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Diversidade Linguística e Democracia em Guatemala

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Diversidad Lingüística, Interculturalidad y 
Democracia 
 
 
 
Michael Richards y Julia Richards 
 
 
 
 
 
Ponencia presentada en la Conferencia sobre 
 
Desarrollo y Democratización 
 
Universidad del Valle de Guatemala 
 
26 al 28 de marzo de 1998 
 
 
 
 
Guatemala es un país con tremenda diversidad lingüística, categorizado con 21 idiomas 
mayas, el garífuna, el xinka, el castellano— con la pluralidad de hablantes en el país— más 
otros idiomas de origen europeo, como el inglés, el alemán, el francés, etc., y de otros 
idiomas de origen asiático, como el cantonés, el mandarín, y el coreano. Dentro de este 
marco de mosaico lingüístico, la diversidad es un factor reconocido por todos. La 
multiculturalidad también es hecho histórico en Guatemala, y hoy en día, el término 
‘interculturalidad’ está empleándose como manera de cementar las relaciones interétnicas 
para alcanzar las metas de democratización señaladas en los Acuerdos de Paz. Antes de 
enfocar sobre la conectividad de estos tres temas de diversidad lingüística, interculturalidad 
y democracia es preciso señalar algunos aspectos históricos y lingüísticos del país que son 
relevantes esta ponencia. 
 
La distribución étnico/lingüístico de Guatemala dentro del marco de espacio y territorio no 
ha cambiado tremendamente durante los últimos cien años. Por cierto, si existen zonas que 
atestiguan excepción a esta generalidad, por ejemplo, la zona del Ixcán y gran parte del 
Petén, en donde a partir de los años 60 se ha visto cambios en las delimitaciones 
idiomáticas. Entre paréntesis, señalamos la relevancia de recordar los movimientos 
colonizadores de los años 60, luego un movimiento insurgente naciente en esas zonas, y 
después las respuestas de un estado militarizado de lanzar campañas contrainsurgentes que 
causaron enormes desplazamientos de personas, esto aparte de las decenas de miles de 
personas muertas. En toda la historia de la humanidad, las fronteras étnico/ lingüísticas 
suelen ser particularmente afectados por conflictos armados. 
 
 
(MAPA DE LOS IDIOMAS INDIGENAS AQUI) 
 
Fuera de estas áreas específicas, donde más ha habido cambios en el panorama lingüístico 
del país ha ocurrido dentro de los mismos límites territoriales étnicos/ lingüísticos 
existentes. Lo que queremos decir es que los mayores cambios se ven en el comportamiento 
lingüístico de los propios habitantes quienes residen en zonas en donde se habla idiomas 
indígenas. El proceso de tendencia hacia un bilingüismo amplio de idioma maya-castellano 
es un hecho observable, y en muchas partes del país ha desarrollado a tal extremo que el 
cambio en el marco lingüístico ha conllevado la significancia de pérdida total en el uso de 
un idioma indígena, para ser suplantado por el castellano— un efecto de castellanización, 
en parte impulsado por diseño, pero en parte efectuado por otros factores de comercio, 
religión, entre otros. Decir que estos factores emanen de la metrópoli hacia las esferas 
rurales en forma inexorable y unidireccional es simplificar demasiado procesos que tienen 
fundamentos mucho más complejos. Sin embargo, visto desde perspectivas demográficas y 
espaciales, de hecho si podemos hablar de esferas cosmopolitas que impulsan el proceso 
lingüístico de castellanización hacia las zonas de la periferia rural e indígena. 
 
En el trasfondo histórico del bilingüismo, antes de la llegada de españoles, ciertos 
miembros de la élite Maya sin duda manejaban más de una lengua, probablemente variantes 
toltecas y después nahuas, aparte de sus idiomas nativos mayas. Cuando llegaron los 
españoles y erigieran las estructuras socio-políticas de la colonia, miembros de la élite de 
las sociedades mayas subyugados aprendieron algo de castellano. En algunos casos 
notables los mismos españoles aprendieron a hablar idiomas mayas; cabe mencionar los 
casos de algunos frailes católicos quienes encodificaron el kaqchikel, k’iche’, y el q’eqchi’ 
en forma escrita utilizando el alfabeto romano. 
 
