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ACOSTA, Nicolás CIV II-2Parcial junio2020-759

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2do Parcial de Historia de la Civilización II
 Resolución
1) El siglo XVII encontraría a la monarquía francesa intentando recomponerse de las guerras religiosas que tuvieron lugar hacia finales del siglo anterior, como así también se empezó a tratar de reforzar la autoridad. Se caracterizó por retomar las políticas de hostilidad hacia los hugonotes o protestantes franceses, quebrando así la frágil paz que se había logrado con el Edicto de tolerancia de Nantes. Este proceso incluiría una serie de políticas de coerción y represión conocidas como dragonadas. 
El período también se destacó por la tendencia al alza de la suma de poderes de la monarquía, donde los cardenales jugarían un importante rol, tanto Richelieu (quien se encargaría de ir debilitando la nobleza del reino y de la toga –corporaciones-), y luego Mazzarino, quien sería responsable de la profundización del empobrecimiento de la población al imponer impuestos a la población (lo que llevaría a levantamientos conocidos como frondas); muerto este último, se consumaría la concentración del poder en manos del rey (por entonces Luis XIV, hijo de Luis XIII y nieto de Enrique IV, los anteriores reyes con reinado en el siglo XVII). Este avance del absolutismo se daba mediante la implantación de intendentes. 
En este siglo se daría la creación de una marina de guerra francesa. Hacia finales de siglo tuvieron lugar expansiones del territorio francés y en sus colonias americanas e indias que representaron una enorme carga monetaria que llevaría a Luis XIV a someter al pueblo a nuevos impuestos.
2) La Guerra de los Siete Años, que tuvo lugar entre 1756 y 1763, fue un conflicto bélico que enfrentó a Gran Bretaña, Prusia y Portugal por un lado, y a Francia, Rusia, Austria, España y Suecia por el otro (a estos últimos luego se sumarían algunos reinos de la península Itálica). El enfrentamiento comenzaría por la rivalidad ascendiente entre los británicos y franceses, tanto en ultramar como en el armado de alianzas con las otras potencias europeas de aquel entonces. Fue considerada la primera guerra de alcance global ya que no sólo tuvo lugar en el Viejo Continente, sino que también en el Caribe, Norteamérica, el subcontinente indio y los mares. Los dos países desatadores del conflicto luchaban uno versus el otro por la hegemonía comercial y territorial. Gran Bretaña lograría desplazar a Francia de sus asentamientos en Canadá como Québec o Luisburgo (en la actual Nueva Escocia), y la obligaría a ceder la Louisiana (en los actuales EEUU) a España luego de que esta perdiera la Florida; en adición, dejaría a los franceses sin más posesiones en el Caribe que Santo Domingo (actual Haití), y le arrebataría posesiones en la India como Pondicherry, Mahé o Chandernagor. La guerra culminaría con la firma del Tratado de París en 1763 el cual colocó a Gran Bretaña como la nueva mayor potencia colonial, y favoreció a Prusia y paradójicamente a España. La derrota francesa significó una importante pérdida de prestigio y declive en lo económico, que luego sería una de las razones del estallido de la Revolución dos décadas después (a lo que se sumaría la posterior carga económica surgida de la asistencia a la independencia de EEUU como suerte de represalia hacia Gran Bretaña), mientras que a pesar de la victoria de los británicos, éstos últimos generarían un fuerte descontento en las colonias norteamericanas debido a la presión fiscal que fue vista por los colonos como un desagradecimiento para con ellos pese a la ayuda otorgada a la victoria en la guerra; esto posteriormente iniciaría el proceso de emancipación estadounidense.
3) Carlos III, quien para ejercer su poder como rey de España debió abdicar en favor de su hijo Fernando IV, el ejercicio de la corona como rey de Nápoles, fue más conocido por dar un importante impulso a las reformas inspiradas en el fenómeno de la Ilustración, mientras no tuvieran influencia en su poder y el orden social, ya que según él, la razón no implicaba el ejercicio del derecho a la crítica. Dichas reformas le valieron el mote de mayor déspota ilustrado. Para impulsarlas contó con el asesoramiento del marqués de Esquilache, quien ya había colaborado con él en su reinado en tierras italianas, y el conde José Moñino. 
