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Aceptación de la denominación de variedades e híbridos entregados por el ICA

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CAYON S., ET AL. Manejo de malezas en plátano. 
Cantro para Ia lnvestigación de las Plagas do Ultramar, 	6. Sandoval, L. F. 1979. Goal 2 EC, herbicida post-emer- 
Londres. Inglaterra. 1975. Control de las plagas en los 	 gente en el cultivo de banano (Musa cavendish, L.). ftn: 
bananos, Londres. P. 716. 	 Serninarlo Socledad Colombiana de Control de Malezas 
y Fisiolog(a Vegetal, 1 la. Medelli'n, Colombia, 24-26. 
Klingman, G,; Ashton, F.; Noorhoff, L. 1975. Weed 	 Enero de 1979. Resmenes, Medell(n, COMALFI. p. 2. 
Science: 	principles and practices. New York, Wiley, 
431 p. 
ACEPTACION DE LA DENOMINACION DE VARLEDADES E HIBRIDOS 
ENTREGADOS POR EL ICA 
Dorancé Muñoz B,; Gustavo A. Ligarreto M.* 
RESUMEN 
Una de las funciones básicas del ICA es transferir Ia tecnolog(a generada de sus investigaciones 
a diferentes tipos de usuarios. As( mismo le corresponde propender por el usa de materiales mejo. 
rados para aumentar Ia producción y productividad agropecuaria nacional, por Ia cual es indispen. 
sable conocer: a) si los agricultores recuerdan Ia denominación dada por el ICA a los materiales 
mejorados y si Ia utilizan para adquirirlos; b) si realmente el usuario está de acuerdo con Ia de-
nominación actual de dichos materiales, 0 Si por el contrario, ésta los Ileva a confundir materiales 
con nombres similares, y c) cuáles factores se deben tener en cuenta para denominarlos. La pre-
sente investigacion se realizô en 1986 con una muestra de 400 encuestados a nivel nacional. La ma-
yorla de ellos se dedican a mãs de un cultivo, generalmente arroz, algodón y sorgo en clima cálido, 
quienes ademâs hacen mayor uso del material genético mejorado; los de clima media y fr(o utilizan 
principalmente materiales criollos de especies coma ma(z, hortalizas y frutales. En general, el 85% 
de los informantes aceptan Ia denominación que el ICA les ha dado; el 40% los solicita por su 
nombre completo, y el 45% restante, por su nombre parcial, o simplemente solicitan material me-
jorado. Los encuestados se confunden cuando varios materiales presentan nombres similares, prin-
cipalmente porque olvidan los ntimeros o letras que se les adicionan y por falta de información o 
divu lgación. 
Palabras Claves Adicionales: Semilla mejorada, divulgación, adopción, cultivos anuales, encuestas. 
ABSTRACT 
Acceptance of the Denomination of Varieties and Hybrids Released by ICA. 
ICA has to transfer the generated technology of its investigations to different customers, as one 
of its major functions. In the same way, to tend for the use of improved materials to increase the 
agricultural production and productivity. For this reason we must to know: a) if the denomina-
tion of the improved materials is recalled and used for the farmers which could help to obtain 
these materials; b) if the customers really are agree with the denomination given by ICA to the 
improved materials, or if it puts up with confusion among materials with similar names, and c) 
which factors should take into account for the denomination. The present investigation was carried 
out in 1986 at national level with a sample of 400 opinion poll. The highest proportion of the 
informants are using more than one crop, generally rice, cotton and sorghum in hot climate, and 
they are also who make more use of the genetic improved material; those of mean and cold climate 
are mainly using native materials of corn, vegetables and fruits. In generally, 85% of the infor- 
* 	Ingeniero Agrónomo, Ph.D. Jefe Division Cultivos Anuales; Ingeniero AgrOnomo, Programa Leguminosas de 
grano, CNI Tibaitatá. Apartado Aéreo 151123 Eldorado, Bogota. 
57 
REVISTA ICA, Vol. 24, Enero - Marzo 1989 
mants are agree with the denomination that ICA gives to these materials; 40% of them request 
by its complete name, whereas 45% solicit them by its partial name, or simply request improved 
material. The farmers are confused when several materials present similar names, mainly due to 
forgeffulness of numbers or letters that are added to, and also due to the lack in information or 
divulgation. 
Additional Index Words: Improved seed, divulgation, adoption, annual crops, opinion poll. 
La semilla mejorada ha sido uno de los factores 
esenciales mediante los cuales se ha aumentado la pro-
ducción y productividad agrcola en Colombia, y ha 
servido como puente de introducción de otras tecno-
logias tales como la utilizaciôn de fertilizantes, el con-
trol de malezas y la preparación adecuada del terreno. 
Se debe tener en cuenta que cualquier püblico que 
se pretenda beneficiar con innovaciones tecnológicas 
se halla dentro de un contexto social caracterizado 
por patrones socioculturales y formas de producciOn 
que lo identifican. Por esta circunstancia es que algu-
nos usuarios de los materiales mejorados critican su 
denominación, por no ser de fácil entendimiento para 
ellos, principalmente para los agricultores, lo cual 
puede dificultar el uso de dichos materiales. 
Con el presente estudio se busca medir el grado de 
generalización de la cri'tica hecha a la denominación 
que el ICA viene dando a los materiales mejorados a 
partir de la década pasada (1975), generalmente con-
formada por parte del nombre genérico del cultivar, el 
nombre de la institución creadora, la primera letra del 
Centro Experimental donde se desarrolla el material, 
una letra que identifica si es hibrido o variedad, un 
nümero para identificar el piso térmico y finalmente, 
el ndmero de serie que corresponde al material obte-
nido. Ejemplo: Sorghica—NH. 301, hthrido de sorgo 
para grano (3). 
