a recoger sus cosas y dejar la aldea. Tal vez sobreviviría, llegaría al mar. (33) 72.24 Op. cit., p. 63. R3 Traslado de un reino a otro. (El héroe es guiado hacia su meta) Auliya obtiene la ayuda de otro auxiliar mágico, el milano, que se convertirá en su guía y compañero de viaje. Leila, sorprendida, escuchó un sonoro batir de alas, Un milano gigantesco se posó a unos metros. —Madre —dijo Auliya—, éste es al-Jumark, el Indomable, mi guía. (34) 73 d2 Interrogatorio o demanda (Forma invertida.) Auliya pregunta al milano dónde se encuentra el mar. —Dime, Indomable. ¿Viste el mar? (35) 75. En este caso el interrogatorio no lo hace el antagonista, pues aún no se ha presentado como tal. La pregunta dirigida al auxiliar mágico tiene como objeto obtener información acerca del preciado bien que Auliya busca; este bien es el mar. Z neg. (La transmisión no ocurre.) El milano responde negativamente, pero le habla de Jauasi y aparece un doble ojo, el cual podría suponerse da informes al antagonista sobre su víctima. —No he visto tal cosa —graznó el milano—. He volado siguiendo el río, pero sólo vi arena y arbustos. No lejos de aquí hay una acacia. (36) 75. 8 (Función de enlace.) Se insinúa que tal vez el chacal es un dobleojo o un espía de los djinns quien, de alguna manera, le informa al antagonista sobre su víctima. Aunque esto no podría afirmarse de manera definitiva, porque el cuento no lo dice explícitamente a través de un diálogo o interrogatorio, es cierto que se vislumbra esa posibilidad. Lo que sí es posible deducir es que la presencia del chacal representa el poder maligno del djinn, pues en el único otro momento en que se menciona a un chacal es cuando Auliya se encuentra presa en el Palacio Azabache. Debajo de ella dormía un chacal. (37) 75. d2 (Interrogatorio invertido por parte del donante.) “El indomable” pregunta; la razón es que aparentemente el milano es una criatura salvaje y hermética, de modo que es necesario preguntarle varias veces, y no solamente eso, sino también invertir el interrogatorio para obtener la información necesaria acerca de los objetos mágicos; en este caso, el objeto mágico es un personaje, llamado Jauasi. He buscado el oasis de Jauasi, “el que no bebe”. Allí abrevan los leones en paz junto a los guamos, la hiena y el conejo, pero nunca lo he visto.25 Z9 (Obtención de otro auxiliar mágico, un animal se pone a disposición del héroe.) Auliya recibe el aviso de otro personaje auxiliar que le ofrece el milano. 25 Op. cit., p. 63. Varias noches pasaron y Auliya volvió a preguntarle al milano quién era Jauasi. Sin contestar, al-Jurmark alzó el vuelo. Al poco rato la joven escuchó un doble aleteo y frente a ella, sobre una roca, aparecieron al-Jurmark y un pajarito azul de enorme cresta negra. (39) 77. d2 (Demanda en forma invertida.) —¿Eres Hud-Hud? ¿Aquel que guió a lo pájaros al monte Elburz, a ver al Simurg, el rey de las aves, en su nido hecho de pilares de ébano, sándalo y aloe? —Alí-Ben-Direme, el sembrador de lluvia de mi aldea, nos enseñó que está prohibido cazarlo porque en su pico hay una marca en la que se lee Bismilah, “en nombre de Dios”. —Al Saalaam. Es verdad. Puedes leer el nombre de Dios en mi pico. —He venido a hablarte de Jauasi, maga. (40) 77 d2 (Demanda.) Auliya vuelve a preguntar por el sitio en que se encuentra Jauasi. ¿Dónde puedo encontrarlo? ¿Aceptará guiarme al mar? Z Neg. No lo busques. Si debe ocurrir, él te encontrará. ¡Bismilah! Las pequeñas garras se abrieron y la abubilla voló, perdiéndose en la oscuridad. (41) 78. 