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BRAE, T. XCIII • C. CCCVIII • 2013 LAS ETIMOLOGÍAS HEBREAS...
LAS ETIMOLOGÍAS HEBREAS
DE SEBASTIÁN DE COVARRUBIAS:
PROCEDIMIENTOS DECLARADOS
Y SUBREPTICIOS
EN EL TESORO DE LA LENGUA CASTELLANA 
O ESPAÑOLA (ii)
El sistema de transcripción básico de Covarrubias
Antes de entrar en el análisis de las prácticas etimologizadoras de Covarrubias 
necesitamos investigar los principios de transcripción que aplica a las palabras 
hebreas del Tesoro. A primera vista, las transcripciones de palabras hebreas del Tesoro 
no presentan apenas consistencia. Numerosas letras hebreas se transcriben primero 
de un modo y luego de otro. Para algunas letras —como la ‘ayin— encontramos 
hasta nueve transcripciones diferentes. Hasta encontramos que letras idénticas se 
transcriben de manera diferente en una misma palabra —זרזיר zarzir en la entrada 
Çarça se transcribe como çarcir— o en la sucesiva aparición de idéntica palabra 
dentro de la misma entrada, como es el caso de שק śaq en la entrada Saco, primero 
escrita saq y la segunda vez saK (sic).
Una observación rigurosa revela que sus criterios de transcripción no son 
completamente arbitrarios, pero el resultado se parece más a un remiendo de 
varios sistemas más consistentes que el autor aplica alternativamente, a menudo 
al dictado de sus eventuales propósitos etimologizadores sobre una palabra 
concreta.
La siguiente tabla muestra las diferentes transcripciones de una selección de 
letras hebreas que se hallan en el Tesoro, y el número total de sus ocurrencias. No 
incluyo aquellas letras hebreas cuya transcripción es inequívoca, como m por מ, r 
por ר, l por ל, etc. 
 La primera tabla muestra solo ocho maneras diferentes de transcripción de la ‘ayin, pero 
como este sonido gutural no tiene un equivalente adecuado en español en ocasiones no se transcribe 
en absoluto; trataré esta ausencia, la «transcripción cero», como una manera diferente de transcrip-
ción. 
TOMO XCIII • CUADERNO CCCVIII • JULIO-DICIEMBRE DE 2013
 GYÖRGY SAJÓ BRAE, T. XCIII • C. CCCVIII • 2013
ה he h: 73 ch: 3 
ז zayin c: 8 ç: 28 z: 40 
ח h.et ch: 23 h: 21 hh: 18 ngh: 1 
כ kaf c: 61 ç: 1 ch: 1 k: 1 K: 1 q: 8 
ס samek ç: 2 s: 21 
ע ‘ayin ch: 1 g: 1 gh: 6 h: 3 hh: 8 ng: 6 ngh: 7 nhg: 1
צ s.adi ç: 1 s: 6 ts: 24 tz: 1 z: 3 
ק qof c: 46 ch: 26 k: 2 K: 11 q: 14 
ש. šin c: 1 ç: 3 s: 7 sc: 3 sch: 3 sç:  z:  
ש. śin ç: 1 s: 13 z: 1 
Observamos que, a pesar de la gran variedad de transcripciones para una misma 
letra hebrea, hay una transcripción particular que Covarrubias prefiere. Con unas 
pocas excepciones: una letra —zayin— presenta dos transcripciones con frecuencia 
similar, mientras otra letra —h.et— tiene tres. La siguiente tabla muestra solo estas 
transcripciones más dominantes: 
ה he h
ז zayin z, ç
ח h.et ch, h, hh
כ kaf c
ס samek s
ע ‘ayin h
צ s.adi ts
ק qof c, (ch)
ש. šin s
ש. śin s
La mayoría de estas transcripciones se ajustan a la ortografía española de 
principios del siglo xvii, pero presentan el problema de trasladar los sonidos de 
una lengua —y no solo las letras, su representación gráfica— a otra que no los 
tiene necesariamente todos. En el caso de la transcripción del hebreo uno de 
los retos es encontrar equivalentes para todas sus sibilantes y africadas —zayin, 
samek, s.adi, śin, šin—. Covarrubias no siempre lo logra desde el momento que 
representa tres de estas letras hebreas —samek, śin y šin— con la misma española, s, 
BRAE, T. XCIII • C. CCCVIII • 2013 LAS ETIMOLOGÍAS HEBREAS...
correspondiente al sonido [s]. La africada s.adi opta por representarla con el dígrafo 
ts. En el caso de zayin se aparta de la ortografía española y busca la solución en 
otro sistema de transcripción: el basado en el latín, de manera bastante común 
y uniforme representado en las gramáticas y diccionarios del hebreo escritas en 
tiempos de Covarrubias. En estas obras la zayin hebrea se trascribe habitualmente 
con z. Pero Covarrubias no toma sin más esta letra: en sus transcripciones redefine 
la z de la gramática latina como la española z, desde el momento en que la utiliza 
de manera indistinta con la española ç al transcribir la zayin, sugiriendo de este 
modo la pronunciación [θ] en lugar de la correcta [z]. Con ello somos testigos de 
una interesante transformación en que una única letra hebrea se representa por dos 
españolas, donde ambas españolas tienen el mismo valor fonético, pero dicho valor 
es distinto del de la letra hebrea.
Al transcribir la enfática h.et vacila entre tres posibilidades: a veces escoge
la simple h, que se ajusta a la ortografía española, como en el caso de las pala-
bras españolas de origen árabe donde la h se pronuncia; pero otras veces
adopta nuevamente el sistema de transcripción del latín. Las gramáticas latinas 
transcriben normalmente la h.et hebrea por ch —que, por supuesto, nada tiene
que ver con la representación del sonido español [t∫]— y en menor medida por
una doble hh. Ambas transcripciones aparecen con la misma frecuencia en 
Covarrubias.
Para complicar un poco más las cosas, el dígrafo ch no representa exclusivamente 
la letra h.et en el Tesoro: en muchas ocasiones está por el sonido [k] de las letras 
hebreas kaf y qof. Es de nuevo una adaptación del sistema de transcripción latino 
que se halla en varias gramáticas hebreas. Damos por hecho que Covarrubias 
consultaba dos concretas gramáticas hebreas escritas en latín: el Globus canonum
et arcanorum linguae sanctae de fray Luis de San Francisco y una o varias de las 
muchas ediciones de la Grammatica hebraea de Isaac Levita. En ambas se transcribe 
kaf con ch, aunque el Globus también traslada la qof como ch (Levita transcribe 
qof como q). En resumen, la ch nunca se da por el sonido español [t∫] en las 
transcripciones hebreas del Tesoro, sino bien por una enfática h, o por el valor 
fonológico de [k].
Hasta aquí concluimos que Covarrubias sigue predominantemente las reglas 
ortográficas españolas en su transcripción de las palabras hebreas; en la transcripción 
de algunas letras aplica las reglas de la ortografía de las gramáticas latinas, y en un 
caso —zayin como z y ç— crea una combinación peculiar de los dos sistemas.
Una vez precisadas estas preferencias del sistema de transcripción de Covarrubias 
observemos otras transcripciones menos frecuentes. En un par de casos encontramos 
la recurrencia de interesantes peculiaridades. Algunas difícilmente las vemos en 
obras de la época relacionadas con el hebreo, mientras otras muestran rasgos típicos 
de una ortografía diferente de la española y latina. He aquí la lista:
 GYÖRGY SAJÓ BRAE, T. XCIII • C. CCCVIII • 2013
— La letra hebrea ק qof transcrita a veces con K mayúscula en posición no inicial
(p. e. saK, saKed, mahhaK);
— La letra ע ‘ayin transcrita a veces con el dígrafo ng o el trígrafo ngh;
— La letra 
.šin transcrita ocasionalmente con los dígrafos sc o sç ש..
Los dos últimos casos muestran características inequívocas de la ortografía 
italiana. La pronunciación y transcripción de la ‘ayin originalmente gutural como 
la nasal palatal ng o ngh es característica única de la comunidad judía italiana, 
registrada por primera vez a finales del siglo xvi60. El dígrafo italiano sc representa 
el sonido fricativo [∫], ausente del español contemporáneo, ante las vocales i y e 
equivalente fonológico exacto del hebreo šin.
Estas dos características nos conducen de nuevo a una publicación italiana 
que Covarrubias menciona explícitamente en el Tesoro. El Globus canonum et 
arcanorum linguae sanctae ac divinae scripturae, gramática hebrea escrita en latín 
por el español Luis de San Francisco y publicada en Roma en 18661. A pesar de 
ser de autor español, las transcripciones en esta importante obra son claramente 
italianas. Aparte de las dos características arriba mencionadas, que encontramos 
también en el Globus, la transcripción de las letras conocidas como beg
–
adkefat 
presenta también algunos rasgos peculiares italianos. En la mayoríade las otras 
gramáticas y diccionarios de la época, las formas oclusivas y fricativas de las letras 
hebreas ב bet, ג gimel, ד dalet, כ kaf, פ pe y ת taw se transcriben respectivamente 
como b – bh, g – gh, d – dh, c – ch, p – ph, t – th. Sin embargo, en el Globus la 
adición de h después de g y c para representar las letras hebreas gimel y kaf no marca 
la aspiración de g y c, sino que aparece para seguir las reglas fonéticas italianas e 
indicar la correcta pronunciación en esta lengua. Cuando a estas consonantes les 
siguen las vocales e e i, se escriben como gh y ch para evitar la pronunciación [d3] 
y [t∫] respectivamente. Este procedimiento lo encontramos incluso en el caso del 
dígrafo ng que aparece en representación de la originalmente gutural ‘ayin. Delante 
las vocales anteriores normalmente encontraremos esta letra transcrita como ngh, 
como en la palabra עברי [‘ibri] nghiuri.
El hallazgo de otra peculiaridad única de transcripción de Covarrubias que 
también se documenta en el Globus nos da una prueba más de que fue ciertamente 
60 Ver Aron di Leone Leoni, «The Pronunciation of Hebrew in the Western Sephardic
Settlements (16th-20th Centuries). Second Part: The Pronunciation of the Consonant ‘Ayin»,
Sefarad, 68.1, 2008.
61 Ver Dominique Reyre: «Redescubrimiento de una suma hebraica del Siglo del Oro. El
Globus Linguae Sanctae de fray Luis de San Francisco, Roma 187», Actas del V congreso de la Asociación 
Internacional Siglo de Oro: Münster 1999, Ch. Strosetzki (ed.), Madrid / Frankfurt, Iberoamericana / 
Vervuert, 2001. Tanto en el título como en el texto, Reyre anota erróneamente que el año de publi-
cación es 187.
ש..
ש.
BRAE, T. XCIII • C. CCCVIII • 2013 LAS ETIMOLOGÍAS HEBREAS...
en esta obra donde se basó en buena medida. Se trata de la transcripción de qof con 
una K mayúscula. Normalmente esta letra hebrea se traslada en el Globus como k, 
c (ante las vocales posteriores) o ch (ante las anteriores). No obstante, encontramos 
en esta obra unas tablas que pretenden demostrar algunas características de la 
gramática hebrea donde las transcripciones difieren en ciertos aspectos del resto del 
libro62, por lo que interpretamos que fueron preparadas de manera independiente 
del resto del libro y puede que por diferente impresor. La diferencia más llamativa 
es el uso de la K mayúscula para transcribir la qof tanto en posición inicial, media o 
final. Es una peculiaridad única que no se encuentra en otras gramáticas o lexicones 
de la época, solo aquí y en el Tesoro de Covarrubias.
