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Analisis-estructural-de-Auliya

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA 
DE MÉXICO 
 
 
FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS 
 
 
 
 
 
 
 
 
“ANÁLISIS ESTRUCTURAL DE Auliya” 
 
 
 
 
 
 
 T E S I S 
 
 QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE: 
 
 LICENCIADA EN LETRAS HISPÁNICAS 
 
 P R E S E N T A : 
 
EMILIA NEGRETE PHILIPPE 
 
 
 
 
ASESORA: DRA. ALICIA CORREA PÉREZ 
 
 
 
 
 
 MÉXICO, D. F. 2006 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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ÍNDICE 
 
0 Introducción 2 
0 Marco teórico 11 
1. El esqueleto de Auliya 18 
1.1 La historia de Abú-al-Jakum 21 
1.2 Introducción del cuento de Auliya convertida en 
jerbo 
42 
1.3 Historia de Soltana-el-Agmar 44 
1.4 Fin del cuento de Auliya convertida en jerbo 51 
1.5 Epílogo 66 
2. Los cautivos de las esferas 68 
2.1 Apariciones 77 
2.2 Los auxiliares mágicos 82 
2.3 El mandante 84 
3. Visión global de Auliya 88 
4. Datos biográficos de la autora 96 
5. Bibliografía 98 
 
 
 
 
 
 
INTRODUCCIÓN 
Antes de que existiera la escritura como medio general (no 
privilegio de una élite) para transmitir la cultura, el hombre 
medieval tuvo un recurso que funcionó a lo largo del tiempo para 
dar cuenta de su realidad, la oralidad. 
Los cuentos populares estuvieron en boca de varias 
generaciones y se transformaron, cambiaron sus escenarios, 
situaciones y personajes, para ajustarse a la realidad de cada 
comunidad. 
El historiador Robert Darton considera que los cuentos son 
documentos hostóricos que permiten entender aspectos 
economicosociales y culturales de un grupo humano en un tiempo 
determinado. 
De la misma manera, el cuento cambia su función en la vida y 
en la historia de una comunidad. El cuento del medioevo —que 
posiblemente haya venido del mito, de la leyenda o del texto 
religioso, según los historiadores— permite observar la 
organización de la realidad que el hombre de aquellos tiempos 
quería nombrar. 
“Los cuentos son de hecho documentos históricos. Han 
evolucionado durante muchos siglos y han adoptado diferentes 
formas en distintas tradicones culturales. En vez de expresar el 
funcionamiento inmutable, del ser interior del hombre, sugieren 
que las mentalités han cambiado”.1
Sin embargo, permanecen elementos estructurales básicos 
porque la tradición oral encierra diferentes recursos 
mnemotécnicos que permitían guardar el cuento en la memoria. 
… los contaron campesinos que los habían aprendido cuando 
 
1 DARTON, Robert. La gran matanza de gatos, México, Fondo de Cultura 
Económica, 1994, p. 19. 
niños, mucho antes de que el dominio de la lectura y la escritura 
se hubiera extendido en todo el campo. 
… como todos los narradores de cuentos, los cuentistas 
campesinos adaptaban el ambiente de sus cuentos a su propio 
medio ambiente; pero conservaban los elementos principales 
intactos, usando repeticiones, rimas y otros recursos 
mnemotécnicos”.2
Hasta ahora podemos asegurar dos cosas: hay elementos del 
cuento que cambian y hay elementos de cuento que no cambian. 
Veamos el siguiente ejemplo de un cuento tradicional que todos 
conocemos: 
 
La Caperucita Roja 
 
“Había una vez una niñita a la que su madre le dijo que llevara pan y 
leche a su abuela. Mientras la niña caminaba por el bosque, un lobo se 
le acercó y le preguntó a dónde se dirigía. 
 
—A la casa de mi abuela. —Le contestó. 
—¿Qué camino vas a tomar, el camino de las agujas o el de los alfileres? 
—El camino de las agujas. 
 
El lobo tomó el camino de los alfileres y llegó primero a la casa. Mató 
a la abuela, puso sangre en una botella y partió su carne en 
rebanadas sobre un platón. Después se vistió con el camisón de la 
abuela y esperó acostado en la cama. 
La niña tocó la puerta. 
 
Entra, hijita. 
—¿Cómo estás, abuelita? Te traje pan y leche. 
—Come tú también, hijita. Hay carne y vino en la alacena. 
 
 
2 op.cit. p. 19 
—La pequeña niña comió así lo que se le ofrecía; y, mientras lo hacía, 
un gatito dijo: 
—¡Cochina! ¡Has comido la carne y has bebido la sangre de tu abuela! 
 
—Después el lobo le dijo: 
—Desvístete y métete en la cama conmigo. 
—¿Dónde pongo mi delalantal? 
—Tíralo al fuego; nunca más lo necesitarás. 
Cada vez que se quitaba una prenda (el corpiño, la falda, las enaguas y 
las medias), la niña hacía la misma pregunta; y cada vez el lobo le 
contestaba: 
—Tírala al fuego; nunca más la necesitarás. 
Cuando la niña se metió en la cama preguntó: 
—Abuela, ¿por qué estás tan peluda? 
—Para calentarme mejor, hijita. 
—Abuela, ¿por qué tienes esos hombros tan grandes? 
—Para poder cargar mejor la leña, hijita. 
—Abuela, ¿por qué tienes esas uñas tan grandes? 
—Para rascarme mejor, hijita. 
—Abuela, ¿por qué tienes esos dientes tan grandes? 
—Para comerte mejor , hijita. 
Y el lobo de se la comió”.3
 
La anterior es una de las versiones más antiguas del cuento 
popular francés de la Caperucita Roja. Es una versión viva de lo 
que posiblemente nuestros antepasados contaron alrededor de 
una fogata después de un día de trabajo. 
Podemos observar a lo largo de Europa diferentes versiones de 
la Caperucita, 
Como éste, existen muchos otros cuentos con finales perversos 
o felices que desembocan en risas o miedo. Su forma de 
 
3 Op.cit. pág 13 
transmisión fue la oralidad. 
Durante en siglo XIX, fueron recopilados de forma escrita 
colecciones de los hermanos Grimm y Perrault y transformados 
con la finalidad de hacerlos menos violentos para las clases 
sociales altas de la época de la ilustración; se convirtieron en algo 
diferente. 
Mi interés en los cuentos con esta forma es que me 
apasionan desde que era niña; me conducen a atmósferas 
misteriosas que no poseen las reglas sutiles del buen 
entendimiento o la cordura; me recuerdan que algunos de estos 
crímenes están en la más profundo de la mente, aguardando a 
que alguien los vea o los conozca. 
La obra de Verónica Murguía posee los elementos de esos 
cuentos, por su crudeza y simbolismo, porque no tiene la forma de 
un relato convencional. Este cuento está realizado con esa parte 
de nuestra mente que nos parece más misteriosa. 
Sin embargo, observaremos que el cuento analizado, Auliya, 
tiene una lógica impecable dentro de sí mismo, como el de 
Caperucita, y la pregunta es ¿por qué Caperucita no se salva? 
Porque sus acciones la van llevando poco a poco al final 
desgarrador. Del mismo modo, la acciones de Auliya la conducen 
a un final que resulta sorprendente y observaremos que, una vez 
que la protagonista ha elegido por un camino u otro, estará 
siempre sobre la mesa su propia supervivencia. 
Para realizar el análisis del cuento, tomé como marco teórico 
al formalismo ruso, en particular al autor Vladimir Propp, que 
propone aislar los elementos del cuento fantástico o maravilloso 
para tener un panorama más preciso de cómo funciona la 
estructura del cuento, las funciones de los personajes y sus 
relaciones entre sí. 
Para clasificar estos cuentos, Propp usa la terminología 
“cuento maravilloso” o “cuento fantástico”.4
Otros teóricos más inclinados hacia la historialos llaman 
“cuentos tradicionales”. Sin embargo, hay algo que estos cuentos 
tienen algo en común: su forma, y existe una corriente de teoría 
literaria que estudia este campo: la morfología. 
 
El formalismo ruso 
 
Es una corriente de teoría literaria que surge en 1914 y dura 
hasta 1930 y que fue ampliamente cuestionada por su falta de 
contenido social; a tal grado, que muchos de sus autores tuvieron 
que exiliarse y sus obras quedaron incompletas; sin embargo, 
posteriormente el estructuralismo francés lo retoma como 
herramienta para elaborar sus teorías. 
El formalismo ruso pretende aislar la obra de arte del sujeto 
creador, y limitarse a estudiar las funciones literarias para poder 
explicar los mecanismos de las mismas y cómo esas funciones 
producen efectos estéticos, distinguiendo así lo literario de lo 
extraliterario. 
La teoría de los formalistas consiste en observar el movimiento 
de los elementos de la obra que actúan en un escenario de fondo, 
es decir con un guion que Román Jackobson llamará dominante. 
Es el componente central de una obra de arte que rige, 
determina y transforma los demás.5
 
Posteriormente aparecerá la escuela de Mikhail Bakhtin que 
estudiará los elementos de la obra literaria como signos sociales y 
dará un enfoque marxista a estas teorías. 
En el mundo existen aportaciones realizadas por Lázaro 
 
4 Propp Vladimir, Morfología del cuento,Barcelona, España, 1997, 
Fundamentos, p. 27. 
5 http://es.wikipedia.org/wiki/Formalismo_ruso
Carreter y Yuri Lotman cuyo profesor fue Vladimir Propp. 
 
