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CAYON S., ET AL. Manejo de malezas en plátano. Cantro para Ia lnvestigación de las Plagas do Ultramar, 6. Sandoval, L. F. 1979. Goal 2 EC, herbicida post-emer- Londres. Inglaterra. 1975. Control de las plagas en los gente en el cultivo de banano (Musa cavendish, L.). ftn: bananos, Londres. P. 716. Serninarlo Socledad Colombiana de Control de Malezas y Fisiolog(a Vegetal, 1 la. Medelli'n, Colombia, 24-26. Klingman, G,; Ashton, F.; Noorhoff, L. 1975. Weed Enero de 1979. Resmenes, Medell(n, COMALFI. p. 2. Science: principles and practices. New York, Wiley, 431 p. ACEPTACION DE LA DENOMINACION DE VARLEDADES E HIBRIDOS ENTREGADOS POR EL ICA Dorancé Muñoz B,; Gustavo A. Ligarreto M.* RESUMEN Una de las funciones básicas del ICA es transferir Ia tecnolog(a generada de sus investigaciones a diferentes tipos de usuarios. As( mismo le corresponde propender por el usa de materiales mejo. rados para aumentar Ia producción y productividad agropecuaria nacional, por Ia cual es indispen. sable conocer: a) si los agricultores recuerdan Ia denominación dada por el ICA a los materiales mejorados y si Ia utilizan para adquirirlos; b) si realmente el usuario está de acuerdo con Ia de- nominación actual de dichos materiales, 0 Si por el contrario, ésta los Ileva a confundir materiales con nombres similares, y c) cuáles factores se deben tener en cuenta para denominarlos. La pre- sente investigacion se realizô en 1986 con una muestra de 400 encuestados a nivel nacional. La ma- yorla de ellos se dedican a mãs de un cultivo, generalmente arroz, algodón y sorgo en clima cálido, quienes ademâs hacen mayor uso del material genético mejorado; los de clima media y fr(o utilizan principalmente materiales criollos de especies coma ma(z, hortalizas y frutales. En general, el 85% de los informantes aceptan Ia denominación que el ICA les ha dado; el 40% los solicita por su nombre completo, y el 45% restante, por su nombre parcial, o simplemente solicitan material me- jorado. Los encuestados se confunden cuando varios materiales presentan nombres similares, prin- cipalmente porque olvidan los ntimeros o letras que se les adicionan y por falta de información o divu lgación. Palabras Claves Adicionales: Semilla mejorada, divulgación, adopción, cultivos anuales, encuestas. ABSTRACT Acceptance of the Denomination of Varieties and Hybrids Released by ICA. ICA has to transfer the generated technology of its investigations to different customers, as one of its major functions. In the same way, to tend for the use of improved materials to increase the agricultural production and productivity. For this reason we must to know: a) if the denomina- tion of the improved materials is recalled and used for the farmers which could help to obtain these materials; b) if the customers really are agree with the denomination given by ICA to the improved materials, or if it puts up with confusion among materials with similar names, and c) which factors should take into account for the denomination. The present investigation was carried out in 1986 at national level with a sample of 400 opinion poll. The highest proportion of the informants are using more than one crop, generally rice, cotton and sorghum in hot climate, and they are also who make more use of the genetic improved material; those of mean and cold climate are mainly using native materials of corn, vegetables and fruits. In generally, 85% of the infor- * Ingeniero Agrónomo, Ph.D. Jefe Division Cultivos Anuales; Ingeniero AgrOnomo, Programa Leguminosas de grano, CNI Tibaitatá. Apartado Aéreo 151123 Eldorado, Bogota. 57 REVISTA ICA, Vol. 24, Enero - Marzo 1989 mants are agree with the denomination that ICA gives to these materials; 40% of them request by its complete name, whereas 45% solicit them by its partial name, or simply request improved material. The farmers are confused when several materials present similar names, mainly due to forgeffulness of numbers or letters that are added to, and also due to the lack in information or divulgation. Additional Index Words: Improved seed, divulgation, adoption, annual crops, opinion poll. La semilla mejorada ha sido uno de los factores esenciales mediante los cuales se ha aumentado la pro- ducción y productividad agrcola en Colombia, y ha servido como puente de introducción de otras tecno- logias tales como la utilizaciôn de fertilizantes, el con- trol de malezas y la preparación adecuada del terreno. Se debe tener en cuenta que cualquier püblico que se pretenda beneficiar con innovaciones tecnológicas se halla dentro de un contexto social caracterizado por patrones socioculturales y formas de producciOn que lo identifican. Por esta circunstancia es que algu- nos usuarios de los materiales mejorados critican su denominación, por no ser de fácil entendimiento para ellos, principalmente para los agricultores, lo cual puede dificultar el uso de dichos materiales. Con el presente estudio se busca medir el grado de generalización de la cri'tica hecha a la denominación que el ICA viene dando a los materiales mejorados a partir de la década pasada (1975), generalmente con- formada por parte del nombre genérico del cultivar, el nombre de la