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1 EL ENFOQUE DE ACCIÓN SIN DAÑO: MARCO ÉTICO PARA LA FORMULACIÓN DE PROYECTOS DENTRO DEL LABORATORIO MARITORIO DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL María Alejandra Medina Navas Universidad Nacional De Colombia Facultad De Ciencias Humanas - Departamento De Trabajo Social Especialización En Acción Sin Daño Y Construcción De Paz Bogotá D.C, Colombia 2021 2 EL ENFOQUE DE ACCIÓN SIN DAÑO: MARCO ÉTICO PARA LA FORMULACIÓN DE PROYECTOS DENTRO DEL LABORATORIO MARITORIO DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL María Alejandra Medina Navas Tesis o trabajo de investigación presentada(o) como requisito parcial para optar al título de: Especialista en Acción sin Daño y Construcción de Paz Directora Leonor Perilla Lozano Universidad Nacional De Colombia 3 Facultad De Ciencias Humanas - Departamento De Trabajo Social Especialización En Acción Sin Daño Y Construcción De Paz Bogotá D.C, Colombia 2021 A mi amada y rec�dada abuela paterna, Mamita. P�que aún dejando este plano de existencia, seguirás �gu�osa al ver, que continúo mi vida académica en como decías enfáticamente, “LA UNIVERSIDAD NACIONAL”, para seguir buscando trabajar p� nuestro país que tanto lo necesita. 4 RESUMEN El presente documento se realiza en el marco de la pasantía desarrollada en el Laboratorio Maritorio de la Universidad Nacional de Colombia, durante el primer semestre de 2021. El Laboratorio Maritorio surge como respuesta a las afectaciones originadas por el fenómeno ocurrido en noviembre del 2020 en el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa catalina, a causa del impacto de los huracanes Eta e Iota, considerado el evento meteorológico más devastador sobre las Islas Colombianas (Reina, 2021), este suceso ocurrido además en tiempos de pandemia conduce al Laboratorio Maritorio a centrarse en los contextos post desastres. Lo anterior evidenció una serie de situaciones críticas que hacen que el Archipiélago requiera de una intervención consecuente con las múltiples necesidades del territorio. En consecuencia el eje primordial de este espacio es formular propuestas que atiendan a las necesidades que surgen en las comunidades a partir de un fenómeno como este, estas necesidades generalmente son: seguridad alimentaria, saneamiento básico, consumo de agua potable, reconstrucción de la infraestructura y la vivienda, herramientas escolares de educación en emergencia, etc. Teniendo en cuenta lo anterior, se desarrolla una propuesta metodológica para la planeación y formulación de los proyectos que se produzcan dentro del Laboratorio Maritorio, ya que se busca hacerlo desde la estructura del marco ético del enfoque de Acción sin Daño y Construcción de Paz partiendo de una comprensión integral del territorio, capaz de abordar las particularidades del mismo. Así, el documento busca presentar una primera sección conceptual de la Acción Sin Daño, continuado por una sección en la que se mencionan las herramientas metodológicas consideradas pertinentes para las propuestas dentro del Laboratorio Maritorio, en un tercer momento se buscará plantear una ruta que facilite la 5 aplicación de las herramientas y del enfoque como tal, para finalmente, contar con un apartado de reflexiones finales. Palabras clave: Acción Sin Daño, Laboratorio Maritorio, ABSTRACT This document is carried out within the framework of internship carried out in the "Laboratorio Maritorio" by the National University of Colombia, during the first semester of 2021. The Maritory Laboratory arises as a response to the affectations stemmed by the phenomenon that occurred in November 2020 in the archipelago of San Andrés, Providencia, and Santa Catalina, because of the impact of the ETA and IOTA hurricanes, considered the most devastating meteorological event on the Colombian Islands (Reina, 2021), this event that occurred during the pandemic also, conduits the Maritory Laboratory to center its attention to post-disaster contexts. The above evidenced a series of critical situations that make the Archipelago requires an intervention consequent with the multiple needs of the territory. Consequently the primary axis of this space is to formulate proposals that serve the needs surged by a phenomenom such as this. Generally, these needs are: food security, basic sanitation, consumption of drinking water, reconstruction of infrastructure and housing, school tools for education in emergencies, etcetera. Considering the above, it is developed a methodological proposal to planning and formuling of projects that outcome from the Maritory Laboratory, since it is wanted to be done from the structure of the ethic framework of the Do No Harm Approach and peace building parting from a comprehension integral of the territory that is able to address its particularities. Thus, the document looks for presenting a first conceptual section of the Do No Harm Approach, followed by a section in which are mentioned the methodological tools considered relevant for the proposals by the Maritory Laboratory, then in a third 6 section it will be looked to establish a route that ease the application of the tools and the approach to eventually have a section of final reflections. Tabla de contenido 1.INTRODUCCIÓN 7 2.PREGUNTA ORIENTADORA 10 3.OBJETIVO GENERAL 10 OBJETIVOS ESPECÍFICOS 10 4.REVISIÓN DE UN CASO DE “RECONSTRUCCIÓN” 11 La reconstrucción de Mocoa 11 5.MARCO CONCEPTUAL 23 5.1 ACCIÓN SIN DAÑO (ASD) 23 Cuatro etapas para la implementación metodológica del Enfoque de ASD 27 5.2 SEGURIDAD TERRITORIAL 35 6. UNA PROPUESTA METODOLÓGICA PARA EL LABORATORIO MARITORIO 38 7. REFLEXIONES FINALES 44 ANEXOS 44 BIBLIOGRAFÍA 55 7 1.INTRODUCCIÓN El huracán Iota el 16 de noviembre del 2020 impactó en el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, afectando en mayor medida a las dos últimas, el impacto fue devastador para las viviendas y destruyó en gran parte la infraestructura comunitaria, productiva y de servicios públicos. Frente a esta situación el Gobierno Nacional declaró a la isla en situación de desastre e inició con la Unidad Nacional de Gestión de Riesgos y Desastres (UNGRD) un despliegue operativo y un plan de respuesta para atender la emergencia en el archipiélago, con el fin de mitigar el impacto y poner en marcha los planes de respuesta, recuperación y reconstrucción. Desde la revista de la CEPAL se definen los efectos de un desastre como estos en 3 categorías :1 1. Daños directos: Son aquellos que afectan los acervos de capital y en general el patrimonio de las personas, empresas o instituciones. Ej. pérdida o 1 Jovel, J Roberto. Los desastres naturales y su incidencia económico-social. Revista CEPAL. Naciones Unidas Comisión Económica para América Latina y el Caribe. Chile, 1989. 8 afectación en las infraestructuras comunitarias como colegios, hospitales, acueducto, alcantarillado, red de energía eléctrica, etc. 2. Daños indirectos: Son resultado de la disminución de los ingresos de los hogares, empresas o instituciones, y de la caída en el nivel de producción de bienes y servicios. Se debe hacer la salvedad de la existencia de los efectos indirectos no cuantificables como lo son los daños psicológicos, la alteración de las relaciones sociales y del orden social en sí, derivados de los daños directos, los cuales también deben ser tratados con urgencia. 3. Efectos secundarios: Miden el impacto del desastre sobre los grandes agregados macroeconómicos, como la inflación, el crecimiento económico, agravamiento de las desigualdades del ingreso en las familias. Teniendo en cuenta la situación de emergencia, el presidente Iván Duque anunció que desde el primero de enero del 2021 se llevará a cabo el programa de 100 días para la reconstrucción de la isla, plan que tiene el objetivo de lograr la mayor recuperación posible en los primeros 100 días de este año, atendiendo principalmente la reconstrucción masiva de infraestructura y la reactivación económica. Sin embargo, en marzo, traspasar los 100 días tan solo se ha cumplido con el 24,5% del total de la reconstrucción de las viviendas. 2 “Sandra Gómez, presidenta de Findeter, anunció que para finales de 2021 (o para el 1T del 2022) se tendría un 95% de la reconstrucción de las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, afectadas por el paso del huracán Iota, en noviembre de 2020. El Gobierno se había planteado una meta inicial de 100 días; sin embargo, ante la magnitud de la tragedia, no se cumplió. (...)En este proceso lo más importante ha sido trabajar de la mano con la comunidad, para ellos y con ellos. El éxito está en escuchar a la gente, entender sus necesidades y conforme a ello actuar”, manifestó Gómez.” 3 3 (Leal, Katherine. 17/03/2021. “Reconstrucción de San Andrés y Providencia terminaría en 2022” RCN. Recuperado de: https://www.rcnradio.com/colombia/caribe/reconstruccion-de-san-andres-y-providencia-terminaria-en-2022 ) 2 (Sarralde, Milena. 