Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
Pliegues gástricos normales con técnica de doble contraste. Servicio de Radiodiagnóstico Hospital Universitario La Paz Actualización de la EXPLORACIÓN RADIOLÓGICA DEL APARATO DIGESTIVO Índice Autores 2 Prólogo por el dr. Manuel Lamas 5 Agradecimientos 7 Medios de contraste y Sistemática de la exploración en Radiología del aparato digestivo. 9 La Faringe 19 el esófago 31 el estómago 47 eL duodeno 59 el intestino delgado 69 el colon 87 La Vesícula Biliar y la Vía Biliar 101 EXPLORACIÓN RADIOLÓGICA DEL APARATO DIGESTIVO Manuel Lamas Lorenzo Natural de Beariz, Ourense, es Licenciado en Medicina y Cirugía, Facultativo Especialista de Área. Responsable de la Unidad de Digestivo del servicio de Radiología del Hospital Universitario La Paz, Madrid. Trabaja en La Paz desde enero de 1973. Ha impartido diversos cursos de Doctorado en la Universidad Autónoma de Madrid, cursos de Radiología Digestiva para alumnos de la Autónoma, sesiones monográficas (apendicitis, patología biliar, endometriosis). Además, ha sido profesor invitado al IV Congreso de la Sociedad Española de Diagnóstico por Imagen Abdominal (SEDIA) en Murcia en noviembre de 2004 donde impartió dos conferencias: Guía técnica del uso de la TC y RM en el estudio de tracto digestivo y Tumores de yeyuno e íleon. Es autor de numerosos artículos publicados en revistas especializadas. Le gusta el futbol y cocinar empanadas gallegas. Marta Oñate Miranda Es Licenciada en Medicina, natural de Madrid y tiene 27 años. Actualmente es R3 en el Servicio de Radiología del Hospital La Paz, Madrid. Le gusta practicar esgrima. Diego Garrido Alonso Es Licenciado en Medicina, natural de Villamañan, León, y tiene 26 años. Actualmente es R2 en la Unidad de Radiología del Hospital La Paz, Madrid. Especialista en Radiodiagnóstico. Le gusta jugar al baloncesto. Carmelo Palacios Miras Es Licenciado en Medicina y Cirugía, especialista en Radiodiagnóstico, natural de Granada tiene 32 años. Actualmente es Facultativo Especialista en Radiodiagnóstico en Hospital Infanta Elena de Valdemoro, Madrid. Le gusta la fotografía y música. AUTORES 3 María Pire Solaun Es Licenciada en Medicina, natural de Logroño y tiene 27 años. Actualmente es R3 en el Servicio de Radiología del Hospital La Paz, Madrid. Víctor Manuel Suárez Vega Es Licenciado en Medicina y Cirugía. Ha realizado varios Cursos de Posgrado, es de Celanova (Ourense) y tiene 34 años. Actualmente es Médico Adjunto y es especialista en Radiodiagnóstico, Sección de Neurorradiología diagnóstica. Le gusta el cine (ciencia fi cción), y la música (clásica, bandas sonoras de cine, rock). Amaya Palacios Weiss Es Licenciada en Medicina y Cirugía especialidad Radiología, natural de Madrid y tiene 27 años. Actualmente es R2 en el Servicio de Radiología del Hospital Universitario La Paz, Madrid. Le gusta viajar y escuchar jazz. Carlos Simón Selva Es Licenciado en Medicina, natural de Albacete y tiene 27 años. Actualmente es R3 en el Servicio de Radiodiagnóstico del Hospital Universitario La Paz, Madrid. Le gusta escribir, el cine social, la fotografía de viajes, la enología… LinkedIn: http://lnkd.in/xEbNV6 5 PRÓLOGO El motivo de editar este libro junto a antiguos y actuales residentes es actualizar las técnicas de exploración del aparato digestivo. La Radiología Digestiva si se realiza bien sigue siendo una técnica diagnóstica en vigor, es barata y aporta suficiente información al clínico y al cirujano. Causas por la que está a la baja: Después de la década de los años 70 no hay en la literatura textos que expliquen cómo se hace. Los radiólogos como yo a 20 meses de la jubilación forzosa y que hicimos mucho Digestivo nos fuimos pasando a las nuevas tecnologías ECO, TC, RM, aunque yo no lo abandoné del todo y decidí hace 13 años la dedicación en exclusiva. Con la demanda de alta tecnología y la escasez de radiólogos se fue delegando la ecografía y el digestivo a los técnicos pero los informes los sigue haciendo un radiólogo. Para nuestros gestores, el técnico es más económico pero realmente no es así, ya que los estudios no son concluyentes y esto lleva a realizar nuevas técnicas, más demora, más radiación y el perjuicio para el paciente. “Lo barato sale caro” Si realmente es por falta de radiólogos la Sociedad Española de Radiología tiene la oportunidad de oro ya que la Consejería de Sanidad reconoce que hacen falta radiólogos y anestesistas para poner en marcha hospitales en turno de tarde. Pidan más plazas de MIR en las convocatorias anuales. Por lo expuesto creo que hay que potenciar una técnica que optimiza costes y aporta un gran valor al diagnóstico clínico, y más aún en época de crisis como la actual. Manuel Lamas Lorenzo Responsable de la Unidad de Digestivo del Hospital Universitario La Paz, Madrid. 7 Agradecimientos “Agradezco a mis antiguos y actuales residentes la edición de este libro, así como la colaboración total del Dr. José Manuel Suárez Parga, Jefe de Servicio de Digestivo de La Paz, a la Dra. Consuelo Froilán Torres, su adjunta, y su servicio, que han puesto a nuestra disposición las imágenes de su archivo de patología, sin olvidar al Dr. Enrique Hitos Natera, antiguo Jefe de sección de Radiodiagnóstico de La Paz”. Manuel Lamas Lorenzo Responsable de la Unidad de Digestivo del Hospital Universitario La Paz, Madrid. 9 MEDIOS DE CONTRASTE Y SISTEMÁTICA DE LA EXPLORACIÓN EN RADIOLOGÍA DEL APARATO DIGESTIVO Estudios realizados con bario de alta densidad (Fig. 1) Estudio de deglución Para el estudio de la fase oral es necesario saber si el paciente tolera mejor líquidos o sólidos por lo que el contraste debe de ser líquido o requerir espesantes que se añadan a la papilla, por eso el estudio de estos pacientes es multidisciplinar, que incluye a neurólogos, endocrinos, nutricionistas, radiólogos y ORL. • Sistemática del estudio: I. Estudio lateral puro (Fig. 2): visualización de la boca y visualización del faringe y del hueso hioides y se hace placa simple. A continuación con la boca llena de bario y programa de esófa- go en serie rápida (2-3 placas por segundo) se hace una serie rápida mandándole tragar todo el contraste de una vez. II. Se hace otra serie en proyección frontal que incluye a boca, faringe y esófago cervical (Fig. 3) III. Valoración funcional: maniobra del trompetista o Valsalva modificada (inflar las mejillas con la boca cerrada) (Fig. 4). También se le indica al paciente que diga la letra E, para comprobar el estado de la faringe en fonación. FIG. 1 FIG. 2 EXPLORACIÓN RADIOLÓGICA DEL APARATO DIGESTIVO Estudio de EGD y duodeno • Se pueden utilizar dos métodos: I. Preparado en sifones pasteleros de la si- guiente manera: 5 vasos de Barilux A.D. 327,25 gr. en polvo. A cada vaso le añadi- mos 90-100 ml de agua. Se agitan bien y se vierte en el sifón. Añadimos como agente antiespuma 5 tapones de Dimeti- cona. Se cierra el sifón y se agita bien. Al final se carga con un cartucho de CO2 y se conserva en la nevera (Fig. 5) II. La otra forma de preparación es: añadir 90 ml de agua, agitar bien, dejar reposar 5 minutos y volver a agitar. Añadimos al final sobres de gas (los suministra el la- boratorio) en el vaso o si queremos ma- yor distensión gástrica se lo damos por la boca, advirtiéndole que procure no eructar. Por este método debe tenerse al paciente en decúbito supino para que se rompa la burbuja unos 2 a 3 minutos sin escopia y así no tener falsas imágenes de pólipos. ¿Por qué utilizamos más el sifón? Se forman menos burbujas, son más finas y nos permiten ver pólipos hiperplásicos milimétricos. En diges- tivo es fundamental demostrar la persistencia de una lesión tras varios cambios de posición y/o que se vea en proyecciones equivalentes en prono y supino. Permite un buen estudio del área gástrica. ¿Porqué no utilizamos otro bario? Los otros barios disponibles en el mercado precipitan en el fondo del sifón y se atasca. Si se prepara en el vaso y se deja 10 minutos, queda así mismo una capa densa en el fondo. FIG. 3 FIG. 4 FIG. 5 11 ¿Se imaginan lo qué ocurre en las estenosis crónicas del intestino delgado? Hay que hablar con los pacientes lo que les cuesta eliminarlo, y si la estenosis es muy importante, hablar con el cirujano ya que aparte de la patología de asa hay retenido por encima un bezoar con restos de bario en su interior. Por ello después de un estudio baritado gastrointestinal y/o colon debe de aconsejarse a los pacientes que durante 5 a 7 días tomen abundante agua para que el bario se diluya y se elimine mejor. • Sistemática del estudio I. Bipedestación AP (Fig. 6): tras tomar unos 60 ml de contraste (un sorbo) se observa todo el esófago a escopia y se examina unión gastroesofágica. II. Tras tomar un par de sorbos (120 ml aproximadamente o medio vaso) de contraste con agente efervescentes podemos realizar estudio de esófago a doble contraste en bipedestación en pro- yección oblicua posterior izquierda (Fig. 7). III. Posteriormente se tumba la mesa rápidamente con el paciente en decúbito lateral izquierdo (Fig. 8), para evitar paso de contraste a asas de intestino delgado. IV. Se coloca al paciente en decúbito prono (Fig. 9) y supino (Fig. 10), para observar pliegues y curvaturas. Si las rotaciones del paciente las hacemos sobre el lado izquierdo, impedimos paso de contraste hacia duodeno. Es imprescindible realizar esta parte de la exploración con poca cantidad de bario para evitar oscurecer posibles lesiones. FIG. 6 FIG. 8 FIG. 9 FIG. 7 EXPLORACIÓN RADIOLÓGICA DEL APARATO DIGESTIVO V. Decúbito supino, oblicua posterior izquierda (Fig. 11): paso de papilla a fundus y aire a antro y bulbo duodenal, lo que nos permite obtener imágenes a doble contraste de estas últimas zonas. También se pueden explorar ambas curvaturas. VI. Decúbito prono, oblicua anterior derecha: una vez que el paciente haya bebido el resto del contraste y