Con el proceso de mestizaje, o más bien, la creación de ese nuevo estrato social llamado 
'ladino', se propició un fenómeno de bilingüismo entre los ladinos itinerantes para fines 
mercantiles y para movilizar estacionalmente vastas cantidades de mano de obra para 
trabajar las industrias agroexportadores de primero, cacao y zarsparilla, luego añil, y 
después de la independencia de España— en la época Liberal— el café. Algunos ladinos 
residentes en comunidades indígenas aprendieron a hablar el idioma de la región. Cabe 
mencionar aquí el caso de la Verapaz, en donde ladinos (y después alemanes) residentes 
aprendieron a hablar el q'eqchi', idioma que en ese contexto regional tiene igual o superior 
nivel de instrumentalidad, y goza de un nivel de prestigio similar al castellano. 
 
La direccionalidad del fenómeno de bilingüismo en Guatemala siempre ha sido más uno de 
miembros de la población maya aprendiendo a hablar el castellano, que castellano-
hablantes quienes aprenden un idioma maya. Sin embargo, durante la época colonial y la 
época temprana republicana, en términos demográficos, el número de indígenas quienes 
aprendieron el castellano era mínimo. A pesar de que el castellano funcionaba como el 
idioma de poder y miembros de las castas subordinadas querían aprenderlo para 
incrementar sus posibilidades económicas, los contextos de uso del idioma eran bastante 
restringidos. Quienes aprendieron el castellano eran miembros de los estratos de élite de la 
sociedad nativa a quienes los españoles dotaban la oportunidad de aprenderlo, o eran 
personas designados por españoles para fungir como intermediarios en transacciones 
comerciales, políticos, o religiosos. La gran mayoría de habitantes mayas en toda la zona 
mesoamericana continuaban hablando sus idiomas indígenas, quizás con una tendencia de 
ser bilingües en variantes dialectales de su propio idioma o variantes de idiomas distintos 
en contacto. Esto es un fenómeno que todavía rige hoy en día, y es un aspecto de la 
sociolingüística que ha sido poco estudiado, pero siempre uno muy relevante en estos 
tiempos de buscar las estrategias necesarias para incrementar la inteligibiidad entre idiomas 
afines para consolidar los procesos de normalización lingüística. 
 
El perfil idiomático de Guatemala hoy en día en uno eminentemente de bilingüismo. 
Podemos ver que ocurre un proceso acelerado en donde indígenas, principalmente mayas 
de la zona del altiplano están convirtiéndose bilingües en su idioma materno y castellano. 
Sin embargo, mientras tanto, muchas personas no-indígenas están también convirtiéndose 
bilingües, pero no en castellano y un idioma indígena, sino en castellano y un idioma de 
poder global, notablemente el inglés. Desde un punto de vista global de poder, vemos que 
opera en Guatemala un fenómeno de rezago lingüístico, con la población ladino 
manteniendo la ventaja lingüística, ventaja que han mantenido durante los últimos 500 
años, por cierto. 
 
Educación Bilingüe e Interculturalidad 
 
A través de la historia la educación en Guatemala ha sido subfinanciado y ha tenido un 
aspecto simbólico de los gobiernos de turno de que el estado si provee servicios educativos. 
Guatemala es un país con los niveles de apoyo a la formación de capacidad humana más 
bajos de todo América Latina. Aunque escolaridad es obligatoria, la provisión de la misma 
continua siendo insuficiente, ineficiente y deficiente. Para niños indígenas el caso de 
atención educativa es aún más faltante— únicamente el ocho por ciento de niños de las 
distintas etnias indígenas reciben instrucción en su lengua materna. 
 
En la trayectoria de la educación bilingüe proveída por el estado guatemalteco se ha visto 
un cambio en el marco político de uno que netamente declaraba que se debe propulsar una 
transición hacia el castellano hasta uno que argumenta la necesidad de preservar y 
fortalecer los idiomas mayas.El Programa Nacional de Educación Bilingüe (PRONEBI) 
fue establecido por el Ministerio de Educación en 1984, luego de que funcionara como 
proyecto piloto por cuatro años. En 1995 la provisión estatal de educación bilingüe fue 
consignado bajo la Dirección General de Educación Bilingüe Intercultural (DIGEBI) del 
Ministerio de Educación. 
 