institución creadora, la primera letra del Centro Experimental donde se desarrolla el material, una letra que identifica si es hibrido o variedad, un nümero para identificar el piso térmico y finalmente, el ndmero de serie que corresponde al material obte- nido. Ejemplo: Sorghica—NH. 301, hthrido de sorgo para grano (3). En las primeras etapas de mejoramiento de las es- pecies cultivadas se seleccionaban, sobre todo, mate- riales nativos cultivados por los agricultores. En el caso del frijol,en Hispanoamérica., nacieron las prime- ras variedades identificadas con nombres generalmente asociados con el color del grano, ya sea directamente ("negro", "rojo", "amarillo") a en forma figurada ("canarlo", 'azufrado", "pintado"). También se identificaban las variedades por algunas caracterIsti- cas, como el perIodo vegetativo ('cuarenteno", cm- cuenteño", "dosmesino") y liabito de crecimiento ("arbolito"). Esta forma de denominación se daba para la mayoria de las especies cultivadas en Colom- bia (4). A partir de 1950 han aparecido nuevas variedades, y otras simplemente han cambiado de nombre al ser introducidas a otros parses. La costumbre de Ilamar una misma variedad con diferentes nombres no es exciusiva de America Latina. Las variedades de frijol de Michigan (E.U.), muy conocidas y de amplia difu- sión, fueron lanzadas con los nombres de "Sanilac", "Seafarer" y "Seaway", pero se conocen en Inglate- rra como 'Torpedo", "Purley King" y "Revenue". Los nombres de muchas variedades eran regiona- les, es decir, resaltaban accidentes geográficos, honra- ban a caciques indi'genas o se extraIan de dialectos locales y,por lo tanto, no se conservaban fácilmente cuando esas variedades eran aceptadas más allá de las fronteras nacionales. Esto motivó los continuos cam bios de nombres de las variedades, que no hubieran ocurrido si existieran canales apropiados para difundir su genealogia y otorgar los créditos correspondientes. Infortunadamente ésto no sucedia y en ausencia de esos canales, solo un circulo reducido de personas lo conocIan (4). En Colombia a las primeras variedades mejoradas se les dio nombres regionales como: frijol "Algarrobo 102", trigo "Nariflo 59", cebada "Galeras". Posterior- mente se identificaron los materiales mejorados con el cOdigo DIA (Departamento de Investigaciones Agro- pecuarias) as: frijol "Diacol Andino ",papa "Diacol Monserrate" y al transformarse el DIA en el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) en 1963, SUS varie- dades se denominaron con el nombre de ICA; ejom- pbs: frijol "ICA Pijao", ajonjoli "ICA Pacandé", etc. (1). Las variedades mejoradas introducidas en Colom- bia generalmente conservan su nombre original, como es el caso del algodOn del cual seconocen variedades como la Deltapine 55, creada por DELTA 3 PINE LAND CO. (USA), y del sorgo Pionner 8417, obteni- do por la PIONNER HIBRED INTERNATIONAL INC.; igualmente, variedades producidas en Colombia por empresas del sector privado conservan la nomen- clatura designada por la entidad creadora. Se tiene el caso de las variedades sorgo Tropical —4 creada por PROSEMILLAS, (Armero, Tolima) y sorgo VP-22 de PROACOL LTDA. (Valle) (1). También existen va- riedades creadas por entidades cooperadoras como el CIAT y el ICA; por ejemplo, las variedades de Arroz Cica-4 y Cica-8. En la actualidad a los materiales mejorados generalmente se les denomina con nombres compuestos por el genera y la entidad creadora, verbi. gracia las variedades de algodOn Gossica M-21, de fd- jol Frigolica 0.3-2 y de arroz Oryzica —1. Consideraciones generales que se deben tenor en cuenta en la formación de los nombres de las varieda- des de acuerdo con el codigo internacional de nomen- clatura para plantas cultivadas (2), indican que las va- riedades de plantas introducidas o producidas después del primero de enero de 1959 no deben toner denomi- naciones latinas (Hibiscus "Totus Albus", Hemeraca- his "Alba Striata"), o ciertas partes en vocablos lati- 58 MUOZ B., D.; LIGARRETO M., G. Denominaciôn de variedades-hibridos mejorados por el ICA. nos ("Hyemalis Southcote"); además, no deben ilevar nombres botánicos. El nombre debe consistir preferi- blemente de una o dos palabras y no más de tres. Una secuencia arbitraria de letras, una abreviación 0 un numeral es considerado coma una palabra; los nom- bres de genera y especie pueden ilevar a confusión; por ejemplo, Poplar Eucalyptus puede ser descuida- damente referenciado coma "Eucalyptus Poplar"; nombres de hi'bridos originados por partes combina- das de las especies parentales, como en el caso de "Sa- lupaj ica ", no pueden ser usados coma nombre del cul- tivar formado por hibridación entre Camel/ia salve- nensis y Camellia japonica. Tampoco se pueden usar las palabras variedades a forrna (2). La comisión internacional para la nomenclatura de las plantas cultivadas recomienda evitar en cuanto sea posible, entre otras, las siguientes formas en la deno- minación de las variedades (2): - Nombres compuestos por abreviaturas, numerales o secuencias arbitrarias de letras, excepto las esta- blecidas por costumbres en un pars, a por requisito del cultivo; ejemplos: cafia de azücar 'POJ 2878". - Nombres que contengan un arti'culo inicial, a me- nos