En las primeras etapas de mejoramiento de las es-
pecies cultivadas se seleccionaban, sobre todo, mate-
riales nativos cultivados por los agricultores. En el 
caso del frijol,en Hispanoamérica., nacieron las prime-
ras variedades identificadas con nombres generalmente 
asociados con el color del grano, ya sea directamente 
("negro", "rojo", "amarillo") a en forma figurada 
("canarlo", 	'azufrado", "pintado"). También se 
identificaban las variedades por algunas caracterIsti-
cas, como el perIodo vegetativo ('cuarenteno", cm-
cuenteño", "dosmesino") y liabito de crecimiento 
("arbolito"). Esta forma de denominación se daba 
para la mayoria de las especies cultivadas en Colom-
bia (4). 
A partir de 1950 han aparecido nuevas variedades, 
y otras simplemente han cambiado de nombre al ser 
introducidas a otros parses. La costumbre de Ilamar 
una misma variedad con diferentes nombres no es 
exciusiva de America Latina. Las variedades de frijol 
de Michigan (E.U.), muy conocidas y de amplia difu-
sión, fueron lanzadas con los nombres de "Sanilac", 
"Seafarer" y "Seaway", pero se conocen en Inglate-
rra como 'Torpedo", "Purley King" y "Revenue". 
Los nombres de muchas variedades eran regiona-
les, es decir, resaltaban accidentes geográficos, honra-
ban a caciques indi'genas o se extraIan de dialectos 
locales y,por lo tanto, no se conservaban fácilmente 
cuando esas variedades eran aceptadas más allá de las 
fronteras nacionales. Esto motivó los continuos cam 
bios de nombres de las variedades, que no hubieran 
ocurrido si existieran canales apropiados para difundir 
su genealogia y otorgar los créditos correspondientes. 
Infortunadamente ésto no sucedia y en ausencia de 
esos canales, solo un circulo reducido de personas lo 
conocIan (4). 
En Colombia a las primeras variedades mejoradas 
se les dio nombres regionales como: frijol "Algarrobo 
102", trigo "Nariflo 59", cebada "Galeras". Posterior-
mente se identificaron los materiales mejorados con el 
cOdigo DIA (Departamento de Investigaciones Agro-
pecuarias) as: frijol "Diacol Andino ",papa "Diacol 
Monserrate" y al transformarse el DIA en el Instituto 
Colombiano Agropecuario (ICA) en 1963, SUS varie-
dades se denominaron con el nombre de ICA; ejom-
pbs: frijol "ICA Pijao", ajonjoli "ICA Pacandé", 
etc. (1). 
Las variedades mejoradas introducidas en Colom-
bia generalmente conservan su nombre original, como 
es el caso del algodOn del cual seconocen variedades 
como la Deltapine 55, creada por DELTA 3 PINE 
LAND CO. (USA), y del sorgo Pionner 8417, obteni-
do por la PIONNER HIBRED INTERNATIONAL 
INC.; igualmente, variedades producidas en Colombia 
por empresas del sector privado conservan la nomen-
clatura designada por la entidad creadora. Se tiene el 
caso de las variedades sorgo Tropical —4 creada por 
PROSEMILLAS, (Armero, Tolima) y sorgo VP-22 de 
PROACOL LTDA. (Valle) (1). También existen va-
riedades creadas por entidades cooperadoras como el 
CIAT y el ICA; por ejemplo, las variedades de Arroz 
Cica-4 y Cica-8. En la actualidad a los materiales 
mejorados generalmente se les denomina con nombres 
compuestos por el genera y la entidad creadora, verbi. 
gracia las variedades de algodOn Gossica M-21, de fd-
jol Frigolica 0.3-2 y de arroz Oryzica —1. 
Consideraciones generales que se deben tenor en 
cuenta en la formación de los nombres de las varieda-
des de acuerdo con el codigo internacional de nomen-
clatura para plantas cultivadas (2), indican que las va-
riedades de plantas introducidas o producidas después 
del primero de enero de 1959 no deben toner denomi-
naciones latinas (Hibiscus "Totus Albus", Hemeraca-
his "Alba Striata"), o ciertas partes en vocablos lati- 
58 
MUOZ B., D.; LIGARRETO M., G. Denominaciôn de variedades-hibridos mejorados por el ICA. 
nos ("Hyemalis Southcote"); además, no deben ilevar 
nombres botánicos. El nombre debe consistir preferi-
blemente de una o dos palabras y no más de tres. Una 
secuencia arbitraria de letras, una abreviación 0 un 
numeral es considerado coma una palabra; los nom-
bres de genera y especie pueden ilevar a confusión; 
por ejemplo, Poplar Eucalyptus puede ser descuida-
damente referenciado coma "Eucalyptus Poplar"; 
nombres de hi'bridos originados por partes combina-
das de las especies parentales, como en el caso de "Sa-
lupaj ica ", no pueden ser usados coma nombre del cul-
tivar formado por hibridación entre Camel/ia salve-
nensis y Camellia japonica. Tampoco se pueden usar 
las palabras variedades a forrna (2). 
La comisión internacional para la nomenclatura de 
las plantas cultivadas recomienda evitar en cuanto sea 
posible, entre otras, las siguientes formas en la deno-
minación de las variedades (2): 
- Nombres compuestos por abreviaturas, numerales 
o secuencias arbitrarias de letras, excepto las esta-
blecidas por costumbres en un pars, a por requisito 
del cultivo; ejemplos: cafia de azücar 'POJ 2878". 
- Nombres que contengan un arti'culo inicial, a me-
nos que se requiera por costumbre linguIstica 
("Coronel ",no "El Coronel"). 
- Nombres formados por exceso de palabras, a por 
vocablos a frases muy largas. 
