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Toxocariasis-es (1)

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Toxocariasis 
 
Toxocarosis, 
Larva Migrans Visceral, 
Larva Migrans Ocular, 
Granulomatosis parasitaria, 
Retinitis Toxocara 
 
Última actualización: Mayo, 2005 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Etiología 
Las especies de Toxocara zoonótica incluyen Toxocara canis, T. cati, y posiblemente T. 
vitulorum y T. pteropodis. Todos estos parásitos nematodos pertenecen a la familia Toxocaridae. 
• Por lo general se cree que T . canis es más importante que T. cati en enfermedades humanas. 
En Islandia, donde los perros (huéspedes definitivos para el T. canis) han sido prohibidos 
desde los años 40, la Larva Migrans Visceral es poco frecuente y de 0 a 300 humanos 
adultos crearon anticuerpos para Toxocara spp. 
• T. cati ha estado asociada particularmente con la toxocariasis ocular. 
• Se cree que la infección por T. vitulorum es una zoonosis de nivel leve que afecta 
principalmente a los niños de los trópicos. Existe incertidumbre acerca del potencial 
zoonótico de esta especie: las pruebas de diagnóstico para Toxocara no son siempre 
específicas, y las infecciones que se atribuyen a T. vitulorum pueden ser debidas a T. canis 
o a T. cati. 
• T. pteropodis, un nematodo de los murciélagos frugívoros, fue relacionado con un brote 
de hepatitis asociado con frutas contaminadas con heces en Palm Island, Australia. Esta 
asociación ha sido cuestionada por algunos autores. 
• Recientemente se han identificado dos nuevas especies: T. malayasiensis en el gato 
doméstico y T. lyncus en linces africanos. Aún no está resuelto el potencial zoonótico de 
estos dos organismos. 
• Las especies de Toxocara encontradas en roedores y otros animales silvestres, sin una 
vinculación registrada a la enfermedad en humanos y animales domésticos, incluyen T. 
tanuki, T. alienata y T. mackerrasae. 
 
Distribución geográfica 
T. canis y T. cati pueden encontrarse en la tierra en todo el mundo. Los huevos de estas 
especies aparecen en el 2-88% de muestras de tierra recogidas en varios países y regiones. T. 
vitulorum se encuentra principalmente en los trópicos; se han registrado casos desde los 50 º al 
norte del Ecuador hasta los 40 º al sur. Se ha registrado T. vitulorum en EE. UU. pero la 
prevalencia de la infección es baja. Las altas temperaturas y la humedad ambiente de los trópicos 
favorecen la transmisión de la especie Toxocara. 
 
Transmisión y ciclo de vida 
Las etapas del ciclo de vida de Toxocara spp. incluyen: 
• Huevos no embrionados excretados en las heces. 
• Huevos embrionados infecciosos que contienen larvas de tercer estadio. Esta etapa está 
presente luego de que los huevos se desarrollan por al menos 1 a 2 semanas en el 
ambiente. 
• Larvas inmaduras, que migran a través de los tejidos 
• Larvas inmaduras latentes (‘hipobióticas’), presentes en varios tejidos 
• Gusanos maduros, hallados en los intestinos 
 
Toxocara canis en perros 
Los perros y otros cánidos son los huéspedes definitivos para T. canis. Los gusanos 
maduros, que se encuentran en los intest inos, excretan grandes cantidades de 
huevos no embrionados en las heces. Los huevos se vuelven embrionados en el ambiente 
en aproximadamente 9 a 15 días en condiciones óptimas de humedad y temperatura (25 a 30 ºC) 
y 35 días a 16.5 ºC. Las larvas no se desarrollan a temperaturas menores a 10 ºC y mueren a -15 
ºC. Las temperaturas frías pueden retrasar el desarrollo por meses o años. Solo son infecciosos los 
huevos embrionados. 
Cuando un perro ingiere huevos embrionados, las larvas maduran en los intestinos. En los 
cachorros menores a 4 ó 5 semanas de edad, las larvas penetran las paredes intestinales y son 
transportadas en el torrente sanguíneo a los pulmones, donde ingresan a los alvéolos y migran hacia 
los bronquiolos, bronquios y tráquea. Las larvas de la faringe son tragadas. Cuando los parásitos 
alcanzan los intestinos por segunda vez, se desarrollan en adultos, copulan y liberan huevos. 
Ocasionalmente, también pueden observarse larvas inmaduras en las heces. Las T. canis adultas 
tienen un promedio de vida de aproximadamente 4 meses en los intestinos, y la mayoría de los 
parásitos han sido expulsados dentro de los 6 meses de la infección. Cuando los cachorros más 
grandes y los perros adultos ingieren los huevos, una proporción cada vez menor de larvas logran 
completar la migración a través de los pulmones. En cambio, estas larvas viajan a los músculos, el 
hígado, los riñones y otras vísceras, donde se vuelven latentes. 
 