8 (Función de enlace.) Advertencia. Esta función anuncia los trágicos eventos que sucederán a continuación. Se trata, pues, de una advertencia que no puede considerarse un elemento; simplemente es una función de enlace que nos previene de los acontecimientos de las próximas funciones. Recordó Achedjar: las casas protegidas por el peso del cielo, por los riscos. Anhelaba acercarse a las lejanas montañas, para guarecerse en sus faldas, pero las voces le advirtieron que aún faltaba mucho para llegar. Eran voces de los camelleros, de los guías, de las mujeres que montaban y desmontaban las tiendas en el tiempo que duraba una canción. Sus tatarabuelos le advertían: “Ten cuidado…” (42) 79. D8 (Un ser hostil intenta acabar con la vida del héroe.) Se trata de otro escorpión, sólo que en esta ocasión los poderes mágicos no funcionan frente a la nueva situación, porque Auliya olvida lo que debe hacer y muy sutilmente los poderes malignos del desierto comienzan a vivificarse haciendo a Auliya cada vez más débil e impotente. Avanzó con las tenazas en alto, adelantando el aguijón sobre su lomo. Auliya retrocedió y el escorpión, acercándose al pie desnudo, trató de picarla. (43) 80. H8 (El héroe revierte el ataque a su favor.) Auliya se defiende del ataque del escorpión. El arácnido avanzó un poco más. Auliya no pudo recordar lo que debía hacer y lo aplastó con el cayado. Estuvo largo rato con el animal muerto sobre la palma de la mano viéndolo confundida.26 Z Neg. No recordó las palabras de poder que debía repetir mientras lo dibujaba. Temblorosa, lo marcó como pudo, pero olvidó las plumas, los pedazos de piel y las oraciones.27 X6 (Daño.) (El héroe recibe un daño corporal.) El medio ambiente se convierte en antagonista, pues ataca a la protagonista de forma salvaje y ella empieza a olvidar la magia de los antiguos rituales y el poder que le daban, quedando desnuda e indefensa ante su intangible oponente. Corazón Ardiente (el desierto), bajo el hechizo del sol, la envejece y seca provocando el olvido. El desierto hablaba con su voz colosal y poco a poco la fue enmudeciendo. “Soy una maga”, se decía, aturdida, despegando con trabajo los labios de los dientes, pero las palabras parecían no tener sentido. Como en sueños, se internaba en el Corazón Ardiente, con el paso lento de una anciana. Dentro de su pecho, el corazón envejecía y se apagaban los deseos. Prisionera del desierto, torturada por el sol, al final del día se tambaleaba, apoyándose en el cayado, ebria de cansancio.28 26 Op. cit., p. 64. 27 Op. cit., p. 64. Si tomáramos la hipótesis de la presencia del chacal como un dobleojo, entonces Auliya sí se encuentra luchando contra el verdadero antagonista de la historia; el poder devastador de este último ha estado vigilándola y actuando sobre ella. La autora no aclara esta situación, de manera que existe otra interpretación sobre el punto. En este momento podría pensarse que se trata de una lucha entre la heroína y el entorno natural que la rodea, el cual es demasiado inclemente y hostil. P6 (El perseguidor intenta destruir al héroe.) Ciertas serpientes perseguidoras intentan matar a la heroína. Escuchó un áspero sonido que la sobresaltó. Abrió los ojos y vio que estaba rodeada de pardas serpientes que se deslizaban como ríos, que hablaban con voces siseantes parecidas al ruido que hace la brasa cuando el agua se extingue. La muchacha sintió que su corazón se detenía. Hizo acopio de fuerzas. Jadeante, farfulló quién sabe qué cosas. Las serpientes no se detuvieron. Levantó su callado, que destelló levemente.29 S9 Salvación. (El héroe escapa de la muerte.) Auliya escapa a al-Jurmark quien desciende de los cielos para salvarla. Entonces, al-Jurmark cayó del cielo como un meteoro. Convertido en un torbellino de plumas y garras. Dispersó a las serpientes, que 28 Op. cit., p. 65. 