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A A Smirnov (editor) - Psicologia-Grijalbo (1978)

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A C A D E M IA D E C IE N C IA S P E D A G O G IC A S 
D E L A R.S.S.F.R.
INSTITUTO DE INVESTIGACION CIENTIFICA
PSICOLOGIA
Redacción:
A. A. SM IRN OV (redactor jefe),
A. N. L EO N TIEV , S. L. R U B IN SH TEIN 
y B. M. T IE PLO V
Traducción, directa dd rtuo 
por el doctor 
FLO R EN C IO V IL LA LANDA
CUARTA E D IC IO N EN E S PA Ñ O L
<TRATADOS Y MANUALES»
E D IT O R IA L GRIJALBO, S. A.
BARCELONA-BUENOS AIRES* MEXICO. D. F.
1978
Esta traducción ha (ido hecha directamente de la edición ro a , e a v ír tu d de 
contrato firmado por Mezhdunarodnaia Kniga, Plaza Smolenskáya-Sennaya,
32/34, Moscú.
(C) 1960 por Editorial Grijalbo, S. A., avenida Granjas, 82, 
México, 16, D. F.
CUARTA E D IC IO N EN ESPA Ñ O L
Reservados todos los derechos. Este libro no puede ser reproducido, 
en todo o en parte, en forma alguna, sin permiso.
IMPRESO EN MEXICO 
PU N TEO IN MEXICO
IND ICE
P r ó l o g o
SECCION PRIM ERA 
CUESTIONES GENERALES
C a p ít u l o I : O b j e t o , p r o b l e m a s y m é t o d o s d e l a p s ic o l o g ía
1. Concepto general de los fenómenos psíquicos como función del 
cerebro, 13.— 2. Los fenómenos psíquico!, reflejo de la realidad ob­
jetiva, 17 .— 3. Carácter reflejo de la actividad psíquica, 20.— 4 . T a­
reas de la psicología, 24.—5. Métodos de la psicología, 28.
C a p í t u l o II: L a a c t i v i d a d n e r v i o s a s u p e r i o r ........................................
1. Los mecanismos reflejos de las funciones nerviosas, 37.— 2. For­
mación de los reflejos condicionados, 47.— 3. Formas de inhibición de 
los reflejos condicionados, 54.— 4. Movimiento de los procesos ner­
viosos en la corteza cerebral, 58.— 5.' Sistematización en el funciona­
miento de la corteza cerebral, 60.—-6. Cambios fásicos en la actividad 
de la corteza cerebral, 62.—7. Diferencias en la actividad de las 
regiones principales de la corteza cerebral, 63.
C a p í t u l o III: D e s a r r o l l o d e l a p s i q u i s . La c o n c i e n c i a h u ­
m a n a ....................................................................................................................................
1. Desarrollo de la actividad reflectora en el proceso de evolución 
de los animales, 74.— 2.* Origen de la conciencia, 78.— 3. Caracte­
rística general de la conciencia humana, 83.— 4-. Papel específico de
• la conciencia en la actividad del hombre, 88.— 5. La conciencia 
v la experiencia práctica inmediata del hombre, 88.
SECCION SEGUNDA 
LOS FENOMENOS PERCEPTIVOS
C a p í t u l o IV: L a s s e n s a c i o n e s ..........................................................................
1. Concepto general de la sensación y de los analizadores, 95.
2. Clasificación de las sensaciones, 98.—3. La sensibilidad y su deter­
minación, 99.— 4. La adaptación, 102.—5. Mecanismos reflejos de 
la sensación, 105.— 6. Las sensaciones visuales, 112.— 7. Las sensa­
ciones auditivas, 121.—9. Las sensaciones cutáneas. 127.— 9. Las ten.
5
6 I N D I C E
sudones gustativa!, 131.— 10. Sensaciones olfativas, 132.— 11. Las 
sensaciones cinéticas (del movimiento y posición de los óiganos 
del cuerpo), L34.— .12. Las sensaciones estáticas (sensaciones de 
equilibrio), 136.— 13. Las sensaciones orgánicas (de hambre, de sed, 
las sexuales y las relacionadas con la respiración y la circulación 
sanguínea), 138.— 14. Desarrollo de las sensaciones, 141.
C a p í t u l o V : L a p e r c e p c i ó n ..................................................................................... 144
1. Característica general de la percepción, 144,— 2. Integridad de 
la percepción, 145-— 3. Carácter racional de la percepción. El reco­
nocimiento, 148,— 4. C arácter selectivo de la percepción, 151.— 5. T i­
pos de percepción (visuales, auditivas, etc.). Papel del movimiento 
en los distintos tipos de percepción, 155,— 6. Percepción del espacio,
155.— 7. Percepción en el tiempo, 165.— 8. Percepción de los mo­
vimientos, 167.— 9, L a observación y la capacidad de observar,
168,— 10. Diferencias individuales de la percepción, 171.— 11. Desa­
rrollo de la percepción en los niños, 172.
C a p í t u l o VI: La a t e n c i ó n ..................................................................................... 177
1. Característica general de la atención, 177.— 2. L a atención in­
voluntaria, 180.— 3. La atención voluntaria, 182.—4. Particularida­
des de la atención, 185.— 5. Desarrollo de la atención en los niños 
y métodos para su educación, 193.
C a p í t u l o VII: L a m e m o r i a ....................................................................................... 201
I. Características generales de la memoria, 201.— 2. Memoria de 
fijación, 204.— 3. El reconocimiento y la memoria de reproducción,
216.—4. Las representaciones de memozia como reproducción de la; 
imágenes de los objetos y fenómenos reales, 220.— 5. El olvido,
222.— 6. Diferencias individuales de la memoria, 225.— 7. Desarrollo 
de la memoria en los niños, 227.
C a p í t u l o VIII: El p e n s a m i e n t o ....................................................................... 232
1. Característica general del pensamiento, 232.—¡2. Operaciones ra­
cionales, 236.— 3. Los conceptos, los juicios y las conclusiones,
241.— 4. Asimilación de los conceptos, 244.— 5. La comprensión,
252.— 6. Solución de los problemas racionales, 257.— 7. Cualidades 
d e la razón, 265.— 8. Desarrollo del pensamiento en los niños, 267.
C a p í t u l o IX: El l e n g u a j e ’....................... 276
1. Concepto general del lenguaje y del idioma, 276.— 2. Percepción 
y comprensión del lenguaje, 278.— 3. Mecanismo de la pronun­
ciación del lenguaje, 265,— 4. Asimilación del idioma, 289.— 5. In­
fluencia del lenmiaje, 292.—6. El lenguaje oral v escrito. El len­
guaje interior, 292.— 7. Desarrollo del lenguaje, 301.
C a p í t u l o X: L a i m a g i n a c i ó n ....................................................... 308
1. Característica general de la imaginación, 308.— 2. Imaginación 
en la actividad creadora, 313.— 3. La imaginación en los distintos 
tipos de actividad creadora, 317.—4. La ilusión como tipo especial
I N D I C E 7
de la imaginación, 334.— 5. Desarrollo de la imaginación en lo» 
niños, 335.
SECCION TERCERA 
LAS NECESIDADES Y LOS SENTIMIENTOS 
C a p í t u l o X I : L a s n e c e s i d a d e s y l o s m o t i v o s d e l a a c t i v i d a d 341
1. Concepto general de las necesidades, 341.— 2. Naturaleza especial 
de las necesidades humanas, 343.— 3, Las necesidades y los mo- ♦ 
tivos de la actividad, 345.—4. Tipos de motivos, 348.— 5. Los intere­
ses, 350.— 6. Etapas en el desarrollo de los motivos para el estudio en 
los escolares, 352.
C a p í t u l o XII; L a s e m o c i o n e s y l o s s e n t i m i e n t o s .......................... 355
1. Concepto general de las emociones y de los sentimientos, 355.— 2. 
Característica de las emociones y los sentimientos, 358.— 3. Base fisio­
lógica de las emociones y de los sentimientos, 361.—4. El estado de ani­
mo, los afectos y la pasión, 365.— 5. Sentimientos superiores (morales, 
estéticos e intelectuales), 367.— C. Sentimientos y personalidad, 371.
7. Desarrollo de las emociones y de lo» sentimientos en el niño, 374
SECCION CUARTA 
LOS ACTOS VOLUNTARIOS Y LOS HABITOS
C a p í t u l o XIII: Los a c t o s v o l u n t a r i o s ................................................... 385
• 1. Concepción materialista de la voluntad, 385.— 2. Característica 
de los actos voluntarios, 390.— 3. Superación de las dificultades en 
los actos voluntarios, 395.—4. Desarrollo de los actos voluntarios 
en los niños, 399.
C a p í t u l o XIV: Los h á b i t o s .................................................................................. 404
l. Concepto general de los hábitos. Las habilidades y las costum­
bres, 404.— 2. Condiciones para el éxito en la formación da lo? há­
bitos, 414.— 3. Curso del entrenamiento (gráfica de laformación 
del hábito), 4 2 2 —4. Acción m utua de los hábitos, 426.— 5. Desa­
rrollo de los hábitos en los niños, 427.
SECCION Q U IN TA 
LAS CUALIDADES PSIQUICAS DE LA PERSONALIDAD
C a p í t u l o XV: L a s c a p a c i d a d e s .......................................................................... 433
1. Concepto general de las capacidades, 433.— 2. Condicionamiento 
histórico-social de las capacidades, 434.— 3. Capacidades y ap titu ­
des, 436.— 4. Capacidades, conocimientos y habilidades. 437.— 5. Las 
capacidades y la vocación. 4 3 8 — 6. Diferencias tipológicas de las 
capacidades individuales, 440.— 7. Desarrollo y rducación de las ca­
pacidades, 443
8 I N D I C E
C a p í t u l o XVI: Tipos d e a c t i v i d a d n e r v i o s a s u p e r i o r y t e m ­
p e r a m e n t o ............................... ..................................................................................... 4+9
1. Concepto general de temperamento, 4 9 9 .-2 . Tipos de la actividad 
nerviosa superior de los animales, 45U.— 3. Tipos de actividad ner- < 
viosa superior y temperamentos del hombre, 455.
C a p í t u l o XVII: E l c a r á c t e r ................................................................................ 462
1. Concepto general del carácter, 462.— 2. Concepto general de los 
rasgos del carácter humano, 467.— 3. Rasgos del carácter que m a­
nifiestan la relación con la sociedad y con otras personas, 468.
4. Rasgos del carácter que expresan la relación con el trabajo, 470.
5. Rasgos del carácter que manifiestan la relación con la propia petso- 
nalidad, 471.— 6. Rasgos volitivos del carácter, 473.— 7. Formación 
del carácter en los niños v medios de su educación. 478.
