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Analgésicos opiáceos

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Universidad de Guadalajara. 
Centro Universitario de Ciencias de la Salud. 
Licenciatura en cirujano dentista. 
 
Materia: Farmacología odontológica. 
Nombre del profesor: Valenzuela Orozco Daniel Natividad. 
Nombre del alumno: Guerrero Alcaraz Edgar Elizardo. 
Código de alumno: 212581246. 
 
 
Analgésicos opiáceos. 
El opio es un extracto de la adormidera, 
planta de la especie Papaver somniferum, 
que contiene morfina y otros alcaloides. Se 
ha utilizado en aspectos sociales y 
medicinales durante miles de años como 
inductor de euforia, analgesia y sueño, así 
como para prevenir la diarrea. En Gran 
Bretaña a finales del siglo XVII era 
administrado habitualmente por vía oral en 
forma de “tintura de láudano”. La situación 
cambió tras la invención de la aguja y la 
jeringa hipodérmica en el siglo XIX, con lo que la dependencia de los opioides comenzaría 
a adquirir connotaciones más negativas. 
Estos son utilizados para tratar y prevenir dolores, sobre todo dolores agudos e intensos. 
Antes de adentrarnos a lo que son los analgésicos opiáceos, su mecanismo de acción, 
etcétera, veamos lo que es un analgésico narcótico, analgésico, un opiáceo y un opioide. 
Opioide: Sustancia endógena o sintética que produce efectos morfínicos que son 
bloqueados por antagonistas como la naloxona. 
Opiáceo: Compuestos como la morfina o la codeína que se obtienen de la amapola del 
opio o adormidera. 
Analgésico narcótico: Término para hacer referencia a los opioides; el término 
narcótico alude a su capacidad para inducir sueño. 
• Los agonistas morfínicos más importantes son la diamorfina, la oxicodona y la codeína. 
• Los grupos más importantes de análogos sintéticos son las fenilpiperidinas (petidina y 
fentanilo), los fármacos similares a la metadona, los benzomorfanos (pentazocina) y los 
derivados de la tebaína (buprenorfina). 
• Los analgésicos opioides pueden administrarse por vía oral, parenteral o intratecal. 
Receptores. 
Los cuatro receptores opioides, mu, delta, kappa y ORL1 son, todos ellos, receptores 
acoplados a proteínas G. Los cuatro receptores de opioides parecen formar complejos 
homoméricos, así como heteroméricos. De hecho, los receptores de opioides son 
bastante promiscuos y pueden formar heterómeros con receptores de otros tipos. 
Se ha demostrado que la heteromerización entre receptores de opioides les da 
características farmacológicas distintas de las observadas con los receptores 
monoméricos. 
Otro grado de complejidad quizás sea reflejo del “sesgo”, por el que los diferentes 
ligandos que actúan sobre el mismo receptor de opioides provocan respuestas celulares 
distintas y un tráfico de receptores diferenciado. 
 Los receptores mu son los responsables de la mayoría de los efectos analgésicos 
de los opioides y de algunos de sus efectos adversos como depresión respiratoria, 
estreñimiento, euforia, sedación y dependencia. 
 La activación de los receptores delta induce analgesia, aunque también puede ser 
proconvulsionante. 
 Los receptores kappa contribuyen a la analgesia espinal y pueden inducir 
sedación, disforia y alucinaciones. Algunos analgésicos son agonistas 
kappa/antagonistas mu combinados. 
 Los receptores de ORL1 también son miembros de la familia de los receptores 
opioides. Su activación determina un efecto antiopioide (supraespinal), analgesia 
(espinal), inmovilidad y deterioro del aprendizaje. 
 Los receptores sigma no son verdaderos receptores opioides, sino que son el sitio 
