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Una desconocida continuación del Belianís de Grecia en portugués�
Aurelio VARGAS DÍAZ-TOLEDO
Universidad de Alcalá de Henares - Centro de Estudios Cervantinos
aurelio24@hotmail.com
A lo largo de las últimas décadas del siglo XX y los primeros años del siglo XXI, se
han producido importantes avances en el estudio y análisis de los libros de caballerías, es-
pecialmente, en lo que al ámbito portugués se refiere. A ello ha contribuido, en buena
medida, la confección de tesis doctorales que han ido desgranando, desde distintos pun-
tos de vista, algunos de los aspectos más relevantes del género1.
La publicación de estos trabajos de investigación ha venido acompañada, a menudo,
con el hallazgo de nuevos testimonios de libros de caballerías, la mayoría de ellos ma-
nuscritos y localizados en bibliotecas portuguesas, lo que demuestra, por otro lado, lo
mucho que queda por investigar en ellas. Frecuentemente, estos descubrimientos se han
circunscrito a meras copias de textos ya conocidos. Tal es el caso de la Crónica do Impe-
rador Beliandro, de Leonor Coutinho, y de la Crónica do invicto D. Duardos de Bretanha, de
Gonçalo Coutinho, de las que se han hallado en los últimos años más de diez testimo-
nios, en el caso de la primera, y uno de la segunda2.
Aunque en alguna ocasión, la suerte, sumada a buenas dosis de paciencia, ha propiciado
el hallazgo de libros de caballerías inéditos que se consideraban desaparecidos desde hacía va-
rios siglos. Y en este sentido, nos podemos sentir afortunados porque todos ellos han salido
a la luz gracias a nuestras pesquisas en archivos de Portugal. Nos estamos refiriendo a la anó-
nima História do príncipe Belidor Amphífio e da princeza Corsina, descubierta en un manuscrito
fragmentario entre el fondo Manizola de la Biblioteca Pública de Évora, y a la más intere-
sante Argonáutica da cavalaria o Leomundo de Grecia, del escritor maderense Tristão Gomes de
Castro. Con respecto a esta última obra, objeto de nuestra tesis doctoral3, llegamos a locali-
zar hasta tres ejemplares: uno, con la primera y segunda partes, en el Arquivo Nacional da
Torre do Tombo, en Lisboa; otro, con la tercera y cuarta partes, en la misma institución4; y
un tercer ejemplar, solo con la segunda parte, en la Biblioteca Pública de Évora. 
� El presente trabajo ha sido posible gracias al Programa Nacional de Contratación e Incorporación de Recursos Hu-
manos de Investigación, en el marco del Plan Nacional de Investigación Científica, Desarrollo e Innovación 2008-2010,
dentro del Subprograma Juan de la Cierva.
1 Las tesis más interesantes sobre el género caballeresco impreso son las siguientes: Rosário SANTANA PAIXÃO, Aven-
tura e identidade. História fingida das origens e fundação de Portugal: “Crónica do Imperador Clarimundo”, um livro de cavalarias do
quinhentismo peninsular, Lisboa, Universidade Nova, 1996; Isabel Adelaide PENHA DINIS DE LIMA E ALMEIDA, Livros por-
tugueses de cavalarias, do Renascimento ao Maneirismo, Lisboa, Universidade de Lisboa, 1998; Cláudia Maria FERREIRA DE
SOUSA PEREIRA, Um exemplário amoroso para D. Sebastião, o “Memorial das Proezas da Segunda Távola Redonda” de Jorge Fe-
rreira de Vasconcelos, Évora, Universidade de Évora, 2000; Margarida Maria de Jesus SANTOS ALPALHÃO, O amor nos livros
de cavalarias: o “Palmeirim de Inglaterra” de Francisco de Moraes. Edição e Estudo, Lisboa, Universidade Nova de Lisboa, 2008.
En cuanto a los libros de caballerías manuscritos, destacan los trabajos de Raúl Cesar GOUVEIA FERNANDES, Crônica de
D. Duardos (Primeira Parte). Cód. BNL 12904. Edição e estudo, São Paulo, Universidade de São Paulo, 2006; y Aurelio
VARGAS DÍAZ-TOLEDO, Estudio y Edición Crítica del “Leomundo de Grécia”, de Tristão Gomes de Castro, Madrid, Universi-
dad Complutense de Madrid, 2007. 
2 Una relación completa de los testimonios manuscritos hallados en los últimos años se puede ver en nuestro trabajo:
Aurelio VARGAS DÍAZ-TOLEDO, “Los libros de caballerías portugueses manuscritos”, en Actas del XIII Congreso Interna-
cional de la Asociación Hispánica de Literatura Medieval (Valladolid, 15-19 de septiembre de 2009), Valladolid, Universidad,
2010, vol. II, pp. 1755-1765. 