que se requiera por costumbre linguIstica ("Coronel ",no "El Coronel"). - Nombres formados por exceso de palabras, a por vocablos a frases muy largas. Variables Analizadas Para recolectar los datos requeridos, se elaboró un formulario que contenia preguntas especlficas refe- rentes a las siguientes variables: - Lugar de trabajo, piso térmico de la zona agrIcola del encuestado, su ocupación principal, entidad donde labora, cultivo con los cuales trabaja y ma- terial genético que utiliza: variedad y/o hibrido mejorado o materiales criollos. - Grado de satisfacción con el nombre de los mate- riales mejorados que utiliza. Razón por la cual no estd satisfecho con el nombre de los materiales que utiliza. - Solicituddelasvarjedades: Solicita la variedad o hibrido por su nombre completo? ,,Le sirven los nümeros que se le colocan a algunos materiales me- jorados para conocer mejor la semilla? - El nombre que el ICA da a los materiales limita el conocimiento y adopción de los mismos? - Divulgación; el ccncepto sobre la divulgación que el ICA hace a los nuevos materiales mejorados. - ,,Cuáles factores se deben tener en cuenta para dar el nombre a un material mejorado? Análisis Estadistico - Nombres que exageran los méritos de una variedad a que puedan volverse erróneos al introducir el nuevo cultivar en otras circunstancias, verbigracia: tomate "el más precoz". - El nombre del material debe ser claro, incluya a no el nombre del creador, la estación experimental o la empresa creadora como parte integral del nom- bre de la variedad. METODO LOG IA Coma sabre el tema objeto del presente estudio existe poco conocimiento utilizable, se realizó una en- cuesta exploratoria como parte del proceso de investi- gación. Muestra Poblacional Para lograr un cubrimiento nacional, sin considerar el nivel de desarrollo agrcola regional y tipos de culti- vas, se tomó corno muestra 400 informantes de 20 departamentos, incluyendo agricultores, asistentes técnicos, extensionistas, investigadores, productores de semila y casas comerciales agdcolas. Se realizó análisis de distribución de frecuencias y porcentajes. RESULTADOS V DISCUSION Caracteristicas Generales En la muestra de encuestados se tuva la representa- ciOn de 20 departamentos y 135 municipios a nivel nacional, dentra de los cuales los que resultaron con mayor frecuencia de informantes fueron: Tolima, Cundmamarca y Valle con 14.7; 12.5 y 12.2%, respec- tivamente. En la Figura 1 se observa la distribución porcen- tual en cuanto a la ocupación principal y piso térmico donde se encuentran los informantes, sabre la deno- minación de materiales mejorados entregados por el ICA. El 28.117o de los informantes Jo integran asisten- tes técnicos; el 21.5% , agricultores medianos; el 13.5%, investigadares, eli 1,1%, agricultores pequeflos y el 9.4%, agricultores grandes. El 68% habitan en cli- ma cálido, el 20% en clima frIo, el 8% en clima me- dia y el 4% restante tienen asentamiento en clima medio y cálido, a frio y media. 59 RE VISTA ICA, Vol. 24, Enero - Marzo 1989 Agricultor Pequeño Asistente 2 8. 1 Técnico \ Agricultor Mediano 21.5: Agricultor Grande 6.0 Productor Semilla 135 1O.4 Investigador Extensionista Medio 7--~\Frfo 7R,,; Medio y Cálido Medio y FrIo Ca lid o FIGURA 1, Ocupación principal y p150 térmico de las zonas de influencia de los informantes sobre Ia denominaciôn de materia- las mejorados entregados pOr el ICA, 1986. De acuerdo con los usuarios, se encontrO que la mayor ía se dedicaban a màs de un cultivo: los de cli- ma cálido, a los cultivos de arroz, alqodón, sorgo y so- ya, rnientras que los de clima frIo cultivaban cereales menores, maiz, frijol, arveja, hortalizas y frutales. Muchos de los informantes trabajaban con varios cultivos; por lo tanto, su nümero total fue superior a los 400 encuestados (Tabla 1). Las especies en las cuales el uso de material genéti- co mejorado, variedad y/o hibrido es superior al 70% en comparación con el material criollo, fueron: arroz, cereales menores (trigo, cebada y avena), sorgo, fríjol, soya, ajonjoli y algodón. Se observan porcentajes rela- tivamente altos de uso de materiales crioUos en las es- pecies de maiz, arveja, hortalizas y frutales (Tabla 1), 60 RONDON C., J. G. Recornendaciones para controlar enfermedades en cacao. enfermedades causadas por hongos, entre los que so- bresalen la moniliasis (Moniliophthorci roreri) y la es- coba de bruja (Cnn/p ellis perniciosa). Las pérdidas estimadas por este concepto en el pals ascienden a más del 40% de la producción, equi- valentes a 1,600 toneladas de grano comercial, con un valor de 29 millones de dólares. Los estudios lievados a cabo en ci pals, especial- mente en el CR1 - Tulenapa del ICA en Urabá, sobre la biologla de M. roreri y C. perniciosa, la epidemio- logia de estas enfermedades y los conocimientos que se han adquirido sobre la fisiologia del cultivo han Se- ñalado la existencia de épocas criticas a través del año, durante las cuales los niveles de infección por Monilia v Escoba se hallan en sus puntos de maxima y minima inflexidn. Todos estos elementos han per- mitido definir, como resultado concreto, un "sistema de manejo" en el que se conjugan elementos y resulta- dos de investigación básica y