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61 EL REINO DE LOS HONGOS Y SU IMPACTO EN LOS HUMANOS ANTIMICÓTICOS SISTÉMICOS: FÁRMACOS PARA EL TRATAMIENTO DE INFECCIONES MICÓTICAS INVASORAS PROFUNDAS ■ Anfotericina B ■ Flucitosina ■ Imidazoles y triazoles ■ Equinocandinas ■ Otros agentes antimicóticos sistémicos ■ Agentes activos contra la microsporidios y Pneumocystis AGENTES ANTIMICÓTICOS TÓPICOS ■ Imidazoles tópicos y triazoles ■ Agentes individuales ■ Agentes antimicóticos estructuralmente diversos El reino de los hongos y su impacto en los humanos Existen 200 000 especies conocidas de hongos, y las estimaciones del ta- maño total del reino Fungi superan el millón. Los residentes del mismo son muy diversos e incluyen levaduras, mohos, setas y hongos. Alrede- dor de 400 especies de hongos causan enfermedades en animales, e in- cluso menos causan enfermedades humanas. No obstante, las infecciones micóticas se asocian con una morbilidad y mortalidad significativas. La incidencia de infecciones fúngicas potencialmente mortales ha aumenta- do en las últimas décadas debido a un aumento en las poblaciones de pacientes inmunodeficientes, como los que reciben trasplantes hematoló- gicos o de órganos sólidos, la quimioterapia contra el cáncer y los medica- mentos inmunosupresores, así como aquellos con HIV/SIDA (Richardson, 2005). Esto ha hecho que los agentes antimicóticos sean cada vez más importantes para la práctica de la medicina moderna. Con la farmacopea antimicótica disponible en la actualidad, continúan siendo inaceptable- mente altas las tasas de mortalidad por hongos invasores (Brown et al., 2012). Los hongos son eucariotas, por lo que el descubrimiento y desarrollo de fármacos que se dirigen al agente patógeno, sin presentar una toxici- dad significativa para el huésped, constituye una tarea desafiante. Las diferencias en la biosíntesis de esteroles de membrana, la capacidad de los hongos para desaminar citosina, y la pared única de células fúngicas que contiene glucanos y quitinas han sido explotadas para producir agen- tes antimicóticos relativamente seguros y eficaces para el tratamiento de infecciones fúngicas (Roemer y Krysan, 2014). Desde el advenimiento del anfotericina B-desoxicolato, a fines de la década de 1950, la investigación ha buscado alternativas más seguras y efectivas para el tratamiento de las infecciones micóticas sistémicas. Mientras que la anfotericina B continúa siendo el estándar de oro de la farmacoterapia antimicótica sistémica pa- ra una amplia gama de infecciones, han surgido terapias alternativas para muchos patógenos fúngicos clínicamente importantes. Este capítulo proporciona una descripción general de las opciones te- rapéuticas disponibles en la actualidad para el tratamiento de infecciones fúngicas invasivas, mucosas y superficiales. Con sólo unas pocas excep- ciones, los antimicóticos en uso clínico común actúan sobre todo en sitios que involucran la pared y la membrana celulares (figura 61-1). La tabla 61-1 resume las infecciones fúngicas comunes y su farmacoterapia. Las dosis recomendadas para adultos se discuten de forma breve para cada agente y las recomendaciones de dosificación para antimicóticos en ni- ños se han revisado en fecha reciente en otro sitio (Autmizguine et al., 2014). Antimicóticos sistémicos: fármacos para el tratamiento de infecciones micóticas invasoras profundas Anfotericina B Química La anfotericina B es una molécula macrólida poliena anfipática o anfoté- rica con el espectro más amplio de actividad de cualquiera de los fárma- cos antimicóticos disponibles en la actualidad. Los compuestos de polieno macrólido comparten las características de cuatro a siete enlaces dobles conjugados, un éster cíclico interno, baja solubilidad acuosa, toxi- cidad sustancial cuando se administran por vía sistémica y un mecanis- mo común de acción antimicótica. La anfotericina B, un macrólido heptaeno, contiene siete enlaces transdobles conjugados y una 3-ami- no-3,6-dideoximanosa (micosamina) conectada al anillo macrólido a tra- vés de un enlace glucosídico (figura 61-2). Las propiedades anfóteras del fármaco, del que deriva su nombre, se deben a la presencia de un grupo carboxilo en el anillo principal y un grupo amino primario en la micosa- mina; estos grupos confieren solubilidad acuosa a valores extremos de pH. Capítulo Agentes antimicóticos ANFOTERICINA B Mecanismo de acción La actividad antimicótica de la anfotericina B depende principalmente de su capacidad para unirse al ergosterol en la membrana de hongos sensi- bles. Desde hace tiempo, se considera que la anfotericina B forma poros o canales que aumentan la permeabilidad de la membrana y permiten la fuga de moléculas e iones citosólicos, lo que conlleva a la pérdida de la integridad de la membrana. Sin embargo, la evidencia reciente sugiere que la anfotericina B forma agregados que se apoderan del ergosterol de las bicapas lipídicas de manera similar a una esponja, lo que resulta en la muerte de las células fúngicas (Anderson et al., 2014) (figura 61-2). Formulaciones Cuatro formulaciones de anfotericina B están disponibles comercialmen- te: C-AMB, ABCD, L-AMB y ABLC. La tabla 61-2 resume las propiedades farmacocinéticas de las preparaciones de anfotericina B disponibles, revi- sadas con exhaustividad en fecha reciente (véase Hamill, 2013). C-AMB. La anfotericina B es insoluble en agua, pero cuando se formula con la sal biliar desoxicolato, se vuelve adecuada para la infusión intrave- nosa. El complejo se comercializa como un polvo liofilizado para inyec- ción. La C-AMB forma un coloide en el agua, con partículas en gran parte de menos de 0.4 µm de diámetro. Como resultado, los filtros en las líneas de infusión intravenosa que atrapan partículas de más de 0.22 µm de diámetro eliminarán cantidades significativas de fármaco. Además, la adición de electrolitos a soluciones de infusión hará que el coloide se agregue y complique la administración. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 1088 A gen tes an tim icóticos CA PÍTU LO 6 1 ABCD. La dispersión coloidal de anfotericina B contiene cantidades apro- ximadamente equimolares de anfotericina B y sulfato de colesterilo for- muladas para inyección. Al igual que la C-AMB, la ABCD forma una solución coloidal cuando se reconstituye en solución acuosa. La ABCD proporciona niveles sanguíneos mucho más bajos que la C-AMB en hu- manos. En un estudio practicado en pacientes con fiebre neutropénica, en el cual se comparó ABCD diaria (4 mg/kg) con C-AMB (0.8 mg/kg), los escalofríos y la hipoxia fueron significativamente más frecuentes en pa- cientes con ABCD que con C-AMB (White et al., 1998). La hipoxia se aso- ció con reacciones febriles graves. En un estudio que comparó la ABCD (6 mg/kg) con la C-AMB (1-1.5 mg/kg) en pacientes con aspergilosis inva- siva, la ABCD fue menos nefrotóxica que la C-AMB (15% vs. 49%) pero causó más fiebre (27% vs. 16%) y escalofríos (53% vs. 30%) (Bowden et al., 2002). En la actualidad, la ABCD no está disponible comercialmente en Estados Unidos. L-AMB. La anfotericina B liposomal es una formulación en la cual el AMB se incorpora dentro de una formulación de vesícula liposómica unilami- nar pequeña. El fármaco se suministra como un polvo liofilizado y se re- constituye con agua estéril para inyección (Boswell et al., 1998). Los niveles sanguíneos después de la infusión intravenosa son casi equivalen- tes a los obtenidos con la C-AMB, y debido a que la L-AMB puede admi- nistrarse en dosis más altas, se han logrado niveles sanguíneos que superan los obtenidos con la C-AMB (Boswell et al., 1998) (tabla 61-2). ABLC. El complejo lipídico de anfotericina B es un complejo de anfoterici- na B con dos fosfolípidos (dimiristoilfosfatidilcolina y dimiristoilfosfatidil- glicerol (Slain, 1999). El ABLC se administra en dosis de 5 mg/kg en dextrosa al 5% en agua, infundida por vía intravenosa una vez al día du- rante 2 h. los niveles de anfotericina B son mucho más bajos con el ABLC quecon la misma dosis de la C-AMB. El ABLC es efectivo en una variedad de micosis, con la posible excepción de la meningitis criptococócica. El medicamento está aprobado para terapia de rescate de micosis profundas. Comparaciones En comparación con la C-AMB, las tres formulaciones lipídicas de anfo- tericina B parecen reducir el riesgo de lesión renal aguda (definida como una duplicación de la creatinina sérica del paciente) durante la terapia en un 58% (Barrett et al., 2003). En pacientes con alto riesgo de nefrotoxici- dad, se ha observado que el ABLC es más nefrotóxico que la L-AMB (Wingard et al., 2000). Las reacciones asociadas con la infusión no se re- ducen consistentemente con el uso de preparaciones de lípidos. La ABCD causa más reacciones relacionadas con la infusión que la C-AMB. Aunque, según los informes, la L-AMB provoca menos reacciones asocia- das con la infusión que el ABLC durante la primera dosis (Wingard et al., 2000), la diferencia depende de si la premedicación se administra y ello varía de forma significativa entre los pacientes. Las reacciones asociadas con la infusión disminuyen típicamente con infusiones posteriores. Si bien son menos tóxicas, las formulaciones de lípidos son mucho más cos- tosas que la C-AMB, haciéndolas no disponibles en muchos países y dis- poniendo un uso prudente en Estados Unidos y otras áreas ricas en recursos. De manera curiosa, los neonatos prematuros toleran el C-AMB mucho mejor que los niños mayores y los adultos; como resultado, sigue siendo una parte importante del formulario antimicóticos en la sala de cuidados intensivos (Autmizguine et al., 2014). ADME (absorción, distribución, metabolismo y excreción) De todas las formulaciones de anfotericina B, la absorción gastrointesti- nal es insignificante, y la administración intravenosa está indicada para uso sistémico. En el plasma, la anfotericina B está unida en más del 90% a las proteínas. Las