3 VARGAS DÍAZ-TOLEDO, Estudio y Edición cit. 
4 De este nuevo hallazgo daremos debida cuenta en el próximo número de la Revista de Literatura Medieval. 
Hoy de nuevo nos podemos congratular como consecuencia del reciente descubri-
miento de un texto que viene a arrojar algo de luz sobre la importancia de la cultura ma-
nuscrita en la difusión del género caballeresco entre finales del siglo XVI y principios del
XVII. Se trata de un libro de caballerías portugués manuscrito del que no se tenía cons-
tancia alguna ni en bibliografías, ni en catálogos ni en inventarios de bibliotecas relacio-
nadas con el mundo lusitano. Una falta de noticias esta que, sin duda, ha debido reper-
cutir en el hecho de que no conozcamos a ciencia cierta aspectos tan significativos co-
mo su autoría o su fecha de redacción, que, en cualquier caso, debió producirse en las
primeras décadas del XVII, según los datos internos que mostraremos a continuación. 
A pesar de que no presenta un título claramente definido, es posible otorgar a esta
obra la denominación de Quinta parte del Belianís de Grecia. Veamos a continuación cuá-
les son los datos que nos instan a identificarla con una continuación de un libro de ca-
ballerías castellano, como es el Belianís de Grecia. En primer lugar, la presencia y el pro-
tagonismo inequívoco de muchos de los personajes de la obra castellana, que, en algu-
nos casos, aparecen adaptados a la grafía portuguesa. Así, por ejemplo, vemos circular de
nuevo a Adamantes, don Baldim, Beleanis, Brandaleão, Contomeliano, Deucalionte, Fu-
ribundo o Florisbela. En segundo término, la geografía novelesca, idéntica a la de su an-
tecedente castellano. Un tercer apartado tiene que ver con la prolongación de algunos
hilos narrativos que permanecen en el aire en la cuarta parte del Belianís castellano, as-
pecto este último que será objeto de un análisis más pormenorizado líneas más abajo. Y
por último, y más importante, las alusiones internas de la novela que dejan traslucir lo
que venimos afirmando hasta ahora, es decir, que se trata de una Quinta entrega, origi-
nal y en portugués, del Belianís de Grecia. Entre esas alusiones, sobresale la que figura al
inicio del capítulo 31, donde el narrador se disculpa en los siguientes términos por no
haber hablado hasta ese momento del príncipe Belflorán: 
Não pareça descuido dos coronistas se até agora nao fal<t>arão no príncepe de Grécia, porque
eles mesmos se desculpão dizendo que tudo o que forão contando hé emcaminhado para a histó-
ria deste mesmo príncepe, de que na Seista Parte se falará mais largamente, e dos grandes trabalhos
em que se vio por cauza das disfarsadas damas5
El texto de la Quinta parte del Belianís de Grecia se ha transmitido a través de una copia con-
servada bajo el número 1144 de los Manuscritos da Livraria de la Torre do Tombo lisboeta.
El códice se compone de 160 páginas, sin anotaciones marginales ni reclamos. El estado de
conservación es bastante bueno, aunque el lomo alberga varios agujeros causados por la ac-
ción de las polillas. La letra es humanística del siglo XVII, manteniéndose unitaria de princi-
pio a fin. Está escrito a línea tirada y el tamaño del papel es en folio6. El elevado número de
lagunas textuales diseminadas a lo largo de todo el manuscrito nos informa sobre el carácter
incompleto y descuidado de la copia, que en ningún caso debe ser interpretada como un au-
tógrafo. Entre las omisiones más llamativas destacan la falta de poemas en espacios en blanco
dispuestos para ellos, así como la ausencia de capítulos fragmentarios, e incluso enteros. La
encuadernación está en pasta dura, y se trata de la misma que utiliza el Manuscrito da Livra-
ria 1143, que acoge otra obra de caballerías inédita denominada Terceira e quarta partes da Ar-
gonáutica da cavalaria, del autor mencionado más arriba: Tristão Gomes de Castro7.Una desconocida continuación del Belianís de Grecia en portugués
5 VARGAS DÍAZ-TOLEDO, Estudio y Edición cit., cap. 31, p. 108.
6 Para una descripción más pormenorizada del manuscrito cfr. el Apéndice final del presente artículo.
7 Hay que dejar constancia de que, tanto la obra de Gomes de Castro como la que estamos dando a conocer en es-
tas páginas, las descubrimos al mismo tiempo. Será en un trabajo posterior, como hemos afirmado más arriba, cuando in-
formemos debidamente sobre la relevancia de este otro importante hallazgo. 
En cuanto a la autoría de esta quinta parte del Belianís de Grecia, solo existe una úni-
ca alusión en una carta de Francisco de Portugal, datada el 22 de junio de 1624, y diri-
gida al arzobispo de Lisboa, D. Rodrigo da Cunha, en donde se habla, entre otras cosas,
de un incipiente intercambio de libros de caballerías: 
Pediram-se-me de Palácio ua dama que bem encarecido está o ser mais que mandar, os capítulos
em que seguimos D. Belianes. Estou mandando-os tresladar e detremino de lhe acrecentar alguns naqueles mu-
ros de cristal se a perguiça me não for à mão. V. S. mande-me em que o sirva e se acaso se lembra de
um soneto feito ao Vasco de Lobeira, dizem que pelo Infante D. Luís, mande-mo copiado, que
mo pediu Castel Rodrigo por / andar Amadis mui valido do Infante Carlos quer parece justificar
que são portugueses aqueles sentimentos8
A través del contenido de esta carta, y a falta de más informaciones al respecto, es po-
sible afirmar, por un lado, que Francisco de Portugal (1585-1632), más conocido por ser
el primer conde de Vimioso y por escribir el Arte de Galantaria (Lisboa, Emprenta de
Juan de la Costa, 1670), es el autor de la quinta parte del Belianís de Grecia, y por el otro,
que la composición de la obra hemos de situarla en la década de 1620, lo que pondría
de manifiesto la vigencia y el interés hacia los libros de caballerías más allá de los límites
establecidos por parte de la crítica especializada. 