01/03/2021. “tras iota 215 casas han sido reparadas, y sigue la fase de demolición ”El Tiempo. Recuperado de: https://www.eltiempo.com/justicia/investigacion/huracan-iota-asi-va-la-reconstruccion-de-san-andres-providencia-y-santa-catali na-tras-huracan-iota-570066 ) https://www.rcnradio.com/colombia/caribe/reconstruccion-de-san-andres-y-providencia-terminaria-en-2022 https://www.eltiempo.com/justicia/investigacion/huracan-iota-asi-va-la-reconstruccion-de-san-andres-providencia-y-santa-catalina-tras-huracan-iota-570066 https://www.eltiempo.com/justicia/investigacion/huracan-iota-asi-va-la-reconstruccion-de-san-andres-providencia-y-santa-catalina-tras-huracan-iota-570066 9 Revista Semana (2021) Así avanza la reconstrucción del archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. A pesar del apoyo internacional como la del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que le donó a nuestro país 400 mil dólares destinados a financiar proyectos relacionados con la reconstrucción de las islas de San Andrés y Providencia y de los esfuerzos del gobierno nacional, la reconstrucción está tomando más tiempo del esperado. Desde la audiencia pública realizada por la comisión de Derechos Humanos se concluyó que la recuperación del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina ha sido un fracaso. El gobierno ha incumplido la promesa de terminar la reconstrucción en 100 días, el proceso de reconstrucción ha sido demasiado lento. Además, se cree que se ha convertido en una oportunidad de negocio y no en una obligación del gobierno de restaurar la vida económica y social. (“Un rotundo fracaso ha sido la recuperación”, 2021) Esto ha representado para la población, la creación de expectativas y el incumplimiento de las mismas, generando así incertidumbre sobre el futuro de cómo 10 continuar viviendo y sobreviviendo dignamente, donde a raíz de esta situación se pueden profundizar las desigualdades ya existentes. 2.PREGUNTA ORIENTADORA ¿De qué manera incorporar el enfoque de Acción sin Daño - ASD en los proyectos del Laboratorio Maritorio para la recuperación del archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina? 3.OBJETIVO GENERAL Incorporar el marco ético propuesto desde el enfoque de Acción sin daño en las propuestas que emerjan desde el Laboratorio Maritorio para la reconstrucción del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. 11 OBJETIVOS ESPECÍFICOS - Analizar el marco ético propuesto desde la Acción sin Daño para su adaptación en proyectos del Laboratorio Maritorio, Tecnologías y Atención a Desastres (Lab MaTed). - Revisar un caso de reconstrucción territorial en Colombia. - Proponer lineamientos para avanzar en la implementación del enfoque de Acción Sin Daño en el laboratorio Maritorio. 4.REVISIÓN DE UN CASO DE “RECONSTRUCCIÓN” Se revisan en este apartado los hechos acaecidos en Mocoa, Putumayo en la madrugada del 1° de abril de 2017 a causa del desbordamiento de los ríos Mulato y Sangoyaco y otras quebradas, generando deslizamientos y una fuerte avalancha, convirtiéndose en una tragedia. Es importante analizar lo sucedido, pero también el contexto, las acciones y normativa que se llevaron a cabo y analizarlo a la luz del enfoque de Acción sin Daño, para así lograr extraer algunas lecciones aprendidas que sean de utilidad para el momento en que se habla de un proceso de reconstrucción territorial o maritoria desde el enfoque de Acción sin Daño. 12 La reconstrucción de Mocoa Contextualización El departamento del Putumayo se encuentra al sureste colombiano, en medio de la amplia biodiversidad de la región amazónica y compartiendo frontera con los países de Perú y Ecuador. Mocoa es la capital administrativa del departamento, una ciudad ubicada en el piedemonte amazónico al noroeste del departamento, la cual se ha caracterizado por convertirse en un punto de referencia para la población desplazada por la violencia del conflicto armado en Colombia y por la fumigación masiva de cultivos ilícitos. Mocoa vive en una complejidad hidrográfica, es una ciudad atravesada por ríos, los ríos Mocoa, Mulato y Sangoyaco literalmente atraviesan la ciudad. Las corrientes de los ríos están en permanente formación, con una erosión activa, es decir que la fuerza del agua del río es capaz de arrancar rocas, grava y arena, ocasionando que el área terrestre pueda ser modificada, dependiendo de cómo la corriente y los afluentes del río la moldeen, lo que pone en grave y constante riesgo a la población. Agencia de Noticias Universidad Nacional de Colombia, 2017. Históricamente la ciudad ha vivido inmersa en constantes amenazas y riesgos naturales. Desde el año 1947 se reportan amenazas de riesgo de desastres. A continuación se exponen algunos de los lamentables casos que ya habían ocurrido 13 a causa de una inadecuada organización del territorio debido a la incorrecta y temerosa ocupación de los ríos, que demuestran que el desastre del año 2017 era anunciado, tanto la naturaleza como la ciencia advirtieron el riesgo. En 1947, ocurrieron largos periodos de lluvias que ocasionaron la remoción en masa de la parte alta de la microcuenca y represamiento del río Mulato, el cual generó la pérdida de viviendas, animales y cultivos. En 1958, la quebrada Taruca se desbordó, dejando 3 personas muertas. En 1971, el río Mulato se desborda y ocasiona la destrucción del acueducto, la afectación de 5 viviendas y la muerte de ganado. En 1972, el río Mocoa y el río Sangoyaco se desbordan y rebasan el puente de la avenida Colombia resultando en la muerte de tres personas. En 1997, el río Mulato se desborda por un fuerte periodo de lluvias, el río se sale de curso y muere una niña y deja varias viviendas averiadas. (Schmalbach, 2017) Visualizando el desastre En la madrugada del 1º de abril del año 2017 en el municipio de Mocoa capital del Departamento del Putumayo ocurrió un evento natural que dejó devastación. Este, era previsible y por lo tanto pudo ser evitado. Las fuertes lluvias ocasionaron el desbordamiento de los ríos Mulato y Sangoyaco y el desbordamiento de las quebradas Taruca, Conejo y Almorzadero que finalmente desencadenaron en múltiples deslizamientos de tierra generando una fuerte avalancha de agua, piedra, lodo y vegetación que impactó a 48 barrios rurales y urbanos del municipio, 5 totalmente destruidos, en el desastre perdieron la vida 332 habitantes, 398 fueron heridos, 77 desaparecieron y 22.322 fueron catalogados como damnificados. También, el acueducto municipal de Aguas Mocoa fue destruido por la avenida torrencial, lo que ocasionó escasez del recurso y problemas de saneamiento. Lo anterior, se le puede atribuir principalmente a dos causas: 1. Modelo de desarrollo territorial insostenible con el devenir del medio natural. 2. Modelo de 14 desarrollo poco consciente y coherente con las condiciones y el contexto en el que viven las personas en Mocoa. Además, se suma que el Estado colombiano por un lado no ha logrado garantizar el goce de los derechos fundamentales,por otro lado no ha logrado brindar alternativas económicas sostenibles a la siembra de cultivos ilícitos, además es un territorio que ha tenido presencia de actores armados al margen de la ley, lo que ha determinado un contexto de pobreza, desempleo, baja escolarización y condiciones de vida que limitan el bienestar y la dignidad humana. “El desastre natural en Mocoa dejó en evidencia la falta de una adecuada planeación del ordenamiento territorial y de la gestión del riesgo. Los problemas de ordenamiento territorial se hacen visibles en las características que presentó la expansión de la huella urbana de Mocoa en los últimos años: el crecimiento urbano y suburbano del municipio, al igual que el crecimiento poblacional rural, ocurrió principalmente alrededor de sus vías y fuentes hídricas” (Conpes, 3904) Cuando las personas viven en condiciones de pobreza y precariedad en un territorio, es difícil, por no decir imposible, llevar a cabo un ordenamiento territorial que respete el uso de los suelos y de los ríos, ya que en su mayoría las únicas opciones que tienen estas familias es vivir en una zona de alto riesgo. De este modo, el Estado tiene responsabilidad por no haber actuado a tiempo, ante una situación que pudo ser evitada. “Hablar de imprevisibilidad, en el caso de las inundaciones, es un sofisma toda vez que el conocimiento científico, avalado por ciencias como la Geología y la Hidrología, permite conocer con capacidad de previsión el dónde, cómo y cuándo de una inundación. Sin embargo, la normativa no es suficientemente restrictiva para impedir determinadas actuaciones y usos, potencialmente peligrosos y vulnerables, en las llanuras de inundación de los ríos, más allá de la zona regulada administrativamente. Esa situación se agrava especialmente en países pobres donde siguen existiendo zonas marginales sin ningún tipo de ordenación territorial” (Peñas, Victor, pág,3) 15 La importancia del enfoque de Acción Sin Daño en los proceso de Reconstrucción Se parte de la afirmación que ninguna intervención realizada por diferentes actores humanitarios o de desarrollo (internacionales, nacionales, privados o públicos) está exenta de hacer daño a través de sus acciones. Por más que una entidad busque ser neutral, inevitablemente se integran y comienzan a ser parte del contexto. En este sentido, los impactos de sus intervenciones no son neutrales, ya que tienen la capacidad de exacerbar o mitigar el conflicto/desastre y afectar positiva o negativamente en los procesos internos de las comunidades. Lo que se busca del enfoque de Acción sin daño es evitar estos posibles daños ocasionados por una intervención poco cuidadosa, así, el enfoque se basa en tres mínimos éticos que se deben respetar: Dignidad: Todo ser humano debe ser considerado como fin en sí mismo, no puede ser reducido a instrumento. Autonomía: Se reconoce que las personas tanto en su individualidad como en su colectividad tienen la capacidad y el derecho de definir su tanto su propio proyecto de vida, como construir sus propias soluciones. En este sentido, se deben respetar los ideales, creencias, conocimientos y prioridades que tienen los individuos y la comunidad, siempre que no atenten contra los derechos humanos. De esta manera, se logra romper con los esquemas paternalistas y de heteronomía. Libertad: Las personas toman sus propias decisiones para la realización de sus propios proyectos de vida, deben tener la libertad efectiva de poder elegir. “La libertad positiva de las personas o lo que efectivamente una persona puede llegar a “ser” o “hacer” dentro de un conjunto de oportunidades reales se constituye en un referente central tanto para la garantía de la dignidad, como para el ejercicio de autonomía.” (Rodriguez, Ana. pag, 15) 16 Para entender de una manera más profunda la Acción sin daño, es pertinente comprender cómo el enfoque de ASD se interrelaciona y se complementa