propiedades farmacocinéticas difieren entre las pre- paraciones (tabla 61-2). La azotemia, la insuficiencia hepática y la hemo- diálisis no tienen un impacto mensurable en las concentraciones plasmáticas. La concentración de anfotericina B (a través de la C-AMB) en fluidos de pleura inflamada, peritoneo, sinovial y humor acuoso es aproximadamente dos tercios de las concentraciones en plasma. Con in- dependencia de la formulación, muy poca anfotericina B penetra en el líquido cefalorraquídeo, el humor vítreo o el líquido amniótico normal. Actividad antimicótica La anfotericina B tiene actividad clínica útil contra un amplio espectro de hongos patógenos, incluyendo Candida spp., Cryptococcus neoformans, Blas- tomyces dermatitidis, Histoplasma capsulatum, Sporothrix schenckii, Coccidioi- des spp., Paracoccidioides brasiliensis, Aspergillus spp., Penicillium marneffei, Fusarium spp. y Mucorales. La anfotericina B tiene actividad limitada contra el protozoo Leishmania spp. y Naegleria fowleri. El medicamento no tiene actividad antibacteriana. Abreviaturas ABC: (ATP-binding cassette) Casete de unión a ATP ABCD: (amphotericin B colloidal dispersion) Dispersión coloidal anfotericina B ABLC: (amphotericin B lipid complex) Complejo lipídico anfotericina B AUC: (area under the CP-time curve) Área bajo la curva de concentraciones plasmáticas C-AMB: (conventional amphotericin B) Anfotericina B convencional CGD: (chronic granulomatous disease) Enfermedad granulomatosa crónica CNS: (central nervous system) Sistema nervioso central CSF: (cerebrospinal fluid) Líquido cefalorraquídeo CYP: (cytochrome P450) Citocromo P450 dTMP: (deoxythymidine-5′-monophosphate) Desoxitimidina-5’-monofosfato dUMP: (deoxyuridine-5′-monophosphate) Desoxiuridina-5’-monofosfato FDA: (Food and Drug Administration) Administración de Medicamentos y Alimentos 5FdUMP: (5-fluoro-2′-deoxyuridine-5′-monophosphate) 5-fluoro-2’-desoxiuridina-5’-monofosfato 5FU: (5-fluorouracil) 5-fluorouracilo 5FUDP: (5-fluorouridine-5′-diphosphate) 5-fluorouridina-5’-difosfato 5FUMP: (5-fluorouracil-ribose monophosphate) Monofosfato de 5-fluorouracil-ribosa 5FUTP: (5-fluorouridine triphosphate) Trifosfato de 5-fluorouridina GVHD: (graft-versus-host disease) Enfermedad de injerto contra huésped ARTE: (antiretroviral therapy) Terapia antirretroviral HIV-SIDA: (human immunodeficiency virus–acquired immunodeficiency síndrome) Virus de la inmunodeficiencia humana-síndrome de inmunodeficiencia adquirida (HIV-sida) L-AMB: (liposomal amphotericin B) Anfotericina B liposomal PCP: (Pneumocystis carinii pneumonia) Neumonía por Pneumocystis carinii PJP: (Pneumocystis jiroveci pneumonia) Neumonía por Pneumocystis jiroveci SBECD: (sulfobutyl ether β-cyclodextrin) Sulfobutiléter β-ciclodextrina TLR: (toll-like receptor) Receptor del tipo Toll UPRTase: (uracil phosphoribosyl transferase) Uracil fosforribosil transferasa Función de membrana anfotericina B Conjunto de microtúbulos griseofulvina Síntesis de ácido nucleico 5-fluorocitosina Síntesis de ergosterol fluconazol itraconazol voriconazol naftifina terbinafina Síntesis de la pared celular caspofungina Aminoacil tRNA sintasa oxaboroles Figura 61-1 Sitios de acción de agentes antimicóticos. Muchos agentes antimicóti- cos actúan en sitios que implican la función de la membrana celular y de la pared celular. La anfotericina B y otros polienos (p. ej., la nistatina) se unen al ergosterol en las membranas celulares fúngicas y aumentan la permeabili- dad de la membrana. Los imidazoles y triazoles (itraconazol, etc.) inhiben la 14-α-esterol desmetilasa, evitan la síntesis de ergosterol y conducen a la acu- mulación de 14 α-metilesteroles tóxicos. Las alilaminas (p. ej., naftifina y ter- binafina) inhiben la escualeno epoxidasa y evitan la síntesis de ergosterol. Las equinocandinas (p. ej., la caspofungina) inhiben la formación de gluca- nos en la pared celular fúngica. Los metabolitos de la 5-fluorocitosina pueden alterar la síntesis de RNA y DNA en los hongos. La griseofulvina inhibe el ensamblaje de los microtúbulos, bloqueando así la mitosis fúngica. Los oxa- boroles inhiben la aminoacil tRNA sintasa fúngica, lo que inhibe la síntesis de proteínas fúngicas. https://booksmedicos.org 1089 Q uim ioterap ia d e en ferm ed ad es in fecciosas SECCIÓ N VII TABLA 61-1 ■ Farmacoterapia de las micosis MICOSIS PROFUNDA MEDICAMENTOS MICOSIS SUPERFICIAL MEDICAMENTOS (modo de administración) Aspergilosis invasiva Candidiasis Inmunosuprimido No inmunodeprimido Blastomicosis Progresivo con rapidez o CNS Indolente y no CNS Candidiasis Profundamente invasivo Coccidioidomicosis De rápido progreso Indoloro Meníngea Criptococosis No sida y sida inicial Mantenimiento sida Histoplasmosis Pulmonar crónico Diseminado Progresa rápidamente o CNS Indolente no CNS Mantenimiento sida Mucormicosis Pseudallescheriasis Esporotricosis Cutáneo Extracutáneo Profilaxis en el paciente inmunocomprometido La terapia empírica en pacientes inmunocomprometidos (categoría no reconocida por la FDA) Infección por Microsporidia Neumonía por Pneumocystis carinii Voriconazol, isavuconazol, anfotericina B Voriconazol, isavuconazol, anfotericina B, itraconazol Anfotericina B Itraconazol Anfotericina B, fluconazol, voriconazol, caspofungina, micafungina, anidulafungina Anfotericina B, itraconazol, fluconazol Fluconazol, anfotericina B intratecal Anfotericina B, flucitosina Fluconazol Itraconazol Anfotericina B Itraconazol Itraconazol Anfotericina B, isavuconazol Voriconazol, itraconazol Itraconazol Anfotericina B, itraconazol Fluconazol Posaconazol Micafungina Anfotericina B Caspofungina Fluconazol Albendazol Fumagilina Trimetoprim-sulfametoxazol Pentamidina Vulvovaginal Orofaríngeo Cutáneo Tópico Butoconazol, clotrimazol, miconazol, nista- tina, terconazol, tioconazol Oral Fluconazol Tópico Clotrimazol, nistatina Oral (sistémico) Fluconazol, itraconazol Posaconazol Tópico Anfotericina B, clotrimazol, ciclopirox, eco- nazol, ketoconazol, miconazol, nistatinaTiña Tópico Butenafina, ciclopirox, clotrimazol, econa- zol, haloprogina, luliconazol, ketoconazol, miconazol, naftifina, oxiconazol, sertaconazol, sulconazol, terbinafina, tolnaftato, undecilenato Sistémico Griseofulvina, itraconazol, terbinafina Onicomicosis Sistémico Griseofulvina, itraconazol, terbinafina Tópico Efinaconazol Resistencia a los hongos Los aislamientos de Candida lusitaniae son con frecuencia resistentes a la anfotericina B. Aspergillus terreus y Aspergillus nidulans parecen ser menos susceptibles a la anfotericina B que otras especies de aspergillus (Stein- bach et al., 2004). Los mutantes seleccionados in vitro para la resistencia a la nistatina (un polieno antimicótico afín usado de forma tópica) o la anfotericina B reemplazan el ergosterol con ciertos esteroles precursores. Las mutaciones en los genes de biosíntesis de ergosterol ERG2, ERG3, ERG5, ERG6 y ERG11 reducen la susceptibilidad a la anfotericina B, pro- bablemente como resultado de la reducción del ergosterol en la membra- na celular de estos aislados (Geber et al., 1995; Hull et al., 2012; Martel et al., 2010). Se supone que la resistencia entre los aislados clínicos de cual- quier especie de hongo es muy rara porque la anfotericina B es fungicida y las mutaciones que afectan a este esterol de membrana crítico están asociadas con costos significativos de disposición física. Usos terapéuticos Las dosis típicas en adultos para cada formulación de anfotericina B se resumen en la tabla 61-2. La esofagitis candidósica responde a dosis mu- cho más bajas que las micosis profundamente invasivas. La infusión in- tratecal de C-AMB parece ser útil en pacientes con meningitis causada por Coccidioides. Se pueden inyectar pequeñas dosis de C-AMB (de 0.01 a 1.5 mg, una a tres veces por semana) en el CSF de la columna lumbar, en la cisterna magna o en el ventrículo cerebral lateral. La fiebre y el dolor de cabeza son reacciones comunes que pueden disminuir mediante la administración intratecal de 10-15 mg de hidrocortisona. Sin embargo, el uso general de la administración intratecal de C-AMB no puede recomen- darse debido a la falta de datos clínicos. Las inyecciones locales de anfo- tericina B, en un líquido de dializado articular o peritoneal, comúnmente producen irritación y dolor. La inyección intraocular después de la vitrec- tomía de la porción plana se ha usado para tratar la endoftalmitis fúngica. https://booksmedicos.org 1090 A gen tes an tim icóticos CA PÍTU LO 6 1 Ergosterol Anfotericina B A B C Micosamina OH H H H HO O O OH OH OH OH HO HO HO H – O OH O OH NH3+ O O O Ergosterol en la membrana fúngica FLUCITOSINA TABLA 61-2 ■ Datos Pk para formulaciones de anfotericina B, después de múltiples administraciones en humanos PRODUCTO DOSIS (mg/kg) Cmáx (μg/mL) AUC(1-24h) (μg.h/mL) V (L/kg) Cl (mL/h/kg) L-AMB 5 83 ± 35.2 555 ± 311 0.11 ± 0.08 11 ± 6 ABCD 5 3.1 43 4.3 117 ABLC 5 1.7 ± 0.8 14 ± 7 131 ± 7.7 426 ± 188.5 C-AMB 0.6 1.1 ± 0.2 17.1 ± 5 5 ± 2.8 38 ± 15 Para más detalles, véase el trabajo de Boswell et al. (1998) De Boswell GW, et al. AmBisome (anfotericina B liposomal): una revisión comparativa. J Clin Pharmacol 1998;38:583-592. © 1998 The American College of Clinical Pharmacology. Reimpreso con permiso de SAGE Publications. Figura 61-2 Mecanismo de acción de la anfotericina B. La actividad antimicótica de la anfotericina B depende de su capacidad para unirse al ergosterol en la membrana de la célula fúngica. A. La anfotericina es una molécula anfipática con un resto de micosamina (que se muestra en azul) en un extremo de una cadena hidrofóbica de 14 carbonos. La cristalografía de rayos X muestra que la molécula es rígida y tiene forma de varilla, con los grupos hidroxilo hidró- filos del anillo macrólido formando una cara opuesta a la porción poliénica lipófila. B. El ergosterol, aquí representado como una varilla verde, decora ambas bicapas de la membrana fúngica. C. La anfotericina B parece formar