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Toxocariasis 
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Los perros de cualquier edad pueden desarrollar infecciones 
patentes si ingieren tejidos que contienen larvas latentes 
(hipobióticas), por ejemplo, las larvas presentes en las presas. 
Estas larvas pueden madurar en los intestinos del perro sin migrar 
más allá. 
Las larvas hipobióticas sirven como reservorio de la infección 
en perras preñadas. Se reactivan durante el último tercio de la 
gestación y muchas de ellas ingresan al útero o a la glándula 
mamaria, donde infectan al feto o al cachorro. La transmisión 
puede ocurrir repetidamente a cada cría subsiguiente, sin reinfectar 
a la madre. Los parásitos adquiridos por vía intrauterina ingresan al 
hígado del feto, migran a través de los pulmones y se desarrollan 
en adultos luego de aproximadamente 3 semanas. La mayoría de 
las larvas ingeridas en la leche no migran a través de los tejidos, 
pero completan su desarrollo en los intestinos. Algunas perras 
desarrollan infecciones patentes durante la lactancia, ya sea por el 
movimiento de las larvas hipobióticas a los intestinos o por la 
ingestión de larvas de las heces de sus cachorros; estas infecciones 
desaparecen espontáneamente entre 4 a 10 semanas después de la 
parición. 
 
Toxocara cati en gatos 
Los gatos son el huésped definitivo para T. cati. Se cree que el 
ciclo de vida de el T. cati es similar al de T. canis; sin embargo, T. 
cati no se transmite por vía intrauterina y los cachorros sólo se 
infectan por la leche o el calostro. Un estudio reciente sugiere que 
las larvas se transmiten en la leche únicamente si la gata se infecta 
de manera aguda en la última etapa de la gestación; las larvas 
hipobióticas no parecen ser una fuente de transmisión lactogénica. 
Los gatos adultos pueden desarrollar infecciones patentes 
luego de ingerir huevos o larvas. Si bien en los gatos adultos hay 
menos cantidad de larvas que completan la migración traqueal que 
en los cachorros, la disminución no es tan significativa como en el 
perro. En los gatos, las larvas de T. cati se encuentran 
principalmente en los músculos. 
 
Toxocara vitulorum en rumiantes 
Los terneros del búfalo y del ganado bovino son los 
huéspedes definitivos para T. vitulorum. El T. vitulorum se 
encuentra casi exclusivamente en el duodeno de terneros de 3 a 10 
semanas, si bien hay informes de infecciones patentes en animales 
más viejos. Los huevos no embrionados se excretan en las heces. 
Los huevos de T. vitulorum se desarrollan al estadio infeccioso en 7 
a 12 días a 28-30 ºC, la temperatura óptima. No ocurre desarrollo 
por debajo de los 12 ºC, pero la supervivencia y el desarrollo de los 
huevos se pueden completar cuando aumenta la temperatura. Los 
huevos de T. vitulorum embrionados pueden sobrevivir en el 
ambiente durante varios meses y posiblemente hasta dos años. 
Las vacas preñadas se pueden infectar al ingerir huevos 
embrionados del ambiente. Las larvas T. vitulorum migran a través 
del hígado, los pulmones, los músculos, el cerebro, los riñones, los 
ganglios linfáticos, las glándulas mamarias y otros órganos; sin 
embargo, los gusanos maduros no se encuentran en los intestinos 
de los animales adultos. La cantidad de larvas hipobióticas en las 
vacas adultas se reduce a la mitad en un año, pero una larva latente 
puede sobrevivir durante dos preñeces.Los terneros se infectan principalmente por transmisión 
vertical en la leche. Las larvas son más abundantes en la leche 
durante la primera semana después de la parición, pero se han 
encontrado hasta por 18 días. Se observan pocas larvas en el 
calostro. La transmisión intrauterina es mucho menos importante 
que la transmisión lactogénica o directamente no ocurre. Los 
terneros pueden infectarse a través de huevos embrionados bajo 
determinadas condiciones, pero esto no ha sido demostrado de 
manera concluyente. 
 
