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Países de América - Estados Unidos de América

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Estados Unidos de América
Estados Unidos de América (nombre oficial, United States of América, Estados Unidos de América), república federal situada en Norteamérica y constituida por 48 estados contiguos más Alaska y Hawai. De Estados Unidos dependen, bajo formas variadas, el estado asociado de Puerto Rico, la dependencia de las islas Vírgenes y la bahía de Guantánamo en la isla de Cuba; en el océano Pacífico, las islas de Samoa Oriental, las Marianas, el archipiélago Midway, los Estados Federados de Micronesia, las islas Palau, el archipiélago de las islas Marshall y otras pequeñas islas e islotes que tienen importancia militar. El conjunto de los 48 estados limita al norte con Canadá, al este con el océano Atlántico, al sur con el golfo de México y México, y al oeste con el océano Pacífico. Los Grandes Lagos y el río San Lorenzo forman parte de la frontera norte; el Río Grande del Norte o Bravo, forma parte de la frontera sur. Nueva York es la ciudad más grande de Estados Unidos. La capital es la ciudad de Washington.
La superficie total es de 9.826.630 km² (incluyendo el distrito federal de Columbia). El monte McKinley o Denali (6.194 m), en Alaska, es el punto más alto de América del Norte; el punto más bajo está en el valle de la Muerte, en California, una depresión situada a 86 m bajo el nivel del mar.
	
	
	TERRITORIO Y RECURSOS
Estados Unidos tiene una enorme variedad de características físicas y una amplia diversidad de flora y fauna, las cuales se recogen de forma más amplia cuando se trata cada estado por separado.
	
	
	Historia geológica de las regiones fisiográficas
La forma del territorio que presenta Estados Unidos es resultado de la tectónica de placas. La parte más antigua del continente es el escudo Canadiense, o meseta Laurentina, una masa granítica y de rocas similares que subyace en el este de Canadá y en el noreste de Estados Unidos; se formó en tiempos del precámbrico. Los márgenes del antiguo continente son más complejos en su estructura, y comprenden, entre otras, zonas de granito, rocas del fondo oceánico más oscuras, rocas volcánicas de grano fino y sedimentos oceánicos endurecidos.
Tras la formación del escudo siguió un periodo de calma orogénica. La erosión redujo el continente montañoso a una llanura baja, por lo que los mares contiguos lo colmataron con espesos sedimentos. Al final del periodo, grandes bosques cubrían la superficie y el aporte de materia orgánica a los sedimentos permitió la formación de vastas capas de carbón y petróleo.
	
	
	Actividad geológica y calma
El periodo de inactividad orogénica terminó cuando, tras el periodo carbonífero, los continentes de Laurasia y Gondwana chocaron, hecho que se evidencia en los montes Apalaches. El levantamiento de la superficie terrestre y la posterior erosión dejaron al descubierto antiguas rocas graníticas desde Nueva Inglaterra hasta Alabama. Al oeste, las capas de rocas sedimentarias jóvenes todavía permanecieron en la superficie, formando extensas cordilleras y valles. Más hacia el oeste y norte, plegamientos menos intensos crearon amplios domos y cuencas.
Tras la colisión que dio lugar a los Apalaches, el continente cambió el sentido de su desplazamiento y se dirigió hacia el oeste. El océano Atlántico empezó a ampliarse y en toda la parte oriental de Estados Unidos se inició un periodo de calma geológica. Los Apalaches empezaron a erosionarse y sus sedimentos se acumularon en las Grandes Llanuras del centro del continente, en las llanuras costeras del Atlántico y del golfo de México. Mientras tanto, la colisión del continente con la placa del Pacífico dio lugar a nuevas alineaciones montañosas en el oeste: los sedimentos arenosos de las Grandes Llanuras fueron levantados formando las montañas Rocosas (Rocallosas), mientras que los movimientos de rocas a lo largo de grandes fallas formaron sierra Nevada en California, la meseta de Wasatch en Utah, diversas alineaciones montañosas en Nevada y la cordillera Teton en Wyoming. El territorio de Arizona y el sur de Utah fueron levantados y los ríos excavaron cañones en los niveles de rocas sedimentarias.
	
	
	Efectos del clima
En el pleistoceno se produjeron los periodos glaciares. Al menos cuatro veces durante un millón de años se formaron grandes casquetes de hielo en el este de Canadá y en las montañas del oeste. El movimiento del hielo erosionó el suelo y el lecho de roca de Canadá y el norte de Estados Unidos, depositando el material más al sur. Los lagos alineados y las rocas expuestas de Nueva Inglaterra y el norte de Minnesota son resultado de la acción glaciar; también Long Island y el cabo Cod son inmensos depósitos glaciares. Hoy, el nivel de las llanuras marca los lechos y las playas de los lagos de la era glacial. Las tormentas de polvo de esta época dejaron depósitos espesos de loes (partículas finas de limo o arcilla) en las llanuras onduladas. En los momentos en los que el mar alcanzó mayor nivel se formaron playas en el interior de la llanura costera del golfo de México y sobre las laderas de las montañas situadas frente al océano Pacífico; por otra parte, la bahía de Chesapeake y muchos otros antiguos valles fluviales inundados que se extienden a lo largo de la costa atlántica, desde Georgia hasta Connecticut, son el resultado de periodos de descenso del nivel del mar.
	