Vladimir Propp y los formalistas de su época 
 
Vladimir Propp, como folklorista, usó la teoría del formalismo 
para estudiar el cuento “maravilloso”, como él lo llama, que otros 
autores han denominado tradicional. 
En su obra Morfología del cuento intenta hacer un estudio tal 
como en las ciencias naturales de la estructura esencial del los 
cuentos sin tomar en cuenta las cualidades o interpretaciones que 
se le pudieran dar a los mismos y realiza una clasificación que 
durante muchos años sirvió a otros autores para realizar estudios 
sobre el origen de los cuentos y su simbolismo. 
En el prólogo de la Morfología del cuento Propp hace la siguiente 
analogía: 
La palabra “morfología” significa “estudio de las formas”. En 
botánica se entiende por morfología el estudio de las partes 
constitutivas de la planta, de sus relaciones entres sí y con el 
conjunto, en otros términos, el estudio de la estructura de la 
planta.6
 
Lo que Propp pretende es realizar un estudio científico del 
cuento analizando su estructura. 
Sin embargo, por la naturaleza del material con que se trabaja 
en Literatura, la metodología para estudiar el cuento es mucho 
menos rigurosa y precisa que el método que utilizan las ciencias 
exactas. 
Antes del formalismo ruso, el cuento había sido estudiado desde 
el punto de vista genético, es decir, de su origen, pero antes de 
 
6 Propp Vladimir, Morfología del cuento,Barcelona, España, 1997, 
Fundamentos. Pàg.3 
responder a la pregunta ¿de dónde vienen los cuentos? Propp se 
formula la siguiente ¿qué es un cuento? Después corresponde al 
investigador clasificarlos. 
Las primeras clasificaciones de los cuentos se dieron por las 
temáticas que abordaban: cuentos fantásticos, tomados de la vida 
cotidiana o de animales. Pero resulta que algunos de estos 
elementos estaban en un mismo cuento; entonces se planteó la 
pregunta ¿cómo clasificar los cuentos? Las categorías se perdían 
conforme aumentaban los materiales de estudio e incuso algunas 
clasificaciones resultaban equivocadas, como la clasificación del 
cuento El Pez de Oro del autor y recopilador Alexandr Afanassiev: 
En una isla muy lejana, llamada isla Buián, había una cabaña 
pequeña y vieja que servía de albergue a un anciano y su mujer. 
Vivían en la mayor pobreza; todos sus bienes se reducían a la cabaña 
y a una red que el mismo marido había hecho, y con la que todos los 
días iba a pescar, como único medio de procurar el sustento de 
ambos. 
Un día echó su red en el mar, empezó a tirar de ella y le pareció 
que pesaba extraordinariamente. Esperando una buena pesca se 
puso muy contento; pero cuando logró recoger la red vio que estaba 
vacía; tan sólo a fuerza de registrar bien encontró un pequeño pez. Al 
tratar de cogerlo quedó asombrado al ver que era un pez de oro; su 
asombro creció de punto al oír que el pez, con voz humana, le 
suplicaba: 
—No me cojas, abuelito; déjame nadar libremente en el mar y te 
podré ser útil dándote todo lo que pidas. 
El anciano meditó un rato y le contestó: 
—No necesito nada de ti; vive en paz en el mar. ¡Anda! 
Y al decir esto echó el pez de oro al agua. 
Al volver a la cabaña, su mujer, que era muy ambiciosa y soberbia, 
le preguntó: 
—¿Qué tal ha sido la pesca? 
—Mala, mujer —contestó, quitándole importancia a lo ocurrido—; 
sólo pude coger un pez de oro, tan pequeño que, al oír sus súplicas 
para que lo soltase, me dio lástima y lo dejé en libertad a cambio de 
la promesa de que me daría lo que le pidiese.7
 
El mismo Afanasiev clasifica este cuento entre los cuentos sobre 
animales, cuando el animal que aparece tan sólo es un elemento 
que desencadena las acciones de los personajes principales: la 
bondad del viejo y la soberbia de la vieja. 
Lo que Propp reconoce en estos y otros cuentos no es si 
aparecen animales o no, sino que las funciones de los personajes 
son específicamente distintas: 
 
… consideramos evidente que Afanassiev se equivocó en lo que 
concierne al Pez de Oro. Pero esto no lo reconocemos por el hecho de 
que figuren o no animales en un cuento, sino por el hecho de que los 
cuentos fantásticos poseen una estructura absolutamente especial 
que se intuye de inmediato y que, aun cuando no se tenga conciencia 
de ello, determina su clasificación.8
 
La escuela del formalismo ruso trata de definir el cuento 
mediante su partícula más reducida, que en este caso es la 
acción; deja fuera la interpretación del lector y produce un límite 
entre lo literario y lo extraliterario. El conjunto de acciones es lo 
que llamamos estructura. 
El presente trabajo intenta analizar la estructura del cuento 
Auliya de Verónica Murguía, con la finalidad de observar los tipos 
 
7 
www.elpais.es/corporativos/elpais/coleccionables/2006/cuentosinfantiles/pa
ginas/coleccion 
8 Propp, Vladimir. Morfología del cuento,Barcelona, 1997, Fundamentos, p. 
27. 
de acciones y funciones que se encuentran dentro de este texto y 
probar que el cuento popular o fantástico es una forma viva que 
subsiste hasta nuestros días. 
Mi tesis es sólo una muestra de que las historias de antaño 
presentan un aspecto que repercute profundamente en el 
inconsciente humano y refleja las raíces de las formas de contar 
historias. 
Los cuentos hablan sobre la vida, sobre lo fantástica, intensa y 
a veces abominable que ésta resulta. 
Los cuentos de los campesinos medievales no se quedan en lo 
abstracto; son ejemplos concretos, representados simbólicamente, 
y cuentan la forma de vida y la historia de sus habitantes. 
De esta forma, aunque nos parezcan lejanos, los cuentos nos 
pueden ofrecer datos significativos sobre la cultura, la forma de 
vida y las relaciones de una comunidad con su entorno. 
En este trabajo, dirigiré la atención hacia las estructuras del 
cuento tradicional que posee el texto de Verónica Murguía, Auliya. 
Observaremos las relaciones que existen entre los personajes 
protagonistas y los secundarios, así como los objetos y personajes 
mágicos que habitan la historia de la mujer que realiza un viaje de 
transformación. 
La trama de este cuento se desarrolla en una pequeña 
comunidad del desierto, cuya actividad principal es la cría de 
cabras. Loshabitantes de este lugar han perdido, debido a la 
miseria y el hambre, buena parte de sus tradiciones y cultura. 
Auliya es una mujer que tiene una marca de nacimiento; es 
coja, lo cual la hace distinta de los demás miembros de su pueblo. 
Tiene, además, la habilidad de hablar con los animales y entender 
el lenguaje de su medio ambiente. 
Auliya inicia un viaje a través del desierto y ahí se 
desencadenará también la historia de un misterioso forastero cuya 
vida se engarzará con la de nuestra protagonista. De manera que 
ella continúa el viaje que él comenzó. 
El personaje antagonista no se presenta en forma directa desde 
el principio, sino al final. Durante toda la primera parte, el 
personaje antagonista es el medio ambiente: el desierto. Auliya 
debe librar una serie de batallas para lograr sobrevivir y 
comprender las señales que le ofrece la vida y conseguir su 
objetivo. 
Después de una lucha feroz con los elementos naturales, Auliya 
consigue sobrevivir a través de su transformación en un jerbo; 
después de eso, se convierte en mujer y solamente será la 
confrontación directa con el djinn lo que la librará y la convertirá 
en una maga. 
El cuento se organiza con personajes de menor y mayor 
importancia que aparecerán en ayuda de la protagonista para 
librar las cruentas batallas que enfrenta. 
De esta manera y llevada por la necesidad de sobrevivir, Auliya 
iniciará un viaje de la pubertad hacia la madurez a través del 
amor, el dolor, el cansancio, la fortaleza, la valentía, el sueño de 
generar lo que le falta. 
¿Los cambios que tiene Auliya la convierten en un mejor ser 
humano? No es posible juzgarlo, pero las peripecias que sufre 
durante este viaje la hacen más fuerte y más adecuada para 
enfrentar la vida. 
¿No son así todos los viajes que emprendemos desde que 
nacemos? 
 
MARCO TEÓRICO 
 
Hacer un estudio morfológico consiste en describir las partes 
constitutivas del cuento fantástico, según las relaciones de esas 
partes entre sí y en su conjunto. Para esto necesitaremos realizar 
el análisis de su estructura. 
Un pueblo puede tener una gran cantidad de cuentos y 
tomarlos incluso de la oralidad, pero sin un método de estudio 
estos cuentos corren el riesgo de perderse y, por lo tanto, jamás se 
descubriría su riqueza. 
 El cuento es susceptible de ser estudiado desde diversos 
ángulos. Así la Psicología, la Historia, la Literatura tomarán, cada 
una de ellas, los datos específicos que necesitan. Una de las 
clasificaciones a las que más se recurrió en la época de Propp fue 
la que utilizó A. Afanassiev. Este investigador del cuento 
tradicional los clasifica por el sistema más rudimentario y directo, 
por temas: 
 
• historias fantásticas, 
• historias de la vida cotidiana, 
• historias de animales 
 
Respecto a Propp, discute las posibles confusiones a que puede 
llegar este sistema: 
A primera vista nada parece más exacto. Pero en seguida, 
quiérase o no, se plantea una pregunta: ¿los cuentos de animales 
no comprenden, y a veces en muy alto grado, un elemento 
maravilloso? E inversamente: ¿los animales no representan, en los 
cuentos fantásticos, un papel muy importante?1
 
El cuento también se había estudiado desde el punto de vista 
genético sin haberlo sometido antes a una descripción 
sistematizada. Por esta razón Propp opina que la columna 
vertebral de la investigación cuentística no consiste en 
preguntarse, en primer lugar, de dónde viene un cuento, sino ¿qué 
es cuento? Su clasificación debe enfocarse con un nuevo sentido, 
el de su estructura. 
 
Para responder a esta pregunta tan compleja, debemos 
hacernos otra igualmente compleja, pero que nos ayudará un poco 
a responder la primera: ¿cuáles son las constantes del cuento? es 
decir, ¿qué elementos son las constantes de un cuento? Porque un 
cuento tiene constantes y tiene variantes. La respuesta a esta 
pregunta es que si somos capaces de encontrar los elementos que 
se repiten en los cuentos, seremos capaces de discernir su 
estructura. 
 
La estructura es algo concreto y tangible; mientras no exista un 
estudio morfológico de los cuentos, no podrá hacerse un estudio 
histórico, simbólico o de su génesis, ni tampoco podrán realizarse 
comparaciones. Sin comparaciones, no es posible ver las 
relaciones básicas de los cuentos entre sí: 
 
Sin comparaciones ¿cómo podremos imaginar la forma de poner en 
claro, por ejemplo, las relaciones indio-egipcias o las relaciones de la 
fábula griega con la fábula india, etc? Si no sabemos comparar un 
 
1 Vladimir Propp, Morfología del cuento, Barcelona, 1997, Fundamentos, p. 
67. 
cuento con otro, ¿cómo estudiar los vínculos del cuento con la 
religión, o comparar el cuento y el mito?2
 
Es por eso necesario un estudio de la estructura de un cuento, 
es decir, la descomposición en sus partes, para analizarlo desde 
cualquier punto de vista. 
 
En el caso de Auliya, se trata de una historia escrita en México, 
en la época actual, que posee estructuras que funcionan como las 
del cuento tradicional, lo cual no es tan común como podría 
parecer, principalmente dentro de la Literatura Mexicana dirigida 
a los niños y los adolescentes. Resultaría entonces interesante 
averiguar qué elementos posee Auliya de la cultural árabe, o del 
cuento tradicional europeo así como de la propia cultura 
mexicana, que ya de por sí posee un sincretismo que incluso 
atañe a la historia personal del autor. 
 