agregados que secuestran y extraen eficazmente ergosterol de bicapas lipídi- cas, muy similar a una esponja selectiva, alterando la estructura de la mem- brana y dando como resultado la muerte de las células fúngicas. La administración intravenosa de anfotericina B es el tratamiento de elección para la mucormicosis invasiva y en combinación con 5-flucitosi- na es el estándar de oro para el tratamiento de inducción de la meningitis criptococócica. La anfotericina B también está indicada para el tratamien- to de la histoplasmosis grave o rápidamente progresiva, la blastomicosis, la coccidioidomicosis y la peniciliosis. La anfotericina B es una terapia de rescate para pacientes que no responden al tratamiento con azoles para la aspergilosis invasiva, la esporotricosis extracutánea, la fusariosis, la al- ternariosis o la tricosporonosis. La anfotericina B (C-AMB o L-AMB) tam- bién puede administrarse a pacientes seleccionados con neutropenia profunda con fiebre que no responden a los agentes antibacterianos de amplio espectro durante 5-7 días. Sin embargo, los azoles y las equino- candinas, desarrollados más recientemente, por lo general son los fárma- cos de elección para tales pacientes debido a su toxicidad reducida. Efectos adversos Las principales reacciones agudas a las formulaciones de anfotericina B intravenosa son fiebre y escalofríos relacionados con la perfusión. Esto se debe a la inducción de una respuesta proinflamatoria en las células del sistema inmune innato que señaliza a través de TLR2 y CD14 (Rogers et al., 1998; Sau et al., 2003). Las reacciones asociadas con la infusión son más prominentes con ABCD mientras que la administración de L-AMB parece asociarse con menos frecuencia a este evento adverso. La taquip- nea, el estridor respiratorio o la hipotensión moderada también pueden ocurrir, pero el broncoespasmo y la anafilaxia son raros. Los pacientes con enfermedad cardiaca o pulmonar preexistente pueden tolerar escasa- mente las demandas metabólicas de la reacción y desarrollar hipoxia o hipotensión. La reacción termina de forma espontánea en 30-45 minu- tos; el tratamiento con meperidina puede acortarlo. El tratamiento previo con acetaminofén o ibuprofeno oral o el uso del succinato sódico de hi- drocortisona intravenosa (hemisuccinato), 0.7 mg/kg al inicio de la infu- sión, disminuye las reacciones. Con las infusiones posteriores, las reacciones febriles tienden a disminuir. La azotemia ocurre en el 80% de los pacientes que reciben la C-AMB para micosis profundas (Carlson y Condon, 1994). Las formulaciones de lípidos son significativamente menos nefrotóxicas que la C-AMB. La toxi- cidad es dependiente de la dosis, por lo general transitoria, y es incre- mentada mediante terapia concurrente con otros agentes nefrotóxicos, como aminoglucósidos o ciclosporina. Aunque los cambios histológicos permanentes en los túbulos renales ocurren incluso durante cursos cor- tos de C-AMB, el deterioro funcional permanente es poco común en adultos con función renal normal antes del tratamiento, a menos que la dosis acumulada exceda los 3-4 g. La acidosis tubular renal y el desgaste renal de K+ y Mg2+ también se pueden ver durante y varias semanas des- pués del tratamiento. Se requiere K+ suplementario en un tercio de los pacientes con terapia prolongada. La carga de solución salina ha dismi- nuido la nefrotoxicidad, incluso en ausencia de agua o privación de sal. La administración de 1 L de solución salina normal por vía intravenosa el día que se va a administrar la C-AMB ha sido recomendada para adultos que pueden tolerar la carga de Na+. La anemia hipocrómica y normocítica suele ocurrir durante el trata- miento con C-AMB. La anemia es menor con las formulaciones de lípidos y, por lo general, no se ve en las primeras dos semanas. La anemia proba- blemente se deba a la disminución de la producción de eritropoyetina y a menudo responde a la administración de eritropoyetina recombinante. El dolor de cabeza,las náuseas, los vómitos, el malestar general, la pérdi- da de peso y la flebitis en sitios de infusión periférica son comunes. La aracnoiditis se ha observado como una complicación de la administra- ción intratecal de C-AMB. Flucitosina La flucitosina (5-fluorocitosina) es una pirimidina fluorada relacionada con fluorouracilo que tiene un papel limitado en el tratamiento de infec- ciones fúngicas invasivas. Mecanismo de acción Todos los hongos susceptibles son capaces de la desaminación de flucito- sina en 5FU (figura 61-3), un potente antimetabolito que se usa en la qui- mioterapia del cáncer. El fluorouracilo se metaboliza primero en 5FUMP por la enzima UPRTasa. El 5FUMP luego se incorpora al RNA (a través de la síntesis de trifosfato de 5-fluorouridina) o se metaboliza a 5FdUMP, un potente inhibidor de la timidilato sintasa, privando finalmente la síntesis de DNA. La acción selectiva de la flucitosina se debe a la falta de citosina desaminasa en las células de mamíferos, lo que impide el metabolismo a fluorouracilo. ADME La flucitosina muestra una excelente biodisponibilidad en la administra- ción oral y se absorbe rápido desde el tracto GI. Se distribuye con ampli- tud en el cuerpo, con un volumen de distribución que se aproxima al agua corporal total y está mínimamente unido a las proteínas plasmáti- https://booksmedicos.org 1091 Q uim ioterap ia d e en ferm ed ad es in fecciosas SECCIÓ N VII 5FU 5FUMP dUMP dTMP 5FUDP 5FdUMP 5FUTP RNA Flucitosina citosina deaminasa PRT ribonucleótido reductasa timidilato sintasa MICONAZOL FLUCONAZOL Figura 61-3 Acción de la flucitosina en hongos. La flucitosina es transportada por la citosina permeasa a la célula fúngica, donde se desamina a 5FU. El 5FU se convierte en 5FUMP, luego se transforma en 5FUTP y se incorpora en el RNA o se convierte mediante ribonucleótido reductasa en 5FdUMP, que es un potente inhibidor de la timidilato sintasa. cas. La concentración plasmática máxima en pacientes con función renal normal es de cerca de 70-80 µg/mL, alcanzada 1-2 horas después de una dosis de 37.5 mg/kg. La concentración de flucitosina en el CSF es cerca de 65-90%, de la que se encuentra a la vez en el plasma. Este fármaco también parece penetrar en el humor acuoso. Cerca del 80% de una dosis dada se excreta sin cambios en la orina; las concentraciones de orina están en el rango de 200 a 500 µg/mL. La t1/2 del fármaco es de 3-6 h en individuos normales y puede durar hasta 200 h en pacientes con insuficiencia renal. El aclaramiento de flucitosina equivale, aproximadamente, al de la creatinina. En pacientes con función renal disminuida es necesaria la reducción de la dosis; la CP debe medirse con periodicidad. Las concentraciones máximas deben oscilar entre 50 y 100 µg/mL. La flucitosina se elimina por hemodiálisis, y los pacientes que se someten a dicho tratamiento deben recibir una dosis única de 37.5 mg/ kg después de la diálisis. El medicamento también se elimina mediante diálisis peritoneal. Actividad antimicótica y resistencia a los hongos La flucitosina se usa en la actualidad, principalmente, como un agente coadyuvante con anfotericina B en la fase de inducción de la terapia me- ningoencefalitis criptococócica. Ésta tiene actividad in vitro contra varios patógenos, pero la aparición de resistencia limita su utilidad como tera- pia de agente único. La resistencia a los medicamentos que surge durante el tratamiento (resistencia secundaria) es una causa importante de fracaso terapéutico cuando se usa sólo la flucitosina para la criptococosis y la candidiasis. El mecanismo para esta resistencia puede ser la pérdida de la permeasa ne- cesaria para el transporte de citosina, o la actividad disminuida de la UPRTasa o de la citosina desaminasa (figura 61-3). En C. albicans, la sustitución de citosina por timidina en el nucleótido 301 en el gen que codifica la UPRTasa (FURl) hace que la cisteína se con- vierta en arginina, aumentando moderadamente la resistencia a la fluci- tosina (Dodgson et al., 2004). La resistencia a la flucitosina aumenta aún más si los dos alelos FURl en el hongo diploide han mutado. Usos terapéuticos La flucitosina se administra por vía oral, 50-150 mg/kg/d, en cuatro dosis divididas a intervalos de 6 h. La dosis debe ajustarse para la función renal disminuida. La flucitosina se usa casi exclusivamente en combinación con anfotericina B para el tratamiento de la meningitis criptococócica, y esta combinación, en comparación con la anfotericina B sola, se asocia con una mejor supervivencia entre los pacientes con meningitis criptoco- cócica (Day et al., 2013). Con base en este ensayo, la adición de flucitosina a la anfotericina B es el estándar de oro actual para el tratamiento de la meningitis criptococócica asociada al HIV. En la meningitis criptococóci- ca de pacientes sin sida, el papel de la flucitosina es menos claro. La adi- ción de flucitosina a 6 semanas o más de terapia con C-AMB corre el riesgo de supresión sustancial de la médula ósea o colitis si la dosis de flucitosina no se ajusta rápidamente hacia abajo a medida que ocurre la azotemia inducida por la anfotericina B. Efectos adversos La flucitosina puede deprimir la médula ósea y provocar leucopenia y trombocitopenia. Los pacientes son más propensos a esta complicación si tienen un trastorno hematológico subyacente, están siendo tratados con radiación o medicamentos que lesionan la médula ósea o tienen antece- dentes de tratamiento con dichos agentes. Se han observado otros efec- tos adversos que incluyen erupción cutánea, náuseas, vómitos, diarrea y enterocolitis grave. En aproximadamente 5% de los pacientes, los niveles plasmáticos de enzimas hepáticas son elevados, pero este efecto se re- vierte cuando se interrumpe el tratamiento. La toxicidad es más frecuen- te en pacientes con sida o azotemia (incluidos los que reciben al mismo tiempo anfotericina B) y cuando las concentraciones del fármaco en plas- ma superan los 100 µg/mL. La