29 Op. cit., p. 66. se enroscaron y retorcieron. Mató a cuatro; sus cuerpos quedaron en la arena como eses oscuras.30 D2 Primera función del donante. Después de su intervención, el donanteintenta comunicarse, pero Auliya no responde. Ella se da cuenta de que ha perdido la capacidad para entender el lenguaje del milano; el pacto se rompe y el ave deja de ser auxiliar mágico para convertirse sencillamente en un ser del desierto. Auliya lloró escasas lágrimas de sus ojos quemados, con la cabeza entre las manos. El milano miraba fijamente.31 H2 (El héroe no responde a la señal.) Auliya ya no reacciona ante la mirada del milano. La muchacha bajó la vista: ya no podía sostener esa mirada de oro, ni imitar el movimiento de sus alas con los brazos. Hacía semanas que había dejado de danzar con él. Eran, de nuevo, una muchacha y un gran pájaro zahareño, indomable. Nada más.32 Z (Negativo). Auliya abandona a al-Jurmark y a la vez se hace abandonar por el auxiliar mágico y se prepara para morir. Dejó atrás a al-Jurmark, se alejó mientras dormía. Volvió la cabeza para verlo, decenas de veces, con el corazón oprimido, hasta que la figura del milano se disolvió en la oscuridad. 30 Op. cit., p. 66. 31 Op. cit., p. 71. 32 Op. cit., p. 72. Ahora estaba segura, moriría sola. Tal vez en unos días al-Jurmark vería desde lo alto su cuerpo sobre la arena. En su morral sólo había sal y miel. Ya sólo le quedaba esperar.33 8 (Función de enlace.) La aparición casual de pequeños ratones del desierto, llamados jerbos, a los pies de Auliya, es el enlace entre las funciones P5 y S6. Los jerbos son el instrumento mediante el cual al-Jakum salva a Auliya de ser devorada definitivamente por el desierto. En la arena a sus pies, como por encanto, aparecieron. Surgieron como los brotes de las plantas después de la lluvia, minúsculos y veloces, los jerbos. Del tamaño de un ratón y largas orejas, sus patas posteriores eran desproporcionadamente largas. También larga era lo cola, rematada en la punta por un mechón de pelos blancos y negros, como la de los leones tallados en piedra que había visto en sueños. Se movían al impulsarse con sus colas.34 8 (Función de enlace.) Profecía. Leila, sin saberlo, sueña con la transformación de su hija en arena del desierto. Mientras en Achedjar, Leila se revolvía en su yacija, bañada en sudor. Soñaba que veía a su hija, inmóvil como una estatua, tendida en la arena. Los miembros de la muchacha, delgados como espigas, estaban cubiertas por un fino sudario de piedra. Leila besaba el rostro consumido, los labios hinchados, las mejillas 33 Op. cit., p. 73. 34 Op. cit., pp. 88-89. hundidas, y trataba de sacudir el frágil cuerpo, pero pesaba como una estatua esculpida en roca.35 P5 Persecución (El perseguidor intenta devorar al héroe.) Corazón Ardiente devora a Auliya convirtiéndola en parte suya. Auliya se torna en polvo del desierto. —El sol me devoró —sollozaba—, el Corazón ardiente será mi tumba y moriré sola, sin mi madre, lejos de Achedjar (…) La muchacha soñaba, adentrándose en su muerte. En el sueño sentía cómo la piel se le encogía y adelgazaba, como una hoja de palmera sobre una brasa. Sus ojos y su lengua se secaron. Su carne, ahora mineral perdía volumen. Los líquidos de su cuerpo se evaporaron.36 S6 Salvación. (El héroe escapa de la muerte transformándose.) Con el polvo rojo que representa su corazón, Auliya es transformada en una masa de arena, por el espíritu de Abú-al-Jakum que va formando con sus manos el cuerpo de un nuevo ser igual a los pequeños jerbos que habían aparecido antes a los pies de la heroína. De este modo, Auliya escapa de su temible adversario. Abú-al-Jakum lloraba y su llanto humedeció el polvo. Auliya estaba en esa pasta que los dedos de al-Jakum moldeaban con cuidado. Él formaba las orejas, patas, ojos. Bajo su tacto la arena 35 Op. cit., p. 90. 