hayamos realizado exploración seriada del esófago (Fig. 12), buscamos presencia de hernia de hiato y se explora, antro, el píloro y bulbo duodenal a plena repleción en fase de contraste simple (Fig. 13). VII. Podemos intentar poner de manifiesto la presencia de reflujo gastroesofágico (RGE) situando al paciente en decúbito supino oblicuo posterior izquierda (Fig. 14) (lo que produciría el desplaza- miento del contraste al fundus) e indicándole que vaya girando a la derecha (Fig. 15). Podemos además pedir al paciente que realice maniobras de Valsalva, trague saliva, darle a beber un vaso de agua o comprimir. La otra proyección frecuente para el RGE es bipedestación frontal viendo la apertura cardial. VIII. Se debe acabar la exploración con el paciente en bipedestación, realizando proyecciones ante- roposteriores y oblicuas (Fig. 16). Es imprescindible el uso del compresor para valorar posibles lesiones en antro gástrico o submucosas. Debe de hacerse sobre columna y gradual, explicándole al paciente que no se mueva. La compresión sobre la porción vertical no es útil por la interposición de las costillas, por lo que recomendamos ante la sospecha de patología a este nivel, el estudio en decúbito prono y/o oblicuos colocando debajo del paciente un rodillo y/o un balón de rugby infantil. El material tiene que ser de caucho y no tener suturas opacas. Se dice al paciente que se desplace sobre el rodillo y/ o balón despacio, hacia arriba y hacia abajo. FIG. 10 FIG. 11 FIG. 12 FIG. 14 FIG. 13 FIG. 15 13 Estudio del tránsito intestinal Normalmente utilizamos el Barilux H.D. en polvo al que añadimos un total de 200ml de agua. En el primer vaso no lleno del todo y se agita fuer- temente dejándolo reposar unos 5 minutos. Posteriormente lo agitamos de nuevo. Repartimos en otro vaso el contraste hasta completar los 200 ml de agua. Añadimos 5 a 10 ml de Dimeticona y dos sobres de polvos efervescentes. En caso necesario si el vaciamiento es lento añadimos 20 a 40 ml de Primperan oral (Fig. 17). Al paciente (citado siempre a primera hora) no lo levantamos de la mesa a no ser que sea inevitable, en tal caso lo pasamos a una sala y siempre tumbado en decúbito prono derecho en una camilla. • Sistemática del estudio: I. Nosotros en los tránsitos intestinales siempre realizamos estudio EGD (ver apartado anterior) previamente. II. Una vez realizado el estudio EGD, situamos al paciente en decúbito prono derecho para que el vaciamiento gástrico sea continuo. Estudiamos las asas yeyunales en decúbito supino (Fig. 18), prono (Fig. 19) y bipedestación con y sin compresión. En decúbito prono utilizamos un rodillo / balón de caucho colocado a la altura del ombligo. Le decimos al paciente que se desplace sua- vemente hacia arriba y hacia abajo y si vemos algo anormal lo documentamos y a continuación localizamos el asa en supino y hacemos estudio con y sin compresión. III. En las primeras asas yeyunales estudiamos al paciente semiincorporado o incorporado del todo debido a que la parrilla costal impide las maniobras de compresión gradual. Para que sea más eficaz debe de situarse el asa sospechosa sobre la columna en los siguientes tramos del yeyuno y del íleon. Los seguimos estudiando cada 10 a 15 minutos dependiendo de cómo veamos la progresión del contraste (Fig. 20). Posteriormente damos un segundo vaso preparado igual. IV. En los pases sucesivos siempre debe de repasarse tramos ya vistos para que los fracasos diag- nósticos sean lo menos posibles. Una vez estudiados el íleon terminal (Fig. 21) y el ciego po- demos dar el estudio por concluido salvo que queramos ver el resto del colon para descartar groseramente patología a dicho nivel. La duración media es aproximadamente de entre 60 a 100 minutos, excepto aquellos pacientes con cuadros suboclusivos. En los cuadros de intestino irritable o en los intolerantes a la lactosa la duración es de 7 a 30 minutos. FIG. 17 FIG. 16 EXPLORACIÓN RADIOLÓGICA DEL APARATO DIGESTIVO Para el estudio del colon: Para el contraste se preparan 400 ml de Barilux, 830 mg/ml en suspensión más 300 ml de agua, en calen- tador a 37-38¥°C (Fig. 22). El enema se suspende a unos 60-90 cm sobre el nivel de la mesa de exploración. El estudio baritado del colon se puede realizar me- diante técnica de enema opaco simple, o enema opaco de doble contraste, en el que a parte de introducir bario insuflamos aire con el que conseguiremos impregnar la mucosa con el material radioopaco y distender la luz del colon con el aire. Esta última técnica ofrece, una mayor información acerca de la mucosa del colon, por lo que debería ser la exploración preferible. FIG. 21FIG. 20 FIG. 22 FIG. 18 FIG. 19 15 • Sistemática del estudio: I. El estudio comienza con el paciente en decúbito lateral izquierdo, con las piernas flexionadas para facilitar la colocación de la sonda rectal. Tras comprobar la correcta colocación del globo de la sonda (Fig. 23), se practica una rápida valoración del abdomen sin contraste. II. Seguidamente, se observa a escopia la entrada del bario en el recto (Fig. 24). III. Seguimos la progresión del bario hasta que éste alcanza el ángulo esplénico (Fig. 25) e interrum- pimos su administración. Estudiamos recto, sigma y colon descendente en proyección oblicua posterior izquierda, realizando compresión para desligar el sigma y colon descendente. IV. El siguiente paso es obtener un estudio en doble contraste, para lo cual deberemos introducir aire tras colocar al paciente en decúbito lateral derecho, lo que facilita la entrada del mismo. V. Con la progresión del bario y el aire, vamos adquiriendo imágenes del ángulo esplénico (Fig. 26), desligado con el paciente en decúbito lateral derecho y proyecciones oblicuas. VI. Posteriormente estudiamos el colon transverso (fundamentalmente en anteroposterior, AP) (Fig. 27) VII. Para desligar el ángulo hepáticodel colon se irá girando al paciente hacia su izquierda (proyec- ción oblicua posterior izquierda) y en decúbito lateral izquierdo (Fig. 28) VIII. Para los últimos tramos de colon, el ascendente y ciego, será necesario hacer progresar más bario. Para ello podríamos ayudarnos colocando al paciente en decúbito lateral derecho y decúbito supino (recordemos que el colon transverso tiene una situación anterior con respecto al colon ascendente), así como alternando compresiones y descompresiones, junto con una posición antitrendelemburg en la mesa, pueden ser útiles para facilitar el avance del bario por el colon descendente hacia el ciego (Fig. 29). IX. El ciego, debido a la gran movilidad que presenta en algunos pacientes, puede encontrarse en el interior de la pelvis. Las maniobras de compresión pueden resultar útiles para desligar el ciego de otras asas superpuestas, permitiendo así una valoración más adecuada del mismo. El estudio quedará completo al evidenciar el ileon terminal o conseguir replecionar el apéndice. En pacientes apendicectomizados se puede apreciar la impronta del muñón invertido en la apendicectomía. X. En caso de precisar un estudio más profundo del ileon terminal, la válvula ileocecal se puede forzar bien introduciendo aire o bien administrando buscapina intravenosa. Si no se consigue tras estas maniobras, podemos volver a explorar al paciente después de la evacuación del bario para valorar si algo de contraste avanzó hasta el intestino delgado, en otro caso adquirir una imagen post-evacuación no aporta mayor información al estudio ya obtenido. FIG. 23 FIG. 24 EXPLORACIÓN RADIOLÓGICA DEL APARATO DIGESTIVO Fig. 25 Fig. 27 Fig. 29 Fig. 26 Fig. 28 17 CONTRASTES NO BARITADOS: Si hay sospecha de aspiración y de fístulas esofagobronquiales: • Si no es alérgico al yodo se da un contraste no iónico (de los utilizados vía intravenosa habitualmente en TC) (Fig. 30). Se puede diluir al 30-40 % si no es obeso. • Si es alérgico al yodo dar un contraste de los utilizados en RM (Fig. 31). • El gastrografín está contraindicado ya que puede producir edema agudo de pulmón. Es hiperosmolar y puede producir deshidratación. Es causa de reclamación judicial y en Francia hubo al menos un caso de condena al radiólogo tras realización de un TAC con un carcinoma de esófago. FIG. 30 FIG. 31 FIG. 32 Estudios de estómago operado: • Si no hay sospecha de aspiración se pude dar Gastrolux (Fig. 32) que se puede diluir al 30-40%. En colon si hay sospecha de perforación está contraindicado el bario. Se prepara el enema con 2 - 3 vasos de Gastrolux y la misma cantidad de agua caliente. Si no llega hasta el ciego se prepara más. • En el enfermo ambulante asintomático que se realiza el enema con bario normal y nos encontramos con una perforación que no sea a vejiga o vagina se debe ingresar al paciente y que el cirujano se haga cargo del mismo. La complicación si el paciente no es intervenido son las fibrosis posteriores producidas por el bario extravasado. Estudios de fístulas (Fig. 33): • Según el tamaño del orificio, introducir el capuchón de plástico de un abocath correspondiente al diámetro del orificio que se pueda y a continuación inyectar un contraste no iónico. • Si el orificio es mayor una sonda de Foley adaptada al mismo. A continuación inyectar el contraste y ver la trayectoria cutánea, comunicación con intestino delgado, colon, etc. (Fig. 34) EXPLORACIÓN RADIOLÓGICA DEL APARATO DIGESTIVO Colangiografía: • Se puede realizar intra/post operatoria, a través de una fístula biliar o bien por un tubo de Kehr. La introducción de la sustancia de contraste se realiza bajo supervisión fluoroscópica directa, de este modo se puede evitar la hiperrepleción del colédoco y de las vías biliares o que el contraste penetre y progrese por el interior del conducto pancreático. • Sistemática del estudio: I. Realizar una RX PA simple de localización. Con la radiografía podemos descartar cálculos radio opacos, aerobilia… II. Se carga una jeringa de 10-20 ml de suero salino, se