Infecciones por Toxocara en huéspedes 
paraténicos incluidos los humanos 
Los huevos Toxocara embrionados eliminarán sus larvas en 
los intestinos de la mayoría de los mamíferos, así como pájaros y 
algunos invertebrados tales como las lombrices de tierra y las 
moscas. En otras especies diferentes al huésped definitivo, las 
larvas no completan la migración a través de los pulmones y a los 
intestinos. Migran únicamente a través de los tejidos, donde 
finalmente se encapsulan como larvas hipobióticas. Algunas de 
estas larvas pueden permanecer viables indefinidamente; se han 
encontrado larvas durante al menos 9 años en macacos infectados 
experimentalmente, y los pequeños roedores pueden estar 
infectados de por vida. Las larvas pueden transmitirse entre los 
huéspedes paraténicos, sin crecimiento ni desarrollo, por 
carnivorismo o canibalismo. Si un perro o un gato ingieren un 
huésped paraténico, las larvas usualmente continúan su desarrollo 
a gusanos adultos directamente en el tubo digestivo, sin migrar a 
través de los pulmones. Las larvas T. canis pueden permanecer 
viables por varias semanas o más en carcasas congeladas. 
La transmisión al feto es posible en algunos huéspedes 
paraténicos. En los ratones, T. canis y T. cati pueden infectar al 
feto si la madre se infecta durante la preñez, pero las larvas 
hipobióticas de los tejidos no infectan al feto. En los roedores, 
también es posible la transmisión por la leche. 
La mayoría de las infecciones humanas ocurren en niños 
pequeños que comen tierra que contiene huevos embrionados. Los 
humanos también se pueden infectar si ingieren los huevos 
presentes en manos sucias o en agua o alimentos contaminados, o 
las larvas de los tejidos crudos o poco cocidos (en especial, el 
hígado). Algunos autores sugieren que los humanos podrían 
infectarse al beber las larvas T. vitulorum en leche no 
pasteurizada; otros autores consideran que esto no es probable. El 
contacto directo con las mascotas no es una fuente de infección 
probable de T. canis o T. cati, ya que los huevos deben desarrollarse 
por al menos 9 a 15 días antes de embrionarse. No se conoce la 
transmisión vertical en los seres humanos. 
 
Desinfección 
Los huevos de Toxocara son muy resistentes a los 
desinfectantes químicos, pero pueden ser destruidos por yodo 
acuoso, luz ultravioleta (luz solar directa), altas temperaturas y 
sequía prolongada. Los huevos aislados de T. vitulorum pueden ser 
destruidos por exposición a la luz solar por 1 hora y media, agua 
hirviendo o inmersión en Lysol® al 3% por 15 minutos, pero los 
huevos en las heces son más difíciles de destruir y la desinfección 
no es confiable. Los huevos de T. canis pueden retirarse de las 
casetas de los perros retirando las heces y limpiando 
minuciosamente. Se recomienda una solución de hidróxido de 
sodio al 1% como ayuda para la limpieza, el hidróxido de sodio 
Toxocariasis 
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retira la capa de proteínas pegajosa externa y facilita la remoción 
de los huevos pero no mata las larvas en desarrollo. Una 
desventaja del uso de hidróxido de sodio es que los huevos 
descortezados son más infecciosos que los huevos con la capa de 
proteínas intacta. Los huevos de Toxocara pueden sobrevivir tanto 
los tratamientos de compostaje como los de las aguas residuales. 
 
Infecciones en humanos 
 
Período de incubación 
 El período de incubación en los humanos es de semanas a 
meses. 
 