Como elemento a favor de esta atribución, contamos con el libro Hospital das letras,
de 1657, de Francisco Manuel de Melo, en donde se ofrece, en un momento dado, una
relación más o menos completa de las obras de Francisco de Portugal:
As tempestades e Batalhas, uma ideia galante e namorada que imprimiu, em seus dias, debaixo do
nome de Tomás de Jape. Muitos anos depois de sua morte se estamparam algumas rimas suas, com
título de Divinos e Humanos Versos, a quem deu forma de livro e pôs os remates Francisco Luís de
Vasconcelos, cujas obras também sem razão alguma houveram de padecer uma sorte semelhante, de
seu engenho bem desigualmente merecida, porque o sangue da veia da sua musa foi muito pa-
rente do sangue de suas veias, ilustre e ilustrado por avós e por estudos. Tinha composto D. Fran-
cisco a Arte de Galantaria, o Solitário, os Espíritos dos Portugais e um famoso livro de cavalarias que
ainda hoje se guarda com o nome de Dom Belindo9
Es verdad que el nombre del texto que se le atribuye en último lugar no es el Belia-
nís, sino el D. Belindo o Crónica do imperador Beliandro. Al existir pruebas fehacientes de
que esta última obra es propiedad intelectual de la escritora Leonor Coutinho, nos atre-
vemos a pensar en la posibilidad de que se haya cometido una equivocación o una erra-
ta, debido a la proximidad gráfica entre los nombres de ambos personajes.
Al tratarse de una continuación, se hace necesario abrir un paréntesis para ponernos
en antecedentes sobre el libro de caballerías español a partir del cual se basa el anónimo
autor portugués. El Belianís de Grecia supone una de las sagas literarias más conocidas del
género caballeresco castellano, además de los Amadises y los Palmerines. Está formado por
cinco partes, las cuatro primeras de autoría única, del licenciado burgalés Jerónimo Fer-
nández, y la quinta escrita por un tal Pedro Guiral de Verrio.
De las dos primeras partes, costeadas por Toribio Fernández, padre del autor, y pu-
blicadas juntas bajo el título general de Historia del magnánimo, valiente e invencible cavallero
don Belianís de Grecia, se llevaron a cabo hasta cuatro ediciones distintas, sin contar otras
 Aurelio VARGAS DÍAZ-TOLEDO
8 VARGAS DÍAZ-TOLEDO, Estudio y Edición cit., p. 67. La cursiva es nuestra. Las misivas entre ambos personajes se pue-
den consultar en Carlos Alberto FERREIRA, “Cartas de Dom Francisco de Portugal escritas ao Sor Arcebispo de Lisboa,
Dom Rodrigo da Cunha”, en Biblos, XXII (1946), pp. 636-673.
9 Le Dialogue “Hospital das Letras” de D. Francisco Manuel de Melo, ed. Jean COLOMÈS, Paris, Fundação Calouste Gul-
benkian-Centro Cultural Português, 1970, p. 78.
dos de las que no se ha conservado ningún ejemplar, siendo la primera edición de Bur-
gos, 154710.
En cuanto a la Tercera y quarta parte del imbencible príncipe don Belianis de Grecia, en que se cuen-
ta la libertad de las princessas que de Babilonia fueron llevadas, con el nascimiento y hazañas del no me-
nos valeroso príncipe Belflorán de Grecia, su hijo, se publicó una sola vez en 1579, en Burgos, por
el impresor Pedro de Santillana y a costa del hermano del autor, Andrés Fernández. 
Mientras tanto, La quinta parte de don Beleanís de Grecia y su hijo Velflorán, con sus grandes
echos ha sobrevivido hasta nuestros días gracias a dos manuscritos: uno, muy incompleto con
tan solo 28 capítulos, conservado en la actualidad en la Biblioteca Nacional de Madrid con
la signatura ms. 13.138, que perteneció al escritor Serafín Estébanez Calderón11; y el cod.
5683 alojado en la Biblioteca Imperial de Viena, que durante muchos años se catalogó co-
mo una copia manuscrita de los libros tercero y cuarto del Belianís, debido probablemente
a una falta de observación del códice. De acuerdo con este último manuscrito, de 491 fo-
lios y mútilo solo de unas hojas finales, la quinta entrega del Belianís castellano estaría for-
mada por un total de cuatro libros distribuidos en 91 capítulos12.
Siguiendo las últimas clasificaciones del género caballeresco13, el texto de Jerónimo
Fernández, que une la tradición amadisiana con el universo mitológico de la guerra de
Troya, hemos de situarlo dentro de lo que se ha venido a llamar la propuesta de entrete-
nimiento, basada en dar preeminencia al humor, a la exageración, a la sucesión de ele-
mentos maravillosos y a la mezcla de géneros literarios.
