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INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL SECRETARÍA DE INVESTIGACIÓN Y POSGRADO Centro de Investigaciones Económicas, Administrativas y Sociales Violencia colectiva y Triángulo de la Violencia: una aproximación metodológica TESIS QUE PARA OBTENER EL GRADO DE MAESTRÍA EN CIENCIAS EN METODOLOGÍA DE LA CIENCIA PRESENTA: JANETH PINEDA ARROYO DIRECTOR: DR. MIGUEL ÁNGEL VITE PÉREZ CIUDAD DE MÉXICO, ENERO 2018 2 3 4 AGRADECIMIENTOS A mi director de tesis Dr. Miguel Ángel Vite Pérez así como a mi comité tutorial, la Dra. Esperanza Lozoya Meza y el Dr. Adalberto de Hoyos Bermea, por su apoyo para poder concretar este trabajo Al Dr. José Luis Cisneros por su compromiso y motivación constante. Al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología por la beca otorgada durante la maestría y al Instituto Politécnico Nacional por el apoyo mediante la Beca de Estímulo Institucional de Formación de Investigadores (BEIFI). Así mismo, quiero agradecer a quienes fueron mis profesores durante mi estancia en la maestría, así como al personal administrativo y operativo de este centro, ya que gracias a su ayuda este trabajo pudo concluirse. A Camilo por su incondicional e inseparable compañía A mi familia, por ser un impulso constante para lograr mis metas. A Ernesto por enseñarme a no ser perfecta A la sociedad civil por demostrarme en este año, que no todo está perdido y que siempre hay algo por hacer. 5 CONTENIDO Índice de cuadros………………………………………………………………………..6 Índice de figuras…………………………………………………………………………6 Glosario……………………………………………………………………………………7 Resumen…………………………………………………………………..………………9 Abstract……………………………………………………………………………………9 Cuadro de congruencia ……………………………………..…………..……………10 Introducción…………………………………………………………….……………….11 Capítulo 1. Aproximaciones a la noción de violencia…………………..………17 1.1. Violencias visibles ………………………………………………………………22 1.2. Violencias invisibles ……………………………………………………….…….27 Capítulo 2. La Violencia Colectiva en Charles Tilly …………………………….41 2.1. Charles Tilly: antecedentes………………………………………..……………...41 2.2. Acción colectiva ……………………………………………………………….....43 2.3. Violencia colectiva……………………………………………………………….…45 2.4 El Triángulo de la violencia en Johan Galtung……………………………...69 2.4.1. Johan Vicent Galtung: antecedentes…………………………………………..69 2.4.2. Triángulo de la violencia…………………………………………………….......70 2.4.3. Entre el conflicto y la violencia……………………………………………….....76 Capítulo 3. Revisión metodológica…………………………………………………81 Conclusiones……………………………………………………………………….......97 Bibliografía………………………………...………………………………………......101 6 INDICE DE CUADROS 1. Componentes de las modalidades de Violencia Colectiva………………………61 2. Revisión Metodológica…………………………………………………...………….82 INDICE DE FIGURAS 1. Modalidades de violencia colectiva……………………….………………….……..47 2. Triangulo de la violencia…………………………………….………...……………..71 3. Violencia directa y violencia estructural…………………….……...……………....72 7 Glosario Acción colectiva: Actividad simultánea y mutua de varias personas o grupos de personas, que tiende a producir un cambio temporal o permanente en el estado de un sujeto u objeto. Causa: aquel factor o factores que elevan las probabilidades de que produzca un determinado evento. Conflicto: proceso-situación en el que dos o más seres o grupos humanos tratan activamente de frustrar sus respectivos propósitos, de impedir la satisfacción de sus intereses recíprocos. Los deseos y los intereses de los seres conscientes se oponen recíprocamente. Puede darse el conflicto en grados variables de intensidad, de gravedad y con referencia a objetos de importancia variable. Puede ser organizado o no, transitorio o permanente. Creencias: Aceptación como verdadera de alguna proposición determinada. Crea en el individuo una actitud mental que puede servir de base a la acción voluntaria. La realidad de la creencia no depende de la verdad intrínseca y objetiva de la proposición particular. Una creencia puede basarse en una evidencia cierta y efectiva o en un prejuicio, en una intuición o en apariencias engañosas. Pueden existir creencias científicas, creencias supersticiosas y creencias extravagantes. Cultura: se utiliza para designar todos los tipos de conducta socialmente adquiridos y que se transmiten con igual carácter por medio de símbolos; por ello es un nombre adecuado para todas las realizaciones características de los grupos humanos. La parte esencial de la cultura consiste, al parecer, en determinados juicios de valor en relación con las condiciones de vida. Estructura social: caracteriza la suma total de las relaciones que los miembros del grupo mantienen entre sí y con el grupo mismo. Explicación: captación de la conexión de sentido en que se incluye una acción ya comprendida de modo actual, a temor de su sentido “subjetivamente mentado”. 8 Interacción social: procesos sociales analizados desde el punto de vista de los estímulos y reacciones mutuos entre personas y grupos. Grupos sociales: Cierto número de personas entre las que se da una interacción psíquica, gracias a la cual se destacan para sí y para los demás como una entidad. Para que un grupo exista se requiere: un contacto duradero entre determinadas personas, que permita la formación de la interacción necesaria; una conciencia de semejanza o de interés común, que baste para despertar un mínimo de identificación del individuo con el grupo. Paz: aquel estado deseado en el que existe justicia social, en el que hay una mayor igualdad en la distribución del poder y los recursos, así como también, una cooperación e integración entre los seres humanos. Es la capacidad de manejar los conflictos sin la utilización de cualquier tipo violencia que ponga en riesgo la dignidad de otro ser humano. Performance: es el proceso social mediante el cual los actores, individualmente o en conjunto, exhiben para otros el significado de su situación social. Este significado puede o no ser uno con el que ellos se adhieran subjetivamente; es el significado que ellos como actores sociales, consciente o inconscientemente desean hacerle creer a otros. 9 Resumen En los estudios referentes al fenómeno de la violencia, se toman los conceptos tal y como son planteados en las teorías y de ahí son llevados al plano empírico donde se busca mirar la realidad a través de las distintas tipologías de la violencia. Sin embargo, pocas veces se hace un trabajo reflexivo desde un enfoque metodológicorespecto a los criterios bajo los cuáles fueron formulados y estructurados dichos conceptos. Dado lo anterior, el presente trabajo de investigación tiene como objetivo analizar la construcción teórica y metodológica del concepto de violencia colectiva en Charles Tilly, así como del triángulo de la violencia integrado por tres tipos de violencia: estructural, cultural y directa utilizadas por Johan Galtung, con el fin de realizar una revisión metodológica de los elementos utilizados por los autores señalados. Palabras clave: metodología, triángulo de la violencia, violencia colectiva, Johan Galtung, Charles Tilly Abstract In studies related to the phenomenon of violence, usually the concepts are taken as they are raised in theories and from there are taken to the empirical plane where it seeks to look at reality through the different typologies of violence. However, a reflexive work is rarely done from a methodological approach regarding the criteria under which these concepts were formulated and structured. Thus, the present research aims to analyze the theoretical and methodological construction of the concept of collective violence in Charles Tilly, as well as the triangle of violence composed of three types of violence: structural, cultural and direct violence used by Johan Galtung, in order to carry out a methodological review of the elements used by the authors. Keywords: methodology, triangle of violence, collective violence, Johan Gatung, Charles Tilly 10 CUADRO DE CONGRUENCIA Objetivo General Pregunta de investigación Objetivos específicos Preguntas específicas Capítulo Analizar los supuestos teóricos y metodológicos utilizados por Charles Tilly para construir su concepto de violencia colectiva, así como la violencia, estructural, cultural y directa utilizadas por Johan Galtung, con el fin de realizar una revisión metodológica de los elementos utilizados por los autores ¿Cuáles son los elementos a tomar en cuenta en la definición de violencia colectiva de Charles Tilly, así como en la violencia estructural, cultural y directa utilizadas por Johan Galtung, que permitan elaborar una revisión metodológica? Revisar cómo se han estructurado las distintas visiones sobre la violencia ¿Qué perspectivas han analizado la violencia y cómo se ha clasificado? CAPITULO 1 Aproximaciones a la noción de violencia Analizar los elementos metodológicos que utiliza Charles Tilly para definir violencia colectiva ¿A qué elementos metodológicos recurre Charles Tilly para definir la violencia colectiva? CAPITULO 2 Violencia Colectiva Analizar los elementos metodológicos que utiliza Johan Galtung para definir su triángulo de la violencia ¿A qué elementos metodológicos recurre Johan Galtung para definir su triángulo de la violencia? Apartado 2.3 Triángulo de la violencia Revisión de los elementos metodológicos en Charles Tilly y en Johan Galtung para definir la violencia colectiva y el triángulo de la violencia respectivamente ¿Qué aspectos metodológicos utilizaron Charles Tilly y Johan Galtung para definir la violencia colectiva y el triángulo de la violencia respectivamente? CAPITULO 3 Violencia Colectiva y Triángulo de la violencia: Una revisión metodológica ¿Cuáles son las principales similitudes y diferencias en la tipología de los autores? 