SECCION SEXTA 
DESARROLLO PSIQUICO DE LOS NIÑOS
C a p í t u l o XVIII; C a r a c t e r í s t i c a g e n e r a l d e l d e s a r r o l l o p s í ­
q u i c o DE LOS NIÑOS ........................................................................................... 493
t. Desarrollo del sistema nervioso y de la actividad neiviosa superior 
del niño, 493.— 2. Particularidades generales del desarrollo psíqui­
co del niño, 4 9 8 .-3 . Períodos en el desarrollo, 502.
C a p í t u l o XIX: D e s a r r o l l o p s í q u i c o d e l n i ñ o d e s d e e l n a c i ­
m i e n t o HASTA E L INGRESO EN LA E S C U E L A ........................................ 504
1. E l prim er año de vida del niño, 504.— 2. Período de la niñez 
tem prana (de un año a los tres años), 507.— 3. L a edad preescolar 
(de los tres a los siete años), 511.
C a p í t u l o XX: D e s a r r o l l o p s í q u i c o d e l o s e s c o l a r e s .................. i 2 'i
l. L a edad escolar primaria, 523.— 2. L a edad escolar medía (se­
cundaria), 536.—3. La edad escolar juvenil, 549.
I n d i c e d e n o m b r e s ............................................................................................................ 561
I n d ic e d r c o n c e p t o s 56'i
P R O L O G O
Los autores del presente m an u a l se han p lanteado com o una de sus 
tareas fundam enta les exponer Íáí conquistas más recientes de la cien­
cia psicológica y los cam bios que se han operado en la psicologf4 en los 
últim os años. Se ha prestado gran atención a las leyes que rigen la acti­
vidad nerviosa superior, base fisiológica de los procesos psíquicos. Se 
han utilizado con m ás am pl.itud que en los m anuales anteriores los tra­
bajos de investigación experim enta l publicados ú ltim am ente.
Las particularidades del desarrollo psíquico del niño en las distin­
tas edades se exam inan con m ayor detalle, dedicándose una sección 
del libro a este tema.
L a obra ha sido preparada por un grupo de investigadores form ado 
principalm ente por m iem bros del In stitu to de Psicología de la A cade­
mia de Ciencias Pedagógicas de la R . S. S . F. de R usia y de la cátedra 
de Psicología de la U niversidad de M oscú. E l m anual ha sido escrito 
por los siguientes autores: L . V . B lagonadezhina (cap. X I I ) , F. N . Go- 
nobolin 'cap . V I , ap. 5 ) , K. M . G urevich (cap. X l l I ) , E. V. G urianov 
(cap . X I V ) , N . J. Z hinkin (cap. I X ) , E. I. Ignatiev (cap . X ) , V. A . 
K rutetski (cap. X V I I ) , N . S . Leites (caps. X V y X V I ) , A. N . L eon tiev 
(caps. I I I y X I ) , A . R . Luria (cap. I I ) , N . A . M enchinskaia (cap í­
tulo V I I I , aps. 4 , 5, 6, y 8 ), S. L . R ubinsh te in (cap . 1 ) , A. A . Sm irnov 
(cap. V I, aps. J , 2, 3, 4 y cap. V I I I ) , A . N . Sokolov (caps. 1, V y V I I ) , 
E. N . Sokolov (cap. I V ) y D . B. E lkonin (caps. X V I I I , X I X , y X X ) .
H a n in terven ido , adem ás, en la redacción de algunos capítu los L. V . 
Blagonadezhina, L. I. Bozhovich, A . V . Zaporoshets (caps. X V I I I , X I X 
y X X ) ; G. I. Poliakov (cap. I I ) y F. N . Shem iakin (cap. V I I I ) .
9
SECCION PRIMERA 
CUESTIONES GENERALES
CAPITULO I
1- Concepto general de los fenómenos psíquicos 
como función del cerebra
L a psicología es la ciencia de los fenóm enos psíquicos, o sea de t.if 
funciones cerebrales que re flejan la realidad ob je tiva . 1
Los fenómenos psíquicos, sensaciones y percepciones, representa­
ciones y pensamientos, sentimientos y deseos, necesidades e intereses, 
inclinaciones y capacidades, cualidades voEtivas y rasgos de carác- 
<er, nos son tan familiares que a simple vista parece que los conocemos 
biea Sin embargo, la concepción científica y verdadera de estos fenó­
menos constituye uno de los grandes problemas de la ciencia.
Las des direcciones fundamentales e irreconciliables de la filosofía, 
materialismo e idealismo, resuelven de manera completamente distinta 
el problema de cuál es la naturaleza de los fenómenos psíquicos, el de 
sus nexos con los fenómenos del mundo material y el del papel que 
desempeñan en la vida.
Los filósofos idealistas sostienen posiciones anticientíficas y erróneas. 
Parten de la existencia de un principio espiritual independiente dé la 
materia y consideran la actividad psíquica como la manifestación de 
un alma inmaterial, incorpórea e inmortal Interpretan los objstos y 
procesos materiales exclusivamente como sensaciones y representaciones 
subjetivas o como la revelación misteriosa de un ‘-espíritu absoluto”, 
de una “voluntad” o “idea uiiversal”.
Las concepciones idealistas tienen sus raíces en los más remotos 
tiempos, cuando los hombres, aplastados por las fuerzas de la natura­
leza, no tenían una verdadera noción sobre la estructura y las funciones 
de su propio cuerpo, y suponían que el pensamiento, las sensaciones y 
los sueños eran producto de la acción de un ser sobrenatural, espe­
cial, el alma o el espíritu, que se instalaba en el hombre al nacer, lo 
abandonaba temporalmente durante el sueño y se desprendía de él de­
finitivamente al morir. Así nació el anim ism o primitivo, o creencia 
mitológica en las almas y los espíritus en los que la imaginación veía
1 La palabra “psicología” se deriva de las voces griegas psiqué, alma. 
Y lagos, tratado. L a prim era exposición sistemática de la psicología se debe a 
Aristóteles (384-322 a. n. e .), en su obra Del alma. El nombre de “psico­
logía” fue dado a esta ciencia a fínei del siglo xvt y su empleo se generalizó 
a mediados del xvm.
O B JE T O , P R O B L E M A S Y M E T O D O S D E L A P S IC O L O G IA
13
1 4 O B JE TO , PROBLEMAS Y METODOS DE LA PSICOLOGlA
seres sobrenaturales o u n a especie de dup licados del cuerpo. Estas con­
cepciones re fle jaban en fo rm a fan tá s tic a la im potencia del hom bre 
salvaje en su lucha con la naturaleza.
En un principio se concebía el alma como un cuerpo o ser muy sutil, que 
se alojaba en distintos órganos (el corazón, la sangre, las pupilas, etc.). Al 
surgir las religiones, el alma empezó a concebine como algo espiritual, inma­
terial e inmortal, relacionado con “el mundo del más allá” , donde continuaba 
existiendo después de abandonar el cuerpo humano.Las clases dominantes se 
valían de las creencias religiosas acerca de la inmortalidad del alma para 
atemorizar a las clases oprimidas. El divorcio entre el trabajo intelectual y el 
trabajo físico, propio de las sociedades divididas en clases, creaba la ilusión 
de que el primero era independiente del segundo y tenía prioridad sobre él. 
Partiendo de esta base religiosa y de clase, aparecieron distintos sistemas filosó­
ficos idealistas que consideraban la idea, el espíritu o la conciencia, como lo 
primario, fuente y origen de todo lo existente, y la naturaleza, la materia, como 
lo derivado, producto de la idea, del esptritu o de la conciencia. Las concep­
ciones idealistas, herencia de la remota antigüedad, fueron adoptando posterior­
mente tormas más complejas y con frecuencia disimuladas, pero sin que cam­
biaran su esencia y contenido fundamental, Y bajo las mismas foimas siguen 
existiendo en la época actual.
T am bién los represen tan tes Je l dualism o * m an tien en u n a posición 
idealista al a firm ar que existen dos principios o substancias, la m ateria 
y el espíritu , independientes, según ello^ un a d e otro. P ara los dualis­
tas, lo psíquico no es un producto ni u n a función del cerebro, sino q.ue 
existe por s ím is m o , fuera de la m en te , sin depender en absoluto 
d e ella. Los dualistas in te rp re tan las relaciones en tre lo físico y lo psí­
quico de u n m odo erróneo : p a ra ellos la psiquis, la conciencia, es u n 
principio autónom o, independ ien te de la m a te r ia y que no g u ard a con 
e lla relación alguna.
Una de la-s teorías psicológicas idealistas más difundidas es la llamada 
teoría del paralelismo pjico/úrco que apareció en el siglo sobre la base 
de la filosofía dualista. Sus partidarios, a despecho de los numerosos hechoa 
que demuestran la dependencia de la actividad psíquica con respecto estado 
y funcionamiento del cerebro. aseguran que lo psíquico y lo físico son fenómenos 
independientes. A los fenómenos de una clase, por ejemplo los psíquicos, 
rresponden los de la otra, ios físicos, sin que entre eJlos medie ninguna re!aci6n, 
y sin que, en general, lo psíquico dependa de la actividad cerebral. Sin em­
bargo, no se da ningina explicación científica de la consonancia existente 
entre los fenómenos pertenecientes a ambas clases.
El paralelismo psicofísico, como las demás teorías dualistas, conduce a la 
tesis de que existe un alma independiente del cuerpo, y es, por ^n to , una de 
las variantes del idealismq.
L a tendencia filosófica opuesta al idealism o es el m aterialism o. Es 
un a doctrin:l m onista 3 que reconoce un solo principo, a saber, la n a ­
turaleza, la m ateria , y que considera lo psíquico, el ^ n sa m ie n to , la con­
* Del latín .duo. dos.
• De monos. palabra griega que significa “uno” .
CONCEPTO GENERAL DE LOS FE N O M E N O S PSIQUICOS 15
ciencia, com o derivado, com o u n p ro d u cto d e la m ateria . El m a te ria ­
lism o filosófico o m onism o m ateria lista se basa en los datos de la ciencia 
y d e la p rác tica , y a m ed ida que éstas se desarro llan v a p re is a n d o y 
profund izando sus conclusiones, luchando intransigentem ente----contra 
el idealism o a lo largo de toda la h isto ria m ultisecu lar de la filosofía.
