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Manual de indicadores para el diagnóstico social • Presentación: 1.- Introducción al Diagnóstico Social. El texto presenta una reflexión sobre el diagnóstico social y su importancia en el trabajo social, así como sobre la necesidad de contar con un modelo operativo de diagnóstico social que permita una intervención más eficaz y una evaluación continua de los procesos de intervención. La autora destaca que el diagnóstico social es un concepto universalmente aceptado en el trabajo social, pero que paradójicamente ha sido uno de los menos desarrollados conceptualmente. Los intentos de definición operativa del diagnóstico social han sido generalizaciones o intentos de sistematización de algunas variables, sin llegar a una elaboración conceptual completa. El texto señala que la necesidad de contar con un instrumento de diagnóstico social se debe a procesos de transformación social, como la universalización de la red pública de servicios sociales, el bagaje empírico y científico alcanzando por la profesión, la unificación y universalización de derechos y recursos, y la necesidad de unificar y sistematizar criterios, variables y enfoques teóricos. El autor destaca que el modelo operativo de indicadores de diagnóstico social presentado en la página es el resultado de una investigación llevada a cabo por tres trabajadores sociales, subvencionada por los colegios profesionales y el Departamento de Bienestar Social del Gobierno Vasco. Este modelo operativo se está utilizando en servicios sociales comunitarios y especializados, y proporciona una sistematización de todas las variables que comprenden el complejo mundo interaccional del ser humano, así como una comprensión de los fenómenos que interfieren en su desarrollo y las condiciones que deben producirse para modificar situaciones factibles de cambio. El modelo operativo de diagnóstico social permite convertir la práctica profesional en praxis, al permitir la reflexión en los procesos de intervención y la generación de un cuerpo doctrinal propio y teorías de innovación y transformación social. 2.- Conceptos fundamentales: El texto que se presenta hace referencia a la complejidad del ser humano y su relación con el entorno social en el que se desenvuelve. Se destaca que cada persona es única y se encuentra en constante interacción con su entorno, lo que influye en su comportamiento y en la adecuación de sus respuestas a los estímulos que recibe. Además, se menciona que existen dos polos opuestos pero interdependientes: lo individual y lo colectivo. Ambos polos son necesarios para que las personas puedan interactuar con el medio social y desarrollarse de manera autónoma. En este sentido, se habla de la importancia de las Necesidades Básicas, que se entienden como un conjunto de elementos estructurados en un sistema que permiten a la persona tener autonomía, autoorganización e identidad personal, y establecer una relación sana con su entorno. Estas Necesidades Básicas son imprescindibles para el desarrollo integral del ser humano y su bienestar, por lo que su carencia o déficit grave puede generar serias dificultades en el funcionamiento del sistema y limitar o impedir la vida de las personas. La clasificación o definición de estas Necesidades Básicas se ha realizado desde la sistematización de los elementos presentes en procesos de conflicto, lo que indica que son una respuesta a situaciones problemáticas que se han detectado en la práctica profesional del Trabajo Social. Este enfoque de las Necesidades Básicas es relevante en la práctica del Trabajo Social, ya que proporciona una herramienta para el análisis de las necesidades de las personas y la elaboración de intervenciones eficaces y pertinentes a cada situación. Asimismo, permite un enfoque más integral y humano de la intervención social, que va más allá de la atención a necesidades materiales o económicas. Sin embargo, es importante señalar que este enfoque también tiene limitaciones, ya que se centra en las necesidades de las personas y puede dejar de lado la influencia del entorno social y económico en la satisfacción de estas necesidades. Además, no se aborda la complejidad de las relaciones sociales y la influencia de los valores culturales y políticos en la satisfacción de las Necesidades Básicas. 3.- Clasificación de nociones básicas a.- Información b.- Habilidades sociales c.- Autonomía física y psíquica d.- Relación convivencial e.- Organización de la unidad convivencial f.- Formación g.- Trabajo h.- Nivel económico i.- Vivienda j.- Participación k.- Aceptación social La clasificación realizada se convierte en una herramienta metodológica, que permite la observación global a través de la construcción de un sistema de indicadores de todas y cada una de las Necesidades básicas. 