36 Op. cit., p. 90. se convirtió en un pequeño cuerpo dentro del cual fluían lágrimas convertidas en sangre. Cuando Auliya despertó dentro de la arena, supo que habría de temer al fenec y la mirada fría de las serpientes. Que su hogar eran los túneles, su alimento y bebida, las amargas raíces que sólo los jerbos conocen… El jerbo que era Auliya cavó su agujero y soñó que había sido una muchacha que quería ir al mar.37 37 Op. cit., p. 92. 1.2 INTRODUCCIÓN DEL CUENTO DE AULIYA CONVERTIDA EN JERBO 8 (Función de enlace.) Auliya convertida en jerbo sueña con un hombre de piel cetrina, no le teme y siente que existe una especie de premonición en todos sus sueños. Sin embargo, no debemos olvidar que Auliya ya no es una muchacha; la adquisición o no de sus auxiliares mágicos está, más que en su voluntad, en su instinto de supervivencia. Esto, de cualquier modo, no cambia el hecho de que ella sigue siendo la heroína de la historia. Soñó que estaba en una casa, una madriguera de los hombres, y que no tenía miedo. Había un joven allí, con un tatuaje azul en la frente, que la tomaba en sus manos y le daba a comer dátiles dulcísimos y semillas de mijo. Le acariciaba las orejas con un índice moreno y delgado.38 Esta función es el enlace entre la función siguiente x5 y E1, pues gracias a que Auliya no tiene miedo a los hombres, puede dar provisiones a la tribu de jerbos y, en consecuencia, éstos pueden seguir su camino. x5 (Carencia.) El invierno de ese año provoca que las provisiones de los jerbos escaseen; para no morir, es necesario hacer un viaje. 38 Op. cit., pp. 94-95. Sucedió que ese invierno fue el más frío de muchos años. La capa de escarcha que cubrió las plantas mató a la mayoría y la comida escaseó. Tres crías murieron. Los jerbos estaban hambrientos y temerosos: habían llegado a los límites del territorio conocido y tenían miedo de aventurarse más hacia el Este.39 8 (Función de enlace.) Lo único que sigue perteneciendo a la Auliya humana son sus sueños, en los que se encuentra con al-Jakum sin saberlo. Sus sueños le daban ánimos. Auliya despertaba con el recuerdo de las palabras y el calor de la piel del joven del tatuaje. Él conocía muchas canciones e historias. Le dijo que debían atravesar la cordillera, que algo bueno les esperaba del otro lado. Le advirtió sobre la llegada de la temporada de tormentas. Pronto llegaría el simún, la veloz nube de arena que cubre todo. Había que seguir viajando.40 D1(Primera función del donante.) Auliya trata de convencer a los jerbos de que aventuren su camino hacia el Este, pero la tribu la desconoce; no confían en ella, debido a su tamaño mucho mayor que el de los demás, y su pata coja. Pero la tribu se negaba a escucharla.41 39 Op. cit., p. 96. 40 Op. cit., p. 96. 41 Op. cit., p. 96. P5 (Persecución.) Una serpiente que ronda los alrededores acecha a los jerbos. El miedo a este nuevo peligro provoca que la tribu prefiera no moverse de su sitio. Una noche, a lo lejos, vieron una serpiente, deslizándose como un viento mortífero. Alcanzaron a ver sus escamas doradas y sus ojos sin párpados. Eso los decidió: no se moverían de allí aunque murieran de hambre. No hay peor muerte para una rata de las arenas que ser devorada viva por las serpientes.42 8 (Punción de enlace.) En sueños, Abú-al-Jakum cuenta una historia a la heroína, la cual ella transmitirá a los demás jerbos. 1.3 HISTORIA DE SOLTANA-EL-AGMAR (Cuento insertado) i (Situación inicial.) Presentación del héroe y los miembros de su familia. Hace muchos años, en el Erg, el Mar de Arena, vivía una tribu de jerbos. Eran jerbos muy pequeños, pues había pocas raíces, y temerosos, pues una gran serpiente los rondaba.43 p5. (Persecución.) En este caso, por la introducción del cuento en la historia, la autora es breve,pues casi todos los elementos se presentarán de manera compacta en la situación inicial. Una 42 Op. cit., p. 96. 