pinza el tubo lo más próximo a la piel y se inyecta el suero para lavar la vía. A continuación se aspira y si sale sin burbujas el contenido biliar se procede a retirar la aguja. III. A continuación en otra jeringa se preparan 10 ml de suero salino y 10 ml de contraste no iónico. La dilución del contraste debe ser al 50%, pero ¿por qué? Porque si introducimos en la vía biliar in- traoperatoria / post colecistectomía un contraste puro los cálculos de colesterina (radiolúcidos) no se podrán visualizar dada la alta densidad del contraste. IV. Se introduce aproximadamente entre 2 a 4 ml del contraste diluido en decúbito supino posterior derecha y en Trendelenburg para tratar de llenar la vía intrahepática. Posteriormente se adminis- trará el resto del contraste que sea necesario hasta lograr visualizar su paso al duodeno (Fig. 35). Es muy importante que en el momento en que presente resistencia a la instilación se detenga la prueba. V. Pacientes con colecistostomía: no es necesario lavar con suero previamente. Se utilizará el con- traste no iónico al 50% con suero salino. Una vez más, se inyectará cantidad suficiente para lograr visualizar la vía biliar intrahepática, el conducto cístico y el resto de la vía biliar extra hepática hasta que alcance a pasar al duodeno. A continuación empezará el proceso de dilucidar el tipo de patología que nos podamos encontrar. FIG. 33 FIG. 34 FIG. 35 19 FARINGE El estudio radiológico de la faringe mediante bario es muy complejo debido al rápido paso del contraste a su través. Aunque sigue siendo primera línea en sospecha de patología faríngea, permite una mejor visualización de estructuras a las que la endoscopía tiene difícil acceso. Anatomía La faringe es una estructura tubular con paredes musculares y recubierta por epitelio escamoso que se puede dividir en tres segmentos: • Rinofaringe: trayecto puramente ventilatorio. Desde las coanas hasta el borde del paladar blando y úvula. • Orofaringe: desde paladar blando hasta el borde superior de la epiglotis. • Hipofaringe: desde el borde superior de la epiglotis hasta esófago. Es posterior y lateral a los cartí- lagos laríngeos. La luz es virtual en reposo y se distiende en la deglución. En el estudio baritado, el límite de la orofaringe e hipofaringe es la base del borde libre de la epiglotis o el hueso hioides, dado que el borde superior de la epiglotis no es visible. En una proyección posteroanterior: • Valéculas: estructuras paralelas a los lados del repliegues glosoepiglóticos mediales. • Senos piriformes: ambos lados de la hipofaringe. Pared lateral —pared de la faringe; límite anterior— cartílago cricoides. En una proyección lateral: • Repliegues ariepiglóticos: craneal a los senos piriformes (impronta de los cartílagos de similar nom- bre). (Fig. 1) FIG. 1: Anatomía normal de la faringe en dos visiones. FARINGE La aspiración puede teñir las superfi cies del vestíbulo laríngeo, e incluso la mucosa del ventrículo laríngeo. En el estudio baritado de orofaringe: • Lengua: marcada protuberancia de morfología convexa desde boca hasta las valéculas • Valéculas: sacos donde se remansa el contraste. • Epiglotis: estructura de morfología curva inmediantamente caudal a las valéculas. Funcionalmente, durante la fonación se produce una anteriorización de la lengua con aumento de las valéculas, lo que causa una apertura de la orofaringe. En la hipofaringe, hay que valorar la morfología de los repliegues ariepiglóticos y senos piriformes, teniendo especial cuidado de valorar la pared anterior en una proyección lateral. Fisiología El bolo alimenticio embebido en saliva se deglute a través de un complejo proceso donde nervios y músculos (y sus correspondientes inserciones en huesos) se asocian para impulsar el material hacia el esófago. El mecanismo de deglución se basa en tres fases principales: oral, faríngea y esofágica. • Únicamente la fase orales voluntaria, pudien- do distinguirse dos periodos en la misma, uno de preparación del bolo y otro de transporte. (Fig. 3, 4 y 5) La fase faríngea tiene como objetivo principal trans- portar el bolo hacia el esófago cerrando la vía aérea para evitar aspiraciones. (Fig. 6 y 7) FIG. 2: Anatomía normal de la faringe en estudio baritado normal y tras maniobra del trompetista. FIG. 3: Esquema de función de la deglución. Estado basal. 21 Técnica de exploración Las lesiones de la faringe son mejor visualizadas mediante técnica de doble contraste. Preparación: • Ayunas de al menos 4 horas y de 12 horas sin fumar. Con ello conseguimos una mucosa faríngea más proclive al teñido. • Mantener dentadura postiza u otros dispositivos, para que el estudio sea lo más superponible a las degluciones realizadas a diario por el paciente. Fases: • Con el paciente de pie, se observa mediante radioscopia el primer trago de bario a fin de descartar aspiraciones y fugas, primera valoración morfológica, descartar obstrucción o retardo de la elimina- ción. En caso de aspiración: valorar si el paciente tose o si por el contrario el reflejo tusígeno está alterado. (Fig. 8 y Vid. 1) Fig. 4 y 5: En el periodo de preparación la presión ejercida sobre el bolo hace que este se compacte para después, en el periodo de transporte, elevar la lengua y oponerla al paladar desplazando el bolo a la orofaringe a la vez que el paladar blando se eleva y se contrae el músculo constrictor faríngeo superior para cerrar la nasofaringe. Fig. 6: El transporte del bolo se hace gracias al efecto combinado de la propulsión de la lengua, compresión de los músculos constrictores, efecto de la gravedad y la propia presión del bolo. Antes de llegar a la laringe, ésta se eleva para cerrarse. Durante este proceso la epiglotis se angula y termina invirtiéndose. ocluyendo el aditus laríngeo y desplazando lateralmente el bolo. Fig. 7: A la llegada del bolo al esfínter esofágico superior, la elevación de la laringe tracciona el esófago y produce su apertura, sumado a la contracción de los músculos constrictores y la propia presión del bolo. FARINGE • Tras descartar dicha patología: magnificación de la zona de interés. Así, valoramos el funcionamiento continuo de musculatura lingual y paladar blando y la distensión faringoesofágica. Para una correcta valoración se realizan adquisiciones en anteroposterior y en lateral. • Valoración funcional: maniobra del trompetista o Valsalva modificada (inflar las mejillas con la boca cerrada). También se le indica al paciente que diga la letra “E”, para comprobar el estado de la faringe en fonación. (Fig. 9 y Vid. 2) Fig. 8: Aspiración de contraste. Se observa entrada de contraste a la vía respiratoria que tapiza la pared de tráquea y del bronquio principal derecho. Fig. 9 y Vid 2: Radiografía de faringe y secuencia de adquisición de imágenes con serie rápida (2 adquisiciones por segundo). Se observa un retraso de la eliminación del contraste en la hipofarínge. Esto traduce una hipotonía de la farínge, es decir, una debilidad de la musculatura constrictora faríngea. Vid. 1: Secuencia de adquisición de imágenes con serie rápida (2 adquisiciones por segundo). Se observa paso de contraste a la tráquea. Para pacientes con dificultades para tragar o pretratamiento de patología oncológica, se puede usar bario en solución u otros contrastes. 23 Variantes de la normalidad: • Retenciones de moco u otros materiales: puede causar un deficiente revestimiento de la mucosa y llevarnos a conclusiones erróneas. • Debilidad muscular de hipofaringe o incapacidad de realizar la maniobra del trompetista pueden hacernos pensar en masas que ocluyen estas cavidades. • Debilidad de la membrana tirohioidea (ancianos, trompetistas, sopladores de vidrio…): pueden late- ralizarse y dar una falsa masa en el tercio superior de seno piriforme que aumenta con la maniobra del trompetista. Clínica: disfagia y aspiración. (Fig. 10, 11 y 12) Fig. 10: se observa una distensión de la pared lateral izquierda de la faringe sin formación de un cuello diverticular. Estos hallazgos traducen una debilidad muscular de la pared con formación de un pseudodivertículo lateral. Fig. 11 y 12: se observa una distensión de las paredes laterales de la faringe sin formación de un cuello diverticular. Estos hallazgos traducen una debilidad muscular de la pared con formación de un pseudodivertículo lateral. • Tejido linfoide de valéculas y base de la lengua: esi está hipertrofiado puede ser causa de teñido no- dular de la mucosa asimétrico. FARINGE Patología Benigna Existe un gran espectro de la patología benigna que puede presentarse en la faringe. En los niños es característica la patología congénita (anomalías de los arcos branquiales, defectos de la división faringo- laringea…) mientras los adultos suelen padecer por divertículos (Zenker, Killian-Jamieson), siendo más independientes de la edad otras causas (cuerpo extraño, infecciones, inflamaciones, quistes laríngeos...). • Las alteraciones de los arcos branquiales: 2ª patología congénita más frecuente de hipofaringe (la 1ª alteraciones del conducto tirogloso). I. Causa: cierre incompleto de las hendiduras branquiales (quistes, senos o fístulas). En las fístulas se detecta la conexión con faringe de los mismos (en el seno si existiese). II. Clínica: masa cervical alta (disfagia y/o compromiso respiratorio). III. Epidemiología: la más frecuente es la afectación del segundo arco con agujero fistuloso en la fosa tonsilar. El tercero estaría en el seno piriforme. (Fig. 13 y 14) Fig. 13: corte axial de TC de cuello con contraste. Lesión quística de pared fina, bien definida, entre el ángulo mandibular y músculo esternocleidomastoideo izquierdos, compatible con quiste de segundo arco branquial. No disponemos de las imágenes del estudio baritado. Fig. 14: corte axial de TC de cuello con contraste. Lesión quística de pared fina, bien definida, posterior al músculo esternocleidomastoideo derecho, compatible con quiste de tercer arco branquial. No disponemos de las imágenes del estudio baritado. • Ingesta de cuerpos extraños: I. Epidemiología: a cualquier edad. La mayoría se encuentran en la apertura torácica. II. Clínica: dolor, hipersalivación, tos, dificultad respiratoria, nauseas y vómitos. III. Estudio: depende del cuerpo extraño, siendo extraidos de forma endoscópica la mayoría. • Perforación faríngea (rara) I. Epidemiología: frecuentemente iatrogénica. Después, puede ser por cuerpos extraños, trauma- tismos, emesis… II. Estudio: una solución de continuidad de la pared con fuga de contraste del tubo digestivo. 