Sin embargo, es imposible observar esta riqueza sin hurgar en 
la estructura de Auliya, sin conocer cada una de sus partes, que 
nos darán elementos de estudio muy interesantes que se 
relacionarían con el estudio de nuestra cultura, de la Antropología 
Social o de la Historia. 
 
En todos los cuentos, la constante es que hay acciones idénticas 
realizadas por personajes distintos; a estas acciones Propp las 
llama “funciones de los personajes”; de ahí que se puede estudiar 
el cuento en relación con las acciones que en él ocurren. 
 
 
2 Op. cit p. 22. 
Lo fundamental es saber qué hacen los personajes; el cómo y el 
quién son cuestiones accesorias. La razón de este paradigma la 
explica Propp cuando dice: 
Ello se debe a una doble cualidad de los cuentos: por una parte 
su sorprendente variedad, su riqueza de detalles y de coloridos; 
por otra, su no menos sorprendente uniformidad, su frecuente 
repetibilidad.3
 
En ningún caso la definición toma en cuenta al personaje que 
realiza la acción, y, dentro del estudio, esta acción se presenta 
bajo la forma de un sustantivo: prohibición, interrogación, huida, 
etc. 
La acción no puede quedar definida fuera de lugar en el 
desarrollo del relato; es decir la acción funciona de determinada 
forma si la realiza un personaje protagonista o antagonista, si 
dentro del relato sirve para salvar una situación difícil, etc. 
 
Así cuando Iván se desposa con la hija del rey, dista de ser lo 
mismo que cuando un padre se desposa con una viuda, madre de 
dos hijos.4 p. 29 
 
Así, actos iguales o semejantes pueden tener un significado 
distinto en el contexto general. 
 
Empecemos por definir los elementos que será necesario 
encontrar dentro del relato: 
 
 
3 Op. cit.. p. 29. 
4 Op. cit., p. 29. 
1. Función es la acción de un personaje definida por su alcance 
significativo en el relato; esto es, la acción más su función 
contextualizada en el cuento. 
 
2. Los elementos constantes del cuento están constituidos por 
las funciones de los personajes, independientemente de su 
identidad o su forma de obrar. 
 
3. El número de funciones conocidas de los cuentos es 
limitado. 
 
Designamos con la letra A a la función que se encuentra en 
primer lugar, y con la letra B a la que le sigue. De este modo 
podemosclasificar los cuentos como de un mismo tipo, de 
acuerdo con sus funciones; después clasificaremos sus 
variantes, que constituyen subtipos. 
 
4. Todos los cuentos fantásticos tienen una estructura del 
mismo tipo. 
 
Vale decir que todas las funciones de los cuentos fantásticos se 
repiten y tienen otras variaciones, es decir, subtipos. 
 
LAS FUNCIONES DE LOS PERSONAJES 
 
A continuación presentaré las funciones de los personajes, 
mediante de una tabla, tal como las postula Vladimir Propp en su 
Morfología del cuento. 
El cuento generalmente inicia con una situación que se 
representa con el símbolo convencional i. 
 
FUNCIÓN DEFINICIÓN SÍMBOLO 
I Un miembro de la familia se aleja 
de la casa 
Ausencia a 
II Se impone una prohibición al 
héroe 
Prohibición p 
III Se transgrede la prohibición Transgresión t 
IV El antagonista intenta obtener 
información 
Interrogación o 
demanda 
d 
V Al antagonista se le proporcionan 
informes sobre su víctima 
Información o noticia n 
VI El antagonista intenta apoderarse 
de su víctima a través del engaño 
Engaño e 
VII La víctima cae en el engaño y 
ayuda de manera involuntaria a 
su enemigo 
Complicidad 
involuntaria 
c 
VIII El antagonista genera un daño a 
algún familiar. 
Daño X 
VIII Algo hace falta a uno de los 
miembros de la familia, o 
desea tener algo 
Carencia x 
IX Se anuncia la falta, se hace al 
héroe una petición, un ruego o 
una orden. Se le envía a una 
misión o lo dejan partir 
Mediación, momento 
de enlace 
Y 
X El héroe-buscador acepta la 
misión o elige intervenir 
Decisión del héroe W 
XI El héroe se va de su casa Partida ↑ 
XII Se pone a prueba al héroe a 
través de un interrogatorio o un 
ataque a modo de preparación 
Primera función del 
donante 
D 
para recibir un auxiliar mágico 
XIII El héroe reacciona a las acciones 
del donante 
Reacción del héroe H 
XIV El héroe obtiene el auxiliar 
mágico 
Transmisión, 
obtención del 
auxiliar mágico 
Z 
XV El héroe es trasladado, guiado o 
llevado hacia donde está lo que 
busca 
Translado de un 
reino a otro 
R 
XVI El héroe se enfrenta en una 
lucha con el antagonista 
Lucha l 
XVII El héroe recibe una marca Marca, señal M 
XVIII El héroe vence al antagonista Victoria V 
XIX La carencia, daño o falta de la 
situación inicial es reparada 
Eliminación o 
reparación del daño 
E 
XX El héroe regresa a su casa Regreso 
XXI El héroe sufre una persecución 
o acoso 
Persecución P 
XXII El héroe logra escapar de la 
persecución 
Salvación S 
XXIII El héroe regresa a su casa de 
incógnito 
Llegada de incógnito o 
XXIV Un falso héroe se presenta y 
proclama pretensiones 
infundadas 
Impostura del falso 
héroe 
F 
XXV Se propone al héroe una tarea 
difícil 
Tarea difícil T 
XXVI El héroe cumple la tarea Cumplimiento C 
XXVI El héroe es identificado Identificación I 
XXVIII El falso héroe o antagonista es Descubrimiento Ds 
descubierto 
XXIX El héroe toma una nueva 
apariencia 
Transfiguración Tr 
XXX El antagonista recibe su castigo Castigo Ca 
XXXI El héroe se casa y regresa al 
trono 
Nupcias N 
 
Éstas son las formas básicas del cuento que presenta Propp en 
su texto. La letra representa la acción, pero existe una 
subclasificación numérica que indica el cómo se realiza la acción; 
por ejemplo: 
M El héroe tiene o recibe una marca 
M1 El héroe recibe una marca corporal 
M2 El héroe recibe un objeto, un anillo, una prenda, etc. 
Cada acción de la novela Auliya se representará mediante la 
letra, el número que corresponde a la manera en que es realizada 
la acción, una pequeña descripción de la acción dentro del texto y 
la correspondiente cita textual. Cabe aclarar que ningún esquema 
alcanza para captar la riqueza de la obra literaria. Este análisis 
procura ser lo más cercano posible al modelo estructuralista; sin 
embargo, algunas formas y categorías varían o no son 
exactamente las que menciona Propp. 
 
1. EL ESQUELETO DE AULIYA 
 
i Situación inicial. Presentación de los miembros de la familia, 
Auliya, su madre, Leila y su padre Yuscha. 
Con los párpados cosidos por el cansancio, metió la cabeza bajo 
la manta. Desde allí escuchó la voz agria de su padre: 
—Auliya, es hora. Levántate. 
En la casa el aire olía a té de yerbabuena y a pan. La única luz 
era una leve llama roja que iluminaba el rostro de Leila, madre de 
Auliya.1
M1 La heroína tiene una marca. (La marca le es aplicada sobre 
le cuerpo.) 
Auliya recibe una marca de nacimiento, es coja: 
Leila tardó ocho meses en levantarse. Cuando por fin se pudo 
hacer cargo de la casa y de su hija, se dio cuenta de algo que los 
demás ya sabían: la niña estaba mal de la pierna.2
x5 Carencia. (Formas racionalizadas: falta de dinero, medios de 
vida etc.) En la aldea de Auliya eran todos muy pobres y habían 
olvidado las buenas enseñanzas de sus antepasados. 
Habían olvidado cómo viajar de un oasis a otro, cómo orientarse 
en la arena, el manejo de la daga y la lanza. El velo azul, casi 
negro, el litham, que durante siglos había sido usado por sus 
 
1 Verónica Murguía, Auliya, México, Era, 2005, p. 11. 
2 Op. cit., p. 13. 
antepasados para cubrir sus rostros de las miradas, era ahora un 
trapo sucio que les cubría el cráneo para protegerlos de la 
insolación mientras regaban amorosamente sus pobres 
sembradíos.3
x1 (El héroe es soltero y va en busca de una novia.) 
A consecuencia de su cojera, Auliya no consigue marido. 
Yuscha trató de arreglar el matrimonio de su hija con el pastor de 
alguna tribu. A pesar de que se esforzó durante meses, ninguna 
familia se mostró dispuesta. Como se decía desde el día de su 
nacimiento, ¿de qué servía a nadie una mujer coja? 
 Yuscha se resignó rabiosamente. A menudo decía que ni aun 
cuando tuvieran una buena dote que ofrecer la podrían casar. Y era 
verdad. 
 Ella lo sabía; su padre sólo repetía lo que ella se decía a todas 
horas. 
—Nunca me casaré —murmuraba amargamente al ver que los 
muchachos de la tribu la ignoraban.4
X6 Daño. (El antagonista causa un daño corporal.) Un día llega a 
la aldea un forastero muy malherido. 
Cuando la aparición se acercó, se dieron cuenta de que era un 
hombre desfallecido sobre el lomo de una animal de patas largas y 
cabeza majestuosa: el primer caballo que veían en sus vidas (…) 
 
3 Op. cit., p. 19. 
4 Op. cit., p. 21. 
Era un hombre joven, de tez cetrina y nariz aguileña. Su piel estaba 
tapizada de ampollas. Las moscas cubrían sus ojos abiertos. El 
turbante, desecho, le colgaba del cuello. Un delicado tatuaje le 
adornaba la frente; diez aros de oro le rodeaban las muñecas. El 
albornoz que lo cubría era de lana fina, pero los bordes estaban 
quemados. Sus manos aferraban la brida y costó mucho conseguir 
que la soltara. Tenía la lengua negra e hinchada como la de un 
pájaro. Un hombro herido asomaba por un desgarrón de la túnica. 
La sangre oscura y maloliente manchó durante varios días las 
manos de quienes lo cargaron.5
 En este fragmento se introduce una nueva historia al modo de 
las novelas de aventuras. La llegada de un extranjero a la pequeña 
aldea de Auliya alterará la vida de todos los miembros de la tribu, 
pero sobre todo la de la heroína. Sin anticipar demasiado, esta 
situación es extremadamente importante para la historia de 
Auliya. La llegada del forastero se presenta como un misterio, pero 
la vida de aquel extraño impregnará a Auliya de sueños 
inconcebibles y alucinaciones extrañas que la llevarán a tomar 
una decisión difícil y a emprender la más increíble de las 
aventuras. 
 