Resumiendo lo anterior, podemos establecer que Covarrubias emplea en 
diverso grado tres sistemas diferentes para trasladar a caracteres latinos las pala- 
bras hebreas: uno español, uno latino y otro italiano. Como veremos luego, 
nuestro autor elige y alterna libremente estos sistemas según sus objetivos 
etimológicos propios. Es muy interesante comprobar que para Covarrubias 
tiene más relevancia crear transcripciones ajustadas de cada palabra hebrea que 
se asemejen y aproximen al máximo a las palabras españolas que deriva, que no 
establecer y seguir un sistema de transcripción consistente y transparente. En 
este aspecto se opone por completo a Del Rosal, cuyas transcripciones son muy 
consistentes y homogéneas.
El Thesaurus Linguae sancTae: fuente primordial de palabras hebreas
Antes de proceder al examen atento de cómo Covarrubias deriva las palabras 
españolas de las hebreas, convienen algunas notas sobre la fuente de sus étimos 
hebreos. Como apuntó Reyre63, nuestro autor no fue propiamente hebraísta y sus 
estudios de hebreo en la Universidad de Salamanca no pasaron de una introducción 
a esta lengua. Por ello no sorprende que mencione tan solo unos pocos lexicones 
y obras gramaticales básicas usadas en el Tesoro para sus etimologías. En contadas 
ocasiones —básicamente en nombres geográficos como Jerusalén o Egipto— cita 
la definición y a veces también la etimología de la palabra hebrea a partir del índice 
bíblico hebreo de nombres de persona y geográficos Hebraea, Chaldaea, Graeca et 
Latina nomina virorum, mulierum, populorum […] quae in Bibliis leguntur, restituta, 
cum Latina interpretatione, pero sin mencionarlo explícitamente como fuente. 
62 Globus, págs. 6-71, 131, 11-13, y el título «De mappiK puncto» en pág. 121.
63 Reyre 17, págs. 7-10.
 GYÖRGY SAJÓ BRAE, T. XCIII • C. CCCVIII • 2013
Esta obra, que fue compilada a mediados del siglo xvi64 por el erudito francés 
Robert Estienne (Robert Stephanus, en latín), encontró también acomodo en el 
volumen viii de la famosa Biblia Políglota de Plantin, y fue seguramente ahí donde 
Covarrubias la consultó. En otros pocos casos, como ya dijimos, Covarrubias toma 
las etimologías hebreas del manuscrito de El Brocense. Es característico de estos 
préstamos que el autor no escriba las palabras en su escritura original cuadrada, 
como sí hace en la mayoría de sus otras etimologías hebreas, sino que las cite 
solo transcritas como las encuentra en El Brocense, quien no las da tampoco en 
escritura cuadrada. Finalmente, Covarrubias cita en varias ocasiones —exactamente 
en 2 entradas— al antiguo profesor de hebreo de la Universidad de Alcalá, fray 
Pedro de Palencia6 para algunas etimologías de palabras españolas. Curiosamente, 
muchas de esas palabras hebreas no existen en absoluto o, si existen, significan algo 
completamente distinto a lo que afirmaba fray Pedro de Palencia. Las circunstancias 
en que Pedro de Palencia legó tales etimologías a Covarrubias pueden explicar bien 
las inexactitudes. Tenemos la suerte de contar con un testimonio de primera mano 
en el único manuscrito conservado de Pedro de Palencia, donde el propio autor 
comenta los hechos: «…y la castellana, por el comercio de diferentes naciones, 
cuya etimología escribe don Sebastián de Covarrubias, maestre escuela de Quenca 
y yo le e dado de la hebrea más de 200 que me acordé visitándole un día»66. Si uno 
cita más de 200 etimologías hebreas del español de memoria y en una sola sesión, 
no es extraño que cometa errores o inexactitudes. Aparte de esto, a falta de otros 
tratados lingüísticos firmados por Pedro de Palencia, no podemos verificar cuántas 
de sus etimologías citadas en el Tesoro son auténticas y cuántas presentan malas 
lecturas o errores de Covarrubias.
Con todo, la inmensa mayoría de las palabras hebreas usadas en las etimologías 
de Covarrubias puede rastrearse en uno de los más importantes lexicones hebreos 
de la Biblia que Covarrubias menciona, el Thesaurus Linguae Sanctae de Santes 
64 He consultado una edición de Leipzig, 144 y otra de Amberes, 16.
6 Reyre 17, pág.  le llama «otro profesor de hebreo de Salamanca», sugiriendo que era un 
profesor de la Universidad de Salamanca en tiempo de Covarrubias. Pedro de Palencia tenía cierta-
mente sus raíces en Salamanca, y más tarde —desde 161 hasta su muerte en 1621, unos cuantos años 
después que la de Covarrubias— enseñó hebreo en la Universidad de Salamanca. Sin embargo, du-
rante la vida de Covarrubias fue primero profesor de hebreo en la Universidad de Alcalá, hasta 1608, 
y en años posteriores, hasta 1612, vivió y trabajó en Morón de la Frontera. Ver: Elvira Pérez Ferreiro: 
«Glosas rabínicas y Sagrada Escritura. Tratado de Pedro de Palencia, O.P., sobre la utilidad de las Glosas 
Rabínicas. Transcripción y estudio, Salamanca, San Esteban, 2004.
66 Pedro de Palencia, Tratado acerca de la lectura de las glosas de los rabinos, Manuscrito de la 
B.N.M., Ms. 1076, f. 11r. Cit. en: Elvira Pérez Ferreiro, Glosas rabínicas y Sagrada Escritura. Tratado 
de Pedro de Palencia, O.P., sobre la utilidad de las glosas rabínicas. Transcripción y estudio, Salamanca, 
San Esteban, 2004, pág. 10.
BRAE, T. XCIII • C. CCCVIII • 2013 LAS ETIMOLOGÍAS HEBREAS...
Pagnino67. En la mayoría de los casos Covarrubias cita literalmente la definición 
latina de las palabras hebreas de Pagnino justo a continuación de su aparición en el 
Tesoro; utiliza casi siempre la misma forma morfológicaque encuentra en la cabeza 
de la entrada correspondiente de Pagnino, que es, generalmente, el paradigma 
verbal pa‘al básico de los verbos, incluso cuando no existe en tal forma en la Biblia.
Para ilustrar la extrema dependencia de Covarrubias de la obra de Pagnino, 
mostraré una serie de casos donde una palabra hebrea oscura o inexistente, una 
definición latina errónea de una palabra hebrea o una argumentación incoherente 
del Tesoro se rastrean y explican como simples malas lecturas o interpretaciones de 
Pagnino:
— Almarraja: «del verbo hebreo דהש rahaz, que vale eructare, educere et 
movere». Tanto la palabra hebrea en escritura cuadrada —escrita dahaš o 
dahaś 68— como la propia transcripción de Covarrubias están corrompidas. 
Gracias a las definiciones latinas del Tesoro, somos capaces de encontrar la 
palabra original en el Thesaurus de Santes Pagnino: רחש rah.aš «Eructare, 
Educere: Movere» (col. 270).
— Araña: «hebrea del verbo ארה arach, texere». No existe tal palabra en hebreo. 
Sin embargo, en el Thesaurus encontramos un término muy similar con la 
misma definición: ארג ’arag
–
 «Texere» (col. 16). Debe ser una mala lectura 
de Covarrubias.
— Arraquive: «del verbo רקה raca, extendere». No existe tal palabra en hebreo. 
En el Thesaurus encontramos una palabra similar con la misma definición: 
 raqa‘ «Expandere, Extendere» (col. 278). Una obvia mala lectura de רקע
Covarrubias.
— Barato: «hebreo, del verbo barat ברת dividere». No hay tal palabra en 
hebreo. Es una mala lectura de una entrada del Thesaurus: «בתר [batar] […] 
est Diuidere» (col. 340). No podemos saber si es una mala lectura accidental 
o una manipulación deliberada de la fuente.
— Capar: «Algunos quieren que capar sea verbo hebreo, de קפר capar, 
excidere, succidere, incidere.» Covarrubias da aquí —como opinión de una 
persona anónima— una inexistente palabra hebrea קפר qafar. No obstante, 
67 El Thesaurus linguae sanctae se publicó primero en 12 en Lyon, viendo muchas ediciones 
sucesivas que en gran parte son reimpresiones. La edición que he consultado se publicó en 177 en 
Lyon. Todas las referencias siguientes del Thesaurus se citan por ésta. Covarrubias consultó asimismo 
otros diccionarios multilingües que contienen palabras hebreas. Así, el muy popular Dictionarium 
multilingüe de Ambrogio Calepino que incluyó hebreo por primera vez en la edición de Lyon, 170. 
No obstante, al examinar y comparar varias palabras hebreas, su ortografía, definiciones y transcrip-
ciones en ambos autores, no he podido encontrar pistas de la influencia, en este aspecto, del Calepino 
en Covarrubias.
68 La lectura de la última consonante es incierta al no incluir el punto diacrítico.
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en el Thesaurus de Santes Pagnino encontramos otra palabra muy similar 
con la misma definición exacta: «קפד [qafad] est Excidere, Succidere, 
Incidere» (col. 206). De manera que queda claro que Covarrubias —o su 
informante— equivocan la lectura de la última ד dalet como ר reš, y basan 
toda la etimología en este mero error.
— Cara: «del nombre hebreo כרב carau, est genus universale nomen ad 
omnem figuram. Thesauro linguae sanctae». No existe tal nombre hebreo. 
Una lectura atenta del Thesaurus —citado explícitamente esta vez por 
Covarrubias— muestra que nuestro autor se salta unas palabras cruciales 
de su fuente, que dice así: «כרב [karab] Inde כרוב [kerub] […] genus est, et 
universale nomen ad omnem figuram» (col. 121). Santes Pagnino, como 
hace en muchas ocasiones, nos da primero una inexistente forma pa‘al del 
verbo, de la raíz k-r-b, como karab e inmediatamente después añade la 
forma que se encuentra en el hebreo bíblico, que en este caso es el nombre 
kerub. Tengo la sospecha de que se trata de una omisión deliberada por 
parte de Covarrubias, pues el inexistente verbo karab —y no un nombre, 
como él querría— se parece mucho más a la palabra española cuyo origen 
busca, «cara».
— Éufrates: «en hebreo, פרת perath, si le reducimos a la raíz פרה [para] 
multiplicare, augere, fructificare, o del verbo פרה [para] de quiescentibus 
lamed, crescere et fructificare». En primer lugar hay que notar que 
Covarrubias quiere aparentemente darnos dos posibles étimos hebreos, 
pero en realidad nos da dos veces la misma palabra, para. Y además nos da 
definiciones distintas de la palabra, algunas de las cuales son erróneas: si 
«crescere» y «fructificare» están bien, no así los significados «multiplicare» 
y «augere». Aparentemente, Covarrubias encontró en Santes Pagnino la 
frase bíblica «crescite et multiplicamini»6, en hebreo פרו ורבו peru u-rebu, 
tanto en la entrada פרה para como en la entrada רבה raba. La definición
de פרה para en el Thesaurus es «Crescere: Fructificare» (col. 2231), mientras 
que la de רבה raba es «Multiplicare, [...] Crescere, Augere» (col. 2604). En 
la entrada פרה para Pagnino cita la anterior frase bíblica como «Genes. 