25 • Inflamaciones e infecciones: I. Estudio: engrosamiento de bordes finos y aumento de las estructuras por infiltración submucosa de células inflamatorias. Imprescindible: haber una correcta orientación clínica y una especial atención a las estructuras. ■ En casos avanzados se forman abscesos retrofaríngeos, que improntan sobre la luz en disten- sión. (Fig. 15 y 16) Fig. 15: radiografía lateral de cavum de un niño de 8 años con disfagia. Se observa una ocupación del espacio retrofaringeo. Fig. 16: corte axial de TC de cuello con contraste del niño del caso anterior. Se identifica un absceso retrofaringeo que produce una asimetría de la vía aérea con un desplazamiento anterior de la misma. Fig. 17 A y B; y VID 3: Se observa una lesión esférica en valécula derecha, con un borde liso nítido. Estos hallazgos son sugestivos de quiste valecular. • Quistes laríngeos: I. Epidemiología: congénitos o adquiridos, generalmente benignos. Suelen diagnosticarse en pa- cientes mayores (60 años). II. Clínica: disfonía, dificultad respiratoria y sensación de cuerpo extraño. III. Tipos: ductales o saculares. ■ Ductales: por obstrucción del conducto de glándulas submucosa ■ Saculares: retención de sustancias en una estructura sacular (ej: laringocele). IV. Estudio baritado: son estructuras redondeadaslisas que pueden o no improntar las superficies faríngeas. (Fig. 17 A y B, y Vid. 3) (Fig. 18 A y B) FARINGE • Divertículo de Zenker: en la vertiente faríngea de la unión faringoesofágica. I. Epidemiología: el más frecuente del tracto gastrointestinal superior. II. Causa: herniación mucosa entre las fibras musculares oblicuas y transversas del músculo crico- faríngeo. Es más frecuente entre pacientes mayores. III. Hay una gradación desde el divertículo tipo I al IV, según corresponda a una herniación leve sin cuello diverticular, hasta el grado IV que corresponde a un divertículo de gran tamaño. IV. Clínica: disfagia, regurgitación de comida sin digerir, tos crónica, pérdida de peso y halitosis. Los de bajo grado tienden a ser asintomáticos. V. Estudio: se localiza en línea media, dependiente de la pared posterior con extensión posterocaudal. (Fig. 19 y Vid. 4) (Fig. 20 y Vid. 5) (Fig. 21 A y B) Fig. 18 A y B: paciente diferente al anterior en el que se observa una lesión esférica en valécula derecha, con un borde liso nítido. Estos hallazgos son sugestivos de quiste valecular. (foto de laringoscopia directa cortesía del Dr. Castro). Fig. 19 y Vid 4: Radiografía de faringe y secuencia de adquisición de imágenes con serie rápida (2 adquisiciones por segundo). Se observa una protrusión mucosa en la cara posterior de la hipofaringe craneal al esfínter esofágico superior, sin identificar un cuello diverticular. Estos hallazgos son sugestivos de divertículo de Zenker grado I. 27 • Divertículos de Killian-Jamieson: en la vertiente esofágica de la unión faringoesofágica (raros) • Causa: hernia a través del defecto en la confluencia muscular anterolateral, caudal a las fibras del músculo cricofaríngeo (en el triángulo de Killian-Jamieson). • Clínica: Suelen ser asintomáticos. Pueden simular al divertículo de Zenker. (Fig. 22 y Vid. 6) FIG. 20 y VID 5: Radiografía de faringe y secuencia de adquisición de imágenes con serie rápida (2 adquisiciones por segundo). Paciente diferente al anterior con divertículo de Zenker grado I. FIG. 21 A y B: Radiografías AP y lateral de faringe. Se observa una herniación mucosa con formación de un saco diverticular de gran tamaño y cuello, en la cara posterior de la hipofaringe craneal el músculo cricofaríngeo. Estos hallazgos son sugestivos de divertículo de Zenker grado IV. FARINGE Maligna. La mayoría de los tumores son histológicamente de células de epitelio escamoso. Otros tumores pueden ser linfomas, glándulas salivares, melanoma, metástasis... a) Epidemiología: Clásicamente se asocian al tabaco y alcohol, habiendo aumentado la incidencia en personas más jóvenes por el virus del papiloma humano (VPH). b) Estudio baritado: depende de la morfología y localización. Suelen ocasionar tinciones irregulares de la mucosa, con alteración de la estructura normal y pueden tener imágenes de úlceras. Aunque suelen ser muy accesibles para la visualización clínica directa, en regiones de difícil acceso en pacientes con disfagia puede pasar inadvertido. Según la localización: • En la orofaringe: se suelen localizar en fosa tonsilar o sus pilares como masas ulceradas. I. Clínica: desde asintomático hasta pacientes con tos, odinofagia o disfagia en estadios tardíos. II. Estudio baritado: identificar las lesiones excrecentes, siendo menos sensible para las de creci- miento endofítico. • Valéculas: terrible pronóstico debido a su avanzado estado cuando dan síntomas. I. Estudio baritado: lesiones extensas de superficie irregular y ulcerada. • Pared faríngea (raros) I. Clínica: disfagia u odinofagia. II. Estudio baritado: compresiones extrínsecas de la luz, siendo raro que se ulceren. • Hipofaringe: I. Clínica asintomáticos o producen trastornos de la deglución si tienen un gran tamaño. II. Estudio baritado: ocluyen el seno piriforme en el que se asientan. Más raro es que asienten en región postcricoidea, donde se ulceran, causan disfagia y pueden asociarse al síndrome de Plum- mer Vinson (/ Patterson-Kelly). FIG. 22 y VID. 6: Radiografía de faringe y secuencia de adquisición de imágenes con serie rápida (2 adquisiciones por segundo). Se observa un divertículo lateral derecha de la vertiente esofágica de la unión faringoesofágica, con remanso de contraste. Estos hallazgos son sugestivos de divertículo de Killian-Jamieson. 29 Es frecuente que los tumores descritos se asocien a otros tumores metacrónicos o sincrónicos de la vía respiratoria o gastrointestinal, los cuales llevan peor pronóstico por si mismos que los existentes aislados. Bibliografía • A. R. Margulis y H. J. Burhenne. Radiología del aparato digestivo. Barcelona: Salvat, 1977. • D. W. Witten. Fundamentos para el diagnóstico Roentgenológico. Salvat • Bronwyn Jones y John M. Brayer. Essentials of Gastrointestinal Radiology. Phyladelphia: Saunders Company, 1982. • Ting Y. Tao et al. Easier to swallow: pictorial review of structural find-ings of the pharynx at barium pharyngography. Washington University, 2011. 31 EL ESÓFAGO Anatomía del esófago El esófago es un tubo muscular de una longitud que oscila aproximadamente entre los 20 y 25 cm de lon- gitud. Conecta anatómicamente la faringe con el estómago. En esofagoscopia se establece su comienzo a 15 cm de los incisivos y el esfínter del cardias a 40 cm. Intratorácico en casi toda su totalidad, menos en sus últimos 2-4 cm que se encuentran por debajo del diafragma. Histológicamente se compone de cinco capas: (Fig. 1) • dos capas musculares (una externa longitudinal y otra interna circular) • una submucosa • la muscularis mucosae • epitelio escamoso estratificado. Histológicamente: • Tapizado por un epitelio pavimentoso estratificado • En unión con cardias brusca transición a epitelio cilíndrico simple (gástrico) • La muscularis mucosae son fibras musculares lisas de distribución longitudinal, que aumentan de grosor al acercarse al estómago • La submucosa es un tejido conjuntivo denso, con abundantes fibras colágenas y elásticas, en su seno con las glándulas esofágicas • Músculo ■ 1/3 superior es estriado ■ 1/3 medio haces de musculatura lisa y estriada ■ 1/3 inferior liso • No existe capa serosa: facilita difusión de las infecciones y/o patología primaria tumoral y di- ficulta la cirugía Compresiones esofágicas extrínsecas en esófago cer- vical: • Músculo cricofaríngeo • Plexo venoso faríngeo • Membrana esofágica • Osteofitosis cervical anterior • Herniación anterior de disco vertebral cervical • Bocio (Fig. 2) • Ganglios linfáticos FIG. 1: corte histológico con tinción hematoxilina/eosina en el que se visualizan las cinco capas de la pared esofágica. FIG. 2: compresión extrínseca del esófago cervical izquierdo con desplazamiento contralateral, producido por un crecimiento excesivo del lóbulo tiroideo izquierdo (bocio, área dibujada en rojo). El paciente había sido operado previamente de una hemitiroidectomía derecha. EL ESÓFAGO Compresiones esofágicas extrínsecas en esófago torácico • Estructuras normales ■ Cayado aórtico ■ Bronquio principal izquierdo • Anomalías vasculares ■ Arco aórtico derecho ■ Arteria subclavia derecha aberrante (Fig. 3) • Cardiomegalia • Lesión pericárdica • Masas mediastínicas o pulmonares Esfínter esofágico superior: • Formado principalmente por músculo crico- faríngeo • Nivel C5-C6 • Se relaja con bolo alimenticio Esfínter esofágico inferior: • Zona esofágica distal de alta presión definida por manometría • Previene el reflujo gastroesofágico • Muchos medicamentos y tipos de comida y bebida afectan al esfínter esofágico inferior y pueden producir reflujo • La dilatación “bulbosa” del esófago distal se denomina vestíbulo (no confundir con hernia de hiato) Técnica de exploración El esofagograma con bario es una exploración dinámica que normalmente incluye: • Proyecciones antero-posterior y oblicuas en bipedestación con bario de alta densidad • Proyecciones oblicuas en decúbito prono con bario debaja densidad Normalmente, se instruye brevemente al paciente acerca de las indicaciones que le vamos a dar a través de la megafonía. En nuestra institución efectuamos la siguiente: • Sorbo de bario de alta densidad y seguimiento fluoroscópico del mismo por el esófago, en bipedes- tación, oblicua posterior izquierda (OPI). • Ingesta de un agente efervescente con otro trago de bario (doble contraste) y nuevo seguimiento fluoroscópico. • Si se sospecha patología de hipofaringe o esófago alto: placas seriadas en AP con el bario diluido. • Serie dinámica de tres placas al tiempo que se le ordena deglutir al paciente, prono oblicua posterior derecha (OAI); puede hacerse con doble contraste. ■ Nota: una opción para el doble contraste es preparar una solución de bario de alta densidad con cápsula de CO2 en un sifón (el efecto de las burbujas en el vaso desaparece pronto). Patología Patología benigna con sustrato inflamatorio FIG. 3: esofagograma con bario (izquierda) en proyección AP en el que se visualiza compresión extrínseca (impronta) en el borde izquierdo del esófago de izquierda a derecha y de abajo arriba. Angiografía por RM (derecha) en la que se visualiza la subclavia derecha aberrante (no existe el tronco braquiocefálico derecho). 