43 Op. cit., p. 97. serpiente acecha a una tribu de jerbos; uno de sus miembros es Soltana-el-Agmar. X14 Daño. (El antagonista comente un crimen.) La serpiente comete un crimen: mata a dos de los hijos de Soltana-el-Agmar. Soltana-el-Agmar había visto cómo esa serpiente devoraba a dos de sus hijos y le temía, pero estaba cansado de dormir siempre con miedo a los ojos amarillos y sanguinarios de la víbora.44 Y4 Mediación. (Se anuncia una desdicha.) Si la prole de la serpiente se logra, se comerá a todos los jerbos. “Cuando salgan del cascarón serán seis. Tendrán hambre y nos cazarán y ya no quedará un sólo jerbo”.45 W (Decisión del héroe.) Entonces, con un valor mucho más grande que su cuerpo, saltó encima de los anillos escamosos de la serpiente, robó uno de los huevos y lo enterró en la arena. Luego corrió a su agujero y durmió hasta que llegó la noche…. Soltana-el-Agmar, resistiendo la repugnancia, royó un extremo hasta que del huevo manó un líquido viscosa y ácido. La pequeña serpiente que había dentro murió.46 p5 (Persecución.) El perseguidor ataca al héroe. 44 Op. cit., p. 97. 45 Op. cit., p. 97. 46 Op. cit., p. 97. Hicieron acopio de valor: salieron a la luz del sol. Empavorecidos y medio ciegos, brincaban por todos lados (…) El jerbo supo que si sus miradas se encontraban, estaría perdido, pues las serpientes inmovilizan a sus víctimas con la crueldad de sus ojos, así que retrocedió chillando. La serpiente se lanzó como una flecha tras él.47 S2 (Salvación.) Soltana-el-Agmar y los jerbos se ponen ellos mismos como obstáculos en el camino del perseguidor. … pero encontró decenas de jerbos que se cruzaban en su camino, que la esquivaban y le mordían la punta de la cola… La serpiente se quedó sola, vulnerable y cansada. El milano bajó del cielo, la aprisionó en sus garras y se la llevó. Esa noche, los jerbos agujerearon los otros huevos con sus dientes y la prole de la Larga murió sin haber nacido.48 Fin de la historia del jerbo Soltana-el-Agmar. (Continuación de la historia de Auliya como jerbo.) Recordaron que Auliya era un jerbo diferente…49 R2 Traslado. (El héroe viaja por tierra o por agua.) Los jerbos marcharon durante semanas por el vasto territorio ondulante del erg, sin perder una sola cría.50 E1 (Reparación de la carencia inicial de los jerbos.) 47 Op. cit., p. 98. 48 Op. cit., p. 98. 49 Op. cit., p. 99. 50 Op. cit., p. 99. La astucia de Auliya crecía conforme pasaba el tiempo; cuando encontraron otra caravana le ordenó a la tribu esperar hasta que los hombres estuvieran dormidos. Los ratones escucharon a los beduinos tocar la flauta, los vieron escupir tabaco en los hocicos de los camellos, que movían colas incansables para espantarse las moscas (…) Entonces los jerbos, aprovechando que los hombres habían entrado a las tiendas para dormir, se colocaron silenciosamente hasta los fardos que guardaban el forraje y se hartaron de granos de mijo. Los jerbos fortalecidos, con las panzas llenas de mijo y pelaje brillante, seguían a su guía.51 D1(El donante pone al héroe a prueba.) El jerbo Auliya y su tribu se encuentran frente a frente con un milano, a quien temen por ser su enemigo natural. Con un breve encuentro de miradas, el ave feroz reconoce a Auliya, la mujer, y con un suave movimiento del pico acaricia la cabeza de la heroína, la saluda y deja ir en paz a los demás jerbos sin causarles ningún daño. Un amanecer descubrieron a un milano dormido sobre una roca. El milano abrió los ojos y los jerbos se detuvieron paralizados. Auliya, temblorosa, se le acercó atraída sin remedio por la