Signos clínicos 
En los humanos se han descrito tres síndromes: larva migrans 
visceral, larva migrans ocular y toxocariasis encubierta. Algunos 
autores categorizan la enfermedad neurológica como un cuarto 
síndrome; otros incluyen la enfermedad neurológica en la forma 
visceral. Una cantidad pequeña de larvas por lo general no causan 
enfermedad. 
La mayoría de los casos de larva migrans visceral son 
asintomáticos y se reconocen principalmente por eosinofilia 
persistente. Los signos típicos en los niños afectados más 
gravemente incluyen eosinofilia crónica, malestar general, fiebre, 
hepatomegalia y molestias en la región abdominal superior. 
Algunos pacientes también pueden tener náuseas, vómitos o signos 
respiratorios tales como sibilancia, tos o disnea. También se han 
registrado exantema prurítico, urticaria crónica, linfadenopatía, 
artralgia, mialgia, edema angioneurótico y signos neurológicos. En 
los adultos, los síntomas más comunes son fiebre, debilidad y 
signos intestinales. Los síntomas de toxocariasis pueden persistir 
por meses. Las muertes son poco frecuentes, pero se han 
observado casos de miocarditis, meningoencefalitis eosinofílica o 
neumonía grave. 
La forma ocular (larva migrans ocular) puede causar un 
espectro de enfermedad ocular, incluidos granulomas retinales, 
desprendimiento de la retina, uveitis, neuritis óptica, queratitis, 
iritis, endoftalmitis, abscesos vítreos e hipopión. La infección es a 
menudo unilateral, y una sola larva es típicamente responsable de 
los síntomas; sin embargo, también se han registrado infecciones 
bilaterales. Los síntomas pueden incluir leucocoria (pupilas 
blancas), disminución de la agudeza visual, estrabismo, dolor 
ocular y “ver luces”. La pérdida de la visión puede ser progresiva 
o repentina, y puede ser permanente. No son comunes los signos 
sistémicos concomitantes. 
En la forma encubierta, los anticuerpos contra Toxocara se 
asocian con unos pocos síntomas sistémicos y localizados que no 
se corresponden con los otros dos síntomas. Dolor abdominal es el 
signo más común. Otros síntomas pueden incluir hepatomegalia, 
tos, trastornos del sueño, dolor de cabeza, cambios de conducta, 
debilidad, prurito, exantema, asma y dificultad respiratoria. T. 
canis también se ha asociado con una posible causa de trastornos 
idiopáticos por crisis convulsivas. La forma encubierta no siempre 
se asocial con eosinofilia. Los síntomas de la forma encubierta 
pueden durar meses o años. 
Infecciones intestinales con gusanos 
adultos 
Las infecciones intestinales con T. canis y T. cati adultas son 
muy poco frecuentes, y se ha cuestionado la precisión de algunos 
de estos diagnósticos. Algunos casos fueron después identificados 
como gusanos Áscaris más que Toxocara, y otros pueden haber 
resultado cuando niños pequeños ingirieron gusanos enteros que 
habían sido expulsados por mascotas. 
 
Transmisión 
Las infecciones por Toxocara en humanos no son contagiosas. 
 
Pruebas de diagnóstico 
Las infecciones humanas con frecuencia se diagnostican por 
los signos clínicos, los exámenes oftalmoscopios, eosinofilia y 
otros hallazgos de patología clínica. La histopatología se realiza 
ocasionalmente en especímenes de biopsia y autopsia, pero no se 
utiliza como rutina. Otros huevos de parásitos encontrados en las 
heces (Ascaris o Trichuris) indican que el niño ha estado expuesto 
a la tierra contaminada con heces y fundamentan un diagnóstico de 
toxocariasis. 
Las pruebas serológicas, incluidas ELISA y la prueba de 
immunoblot, algunas veces se utilizan en humanos. Algunos 
pacientes con larva migrans ocular pueden registrar títulos bajos. 
Las pruebas por la técnica Ouchterlony de precipitación y de 
reacción en cadena de la polimerasa (RCP) se han desarrollado 
pero no están disponibles actualmente en EE. UU. Otras pruebas 
descritas en la bibliografía incluyen la de inmunodifusión engel 
inmunoblotting (Western blotting). 
 
Tratamiento 
Las drogas antihelmínticas pueden utilizarse para tratar la 
larva migrans visceral grave. El tratamiento puede ocasionar 
reacciones de hipersensibilidad causadas por las larvas 
moribundas, y con frecuencia se administra medicación 
antiinflamatoria tal como corticosteroides. El tratamiento de la 
enfermedad ocular puede incluir cirugía, fotocoagulación por láser 
y/o medicamentos para disminuir el daño ocular. 
 