Variables Analizadas 
Para recolectar los datos requeridos, se elaboró un 
formulario que contenia preguntas especlficas refe-
rentes a las siguientes variables: 
- Lugar de trabajo, piso térmico de la zona agrIcola 
del encuestado, su ocupación principal, entidad 
donde labora, cultivo con los cuales trabaja y ma-
terial genético que utiliza: variedad y/o hibrido 
mejorado o materiales criollos. 
- Grado de satisfacción con el nombre de los mate-
riales mejorados que utiliza. Razón por la cual no 
estd satisfecho con el nombre de los materiales que 
utiliza. 
- Solicituddelasvarjedades: Solicita la variedad o 
hibrido por su nombre completo? ,,Le sirven los 
nümeros que se le colocan a algunos materiales me-
jorados para conocer mejor la semilla? 
- 	El nombre que el ICA da a los materiales limita el 
conocimiento y adopción de los mismos? 
- Divulgación; el ccncepto sobre la divulgación que 
el ICA hace a los nuevos materiales mejorados. 
- ,,Cuáles factores se deben tener en cuenta para dar 
el nombre a un material mejorado? 
Análisis Estadistico 
- Nombres que exageran los méritos de una variedad 
a que puedan volverse erróneos al introducir el 
nuevo cultivar en otras circunstancias, verbigracia: 
tomate "el más precoz". 
- El nombre del material debe ser claro, incluya a no 
el nombre del creador, la estación experimental o 
la empresa creadora como parte integral del nom-
bre de la variedad. 
METODO LOG IA 
Coma sabre el tema objeto del presente estudio 
existe poco conocimiento utilizable, se realizó una en-
cuesta exploratoria como parte del proceso de investi-
gación. 
Muestra Poblacional 
Para lograr un cubrimiento nacional, sin considerar 
el nivel de desarrollo agrcola regional y tipos de culti-
vas, se tomó corno muestra 400 informantes de 20 
departamentos, incluyendo agricultores, asistentes 
técnicos, extensionistas, investigadores, productores 
de semila y casas comerciales agdcolas. 
Se realizó análisis de distribución de frecuencias y 
porcentajes. 
RESULTADOS V DISCUSION 
Caracteristicas Generales 
En la muestra de encuestados se tuva la representa-
ciOn de 20 departamentos y 135 municipios a nivel 
nacional, dentra de los cuales los que resultaron con 
mayor frecuencia de informantes fueron: Tolima, 
Cundmamarca y Valle con 14.7; 12.5 y 12.2%, respec-
tivamente. 
En la Figura 1 se observa la distribución porcen-
tual en cuanto a la ocupación principal y piso térmico 
donde se encuentran los informantes, sabre la deno-
minación de materiales mejorados entregados por el 
ICA. El 28.117o de los informantes Jo integran asisten-
tes técnicos; el 21.5% , agricultores medianos; el 
13.5%, investigadares, eli 1,1%, agricultores pequeflos 
y el 9.4%, agricultores grandes. El 68% habitan en cli-
ma cálido, el 20% en clima frIo, el 8% en clima me-
dia y el 4% restante tienen asentamiento en clima 
medio y cálido, a frio y media. 
59 
RE VISTA ICA, Vol. 24, Enero - Marzo 1989 
Agricultor 
Pequeño 
Asistente 	 2 8. 1 
Técnico 	\ 
Agricultor 
Mediano 
21.5: 
Agricultor 
Grande 
6.0 Productor 
Semilla 
135 
1O.4 
Investigador 
Extensionista 
Medio 
7--~\Frfo 7R,,; 
Medio y Cálido 
Medio y FrIo 
Ca lid o 
FIGURA 1, Ocupación principal y p150 térmico de las zonas de influencia de los informantes sobre Ia denominaciôn de materia-
las mejorados entregados pOr el ICA, 1986. 
De acuerdo con los usuarios, se encontrO que la 
mayor ía se dedicaban a màs de un cultivo: los de cli-
ma cálido, a los cultivos de arroz, alqodón, sorgo y so-
ya, rnientras que los de clima frIo cultivaban cereales 
menores, maiz, frijol, arveja, hortalizas y frutales. 
Muchos de los informantes trabajaban con varios 
cultivos; por lo tanto, su nümero total fue superior a 
los 400 encuestados (Tabla 1). 
Las especies en las cuales el uso de material genéti-
co mejorado, variedad y/o hibrido es superior al 70% 
en comparación con el material criollo, fueron: arroz, 
cereales menores (trigo, cebada y avena), sorgo, fríjol, 
soya, ajonjoli y algodón. Se observan porcentajes rela-
tivamente altos de uso de materiales crioUos en las es-
pecies de maiz, arveja, hortalizas y frutales (Tabla 1), 
60 
RONDON C., J. G. Recornendaciones para controlar enfermedades en cacao. 
enfermedades causadas por hongos, entre los que so-
bresalen la moniliasis (Moniliophthorci roreri) y la es-
coba de bruja (Cnn/p ellis perniciosa). 
Las pérdidas estimadas por este concepto en el 
pals ascienden a más del 40% de la producción, equi-
valentes a 1,600 toneladas de grano comercial, con un 
valor de 29 millones de dólares. 
Los estudios lievados a cabo en ci pals, especial-
mente en el CR1 - Tulenapa del ICA en Urabá, sobre 
la biologla de M. roreri y C. perniciosa, la epidemio-
logia de estas enfermedades y los conocimientos que 
se han adquirido sobre la fisiologia del cultivo han Se-
ñalado la existencia de épocas criticas a través del 
año, durante las cuales los niveles de infección por 
Monilia v Escoba se hallan en sus puntos de maxima 
y minima inflexidn. Todos estos elementos han per-
mitido definir, como resultado concreto, un "sistema 
de manejo" en el que se conjugan elementos y resulta-
dos de investigación básica y aplicada. 