aplicada. Este sistema de manejo, además de establecer épo- cas definidas de remoción de material enfermo, per- mjtjráci ordenarnjento de las prácticas del cultivo tendientes a estimular una mayor producción con las dirigidas a elimiriar las fuentes de inóculo (mazorcas enfermas y escobas), para realizar un control más eli- ciente a menor costo. Aunque los programas de investigación del ICA continUan en la büsqueda de rluevas alternativas para el control de estas enfermedades, a continuación se presentan y analizan los resultados prácticos obteni- dos hasta el momento de todos aquelios trabajos cu- yas metodologias, anàlisis y conclusiones pueden con- sultarse detalladamente en los trabajos escritos, de tal forma que puedan servir de modelo en regiones de ecologfa similar. RESULTADOS EN EL CONTROL DE MONILIA La moniliasis es tal vez la enfermedad más generali- zada y la que mayores pdrdidas directas ocasiona en el pals, ya que su ataque se localiza sobre los frutos en cualquier estado de desarrollo, variando su sintomato- logla con la edad de la mazorca en el momento de la infección. En frutos pequenos o pepinos se presenta ya sea ci secamiento prematuro o el desarrollo de deformacio- nes o "jibas", seguidas de la mancha café y posterior formación de las estructuras de reproducción (coni- dias). En mazorcas mayores de tres meses pueden apare- cer inicialmente puntos aceitosos y necróticos, el pos- terior desarrollo de la mancha café y la producción de conidias. Los daños internos son totales en frutos me- nores de 90 di'as, casi el 80% en frutos de tres meses y en mazorcas de cuatro meses o más la infecciön só- lo afecta la parte externa o en porcentaje muy bajo las almendras (4, 5,6,8, 13). Las observaciones realizadas por varios años en Urabá, indican que ci desarrollo epidémico de la en- fermedad está estrechamente ligado, de una parte, a la precipitación, como factor ambiental que más favo- rece la severidad y la intensidad de su ataque y de otra, con el cuajamiento de los frutos dentro del pro- ceso productivo del cultivo (Figura 1). Es asi como en Produccjón total de mazorcas Produccjón mazorcas con monhlia Precipitacion (mm) 2.000 I' it It I' i t U / 1.000 E 400 300 - 200 100 .... JulioI77 ,Enero/78 Enero/79 Enero/80 Enero/Bi FIGURA 1. InfIuenca de la precipitaciôn en la incidencia de monilia con prácticas de remocióri do frutos enfermos cada mes. Muestra de 100 árboles. Tulenapa, Urabá. 1982. ri ri N'me,o de mazorcas 2.500 2.500 2.000 2.000 1 500 1.500 8 1.000 500 500 JJA SON DEF MAM JJA SON 3EF MAM JJA SON OEfr CIMIVI JJA M Meses _______ 1981-82 1982-83 1983-84 6 1984-85 RE VISTA ICA, Vol. 24, Enero - Marzo 1989 condiciones de bosque hümedo tropical las pérdidas por la enfermedad se mantienen por encima del 90% a travs de todo el año, más adn si la eliminación del inóculo presente (mazorcas esparuladas) tiene una pe- riodicidad muy amplia. Desde el punto de vista climático, en la zona 58 presenta una época seca definida durante el primer trimestre del aflo y un periodo iluvioso de abril a di- ciembre. El periodo seco determina siempre una dis- rnjriucjón en la incidencia de la enfermedad para el primer semestre, con un minima en mayo, junio y ju- lio; a partir de agosto, la incidencia de la enfermedad se incrernenta en la misma proporción en que se incre- menta el cuajamiento y la producción de mazorcas, alcanzando los más altos porcentajes de infección y la pérdida casi total de la cosecha principal a finales del a?io (Figura 1). Con base en estas y otras observaciones y estudios llevados a cabo en Urabá, zona de bosque hümedo tropical, caracterizada por una precipitación arival de 2.900 mm, humedad relativa superior al 85% y tern- peratura media de 28° C se establecieron diferentes ensayos con el propàsito de determinar la influencia que ejercian las prácticas de remoción de mazorcas enfermas sobre la incidencia de Monilia y los rendi mientos de cacao (4, 8, 10, 12); estos resultados fue ron bsicos para el desarrollo del siguiente estudio: A partir de 1981 se inició en el CR1 - Tulenapa un ensayo o 'parcela dernostrativa" con el propósito de aplicar esta rnetodologia de control y evaluar su efi- ciencia desde el punto de vista técnico y econórnico. Con tal fin se tomó una hectárea de cultivo en un late de cacao hibrido de nueve años de edad, sembrado a 4 m x 4 m. Los registros trimestrales de producción e incidencia de enfermedades se presentan en la Figura 2. De los cuatro años de estudio, el prirnero se tomô comO testigo. Durante el primer afio de observacithn 1981-1982 los niveles de infección por Monilia fueron superiores al 65% con remoción de mazorcas enfermas cada 20 dias; a partir del segundo trimestre de 1982, se co- menzó a aplicar el modelo de manejo recomendado, presentándose una fuerte disrninución en el nivel de daflos por la enfermedad, situación que se mantuvo y mejoró, ya que para el segundo trimestre de 1985, la infección por Monilia fue cero. Er general, las diferencias sustanciales en el mane- jo de la enfermedad entre el primer año, tornado co- mo testigo, y los años de apiicación del "modelo de manejo" se halian en la frecuencia de remoción de frutos enfermos durante el segundo semestre de cada aflo, pues en el testigo la remoción fue cada 20 dias y en el tratarniento esta remoción fue sernanal. Con base en estos resultados y el análisis de la in- formación existente se puede afirmar que: FIGURA 2. Producción de mazorcas e incidencia de enfermedades. Parcela demostrativa de 625 árboles para control de enferme- dades.CRI Tulenapa. Urabá. 