L a fase superior del m aterialism o es el m aterialism o dialéctico, 
c reado por M arx y Engels y desarro llado por L enin . L a filosofía m arxista 
represen ta la cum bre del pensam iento filosófico; vino, asim ism o, a re­
volucionar la historia de la filosofía y es, por ú ltim o, la ú n ic a concepción 
verdadera del m undo y de las leyes que lo rigen. E l m ateria lism o d ia léc­
tico constituye el fu n d am en to filosófico d e todas las ciencias, en tre ellas., 
de la psicología.
A ntes de que apareciera el m aterialism o dialéctico, las doctrinas m a ­
terialistas tenían un ca rác ter m arcadam ente sim plista ; no alcanzaban a 
explicar' acertadam ente lo psíquico com o u n a propiedad especial de la 
m ateria , cualitativam ente d is tin ta de o tras y que sólo surge al llegar 
la m a te ria a una determ inada fase de su desarrollo.
E ran especialm ente erróneos los intentos encam inados a identificar 
la activ idad psíquica con los procesos m ateriales. Tales in tentos se ponen 
de relieve c la ram en te - en la tesis de q u e el cerebro segrega el pensa­
m iento a la m anera como el h ígado segrega la bilis. Los clásicos del ma* 
terialism o dialéctico criticaron d u ram en te estos puntos de vista, califi­
cándolos de burdo m aterialism o, d e materialismo vulgar. L en in decía 
que ‘‘calificar al pensam iento d e m aterial es d a r u n paso en falso hacia 
la confusión de! m aterialism o y el idealism o'’.4 Al m ism o tiem po subraya 
que “ la contraposición de m ateria y conciencia sólo tiene significación 
abso lu ta d en tro de un cam po muy restring ido : en este caso, exclusiva­
m ente d en tro de los lím ites del problem a gnoseológico fundam ental. de 
qué es lo qu e debe reconocerse com o p rim ario y qué lo secundario” .5
L o prim ario es la m ateria; lo psíquico, la conciencia, es lo derivado, 
el reflejo de la realidad ob je tiva en el cerebro. E n este sentido, lo m ate­
rial (los objetos y fenóm enos de la rea lidad) y lo ideal (su reflejo en 
form a d e sensaciones, pensam ientos, e tc .) se con traponen efectivam ente 
en tre sí. A hora bien, si tenemos en cu en ta el m ecanism o fisiológico po r el 
cu a l la rea lidad se refleja en el cerebro, verem os que la d iferencia entre 
lo m ateria l y lo ideal no tiene un carácter absoluto, sino relativo, puesto. 
que las sensaciones, las percepciones, las representaciones, los pensam ien­
tos, los sentim ientos, etc., son p roducto de la activ idad d e un órgano 
m aterial, el cerebro, que transform a la energía de la excitación externa 
en un hecho de conciencia. L o psíquico o Ja conciencia es inseparable de 
la ac tiv idad cerebral y no puede existir como esas ideas “ inm ateriales” 
o “ puras” d e que hablan los idealistas, ni com o una “ secreción cere­
b ra l" a i m odo com o lo conciben los m ateria listas vulgares.
El m aterialism o dialéctico parte de la tesis d e la m aterialidad del 
m undo. En éste no hay más principio q u e la m ateria , do tada d e <?XÍs- 
tencia infinita, asS com o de diferentes propiedades, y que se h a lla en
* V. l. ^Lenin, Obras completas, ed. rusa, t. XIV, pág. 231.
• Ibídem, págs. 134-135.
1 6 O BJETO , PROBLEM AS Y METODOS DE LA PSICOLOGIA
constante m ovim iento . E l m ovim iento d e la m ateria no se reduce al des­
p lazam ien to d e lugar, sino qu e significa todo cam bio. Es tam b ién su 
desarrollo la aparic ión d e nuevas propiedades m ateriales. Según Engels, 
el m ovim iento “abarca todos los cam bios y procesos que se operan en el 
universo, desde el sim ple desplazam iento de lu g a r hasta el pensam iento 
h u m ano” .® “E l m ovim iento aplicado a la m a te ria es el cam bio en g e­
neral.” i
El desarrollo de la m ateria es el paso d e sus form as inferiores a las 
superiores, de las form as m ás sim ples del m ovim iento d e la m ism a a 
las m ás com plejas. E n u n princip io , sólo existía la m ateria inorgánica, la 
naturaleza ca ren te de vida. Al llegar a u n a determ inada fase del desarro­
llo de la m ateria y com o resu ltado d e u n a evolución q u e d u ró m illones 
de años, surgió la m ateria orgánica y, co n ella, u n a nueva fo rm a d e su 
m ovim iento, do tada d e una p rop iedad nueva, la vida. E n el proceso 
de este desarro llo aparecieron las p lan tas, los anim ales y, finalm ente, el 
hom bre y su conciencia, el p roducto m ás alto de la m ateria .
L o psíquico, la conciencia, es u n a p ro p ied a d de la m a te r ia q u e a p a ­
rece a l a lcanzar ésta u n cierto y elevado g rado d e desarrollo. L a co n ­
ciencia “es e l p ro du cto superior de la m ateria -organizada d e u n m odo 
especial” (L e n in ) , es el p ro d u cto superior dél cerebro. L a ac tiv idad 
psíquica no nació de repente, con sus form as y a perfectam ente desarro ­
lladas. C om o cuan to existe en el m u n d o hubo d e recorrer una larga 
trayectoria d e desarro llo , lo cual com ienza con las form as más e lem en­
tales de ac tiv idad psíquica qu e observamos en los anim ales y cu lm ina 
en la activ idad hum ana, a ltam en te desarro llada. E l desarrollo d e la 
ac tiv idad cerebral es e l resu ltado d e la evolución del sistem a nervioso, 
q u e , a su vez, se h a lla determ inada p o r las condiciones d e existencia de 
los anim ales y del hom bre, cad a vez m ás c ^ p l e j a s y su je tas a constante 
cam bio.
Los prim eros. seres vivos sólo pose ían la excitabilidad, es decir, Ja 
capacidad de reaccionar d e cierto m odo a las influencias del medio. 
E sta facu ltad es' ya u n a característica d e la acción m u tu a e n tre la 
albúm ina p o rtad o ra d e vida y el mei:lio am bien te que influye sobre ella 
(en el proceso de l in tercam bio de substancias). L a ^ u ita b il id a d es la 
base fisiológica sobre la qu e surgieron orig inariam en te las sensaciones 
ind iferenciadas (la sensibilidad general) y los m ovim ientos m ás elem en­
tales. Posteriorm ente, a m ed ida qu e los organismos iban adaptándose 
m ejor a l m edio y bajo la influencia d e éste, se desarrolló" ■ en los an i­
males el sistem a n e f w o » y aparecieron , con ello, las sensaciones espe­
cializadas y form as m ás com plejas d e com portam iento .
Al su rg ir la sociedad h u m an a basada e n la activ idad co n ju n ta de 
los hom bres surgió tam bién la form a m ás d^e5ar o l l a d a d e la activ idad 
psíqUica , la conciencia. 4 conciencia h u m w a , socialm ente condu:iona- 
da , refleja la realidad por m edio del lenguaje. E l lenguaje _f.ja la expe. 
riencia social de la h u m an id ad , la práctica socuzl y las ideas creadas 
por Ia sociedad. T o d o esto se transm ite de unos hom bres a o tros por
e F. Engel, Dialéctica d i la naturaliza, trad. msa, págs. 44, Mooscú, 1955.
7 1-pídem, pág. 197.
medio de la palabra, es asimilado por ellos, se convierte en regulador 
de sus actividades, influye en su conducta y se desarrolla ulteriormente 
en el seno de la sociedad. La actividad consciente delhombre, resul­
tado de la actividad cerebral, se forma bajo la influencia determinante 
de las condiciones sociales de vida. “La conciencia es, por tanto, desde 
un principio, un producto social y seguirá siéndolo mientras existan 
hombres.” 8
2. Los fenómenos psíquicos, reflejo de la realidad objetiva.
El hombre se halla en constante interdependencia con el medio am­
biente. Numerosos objetos y fenómenos de la realidad circundante 
actúan sobre sus órganos sensoriales y son reflejados por el cerebro en 
forma de sensaciones, representaciones, ideas, sentimientos y aspiracio­
nes, provocando como reacción determinados actos del sujeto. El mundo 
real reflejado por el cerebro humano en forma de fenómenos psíquicos 
constituye el mundo subjetivo del hombre, reflejo o imagen del mundo 
objetivo, existente fuera de nosotros e independiente de nuestra cop- 
ciencia. “Las cosas existen fuera de nosotros —dice Lenin— . Nuestras 
percepciones y representaciones son imágenes de ellas.” *
Las imágenes de los objetos son a manera de copias o representa­
ciones semejantes a . los objetos y fenómenos reflejados, pero no loa 
objetos o fenómenos mismos.
El momento inicial del reflejo de la realidad es la sensación. Esta 
captáTüainTarira aisladas de los objetos y fenómenos del, mundo mate­
rial que actúan directamente sobre ¡os órganos de los sentidos (sensa­
ciones cromática, auditiva, olfativa, etc.). En la percepción, los 
y fenómenos se reflejan va con sus diversas cualidades. Cuando exami­
namos un objeto no vemos solamente su color, forma o tamaño, como 
cualidades aisladas unas de otras, sino que lo percibimos como tota­
lidad (la casa, la mesa, el lápiz, etc.).
Las imágenes de los objetos y fenómenos pueden ser reproducidas, 
cuando ya el estímulo ha dejado de actuar, en forma de representacio­
nes, o sea imágenes de objetos o fenómenos percibidos anteriormente. 
Las sensaciones y representaciones son imágenes palpables de los obje­
tos, son un reflejo sensible de la realidad que nos suministra un cono­
cimiento de las propiedades externas de los objetos directamente perci­
bidos y de sus mutuas relaciones.
Ahora bien, no todas las propiedades de los objetos ni todos ellos 
pueden percibirse de manera inmediata. Por ejemplo, no vemos direc­
tamente los átomos ni oímos los ultrasonidos, aunque ¿abemos Con certe­
za que existen. En estos casos se trata de un conocimiento obtenido por 
medio de comparaciones, generalizaciones y deducciones, en las cuales 
se parte siempre de lo que se recibe de manera inmediata por las sen­
saciones y percepciones. Este reflejo mediato y . generalizado de la reali­
dad es lo que se llama pensamiento^.
LOS FENOM ENOS PSIQU ICOS, R EFLEJO DE LA REALIDAD 17
8 C. M aix y F. Engeli, Ideología a¡imana, trad. rusa, t. III, p ig. 29.
* V. I. Lenin, Obras computas, ed. rusa, t. XVI, pág. 97.