Prevención 
La prevención de las infecciones en humanos depende del 
tratamiento y la prevención de las infecciones por Toxocara en los 
animales, la eliminación de las heces antes de que los huevos 
puedan embrionarse, buena higiene y educación pública. 
A fin de reducir la exposición de humanos, se debe 
desparasitar a los cachorros de perros y gatos. Los animales 
adultos también pueden necesitar recibir tratamiento por 
infecciones patentes. Las heces caninas deben ser retiradas de las 
áreas donde juegan los niños antes de que los huevos sean 
embrionados. Las heces se deben quemar, enterrar o colocar en 
una bolsa y tirarlas a la basura. No existe un modo práctico de 
eliminar los huevos de la tierra una vez que ocurre la 
contaminación. 
La contaminación puede disminuirse en áreas públicas 
estableciendo restricciones sobre perros y gatos sueltos, la 
recolección de las heces por parte de los dueños de mascotas y la 
prevención del acceso del animal a áreas tales como parques de 
recreación de niños. Los cachorros de 3 semanas a 3 meses de 
edad excretan grandes cantidades de huevos T. canis y parecen ser 
los mayores 
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peligros para los humanos. Los gatos excretan T. cati, en especial 
entre los 2 y los 6 meses. 
La buena higiene puede ayudar a prevenir infecciones o 
enfermedades graves. Se deben lavar bien las manos y los 
alimentos crudos antes de comer. Se debe enseñar a los niños que 
no deben comer tierra, y a lavarse las manos después de jugar con 
mascotas o de participar de actividades al aire libre. Los niños no 
deben jugar en áreas donde se hallaron heces de animales. Las 
familias también deben tener en cuenta posponer la adquisición de 
una nueva mascota hasta que los niños pasen la edad del gateo. 
 
Morbilidad y mortalidad 
En E.E. UU. no es obligatorio denunciar la presencia de larva 
migrans, sin embargo, algunos cálculos sugieren que ocurren 
10,000 casos en humanos por año. La mayoría de los casos de 
toxocariasis se observa en niños. Se han registrado anticuerpos 
contra Toxocara spp. en un 4.6 a 7.3% de los niños de EE. UU., un 
2.5% en Alemania y un 83% en el Caribe. La larva migrans 
visceral es más común en niños de 1 a 7 años de edad, en especial 
aquellos que tienen antecedentes de pica o que juegan a menudo en 
la tierra. La larva migrans ocular se observa principalmente en 
niños y adultos jóvenes; los niños infectados por lo general son 
mayores que aquellos con larva migrans visceral. 
La gravedad de los síntomas depende de la carga de parásitos, 
la ubicación de las larvas y la duración de la infección. La mayoría 
de los casos de larva migrans visceral son asintomáticos o leves y 
pasan desapercibidos. Los casos mortales son raros, pero han 
ocurrido casos con neumonía grave, enfermedad cardíaca o 
enfermedad neurológica. El daño ocular puede ser permanente. 
Infecciones en animales 
Especies afectadas 
Los perros y los cánidos salvajes, incluidos zorros, coyotes, 
lobos, chacales, hienas y dingos son los huéspedes definitivos para 
T. canis. Los gatos son los huéspedes definitivos para T. cati. Los 
búfalos (Bubalus bubalis) y el ganado bovino son los principales 
huéspedes definitivos para T. vitulorum. Este parásito también se ha 
registrado en corderos, bisontes y posiblemente cabras. Los 
murciélagos frugívoros son los huéspedes definitivos para el T. 
pteropodis. Una gran variedad de mamíferos, incluidos los 
cerdos, las ovejas, los roedores, así como los pollos, las 
codornices, los primates no humanos y los seres humanos 
pueden servir como huéspedes paraténicos para Toxocara 
spp. 
 
Período de incubación 
Los cachorros infectados por vía intrauterina pueden 
desarrollar signos intestinales dentro de las 2 a 3 primeras semanas 
de vida. La neumonía y otros síntomas de migración de tejidos 
pueden aparecer unos pocos días después de la parición. En los 
cachorros de gatos, los gusanos comienzan a madurar en los 
intestinos después de las 4 semanas después del nacimiento. En 
terneros infectados experimentalmente, el período de incubación 
para el T. vitulorum ha variado de 8 a 21 días. 
Signos clínicos 
 