de acción de determinados fármacos psicotomiméticos, aunque también se unen a 
algunos opioides. 
 Todos estos guardan relación con las proteínas Gi /Go y abren canales del potasio 
(provocando hiperpolarización) e inhiben la apertura de canales de calcio 
(inhibiendo la liberación de transmisor). También, inhiben la adenilatociclasa y 
activan la vía de la MAPcinasa (ERK). 
Mecanismo de acción de opioides. 
Acciones celulares: Los cuatro tipos de receptores opioides pertenecen a la familia de los 
receptores acoplados a proteínas Gi/Go. Así, los opioides ejercen potentes efectos sobre 
los canales iónicos de las membranas neuronales a través del acoplamiento directo de las 
proteínas G al canal. 
Estos facilitan la apertura de los canales de potasio e inhiben la apertura de canales de 
calcio controlados por el voltaje. Estos efectos de membrana reducen la excitabilidad 
neuronal. El efecto celular global es, por consiguiente, inhibitorio. 
Sin embargo, aumentan la actividad en algunas vías neuronales y se produce mediante 
un proceso de desinhibición por medio del cual causan excitación de las neuronas de 
proyección por supresión de la actividad de las interneuronas inhibidoras, que inhiben 
tónicamente las neuronas de proyección. 
Bioquímicamente hablando, los cuatro tipos de receptores inhiben la adenilatociclasa y 
producen activación de la cinasaMAP (ERK). 
Sitios de acción. 
Los receptores opioides presentan una amplia distribución en el encéfalo y en la médula 
espinal. Los opioides son eficaces cuando se inyectan en dosis mínimas en diversos 
núcleos encefálicos específicos (corteza insular, la amígdala, el hipotálamo, la región SPG 
y el BRRV), así como en el asta posterior de la médula espinal. 
La analgesia supraespinal con opioides implica la liberación de péptidos opioides 
endógenos, tanto en localizaciones supraespinales como espinales, y de que en la 
médula espinal existe también un componente de la analgesia derivado de la liberación de 
serotonina (5-HT) por parte de las fibras inhibidoras descendentes. 
La interrupción quirúrgica de la vía descendente del BRRV a la médula espinal reduce la 
analgesia inducida por morfina que ha sido administrada sistémicamente o microinyectada 
en localizaciones supraespinales. 
En la médula espinal, la morfina inhibe la transmisión de impulsos nociceptivos a través 
del asta posterior y suprime los reflejos nociceptivos, incluso en pacientes que presentan 
sección de la médula espinal. 
La inyección de morfina en la articulación de la rodilla, después de una intervención 
quirúrgica en ella, aporta una analgesia eficaz, lo que contraviene el arraigado principio de 
que la analgesia opioide es un fenómeno exclusivamente central. 
Agonistas y antagonistas. 
Agonistas. 
La morfina es, en realidad, un agonista parcial de los receptores opioides mu. Se trata de 
un potente analgésico que, a dosis elevadas, llega a causar la muerte por depresión 
respiratoria grave. Sin embargo, cuando se considera la activación de receptores presenta 
una menor eficacia intrínseca que los agonistas puros. 
Otros fármacos opioides, en especial la codeína y el dextropropoxifeno, son calificados en 
ocasiones de agonistas débiles, debido a que sus efectos máximos, tanto analgésicos 
como adversos, son menores que los de la morfina. 
La buprenorfina es un agonista parcial que se disocia lentamente de los receptores de 
opioides. Provoca menos depresión respiratoria que otros opioides. Es un fármaco 
potente capaz también de antagonizar el efecto de otros opioides gracias a su alta 
afinidad y baja eficacia. 