1 8 O BJE TO . PROBLEMAS Y METODOS DE LA PSICOLOGIA
El pensam iento está indisolublem ente unido al lenguaje y se realiza 
p o r m edio de él. La. palabra, el lenguaje, es la envoltura m aterial, sonora, 
del pensam iento; fuera del lenguaje no existe en $'.eneral e l pensam iento.
L a sensc;cióny__el P§ns.amÍ<!nt.o...,,Son.AQí fas.ei.inseparable.L-de un } ¡ o 
proceso en e t que se refleja J a realidad. El p un to de p a rtid a es el co­
nocim iento sensible y concreto de la rea lid ad ; pero el hom bre, a l m ism o 
tiem po que siente, percibe o se represen ta algo, analiza, un ifica o gene­
raliza sus sensaciones, percepciones y representaciones, o sea piensa 
lo que s e d a en las sensaciones o percepciones.
Las sensaciones,, . percepciones, rep resen taciones y pensam ientos son 
fenóm enos cognoscitivos, es ^ ^ i r , constituyen el aspecto cognoscitivo 
del reflejo d e í a r e a l id a d .
El reflejo de la realidad por el cerebro no se reduce a la activ idad 
cognoscitiva del hom bre. E l m undo exterior no so la m e n te s e refleja 
i:n el cerebro hum ano en las tm á ^ n e s c q n c ie la i . / k Ja i. Pb.ÍSÉQJV o en - los 
pensam ientos soBre ellos, ¿mo,_ tam bién en la actitu d del sujeto hacia 
lo^féTíomeríos y o b je te ^ x t^ rio re sT S e m p re asumimos una a c titu d "de- 
te m in a d a h ac ia lo que ac tú a sOOre nosotros y esta a c t i t id depende, al 
m ism o tiem po, tan to de las particu laridades de los objetos o fenóm enos 
que ac tú an sobre nosotros com o de n u es tra experiencia an terior, o sea 
de ]as características de n u es tra personalidad. Según las p a rticu la ri­
dades de lo que influye sobre nosotros y las características de nuestra 
personalidad, fo rm ada bajo la influencia p asad a de los objeto5 y fenó­
m enos reales, sentimos unos u otros intereses. necesidrjrft!, s^rturníenta, 
o dle&os, y r ealizarnos los fírtn s Todos estos fenóm enos p síqu i­
cos son tam bién form as diversas de reflejar los objetos y fenóm enos 
de la realidad . Todos ellos son reacciones de respuesta a la acción de 
los objetos y fenóm enos externos, a las peculiaridades que los ca racte- 
terizan.
T am b ién reflejan la realidad ob je tiva los diversos . ra.sgos_fat.la p e r - 
sonalifAgd y, ¿n* 'pn rheF 'lugar, ' la s 'lirsb n ta s capac idades v el ca rác ter 
del Hombre, todo lo cua l se forrna bajo la acción de sus condiciones de 
v ida de acuerdo con las circunstancias en que se des rro lla la activ idad 
hum ana.
T odas estas fo rm as. diversas de reflejar el m undo real se hallan 
íntim am ente unidas en tre sí. Los sentim ientos y los deseos dependen 
siem pre del conocimiento que se tenga de los objetos y fenóm enos, de las 
propiedades, cualidades y particu laridades que destacam os en ellos. Pero 
el conocim iento de la realidad objetiva depende, a su vez, de nuestros 
intereses y necesidades, de los sentim ientos y deseos que experim entam os, 
de los actos voluntarios, los rasgos del carácter y tedas las p a rticu la ri­
dades de la personalidad.
E l proceso de reflejo d e la re a l id a d o bjetiva se opera en e lcurso de 
la actividad práctica Jmmana. TET*Kombre re f ie jÉ re T m u n S O a l influir 
robre é l , ’ a l realizar algunos actos o al m an eja r las cosas. L a actividad 
práctica de los hom bres es la fuente del conocim iento de los objetos 
y fenóm enos de la realidad, así como la actitud hacia ellos. El hombre- 
no refleja pasivam ente la realidad, sino que es un elem ento activo trans- 
fonnado r del m undo que le rodea. E l hom bre, en el proceso del trabajo ,
señala Marx, “no sólo cambia la forma de lo que ofrece la naturaleza, 
sino que cumple, al mismo tiempo, un fin consciente que determina, 
como una ley, el género y el carácter de sus acciones y a la cual debe 
sujetarse su voluntad”.10
La actividad consciente tiene una gran importancia para reflejar la 
realidad objetiva, pues hace que este reflejo se oriente hacia un deter­
minado fin y sea seleccionado deliberadamente. De la inmensa variedad 
de cosas que rodean al hombre y de todas las circunstancias de su vida 
destaca, en primer lugar, lo que para él tiene una importancia particu­
lar, lo que responde a los fines y tareas que persigue y lo que responde 
asimismo a las necesidades de la vida social y a sus propias necesidades 
individuales,
La actividad práctica del hombre y su contacto directo con los obje­
tos ensanchan las posibilidades de] conocimiento humano, afinándolo 
y enriqueciéndolo. Además, la práctica es el mejor criterio para com­
probar si el reflejo de la realidad es verdadero o falso. Al actuar con­
forme a las imágenes que nosotros tenemos del mundo real, podemos 
comprobar si son verdaderas o falsas.
El hombre, al actuar, adquiere una experiencia vital que es de gran 
importancia para la captación de la realidad objetiva. La experiencia 
de los hombres es individual, depende de las condiciones naturales y 
sociales en que cad^ uno vive, de la educación y enseñanza que ha reci­
bido, de su actividad profesional, de la influencia que sobre él ejercen 
las personas que le rodean y de la gran diversidad de influencias sociales 
a que se halla sometido constantemente. Todo esto influye considera­
blemente en su modo de reflejar la realidad objetiva.
El hombre, como fuerza activa del desarrollo histórico-social, no 
solamente cambia con su actividad el medio natural y social que le 
rodea, sino también su propia naturaleza física y espiritual, es decir, 
la formación psíquica de su personalidad. En el curso de su actividad 
no solamente se perfeccionan y afinan las sensaciones y percepciones 
humanas, se desarrollan la capacidad de observación, el pensamiento 
y la imaginación, sino que se forman también los sentimientos, la volun­
tad, los hábitos y las costumbres, se desarrollan asimismo diversas ca­
pacidades, surgen el oído musical y el gusto artístico, se despiertan los 
intereses y las tendencias y se forma el carácter.
Así, pues, las influencias externas y objetivas, por ser el punto de 
partida y lo determinante en eT reflejo del mundo real, condicionan 
rannalTiipnti» toda ia actividad psíquica del hombre, todos los rasgos de 
la personalidad; pero esto no se realiza directa y automáticamente, sino 
en la acción recíproca entre el hombre y el m undo exterior en el pro­
ceso de su actividad encaminada a transformar el medio que le rodea 
de acuerdo con el papel que las condiciones de este medio desempeñan en 
su vida y en su actividad.
Esto explica por qué el mismo medio, las mismas condiciones exter­
nas, influyen de distinta manera sobre personas diversas e incluso sobre 
una misma persona en distintos períodos de su vida,
LO S F E N O M E N O S PSIQ U IC O S, REFLEJO DE LA REALIDAD 19
10 C. Marx y F. Engels, Obras completas, trad. rusa, t. XVII, p ig . 198.
20 O B JETO , PROBLEMAS y METOOOS DE LA PSICOLOOIA
De aqu í que las condiciones e x i m a s d e v ida no p u ed an n u n ca 
d e term inar, el desarrollo psíquico u lte rio r d e l hom bre.
E l p ^ ^ r o d e refle jo de la rea lidad ob je tiva po r el h o m b re consti­
tuye u n a u n id a d indisoluble d e lo objetivo y de lo subjetivo. E s objetivo 
p o r su contenido, puesto que re fle ja los objetos y fenó^menos exteriores 
qu e lo determ inan ; es objetivo tam bién p o rque es u n proceso nervioso 
real y se m an ifiesta en d iferen tes actos extemrnos y en la co nduc ta del 
individuo. Pero, al m ism o tiem po, es subjetivo po rque siem pre es u n 
hom bre determ inado , u n su je to , qu ien re fle ja el m u n d o rea l, y p o rque 
este ¡:eflejo se re f ra c ta a .través d e la experiencia ind iv idual, a través 
de los rasgos peculiares de Ja personalidad del sujeto.
L o antes expuesto dem uestra la enorm e im portancia vital de la 
activ idad psíqu ica de l hom bre. C om o reflejo de la rea lidad objetiva 
es la condición indispensable p a ra qu e e l hom bre pu ed a a c tu a r y m o­
d ificar el ^medio <¡ue le rodea. A l o rien tar a los hom bres en el m undo 
objetivo, la actividad psíquica les perm ite ^ ^ ^ o r m a r , a su vez, el 
m edio q u e influye sobre ellos. Si e l hom bre no refleja la rea lid ad no 
puede tam poco ac tu a r sobre ella. “Inc lu so cuando el hom bre com e o 
bebe .̂.,-<lice Engels-— se ha lla b a jo la in flu rac ia de las sensaciones d e 
ham bre y d e sed que se reflejan e n su cerebro, y d e ja d e com er o beber 
p o rq u e en su ce reb ro tie n e y a la ^sensación de saciedad.” 11
L a i m p o ^ ^ ^ v ita l de Ja psiquis h ^ ^ r a se debe a que refleja 
fielm ente la rea lidad objetiva. P or esto el hom bre puede orien^tarse en 
e l m edio qu e le ro d ea y las ciencias, el a r te y la técn ica com o
instrum entos m is perfec to . d e o rien tación en la rea lidad y d e transfor­
m ación de la n a tu ra leza en beneficio d e la h^^umandad.
3. C a rá c te r reflejo de la ac tiv id ad psíqmuica.
médicos y naturalistas de la antigüedad, que estudi^nn la anatomía 
humana, sospechaban!! que los fenómenos psíquicos estaban relacionados la 
actividad del cerebro y consideraban las enfermedades m enees c ^ o resultado 
de ^una perturbación de su funcionamiento. La escolástica medieval, en nombre de 
los intereses de la religión, ĥizo que se olvidaran estas ideas y solamente a 
comienzos del Renacimiento (siglo xv y XVj) de n u ^ « ae desarrollaron y funda­
mentaron.