 
5 Op. cit., p. 23. 
1.1 LA HISTORIA DE ABÚ-AL-JAKUM 
i Situación inicial. Abú-al-Jakum 
El forastero se llamaba Abú-al-Jakum y había nacido en 
Samarra, La que alegra a quienla ve, la opulenta ciudad circular 
fundada por al-Motasim (… ) Hijo único de un próspero comerciante 
en aves exóticas de pluma o voz preciosas, su niñez, solitaria, pues 
era el único varón, transcurrió entre los perfumes de sándalo y 
mirra.6
 
p2 (Forma inversa de la prohibición, orden o invitación.) El padre 
de Abú-al-Jakum, Alí-Jocha, le ruega que comience a trabajar en 
el negocio familiar. 
—Ye, al-Jakum, ahora deberás comenzar a trabajar conmigo.7
t Trasgresión. 
Al otro día, al-Jakum no se presentó en el zoco. 
 No hizo nada que no fuera pasar las mañanas que antes 
empleaba en acudir a la mezquita, encerrado en la penumbra fresca 
de su alcoba, leyendo un libro verde que llevaba con él a todas 
partes.8
— ¿Cómo es el mar, padre? —preguntó ansioso el muchacho. 
 
6 Op. cit., p. 28. 
7 Op. cit., p. 28. 
8 Op. cit., p. 32. 
— ¡Ye! Yo sólo soy un comerciante y me faltan palabras para 
describirlo. Busca en tus libros las palabras de algún poeta, hijo 
mío. Yo sólo sé que, de mis viajes, es el recuerdo más preciado. 
Ojalá que cuando llegue mi hora, pueda recordarlo como lo vi la 
primera vez.9
Y3 (Se permite al héroe abandonar la casa.) El padre permite al 
héroe buscador abandonar la casa. La iniciativa surge por parte 
del héroe y el padre da su bendición. 
—¡Ye! Mulai, pues con tu venia y si Alá lo permite, el próximo 
verano me pondré en camino. Gracias padre. Dame tu bendición. 
El viejo rió. Un canario amarillo, con las alas recortadas, le 
picoteaba la barba. puso la mano grande y surcada de arrugas 
sobre los negros rizos de la joven cabeza que se inclinaba ante él.10
Z1 (El objeto se transmite de forma directa, como regalo.) El 
donante regala al héroe un caballo y un guía. 
Xº (Decisión del héroe.) El héroe toma la decisión de emprender 
su aventura. 
A los dieciséis años, deseoso de aventuras y con la cabeza llena 
de historias, al-Jakum se unió a la caravana que debía cruzar el 
Corazón Ardiente, el centro del desierto de Ameyá, y llegar al 
mar.11
 
9 Op. cit., p. 35. 
10 Op. cit., p. 35. 
11 Op. cit., p. 38. 
 
X6 (Daño.) Al-Jakum recibe un daño corporal mientras hace 
una guardia nocturna. 
Al-Jakum sintió el miedo de su montura y despertó del hechizo 
con un escalofrío que lo hizo temblar. 
Jadeante, vio un resplandor escarlata que apareció cerca de 
ellos: una niebla roja, espesa, que se condensó. Eran tres demonios 
semejantes a hombres corpulentos devorados por la lepra, de piel 
escamosa y lívida. En sus hinchados rostros de cadáver, en los que 
faltaban narices y labios, sus ojos brillaban como brasas. Una 
peste a carroña inundó la noche. 
Iban montados sobre hienas grandes como caballos y parecían 
flotar sobre una nube de fuego (…) Abú-al-Jakum trató de huir, pero 
estaba paralizado. 
—Djinns… —se escuchó decir en un susurro—. Alá se apiade de 
mí. 
Su boca se llenó de polvo amargo. Un viento sobrenatural, 
cargado de voces fantasmales, le agitaba el pelo y encendía 
chispas en su manto. Las hienas se multiplicaron. Sus ladridos 
como carcajadas lo ensordecieron. 
Abú-al-Jakum dio un alarido: la garra ardiente de un demonio le 
había alcanzado un hombro. La lana de su albornoz y su piel 
crepitaron al abrirse. Aparecieron cinco largas heridas de las que 
manó sangre negra y humeante. 
El dolor lo venció. Al-Jakum perdió el conocimiento. 12
 
Como podemos constatar, la historia del forastero es trunca y 
termina con la vida del mismo, pero en la función del daño que 
recibe Al-Jakum, se desencadena la intriga del cuento, de manera 
que, a partir del daño, las vidas de los dos héroes se unen. 
Solamente uno de ellos queda vivo: Auliya. Sin embargo, 
Abú-al-Jakum forma parte de la historia como un fantasma de 
sueños que ayuda a Auliya en sus momentos más desesperados, 
de manera que no podemos decir que el personaje desaparece; 
solamente se difumina. Dos vidas separadas, dos cuentos 
distintos se unen en una sola historia, como todos los ríos que 
van a dar al mar. 
p2 (Prohibición.) En este caso se trata de una orden. Yuscha 
ordena a su hija que se retire del cuarto donde se encuentra el 
forastero. 
Yuscha se dirigió entonces a su hija en voz baja y amenazadora: 
—Auliya, regresa a la casa, llena el cántaro y ayuda a tu madre 
con la ordeña. 
 
 
12 Op. cit., p. 41. 
t (Trasgresión.) 
La joven negó lentamente con la cabeza (…) Auliya, trémula y 
nerviosa por haber desobedecido a su padre, extendió su manta a 
los pies de la yacija de al-Jakum y se acostó.13
8 (Función de enlace, sueño.) 
En el sueño, Auliya y al-Jakum caminaban por la arena tomados 
de la mano. Él la apretaba con firmeza, y ella sentía con claridad la 
presión de sus largos dedos (…) 
La voz del mar les llenó los oídos. 
Auliya y al-Jakum se arrodillaron en la espuma y bebieron la sal 
de las olas. Caminaron mar adentro hasta que el agua les llegó a la 
cintura. Al-Jakum la abrazó. Auliya fue asaltada por una felicidad 
total que la hizo tomar una conciencia casi dolorosa de su cuerpo 
(…) 
—¡Ye! He aquí el final de todos los caminos, la frontera de todas 
las tierras. Es aquí donde debíamos llegar. Es el vasto reino de los 
peces, el país de los marineros, el lugar de los barcos, las perlas y 
los albatros. Míralo. Todos los ríos del mundo corren hasta aquí, al 
mar: su padre.14
A través del sueño se da el enlace entre Abú-al-Jakum y Auliya; 
de esta forma, Auliya obtiene información fundamental acerca del 
mar y, al mismo tiempo, éste se convierte en su deseo. 
 
13 Op. cit., p. 45. 
14 Op. cit., p. 45. 
D3 (Tercera función del donante.) Auliya promete a al-Jakum 
que lo acompañará durante el resto de su viaje, pero al-Jakum ya 
está moribundo. 
—Mulai, mi señor, cuando hayas sanado y vayas al mar, déjame 
ir contigo. Soy coja pero fuerte y puedo cargar nuestras bolsas de 
sal y pan. Caminaremos junto al río y tal vez al llegar allá 
encuentres a tus amigos (…) Entonces él le dijo al oído: [8 (Función 
de enlace.) Advertencia.] 
Todos los ríos van al mar, pero en el desierto sus caminos son 
secretos, subterráneos. Te pueden perseguir los demonios, como a 
mí, si no conoces las rutas ni las constelaciones. Puedes morir. No 
quiero que mueras.15
n1 (Nupcias.) Al-Jakum toma como esposa a Auliya y le da sus 
brazaletes de oro como dote. Hay que señalar que el acuerdo entre 
los dos personajes se da de manera personal y que sólo al final del 
cuento se reivindicará su unión. Con esta función se sellará un 
pacto entre los dos personajes. 
Toma mis brazaletes, Auliya, pues me has cuidado como una 
esposa.16
M La heroína recibe una marca. 
La soltó y con manos trémulas se quitó los brazaletes. Se los 
ofreció con una mano mientras con la otra le apretaba el brazo. 
 
15 Op. cit., p. 47. 
16 Op. cit., pp. 54-55. 
n1 (Nupcias) —Serán tu dote. No me sueltes, ya no tengo sed.17
x1 (Carencia.) al-Jakum muere. 
La vida de al-Jakum se apagaba, respiraba con dificultad y los 
labios se le pusieron azules. 
Ella lo acunó y le sostuvo la cabeza hasta que al-Jakum dejó de 
respirar. Esa mirada ya no vería el mar. La muchacha besó la boca 
fría del cadáver, le acarició las mejillas, la cicatriz del hombro y los 
pies (…) “Ay de mí, ay de mí”, pensaba. “Ojalá yo también me 
hubiera muerto. ¿Qué voy a hacer con este dolor que no me deja 
comer ni dormir?”18
H3 En las tardes, en lugar de ir al río, se sentaba cerca de la 
tumba de al-Jakum y tocaba su darbuka hasta que las cigarras 
comenzaban a cantar.19
8 (Función de enlace.) Sueño profético. 
Una noche tuvo otro sueño: estaba en el mar, flotando sobre las 
aguas, abrazada de un ave extraña, con un gran buchey plumaje 
pardo y aceitoso. El ave no le demostraba ningún temor. Sin 
graznar, sólo mirándola, le hizo saber que ella era dueña del mar y 
sus criaturas. Debajo, en la oscura transparencia, Auliya vio las 
formas de peces gigantescos, de animales que parecían flores.20
 
17 Op. cit., p. 55. 
18 Op. cit., p. 56. 
19 Op. cit., p. 56. 
20 Op. cit., p. 59. 
Este sueño profético es el enlace entre la función H3 y la R3; es 
decir, es una de las premoniciones en que se prepara a Auliya 
para recibir los objetos y cualidades mágicas, entre ellas el ave 
que le servirá de guía. 
Z5 (Obtención del objeto mágico de manera casual.) Un medio 
mágico o una virtud o poder cae en las manos de Auliya, casi sin 
que ella lo note. 
Esa mañana, cuando conducía a los animales a pastar entre 
manchas de luz dorada y sombras, Auliya tomó entre sus manos la 
cabeza de la cabra más vieja y más terca; clavó la vista en uno de 
sus ojos anaranjados y con un escalofrío le dijo en voz baja: 
“¡Detente!” La cabra se detuvo y bajó la cabeza. Entonces Auliya se 
arrodilló y le dijo: “¡Camina!” La cabra se reunió con el resto del 
diminuto rebaño. 
El aprendizaje había comenzado. 21
 
Es conveniente aclarar que a partir de este momento la 
capacidad de Auliya, que consiste en que los animales la 
obedezcan, será la forma de obtener la ayuda de los auxiliares 
mágicos, los cuales son todas son criaturas del desierto. 
D8. (Prueba: Un ser hostil trata de destruir al héroe.) 
 