con los enfoques de, Derechos Humanos, Diferencial (etnia, edad, género), Gestión para resultados (planeación orientada al impacto) y en enfoque de Gestión social del riesgo.4 Con el enfoque de DDHH coincide en los planteamientos éticos, ya que ambos enfoques reconocen las nociones de dignidad, autonomía y libertad. También, los Derechos Humanos contribuyen a tener en cuenta la garantía de los derechos y a valorar las acciones, intervenciones y/o instrumentos durante las intervenciones que se realizan dentro de la comunidad, que en principio pretenden generar desarrollo y mitigar el conflicto o los factores de vulnerabilidad. El enfoque diferencial busca el reconocimiento cuidadoso y responsable del contexto social, cultural y político en el cual se va a intervenir. La ASD va más allá y además de tener en cuenta las particularidades del contexto, propone el reconocimiento de las potencialidades y capacidades que se tienen en la comunidad y el territorio y busca fomentar el empoderamiento de la comunidad, con el fin de incentivar la participación activa de la comunidad en el diseño, ejecución y seguimiento de cualquier iniciativa o acción. La Gestión para resultados a través del análisis de contexto transversal a todo el proceso define los cambios esperados a largo plazo e identifica factores que pueden ser considerados como amenaza o como oportunidad y utilizarlos en favor del alcance de los mismos. En este sentido, en el enfoque de ASD es imprescindible que se lleve a cabo en todo el proceso de la intervención un seguimiento y monitoreo efectivo que permita anticipar estas posibles consecuencias negativas o positivas. 4 Al respecto ver Gustavo Wilches Gustavo, Manejo sensible de riesgos y desastres, Módulo de la Especialización en Acción Sin Daño y Construcción de Paz de la Universidad Nacional de Colombia. pag, 35. 17 Ligado a lo anterior, la Gestión Social del Riesgo lleva implícita la noción de ASD ya que se busca ser consciente de las situaciones que generan o pueden llegar a generar riesgos e intervenir sobre ellos con el propósito de eliminarlos, o por lo menos de reducirlos y evitar que se conviertan en desastres. Entendiendo lo anterior, el enfoque de acción sin daño se estructura en dos bases fundamentales: La importancia del contexto y las interacciones Aunque las intervenciones de acciones humanitarias siempre se hacen en un contexto de urgencia/emergencia, es necesario tener pleno conocimiento de la realidad sobre la cual se va a intervenir. La comprensión del contexto institucional, político, comunitario, cultural, social y económico es imprescindible para conocer y entender integralmente, lo mejor posible, la complejidad del mismo a partir de las interacciones que allí se dinamizan entre los diferentes actores. El reconocimiento y la comprensión del contexto implica una actitud de constante atención, interacción y evaluación, y esto no solo al inicio de la formulación del proyecto, sino durante todo el proceso de intervención. Las Instituciones y/o las organizaciones deben ser conscientes de su habilidad para crear o exacerbar conflictos y desarrollar medidas de mitigación para evitar o minimizar los impactos negativos. La importancia de la participación de los actores sociales La participación es la única forma real de ser parte activa del proceso y de la toma de decisiones. Permitir que los actores sociales puedan actuar, opinar y decidir sobre aquello que directamente afecta sus vidas individuales y en comunidad, es reconocer su autonomía, sus capacidades ya establecidas, sus potencialidades, el poder de transformación que poseen, los intereses legítimos que tienen en los proyectos, programas o políticas que buscan intervenir en sus territorios y sus vidas. 18 Es preciso implementar un proyecto o acciones que no ocasionen daño en la comunidad, pues las intervenciones no deben tratar de desarrollar programas para la gente, deben trabajar con la gente. Se debe precisar que la participación activa de las comunidades va mucho más alláde simplemente consultar, son los propios ciudadanos afectados quienes deben fijar las prioridades y elaborar los planes para los programas de recuperación. En este sentido, es necesario que la población se “apropie” de la respuesta al desastre “El concepto de apropiación hace referencia a tener capacidad para tomar decisiones. Cuando la población afectada se apropia de la respuesta, establece prioridades y políticas respecto de ella (…) quienes han sufrido una catástrofe conocen mucho mejor su contexto, sus necesidades y sus capacidades que las agencias externas. Las intervenciones que están en sintonía con sus prioridades tienen más posibilidades de aprovechar al máximo sus capacidades y son más apropiadas, eficaces y efectivas.” (pag 17) Intervención en Mocoa Las siguientes fueron las acciones gubernamentales que se realizaron en pro de la recuperación de Mocoa. El Gobierno Nacional emitió los decretos: No. 599 por el cual se declara la situación de desastre en el municipio de Mocoa y el decreto No. 601 por el cual se declara el Estado de Emergencia Económica, Social y Ecológica en el municipio de Mocoa. Teniendo en cuenta la gravedad de las afectaciones, el Gobierno nacional con ayuda del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (SNGRD), dieron inicio al protocolo para el manejo de desastres, el cual incluye tres fases principales: respuesta, estabilización y reconstrucción. Luego del proceso de respuesta y estabilización que se dio en un lapso de 108 días, el Gobierno Nacional junto a las autoridades locales y departamentales, se trazaron un Plan de Acción Específico 19 para la recuperación y reconstrucción de Mocoa en un periodo de cinco años, hasta agosto del 2022.5 En primera medida, en lo inmediato ejecutar las fases de respuesta y estabilización, puesto que estas se ocupan principalmente de atender las necesidades de corto plazo de la población damnificada. Por otro lado, la recuperación integral del municipio requiere un proceso de reconstrucción más complejo de mediano y largo plazo, este proceso/plan también debe responder a la mitigación del riesgo, es decir la construcción de sistemas sociales y estructurales que minimicen el riesgo y que al mismo tiempo promuevan el mejoramiento de las condiciones socioeconómicas y de calidad de vida de la población. Posteriormente, el 31 de octubre del 2017 se aprueba el Consejo Nacional de Política Económica y Social (CONPES 3904) se construye el Plan para la recuperación del municipio de Mocoa 2017-2022. El objetivo general fue mejorar la situación socioeconómica, de vivienda e infraestructura del municipio, la calidad de vida de sus habitantes y las capacidades de planificación, ordenamiento territorial y gestión del riesgo de la administración local, frente a la situación previa al desastre. También se busca principalmente: - Mejorar la planificación y gestión del ordenamiento territorial, y propender por un desarrollo urbano-rural y regional sostenible del municipio de Mocoa, que parta del reconocimiento de las condiciones físicas, culturales y ambientales propias de su localización en la Amazonía. - Restablecer y proveer la infraestructura y las dotaciones físicas, técnicas e institucionales necesarias para garantizar la provisión y sostenibilidad de los servicios públicos y sociales básicos, promoviendo la equidad e inclusión de toda la población. - Recuperar y mejorar las condiciones de generación de ingresos y competitividad del municipio, bajo principios de equidad e inclusión y 5 http://portal.gestiondelriesgo.gov.co/mocoa 20 considerando las principales actividades productivas y comerciales en las zonas urbana y rural. - Mejorar el nivel socioeconómico y de calidad de vida de la población del municipio para reducir la pobreza y la desigualdad, y potenciar un desarrollo económico sostenible y fortalecer las capacidades técnicas e institucionales de las entidades y servidores públicos municipales para lograr una planeación adecuada y la ejecución de acciones articuladas e integradas con otros niveles de gobierno, las organizaciones comunitarias y otros actores, en el marco de sus competencias y responsabilidades.6 Se busca que lo anterior se realice a través de 6 líneas estratégicas: 1. Ordenamiento territorial, ambiente y gestión de riesgo: el desastre natural en Mocoa dejó en evidencia la falta de una adecuada planeación del ordenamiento territorial y de la gestión del riesgo. Los problemas de ordenamiento territorial se hacen visibles en las características que presentó la expansión de la huella urbana de Mocoa en los últimos años: el crecimiento urbano y suburbano del municipio, al igual que el crecimiento poblacional rural, ocurrió principalmente alrededor de sus vías y fuentes hídricas. 2. Infraestructura social: Esta línea estratégica se enfoca en acciones orientadas a reparar y restituir las viviendas afectadas (urbanas y rurales), la infraestructura de servicios públicos domiciliarios (principalmente el sistema de acueducto y alcantarillado), y la infraestructura y dotación educativa, de salud, deportiva, y cultural. 3. Conectividad e integración regional: acciones enfocadas en recuperar y mejorar la conectividad física y digital de Mocoa, tanto a nivel interno como con el resto del Putumayo y todo el país. Estas acciones son complementarias a aquellas encaminadas a mejorar la competitividad económica del municipio, facilitando el intercambio comercial nacional e internacional. 6 CONPES 3904. pag, 44 21 4. Desarrollo económico: acciones orientadas a recuperar y mejorar las condiciones de generación de ingresos de la población de Mocoa, incluyendo las principales actividades productivas y comerciales en las zonas urbana y rural. 5. Desarrollo social: desarrolla los proyectos y programas enfocados en mejorar las condiciones socioeconómicas y de calidad de vida de la población, contribuyendo a reducir la vulnerabilidad de los hogares ante choques externos. 