toxicidad puede ser el resultado de la con- versión de flucitosina en 5FU por la flora microbiana en el tracto intestinal del huésped. Imidazoles y triazoles Los antimicóticos azoles incluyen dos clases amplias, imidazoles y triazo- les. De los medicamentos en el mercado de Estados Unidos actualmente, el clotrimazol, miconazol, ketoconazol, econazol, butoconazol, oxicona- zol, sertaconazol, sulconazol, tioconazol y el luliconazol son imidazoles; el efinaconazol, terconazol, itraconazol, fluconazol, voriconazol, posacona- zol y el isavuconazol son triazoles. El uso tópico de antimicóticos azoles se describe en la segunda sección de este capítulo. Mecanismo de acción El efecto principal de los imidazoles y triazoles sobre los hongos es la in- hibición de 14-α-esterol desmetilasa, un CYP y el producto del gen ERG11 (figura 61-4). Los imidazoles y los triazoles perjudican la biosíntesis de ergosterol, lo que resulta en el agotamiento del ergosterol de la membra- na y la acumulación del producto tóxico 14α-metil-3,6-diol, lo que lleva a la detención del crecimiento (Kanafani y Perfect, 2008), posiblemente al interrumpir el empaquetado de las cadenas acílicas de fosfolípidos y la alteración de las funciones de los sistemas enzimáticos unidos a la mem- brana. Algunos azoles aumentan de manera directa la permeabilidad de la membrana citoplásmica fúngica, pero las concentraciones requeridas quizás sólo se obtengan con el uso tópico. Actividad antimicótica Los azoles como grupo tienen actividad clínicamente útil contra C. albi- cans, Candida tropicalis, Candida parapsilosis, C. neoformans, Blastomyces dermatitidis, H. capsulatum, Coccidioides spp., Paracoccidioides brasiliensis y los hongos de la tiña (los dermatofitos). Aspergillus spp., Scedosporium apiospermum (Pseudallescheria boydii), Fusarium y Sporothrix schenckii son de susceptibilidad intermedia. Candida glabrata exhibe susceptibilidad re- https://booksmedicos.org 1092 A gen tes an timicóticos CA PÍTU LO 6 1 Ergosterol Esteroles 14-α-metílicos tóxicos Esteroles tóxicos A B Ergosterol Erg11 Erg3 Azoles Erg3 Erg11 Erg3 Ergosterol TABLA 61-3 ■ Interacciones de agentes antimicóticos azole con CYP hepáticos FLUCONAZOL VORICONAZOL ITRACONAZOL POSACONAZOL ISAVUCONAZOL Inhibidor de CYP3A4,5,7 (moderado) Inhibidor y sustrato de CYP2C9 Inhibidor y sustrato CYP3A4,5,7 Inhibidor de CYP3A4 (potente) Inhibidor y sustrato de CYP3A4 Inhibidor de CYP2C9 (fuerte) CYP3A4,5,7 inhibidor Inhibidor de CYP2B6 Inhibidor de CYP2C19 Inhibidor y sustrato de CYP2C19 Figura 61-4 Biosíntesis de ergosterol y el mecanismo de acción de los antimicóticos azoles. A. La síntesis de ergosterol fúngico se produce a través de una serie de etapas enzimáticas que incluyen Erg11, una 14-α-esterol desmetilasa. El ergosterol terminado se inserta entonces entre las dos capas de la membrana. B. Los antimi- cóticos de imidazol y triazol inhiben la actividad de 14-α-esterol desmetilasa, reduciendo así la biosíntesis de ergosterol y llevando a la acumulación de 14-α-me- tilesteroles. Estos metilesteroles son tóxicos, interrumpiendo el empaquetado cercano de cadenas de acilo de fosfolípidos, deteriorando las funciones de ciertos sistemas enzimáticos unidos a la membrana, y por tanto inhibiendo el crecimiento de los hongos. ducida a los azoles, mientras que Candida krusei y los agentes de mucor- micosis son más resistentes. El posaconazol y el isavuconazol tienen un espectro de actividad moderadamente mejorado in vitro contra los agen- tes de la mucormicosis. Resistencia En C. albicans, la resistencia al azol puede deberse en parte a la acumula- ción de mutaciones en ERG11, el gen que codifica la diana azol, 14-α-es- terol desmetilasa. El aumento del eflujo de azol por la sobreexpresión de ABC y/o los principales transportadores de la superfamilia facilitadora imparten resistencia al azol en C. albicans y C. glabrata. La sobreexpresión de estos genes se debe a la activación de mutaciones en los genes que co- difican sus reguladores transcripcionales. La mutación del gen de esterol desaturasa C5,6 en ERG3 también puede aumentar la resistencia al azol en algunas especies (Cowen et al., 2014); tales mutaciones previenen la formación del producto tóxico 14α-metil-3,6-diol a partir de 14α-metilfe- costerol; la acumulación resultante de 14α-metilfecosterol produce mem- branas funcionales y supera el efecto de los azoles. Al aumentar la producción de 14-α-esterol desmetilasa ocurre la sobreexpresión de ERG11, debido a la activación de mutaciones en el gen que codifica su regulador transcripcional Upc2. La resistencia primaria al azol se ha descrito en algunos aislados de A. fumigatus con una mayor exportación de azol y una disminución del con- tenido de ergosterol, pero se desconoce su importancia clínica. La dismi- nución de la susceptibilidad a fluconazol se ha descrito en C. neoformans aislado en pacientes con sida que no logran una terapia prolongada. Interacción de antimicóticos azoles con otros fármacos Los azoles interactúan con los CYP hepáticos como sustratos e inhibido- res (tabla 61-3), proporcionando innumerables posibilidades para la inte- racción de los azoles con muchos otros medicamentos. Por tanto, los azoles pueden elevar los niveles plasmáticos de algunos medicamentos coadministrados (tabla 61-4). Otros medicamentos coadministrados pue- den disminuir las concentraciones plasmáticas de agentes antimicóticos azólicos (tabla 61-5). Como consecuencia de estas y otras interacciones, las combinaciones de ciertos medicamentos con medicamentos antimicó- ticos azólicos pueden estar contraindicadas (tabla 61-6). Agentes disponibles Ketoconazol. El ketoconazol, administrado por vía oral, ha sido reempla- zado por el itraconazol, excepto cuando el menor costo del ketoconazol supera la ventaja del itraconazol. El ketoconazol está disponible para uso tópico, como se describe más adelante en este capítulo. Itraconazol. El itraconazol es un triazol que carece de la supresión de corticosteroides asociado con ketoconazol mientras conserva la mayoría de las propiedades farmacológicas del ketoconazol y extiende el espectro antimicótico. Es importante destacar que, contrario a los imidazoles, el itraconazol tiene actividad contra Aspergillus spp. El itraconazol ha sido reemplazado por otros triazoles en el tratamiento de infecciones por hon- gos invasivos, pero continúa siendo un importante agente profiláctico en la prevención de infecciones por hongos en algunos pacientes (p. ej., pa- cientes con CGD). ADME. El itraconazol está disponible como una tableta, una cápsula y una solución en hidroxipropil β-ciclodextrina para uso oral. La forma de cápsula del fármaco se absorbe mejor en estado de alimentación, pero la solución oral se absorbe mejor en ayunas, proporcionando concentracio- nes plasmáticas máximas de más del 150% de las obtenidas con la cápsu- la. El itraconazol se metaboliza en el hígado. Es tanto un sustrato como un potente inhibidor de CYP3A4. El itraconazol está presente en el plas- ma con una concentración aproximadamente igual a la de un metabolito biológicamente activo, hidroxiitraconazol. El fármaco y el metabolito na- tivos se unen en más del 99% a las proteínas plasmáticas. Ninguno de los dos aparece en la orina o en el CSF. La t1/2 de itraconazol en estado esta- cionario es de alrededor de 30-40 h. Los niveles de itraconazol en estado estable no se alcanzan durante 4 días y los de hidroxiitraconazol durante 7 días; por tanto, se recomiendan dosis extras de carga cuando se tratan micosis profundas. La enfermedad hepática grave aumentará las concen- traciones plasmáticas de itraconazol, pero la azotemia y la hemodiálisis no tienen efecto. https://booksmedicos.org 1093 Q uim ioterap ia d e en ferm ed ad es in fecciosas SECCIÓ N VII TABLA 61-4 ■ Medicamentos que exhiben Cp elevada cuando se coadministran con agentes azoles antimicóticos Alcaloides ergot Efavirenz Imatinib Risperidona Alcaloides de vinca Eletriptán Irinotecán Saquinavir Alfentanilo Eplerenona Losartán Sildenafilo Alprazolam Erlotinib Lovastatina Sirolimús Astemizol Eszopiclona Metadona Solifenacina Buspirona Felodipino Metilprednisolona Sunitinib Busulfán Fenitoína Midazolam Tacrolimús Carbamazepina Fexofenadina Nevirapina Triazolam Ciclosporina Gefitinib Omeprazol Vardenafilo Cisaprida Glimepirida Pimozida Warfarina Digoxina Glipizida Quinidina Zidovudina Docetaxel Halofantrina Ramelteona Zolpidem Dofetilida Haloperidol Ranolacina El mecanismo de interacción presumiblemente se produce sobre todo a nivel de los CYP hepáticos, en especial los CYP 3A4, 2C9 y 2D6, pero también puede afectar a la P-glucoproteína y a otros mecanismos. No todos los medicamentos enumerados interactúan por igual con todos los azoles. TABLA 61-5 ■ Algunos fármacos que disminuyen la concentración de azoles cuando son coadministradas FÁRMACO FLUCONAZOL VORICONAZOL ITRACONAZOL POSACONAZOL ISAVUCONAZOL Antagonistas de H2 + + − Antiácidos (simultáneos) − + − − Barbitúricos + +a + Carbamazepina + + + + Didanosina + Efavirenz + + Fenitoína − + + + Inhibidores de la bomba de protones − −b + + − Nevirapina + + Rifabutina + + + Rifampicina + + + + + Ritonavir + −c a El fenobarbital solamente. b El omeprazol y voriconazol aumentan las concentraciones de cada uno en el plasma; reduzca la dosis de omeprazol en un 50% cuando inicie la terapia con voriconazol. c Con dosis estándar de ritonavir. Usos terapéuticos. El itraconazol es el fármaco de elección para pa- cientes con infecciones indolentes no meníngeas por B. dermatitidis, H. capsulatum, P. brasiliensis y Coccidioides immitis. El fármaco también es útil en el tratamiento de la aspergilosis invasora indolente fuera del CNS, en particular después de que la infección se ha estabilizado con anfotericina B. Aproximadamente la mitad de los pacientes con onicomicosis subun- gueal distal responden al itraconazol (Evansy Sigurgeirsson, 1999). Aun- que no es un uso aprobado, el