21 Op. cit., p. 59. 
Una mañana, mientras pensaba en Samarra, descubrió cerca de 
su pie a un escorpión emperador, temible habitante de las dunas… 
El aguijón se levantaba al final de la cola, listo para atacar, letal 
como una cimitarra. Auliya dejó que la fuerza blanca que tenía en el 
corazón desde la muerte de al-Jakum le llenara las palmas de las 
manos. El esfuerzo fue tal, que le cubrió el rostro de sudor, le erizó 
la piel y su nariz comenzó a sangrar. Sintió frío, allí. bajo el sol del 
Desierto de Ameyá. Alargó la mano temblorosa y levantó al 
escorpión por las tenazas, dejando libre el aguijón. Entonces dijo 
con lentitud pensando que si su magia no funcionaba, moriría: 
—¡Ye! Al-a-krab, alacrán, no me mates. (24) 61 
H9 (El héroe domina al ser hostil.) Auliya logra dominar, con 
palabras, al escorpión y, en consecuencia, el animal no la daña. 
Pasaron unos minutos, y por fin comprendió. Su voz lo había 
apaciguado. 
Lo acarició, viendo a su alrededor con ojos ardientes. 
El mundo era nuevo. 
El escorpión regresó muchas veces, Ella le puso un nombre: 
Bassra, como el puerto donde se embarcaba Sinbad. Se acostumbró 
a sentir el cuerpo áspero de Bassra sobre su piel, a acariciar el 
aguijón erizado de púas delgadísimas (…) 63 
Su amistad con el escorpión era algo que tenía que ver con lo que 
pasaba dentro de ella desde la muerte de Abú-al-Jakum, un secreto 
que le permitía sonreír a pesar del dolor. (25) 63. 
D7 (El héroe hace una petición al donante.) Auliya le ordena a un 
milano que baje para que la acompañe. 
—¡Ven, pájaro, ven, baja del cielo y acompáñame! 
H2 (El donante no responde al saludo o petición.) Auliya ofrece 
un pedazo de pan al milano, pero éste no comprende el lenguaje 
de Auliya y no acepta el regalo. 
—Ven, acércate (…) Zahareño, nacido en los riscos, ¿quieres pan? 
El milano graznó en respuesta. Plegó las alas. Volvió a graznar y 
miró a la joven. Pasaron algunos minutos: la muchacha y el ave se 
miraron. El pan cayó al suelo. (27) 64 
Z Negativo (La transmisión no ocurre.) Auliya no puede recibir el 
favor ni la gracia del milano porque aún no comprende el lenguaje 
de los animales. 
… Auliya comprendió que el milagro de que los animales la 
entendieran no se cumpliría si ella no los entendía a ellos. (28) 64 
8 (Función de enlace entre la función preparatoria para recibir 
el objeto mágico y la obtención del mismo.) Auliya se enferma, al 
parecer por haber bebido leche echada a perder. Abú-al-Jakum le 
hace a Auliya una petición durante el delirio producido por la 
fiebre. 
Sucedió que Auliya bebió leche echada a perder. 
Lo primero que sintió fueron las náuseas. Luego llegaron el dolor, 
los vómitos y el calor que le llenaba el cuerpo, que calentaba el aire 
que exhalaba y los fríos repentinos que le erizaban el vello de los 
brazos y la nuca. Leila la acostó en su yacija y la obligó a beber té 
con sal y miel. 
Se hundió en sueños en los que Bassra recorría el suelo de la 
casa de sus padres. Su pie izquierdo latía dolorosamente. 
 “Bassra, mi escorpión me picó”, gemía Auliya en el delirio, 
mientras sus padres dormían. Abú-al-Jakum apareció en la puerta, 
montado en su caballo (…) Él se inclinó, tomó una de sus manos y 
la besó con labios fríos. 
El dolor desapareció. La muchacha trató de incorporarse, 
seguirlo, pero al-Ja-kum levantó la mano en un gesto de despedida 
y dijo: 
D3 (Un moribundo hace una petición al héroe.) al-Jakum hace 
una petición a Auliya). 
—Escucha, ye, Auliya. Olvida tus palabras y escucha.22
H3 (El héroe concede la petición al moribundo.) Auliya concede la 
petición a al-Jakum. 
Z9 (Un animal se pone a disposición del héroe.) Auliya recibe de 
las cigarras el aprendizaje noctámbulo de leer los astros en el 
 
22 Op. cit., p. 60. 
cielo, asimismo recibe el nombre de “maga”, un nombre con el que 
será reconocida a lo largo de la historia. 
Salió con paso lento de su casa. Recogió de entre los arbustos 
una cigarra. Sintió el peso levísimo del insecto, sus patas 
puntiagudas y duras. Se la acercó al oído. Con la mente vacía de 
palabras, pudo entender el canto del insecto: 
—Tezzeg Ulli, la dueña del oeste. Canta tú también, muchacha, 
que sabe escuchar. Aprende las lenguas de los seres del mundo, 
ésa es la magia. Escucha nuestras voces, maga, y las de aquellas 
que habitan la noche.23
Con la cigarra en la mano, regresó a su yacija. Esa noche supo 
cuáles eran los nombres de las estrellas que se movían en el alto 
sueño sobre su aldea. Cuando despertó, la cigarra ya no estaba. La 
fiebre había desaparecido. 
“Maga” la había llamado la cigarra. Ahora tenía un nombre para 
la fuerza luminosa que la llenaba. Magia. Como en los cuentos de 
Abú-al-Jakum. Y ella, Auliya, la coja, era la maga. 
Su cuerpo era el instrumento para el entendimiento. Los ritos 
exigían que observara; que estudiara hasta fundirse con los 
animales, a quienes daba órdenes. 
El milano le enseñó los nombres de los vientos, los ritos para 
aplacar el terral, evitar que en su furia arranque la carne de los 
 
23 Op. cit., p. 61. 
miembros y hagan polvo los huesos. Memorizó el canto para alejar 
al simún y al casimir.24
Y7 (Se provoca un exilio.) El mandatario, es decir, el padre, 
destierra a Auliya, no sin antes hacerla pasar por una dolorosa 
prueba ritual que la daña físicamente. Esta función es muy 
importante, ya que desembocará en la decisión de la heroína de 
salir finalmente de su aldea. 
—Quieta, Auliya —dijo Yuscha. Alí-Ben-Direme metió la mano en 
uno de sus recipientes y colocó un montoncito de ceniza ardiente 
sobre el pecho izquierdo de Auliya. Ésta gritó de dolor. 
Se encontró con el escorpión en la mano, rodeada de pastores que 
la miraban con horror. 
Su padre aplastó a Bassra con la piedra que tenía en la mano. 
—Mujer, te lo dije. ¡Está poseída por el espíritu del forastero, de 
ese demonio que murió entre nosotros como un perro y la contaminó 
con su maldad! !Debemos desterrarla! (32) 71. 
Wº (Decisión del héroe.) La heroína decide marcharse de la 
aldea. 
Al anochecer había tomado una decisión: no pediría perdón, ni 
prometería cambiar. Iba a recoger sus cosas y dejar la aldea. 
Tal vez sobreviviría, llegaría al mar. (33) 72.24 Op. cit., p. 63. 
R3 Traslado de un reino a otro. (El héroe es guiado hacia su 
meta) Auliya obtiene la ayuda de otro auxiliar mágico, el milano, 
que se convertirá en su guía y compañero de viaje. 
Leila, sorprendida, escuchó un sonoro batir de alas, Un milano 
gigantesco se posó a unos metros. 
—Madre —dijo Auliya—, éste es al-Jumark, el Indomable, mi 
guía. (34) 73 
d2 Interrogatorio o demanda (Forma invertida.) Auliya pregunta 
al milano dónde se encuentra el mar. 
—Dime, Indomable. ¿Viste el mar? (35) 75. 
En este caso el interrogatorio no lo hace el antagonista, pues 
aún no se ha presentado como tal. La pregunta dirigida al auxiliar 
mágico tiene como objeto obtener información acerca del preciado 
bien que Auliya busca; este bien es el mar. 
Z neg. (La transmisión no ocurre.) El milano responde 
negativamente, pero le habla de Jauasi y aparece un doble ojo, el 
cual podría suponerse da informes al antagonista sobre su 
víctima. 
—No he visto tal cosa —graznó el milano—. He volado siguiendo 
el río, pero sólo vi arena y arbustos. No lejos de aquí hay una 
acacia. (36) 75. 
8 (Función de enlace.) Se insinúa que tal vez el chacal es un 
dobleojo o un espía de los djinns quien, de alguna manera, le 
informa al antagonista sobre su víctima. Aunque esto no podría 
afirmarse de manera definitiva, porque el cuento no lo dice 
explícitamente a través de un diálogo o interrogatorio, es cierto 
que se vislumbra esa posibilidad. Lo que sí es posible deducir es 
que la presencia del chacal representa el poder maligno del djinn, 
pues en el único otro momento en que se menciona a un chacal es 
cuando Auliya se encuentra presa en el Palacio Azabache. 
Debajo de ella dormía un chacal. (37) 75. 
d2 (Interrogatorio invertido por parte del donante.) “El indomable” 
pregunta; la razón es que aparentemente el milano es una 
criatura salvaje y hermética, de modo que es necesario 
preguntarle varias veces, y no solamente eso, sino también invertir 
el interrogatorio para obtener la información necesaria acerca de 
los objetos mágicos; en este caso, el objeto mágico es un 
personaje, llamado Jauasi. 
He buscado el oasis de Jauasi, “el que no bebe”. Allí abrevan los 
leones en paz junto a los guamos, la hiena y el conejo, pero nunca 
lo he visto.25
Z9 (Obtención de otro auxiliar mágico, un animal se pone a 
disposición del héroe.) Auliya recibe el aviso de otro personaje 
auxiliar que le ofrece el milano. 
 