mirada del ave. Estuvieron mirándose un largo rato al borde del abismo y 51 Op. cit., p. 100. en el corazón del jerbo no hubo miedo, sólo una especie de nostalgia.52 H2 (El héroe responde al saludo favorablemente.) Auliya responde al saludo del milano. “Es el indomable. Sin saber cómo, adivinó su nombre.” —Soy yo, Indomable —chilló en la lengua de los jerbos. El milano abrió las alas. El jerbo esperó a ser devorado, inmóvil. Z9 (Un animal se pone a disposición del héroe.) El milano se le acercó, la tocó levemente con el pico y levantó el vuelo. Desde ese momento la confianza de los jerbos en Auliya fue absoluta.53 8 (Función de enlace entre la función anterior Z9 y la S9 en que ocurre la salvación y los jerbos y Auliya llegan al oasis.) Auliya contagia con sus sueños a los jerbos; la decisión de buscar un sitio cada vez mejor se hace más fuerte, junto con el deseo de continuar adelante con el viaje. No se arredraron: algunos de ellos hasta comenzaron a soñar con las visiones que los esperaban en la cima, otros con una tierra donde no temerían a las serpientes ni a los zorros, una tierra que 52 Op. cit., p. 102. 53 Op. cit., p. 102. aguardaba al otro lado de la montaña. Las primeras horas de la noche las ocupaban en relatarse sus sueños.54 8 (Función de enlace.) Auliya hace el llamado a los jerbos de que ya están cerca de un oasis. —¡Escúchenme, jerbos! ¡He ahí el oasis prometido, donde descansaremos hasta que lleguen las lluvias y donde nacerán las crías! 55 P6 Persecución (El perseguidor intenta matar al héroe.) El frío produce un efecto mágico en los jerbos, crea una visión; la cima de la montaña de pronto se convierte en un lugar apacible y feliz, todo la que hasta ese momento habían necesitado. La sensación de bienestar provoca que los jerbos se paralicen. Atravesaron las nubes. Las ratas del desierto se sintieron como pájaros, empapados en la niebla que no les permitía verse unos a otros, creyendo que si se esforzaban más, pronto podrían tocar la cara pálida de la luna. Llegaron a la cima. La encontraron despejada y cubierta de hielo. Se sintieron felices allí, suspendidos sobre las nubes. Pero los jerbos, hechizados, no se movieron. Aquellos que habían soñado con el oasis quisieron dormir para llegar esa misma noche.56 54 Op. cit., p. 102. 55 Op. cit., p. 103. 56 Op. cit., p. 103. R2 (Traslado por tierra.) Auliya, en este caso, provoca que reaccionen, llamándolos a cada uno por sus nombres. Los jerbos se reconocen entre sí y se dan cuenta de que el frío ha devorado partes de sus cuerpos. … Auliya llamó por su nombre a todos y cada uno y les dijo que si se dormían se convertirían en nieve sin vida y los azotó con su larga cola, hasta que los jerbos despertaron de su hechizo y, agotados, iniciaron el descenso. Se enroscaron sobre sí mismos y rodaron por la ladera hundiéndose en una nube helada. S9 (Salvación.) Se vieron unos a otros así, sin orejas, sin un trozo de cola, y se despabilaron (…) Así, después de cinco noches, los jerbos se encontraron en las laderas de la montaña. Al salir, quedaron aturdidos, pues a unos metros, en el aire luminoso, vieron lo que su gran cansancio les había impedido adivinar: el oasis.57 E9 Z9 (Varios personajes se ponen a disposición del héroe y el daño principal es reparado.) Auliya llega al eco de su búsqueda primordial: el oasis, que tiene agua, pero no es el mar. El agua es el medio mágico que sirve para convertirla nuevamente en una 57 Op. cit., pp. 103. muchacha maga, con el poder para comunicarse con Jauasi su nuevo y más importante auxiliar mágico. Esto lleva implícitas dos acciones: 1) la maga recupera su forma humana y 2) esto le permite comunicarsecon su nuevo auxiliar mágico. El agua cubrió el cuerpo del jerbo. El