Toxocara canis en perros 
Los cachorros pequeños de perro a menudo tienen los signos 
más graves de toxocariasis. Los síntomas típicos incluyen bajo 
crecimiento, pérdida de la condición y, algunas veces, abdomen 
agrandado (“barriga”). Los gusanos pueden pasar en las heces o el 
vómito. Otros síntomas posibles son diarrea, constipación, 
vómitos, flatulencia, tos o rinorrea nasal. La enteritis crónica puede 
resultar en el engrosamiento de las paredes intestinales o 
intususcepción. En casos graves, los cachorros pueden morir por la 
obstrucción de la vesícula biliar, el conducto biliar o el conducto 
pancreático, o la ruptura de los intestinos y peritonitis. Las 
infecciones intestinales con pequeñas cantidades de parásitos 
tienden a ser asintomáticas. 
El pasaje de las larvas a través del hígado y los pulmones 
puede producir inflamación y dificultad respiratoria de gravedad 
variada. También se puede observar neumonía inmediatamente 
después de la parición si el cachorro fue infectado por vía 
intrauterina; los cachorros afectados pueden morir entre 2 ó 3 días 
después del nacimiento. Las infecciones graves también pueden 
causar ascitis, degeneración lipídica del hígado, neumonía bacterial 
secundaria o malformación crónica. La miocarditis es una 
complicación poco frecuente. 
Las infecciones sintomáticas son poco comunes en los perros 
adultos. Durante la migración de las larvas, se pueden observar 
altos niveles de enzimas hepáticas, y se han descrito signos 
oculares, incluida celulitis orbital y patologías retinianas 
multifocales. En los perros de las praderas, la patología retiniana 
se caracteriza por áreas bien delineadas de híper reflectividad en 
los fondos tapetales, a menudo acompañada por hiperpigmentación 
retiniana y obnubilación vítrea leve. En los animales gravemente 
afectados, se ha registrado híper reflectividad propagada y 
atenuación de los vasos sanguíneos retinianos. La mayoría de los 
perros con lesiones retinianas no parecen tener alteraciones 
visuales. 
 
Toxocara cati en gatos 
Los cachorros de gatos infectados tienden a tener menos 
síntomas perceptibles que los cachorros de perro. Debido a que los 
cachorros de gatos se infectan únicamente a través de la leche y no 
por vía intrauterina, las larvas no migran a través de la traquea, y el 
cachorro también está más maduro cuando la carga de parásitos se 
hace pesada. Muchas infecciones de los cachorros son 
asintomáticas. En casos más graves, los signos clínicos pueden 
incluir distensión abdominal, pelaje áspero, diarrea y posiblemente 
deshidratación. 
Aún no se han resuelto los efectos de T. cati durante la 
migración de tejidos en los gatos (luego de la ingestión de huevos 
embrionados. En una infección experimental, las lesiones 
primarias son endarteritis pulmonar eosinifílica e hiperplasia media 
de las arterias pulmonares. 
 
Toxocara vitulorum en rumiantes 
Los síntomas comunes en los terneros incluyen anorexia, 
dolor abdominal, diarrea o constipación, deshidratación, 
esteatorrea, pérdida de peso o poco aumento de peso y un aliento 
de olor butírico. Las secuelas menos frecuentes incluyen 
obstrucción intestinal o perforación e intususcepción. En terneros 
infectados experimentalmentese ha descrito tos. Una cantidad 
significativa de infecciones son fatales. 
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En el ganado bovino y los búfalos adultos, las infecciones 
experimentales moderadas, probablemente comparables con las 
infecciones naturales, son asintomáticas. La alimentación de 
grandes cantidades de huevos ocasiona fiebre, diarrea y tos, 
mientras que las dosis muy grandes han ocasionado parálisis, 
conjuntivitis y opistótonos. 
 
Toxocara en huéspedes paraténicos 
Existen pocos informes de síndromes de larva migrans en 
huéspedes paraténicos de animales. Se registró enfermedad 
granulomatosa diseminada debido a T. canis en un gato con 
antecedentes de 19 días de fiebre pero sin otros signos clínicos. 
Los gatos infectados experimentalmente con T. canis tenían 
lesiones macroscópicas por todo el cuerpo en la necropsia, pero 
permanecieron asintomáticos. 
Se ha observado enfermedad neurológica, caquexia y muerte 
en jerbos de Mongolia. Los conejos infectados experimentalmente 
con T. vitulorum desarrollaron daño hepático y muscular, 
documentado por cambios en los niveles enzimáticos. 
 