11 “En nuestra propia época de violencia, los defensores de la lucha política no violenta necesitan toda la ayuda que se les pueda brindar” (Tilly, 2007, p. 240) “Peace appeals to the hearts; studies to the brain. Both are needed, indeed indispensable. But equally indispensable is a valid link between brain and heart.” (Galtung, 1987) Introducción Muchos estudios (no sólo de violencia) que tienen que ver con fenómenos sociales, relacionan una teoría ya establecida con trabajo empírico para generar conocimiento. Sin embargo, para el objetivo de este trabajo se considera que también se puede aportar conocimiento a partir del estudio de los fundamentos, nociones, criterios, métodos que los autores han utilizado para construir sus conceptos, que en este caso está referido a la violencia, ya que de esta manera se puede reflexionar si la manera en la que esos conceptos han sido manejados para analizar la realidad se adecuan a lo que los autores hacían referencia y hasta qué punto los conceptos o nociones pueden flexibilizarse para comprender o analizar otras acciones sociales ya que depende de quién y cómo se interprete, es decir, desde qué disciplina, desde qué perspectiva teórica y bajo qué contexto. De acuerdo, a José María Tortosa (2002) el estudio del fenómeno de la violencia debe ir más allá del simple hecho de horrorizarnos o calificarla como algo negativo, es decir, entender qué elementos existen en la violencia, qué la provoca. Si bien, se reconoce que es un fenómeno problemático (por las dificultades para reducirlo a un solo concepto pues a la fecha no existe una teoría general de la violencia) justamente esa característica es lo que hace que se pueda enriquecer la reflexión y su análisis, sin miras quizá a encontrar un consenso que englobe todos 12 los tipos de violencia, pero si con el desafío de explicarla mejor, ya que es un problema social para el que probablemente no exista una solución única y definitiva. Es por ello necesario generar propuestas que puedan abonar a su comprensión resaltando el papel que tienen los criterios y posturas teóricas y metodológicas de los autores mencionados, ya que en base a éstos se pretende establecer los elementos de análisis que puedan esclarecer algunas de las pautas necesarias para el estudio de la violencia. Cabe aclarar que este trabajo no ambiciona generar una propuesta conceptual que describa y analice todos los tipos de violencia, pues como se verá esto no es posible por el carácter multidimensional que tiene, sino simplemente se pretende abonar a su comprensión desde un punto de vista metodológico. Para lograr el objetivo mencionado, se estructura el trabajo de la siguiente manera: en el capítulo 1 se hará una revisión sobre las principales perspectivas que han abordado el tema de la violencia y se establecerá una tipología general, esto con el fin de revisar cuáles han sido las líneas de análisis más comunes entorno a este fenómeno. En el capítulo 2, se define el concepto de violencia colectiva de Charles Tilly, así como los criterios teóricos y metodológicos con los que el autor construyó dicho concepto en su libro “Violencia Colectiva”. También se definen los tres tipos de violencia que engloba el “triángulo de la violencia” de Johan Galtung, que son la violencia estructural, la violencia cultural y la violencia directa, explicitando los criterios de los que partió para formular los conceptos. En el capítulo 3, se desarrolla una revisión metodológica basada en los criterios de análisis comunes en la tipología de violencias descritas por los autores citados. Se han elegido a dos autores para mirar cómo explican la existencia de la violencia en las relaciones sociales, ya que no basta con sólo quedarse con las múltiples explicaciones y tipologías de la violencia sino también hacer un esfuerzo 13 por hallar los criterios comunes, ya que si bien pueden existir nociones que superficialmente parecieran no tener relación, una vez analizados a fondo podrían hallarse líneas en común. Se eligió concepto de violencia colectiva por considerar que su autor Charles Tilly, logró detectar en distintos casos de violencia lo que él llama mecanismos y procesos similares, que hacen que existan diferentes variaciones en la intensidad y frecuencia de sucesos violentos, pero siempre desde una perspectiva de causa- efecto. Esta generalidad que el autor encuentra, es la quese considera de suma importancia desde un plano conceptual pero también metodológico, por ello se busca analizar en todos sus elementos este concepto para hallar los supuestos bajo los cuales Tilly formuló el concepto de violencia colectiva. La noción de violencia colectiva implica una visión donde se toma en cuenta el contexto social, el momento histórico, las interacciones sociales y las estructuras, que detonan la existencia de este fenómeno. Por otro lado, se eligió el triángulo de la violencia formulado por el sociólogo noruego Johan Galtung, ya que entrelaza tres tipos de violencia estructural, cultural y directa y este punto es el que resulta interesante desde un punto de vista metodológico, es decir, cómo construyó estos conceptos y bajo qué argumentos los entrelaza, ya que uno de sus supuestos es que la violencia cultural y la estructural generan y mantienen la violencia directa. En este trabajo, se sostiene que la violencia es una acción social, ya que sólo adquiere sentido cuando se daña a otros actores sociales sea de una forma simbólica o directa, sea de una forma intencional o no, es una acción totalmente humana por lo tanto, adquiere importancia por los significados y procesos que produce y que va adquiriendo con el paso del tiempo dentro de las relaciones sociales, de tal forma que va construyendo nuevas normas y valores que los sujetos van internalizando, de ahí la relevancia que adquiere su estudio para fines 14 reflexivos y comprensivos1, lo cual en ningún sentido implicaría simplificar las explicaciones sobre la violencia. Así mismo, dado que el fenómeno aquí estudiado es multidimensional, se podría optar por usar el término violencias, ya que no existe una sola definición que abarque toda la tipología que existe sino que ésta dependerá de la situación específica que se esté revisando. Esta investigación será cualitativa y tendrá un carácter descriptivo, reflexivo y explicativo, ya que busca especificar los supuestos teóricos y metodológicos utilizados por los autores para construir sus conceptos. Se utilizarán para la descripción y análisis de los criterios comunes en los autores mencionados, algunos conceptos sociológicos de Max Weber en su libro “Economía y Sociedad” por considerar que metodológicamente son útiles para cumplir con el objetivo de esta investigación. Por ejemplo, en un sentido weberiano, se busca construir un tipo ideal de violencia a partir de lo expuesto por los dos autores, encontrando rasgos comunes en el fenómeno social de la violencia. Max Weber (1987) define un tipo ideal o puro como un instrumento metodológico que sirve para establecer y analizar las características comunes en la acción social y son “vacíos” en el sentido que pueden ser generalizables para cualquier sociedad. De la misma manera, Weber clasifica en los tipos de acción social de acuerdo a las motivaciones existentes para quien las lleva a cabo: racional con arreglo a fines, racional con arreglo a valores, la afectiva y la tradicional. La acción social, puede ser llevada a cabo por las acciones pasadas, presentes o futuras de los sujetos; dicha distinción llevada a las causas que detonan acciones violentas, podríamos encontrar en el caso de Johan Galtung la violencia cultural, aquella que genera una violencia directa y estructural que encuentra sus motivaciones en la 1 Cabe mencionar que para Weber (1987) la tarea de la sociología debía ser la de comprender la acción social 15 diferencias religiosas por ejemplo, y que culturalmente e históricamente han permeado, sin que los participantes dentro de ese tipo violencia hayan tenido alguna confrontación por motivos aparentemente actuales, es decir, se ataca al otro por tener una creencia distinta simplemente porque se acepta que tradicionalmente es así y porque existe un contexto que legitima ese tipo de violencia. Además, la clasificación sobre los tipos de acción social, también está relacionada con la idea de que estos, pueden ser hallados en la construcción de los conceptos de violencia colectiva y triángulo de la violencia de los autores a revisar. Volviendo al ejemplo utilizado en el párrafo anterior del tipo de violencia cultural usado por Johan Galtung podríamos clasificarla como una acción social tradicional y con arreglo a valores. Tradicional porque es una violencia basada en costumbres y que es validada por un grupo social; con arreglo a valores porque se considera la creencia que se defiende como única y que debe ser aceptada por los demás como una imposición a través de la violencia física. Mientras que una acción racional con arreglo a fines podemos hallarla en el caso de los rituales violentos, que es una modalidad de violencia colectiva propuesta por Charles Tilly, en la que cual un grupo de personas busca infligir daños a personas con el fin de conseguir una posición prioritaria dentro del entorno donde se encuentran. También, vale la pena resaltar la distinción entre acción racional y acción no racional que se considera un punto importante en el análisis de la violencia, es decir, si los actores sociales sean grupos o individuos involucrados, persiguen de manera consciente un fin o incluso, si son conscientes de que ejercen una acción violenta. Para ser más claros, un actor social puede estar ejerciendo violencia pero para éste no lo es en tanto es justificada dentro de su contexto como una acción natural y es sólo a través de un sujeto externo, fuera de ese contexto quien lo clasifica como violento. 