La obra no solo gozó de una excelente acogida entre el público de la época, sino que
además tuvo admiradores ilustres, entre los que se contaba el propio Carlos V, quien fue
el auténtico instigador de que Jerónimo Fernández escribiese una continuación, que, de-
bido a su muerte, fue finalmente acabada por su hermano Andrés. Así lo afirmaba este
último en el prólogo que situó al frente de la tercera parte, donde aseguraba:
aver agradado tanto a la Magestad de Carlos Quinto, Invictíssimo Emperador y señor nuestro, la
primera y segunda parte, que gustó de oírla diversas vezes [y] dio causa a qu’el Autor, que fue el
Licenciado Fernández, mi hermano, escriviesse también tercera y quarta (Belianís III-IV, Prólogo)
Pero el emperador no fue el único adepto reconocido del Belianís. Miguel de Cervan-
tes también sintió cierta predilección hacia un texto del que existen referencias constan-
tes a lo largo de todo el Quijote, en especial, de algunas de sus aventuras y de sus perso-
najes. Así, por ejemplo, don Quijote atribuye la desaparición de su magnífica biblioteca a
la acción malévola del sabio Fristón, enemigo número uno del príncipe Belianís. 
Además, el texto de Jerónimo Fernández es uno de los pocos libros de caballerías, jun-
Una desconocida continuación del Belianís de Grecia en portugués
10 Las cuatro ediciones conservadas son las siguientes: Burgos, Martín Muñoz, 1547; Estella, Adrián de Anvers,
1564; Zaragoza, Domingo de Portonariis, 1580; y Burgos, Alonso y Esteban Rodríguez, 1587. De las dos edicio-
nes perdidas, una podría ser la princeps de Sevilla, 1545, y la otra de Zaragoza, 1579. En este sentido, merece la pe-
na consultar la siguiente referencia:Lilia E. F. DE ORDUNA, “En torno a la auténtica princeps de Belianís de Gre-
cia”, en Íncipit, 9 (1989), pp. 99-102. 
11 Según el testimonio de Pascual DE GAYANGOS, “Catálogo razonado de los libros de caballerías que hay en len-
gua castellana o portuguesa, hasta el año 1800”, en Libros de caballerías, Biblioteca de Autores Españoles desde la for-
mación del lenguaje hasta nuestros días, Madrid, M. Rivadeneyra Impresor Editor, 1857, pp. LXII-LXXXVII, reim-
preso en Madrid, M. Rivadeneyra, 1874; Madrid, Imprenta de los sucesores de Hernando, 1909; Madrid, Librería
y Casa Editorial Hernando (S. A.), 1931; Madrid, Ediciones Atlas, 1963; Valencia, Librerías París-Valencia, 1993. 
12 Desgraciadamente la copia del manuscrito vienés nos llegó unos días antes de cerrar este artículo. En un traba-
jo posterior, haremos un estudio comparativo más pormenorizado entre la continuación castellana y la portuguesa. 
13 José Manuel LUCÍA MEGÍAS, “Libros de caballerías castellanos: textos y contextos”, en Edad de Oro, XXI
(2002), pp. 9-60; e ID., De los libros de caballerías manuscritos al “Quijote”, Madrid, Sial Ediciones, 2004, pp. 234-246. 
to con el Amadís de Gaula, el Tirante el Blanco y el Palmerín de Inglaterra, que se salva de
ser quemado en la hoguera en el famoso escrutinio del capítulo 6 de la Primera Parte
del Quijote, aunque para su salvación definitiva necesitaba suprimir varios elementos que
distorsionaban la historia, como así lo declara el cura: 
Pues ese –replicó el cura–, con la segunda, tercera y cuarta parte, tienen necesidad de un poco de
ruibarbo para purgar la demasiada cólera suya, y es menester quitarles todo aquello del castillo de
la Fama y otras impertinencias de más importancia, para lo cual se les da término ultramarino, y
como se enmendaren, así se usará con ellos de misericordia o de justicia; y en tanto, tenedlos vos,
compadre, en vuestra casa, mas no los dejéis leer a ninguno (Quijote, I, 6)
Y es que la excesiva exageración e inverosimilitud, reflejada en muchos de sus episo-
dios, desagradaron de tal manera a Cervantes que llegó a proponer una serie de reformas
para perfeccionar la obra: 
No estaba muy bien con las heridas que don Belianís daba y recebía, porque se imaginaba que,
por grandes maestros que le hubiesen curado, no dejaría de tener el rostro y todo el cuerpo lleno
de cicatrices y señales. Pero, con todo, alababa en su autor aquel acabar su libro con la promesa
de aquella inacabable aventura, y muchas veces le vino deseo de tomar la pluma y dalle fin al pie
de la letra como allí se promete (Quijote, I, 1)
A través de este y otros pasajes del Quijote, la crítica ha sugerido incluso la posibilidad de
que Cervantes haya compuesto una continuación del Belianís de Grecia, ora de la Primera y
Segunda partes, ora de la Tercera y Cuarta. Lo que parece claro, en cualquier caso, es que el
autor alcalaíno, en el supuesto de que hubiese empleado su pluma en prolongar la vida lite-
raria de un texto ajeno, lo habría hecho para mejorar las «impertinencias» de la obra. 