Uno de loa de apoyo fundamentales de estas ideas era la observa­
ción de loé A e r a r a con leiiones cerebrales a consecuencia de heridas, contu­
siones ,o enfermedades. En estos enfermos, con mucha frecuencia se observan 
fuertes ^trastornos de las funciones psíquicas: perturbaciones de las percepciones 
^ w ^ e s y auditivas, de la memoria, del pensamiento, del lenguaje, de la moti- 
lidad volun^ria, etc. A l tiempo, se observa que al restablecene el fun­
cionamiento no^rmal del cerebro vuelven a la n o ^ ^ ^ d a d las funciones psíquicas 
que estaban alteradas. Talei observaciones demuestran palmariamente que la 
actividad psíquica se halla íntimamente ligada con el cerebro, que éste es el 
órgano del ^ ^ ^ ^ e n to , y que el pensamiento es una función del cerebro, un 
¡noducto de ou oclividad.d.
F. EngeU, Lu&uit F«uírio*h 1 fin d« la filosofía eldsica alimona.
trad, pig. 24, Mocfi, 1955.
I
CARACTER R E F L E JO DE LA ACTIVIDAD PSIQUICA 21
El descubrimiento del nexo existente entre la actividad psíquica y la acti­
vidad cerebral fue solamente el prim er paso en el camino de la investigación 
científica de lo psíquico. Aunque los hechos que hemosseñalado antes tienen 
una gran importancia, no explican cuáles ion los mecanismos fisiológico* que 
sirven de base a las funciones psíquicas. Las ciencias naturales han tardado 
muchos años en resolver este problema a consecuencia de la enorme complejidad 
de la estructura cerebral.
Los primeros intentos que se hicieron para ello se deben al hombre de 
ciencias y filósofo francés Descartes, en el siglo jcvn. Descartes consideraba que 
todas las reacciones de los animales, asi como lo* movimiento* involuntarios del 
hombre, se producen automáticamente, como reflejo de la acción de los estí­
mulos externos. Así, por ejemplo, la retirada involuntaria de la mano o de la 
pierna al contacto con el fuego.
Como en la ¿poca de Descartes aún no se conocían lo* procesos nervioso*, 
su concepción del mecanismo fisiológico de lo* movimientos automáticos e ra muy 
fantástica; pero, a pesar de esto, el principio fundam ental de las reacciones de 
tipo reflejo lo describió con exactitud: el estímulo externo (el fuego, por 
ejemplo) actúa sobre los órganos de los sentidos, desde lo* cuales la excitación 
se transmite al cerebro y, de éste, a los músculos, provocando su contracción. 
Asi, pues, el esquema cartesiano no* presenta y describe la un idad funcional 
fundamental del sistema nervioso — t i acto r tfh jo — como la respuesta regular 
del sistema nervioso central a un estímulo externo; ademái, se indica que el 
arco rejltjo es la base anatómica del acto reflejo.
Pavlov, que dio un gran valor a esta idea de Descartes, señaló su carácter 
materialista.
Sin embargo, Descartes no aplicaba totalmente estos principio* materialistas 
al hombre, sino solamente a los movimientos “involuntarios” com unes al hombre 
y a los animales; en cambio, los movimientos “voluntario*", característicos del 
hombre, los atribuía a la acción de la “razón suprema” , que p ara él e ra una 
substancia espiritual, independiente de la materia. Al resolver el problema de 
las relaciones mutuas entre el "espíritu” y “la materia” , Descartes adoptaba 
una posición dualista.
El estudio y la fundamentación científico natural del carácter re­
flejo de todas las funciones psíquicas se debe a la fisiología rusa y, 
sobre todo, a sus representantes más eminentes, Sechenov (1829-1906) 
y Pavlov (1849-1936).
Sechenov, en su libro Reflejos del cerebro (1863), aplicaba el princi­
pio de la actividad refleja a todas las fundones cerebrales y, por tanto, 
a toda la actividad psíquica del hombre. Sostenía que “todos los actos 
conscientes e inconscientes de la vida por su origen son reflejos”. Esto 
significaba el primer intento de interpretar lo psíquico como un acto 
reflejo, idea que ha sido extraordinariamente fértil y que ha tenido gran 
importancia para el desarrollo de la psicología científica. Pavlov con­
sideraba este trabajo de Sechenov como “un golpe genial del pensa­
miento científico ruso”.
Sechenov, después de analizar detenidamente los reflejos del cere­
bro humano, distinguía en ellos tres eslabones principales: el eslabón 
inicial, que es la excitación externa y su transformación, en los órga­
nos sensoriales, en un proceso de excitación nerviosa que se transmite 
al cerebro; el eslabón intermedio, constituido por los procesos centrales
2 2 O B JE T O , PROBLEMAS Y METODOS DE LA PSICOLOGIA
d e excitación e inhibición que se desarro llan en el ce reb ro y por los 
fenóm enos psíquicos que ap arecen sobre esta base (sensaciones, pensa­
m ientos, afectos, e tc .) , y el e.slabón fina l, fo rm ado p o r los m ovim ientos 
externos. Adem ás, subrayaba que el eslabón in term edio del acto reflejo 
y sus elem entos psíquicos no pueden ser separados d e los o tros dos es­
labones (excitación ex terio r y acción d e resp u esta ), que son su co­
mienzo y su fin naturales. Por esto todos los fenóm enos psíquicos son 
parte inseparable del proceso reflejo.
El p rincip io d e Sechenov, según el cu a l todos los eslabones del acto 
reflejo es tán en u n a relación indisoluble, tiene u n a gran significación 
p a ra la concepción científica d e las funciones psíquicas, que no pueden 
considerarse aisladas d e las influencias ex ternas n i de los actos externos 
del hom bre. Los fenóm enos psíquicos no pueden ser solam ente sub je ti­
vos. Si lo fu e ran no ten d rían n inguna sign ificación vital efectiva; sin 
em bargo, en la rea lid ad observam os que p o r es ta r unidos indisoluble­
m en te co n el eslabón in term edio de l re fle jo y se r provocados p o r los 
estímulos externos que dan origen al reflejo, tienen siem pre ta signi­
ficación d e reguladores del m ovim iento, o sea de reguladores del esla­
bón fina l del ac to reflejo.
Al ana lizar los fenóm enos psíquicos, Sechenov dem ostró que todos 
ellos son partes de un ac to reflejo total, d e la respuesta genera l del o r­
ganism o a lOl estím ulos del m edio am biente, que está regulada por el 
am biente. -
L a concepción de lo psíquico com o activ idad refleja perm itió a 
Sechenov llegar a la im portan tísim a conclusión p a ra la psicología c ien ­
tífica d e q u e todas las acciones del hom bre están determ inadas o se 
hallan condicionadas causalm ente por in fluencias externas. "L a causa 
inicial d e to d o ac to — dice— está siem pre en u n a excitación sensible 
exterior, puesto q u e sin ella es im posible todo pensam iento .” 12 P re ­
v iendo la posibilidad d e que se in te rp re ta ra d e m a n e ra sim plista la 
in fluencia de las condiciones ex ternas, Sechenov hac ía ya la aclaración 
de que tien en im portancia no solam ente los agentes externos actuales, 
sino tam bién el con jun to d e influencias anteriores, to d a la experiencia 
pasada, ya q u e "cualqu ier m ovim iento m ental, p o r sencillo que sea, es 
resultado de todo el desarrollo pasado y p resen te del h o m b re”.
L a concepción de las funciones cerebrales com o reflejo h a tenido 
u n a com probación experim ental y un desarro llo u lterio r gracias a los 
traba jos de P av lov y su escuela. P av lov h a dem ostrado experim entaf- 
m ente q u e la concepción d e S echenov d e las funciones psíquicas com o 
reflejos cerebrales es v erd ad era ; h a descubierto sus leyes fisiológicas 
fundam en tales y ha creado una nueva ra m a de la ciencia: la fisiología 
de la actividad nerviosa superior, la teo ría d e los reflejos condicionados, 
d e las conexiones nerviosas tem porales del organism o con el m edio 
am biente.
L a función principal d e la corteza cerebral es la fo rm ación de co­
nexiones temporales. Pavlov caracterizaba la conexión tem pora l como
1Z I. M. Sechenov, Obras filosóficas y Psicológicas escogi,das, ed. rusa. pá­
gina 157, Moscú, 1947.
CARACTER REFLEJO DE LA ACTIVIDAD PSIQUICA 23
e l fenóm eno fisiológico m.ís universal en el m u ndo an im al y en nos­
otros mismos”. Al mismo tiem po, lo consideraba com o u n fenóm eno 
psíquico, iden tificándolo con lo que en psicología se denom ina asocia­
ción o nexo d e procesos psíquicos, que surgen com o resu ltado d e la 
acción co n ju n ta de objetos .y fenóm enos d e la realidad objetiva sobre 
el cerebro. L a conexión nerviosa tem poral es el m ecanismo fisiológico 
que sirve de base a toda clase de actividad psíquica com o ac tiv idad 
cerebral.
C om o las conexiones nerviosas se fo rm an po r la acción q u e ejercen 
sobre el cerebro ios estímulos, la m ayoría de los cuales ac tú an desde 
el m edio exterior, todos los procesos psíquicos están m otivados, en últim o 
térm ino, p o r la in fluencia d e esos agentes externos sobre el cerebro. 
A dem ás, el resultado final d e to d o proceso psíquico, com o el de cual­
quier conexión tem poral, es un a acción qu e se m anifiesta ex teriorm ente 
com o respuesta a la influencia exterior. P or tanto , la actividad psíquica 
es la ac tiv idad de carácter re fle jo del cerebro, p rovocada po r la acción 
de los objetos yfenóm enos d e la rea lidad ob je tiva , y represen ta la im a­
nen refleja de ellos, la imagen d e lo q u e ac tú a sobre el cerebro.
N ingún proceso psíquico p u ed e surgir po r sí inismo sin que ac túe 
•;obre el cerebro u n a d e term inada excitación. S iem pre se determ ina y 
rond iciona causalm ente por lo que in fluye sobre el cerebro. P ara la 
concepción de lo psíquico como actividad refleja, el p rincip io m ás im ­
p o rtan te es el del <teterminisrno o del condicionam iento causa l d e las 
funciones psíquicas p o r ' los agen tes externos que a c tú a n sobre el cerebro. 
Este princip io es indispensable p a ra la explicación científica de los 
fenóm enos psíquicos.
' N o es difícil ver q u e todas estas conclusiones confirm an la concep­
ción d e lo psíquico com o reflejo de la realidad objetiva. L a teoría de 
la actividad nerviosa superior es el fundam ento , científico n a tu ra l de la 
concepción m aterialista de los fenóm enos psíquicos,
P artiendo de los principios rigw osam ente científicos antes expues­
tos, los fundadores de la teoría de los reflejos — Sechenov y Pavlov— 
siem pjc se han opuesto enérgicam ente a los psicólogos y fisiólogos que 
separaban la activ idad psíquica de la activ idad cerebral de tipo reflejo 
y calificaron sus ideas d e supervivencias dualistas y aniinistas. D esde 
este pun to de vista, h an soinetido tam bién a crítica to d a la v ie ja y 
subjetiva psicología idealista, q u e no p o d ía d a r un a concepción verda­
dera, rigurosam ente científica, d e los fenóm enos psíquicos.