6. Desarrollo institucional: Como consecuencia del desastre natural en Mocoa, se ha identificado la necesidad de fortalecer a las instituciones, se busca aliviar las deficiencias en la capacidad institucional del municipio, incluyendo capacidad física, en sectores como justicia y empleo público, y fortalecer la presencia regional de entidades del nivel nacional.7 El Conpes ha sido formulado principalmente por la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres con ayuda de la gobernación y la alcaldía municipal, cuenta con objetivos claros, líneas estratégicas que buscan contribuir al cumplimiento progresivo de estos objetivos. Sin embargo, al ser formulada netamente por especialistas de la UNGRD, se dejó de lado la esencial participación de la comunidad en el proceso de reconstrucción, quienes debieron ser parte fundamental de las discusiones y toma de decisiones sobre la manera a intervenir en el territorio. La construcción de este plan de reconstrucción de Mocoa se realizó con la articulación de entidades públicas y privadas de orden nacional e internacional que finalmente no escucharon a la comunidad y no la hicieron partícipe del mismo. Una de las principales premisas de la ASD es que si no se hace una intervención cuidadosa y responsable frente a la situación de emergencia en la que se va a intervenir, está intervención que en principio busca solucionar o mitigar el conflicto o la situación de desastre, puede por el contrario ocasionar más daño o incluso profundizar las condiciones de vulnerabilidad de la comunidad. 7 CONPES 3904. pág, 50 22 Entre los principales daños que puede ocasionar una intervención poco cuidadosa y responsable son: - Empeorar divisiones entre grupos en conflicto. - “Desempoderando” a la gente local. - Fomentar la dependencia en gente y recursos externos. - Aumentar el peligro para los participantes en los proyectos. - Reforzar la violencia estructural o abierta - Reforzar las condiciones de pobreza y vulnerabilidad¿Cómo se reconoce el daño? El Plan para la reconstrucción de Mocoa no ha sido lo que se esperaba, la reconstrucción va a paso muy lento, incumpliendo con las fechas y las metas establecidas y lo que es más preocupante sin transformar estructuralmente las condiciones que permitieron que el desastre del 1ro de abril del 2017 ocurriera. El representante a la Cámara por el departamento del Putumayo, Carlos Ardila expresó “No se ha dado ninguna obra de mitigación de riesgo, ya se realizaron los estudios para determinar cuáles en concreto deben construirse pero aún no se ha empezado su edificación. Hoy en Mocoa cada vez que llueve es una pesadilla, la gente sigue con miedo, tiene una incertidumbre grandísima porque después de la tragedia del 31 de marzo, se han presentado nuevas emergencias que por fortuna no cobraron vidas humanas pero sí ocasionaron daños materiales” (Infobae Abril, 2021) Por su parte, el Gobierno ha reconocido el retraso en las obras y aseguraron que los contratistas no han cumplido con lo firmado y por eso se han iniciado procesos disciplinarios y penales. El delegado por la vicepresidencia de la República, Ricardo Ariza, quien fue designado como el gerente de la reconstrucción indicó que “la reconstrucción de Mocoa ha sido muy desafortunada, por lo menos 98 intervenciones están atrasadas”. (Infobae Abril, 2021) 23 Entre tanto, a través de Datarepública, se evidencia un fenómeno de movilidad de la población afectada que sufrió el desastre. En el mes de abril, los municipios de Putumayo aledaños a Mocoa y los pertenecientes a Nariño, Huila y Bogotá, evidenciaron una especial afluencia de población proveniente de Mocoa. Si bien el gobierno nacional implementó una serie de ayudas que incluyeron entre otros aspectos la restauración parcial de los servicios básicos (agua, saneamiento potable y energía), y la destinación de ayudas monetarias para la reactivación de Mocoa, lo que se observa durante el periodo de análisis es que, a largo plazo, la población detectada tendió a no retornar. La evidencia de no retorno de la población local a Mocoa sugiere que no se logró cumplir con el aseguramiento de las condiciones mínimas de calidad de vida, proyectadas por el gobierno nacional en el corto plazo, en el marco de la estrategia de recuperación de Mocoa. No se logró Promover políticas orientadas al desarrollo que apoyen las actividades productivas, la creación de puestos de trabajo decentes, el emprendimiento, la creatividad y la innovación Por otro lado, como se mencionó anteriormente, lo más preocupante es que para las decisiones que se tomaron la comunidad no fue ni siquiera consultada, la apartaron completamente de todo el proceso, objetivandolas. En el mismo sentido, las acciones que se han llevado a cabo hasta el momento no satisfacen a la comunidad y por el contrario son de mucha preocupación ya que para está son acciones poco eficaces y efectivas con su realidad. Para Ramón Enrique Apraez, coordinador de una de las veedurías para la reconstrucción de Mocoa y presidente de la junta de Acción comunal del barrio La Esmeralda (uno de los afectados por la avalancha) “la reconstrucción “no está concebida como lo exige la ley 1523 de 2002, que señala que una catástrofe local debe ser gerenciada por el alcalde y sus comunidades. En cambio, con el decreto de calamidad pública del 6 de abril de 2017, durante el Gobierno de Juan Manuel Santos, se dejó todo en manos de la unidad de gestión del riesgo. Para él, esa fue la primera de una serie de malas decisiones que desconocen a la comunidad.” (Criterio. par,8) 24 En Mocoa se construyó un Plan de Acciones que desconoce intencionalmente el saber comunitario. En Mocoa existen colectivos como Reconciliación con los ríos de Piedemonte que buscan entender y aliviar la convivencia entre los ríos y la comunidad. Una visión centralista del problema y las decisiones tomadas por personas que desconocen el territorio (y que se niegan a escuchar) ha sido el mayor problema que se encuentra en la reconstrucción de Mocoa. Más allá de los avances, la comunidad no aprueba los diseños de estas obras. Oscar Hernández, personero de Mocoa expresó “la comunidad está en desacuerdo con las obras, pues denuncian que se violó el principio de participación ciudadana: “la comunidad advierte que las obras no van a servir, en especial los diques y jarillones. Se sienten en riesgo”. Kristina Lyons, del mismo colectivo, dice que se estigmatizó al río, entendiéndolo como un enemigo. “Plantearon obras agresivas, sin garantías de su efectividad y sin pensar en las consecuencias sociales y ambientales”. (Criterio, par,11) Frente a lo expresado por la comunidad se evidencia cómo la comunidad no solo fue excluida de participar de forma activa y real en la formulación, toma de decisiones y ejecución del plan para la reconstrucción sino que el gobierno no admite su error y sigue adelante sin escuchar, ni respetar los distintos saberes y conocimientos que tiene la comunidad sobre su propio territorio. Al no permitir la participación de la ciudadanía y al no entender y conocer plenamente el contexto en el cual se está interviniendo, Mocoa es considerado, lamentablemente, uno de los ejemplos de cómo no se debe intervenir, puesto que la intervención está ocasionando daños como el desempoderamiento del agente local, considerando como objeto la comunidad y reforzando las condiciones de pobreza y vulnerabilidad. Además, de no mitigar realmente el riesgo, ya que para la comunidad las acciones que se están tomando en este no son una solución real, pues se seguirán presentando los mismos problemas y debido al centralismo del gobierno la comunidad aún debe vivir con miedo de la posibilidad de otro desastre. “la soberbia de las autoridades pone en riesgo la vida de los mocoanos: “llegó dinero de muchas fuentes y se quedó en obras inconclusas e insuficientes. Plantearon jarillones cuando requerimos fortalecer muros de contención. El tiempo nos dio la 25 razón, a los jarillones del otro lado del río Mulato se los llevó la creciente del miércoles”. (Criterio. par.11) 5.MARCO CONCEPTUAL 5.1 ACCIÓN SIN DAÑO (ASD) El Do No Harm (DNH) surge durante los años 90 por el CDA (Collaborative for Development Action) desde un análisis llevado a cabo en diferentes contextos de guerra, orientado por Mary Anderson (2009), como una respuesta a la preocupación por hacer daño en contextos de crisis humanitarias y conflictos armados. Proponiendo lo que se denomina el fortalecimiento de las capacidades locales para la paz, buscando con ello superar los conflictos. La intervención humanitaria en Ruanda en el año 1994 fue el hito clave para repensar y transformar las formas de asistencia humanitaria. (Francisco Rey, como se cita en Rodríguez, Ana) expresó de manera contundente: “En una evaluación de toda la acción humanitaria por parte del gobierno danés y en la que participaron todos los organismos humanitarios, se llega a decir que en muchas ocasiones, la ayuda humanitaria fue parte del problema y no de la solución, o que la falta de coordinación y la escasa competencia profesional de muchas ONG costaron vidas humanas.” Consecuentemente, se evidencia la potencialidad que tiene la ayuda humanitaria de por un lado exacerbar y prolongar el conflicto o por el contrario reducir las tensiones y contribuir a la salida pacífica del conflicto, entendiéndose que la ayuda humanitaria no puede ser ajena al contexto donde está actuando. “Desde un análisis de las interacciones de los proyectos con estas evidencias, se deduce que según la forma (ética atenta, cuidadosa y respetuosa) como se lleven a cabo las interconexiones entre proyectos y 26 conflictos, puede impactar positiva o negativamente a las poblaciones con las cuales busca prestar un servicio” (Rodríguez, Ana. Pag, 6) Bajo las reflexiones y el contexto anterior, nace el Enfoque Sensible al Conflicto (ESC) y la Acción Sin Daño (ASD), el cual