A través de Esquilache, se introdujeron los juegos de azar (con el supuesto fin de recaudar fondos), se creó el colegio de Segovia y se embelleció a Madrid. Como consecuencia del motín de Esquilache, ocurrido en 1766 tras el anuncio de medidas restrictivas y la inflación en el precio del pan, se dio nacimiento a los procuradores síndicos, diputados del común y alcaldes barriales; además se expulsaría a los jesuitas del Imperio y se reformarían por completo sus instituciones educativas.
Otras reformas bajo la influencia ilustrada fueron la colonización de comarcas, la limitación del derecho a censura de la Santa Inquisición, las expedicipciones científicas a los territorios de ultramar, la creación de escuelas de Artes y Oficios, se renovaron los Colegios Mayores, etc.
4) En su libro Historia del Capitalismo, Michael Beaud señala que a lo largo del siglo XVIII habrá conflictos entre la nobleza y la burguesía debido a que tras la muerte de Luis XIV, exponente por excelencia del absolutismo, la primera buscará acceder a los negocios de la segunda, empero, a comienzos de dicho siglo, la situación distaba de ser así, pues el propio autor señala: “Así, por un lado, la nobleza que ha cerrado filas alrededor del rey y de la corte, que se reserva el acceso a los cargos y vela celosamente por el respeto a sus privilegios y prerrogativas ; por el otro, una burguesía que, gracias al comercio colonial y a la expansión de la producción manufacturera, se enriquece, se refuerza, pero sufre al permanecer separada de los asuntos del Estado”[footnoteRef:1] [1: -BEAUD, M. Historia del Capitalismo. De 1500 a nuestros días, Barcelona, Ariel, 1986, p.67.] 
El autor atribuye a “la efervescencia” de las ideas de los exponentes de la Ilustración que aparecerían durante el siglo, la constitución de un “arsenal ideológico” que permite establecer ideas tales como la contestación a la monarquía, el cuestionamiento a los privilegios de la nobleza, la unión de los campesinos y los artesanos a las ciudades, la libertad de propiedad, de producir y comerciar, entre otras. 
Beaud concluye que este largo enfrentamiento se irá resolviendo a medida que la burguesía se apoya en el descontento campesino y el movimiento popular, y halle aliados en ciertos sectores de la nobleza y el clero. El autor concluye que: “en la revolución de 1789 se verán realizadas las primeras aspiraciones de la ascendente burguesía: abolición de los privilegios, desmantelamiento del orden de la vigilancia corporativa y de los dominios, abolición de los privilegios de las compañías mineras…el Rey se verá arrastrado por el gran torbellino revolucionario[footnoteRef:2]” [2: - Ibídem, p.85.] 
5) La argumentación que puedo hacer es que no pudo haber sido posible sin la intervención de la burguesía de ese país, en consonancia con la nobleza, ello puede ser probado, por ejemplo, con la creación años antes del Banco de Inglaterra, y posteriormente el Barclays o el Lloyd, entre otros. Pero también, no hubiera tenido lugar de no ser por el incremento exponencial del comercio en la nación, tanto en exportación como en importación, que incrementaría la actividad portuaria y obligó a dotar al reino de mayor infraestructura, generando un efecto bucle que fue haciendo cada vez más necesario el uso de recursos más efectivos y abundantes (como reemplazar la madera por el carbón, o los procesos de fundición), y se acelerarían con los aportes a aquellos que con sus invenciones contribuyeran al avance de la Revolución. Todo esto, claro está, tuvo su lado negativo, ya que aumentaría la demanda de esclavos, como así también impulsaría a Inglaterra a conquistar o establecer nuevas colonias que le permitieran contar con la materiaprima necesaria para la fabricación de productos.