Con ‘Educación Bilingüe Intercultural’ por primera vez formalmente entra el término 
‘intercultural’ en el léxico oficial del estado. En la Propuesta Maya de Reforma Educativa, 
elaborada en junio de 1996, se plantea que "la Reforma [Educativa] debe llevar a la Nación 
guatemalteca hacia relaciones interculturales." En los Acuerdos de Paz, específicamente 
el Acuerdo Sobre Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas, vienen suscritos varios 
pasos para lograr una verdadera educación bilingüe intercultural que el gobierno tiene que 
impulsar. Entre otros, están los siguientes: 
 
integrar las concepciones educativas mayas y de los demás pueblos 
indígenas, en sus componentes filosóficos, científicos, artísticos, 
pedagógicos, históricos, lingüísticos, y político-sociales, como una 
vertiente de la reforma educativa integral; 
 
ampliar e impulsar la educación bilingüe intercultural y valorizar el 
estudio y conocimiento de los idiomas indígenas a todos los niveles 
de educación; 
 
incluir en los planes educativos contenidos que fortalezcan la unidad 
nacional en el respeto de la diversidad cultural 
 
A través de los Acuerdos de Paz, el estado está seriamente comprometido para impulsar un 
programa ambicioso de desarrollo, democracia, integración social y renovación política. 
Siendo que "el sistema educativo es uno de los vehículos más importantes para la 
transmisión y desarrollo de los valores y conocimientos culturales" como dice el inciso 
referente a la Reforma Educativa en el Acuerdo sobre Identidad y Derechos, la protección y 
fortalecimiento de la diversidad lingüística, tanto como el fomento de una modalidad 
interculturalidad para todo los del país son políticas de largo alcance que serán logradas a 
través de la educación formal e informal. Quizás el elemento de distinción sobresaliente en 
los Acuerdos de Paz es que precisamente el enfoque no está sobre como solucionar 
problemas en el término inmediato, sino es un plan o guión para implementar un programa 
de desarrollo de largo alcance para transformar la sociedad guatemalteca. No se trata solo 
de medidas para corregir las injusticias que se vieron a lo largo del conflicto armado de 
treinta años, sino resolver injusticias y conflictos arraigados en siglos de historia. 
 
El término ‘intercultural’, aparte de su uso acoplado con el término ‘educación bilingüe’ y 
su aparición en los Acuerdos de Paz, a veces tiende a crear confusión. La modalidad de 
interculturalidad que se pretende implantar en la educación y el modelo de la educación 
bilingüe ha dado a que surge dos preguntas— primero, "¿qué realmente es la 
interculturalidad"? Y segundo, "¿interculturalidad para quienes"? 
 
El término ‘intercultural’ es ampliamente utilizado también en la educación bilingüe en los 
países andinos, México y Nicaragua, por ejemplo. ‘Interculturalidad’ conlleva una 
significancia de relaciones interétnicas de tolerancia, respeto mutuo, con comunicación e 
interacción de dos vías. La conceptualización de interculturalidad en el Acuerdo Sobre 
Identidad y Derecho, tanto como en la propuesta Maya para la Reforma Educativa 
claramente expone lo que debiera ser ‘intercultural’, y cae dentro de estos parametros de 
uso en los otros países mencionados. Sin embargo, la experiencia en el contexto indígena-
ladino de hoy en día en Guatemala sugiere que algo más ocurre en las expectativas de que 
se puede lograr a través de la denominada ‘interculturalidad’, y es precisamente aquí en 
donde existe cierto temor de interpretación y como se emprenderán las acciones necesarias 
en el ámbito educativo. 
 
Desde el punto de vista de muchas personas indígenas quienes laboran en el rama 
educativo, la perspectiva sobre la interculturalidad es que su gente ya conocen bien que es 
la interculturalidad, pues son ellos quienes han estado practicando la interculturalidad desde 
hace más de unos siglos, y lo han internalizado muy bien en su vida cotidiana. La 
interculturalidad no es visto como una forma de mejorar el nivel de aprecio de la diversidad 
existente en otras lenguas, culturas y sociedades, sino que es un concepto que abarca las 
estrategias que los han permitido sobrevivir generación tras generación ante una situación 
en donde han sido relegados como miembros de casta excluidos de una participación real 
en las esferas políticas, económicas y sociales de un estado con nexos globales. Algunos 
miembros de la comunidad indígena ven con preocupación que la interculturalidad, tan 
elegantemente planteada en los Acuerdos de Paz y las varias propuestas para la Reforma 
Educativa, puede llegar a operacionalizarse en las estrategias educativas como medidas 
paliativas para diluir lo que realmente quisieran ellos como programas de educación 
bilingüe que son más agresivos en el lado de rescate y mantenimiento de las culturas y los 
idiomas autóctonas. Y en cuanto a contenido educativo, existe un temor de que las 
modalidades de la interculturalidad se revierten únicamente a niveles superficiales con 
formas de representación gráfica de niñas y niños de distintas etnias jugando o estudiando 
mano a mano, un especie de INGUATización de la visión intercultural. El temor está en 
que las personas quienes elaboran material didáctico o quienes están involucrados en la 
formación de maestros carecen de esa formación filosófico cultural que se requiere para 
formular una educación que no está basada en contenido y forma, sino más bien en proceso 
y pensamiento. Se está evidenciando en los materiales didáctico emergentes exactamente el 
tipo de simbología mencionado, pero sin mayor cambio en la modalidad de aprendizaje. 
 