En cuanto a su difusión, el Belianís castellano tuvo un éxito notable, siendo traducido a
otras lenguas europeas, entre las que se encuentra el italiano14 (Historia del magnanimo ed in-
vencibile Principe don Belianis, figliuolo dell´Imperator don Belanio, tradotta di lingua greca in cas-
tigliana, di castigliana in italiano da Oratio Rinaldi, Bolognese, In Ferrara per Vittorio Bal-
dini, Stampator Ducale, 1586; Parte Seconda, tradotta dallo stesso, Verona, Sebastiano dalle
Donne, 1587), el francés15 (L´Histoire de Dom Belianis de Grèce, traduction nouvelle par A. de
Beuil, Paris, I. Toussainet du Bray, 1625), y el inglés16 (The Honour of Chivalric. Set downe in
the most Famous Histoirie of the Magnanimious and Heroike Prince Don Bellianis [sic], Englished
out of Italien, by L. A.; By Thomas Creede, London, 1598; The Honour of Chivalry, segun-
da parte, traducida por Francis Kirkman, 1664; The Honour of Chivalry, abridgement, tradu-
cida por John Shirley, 1683; The Honour of Chivalry: Or the famous History of Don Bellianis of
Greece, Dublin, Richard Fitzsimons, 1775). 
De acuerdo con estos datos, resulta curioso observar cómo el texto castellano nunca fue
editado en tierras portuguesas, ni se tradujo jamás a la lengua de Camões. Es más, de entre la
extensa bibliografía caballeresca relacionada con el mundo luso, no se encuentra referencia al-
guna de que fuese conocido, salvo una pequeña alusión en el capítulo 79 de la Sexta parte
del Palmeirim de Inglaterra, o Clarisol de Bretanha, del escritor de Tavira Baltasar Gonçalves Lo-
bato. En él, se narra cómo la sabia Medea conduce a Clarifebo hasta su morada en los Valles
Contentos y le muestra una sala adornada con los retratos de los mejores caballeros, con quie-
nes debía luchar por amor de su amada Clarabella. Entre ellos, el héroe contempla las imá-
 Aurelio VARGAS DÍAZ-TOLEDO
14 Anna BOGNOLO, “Libros de caballerías en Italia”, en Amadís de Gaula 1508. Quinientos años de libros de caba-
llerías, Madrid, Biblioteca Nacional de España-Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales, pp. 332-341. 
15 Sylvia ROUBAUD, “Libros de caballerías en Francia”, en Amadís de Gaula 1508 cit., pp. 319-331.
16 Stefano NERI, “Libros de caballerías en Inglaterra”, en Amadís de Gaula 1508 cit., pp. 342-350.
genes de los personajes principales del Belianís de Grecia, tales como Belanio, Belianís, Claria-
neo, Lucidaner, Belflorao, Baldín o Arfileo, sobre los cuales la sabia Medea dice lo siguiente: 
Entre este Dom Belianis e Perianeo […] ouve no seu tempo grandes competências sobre a prin-
cesa Florisbella, filha do Soldão de Babilónia, até que por fim dellas & de muitas guerras que por
este respeito ouve, Perianeo, tocado da mão de Deos se tornou Christão & casou com a Prince-
sa Sirena, irmã do próprio Dom Belianis (Clarisol, VI, 79)
En cuanto al contenido, las dos primeras partes del Belianís castellano17 narran la historia
del protagonista homónimo, hijo de los emperadores griegos Belanio y Clarinda, desde su
nacimiento hasta que recibe la orden de caballería y se convierte, a medida que va creciendo,
en uno de los mejores caballeros de su tiempo, momento en el que es digno de alcanzar el
amor de la princesa Florisbella, hija del soldán de Babilonia, mujer a la que también solicita-
ba de amores Perianeo de Persia. A lo largo de su periplo caballeresco, Belianís de Grecia re-
cibe, por un lado, la ayuda inestimable de la maga Belonia, mientras que, por el otro, el sabio
Fristón, protector de Perianeo, se encarga de ponerle mil obstáculos para evitar su ascenso so-
cial. Entremezcladas, se cuentan otras hazañas bélicas relativas a compañeros, amigos y her-
manos del protagonista, en donde destacan las figuras de Clarineo y Lucidaner. 
Como sucede en la mayoría de los libros de caballerías, varios de los hilos narrativos que-
dan en el aire al final de la novela. Este es el caso del enlace matrimonial entre Belianís y Flo-
risbella, que no se llega a consumar debido al repentino secuestro en un carro mágico de las
principales damas y doncellas del relato, lo que propicia su búsqueda inmediata por parte de
los caballeros de la corte helena. Al margen de otras peripecias anunciadas al término de la
segunda parte del Belianís, que tienen que ver con el desencantamiento del mago Merlín, así
como con los amores de Lucidaner, Clarineo y Contumeliano, la Tercera entrega del libro18,
tal como prometiera Jerónimo Fernández, da inicio con la búsqueda, por parte de los caba-
lleros protagonistas, de las princesas, raptadas por el sabio Fristón y conducidas hasta el casti-
llo de la sabia Medea. Durante esta persecución se van intercalando otras aventuras destaca-
das en el desarrollo de la historia, como son los torneos de Londres, el asedio de Troya, la li-
beración del sabio Merlín de la tumba en que estaba encerrado, o el Castillo de la Fama, en
donde se hallaban encantados nada más y nada menos que los Nueve Caballeros de la Fama.