itraconazol es una opción razonable para el tratamiento de la pseudallescheriasis, una infección que no responde al tratamiento con anfotericina B, así como a la esporotricosis cutánea y extracutánea, la tiña corporal y la extensa tiña versicolor. Los pacientes infectados por el HIV con histoplasmosis diseminada o peniciliosis tie- nen una reducida incidencia de recaída si reciben terapia prolongada de “mantenimiento” con itraconazol. El itraconazol no se recomienda para el tratamiento de mantenimiento de la meningitis criptococócica en pa- cientes infectados por HIV debido a la alta incidencia de recaídas. La te- rapia a largo plazo con itraconazol se ha utilizado en pacientes no infectados por el HIV con aspergilosis broncopulmonar alérgica para dis- minuir la dosis de glucocorticoides y reducir los ataques de broncoespas- mo agudo (Salez et al., 1999). La solución de itraconazol es efectiva y está aprobada para su uso en la candidiasis orofaríngea y esofágica. Debido a que la solución tiene más efectos secundarios GI que las tabletas de flu- conazol, la solución de itraconazol generalmente se reserva para pacien- tes que no responden al fluconazol. Por último, el itraconazol también se usa como profilaxis de Aspergillus en pacientes con CGD. Dosificación. En el tratamiento de micosis profundas, se administra una dosis de carga de 200 mg de itraconazol, tres veces al día durante los primeros 3 días. Después de las dosis de carga, se administran dos cápsu- las de 100 mg dos veces al día con alimentos. Las dosis divididas pueden aumentar el AUC. Para la terapia de mantenimiento de pacientes infecta- dos por HIV con histoplasmosis diseminada, se usan 200 mg una vez al día. La onicomicosis se puede tratar con 200 mg una vez al día, durante 12 semanas o, en infecciones aisladas de las uñas, con ciclos mensuales de 200 mg, dos veces al día durante una semana, precedido por un perio- do de 3 semanas sin terapia; ésta es la denominada terapia de pulso (Evans y Sigurgeirsson, 1999). La terbinafina (250 mg) se usa vez al día, sin embargo, es superior a la terapia de pulso con itraconazol. Para la can- didiasis orofaríngea, la solución oral de itraconazol debe tomarse durante https://booksmedicos.org 1094 A gen tes an tim icóticos CA PÍTU LO 6 1 TABLA 61-6 ■ Algunas combinaciones de fármacos azoles contraindicadas FÁRMACO FLUCONAZOL VORICONAZOL ITRACONAZOL POSACONAZOL ISAVUCONAZOL Alfuzosina x x x Artemeter x x Bepridilo x Clopidogrel x Conivaptán x x x x Dabigatrán x Darunavir x Dromedarona x x x x Everolimús x x x x Hierba de San Juan x x Lopinavir x Lumefantrina x x Mesoridazina x Nilotinib x x x x Nisoldipina Usar con precaución x x x Quinina x x Rifapentina x Usar con precaución Usar con precaución Ritonavir x Usar con precaución Usar con precaución Usar con precaución Rivaroxabán x x Salmeterol x x x Silodosina x x x Simvastatina Usar con precaución x x Tetrabenazina x x Tioridazina x x Tolvaptán x x x Tolvaptán x x Topotecán x Ziprasidona x x el ayuno en una dosis de 100 mg (10 mL) una vez al día, y batirse vigoro- samente en la boca antes de tragar para optimizar cualquier efecto tópico. Los pacientes con aftas esofágicas, sin respuesta o refractarios al trata- miento con tabletas de fluconazol, reciben 100 mg de la solución dos ve- ces al día durante 2-4 semanas. La dosis típica para la profilaxis fúngica en pacientes con CDG es de 5 mg/kg por día. Efectos adversos. La hepatotoxicidad grave ha llevado, en casos raros, a la insuficiencia hepática y la muerte. Si se presentan síntomas de hepato- toxicidad, se debe suspender el medicamento y evaluar la función hepáti- ca. En ausencia de interacción entre medicamentos, las cápsulas y la suspensión de itraconazol son bien toleradas a 200 mg al día. La diarrea, los calambres abdominales, la anorexia y las náuseas son más comunes que con las cápsulas. De los pacientes que recibieron 50-400 mg de las cápsulas por día, se produjeron náuseas y vómitos, hipertrigliceridemia, hipocalie- mia, aumento de la aminotransferasa sérica y erupción cutánea en 2-10%. En ocasiones, la erupción requiere la suspensión del medicamento, pero la mayoría de los efectos adversos se pueden manejar con la reducción de la dosis. Se ha observado hipocaliemia profunda en pacientes que reciben 600 mg o más diarios y en aquellos que recientemente han recibido terapia prolongada con anfotericina B. La dosis de 300 mg dos veces al día ha pro- ducido otros efectos secundarios que incluyen insuficiencia suprarrenal, edema de las extremidades inferiores, hipertensión y, en al menos un caso, rabdomiólisis. No se recomiendan dosis mayores a 400 mg por día para uso a largo plazo. Rara vez se ha observado anafilaxia, así como erupción cutá- nea grave, incluido el síndrome de Stevens-Johnson. El itraconazol está contraindicado para el tratamiento de la onicomicosis durante el embarazo o para mujeres que estén considerando el embarazo. Interacciones medicamentosas. Las tablas 61-4, 61-5 y 61-6 listan las interacciones seleccionadas de azoles con otros medicamentos. Muchas de las interacciones pueden provocar una toxicidad grave del medicamen- to complementario, como la inducción de arritmias cardiacas potencial- mente fatales cuando se usa con quinidina, halofantrina (un medicamento huérfano utilizado para la malaria), levometadilo (un medicamento huér- fano utilizado para la adicción a la heroína), pimozida o cisaprida (dispo- nible sólo bajo un programa de acceso limitado en investigación en Estados Unidos). Otros medicamentos pueden disminuir los niveles séri- cos de itraconazol por debajo de las concentraciones terapéuticas (tabla 61-5). Fluconazol. El fluconazol es un bistriazol fluorado. ADME. El fluconazol se absorbe casi por completo del tracto GI. Las concentraciones plasmáticas son en esencia las mismas ya sea que el medi- camento se administre por vía oral o intravenosa, y su biodisponibilidad no se ve alterada por los alimentos o la acidez gástrica. Las concentraciones https://booksmedicos.org 1095 Q uim ioterap ia d e en ferm ed ad es in fecciosas SECCIÓ N VII plasmáticas máximas son de 4-8 µg/mL después de dosis repetitivas de 100 mg. La excreción renal representa más del 90% de la eliminación, y la eli- minación t1/2 es de 25-30 h. El fluconazol se difunde fácilmente en los flui- dos corporales, incluida la leche materna, el esputo y la saliva; las concentraciones en CSF pueden alcanzar 50-90% de los valores simultá- neos en plasma. El intervalo de dosificación debe aumentarse de 24 a 48 h con un aclaramiento de creatinina de 21-40 mL/min y a 72 h a 10-20 mL/ min. Se debe administrar una dosis de 100-200 mg después de la hemodiá- lisis. Alrededor del 11-12% del fármaco en el plasma está unido a proteínas. Usos terapéuticos. • Candidiasis. El fluconazol, 100-200 mg al día durante 7-14 días, es eficaz en la candidiasis orofaríngea. Una sola dosis de 150 mg es efec- tiva en la candidiasis vaginal no complicada. Una dosis de carga de 800 mg seguida de 400 mg diarios es útil en el tratamiento de la can- didemia de pacientes no inmunosuprimidos (Pappas et al., 2007; Rex et al., 1994). Aunque la respuesta a las infecciones del torrente sanguí- neo de C. glabrata en ensayos aleatorizados con fluconazol ha sido comparable a la de C. albicans, C. glabrata presenta una susceptibilidad reducida inherente y puede volverse altamente resistente con la expo- sición prolongada al fluconazol. El uso empírico de fluconazol por sospecha de candidemia puede no ser aconsejable en pacientes que han recibido profilaxis con fluconazol a largo plazo y, como resultado, pueden ser colonizados con C. glabrata resistente a azol. En base a la resistencia in vitro, no se espera que C. krusei responda al fluconazol u otros azoles. • Criptococosis. El fluconazol, 400 mg al día, se usa durante las prime- ras 8 semanas de la fase deconsolidación del tratamiento de la menin- gitis criptococócica en pacientes con sida. La terapia de inducción implica un ciclo inicial de al menos 2 semanas de anfotericina B intra- venosa. Si, después de 8 semanas a 400 mg por día, el paciente ya no presenta síntomas, la dosis se reduce a 200 mg diarios y continúa in- definidamente. Si el paciente ha completado 12 meses de tratamiento de criptococosis, responde a HAART, tiene un recuento de CD4 man- tenido por encima de 200/mm3 durante al menos 6 meses y es asinto- mático por meningitis criptococócica, es razonable discontinuar el mantenimiento con fluconazol, siempre que la respuesta CD4 se man- tenga. Se ha recomendado el fluconazol, 400 mg diarios, como terapia de continuación en pacientes sin sida con meningitis criptococócica que han respondido a un ciclo inicial de C-AMB o L-AMB y para pa- cientes con criptococosis pulmonar (Perfect et al., 2010). • Otras micosis. El fluconazol es el fármaco de elección para el trata- miento de la meningitis coccidioidal debido a la buena penetración en el CSF y mucha menos morbilidad que con la anfotericina B intratecal. En otras formas de coccidioidomicosis, el fluconazol es comparable al itraconazol. El fluconazol no tiene actividad útil contra la histoplasmo- sis, la blastomicosis o la esporotricosis y no es efectivo en la preven- ción o el tratamiento de la aspergilosis. El fluconazol no tiene actividad en la mucormicosis. Dosificación. El fluconazol se comercializa en Estados Unidos como tabletas de 50, 100, 150 y 200 mg para administración oral, polvo para suspensión oral que proporciona 10 y 40 mg/mL y soluciones intraveno- sas que contienen 2 mg/mL en solución salina y dextrosa. La dosis diaria de fluconazol debe basarse en el organismo infectante y la respuesta del paciente a la terapia. Las dosis recomendadas habitualmente son de 50 a 400 mg una vez al día para administración oral o intravenosa. El primer día de la terapia se administra, por lo general, una dosis de carga del do- ble de la dosis de mantenimiento diaria. Es posible que