A los proletarios

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En los primeros meses de la revolución los magonistas, con su bandera “Tierra y Libertad” y los maderistas con su lema “No reelección”, desarrollaron al mismo tiempo pero por separado, su lucha contra el porfiriato, que ya estaba debilitándose.
Ricardo Flores Magón, en el artículo “A los proletarios”, hace un llamado a los trabajadores del campo y la ciudad, para que representen el papel de propulsores conscientes de nervio de la revolución para así orientar la lucha a la conquista dela libertad política y económica. Para los obreros industriales, el magonismo proponía una mejora de salario y la reducción de la jornada laboral.
En 1911 la política magonista con el PLM, considera que cuando el momento llegue, redefinirán la ruta hacia una perspectiva comunista.
Recién iniciada la guerra, el maderismo pone en evidencia las limitaciones de su carácter de clase, traicionando la alianza que había planteado el magonismo, así mismo, ante el porfiriato expresa una actitud conciliadora que se expresa en los acuerdos de Ciudad Juárez. Ante esto en 1911, Flores Magón se enfrenta a Madero, que no estaba dispuesto a cumplir con lo prometido en su plan de San Luis.
Los magonistas estaban conscientes de que con el manifiesto de 1911 estaban promoviendo la primera revolución proletaria en México, con todo lo que esto supone. En este mismo documento, se reconoce de forma pública el anarquismo dentro del magonismo, se proclama el objetivo de abolir la propiedad privada, acabar con toda autoridad e instaurar una sociedad de productores libres.
Posterior a 1912 el PLM se debilita al punto de llegar a ser una corriente política que si bien, seguía señalando las coyunturas políticas, ya no influía sensiblemente en ellas. Algunas interpretaciones de esta crisis del magonismo, dicen que ocurrió debido al anarquismo en este, porque eran incapaces de plantearse seriamente el problema del poder centralizado.