[...] 1. v. 28. פרו [peru] Crescite, et multiplicamini» (col. 2231), mientras 
que en la entrada רבה raba dice «Genesis [...] 1. 22. Crescite, ורבו [u-rebu] 
et multiplicamini. Idem versu 28» (col. 260). Da la impresión, pues, de 
una confusión cometida por Covarrubias con estas dos entradas, motivada 
quizá por el uso en ambas de la misma frase, resultando una mezcla y 
combinación de las definiciones de las palabras רבה raba y פרה para bajo 
esta última.
6 Génesis 1:28.
BRAE, T. XCIII • C. CCCVIII • 2013 LAS ETIMOLOGÍAS HEBREAS...
— Tabahola: «hebrea, del nombre תבל [tebel] confusio, a verbo תבל tabal, 
confundere.» No hay tal verbo תבל tabal en hebreo bíblico. Es error de 
lectura del verbo בלל balal en el Thesaurus de Santes Pagnino, en la entrada 
 y la subsiguiente ,(col. 3137) «[balal] בלל tebel: «Confusio, quaere in תבל
cita equivocada de la entrada בלל balal del mismo Thesaurus, que da la 
definición «Confundere, Miscere» (col. 271).
— Talabarte: «del verbo hebreo תלל talal, que vale suspendere, [...] o del verbo 
 que sinifica lo mesmo, y suspendere». Del segundo verbo vemos [tala] תלה
una definición latina correcta, no así del primero. Santes Pagnino da la 
traducción de תלל talal como «Elevare». Poco después añade: «Vicinum 
estradici sequenti תלה [tala] suspendere» (col. 314). Sospecho que 
Covarrubias lee erróneamente esta línea como si aún estuviera dando una 
de las definiciones de la palabra de la entrada תלל talal, y no la de תלה tala.
— Toro: «Díjose toro del nombre latino taurus, a graeco ταύρος, derechamente 
nombre hebreo תור tor, bos.» Es un caso en el que no estoy seguro de si 
tenemos que achacar a Covarrubias una lectura sesgada, alimentada por 
sentimientos lingüísticos nacionales. De entrada, cuando localizamos la 
palabra en el Thesaurus de Santes Pagnino, vemos una cadena de traducciones 
completamente diferentes para la palabra hebrea תור tor: «Dispositio, Forma, 
series, ordo, [...] Tempus, [...] turtur» (col. 3143). Pero la clave del misterio 
está en que no se trata de una palabra hebrea, sino aramea. La encontramos 
bajo la entrada hebrea correspondiente del Thesaurus, es decir, שור šor: «Et 
secundum aliam formam, שור [šor] est Bos. [...] Chaldaeis תור [tor] Graeci 
et Latini hinc Tauri nomen sumpsisse videntur» (col. 214). Está claro que 
Covarrubias sacó la idea de los orígenes semíticos de la palabra española, 
latina y griega de esta entrada del Thesaurus, pero además encontró el 
modo de acortar la cadena de etimologías calificándola de «derechamente 
hebreo» y afirmando una prestigiosa conexión etimológica directa desde 
esta supuesta palabra hebrea hasta el español «toro».
Atajos del hebreo al español: los métodos etimológicos de Covarrubias
Tenemos que admitir que una gran parte de las etimologías hebreas del Tesoro 
se basa en simples similitudes formales y semánticas entre las palabras hebreas y 
las españolas, sin cambios en el hebreo ni en la transcripción. La fórmula típica es 
que Covarrubias dé la palabra hebrea primero en su grafía original con los puntos 
vocálicos,luego añade la transcripción en caracteres latinos según la ortografía 
hispano-latina o la italiana —o una combinación de ambas—, como hemos 
apuntado arriba, y por último ofrece la definición de la palabra hebrea como 
una cita literal en latín de Pagnino. De este modo, no recurre a ningún método 
etimologizador especial a la hora de manipular las palabras o sus transcripciones.
 GYÖRGY SAJÓ BRAE, T. XCIII • C. CCCVIII • 2013
No obstante, hay una parte significativa de etimologías hebreas donde aplica 
procedimientos adicionales para alcanzar sus objetivos etimologizadores. Podemos 
clasificarlos en dos subcategorías: métodos explícitos o admitidos, y métodos 
ocultos o tergiversadores.
1. Métodos etimológicos explícitos
Solo una minoría de las etimologías hebreas entran en este apartado. Son los 
casos en que nuestro autor declara abiertamente o demuestra que aplica algunos 
cambios en el étimo para aproximarse o alcanzar la etimología deseada. Dos de 
tales métodos ya fueron notados por Reyre y Perea Siller y los hemos comentado 
en páginas anteriores: la metátesis y la onomatopeya. Nosotros hemos encontrado 
ejemplos de otros dos métodos: el cambio arbitrario de sonido y la aféresis.
1.1. Metátesis
Como hemos comentado, hay muy pocos ejemplos de metátesis en las 
etimologías hebreas del Tesoro. Estrictamente hablando, tan solo conozco dos entre 
una palabra hebrea y una española: 
a) Bailar – «del verbo יבל, iabal, ducere choros, per transmutationem litterarum 
.«[bayal] ביל
b) Tahalí – «Es de raíz hebrea, del verbo תלה, talah, suspendere, y mudadas las 
letras תהל, tahal, inde tahalí.»
Aparte de éstas hay un caso en que la metátesis no cambia la palabra hebrea 
sino la palabra árabe intermediaria entre el hebreo y el español; y otro caso incierto 
donde Covarrubias toma una etimología que parece basarse en una metátesis: 
a) Alfahar – «su raíz es hebrea, de עפר hhafar [...] y el arábigo trocó las sílabas 
y dijo fahar, por hafar.» – El hebreo hhafar da el arábigo fahar por metátesis.
b) Morueco – «El padre Fr. Pedro de Palencia dice ser hebreo, de מראים, 
mereim, que vale moruecos, que son los castrados.» El problema es que no 
hay tal «mereim» en hebreo. Sospecho que Pedro de Palencia tomó en plural 
una palabra que sí existe, ראמים re’emim que significa moruecos, y cambió el 
orden de las tres consonantes radicales manteniendo el sufijo plural al final 
–im. Aparentemente, con esta metátesis —al menos en opinión de Pedro de 
Palencia— el significado de la palabra también cambió a carneros castrados. 
Sería interesante tener una explicación más directa de Pedro de Palencia 
sobre esta etimología concreta70.
70 En el único manuscrito existente de Pedro de Palencia, el Tratado acerca de la lectura de las 
glosas de los rabinos, B.N.M., ms. 1076. no encontramos etimologías hebreas, solo unos pocos ejem-
plos de exégesis rabínica hebrea, como el método de la temurá. 
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1.2. Onomatopeya
Como es sabido, la onomatopeya es una palabra que imita o sugiere el sonido 
que significa. Entre los tres ejemplos que he encontrado en el Tesoro —dos de 
ellos ya mencionados por Reyre— solo hay uno donde la onomatopeya se aplica 
realmente a la transición de una palabra desde el hebreo al español: 
a) Gangoso – «tomaron este nombre de la pronunciación de una letra hebrea 
dicha gain, ע». La palabra española reflejaría supuestamente la naturaleza 
nasal-gutural de la letra hebrea ‘ayin. 
En los otros dos ejemplos la onomatopeya no enlaza directamente una palabra 
hebrea y otra española: 
a) Arrahaj – es un ejemplo de los orígenes onomatopéyicos de la palabra hebrea 
pero no de la española. El hebreo רעע ra‘a‘ y el arameo רעע re‘a‘ tienen 
—según Covarrubias— orígenes onomatopéyicos, mientras que la relación 
etimológica entre la palabra hebrea y la española se basa en unas simples 
similitudes formales y semánticas.
b) Asno – tenemos una interpretación etimológica de carácter onomatopéyico 
algo forzada solo en la primera consonante (!) de la palabra hebrea חמור
h.amor, ‘asno’. Al pronunciarse la gutural primera h.et con una «aspiración 
fuertísima», simboliza —al decir de Covarrubias— «el apetito desenfrenado y 
bestial» de este animal. Con todo, esta etimología es irrelevante para nuestra 
investigación por cuanto Covarrubias no hace derivar el español ‘asno’ del 
hebreo h.amor.
1.3. Cambio arbitrario de sonido
Este método tiene cierta relación con la metátesis pero es aún más radical. 
Se trata de cambiar arbitrariamente una consonante o vocal de la palabra hebrea 
por otra que no está en ella. En los pocos casos en que Covarrubias actúa así, lo 
declara explícitamente pero sin aclarar o razonar los motivos. He encontrado estos 
ejemplos: 
a) Atar – La l se transforma en r: «puede ser hebreo, del verbo התל, hatal, 
ligare, y la l convertimos en r».
b) Almartega – La q (en transcripción del autor: ch) se convierte en g: «es 
hebreo, del nombre רתק ratach [...] de manera que con el artículo y la 
m dirá almartac y de allí almártaga, conforme a lo que está dicho de 
la permutación de c en g».
c) Halago – La q se convierte en g: «חלק hhalaq, es halagar, [...] de ay es la
 halagar». – Covarrubias da crédito («Esto es del padre fray ,[g] ג en [q] ק
Pedro de Palencia») a Pedro de Palencia en esta etimología.
 GYÖRGY SAJÓ BRAE, T. XCIII • C. CCCVIII • 2013
d) Cahíz – La g dará c: «de raíz hebrea, del nombre גדיש gadisc, acervus, aut 
cumulus tritici, que vuelta la g en c, decimos cadis, y de allí cahíz. Así lo 
advierte Globus ling. sanct., lib. 1, cap. 1, fol. 101». – Este es el único caso 
donde Covarrubias nos da la fuente de esta práctica. Al derivar «Cadix» del 
hebreo גדיש gadiš, el autor del Globus, Fray Luis de San Francisco, dice que 
hay «no pequeña afinidad» entre los sonidos g y c71.
e) Caça – El dígrafo ts se convierte en ç. Nuestro autor despliega un alto grado 
de creatividad en esta etimología. Da primero una lectura alternativa de 
ts en tz. Merece notarse que es el único ejemplo en todo el Tesoro donde 
Covarrubias transcribe la letra s.adi como tz. El siguiente paso es tomar la z 
del dígrafo y cambiarla a ç que tiene el mismo valor entonces en español. Por 
último abandona la t superflua y cambia una u por una a llegando así a su 
buscada etimología: «del verbo קוץ cuts vel cutz [...] y de allí se pudo decir 
cutzar y catçar, y últimamente caçar».
f ) Zanefa (en la entrada «Filatería») – La k (en su transcripción: ch y c) se vuelve 
ç; cambia también la segunda a en e y añade una a final sin dar explicaciones: 
«zanefa, nombre hebreo כנף chanaph, y de canaph [sic] çanaf y çanefa».
g) Hogaza – La u se convierte en o: «puede ser hebreo, del nombre עוגה, 
hhugah, [...] y la u vuelta en o hogah».