La interculturalidad es un concepto que abarca muchas acciones, y afortunadamente el 
marco de tiempo para reestructurar la sociedad guatemalteca con los principios delineados 
en los Acuerdos de Paz es bastante amplio— todos reconocen que el arranque de estos 
cambios a implementar va a comenzar a tirones. Aunque se está presenciando un 
movimiento inicial algo espasmódico, los mismos indígenas que encabezan las acciones 
que tienen que ver con la preservación y fortalecimiento de la diversidad lingüística y la 
modalidad educativa intercultural señalan la esperanza que esta visión llega a propulsar un 
movimiento 'mayanizante' dentro de la nación guatemalteca, afectando en forma positiva a 
los miembros de las esferas ladinas para que haya mayor tolerancia, receptividad, y 
apreciación de lo que son elementos indígenas— todo esto canalizado a través de la 
llamada interculturalidad. 
 
Con respecto a las maneras de evitar la pérdida de los idiomas autóctonos de Guatemala, 
dentro de un contexto nacional de interculturalidad se pretende establecer mecanismos para 
preservar y fortalecer la diversidad lingüística del país. Los Acuerdos de Paz estipulan que 
los idiomas mayas, garífuna y xinka deben ser revalorizados y fortalecidos en el contexto 
democrático de identidad y derecho de los grupos indígenas. A través de la Comisión de 
Oficialización de los Idiomas Indígenas (que justamente, el día lunes, 23 de marzo, la 
Comisión hizo entrega de su Propuesta de Modalidad de Oficialización de los Idiomas 
Indígenas de Guatemala (Acuerdo Gubernativo 308-97) se tienen ya las recomendaciones 
para la categorización de tres niveles de atención a darse a los idiomas indígenas. En el 
primer grupo, denominada "idiomas territoriales," están los cuatro idiomas mayoritarios 
(k'iche', kaqchikel, q'eqchi', y mam) que ocupan grandes extensiones territoriales y que no 
están en peligro alarmante de extinción debido a que sonhablados por numerosas personas. 
Se recomienda que las intervenciones educativas sean de modalidad intercultural bilingüe y 
que llegan hasta sexto grado de primaria, y en ciertas materias continuar en la secundaria. 
En cuestiones de salud y de justicia, por ejemplo, cada habitante en estas zonas de idiomas 
territoriales debe tener acceso a un traductor de su idioma si lo desea. 
 
En el segundo nivel están diecisiete idiomas, denominadas "idiomas comunitarios", cuyo 
trato en el ámbito escolar debe ser educación bilingüe hasta tercer grado de primaria, o sea, 
todo el Ciclo de Educación Fundamental (CEF). No se especifica realmente que debiera 
ocurrirse a partir del tercer grado; la recomendación de la Comisión es que la educación se 
imparta en forma bilingüe, pero hay falta de especifidad al respecto. 
 
En el tercer nivel están los dos idiomas casi extintos de itza' y xinka, idiomas que se están 
llamándose "especiales", y que requieren esfuerzos inmediatos de rescate, empezando con 
la elaboración de gramáticas y otras bases pedagógicas para fortalecer los idiomas, tanto 
como programas agresivos para ampliar el uso de estos idiomas entre mayor número de 
personas pertenecientes a los grupos étnicos en cuestión. 
 