	
	Clima
Por lo general, las temperaturas disminuyen desde el sur hasta el norte; sin embargo, en verano, la mayor duración de los días compensa, en parte, esta disminución de temperatura. Por el contrario, en invierno, la presencia de días más cortos en el norte exagera el efecto del ángulo bajo de los rayos solares, creando una gran amplitud de temperaturas desde el sur hasta el norte. Los bosques usan mucha energía solar para evaporar agua; por consiguiente, los estados húmedos del este de Estados Unidos, que presentan una buena cobertura vegetal, no son tan cálidos como los secos desiertos del oeste, desprovistos de vegetación. Los océanos y los lagos moderan las temperaturas y las áreas montañosas son algo más frescas durante el día y mucho más frías por la noche que las tierras bajas de los alrededores.
El régimen de precipitaciones es, en gran parte, consecuencia de la interacción del viento y la topografía. Dos características de la circulación atmosférica global son especialmente destacadas para Estados Unidos: la primera es una corriente de aire débil y moderada, pero persistente, procedente de las capas altas de la atmósfera. Esta subsidencia es parte del ciclo de convección global que comienza con la elevación de corrientes de aire cálido y húmedo cerca del ecuador; el aire pierde humedad cuando se dirige hacia la atmósfera superior y hacia los polos. A una latitud de 30º norte el aire empieza a descender, provocando un tiempo caluroso y seco en el sur de Estados Unidos, especialmente en verano.
El otro hecho destacado de la circulación atmosférica es la corriente en chorro, una zona cambiante de vientos rápidos que se desplazan, por lo general, de oeste a este a gran altura sobre la superficie terrestre. El curso de la corriente en chorro determina en gran medida las condiciones atmosféricas en la superficie. En verano, la corriente atraviesa el país a la altura de la frontera con Canadá, mientras que en invierno se desplaza a la latitud del estado de Oklahoma.
Las características del tiempo a escala regional están íntimamente asociadas con la posición que ocupa durante las diversas estaciones la corriente en chorro y el paso de los frentes. Las lluvias torrenciales son más comunes cerca del golfo de México; los tornados suceden en el centro de Estados Unidos, donde las masas de aire canadienses y del golfo chocan, a menudo, de forma violenta. Los huracanes se forman a finales del verano en las zonas cálidas del océano Atlántico y se desplazan hacia los estados del sureste en otoño.
El rápido enfriamiento del aire procedente del golfo de México provoca fuertes nevadas durante el invierno en el este de Estados Unidos y las brisas locales en la región de losGrandes Lagos incrementan este tipo de precipitaciones. En enero, se da un tiempo de intenso frío y escasa caída de nieve, a causa de que las masas de aire del Atlántico no pueden penetrar muy al norte en pleno invierno. Finalmente, las ocasionales tormentas en la kona (costa oeste) de Hawai durante el invierno son consecuencia de la entrada de masas de aire procedentes del norte del Pacífico que aprovechan el desplazamiento de la corriente en chorro hacia el sur. El régimen de lluvias habitual viene determinado por la presencia de vientos alisios que causan precipitaciones sólo en las laderas nororientales de las islas.
	
	
	Ríos y lagos
Los ríos del este de Estados Unidos, como Hudson, Delaware, Susquehanna, Potomac y Savannah, drenan regiones que registran precipitaciones durante todo el año, y, por tanto, son cursos fluviales caudalosos que permiten la navegación y constituyen importantes vías comerciales. Los del interior, como el Ohio, Tennessee, Illinois y Mississippi, a menudo se desbordan en primavera y su nivel disminuye en las semanas más cálidas de finales de verano y durante los meses de nieve en el invierno. Se ha llevado a cabo alguna regulación en el cauce de estos ríos para evitar las inundaciones a través de un sistema de embalses y diques costoso y polémico. El deshielo de la nieve de las montañas Rocosas es el principal aporte de agua en los ríos que fluyen hacia el este como Missouri, Platte, Arkansas y Río Grande, y los que fluyen hacia el oeste como Colorado, Sacramento, Snake y Columbia en la parte occidental de Estados Unidos. La mayor parte de los ríos pierden caudal a medida que se alejan de las montañas; algunos, como el Colorado, están regulados mediante embalses cuyas aguas se desvían para consumo urbano y agrícola de forma que su cauce apenas llega al mar. En Alaska, el Yukón domina el sistema fluvial.
Los cinco Grandes Lagos —Ontario, Erie, Hurón, Michigan y Superior— ocupan una serie interconectada de cuencas de modelado glaciar que en conjunto forman una gran arteria de transporte. Los glaciares también dejaron decenas de miles de pequeños lagos por todo el noreste de Estados Unidos, la parte superior del Medio Oeste y la mayor parte de Alaska. Entre los más grandes están Champlain, Winnipesaukee y Cayuga en el noreste y Winnebago, Red y Mille Lacs en el Medio Oeste. El Gran Lago Salado de Utah y muchas de las cuencas saladas más pequeñas de los estados montañosos son los restos de lagos mayores del periodo glacial. Gran parte de los acuíferos subterráneos, especialmente los de las Grandes Llanuras, son también vestigios de un pasado más lluvioso
	
	
	Suelo
Se puede dividir Estados Unidos en cinco grandes regiones edáficas, formadas como resultado de la acción del clima y de los procesos de erosión, sedimentación y acarreo glaciar: los molisoles profundos y negros en el centro del continente (el territorio más fértil del país), en el área que se extiende desde el oeste de Illinois hasta Nebraska y ambas Dakotas; los suelos rojos lixiviados del sureste y las montañas de la costa oeste; los espodosoles gruesos y ácidos en el noreste de Estados Unidos y en las partes altas de las montañas occidentales; los alfisoles grises o marrones moderadamente fértiles que se encuentran alrededor de los Grandes Lagos, al sur de las Grandes Llanuras y en el valle central de California; y los aridisoles secos y salados en el desierto del suroeste.
Además de estas extensas formas genéricas encontramos las particularidades geológicas locales, como los vertisoles de arcilla negra y los histosoles orgánicos, compuestos de turba y lodo orgánico, que se encuentran en lugares pantanosos como los Everglades de Florida o los pantanos de Minnesota.
	
	
	Recursos naturales y protección medioambiental
El clima de Estados Unidos es favorable a diversos cultivos y productos forestales. El Corn Belt, región que se extiende desde el oeste de Ohio hasta el centro de Nebraska, es la extensión más grande de terreno cultivable en el mundo. También cuenta con yacimientos significativos de minerales importantes, entre los que se incluye más de un quinto del carbón mundial. A pesar de esta riqueza, no puede producir todos los recursos necesarios para su gran economía industrial; el país importa el 80% de aluminio, cromo, cobalto, magnesio, platino, asbesto, estaño y tungsteno. Estados Unidos ahora produce el 65% de su consumo de petróleo, pero los nuevos descubrimientos del interior tienden a ser pequeños y costosos de explotar.
La erosión ha causado la pérdida de más de un tercio de la capa superficial del suelo. La moderna maquinaria pesada puede ahora reparar los barrancos y otros escarpes habituales en la década de 1930, pero la pérdida de suelo es todavía elevada en algo más de la mitad del terreno cultivable de la nación por efecto de la erosión.
A pesar de estas tendencias, y gracias a las regulaciones gubernamentales, la contaminación del agua ha disminuido considerablemente durante la década de 1970; la reforestación es mayor que el número de talas en la mayor parte de las regiones, y numerosas áreas se han acotado para crear reservas de fauna y parques nacionales. La lluvia ácida, la eliminación de residuos tóxicos, el suministro de agua y el cambio climático son las principales cuestiones medioambientales.
	