25 Op. cit., p. 63. 
Varias noches pasaron y Auliya volvió a preguntarle al milano 
quién era Jauasi. Sin contestar, al-Jurmark alzó el vuelo. Al poco 
rato la joven escuchó un doble aleteo y frente a ella, sobre una roca, 
aparecieron al-Jurmark y un pajarito azul de enorme cresta negra. 
(39) 77. 
d2 (Demanda en forma invertida.) 
—¿Eres Hud-Hud? ¿Aquel que guió a lo pájaros al monte Elburz, 
a ver al Simurg, el rey de las aves, en su nido hecho de pilares de 
ébano, sándalo y aloe? 
—Alí-Ben-Direme, el sembrador de lluvia de mi aldea, nos enseñó 
que está prohibido cazarlo porque en su pico hay una marca en la 
que se lee Bismilah, “en nombre de Dios”. 
—Al Saalaam. Es verdad. Puedes leer el nombre de Dios en mi 
pico. 
—He venido a hablarte de Jauasi, maga. (40) 77 
d2 (Demanda.) Auliya vuelve a preguntar por el sitio en que se 
encuentra Jauasi. 
¿Dónde puedo encontrarlo? ¿Aceptará guiarme al mar? 
Z Neg. 
No lo busques. Si debe ocurrir, él te encontrará. ¡Bismilah! 
Las pequeñas garras se abrieron y la abubilla voló, perdiéndose 
en la oscuridad. (41) 78. 
8 (Función de enlace.) Advertencia. Esta función anuncia los 
trágicos eventos que sucederán a continuación. Se trata, pues, de 
una advertencia que no puede considerarse un elemento; 
simplemente es una función de enlace que nos previene de los 
acontecimientos de las próximas funciones. 
Recordó Achedjar: las casas protegidas por el peso del cielo, por 
los riscos. Anhelaba acercarse a las lejanas montañas, para 
guarecerse en sus faldas, pero las voces le advirtieron que aún 
faltaba mucho para llegar. Eran voces de los camelleros, de los 
guías, de las mujeres que montaban y desmontaban las tiendas en 
el tiempo que duraba una canción. Sus tatarabuelos le advertían: 
“Ten cuidado…” (42) 79. 
D8 (Un ser hostil intenta acabar con la vida del héroe.) Se trata 
de otro escorpión, sólo que en esta ocasión los poderes mágicos no 
funcionan frente a la nueva situación, porque Auliya olvida lo que 
debe hacer y muy sutilmente los poderes malignos del desierto 
comienzan a vivificarse haciendo a Auliya cada vez más débil e 
impotente. 
Avanzó con las tenazas en alto, adelantando el aguijón sobre su 
lomo. Auliya retrocedió y el escorpión, acercándose al pie desnudo, 
trató de picarla. (43) 80. 
H8 (El héroe revierte el ataque a su favor.) Auliya se defiende del 
ataque del escorpión. 
El arácnido avanzó un poco más. Auliya no pudo recordar lo que 
debía hacer y lo aplastó con el cayado. Estuvo largo rato con el 
animal muerto sobre la palma de la mano viéndolo confundida.26
Z Neg. 
No recordó las palabras de poder que debía repetir mientras lo 
dibujaba. Temblorosa, lo marcó como pudo, pero olvidó las plumas, 
los pedazos de piel y las oraciones.27
X6 (Daño.) (El héroe recibe un daño corporal.) El medio ambiente 
se convierte en antagonista, pues ataca a la protagonista de forma 
salvaje y ella empieza a olvidar la magia de los antiguos rituales y 
el poder que le daban, quedando desnuda e indefensa ante su 
intangible oponente. Corazón Ardiente (el desierto), bajo el hechizo 
del sol, la envejece y seca provocando el olvido. 
El desierto hablaba con su voz colosal y poco a poco la fue 
enmudeciendo. 
“Soy una maga”, se decía, aturdida, despegando con trabajo los 
labios de los dientes, pero las palabras parecían no tener sentido. 
Como en sueños, se internaba en el Corazón Ardiente, con el 
paso lento de una anciana. Dentro de su pecho, el corazón envejecía 
y se apagaban los deseos. 
Prisionera del desierto, torturada por el sol, al final del día se 
tambaleaba, apoyándose en el cayado, ebria de cansancio.28
 
26 Op. cit., p. 64. 
27 Op. cit., p. 64. 
Si tomáramos la hipótesis de la presencia del chacal como un 
dobleojo, entonces Auliya sí se encuentra luchando contra el 
verdadero antagonista de la historia; el poder devastador de este 
último ha estado vigilándola y actuando sobre ella. La autora no 
aclara esta situación, de manera que existe otra interpretación 
sobre el punto. En este momento podría pensarse que se trata de 
una lucha entre la heroína y el entorno natural que la rodea, el 
cual es demasiado inclemente y hostil. 
P6 (El perseguidor intenta destruir al héroe.) Ciertas serpientes 
perseguidoras intentan matar a la heroína. 
Escuchó un áspero sonido que la sobresaltó. Abrió los ojos y vio 
que estaba rodeada de pardas serpientes que se deslizaban como 
ríos, que hablaban con voces siseantes parecidas al ruido que hace 
la brasa cuando el agua se extingue. 
La muchacha sintió que su corazón se detenía. Hizo acopio de 
fuerzas. Jadeante, farfulló quién sabe qué cosas. Las serpientes no 
se detuvieron. Levantó su callado, que destelló levemente.29
S9 Salvación. (El héroe escapa de la muerte.) Auliya escapa a 
al-Jurmark quien desciende de los cielos para salvarla. 
Entonces, al-Jurmark cayó del cielo como un meteoro. Convertido 
en un torbellino de plumas y garras. Dispersó a las serpientes, que 
 
28 Op. cit., p. 65. 
29 Op. cit., p. 66. 
se enroscaron y retorcieron. Mató a cuatro; sus cuerpos quedaron 
en la arena como eses oscuras.30
D2 Primera función del donante. Después de su intervención, el 
donanteintenta comunicarse, pero Auliya no responde. Ella se da 
cuenta de que ha perdido la capacidad para entender el lenguaje 
del milano; el pacto se rompe y el ave deja de ser auxiliar mágico 
para convertirse sencillamente en un ser del desierto. 
Auliya lloró escasas lágrimas de sus ojos quemados, con la 
cabeza entre las manos. El milano miraba fijamente.31
H2 (El héroe no responde a la señal.) Auliya ya no reacciona ante 
la mirada del milano. 
La muchacha bajó la vista: ya no podía sostener esa mirada de 
oro, ni imitar el movimiento de sus alas con los brazos. Hacía 
semanas que había dejado de danzar con él. Eran, de nuevo, una 
muchacha y un gran pájaro zahareño, indomable. Nada más.32
Z (Negativo). Auliya abandona a al-Jurmark y a la vez se hace 
abandonar por el auxiliar mágico y se prepara para morir. 
Dejó atrás a al-Jurmark, se alejó mientras dormía. Volvió la 
cabeza para verlo, decenas de veces, con el corazón oprimido, hasta 
que la figura del milano se disolvió en la oscuridad. 
 
30 Op. cit., p. 66. 
31 Op. cit., p. 71. 
32 Op. cit., p. 72. 
Ahora estaba segura, moriría sola. Tal vez en unos días 
al-Jurmark vería desde lo alto su cuerpo sobre la arena. 
En su morral sólo había sal y miel. Ya sólo le quedaba esperar.33
8 (Función de enlace.) La aparición casual de pequeños ratones 
del desierto, llamados jerbos, a los pies de Auliya, es el enlace 
entre las funciones P5 y S6. Los jerbos son el instrumento 
mediante el cual al-Jakum salva a Auliya de ser devorada 
definitivamente por el desierto. 
En la arena a sus pies, como por encanto, aparecieron. Surgieron 
como los brotes de las plantas después de la lluvia, minúsculos y 
veloces, los jerbos. Del tamaño de un ratón y largas orejas, sus 
patas posteriores eran desproporcionadamente largas. También 
larga era lo cola, rematada en la punta por un mechón de pelos 
blancos y negros, como la de los leones tallados en piedra que 
había visto en sueños. Se movían al impulsarse con sus colas.34
8 (Función de enlace.) Profecía. Leila, sin saberlo, sueña con la 
transformación de su hija en arena del desierto. 
Mientras en Achedjar, Leila se revolvía en su yacija, bañada en 
sudor. Soñaba que veía a su hija, inmóvil como una estatua, 
tendida en la arena. Los miembros de la muchacha, delgados como 
espigas, estaban cubiertas por un fino sudario de piedra. Leila 
besaba el rostro consumido, los labios hinchados, las mejillas 
 
33 Op. cit., p. 73. 
34 Op. cit., pp. 88-89. 
hundidas, y trataba de sacudir el frágil cuerpo, pero pesaba como 
una estatua esculpida en roca.35
P5 Persecución (El perseguidor intenta devorar al héroe.) 
Corazón Ardiente devora a Auliya convirtiéndola en parte suya. 
Auliya se torna en polvo del desierto. 
—El sol me devoró —sollozaba—, el Corazón ardiente será mi 
tumba y moriré sola, sin mi madre, lejos de Achedjar (…) La 
muchacha soñaba, adentrándose en su muerte. En el sueño sentía 
cómo la piel se le encogía y adelgazaba, como una hoja de palmera 
sobre una brasa. Sus ojos y su lengua se secaron. Su carne, ahora 
mineral perdía volumen. Los líquidos de su cuerpo se evaporaron.36
S6 Salvación. (El héroe escapa de la muerte transformándose.) 
Con el polvo rojo que representa su corazón, Auliya es 
transformada en una masa de arena, por el espíritu de 
Abú-al-Jakum que va formando con sus manos el cuerpo de un 
nuevo ser igual a los pequeños jerbos que habían aparecido antes 
a los pies de la heroína. De este modo, Auliya escapa de su 
temible adversario. 
Abú-al-Jakum lloraba y su llanto humedeció el polvo. Auliya 
estaba en esa pasta que los dedos de al-Jakum moldeaban con 
cuidado. Él formaba las orejas, patas, ojos. Bajo su tacto la arena 
 
35 Op. cit., p. 90. 
36 Op. cit., p. 90. 
se convirtió en un pequeño cuerpo dentro del cual fluían lágrimas 
convertidas en sangre. 
Cuando Auliya despertó dentro de la arena, supo que habría de 
temer al fenec y la mirada fría de las serpientes. Que su hogar eran 
los túneles, su alimento y bebida, las amargas raíces que sólo los 
jerbos conocen… 
El jerbo que era Auliya cavó su agujero y soñó que había sido 
una muchacha que quería ir al mar.37
 
37 Op. cit., p. 92. 
1.2 INTRODUCCIÓN DEL CUENTO DE AULIYA CONVERTIDA EN JERBO 
8 (Función de enlace.) Auliya convertida en jerbo sueña con un 
hombre de piel cetrina, no le teme y siente que existe una especie 
de premonición en todos sus sueños. Sin embargo, no debemos 
olvidar que Auliya ya no es una muchacha; la adquisición o no de 
sus auxiliares mágicos está, más que en su voluntad, en su 
instinto de supervivencia. Esto, de cualquier modo, no cambia el 
hecho de que ella sigue siendo la heroína de la historia. 
Soñó que estaba en una casa, una madriguera de los hombres, y 
que no tenía miedo. Había un joven allí, con un tatuaje azul en la 
frente, que la tomaba en sus manos y le daba a comer dátiles 
dulcísimos y semillas de mijo. Le acariciaba las orejas con un índice 
moreno y delgado.38
Esta función es el enlace entre la función siguiente x5 y E1, 
pues gracias a que Auliya no tiene miedo a los hombres, puede 
dar provisiones a la tribu de jerbos y, en consecuencia, éstos 
pueden seguir su camino. 
x5 (Carencia.) El invierno de ese año provoca que las 
provisiones de los jerbos escaseen; para no morir, es necesario 
hacer un viaje. 
 