1986. RONDON C., J. G. Recomendaciones para controlar enfermedades en cacao. lo. En zonas de alta precipitación, la remoción de frutos enfermos, cada 20 das o cada mes, no per- mite un control satisfactorio de la enfermedad. 2o. En zonas de liuvias fuertes y frecuentes, la remo- don semanal de frutos enfermos en la época cri- tica de producción reduce la incidencia de Moni- ha, pues se interfiere en la producción de inóculo el cualen ausencia de esta prctica,incrementa la severidad e intensidad de la enfermedad. 3o. La enfermedad se puede controlar en forma efi- ciente y lograr aumentos significativos en el ren- dimiento, con prácticas de remociOn semanal de frutos enfermos, durante el perIodo de maxima producción. Es de gran importancia recalcar que aunque la re- mociOn de mazorcas enfermas durante el primer se- mestre del año se debe realizar mensualmente, el éxi- to de la práctica radica en que ésta sea lo más eficien- te posible, para garantizar la minima presencia de inOculo al comienzo del segundo semestre. Esto sOlo se logra cuando el agricultor o quien realice esta labor conozca las mazorcas enfermas, a cualquier edad, por sus sintomas externos y las elimine antes de alcanzar el estado de mancha avanzada o de esporulaciOn. Por otra parte, los conocimientos que se tienen so- bre la dinámica del inóculo y la potencialidad de los procesos de liberaciOn y diseminaciOn a partir de ma- zorcas enfermas sobre el suelo, permiten concluir que la labor de recolecciOn, sacada del lote y enterrada de este material, además de contribuir a elevar los costos de control, son ineficientes e injustificadas, salvo en aquellas regiones donde la enfermedad no se ha pre- sentado antes y existe la posibilidad de erradicarla. RESULTADOS EN EL CONTROL DE ESCOBA DE BRUJA Tal vez sea esta ha enfermedad más importante del cultivo, debido a que por su mayor rango de aceiOn, al atacar cualquier tejido meristemático en aetivo cre- cimiento; sean yemas vegetativas, cojines fiorales o mazorcas, sus danos pueden liegar a ser irreversibles. De no controlarse a tiempo.la Onica alternativa es la renovaciOn total del cultivo. El comportamiento de la enfermedad en el campo es hoy dIa bien conocido gracias a los trabajos realiza- dos por el ICA y la Universidad Nacional en las regio- nes de Urabá y el Piedemonte Lianero, respectivamen- te (2,3,7,9, 14,15).La enfermedad presenta un ciclo anual bien defini- do en la producciOn de nuevas infecciones (escobas), con un minimo en mayo y junio; a partir de julio se presenta un progresivo incremento hasta alcanzar su punto de maxima inflexiOn entre diciembre y febrero, para disminuir ripidamente y alcanzar su punto de mnirna infección al año siguiente (Figura 3). Como se ha podido constatar, las fluctuaciones y el aumento en el nümero de nuevas Escobas está relacionado con la concentraciOn de inOeulo (esporas) en el ambiente, la presencia de tejido susceptible en la planta y con la precipitaciOn (3, 7, 9). Produccián de escobas - - -- Precipitación (mm) 10.000 - -400 -300 5.000 - E a- 6 a. -200 I It— - 100 1.000 - E/79 Ef80 E/81 E/82 FIGURA 3. Producciôn mensual de escobas con relación a (a precipitacion. Muestra de 100 árboles hIbridos (sea 6 y ics 39) CR1 Tu)enapa, Urabé. 1982. 67 RE VISTA ICA, Vol. 24, Enero - Marzo 1989 También se ha definido que el tiempo minimo re- querido para que una Escoba inhale la esporulación 0 producción de basidiocarpos es de 17 semanas; a su vez la producciOn de los mismos presenta un pica mâximo en octubre y un segundo pica en los meses de abril y mayo luego de la estación seca del año (2, 9). Esto ha tenido un significado importante en la to- ma de decisiones sobre su control, pues indica que durante el segundo semestre se presenta una estrecha incidencia entre la brotación y floración del cultivo, la producción de basidiocarpos del hongo y la preci- pitación, que se traduce más adelante (diciembre- febrera) en gran cantidad de nuevas Escobas. Por el corltrario, en el primer semestre las nuevas infeccio- nes son muy pocas, debido a que la época seca ejerce un control sobre la esporulación de las Escobas secas, retardando su inicio o reactivación; además, existe un desfase bien marcado entre êsta y la brotación del ár- bol que la antecede y la floración que le precede. Con base en estos y otros conceptos sobre libera- ción de inóculo y diseminación, asi como de las inte- racciones que se han ida definiendo entre el cultivo, el hongo y el ambiente, se iniciaran los ensayas de control cuyos resultados más importantes se comen- tan a continuación. La aplicación del modelo de manejo de Escoba de bruja (Figura 2), tuvo en cuenta como parámetra de comparaciOn el primer año de registros. Llama la atención el comportamiento de la enfermedad duran- te ese primer aflo, ya que los niveles de incidencia, considerados como el total de Escobas producidas por hectárea, fueron