En todas ellas, especialmente en lasdos últimas, el príncipe Belianís juega un papel decisivo,
siendo el autor del desencantamiento tanto del mago como de los Caballeros de la Fama. 
Antes de que el héroe tenga un nuevo éxito y desencante el Castillo de la sabia Medea,
Florisbella da a luz a Belflorán, quien nada más nacer es raptado por el sabio Merlín para
ocuparse de su educación. Una vez rescatadas las doncellas y conquistada Troya, se lleva a
efecto la esperada boda entre Belianís de Grecia y la princesa Florisbella. 
Con respecto a la cuarta y última parte de la novela, que es la que más nos interesa aho-
ra debido a las aventuras que deja inacabadas y que serán el punto de partida de la conti-
nuación portuguesa, orienta su atención hacia la guerra de Constantinopla, que enfrenta al
ejército griego contra una alianza enemiga liderada por el tártaro Ariobarzano. Aquí ya en-
tran en acción el joven Belflorán así como los caballeros de su generación, dejando peque-
ñas las hazañas de sus predecesores. 
Al término de las hostilidades entre ambos bandos, sale reforzada, sobre todo, la figura de
Una desconocida continuación del Belianís de Grecia en portugués
17 Mónica NASIF, “Belianís de Grecia” (Partes I y II) de Jerónimo Fernández (Burgos, Martín Muñoz, 1547). Guía de
Lectura, Alcalá de Henares, Centro de Estudios Cervantinos, 2006; Jerónimo Fernández, Belianís de Grecia, ed. Li-
lia E. F. DE ORDUNA, Kassel, Reichenberg, 1997, 2 vols.
18 Laura GALLEGO GARCÍA, “Belianís de Grecia” (III-IV) de Jerónimo Fernández (Burgos, Pedro de Santillana, 1579).
Guía de lectura, Alcalá de Henares, Centro de Estudios Cervantinos, 2003.
Belflorán, que, enamorado de la bella Belianisa, va ganando fama en otros torneos y justas
caballerescas, especialmente, las que se llevan a cabo en Constantinopla con motivo de las
conversiones al cristianismo de paganos como Perianeo, Dolisena, Dolistor, el rey de Gara-
mantes, Polisteo o Nicanor. 
A medida que avanza la historia, otros personajes van adquiriendo un mayor protagonis-
mo. Así por ejemplo, en el desierto de Libia, el príncipe Baldín de Portugal libera al rey de
Escocia del castillo del rey de Goale, mientras que en tierras del Gran Cairo vence al gigan-
te Goraxes a petición de una doncella en apuros. 
Hacia el final de la novela es el príncipe Belflorán quien acapara nuevamente la atención
del narrador. En primer lugar, libera a su amada Belianisa de manos de los moros Argibo y
Serpentino, para a continuación prometerse en matrimonio a ella y concebir esa misma no-
che al que, más tarde, será quien perpetúe el linaje de Belianís, es decir, Fortimán de Gre-
cia. Después, Belflorán acude al paso de armas que Adamantes había instaurado en Libia de-
fendiendo que su dama Belisena era la más hermosa del mundo. Gracias a una sortija má-
gica que le entrega Primaflor, Belflorán derrota al defensor del paso y desencanta así a Be-
lianís, a Rindaro de Hibernia, a Bradaleón, a Perianeo, a Lucidaner y a Belanio, que, uni-
dos a Salisterno, Furibundo y al propio Adamantes, se encaminan los diez juntos a los tor-
neos que se pregonaban en el Cairo. 
Mientras tanto, llegan noticias de una inminente guerra a causa de la crisis sucesoria en
el reino de Garamantes: al parecer, Ariobarzano de Tartaria, que había casado con Meridia-
na, la hija del rey de Garamantes, se sentía con derecho a heredar la corona por encima de
Dolistor y Polisteo, hijos ilegítimos de Belianís y Dolisena, la otra hija del rey de Garaman-
tes. La situación se había enrarecido de tal manera que se habían creado dos bandos difícil-
mente reconciliables, uno a favor del Gran Tártaro y otro en apoyo de los hermanos Dolis-
tor y Polisteo. 
Es en este punto cuando el narrador declara que, debido a la pérdida de los papeles
donde se hallaba escrito el final de la historia, el sabio Fristón decidió poner punto y fi-
nal a la novela, dejando abierta la posibilidad a una continuación, como así se trasluce en
el siguiente fragmento: «y assi lo dexaré en esta parte, dando licencia a cualquiera, a cu-
yo poder viniere la otra parte, la ponga junto con ésta, porque yo quedo con harta pe-
na y desseo de verla» (Belianís, IV, fol. 280v).