Transmisión 
Los perros, gatos y rumiantes con infecciones patentes pueden 
transmitir la toxocariasis contaminando el ambiente con huevos. 
Los huevos no embrionados no son infecciosos cuando se 
excretan por primera vez. 
El período prepatente para el T. canis es generalmente de 4 a 5 
semanas después de la ingestión de los huevos, y de 3 semanas en 
cachorros infectados antes del nacimiento. Los perros excretan 
grandes cantidades de huevos de Toxocara; incluso un perro 
infectado levemente excreta 10,000 huevos en cada gramo de 
heces. La mayor parte de la contaminación de la tierra se produce 
por cachorros de entre 3 semanas y 3 meses. Entre un tercio y la 
mitad de los perros también excreta huevos de T. canis después de 
la parición. El período prepatente para T. cati es de 
aproximadamente 47 días después de la infección a través de la 
leche o una presa, y de 56 días después de ingerir los huevos. Los 
gatos excretan T. cati, en especial entre los 2 y los 6 meses. El 
período prepatente para T. vitulorum es generalmente de 21 a 28 
días. La mayoría de los terneros dejan de excretar huevos cuando 
tienen entre 2 y 4 meses de edad. Los huéspedes paraténicos 
pueden transmitir la infección únicamente si son ingeridos sus 
tejidos. 
 
Pruebas de diagnóstico 
Las infecciones en perros, gatos y rumiantes pueden 
diagnosticarse por flotación fecal. En las muestras fecales frescas, 
los huevos de Toxocara (de aproximadamente 85 µm x 75 µm) 
contienen una única masa celular densa dentro de una espesa 
cáscara externa marrón. La cáscara contiene una capa proteinácea 
salpicada finamente con manchas de color amarillo-amarronado, 
que se detecta mejor moviendo el ajuste fino del microscopio. Se 
pueden encontrar huevos con anomalías en la forma, el tamaño o la 
cáscara. En los perros adultos, los huevos se pueden excretar de 
forma intermitente o esporádica. Los gusanos inmaduros pueden 
ser evacuados en las heces o el vómito. 
Se ha utilizado el ensayo inmunoabsorbente ligado a enzima 
(ELISA) en perros para detectar infecciones no patentes. 
Tratamiento 
Los antihelmínticos son efectivos para los gusanos de los 
intestinos, pero las larvas hipobióticas de los tejidos son resistentes 
al tratamiento. En los perros, los parásitos que renuevan su 
migración durante la preñez son susceptibles a varias drogas, pero 
el tratamiento de animales preñados es controversial. Estos 
medicamentos no han sido probados en gatas preñadas. 
Los programas de prevención de dilofilariosis ayudan a 
controlar las infecciones por Toxocara. 
 
Prevención 
Los cachorros de perros y gatos deben ser desparasitados para 
eliminar la excreción de huevos. Los animales adultos también 
pueden necesitar recibir tratamiento por infecciones patentes. En 
las guarderías para perros, es importante retirar las heces y limpiar 
minuciosamente. Los gatos y perros que tienen permitido cazar y 
comer roedores u otra presa tienen más probabilidad de infectarse. 
La contaminación puede disminuirse en áreas públicas 
restringiendo los perros y gatossueltos , la recolección de las heces 
por parte de los dueños de mascotas y la prevención del acceso del 
animal a lugares públicos tales como parques de recreación de 
niños. Los cachorros de perro de 3 semanas a 3 meses excretan 
grandes cantidades de huevos T. canis y son el mayor peligro. Los 
gatos excretan T. cati, en especial entre los 2 y los 6 meses. 
Las infecciones por T. vitulorum pueden ser controladas 
eliminando las infecciones patentes, que ocurren únicamente en 
terneros de 3 a 10 semanas de edad. Las buenas condiciones de 
higiene también son importantes, las heces de los terneros deben 
retirarse para evitar la infección de los rumiantes adultos a través 
de los huevos. 
No existe un método práctico de eliminar los huevos de 
Toxocara de la tierra una vez que ocurre la contaminación. 
 