33 Enfermedad por reflujo gastroesofágico El reflujo gastroesofágico espontáneo se ha demostrado en hasta 1/3 de pacientes con esofagitis por reflujo. Se pueden realizar varias maniobras para aumentar su detección en la exploración pero normalmente no se consideran fisiológicas. Muchos pacientes asintomáticos tienen reflujo espontáneo durante la exploración. Esofagitis por reflujo Es la enfermedad inflamatoria más frecuente que afecta al esófago. La técnica de doble contraste ha mostrado una sensibilidad cercana al 90% para la detección de esofagitis por reflujo, debido a la capacidad para detectar las alteraciones mucosas. Muchas formas leves están infradiagnosticadas (eritema mucoso en la endoscopia). El signo aislado más frecuente en el doble contraste es una apariencia nodular o microno- dular que se extiende desde la unión gastroesofágica (Fig. 4). Úlceras de aspecto lineal, configuración estrellada o con pliegues engrosados traducen una enfermedad más avan- zada. En algunos pacientes con reflujo crónico, podemos visualizar un pliegue engrosado único desde el caradias extendiéndose cranealmente. Cicatrices y estenosis pépticas Pequeñas cicatrices en el contexto de una esofagitis por reflujo se pueden visualizar como aplanamientos o sacula- ciones de la pared esofágica, a menudo con pliegues que se irradian desde las mismas. El siguiente estadío de estas cicatrices serían las estenosis pépticas circunferenciales, localizadas en el esófago distal (diagnóstico diferencial con los anillos de Schatzki). En enfermedad avanzada, acortamiento del esófago forman- do un patrón “en escalera”. Esófago de Barrett Se define como una metaplasia columnar progresiva en el esófago distal causada por un reflujo gastroesofágico de larga evolución. Aproximadamente en el 10% de todos los pacientes con eso- fagitis por reflujo. Los hallazgos radiológicos: (Fig. 5) • Estenosis péptica en el esófago medio o distal • Con o sin úlceras • Hernia de hiato y/o reflujo gastroesofágico • Patrón mucoso de aspecto reticular, alta especificidad para el esófago de Barrett Fig. 4: esofagograma de doble contraste (proyección OPI) que muestra los signos más típicos de la esofagitis por reflujo: un patrón nodular o micronodular, traduciendo edema e inflamación de la mucosa. Fig. 5: esofagograma de la unión gastroesofágica en el que visualizamos una zona disminuida de calibre en relación con estenosis péptica ({), de distensibilidad disminuida, con patrón mucoso reticular y con una úlcera (flecha roja) mostrada como pequeño efecto de adición. Se adjunta imagen de la endoscopia, en la que se identifica una mucosa eritematosa y friable compatible con esófago de Barrett. EL ESÓFAGO Esofagitis infecciosas Esofagitis por Candida La causa más frecuente es la Candida albicans. Infección oportunista en el contexto de un paciente inmunocomprometido, clásico en pacientes afectados de SIDA. Puede darse también en el seno de enfermedades que afectan a la motilidad esofágica, tales como la esclerodermia o la achalasia. Hallazgos típicos en un esofagograma con doble contraste: • Pequeñas lesiones en forma de placa o planas que se muestran como defectos de repleción lineales o irregulares • Separados por mucosa normal. En pacientes con SIDA, una forma mucho más explo- siva o fulminante de candidiasis se ha descrito, con patrones de innumerables pseudomembranas, coa- lescentes o no, con atrapamiento de bario entre ellas. Esofagitis por Herpes El virus Herpes simplex es otra causa frecuente de esofagitis infecciosa. Tanto en individuos inmunocomprometidos como en inmunocompetentes. Inicialmente desarrolla pequeñas vesículas mucosas que se rompen para formar pequeñas úlceras. Estos hallazgos se traducen en la imagen como pequeñas úlceras superficiales en el seno de una mucosa nor- mal (Fig. 6). La morfología puede ser punteada, estrellada o en forma de anillo. Esofagitis por citomegalovirus (CMV) El CMV es otra de las causas de esofagitis infecciosa que puede ocurrir en primera instancia en pacientes con SIDA. Se manifiesta como úlceras pequeñas múltiples o, de forma más frecuente, como una o más úlceras planas gigantes de varios centímetros (Fig. 7). Esofagitis por VIH La infección por VIH del esófago puede derivar en el desarrollo de úlceras esofágicas gigantes indis- tinguibles de las causadas por CMV. El diagnóstico se establece mediante biopsia en- doscópica. FIG. 6: esofagograma de doble contraste (proyección OPI) que muestra la existencia de múltiples úlceras de pequeño tamaño en el contexto de una esofagitis por herpes. FIG. 7: proyección OPI de doble contraste del esófago distal en el que apreciamos múltiples efectos de adición compatibles con pequeñas úlceras en el contexto de una esofagitis por CMV. 35 Esofagitis medicamentosas La tetraciclina y la doxiciclina son dos de los principios activos que más frecuentemente producen esofa- gitis medicamentosas. Otros agentes causales son el cloruro de potasio, la quinidina, la aspirina u otros antiinflamatorios no esteroideos (AINE). La forma de afectación se da en pacientes que típicamente toman esta medicación con muy poca o nada de agua inmediatamente antes de irse a la cama. La cápsula o pastilla normalmente se queda adherida al esófago medio, a la altura de la impronta del arco aórtico, y el contacto continuo de la medicación produ- ciría esta esofagitis químico-irritativa. Los pacientes afectados pueden presentar odinofagia severa, aunque la mejoría clínica se produce al retirar la medicación. El aspecto radiológico: • Pequeñas úlceras superficiales • Estenosis en el caso de la tetraciclina o la doxiciclina • Úlceras de mayor tamaño y posibles cicatrices si AINEs Esofagitis inducida por radicación (rádica, postactínica) Una dosis de radiación de 5000 cGy o más aplicada en el mediastino puede producir secundariamente graves daños en el esófago. Se produce de dos a cuatro semanas después del comienzo de la radioterapia. Radiológicamente: • Mucosa de apariencia granulosa debido al edema y la inflamación • Ulceración y disminución de la distensibilidad esofágica • El alcance de las lesiones dependerá directamente de los márgenes de irradiación • Algunos pacientes pueden desarrollar disfagia progresiva debido a estenosis que se desarrolla nor- malmente de cuatro a ocho meses después de la finalización de la radioterapia Esofagitis cáusticas La ingesta de lejía u otros agentes cáusticos pueden producir una importante esofagitis que produzca abigarradas estenosis. La primera prueba diagnóstica realizada suele ser la endoscopia. Si se sospecha una perforación esofágica, se puede realizar un eso- fagograma con un contraste hidrosoluble.Las estenosis y cicatrices suelen afectar a un segmento largo de esófago (Fig. 8). Los pacientes con estenosis crónicas por ingesta de lejía tienen un mayor riesgo de desarrollar carcinomas de células escamosas eso- fágicos. FIG. 8: la �echa roja señala en este esofagograma con bario una cicatriz producida por agente cáustico en juventud, compatible con estenosis de segmento largo. No mostró distensibilidad a lo largo del estudio. EL ESÓFAGO Miscelánea de esofagitis Otras causas infrecuentes de esofagitis incluyen la enfermedad de Crohn, la tuberculosis, la esofagitis eo- sinofílica, la enfermedad de Behçet y trastornos hematológicos raros tales como la epidermiolisis bullosa o el penfigoide. • Patología tumoral esofágica Tumores esofágicos Clasificación de tumores esofágicos benignos (Tabla 1) y malignos (Tabla 2). TABLA 1 TABLA 2 Tumores benignos Constituyen un 20% de todas las neoplasias esofágicas. La mayoría de ellos son un hallazgo incidental en pacientes asintomáticos. Los papilomas de células escamosas son los tumores mucosos benignos más frecuentes, y se muestran en los esofagogramas como pequeños pólipos sésiles con contorno liso o ligeramente lobulado. Por el contrario, los leiomiomas son los tumores submucosos más frecuentes del esófago. Habitualmente, los pacientes están asintomáticos, aunque pueden presentar distintos grados de disfagia dependiendo del tamaño del tumor. Tumores benignos de origen mesodérmico Leiomioma: El más frecuente de todos los tumores benignos del esófago (más del 50%). Origen en el músculo liso de la pared de los vasos o la propia musculatura del esófago. Histológicamente, fibras de músculo liso y fibras colágenas entrecruzadas en una cápsula bien definida. Son tumores de escasa celularidad. Positivos para desmina y negativos para KIT y CD34 (característica ésta que los diferencia de los tumores gastrointestinales estromales o GIST). Tumores de lento crecimiento y se presentan normalmente como una masa (de 2 a 8 cm de diámetro al diagnóstico). Síntoma más frecuente es la disfagia. En raras ocasiones se ulceran y hay hematemesis. Si son múltiples, cabría considerar el diagnóstico de síndrome de Alport (leiomiomatosis múltiple). Indistinguibles de otras neoplasias submucosas de origen mesodérmico benignas (fibromas, neurofibro- mas, hemangiomas…). 