La pentazocina combina agonismo kappa y antagonismo mu (agonismo parcial débil). Los 
fármacos con actividad agonista kappa suelen causar disforia más que euforia. 
Antagonistas. 
Los antagonistas puros incluyen la naloxona (acción corta) y la naltrexona (acción 
prolongada). Bloquean los receptores mu, delta y kappa. Existen antagonistas selectivos 
que se utilizan en experimentación. 
El alvimopán es un antagonista de los receptores mu que no atraviesa la barrera 
hematoencefálica. Bloquea el estreñimiento, náuseas y el vómito inducido por opioides. 
La pentazocina, genera una combinación de efectos agonistas kappa y antagonistas mu. 
La naloxona no afecta al umbral del dolor en condiciones normales, pero bloquea la 
analgesia inducida por el estrés y puede exacerbar el dolor clínico. Tambiénneutraliza 
rápidamente la analgesia y la depresión respiratoria inducida por los opioides; se usa 
sobre todo para tratar las sobredosis de opioides o para mejorar la respiración de los 
recién nacidos afectados por los opioides administrados a la madre. Desencadena 
síntomas de abstinencia en los pacientes y animales dependientes de la morfina. 
Acciones farmacológicas. 
La morfina es el más característico de los numerosos analgésicos opioides, por lo que 
será tomada como compuesto de referencia, y sus efectos más importantes se registran 
sobre SNC y el tubo digestivo. 
SNC. 
 Analgesia: La morfina funciona en la mayoría de los tipos de dolor agudo y 
crónico. Al ser, además, antinociceptiva, la morfina reduce el componente afectivo 
del dolor. Ello refleja su acción supraespinal, posiblemente en el sistema límbico, 
lo que es posible que se relacione con el efecto generador de euforia. 
 Hiperalgesia: Exposición prolongada a estos fármacos induce un estado de 
hiperalgesia en el que se registran sensibilización al dolor o alodinia. La 
hiperalgesia parece presentar componentes periféricos, espinales y 
supraespinales. El grado de hiperalgesia inducida por opioides puede reducirse 
con ketamina (antagonista del receptor de NMDA), propofol, agonistas de los 
receptores a2-adrenérgicos e inhibidores de la COX-2. 
 Euforia: Cuando la morfina o la diamorfina (heroína) se administran por vía 
intravenosa, el resultado es un repentino “subidón” descrito en ocasiones como 
algo similar a un “orgasmo abdominal”. En pacientes que presentan ansiedad es 
pronunciada, mientras que, en pacientes habituados al dolor crónico, induce 
analgesia, pero con una euforia escasa o nula. En tales circunstancias, algunos 
pacientes refieren inquietud en vez de euforia. La euforia está mediada por los 
receptores mu, en tanto que la activación de los receptores kappa produce disforia 
y alucinaciones. 
 Depresión respiratoria: La depresión respiratoria está mediada por los receptores 
mu. El efecto depresor se asocia a disminución de la sensibilidad de los centros 
respiratorios a la Pco2 arterial y a inhibición de la generación de ritmo respiratorio. 
El incremento del CO2 arterial (hipercapnia) suele dar lugar a un aumento 
compensatorio del número de respiraciones por minuto (VE). Los movimientos 
respiratorios se generan a partir de la actividad de un generador de ritmo (el 
complejo pre-Bötzinger) en la columna respiratoria ventral de la médula. Los 
receptores opioides mu se localizan en esta región y la inyección local de 
agonistas opioides hace disminuir la frecuencia respiratoria. La depresión 
respiratoria inducida por opioides no va acompañada de depresión de los centros 
medulares que controlan la función cardiovascular (a diferencia de lo que sucede 