tiene como eje fundamentalque los programas y proyectos se formulen y se ejecuten de una manera responsable y consciente, permitiendo prever los impactos positivos o negativos derivados de esta intervención en la comunidad. Se debe tener en cuenta que el enfoque tiene la validez para ser aplicado en todo tipo de escenarios, no solo en contextos de conflicto armado, sino en todo contexto que busque prestar asistencia humanitaria con el fin de contribuir en la toma de decisiones y acciones que conduzcan hacia condiciones que afecten de forma positiva a la comunidad específica. “De esta manera se avanza en la reflexión sobre el impacto de todas las acciones, y más allá del marco de la guerra o de los conflictos armados. La reflexión se amplía hacia todos los programas, proyectos e iniciativas sociales que actúan en contextos en los que existen conflictos estructurales que dan -entre otros- como resultado inequidad y pobreza.” (Acción Sin Daño Como Aporte A La Construcción De Paz: Propuesta Para La Práctica. Pag,12) Es así, como se acoge el enfoque ético de la ASD al contexto post desastre que se vive en San Andrés, Providencia y Santa Catalina debido al impacto del huracán Iota, ya que el territorio se encuentra en crisis humanitaria. Vale la pena recordar que según la ONU una crisis humanitaria está relacionada a situaciones de emergencia, producto de desastres, bien sea por eventos naturales -terremotos, inundaciones y tormentas- o aquellos derivados de conflictos armados de alta intensidad, es decir aquella circunstancia de emergencia en la que están en riesgo la vida, la salud, el bienestar o la seguridad de un colectivo de personas o una comunidad en un país o territorio. 27 Teniendo en cuenta, que el deterioro de las condiciones de vida puede causar desequilibrios sociales importantes en cualquier sociedad, y partiendo de la situación actual de la isla, la asistencia humanitaria se hace indispensable para salvar vidas, mitigar sufrimiento, proteger los derechos fundamentales, mantener la dignidad humana y alivianar la situación de emergencia que enfrenta la población. Por ende, aquí radica la importancia y la preocupación porque los proyectos y programas que buscan atender las necesidades que tiene la comunidad isleña están basados bajo el marco ético de la ASD, con el fin de evitar que las acciones bien intencionadas generen daño. Los efectos de las intervenciones humanitarias o de desarrollo. En el contexto colombiano, se reestructura tanto en lo metodológico como en lo conceptual, donde “la propuesta resultó en principio novedosa, pues parecía extraño considerar la posibilidad de hacer daño cuando partimos del supuesto y de la convicción de que estamos actuando para hacer el bien y para superar las consecuencias dañinas” (Bello & Vásquez, 2011). La ASD se fundamenta en la reflexión ética constante, haciendo hincapié en el carácter reflexivo del ejercicio práctico y se fundamenta bajo los mínimos éticos8 de: - Dignidad, reconociendo al ser humano como un fin en sí mismo, eliminando así cualquier carácter instrumental que pueda llegar a considerarse. Los programas que se diseñen deben estar pensados en proporcionar el mínimo de las condiciones para conservar y proteger la vida dignamente. De igual manera, estos programas deben estar conectados con las necesidades de la comunidad, sin exigir comportamientos contrarios a los propios a cambio del acceso a los servicios y recursos. - Autonomía, cada persona, grupo, colectivo o comunidad, es capaz de encontrar y principalmente de construir sus propios caminos hacia la solución 8 Rodríguez, Ana (2011) El enfoque ético de la acción sin daño. Modulo 1.1. Página 23 28 de los conflictos y las problemáticas, de este modo, es imprescindible el respeto por los procesos que surgen desde la comunidad reconociéndolos como sujetos activos con la capacidad de reconstruir su historia y transformar sus realidades, más nunca como objetos. También se deben apoyar las iniciativas locales. - Libertad, la cual parte de la noción positiva de tomar decisiones sobre los estilos que se desean en arreglo a los propios planes, propósitos y proyectos de la comunidad, es decir que la toma de decisiones dentro del proyecto debe estar acompañada por la comunidad y al mismo tiempo la comunidad debe tener la libertad para tomar sus propias decisiones. Respetar y garantizar la libertad de la comunidad es vitales para un ejercicio ético, donde se debe ser coherente y consciente con el contexto. Rodríguez, Ana (2011) El enfoque ético de la acción sin daño. Modulo 1.1. Página 13 Así, la Acción Sin Daño (ASD) se manifiesta como una invitación a reflexionar sobre las motivaciones tanto institucionales como personales que orientan los programas de intervenciones desde la acción humanitaria, en nombre del desarrollo o de la construcción de paz (Vásquez, 2011). De esta manera, siguiendo a Anderson, Vásquez propone: 29 Cuatro etapas para la implementación metodológica del Enfoque de ASD - Etapa 1 - Análisis de la dinámica sociocultural del grupo: Es imprescindible conocer su sistema de creencias y valores y la forma en que estos actúan frente a la realidad, nos permite entender realidades distintas a las nuestras y alejarnos de cualquier tipo de prejuicio. En este sentido, en la primera etapa se parte de que todo grupo social tiene sus propias formas de ser, estar, tener y hacer desde su propio contexto. Es decir, aquí se contemplan los orígenes, los proyectos y las principales características que constituyen a esa comunidad, en concreto el cómo se vive, que se hace para estar y sentirse bien individualmente y dentro de la comunidad. Además, en qué trabaja, produce y se especializa la comunidad económicamente y esto cómo repercute a nivel social y cultural. “Las dimensiones del ser, estar, tener y hacer pueden referirse al presente, al pasado o a las ideas de futuro del grupo o comunidad. Estas pueden ser reconstruidas a partir de entrevistas colectivas e individuales, observación de campo o la aplicación de técnicas como el calendario estacional y los mapas del tejido social y el territorio” (Vásquez, pág.13) Es necesario hacer el análisis de las dinámicas socioculturales del grupo donde se va a tener incidencia, ya que se debe tener absoluta claridad sobre sus creencias, costumbres, prácticas con el fin de no ir en contravía de estas que conduzcan a ocasionar daños a la comunidad o incluso hasta crear las condiciones para que las dinámicas de violencia, desigualdades, vulnerabilidad o estimación se profundicen. - Etapa 2 - Identificar las dinámicas del conflicto y de paz: Para esta etapa es necesario tener clara la caracterización responsable del conflicto, es decir: origen/causas, dinámicas que permiten su perpetuación en el 30 tiempo, actores directos e indirectos, etc. En este punto en (Vásquez, 2011) sugieren 2 metodologías para realizar una caracterización del conflicto completa y rigurosa, estas son: 1. Análisis de tensiones, divisores, conectores y capacidades para la paz: Esta propuesta surge desde el enfoque de ASD, la componen 3 etapas: 1. identificar y evaluar los divisores, las tensiones y las capacidades para la guerra en un contexto dado, así como los conectores y las capacidades existentes para la paz. 2. analiza los efectos de la asistencia sobre el contexto, es decir que estudia la forma de operar de un programa y el tipo de ayuda que brinda, centrándose en la ética subyacente en el accionar de la organización. 3. Contempla la formulación (rediseño) de alternativas para disminuir el daño y potencializar las capacidades de paz. 2. Conflict Assessment Guidance: Se basa en 3 factores, estructura (las fuentes dominantes de la tensión, lo que causa y ha conducido al conflicto, estas pueden ser políticas, sociales, económicas, etc), actores (quienes influyen en el conflicto, quienes son afectados por el conflicto. Aquí se centra en los intereses que hay en juego en el conflicto,las relaciones de poder, las capacidades y potencialidades de cada actor.) y dinámicas (identificar los principales aceleradores y generadores del conflicto). Lo anterior permite ver la vulnerabilidad y potencialidades del territorio o la región. - Etapa 3: Análisis de los programa de asistencia: La organización mucho antes de implementar o ejecutar los programas en el territorio, define los objetivos de la asistencia, la población sujeto, las estrategias de operación, y la conformación del equipo de trabajo. En este sentido, es deber de la organización realizar constantes revisiones y monitoreos a los objetivos del programa, los medios por los cuales va a llegar al cumplimiento de esos objetivos, la estructura y mecanismos de acción y los resultados esperados, esto con el fin de disminuir la capacidad de hacer daño y profundizar las tensiones del conflicto. “A medida que el 31 contexto del conflicto armado cambia, los programas y proyectos deben revisarse y transformarse de acuerdo con el análisis que el equipo vaya realizando.” (Vásquez, pág. 27) - Etapa 4 - Formulación de estrategias, planeación o rediseño de proyectos: La etapa 4 debe tener 5 ejes fundamentales, los cuales son: 1. Definición de objetivos de intervención: La finalidad del proyecto se obtendrá del análisis sociocultural y de contexto del territorio y la comunidad donde se hará la intervención con el fin de ajustar y adaptar de la mejor manera la intervención y los objetivos de está a unos objetivos realistas, que teniendo en cuenta tanto las posibilidades y potencialidades que tiene el territorio, como también los aspectos de vulnerabilidad y limitación. 2. Definición de procesos de intervención: Aquí se determina el quién (tanto beneficiarios del proyecto, como quienes van a desarrollar el proyecto), el cómo (Aquí se prevé de donde se va a financiar el proyecto y económicamente y de donde van a salir los recursos humanos) y el cuándo del proyecto (estrategias, planes, mecanismos que van a permitir el cumplimiento de los objetivos de la intervención, esto nos dota de elementos que nos permiten proyectar nuestra intervención en el tiempo y así poder determinar una fecha de inicio y fin del proyecto). 