Este sistema de manejo, además de establecer épo-
cas definidas de remoción de material enfermo, per-
mjtjráci ordenarnjento de las prácticas del cultivo 
tendientes a estimular una mayor producción con las 
dirigidas a elimiriar las fuentes de inóculo (mazorcas 
enfermas y escobas), para realizar un control más eli-
ciente a menor costo. 
Aunque los programas de investigación del ICA 
continUan en la büsqueda de rluevas alternativas para 
el control de estas enfermedades, a continuación se 
presentan y analizan los resultados prácticos obteni-
dos hasta el momento de todos aquelios trabajos cu- 
yas metodologias, anàlisis y conclusiones pueden con-
sultarse detalladamente en los trabajos escritos, de tal 
forma que puedan servir de modelo en regiones de 
ecologfa similar. 
RESULTADOS EN EL CONTROL DE MONILIA 
La moniliasis es tal vez la enfermedad más generali-
zada y la que mayores pdrdidas directas ocasiona en el 
pals, ya que su ataque se localiza sobre los frutos en 
cualquier estado de desarrollo, variando su sintomato-
logla con la edad de la mazorca en el momento de la 
infección. 
En frutos pequenos o pepinos se presenta ya sea ci 
secamiento prematuro o el desarrollo de deformacio-
nes o "jibas", seguidas de la mancha café y posterior 
formación de las estructuras de reproducción (coni-
dias). 
En mazorcas mayores de tres meses pueden apare-
cer inicialmente puntos aceitosos y necróticos, el pos-
terior desarrollo de la mancha café y la producción de 
conidias. Los daños internos son totales en frutos me-
nores de 90 di'as, casi el 80% en frutos de tres meses 
y en mazorcas de cuatro meses o más la infecciön só-
lo afecta la parte externa o en porcentaje muy bajo 
las almendras (4, 5,6,8, 13). 
Las observaciones realizadas por varios años en 
Urabá, indican que ci desarrollo epidémico de la en-
fermedad está estrechamente ligado, de una parte, a 
la precipitación, como factor ambiental que más favo-
rece la severidad y la intensidad de su ataque y de 
otra, con el cuajamiento de los frutos dentro del pro-
ceso productivo del cultivo (Figura 1). Es asi como en 
Produccjón total de mazorcas 
Produccjón mazorcas con monhlia 
Precipitacion (mm) 
2.000 
I' 
it 
It 
I' 
i t 
U 
/ 
1.000 
E 
400 
300 - 
200 
100 
 
.... 
 
JulioI77 	,Enero/78 
	
Enero/79 
	
Enero/80 	 Enero/Bi 
FIGURA 1. InfIuenca de la precipitaciôn en la incidencia de monilia con prácticas de remocióri do frutos enfermos cada mes. 
Muestra de 100 árboles. Tulenapa, Urabá. 1982. 
ri 
ri N'me,o de mazorcas 
2.500 
2.500 
2.000 
2.000 
1 500 
1.500 
8 
1.000 
500 
500 
JJA SON DEF MAM JJA SON 3EF MAM JJA SON OEfr CIMIVI JJA 	M 
Meses 
_______ 1981-82 	 1982-83 	1983-84 	 6 	 1984-85 
RE VISTA ICA, Vol. 24, Enero - Marzo 1989 
condiciones de bosque hümedo tropical las pérdidas 
por la enfermedad se mantienen por encima del 90% 
a travs de todo el año, más adn si la eliminación del 
inóculo presente (mazorcas esparuladas) tiene una pe-
riodicidad muy amplia. 
Desde el punto de vista climático, en la zona 58 
presenta una época seca definida durante el primer 
trimestre del aflo y un periodo iluvioso de abril a di-
ciembre. El periodo seco determina siempre una dis-
rnjriucjón en la incidencia de la enfermedad para el 
primer semestre, con un minima en mayo, junio y ju-
lio; a partir de agosto, la incidencia de la enfermedad 
se incrernenta en la misma proporción en que se incre-
menta el cuajamiento y la producción de mazorcas, 
alcanzando los más altos porcentajes de infección y la 
pérdida casi total de la cosecha principal a finales del 
a?io (Figura 1). 
Con base en estas y otras observaciones y estudios 
llevados a cabo en Urabá, zona de bosque hümedo 
tropical, caracterizada por una precipitación arival de 
2.900 mm, humedad relativa superior al 85% y tern-
peratura media de 28° C se establecieron diferentes 
ensayos con el propàsito de determinar la influencia 
que ejercian las prácticas de remoción de mazorcas 
enfermas sobre la incidencia de Monilia y los rendi 
mientos de cacao (4, 8, 10, 12); estos resultados fue 
ron bsicos para el desarrollo del siguiente estudio: 
A partir de 1981 se inició en el CR1 - Tulenapa un 
ensayo o 'parcela dernostrativa" con el propósito de 
aplicar esta rnetodologia de control y evaluar su efi-
ciencia desde el punto de vista técnico y econórnico. 
Con tal fin se tomó una hectárea de cultivo en un late 
de cacao hibrido de nueve años de edad, sembrado a 
4 m x 4 m. Los registros trimestrales de producción e 
incidencia de enfermedades se presentan en la Figura 
2. De los cuatro años de estudio, el prirnero se tomô 
comO testigo. 
Durante el primer afio de observacithn 1981-1982 
los niveles de infección por Monilia fueron superiores 
al 65% con remoción de mazorcas enfermas cada 20 
dias; a partir del segundo trimestre de 1982, se co-
menzó a aplicar el modelo de manejo recomendado, 
presentándose una fuerte disrninución en el nivel de 
daflos por la enfermedad, situación que se mantuvo 
y mejoró, ya que para el segundo trimestre de 1985, 
la infección por Monilia fue cero. 