También encontramos en Covarrubias la idea de que las letras s y z/ç son 
intercambiables, y la pone en práctica en tres de sus etimologías hebreas: 
a) Azar – «También puede ser nombre caldeo, del verbo אסר asar, [...] y de asar 
le mudamos en azar, que la s y la z se permutan entre sí ordinariamente».
b) Azerico – «Pero lo más cierto es tener su raíz hebrea, del nombre סיר sir, [...] 
y de allí asir, y el diminutivo asirico; volver la s en z como hemos dicho en 
otras partes es muy ordinario en todas las lenguas, y así de aserico dijimos 
azerico».
c) Açacán – «Habríamos de pronunciar este nombre con s: asacán, pero la 
s y la ç son permutables; imo, la misma letra hebrea a ש se pronuncia en 
ambas formas, con la una teniendo el punto a la diestra, y con el otro a 
la siniestra, como en otro lugar se dirá más clara y copiosamente. Lo cual 
presupuesto, digo que la a es artículo, y çacan, o sacan [...] y es de la raíz 
hebrea שקה sacah, propinare, potum dare, irrigare.» – Esta explicación de la 
pronunciación diferente de 
 sśin es bastante sorprendente por cuanto ש. šin y ש.
contradice la práctica regular de transcripción de Covarrubias: en general no 
hace diferencia entre estasdos letras y las suele transcribir mayoritariamente 
como s. Por lo que hace a z y ç, las usa normalmente para transcribir la letra 
.zayin ז
71 Globus, pág. 101: «[...] ab hebraeis dicitur גדיש gadisc, apud ipsam hispaniam baeticam vulgari 
sermone dicitur Cadix, mutato, g, in c, litteram, inter quas non est parua affinitas».
BRAE, T. XCIII • C. CCCVIII • 2013 LAS ETIMOLOGÍAS HEBREAS...
Tenemos que notar que este tipo de permutaciones de ciertas letras es un 
método usado por Covarrubias con más frecuencia en sus etimologías latinas.
1.4. Aféresis
El último método declarado por Covarrubias que examinaremos es la aféresis, 
es decir, la pérdida de un sonido al principio de la palabra. Covarrubias lo utiliza 
tan abierta y arbitrariamente, y sin explicación alguna, como en el caso del método 
anterior. He encontrado solo tres ejemplos: 
a) Asma – Se pierde la n inicial: «trae su origen del hebreo, נשמה nasma, 
perdiendo la primera radical».
b) Azahar – Se pierde la n inicial: «yo tengo por cierto ser nombre hebreo, 
compuesto de נעה, naha [...] y quitando la nun, o na, de la primera dicción 
defectiva en este nombre, quedará ha».
c) Don – Se pierde la a inicial: «Podría ser de la palabra אדון, adon [...] y 
quitada la primera letra a, quédase en דון, don.»
Asombra ver la libertad aparente con que Covarrubias cambia o elimina letras 
de las palabras hebreas sin dar explicaciones. Para una posible fuente de este 
comportamiento tenemos que volver la vista de nuevo a uno de sus predecesores, 
el hebraísta Bartolomé Valverde. En el prólogo a su Tractado de las etymologías de 
voces castellanas en otras lenguas dice varias veces que para encontrar la verdadera 
etimología de una palabra hay que «quitar o añadir letras y sílabas, mudar unas en 
otras». Aduce en su refuerzo la autoridad de Platón, cuyo Cratilo propone este tipo 
de libre etimologización. Si tenemos en cuenta que —como vimos en una sección 
anterior— la obra de Valverde influyó con mucha probabilidad en Covarrubias, no 
podremos excluir que también le sugiriera estos métodos presentes en el prólogo 
del Tratado de etymologías y que también usa unas pocas veces para alcanzar sus 
objetivos etimológicos.
 
2. Métodos etimológicos ocultos
2.1. Transcripción falseada del hebreo
A continuación veremos cómo Covarrubias tergiversa la transcripción de ciertas 
palabras hebreas. Llamo a este procedimiento falsificación de la transcripción, pues 
Covarrubias da una transcripción falsa de la palabra hebrea con objeto de dar al 
lector la impresión de que la palabra hebrea está más próxima a la española de lo 
que en realidad está.
En cada entrada, tras el original hebreo en caracteres cuadrados doy la 
transcripción correcta en cursiva, seguida por la transcripción de Covarrubias en 
negrita.
 GYÖRGY SAJÓ BRAE, T. XCIII • C. CCCVIII • 2013
2.1.1. Falsificación de las vocales
En muchos casos Covarrubias no se limita a una falsificación de la transcripción, 
también añade falsos puntos vocálicos a las palabras hebreas originales, en 
correspondencia con las vocales falsificadas de sus transcripciones. En tales casos 
podemos hablar de falsificación del vocalismo hebreo completo, no solo en la mera 
transcripción. Cuando así ocurre lo hago constar en las entradas: 
— Arras: ערבון ‘erabon ‘fianza’ > hharrabo[n]. Cambio: e > a. Los puntos 
vocálicos hebreos también se han falseado. – Al mencionar Covarrubias 
explícitamente que la palabra es «caldea o hebrea», cosa que no hace a 
menudo, hay otra posible interpretación para esta tergiversación: mezcla las 
formas hebrea y aramea —ésta es ערבונא ‘arbona’— sustituyendo la primera 
vocal de la palabra hebrea por la de la palabra aramea.
— Ascua: אש ’eš ‘fuego’ > as. Cambio: e > a. 
— Asma: נשמה nešama ‘alma’ > nasma. Cambio: e > a; elimina una «a». 
Los puntos vocálicos hebreos también se han falseado. – Una profunda 
tergiversación: Covarrubias reordena completamente las vocales de la 
palabra hebrea para que sigan de manera idéntica a la palabra española.
— Atahona: טחנה t.ah.ana ‘molino’ > tahona. Cambio: a > o. 
— Bizma: בלימה belima ‘nada, vacío’ > bilma. Cambio: del orden de las
vocales; elimina una «e». Los puntos vocálicos hebreos también se han 
falseado. – La misma clase de tergiversación que hemos visto en la entrada 
«Asma»: Covarrubias altera el orden de las vocales de la palabra hebrea para 
que sea idéntico al de la palabra española.
— Boda: בדח buddah. ‘alegrarse’ > bodahh. Cambio: u > o.
— Cadillos: גדילים gedilim ‘flecos’ > gadilim. Cambio: e > a. Los puntos 
vocálicos hebreos también se han falseado. – La palabra hebrea está en su 
forma plural; con todo, incluso la forma singular גדיל gedil tiene una «e» 
como primera vocal. 
— Çalagarda: זלעפה zal‘afa ‘ardor’ > çalangafah. La palabra hebrea original 
tiene solo tres vocales a pero Covarrubias le añade aún otra a su transcripción 
para aproximarla más a la palabra española, que tiene cuatro.
— Canalla: קהל qahal ‘comunidad’ > cahal, cahalla. Cambio: adición de 
una «a» final. – Es una de las manipulaciones más sutiles de Covarrubias: 
primero da la transcripción correcta cahal, e inmediatamente después 
da otra que aparentemente compone: cahalla. No existe la forma de esta 
palabra en hebreo. 
— Cana: קנה qane ‘caña’ > canna. Cambio: e > a. Los puntos vocálicos hebreos 
también se han falseado. – Aquí Covarrubias nos da la errónea impresión 
BRAE, T. XCIII • C. CCCVIII • 2013 LAS ETIMOLOGÍAS HEBREAS...
de que hay dos palabras hebreas diferentes con la misma raíz consonántica 
pero con diferentes vocales y con significados ligeramente diferentes, caneh 
y canna, cuando en realidad solo hay una: qane. En coherencia con esto 
también da las dos distintas palabras hebreas con sus diferentes puntos 
vocálicos. Nos proporciona la fuente de esta segunda forma, errónea 
—canna— en Tubalcain sive de mensuris sacris de Arias Montano (172) que 
forma parte del volumen viii de la Biblia Políglota de Plantin. Sin embargo, 
aquí la palabra qane, está claramente impresa con el punto vocálico de la 
«e» correcto como qane, de manera que Covarrubias ha falseado también
la cita de su fuente. 
— Caña: קנה qane ‘caña’ > cana. Cambio: e > a. Los puntos vocálicos hebreos 
también se han falseado.
— Çaraças: זר zer ‘corona’ > çar. Cambio: e > a. Los puntos vocálicos hebreos 
también se han falseado.
— Çarcillos: זר zer ‘corona’ > çar. Cambio: e > a. Los puntos vocálicos hebreos 
también se han falseado.
— Don: דון dun ‘juzgar’ > don. Cambio: u > o. Los puntos vocálicos hebreos 
también se han falseado.
— Harón: ערום ‘arum ‘astuto’ > ngharon [sic], o hharom. Cambio: u > o.
— Hocico: חזיר h.azir ‘cerdo’ > hozir. Cambio: a > o.
— Odon: אדם ’adom ‘rojo’ > odom. Cambio: a > o. Los puntos vocálicos 
hebreos también se han falseado.
— Serapis: שרף śaraf ‘quemar’ > seraph. Cambio: a > e. Los puntos vocálicos 
hebreos también se han falseado.
En un par de estos casos encontramos pruebas adicionales de que tales 
transcripciones no se deben a la ignorancia del autor ni a errores de pluma o de 
imprenta. Hay ejemplos en que Covarrubias usa los mismos étimos hebreos para 
otras palabras españolas, y en estos casos podemos ver claramente que cuando la 
palabra española es más parecida a la forma correcta del hebreo, Covarrubias no 
ejerce estas manipulaciones, sino que nos da una transcripción correcta. De este 
modo tenemos a veces la transcripción de la misma palabra hebrea primero de 
un modo y luego de otro, pero siempre ajustándose estrechamente a la palabra 
española cuya etimología quiere proponer. Abajo muestro la palabra hebrea con 
su transcripción correcta, seguida por las entradas donde aparece, junto con las 
transcripciones correspondientes de Covarrubias: 
zer ‘corona’. – Çaraças: çar. Çarcillos: çar. Cercar: cer. – Otra prueba de זר —
la manipulación es que en los tres casos los originales hebreos tienen tam-
bién los puntos vocálicos correspondientes a cada transcripción: en losdos 
primeros casos encontramos el punto vocálico equivocado «a», en el último 
el correcto «e».
 GYÖRGY SAJÓ BRAE, T. XCIII • C. CCCVIII • 2013
 h.azir ‘cerdo’. – Hocico: hozir. Jabalí: hazir. – En la entrada «jabalí» la חזיר —
palabra no sirve como étimo de una palabra española, por lo que Covarrubias 
no necesita manipularla y nos da la transcripción correcta.
 erabon ‘fianza’. – Arras: hharrabo[n]. Rehenes: herrabon. – Hasta los‘ ערבון —
puntos vocálicos originales del hebreo cambian según las transcripciones: en 
el primer caso el punto vocálico es el erróneo «a», en el último el correcto «e».
 qane ‘caña’. – Cana: canna. Caña: cana. Canela: cane. – Hasta los puntos קנה —
vocálicos originales del hebreo cambian según las transcripciones: en los 
primeros casos el punto vocálico es el erróneo «a», en el último el correcto «e».