se requiera una terapia de mantenimiento prolongada para prevenir una recaída. Los ni- ños son tratados con 12 mg/kg una vez al día (máximo 600 mg/d) sin una dosis de carga. En pacientes adultos, se han administrado con seguridad dosis de hasta 1 200 mg en ensayos clínicos para el tratamiento de la me- ningitis criptococócica. Efectos adversos. Los efectos secundarios en pacientes que reciben más de 7 días de medicamento, con independencia de la dosis, incluyen náuseas, dolor de cabeza, erupción cutánea, vómitos, dolor abdominal y diarrea (todos al 2-4%). La alopecia reversible puede ocurrir con una tera- pia prolongada a 400 mg al día. Se han informado casos raros de muertes debido a insuficiencia hepática o síndrome de Stevens-Johnson. El fluco- nazol se ha asociado con deformidades esqueléticas y cardiacas en al me- nos tres bebés nacidos de dos mujeres que tomaron dosis altas durante el embarazo. Aunque un estudio clínico reciente no encontró asociación entre la recepción de fluconazol por las madres y la mayoría de los defec- tos congénitos en sus hijos, este estudio encontró un aumento estadísti- camente significativo en la tetralogía de Fallot en bebés nacidos de madres que recibieron fluconazol (Mølgaard-Nielsen et al., 2013). El flu- conazol debe evitarse durante el embarazo. Interacciones medicamentosas. El fluconazol es un inhibidor de CYP3A4 y CYP2C9. Las interacciones farmacológicas de fluconazol se muestran en las tablas 61-4, 61-5 y 61-6. Los pacientes que reciben más de 400 mg diarios o pacientes azotémicos que tienen niveles elevados de flu- conazol en sangre pueden experimentar interacciones con otros medica- mentos que de otro modo no se verían. Voriconazol. El voriconazol es un triazol con una estructura similar a la del fluconazol, pero con una mayor actividad in vitro, un espectro expan- dido y una escasa solubilidad acuosa. ADME. El voriconazol está disponible como tabletas de 50 o 200 mg o una suspensión de 40 mg/mL cuando está hidratado. Las tabletas con- tienen lactosa, pero no la suspensión. Debido a que las comidas altas en grasa reducen la biodisponibilidad de voriconazol, el medicamento oral debe administrarse una hora antes o una hora después de las comidas. La biodisponibilidad oral es del 96%; el volumen de distribución es alto (4.6 L/kg), con una amplia distribución del fármaco en los tejidos. El me- tabolismo ocurre a través de los CYP2C19 y 2C9; el CYP3A4 juega un papel limitado. La eliminación plasmática t1/2 es 6 h. El voriconazol exhi- be un metabolismo no lineal, por lo que las dosis más altas provocan un aumento mayor que el lineal en la exposición sistémica al fármaco. Los polimorfismos genéticos en CYP2C19 pueden causar hasta cuatro veces más diferencias en la exposición al fármaco: alrededor del 20% de los asiáticos son metabolizadores lentos homocigotos, en comparación con el 2% de los blancos y afroamericanos. Menos del 2% del fármaco origi- nal se recupera de la orina; el 80% de los metabolitos inactivos se excre- tan en la orina. La dosis oral no tiene que ajustarse para azotemia o hemodiálisis. Los pacientes con cirrosis leve a moderada deben recibir la misma dosis de carga de voriconazol, pero la mitad de la dosis de man- tenimiento. La formulación intravenosa de voriconazol contiene SBECD, que se excreta por el riñón. Se produce una acumulación significativa de SBECD con un aclaramiento de creatinina inferior a 50 mL/min; en ese contexto, se prefiere el voriconazol oral. La monitorización terapéutica de fármacos se usa con frecuencia, con concentraciones séricas objetivo entre 1 y 5 mg/L, pensadas para maximizar la eficacia y minimizar los eventos adversos. Usos terapéuticos. El voriconazol muestra una eficacia superior al C-AMB en el tratamiento de la aspergilosis invasiva utilizando la tasa de respuesta como el punto final primario (Herbrecht et al., 2002); la super- vivencia también es superior con voriconazol. El voriconazol se comparó con la L-AMB para el tratamiento empírico de pacientes neutropénicos cuya fiebre no respondió a más de 96 h de terapia antibacteriana. Debido a que el intervalo de confianza del 95% en este ensayo de no inferioridad permitió la posibilidad de que el voriconazol fuera más del 10% peor que la L-AMB, la FDA no aprobó el voriconazol para este uso (Walsh et al., 2002); sin embargo, en un análisis secundario, hubo menos infecciones de avance con voriconazol (1.9%) que con L-AMB (5%). El voriconazol está aprobado para su uso en la candidiasis esofágica. En pacientes no neutropénicos con candidemia, el voriconazol es compa- rable en eficacia y menos tóxico que el C-AMB inicial seguido de fluconazol (Kullberg et al., 2005). El voriconazol está aprobado para el tratamiento inicial de la candidemia y la aspergilosis invasiva, así como para la terapia de rescate en pacientes con P. boydii (S. apiospermum) e infecciones por Fusarium. Las respuestas positivas en pacientes con infecciones fún- gicas cerebrales sugieren que el medicamento penetra el cerebro infec- tado. Dosificación. El tratamiento usualmente se inicia con una infusión in- travenosa de 6 mg/kg cada 12 h para dos dosis, seguida de 3-4 mg/kg cada 12 h, administrada no más rápido que 3 mg/kg/h. A medida que el paciente mejora, la administración oral se continúa con 200 mg cada 12 h. Los pacientes que no responden pueden recibir 300 mg cada 12 h. Efectos adversos. El voriconazol es teratogénico en animales y por lo general está contraindicado en el embarazo. Aunque en conjunto se tole- ra bien, se han notificado casos ocasionales de hepatotoxicidad y se debe controlar la función hepática. El voriconazol puede prolongar el intervalo QTc, un problema significativo en pacientes con otros factores de riesgo de torsades de pointes. Las alucinaciones transitorias visuales o auditivas son frecuentes después de la primera dosis, casi siempre por la nochey particularmente con la administración intravenosa. Los síntomas dismi- nuyen con el tiempo. Los pacientes que reciben su primera infusión in- travenosa han tenido reacciones anafilactoides. El salpullido ocurre en el 6% de los pacientes. El componente de ciclodextrina de las formulaciones intravenosas puede ser tóxico para el riñón; por tanto, el voriconazol in- travenoso debe usarse con precaución en pacientes con insuficiencia re- nal (Neofytos et al., 2012). Interacciones medicamentosas. El voriconazol se metaboliza e inhibe por los CYP 2C19, 2C9 y 3A4 (en ese orden de potencia decreciente). El principal metabolito de voriconazol, el N-óxido de voriconazol, también https://booksmedicos.org 1096 A gen tes an tim icóticos CA PÍTU LO 6 1 inhibe estos CYP. Los inhibidores o inductores de estos CYP pueden au- mentar o disminuir las concentraciones plasmáticas de este fármaco, res- pectivamente. El voriconazol y su principal metabolito pueden aumentar las concentraciones plasmáticas de otros fármacos metabolizados por es- tas enzimas (tablas 61-4, 61-5 y 61-6). Debido a que el AUC del sirolimús aumenta 11 veces en presencia de voriconazol, la coadministración está contraindicada. Cuando se inicia el tratamiento con este último en un paciente que recibe 40 mg/d o más de omeprazol, la dosis de omeprazol debe reducirse a la mitad. Posaconazol. El posaconazol es un análogo estructural sintético de itraco- nazol con el mismo amplio espectro antimicótico, pero con una actividad hasta cuatro veces mayor in vitro contra levaduras y hongos filamentosos, incluidos algunos, pero no todos, de los agentes que causan mucormicosis (Frampton y Scott, 2008). La actividad contra las levaduras in vitro es si- milar al voriconazol. El mecanismo de acción es el mismo que otros imida- zoles, la inhibición de la 14-α-desmetilasa de esterol. ADME. El posaconazol está disponible como una suspensión aroma- tizada que contiene 40 mg/mL. La biodisponibilidad de la suspensión oral se ve significativamente mejorada por la presencia de alimentos (Courtney et al., 2003; Krieter et al., 2004). El fármaco tiene una larga t1/2 (25-31 h), un gran volumen de distribución (331-1 341 L) y una extensa unión a proteínas (>98%). La exposición sistémica es cuatro veces mayor en los metabolizadores lentos homocigotos del CYP2C19 que en los me- tabolizadores homocigóticos de tipo salvaje. Las concentraciones en es- tado estable se alcanzan en 7-10 días cuando se dosifican cuatro veces al día. El deterioro renal no altera las concentraciones plasmáticas; la insu- ficiencia hepática causa un aumento modesto. Casi el 80% del fármaco se excreta en las heces, con un 66% como fármaco inalterado. La ruta meta- bólica principal es la glucuronidación de UDP hepática (Krieter et al., 2004). La hemodiálisis no elimina el medicamento de la circulación. El ácido gástrico mejora la absorción (Krishna et al., 2009); los fármacos que reducen el ácido gástrico (p. ej., la cimetidina y el esomeprazol) disminu- yen la exposición al posaconazol en un 32-50% (Frampton y Scott, 2008). La diarrea reduce el Cp promedio en un 37% (Smith et al., 2009). La ta- bleta de liberación retardada y las formulaciones intravenosas proporcio- nan una biodisponibilidad más constante en presencia de enfermedades concomitantes, medicamentos y consideraciones dietéticas que alteran las concentraciones que se pueden lograr con la suspensión oral (Gua- rascio y Slain, 2015). Usos terapéuticos. El posaconazol está aprobado para el tratamiento de la candidiasis orofaríngea, aunque el fluconazol es el fármaco preferi- do debido a la seguridad y el costo. El posaconazol también está aproba- do para la profilaxis contra la candidiasis y la aspergilosis en pacientes mayores de 13 años con neutropenia prolongada o GVHD grave (Ull- mann et al., 2007). Está aprobado en Estados Unidos como terapia de res- cate para la aspergilosis y varias otras infecciones, como el itraconazol y el voriconazol. Dosificación. Para la profilaxis de infecciones invasivas por Aspergillus y