aire le faltaba. El agua se deshacía, solvente, inasible. En el pequeño cuerpo de ratón, despertó el corazón de la maga y el dolor fue insoportable. Auliya sintió cómo las patas se alargaban hasta convertirse en manos y pies. Abrió y cerró los dedos de sus manos crispadas, pues el pecho del jerbo se ampliaba para dar cabida a su corazón humano, demasiado grande para la breve jaula de huesos delgadísimos. El pelo se iba desprendiendo, como un estrecho traje que se deshiciera. La muchacha, encogida sobre sí misma, se irguió para caminar de nuevo sobre los pies.58 58 Op. cit., p. 105. 1.4 FIN DEL CUENTO DE AULIYA CONVERTIDA EN JERBO —Soy Auliya, hija de Leila y de Yuscha, hijo de Nun. Te he buscado, Jauasi, y he aquí que tú me has encontrado. El antílope apoyó el esbelto cuello sobre el pecho de la muchacha. Olía a Jazmines. Una lengua ancha y húmeda acarició su rostro.59 P1 Persecución. (El perseguidor vuela detrás de héroe.) Un viento inclemente llamado Simún destruye toda la fauna del oasis. Esto provoca una nueva pérdida del recién obtenido auxiliar mágico (Jauasi), y el ritual para controlar los vientos no surte efecto por la magnitud y la fuerza con que el viento se apodera del cuerpo de Auliya. Una mañana el cielo se oscureció. Los animales se levantaron inquietos. El aire se llenó de rugidos, balidos y del chillar de los jerbos. Las aves en cambio callaron. La muchacha, aterrada, vio tras ellos, alto y oscuro, acercándose más rápido que ningún antílope, el torbellino del simún.60 x3 (Carencia de una rareza.) Auliya, con el ataque del viento, se ve privada de su auxiliar mágico Jauasi y de los poderes para controlar el viento que convoca en vano. Nada puede salvarla. —Soy Auliya y… —la arena le llenó la boca y la cegó. Frotándose los ojos, trató de gritar el nombre de Jauasi, advirtiéndole para que 59 Op. cit., pp. 105-106. 60 Op. cit., p. 108. huyera. Ni ella misma escuchó su voz. Tosió, escupiendo. La plegaria se perdió en el aullido descomunal del viento.61 S1 F (El antagonista se presenta como un falso héroe.) El djinn salva a Auliya del simún, para dar lugar al engaño. La apariencia del djinn cambia; lo que Auliya tiene ante sí es deseable y hermoso; no hay ningún indicio de que sea como los djinns que atacaron a Al-Jakum. Era moreno, como Auliya, pero en su piel no había una sola marca, cicatriz o arruga. En los ojos rasgados relucían las pupilas como ámbares bajo el arco perfecto de las cejas. —Llegaste por fin, Auliya, sayada, señora de las palabras. Ven. —Te he esperado desde que naciste —retumbó la voz del djinn—. Estás en edad de casarte. Yo seré tu esposo. ¿Acaso creíste, pequeña maga, que te aceptaría un pastorzuelo sin más ideas que una cabra? Para tu gente siempre serías mala. Majnoun, poseída. Por eso llegaste a mí.62 f (Desdicha preliminar.) El antagonista engaña a Auliya haciéndole creer que él puede curar la cojera de la protagonista. Además de estos medios de engaño, con promesas de poder y curación, el antagonista le recuerda a Auliya que, si vuelve a su aldea, nunca será bienvenida de nuevo; al contrario, todos la recordarán como la “adjoun” poseída. 61 Op. cit., p. 108. 62 Op. cit., p. 112. — ¿Ves lo que te ofrezco? Puedo curar tu pierna, para que bailes. Aprenderás las danzas de la noche y los espíritus que me siguen te obedecerán. Sé mi esposa, Auliya. ¿No quieres dejar de cojear?63 c (Complicidad involuntaria.) Auliya cede al ofrecimiento del demonio, pues se encuentra muy malherida y con mucha sed. —Sí. Lo que quieras, pero dame de beber o me muero —susurró débilmente la muchacha y se quedó dormida en los brazos del demonio.64 8 (Función de enlace.) Hay una señal a la cual Auliya no presta atención en un principio, y por esa razón