16 La interpretación causal, para Weber (1987) significa que se comprende la relación entre la acción y los motivos de los sujetos, este será un punto importante para entender qué situaciones detonan las acciones violentas, ya que como se verá en el caso de Charles Tilly hace una revisión histórica sobre situaciones de violencia colectiva en los que halla una relación causal entre procesos y mecanismos que son comunes a las situaciones revisadas y en base a estos, establece una distinción sobre las modalidades de violencia colectiva que le sirven para clasificar de acuerdo a los criterios de grado de coordinación y relevancia de los daños ocasionados, ya sea a otras personas u objetos. Otro concepto que será útil a esta investigación es la de relación social, que para Weber significa que los sujetos actuaran de una forma esperada ya sea de una forma permanente o temporal y en la que incluso puede haber un pacto en el que se especifique de acuerdo a qué situaciones se actuara de determinada manera y si se actuara de acuerdo a un fin o a valores. Retomando el ejemplo de Rituales Violentos de Charles Tilly, existe una relación social entre los participantes que infligen daños en tanto, hay una coordinación entre ellos de acuerdo a cómo se actuara y a quienes se dañará, esto es, guiones de interacción. Incluso Weber especifica que una la relación social puede ser de “lucha” cuando se busca “imponer la propia voluntad contra la resistencia de la otra u otras partes” (Weber, 1987, p. 169). Es útil esta definición, que aunque no queda especificada si esta imposición se da de forma física o simbólica, la hace flexible tanto para poder comprender los tipos de violencia propuestos por los autores como para poder estructurar la propuesta metodológica que se tiene como fin. 17 Capítulo 1 Aproximaciones a la noción de violencia En este primer capítulo, se realizará una revisión sobre las principales nociones de violencia que existen, con el fin de ir estableciendo algunos criterios comunes pero también las diferencias, ya que como se verá mientras para algunos autores la violencia sólo es entendida como un acto de fuerza y con efectos físicamente visibles; para otros la violencia también puede producirse de formas no visibles yque pueden ser más devastadoras para quien o quienes la reciben, como refiere el sociólogo Johan Galtung. Como fenómeno social, la violencia ha estado presente en la historia de la humanidad y ha generado un sinfín de estudios que han intentado comprenderla y conceptualizarla. Desde la filosofía George Sorel, la interpretaba como un motor de cambio social para las clases sociales; Walter Benjamín la entendía como una forma de revertir las relaciones de explotación mientras que para Frantz Fanon la violencia significaba una forma de liberar a los hombres del poder colonial. Desde la sociología autores como: Durkheim, Parsons, Weber y Coser, también han hecho aportaciones a la reflexión sobre la violencia. Para Durkheim, es una forma de defender algo; enParsons, es una forma de persuadir a otros de realizar determinados actos; para Weber tiene un sentido instrumental ya que es un medio para obtener ciertos beneficios y también, es un elemento central en las comunidades políticas; finalmente para Coser desde su posición en la teoría estructural funcionalista, entiende que la violencia tiene funciones dentro de la sociedad ya sea instrumental, como una forma de reacción o bien, como un catalizador social. En cualquiera de estas perspectivas es claro que es un fenómeno cambiante que ha requerido un constante análisis, revisión y replanteamiento de los conceptos y teorías que existen. Pero lo que es claro es que la violencia, es meramente social ya que adquiere un significado para los sujetos y está referida hacia otros. 18 El tema de la violencia implica asumirla como un fenómeno multidimensional (Blair, 2009; Barrón 2012), de ahí que se siga considerando una tarea difícil poder englobar en una sola definición lo que toda ella significa. La violencia desde una perspectiva muy básica es entendida como toda acción que implique el uso de la fuerza para lograr un fin determinado. Sin embargo, como se verá no siempre es necesario el uso de la fuerza sino que también hay violencias más sutiles como la violencia estructural y la cultural. La violencia física o directa es con la que a menudo se ha relacionado la noción de violencia en los diversos estudios sobre el fenómeno que como se vio va desde lo individual hasta lo colectivo. Otra forma de analizarla es la propuesta microsociológica del sociólogo norteamericano Randall Collins que identifica en la violencia una ruptura de los rituales en la interacción que existe entre los sujetos cuando realizan su vida cotidiana y que son antecedidos por una tensión que puede o no, determinar una acción violenta del sujeto dependiendo de la intensidad de esa tensión y que en algunos casos, la violencia se vuelve un ritual. Desde esta perspectiva, Collins (2009) sostiene que no existen individuos violentos pero si, situaciones violentas donde los rituales adquieren una gran relevancia para traducirse en violencia, ya que para el autor, quien usa la violencia no lo hace siempre bajo cualquier situación sino que existen contextos o situaciones específicas bajo los cuales surge. Collins propone una perspectiva micro-sociológica en la que destaca a las emociones como un factor clave en las situaciones violentas, ya que la única forma de entender una situación violenta es observándola directamente. Esto lo ejemplifica a través del uso de cintas de video donde se observa una golpiza, Collins argumenta que observar a quien ejerce la violencia aporta más elementos para la comprensión de situaciones violentas, ya que en los vídeos quedan expresadas emociones como: la rabia, el odio, el medio, etc., es aquí donde se 19 puede apreciar mejor esa interacción violenta y apuesta porque analizar las grabaciones es un método para el estudio de la violencia. La apuesta microsociológica de la violencia, es entonces entenderla a partir de las emociones expresadas por los protagonistas en el momento exacto en que las situaciones violentas tienen lugar de una forma secuencial y detectar en qué momento se da esa ruptura de rituales que Collins señala, tomando en cuenta las tensiones que antecedieron esa ruptura. En observaciones de situaciones violentas Collins distingue a los protagonistas, a los que observan y a los que en apariencia no están involucrados. En base al análisis de las emociones y tensiones de estos actores se puede ir reconstruyendo la situación violenta. Así Collins asume que las emociones juegan un papel central en la interacción y que una ruptura en los rituales, desata una situación violenta. Por ello, resulta tan complejo cuando se trata de explicar, puesto que catalogar una situación o acción como violenta, dependerá de quién la señale como tal, por ejemplo, infligir daño físico hacia una persona puede no ser considerado como violencia sino como una forma más de educar a alguien y que es aceptada por un grupo social. Entonces, la dificultad surge cuando se busca comprender qué detona la violencia, qué ocasiona que una persona o un grupo de personas repentinamente se ataquen, es por esta razón que desde múltiples disciplinas se ha intentado comprender y clasificar, por lo tanto, se reconoce que se “ha llegado a descubrir su carácter multifacético y su ubicuidad en diversas escalas (micro, meso, macro o mega) y ámbitos (individuos, familias, grupos, instituciones, civilizaciones).” (Jiménez, 2012, p. 18) Reconociendo ese carácter multifacético, para Cisneros (2015) la violencia se ha clasificado de acuerdo a distintos elementos: a quién se dirige, los lugares, los motivos y cómo se ha ejercido esa violencia, que puede ser mediante procesos 20 estructurales o de confrontación directa. En tanto para Crettiez (2009) la violencia se ha analizado de acuerdo a tres formas: como forma de expresar una frustración; como forma instrumental para alcanzar ciertos objetivos y como una forma de identificarse, es decir, la violencia es también una forma de socialización para algunos grupos, mediante la cual se expresan normas y valores. Por lo tanto, la violencia como un fenómeno multifactorial (porque puede explicada a partir de factores, como el escenario social, los actores, los motivos que la generan) y multidimensional porque no puede definirse o hallarse un solo concepto de violencia que englobe todos los tipos que existen, ya que no puede tener la misma significación, interpretación, causas o impacto en distintos espacios y temporalidades y esto afecta la forma en la que se pueda asumir desde un enfoque teórico, lo que ha dado lugar más que a una teoría general de la violencia, es a una tipología de la violencia. En vista de lo anterior, un primer acercamiento tendría que ver con un carácter valorativo acerca de si la violencia es positiva o negativa, positiva