Candida, la dosis intravenosa para adultos es de 300 mg, dos veces el primer día, y de 300 mg diarios a partir de entonces. La duración de la terapia se basa en la recuperación de la neutropenia o inmunosupresión. La misma dosis se usa para las tabletas de liberación retardada. La dosis para la suspensión oral es de 200 mg (5 mL), tres veces al día. Efectos adversos. Los efectos adversos comunes incluyen náuseas, vó- mitos, diarrea, dolor abdominal y dolor de cabeza (Smith et al., 2009). Aunque se producen efectos adversos en al menos un tercio de los pa- cientes, la tasa de interrupción debido a los efectos adversos en los estu- dios a largo plazo ha sido sólo del 8%. Interacciones medicamentosas. El paroconazol inhibe el CYP3A4. La coadministración con rifabutina o fenitoína aumenta la concentración plasmática de estos fármacos y disminuye la exposición al posaconazol en dos veces. El posaconazol aumenta el AUC de ciclosporina, tacrolimús (121%), sirolimús (790%), midazolam (83%) y otros sustratos de CYP3A4 (tabla 61-4) (Frampton y Scott, 2008; Krishna et al., 2009; Moton et al., 2009). El posaconazol puede prolongar el intervalo QTc y no debe admi- nistrarse conjuntamente con medicamentos que sean sustratos del CYP3A4 que también prolonguen el intervalo QTc, como la metadona, el haloperidol, la pimozida, la quinidina, la risperidona, el sunitinib, el ta- crolimús y la halofantrina (tabla 61-4). Isavuconazol. El isavuconazol es un triazol que se administra como el profármaco de isavuconazonio. ADME. El isavuconazol está disponible en formulaciones intravenosas tanto orales como sin ciclodextrina. Es altamente biodisponible (98%) y más del 99% se une a proteínas del suero. La administración de isavucona- zonio oral con alimentos reduce el AUC en alrededor de un 20%. El isavu- conazol se elimina por metabolismo hepático, sobre todo por CYP3A4 y CYP3A5. Menos del 1% de isavuconazol se excreta sin cambios en la orina. No es necesario ajustar la dosis renal (Rybak et al., 2015). Usos terapéuticos. El isavuconazol exhibe un amplio espectro de acti- vidad contra la mayoría de las especies de levadura, incluyendo las espe- cies de Candida, Cryptococcus gattii y C. neoformans, y moldes tales como las especies de Aspergillus y el complejo de especies de Mucorales. El me- dicamento está aprobado para el tratamiento de la aspergilosis invasiva y la mucormicosis invasiva y se encuentra bajo investigación para el trata- miento de la candidemia y la candidiasis invasiva. Dosificación. El isavuconazol se dosifica como 372 mg de sulfato de isavuconazonio (equivalente a 200 mg de isavuconazol) cada 8 h para seis dosis seguido de 372 mg de sulfato de isavuconazonio por vía oral o intra- venosa una vez al día, comenzando 12 a 24 h después de la última dosis de carga. Efectos adversos. El isavuconazol por lo general se tolera bien. Los trastornos GI, la pirexia, la hipocaliemia, el dolor de cabeza, el estreñi- miento y la tos son los efectos adversos informados con mayor frecuencia. Interacciones medicamentosas. El isavuconazol es a la vez un sustrato y un inhibidor de CYP3A4. En consecuencia, se produce un aumento de cinco veces en el AUC de isavuconazol cuando se administra con inhibi- dores potentes de CYP como ketoconazol. Las reducciones sustanciales en el AUC de isavuconazol también resultan de la coadministración de isavuconazol con rifampicina. Las AUC de midazolam y sirolimús au- mentan con la administración conjunta de isavuconazol. Es importante destacar que el isavuconazol no parece prolongar el QTc. Equinocandinas Las equinocandinas son lipopéptidos cíclicos con un núcleo hexadepsi- péptido. Tres equinocandinas están aprobadas para uso clínico: la caspo- fungina, la anidulafungina y la micafungina. Todas actúan a través del mismo mecanismo, pero difieren en las propiedades farmacológicas. Los hongos que son susceptibles a las equinocandinas incluyenCandida y As- pergillus spp. (Bennett, 2006). Características farmacológicas generales Mecanismo de acción. Las equinocandinas inhiben la síntesis de 1,3-β-d-glucano, que es un componente esencial de la pared celular de los hongos y se requiere para la integridad celular (figura 61-5). Actividad antimicótica. Las equinocandinas exhiben actividad fungicida contra especies de Candida. Por el contrario, son fungistáticos contra es- pecies de Aspergillus y causan cambios morfológicos en los filamentos. Las equinocandinas no parecen tener actividad clínicamente útil contra hongos dimórficos, tales como H. capsulatum, no tienen actividad contra C. neoformans, Trichosporon spp., Fusarium spp. o agentes de mucormico- sis. Resistencia. La resistencia a la equinocandina ha surgido como un pro- blema clínico y el resultado de mutaciones que conducen a sustituciones de aminoácidos en las subunidades Fks de la glucano sintasa (Cowen et al., 2014). Los transportadores multifármacos no parecen jugar un papel en la resistencia a la equinocandina. Las mutaciones que confieren resis- tencia se producen en dos regiones “calientes” conservadas de FKS1 en C. albicans y en FKS1 y FKS2 en C. glabrata. El complejo de Candida parap- silosis y Candida guilliermondii muestran una reducción de la susceptibili- dad a la equinocandina in vitro en comparación con otras especies de Candidas debido a polimorfismos inherentes en las regiones de puntos calientes de Fks. Los puntos de corte clínico específicos de especies para las equinocandinas se han descrito recientemente. Las equinocandinas difieren un tanto farmacocinéticamente (tabla 61-7), pero todas comparten una unión proteica extensa (>97%), incapa- cidad para penetrar en el CSF, falta de aclaramiento renal y sólo un ligero a modesto efecto de la insuficiencia hepática sobre las concentraciones plasmáticas del fármaco (Kim et al., 2007; Wagner et al., 2006). Las equi- nocandinas disponibles en la actualidad también carecen de biodisponi- bilidad oral y aparecen sólo para administración intravenosa. En términos generales, los efectos adversos son mínimos y rara vez conducen a la in- terrupción del tratamiento (Kim et al., 2007). Los tres agentes son bien tolerados, con la excepción de la flebitis en el sitio de infusión. Se han informado efectos similares a la histamina con infusiones rápidas. Las tres equinocandinas están contraindicadas en el embarazo. Agentes disponibles Caspofungina. El acetato de caspofungina es un lipopéptido semisintéti- co soluble en agua sintetizado a partir del producto de fermentación de Glarea lozoyensis (Johnson y Perfect, 2003; Keating y Figgitt, 2003). https://booksmedicos.org 1097 Q uim ioterap ia d e en ferm ed ad es in fecciosas SECCIÓ N VII Complejo de glucano sintasa Equinocandinas Espacio extracelular Citoplasma Pared celular Glucano Membrana de plasma Periplasma QuitinaManoproteína CASPOFUNGINA TABLA 61-7 ■ Datos Pk para equinocandinas en humanos FÁRMACO DOSIS (mg) Cmáx (μg/mL) AUC0-24h (mg • h/L) t1/2 (h) CL (mL/min/kg) Vd (L) Caspofungina 70 12 93.5 10 0.15 9.5 Micafungina 75 7.1 59.9 13 0.16 14 Anidulafungina 200 7.5 104.5 25.6 0.16 33.4 Para más detalles, véase Wagner C, et al. Las equinocandinas: comparación de su farmacocinética, farmacodinámica y aplicaciones clínicas. Pharmacology, 2006;78:161-177. Figura 61-5 La pared celular y la membrana de los hongos y la acción de las equinocandinas. La fuerza de la pared celular de los hongos se mantiene mediante polisacári- dos fibrilares, en gran parte β-1,3-glucano y quitina, que se unen covalentemente entre sí y con las proteínas. Un complejo de glucano sintasa en la membrana plasmática cataliza la síntesis de β-1,3-glucano; el glucano se extruye en el periplasma y se incorpora a la pared celular. Las equinocandinas inhiben la actividad del complejo glucano sintasa, lo que resulta en la pérdida de la integridad estructural de la pared celular. La subunidad Fks1p de la glucano sintasa parece ser el objetivo de las equinocandinas, y las mutaciones en Fks1p causan resistencia a las equinocandinas. ADME. El catabolismo es en gran parte por hidrólisis y N-acetilación, con excreción de los metabolitos en la orina y las heces. La insuficiencia he- pática leve y moderada aumenta el AUC en un 55 y 76%, respectivamente. Uso terapéutico. La caspofungina está aprobado para el tratamiento de la candidiasis invasiva y como terapia de rescate para pacientes con aspergilosis invasiva que no toleran o son intolerantes con los medica- mentos aprobados, como las formulaciones de anfotericina B o voricona- zol. La caspofungina también está aprobada tanto para candidiasis esofágica como invasiva (Mora-Duarte et al., 2002; Villanueva et al., 2001) y para el tratamiento de pacientes neutropénicos febriles persistentes con sospecha de infecciones fúngicas (Walsh et al., 2004). Dosificación. La caspofungina se administra por vía intravenosa una vez al día durante 1 h. Para la candidemia y la terapia de rescate de la as- pergilosis, la dosis inicial es de 70 mg, seguida de 50 mg al día. La dosis debe aumentarse a 70 mg al día en pacientes que reciben rifampicina, así como en aquellos que no responden a 50 mg. La candidiasis esofágica se trata con 50 mg diarios. En insuficiencia hepática moderada, la dosis de- be reducirse a 35 mg al día. Interacciones medicamentosas. La caspofungina aumenta los niveles de tacrolimús en 16%, lo que debe controlarse mediante un seguimiento estándar. La ciclosporina aumenta ligeramente los niveles de caspofungi- na. La rifampicina y otros fármacos que activan el CYP3A4 pueden cau- sar una ligera reducción en los niveles de caspofungina. Micafungina. La micafungina es una equinocandina semisintética solu- ble en agua derivada del hongo Coleophoma empedri. ADME; interacciones medicamentosas. La micafungina tiene una far- macocinética lineal en un amplio rango de dosis (1-3 mg/kg) y en edades (bebés prematuros y ancianos). Pequeñas cantidades del medicamento son metabolizadas en el hígado por