cae más fácilmente en la trampa del djinn. La protagonista no advierte las señales de peligro porque está malherida y le es imposible continuar su camino. La tomó en sus brazos. Auliya, desfalleciente, apoyó su cabeza en el cuerpo del djinn. No escuchó latido alguno, No tenía corazón. ¿Cómo iba a tenerlo? Era un ser mágico. …Además, no era espantoso, como los que persiguieron a al-Jakum. A ésos los había visto en sueños y tenían el cuerpo devorado por la lepra, manos como garras, que con sólo rozar a al-Jakum lo habían herido de muerte.65 63 Op. cit., p. 115. 64 Op. cit., p. 115. 65 Op. cit., p. 116. e 2 Engaño. (El antagonista utiliza medios mágicos para engañar al héroe.) El antagonista alberga a Auliya en su guarida: el palacio Azabache, donde es persuadida por las esclavas del djinn a que tome un baño y beba un vino. Auliya no tiene idea de que ese vino tiene propiedades mágicas y que la comida también tendrá un efecto intoxicante. Apareció una mujer velada, a la usanza de la cuidad, de su misma estatura. Los ojos negrísimos, orlados de khol, brillaban bajo las cejas. Su manto era rojo y sedoso; el velo que le cubría el pelo y la parte inferior del rostro era amarillo, recamado de hilos de oro. Extendió una mano nudosa que sostenía una copa plateada cubierta de gemas, llena hasta los bordes de un líquido caliente y dulce. Auliya bebió: olía a canela, a cardamomo. El vino le quemó la lengua, el diente roto dejó de dolerle. Apuró la copa y ya no tuvo sed. El miedo abrió su garra y le soltó el corazón (…) El líquido le calentaba el estómago y la llenaba de confianza. Rió y el líquido tibio le manchó la barbilla. Sostenida por una mujer mayor, que le llenaba la copa una y otra vez, caminaron por los anchos pasillos hasta un baño en el que delgadas columnas flanqueaban una alberca llena hasta los bordes de agua caliente. Nubes de vapor perfumado se desprendían de la superficie. Mareada, Auliya permitió que la desnudaran. La sumergieron en el agua humeante y desprendieron de su piel la costra de sal y sudor que la cubría. Cuidadosamente frotaron sus heridas con ungüentos (…) Los dolores desaparecieron. Por momentos sintió que su cuerpo, laxo, relajado, se disolvía en el agua aceitosa en que estaba sumergida.66 8 (Función de enlace.) Una evidencia más de que Auliya ha tomado un rumbo equivocado es el método de curación que las esclavas del djinn utilizan para curar el tobillo enfermo de Auliya: …Alrededor de su tobillo enfermo ataron una cuerda de seda con pequeños cráneos de aves.67 Por los medios más sutiles y aparentemente placenteros, la protagonista se encuentra confinada, atrapada en el palacio Azabache sin que ella misma se percate de esta situación, pues los medios que utilizan las esclavas del djinn la adormecen profundamente. Vagaba por los corredores y salones, a veces en compañía de la mujer velada y silenciosa, que se hacía entender con señas y se reía. Con gestos le indicó que no debía traspasar las puertas marcadas con una señal roja. A la muchacha no le importó: el palacio era un laberinto sin fin, donde en cada habitación había algo maravilloso, y cuando deseaba compañía, bastaba con que gritara su propio nombre para que apareciera el enjambre de 66 Op. cit., p. 117. 67 Op. cit., p. 118. esclavas risueñas llevando bandejas rebosantes de pistaches azucarados en las manos.68 d1(Demanda o interrogación.) Un día se aparece el djinn e interroga a Auliya. Auliya se quedó sola, frente a él, con las manos y la boca manchadas de grasa. Bajó la vista, asustada. — ¡Ye, Auliya, no temas! ¿Acaso no te acuerdas cómo te salvé de la muerte, allá en el Hadramaut? —preguntó el djinn. Su voz hizo tintinear los vasos
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