37 Pólipo fibroso o fibrovascular Tumores benignos extremadamente raros, que constan de distintas proporciones de tejido adiposo y fibrovascular, recubiertos de epitelio escamoso. En el estudio con la TC pueden mostrar zonas de atenuación grasa. En el año 1992 había aproximadamente 80 casos descritos. Se originan cerca del nivel del músculo cri- cofaríngeo creciendo lentamente durante años (Fig. 11). Se describe una presentación espectacular al ser regurgitados como una masa car- nosa que incluso pueden causar muerte súbita. En ocasiones es posible ver el pedículo en el estudio con bario. Diagnóstico diferencial con la achalasia, el ulcus péptico y problemas psicosomáticos. Tumor de Abrikoso� o de células granulares Neoplasia muy infrecuente de origen neural, localizada normalmente en la región de cabeza y cuello (la mayoría en la lengua). Menos de 200 casos publicados en la literatura. La mayoría de estas neoplasias son benignas. Solamente del 3-6% de los tumores de células granulares se localizan en el tracto gastrointestinal (Fig. 12 y 13). Radiológicamente lesiones submucosas, con estiramiento de los pliegues, sin infiltración o invasión de los mismos (Fig. 9 y 10). Pueden calcificar (una masa esofágica calcificada es casi siempre un leiomioma). FIG. 9: presentación de un leiomioma esofágico (izquierda) como una masa de atenuación partes blandas (cabezas de �echa). Son tumoraciones de localización submucosa, que desplazan los pliegues esofágicos sin clara invasión de los mismos (derecha, �echa roja). FIG. 10: tumoración de partes blandas de bordes bien de�nidos con desplazamiento de los pliegues (izquierda, cabezas de �echa) en otro paciente con corte tomográ�co al mismo nivel (derecha, �echa amarilla). FIG. 11: esofagograma con bario, proyección AP a nivel de hipofaringe-esófago cervical. Por debajo del plano del músculo cricoferíngeo (derecha, cabezas de �echa rojas) evidenciamos un gran defecto de repleción y, resbalando por sus bordes la columna de bario (�echa roja). A la izquierda, proyección lateral que consigue demostrar el tallo del pólipo (�echa amarilla). EL ESÓFAGO GIST esofágico Se definen como KIT positivo (CD 117). Son los tumores mesenquimales más frecuentes del tubo digestivo. El esófago es su lugar de presentación menos frecuente (menos de un 5%) (Fig. 14). Tumores malignos Generalidades sobre el cáncer de esófago El cáncer de esófago comprende aproximadamente un 7% de los tumores gastrointestinales. Existe di- seminación precoz del tumor, ya que el esófago carece de serosa (se produce una rápida diseminación mediastínica por contigüidad). Síntoma más frecuente es la DISFAGIA. Muchos pacientes tienen una enfermedad localmente avanzada al diagnóstico, con un 10% de superviven- cia a los 5 años. Dos tipos histológicos principales: el carcinoma epidermoide (de células escamosas) y el adenocarcinoma. En los últimos años ha habido un aumento en la incidencia de los adenocarcinomas: • En los años 80: ■ 80-90% eran epidermoides ■ 10-15% eran adenocarcinomas FIG. 12: defecto de repleción de pequeño tamaño en el esófago medio a doble contraste (cabezas de �echa) y correlación con la imagen endoscópica (tumor de Abrikosoff). FIG. 13: tumoración submucosa de bordes bien de�nidos (cabezas de �echa) en la unión esofagogástrica-esófago distal compatible con Abrikosoff, con correlación con la imagen endoscópica. FIG. 14: reformateado coronal de TC toraco-abdominal con contraste en el que se visualiza masa fusiforme de atenuación partes blandas en esófago medio-distal de bordes bien de�nidos compatible con tumor gastrointestinal estromal (GIST). 39 • En la actualidad ■ 50-70% son epidermoides ■ 30-50% son adenocarcinomas. La etiología realmente es desconocida. Se postulan lesiones “premalignas” o asociadas: • Hernia de hiato • Esófago de Barrett (Adenocarcinoma) • Achalasia • Síndrome de Plummer-Vinson • Divertículos • Estenosis • Pólipos fibrosos • Tilosis El esofagograma con bario tiene una sensibilidad cercana al 95% en la detección del cáncer de esófago (comparable a la de la endoscopia 95-100% cuando es posible la toma de biopsias). Los carcinomas precoces tienen como características en la imagen: • Lesiones que protruyen en la luz menores de 3,5 cm (Fig. 15) • Lesiones en forma de “placa” con pequeñas ulceraciones en la técnica de doble contraste (Fig. 16) • Pólipos sesiles con bordes irregulares • Irregularidades focales de la pared • Además, los adenocamrcinomas precoces pueden asociarse a una zona de estenosis péptica (Fig. 17) • Carcinomas de extensión superficial FIG. 15: la importancia de un diagnóstico precoz. Pequeño defecto de repleción en el esófago alto cervical en el doble contraste. Carcinoma epidermoide en el estudio anatomopatológico. FIG. 16: defecto de repleción en esófago cervical con técnica de doble contraste en el que se aprecia una lesión ulcerada con halo (cabeza de �echa). Informe de endoscopia: “a 30 cm de arcada dentaria, úlcera de 2 cm de bordes irregulares y sobre elevados y fondo carnoso”. Carcinoma epidermoide. FIG. 17: sobre una zona de estenosis péptica de larga evolución con signos de retención en esófago alto se ha desarrollado un pequeño carcinoma con ulceraciones en su seno (cabezas de �echa). Adenocarcinoma. EL ESÓFAGO Los carcinomas en estadio avanzado se caracterizan en los estudios de bario por: • Lesiones ulcerativas, polipoides o varicosas • Los ulcerativos: gran úlcera rodeada de una zona radiolúcida (tumor) • Los polipoides: masas polipoideas ulceradas (Fig. 18) • Los varicoides: su extensión submucosa produce defectostortuosos, longitudinales e irregulares (Fig. 19) Los estudios de bario no permiten distinguir fiablemente entre ambos tipos histológicos. El carcinoma escamoso tiene predilección por los tercios superior y medio del esófago y el adenocarcinoma por el tercio inferior (esófago de Barrett) y tiende a invadir cardias y fundus (casi el 50% de los tumores de esa zona son adenocarcinomas). Tumor de células escamosas (epidermoide): Más prevalente en pacientes con una historia larga de tabaquismo y/o alcohol. El epidermoide infiltrativo es generalmente único y, rara vez, múltiple (Fig. 20). Histológicamente: cordones de células escamosas con diferentes grados de maduración, fenómenos de queratinización, perlas córneas y las espinas intercelulares. Tumor de tipo glandular (adenocarcinoma): Inicialmente se tendía a confundir estos tumores con carcinomas gástricos de la unión gastro-esofágica. Puede proceder: • de la mucosa de Barrett (suelen invadir el cardias) (ver Fig. 19) • de la mucosa gástrica ectópica • de las glándulas propias de la pared En EEUU representan ya un 50%. Adoptan patrones glandular y papilar, con variables grados de diferenciación. FIG. 18: cerca de la unión esófagogástrica, defecto de repleción polipoide en el doble contraste con correlación con la imagen endoscópica, compatible con adenocarcinoma. FIG. 19: doble contraste de la unión esófago-gástrica distal, con múltiples defectos de repleción de morfología varicoide (�echa roja) compatible con adenocarcinoma en estadio avanzado, con algunas zonas de ulceración. 41 Carcinoma de células pequeñas (“oat-cell” o neuroendocrino): Desde su primera descripción en 1952 por McKeown, el carcinoma primario de células pequeñas, se con- sidera un tumor raro y extremadamente agresivo. Se han usado otras denominaciones: • Carcinoma en células de avena u “oat-cell” • Carcinoma de células argirófilas • Carcinoma neuroendocrino • Carcinoma anaplásico Constituye únicamente el 1-2% de las neoplasias malignas. En los estudios con bario, se visualizan como masas sésiles con extensas áreas planas de ulceración (Fig. 21). En la endoscopia, se muestran como masas hemorrágicas petequiales, friables al toque del endoscopio. En el momento del diagnóstico, muchas veces hay invasión mediastínica y pulmonar, lo que hace más difícil el diagnóstico de primario esofágico. FIG. 20: carcinoma epidermoide del tercio medio esofágico presentándose en el esofagograma a doble contraste como una neoformación estenosante de segmento largo, de bordes irregulares, con pequeñas úlceras (cabeza de �echa). FIG. 21: esofagograma a doble contraste en el que se visualiza masa sésil, irregular y abigarrada con áreas de ulceración. Correlación endoscópica, masas sésiles, friables y hemorrágicas al toque del endoscopio. Trastornos esofágicos de la motilidad Achalasia La achalasia primaria es una enfermedad idiopática que afecta al plexo nervioso mientérico del esófago, mientras que la secundaria se produce por una causa subyacente (la causa más frecuente es un tumor maligno que afecte la unión esófago-gástrica, especialmente al cardias). Incidencia M:H. La achalasia secundaria: • Otros procesos que afecten a la: ■ Diabetes mellitus ■ Enfermedad de Chagas (infección por Trypanosoma cruzi) EL ESÓFAGO La achalasia primaria se caracteriza por una ausencia de peristaltismo primario en el esófago y una rela- jación incompleta del esfínter esofágico inferior. En los estudios baritados se visualiza como un afilamiento progresivo en forma de “pico” adyacente a la unión esófago-gástrica (Fig. 22). En fases avanzadas de la enfermedad, el esófago se puede visualizar extremadamente dilatado y tortuoso distalmente (esógafo “sigmoide”). Otros trastornos esofágicos de la motilidad El espasmo esofágico difuso sintomático se puede visualizar en los estudios baritados en la fluoroscopia como una ausencia de la peristalsis normal esofágica o un debilitamiento de la misma. Se combina con contracciones repetitivas aperistálticas que confieren al esófago una apariencia en “sa- cacorchos. Pacientes ancianos que presentan en muchas ocasiones debilitamiento intermitente de la peristalsis en el esófago distal y muchas contracciones no productivas asintomáticas: el presbiesófago, esófago senil. Las pequeñas contracciones no productivas de la muscularis mucosa confieren al esófago el aspecto de esófago felino (Fig. 23). Son transitorias y se pueden asociar con esofagitis por reflujo. FIG. 22: a�lamiento progresivo en forma de “pico” adyacente a la unión esófago-gástrica compatible con achalasia. FIG. 23: pequeñas contracciones débiles y no productivas (terciarias) que con�eren al esófago un aspecto estriado o felino. Anillos esofágicos inferiores y membranas Hallazgo relativamente frecuente en los esofagogramas. Sólo un pequeño porcentaje de los mismos causa sintomatología. El término “anillo de Schatzki” debe reservarse únicamente para el anillo esofágico inferior que se presenta con disfagia como síntoma prínceps. Se presentan casi siempre en la unión esófago-gástrica (unión escamo-columnar o línea Z) (Fig. 24). La superficie superior del anillo está recubierta de epitelio escamoso, mientras que la superficie inferior se recubre de epitelio columnar. En los estudios baritados se muestran como constricciones anulares de superficie lisa, de 2-3 mm de altura, casi siempre por encima de una pequeña hernia de hiato. 