bastante altos a causa principalmente de una deficiente remoción de inôculo esporulante (Escobas secas produciendo paraguas) presente en los árboles y su manejo inaprapiado del cultivo. Tal situa- ción se tradujo en un alto /ndice de Escobas/árbol/aflo que para el late fue superior a 100. A partir de 1982, se def'inieron dos épocas de re- colecciön a remoción de Escobas a través del afio, can el propásito fundamental de disminuIr los costos de control, hacer màs eficiente la reducción del nümero de infecciones presentes en el cultivo como inóculo potencial e interferir en el ciclo biolágico del hongo. La cambinación de esas dos épocas en el aflo (mar- zo-septiembre) busca reducir paulatinamente el ni:i- mero de infecciones sobre todo en el segundo semes- tre, al interferir en Ia producción del inóculo (basidia- carpo-espora) más importante del aflo (octubre), el cual como se ha padido confirmar, tiene un efecto multiplicadar sobre las nuevas Escobas que se mani- fiestan a finales y comienzos de año. Coma se puede inferir de estos resultados, el siste- ma de manejo ofreció un resultado altamente satisfac- toria en cuanto a Ia reducción en el Indice de Esco- bas/árbol, que fue de 19 para el ültimo año, Igual- mente, el establecimienta de épocas definidas para intervenir en la remoción de Escobas, eliminö las in- tervenciones en épocas innecesarias, con lo cual hubo una reduccián significativa en los costos del control. ASPECTOS ECONOMICOS Desde el punto de vista econômico, los recursos técnicos para el manejo de estas enfermedades deben ofrecer una alta oportunidad económica de éxita, en el sentido de permitir que la relación benefico-riesgo sea favorable al productor en concardancia can la re- ducción de las enfermedades y el incrementa de los rendimientos (Tabla 1). Estas considerachones son am- pliamente realizables, en el caso del cultivo de cacao, como se ha podido demostrar, siempre y cuando el método de control se realice dentro de un contexto epidemiológico y continuado de año a aflo; de lo con- traria, el terreno ganado en un ciclo puede perderse por campleto y las reinfecciones resultan ser más se- veras. Al analizar los datas del late demastrativa en el CR1 Tulenapa, (Tabla 1), se pueden apreciar algunos puntos interesantes. El primer efecto positivo del con- trol de enfermedades es la reducción de pérdidas di- rectas por Monilia, al disminuir el porcentaje de ma- zorcas enfermas de 68 a 10% para el iltimo aña. De igual manera el indice de Escoba disminuyó en forma considerable y para el iltimo año su registro fue de solo 19 Escobas. Coma efecto de esa reducciOn en la incidencia de enfermedades, los rendimientos pasaron de 280 kg a 937 kg de cacao seco por hectárea, para TABLA 1. Producción, incidenda, rend irniento y costo decontrol de enfermedades an parcels demostrativa de 625 drboles. Pe- rIodo 1981-1985. Urab, 1986. Mazorcas Costo control (jornales) Rendimiento Periodo Sanas Monilia Total Monilia l.E* (kg/ha) Monilia Escoba 1981-1982 7.344 15.778 23.122 68 103 280 15 5 1982-1983 19.695 2.578 22.273 12 38 702 38 14 1983-1984 31.695 5.054 36.746 14 29 1.222 40 14 1984-1985 24.747 2.750 27.497 10 19 937 40 14 I.E. Escobas producidas por Srbol al ann. 68 RONDON C., J. G. Recomendaciones para controlar enfermedades en cacao. el ditirno año, lo que significO un aumento mnimo de 422 kg de cacao, (periodo 1982-1983), Desde el punto de vista costo del control, el análi- sis se plantea sobre la base del ndmero de jornales que se invierten para la labor y por enfermedad, ya que el modelo propuesto es eminentemente cultural. Tradi- cionalmente la labor de control de Moniia se realiza al momento de las cosechas (mensuales) y en el caso de Escoba,, éste no obedece a un patron definido, por lo que esta labor en la mayorIa de los casos se ha- ce conjunta con otras propias del cultivo a través del año o simplemente no se realiza. Estas condiciones se reflojan en los registros obtenidos durante el primer año de observación (periodo 1981-1982, Figura 2 y Tabla 1), tanto en el nivel de enfermedades como de mazorcas sanas y kilogramos de cacao. En contraste con este resultado, el modelo de ma- nejo de las enfermedades constituye para el productor un nümero definido de intervenciones o entradas al cultivo, independiente de otras actividades normales, que conileven un gasto anual de 40 jornales para con- trol de Monilia y de 14 jornales para control de Es- coba. La relaciOn beneficio-riesgo de la recomendacidn es ampliamente favorable, pues como se aprecia en la Figura 41os aumentos en produccidn con la aplica- ciOn del sistema de manejo fueron de 422, 942 y 657 kg/ha, respectivamente. Se debe considerar que aun- que las demás labores de cultivo de una u otra manera se han mejorado,el mayor porcentaje de estos aumen- tos son debidos a la disminución de pérdidas por en- fermedades. Esta figura nos permite observar algunos aspectos que vale la pena comentar. Si comparamos tan sOlo el primer periodo de aplicaciOn del modelo de manejo 1982-1983 con el periodo testigo 1981- 1982, encontramos que el incremento en producciOn representa unos ingresos adicionales superiores a los $135000 por hectdrea; a su vez los incrementos en costos de control equivalentes