Er general, las diferencias sustanciales en el mane-
jo de la enfermedad entre el primer año, tornado co-
mo testigo, y los años de apiicación del "modelo de 
manejo" se halian en la frecuencia de remoción de 
frutos enfermos durante el segundo semestre de cada 
aflo, pues en el testigo la remoción fue cada 20 dias 
y en el tratarniento esta remoción fue sernanal. 
Con base en estos resultados y el análisis de la in-
formación existente se puede afirmar que: 
FIGURA 2. Producción de mazorcas e incidencia de enfermedades. Parcela demostrativa de 625 árboles para control de enferme-
dades.CRI Tulenapa. Urabá. 1986. 
RONDON C., J. G. Recomendaciones para controlar enfermedades en cacao. 
lo. En zonas de alta precipitación, la remoción de 
frutos enfermos, cada 20 das o cada mes, no per-
mite un control satisfactorio de la enfermedad. 
2o. En zonas de liuvias fuertes y frecuentes, la remo-
don semanal de frutos enfermos en la época cri-
tica de producción reduce la incidencia de Moni-
ha, pues se interfiere en la producción de inóculo 
el cualen ausencia de esta prctica,incrementa la 
severidad e intensidad de la enfermedad. 
3o. La enfermedad se puede controlar en forma efi-
ciente y lograr aumentos significativos en el ren-
dimiento, con prácticas de remociOn semanal de 
frutos enfermos, durante el perIodo de maxima 
producción. 
Es de gran importancia recalcar que aunque la re-
mociOn de mazorcas enfermas durante el primer se-
mestre del año se debe realizar mensualmente, el éxi-
to de la práctica radica en que ésta sea lo más eficien-
te posible, para garantizar la minima presencia de 
inOculo al comienzo del segundo semestre. Esto sOlo 
se logra cuando el agricultor o quien realice esta labor 
conozca las mazorcas enfermas, a cualquier edad, por 
sus sintomas externos y las elimine antes de alcanzar 
el estado de mancha avanzada o de esporulaciOn. 
Por otra parte, los conocimientos que se tienen so-
bre la dinámica del inóculo y la potencialidad de los 
procesos de liberaciOn y diseminaciOn a partir de ma-
zorcas enfermas sobre el suelo, permiten concluir que 
la labor de recolecciOn, sacada del lote y enterrada de 
este material, además de contribuir a elevar los costos 
de control, son ineficientes e injustificadas, salvo en 
aquellas regiones donde la enfermedad no se ha pre-
sentado antes y existe la posibilidad de erradicarla. 
RESULTADOS EN EL CONTROL DE 
ESCOBA DE BRUJA 
Tal vez sea esta ha enfermedad más importante del 
cultivo, debido a que por su mayor rango de aceiOn, 
al atacar cualquier tejido meristemático en aetivo cre-
cimiento; sean yemas vegetativas, cojines fiorales o 
mazorcas, sus danos pueden liegar a ser irreversibles. 
De no controlarse a tiempo.la Onica alternativa es la 
renovaciOn total del cultivo. 
El comportamiento de la enfermedad en el campo 
es hoy dIa bien conocido gracias a los trabajos realiza-
dos por el ICA y la Universidad Nacional en las regio-
nes de Urabá y el Piedemonte Lianero, respectivamen-
te (2,3,7,9, 14,15).La enfermedad presenta un ciclo anual bien defini-
do en la producciOn de nuevas infecciones (escobas), 
con un minimo en mayo y junio; a partir de julio se 
presenta un progresivo incremento hasta alcanzar su 
punto de maxima inflexiOn entre diciembre y febrero, 
para disminuir ripidamente y alcanzar su punto de 
mnirna infección al año siguiente (Figura 3). Como 
se ha podido constatar, las fluctuaciones y el aumento 
en el nümero de nuevas Escobas está relacionado con 
la concentraciOn de inOeulo (esporas) en el ambiente, 
la presencia de tejido susceptible en la planta y con la 
precipitaciOn (3, 7, 9). 
Produccián de escobas 
- - -- Precipitación (mm) 
10.000 - 
-400 
-300 
5.000 - 
E 
a- 
6 a. -200 
I It— 
- 100 
1.000 - 
E/79 	 Ef80 	 E/81 	 E/82 
FIGURA 3. Producciôn mensual de escobas con relación a (a precipitacion. Muestra de 100 árboles hIbridos (sea 6 y ics 39) CR1 
Tu)enapa, Urabé. 	1982. 
67 
RE VISTA ICA, Vol. 24, Enero - Marzo 1989 
También se ha definido que el tiempo minimo re-
querido para que una Escoba inhale la esporulación 0 
producción de basidiocarpos es de 17 semanas; a su 
vez la producciOn de los mismos presenta un pica 
mâximo en octubre y un segundo pica en los meses 
de abril y mayo luego de la estación seca del año (2, 
9). 
Esto ha tenido un significado importante en la to-
ma de decisiones sobre su control, pues indica que 
durante el segundo semestre se presenta una estrecha 
incidencia entre la brotación y floración del cultivo, 
la producción de basidiocarpos del hongo y la preci-
pitación, que se traduce más adelante (diciembre-
febrera) en gran cantidad de nuevas Escobas. Por el 
corltrario, en el primer semestre las nuevas infeccio-
nes son muy pocas, debido a que la época seca ejerce 
un control sobre la esporulación de las Escobas secas, 
retardando su inicio o reactivación; además, existe un 
desfase bien marcado entre êsta y la brotación del ár-
bol que la antecede y la floración que le precede. 
Con base en estos y otros conceptos sobre libera-
ción de inóculo y diseminación, asi como de las inte-
racciones que se han ida definiendo entre el cultivo, 
el hongo y el ambiente, se iniciaran los ensayas de 
control cuyos resultados más importantes se comen-
tan a continuación. 