Morbilidad y mortalidad 
 
Toxocara canis y Toxocara cati 
Las encuestas han registrado una amplia variedad de 
prevalencia para T. canis y T. cati en varias poblaciones de 
estudio. En Europa Occidental, se ha documentado T. canis en el 
3.5 al 17% de los perros y T. cati en el 8 al 76% de los gatos. En 
EE. UU. se ha observado Toxocara spp. en un 2 a un 79% de los 
perros y un 10 a un 85% de los gatos. Casi todos los cachorros que 
nacen de madres infectadas son infectados. 
La gravedad de la enfermedad depende de la carga de 
parásitos. Si bien las infecciones entéricas sin complicaciones son 
rara vez letales, los cachorros ocasionalmente mueren por la 
obstrucción de la vesícula biliar, el conducto biliar, el conducto 
pancreático o el intestino, o por neumonía durante la migración 
larval. Los cachorros no tratados también pueden presentar una 
disminución en el índice de crecimiento. La enfermedad clínica en 
los perros adultos es poco frecuente. Los signos clínicos en gatos y 
cachorros son menos frecuentes y por lo general menos graves que 
en los perros. La toxocariasis ocular es rara excepto en perros de 
las praderas de Nueva Zelanda; en estos perros, un estudio halló 
enfermedad retiniana en un 39% de aproximadamente 1450 perros 
examinados. 
 
Toxocara vitulorum 
T. vitulorum es una causa importante de mortalidad entre 
terneros en los trópicos, donde hasta un 100% de estos terneros 
Toxocariasis 
Última actualización: mayo, 2005 © 2005 página 6 de 7 
 
 
 
puede infectarse. Se han descrito índices de mortalidad del 30 al 
40%, y de hasta un 80% en infecciones no controladas. El índice 
de crecimiento de terneros infectados también ha disminuido, 
ocasionando pérdidas económicas. Algunos, pero no todos los 
estudios han encontrado que las infecciones por T. vitulorum son 
menos prevalentes en el ganado bovino que en los búfalos. 
También se cree que la enfermedad es menos grave en el ganado 
bovino; sin embargo, esto no ha sido probado y es controversial. 
CDC Guidelines for Veterinarians: Prevention of Zoonotic 
Transmission of Ascarids and Hookworms of Dogs and 
Cats 
http://www.cdc.gov/parasites/zoonotichookworm/resources/pr
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http://www.ivis.org/advances/Parasit_Bowman/toc.asp 
 
Lesiones post 
mórtem 
 
Material Safety Data Sheets – Canadian Laboratory 
En la enfermedad entérica, los gusanos adultos se encuentran 
en los intestinos. La enteritis crónica por T. canis puede resultar en 
enteritis mucoide, el engrosamiento de las paredes intestinales o 
intususcepción. Otras complicaciones pueden incluir obstrucción 
de la vesícula biliar, el conducto biliar o el conducto pancreático, o 
la ruptura de los intestinos y peritonitis. 
Los T. vitulorum adultos se encuentran concentrados en una 
sección del duodeno, más que distribuidos a lo largodel intestino 
delgado. Rara vez se encuentran gusanos adultos en el conducto 
biliar. 
 
Lesiones causadas por larvas de Toxocara 
En los perros, las larvas de T. canis pueden causar 
hemorragias petequiales durante su migración a través de los 
pulmones, y se pueden encontrar larvas en la cavidad pleural y el 
diafragma. Se puede observar inflamación grave en el hígado, y se 
han registrado ascitis y degeneración lipídica del hígado. Existen 
informes de miocarditis y trombos en las arterias pulmonares. 
Ocasionalmente se encuentran granulomas conteniendo larvas en 
la corteza del riñón de perros jóvenes, a menudo como hallazgos 
incidentales. También se han descrito lesiones oculares, 
incluyendo celulitis orbital y patología retiniana. 
En los gatos infectados de forma natural o experimental con 
T. canis, se han encontrado nódulos circunscritos multifocales de 
color blanco a gris (granulomas eosinofílicos) en el hígado, los 
pulmones, los riñones, el corazón (epicardio y miocardio), el bazo, 
el diafragma, la serosa intestinal y otros tejidos. En gatos también 
se observaron arteritis eosinofílica y bronquiolitis, así como 
hiperplasia e hipertrofia media de las arterias pulmonares. En gatos 
infectados experimentalmente con T. cati se registraron endarteritis 
pulmonar eosinifílica e hiperplasia media de las arterias 
pulmonares, sin granulomas en otros tejidos. 
En ovejas infectadas experimentalmente con T. canis se 
registraron nódulos blancos multifocales en el hígado, los 
pulmones, los riñones y el bazo. En el examen histológico se 
observaron granulomas eosinofílicos y lesiones pulmonares, 
incluida neumonía intersticial difusa. 
 
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Center for Disease Control 
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http://www.gsbs.utmb.edu/microbook 
The Merck Manual 
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The Merck Veterinary Manual 
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