	
	Flora
En la época en que los europeos empezaron a asentarse en el actual Estados Unidos, los bosques cubrían la mitad de su territorio; hoy sólo abarcan el 31% de la superficie. Del mismo modo, la colonización del continente ha causado la pérdida de pastos y de otras especies naturales.
En el norte, Alaska es una tundra desolada y azotada por los vientos, una región de líquenes, musgos, arbustos bajos resistentes y plantas de flor; en el interior y en el sur, crecen cultivos estacionales y ciertos árboles pueden sobrevivir; unas pocas especies de árboles de hoja de aguja, sobre todo piceas y abetos, dominan un vasto bosque siempre verde, apareciendo también en áreas rocosas cubiertas de líquenes y pantanos cubiertos de hierbas, donde se entremezclan con álamos temblones cortados con señales de fuego. Este bosque, conocido como la taiga, se extiende por el sureste del interior de Alaska y surge de forma aislada en el norte de Nueva Inglaterra y en la región de los Grandes Lagos. Al sur de la taiga se desarrolla un bosque mixto que contiene árboles de hoja de aguja y hoja ancha como pinos, arces, olmos, abedules y robles, así como nogales americanos, hayas y sicomoros. Este tipo de bosque cubría la región que rodea los Grandes Lagos y el este cuando llegaron los colonizadores europeos.
Todavía más al sur, el bosque alcanza su máxima diversidad: el Parque nacional de las Grandes Montañas Humeantes (Great Smoky Mountains), que se extiende por el oeste de Carolina del Norte y el este de Tennessee, contiene más especies de árboles que todo el continente europeo. La zona del golfo de México es más calurosa que esta área montañosa, pero sus llanuras y colinas bajas no albergan un bosque tan complejo; además, los suelos arenosos y los veranos calurosos propician fuegos, que suprimen los robles y otras especies de madera noble y favorecen los pinos de rápido crecimiento que hoy representan el mayor recurso forestal de la nación. Otras especies propias de esta zona son magnolias, pacanas, eucaliptos y tupelos; un número de especies subtropicales y tropicales crecen en el sur de Florida. A lo largo de la costa del golfo de México las zonas pantanosas de sal y las gramíneas de ciprés y mangle ayudan a proteger la costa contra el viento y las olas.
La diversidad de los bosques también decrece al oeste de los Apalaches; en primer lugar, las piceas de las zonas elevadas de las montañas, los abetos y los fresnos desaparecen y, además, disminuyen las precipitaciones en cantidad y regularidad, por lo que los incendios se hacen más frecuentes. Los exuberantes bosques de madera noble de las zonas bajas del valle del Mississippi poco a poco se reducen en tamaño y complejidad. Los bosques de robley nogal americano dan paso a zonas aisladas de roble y a praderas de hierbas altas, las cuales, antes de ser cultivadas, ocupaban el actual Corn Belt (‘cinturón de maíz’) desde Indiana hasta el este de las Grandes Llanuras.
Hacia el oeste el clima es todavía más seco, y las hierbas altas verticillium albo-atrum producen una grama más corta y una extensión de la gramínea del norte. Las hierbas del norte de las Grandes Llanuras crecen sólo durante el verano corto y florecen a finales del mismo o comienzos del otoño. Por contraste, las hierbas del sur de esta zona crecen rápidamente en primavera, florecen pronto y luego se mantienen inactivas durante los veranos calurosos y secos. La artemisa en el norte, el mezquite y el enebro en Texas son característicos de los prados más pobres.
Las montañas Rocosas y otras cordilleras interrumpen la transición gradual a una auténtica vegetación desértica y los árboles son abundantes en las partes más bajas y medianas de las laderas; los pinos y enebros dominan en el piedemonte, dando paso a álamos temblones, abetos y piceas en las partes más altas; por encima de esta zona está la verdadera tundra. Los desiertos de las partes bajas llenos de arbustos alternan con montañas cubiertas de árboles (y en ocasiones tundra o neveros) a través de todos los estados montañosos y en el interior de los estados cercanos al Pacífico. El valle de la Muerte, que se encuentra por debajo del nivel del mar, es uno de los muchos terrenos bajos prácticamente estériles. La vegetación en estas regiones comprende especies como artemisa, enebro, piñón, hierbas, mezquite, zygophyllaceous y yuca; los “bosques” de cactus que forman una imagen típica de los desiertos se encuentran en realidad en las laderas de las alineaciones montañosas del desierto de Mojave en el sur de Arizona y California. Sobre la más alta pero todavía relativamente seca meseta del Colorado crecen los pinos ponderosa y piñonero.
Los veranos calurosos y secos y los inviernos templados y húmedos de la costa del sur de California producen una característica vegetación arbustiva conocida como chaparral; en esta zona, las plantas se han adaptado a los inviernos lluviosos, los veranos secos, los incendios del otoño y los suelos de poca profundidad. Más al norte, en las laderas occidentales de las cordilleras Costeras y sierra Nevada, la estación lluviosa del invierno es más larga y los bosques de secuoya y secuoya gigante son frecuentes. Todavía más al norte, en la parte occidental de Oregón y en Washington, aparece un auténtico bosque lluvioso: abetos, abetos Douglas, tsugas, cedros, piceas y pinos, cada especie ocupando su propia zona climática de altura; esta zona forestal es la segunda más rica de la nación. Los bosques costeros de Alaska tienen menos especies que los ricos bosques lluviosos al sur pero un crecimiento más rápido que la taiga en el norte.
El aislamiento y la interacción de sus montañas y los húmedos vientos alisios condicionan la vegetación natural de Hawai.
	