con los anestésicos generales y otros depresores del SNC). La depresión 
respiratoria es un efecto adverso peligroso de estos fármacos y, a diferencia de la 
causada por los fármacos depresores generales del SNC, puede registrarse con 
dosis terapéuticas. Es la principal causa de muerte en casos de intoxicación aguda 
por opioides. 
 Depresión del reflejo de la tos: La codeína y la folcodina suprimen la tos en dosis 
subanalgésicas, pero inducen estreñimiento como efecto adverso. 
 Náuseas y vómitos: Están presentes en el 40% de los pacientes a los que se les 
administra morfina y no parece que este efecto sea separable de la acción 
analgésica en un amplio espectro de analgésicos opioides. El lugar de acción es el 
área postrema (zona gatillo quimiorreceptora), estímulos químicos de diferentes 
tipos inician el vómito. Las náuseas y vómitos subsiguientes a la inyección de 
morfina suelen ser transitorios y desaparecen con la administración repetida 
aunque, en algunos individuos, persisten y pueden limitar el cumplimiento por 
parte del paciente. 
 Constricción pupilar: La constricción pupilar o miosis se produce por estimulación 
del núcleo oculomotor y está mediada por los receptores mu y kappa. La miosis es 
una importante característica diagnóstica en la intoxicación por opioide por la 
mayoría de las otras causas de coma y depresión respiratoria producen dilatación 
pupilar. En drogodependientes consumidores de opioides no se desarrolla 
tolerancia a la constricción pupilar, por lo que puede observar�se en este tipo de 
consumidores de drogas, que pueden haber estado consumiendo opioides durante 
un tiempo prolongado. 
Tubo digestivo. 
 Los opioides aumentan el tono y reducen la motilidad intestinal en diversas partes 
del sistema digestivo, lo que da lugar a estreñimiento, que puede ser intenso y 
muy problemático para el paciente. El retraso del vaciamiento gástrico hace que la 
absorción de otros fármacos se vea retardada. 
La presión en las vías biliares aumenta como consecuencia de la contracción de la 
vesícula biliar y la constricción del esfínter biliar. El aumento de la presión 
intrabiliar produce en ocasiones un incremento transitorio de la concentración 
plasmática de amilasa y lipasa. El bromuro de metilnaltrexona) y el alvimopán son 
antagonistas de los opioides que no atraviesan la barrera hematoencefálica y se 
han desarrollado para reducir los efectos adversos periféricos de los opioides, 
como el estreñimiento, sin que se registren disminuciones significativas de la 
analgesia o sin que se desencadene el síndrome de abstinencia en toxicómanos. 
Tolerancia y dependencia. 
 La tolerancia se desarrolla con gran rapidez. 
 El mecanismo de la tolerancia implica la desensibilización de los receptores y no 
es farmacocinético en origen. 
 La dependencia tiene dos componentes: 
– Dependencia física, asociada al síndrome de abstinencia y que dura algunos 
días. 
– Dependencia psicológica, asociada al deseo intenso de conseguir la droga y que 
dura meses o años. 
 La dependencia física, caracterizada por síndrome de abstinencia al cesar la 
administración del fármaco, tiene lugar con agonistas de los receptores mu. 
 El síndrome de abstinencia se ve precipitado por los antagonistas de los 
receptores mu. 
 Para aliviar los síntomas de abstinencia pueden usarse agonistas del receptor mu 
de acción prolongada, como la metadona y la buprenorfina. 
 Algunos analgésicos opioides, tales como la codeína, la pentazocina, la 
buprenorfina y el tramadol, tienen mucha menos tendencia a producir dependencia 
física o psicológica. 
 