3. Desarrollo de indicadores: Esta etapa se da durante la planeación del proyecto. Existen 3 categorías de indicadores, estos son: Indicadores de conflicto, indicadores del proyecto, indicadores de interacción entre el conflicto y generación de daños. 4. Conexión entre el proyecto y escenarios del conflicto: Entre las diferentes partes del proyecto y los principios de una ASD, se encuentran criterios básicos para el diseño del proyecto. Estos son: Coherencia (relación entre la pertinencia del proyecto, los objetivos del proyecto, el tiempo que se requiere para llegar a esos objetivos y los medios para llegar al cumplimiento de los objetivos), pertinencia (la 32 necesidad de los procesos de intervención), eficacia (relación entre metas programadas y metas cumplidas) y eficiencia (cumplimiento de objetivos/logros en determinado tiempo). Estos 4 criterios se complementan y permiten que el diseño de un proyecto sea sensible al daño. 5. Mecanismos de monitoreo y evaluación: El monitoreo consiste en examinar constantemente las salidas y efectos de un proyecto mientras se está ejecutando, el cual permite identificar el proceso en relación con los objetivos específicos del proyecto. Así mismo, permite determinar si se necesitan o no el ajuste de las actividades dependiendo del entendimiento del contexto y la posible transformación del mismo. La evaluación, al contrario del monitoreo que no se da durante la puesta en marcha, se da al finalizar el proyecto, permite comparar los resultados finales con los objetivos con los que inició el proyecto. “Un monitoreo sensible al daño permite al personal del proyecto lograr un entendimiento detallado del contexto -en cuanto a las características del grupo beneficiario y el conflicto armado en la región-, la intervención y la interacción entre ambos.” (Vásquez, pág. 35) 33 Vásquez, Olga (2009) Estrategias Metodológicas para prevenir, monitorear y evaluar el daño. Página 11. Sin embargo, es imperativo prever los daños que pudiesen llevarse a cabo en una intervención poco cuidadosa en un territorio determinado, -en este caso en un maritorio- y que necesariamente se traducen en un incremento de la vulnerabilidad de las comunidades y los ecosistemas en los cuales se interactúa (Rodríguez, 2007 en Wilches, Chaux, 2010). En este sentido, aunque se entiende que generalmente los errores son involuntarios (ya que lo que busca la acción humanitaria en esencia es aportar al bienestar de las personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad), pero esto no exime de responsabilidad del daño causado a la organización, puesto que la mayoría de los daños pudieron prevenirse. “Aunque parezca paradójico, la experiencia muestra que en nombre de la acción humanitaria o del desarrollo, es posible violentar formas de vida, hábitos y creencias y, en ocasiones, alterar, de manera dramática, formas de convivencia, solidaridad y transacción entre las personas” (Rodríguez, Ana. Pág.21) Para tener claridad, los daños pueden ser, predecibles o evitables, estos suelen ocurrir debido a un imprevisto, falta de conocimiento, inexperiencia o incluso negligencia; los daños inevitables o justificados son aquellos que ocurren por razones fuera del alcance de la organización, el principal ejemplo es por motivos de seguridad; los daños reparables generalmente son fácilmente identificados, generalmente son por motivos materiales, estos daños suelen ser solucionados con medidas de reparación; los daños no reparables se refieren principalmente a la pérdida de la vida, pero también contempla los daños físicos, morales y espirituales, los cuales afectan los proyectos de vida y las capacidades tanto individuales como colectivas. Teniendo en cuenta lo anterior, existen fenómenos que surgen y nos permiten reconocer cuando se ha incurrido en un error y se ha ocasionado algún daño, estas manifestaciones suelen aparecer cuando la asistencia humanitaria no ha sido 34 completamente responsable con las dinámicas y contextos propios del territorio donde se está interviniendo, tales como :9 - Empeorar divisiones entre grupos de conflicto: Lo más común de los escenarios en conflicto es encontrar divisiones y tensiones entre diferentes actores del conflicto, en este sentido puede ocurrir que algunos programas contribuyan a profundizar estas divisiones y tensiones entre grupos, confirmando o reforzando prejuicios, discriminación o intolerancia. - Desempoderar a la gente local: La mayoría de las organizaciones buscan empoderar a la gente local para que sean proactivas en la transformación de los conflictos y el desarrollo de capacidades para la paz, además porque es necesario construir de la mano de la comunidad, respetando sus creencia, costumbres, capacidades y limitantes. Sin embargo, inconscientemente, se puede caer en “desempoderar” a la comunidad y comunicar un mensaje implícito donde la comunidad no puede construir paz sin ayuda de agentes externos. - Fomentar la dependencia en gente y recursos externos: Está directamente relacionada con la manifestación anterior de “desempoderar a la gente local” puesto que las organizaciones pueden dar la impresión equívoca de “hacerse cargo de la situación”, dejando en la gente la idea de que los problemas están siendo abordados y de alguna manera solucionados por un agente externo, lo cual conduce implícitamente a un desentendimiento o pasividad de la comunidad, generando una dependencia nociva, donde se implementan programas que fomentan la dependencia de “expertos” de afuera. - Aumentar el peligro para los participantes del proyecto: Con frecuencia, los equipos comprometidos con estas intervenciones tienen que estar presentes en ambientes y condiciones de hostilidad, pero se puedeaumentar el peligro tanto de miembros de la organización, como miembros de la comunidad debido a la creación de falsas expectativas de seguridad. 9 Rodríguez, Ana (2009). Acción Sin Daño y reflexiones sobre prácticas de paz. Una aproximación desde la experiencia colombiana. 35 - Reforzar la violencia estructural o abierta: Es posible conducir las acciones de manera que refuercen las asimetrías de poder detrás de los conflictos, o programas que legitimen y permitan la perpetuación del conflicto, profundizando las diferencias y desigualdades existentes entre los grupos. Es indispensable entender que no importa lo neutral que intenten ser las actividades y propósitos de la asistencia humanitaria, el proyecto simplemente coexiste en la misma realidad con el conflicto y de esta manera siempre llega a hacer parte de él. Así, el proyecto tiene la potencialidad tanto de ser útil o inútil para mejorar la realidad de la comunidad, cómo de ser un factor que puede actuar en pro de empeorar la situación (ocurriendo aquí algún tipo de daño), y del mismo modo para dejarla más o menos igual. (Ana, Rodríguez. 2009) Recordando que en el presente trabajo estamos abordando el enfoque ético de la ASD, se debe entender que implícitamente la noción de la ética nos trae una idea del bien y el mal, de manera que lo que las personas consideran correcto o bueno también lo consideran valioso, creando la responsabilidad de hacer lo correcto. En este sentido, existen principios que nos acercan a lo “ético”, a hacer las cosas de la manera correcta, es por esto por lo que se deben conocer y reconocer las siguientes pautas con el fin de reducir o evitar los daños cuando se realiza una asistencia humanitaria o en los proyectos de desarrollo. - La dignidad, en primer lugar, como ya hemos desarrollado en páginas anteriores, es un eje fundamental para la ASD, ya que se parte del potencial y la capacidad de la comunidad para participar activa e interactivamente en los proyectos que buscan darle solución a las problemáticas que la aquejan. - La participación y la transparencia, son importantes, porque como lo hemos reiterado en este documento, no se trabaja para la comunidad, se trabaja con la comunidad, de este modo la participación de la comunidad es necesaria para lograr los objetivos que se plantee la organización; por otro lado la transparencia es fundamental ya que solo si hay comunicación transparente y 36 directa con la comunidad se construye la confianza entre ambas partes que permita trabajar en conjunto por los mismo objetivos. - La sensibilidad cultural, es esencial ya que no se pueden plantear acciones sin tener en cuenta la cultura en la cual estarán inmersas esas acciones, ya que pueden irrespetar a las personas de la comunidad. - En este mismo sentido está la contextualización, puesto que es necesario conocer a profundidad el contexto del territorio a nivel social, político, económico y cultural para poder formular proyectos conscientes y responsables que no vayan en contravía de la comunidad. - La flexibilidad e innovación son necesarias en el sentido que fomenta la posibilidad de trabajar de la mejor manera con la comunidad y lograr responder adecuadamente a las transformaciones que se vayan dando en el camino. Las pautas anteriormente citadas nos permiten crear procesos responsables y sensibles al daño, es decir que ayudan a identificar y a prevenir los daños que son evitables, crean a nivel de la organización condiciones que respondan de manera adecuada a las necesidades de la comunidad, donde se valore el hacer lo correcto en función de la comunidad, respetando a la comunidad, sus procesos, su cultura y entendiendo el contexto en el que se está inmerso. Resumiendo, creando procesos que garanticen la dignidad, la autonomía y la libertad de las personas en la comunidad. 