cuando a través de medios violentos se logran alcanzar beneficios económicos o políticos para determinados grupos. Y negativa, cuando busca anular derechos de otros grupos o personas o denigrar su dignidad. Una perspectiva, desde un abordaje político, nos llevaría hacia el sentido ontológico de si la naturaleza humana es ser violento, es decir, hay una predisposición del ser humano a ser violento independientemente del contexto donde se desarrolle. En este sentido Thomas Hobbes (2009) sostiene que el Estado surge para garantizar la seguridad a los ciudadanos (por considerar que el estado natural de los hombres es la guerra) es decir, se deposita en el Estado las facultades para ejercer el orden, para que no se ataquen unos a otros. Entonces, cualquier comunidad política se funda a través de la violencia, pero esta procede de los individuos. Mientras que Max Weber (1987) sostiene que la violencia es una relación social entre subordinados y el Estado, quienes a través de un consenso dan legitimidad o validez a éste para poseer el monopolio legítimo de la violencia mediante un cuadro administrativopara ejercerla y que es estipulado en un ordenamiento 21 jurídico. Sin embargo, este consenso no limita la existencia de grupos que hagan uso de la violencia para alcanzar determinados objetivos y que es considerada como ilegal o ilegítima por carecer de un reconocimiento moral y jurídico de la sociedad en general. Así en Weber, la violencia es una forma más de lucha y el Estado nace con la violencia y la mantiene como un mecanismo para imponer el orden pero también para proteger sus intereses, pues no deja de ser un actor social. En los dos autores, se observa una semejanza respecto a la existencia del Estado, ya que para Hobbes éste puede castigar a los infractores pero para ello, es necesario que los hombres cedan sus derechos a través de un pacto o contrato, que relacionado con Weber es mediante un consenso en el cual se le cede al Estado el monopolio legítimo de la violencia. Tipología de la violencia De acuerdo a las distintas formas en las que se ha clasificado a la violencia, destacan aquellas donde los actores que participan y los daños ocasionados son fácilmente perceptibles y por otro lado, aquellas donde no es claro quiénes están involucrados, ni hay daños físicos pero se consideran actos violentos en la medida que laceran la dignidad humana de las personas que la padecen. La palabra violencia significa fuerza “El mismo origen etimológico tienen las palabras ‘violar’ (…) ‘violentar’ significa ejercer violencia sobre alguien para vencer su resistencia; forzarlo de cualquier manera a hacer lo que no quiere” (Velázquez, 2004, p. 27). A partir de dicha definición se puede distinguir que la violencia se pueda manifestar de distintas formas con el fin de imponer la voluntad de un sujeto sobre otro y que de forma implícita hallamos el concepto de poder de Weber, ya que esa imposición se da aun contra toda resistencia. Así, la tipología de la violencia se acompaña de la forma o la manera en que se ejerce: violencia psicológica, violencia institucional, violencia sexual, violencia económica, etc. El tipo de 22 violencia más aceptada es la física, pues en ésta el daño es visible y se puede distinguir tanto a los actores que la ejercen como los que la reciben. De la tipología anterior, los estudios del fenómeno de la violencia se han centrado en la distinción de violencias físicas y violencias invisibles y a partir de este punto se definen los elementos a distinguir en cada tipología. 1.1 Violencias visibles En este primer grupo, se encuentran aquellas violencias en la que los daños son evidentes que pueden ser autoinfligidos o dirigidos contra otra u otras personas. Así mismo, los actores implicados en esta situación violenta son identificables. Johan Galtung (1998) clasifica a la violencia a través de un triángulo conformado por: violencia estructural, violencia cultural y violencia directa. La que ejemplifica el tipo de violencia visible es la violencia directa. El autor, podría situarse en los dos tipos de violencia, tanto visibles como invisibles, pues con la violencia estructural y cultural, describe situaciones a través de las cuales considera son violentadas las personas y en las que no necesariamente hay uso de la fuerza o daños físicos. En este grupo clasificado como violencias visibles, podemos encontrar de forma general los siguientes tipos de violencia, que son clasificados de acuerdo a quién va dirigido. Violencia Autodirigida La violencia auto dirigida, es aquella que se produce cuando un individuo se hace daño así mismo, es decir, cuando el agresor y el agredido son la misma persona. Dentro de ésta se puede clasificar a la conducta suicida y las autolesiones Conducta suicida Este tipo de violencia es la acción que un individuo dirige hacia sí mismo, con el fin de provocarse la muerte. “El comportamiento suicida va desde el mero pensamiento de quitarse la vida al planeamiento, la búsqueda de medios para 23 llevarlo a cabo, el intento de matarse y la consumación del acto.” (OMS, 2002, p. 5) Autolesiones Las autolesiones, son acciones u omisiones que el individuo realiza deliberadamente en sí mismo con el fin de causarse algún daño, ya sea físico o psicológico, sin llegar a la muerte. El tipo de lesiones pueden incluir: quemaduras, cortes en la piel, rasguños, golpes e ingesta de sustancias tóxicas. Violencia Interpersonal La violencia interpersonal es aquella que se genera cuando un individuo agrede a otro de forma deliberada con el fin de causar algún daño físico y/o psicológico. Se subdivide en violencia interpersonal: familiar/pareja, hijos, pareja y personas mayores. Violencia familiar y de pareja Son agresiones causadas entre personas pertenecientes a una misma familia y/o con algún vínculo sentimental. Violencia hacia los Hijos Esta violencia va dirigida hacia los hijos, generalmente se le conoce como maltrato infantil. “La violencia contra los niños y niñas incluye el abuso y maltrato físico y mental, el abandono o el tratamiento negligente, la explotación y el abuso sexual”. (UNICEF, 2006, p.1) Violencia hacia la pareja Como su nombre lo indica este tipo de agresión se da en una pareja con algún vínculo sentimental. “La violencia en la pareja se refiere a cualquier comportamiento, dentro de una relación íntima, que cause o pueda causar daño físico, psíquico o sexual a los miembros de la relación”. (OPS, 2014, p.1) 24 Esta violencia puede implicar desde maltrato verbal, psicológico, sexual, hasta casos extremos como la muerte. Violencia hacia las personas mayores Este tipo de violencia está dirigida a hombres y mujeres que sean adultos mayores, consiste en cualquier acto u omisión que atente contra la integridad física y/o psicológica que afecte el bienestar de las personas. Violencia Comunitaria La violencia comunitaria se caracteriza porque sucede fuera del hogar (a diferencia de los tipos de violencia que vimos anteriormente), donde no existe un vínculo sentimental entre los miembros que la ejercen como de los que la reciben. Esta violencia implica el consumo de sustancias nocivas, criminalidad, agresiones interpersonales. Violencia comunitaria entre conocidos Esta violencia se da entre individuos pertenecientes a una misma comunidad y que se conocen entre sí. Violencia comunitaria entre extraños Es el tipo de violencia que surge en una misma comunidad pero no implica que el agresor y el agredido se conozcan. Violencia Colectiva El sociólogo Charles Tilly, determina que la violencia colectiva es una interacción social que: -inflige daños físicos inmediatos a personas y/u objetos (“daños” incluye la retención por la fuerza de personas u objetos pasando por encima de cualquier restricción o resistencia) –Implica por lo menos a dos autores de los daños, y -es consecuencia, al menos en parte de la coordinación entre las personas que realizan los actos que provocan los daños. (Tilly, 2007, p. 3) 25 Es importante esta definición, ya que establece a la violencia como una interacción social y no como algo externo de los sujetos y con un carácter instrumental, ya que es utilizada por grupos que buscan alcanzar determinados objetivos, que van desde el prestigio hasta el logro de igualdad de derechos civiles y que puede tener como escenarios, un mismo territorio o entre estados. También, se puede considerar como otros tipos de violencia colectiva: la violencia social, la violencia política y la violencia económica. Violencia Social Esta violencia “es la practicada por grupos grandes para favorecer intereses sociales sectoriales. Adopta diversas formas: actos delictivos (…) acciones terroristas y violencia de masas;” (Sanmartín, 2004, p.12) Violencia Política La violencia política, implica el uso de la fuerza por parte de un grupo o grupos con el fin de legitimaralgún tipo de sistema político, Honderich (citado por González) la define como “uso de la fuerza considerable, destructivo contra persona o cosas, uso de fuerza prohibido por la ley y dirigido al cambio de política, personal o sistema de gobierno, y dirigida también a cambios en la existencia de los individuos en la sociedad y quizás otras sociedades.” (González, 2002, p. 283) Entre las formas de violencia política se encuentran, la rebelión que es una reacción violenta por parte de la población civil con el fin de alcanzar fines determinados. El genocidio y el terrorismo, son formas extremas de violencia política, ya que implican el ataque directo a una cantidad considerable