	
	Fauna
En las áreas árticas y las regiones montañosas de tundra viven marmotas, ardillas de tierra, peces de aguas frías como tímalo y trucha común, y algún que otro oso. Las aguas costeras de Alaska son el hábitat de grandes mamíferos, entre los que se encuentran la morsa y la foca de piel. El caribú y el alce permanecen los veranos en la tundra pero se desplazan a los bosques de coníferas durante el invierno. En los bosques de madera noble del este de Estados Unidos viven alces, osos negros, ciervos, zorros, mapaches, mofetas, ardillas y una diversidad de pájaros pequeños. A lo largo de la costa del golfo de México viven pájaros más grandes y coloridos como el pelícano, el flamenco y el martín pescador verde; también existen ejemplares de caimán americano, peces de agua cálida como el pez gato y serpientes venenosas.
El bisonte está asociado por lo general a las praderas, aunque de hecho una vez ocupó la mayor parte del este de América del Norte antes de que la caza estuviera a punto de exterminarlo; ahora sólo vive en cautividad o en áreas protegidas. Tuzas, conejos, perrillos de las praderas, turones de pies negros, hormigas y otras criaturas que hacen madrigueras son los mejor adaptados a las praderas. Los estados montañosos occidentales, sobre todo Alaska, son el último refugio en Estados Unidos de los grandes animales de caza mayor: alce, berrendo, alce americano, ciervo, muflón de las rocas, cabra montesa, lobo gris y, en unas pocas áreas remotas, oso pardo. El oso americano, el carnívoro más grande de América del Norte, vive en Alaska. Los desiertos tienen pocas plantas y una fauna diminuta: ratas canguro, lagartos y una amplia gama de pájaros son los animales característicos en estas duras regiones. Los animales de Hawai engloban muchas especies endémicas; el único mamífero autóctono de este estado es el murciélago.
	
	
	Temas medioambientales
Al abarcar un amplio espectro de latitudes, los Estados Unidos abarcan docenas de tipos de vegetación, formaciones geológicas y zonas ecológicas. La enorme superficie y la variedad de los paisajes siempre han satisfecho las necesidades de la población, pero el crecimiento de ésta, que además goza de uno de los niveles de vida más elevados del mundo, está agotando los recursos naturales. El agua dulce, por ejemplo, escasea en los áridos estados occidentales, donde tiene importancia la agricultura de regadío. Se han construido muchas presas y prácticamente todos los ríos importantes han sido embalsados o modificados de alguna manera, pero la conciencia medioambiental ha impedido mayores aprovechamientos y desvíos de las corrientes. Además, la sobreexplotación de los suelos cultivados en todos los Estados Unidos está haciendo que sufran una fuerte erosión y que se agoten. La mayor parte de las vías de agua están contaminadas con productos químicos agrícolas, si bien se ha cambiado hace pocos años la utilización de pesticidas muy tóxicos por una serie de programas integrados para gestión de las plagas. Las minas de cobre y de carbón a cielo abierto y los procedimientos tóxicos para procesar metales, han tenido unos efectos notablemente nocivos y de amplia presencia sobre la fauna silvestre y el paisaje. El desarrollo urbano continúa transformando en pavimento a algunos de los campos y huertas más ricas del país. 
Prácticamente todos los bosques originales de los Estados Unidos han sido talados, excepto los que se encuentran a grandes altitudes o en las localidades más remotas, además de algunas zonas mantenidas para la posteridad como los parques de secuoyas en California. El Servicio Forestal nacional o compañías privadas cuidan de grandes extensiones de bosques de coníferas para hacer talas periódicas. Los desmontes masivos han traído consigo la pérdida de suelo, los deslizamientos de tierra y la degradación de los hábitats acuáticos. El destino que tendrán las pocas zonas naturales que quedan de estas zonas arboladas es motivo de arduas disputas políticas.
Los Estados Unidos tienen una gran variedad de hábitats con su correspondiente biodiversidad. No obstante, prácticamente todos los hábitats naturales han sido alterados de forma significativa y algunos, como las praderas nativas de hierba alta, se han extinguido o se está muy cerca de que ello ocurra. Entre otros hábitats amenazados figuran determinados tipos de desierto, bosques antiguos, comunidades de dunas de arena y humedales, desde los estuarios de la bahía de Chesapeake hasta las marismas boscosas del noroeste.
En 1872, los Estados Unidos establecieron el primer parque nacional del mundo, el Parque nacional Yellowstone. Además de los numerosos parques nacionales, el Gobierno gestiona un sistema de monumentos nacionales, zonas de recreo, zonas de gestión de la fauna silvestre, y refugios para la fauna silvestre. El sistema de gestión de parques nacionales ha sobrepasado su presupuesto en los últimos años y ahora se cobran derechos en muchos lugares para contribuir al mantenimiento de estos parques. Aun así, la utilización pública de losparques continúa en aumento y muchos de ellos se enfrentan al exceso de visitantes, la contaminación y la erosión. Existen organizaciones no gubernamentales, especialmente Nature Conservancy y Trust for Public Land, que han adquirido mucha importancia en la conservación del hábitat natural. En total, el 23,1% (2007) del territorio está protegido, la mayor parte dentro de las propiedades federales de los estados occidentales y Alaska.
Desde mediados de la década de 1970 se ha establecido una mayor conciencia sobre la conservación de la energía en los Estados Unidos. La mayoría de las comunidades tienen estrictos códigos municipales para la conservación de la energía y se ha reducido significativamente el crecimiento en la demanda. En California y en el cálido suroeste existen grandes turbinas de viento e instalaciones de energía solar, aunque su contribución al suministro total de energía todavía es ínfimo. Las plantas térmicas de carbón producen más de la mitad de la energía del país. Otras fuentes importantes de energía son la hidroelectricidad, en el Pacífico noroccidental sobre todo, y la energía nuclear, que tiene mayor presencia en el noreste. Pero la oposición pública, los elevados costos de construcción y la amplia difusión que tuvieron accidentes como el de Three Mile Island en 1979, han detenido el avance del sector de la energía nuclear, impulsada en los años cincuenta.
A pesar de las medidas para la conservación de la energía, los Estados Unidos continúan siendo el mayor consumidor de energía del mundo, además de ser el mayor emisor de gases con efecto invernadero. Aproximadamente la mitad de la contaminación del aire proviene de la industria y el resto pertenece a los gases expulsados por los vehículos. La contaminación urbana del aire está regulada por el Acta federal sobre el Aire Limpio y algunos estados tienen regulaciones incluso más severas. Todo ello ha contribuido a una mejora en los niveles de contaminación del aire con respecto a la década de 1970, si bien el constante crecimiento en el número de automóviles amenaza con la pérdida de estas mejoras. Bajo el Protocolo de Montreal, los Estados Unidos han frenado sus enormes emisiones de clorofluorocarbonos (CFC), que contribuyen a la destrucción de la capa de ozono y al calentamiento global.
Los Estados Unidos han firmado y ratificado el Convenio sobre el Patrimonio de la Humanidad así como diversos acuerdos medioambientales internacionales relativos a contaminación atmosférica, Tratado del Antártico, cambios climáticos, especies en peligro de extinción, cambios medioambientales, vertido de residuos al mar, vida marina, prohibición de realizar ensayos nucleares, capa de ozono, contaminación naval, madera tropical (1983), zonas húmedas y caza de ballenas. Hay 47 reservas de biosfera bajo el programa El Hombre y la Biosfera de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Los Estados Unidos cooperan con Canadá en numerosos proyectos de conservación, y está previsto el establecimiento de un parque transfronterizo entre Estados Unidos y México.
	