5.2 SEGURIDAD TERRITORIAL Es imperativo contemplar esta categoría para la formulación de la propuesta aquí planteada, en cuanto es esta la que nos permite analizar los conceptos de territorio, o maritorio para el caso (como imagen del ‘territorio’ pero desde y en el mar, se 37 contextualiza en la denominada nisología o estudio de las islas ), y el territorio es10 entendido acá como esa conjunción entre lo natural y lo comunitario; acogiendo también el de gestión del riesgo, el cual puede convertirse en desastre o daño, de no darse un manejo adecuado. Frente a esta Wilches – Chaux menciona “la seguridad territorial es un concepto “de doble vía”, que busca que la sostenibilidad de las comunidades humanas avance de manera interrelacionada y en lo posible, simultánea junto con la sostenibilidad de los ecosistemas, y viceversa. Esto se logra en la medida en que se evite que las dinámicas de los ecosistemas se conviertan en amenazas contra las comunidades humanas, y que las dinámicas de éstas se conviertan en amenazas contra los primeros” .11 Para ello, es necesario también mencionar el concepto de desastre, en el entendido que este no es el fenómeno de la naturaleza, sino los efectos del mismo sobre el maritorio y cómo este es la materialización del riesgo, pues somos quienes “construimos las condiciones que determinan que un fenómeno o un proceso propio de la dinámica de la naturaleza, o directa o indirectamente provocado por acción humana, produzcan riesgos (potencial) que luego se convierten en desastres (“actualización” o “materialización” del riesgo). Si los seres humanos construimos esas condiciones, asimismo podemos intervenir conscientemente sobre los factores que las determinan, con el objeto de reducir los riesgos y evitar que se conviertan en desastres. El propósito es estar mejor preparados para responder de manera oportuna y adecuada en los casos en que se produzca un desastre a pesar de todos los esfuerzos para evitarlo”.12 Adicionalmente, se parte de la ley 1523/2012 la cual define la gestión del riesgo como “un proceso social orientado a la formulación, ejecución, seguimiento y 12 https://docplayer.es/65909215-Accion-sin-dano-y-construccion-de-paz.html 11 https://www.bivipas.unal.edu.co/bitstream/10720/415/8/D-222-PIUPC-P8-249.pdf 10 Álvarez, R., Ther-Ríos, F., Skewes, J., Hidalgo, C., Carabias, D., & García, C. (2019). Reflexiones sobre el concepto de maritorio y su relevancia para los estudios de Chiloé contemporáneo. Revista Austral de Ciencias Sociales, (36), 115-126. doi:10.4206/rev.austral.cienc.soc.2019.n36-06 https://docplayer.es/65909215-Accion-sin-dano-y-construccion-de-paz.html https://www.bivipas.unal.edu.co/bitstream/10720/415/8/D-222-PIUPC-P8-249.pdf 38 evaluación de políticas, estrategias, planes, programas, regulaciones, instrumentos, medidas y acciones permanentes para el conocimiento y la reducción del riesgo y para el manejo de desastres, con el propósito explícito de contribuir a la seguridad, el bienestar, la calidad de vida de las personas y al desarrollo sostenible” ,13 brindándonos el marco normativo sobre el cual se orienta la propuesta, en términos de responder a los lineamientos brindados desde el gobierno colombiano. Se hace importante traer aquí a colación la formula del riesgo , el cual es entendido14 como los daños o pérdidas que pueden presentarse cuando en un mismo territorio y en un mismo tiempo, coinciden eventos físicos peligrosos con elementos expuestos, que están predispuestos a verse afectados. Riesgo = Amenaza * Vulnerabilidad __________________________ Capacidad Donde la amenaza es lo que puede causar daño en caso de suceder, estas puedes ser: naturales, socioculturales y antrópicas. Según la Ley 1523 es el peligro latente de ocurrencia de un evento. La vulnerabilidad, como la predisposición de personas y bienes de ser afectados negativamente ante un evento. Y capacidad, como la facultad para atender las variables arriba expuestas. Entonces, el riesgo va a disminuir en la medida que se logre aumentar la capacidad, lo cual por consiguiente va a generar que la seguridad territorial o maritoriaen este caso también sea mayor; esto va ser posible en la medida que las otras variables tales como amenaza y vulnerabilidad se mitiguen a través del planteamiento de acciones que tengan en cuenta lo natural y lo cultural como un conjunto. Allí, como menciona el Profesor Fernando Montenegro “hay que tener mucho15 cuidado con la palabra reconstrucción” pues las noción de reconstrucción territorial 15 Programa Punto Crítico – UN Televisión. 16 de diciembre. 14 Notas sesión Laboratorio Maritorio del 14 de abril a cargo de Carolina Velásquez. Gestión del Riesgo de Desastre. 13 Ley 1523/2012 39 debe buscar que sea la comunidad quien desarrolle sus posibilidades de reconstrucción; y es allí en donde la Acción sin Daño encuentra su lugar, pues de acuerdo nuevamente con el Profesor Montenegro “Providencia no necesita una ciudad típicamente colombiana y se podría generar un daño cultural”. Así, se hace imperativo que el grupo de profesionales con propuestas para la reconstrucción del maritorio, tenga conciencia que entra a ser parte del ecosistema y cómo no debe llegar a imponer, sino a ser un medio para canalizar su conocimiento, con quienes han vivido allí, reconociéndolos y logrando así no caer en un asistencialismo descontextualizado, el cual no va a aportar a la consolidación de una paz positiva. En este orden de ideas y de acuerdo Wilches-Chaux (2011), una etapa de “reconstrucción”, no consiste necesariamente en volver a construir de manera exacta lo perdido sino en levantar un nuevo mundo físico y social a partir de los efectos negativos -y en algunos casos positivos- que deja el desastre, evitando también en lo posible volver a construir los factores de riesgo que condujeron al desastre, reducir –si se puede- amenazas y vulnerabilidades; aprovechar creativamente las oportunidades que a costa del dolor y las pérdidas genera el desastre. Puesto que “Acción sin daño es ser conscientes que debemos reducir en lo posible nuestro aporte a la construcción de factores generadores de riesgo”. 40 6. UNA PROPUESTA METODOLÓGICA PARA EL LABORATORIO MARITORIO El Laboratorio Maritorio parte bajo la idea de los Laboratorios ciudadanos, a través de: Explorar, Experimentar y Prototipar, buscando repensar las Islas desde el enfoque de Acción Sin Daño y Construcción de Paz, siendo una experiencia de formación activa alrededor de la recuperación a desastres; el cual en un principio estuvo dirigido principalmente a estudiantes isleños, PEAMA Caribe y de posgrados de la sede Caribe, pero después se extendió a un ejercicio intersedes, desde un aprendizaje basado en problemas/proyectos. Para ello, se contó con dos sesiones semanales durante 14 semanas, en las cuales hubo la presencia de expertos en distintas temáticas alrededor de la historia del archipiélago, gestión del riesgo y atención a desastres, atención humanitaria y enfoque de Acción Sin Daño. A continuación se mencionan las problemáticas trabajadas, con un resumen de las mismas brindado por cada uno de los grupos de trabajo, para de esta manera contar con un contexto pertinente para el planteamiento de la propuesta metodológica: - Perdida de ecosistemas y servicios ecosistémicos: En el contexto insular, los ecosistemas marinos toman mayor importancia para el bienestar, dado que los servicios ecosistémicos que éstos proveen, como la protección costera y provisión de alimentos (seguridad alimentaria), constituyen la principal fuente de origen local para la protección de la vida humana durante eventos extremos como los huracanes, para la economía y para la seguridad alimentaria en escenarios pos-huracán. Incluso en un escenario agravado como el actual, en medio de una pandemia que paralizó la movilidad de pasajeros y de carga de manera intermitente, limitando considerablemente los ingresos desde el continente tanto de alimentos como económicos, los servicios ecosistémicos marinos locales han sido vitales para mantener 41 necesidades básicas mínimas a flote. Los eventos extremos como los huracanes causan grandes afectaciones sobre los ecosistemas marinos, con pérdida de coberturas de coral, devastación de la vegetación y daños en los manglares por ejemplo. Esto trae consigo pérdida de servicios ecosistémicos y otras consecuencias que deben ser abordadas tanto para entender su pasado y presente, como para formular alternativas de solución y resiliencia para el futuro. - Kit de emergencias para islas pequeñas del Caribe: La comunidad isleña desconoce los componentes que debe tener un kit familiar frente a huracanes en islas pequeñas, que incluya componentes innovadores como las fuentes de energía alternativa. Cada país y cada institución recomienda diferentes elementos a tener en cuenta para el kit de emergencia, esto incluye al FEMA, The American Red Cross, centros de desastres y la UNGRD. La preparación de estos kits puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Es fundamental saber armar el kit y tenerlo a mano todo el tiempo. Las variables para armar el kit deben considerar innovaciones tecnológicas amigables con el ambiente que permitan no sólo resistir sino mejorar la recuperación en un desastre. Por ejemplo, el desastre en Providencia reveló la necesidad de tener paneles solares familiares, radios VHF y satelitales, toldillos y mantas secas; muchas personas perdieron sus documentos al no guardarlos de manera segura. Entonces, ¿cuál sería el mejor kit de emergencia familiar para los isleños y Raizales? Importante anotar que primero es necesario entender la importancia del kit; segundo, saber cómo prepararlo; y tercero, tener acceso a 15 elementos tecnológicos que mejoren este kit. - Justicia Hídrica: Existen asimetrías en el acceso, control y gestión del agua en las islas de San Andrés y Providencia. Es posible que el llamado proceso de "reconstrucción" agudice estas asimetrías. Hay que analizar los usos tradicionales de cultivo del agua y promover la continuación de su implementación. - Sistemas de información de eventos biológicos