6) La Ilustración fue un fenómeno de corte cultural, intelectual y filosófico que tuvo lugar en el siglo XVIII en Europa. Denominado también iluminismo, ya que consideraba a la razón como la luz que ilumina al ser humano, se caracterizó por concebir al pensamiento racional como la única forma de acceder a la verdad, por medio de la observación, experimentación y razonamiento. Además, consideraba a la religión y las creencias o cultos populares como supersticiones al decretar que éstas no tenían sustento en el análisis racional; también pregonaban la igualdad de derechos para todos los seres humanos y criticaban el concepto de Rey como enviado de Dios. Entre las principales líneas de acción de este fenómeno podríamos destacar primero a Locke, quien haría las primeras contribuciones a la teoría del contrato social, al empirismo y al liberalismo clásico, y que influiría a los ilustradores franceses a través de la difusión de Voltaire; el enciclopedismo (el movimiento que daría existencia a la Enciclopedia de las Ciencias, las Artes y los oficios, bajo la dirección de D’Alembert y Diderot con la colaboración de Montesquieu, Rousseau, Buffon, entre otros), o el kantismo (la crítica del conocimiento , sensibilidad, entendimiento y razón formulados por el alemán Kant y que fuera considerada como la más sólida por ser la más tardía). Los principales espacios de actuación eran representaciones en espacios públicos de obras artísticas, las logias masónicas (que eran controladas), conferencias públicas, reuniones en cafés o teatros, ferias del libro, bibliotecas que otrora habían sido sólo privadas. A veces los libros se leían en voz alta por quienes los poseían, en reuniones familiares y de amigos. Los cafés ofrecían menúes de lectura, al igual que algunas bibliotecas.
7) Rudé señala que si bien dichos procesos fueron respuesta a problemas muy concretos, tuvieron también mucho en común, siendo el mejor ejemplo la existencia de una sociedad integrada por fabricantes y proletarios (ouvriers). El autor destaca que tuvieron lugar tres revoluciones durante el siglo: la primera en 1830, que tiró del poder a Carlos X, por medio de una alianza entre burgueses privados de sus libertades obtenidas en la Carta de 1814 y ouvriers, y que básicamente podría ser considerada un dejá vu de la revolución de 1789 , aunque en esta ocasión, el resultado fue más bien una reivindicación de la clase obrera y dio lugar a asociaciones políticas entre los obreros; la segunda en 1848, que derivó en la conformación –primero- de la Segunda República, nuevamente gracias a una –ahora frágil- alianza entre burgueses y obreros, donde estos últimos serían derrotados meses más tarde por los primeros, y la República sería disuelta con la asunción de Luis Napoleón como presidente y luego emperador de Francia; ya en 1871 tiene lugar la tercera, con la formación de la Comuna de París –aunque por solo dos meses- que significó el establecimiento del primer gobierno proletario, que directamente no tendría participación del campesinado, algo que Rudé atribuye a lo beneficiado que el sector había salido con la revolución de 1789 y a la poca afinidad de éstos con la idea de república socialdemócrata de la clase obrera. Para concluir, el autor sostiene que entre las tres revoluciones hubo una gran conquista para el trabajador, que pasaría a adoptar el mote de proletario en lugar que el de ouvrier u obrero y el aún más despectivo sains culotte o sin calzón.
8) El librecambio, a diferencia del proteccionismo, es un enfoque económico que defiende la anulación de trabas (como aranceles y cuotas) al comercio internacional para lograr una mayor apertura a mercados de otros países y así generar más empleo. 
Gran Bretaña implementaría esta modalidad de comercio en la mitad del siglo XIX, abandonando el proteccionismo –con excepción de las barreras arancelarias, para efectos fiscales- para fomentar la empresa privada y la expansión comercial, el primer exponente de este fenómeno fue la abolición de las leyes de cereales en 1846. Estas medidas le permitían al imperio vender libremente a bajo precio en todos los mercados del mundo, y estimular a los países subdesarrollados a venderles a bajo precio y en gran cantidad, productos destacados de esos lugares y de esa forma ingresar dinero para adquirir manufactura británica.