de personas civiles, por considerarlos diferentes culturalmente. La participación del Estado en los dos casos, puede acentuar el grado de daños ocasionados ya que “propicia la 26 descomposición de las condiciones internas (…) y estimula la ruptura ética que puede desencadenar formas extremas de violencia.” (Varela, 2004, p.25) Este tipo de violencia es un término con el que se han analizado algunas de las pugnas entre cuerpos del Estado y ciudadanos. (Ferrándiz y Feixa, 2004) Violencia económica La violencia económica, tiene un carácter instrumental ya que es dirigida por determinados grupos con el fin de obtener ganancias económicas, con el afán de lucro. Organismos internacionales también han aportado para la definición de la violencia colectiva, por ejemplo la Organización Mundial de la Salud, la define como el uso de la violencia como instrumento por parte de personas que se identifican a sí mismas como miembros de un grupo —ya sea transitorio o con una identidad más permanente— contra otro grupo o conjunto de individuos, para lograr objetivos políticos, económicos o sociales. (OMS, 2002, p. 235) La definición sobre violencia, de este organismo dista de la definición de Charles Tilly pues se limita sólo a la violencia hacia otros individuos, es decir, no implica daños materiales, ni se especifica el número de personas que participan, mientras que en la definición del autor se especifican dichos elementos. 27 1.2 Violencias Invisibles Dentro de este grupo se encuentran aquellas violencias que no se pueden percibir físicamente, sino que operan a través de procesos sociales complejos que están insertos en la cultura, facilitando su reproducción. A diferencia, de las violencias visibles, en este caso no se pueden distinguir ni a los actores que la infligen ni a los actores que la reciben, lo que dificulta su percepción. Violencia desde los sujetos Desde esta postura se intenta comprender la violencia desde los sujetos, es más subjetiva, se trata de analizar qué es lo que sucede para que pase de un estado latente a un estado manifesto. Se sostiene que la violencia modifica valores y normas en los sujetos que permiten su reproducción y a la que éstos dotan de sentido. El hecho de que se produzca la violencia es una situación que indica el estado general de las relaciones al interior de la sociedad, pasar por alto esta premisa es desplazar la mirada de otras posibles causas de esa violencia (Alzate, 2010, p. 515) La acción no sólo de los que ejercen sino de los que reciben la violencia (sea de manera directa o indirecta) tiene un fin y cobra un sentido en el momento que es compartida por varios individuos en un mismo espacio y tiempo, es decir, esta acción sólo adquiere sentido en la interacción con otros y ésta la que permite producir y reproducir la violencia. Michel Wieviorka, sociólogo francés, apuesta porque el sujeto sea el principal objeto de análisis dentro del fenómeno de la violencia Para Wieviorka es importante dar cuenta de los procesos y mecanismos por los que se conforman y pasan a la violencia sus protagonistas, ya sea de forma individual o colectiva. Dando cuenta del trabajo que produce el sujeto sobre sí mismo (Arteaga, 2013, p.41) Así pues, la violencia no es vista como algo que emerge de forma repentina sino que hay una serie de procesos que la preceden en los sujetos que la llevan a 28 cabo. Para Wieviorka, lo que antecede a la violencia es el conflicto, que él distingue como una diferencia entre los intereses de los grupos involucrados. La violencia representa una ruptura, una pérdida de oportunidades para establecer una negociación, mientras que en el conflicto aún puede existir esa posibilidad, pues los grupos buscan alcanzar sus objetivos sin hacer uso de la violencia. La violencia es la anulación de toda comunicación. Para Wieviorka (2006), el sujeto que ejerce la violencia, es un sujeto que ha perdido el sentido o la habilidad de poder expresar sus intereses en el conflicto. Por ello, es el sujeto quien debe ser estudiado en un sentido subjetivo y propone cinco tipos de sujeto: el sujeto flotante, el hipersujeto, el nosujeto, el anti-sujeto y el sujeto superviviente. El primero es aquel que sólo adquiere sentido como sujeto a través de la violencia como aquellos que no persiguen ningún beneficio, simplemente ejercen la violencia como medio y fin en si mismo; el segundo reemplaza la perdida de sentido por un sentido ideológico, por ejemplo los soldados en las guerras o grupos que hacen uso de la violencia para defender creencias religiosas o políticas; el tercero, ejerce la violencia sin comprometer su subjetividad, que tendría que ver con una razón instrumental, es decir, no importa el grado de violencia que haya que ejercer, siempre y cuando se pueda obtener lo que se quiere; el cuarto es aquel que anula la subjetividad del otro mediante la violencia y el último, es aquel que utiliza la violencia como una forma de defensa, cuando siente comprometida su existencia. A través de estos cinco tipos de sujetos, Wierviorka busca analizar y comprender la violencia. Esto marca una distinción con respecto a otros autores que interpretan la violencia como algo que es externo a los sujetos y que lo que debe estudiarse es el contexto. Esta mirada en los sujetos, obliga a quien quiera estudiar el fenómeno de la violencia a no olvidar que en algunos casos, los sujetos tienen un papel activo y consiente, ya sea porque buscan ganancias económicas o como una forma de imponer miedo a grupos antagónicos o como una manera de 29 ganar reconocimiento, es decir, el sujeto que ejerce la violencia no sólo es “víctima” de las circunstancias sino que también tiene intereses y motivaciones, que para Wieviorka es donde debe centrarse el análisis. Violencia simbólica La violencia simbólica es un término utilizado por el sociólogo francés Pierre Bourdieu para describir aquellas situaciones en las que se ejerce una coerción no física de un dominante a un dominado sin que exista un acuerdo o negociación para que esa coerción exista es sutil y es interiorizada tanto por los individuos que la ejercen como por los que la reciben es “todo poder que logra imponer significaciones e imponerlas como legítimas disimulando las relaciones de fuerza en que se funda su propia fuerza” (Bourdieu, 1977, p. 44) entendiendo que existen campos de fuerza donde se disputa el poder, buscando un balance o la imposición. Aquí vale la pena señalar el uso de la palabra poder, como un elemento central en cualquier tipo de violencia, que retomando la definición que utiliza Weber “significa la probabilidad de imponer la propia voluntad dentro de una relación social, aún contra toda resistencia y cualquiera que sea el fundamento de esa probabilidad” (Weber, 1987, p. 43). Ahora bien, para que la violencia simbólica se interiorice, Bourdieu resalta el papel del Habitus, que son disposiciones que el dominado va a adquiriendo a lo largo de su vida y que marcan cómo debe actuar o comportarse de acuerdo a la posición que ocupa en la vida social. Pero es importante destacar que aunque estaviolencia no sea explícita para los dominados, estos a través del Habitus la reproducen, ya que se mantienen en el espacio y lugar que les corresponde “que tiene que ver tanto con el conocimiento práctico del propio lugar ocupado como con el conocimiento de las posiciones relativas de los otros agentes, es decir, es un sentido práctico socialmente referido.” (Calderone, 2004, p. 3). El Habitus es también una forma de analizar y de vincular lo subjetivo y la influencia del contexto, subjetivo porque son una serie de actitudes, 30 comportamientos y pensamientos que los individuos van interiorizando a lo largo de su vida y que son reflejados de manera continua en la vida cotidiana, actuando de la forma que se espera en cada espacio social donde se desenvuelvan. No obstante, los espacios sociales son también espacios de lucha entre los individuos, es decir, las posiciones que tienen no son definitivas sino que van variando en la medida que van acumulando recursos permitiéndoles mayor movilidad. Este tipo de violencia planteado por Pierre Bourdieu marca una gran diferencia en relación a los autores anteriores, ya que mientras en los otros la violencia de la que hablan es de alguna forma visible, en el caso de Bourdieu, no es así ya que para él la violencia está presente en prácticas que una vez compartidas por medio de las interacciones sociales, se reproduce en el orden social, dando solidez a dichas prácticas, lo que va dificultando su percepción y que también la puede volver mucho más lacerante para quienes la reciben, lo que lleva a cierta “normalización” de situaciones sociales que son producto de la violencia simbólica. Sin embargo, se podría afirmar que este tipo de violencia también facilita y legitima de alguna manera la violencia física o directa, pero que no siempre se percibe esa relación sino que se miran de forma independiente. Como se verá este tipo de violencia tiene relación con la violencia estructural expresada por Johan Galtung, dentro de su propuesta de triángulo de la violencia, ya que esta funciona para legitimar determinadas prácticas que justifican el uso de la violencia en contra de otros grupos respecto a las diferencias existentes. Triángulo de la violencia Ahora bien, retomando a Johan Galtung, dentro de su tipología de triángulo de la violencia, se distingue la violencia estructural y la violencia cultural. La primera tiene que ver con los sistemas sociales que se encuentran