	
	POBLACIÓN
Según el censo de 1990, la población residente en Estados Unidos era de 248.709.873 habitantes. El mayor incremento de población en los últimos años ha ocurrido en los estados de California, Texas y Florida. En 2008, la población estimada de Estados Unidos era de 303.824.650 habitantes.
	
	
	Composición étnica
Según el censo de 1990, el grupo más grande (unos 58 millones de estadounidenses) es en parte o únicamente de ascendencia inglesa; a continuación aparecen los 38,7 millones de descendientes de irlandeses, mientras que 32,7 millones lo son de alemanes. En 1990, unos 31,8 millones de estadounidenses de 5 o más años crecían en familias en las que se hablaba otra lengua distinta del inglés.
Los datos del censo de 1990 mostraban que los blancos constituyen el 80,3% de la población; los negros son el 12,1%, los descendientes de indios americanos el 0,8% y los asiáticos e insulares del Pacífico el 2,9%. El 3,9% restante se contabiliza como 'otras razas'. Los hispanos, que pueden pertenecer a cualquier raza, están contados en las categorías anteriores y representan el 9% de la población.
	
	
	Características de la población: estructura y distribución espacial
Un análisis detallado de la estructura de edad de la población revela que Estados Unidos experimenta una disminución en la población infantil y un incremento en su población adulta, en especial en la de mayor edad. En 2008 la población menor de 5 años representaba un 7% del total frente al 13% de los mayores de 64.
En 1990 la población blanca era la más envejecida del país, los asiáticos e insulares del Pacífico constituían el segundo grupo más envejecido, seguido por los negros.
Una característica significativa de la población estadounidense ha sido el rápido incremento del número de nacimientos en mujeres solteras, que ha pasado de 11% de los nacimientos en 1970 al 27% en 1989.
La tendencia en la distribución espacial de la población estadounidense mantenía su desigualdad a comienzos de la década de 1990, ya que en los estados del sur y el oeste tenía lugar un crecimiento por encima del promedio nacional a expensas de los estados centrales del norte y del noreste. En 1990, la población se distribuía de la siguiente forma: 50,8 millones de personas en el noreste, 59,7 millones en los estados centrales del norte, 85,4 millones en el sur y 52,8 millones en el oeste. La densidad media de población en Estados Unidos era de 33 habitantes por kilómetro cuadrado en 2008.
	
	
	Religión
El congregacionalismo era la confesión más practicada en Nueva Inglaterra durante la época colonial, establecida por grupos separatistas y puritanos disidentes de la Iglesia de Inglaterra. Los colonizadores de la región más al sur eran oficialmente miembros de la Iglesia de Inglaterra mientras que hacia el norte había diversos credos y sectas.
Las iglesias de los puritanos eran congregaciones separadas, cada una vinculada por un pacto entre sus miembros. Hasta 1691, la colonia de la bahía de Massachusetts era una teocracia; la asistencia a la iglesia era obligatoria, y la pertenencia a la misma, un requisito indispensable para tener derecho al voto y a ocupar un cargo público. Las confesiones no congregacionalistas, en especial el baptismo y los cuáqueros (véase Sociedad de los Amigos), eran vistas con hostilidad y, a menudo, eran perseguidas por el gobierno colonial.
En la región costera del sur del Atlántico estaba establecida la Iglesia de Inglaterra; a los miembros de confesiones no anglicanas —por ejemplo, baptistas y presbiterianos— solía prohibírseles predicar y celebrar matrimonios.
Las colonias más al norte permitían mayor libertad religiosa. Los primeros colonizadores europeos de esta región fueron los holandeses, que trajeron las creencias y prácticas de la Iglesia reformada. En 1654, el primer grupo organizado de colonos judíos llegó a Nueva Amsterdam, capital de Nueva Holanda. Después de que los británicos tomaran Nueva Holanda (1654), la Iglesia de Inglaterra aumentó allí su influencia. En 1632, el territorio que ahora comprende Maryland fue concedido a la familia católica de los Calvert, que colonizaron la región con el objetivo de proporcionar un refugio a sus correligionarios perseguidos; pero con el paso del tiempo el anglicanismo pasó a ser la religión de Maryland. Según los términos de la carta otorgada en 1681, el cuáquero inglés William Penn fundó Pennsylvania como refugio para los seguidores de todas las religiones. Durante el periodo colonial se introdujo el luteranismo en Pennsylvania, Nueva York y Delaware. A finales del siglo XVII y comienzos del siglo XVIII, los colonizadores escoceses e irlandeses introdujeron el presbiteranismo en las colonias del Atlántico Medio. Durante la segunda mitad del siglo XVIII, los metodistas se establecieron en esta región.
El movimiento de los renacimientos religiosos que se desarrolló a mediados del siglo XVIII (conocido como Gran despertar)supuso una influencia liberalizadora para la religión del territorio colonial: permitió fortalecer las confesiones metodistas y baptistas, lo que preparó el terreno para la separación de la Iglesia y el Estado cuando se fundó Estados Unidos como nación independiente.
Entre los acontecimientos religiosos del siglo XIX destaca la fundación de varias iglesias autóctonas, entre las cuales estaba la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (cuyos seguidores se conocen popularmente como mormones), la Ciencia cristiana, los adventistas y los Testigos de Jehová. En la actualidad el grupo religioso más grande lo representan los católicos, con un 25% de la población estadounidense. Entre los principales grupos protestantes están los baptistas (19,4%), metodistas (8%), presbiterianos (2,8%), pentecostales (1,8%) y episcopalianos (1,7%). La Iglesia ortodoxa tiene un gran número de fieles, cercano al 3%. Las religiones no cristianas más numerosas son el judaísmo (2%) y el islam; el budismo y el hinduismo también tienen bastantes seguidores.
Para más información sobre la religión en Estados Unidos, véanse artículos concretos; por ejemplo, véase Fundamentalismo; Movimientos misioneros.
	