Fármaco. Aplicaciones. Vía de admin. Aspectos 
farmacocinéticos. 
Efectos 
adversos. 
 
 
 
 
Morfina. 
Muy utilizada en 
los dolores 
agudos y 
crónicos. 
Oral, incluida 
una forma de 
liberación 
mantenida. 
Inyección. 
Intratecal. 
Semivida de 3-4 h. 
Se convierte en un 
metabolito activo 
(morfina-6-
glucurónido). 
Sedación. 
Depresión 
respiratoria. 
Estreñimiento. 
Náuseas y 
vómitos. 
Prurito 
(liberación de 
histamina). 
Tolerancia y 
dependencia. 
Euforia. 
 
 
Diamorfina 
(heroína). 
Dolor agudo y 
crónico. 
Oral. 
Inyección. 
Actúa con mayor 
rapidez que la 
morfina debido a 
su rápida 
penetración en el 
encéfalo. 
Como la morfina. 
 
Hidromorfona. 
Dolor agudo y 
crónico. 
Oral. 
Inyección. 
Semivida de 2-4 h. 
Sin metabolitos 
activos. 
Como la morfina, 
pero menos 
sedante. 
 
 
Oxicodona. 
Dolor agudo y 
crónico. 
Oral, incluida 
una forma de 
liberación 
mantenida. 
Inyección. 
Semivida de 3 a 
4.5 h. 
Como la morfina. 
 
 
Metadona. 
Dolor crónico. 
Mantenimiento 
de los adictos. 
Oral. 
Inyección. 
Semivida larga 
(>24 h). 
Comienzo de 
acción lento. 
Como la morfina, 
pero con menos 
efecto 
euforizante. 
Puede 
acumularse. 
 
 
 
Petidina. 
Dolor agudo. Oral. 
Inyección 
intramuscular. 
Semivida de 2-4 h. 
Metabolito activo 
(norpetidina) que 
podría ser el 
responsable de los 
efectos 
estimulantes. 
Como la morfina. 
Efectos 
anticolinérgicos. 
Riesgo de 
excitación y 
convulsiones. 
 
 
 
 
Buprenorfina. 
Dolor agudo y 
crónico. 
Mantenimientode los adictos. 
Sublingual. 
Inyección. 
Intratectal. 
Semivida de 
alrededor de 12 h. 
Comienzo de 
acción lento. 
Inactiva por vía 
oral debido al 
metabolismo de 
primer paso. 
Menos 
pronunciados 
que en morfina. 
Puede 
desencadenar un 
síndrome de 
abstinencia de 
opioides 
(agonista 
parcial). 
 
 
 
 
 
Pentazocina. 
Dolor agudo. Oral. 
Inyección. 
Semivida de 2-4 h. Efectos 
psicotomiméticos 
(disforia). 
Irritación en el 
lugar de la 
inyección. 
Puede 
desencadenar un 
síndrome de 
abstinencia de 
opioides (efecto 
antagonista m). 
 
 
Dipipanona. 
Dolor moderado 
o grave. 
Oral. Semivida de 3-5 h. Además de los 
efectos similares 
a los de la 
morfina, produce 
psicosis. 
 Dolor agudo. Intravenosa. Semivida de 1-2 h. Como la morfina. 
Fentanilo. Anestesia. Epidural. 
Parches 
transdérmicos. 
Remifentanilo. Anestesia. Infusión 
intravenosa. 
Semivida de 5 min. Depresión 
respiratoria. 
 
 
Codeína. 
Dolor leve. Oral. Actúa como 
profármaco. 
Se metaboliza a 
morfina y a otros 
metabolitos 
activos. 
Estreñimiento. 
No produce 
dependencia. 
 
 
 
Dextropropoxifeno. 
Dolor leve. Oral. Semivida de 4h. 
Metabolito activo 
(norpropoxifeno) 
con una semivida 
de 24 h. 
Depresión 
respiratoria. 
Puede producir 
convulsiones 
(posiblemente 
por acción del 
norpropoxifeno). 
 
 
Tramadol. 
Dolor agudo 
(sobre todo 
postoperatorio) 
y crónico. 
Oral e 
intravenosa. 
Buena absorción. 
Semivida de 4-6 h. 
Mareos. 
Puede producir 
convulsiones. 
No produce 
depresión 
respiratoria. 
 
Bibliografía: 
 Karen Whalen, Rajan Radhakrishnan, Carinda Feild. “Farmacología”. 7a 
edición. Philadelphia. Editorial Wolters Kluwer thePoint. 2019. 
 H. P. Rang, J. M. Ritter, R. J. Flower, G, Henderson. “Rang y Dale 
Fatmacología”. 8a edición. UK. Editorial ELSEVIER CURCHILL 
LIVINGSTONE. 2016. 
 Maria-Josep Divins. “Farmacia profesional: Analgésicos opiáceos”. 
ELSEVIER. 2012. [Recuperado el 14 de octubre de 2021]. Páginas 22-26. 
https://www.elsevier.es/es-revista-farmacia-profesional-3-articulo-
analgesicos-opiaceos-X0213932412941155.

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