dentro de la estructura de la sociedad y la segunda, es aquella que es justificada y legitimada desde la cultura. Siguiendo al autor “La violencia directa es un acontecimiento; la violencia estructural es un proceso con sus altos y bajos, y la violencia cultural es una 31 constante, una permanencia.” (Galtung, 2003, p.12) estos tres tipos de violencia son interdependientes. Como vimos en la clasificación anterior, la violencia directa es la más visible ya que como menciona Jiménez (2012) se puede traducir en detenciones, sanciones, homicidios, miseria, etcétera. Sin embargo, está totalmente referida a cuestiones de desigualdad y ésta es generada desde la violencia estructural y legitimada por la cultura, ya sea por diferencias raciales, étnicas o religiosas. Este punto dificulta hallar a un solo responsable o responsables de dichas violencias, ya que las mismas dinámicas del entramado social las generan y es más complejo percibirlas para quien la recibe, pues están “naturalizadas” a través del habitus. Ejemplo de ello, es la discriminación racial que es traducida en la realidad a través de las limitaciones para acceder a servicios básicos de salud y educación por el hecho de tener color de piel distinto; provocando en los afectados un resentimiento que es proyectado a través de la violencia, lo cual da pauta a los especialistas de la violencia gubernamentales de justificar mayor coacción o uso de la fuerza para controlarlos, cayendo así en un círculo generador de violencia. Es importante mencionar que para Galtung los conflictos son originados por la diferencia de intereses entre los sujetos y que por tanto, son parte de la vida social mientras que la violencia no es parte de la dinámica social y sólo demuestra el fracaso de la gestión de un conflicto. Para el autor, es de suma importancia intervenir en los conflictos antes de que se genere la violencia, es decir, evitar que una de las partes someta o imponga a la otra sus intereses a través del poder. Esto se puede lograr mediante la mediación y la transformación del conflicto por medios no violentos, ya que de no frenar la violencia, ésta se intensifica y los efectos son cada vez más devastadores tanto para los que están expuestos de forma directa como indirectamente. Otro punto importante que ha caracterizado el trabajo de Galtung, es la paz que para él es la ausencia de violencia, frente a ésta se plantea como un versus a su triángulo de la violencia, el triángulo de la paz compuesto por la paz directa, la paz 32 estructural y la paz cultural y mediante estas se evita la violencia “si ese sistema tiene enraizado una cultura de paz, se buscarán soluciones a través de medios pacíficos” (Hueso, 2000, p. 132) un sistema es entendido como cualquier sociedad. Bajo ese supuesto Galtung, construye su método Trascend, el cual busca resolver los conflictos sin violencia. Para los fines de esta investigación, será interesante revisar a fondo los supuestos de los que parte Galtung para formular el triángulo de la violencia, los cuales serán revisados en el capítulo 2 de este trabajo. Violencia estructural Para continuar con la distinción en este grupo de violencias, José María Tortosa y Daniel La Parra, retoman la tipología de la violencia estructural de Galtung y la definen como La existencia de un conflicto entre dos o más grupos de una sociedad (normalmente caracterizados en términos de género etnia, clase, nacionalidad, edad u otros) en el que el reparto, acceso o posibilidad de uso de los recursos es resuelto sistemáticamente a favor de alguna de las partes y en perjuicio de las demás, debido a los mecanismos de estratificación social. (Tortosa y La Parra, 2003, p. 57) Como se observa, este tipo de violencia se encuentra dentro de los procesos sociales y surge de una diferencia de intereses, nótese que desde esta perspectiva se habla de grupos, no de individuos, que son favorecidos. Ahora bien, para que se decida cómo y en qué medida son favorecidos unos y otros no, se requiere de un grupo que posea ese poder de decisión, que en este caso, podría ser el Estado (que incluso el mismo Estado puede ser el que se beneficie de dicho reparto), que en base a leyes otorga beneficios a ciertos grupos a costa del prejuicio de otros. Por ejemplo, la entrada de alguna industria que beneficia económicamente a sus integrantes pero que impacta en el acceso a servicios básicos a la población y que ésta puede entrar en conflicto con la industria pero es el Estado quien define la situación, en el mejor de los casos o puede optar por 33 hacer caso omiso, perpetuando la situación de desigualdad en el reparto de beneficios. Así entonces, dentro de la estructura social existen oportunidades sociales, que son aprovechadas por determinados grupos y de las que otros, son excluidos. Quizá desde este punto, se puede entender por qué los conflictos sociales han estado presentes en la historia, pues el reparto desigual de recursos genera un descontento y la pugna por lograr una igualdad que va desde la expresión de la inconformidad de forma pacífica (boicots, marchas) hasta la confrontación directa (violencia física), por ello la violencia física y la violencia estructural guardan una relación. Valdría la pena mencionar que no siempre esa desigualdad es percibida como tal, sino que ha sido tan internalizada (lo que Bourdieu llamaría Habitus)por los grupos que pueden llegar a asumirla como algo “normal” o incluso no percibirla, incluyendo los grupos que son beneficiados. Además, esta violencia, aunque no es visible, tiene repercusiones mayores en la calidad de vida de las personas, pues hay una desigualdad que afecta la integridad física y moral de las personas “la violencia estructural se refiere a la organización económico-política de la sociedad que impone condiciones de dolor físico y/o emocional” (Ferrándiz y Feixa, 2004, p. 162). De ahí que los que son desfavorecidos al utilizar la violencia directa la consideren como una forma legítima de reclamar lo que consideran son sus derechos. Para que esta violencia estructural se mantenga, deben existir sistemas (o cuadros administrativos en palabras de Weber) que lo legitimen, sean legales o políticos. Este tipo de violencia surge de la distribución desigual del poder y los recursos, es decir, forma parte de las estructuras (Galtung, 1969). Otro autor que aborda la violencia estructural es el sociólogo francés Loïc Wacquant2, quien señala que a través de la criminalización de determinados 2 Quien fue alumno y colaborador de Pierre Bourdieu 34 grupos sociales se les limita el acceso a igualdad de oportunidades, lo que genera un círculo mediante el cual la pobreza y la exclusión se mantienen. Pero dicho proceso no queda sólo anclado al sistema penal sino que requiere una “trama de relaciones múltiples que, por una parte, enlazan entre sí a esos organismos y, por la otra a una variada gama de agentes e instituciones que ocupan posiciones de poder (Wacquant, 2000, p.23). Esta trama de relaciones es la que permite que se legitimen prácticas que afectan las condiciones de vida de las personas. Este proceso queda reflejado en la revisión que hace el autor del sistema penal en Estados Unidos, en el que describe que a través de la “tolerancia cero”3 se fortalece un Estado punitivo hacia los pobres, por considerarlos como potenciales criminales, lo cual ha legitimado a los cuerpos policiales de ejercer violencia física a estos grupos aun cuando no hayan cometido delito alguno. Cabe mencionar que hacia el exterior dicha política, es manejada como una forma de brindar mayor seguridad a los ciudadanos, es decir, no se explicita que es una forma de castigo a los pobres por ser pobres y por considerarlos una especie de freno al desarrollo económico, por los apoyos sociales que se les tienen que brindar Dicha política, ha ido acompañada de la precarización del trabajo, a los pobres se les quitan los beneficios sociales con el fin de insertarlos en el trabajo laboral pero no bajo las mismas condiciones que el resto de los ciudadanos. Como sostiene Wacquant (2000) al Estado punitivo no le interesa resolver las causas que generan la pobreza sino sólo castigarla. Entonces, esta precarización también es una forma de violencia estructural, ya que no se mejoran las condiciones de vida de las personas, sino que refuerzan su situación de desigualdad que se sigue castigando y si estas personas no aprovechan las “oportunidades” de trabajo, entonces se justifica para algunos grupos su criminalización, dejando al descubierto un sistema selectivo que controla y somete a ciertos sectores impidiéndoles satisfacer necesidades básicas pero brinda oportunidades y beneficios sociales a otros. 