2.1.2. Falsificación de las consonantes
Covarrubias es mucho más cuidadoso al ajustar las consonantes de las 
palabras hebreas que transcibe a las del español, al punto de que casi nunca las 
cambia en el original sino solo al transcribirlo. Comentaremos más abajo, junto 
con la falsificación de las transcripciones, los pocos casos en que también cam- 
bia la consonante hebrea en la escritura cuadrada original. Aquí he clasificado 
según los tipos de cambio que ejerce los abundantes casos en que Covarrubias 
falsifica la transcripción de las consonantes:
2.1.2.1. Silenciamiento de la h.et gutural
— Acial: חשל h.ašal ‘debilitarse’ > asal. Covarrubias cambia la gutural fuerte 
 he [h] ya en el hebreo original, produciendo ה h.et [h.] en la glotal suave ח
un inexistente השל hašal para, a continuación eliminar por completo la 
primera consonante hebrea de la transcripción, como si fuera una «h» 
española muda.
— Aguinaldo: חג h.ag– ‘fiesta’ > hag; נחל nah.al ‘heredar’ > nahal; חג נחל h.ag– 
nah.al > hagnahal. Al igual que en la entrada anterior, cambia la gutural 
fuerte ח h. por la suave ה h cuatro veces en el original hebreo, produciendo 
unos inexistentes הג hag
– 
hag הגנהל nahal y נהל ,
– 
nahal. El último es 
especialmente erróneo, pues las palabras compuestas no existen en hebreo 
clásico. La manipulación de la palabra hebrea —cambiando h.et por he— 
transcribiéndola luego con una h potencialmente muda y la creación de un 
inexistente compuesto hebreo revelan las intenciones del autor: hallar un 
étimo hebreo con su correspondiente transcripción que logre explicar la 
desaparición de ambas h suaves en el proceso etimológico.
— Alnafe: נפח nafah. ‘soplar’ > nafah. La elección de la h como transcripción 
del hebreo h.et no es necesariamente una manipulación, pues hemos visto 
BRAE, T. XCIII • C. CCCVIII • 2013 LAS ETIMOLOGÍAS HEBREAS...
que Covarrubias usa ch, h y hh con la misma frecuencia para transcribir esta 
letra. Pero sorprende que elija la h potencialmente muda para etimologizar 
«alnafe» haciendo desaparecer la h. gutural final. 
— Araucana: חרב h.arab ‘secarse’ > arau y harau. Tanto la transcripción de
una h potencialmente muda como la omisión de la transcripción parecen 
tener por objeto aproximar el étimo hebreo a la palabra española.
— Asno: חמור h.amor ‘asno’ > hamor; חמר h.amar ‘rubor’ > hamar. De nuevo 
la transcripción de h.et como h junto con una deseada etimología de la 
cual debe desaparecer el sonido gutural inicial hacen sospechar un proceso 
manipulador.
2.1.2.2. Transcripción de la gutural ‘ayin como g o ng
La letra hebrea ע ‘ayin representa un sonido gutural de transcripción 
problemática en cualquier lengua europea. Covarrubias da esta descripción del 
sonido en la voz «Gangoso»: «profertur enim in profundo gutturis cum adminiculo 
flatus narium». La mayoría de diccionarios y gramáticas hebreas del tiempo optan 
por no transcribirlo en absoluto; unas pocas, como el Hebraicarum institutionum, 
libri iiii de Santes Pagnino72, la transcriben con una h, mientras otras, por ejemplo 
el Institutionum hebraicarum, libri v de Valentin Schindler73 y en ocasiones el antes 
comentado Globus de fray Luis de San Francisco, como gh.
Ya hemos visto que Covarrubias prefiere transcribir esta letra por h, que es muda 
en español, en sintonía con la mayoría de obras latinas que evitan transcribirla 
de ningún modo. Pero es muy interesante examinar aquellos casos en que opta 
por transcribirla con las variantes g, gh o incluso ng. En la práctica italiana, como 
dijimos, es común transcribir el ‘ayin por ng o ngh; así lo hace el Globus de fray Luis 
de San Francisco, con el que Covarrubias está familiarizado. Además, el Globus 
registra esta forma alternativa por medio del dígrafo gh 74. Ya cuando presenta 
a los lectores las letras del alfabeto hebreo, fray Luis ofrece diversas alternativas 
tanto para la transcripción como para la pronunciación: «Difficilior pronuntiatu, 
vel haain cum aspiratione, vel Ain sine aspiratione. Solum viva voce exprimi 
potest et est gutturalis». Y da la transcripción de esta letra como «Gh, vel Hg», 
y el nombre de la misma como «Ain, vel Nghain»7. De tal modo que tenemos 
72 Paris, 14.
73 Wittenberg, 181.
74 P. e., Globus, pág. 18: עם [‘am] transcrito como gham.
7 Globus, pág. 41.
 GYÖRGY SAJÓ BRAE, T. XCIII • C. CCCVIII • 2013
tres posibles transcripciones: h —como en «haain»—, gh/hg, o ngh, junto con su 
simple eliminación, como en «Ain», una justo después de otra. Pocas páginas más 
adelante, en el comentario particular sobre la letra ‘ayin, fray Luis aún despliega 
más combinaciones: gh, h, hg, hgh, ngh y en una ocasión construye un hngh (!)76.
Observando las entradas del Tesoro donde Covarrubias sigue la práctica del 
Globus y transcribe ‘ayin como g/gh o ng/ngh, no nos sorprenderá ver que en 
casi cada caso eche mano de una de estas opciones para sus etimologías particu- 
lares: 
— Algarbe: ערב ‘ereb ‘tarde’ > ngereb. De ng extrae g.
— Çalagarda: זלעפה zal‘afa ‘ardor’ > çalangafah. De ng extrae g.
— Cuervo: ערב ‘oreb ‘cuervo’ > ghoreu; ערב ‘arab ‘mezclar’ > ngharau. 
Obviamente, de gh y ngh extrae g y la transforma en c. 
— Gangoso: Ya hemos comentado la naturaleza onomatopéyica de esta pa-
labra, que Covarrubias cree que deriva de la pronunciación nasal-gutural 
de ‘ayin. Lo interesante es que en esta entrada llama a la letra gain, esfor-
zándose en hacer hasta el nombre de la letra más parecido a la palabra 
española.
— Golondrina: עגור ‘ag
– 
ur ‘golondrina’ > nghagur. De ngh extrae g.
— Sarna: צרע s.ara‘ ‘enfermar de lepra’ > sarang; צרוע s.arua‘ ‘leproso’ > saruang; 
 .s.ara‘ to ‘su lepra’ > sarangto. De ng extrae n צרעתו
2.1.2.3. Transcripción falsificada de sibilantes
Puesto que el español tiene menos sibilantes que el hebreo clásico, Covarrubias 
intenta con frecuencia distinguirlas en su trascripción. Como hemos observado, 
transcribe generalmente 
 zayin por z y ç (principalmente ז ,samek por s ס śin y ש. ,šin ש..
antes de las vocales posteriores a, o y u) o c (precediendo a las anteriores e, i) y צ 
s.adi por el dígrafo ts. Sin embargo, hay un número de casos en los que falsifica la 
transcripción para conseguir sus propósitos etimológicos:
— Çafir [Zafir]: שפר šafar ‘ser hermoso’ > zafar. Cambio: š > z.
— Mazmorra: משמרה mišmara ‘guardia’ > mizmarra. Cambio: š > z.
— Çaque: שכר šakar ‘embriagarse’ > çacar. Cambio: š > ç.
— Çaquiçamí: שמים šamayim ‘cielo’ > çamain. Cambio: š > ç.
— Cebo: שבר šeber ‘cebo, alimento’ > ceber. Cambio: š > c. שבר šabar ‘romper’ 
> çabar. Cambio: š > ç.
— Añagaza: נגש nag
– 
aś ‘forzar’ > nagaz. Cambio: ś > z. Es la única ocasión en 
que Covarrubias transcribe śin con una z.
76 Globus, pág. 46.
BRAE, T. XCIII • C. CCCVIII • 2013 LAS ETIMOLOGÍAS HEBREAS...
— Maça: משא maśśa’ ‘carga’ > maça. Cambio: ś > ç. Es la única ocasión en que 
Covarrubias transcribe śin con una ç.
— Çanja: סמך samak ‘sostener’ > çamac. Cambio: s > ç. Es una de las dos 
ocasiones en que Covarrubias transcribe samek por ç.
— Çamarro: צמר s.emer ‘lana’ > semer. Cambio: s. > s. 
— Sarna: צרע s.ara‘ ‘enfermarde lepra’ > sarang; צרוע s.arua‘ ‘leproso’ >
saruang; צרעתו s.ara‘to ‘su lepra’ > sarangto. Cambio: s. > s.
Son particularmente interesantes, de nuevo, aquellos pocos casos en que 
Covarrubias acude a la ortografía italiana cuando es más útil para sus fines 
etimológicos. El Globus de fray Luis transcribe 
 šin con sc ante las vocales ש..
posteriores y sch precediendo a las anteriores. Curiosamente, en los pocos casos en 
que Covarrubias aplica esta forma de transcripción, precisa de una c adicional para 
su etimología, que puede extraer de la norma italiana: 
— Esclavo (en la entrada «Captivo»): שבוי šabuy ‘cautivo’ > schabui. 
Manteniendo la ortografía del dígrafo sc, lleva a cabo una transición oculta 
desde el valor fonológico [∫] del italiano al del español [sk].
En algunas ocasiones llega a crear una forma híbrida hispano-italiana para 
la transcripción de šin, reemplazando la c por ç en el dígrafo italiano original 
y construyendo un curioso sç. Actúa así varias veces cuando necesita llegar a la 
española ç.
— Açofar: שפר šafar ‘ser hermoso’ > sçafar. 
— Çamarro: שמר šamar ‘guardar’ > sçamar. 
— Çanefa: שנה šana ‘cambiar’ > sçana.
2.1.2.4. Aplicación de la pronunciación española a la latinización de las 
transcripciones hebreas.
Otras veces, Covarrubias usa ch con valor fonético de [k] o de gutural [χ] 
en la transcripción latina del hebreo para etimologías de palabras españolas que 
presentan el mismo dígrafo ch pero con el valor fonético de [t∫]: 
— Chafallo: כפל kafal ‘duplicar’ > chafal.
— Chamorrar: חמור h.amor ‘asno’ > chamor. 
2.1.2.. Uso de doble rr en las transcripciones hebreas:
Según las reglas fonéticas del hebreo clásico, la letra ר reš no puede duplicarse. 
Sin embargo Covarrubias duplica rr en varias transcripciones hebreas, cuando la 
 GYÖRGY SAJÓ BRAE, T. XCIII • C. CCCVIII • 2013
palabra española así lo exige, dando la falsa impresión de que la palabra hebrea 
tiene también esta doble consonante: 
— Garrafa (en la entrada «Almarraja»): גרף garaf ‘arrastrar’ > garraf.
— Arras: ערבון ‘erabon ‘fianza’ > hharrabo[n]; ערב ‘arab ‘garantizar’ > hharrab; 
araś’ ארש ‘estar prometido’ > arras.
— Barra: בריח beriah. ‘cerrojo’ > berriach.
— Esbirro: בכרה bikra ‘camella joven’ > bicrra.