	
	Lengua
El inglés es la principal lengua de Estados Unidos, hablada por la gran mayoría de sus ciudadanos. Sin embargo, cerca de 32 millones hablan en sus hogares una lengua distinta al inglés. De estos, aproximadamente el 54% habla español, y el resto otras lenguas (chino, japonés, coreano, vietnamita, árabe, italiano, francés, alemán, polaco, griego, portugués y lenguas americanas autóctonas).
	
	
	EDUCACIÓN Y CULTURA
En la mayor parte de Estados Unidos, el analfabetismo ha sido casi eliminado. En 2006, entre los estadounidenses mayores de 25 años, el 84% había finalizado la high school (enseñanza secundaria).
	
	
	Educación
Las instituciones públicas y privadas ofrecen todos los niveles educativos, desde el preescolar hasta la graduación. La educación básica y secundaria supone 12 años de formación.
Los tres niveles del gobierno —local, estatal y federal— proporcionan el aporte financiero a la educación pública elemental y secundaria. Uno de los problemas que surge a causa de la fuerte dependencia de la financiación local es la disparidad en la calidad de la educación que reciben los estudiantes: son favorecidos los que pertenecen a comunidades más ricas.
	
	
	Segregación escolar
A finales de la década de 1980 más del 60% de los estudiantes negros e hispanos estadounidenses asistían a escuelas donde los grupos étnicos minoritarios suponían más del 50% del total. En algunas grandes ciudades, bien por la distribución residencial o por un intento de separar escuelas, todavía están segregados distritos escolares enteros.
	
	
	Educación primaria y secundaria
En el curso 1993–1994, Estados Unidos contaba con 72.000 escuelas de primaria. En 2000 la inscripción en estas escuelas fue de 25,3 millones de alumnos y de 23 millones en las escuelas de enseñanza secundaria. El sistema más amplio de educación privada es el formado por la Iglesia católica.
	
	
	Educación superior
Entre mediados del siglo XVII y mediados del siglo XVIII se establecieron las primeras instituciones de educación superior en Estados Unidos: la Universidad de Harvard, el College of William and Mary, la Universidad de Yale, la Universidad de Pennsylvania, la Universidad de Princeton, la Universidad de Columbia, la Universidad de Brown, la Universidad de Rutgers y el Dartmouth College.
En Estados Unidos, la educación ha estado segregada racialmente. Antes de 1954 la mayor parte de los negros consiguieron el acceso a la educación superior sólo en escuelas y centros universitarios exclusivos, casi todos ellos localizados en los estados del Sur. Con la disolución gradual de las barreras raciales cada vez más negros están inscritos en instituciones donde los blancos forman la mayoría de los estudiantes: en 1990, sólo un 17% de todos los estudiantes negros estaban inscritos en los 105 centros universitarios creados sólo para negros. En 2004–2005 había 2.516 instituciones privadas.
	
	
	Vida cultural e instituciones
En el siglo XX compositores estadounidenses como Charles Edward Ives, Virgil Thomson, Aaron Copland, George Gershwin, Leonard Bernstein y John Milton Cage, consiguieron fama internacional. La música gospel, el blues y el jazz fueron, en su origen, creaciones de los músicos negros estadounidenses. El jazz obtuvo el reconocimiento mundial a través de intérpretes como Louis Armstrong, Billie Holiday, Duke Ellington o Miles Davis. Véase Música de Estados Unidos; Música popular.
Las principales orquestas sinfónicas son la Orquesta Sinfónica de Atlanta, la Orquesta Sinfónica de Boston, la Orquesta Sinfónica de Chicago, la Orquesta de Cleveland, la Orquesta Sinfónica de Saint Louis y la Sinfónica de San Francisco. Además de estos grandes conjuntos orquestales, se desarrolla un creciente número de grupos de cámara en universidades y municipios por todo el país como el Cuarteto de Cuerda Juilliard, el Cuarteto de Cuerda Guarneri y el Kronos Quartet. Los primeros teatros de ópera son el Metropolitan de la ciudad de Nueva York, la New York City Opera, la Ópera Lírica de Chicago, la Ópera de San Francisco, la Ópera de Washington, la Compañía de Ópera de Santa Fe y la Houston Grand Opera.
El New York City Ballet y el American Ballet Theatre, ambos fundados en la década de 1930, ejercen una importante influencia en la danza estadounidense contemporánea. Otros grupos principales los componen las compañías itinerantes de Merce Cunningham y Paul Taylor, el Ballet de San Francisco, el Ballet Joffrey de Nueva York, el Teatro de Danza de Harlem, el Teatro Americano de Danza Alvin Ailey, el Ballet Tulsa, el Ballet de Boston y el Ballet de Pennsylvania en Filadelfia. Los coreógrafos más famosos son George Balanchine, Jerome Robbins, Merce Cunningham, Twyla Tharp, Katherine Dunham, Alvin Ailey y Mark Morris. Véase Danza.
En la década de 1980 el teatro y arte dramático en Estados Unidos mantenía el aumento de audiencia iniciado a mediados de la década anterior. Los teatros se concentran en su mayor parte en las grandes ciudades, pero compañías tanto profesionales como de aficionados se diseminan por todo el país. Destacados grupos experimentales son el Festival Shakespeare de Nueva York, La Mama, Etc., el Club de Teatro Experimental, varias compañías en Los Ángeles y San Francisco, y la Compañía de Teatro Guthrie en Minneapolis. Arthur Miller, Edward Franklin Albee, Neil Simon, John Guare, August Wilson, Lorraine Vivian Hansbery, Sam Shepard y David Mamet están entre los autores teatrales contemporáneos más famosos. Las comedias musicales han florecido bajo la influencia de algunos equipos de buenos creadores, entre los que se encuentran Richard Rodgers y Oscar Hammerstein II, y Alan Jay Lerner y Frederick Loewe.
	