Las aventuras que, por tanto, quedan en el aire al término de la cuarta parte del Be-
lianís de Grecia, son, entre otras, las siguientes: en primer lugar, la celebración del torneo
caballeresco en el Cairo; en segundo término, se desconoce el paradero de la linda Be-
lianisa tras dar a luz a Fortimán y verse obligada a separarse de él nada más nacer; y en
último término, se ignora lo que le sucede al recién nacido, que se criaba en Tartaria jun-
to a su nodriza, la condesa de Silesia, y el corsario Dalintro. 
En lo que respecta a la Quinta parte castellana, de la que solo hemos podido consultar
el ejemplar incompleto de la Biblioteca Nacional de Madrid, formado de 28 capítulos
frente a los 91 del testimonio vienés, centra su interés narrativo en personajes como Bel-
florán y Bradaleón, en la relación amorosa entre Arceliana y Florindo, o en el enfrenta-
miento bélico entre los príncipes nubianos y los egipcios, con victoria inicial para los pri-
meros. Como es lógico, al tratarse de una continuación de la misma obra, algunos de sus
hilos narrativos así como muchos de los personajes coinciden con la quinta parte portu-
guesa, pero pronto se aprecia un distanciamiento entre ambas, de tal modo que es posible
afirmar que tanto una como otra son obras independientes que casi nada tienen que ver
entre sí, compuestas en momentos diversos y por autores distintos. 
El texto portugués se estructura de la siguiente manera: da inicio con el nacimiento, se-
 Aurelio VARGAS DÍAZ-TOLEDO
cuestro y encantamiento de Lusinda y Claricea, hijos de los emperadores de Egipto, Ardea
y Aquilano. A continuación fija su atención en el torneo del Cairo, donde tiene lugar el
encantamiento de Beleaniza. Más tarde pasa a narrar la educación y hazañas caballerescas
de Fortimão, que recibe la orden de caballería de manos de Ariobarzano. A partir de en-
tonces se cuenta la relación amorosa entre el propio Fortimão y la segunda Dolicena, así
como la guerra que enfrenta, por un lado, a Dolistor y Polisteo, y, por el otro, a los reyes
de Goale y Ariobarzano, la cual se resuelve por medio de un desafío caballeresco entre unos
pocos caballeros escogidos. Acto seguido tiene lugar uno de los episodios más interesantes
de la obra: se trata de las aventuras de Florimante en el Castelo de Almourol, una fortale-
za que tiene su origen en el Palmerín de Inglaterra, de Francisco de Moraes, y que en este li-
bro posee un carácter maravilloso, con un muro de llamas de fuego a su alrededor y un bar-
co atado a una columna de cristal con unas letras que prohibían la entrada a todo aquel que
no buscase desengaños de amor. El fracaso de Florimante, que no logra entrar en su inte-
rior, deja en el aire el desenlace posterior de esta aventura. Por último, la novela finaliza de
manera abrupta con los lamentos de Belflorao hacia su amada Belianiza. 
A modo de conclusión, solo nos resta añadir que el hallazgo de la Quinta Parte del Be-
lianís de Grecia, de Francisco de Portugal, viene a arrojar nueva luz sobre la evolución del
género caballeresco en su difusión manuscrita. También pone de manifiesto, una vez más,
los estrechos vínculos que existen entre el género caballeresco portugués y el español, un
aspecto muy poco tratado por parte de la crítica especializada y sobre el que se debería
ahondar en futuras investigaciones. 
Por último, hay que mencionar que este nuevo texto ha permitido ampliar el corpus
de los libros de caballerías manuscritos y situarlo hasta un total de siete textos diferentes,
conservados en el ámbito castellano, que ascienden a poco más de diez originales. 
APÉNDICE
Descripción codicológica del manuscrito del Instituto dos Arquivos Nacionais da Torre do Tombo, Lisboa: Manuscrito da Livraria 1144.
Belianís de Grecia, 5ª parte, de ¿Francisco de Portugal?
Descripción externa:
1. El manuscrito se halla en Lisboa, en el Institutodos Arquivos Nacionais-Torre do Tombo, Manuscritos
da Livraria, 1144.
2. Estado del texto bueno, aunque el lomo se encuentra con agujeros causados por la acción de las polillas.
Sin apenas tachaduras a lo largo del texto. 
3. Se trata de un manuscrito unitario en folio, de 160 pp. en papel, del siglo XVII. Con 47 capítulos. Los
folios miden 293 x 193 mm., paginado. III hojas en blanco+ 1-160+ I. Todo el manuscrito presenta una
numeración arábiga en la parte superior derecha de los folios rectos y en la parte superior izquierda de los
folios vueltos, en tinta negra, realizada por una mano distinta a la del resto del documento.
4. Escrito a línea tirada. Número de líneas variable, entre 32 (p. 1) y 36 líneas (p. 155). La medida de la ca-
ja de escritura oscila entre 224 x 142 mm. (p. 151), y 227 x 144 mm. (p. 53). Sin anotaciones marginales,
sin cabeceras y sin reclamos. Sin colofón. 
5. Letra humanística del s. XVII. Letra unitaria a lo largo de todo el texto. El color de la tinta, negra, es más
oscura a partir de la p. 47 hasta el final. De la p. 141 a la p. 160 la acción corrosiva de la tinta dificulta la lec-
tura del texto por el lado opuesto del folio.