43 Las membranas esofágicas 10% de incidencia en series de autopsias. Congénitas o adquiridas. En hipofaringe y esófago proximal. Síntomas si disminuyen la luz >50%. Disfagia sideropénica (síndrome de Plummer-Vinson): • Anemia ferropénica • Membrana esofágica con disfagia • Mayor incidencia de carcinoma Divertículos ecofágicos Los divertículos son evaginaciones de la pared esofági- ca, en forma de bolsa ciega, que comunican con la luz principal. • Por pulsión (debido a un aumento de la presión in- traesofágica) • Por tracción, debido a fibrosis en el tejido adyacente. Los divertículos por pulsión, que muestran una morfo- logía redondeada y un cuello ancho están formados por mucosa sin capas musculares. Por el contrario, los diver- tículos por tracción contienen todas las capas de la pared esofágica incluyendo la muscular (Fig. 25). Tipos de divertículos por pulsión: • Zenker (Fig. 26) • Killian-Jamieson (Fig. 27) • Epifrénico (Fig. 28) • Esófago medio (Fig. 29) • Receso aortopulmonar FIG. 24: defecto de repleción �no, con forma de anillo, que produce constricción de la luz en el esófago distal (cabezas de �echa) en un paciente con disfagia. Anillo de Schatzki. FIG. 25: esofagograma de bario con doble contraste en el que apreciamos imágenes diverticulares irregulares en el tercio medio esofágico. Divertículos por tracción. FIG. 26: grados I (imagen derecha) a IV (imagen izquierda) de divertículos de Zenker (cabezas de �echa). Son herniaciones de mucosa y submucosa (divertículos falsos) a través de los haces del músculo cricofaríngeo en la hipofaringe. Cuando alcanzan gran tamaño suelen tener nivel hidroaéreo, secreciones y restos alimenticios retenidos. FIG. 27: una proyección AP con doble contraste de la hipofaringe pone de mani�esto un divertículo de Killian- Jameson (cabeza de �echa). Plano lateral derecho por debajo del músculo cricofaríngeo. EL ESÓFAGO Localización más frecuente en la unión faringo-esofágica, denominado divertículo de Zenker y se forma por pulsión. Los de esófago medio son más frecuente que se formen por tracción. Compresiones extrínsecas vasculares Varices esofágicas Las varices esofágicas son vasos colaterales porto sistémicos. Se forman como consecuencia de la hipertensión portal (una complicación progresiva de la cirrosis), con predominio en la submucosa del esófago infe- rior. Se visualizan como defectos de repleción longitudi- nales de morfología serpiginosa (Fig. 30). Se detectan con mayor facilidad en las proyecciones en prono con bario dealta densidad. El diagnóstico diferencial incluye el carcinoma vari- coide y la esofagitis con pliegues engrosados. Subclavia derecha aberrante Variante anatómica arterial torácica más frecuente (ver Fig. 3). Rara vez es sintomática. Produce defecto de repleción dorsal diagonal, “signo de la bayoneta”. En proyección frontal: impronta de izquierda a derecha y hacia arriba. En proyección lateral: la impronta es posterior. Otras variantes anatómicas arteriales que producirían defectos de repleción esofágicos serían el arco aórtico derecho con subclavia aberrante, el doble arco aórtico y la arteria pulmonar izquierda aberrante. FIG. 28: divertículo epifrénico (cabeza de �echa) por pulsión, cerca del diafragma. FIG. 29: pequeño divertículo en el tercio medio esofágico con nivel hidroaéreo (cabeza de �echa). FIG. 30: defectos de repleción longitudinales y serpiginosos cerca de la unión gastroesofágica (cabezas de �echa), compatibles con varices esofágicas. Si son muy pronunciadas, diagnóstico diferencial con carcinomas varicoid. 45 Bibliografía • Gore RM, Levine MS. Textbook of Gastrointestinal Radiology. 2nd ed. W.B. Saunders, 2000;190-257, 316-509. • Harikumar R, Simikumar, Aravindan SK, Thomas V. Abrikosoff’s tumor of the esophagus: case report and review of literatura. Trop Gastroenterol 2006; 27(1):52-3. • Lüthen R, Janzik U, Derichs R, Balló H, Ramp U. Giant fibrovascular polyp of the esophagus. Eur J Gastroenterol Hepatol 2006; 18(9):1005-9. • Levine MS, Rubesin SE. Diseases of the esophagus: diagnosis with esophagography. Radiology 2005; 237:414-427. 47 ESTÓMAGO Anatomía del estómago (Fig. 1) Tiene forma de “J” mayúscula aunque su morfología es muy variable en función de la posición (erecta o supina). Presenta dos orificios, uno proximal (cardias) situado en la unión gastroesofágica y otro distal (píloro) situado en la transición al duodeno. La luz del píloro se denomina canal pilórico. Posee dos curvaturas, una mayor y otra menor. La incisura angular divide en dos partes la curvatura menor. El estómago se puede dividir en 3 partes: • Fundus: Es la porción que queda por encima del cardias. • Cuerpo: Se extiendo por debajo del cardias hasta la incisura angular. • Antro: Situado entre la incisura angular y el píloro. La mucosa gástrica forma numerosos pliegues que adquieren diferente morfología en las diferentes partes del estómago: • En la curvatura menor y en el antro se pueden observar pliegues paralelos. • En la curvatura mayor los pliegues presentan una disposición oblicua o transversa menos frecuente- mente. Esto hace que la curvatura mayor presente un contorno irregular. • Los pliegues del fundus tienen un aspecto variable, siendo menos prominentes que en cuerpo y antro. Con la distensión producida por el agente efervescente administrado durante la exploración se borran los pliegues observando un patrón reticular fino que corresponde con las áreas gástricas. La persitalsis se muestra mejor con el paciente en decúbito prono. Aparece como una banda que rodea las paredes gástricas y se dirige desde el cuerpo hacia la región pilórica a una velocidad regular. En las porciones superiores del estómago las ondas son menos visibles, haciéndose más prominentes cuanto más próximas al píloro se encuentran. En un individuo sano no se aprecian más de 3 ondas peristálticas simultáneas. Las zonas de rigidez parietal producen una interrupción de la onda peristáltica normal, rea- pareciendo distalmente a la zona infiltrada. Técnica de exploración La exploración del estómago ha de ser realizada siempre con doble contraste y bario de alta densidad, salvo en pacientes con escasa movilidad o con sospecha de obstrucción del tracto de salida del estómago en los que se realizará estudio con contraste simple. En caso de cirugía gástrica reciente o sospecha de perforación se recomienda usar contraste yodado ya que no hay riesgo de fibrosis si hubiera fuga del mismo. • Exploración básica del estómago: I. Bipedestación AP: Tras tomar unos 60 ml de contraste (un sorbo) se observa todo el esófago a escopia y se examina unión gastroesofágica. FIG. 1: Esquema de anatomía gástrica. ESTÓMAGO II. Tras tomar un par de sorbos (120 ml aproximadamente) de contraste con agente efervescente se tumba la mesa rápidamente con el paciente en decúbito lateral izquierdo, para evitar paso de contraste a asas de intestino delgado. Posteriormente se coloca al paciente en decúbito prono y supino, para observar pliegues y curvaturas. Se puede dar otra vuelta al paciente si no se ha conseguido un teñido gástrico adecuado. Si las rotaciones del paciente las hacemos sobre el lado izquierdo, impedimos paso de contraste hacia duodeno. Es imprescindible realizar esta parte de la exploración con poca cantidad de bario para evitar oscurecer posibles lesiones. III. Decúbito supino, oblicua posterior izquierda: paso de papilla a fundus y aire a antro y bulbo duodenal, lo que nos permite obtener imágenes a doble contraste de estas últimas zonas. Tam- bién se pueden explorar ambas curvaturas. IV. Decúbito prono, oblicua anterior derecha: una vez que el paciente haya bebido el resto del con- traste y hayamos realizado exploración seriada del esófago, buscamos presencia de hernia de hiato y se explora, antro, el píloro y bulbo duodenal a plena repleción en fase de contraste simple. V. Podemos intentar poner de manifiesto la presencia de reflujo gastroesofágico (RGE) situando al paciente en decúbito supino oblicuo posterior izquierda (lo que produciría el desplazamiento del contraste al fundus) e indicándole que vaya girando a la derecha. Podemos además pedir al paciente que realice maniobras de Valsalva, trague saliva o comprimir. De esta forma si hubiera RGE podríamos observar el paso del contraste del fundus gástrico hacia el esófago. No obstante es importante señalar que la ausencia de demostración de RGE durante la exploración no lo descarta como causa de los síntomas