La aplicación del modelo de manejo de Escoba de 
bruja (Figura 2), tuvo en cuenta como parámetra de 
comparaciOn el primer año de registros. Llama la 
atención el comportamiento de la enfermedad duran-
te ese primer aflo, ya que los niveles de incidencia, 
considerados como el total de Escobas producidas por 
hectárea, fueron bastante altos a causa principalmente 
de una deficiente remoción de inôculo esporulante 
(Escobas secas produciendo paraguas) presente en los 
árboles y su manejo inaprapiado del cultivo. Tal situa-
ción se tradujo en un alto /ndice de Escobas/árbol/aflo 
que para el late fue superior a 100. 
A partir de 1982, se def'inieron dos épocas de re-
colecciön a remoción de Escobas a través del afio, can 
el propásito fundamental de disminuIr los costos de 
control, hacer màs eficiente la reducción del nümero 
de infecciones presentes en el cultivo como inóculo 
potencial e interferir en el ciclo biolágico del hongo. 
La cambinación de esas dos épocas en el aflo (mar-
zo-septiembre) busca reducir paulatinamente el ni:i-
mero de infecciones sobre todo en el segundo semes-
tre, al interferir en Ia producción del inóculo (basidia-
carpo-espora) más importante del aflo (octubre), el 
cual como se ha padido confirmar, tiene un efecto 
multiplicadar sobre las nuevas Escobas que se mani-
fiestan a finales y comienzos de año. 
Coma se puede inferir de estos resultados, el siste-
ma de manejo ofreció un resultado altamente satisfac-
toria en cuanto a Ia reducción en el Indice de Esco-
bas/árbol, que fue de 19 para el ültimo año, Igual-
mente, el establecimienta de épocas definidas para 
intervenir en la remoción de Escobas, eliminö las in-
tervenciones en épocas innecesarias, con lo cual hubo 
una reduccián significativa en los costos del control. 
ASPECTOS ECONOMICOS 
Desde el punto de vista econômico, los recursos 
técnicos para el manejo de estas enfermedades deben 
ofrecer una alta oportunidad económica de éxita, en 
el sentido de permitir que la relación benefico-riesgo 
sea favorable al productor en concardancia can la re-
ducción de las enfermedades y el incrementa de los 
rendimientos (Tabla 1). Estas considerachones son am-
pliamente realizables, en el caso del cultivo de cacao, 
como se ha podido demostrar, siempre y cuando el 
método de control se realice dentro de un contexto 
epidemiológico y continuado de año a aflo; de lo con-
traria, el terreno ganado en un ciclo puede perderse 
por campleto y las reinfecciones resultan ser más se-
veras. 
Al analizar los datas del late demastrativa en el 
CR1 Tulenapa, (Tabla 1), se pueden apreciar algunos 
puntos interesantes. El primer efecto positivo del con-
trol de enfermedades es la reducción de pérdidas di-
rectas por Monilia, al disminuir el porcentaje de ma-
zorcas enfermas de 68 a 10% para el iltimo aña. De 
igual manera el indice de Escoba disminuyó en forma 
considerable y para el iltimo año su registro fue de 
solo 19 Escobas. Coma efecto de esa reducciOn en la 
incidencia de enfermedades, los rendimientos pasaron 
de 280 kg a 937 kg de cacao seco por hectárea, para 
TABLA 1. Producción, incidenda, rend irniento y costo decontrol de enfermedades an parcels demostrativa de 625 drboles. Pe- 
rIodo 1981-1985. Urab, 	1986. 
Mazorcas Costo control (jornales) 
Rendimiento 
Periodo Sanas Monilia 	Total Monilia l.E* (kg/ha) Monilia 	Escoba 
1981-1982 7.344 15.778 	23.122 68 103 280 15 	 5 
1982-1983 19.695 2.578 	22.273 12 38 702 38 	 14 
1983-1984 31.695 5.054 	36.746 14 29 1.222 40 	 14 
1984-1985 24.747 2.750 	27.497 10 19 937 40 	 14 
I.E. 	Escobas producidas por Srbol al ann. 
68 
RONDON C., J. G. Recomendaciones para controlar enfermedades en cacao. 
el ditirno año, lo que significO un aumento mnimo de 
422 kg de cacao, (periodo 1982-1983), 
Desde el punto de vista costo del control, el análi-
sis se plantea sobre la base del ndmero de jornales que 
se invierten para la labor y por enfermedad, ya que el 
modelo propuesto es eminentemente cultural. Tradi-
cionalmente la labor de control de Moniia se realiza 
al momento de las cosechas (mensuales) y en el caso 
de Escoba,, éste no obedece a un patron definido, 
por lo que esta labor en la mayorIa de los casos se ha-
ce conjunta con otras propias del cultivo a través del 
año o simplemente no se realiza. Estas condiciones se 
reflojan en los registros obtenidos durante el primer 
año de observación (periodo 1981-1982, Figura 2 y 
Tabla 1), tanto en el nivel de enfermedades como de 
mazorcas sanas y kilogramos de cacao. 
En contraste con este resultado, el modelo de ma-
nejo de las enfermedades constituye para el productor 
un nümero definido de intervenciones o entradas al 
cultivo, independiente de otras actividades normales, 
que conileven un gasto anual de 40 jornales para con-
trol de Monilia y de 14 jornales para control de Es-
coba. 
La relaciOn beneficio-riesgo de la recomendacidn 
es ampliamente favorable, pues como se aprecia en la 
Figura 41os aumentos en produccidn con la aplica- 
ciOn del sistema de manejo fueron de 422, 942 y 657 
kg/ha, respectivamente. Se debe considerar que aun-
que las demás labores de cultivo de una u otra manera 
se han mejorado,el mayor porcentaje de estos aumen-
tos son debidos a la disminución de pérdidas por en-
fermedades. Esta figura nos permite observar algunos 
aspectos que vale la pena comentar. Si comparamos 
tan sOlo el primer periodo de aplicaciOn del modelo 
de manejo 1982-1983 con el periodo testigo 1981-
1982, encontramos que el incremento en producciOn 
representa unos ingresos adicionales superiores a los 
$135000 por hectdrea; a su vez los incrementos en 
costos de control equivalentes a 34 jornales, son de 
$22 .400.00. 