9)Según Smith, la primera base de imperialismo europeo fue el uso de la fuerza superior: “desde el velero de guerra del siglo XVI hasta el helicóptero dotado de cañones de la actualidad, la tecnología militar avanzada ha apoyado este impulso expansivo (…) La dimensión política del proceso involucraba primordialmente el estímulo de redes de actores locales nativos que estuviesen dispuestos a trabajar con el sistema internacional y, en áreas de control directo, la creación de burocracias complejas (…) Por otro lado, para satisfacer mejor sus propias necesidades, los europeos trataron de alentar algunas formas de la organización social local adecuadas para el comercio internacional. Por supuesto, esto ocasionaba tambié grandes sufrimientos humanos, desde las minas de plata de México hasta los litorales de esclavos de África y las hambrunas de Irlanda[footnoteRef:3] (…)” [3: SMITH, Tony. Los modelos de Imperialismo. Estados Unidos, Gran Bretaña y el mundo tardíamente industrializado desde 1815, México, FCE,1984, p.36.] 
Luego hace hincapié en Gran Bretaña, a modo de describir otra de las bases (dependencia económica), a la que le atribuye tres razones por las cuales mantuvo una relativa hegemonía como potencia colonial por excelencia: la supremacía de su flota, el hecho de haber incubado la Revolución Industrial y la venta de sus productos y servicios por todo el mundo, y la capacidad de asegurar la división de Europa durante mucho tiempo. Smith asevera que Gran Bretaña construyó una suerte de imperio en base a los lazos económicos más que por la acción bélica, ya entrado el siglo XIX. El autor formula que algunas formas de influencia en países subdesarrollados como Argentina o Egipto fueron el ferrocarril y el librecambismo, y la imposición de modelos liberales sobre ellos. Estos países le enviaban materia prima a cambio de divisas y “progreso británico”. Smith recuerda que previo a ello, esa nación ya había cautivado a algunos libertadores americanos como Simón Bolívar, que veían en ella una protección de otras fuerzas europeas.
Se hace un salto en el tiempo a 1870 en adelante, en donde el imperialismo deja de sustentarse en las demandas económicas sino más bien en las motivaciones políticas, reflejando una visión más acercada de la actitud de europeos hacia otros, que de europeos a asiáticos, americanos y africanos; como ejemplo de ello, Smith hace referencia al interés ruso por los levantamientos en los Balcanes en 1875 contra el Imperio Otomano.
10)La unificación alemana fue un proceso histórico que transcurrió a partir de la segunda mitad del siglo XIX. Dio origen al Imperio Alemán, creado el 18 de enero de 1871, a partir de la unión de diversos estados independientes como Prusia, Baviera, Sajonia, Alsacia, entre otros. El proceso empezaría en 1862 con la designación del canciller Otto von Bismarck, quien bajo la dirección del Reino de Prusia se encargaría de la unificación, siendo éste un hábil diplomático de sangre fría, que aplicaba una política arancelaria conocida como el Zollverein destinada a gratificar a los aliados prusianos mediante beneficios arancelarios.
Las primeras ganancias serían los ducados daneses de Schleswig y Holstein, en el marco de la Guerra de los Ducados. El primero quedaría bajo administración prusiana, el segundo bajo administración austríaca; esto duraría poco ya que Bismarck intentaría aprovecharse de la aproximación geográfica y el derecho a la autodeterminación, imponiendo la influencia prusiana e induciendo a los territorios ganados a aceptar su tutela. La reiteración de esta práctica sobre otros territorios germanos fue debilitando la alianza con los austríacos.Bismarck se propuso desplazar a los austríacos de todo territorio germano mediante la guerra austro-prusiana y la concepción de Austria como una fuerte amenaza para el reino. Bismarck presionaría a Italia para ayudarle en este enfrentamiento a cambio de devolver Venecia, que estaba bajo poder prusiano; a pesar de ser derrotada por los austríacos, éstos últimos siendo vencidos por Bismarck debieron rendirse. El fin de esta guerra significaría el Tratado de Praga que le daría más territorios a Prusia, como Hannover y Frankfurt. 
El último gran paso hacia la unificación sería la guerra franco-prusiana donde se pretendía amedrentar a los franceses mediante ganancias territoriales. Bismarck se valió en la provocación, induciendo al rey Napoléon III a declarar la guerra, que culminaría con el tratado de Frankfurt donde se obtendrían los territorios de Lorena y Alsacia, el final de la monarquía en Francia y el nombramiento de Guillermo I como emperador o káiser del flamante imperio.

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