del paciente. VI. Se debe acabar la exploración con el paciente en bipedestación, realizando proyecciones ante- roposteriores y oblicuas. Es imprescindibles el uso del compresor para valorar posibles lesiones en antro gástrico o submucosas. Variaciones y dificultades en la exploración: • Estómago en cascada: se produce al encontrarse el estómago situado justo encima del colon lleno de aire. El fundus queda posterior y el antro anterior, separados por el cuerpo comprimido por el aire del colon, lo que haría que se formaran dos niveles al administrar contraste baritado. Para hacer que el contraste pase hacia cuerpo gástrico se le puede solicitar al paciente que realice flexiones abdominales. • Correcta diferenciación entre antro gástrico y bulbo duodenal: el bulbo duodenal puede ser confun- dido con una zona de antro gástrico separada de sí misma por una onda peristáltica. Para evitar esto: ■ Observar de atrás hacia delante: la 2ª porción duodenal es vertical, estando la 1ª inmediatamente proximal a ella. ■ Buscar el píloro: constituye una separación constante entre antro y bulbo. ■ Identificar los pliegues de Kerkring: se inician en la base del bulbo y presentan una disposición paralela. ■ Espasmo pilórico: para favorecer la distensión del píloro intentaremos relajar al paciente y hacer que piense en comidas que le gusten. También puede resultar útil hacerlo reposar en decúbito lateral derecho (el bario gravita hacia el duodeno). Patología Semiología general • Tipos básicos de lesiones focales: I. Úlcera: se observa como una acumulación focal de contraste. II. Lesión polipoidea: aparece como un defecto de repleción III. Combinación de ambas: suele corresponder con una masa ulcerada. 49 • Localización de la lesión (mucosa o extramucosa) (Fig. 2): Lesión Mucosa Lesión Extramucosa Ángulo Agudo Patrón mucoso Interrumpido Preservado Borde Irregular, mal definido Liso, bien definido. Enfermedad ulcerosa péptica • El 75% están asociadas a H.pylori, sin embargo no todoslos indivi- duos que lo tienen desarrollan la enfermedad. El siguiente factor etiológico en frecuencia es el consumo de AINE. • La tasa de detección de úlceras usando técnica de doble contraste es del 60-80%. Las lesiones pueden pasar desapercibidas porque sean demasiado pequeñas, poco profundas o tan grandes que se pasen por alto. La sobredistensión gaseosa del estómago puede producir borramiento del cráter ulceroso. • Más del 90% se localizan en la curvatura menor o en la cara pos- terior de cuerpo y antro. • Apariencia radiológica: ■ Visión “de frente”: Acúmulo de bario que persiste en diferentes proyecciones. Suelen tener morfología redondeada, o lineal menos frecuentemente (5-20%). ■ Visión de perfil: Imagen de adición que se extiende por fuera del borde gástrico. • Diferenciación de úlceras benignas y malignas (Fig. 3): Benigna (Fig. 4 y 5) Maligna (Fig. 6 y 7) Pliegues mucosos Finos, regulares, llegan hasta el borde del nicho Engrosados, irregulares, no llegan hasta el borde Proyección más allá del limite esperado de la pared gástrica Sí No. Signo del menisco de Carman* Localización de la úlcera en la lesión Central Excéntrica Ribete ulceroso Presente, bien definido, línea de Hampton** Irregular, engrosado, mal definido Multiplicidad Más frecuente Menos frecuente Peristalsis Normal Disminuida * Signo del menisco de Carman: Forma meniscoide de las úlceras malignas de forma que presentan un borde cóncavo hacia la luz gástrica. ** Línea de Hampton: Vista de per�l, es una línea radiotransparente muy �na (1 mm) y bien de�nida que separa la úlcera de la luz gástrica. FIG. 2: Ilustración de características de lesiones submucosas y mucosas. FIG. 3: Ilustración de características de úlceras benignas y malignas. FIG. 4: Úlceras benignas: Se identi�can dos imágenes de adición que sobrepasan el borde esperado de la curvatura menor y que además muestran claramente la línea de Hampton. FIG. 5: Úlcera benigna. Pequeño nicho ulceroso en curvatura menor gástrica que no produce engrosamiento ni interrupción de pliegues gástricos. ESTÓMAGO • Complicaciones fundamentales: ■ Hemorragia. ■ Perforación libre: Se suele producir en úlceras de cara anterior de curvatura menor. Producen neumoperitoneo, que es visible en el 75% de los casos en las radiografías simples de tórax y/o ab- domen. Si se sospecha no se puede utilizar contraste baritado, usar mejor contraste hidrosoluble. ■ Perforación contenida: Puede afectar al páncreas (dando lugar a pancreatitis), formar abscesos en saco menor, en hígado… ■ Obstrucción: por espasmo en el episodio agudo o por fibrosis en la crónica. Enfermedad de Menetrier (Fig. 8) • Caracterizada por la presencia de pliegues gástricos gigantes, sobre todo en la mitad proximal del estómago. • Hipersecreción mucosa con aclorhidria: Produce dilución del bario con un teñido pobre. Además las úlceras pépticas son infrecuentes. • El edema producido por la hipoproteinemia hace que los pliegues de las asas de intestino delgado se encuentren engrosados. Síndrome de Zollinger-Ellison • Síndrome causado por una producción excesiva de gastrina. El 90% se deben a un gastrinoma. El resto se deben a hiperplasia antral de las células G. • El 75% son esporádicos. El 25% están asociados a MEN-1 • Se identifican úlceras (múltiples hasta en el 10%) localizadas principalmente en bulbo duodenal y estómago. • Produce engrosamiento de pliegues gástricos y duodenales. FIG. 6: Ulcera maligna. La lesión no se extiende más allá del borde esperado de la curvatura menor. Se puede observar menisco de Carman rodeando al nicho ulceroso y como los pliegues que se encuentran engrosados no llegan hasta el mismo. FIG. 7: Ulcera maligna. Se puede observar menisco de Carman rodeando al nicho ulceroso y como los pliegues que se encuentran engrosado no llegan hasta el mismo. FIG. 8: Enfermedad de Menetrier. Engrosamiento llamativo y difuso de pliegues gástricos. Además se observa dilución del bario debido a la hipersecreción condicionada por la aclorhidia. 51 Gastritis eosinofílica • Infiltración eosinofílica focal o generalizada del tracto gastrointestinal. • Enfermedad muy rara (aproximadamente 300 casos descritos en la literatura). • Suele producir estenosis antral o pilórica. También puede producir engrosamiento difuso de pliegues o rigidez de paredes gástricas. Enfermedad de Crohn gástrica • La enfermedad de Crohn puede afectar a cualquier parte del tracto gastrointestinal. • En el estómago puede producir úlceras aftosas en caso de inflamación aguda, zonas de estenosis en caso de fibrosis o formación de fístulas. Pólipos gástricos • Mucho menos frecuente que los colónicos. • 3 Tipos: ■ Hiperplásicos o inflamatorios: son los más frecuentes (hasta el 90%). Se asocian a gas- tritis crónica atrófica y en el 5-25% de los pacientes puede existir un carcinoma gás- trico sincrónico. Se suelen mostrar como múltiples defectos de repleción menores de 1 cm, agrupados en fundus y cuerpo gástri- co (Fig. 9). También pueden existir pólipos inflamatorios gigantes, aunque son raros (Fig. 10 y 11). ■ Adenomatosos: son verdaderos tumores (hasta el 50% pueden sufrir transformación maligna). Se presentan como tumores úni- cos de más de 1 cm, pedunculados, con su- perficie lobulada. ■ Hamartomatosos (raros): no tienen po- tencial maligno. Se asocian a síndrome de Peutz-Jeghers, Cronkhite-Canada… FIG. 9: Se identi�can múltiples defectos de repleción de pequeño tamaño fundamentalmente en cuerpo y fundus producidos por pólipos in�amatorios. FIG. 10: Polipo in�amatorio gigante: Gran defecto de repleción en antro. Se observa un defecto de repleción lineal que se dirige posteriormente. La endoscopia mostró que se trataba de un pólipo pedunculado in�amatorio de gran tamaño. FIG. 11: Gran defecto de repleción en antro gástrico en relación con pólipo in�amatorio gigante. ESTÓMAGO Tumores mesenquimales benignos • Incluyen: tumores neurogénicos, lipomas, fibro- mas, hemangiomas, linfangiomas, leiomiomas… • Se muestran como lesiones submucosas. no existen datos que permitan diferenciarlos en el tránsito EGD (Fig. 12). Tumor gastrointestinal estromal (GIST) • Tumor mesenquimal más frecuente del tracto gastrointestinal, siendo el estómago su locali- zación más frecuente (70%). Se caracterizan por la expresión de c-KIT (CD117), que permite dis- tinguirlo del resto de tumores mesenquimales. • El 70-80% son benignos. El 20% son malignos (en general extragástricos). Las metástasis más frecuentes son a hígado y peritoneo. • Se muestran con características de lesiones submucosas, con ulceración de la mucosa hasta en el 50% de los casos (Fig. 13 y 14). Tumores neuroendocrinos • Hasta el 20% sufren transformación maligna, constituyendo aproximadamente el 2% de los cánceres gástricos. • Pueden ser mucosos o submucosos. • Pueden aparecer como múltiples lesiones murales o como una masa única en fundus o cuerpo. FIG. 12: Defecto de repleción en antro gástrico con características de tumor submucoso. FIG. 13: GIST en fundus gástrico: Se observa defecto de repleción bien de�nido en fundus gástrico. Es importante señalar la presencia de pliegues gástricos en esta zona así como sus bordes obstusos que sugieren origen submucoso. FIG. 14: GIST en fundus gástrico: Imagen de TC con contraste que muestra la lesión nodular en fundus gástrico ya observada en EGD (FIG. 13). FIG. 15: Ulcera en antro gástrico que asocia engrosamiento de pliegues que se dirigen hacia el nicho. Esta lesión correspondió con un adenocarcinoma gástrico super�cial. 53 Adenocarcinoma gástrico • Es la 3ª neoplasia gastrointestinal más frecuente por detrás del colorrectal y del pancreático. • Factores de riesgo: Anemia perniciosa, gastritis atrófica, pólipos adenomatosos y cirugía tipo Billroth II. • Similar incidencia en fundus\cardias, cuerpo y antro gástrico. Hasta el 10% se manifiestan como linitis plástica (afectación
Compartir