Esto significa que por cada peso invertido en jorna-les para el control de las enfermedades, el agricultor 
recibe $6.00, lo cual expresado en terminos de pro-
ducción indica que el agricultor paga sus costos de 
control aumentando sus rendimientos actuales en 62 
kg/ha/ano. 
Se puede concluIr que el modelo de manejo reco-
mendado para Monilia y Escoba de bruja presenta una 
serie de caracteristicas y ventajas que lo hacen eficien-
to desde el punto de vista técnico y econômico y, por 
lo tanto, recomendable como la alternativa más apro-
piada para el control de dichas enfermedades. 
L J Vr, producción (S/ha) 
Producción (kg/ha) 
Costo control tradicional (en kg y $) 
Costo adicional Sist. manejo" 
84-85 
83:84 
0 
82-83 
81-82 
100 	200 	300 	400 	Pesos ha )X103 ) Vr. prod. 
I 	 I 	 I 
I 	I 
100 	 500 	 1.000 kg/ha 
-::- -------------t 
L — ------- —' 
657 
$ __________ ---------------i 
942 
MIME-- - -J - -- 
_______________ 	 422 I 
100 	300 	500 	700 	 1.000 kg/ha 
Vr.prod. X103 
FIGURA 4. Rendimiento, valor de la producción y costo del control de enfermedades on cacao. CR1 Urabá, 1986. 
69 
RE VISTA ICA, Vol. 24, Enero - Marzo 1989 
RECOMENDACONES 
Las recomendaciones siguientes van dirigidas a téc-
nicos y agricultores cacaoteros de Urabá y de las due-
rentes zonas productoras de ecologla similar, en las 
que estos dos problemas en conjunto o individual-
mente son una limitante de primer orden para una 
buena produccián del cultivo. Si se aplican oportuna-
mente y con la intensidad recomendada, se asegurarii 
un control exitoso de estas dos enfermedades. 
1. Sin duda alguna, Ia remoción o eliminación de ma-
zorcas enfermas por Monilia; ramas de Escoba, co-
jines y frutos afectados por Escoba de bruja, en 
forma periódica y sistemática a través del aio, es 
una prctica eficiente para su control. Al hacerlo 
tenga en cuenta: 
Eliminar las mazorcas que presenten cualquiera de 
los siguientes slntomas: deformaciones o "jibas", 
manchas que aumentan en tamaño con el tiempo, 
madurez prematura, marchitez, puntos negros, etc. 
Nunca permitir que las mazorcas enfermas adheri-
das al árbol ileguen a producir polvillo a ceniza, 
pues ésta es la semilla del hongo que transmite la 
enfermedad. Tener en cuenta que las mazorcas me-
nores de cuatro meses que presenten estos sinto-
mas, generalmente no producen almendras sanas; 
luego no se justifica dejarlas en la planta. 
Quitar cualquier parte de la planta que se encuen-
tre afectada por Escoba de bruja, preferiblemente 
antes de que se seque por completo; asl se evitará 
que el hongo se reproduzca sobre las Escobas secas 
cuando se descompongan por las lluvias. 
2. Para que la remoción del material enfermo tenga el 
mismo éxito lograda en los resultados anterior-
mente presentados, tenet presente los siguientes 
puntos, los cuales se pueden definir en colabora-
ciôn con un técnico de la zona: 
a. Establecer para la region la grfica de distribución 
de lluvias y la época seca del año, valiéndose de los 
registros que se tengan en la estaciOn climatológica 
más cercana a la finca. 
Tener en cuenta la distribuciOn de la cosecha a tra-
vs del año, estableciendo la época de maxima pro-
ducción y las épocas de traviesa, asi como los ci-
cbs o épocas de mayor brotación del cultivo. Es-
tos criterios pueden set definidos cualitativamente 
con base en la experiencia o el conocimiento de 
las tOcnicas en la region. 
Con los anteriores elementos de análisis, se puede 
elaborar un programa de control de estas enfermeda-
des, Para ilustrar esta situación, a continuaciOn se 
desarrollará el modelo recomendado tomando como 
ejemplo las condiciones que predominan en la zona 
de Urabá. Esta recomendaci6n es igualmente válida 
para otras regiones del pals que presenten condiciones 
climáticas (distribución de lluvias) similares. 
La Figura 5 presenta la dist!ibución de Iluvias, el 
proceso productivo o de maduración de la cosecha 
a través del ao y el ciclo vegetativo del cultivo, de 
los cuales se pueden definir los siguientes perlodos y 
cicbos: 
400 - 
	Epoca seca 	 Periodo de lluvias 
--\ 
-- 
300 
	
, 	- 
200CL 
Q. 
100 
- -, 
Ciclo productivo 
	
Cosecha traviesa 	
Cosecha principal 
Floración y cuajamiento 
Ciclo vegetativo 
Reposo 	 Brotación principal 	 8rot. secundaria 
M 	A 	M 	J 	J 	A 	S 	0 N 	D 
Me Se s 
FIGURA 5. Ciclos reproductivo y vegetativo del cacao con relaciôn a la precipitación, para la zona de Urabá. (Aranzazu, H. F.; 
Buriticá, C. P. 1982). 
70 
RONDON C., J. G. Recomendaciones para controlar enfermedades en cacao. 
Epoca seca: Primer trimestre del año. 