	
	Literatura
El primer novelista estadounidense destacado fue James Fenimore Cooper, autor de El último mohicano (1826) y otras obras sobre la vida en la frontera. El periodo romántico de la literatura estadounidense, desde 1830 hasta 1865, supuso la aparición de importantes novelistas como Nathaniel Hawthorne, autor de La letra escarlata (1850) y La casa de los siete tejados (1851) —en la cual investigaba la herencia puritana de Nueva Inglaterra— y Herman Melville, autor de Moby Dick (1851), una novela compleja y poética ambientada en el mar. La cabaña del tío Tom, obra de Harriet Beecher Stowe se convirtió en un gran éxito de ventas y un apoyo para los sentimientos antiesclavistas.
El realismo en la literatura, presente desde el final de la Guerra Civil estadounidense hasta comienzos del siglo XX, fue el resultado de la aparición de nuevos lectores y de la experiencia de la industrialización. Las principales figuras de éste tiempo son escritores tan diversos como los humoristas Mark Twain, con sus clásicos Tom Sawyer (1876) y Huckleberry Finn (1884), y Henry James, cuyo estilo innovador se manifiesta en obras como El retrato de una dama(1881).
La nueva etapa del naturalismo duró hasta 1930. Este fue un rico periodo para las letras estadounidenses. Novelistas importantes de la época son Francis Scott Fitzgerald (El gran Gatsby, 1925); Ernest Hemingway, ganador del Premio Nobel (1954), destacó por su prosa trabajada de forma concisa y cuidada en obras como Fiesta (1926) y Adiós a las armas (1929); y William Faulkner, cuyas técnicas innovadoras y caracterizaciones cuidadosas en novelas como El ruido y la furia (1929), Luz de agosto (1932) y ¡Absalón, Absalón! (1936) le granjearon en 1949 el Premio Nobel.
Hemingway y Faulkner son considerados los principales escritores de la década de 1950; otros destacados autores son John Ernst Steinbeck (Las uvas de la ira, 1939; Premio Nobel, 1962), Norman Mailer (Los desnudos y los muertos, 1948; La canción del verdugo, 1979), y Vladimir Nabokov (Lolita, 1955; Pálido fuego, 1962). Novelistas contemporáneos de importancia son Saul Bellow (Las aventuras de Augie March, 1953; El legado de Humboldt, 1975; Premio Nobel, 1976); John Updike (Corre, conejo 1960); Toni Morrison (Beloved, 1987; Premio Nobel, 1993), y Alice Walker (El color púrpura, 1982).
El siglo XIX vio la aparición de una poesía estadounidense característica, con obras altamente rítmicas de Edgar Allan Poe, el canto democrático a partir de formas experimentales de Walt Whitman (Hojas de hierba, 1855), y la lírica concisamente trabajada de Emily Dickinson. La moderna poesía estadounidense comenzó a principios del siglo XX y está representada por Cantos, de Ezra Pound (fundador del imaginismo) y La tierra baldía (1922) y otras obras revolucionarias del poeta inglés nacido en Estados Unidos T. S. Eliot. La actividad poética ha continuado enriqueciéndose con poetas de talento como Wallace Stevens, Denise Levertov, Allen Ginsberg y Adrienne Rich. Para más información sobre la prosa y poesía estadounidense, véase Literatura estadounidense.
	
	
	Cine
No sólo ha sido Hollywood una de las más influyentes y productivas capitales de la cinematografía internacional, sino que las películas allí producidas sirvieron para familiarizar a la mayor parte del mundo con los valores culturales estadounidenses. Además, contribuyó al desarrollo del estado de California. Las producciones contemporáneas de Estados Unidos manifiestan una tendencia comercial hacia la evasión, y otra opuesta hacia el uso del cine como un medio de crítica social o de expresión artística para audiencias más sofisticadas. Las actuales estrellas cinematográficas, como Jack Nicholson, Dustin Hoffman, Robert de Niro, Meryl Streep, Denzel Washington, Tom Cruise o Jodie Foster, entre otros, tienden a realizar papeles más complejos y con menos tópicos que los desempeñados por sus predecesores en la época dorada de Hollywood, como Cary Grant, Gary Cooper o Marilyn Monroe. Hay que destacar la trascendencia del cine independiente actual, con grandes éxitos comerciales conseguidos con un bajo presupuesto.
	
	
	Arquitectura
Durante el periodo colonial y los primeros años de Estados Unidos, la arquitectura siguió las tendencias de la arquitectura británica. La primera contribución auténticamente estadounidense a la arquitectura internacional fue el rascacielos; este tipo de edificios empezó a construirse en Chicago a finales del siglo XIX por arquitectos como Louis Henri Sullivan. Los desarrollos posteriores incorporaron el modernismo europeo para producir rascacielos en forma de caja con muros acristalados, muy frecuentes en las ciudades estadounidenses y cuya primera manifestación fue el edificio de la Secretaría de Naciones Unidas (ONU) en Nueva York. En la década de 1980 surgieron nuevas formas que tomaron elementos estilísticos de varios periodos de la historia de la arquitectura, incorporándolos a los edificios que también hacen uso de las nuevas tecnologías; ejemplos de esta conocida arquitectura postmoderna son el Edificio AT&T de Nueva York, un rascacielos diseñado por Philip Johnson y culminado con un frontispicio y el Edificio de Oficinas Públicas de Portland (Oregón) cuyo autor es Michael Graves, que incorpora elementos románticos y clásicos. Véase Arte y arquitectura de Estados Unidos; Arte y arquitectura contemporáneas.
	
	
	Artes plásticas
El retrato fue el primer tipo de representación pictórica que tuvo un volumen de producción significativo, destacando las famosas figuras históricas de John Singleton Copley del siglo XVIII. Los paisajes de Asher Brown Durand, de la Escuela del río Hudson, y las dramáticas escenas marinas de Winslow Homer, destacaron durante el siglo XIX. Thomas Eakins llevó a cabo notables retratos realistas hacia final de siglo.
El modernismo europeo influyó a muchos artistas estadounidenses, como John Marin y Georgia O’Keeffe, y su filosofía se pone de manifiesto en las colecciones del Museo de Arte Moderno, fundado en 1929 en Nueva York. Tras la II Guerra Mundial, Nueva York suplantó a París como principal centro mundial de arte; las pinturas innovadoras expuestas en sus museos y galerías comprenden obras de pintores del expresionismo abstracto, como Willem de Kooning, Jackson Pollock, Mark Rothko y Robert Burns Motherwell, y del escultor David Smith; y de pintores de Pop Art, como Andy Warhol y Roy Lichtenstein, y del escultor George Segal. Véase Pintura; Escultura.
	