E l reconocim iento de la g ran im portancia de las cont-xioncs ner­
viosas tem porales com o m ecanism o fisiológico de todo-. los fenóm enos 
psíquicos n o significa, sin em bargo, que éstos se iden tifiquen con los 
fenóm enos fisiológicos. Las funciones psíquicas se caracterizan , no so­
lam en te p o r su mecanismo fisiológico, sino tam bién JXlr cu contenido, 
o sea la realidad objetiva que refleja- el cerebro. P ero el contenido de 
los fenóm enos psíquicos está determ inado no sólo p o r el hom bre com o 
ser n a tu ra l, sino como ser social, ya que, según M arx . es esencialm ente 
“el con junto d e todas las relaciones sociales"’. El hecho de que el hom bre 
viva en sociedad, d e que tenga constantem ente relaciones con o t ^ 
hom bres, de que actúe jun to con ellos y continuam ente esté bajo la
2 4 O B JE T O , PROBLEMAS y ME^TODOS DE LA PSICO1LOGIA
in fluencia d e la sociedad, son factotores dete^nninantes de to d a su activi­
d ad psíquica. L as condiciones d e v id a d e l h o m ^ ^ , q u e son las decisivas 
en su ^ ^ ^ r o l l o no son solam ente el m ed io ^ ^ m o r matteriaal que le 
rodea, sino que h a y que c o ^ ^ ^ - a r , a n te todo, el sistem a en tero de rela­
ciones sociales en qu e v ive y conn el cual es tá vivinculaddo a ostros hom bres 
y a la e n su ^conunto.
Es in d u d ab le q u e los fisiológicos d e la s funciones psíqui­
cas son los mismmismos e n los hom bres d e d istin tas é ^ x a s h istóricas, de 
g ru^M sociales d e diverso nivel de desarrollo social y cultural, y en los 
de d iferen tes profesiones. Sin em bargo , el contenido de lo qu e estos 
hom bres refle jan p u ed e ser m uy d iferen te y d e ^ m d e de las condiciones 
h is tó r i^ w ^ b le s en q u e viven y ac túan .
C u ando en el p r^ t ts o de su ac tiv idad el hom bre refleja la reahdad , 
piarte d e las n ^ » sid a d es y de la sociedad, d e la s ideas y relaciones
sociales que regu lan s1ls propias necesidades y relaciones personales. 
^Según Engels, “en l a ca^beza d e los hom bres se re fle ja todo aquello que 
les in c ita a ac tua r, p e ro cómo se refleja depende de las circunstan- 
cias” .18
L a actividad psíquica del hom bre, que por su origen y func iona­
m ien to es una actividad de carácter reflejo, una actividad nerviosa 
superior, es por su conten ido un reflejo de la rea lidad objetiva , que se 
halla condicionado por las particularidades de su vida y de su trabajo
en prim er lugar, por las condiciones d e vida d e ¡a sociedad a la 
que e l hom bre pertenece.
4. T area s d e la psicología.
E l objeto principal d e la Psicología es el estudio de las leyes que 
rigen las funciones psíquicas y su desarrollo, o sea conocer cóm o se 
fo rm a y perfección a la im agen refleja del m u n d o objetivo en el cerebro 
del hom bre, cóm o éste d e s a ro lla su ac tiv idad d e acuerdo con ella y 
cóm o se fo rm an los rasgos psíquicos de la pereonahdad.
E n vista d e que la psiquis o conciencia h u m a n a refleja la realidad 
objetiva, e l estudio d e tas leyes psicológicas significa, en prim er lugar, 
establecer la dependencia d e los fenóm enos psíquicos respecto d e las 
condiciones objetivas de vida y de la actividad del hom bre.
T o d a ac tiv idad hum ana, sea ésta el tra b a jo en la p roducc ión o la 
r e a l i ^ i ó n de cua lqu ier escolar, depende siem pre, con fuerza de
ley, no sólo de las condiciones objetivas de vida del ind iv iduo , sino 
ta m b iin de la correlación de éstas con los aspectos subjetivos, es decir, 
de la ac titud d e l hom bre h ac ia el traba jo q u e realiza, d e su experiencia 
^personal, d e sus conocim ientos y hábitos n^ecesarios p a ra este traba jo , etc. 
P or esto, los éxitos e n e l estudio dependen n o solam ente d e su con te­
n ido , s ino tam b ié n de la a c titu d que hac ia ellos tenga e l estudiante, 
de su cap ac id ad p a r a resolver las tareas, etc.
L a psicología idealista considera los “ factores” subjetivos. com o una 
fuerza c read o ra inm ateria l, q u e regula la ac tiv idad hum ana. L a psico-
1 1 C. Marx y F. Engels, Obras com/J!«tas, trad. rusa, t. XIV, p!g. 669
I TAREAS DE LA PSICO^LOIA 2 5
logia m ateria lista no adm ite sem ejantes “explicaciones” y b rinda ^una 
fundam entac ión realm ente científica de las relaciones reciprocas en tre 
las ^m diciones subjetivas y objetivas, partiendo de que todos los fe­
nóm enos psíquicos, p o r com plejos q u e sean, tienen p o r base m ateria l 
el sistem a de conexiones tem porales de la corteza cerebral. L a fo rm a­
ción y el funcionam iento de estas conexiones tem porales perm iten que 
las funciones psiquicas puedan in flu ir sobre la ac tiv idad h u m an a, re­
gu la r y d irig ir los actos del hom bre e influir sobre el m o d o com o éste 
refle ja la rea lidad objetiva.
L a psicología, al m ism o tiempo que establece leyes que rigen la 
dependencia de los fenóm enos p squ icos respecto de las condiciones 
m ateriales de vida y de la actividad hum ana, debe descubrir tam bién 
los m ecanism os fisiológicos del reflejo de estas influencias. com ­
p render cóm o se fo rm an las funciones psiquicas del hom bre y los rasgos 
psiquicos de su personalidad , es necesario conocer no solam ente los 
factores externos que ac tú an sobre él, an te todo los de ca rácter social, 
sino tam bién cómo, en consonancia con ellos, se desarro llan los procesos 
nerviosos, cóm o se fo rm an las conexiones tem porales y cóm o actúan sobre 
las q u e ya se h ab ían fo rm ado antes. Solam ente sobre la base del cono­
cim iento de todos lo s eslabones del acto reflejo — agentes externos, 
mecanismos fisiológicos del reflejo y actos de respuesta del hom bre— 
es ,posible establecer las leyes objetivas d e l desarrollo y form ación de la 
conciencia hum ana I
Paia resolver estos problemas la psicología se apoya en las ciencias colin­
dantes y> en primer lugar, en el materialismo histórico y en la fisiologf.a de la 
actividad nerviosa superior.
El materialismo histórico descubre las leyes generales del proceso histórico- 
social, entre ellas las del desarrollo de la conciencia social como reflejo del 
ser social. La pucología se apoya en las leyes del materialismo histórico, que cons­
tituye tufundamento histórico-social, pero su objeto no son las leyes histórico- 
sociales, sino el estudio de la influencia que las condiciones sociales ejercen sobre 
la vida psíquica del hombre, sobre su actividad y sobre la formación de su con­
ciencia individual.
relaciones de la psicología con la fisiología nerviosa superior están 
determinadas por el hecho de que ambas ciencias estudian las funciones de un 
mismo órgano, el cerebro, pero desde distintos puntos de vista. La fisiología 
de la actividad nerviosa superior investiga las leyes de las funciones reflejas d d 
cerebro, sin analizar los fenómenos subjetivos (sensaciones, representaciones, pen­
samientos, afect05¡ etc.} que son el reflejo de la realidad objetiva por el sujeto. 
La psicología, por el contrario, estudia las leyes del desarrollo y la formación de 
estos fenómenos subjetivos (conciencia, pensamiento, voluntad, sentimientos, etc.) 
como reflejo de 1a realidad objetiva en el cerebro humano, es decir, en unidad 
indisoluble con lo que provoca estos fenómenos y con sus mecanismos fisiológicos.
Pavlov subrayaba esta particularidad de la psicología cuando decia que 
“la psicología, en tanto que estudia el reflejo de la realidad como mundo 
subjetivo, se reduce hasta cierto punto a fórmulas generales. Gracias a la psico­
logía puedo representarme la cmnplejidad de un fenómeno subjetivo dado.” 
Al hacer estas consideraciones Pavlov entendía que el análisis psicológico es 
insuficiente si no se estudian, al mismo tiempo, los mecanismos fisiológica 
de los fenómenos psiquicos y que, por esto. la psicología y la fisiología debían
2 6 OBJ ETO, PROBLEMAS Y METODOS DE LA PSICOLOGIA
trabajar conjuntamente en esta dirección. En este cambio., la psicología debe 
acercarse también a la fisiología de la actividad nerviosa superior,
Así, pues, la fisiología de la actividad nerviosa superior es la base cicn- 
tífico-natural de la psicología, pero el estudio de los procesos nerviosos. como 
substrato material de los fenómenos psíquicos, sirve únicamente de premia para 
resolver la tarea fundamental de !a psicología: investigar las vias y medios de 
Ja formación de la actividad Psíquica humana y de las cualidades Psíquicas 
y rasgos de la personalidad.
E l estudio de la ac tiv idad psíquica com o activ idad refleja del cere­
bro, depend ien te de las. condiciones sociales de la v ida d e l hom bre, tiene 
iina significación teórica ex traord inaria . L a psicología m aterialista 
d a u n a verdadera explicación cien tífica de los fenóm enos espirituales que 
siempre hab ían sido nn reducto de la religión y de la m ística. L a expli­
cación m ateria lista de estos fenóm enos u n a g ra n aportación al 
desarrollo de u n a conrcpción verdaderam ente científica del inundo. 
Lenin consideraba la psicología com o un a de las ciencias que deben 
sef\ ir de basr a la dialéctica y a la teoría del conocim iento.
T am bién es m uy im portan te la significación práctica d e la psicolo­
gía. C om o toda ciencia, la psicología sin 'e p a ra transfo rm ar y m e jo ra r 
la vida. La psicología tiene una aplicación inm ed ia ta en la educación. 