arilsulfatasa y catecol O-metiltransfe- rasa. La hidroxilación por CYP3A4 es apenas detectable. A diferencia de la caspofungina, no se requiere la reducción de la dosis de micafungina en insuficiencia hepática moderada. La micafungina muestra aclaramien- to dependiente de la edad en niños, con aclaramiento rápido en bebés prematuros y aclaramiento intermedio en niños de 2 a 8 años de edad, en comparación con niños mayores y adultos. En voluntarios normales, la micafungina parece ser un inhibidor leve de CYP3A4, aumentando el AUC de nifedipina en un 18% y sirolimús en un 21%. La micafungina no tiene efecto sobre el aclaramiento de tacrolimús. Usos terapéuticos. La micafungina está aprobada para el tratamiento de la candidiasis invasiva (Fritz et al., 2008) y la candidiasis esofágica y para la profilaxis en receptores de trasplante de células madre hematopo- yéticas. Dosificación. La micafungina se administra por vía intravenosa como una dosis diaria de 100 mg durante 1 h para adultos, con 50 mg recomen- dados para la profilaxis y 150 mg para la candidiasis esofágica. No se re- quiere dosis de carga. Anidulafungina. La anidulafungina es un compuesto semisintético inso- luble en agua extraído del hongo A. nidulans, del que deriva el nombre del medicamento. ADME; interacciones medicamentosas. La anidulafungina se elimina del organismo por una degradación química lenta (Vázquez y Sobel, 2006). No se produce metabolismo hepático o excreción renal de fármaco activo; por tanto, no se necesita un ajuste de dosis para insuficiencia hepá- https://booksmedicos.org 1098 A gen tes an tim icóticos CA PÍTU LO 6 1 tica o renal. Ninguna interacción relevante clínicamente fármaco-fármaco se ha observado con medicamentos que con probabilidad se coadminis- tran con anidulafungina. Uso terapéutico y dosificación. La anidulafungina está aprobada para el tratamiento de la candidemia y otras formas de infeccionespor Candida (Reboli et al., 2007), incluido el absceso intraabdominal, la peritonitis y la candidiasis esofágica. Para la candidiasis invasiva, la anidulafungina se administra diariamente como una dosis de carga de 200 mg seguida de 100 mg al día. Para la candidiasis esofágica, una dosis de carga de 100 mg es seguida por 50 mg diarios. Otros agentes antimicóticos sistémicos Griseofulvina. La griseofulvina es un agente antimicótico fungistático ad- ministrado por vía oral y en su origen aislado de Penicillium griseofulvum. Es prácticamente insoluble en agua. Mecanismo de acción. La griseofulvina inhibe la función de los micro- túbulos y, por tanto, interrumpe el ensamblaje del huso mitótico, lo que altera la división de las células fúngicas. ADME. Los niveles en sangre después de la administración oral de griseofulvina son bastante variables. Algunos estudios han demostrado una mejor absorción cuando el medicamento se toma con una comida rica en grasas. Debido a que las tasas de disolución y desagregación limi- tan la biodisponibilidad de la griseofulvina, ahora se usan polvos en ta- maño microscópicos y ultramicroscópicos. La griseofulvina tiene un plasma t1/2 de aproximadamente un día; aproximadamente el 50% de la dosis oral puede detectarse en la orina en 5 días, sobre todo en forma de metabolitos; de ellos el primario es la metilgriseofulvina. Los barbitúricos disminuyen la absorción de griseofulvina del tracto GI. La griseofulvina se deposita en células precursoras de queratina; cuan- do estas células se diferencian, el fármaco se une con fuerza y persiste en la queratina, lo cual proporciona una resistencia prolongada a la invasión de hongos. Por esta razón, el nuevo crecimiento de cabello o uñas es el primero en liberarse de la enfermedad. A medida que la queratina que contiene hongos se desprende, es reemplazada por tejido normal. La gri- seofulvina es detectable en el estrato córneo de la piel dentro de las 4-8 horas posteriores a la administración oral. El sudor y la pérdida de líqui- do transepidérmico juegan un papel importante en la transferencia del fármaco en el estrato córneo. Sólo una fracción muy pequeña de una do- sis del fármaco está presente en los fluidos y tejidos corporales. Actividad antimicótica. La griseofulvina es fungistática in vitro para varias especies de los dermatofitos Microsporum, Epidermophyton y Tri- chophyton. El fármaco no tiene efecto en otros hongos o las bacterias. Aunque la falla de las lesiones de la tiña no es rara, los aislados de estos pacientes por lo general aún son susceptibles a la griseofulvina in vitro. Usos terapéuticos. La enfermedad micótica de la piel, el cabello y las uñas debido a Microsporum, Trichophyton o Epidermophyton responde a la terapia con griseofulvina. Para la tiña del cabello en los niños, la griseo- fulvina sigue siendo el fármaco de elección en cuanto a eficacia, seguri- dad y disponibilidad como suspensión oral. La eficacia es mejor para la tiña de la cabeza causada por Microsporum canis, Microsporum audouinii, Trichophyton schoenleinii y Trichophyton verrucosum. La griseofulvina tam- bién es efectiva para la tiña de la piel glabrosa; tiña crural y tiña corporal causadas por M. canis, Trichophyton rubrum, T. verrucosum y Epidermo- phyton floccosum; y tiña de las manos (T. rubrumand y Trichophyton menta- grophytes) y barba (especies de Trichophyton). La griseofulvina también es muy efectiva en el tratamiento de la tiña del pie, cuya forma vesicular se debe con mayor frecuencia a T. mentagrophytes y el tipo hiperqueratósico a T. rubrum. La terapia tópica es suficiente para la mayoría de los casos de tiña del pie. Las infecciones por Trichophyton rubrumand y T. mentagro- phytes pueden requerir dosis más altas que las convencionales de griseo- fulvina. El tratamiento debe continuarse hasta que el tejido infectado sea reemplazado por cabello, piel o uñas normales, lo que requiere un mes para el cuero cabelludo y la tiña del cabello, 6-9 meses para las uñas de los dedos y por lo menos un año para las uñas de los pies. El itraconazol o terbinafina son mucho más efectivos para la onicomicosis. Efectos adversos. La incidencia de reacciones graves debido a la gri- seofulvina es muy baja: dolor de cabeza (15% de los pacientes), manifes- taciones gastrointestinales y del sistema nervioso y aumento de los efectos del alcohol. La hepatotoxicidad ha sido observada. Los efectos hematológicos incluyen la leucopenia, la neutropenia, la basofilia pun- teada y la monocitosis; estos a menudo desaparecen a pesar de la terapia continua. Los estudios de sangre deben realizarse al menos una vez a la semana durante el primer mes de tratamiento o por más tiempo. Los efectos renales comunes incluyen la albuminuria y la cilindruria sin evi- dencia de insuficiencia renal. Las reacciones que involucran la piel son la urticaria fría y cálida, la fotosensibilidad, el liquen plano, eritema, las erupciones, eritema multiforme y erupciones vesiculares y morbilifor- mes. Los síndromes de enfermedad sérica y el angioedema intenso rara- mente se desarrollan. Se han observado efectos similares a los estrógenos en los niños. Un aumento moderado pero inconsistente de las protopor- firinas fecales se ha notado con el uso crónico. Interacciones medicamentosas. La griseofulvina induce CYP hepáti- cos y por tanto aumenta la tasa de metabolismo de la warfarina. En con- secuencia, la dosis de warfarina debe ajustarse en algunos pacientes. El medicamento también puede reducir la eficacia de los agentes anticon- ceptivos orales de bajo nivel de estrógeno, probablemente por un meca- nismo similar. Terbinafina. La terbinafina es una alilamina sintética, en su estructura similar al agente tópico naftifina (véase discusión más adelante). Esta in- hibe la escualeno epoxidasa fúngica y, por tanto, reduce la biosíntesis de ergosterol. ADME. La terbinafina se absorbe bien, pero la biodisponibilidad es de alrededor de 40% debido al metabolismo de primer paso en el hígado. El medicamento se acumula en la piel, las uñas y la grasa. La t1/2 inicial es aproximadamente 12 h, pero se extiende a 200-400 h en estado estacio- nario. La terbinafina no se recomienda en pacientes con azotemia marca- da o insuficiencia hepática. La rifampicina disminuye y la cimetidina aumenta las concentraciones plasmáticas de terbinafina. Usos terapéuticos. La terbinafina, administrada como una tableta de 250 mg al día en adultos, es algo más efectiva que el itraconazol para la onicomicosis en las uñas. La duración del tratamiento varía según el sitio de intfección, pero por lo común oscila entre 6 y 12 semanas. La eficacia para el tratamiento de la onicomicosis puede mejorarse mediante el uso simultáneo de la laca de uñas con amorolfina al 5% (la amorolfina no es- tá aprobada para su uso en Estados Unidos). La terbinafina también es efectiva para el tratamiento de la tiña de la cabeza y se ha utilizado para el tratamiento no indicado en la etiqueta de la tiña en otras partes del cuerpo. Efectos adversos. El medicamento es bien tolerado, con una baja inci- dencia de malestar GI, dolor de cabeza o erupción cutánea. En muy raras ocasiones, puede producirse hepatotoxicidad fatal, neutropenia grave, síndrome de Stevens-Johnson o necrólisis epidérmica tóxica. El trata- miento sistémico con terbinafina para la onicomicosis debe posponerse hasta que se complete el embarazo. Agentes activos contra la microsporidios y Pneumocistis Los microsporidios son organismos eucariotas unicelulares formadores de esporas que alguna vez se consideraron parásitos, pero ahora se clasi- fican como hongos (Field y Milner, 2015). Pueden causar varios síndro- mes de enfermedad, incluida diarrea en personas inmunocomprometidas. Albendazol Las infecciones intestinales con la mayoría de los microsporidios se tra- tan con albendazol, un inhibidor de la polimerización de α-tubulina (véa- se “Quimioterapia de infecciones por helminto”, capítulo 55) (Anane y Attouchi,
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