Epoca de Iluvias: De abril hasta diciembre, con me-
nor precipitaciôn a mediados de aflo. 
Ciclo productivo: Maxima producción de mazorcas 
de septiembre a diciembre. Segundo pico de produc-
ción,de marzo a mayo. 
Ciclo vegetativo: Periodo de reposo del árbol,de no-
viembre a febrero. 
Brote principal de febrero a abril y segunda brotación, 
de agosto a octubre. 
PLAN DE MAN EJO PARA MON ILIA 
Para el control de Monilia se toma como punto de 
partida la estación seca, removiendo mensualrnente de 
enero a junio las mazorcas enfermas; esto se hace por 
los siguientes motivos: 
La época seca determina siempre una disminución 
en la cantidad de mazorcas enfermas y en la pro-
duccidn de indculo (mazorcas esporuladas). 
Al existir menos mazorcas en el campo, la remo-
ción regular de frutos enfermos es más efectiva. 
Se garantiza la minima existencia de inóculo al mi-
ciar el segundo semestre del año, en el cual coinci-
den todas las condiciones favorables para que la 
enfermedad se incremente. 
A partir del mes de julio y con el objeto de prote-
ger al má.ximo la cosecha principal que en esta época 
se encuentra en su fase de cuajamiento y desarrollo 
(mazorcas entre 0 y 3 meses, que es el estado más sus-
ceptible), la remoción se debe realizar semanalmente 
hasta el mes de diciembre. 
PLAN DE MANEJO PARA ESCOBA DE BRUJA 
Para este plan es indispensable la determinaciôn de 
un punto de partida, que corresponda a un periodo 
crItico de produccián de inóculo (Escobas). Este pun-
to debe localizarse en la estación seca del año, donde 
ocurren dos eventos fundamentales como criterios de 
manejo, y que deben ser considerados: 
La condición climática de baja precipitación o 
ausencia de lluvias impide la esporulación del hon-
go en las Escobas secas presentes. 
2. Ocurre la mayor concentración de Escobas en to 
dos los estados (verdes, marchitez y secas). 
En consecuencia, las prácticas de manejo incluyen 
1. La eliminación de la mayor cantidad de escobas y 
partes enfermas de la planta durante los meses de 
febrero, marzo y abril, concentrando los mayores 
esfuerzos en remover las Escobas secas; éstas se 
constituyen en las más peligrosas, ya que con el 
inicio de las Iluvias pueden esporular y diseminar la 
enfermedad. 
Como en la pràctica es imposible elirninar todas las 
Escobas presentes en el campo en dicho periodo, 
es necesario efectuar una segunda remoción de Es-
cobas a finales de la segunda estación seca o en su 
defecto durante los meses de agosto-septiembre, 
dirigiendo la mayor atencidn a eliminar las Escobas 
secas. Con esto se asegura una drástica disminución 
en la producciôn de nuevas escobas en la época se-
ca del año siguiente (enero-marzo). 
El éxito de las recomendaciones hasta aquI expues-
tas depende también de la importancia que los técni-
cos y los agricultores le den a la realización de prácti-
cas de cultivo eficientes y oportunas, como son: 
Poda: es la práctica ms irnportante y definitiva 
para cultivos en producción. Se debe realizar antes 
de que se inicie el ciclo productivo del cultivo (flo-
racidn-fructificación) en la region. Para Urabá este 
ciclo se inicia en mayo-junio; luego debe efectuarse 
en el primer semestre, antes de mayo. Con la poda 
se contribuye al control de las enfermedades en 
forma directa al eliminarse todas las partes y mejo-
rarse la aireación y visibilidad del material enfermo 
dentro del cultivo. 
En zonas afectadas por Escobade bruja, la poda 
necesariamente se debe realizar antes de la primera 
remoción de Escoba, con lo cual se mejora ostensi-
blemente el trabajo de remoción y eliminaciOn de 
Escobas de cojin floral, que son las que menos eli-
mina el personal dedicado a la labor de control 
cuando existe gran cantidad de Escobas vegetativas. 
La labor de poda debe ir acompanada posterior-
mente de otras actividades como la deschuponada 
y desplumillada para reducir el exceso de ramas a 
nivel del tronco y ramas primarias del árbol. 
Regulacion de sombrio: Esta labor es importante 
en la medida en que se favorece la penetración uni-
forme de la radiacidn solar contribuyendo a regu-
lar la humedad dentro de la plantación y evitando 
la quemazOn de ramas terminales. Esta práctica de-
be ser lo mâs regulada posible para que el cultivo 
no quede a excesiva exposición solar. 
ConservaciOn de drenajes: Esta práctica es necesa-
na en zonas bajas y de alta precipitación, Costa Pa-
cifica y otras, con el propósito de eliminar todo 
exceso de agua superficial (encharcamientos) y dis-
rninuir el nivel freático. 
Cosecha: Realizar esta labor como minimo men-
sualmente, con lo cual se pueden evitar estos pro-
blemas: 
a. Que se presenten pérdidas por calidad, en la fer-
mentación de mazorcas sobremaduras. 
71 
RE VISTA ICA, Vol. 24, Enero - Marzo 1989 
b. Que mazorcas enfermas por Monilia y en estado de 
madurez lieguen a esporular en el campo. 
Que mazorcas con un porcentaje bajo de granos 
afectados por enfermedades se pierdan por corn-
pleto. 
Es de reiterar que los productores juegan el papel 
más importante en estas recomendaciones,y de SU Ca-
pacidad administrativa, experiencia y conocimientos 
dependerá en gran parte el éxito de este modelo de 
manejo, pues al adoptar la tecnologa que ofrece el 
ICA y atender las orientaciones del asistente técnico, 
se estará asegurando una mejor producción y mayo-
res ingresos, con el obvio beneficio socioeconórnico. 
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11 P. 
72

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