— Harre: ארח ’arah. ‘caminar’ > harrahh. 
— Mazmorra: משמרה mišmara ‘guardia’ > mizmarra.
2.1.2.6. Cambio entre p y f en la transcripción del hebreo pe
La letra hebrea פ representa dos valores fonéticos: p y f. No obstante, no los 
puede tomar arbitrariamente. El valor fonológico, y por tanto la transcripción 
de la letra pe en una palabra dada, está siempre fijado con toda exactitud por su 
posición y vocalización. Así, por una parte, Covarrubias es básicamente correcto 
cuando dice que las letras p y f en hebreo son una y la misma, como en la entrada 
«Alfarge»: «raíz hebrea, del verbo פרק farach o parach, porque toda es una
letra»; y en la entrada «Filisteos»: «Es de advertir que la p cerca de los hebreos 
vale f algunas veces, o ph, que todo es uno.» Pero por otra parte, a pesar de las 
indudables reglas fonológicas, se toma la libertad de transcribirla arbitrariamente 
o, con más precisión, al dictado de sus designios etimológicos. Cuando hay una f 
en la palabra española, transcribirá la palabra hebrea con f, por más que vaya contra 
la regla, y actúa del mismo modo si necesita apoyar la aparición etimológica de 
una p: 
— Afufar: פוק puq ‘tambalearse’ > fuk. 
— Alfarge: פרק paraq ‘arrancar’ > farach. En esta entrada da tanto la correcta 
parach como la incorrecta farach una a continuación de otra.
— Atapar: תפר tafar ‘coser’ > tapar.
— Capa: כפא kafa’ > capa. Este verbo, de hecho, no existe en hebreo. 
Covarrubias también manifiesta sus dudas cuando confiesa: «Cierto amigo 
dice que es hebreo […]; yo no le he topado en el Thesauro». La razón 
por la que lo mantengo aquí es demostrar cómo Covarrubias manipula 
una regla fonética general del hebreo. Cuando la segunda consonante de 
cualquier verbo hebreo en el paradigma pa‘al es פ pe, siempre se transcribe 
como f, no como p, independientemente de que el verbo exista o no. Así, 
la transcripción de este verbo inventado solo podría ser kafa’ —o, según el 
sistema de Covarrubias, cafa— pero Covarrubias da aquí simultáneamente 
la forma correcta cafa y la incorrecta capa, siendo esta última idéntica a la 
palabra española.
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— Capar: קפד qafad ‘enrollarse’ > capar. Ya hemos mencionado que la r 
final se debe a la mala lectura de una d por parte de Covarrubias o de su 
informante. Nos centramos aquí en la transcripción falseada de la f como p.
— Fulano (en la entrada «Çutano»): פלוני peloni ‘alguien, fulano’ > feloni; פלא 
pala’ ‘estar escondido’ > fala.
— Fulano (en la entrada «Fulano»): פלני peloni ‘alguien, fulano’ > feloni; פלא 
pala’ ‘estar escondido’ > fala.
— Yepes [Iepes]: יפי yefi ‘hermosura’ > ieppi. Tergiversación grave: el autor no 
solo usa la incorrecta p por la f, sino que la duplica para enfatizar su opción 
de transcripción.
— Tapar: תפר tafar ‘coser’ > tapar.
2.1.2.7. Transformación encubierta de la consonante u [v] en vocal u [u]
Como es sabido, en el uso ortográfico de tiempos de Covarrubias podía aparecer 
la grafía u tanto para la consonante v como para la vocal u. Además, como la 
pronunciación de b y v se había unificado, ambas letras se podían intercambiar 
liberando así notablemente la práctica etimologizadora de nuestro autor. Hay 
varios casos en que transcribe la consonante hebrea ב bet —que puede tener el
valor fonético de b o v— como una u consonante para luego derivar una palabra 
española que o bien tiene una vocal u o no presenta en absoluto tal letra. Una 
prueba de que esta alteración es tendenciosa es que Covarrubias casi siempre 
transcribe bet como b, y solo en 13 ocasiones como u —lo que significa un escaso 
diez por ciento del total de ocurrencias—.
— Araucana: חרב h.arab ‘secarse’ > arau y harau. Pero, en contraposición 
veamos la entrada «Algarroba»: aquí utiliza el mismo étimo hebreo pero 
necesita obviamente la b consonante para la etimología, entonces transcribe 
la misma palabra como harab.
— Ataúd: תבה teba ‘caja’ > teua. La manipulación es aún más chocante en este 
caso, donde la consonante b se acaba convirtiendo en u vocal tónica.
— Cara: כרב karab > carau. Como ya he mencionado en una de las secciones 
previas, el verbo karab es un verbo pa‘al ficticio que Covarrubias toma 
directamente del Thesaurus de Pagnino. Aquí no convierte la u consonante 
en vocal. Pero es interesante observar que, como la palabra española no 
tiene más letras tras la segunda a, el autor escoge la transcripción como 
vocal u en lugar de b: debía resultarle más sencillo explicar la pérdida de una 
vocal débil en un diptongo au que la de una consonante. 
— Çahenes: זהב zahab ‘oro’ > çahau. Como en la entrada anterior, no se 
transforma la u consonante en vocal, pero la ausencia de v consonante en 
 GYÖRGY SAJÓ BRAE, T. XCIII • C. CCCVIII • 2013
la palabra española se puede explicar mejor por la pérdida de una u en la 
transcripción hebrea, donde puede parecer una vocal.
— Doblas zahenes: זהב zahab ‘oro’ > zahau. Tiene la misma explicación que la 
anterior entrada «Çahenes».
2.1.2.8. Otras prácticas tergiversadoras menos frecuentes
Pérdida de una sílaba en la transcripción de la palabra hebrea: 
— Almud: Altera tanto el original hebreo como su transcripción. La 
inexistente palabra hebrea מד se transcribe como mad. Con todo, al ver 
la fuente de la definición latina en el Thesaurus de Santes Pagnino (col. 
1337), vemos que da la palabra hebrea original מדד madad ‘medir’, que 
Covarrubias aparentemente acorta eliminando la última sílaba para hacerla 
más semejante al final de la palabra «almud».
— Arroba: מרבעת merubba‘at ‘cuadrado’ > rubaat. Parece como si la primera 
sílaba de la palabra —me— no encajara en la etimología de «arroba» y 
Covarrubias simplemente la elimina de su transcripción.Sustitución de una consonante nasal por otra en la transcripción: 
— Haron: ערום ‘arum ‘astuto’ > ngharon. Cambio: m > n. Es de particular 
interés que Covarrubias da juntamente la transcripción correcta y la 
incorrecta: «ngharon, o hharom».
Finalmente, doy la lista de aquellos términos hebreos de este apartado que 
también aparecen como étimos en otras entradas del Tesoro y comparo sus 
transcripciones en las diferentes entradas. De este modo se refuerza la idea de que 
las transcripciones incorrectas de Covarrubias no son casuales sino alteraciones 
conscientes para sus fines etimologizadores:
ayin. – Arrahaj: aiin. Gangoso: gain. El nombre de la letra ‘ayin‘ עין —
se ha transcrito siguiendo designios etimologizadores: en el primer caso 
no hay transcripción alguna; en el segundo aplica una muy raramente 
usada g.
.h.arab ‘secarse’. – Algarroba: harab. Araucana: arau y harau חרב —
 arab ‘garantizar’ o ‘mezclar’. – Arras: hharrab. Cuervo: ngharau. En‘ ערב —
la primera etimología aplica su habitual transcripción hh para ‘ayin. En 
la segunda, utiliza el trígrafo especial ngh para derivar la g y hacer luego 
aparecer de ahí una c.
 h.amor ‘asno’. – Asno: hamor. Chamorrar: chamor. En el primer חמור —
caso una h muda en la transcripción facilita la ausencia de una consonante 
inicial en la palabra «asno». En el segundo, el dígrafo ch se transforma en 
una ch española.
BRAE, T. XCIII • C. CCCVIII • 2013 LAS ETIMOLOGÍAS HEBREAS...
 ereb ‘tarde’. – Algarbe: ngereb. Crepúsculo: hereu. En la primera‘ ערב —
palabra usa el dígrafo italiano ng para derivar la g de «algarbe». En la 
segunda, la propia palabra hebrea no tienen un rol etimológico, por lo que 
usa una h muda en la transcripción.
:tafar ‘coser’. – Atapar: tapar. Tapar: tapar. Chafallo: tafar. Estafar תפר —
tafar. Estamos ante una sólida prueba de la manipulación de la transcripción 
de la letra pe. La misma palabra hebrea se transcribe dos veces con una 
correcta f cuando las palabras españolas tienen una f. Al contrario, se 
transcribe dos veces con una incorrecta p cuando la palabra española tiene 
una p.
 šamar ‘guardar’. – Çamarro: sçamar. Samaritano: samar. En el primer שמר —
caso se usa el dígrafo hispano-italiano sç para derivar una ç en la palabra 
española. En el segundo caso se usa correctamente la s, pues se corresponde 
con la palabra española.
 pala’ ‘estar escondido’. – Fulano (en la entrada «Çutano»): fala. Fulano פלא —
(en la entrada «Fulano»): fala. Pala: pala. De nuevo un claro ejemplo de 
manipulación de la letra pe. Tenemos dos veces un incorrecto fala cuando la 
palabra española empieza con f. Pero por otro lado tenemos, en la entrada 
«Pala», la transcripción correcta p puesto que se ajusta a la p inicial de la 
palabra española.
 kafal ‘duplicar’. – Cafila: cafal. Chafallo: chafal. Ambas transcripciones כפל —
podrían ser teóricamente correctas, pero Covarrubias elige ch en la segunda 
para transformarla en una ch española.
 s.arua‘ ‘leproso’. – En la entrada «Gafo» Covarrubias explica que una צרוע —
cierta palabra hebrea —נמרצת nimres.et— es un acrónimo creado sumando 
las iniciales de cinco palabras hebreas diferentes. Una de estas palabras es 
 s.arua‘ , que Covarrubias transcribe aquí como tsaruaah. En la entrada צרוע
«Sarna» encontramos la misma palabra transcrita como saruang. En el 
primer caso, donde la palabra no tiene un rol etimológico, transcribe la 
‘ayin final como una h muda. En el otro, la transcribe con el dígrafo ng, del 
cual obtiene una n para llegar al español «sarna».
2.2. Falsificaciones semánticas
Otra manera de falsificación encubierta del proceso etimológico la tenemos 
cuando Covarrubias tergiversa las palabras hebreas en el nivel semántico. Lo hace 
de dos formas diferentes: atribuyendo a la palabra hebrea un significado falso que 
no se encuentra en ningún diccionario contemporáneo, y dando palabras hebreas 
inexistentes en apoyo de sus etimologías.