4. Indicadores Sociales. El texto plantea la importancia de elaborar indicadores para transformar conceptos en variables y poder medir la posición de una persona en la estructura social. Se destaca que los indicadores son relativos y necesitan ser ubicados en un contexto social determinado y en su tiempo. Los indicadores permiten observar, indagar y reflexionar acerca de la realidad social a nivel individual y comunitario. Además, el texto plantea la importancia de considerar a la persona en relación con su medio social y las relaciones que se establecen entre ambos para realizar un diagnóstico globalizador que no reduzca los problemas sociales a problemas individuales. Los diagnósticos y las necesidades no son estáticos y cambian a medida que el sujeto interactúa y el medio social recibe y devuelve la presión ejercida por la persona. El proceso de elaboración de los diagnósticos se realiza a través de una plantilla de indicadores que permiten acercarse a un conocimiento global de la situación en la que se encuentra la persona o unidad convivencial en relación con las Necesidades Básicas. Los indicadores son valorados de manera gradual y el grado de afectación de las diferentes Necesidades Básicas que requiere el individuo para realizar su vida sin graves hándicaps nos llevará a las diferentes definiciones de los Diagnósticos Sociales. Se plantea una clasificación de las necesidades básicas en cinco categorías o diagnósticos sociales: Situación Deficitaria Coyuntural, Situación Deficitaria de Larga Duración, Desventaja Social, Exclusión Social y Marginación. Estos diagnósticos permiten orientar el tratamiento y las medidas de política social necesarias para intervenir en las realidades sociales. 5. Tipologías Diagnóstico Social. El texto se refiere a la evaluación de situaciones de necesidades básicas deficitarias y las intervenciones profesionales necesarias para superar estas situaciones. Se establecen dos situaciones diferentes en las que pueden estar afectadas entre una y cinco necesidades básicas, y entre una y cuatro necesidades básicas, respectivamente. En la primera situación, se entiende que la persona afectada cuenta con una buena red relacional y, por tanto, se espera que pueda superar su situación con la orientación de servicios sociales u otros agentes comunitarios. En este caso, la intervención se centraría en la información, orientación y apoyo, así como en la aplicación de prestaciones o servicios de baja intensidad. En la segunda situación, se trata de una situación más deficitaria, en la que se pueden ver afectadas hasta cuatro necesidades básicas. Si esta situación se prolonga en el tiempo, puede tener un impacto en otras necesidades y llevar a diagnósticos más complejos. En este caso, la intervención profesional debe ser planificada cuidadosamente con el objetivo de lograr la recuperación de las carencias en las necesidades básicas. Para ello, se deben llevar a cabo una serie de acciones, como el acogimiento que permita una buena vinculación, la reconstrucción dela demanda con la persona, la explicación de la metodología de trabajo, la realización conjunta de un plan de trabajo y la evaluación de los resultados. Este texto es relevante en el ámbito de los servicios sociales y la atención a las personas en situaciones de necesidades básicas. Destaca la importancia de una buena evaluación de la situación y una intervención profesional planificada y cuidadosa para lograr una recuperación efectiva de las carencias. También destaca la importancia de la red relacional de la persona y su capacidad para superar la situación, lo que resalta la importancia de la comunidad y los servicios comunitarios en la atención a estas situaciones. Este texto trata sobre la identificación de las necesidades básicas afectadas en diferentes situaciones de exclusión social y cómo la intervención profesional puede abordarlas. Se describen tres tipos de situaciones de exclusión social: situación muy deficitaria, situación de desventaja social y situación de marginación. En la situación muy deficitaria, se identifican dos o tres necesidades básicas del bloque de formación, trabajo y ocupación, y recursos económicos que se ven afectadas. Si la situación no se alarga en el tiempo, las demás necesidades apenas presentan déficit, pero si la exclusión se cronifica, empiezan a deteriorarse otras necesidades, como la relación convivencial o la autonomía personal. Para abordar esta situación, se proponen diez pasos para la intervención profesional, que incluyen conocer la situación del mercado laboral, reconstruir la demanda con la persona, y desarrollar políticas de discriminación positiva, entre otros. En la situación de desventaja social, los indicadores del diagnóstico reflejan una situación muy deficitaria en la necesidad básica de aceptación social. La falta de cobertura de esta necesidad origina discriminación y prohibición en el uso y disfrute de derechos sociales generales, lo que puede afectar hasta seis necesidades básicas, incluyendo habilidades sociales, autonomía física o psíquica, educación, economía, empleo, vivienda, organización de la unidad convivencial y participación. Para abordar esta situación, se proponen nueve pasos para la intervención profesional, que incluyen conocer las causas de discriminación, realizar un plan de trabajo en conjunto con la persona, y desarrollar las necesidades en déficit a través de dinámicas de participación grupal y comunitaria, entre otros. En la situación de marginación, se identifican más de siete necesidades básicas afectadas con intensidad muy deficitaria. Además, se distinguen tres tipos de marginación: la marginación alternativa, la marginación evasiva y la marginación pasiva. Para abordar esta situación, es importante identificar las causas de la marginación, ya que la intervención que se requiera realizar puede ser notablemente diferente dependiendo de su origen.
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