38 Op. cit., pp. 94-95. 
Sucedió que ese invierno fue el más frío de muchos años. La capa 
de escarcha que cubrió las plantas mató a la mayoría y la comida 
escaseó. Tres crías murieron. 
Los jerbos estaban hambrientos y temerosos: habían llegado a 
los límites del territorio conocido y tenían miedo de aventurarse más 
hacia el Este.39
8 (Función de enlace.) Lo único que sigue perteneciendo a la 
Auliya humana son sus sueños, en los que se encuentra con 
al-Jakum sin saberlo. 
Sus sueños le daban ánimos. Auliya despertaba con el recuerdo 
de las palabras y el calor de la piel del joven del tatuaje. 
Él conocía muchas canciones e historias. Le dijo que debían 
atravesar la cordillera, que algo bueno les esperaba del otro lado. 
Le advirtió sobre la llegada de la temporada de tormentas. Pronto 
llegaría el simún, la veloz nube de arena que cubre todo. Había que 
seguir viajando.40
D1(Primera función del donante.) Auliya trata de convencer a 
los jerbos de que aventuren su camino hacia el Este, pero la tribu 
la desconoce; no confían en ella, debido a su tamaño mucho 
mayor que el de los demás, y su pata coja. 
Pero la tribu se negaba a escucharla.41
 
39 Op. cit., p. 96. 
40 Op. cit., p. 96. 
41 Op. cit., p. 96. 
P5 (Persecución.) Una serpiente que ronda los alrededores 
acecha a los jerbos. El miedo a este nuevo peligro provoca que la 
tribu prefiera no moverse de su sitio. 
Una noche, a lo lejos, vieron una serpiente, deslizándose como un 
viento mortífero. Alcanzaron a ver sus escamas doradas y sus ojos 
sin párpados. Eso los decidió: no se moverían de allí aunque 
murieran de hambre. No hay peor muerte para una rata de las 
arenas que ser devorada viva por las serpientes.42
8 (Punción de enlace.) En sueños, Abú-al-Jakum cuenta una 
historia a la heroína, la cual ella transmitirá a los demás jerbos. 
 
1.3 HISTORIA DE SOLTANA-EL-AGMAR (Cuento insertado) 
i (Situación inicial.) Presentación del héroe y los miembros de su 
familia. 
Hace muchos años, en el Erg, el Mar de Arena, vivía una tribu de 
jerbos. Eran jerbos muy pequeños, pues había pocas raíces, y 
temerosos, pues una gran serpiente los rondaba.43
p5. (Persecución.) En este caso, por la introducción del cuento 
en la historia, la autora es breve,pues casi todos los elementos se 
presentarán de manera compacta en la situación inicial. Una 
 
42 Op. cit., p. 96. 
43 Op. cit., p. 97. 
serpiente acecha a una tribu de jerbos; uno de sus miembros es 
Soltana-el-Agmar. 
X14 Daño. (El antagonista comente un crimen.) La serpiente 
comete un crimen: mata a dos de los hijos de Soltana-el-Agmar. 
Soltana-el-Agmar había visto cómo esa serpiente devoraba a dos 
de sus hijos y le temía, pero estaba cansado de dormir siempre con 
miedo a los ojos amarillos y sanguinarios de la víbora.44
Y4 Mediación. (Se anuncia una desdicha.) Si la prole de la 
serpiente se logra, se comerá a todos los jerbos. 
“Cuando salgan del cascarón serán seis. Tendrán hambre y nos 
cazarán y ya no quedará un sólo jerbo”.45
W (Decisión del héroe.) 
Entonces, con un valor mucho más grande que su cuerpo, saltó 
encima de los anillos escamosos de la serpiente, robó uno de los 
huevos y lo enterró en la arena. Luego corrió a su agujero y durmió 
hasta que llegó la noche…. 
Soltana-el-Agmar, resistiendo la repugnancia, royó un extremo 
hasta que del huevo manó un líquido viscosa y ácido. La pequeña 
serpiente que había dentro murió.46
p5 (Persecución.) El perseguidor ataca al héroe. 
 
44 Op. cit., p. 97. 
45 Op. cit., p. 97. 
46 Op. cit., p. 97. 
Hicieron acopio de valor: salieron a la luz del sol. Empavorecidos 
y medio ciegos, brincaban por todos lados (…) El jerbo supo que si 
sus miradas se encontraban, estaría perdido, pues las serpientes 
inmovilizan a sus víctimas con la crueldad de sus ojos, así que 
retrocedió chillando. La serpiente se lanzó como una flecha tras 
él.47
S2 (Salvación.) Soltana-el-Agmar y los jerbos se ponen ellos 
mismos como obstáculos en el camino del perseguidor. 
… pero encontró decenas de jerbos que se cruzaban en su 
camino, que la esquivaban y le mordían la punta de la cola… 
La serpiente se quedó sola, vulnerable y cansada. El milano bajó 
del cielo, la aprisionó en sus garras y se la llevó. 
Esa noche, los jerbos agujerearon los otros huevos con sus 
dientes y la prole de la Larga murió sin haber nacido.48
Fin de la historia del jerbo Soltana-el-Agmar. (Continuación de 
la historia de Auliya como jerbo.) 
Recordaron que Auliya era un jerbo diferente…49
R2 Traslado. (El héroe viaja por tierra o por agua.) 
Los jerbos marcharon durante semanas por el vasto territorio 
ondulante del erg, sin perder una sola cría.50
E1 (Reparación de la carencia inicial de los jerbos.) 
 
47 Op. cit., p. 98. 
48 Op. cit., p. 98. 
49 Op. cit., p. 99. 
50 Op. cit., p. 99. 
La astucia de Auliya crecía conforme pasaba el tiempo; cuando 
encontraron otra caravana le ordenó a la tribu esperar hasta que 
los hombres estuvieran dormidos. Los ratones escucharon a los 
beduinos tocar la flauta, los vieron escupir tabaco en los hocicos de 
los camellos, que movían colas incansables para espantarse las 
moscas (…) Entonces los jerbos, aprovechando que los hombres 
habían entrado a las tiendas para dormir, se colocaron 
silenciosamente hasta los fardos que guardaban el forraje y se 
hartaron de granos de mijo. 
Los jerbos fortalecidos, con las panzas llenas de mijo y pelaje 
brillante, seguían a su guía.51
D1(El donante pone al héroe a prueba.) El jerbo Auliya y su tribu 
se encuentran frente a frente con un milano, a quien temen por 
ser su enemigo natural. Con un breve encuentro de miradas, el 
ave feroz reconoce a Auliya, la mujer, y con un suave movimiento 
del pico acaricia la cabeza de la heroína, la saluda y deja ir en paz 
a los demás jerbos sin causarles ningún daño. 
Un amanecer descubrieron a un milano dormido sobre una roca. 
El milano abrió los ojos y los jerbos se detuvieron paralizados. 
Auliya, temblorosa, se le acercó atraída sin remedio por la mirada 
del ave. Estuvieron mirándose un largo rato al borde del abismo y 
 
51 Op. cit., p. 100. 
en el corazón del jerbo no hubo miedo, sólo una especie de 
nostalgia.52
H2 (El héroe responde al saludo favorablemente.) Auliya 
responde al saludo del milano. 
“Es el indomable. Sin saber cómo, adivinó su nombre.” 
—Soy yo, Indomable —chilló en la lengua de los jerbos. El milano 
abrió las alas. El jerbo esperó a ser devorado, inmóvil. 
Z9 (Un animal se pone a disposición del héroe.) 
El milano se le acercó, la tocó levemente con el pico y levantó el 
vuelo. 
Desde ese momento la confianza de los jerbos en Auliya fue 
absoluta.53
8 (Función de enlace entre la función anterior Z9 y la S9 en que 
ocurre la salvación y los jerbos y Auliya llegan al oasis.) Auliya 
contagia con sus sueños a los jerbos; la decisión de buscar un 
sitio cada vez mejor se hace más fuerte, junto con el deseo de 
continuar adelante con el viaje. 
No se arredraron: algunos de ellos hasta comenzaron a soñar con 
las visiones que los esperaban en la cima, otros con una tierra 
donde no temerían a las serpientes ni a los zorros, una tierra que 
 
52 Op. cit., p. 102. 
53 Op. cit., p. 102. 
aguardaba al otro lado de la montaña. Las primeras horas de la 
noche las ocupaban en relatarse sus sueños.54
8 (Función de enlace.) Auliya hace el llamado a los jerbos de que 
ya están cerca de un oasis. 
—¡Escúchenme, jerbos! ¡He ahí el oasis prometido, donde 
descansaremos hasta que lleguen las lluvias y donde nacerán las 
crías! 55
P6 Persecución (El perseguidor intenta matar al héroe.) El frío 
produce un efecto mágico en los jerbos, crea una visión; la cima 
de la montaña de pronto se convierte en un lugar apacible y feliz, 
todo la que hasta ese momento habían necesitado. La sensación 
de bienestar provoca que los jerbos se paralicen. 
Atravesaron las nubes. Las ratas del desierto se sintieron como 
pájaros, empapados en la niebla que no les permitía verse unos a 
otros, creyendo que si se esforzaban más, pronto podrían tocar la 
cara pálida de la luna. 
Llegaron a la cima. La encontraron despejada y cubierta de hielo. 
Se sintieron felices allí, suspendidos sobre las nubes. 
Pero los jerbos, hechizados, no se movieron. Aquellos que habían 
soñado con el oasis quisieron dormir para llegar esa misma 
noche.56
 