 GYÖRGY SAJÓ BRAE, T. XCIII • C. CCCVIII • 2013
2.2.1. Atribución de significados falsos a palabras hebreas verdaderas
Entiendo por significado falso una definición o traducción de una palabra 
hebrea de manera notoriamente diversa de las definiciones o traducciones que 
encontramos en los diccionarios y lexicones hebreos de la época, primero y sobre 
todo en su fuente básica de palabras hebreas, el Thesaurus de Santes Pagnino. Para 
ser justos, no todas las definiciones son de propia cosecha de Covarrubias: en una 
serie de sugerencias etimológicas cita como fuente a diversos informantes. Marco 
claramente estos casos más abajo. Doy primero la lista de las palabras del Tesoro 
seguidas luego por las definiciones de Covarrubias y Santes Pagnino: 
 dam, que en la דם dam en la entrada Adán. – Covarrubias: «del verbo דם —
conjugación cal sinifica rubescere». No hay tal verbo en hebreo. En Santes 
Pagnino está como sustantivo con el significado de «Sanguis» (col. 473). 
Sin embargo, encontramos una palabra muy similar en este autor con 
la misma definición de Covarrubias: «אדם [’adam] in coniugatione Kal, 
est Rubescere» (col. 27). Obviamente Covarrubias toma este verbo y por 
razones inexplicables borra la primera raíz consonante.
 .«sir, pulvinar, cervical סיר» :sir en la entrada Azerico. – Covarrubias סיר —
Santes Pagnino: «סיר [sir] est Olla: Lebes, Ahenum, Cacabus, Caldaria: 
Spina» (col. 1778).
 kasal en la entrada Casilda. – Covarrubias: «algunos dicen ser hebreo, y כסל —
que vale tanto como mujer rica, del verbo כסל casal.» Santes Pagnino: «כסל 
[kasal] Inde כסיל [kesil] Stultus, Insipiens» (col. 11). La frase que sigue
inmediatamente a continuación de la anterior del Tesoro puede darnos la 
clave encubierta por cuanto contiene referencias tanto a la «mujer rica» 
como a la «stulta»: «Pero también sinifica non solum divitem sed etiam 
stultam».
 caph, et כ ka-yad en la entrada Cayado. – Covarrubias: «raíz hebrea, de כיד —
 yad significa יד caiad, quasi in manu.» La palabra כיד iad, manus, y de allí יד
ciertamente mano, pero el prefijo כ ka- significa «como», así que el sentido 
de la frase es «como la mano», no «como en la mano». – Covarrubias da 
el mismo prefijo כ ka- en la entrada Caramillo con el mismo error de 
interpretación: «de la letra כ [k] que en composición algunas veces vale 
tanto como in». 
 zarqa en la entrada Çarca. – Covarrubias: «El padre fray Pedro de זרקה —
Palencia dice ser hebreo, de זרקה zarqah, color azul.» Santes Pagnino no
sabe nada de tal nombre. Da las mismas raíces consonantes como un 
verbo con significado completamente diferente: «זרק [zaraq] est Spargere, 
Aspergere» (col. 608).
BRAE, T. XCIII • C. CCCVIII • 2013 LAS ETIMOLOGÍAS HEBREAS...
 ,dur דור dur en la entrada Durar. – Covarrubias: «del verbo hebreo דור —
perseverare». Santes Pagnino: «דור [dur] quando est verbum, idem est quod 
.Peregrinari: Habitare» (col. 461) [gur] גור
 gazal, que גזל gazal en la entrada Goznes. - Covarrubias: «de raíz hebrea גזל —
vale asir». Santes Pagnino: «גזל [gazal] in coniugatione Kal, est Rapere»
(col. 387).
ataq en la entrada Hataca. – Covarrubias: «es nombre hebreo, del‘ עתק —
verbo עתק nhgata [sic], que vale revolver». Santes Pagnino: «עתק [‘ataq] est 
Veterascere, Senescere: Crassescere» (col. 2118).
 teruma en la entrada Tarima. – Covarrubias: «El padre Pedro de תרומה —
Palencia dice ser hebreo, vale ensalzamiento, de תרומה terumàh, altura.» 
Santes Pagnino: «תרומה [teruma] Oblatio» (col. 266).
 tešura en la entrada Tesoro. – Covarrubias: «Es hebreo, que tesurah תשורה —
«Munus. Donum [tešura] תשורה» :vale tesoro.» Santes Pagnino תשורה
(col. 213).
2.2.2. Palabras hebreas inexistentes para sustentar las etimologías
Las siguientes palabras hebreas no existen en hebreo clásico y no se encuentran 
en el Thesaurus de Santes Pagnino. Al igual que en la categoría anterior, Covarrubias 
menciona ocasionalmente a otros como fuentes de dichas etimologías, eludiendo 
así su responsabilidad en las mismas. Marcamos claramente estos casos en las citas 
que siguen.A continuación de la palabra hebrea en caracteres cuadrados damos la 
propia transcripción de Covarrubias en negrita: 
gabeloth en la entrada Alcavala. – Covarrubias: «en hebreo se גבלות —
llama גבלות gabeloth». Esta palabra parece un plural de la palabra «gabela» 
creado artificialmente. No existe en hebreo. Por otro lado, es palabra bien 
conocida en varias lenguas románicas, donde puede aludir a diferentes tipos 
de impuestos sobre productos de consumo general. Desde la Edad Media, 
las comunidades judías sefardíes llamaban también gabela —se supone que 
en judeo-español, no en hebreo— a un impuesto especial sobre la carne con 
el que sustentaban las escuelas y ayudaban a los necesitados. 
.«naha que vale flor נעה » :naha en la entrada Azahar. – Covarrubias נעה —
 – .en la entrada Boda (sin transcripción, vocalizada como bada) בדה —
Covarrubias: «No falta quien diga venir del verbo הℸב que vale comer y 
también elegir». A causa de la borrosa impresión de nuestro ejemplar de la 
edición de 1611 del Tesoro y en ausencia de una transcripción de mano de 
Covarrubias, podría también leerse como בדר badar. Con todo, ninguna
de estas palabras se encuentra en Santes Pagnino.
 GYÖRGY SAJÓ BRAE, T. XCIII • C. CCCVIII • 2013
 – .en la entrada Bodegonero (sin transcripción, vocalizada como bada) בדה —
Covarrubias: «Un amigo que sabe hebreo quiere que bodegón y bodegonero 
se hayan dicho del בדה que sinifica comer».
 qibro en la entrada Criva. – Covarrubias: «podría traer su etimología כברו —
del nombre hebreo כברו qibro, seu כברה qebara, cribrum, de la raíz כבר
unde fit כבר cabir, multus». Merece señalarse que la única palabra que 
Covarrubias aparentemente maquilla es la que más se asemeja a la española: 
qibro. Las otras dos —kebara y kabbir— son palabras hebreas existentes. 
 gabeloth en la entrada Gabela. – Covarrubias: «el cual vocablo es גבלות —
hebreo גבלות gabeloth, del verbo גבל gabal, limitare, finem ponere». Sobre 
«gabeloth», ver lo que hemos comentado en la entrada Alcavala. La otra 
palabra hebrea, gabal existe en esta lengua.
 mattagh en la entrada Mata. – Covarrubias: «trae origen del nombre מתע —
hebreo מתע mattagh, que sinifica planta, seu מטע que sinifica lo mesmo». 
No queda claro por qué Covarrubias crea la inexistente «mattagh» [matta‘ ] 
escrita con una ת taw, cuando su otro ejemplo, la existente מטע mat.t.a‘ , 
escrita con una ט t.et podría bastarle para su etimología.
 ,nas en la entrada Nariz. – Covarrubias: «(a mi parecer) es de raíz hebrea נס —
porque נס nas, vale ira».
 rucang en la entrada Roca. – Covarrubias: «Algunos quieren que sea רקע —
hebreo, de רקע rucang, roca».
 ,rua רוא rua en la entrada Ruido. – Covarrubias: «nombre hebreo רוא —
ventus». Un claro ejemplo en el que tergiversa una palabra hebrea real 
en los caracteres cuadrados originales y en la transcripción. La fuente es 
seguramente רוח ruah. que encontramos con la misma definición de «ventus» 
en Santes Pagnino (col. 264), y que Covarrubias modifica ligeramente en 
aras de sus objetivos etimológicos.
Hay otra serie de casos donde Covarrubias cambia solo las vocales de la palabra 
hebrea existente para aproximarla más a la española. Estas palabras pertenecen 
fundamentalmente a la categoría de «falsificación de vocales». No obstante, en unos 
pocos casos encontramos en el Tesoro juntas la vocalización correcta del hebreo y 
otra con las vocales alteradas. En estos casos defino tales palabras falsificadas como 
ejemplos de creación de una palabra hebrea inexistente:
— Atabal: «nombre hebreo, de תבל o תבל, tabal o tebel, que vale redondez, 
latine orbis». La primera palabra está vocalizada como tabal, la segunda como 
tebel. Esta segunda forma —tebel— es correcta, como comprobamos en 
Santes Pagnino (col. 3137). La primera —tabal—, creación de Covarrubias.
— Tavaque: «del nombre hebreo תבה taba, arca, quasi arcula, o de la palabra 
 thebah, que es de la mesma raíz, por la cual el intérprete vuelve תבה
fiscellam». La segunda forma —vocalizada teba— es correcta, verificable en 
Santes Pagnino (col. 3136). La primera —taba—, creación de Covarrubias.
BRAE, T. XCIII • C. CCCVIII • 2013 LAS ETIMOLOGÍAS HEBREAS...
Hay dos casos adicionales, antes mencionados en la categoría de «vocales 
falsificadas», que ahora vale la pena reconsiderar en la actual categoría: 
— Cana: «Trae origen del nombre hebreo קנה caneh, calamus, tam mensurae 
quam calamus aromaticus קנה canna, brachii longum, instar calami, 
longitudine sex cubitorum legalium cum dimidio, Arias Montanus, 
Tubalcain, sive de mensuris». La palabra קנה está primero vocalizada 
correctamente como qane, y luego tergiversadamente como qana. 
Covarrubias trata de presentarlas como dos palabras diferentes con distintas 
definiciones pero es en realidad la misma.
— Canalla: «Algunos quieren traiga origen del nombre קהל, congregatio, de 
cahal, cahalla». No es un caso fácil de interpretar: si se supone que tanto 
«cahal» como «cahalla» son transcripciones de la misma palabra hebrea, 
entonces la primera es correcta y la segunda falsa a causa de la vocal añadida 
y la duplicación de la última consonante; si se supone que la segunda 
transcripción lo es de otra palabra hebrea, entonces habría que incluirla 
en la categoría de «palabras hebreas inexistentes»; por último, la palabra 
«cahalla» puede también interpretarse no como una transcripción hebrea, 
sino como un desarrollo etimológico según el método de añadir letras, en 
especial teniendo en cuenta la afirmación inmediatamente posterior de 
Covarrubias:: «y de allí, con alguna corrupción, canalla».
2.3. Manipulaciones gramaticales
2.3.1. Manipulación de los paradigmas verbales
Para una comprensión completa de este método tenemos que ver primero 
brevemente cómo se organiza el material en la principal fuente de palabras hebreas 
de Covarrubias, el Thesaurus linguae sanctae de Santes Pagnino. En algunos aspectos 
es considerablemente distinto de un diccionario moderno de hebreo clásico, lo 
que puede explicar que haya palabras tanto en Pagnino como en Covarrubias que 
no encontraremos en un diccionario actual, al menos no en la forma que da el 
Thesaurus. Tales palabras, aunque numerosas, obviamente no han sido incluidas en 
nuestra categoría de «palabras hebreas inexistentes» del Tesoro.