Los Acuerdos de Paz se fundamentan sobre un país que es firmemente pluricultural y 
multilingüe. Sin embargo, el peligro de que los idiomas están perdiendo su vitalidad es real. 
Es bien conocido los casos en donde la pérdida de idioma y de identidad cultural resulta en 
la transformación de la sociedad indígena. Hablando puramente en términos lingüísticos, el 
caso del kaqchikel ejemplifica un proceso direccional hacia una tendencia bilingüe, y en el 
caso más extremo, hacia un monolingüismo castellano. En el mapa se puede observar las 
tendencias hacia el monolingüismo castellano dentro de las mismas comunidades 
kaqchikeles en los departamentos de Sacatepéquez y de Guatemala, lo que representa el 
área cuna de hispanización en Guatemala. Saliendo de Sacatepéquez y de la zona 
metropolitana de Guatemala, hacia lo que es el departamento de Chimaltenango, se puede 
ver una tendencia más hacia un bilingüismo relativamente balanceado. A distancias 
mayores, específicamente en el departamento de Sololá se observa tendencias hacia el 
monolingüismo maya. El caso de kaqchikel ejemplifica este proceso de castellanización, 
pero por cierto no es único dentro de la experiencia de la lingüística histórica 
guatemalteca— vemos tendencias similares en el caso de todos los idiomas mayas y el caso 
de garífuna y el caso del xinka que está al borde de una desaparición total. 
 
 
(MAPA DE LA ZONA KAQCHIKEL AQUI) 
 
 
Se han hecho varias propuestas de como se debiera reforzarse los idiomas. También hay 
varias acciones montadas para el mismo objetivo. Todas las medidas son válidas y el hecho 
de que haya diferencias en las estrategias refleja las distintas realidades de los idiomas 
mayas, garífuna y xinka. Todos los idiomas sufren de algún peligro; desde el casi 
desvanecimiento del xinka y el itza, hasta la relativa robusticidad del k’iche’, vemos que 
factores globales afectan la integridad de los idiomas. Sin embargo, todos los idiomas 
cambian— esto es un hecho histórico mundial. Lo que se puede interpretar de los Acuerdos 
de Paz es que para fortalecer la continuidad de los idiomas indígenas de Guatemala tiene 
que optarse posturas decisivas y agresivas en cuanto a la preservación y fortalecimiento de 
los idiomas autóctonos del país. Esto no significa tampoco que simplemente se puede 
recaer sobre el uso apático de los idiomas en el contexto educacional compensatorio, ni así 
en pura legislación para proteger el uso y manejo de los idiomas, sino debe tomarse 
medidas de lingüística aplicada para introducir vigorosas técnicas de reingeniería 
lingüística, por llamarlo así. 
 
Para ejemplificar, tomemos el caso de algunos idiomas mayas de Guatemala, como son el 
uspanteko y el achi’-- idiomas en donde existe incertidumbre sociolingüística a cerca de 
que si deben ser clasificadas como idiomas propias, o variantes dialectales del k’iche’. La 
designación de estos como idiomas refleja aquella tendencia de realizar una clasificación 
científica con preponderancia sobre el divisionismo, al opuesto de la otra tendencia de 
clasificación con tendencia de unionismo. Como fenómeno epistemológico, vemos 
semejanzas en la historia de las ciencias biológicas, en donde, por ejemplo, se hicieron 
esquemas clasificatorias de las razas humanas que eran extraordinariamente elaboradas, 
reflejando esa tendencia de divisionismo clasificatoria. Hoy en día, la tendencia en la 
antropología física es más hacia el unionismo en la clasificación de razas humanas. ¿No se 
debiera pensar en agrupar idiomas semejantes para fines de desarrollar estrategias 
pedagógicas, y a través de la unión de esfuerzos, poder mejor preservar y fortalecer los 
idiomas mayas? 
 
Los Acuerdos de Paz estipulan que para asegurar paz y democracia debe promoverse 
mecanismos para mantener la riqueza pluricultural y multilingüe del país. Pero no existe 
recurso suficiente para dar tratamiento óptimo para todos los idiomas. Sin embargo, 
utilizando estrategias fundamentadas en la lingüística aplicada y con la participación llena 
de las varias organizaciones que laboran en el ámbito de fortalecimiento lingüístico y de 
cultura, se preservará la diversidad lingüística, se fomentará la interculturalidad, y se 
promoverá los procesos democráticos dentro de lo que es esta sociedad plurilingüe y 
multicultural de Guatemala. 
 
 
Extraído de: http://www.pucp.edu.pe/eventos/intercultural/pdfs/inter74.PDF

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