3 Que posteriormente fue retomado por algunos países europeos y de América Latina 35 Además, habría que complementar diciendo que dicha violencia no sólo es ejercida a través del sistema penal sino que es reforzada y fomentada por los prejuicios y creencias que existen en las personas respecto a determinados grupos sociales, como en el caso de los pobres, que mediante la vida cotidiana son expresadas con la hostilidad, la discriminación, las limitaciones para participar en la vida cultural o económica, lo que puede generar en las personas excluidas conductas violentas o delictivas, por considerar que sólo de esta forma pueden acceder a los beneficios que les han sido negados, pero que por otro lado sirven para que los cuerpos policiales justifiquen el castigo y así se podría entender por qué para Johan Galtung en su triángulo de la violencia, bajo la violencia directa está la violencia estructural. También sería importante mencionar, que no sólo es que ciertos grupos queden relegados de beneficios sociales, sino que también existe un modelo que promueve la acumulación de bienes y que puede generar en los grupos excluidos conductas consideradas como delitos con el fin de acceder a ese modo de vida. Así mismo, mientras que por un lado el Estado democrático se caracteriza por la igualdad de derechos a todos los ciudadanos, también hay un sistema económico que promueve la competencia y la desigualdad económica. Sin embargo, los grupos excluidos, no necesariamente pueden percibir como un acto de violencia su situación de desigualdad, sino que la perciben como algo “normal” o como parte del destino, justamente por la existencia de dinámicas culturales que invisibilizan las causas que originan la situación desigual y que se reproducen en las interacciones sociales. Valdría la pena también reflexionar, que una vez que los grupos excluidos han optado por la violencia como una forma de alcanzar lo que les ha sido negado por el Estado, paulatinamente también la violencia se vuelve una forma de alcanzar el reconocimiento o el prestigio dentro del grupo al que pertenecen, es decir, la violencia va a adquiriendo un sentido de identidad y de forma de vida. 36 Conflicto y violencia Otro autor que sigue la misma línea del Johan Galtung, respecto comprender la violencia como un conflicto no resuelto es el sociólogo español José María Tortosa. Tortosa (2002) retoma la tipología del triángulo de la violencia de Galtung y plantea preguntas como ¿Qué actitudes culturales legitiman la violencia?, ¿A qué conflicto responde cualquier tipo de violencia? De la misma manera, para Tortosa, el conflicto es parte de la vida social. Tortosa propone una clasificación de violencia directa de acuerdo a los agentes que la ejercen y los que la reciben: individuos, grupos, Estado. Que de acuerdo a cada “combinación” se deben buscar estrategias concretas para evitar que la violencia se agudice. En este sentido, la violencia directa se convierte en una forma de imponer los intereses de unos agentes sobre otros “La agresión se produce con ocasión de la existencia de una frustración debida a que alguien le ha bloqueado el objetivo que pretendía.” (Hueso, 2000, p.137) A su vez la violencia directa, necesita tanto de la violencia cultural como de la estructural, ya que en la medida que la violencia pueda hacerse visible, funcionara como una estrategia para mantener vigentes las estructuras y las creencias que la legitiman. José María Tortosa (2001), sostiene como una de las trayectorias de la violencia a la frustración, es decir, cuando determinados grupos no se sienten satisfechos con una situación se puede desencadenar un acto violento. Valdría la pena, hacer una acotación respecto a los términos de agresión y agresividad, ya que en ocasiones suelen utilizarse como sinónimos, lo que ocasiona una mayor dificultad cuando se habla de violencia La agresividad es una actitud latente que aparece cuando un sujeto se siente amenazado; mientras que la agresión implica la manifestación de esa agresividad sobre objetos o personas. 37 Expresado lo anterior, se podría afirmar que agresividad y agresión están presentes en los seres vivos en general, mientras que la violencia es un acto específicamente social. Estado y violencia El Estado surge para proteger a los ciudadanos de otros grupos que representen una amenaza al orden establecidoo que realicen actividades que considera ilegales, lo hace a través del monopolio legítimo de la violencia para imponer orden que es ejecutado por cuerpos militares y policiales, no obstante tiene un efecto contrario El proyecto de orden ha traído a los hombres un aumento sin fin de la violencia (…) el orden persigue sobre todo la conformidad y la homogeneidad. Hay que cumplir las reglas, y el cumplimiento de las reglas debe ser controlado, y, si es necesario, conseguirlo por la fuerza (Sofsky, 1996, p.14) En este sentido, bajo el argumento de imponer orden, el Estado también produce violencia, no sólo aquella que es legítima sino ilegítima afectando a los que debe proteger de esa violencia. “La violencia es el producto residual de la fábrica del orden” (Bauman, 2005, p. 20) la violencia pone al descubierto que el proceso de civilización no ha implicado necesariamente una disminución de actos violentos entre las personas sino que se han diversificado y se han vuelto cada vez más crueles y sutiles, lo que a su vez ha hecho que se modifiquen las formas o los mecanismos mediante los cuales el Estado impone el orden e infunde el control social, aun cuando esos mecanismos impliquen la violación a derechos fundamentales, es decir, al buscar controlar actos violentos también produce violencia. Sofsky llama estatalización de la violencia a la atribución del Estado del uso de la fuerza, que como se verá en el capítulo 2, se relaciona con lo que Charles Tilly llama los especialistas en la violencia y que dentro de esta clasificación, se encuentran grupos que no pertenecen estrictamente al Estado pero que a través del uso de la violencia pueden disputar el monopolio de la violencia que tiene el Estado, no necesariamente con fines de desestabilizar el sistema político sino con 38 fines económicos u otros, pero que ponen en entredicho que el Estado sea el único que posee el ejercicio de la violencia dentro de un territorio. Para que la violencia sea posible son necesarias las armas, que pueden ser partes del cuerpo o bien, distintos objetos. Las armas buscan producir un daño físico al otro, esta transgresión del cuerpo es la máxima expresión de la violencia porque anula el respeto de la existencia del otro a su integridad física, de la dignidad humana y por tanto, “La violencia física es la demostración más intensa de poder. Afecta directamente a lo que es el centro de la existencia de la víctima: su cuerpo” (Sofsky, 1996, p. 17) La violencia pueda llevarse a cabo si existen una serie de factores que la posibilitan Xavier Crettiez, habla de una estructura de oportunidades definida como “al conjunto de las condiciones estructurales o coyunturales que estimulan y hacen posible el pasaje al acto ultraviolento (Tarrow, 1998)” (Crettiez, 2009, p. 108) La definición anterior se relaciona con los autores que hablan de la violencia estructural, se puede decir que las condiciones que producen este tipo de violencia a través de oportunidades que facilitan la violencia directa o las situaciones violentas. No obstante, hay lugares con contextos similares pero que no necesariamente en todos se produce la violencia. “Lo que puede ser válido para la comprensión de una modalidad de violencia en un entorno espacio- temporal puede no serlo en otro. Los procesos coyunturales son cambiantes e interrelacionados” (Barrón, 2012, p. 26) Crettiez aporta algunos elementos como: la lógica de grupo, una desconexión moral (que se establece como resultado de la línea divisoria de la que Tilly habla) y la supresión de inhibiciones, con ello “se deshumaniza y despersonaliza a la víctima para justificar la conducta violenta y no sentir compasión por ella, considerándola como un ser no humano o un ser humano no valioso” (Echeburúa, 2004, p. 38) 39 Además de deshumanizar al otro, para poder ejercer la violencia, la distinción entre ellos y nosotros, es fundamental en las situaciones violentas, ya que quien la ejerce considera que sus ideas o intereses son más importantes o únicos con respecto a los otros y actúa en consecuencia para imponerlos sin mediación alguna. De lo expuesto anteriormente se puede entender que la violencia Se realiza tanto como un proceso social subjetivo (representaciones, significaciones sociales) y objetivo (comportamientos, acciones), manifestó (“hechos”) y latente (cultura y estructura), donde la valoración emocional de sus efectos (visibles e invisibles) pasa a formar parte del mismo proceso. (Hernández, 2002, p. 62) La violencia entonces, es un proceso complejo que implica no sólo una manifestación para infligir daños a otros, sino que para llegar a ésta hay una serie de mecanismos insertos en las prácticas sociales por medio de las cuales se opta por la violencia como una acción que adquiere diversos significados, intenciones de acuerdo al grupo social y contexto en la que surja, es decir, mientras en determinados espacios la violencia es vista como válida para alcanzar ciertos objetivos en otros, es señalada como un acto irracional que debe ser castigado mediante ordenamientos jurídicos o legítimos. Resumiendo en este primer capítulo se han descrito las distintas formas en las que se ha tratado de interpretar a la violencia, que va desde una expresión de emociones, para manifestar frustración, hasta modos sutiles y simbólicos para ejercer el control social, que no son fácilmente perceptibles o como una forma de poder, para imponer la voluntad de unos sobre otros. Así mismo es relevante mencionar otro tipo de análisis que se denomina performativo, que interpreta a la violencia como una acción simbólica. Arteaga y Arzuaga (2017) proponen revisar cómo es interpretada la violencia desde los constructos sociales “Prestar atención a las interpretaciones socialmente construidas sobre la violencia permite ubicar (…) los referentes simbólicos con los que se piensa la propia sociedad” (Arteaga y Arzuaga, 2017, p.117). Se reconoce 40 como un esfuerzo para ir más allá de catalogar en una tipología a la violencia sino pensarla como un sentido referido hacia los otros, como un significante. En cualquier sentido es relacional, es parte de las relaciones sociales y es un hecho meramente social; también depende del tipo de actores que participan en ella, tanto como los que la ejercen como los que la reciben y de los que participan indirectamente como espectadores, dejando claro por qué la violencia es un fenómeno social dinámico que no dejará de plantear retos y oportunidades para su estudio y comprensión. 