6. El manuscrito carece de toda ornamentación. 
7. El manuscrito conserva el sello en tinta azul del “ARQUIVO NACIONAL DA TORRE DO TOM-
BO” (p. 1 y p. 159) y un papel pegado con la signatura actual: “ANTT / 1144 / MSS. DA LIVRª” (p. 1).
Los bordes de los folios son de color amarillo. 
8. Encuadernación en pasta dura con los bordes de la capa y el lomo en piel marrón. Medidas: 299 x 197 x
14 mm. Se trata de la misma encuadernación que el ms. da Livraria 1143, que alberga otra obra de caballe-
Una desconocida continuación del Belianís de Grecia en portugués
rías denominada Terceira e quarta partes da Argonáutica da cavalaria, de Tristão Gomes de Castro. En el lomo se
conservan restos de dos tejuelos: uno en rojo con letras doradas «MS» y otro marrón: «TOM / IX / F». En
la parte inferior del lomo se ha pegado una pegatina con la signatura actual: «1144 / MSS. LIVRARIA».
9. El manuscrito no ha sido restaurado. 
Descripción interna:
[p. 1: inicio del texto. Cap. 1] Aqui cresceraõ os desmayos da fermosa Ardea, e as lagrimas com que feste /
jara os prinçipios que em seu parto se prometião, ja se pagauaõ em tristes lagri- / mas; taõ Entregue veuia a
esta cuidado que não auia palauras com q esta / dor se curase que naõ dobrase maes a cauza, que como tin-
ha prezente a de / sua tristeza naõ podia nunca auzentar o pensamento do sentimento del / la; vinha che-
gando o tempo, e como esta imaginaçaõ era taõ cruel, andaua / taõ uençida dos reçeos delle, e dos leoēs
que esperaua parir, que a cada pa / se lhe afigurauaõ, e se prometia que a primeira hora […] 
[p. 14: romance] Aqui neste alegre citio / oje por uos maes alegre / porque quando saõ degosto / prezenças
alegraõ sempre […]. Este citio, oueste çeo / poes o pizaes reconheçe / que sô auossa fermozura / graça e
fermozura deue. 
[p. 18: letra] Quanto elle maes se emcobre maes me abraza. 
[p. 18: letra] Inda assim naõ me arependo. 
[p. 27: versos] Se huã Erua q caresse / de sentido, a lus namora / com maes cauza o fas srã / quem uos ama,
euos conheçe. 
[p. 28: versos] Meu desejo neste çeo / onde seuem mil estrelas / quis so seguir huã dellas. 
[p. 29: versos] Por huã força secreta / onde esta alma se consume / uou a queimar no lume / como simples
borboleta. 
[p. 62: capítulo 17 en blanco. Solo figura el título del capítulo] 
[p. 88: letras] Feste amor Gigante em mim / nelle Gigante me uejo / tento pode meu dezejo. 
[p. 99: letras] Da fermoza Prinçesa Doliçena / mil uinturas auintura ordena. 
[p. 112: poema] Pera ser triste nascy / e o imgrato amor o ordena / […] q quem naõ se acha em sy / e sen-
te uay mais perdido.
[p. 114: letras] Se uella o corassaõ os olhos vellaõ. 
[p. 115: letras] Esta he amorada dos q naõ uem mais q oq / sentem, esentem mais porq vem.
[p. 136: letras] Este hê aquelle q amor o Mundo chama / Tirano de almas da razaõ tirano / […] sem cabes-
sa aquy o pos nimgê lhe peza / porq hê soo Deos da gente sem cabeça. 
[pp. 158-159: final del texto. Cap. 47] q isto saõ saudades uossas, ellas me mattão, ellas me em / fraquessem,
ellas metem uensido, que mal pode ter animo quem uiue sem / alma, morrer nas mãos de memorias uos-
sas, vitoria fora minha mas dou- // trem nem uos o consentireis, nem me uera nimgem senão emuensiuel
abraços a / inda com mayores descomfianças estaua Fortimão, dizendo com rezão me desesti- / mais snrã,
se diante de uos estou perto de ser uençido mais que de uossos olhos morrer / aquy gloria fora pois me ue-
des, mas não uenser o Mundo he E ser eu pª. pouco.
[p. 160: en blanco] 
Resumen: Se pretende dar a conocer el hallazgo de un nuevo libro de caballerías escrito en portugués y conservado en
la Torre do Tombo de Lisboa. Se trata de una continuación del texto castellano titulado Belianís de Grecia, en concreto,
una quinta parte independiente de la que se hizo en castellano y de la que han sobrevivido dos testimonios manuscritos.
El supuesto autor de esta continuación portuguesa es el escritor Francisco de Portugal.
Palabras clave: Belianís de Grecia, continuación, libros de caballerías manuscritos portugueses, Francisco de Portugal.
Abstract: We try to show the discover of a new romance of chivalry, written in Portuguese and situated in Torre do
Tombo, in Lisbon. This new text is just a continuation of the Spanish Belianís de Grecia, we mean, it’s the fifth part, in-
dependent of the Spanish one. The probably author is the writer Francisco de Portugal. 
Keywords: Belianís de Grecia, continuation, Portuguese Manuscripts Romances of Chivalry, Francisco de Portugal.
 Aurelio VARGAS DÍAZ-TOLEDO

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