y/o climáticos: En el mar hay fenómenos que pueden representar amenazas y para los cuales la comunicación puede ser clave para reducir vulnerabilidad. Dentro de estas 42 amenazas están los Florecimientos algales nocivos (FAN); mares de leva; arribazón de macroalgas; otros fenómenos. Hay países del Caribe que han desarrollado sistemas de comunicación vía telefónica celulares. - Riesgos en la tenencia y la propiedad privada de la tierra: El Archipiélago ha sido históricamente un territorio sobre el cual recaen diversos intereses, en particular sobre las tierras (p.e. por parte de elites continentales, el turismo, entre otros). A raíz de la emergencia generada por el Huracán, las migraciones de familias hacia la isla de San Andrés y la necesidad de recuperarse ante las pérdidas económicas, es de esperar que aumenten las presiones sobre la tierra (entre la población se han prendido las alertas, sin embargo no se encuentran datos públicos al respecto). Por otro lado, que las tierras dejen de estar en manos de los raizales coloca en riesgo la soberanía alimentaria del archipiélago, de esta población étnica y la conservación ambiental, particularmente en la isla de Providencia. Teniendo esta información, evidenciamos la importancia de lograr entretejer el elemento científico con el humano, aquel humano que interviene apuntando a la reconstrucción del territorio/maritorio y como se mencionó previamente teniendo en cuenta lo natural y lo cultural. Desde la ASD las herramientas metodológicas deben formularse por unos principios transversales los cuales orientan el desarrollo de las mismas y propenden por entender la dinámica conflicto – intervención en la acción humanitaria, promoviendo el análisis previo, buscando la flexibilidad, considerando aspectos diferenciales y teniendo una mirada localizada; en este orden de ideas, las jornadas durante las cuales se desarrollen las herramientas, deberán ser espacios de consolidaciónde dichos principios, contando con participación de diversos grupos poblaciones si ningún tipo de distinción, además de buscar llevarse a cabo en espacios que no cuenten con afinidades de ningún tipo. 43 De esta manera, se podrán identificar las capacidades locales para la reconstrucción del maritorio lo cual consolidará un vínculo con las comunidades, haciéndolas parte del proceso desde su fase de formulación. A continuación, se presenta el diagrama de la ruta de acción que se plantea para que la reconstrucción del maritorio se desarrolle desde un marco ético de ASD y porqué no para cualquier proceso de reconstrucción de todo tipo de ecosistema, posterior a un evento natural que genere daños de alto impacto y en diversos ámbitos. Este, se compone de etapas realizables, las cuales no requieren un alto grado de conocimiento en el enfoque de ASD, pero que si van a propender por evitar el daño. 1. La ruta inicia con el necesario análisis del contexto, el cual es el que nos va a permitir que las propuestas e intervenciones como tal, cuenten con elementos de conocimiento del ecosistema, capaces de responder a las necesidades del maritorio desde la esfera natural y también la cultural, en este sentido las sesiones iniciales desarrolladas en las sesiones magistrales, expusieron la historia del archipiélago desde su formación, pasando por su población y las principales características culturales que conforman el mismo. Adicionalmente, debe incluirse la que trajo el paso de los huracanes y las afectaciones que dejó. En este sentido y desde las cuatro etapas propuestas para la implementación metodológica del enfoque de ASD (Vásquez, 2011), estaría el análisis del 44 sistema de valores, creencias y cómo estas reaccionan ante determinada situación, buscando entender el ser, estar, tener y hacer para de este manera ampliar la perspectiva de comprensión de dicho contexto y lograr plantear propuestas que logren una real inclusión de la interacción de la mayor cantidad de factores posibles, de manera estructurada. Se hace imperativo aquí incluir la pandemia generada por el Coronavirus SARS -CoV-2 (Covid-19), como un factor asociado de análisis, en cuanto generó toda una serie de puntos a tener en cuenta en la etapa posterior a los huracanes, los cuales no se estaba en capacidad de atender, por ejemplo: se requería de una mayor cantidad de agua potable, tapabocas, jabón desinfectante y demás elementos de bioseguridad, además del distanciamiento social; esto, en circunstancias en las cuales la población había quedado sin vivienda ni alimentación. 2. En cuanto a las capacidades locales para la paz: La comprensión de la paz aquí trasciende la ausencia de guerra, pues explica Galtung (2007) que el desarrollo es una condición para la paz y la paz es un pre requisito para el desarrollo, en este sentido y teniendo todo lo que generó el pasó de los huracanes, se convierte en un sine qua non el entender que la recuperación del maritorio, implica potenciar las condiciones con que se cuenta para así configurar un ambiente capaz de llevar a cabo un adecuado análisis de la interacción de los distintos actores presentes en el archipiélago, tanto con el maritorio, como las estructuras presentes en el mismo (gubernamentales y no gubernamentales), esto significa realizar un mapa de actores que no solo los contemple, sino que sea capaz de categorizar las distintas acciones que llevan a cabo, así como la interrelación que entre estos se da, trazado esto por las características de una cultura caribeña. De esta manera, será posible identificar los tensores, divisores y conectores16 , junto con las dinámicas que trazan dicha interacción, para así lograr que las 16 Este ejercicio requiere de conocimientos específicos y tiempos, con los que no siempre será posible contar, por ellos se considera de alguna manera opcional. 45 capacidades para la paz sean orientadas de manera adecuada y logren su cometido. 3. Frente al análisis de los programas previos: Es vital desde el enfoque de ASD llevar a cabo la revisión de las intervenciones que se han llevado a cabo en el archipiélago y no solamente pos-huracán sino también previamente, puesto que permitirá ver cuáles han sido las temáticas trabajadas, los objetivos propuestos, las razones para hacerlo, el presupuesto con el que se contó y la manera en que se ejecutó, permitiendo evidenciar los errores en que se pudo incurrir, las reacciones de la población, de la institucionalidad y de la academia ante dichas intervenciones; esto brindará un estado del arte de dichos programas, evitando también la agotadora e innecesaria duplicidad de acciones, la cual suele ser una constante en este tipo de circunstancias, generando además de un desgaste y en ocasiones una revictimización de la población, un mal uso del recurso, tanto financiero como humano. En conclusión, esto permitirá considerar las lecciones aprendidas. 4. En relación con la recuperación de la rutina: Se hace transversal contemplar como las propuestas planteadas deben apuntar a la recuperación de la rutina que existía previo al evento, -aun sabiendo que retornar a la dinámica previa a un evento traumático de dicho carácter puede no ser posible- pues esto permitirá poco a poco que la población recupere un parte de tranquilidad. Para lograrlo, debe buscar disminuir como se mencionó previamente el riesgo, directamente proporcional a la mitigación de la amenaza y la vulnerabilidad. Esto además, implica la formulación de propuestas capaces de incluir un adecuado análisis del contexto, con una pertinente determinación de la población a intervenir e indicadores e instrumentos capaces de monitorear y evaluar si los objetivos propuestos se están cumpliendo, buscando generar la menor cantidad de daño posible. 46 7. REFLEXIONES FINALES El surgimiento del enfoque de Acción sin Daño en torno a la búsqueda por mitigar la posibilidad de hacer daño a pesar de las buenas intenciones que puedan existir, encuentra un lugar en la gestión del riesgo absolutamente pertinente, en la medida que al partir del supuesto en el que hay un riesgo, la posibilidad que se generen daños siempre estará presente, si a esto se le suma que los eventos de carácter natural siguen cuestionándonos como humanidad y nos siguen exigiendo repensarnos la manera en que interactuamos con el ambiente en nuestra cotidianidad, se hace imperativo contar con propuestas capaces de reunir las distintas disciplinas presentes en los momentos de reconstrucción territorial. 47 En este orden de ideas, el Laboratorio Maritorio en su búsqueda por contar con un aprendizaje basado en problemas, en donde confluyen distintas campos del conocimiento y se propone el planteamiento de propuestas que apunten a la recuperación pos-huracán, brinda unas condiciones propicias para la construcción de paz en una definición más amplia, en la cual es un pre-requisito para el desarrollo y viceversa. Así mismo, el marco ético propuesto desde el enfoque de Acción sin Daño, proporciona los mínimos éticos requeridos para que las propuestas de reconstrucción maritoria (o territorial) apunten al reconocimiento de las características locales para no desconocer las capacidades que allí se encuentran. Esta identificación fue posible llevarla a cabo en la medida que desde la pasantía desarrollada, se buscó asistir al mayor número de sesiones programadas y se tuvo la oportunidad de acompañar como tutora uno de los grupos de trabajo, permitiendo evidenciar la relevancia de contemplar el factor humano y no solo el técnico, pues fue interesante apreciar las perspectivas de los distintos grupos en la medida que cada uno de ellos estaba compuesto por distintos perfiles profesionales, lo cual enriqueció la construcción del prototipo propuesto. Adicionalmente, el enfoque de Acción sin Daño como marco ético del LabMar, en el entendido que es un espacio universitario constituido desde el concepto de laboratorio ciudadano,
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