a 34 jornales, son de $22 .400.00. Esto significa que por cada peso invertido en jorna-les para el control de las enfermedades, el agricultor recibe $6.00, lo cual expresado en terminos de pro- ducción indica que el agricultor paga sus costos de control aumentando sus rendimientos actuales en 62 kg/ha/ano. Se puede concluIr que el modelo de manejo reco- mendado para Monilia y Escoba de bruja presenta una serie de caracteristicas y ventajas que lo hacen eficien- to desde el punto de vista técnico y econômico y, por lo tanto, recomendable como la alternativa más apro- piada para el control de dichas enfermedades. L J Vr, producción (S/ha) Producción (kg/ha) Costo control tradicional (en kg y $) Costo adicional Sist. manejo" 84-85 83:84 0 82-83 81-82 100 200 300 400 Pesos ha )X103 ) Vr. prod. I I I I I 100 500 1.000 kg/ha -::- -------------t L — ------- —' 657 $ __________ ---------------i 942 MIME-- - -J - -- _______________ 422 I 100 300 500 700 1.000 kg/ha Vr.prod. X103 FIGURA 4. Rendimiento, valor de la producción y costo del control de enfermedades on cacao. CR1 Urabá, 1986. 69 RE VISTA ICA, Vol. 24, Enero - Marzo 1989 RECOMENDACONES Las recomendaciones siguientes van dirigidas a téc- nicos y agricultores cacaoteros de Urabá y de las due- rentes zonas productoras de ecologla similar, en las que estos dos problemas en conjunto o individual- mente son una limitante de primer orden para una buena produccián del cultivo. Si se aplican oportuna- mente y con la intensidad recomendada, se asegurarii un control exitoso de estas dos enfermedades. 1. Sin duda alguna, Ia remoción o eliminación de ma- zorcas enfermas por Monilia; ramas de Escoba, co- jines y frutos afectados por Escoba de bruja, en forma periódica y sistemática a través del aio, es una prctica eficiente para su control. Al hacerlo tenga en cuenta: Eliminar las mazorcas que presenten cualquiera de los siguientes slntomas: deformaciones o "jibas", manchas que aumentan en tamaño con el tiempo, madurez prematura, marchitez, puntos negros, etc. Nunca permitir que las mazorcas enfermas adheri- das al árbol ileguen a producir polvillo a ceniza, pues ésta es la semilla del hongo que transmite la enfermedad. Tener en cuenta que las mazorcas me- nores de cuatro meses que presenten estos sinto- mas, generalmente no producen almendras sanas; luego no se justifica dejarlas en la planta. Quitar cualquier parte de la planta que se encuen- tre afectada por Escoba de bruja, preferiblemente antes de que se seque por completo; asl se evitará que el hongo se reproduzca sobre las Escobas secas cuando se descompongan por las lluvias. 2. Para que la remoción del material enfermo tenga el mismo éxito lograda en los resultados anterior- mente presentados, tenet presente los siguientes puntos, los cuales se pueden definir en colabora- ciôn con un técnico de la zona: a. Establecer para la region la grfica de distribución de lluvias y la época seca del año, valiéndose de los registros que se tengan en la estaciOn climatológica más cercana a la finca. Tener en cuenta la distribuciOn de la cosecha a tra- vs del año, estableciendo la época de maxima pro- ducción y las épocas de traviesa, asi como los ci- cbs o épocas de mayor brotación del cultivo. Es- tos criterios pueden set definidos cualitativamente con base en la experiencia o el conocimiento de las tOcnicas en la region. Con los anteriores elementos de análisis, se puede elaborar un programa de control de estas enfermeda- des, Para ilustrar esta situación, a continuaciOn se desarrollará el modelo recomendado tomando como ejemplo las condiciones que predominan en la zona de Urabá. Esta recomendaci6n es igualmente válida para otras regiones del pals que presenten condiciones climáticas (distribución de lluvias) similares. La Figura 5 presenta la dist!ibución de Iluvias, el proceso productivo o de maduración de la cosecha a través del ao y el ciclo vegetativo del cultivo, de los cuales se pueden definir los siguientes perlodos y cicbos: 400 - Epoca seca Periodo de lluvias --\ -- 300 , - 200CL Q. 100 - -, Ciclo productivo Cosecha traviesa Cosecha principal Floración y cuajamiento Ciclo vegetativo Reposo Brotación principal 8rot. secundaria M A M J J A S 0 N D Me Se s FIGURA 5. Ciclos reproductivo y vegetativo del cacao con relaciôn a la precipitación, para la zona de Urabá. (Aranzazu, H. F.; Buriticá, C. P. 1982). 70 RONDON C., J. G. Recomendaciones para controlar enfermedades en cacao. Epoca seca: Primer trimestre del año. Epoca de Iluvias: De abril hasta diciembre, con me- nor precipitaciôn a mediados de aflo. Ciclo productivo: Maxima producción de mazorcas de septiembre a diciembre. Segundo pico de produc- ción,de marzo a mayo. Ciclo vegetativo: Periodo de reposo del árbol,de no- viembre a febrero. Brote principal de febrero a abril y segunda brotación, de agosto a octubre. PLAN DE MAN EJO PARA MON ILIA Para el control de Monilia se toma como punto de partida la estación seca, removiendo mensualrnente de enero a junio las mazorcas enfermas; esto se hace por los siguientes motivos: La época seca determina siempre una disminución en la cantidad de mazorcas enfermas y en la pro- duccidn de indculo (mazorcas esporuladas). Al existir menos mazorcas en el