.\1 es tu d ia r las leyes d e los fenóm enos psíquicos descubre los medios y 
métodos para desarro llar las funciones psíquicas de1 hom bre y los rasgos 
de su personalidad. De aq u í que la p rim era y principal aplicación p rác­
tica d e la psicología <;ea en la educación y enseñanza de las.. jóvenes 
generaciones.
Las leyes de los pioccsos cognoscitivos (sensaciones, percepciones, pensa­
mientos, imaginación y memoria) sirven de base científica a la enseiurnz.a v 
penniten determinar acertadamente el contenido del material escolar necesario 
para asimilar conocimientos y hábitos. Son también el fundamento de los méto­
dos de enseñanza, de la elaboración y aplicación de los métodos más fecundos de 
explicación del material escolar y de su memorización por los alumnos, así como 
de la aplicación de los eonocirfiicntos adquiridos en la práctica. Las leyes de la 
percepción, de la memoria y del pensamiento deben ser tenidas en cuenta al 
redactar los libros de texto y en la elaboración del material auxiliar.
En la educación son muy importantes las leyes que rigen la formación de la 
personalidad, o sea las leyes del desarrollo de las necesidades y los intereses, 
de las tendencias y capacidades, de la voluntad y los sentimientos, del tempe­
ramento y dél carácter. El conocimiento de estas leyes es indispensable par: 
inculcar una actitud consciente hacia el trabajo y el estudio, para impulsar el 
espíritu colectivo y para fomentar el desarrollo de las mejores cualidades de b 
personalidad que son !os fines de la educación.
El maestro, conociendo las leyes psicológicas, encontrará más fácilmente 
el camino para estudiar a codo. alumno individualmente, de acuerdo con las 
particularidades de su personalidad, y podrá comprender cuáles son las causa s 
de sus rasgos caracterológicos, así conio corregir lo negativo y desarrollar con 
éxito los factores positivos, característicos de cada individuo.
El conocimiento de las leyes del desarrollo dl' los distintos aspectos de la 
psiquis humana es ur,a gran ayuda en la búsqueda de las vías y los métodos 
df! trabaío más adecuados para lai distintsa edades de los alumnos.
TAREAS DE L.'\ PSICOLOGIA 2 7
L a educación y enseñanza de las jóvenes generaciones es una tarea 
de capital im portancia, a l servicio de la cua l está la psicología.
El conocim iento psicológico de las personas, así com o su cd:icación 
y enseñanza, es tán estrecham ente unidos en tre sí. Solam ente conociendo 
la psicología de los individuos se les puede educar y enseñar, fo rm a r su 
psiquis, su conciencia y su personalidad . A l m ism o tiem po, educán­
doles, les conocemos m ejo r. P o r esto, la actividad educativa y ia ense­
ñanza son las esferas principales de aplicación práctica de la psicología 
y la fuen te m ás rica del conocim iento psicológico.
P ero el valo r de la psicología no se reduce a estas conclusiones p rác­
ticas, basadas en ias leyes del desarrollo de la actividad psíquica y de 
los rasgos de la personalidad que son de vital im portancia e n la edu­
cación.
L a explicación cien tífica de los fenóm enos psicológicos tiene tm n- 
bién significación inm edia ta p a ra la autoeducación. L a concepción 
m ateria lista y científica de la activ idad psíquica, al con tribu ir a la 
form ación de u n a concepción científica del m undo, libre de p re ju ic io ' 
y supersticiones idealistas, perm ite com prender la p ro p ia v ida espiri­
tua l, fom en tar la- cualidades positivas de la p rop ia personalidad y 
organizar adecuadam en te su activ idad con arreglo a las leyes. E n ello 
estriba tam bién el p ape l educativo tan im portan te de la psicología.
L a psicología tam bién tiene u n a significación práclica en otros ca m ­
pos d e la ac tiv idad hum ana. Es necesario te n e r m uy en cuenta las 
leyes psicológicas en la organización del i rabajo, cuando se trata de 
asim ilar nuevas técnicas y de im p lan ta r nuevos m étodos de producción, 
c u a n d o se qu iere au m en ta r la p roductiv idad del traba jo , cuando se 
qu ie re utilizar racionalm ente la m ano de obra y a d a p ta r las m áquinas 
y los m ecanism os a las pecu liaridades psíquicas de la activ idad hum ana.
L as investigaciones psicológicas sobre la percepción y la creación 
artís tica tienen u n a significación im p o rtan te en d istin tas ranias del 
arte (m úsica, p in tu ra ) y de la literatura.
El estudio de d istin tas form as de dcsintc^ración y pertu rb ac ió n de 
las funciones psíquicas, así com o de las condiciones necesarias p a ra su 
restablecim iento, tienen u n a aplicación p rá c tic a en la m edicina. Los 
conocim ientos psicológicos desem peñan un papel esencial en las re la ­
ciones en tre el m édico y el enferm o, ta n to p a ra la com prensión de toda 
Ja co nduc ta de éste com o pa ra influ ir sobre el paciente.
P or esto, adem ás de la psicología genera l que estudia las leyes gene­
rales d e los fenóm enos psíquicos, existen otras ran ias de la psicología 
que tienen u n a aplicación práctica. Así, po r ejem plo, la psicología 
in fa n til es tud ia las particu laridades del desarrollo psicológico del niño., 
lo q u e es abso lu tam ente indispensable p a ra su enseñanza y educación . 
/La psicología pedagógica, estrecham ente u n id a a la psicología in fan til, 
es tud ia las leyes del ap rend iza je en los niños, de la adquisición de 
háb itos y costum bres e n la ac tiv idad escolar, así com o d e la form ación 
de la personalidad en el proceso educativo. O tras ram as de la psicología 
com o la psicología del trabajo, la psicología del arte y la psicología 
del d e p 'Jrte, estudian distintos aspectos de la ac tiv idad del adulto . L a 
psicopatología se ocupa de las distintas form as de desintegración y
perturbación de las funciones psíquicas que se observan en distintas 
lesiones o enfermedades del cerebro.
5. Métodos de la psicología.
A. Principios generales del estudio científico 
de los fenóm enos psíquicos.
El estudio científico de las funciones psíquicas del hombre y de los 
rasgos de la personalidad sólo puede llevarse a cabo sobre la base del 
m étodo m aterialista dialéctico.
El materialismo dialéctico dice que el método, o sea el camino 
o el medio de conocimiento de la realidad^ solamente puede considerarse 
científico cuando refleja la verdad objetiva, las leyes objetivas por las 
que se rigen las relaciones y la acción m utua entre los fenómenos reales, 
las leyes objetivas de su constante cambio y desarrollo, leyes que son 
independientes de la conciencia y de la voluntad de los hombres. Por 
esto, la exigencia más elevada del método dialéctico es la comprobación 
de las leyes investigadas en la práctica y, an te todo, en la práctica 
social, que es la base y el criterio para com probar la verdad de nues­
tros conocimientos de la naturaleza, de la sociedad y de nosotros mis­
mos. En el estudio de la actividad psíquica hum ana tam bién debe 
aplicarse la más rigurosa objetividad científica, En lo que se refiere 
a la investigación de los fenómenos psíquicos, esto significa la necesidad 
de descubrir sus leyes objetivas, basándose en el estudio de los hechos 
accesibles a la observación y susceptibles de ser comprobados exterior- 
mente po r varios sujetos.
L a actividad práctica de la vida diaria dem uestra que el estudio 
objetivo de la psiquis hum ana es un m étodo acertado. En la vida 
práctica juzgamos acerca de la inteligencia, los sentimientos, los deseos, 
el carácter y la capacidad de los hombres no por lo que ellos dicen de sí 
mismos, sino por su conducta, por su modo de proceder o por sus actos.
Lenin, al criticar el m odo subjetivo de valoración de la personalidad, 
subrayaba precisamente el aspecto objetivo de la actividad hum ana 
y escribe a este propósito: “¿Cuáles son los signos que nos perm iten 
juzgar acerca de los verdaderos designios y sentim ientos de las perso­
nas? N aturalm ente que estos signos sólo pueden ser uno: los actos de 
estas personas.” 14 En otro lugar, Lenin dice: “A una persona se la juzga 
no por lo que ella piensa y dice de sí misma, sino por lo que hace.” ts
Y calificó de verdaderam ente m aixista este modo de enjuiciar la per­
sonalidad.
L a psicología materialista no puede contentarse con estudiar los 
fenómenos psíquicos por medio de la introspección, o sea de la des­
cripción que el sujeto mismo hace de sus vivencias. La introspección 
no puede descubrir los fundam entos materialistas, objetivos, de las v i­
vencias, los agentes externos que las h an provocado, su expresión en los 
actos y en la conducta del hombre, ni puede tampoco descubrir los me-
34 V. I, Lenin, Obras completas, ed rusa, t. I, pág. 385
55 V. X. Lenin, Obras completas, t. XIV, pág. 205.
2 8 O BJETO , PROBLEMAS Y METODOS DE LA PSICOLOGIA
METODOS D E LA PSICOLOGIA 2 9
canism os fisiológicos de los fenóm enos psíquicos. Sin el conocbniento 
d e sus fundam entos m ateriales es imposible com prender y explicar Jos 
fenóm enos psíquicos; p o r esta razón, sin ello no puede haber un ver­
d ad e ro conocim iento científico de esos fenómenos.
Esto no significa que el estudio de los procesos psíquicos no requiera 
co n ta r con lo q u e el sujeto dice de sus prop ias vivencias y, sobre todo, 
con lo que cu en ta de los objetos exteriores y de los hechos sobre los que 
^ a e su percepción, su pensam iento, su m em oria, etc. Las m anifesta­
ciones del sujeto son absolutam ente indispensables p a ra saber cuáles 
de los innum erables estím ulos que ac túan sobre él se han convertido en 
obje to de su conciencia; p a ra saber asimismo cóm o concibe determ i­
nados fenóm enos o hechos, p articu la rm en te los q u e se refieren a él 
mismo. T odas estas m anifestaciones son un im portan te objeto d e estudio, 
y com paradas con los datos objetivos (con los que, en realidad , ac tu a ­
ro n sobre el sujeto y con sus actos objetivos d e respuesta) tienen un 
g ra n valor científico, pero de n inguna m anera p u eden servir para 
descubrir leyes objetivas que rigen la actividad psíquica hum ana.
E l estudio de los fenóm enos psíquicos en su u n id ad indisoluble con 
los estím ulos qu e los provocan y con los actos de respuesta del sujeto 
no sólo responde a la exigencia de ob je tiv idad de toda investigación 
científica, smo que responde, asimismo, a la necesidad de estud iar los 
objetos y fenóm enos de la rea lidad en su concatenación y en sus re la ­
ciones m utuas y, an te todo , en sus vínculos y nexos esenciales. Este es 
uno de los principios fandam enta les del m étodo m ateria lista dialéctico 
d e investigación.