Las palabras hebreas del Thesaurus se organizan según sus raíces consonantes: 
las palabras con los mismos radicales se listan en la misma entrada. No obstante, 
el encabezamiento de cada entrada no es un grupo de radicales sin vocalizar sino, 
casi siempre, un verbo en el paradigma verbal básico pa‘al o qal —llamado kal 
por Santes Pagnino y Covarrubias— creado generalmente para colocar las vocales 
qames. y patah. —ambas con el valor fonético aproximado de a— bajo los dos 
primeros radicales. Enfatizo la palabra «creado» puesto que realmente hay muchas 
 GYÖRGY SAJÓ BRAE, T. XCIII • C. CCCVIII • 2013
raíces hebreas de las que no se hacen derivar verbos en el paradigma pa‘al, e incluso 
otras de las que no se deriva verbo alguno. Con todo, este método fue básicamente 
aceptado en tiempo de nuestro autor y se basa verosímilmente en la comprensión 
contemporánea del sistema de la lengua hebrea. El autor del Thesaurus es honesto 
al respecto: cuando la palabra tiene una forma verbal en pa‘al en la Biblia hebrea, 
la entrada dará su definición en latín seguida de las otras derivaciones de la misma 
raíz. Por otro lado, cuando una raíz hebrea no tenga una forma pa‘al en la Biblia 
hebrea, Santes Pagnino creará una forma pa‘al artificial a partir de sus radicales y la 
colocará como cabeza de la entrada, pero en este caso sin dar la traducción latina. 
Esta forma pa‘al artificial irá inmediatamente seguida por las formas existentes 
del verbo en otros paradigmas verbales junto con sus traducciones. El Thesaurus 
despliega así cantidad de verbos pa‘al artificiales que hoy no encontraremos en 
ningún diccionario actual de hebreo clásico.
Cuando Covarrubias busca una palabra hebrea dondesustentar sus etimologías, 
las más de las veces se detiene en el encabezamiento de la entrada y selecciona 
allí verbos en forma pa‘al. Así lo hace incluso cuando Santes Pagnino manifiesta 
explícitamente que tal palabra existe solo en otras formas distintas a la pa‘al —
como nif‘al, pi‘el o hif‘il— y que dicho verbo tiene diferentes siginificados según 
el paradigma verbal que se utilice. En varias ocasiones vemos a Covarrubias tomar 
la forma pa‘al que se parece a la palabra española junto con una definición latina 
que pertenece a otro paradigma del verbo. Más abajo doy solo aquellos casos 
donde Covarrubias reconoce explícitamente que la definición pertenece a otro 
paradigma verbal pero a pesar de ello basa su etimología en esa forma pa‘al de un 
verbo a menudo inexistente. En cada entrada la forma pa‘al que ofrece la similitud 
superficial con la palabra española va seguida por el verbo en otro paradigma cuyo 
significado se relaciona con la palabra española: 
— Cava: קוה qawa; en nif ‘al: נקוה niqwa. – Covarrubias: «su raíz es hebrea,
del verbo קוה cava, congregari, in nifal»; y más adelante en la misma entrada: 
«del verbo קוה in nifal, congregare». – Santes Pagnino: «קוה [qawa] [...] In 
Nifhál est Congregari» (col. 2437). – La forma nif ‘al de la palabra es נקוה
niqwa.– Covarrubias menciona dos veces que el verbo tiene el significado 
particular de «congregari» en nif ‘al, sin embargo solo da el verbo en pa‘al, 
de manera que sea lo más parecido a la palabra española.
— Çahareño: זהר zahar; en nif ‘al: נזהר nizhar. – Covarrubias: «del verbo זהר
çahar, in nifal, cavare, circumspectum esse, observare». – Santes Pagnino: 
 «Cavere, Circunspectum esse, Observare: [...] De Nifhál [...] [zahar] זהר»
(col. 63-64). 
— Atanquía: נקה naqa; en pi‘el: נקה niqqa. – Covarrubias: «del verbo נקה
naca, in piel mundare». – Santes Pagnino: «נקה [naqa] [...] Mundare: [...] 
In Pihél» (col. 1678).
BRAE, T. XCIII • C. CCCVIII • 2013 LAS ETIMOLOGÍAS HEBREAS...
— Cabal: קבל qabal; en pi‘el: קבל qibbel. – Covarrubias: «del verbo קבל 
cabal, en piel, recipere, accipere.» – Santes Pagnino: «קבל [qabal] in Pihél 
haddaghús est Suscipere, Recipere: Acceptare [...]». (col. 2400).
— Camas: קמץ qamas.; en pi‘el: קמץ qimmes.. – Covarrubias: «del verbo [קמץ] כמץ 
in piel, congregare». La ortografía de la palabra con כ kaf es incorrecta, la 
primera consonante es ק qof. Este caso es algo intrigante en tanto que Santes 
Pagnino no lista el verbo en pi‘el, solamente en pa‘al (col. 241-242). El
pi‘el de Covarrubias o bien es un error o procede de una fuente que 
desconocemos.
— Baraja: ברח barah.; en hif ‘il: הבריח hibriah.. – Covarrubias: «del verbo 
hebreo ברח barah, fugere acelerare in hifil fugare». – Santes Pagnino: «ברח 
[barah.] in coniugatione Kal, est Fugere: et aliquando Accelerare [...] Et in 
coniugatione Hifhíl, significant Fugare» (col. 321-322).
— Soga: שגא śag
– 
a’; en hif ‘il: השגא hiśgi’. – Covarrubias: «puede venir de raíz 
hebrea, del verbo שגא saga, in hifil multiplicare». – Santes Pagnino: «שגא 
[śag
– 
a’ ] in Hifhíl est Multiplicare» (col. 281).
Hay asimismo unos pocos casos en los que Covarrubias sigue la estrategia 
opuesta. Donde una forma verbal en un paradigma diferente al pa‘al se ajusta 
mejor a la forma de la palabra española, no duda en usarla a pesar de que Santes 
Pagnino contenga la palabra pa‘al en la cabeza de la entrada: 
— Avisar: En pi‘el: בשר biś śar77; en pa‘al: בשר baśar. – Covarrubias: «del verbo 
 Ex hac [...] [baśar] בשר» :bisar, in piel, nunciarse.» – Santes Pagnino בשר
radice est verbum in Pihél haddaghús, quod significat Nuntiare» (col. 33, 
337).
— Buscar: En pu‘al: בקש buqqaš; en pa‘al: בקש baqaš; en pi‘el: בקש biqqeš. Aquí
muestro tres paradigmas diferentes en tanto que Covarrubias usa el verbo 
en pu‘al, Santes Pagnino da la palabra al inicio de la entrada en pa‘al
y dentro de la entrada en la forma pi‘el correcta, con el significado de
«buscar». – Covarrubias: «del verbo בקש bucas, quaerere.» – Santes Pagnino: 
 .est Quaerere. [...] In coniugatione Pihél haddaghús» (col. 311) [baqaš] בקש»
– Es una fuerte tergiversación: el paradigma pu‘al es la forma pasiva del pi‘el: 
así buqqaš no significa «buscar», sino «ser buscado». Con todo, Covarrubias 
sacrifica aquí la congruencia semántica en aras de la semejanza formal.
77 Aunque la forma estándar de este verbo pi‘el debería vocalizarse como biś śer con una 
s.ere como última vocal, en esta única aparición en la Biblia hebrea en la misma forma (perfecto,
3.a persona, masculino, singular) se vocaliza con patah. como biś śar (Jeremías 20, 1). En el Thesaurus 
de Santes Pagnino también encontramos esta forma vocalizada con patah. en el verso procedente
de Jeremías ya citado. Covarrubias toma su étimo en esta forma directamente de Pagnino («bisar, in 
piel, nunciarse»).
 GYÖRGY SAJÓ BRAE, T. XCIII • C. CCCVIII • 2013
En el ejemplo siguiente Covarrubias no manipula los paradigmas verbales pero 
usa el participio pasivo de un verbo en lugar de la forma básica porque se parece 
más a la palabra española:
— Tolva: תלה tala; participio pasivo: תלוי taluy. – Covarrubias: «del verbo תלה 
tala, suspendere inde תלוי talui suspensus, y de allí tolva». – Aquí, además, 
lleva a cabo una manipulación única, muy parecida a otra que ya hemos 
visto, la reinterpretación de la grafía de una u consonante como vocal u. 
Esta vez es el camino inverso: la vocal u de la palabra taluy se convierte
en la consonante u (v) de la palabra tolva (escrita tolua en la edición de
1611 del Tesoro).
2.3.2. Uso del plural y del estado constructo de los nombres 
Al igual que en el caso de los verbos, Covarrubias elige con presteza formas 
del nombre distintas del singular si valen para sus procedimientos etimológicos. En 
los casos siguientes escoge la forma plural: 
— Retama: Plural: רתמים retamim; singular: רתם rotem. – Covarrubias: «Su 
etimología trae origen del hebreo, psalmo 120: ‘Sagittae potentis acutae 
cum carbonibus רתמים retamim’, id est, genistarum».
— Torote: Plural: תורות torot; singular: תורה tora. – Covarrubias: «Es nombre 
hebreo, de תורה tora, lex, y en plural תורות toroth, leges».
El ejemplo que sigue no es tan diáfano como los anteriores y ya lo hemos 
comentado en la categoría de «vocales falsificadas» pero tengo la sospecha de que 
también se basa en la forma plural:
 — Serapis: Plural: שרפים śerafim; singular: שרף śaraf. – Covarrubias: «del 
nombre hebreo שרף seraf». Covarrubias usa la forma singular śaraf, pero 
cambia la primera vocal por la del plural śerafim. 
En estos otros casos escoge el estado constructo, es decir, la forma que expresa 
la relación de posesivo con otro nombre, en lugar de la forma básica o absoluta (no 
posesiva):
— Yepes [Iepes]: Estado constructo: יפי yefi; forma absoluta: יפי yofi. – 
Covarrubias: «en hebreo, vale pulchritudo, aut decor יפי ieppi». 
 — Picar: Estado constructo: פי pi; forma absoluta: פה pe. – Covarrubias: «es 
derechamente hebreo, פי pi, rostrum».
2.3.3. Creación de palabras hebreas compuestas 
Las palabras compuestas en hebreo son muy excepcionales. Lo más que se 
aproxima el hebreo a este fenómeno es el estado constructo que expresa la relación 
de posesivo entre dos sustantivos, pero aquí aún se trata de dos palabras distintas 
BRAE, T. XCIII • C. CCCVIII • 2013 LAS ETIMOLOGÍAS HEBREAS...
que no se unen para formar una compuesta. Con todo, Covarrubias crea varias 
palabras hebreas compuestas en sustento de sus etimologías:
— Aguinaldo: «nombre hebreo, compuesto de חג hag, que vale sollemnitas, y 
del verbo נחל nahal, hereditare; חגנחל hagnahal, agnaldo, aguinaldo». 
 — Éufrates: «de dos dicciones hebreas, de הוא [hu’ ] et פרת [perat] y ambas 
juntas הואפרת [hu’ferat] Eupherat [...] Génes., caps. 2 et 14, et fluvius 
quartus הואפרת [hu’ferat] erat Euphrates.». – Es una etimología de mucha 
inventiva que combina dos palabras de una oración de Gen 2:14 para dar 
una palabra compuesta: הוא פרת hu’ perat

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