54 Op. cit., p. 102. 
55 Op. cit., p. 103. 
56 Op. cit., p. 103. 
R2 (Traslado por tierra.) Auliya, en este caso, provoca que 
reaccionen, llamándolos a cada uno por sus nombres. Los jerbos 
se reconocen entre sí y se dan cuenta de que el frío ha devorado 
partes de sus cuerpos. 
… Auliya llamó por su nombre a todos y cada uno y les dijo que 
si se dormían se convertirían en nieve sin vida y los azotó con su 
larga cola, hasta que los jerbos despertaron de su hechizo y, 
agotados, iniciaron el descenso. 
Se enroscaron sobre sí mismos y rodaron por la ladera 
hundiéndose en una nube helada. 
S9 (Salvación.) 
Se vieron unos a otros así, sin orejas, sin un trozo de cola, y se 
despabilaron (…) 
Así, después de cinco noches, los jerbos se encontraron en las 
laderas de la montaña. 
Al salir, quedaron aturdidos, pues a unos metros, en el aire 
luminoso, vieron lo que su gran cansancio les había impedido 
adivinar: el oasis.57
E9 Z9 (Varios personajes se ponen a disposición del héroe y el 
daño principal es reparado.) Auliya llega al eco de su búsqueda 
primordial: el oasis, que tiene agua, pero no es el mar. El agua es 
el medio mágico que sirve para convertirla nuevamente en una 
 
57 Op. cit., pp. 103. 
muchacha maga, con el poder para comunicarse con Jauasi su 
nuevo y más importante auxiliar mágico. 
Esto lleva implícitas dos acciones: 1) la maga recupera su forma 
humana y 2) esto le permite comunicarsecon su nuevo auxiliar 
mágico. 
El agua cubrió el cuerpo del jerbo. El aire le faltaba. El agua se 
deshacía, solvente, inasible. En el pequeño cuerpo de ratón, 
despertó el corazón de la maga y el dolor fue insoportable. 
Auliya sintió cómo las patas se alargaban hasta convertirse en 
manos y pies. Abrió y cerró los dedos de sus manos crispadas, 
pues el pecho del jerbo se ampliaba para dar cabida a su corazón 
humano, demasiado grande para la breve jaula de huesos 
delgadísimos. El pelo se iba desprendiendo, como un estrecho traje 
que se deshiciera. La muchacha, encogida sobre sí misma, se irguió 
para caminar de nuevo sobre los pies.58
 
58 Op. cit., p. 105. 
1.4 FIN DEL CUENTO DE AULIYA CONVERTIDA EN JERBO 
—Soy Auliya, hija de Leila y de Yuscha, hijo de Nun. Te he 
buscado, Jauasi, y he aquí que tú me has encontrado. 
El antílope apoyó el esbelto cuello sobre el pecho de la muchacha. 
Olía a Jazmines. Una lengua ancha y húmeda acarició su rostro.59
P1 Persecución. (El perseguidor vuela detrás de héroe.) Un viento 
inclemente llamado Simún destruye toda la fauna del oasis. Esto 
provoca una nueva pérdida del recién obtenido auxiliar mágico 
(Jauasi), y el ritual para controlar los vientos no surte efecto por la 
magnitud y la fuerza con que el viento se apodera del cuerpo de 
Auliya. 
Una mañana el cielo se oscureció. Los animales se levantaron 
inquietos. El aire se llenó de rugidos, balidos y del chillar de los 
jerbos. Las aves en cambio callaron. 
La muchacha, aterrada, vio tras ellos, alto y oscuro, acercándose 
más rápido que ningún antílope, el torbellino del simún.60
x3 (Carencia de una rareza.) Auliya, con el ataque del viento, se 
ve privada de su auxiliar mágico Jauasi y de los poderes para 
controlar el viento que convoca en vano. Nada puede salvarla. 
—Soy Auliya y… —la arena le llenó la boca y la cegó. Frotándose 
los ojos, trató de gritar el nombre de Jauasi, advirtiéndole para que 
 
59 Op. cit., pp. 105-106. 
60 Op. cit., p. 108. 
huyera. Ni ella misma escuchó su voz. Tosió, escupiendo. La 
plegaria se perdió en el aullido descomunal del viento.61
S1 F (El antagonista se presenta como un falso héroe.) El djinn 
salva a Auliya del simún, para dar lugar al engaño. La apariencia 
del djinn cambia; lo que Auliya tiene ante sí es deseable y 
hermoso; no hay ningún indicio de que sea como los djinns que 
atacaron a Al-Jakum. 
Era moreno, como Auliya, pero en su piel no había una sola 
marca, cicatriz o arruga. En los ojos rasgados relucían las pupilas 
como ámbares bajo el arco perfecto de las cejas. 
—Llegaste por fin, Auliya, sayada, señora de las palabras. Ven. 
—Te he esperado desde que naciste —retumbó la voz del djinn—. 
Estás en edad de casarte. Yo seré tu esposo. ¿Acaso creíste, 
pequeña maga, que te aceptaría un pastorzuelo sin más ideas que 
una cabra? Para tu gente siempre serías mala. Majnoun, poseída. 
Por eso llegaste a mí.62
f (Desdicha preliminar.) El antagonista engaña a Auliya 
haciéndole creer que él puede curar la cojera de la protagonista. 
Además de estos medios de engaño, con promesas de poder y 
curación, el antagonista le recuerda a Auliya que, si vuelve a su 
aldea, nunca será bienvenida de nuevo; al contrario, todos la 
recordarán como la “adjoun” poseída. 
 
61 Op. cit., p. 108. 
62 Op. cit., p. 112. 
— ¿Ves lo que te ofrezco? Puedo curar tu pierna, para que bailes. 
Aprenderás las danzas de la noche y los espíritus que me siguen te 
obedecerán. Sé mi esposa, Auliya. ¿No quieres dejar de cojear?63
c (Complicidad involuntaria.) Auliya cede al ofrecimiento del 
demonio, pues se encuentra muy malherida y con mucha sed. 
—Sí. Lo que quieras, pero dame de beber o me muero —susurró 
débilmente la muchacha y se quedó dormida en los brazos del 
demonio.64
8 (Función de enlace.) Hay una señal a la cual Auliya no presta 
atención en un principio, y por esa razón cae más fácilmente en la 
trampa del djinn. La protagonista no advierte las señales de 
peligro porque está malherida y le es imposible continuar su 
camino. 
La tomó en sus brazos. Auliya, desfalleciente, apoyó su cabeza 
en el cuerpo del djinn. 
No escuchó latido alguno, No tenía corazón. ¿Cómo iba a tenerlo? 
Era un ser mágico. 
…Además, no era espantoso, como los que persiguieron a 
al-Jakum. A ésos los había visto en sueños y tenían el cuerpo 
devorado por la lepra, manos como garras, que con sólo rozar a 
al-Jakum lo habían herido de muerte.65
 
63 Op. cit., p. 115. 
64 Op. cit., p. 115. 
65 Op. cit., p. 116. 
e 2 Engaño. (El antagonista utiliza medios mágicos para engañar 
al héroe.) El antagonista alberga a Auliya en su guarida: el palacio 
Azabache, donde es persuadida por las esclavas del djinn a que 
tome un baño y beba un vino. Auliya no tiene idea de que ese vino 
tiene propiedades mágicas y que la comida también tendrá un 
efecto intoxicante. 
Apareció una mujer velada, a la usanza de la cuidad, de su 
misma estatura. Los ojos negrísimos, orlados de khol, brillaban bajo 
las cejas. Su manto era rojo y sedoso; el velo que le cubría el pelo y 
la parte inferior del rostro era amarillo, recamado de hilos de oro. 
Extendió una mano nudosa que sostenía una copa plateada 
cubierta de gemas, llena hasta los bordes de un líquido caliente y 
dulce. Auliya bebió: olía a canela, a cardamomo. El vino le quemó la 
lengua, el diente roto dejó de dolerle. Apuró la copa y ya no tuvo 
sed. El miedo abrió su garra y le soltó el corazón (…) El líquido le 
calentaba el estómago y la llenaba de confianza. Rió y el líquido 
tibio le manchó la barbilla. 
Sostenida por una mujer mayor, que le llenaba la copa una y otra 
vez, caminaron por los anchos pasillos hasta un baño en el que 
delgadas columnas flanqueaban una alberca llena hasta los bordes 
de agua caliente. Nubes de vapor perfumado se desprendían de la 
superficie. Mareada, Auliya permitió que la desnudaran. 
La sumergieron en el agua humeante y desprendieron de su piel 
la costra de sal y sudor que la cubría. Cuidadosamente frotaron sus 
heridas con ungüentos (…) Los dolores desaparecieron. Por 
momentos sintió que su cuerpo, laxo, relajado, se disolvía en el 
agua aceitosa en que estaba sumergida.66
8 (Función de enlace.) Una evidencia más de que Auliya ha 
tomado un rumbo equivocado es el método de curación que las 
esclavas del djinn utilizan para curar el tobillo enfermo de Auliya: 
…Alrededor de su tobillo enfermo ataron una cuerda de seda con 
pequeños cráneos de aves.67
Por los medios más sutiles y aparentemente placenteros, la 
protagonista se encuentra confinada, atrapada en el palacio 
Azabache sin que ella misma se percate de esta situación, pues los 
medios que utilizan las esclavas del djinn la adormecen 
profundamente. 
Vagaba por los corredores y salones, a veces en compañía de la 
mujer velada y silenciosa, que se hacía entender con señas y se 
reía. Con gestos le indicó que no debía traspasar las puertas 
marcadas con una señal roja. A la muchacha no le importó: el 
palacio era un laberinto sin fin, donde en cada habitación había 
algo maravilloso, y cuando deseaba compañía, bastaba con que 
gritara su propio nombre para que apareciera el enjambre de 
 
66 Op. cit., p. 117. 
67 Op. cit., p. 118. 
esclavas risueñas llevando bandejas rebosantes de pistaches 
azucarados en las manos.68
d1(Demanda o interrogación.) Un día se aparece el djinn e 
interroga a Auliya. 
Auliya se quedó sola, frente a él, con las manos y la boca 
manchadas de grasa. Bajó la vista, asustada. 
— ¡Ye, Auliya, no temas! ¿Acaso no te acuerdas cómo te salvé de 
la muerte, allá en el Hadramaut? —preguntó el djinn. Su voz hizo 
tintinear los vasos

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