campo, la remo- ción regular de frutos enfermos es más efectiva. Se garantiza la minima existencia de inóculo al mi- ciar el segundo semestre del año, en el cual coinci- den todas las condiciones favorables para que la enfermedad se incremente. A partir del mes de julio y con el objeto de prote- ger al má.ximo la cosecha principal que en esta época se encuentra en su fase de cuajamiento y desarrollo (mazorcas entre 0 y 3 meses, que es el estado más sus- ceptible), la remoción se debe realizar semanalmente hasta el mes de diciembre. PLAN DE MANEJO PARA ESCOBA DE BRUJA Para este plan es indispensable la determinaciôn de un punto de partida, que corresponda a un periodo crItico de produccián de inóculo (Escobas). Este pun- to debe localizarse en la estación seca del año, donde ocurren dos eventos fundamentales como criterios de manejo, y que deben ser considerados: La condición climática de baja precipitación o ausencia de lluvias impide la esporulación del hon- go en las Escobas secas presentes. 2. Ocurre la mayor concentración de Escobas en to dos los estados (verdes, marchitez y secas). En consecuencia, las prácticas de manejo incluyen 1. La eliminación de la mayor cantidad de escobas y partes enfermas de la planta durante los meses de febrero, marzo y abril, concentrando los mayores esfuerzos en remover las Escobas secas; éstas se constituyen en las más peligrosas, ya que con el inicio de las Iluvias pueden esporular y diseminar la enfermedad. Como en la pràctica es imposible elirninar todas las Escobas presentes en el campo en dicho periodo, es necesario efectuar una segunda remoción de Es- cobas a finales de la segunda estación seca o en su defecto durante los meses de agosto-septiembre, dirigiendo la mayor atencidn a eliminar las Escobas secas. Con esto se asegura una drástica disminución en la producciôn de nuevas escobas en la época se- ca del año siguiente (enero-marzo). El éxito de las recomendaciones hasta aquI expues- tas depende también de la importancia que los técni- cos y los agricultores le den a la realización de prácti- cas de cultivo eficientes y oportunas, como son: Poda: es la práctica ms irnportante y definitiva para cultivos en producción. Se debe realizar antes de que se inicie el ciclo productivo del cultivo (flo- racidn-fructificación) en la region. Para Urabá este ciclo se inicia en mayo-junio; luego debe efectuarse en el primer semestre, antes de mayo. Con la poda se contribuye al control de las enfermedades en forma directa al eliminarse todas las partes y mejo- rarse la aireación y visibilidad del material enfermo dentro del cultivo. En zonas afectadas por Escobade bruja, la poda necesariamente se debe realizar antes de la primera remoción de Escoba, con lo cual se mejora ostensi- blemente el trabajo de remoción y eliminaciOn de Escobas de cojin floral, que son las que menos eli- mina el personal dedicado a la labor de control cuando existe gran cantidad de Escobas vegetativas. La labor de poda debe ir acompanada posterior- mente de otras actividades como la deschuponada y desplumillada para reducir el exceso de ramas a nivel del tronco y ramas primarias del árbol. Regulacion de sombrio: Esta labor es importante en la medida en que se favorece la penetración uni- forme de la radiacidn solar contribuyendo a regu- lar la humedad dentro de la plantación y evitando la quemazOn de ramas terminales. Esta práctica de- be ser lo mâs regulada posible para que el cultivo no quede a excesiva exposición solar. ConservaciOn de drenajes: Esta práctica es necesa- na en zonas bajas y de alta precipitación, Costa Pa- cifica y otras, con el propósito de eliminar todo exceso de agua superficial (encharcamientos) y dis- rninuir el nivel freático. Cosecha: Realizar esta labor como minimo men- sualmente, con lo cual se pueden evitar estos pro- blemas: a. Que se presenten pérdidas por calidad, en la fer- mentación de mazorcas sobremaduras. 71 RE VISTA ICA, Vol. 24, Enero - Marzo 1989 b. Que mazorcas enfermas por Monilia y en estado de madurez lieguen a esporular en el campo. Que mazorcas con un porcentaje bajo de granos afectados por enfermedades se pierdan por corn- pleto. Es de reiterar que los productores juegan el papel más importante en estas recomendaciones,y de SU Ca- pacidad administrativa, experiencia y conocimientos dependerá en gran parte el éxito de este modelo de manejo, pues al adoptar la tecnologa que ofrece el ICA y atender las orientaciones del asistente técnico, se estará asegurando una mejor producción y mayo- res ingresos, con el obvio beneficio socioeconórnico. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS AIvim, P. de T. 1974. PhysIology reonses of cacao to environmental factors. Rev, Theobroma. Brash, v. 4., no. 4. Aranzazu H., F.; Buriticá C., P. 1982. Algunos aspec- toe de biolog(a de C. perniciosa (Stahel) Singer en Ia re- gion de Urabâ, Colombia. In: Taller sobre Escoba de bruja. Julio. Belén (Brash), Aranzazu H., F.; Buriticá C., P. 1982. Ariálisls do Ia evoluciOn y variaclOn do Ia Incidencla do Escoba de bru- (a (Crinipellis perniciosa) en Ia region do Urab, Colom- bia. In: Taller sobre Escoba de bruja. JulIo, BeIn (Brasil). Barros, 0. 1977. 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