41 Capítulo 2 La Violencia Colectiva en Charles Tilly 2.1 Charles Tilly: antecedentes Charles Tilly nació el 27 de mayo 1929 en Lombard, (Illinois) Estados Unidos y murió el 29 de abril del 2008 en New York. La Universidad de Harvard y la Universidad de Columbia, fueron sus espacios de formación académica como político, sociólogo e historiador. En esta última, fue director del Centro de Estudios del Cambio Social e impartió clases de política y sociología. Fue editor adjunto de la American Sociological Review y de libros como Blackwell Publishers, Harvard University Press y Westview Press (Trimmel, s/f). Al fallecimiento de Charles Tilly el 29 de abril, el entonces presidente de la Universidad de Columbia L. C. Bollinger destacaba: “Con más de 600 artículos y 51 libros y monografías con su nombre, Charles Tilly literalmente escribió el libro sobre la dinámica contenciosa y los fundamentos etnográficos de la historia política.” (Bollinger, 2008) dejando claro con ello, lo trascendental que fueron sus aportaciones y que hoy en día sea tomado en cuenta en varias disciplinas, por lo permeable de sus contribuciones que no quedan limitadas a una sola disciplina. Incluso la American Sociological Association, tieneel premio “Charles Tilly” para reconocer aquellos trabajos que teórica y metodológicamente aporten a la comprensión de la acción colectiva. Sus colegas y alumnos, lo caracterizaban como una persona brillante y humilde, dispuestos a apoyarlos, según Auyero y Fridman (2008:64) decía: “Que las ciencias sociales avanzan gracias al esfuerzo colectivo y solidario”, evidenciando que ya no debían existir barreras entre las disciplinas sino que el constante intercambio y renovación de ideas enriquecía el conocimiento. Charles Tilly a pesar de que en sus primeros trabajos, abordó una perspectiva más apegada al análisis de datos cuantitativos, poco a poco comenzó a incorporar 42 una perspectiva mixta, en la que las interpretaciones de los sujetos de estudio, también adquirieron relevancia. Para Funes (2011) el compromiso de Tilly era develar los intereses de la gente común y las posiciones que tenían frente al poder, es decir, no se limitaba solamente a explicar lo que ocurría sino también a dar las pistas de cómo poder modificar las situaciones o las formas de interacción social. Como se menciona en el párrafo anterior, para Tilly el análisis de la interacción social de los ciudadanos respecto a los agentes de gobierno fue característico de sus investigaciones, muestra de ello es la definición que elabora respecto al conflicto político, en un artículo titulado “Conflicto Político y cambio social” de 1998 en el menciona que este ocurre cuando hay un grupo de personas que manifiesta públicamente alguna inconformidad respecto a un gobierno. Como se verá la violencia colectiva, no dista de estos elementos. Influencias teóricas. Trabajó con Sidney Tarrow, sociólogo estadounidense quien también tenía especial interés por la acción colectiva y la sociología política. Junto con otro sociólogo estadounidense Doug McAdam (quien tiene interés en el análisis de los movimientos sociales; los tres publican en el año 2001 “Dynamics of contention”, donde el ejercicio de hallar los procesos y mecanismos causales de movilizaciones sociales se vuelve central. “La propuesta investigativa invita a un análisis dinámico de la lucha política a partir del proceso social como una secuencia y combinación de mecanismos causales.” (Pinto, 2010, p. 122). Otra de las influencias teóricas que tuvo Charles Tilly para formular dichas propuestas, están Barrington Moore, sociólogo norteamericano que centró sus estudios en sistemas políticos, clase social y el poder; Tilly y Moore mostraban una inconformidad con las posturas del funcionalismo4 respecto a que consideraban que este no analizaba el cambio social, mientras que para Tilly el 4 dicha corriente mira a la sociedad a través de sistemas complejos interdependientes, donde cada sistema cumple una función para dar orden y estabilidad a la sociedad 43 estudio de los movimientos sociales debían ser centrales ya que estos demostraban que la sociedad no era estática y que el conflicto estaba presente en la vida social. 2.2 Acción Colectiva En este capítulo se realizará una descripción sobre los principales supuestos teóricos y metodológicos mediante los cuales el sociólogo norteamericano Charles Tilly formula su concepto violencia colectiva, expuesto en su obra con el mismo nombre y publicada en español en 2007. Como ya se mencionó, Charles Tilly, fue un sociólogo, politólogo e historiador norteamericano que buscaba armonizar las tres disciplinas en sus estudios; el antropólogo Adam Ashforth lo llamó “el padre fundador de la sociología del siglo XXI” por sus aportaciones al estudio de “la metodología macrosociológica y la historia comparada; el estudio de la acción colectiva y los movimientos sociales; y la apertura de una forma innovadora de mirar (y analizar) el conflicto social que él mismo bautizó focalmente como contention (o contienda política)” (Aguilar, 2009, p. 213). Como se verá, el estudio de la acción colectiva está directamente relacionado con la construcción de su concepto de violencia colectiva, así como la contienda política que es acompañado de una revisión histórica de diversos acontecimientos en los que Tilly encuentra rasgos comunes. El interés por la acción colectiva surge por la existencia de movimientos sociales que ocurrían en Estados Unidos y ponían de manifiesto que los actores involucrados no siempre actuaban por un beneficio en común, si no que los grupos podían buscar objetivos distintos y que alcanzarlos, dependería de los recursos, oportunidades y organización con los que contaran. Estos elementos, serían relevantes para Tilly e integrados a sus estudios sobre la violencia colectiva, en lo general partiendo desde un enfoque empírico. 44 Según González (2011) en la época de los 60´s existían múltiples debates acerca del origen de la violencia que para Charles Tilly parecían muy ambiguos y que parecían estigmatizarla como algo negativo o anómico en la vida social. Para Tilly, la violencia es parte de los procesos sociales y hasta cierto punto, es natural que ésta surja por los diferentes intereses que presentan los distintos actores involucrados, incluso como se revisará en su obra, la violencia colectiva es una forma de participación política y también de acción colectiva. Para Aguilar (2009) dos son los aportes de Charles Tilly a la metodología y teoría sociológica: uno que la unidad de la sociedad son las relaciones sociales y que la división entre lo que se puede denominar orden y desorden, es muy difusa. Estas aportaciones son reflejadas en la obra de Charles Tilly, ya que más allá de considerar a los gobiernos como aquellos que imponen el orden, se les considera participes de las interacciones violentas y que pueden generar el mismo desorden con el fin de legitimar acciones para alcanzar objetivos específicos y no se mira a las interacciones violentas como situaciones anómicas de la sociedad sino como procesos sociales inmanentes. En este sentido, Tilly se demarca de la teoría estructural funcionalista que considera que todo acto que afecte el buen funcionamiento del sistema social como una desviación. Según Funes (2011) los elementos que Tilly, identificaba para que una acción se calificara como colectiva debía implicar: movilización, organización, intereses y oportunidad. La oportunidad tiene que ver con los procesos que facilitan la acción; los intereses son los fines que quieren alcanzar los grupos; la movilización, a la activación de mecanismos que impulsen la acción y la organización, alude a cómo están las estructuras externas e internas de los grupos. Nuevamente se hace visible en esta construcción analítica, que las relaciones sociales están latentes y que un cambio en los procesos o que los objetivos a alcanzar sean de común interés, para que una acción sea colectiva. No hay espacio para considerar que una acción colectiva sea espontánea y desinteresada, ya que hay de por medio ganancias, que no necesariamente son materiales pero que impulsan la participación de las personas. 45 En concordancia con esta perspectiva del autor, se puede comprender por qué mantuvo el interés por estudiar la acción colectiva y de catalogar a la violencia colectiva como una de sus formas. Resaltando que las acciones colectivas no se producen de forma repentina sino que hay una serie de condicionantes culturales, de creencias que son validados por grupos que han aprendido a reaccionar de formas determinadas bajo condiciones determinadas. Tomar en cuenta los procesos sociales, era fundamental para Charles Tilly, a este enfoque lo llamó realismo relacional, es decir “la doctrina de que las transacciones, las interacciones, los lazos las conversaciones constituyen la materia central de la vida social” (Tilly, 2008, p. 7) Como se observa, con este realismo relacional,
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