L a aplicación de este princip io al estudio de los fenóm enos psíquicos 
quiere decir q u e estos fenóm enos deben abordarse desde el ángulo de su 
condicionam iento p o r los estím ulos externos y en unidad indisoluble con 
los actos hum anos, com o eslabón final del reflejo. Es necesario estu­
diarlos, a su vez, en sus relaciones de dependencia respecto d e los rasgos 
peculiares de la personalidad y de la actividad hum ana.
U n o de los rasgos característicos del m étodo dialéctico es el estudio 
d e los fenóm enos en su desarrollo. Esto se desprende del principio 
fu n d am en ta l del m aterialism o dialéctico, según el cual todo lo existente 
se halla sujeto a constante m ovim iento, cam bio y desarrollo . Las leyes 
d e l desarrollo filogenético de la psiquis se descubren al estudiar com ­
p ara tivam en te la co nduc ta de los anim ales en d istin tas fases de la 
evolución del m undo an im al y com parando esta conducta con las pecu­
liaridades de la actividad hum ana. Por esto es m uy valiosa la investi­
gación de la conducta de los anim ales m ás cercanos al hom bre, los 
monos antropoides, ya q u e esta investigación perm ite esclarecer la p re­
h is to ria p róxim a a la aparición y desarrollo de la conciencia hu­
m ana.
P a ra com prender las leyes del desarrollo de la psiquis tam b ién es 
indispensable el estudio del desarrollo histórico de la conciencia h u m a­
na , d e los cam bios que se h a n operado y siguen operándose en el 
proceso histórico-social de la hum anidad.
El estudio ontogénico de la psiquis significa la investigación de sus 
particu laridades en las distintas edades, o sea de los cam bios consecu-
3 0 O BJETO , PROBLEMAS Y METODOS DE l,A PSICOLOGIA
tivos que sufre la activ idad psíquica en los distin tos períodos d e la 
vida hum ana.
P or últim o, es m uy im p o rta n te para el estudio de las leyes del 
desarrollo de la psiquis investigar cóm o cainbia la activ idad psíquica 
con el ejercicio, es decir, en el traba jo , bajo la acción de la enseñanza 
y de la educación, bajo la in fluencia de actos p reparados especial­
m ente y orientados a u n determ inadofin , que al in flu ir sobre el hom bre 
contribuyen a form ar su ac tiv idad psíquica, así com o los rasgos de su 
personalidad.
B. M étodos fundam enta les de la psicología.
E n el estudio de las funciones psíquicas se utilizan distintos m étodos 
de acuerdo con las p articu la ridades de los fenóm enos a e s tu d ia r y de 
las tareas concretas de la investigación ; no obstante, pese a to d a la d i­
versidad, estos m étodos deben atenerse forzosam ente a los principios 
generales del m étodo científico antes señalados.
L a investigación psicológica dispone do: dos m étodos fundam entales: 
la observación y la experim entación.
L a observación recae sobre los actos vítales v las m anifestaciones 
verbales del hom bre en distintas situaciones (en el traba jo , en el estu­
dio, d u ran te el juego, c te .) , com o índices reveladores de determ inados 
procesos psíquicos. Las observaciones pro longadas y sistem áticas p e r­
m iten estud ia r la form ación del carácter, de los intereses y de las 
capacidades, así com o los cam bios que se operan bajo la influencia 
de d iferentes situaciones vitales.
Las observaciones pueden ser: totales, cuando se reg istran todas las 
m anifestaciones de la ac tiv idad psíquica en un tiem po determ inado 
¡por ejem plo: d u ran te la ejecución de algún trab a jo , d u ran te un a 
clase o ju eg o ), o selectivas, cuando solam ente se reg istran los hechos 
que se refieren d irectam ente al p roblem a qu e se estudia. E n el registro 
<le las obsen/aciones se utilizan. adem ás de la escritura, la fo tografía, el 
cine, la g rabación d e sonidos, etc. A fin de q u e la conduc ta de las 
personas estudiadas conserve la m ayor n a tu ra lid a d , la observación debe 
p asar inadvertida p a ra ellas.
A títu lo de ejem plo, pueden aducirse las siguientes observaciones 
psicológicas que tenían po r objeto , en el p rim er caso, estud iar los 
m ovim ientos voluntarios del p rim er año de vida de un n iño y, en el 
segundo, algunas peculiaridades caracterológicas d e un alum no del 
décimo a fio ;
“Alejandro ha cumplido hoy ocho meses. Anteayer se advirtió un hecho 
muy importante en su desarrollo: hizo el primer movimiento voluntario basado 
en la imitación. Yo di unas «palmaditas» e inmediatamente repitió este movi­
miento con sus manos. He logrado provocar esta imitación inmediata de mi 
movimiento .inas cuantas veces; anteayer, ayer y hoy. Es característico que 
haya imitado primeramente un movimiento. Aún no, se manifiesta la imitación 
en la esfera del lenguaje. Hemos intentado reiteradamente que Alejandro imitara 
los sonidos que nosotros emitíamos, ?ero no lo hemos logrado ni una sola vez, 
La emisión de sonidos tiene todavía un carácter absolutamente involuntario. Es
METODOS DE LA PSICOLOGIA 3 1
interesante aclarar qué tiempo media entre la imitación voluntaria de los movi­
mientos y la imitación en la esfera del lenguaje.” (Del diario de Menchinskaia.)
“ En la prueba de literatura, el alumno se acerca a la mesa rápidamente y 
coa paso largo toma una ficha, se encoge de hombros y dice en voz alta: 
«Ficha 37. ¡Facilísima!» En las contestaciones se sale con frecuencia del tema. 
Cuando el profesor da por terminado el examen vuelve a encogerse de hombros 
y pregunta: «¿Es sólo esto?;:. Según dice el maestro jefe de la clase, se siente muy 
seguro de si mismo y le gusta darse tono.” (De las observaciones de Levitov.)
Fig. l. Instalación para el estudio experimental de los procesos de memoria.
/, aparato de exposición para presentar estímulos visuales.; 1 a, orificio en la 
tapa del aparato para observar los estímulos expuestos; 2 , metrónomo para la pre­
sentación rítmica de los estímulos; 3, electrocronómetro de segundos para deter­
minar el tiempo de reproducción de los estímulos; 4, llaves reactivas para 
conectar y desconectar los instrumentos del circuito eléctrico (entre ellos el 
electrocronómetro), lo que permite medir la velocidad de reproducción de los 
estímulos; 5, micrófono para conectar los aparatos cuando se reproducen verbal­
mente los estímulos.
E l valor del niétodo de observación estriba en que los datos que 
proporc iona se recogen d irec tam en te de la v ida misma. Su desventaja 
reside en q u e la sim ple observación no perm ite siem pre distinguir los 
hechos. casuales de los esenciales y necesarios. A dem ás, la in terpretación 
de los datos adquiridos, es decir, la in te rp re tac ión de los datos 
corno índices reveladores de determ inados procesos, estados psíquicos 
o rasgos d e la personalidad, puede st.r subjetiva. Por eso no se puede 
dar un a explicación rigurosam ente científica de los fenóm enos que se 
estud ian basándose ún icam ente en la observación. Para ello se necesita 
recu rrir a experim entos psicológicos p reparados especialm ente.
32 O BJE TO , PROBLEMAS Y METODOS DE LA PSICOLOGIA
El experim ento psicológico, com o cualquier o tro experimento cien­
tífico, se caracteriza por el hecho de que el investigador no observa 
pasivamente el curso de los fenómenos, sino que los provoca conforme 
a un p lan prefijado, modificando artificialm ente las condiciones que 
actúan sobre el hombre. V ariando repetidas veces estas condiciones, 
el experim entador tiene la posibilidad de fijar exactam ente las causas 
de un fenómeno psíquico y seguir sus cambios y su desarrollo,
En psicología se utilizan dos formas principales de experim ento: el 
de laboratorio y el natural.
El experim ento de laboratorio permite tom ar en cuenta con exac­
titud las influencias extem as que actúan (intensidad, duración y orden 
de sucesión de los estímulos o de sus distintas combinaciones con otros 
estímulos), así como las reacciones de respuesta (acciones y manifesta­
ciones verbales) del hom bre an te estos estímulos. Así, por ejemplo, al 
estudiar las sensaciones y las percepciones se tom an en cuenta con 
exactitud la intesidad y el orden de sucesión de los distintos estímulos 
y las reacciones de respuesta a ellos por parte de los órganos senso­
riales. Al estudiar la memoria se toma en cuenta exactam ente la can­
tidad y la calidad del m aterial memorizado, los distintos métodos de 
memorización (en conjunto, p o r partes, en voz alta, “para sí mismo”, 
el número de repeticiones, etc.) y com parando todos estos datos se 
establece cuáles son las mejores condiciones para la fijación [véase 
la
Las primeras investigaciones experimentales de los procesos psíqui­
cos (que fueron las sensaciones) se llevaron a cabo a mediados del 
siglo xdc por W eber y Fechner. Los prim eros laboratorios de psicología 
experimental fueron fundados por W undt, en Alemania, y Bejterev y 
Tokarski, en Rusia, Los métodos de exploración de la memoria elabo­
rados a fines del siglo x ix por Ebbinghaus desempeñaron u n impor­
tante papel en el desarrollo de la psicología experim ental
El experim ento psicológico de laboratorio tiene la gran ventaja de 
que perm ite registrar al mismo tiempo no sólo las reacciones externas, 
motoras y verbales, sino tam bién las reacciones fisiológicas ocultas, 
como son, por ejemplo, los cambios que se operan en las corrientes 
eléctricas cerebrales relacionados con la actividad intelectual, los cam ­
bios que sufre el aparato cardiovascular durante las reacciones em o­
cionales, etc. Todas estas reacciones fisiológicas ocultas se registran 
por medio de aparatos especiales.
Para el estudio de los mecanismos fisiológicos de las funciones psí­
quicas del hom bre tienen una significación muy im portante los métodos 
de los reflejos condicionados, elaborados por los discípulos de Pavlov 
(Krasnogorski, Bikov, Ivanov-Smolenski y otros).
Estos experimentos, corrientemente se efectúan en cámaras especiales a 
prueba de ruidos (figs, 2 y 3), al objeto de aislar del experimentador y de todas 
las influencias extemas casuales a la persona sujeta al experimento. Como estí­
mulo condicionado se emplean estímulos visuales, sonoros, etc., ya sean aislados
o combinados.

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