	
	Museos
Los principales museos de arte estadounidense son el Museo de Arte Moderno (MOMA) en Nueva York, el Museo Hirshhorn y el Jardín de Escultura en la ciudad de Washington, que también alberga arte moderno, y el Museo de Arte de San Francisco. Otros museos importantes son el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, el Instituto de Arte de Chicago, el Museo de Bellas Artes de Boston, el Museo de Bellas Artes M. H. de Young de San Francisco, el Museo de Arte de Filadelfia y el Museo de Bellas Artes de Houston.
Entre los más destacados museos de ciencia se encuentran el Museo Americano de Historia Natural de Nueva York, el Instituto Smithsonian de la ciudad de Washington, el Museo Field de Historia Natural y el Museo de Ciencia e Industria en Chicago, la Academia de Ciencias Naturales de Filadelfia, la Academia de Maryland de Ciencias de Baltimore, y el Museo de Historia Natural del Condado de Los Ángeles.
	
	
	Bibliotecas
En 1992, Estados Unidos contaba con más de 31.850 bibliotecas. El 48% de éstas eran bibliotecas públicas y había 4.620 bibliotecas de escuelas y universidades; la más famosa es la Biblioteca del Congreso de la ciudad de Washington. Otras bibliotecas con amplias colecciones son las públicas de Nueva York, Los Ángeles, Boston, Filadelfia, Baltimore y Portland (Oregón), y las bibliotecas de la Universidad de Harvard, la Universidad de Stanford, la Universidad de Yale, la Universidad de Michigan, la Universidad de Columbia, la Universidad del Sur de California en Berkeley y la Universidad de Texas en Austin, especializada en temas latinoamericanos.
	
	
	ECONOMÍA
Desde comienzos del siglo XX Estados Unidos ha sido el principal país industrial del mundo. Hasta la segunda mitad del siglo XIX, la agricultura era la actividad económica predominante, pero después de la Guerra Civil (1861-1865) se produjo un notable desarrollo en la fabricación de productos industriales básicos. Antes del estallido de la II Guerra Mundial (1939-1945) la exportación de productos manufacturados superaba a la de materias primas; a medida que la industria creció, la agricultura se hizo cada vez más mecanizada y eficiente, ocupando menos mano de obra. El desarrollo más importante en la economía desde 1945 ha sido el tremendo crecimiento del sector de servicios, como el comercio y las actividades financieras, mientras ha aumentado el número de funcionarios y de profesionales; en 2004 las industrias de servicios eran el sector más importante de la economía, dando empleo al 78% de la población activa.
Aunque la economía estadounidense se basa en la libre empresa, el gobierno regula los negocios de varias formas. Algunas de sus normativas pretenden proteger a los consumidores de la mala calidadde los productos, garantizar a los trabajadores condiciones de trabajo adecuadas que reduzcan el riesgo de accidentes y reducir la contaminación medioambiental.
Los ingresos en 2006 se estimaron en 2,54 billones de dólares y los gastos en 2,80 billones. Desde comienzos de la década de 1980 Estados Unidos había venido registrando un déficit presupuestario de unos 100.000 millones de dólares anuales. Sin embargo, a finales de la década de 1990 se logró no sólo equilibrar el presupuesto federal sino incluso obtener un superávit.
	
	
	Agricultura y ganadería
Este sector supone el 1% del PIB anual y emplea al 2% de la mano de obra estadounidense; sin embargo, es el principal productor mundial de algunos artículos. La producción no sólo abastece las necesidades interiores, sino que también es el principal exportador mundial al año de una serie de productos agrícolas. El valor total anual de la producción agropecuaria se incrementó desde 55.000 millones de dólares, en 1970, hasta los 187.000 en 1992. La mayoría de los productos agropecuarios se desarrollan en grandes granjas comerciales para su envío a los mercados urbanos e industriales.
La creciente mecanización y la difusión de las técnicas de la nueva agricultura científica han llevado a una disminución del número de explotaciones —y a un incremento de su tamaño— y del de trabajadores empleados en este sector.
La ganadería y sus productos derivados suponen el 50,5% del valor de toda la comercialización, mientras que los cultivos alcanzan el 45,5%.
El ganado vacuno, con 96,7 millones de cabezas en 2006, figura como el producto más valioso de las explotaciones agropecuarias, ascendiendo casi a un 25% de los ingresos anuales de este sector. Gran parte del vacuno se cría en los grandes ranchos de los estados del suroeste. Los productos lácteos suponen un 12% del valor anual de la comercialización de las explotaciones y son el segundo producto más valioso que procede de las granjas estadounidenses. Le siguen en importancia la ganadería porcina (61,4 millones), la ovina (6,23 millones) y la cría de aves de corral (2.319 millones).
Los principales cultivos agrícolas son maíz, soja, trigo, cítricos, heno, patatas (papas), azúcar, remolachas (betabel), arroz y uvas. El algodón se concentra ahora en algunas terrenos llanos donde se puede aplicar la mecanización a gran escala. El tabaco mantiene su importancia comercial.
Otros cultivos importantes son cacahuetes (manises), melocotones (duraznos), tomates y manzanas. En sus explotaciones también se produce caña de azúcar, arroz, sorgo, judías o frijol seco, brécol, coles, zanahorias, apio, pepino, lechuga, cebollas, pimienta verde, champiñón, melón cantalupo y melón de agua. Los cultivos frutales comerciales más destacados son cerezas, peras, ciruelas, ciruelas pasas y fresas. Los principales cultivos de cáscara son almendras, pacanas y nueces. Las producciones de los principales cultivos, en 2006, fueron: maíz (268 millones de t); soja (88 millones de t); trigo (57,3 millones de t); patatas (papas, 19,7 millones de t); fruta (27,3 millones de t); caña de azúcar (26,8 millones de t); hortalizas (37,1 millones de t); arroz (8,79 millones de t) y tabaco (338.060 toneladas).
	
	
	Silvicultura
Los bosques cubren un 31% de Estados Unidos (303 millones de ha). Casi la mitad de ellas se dedican a especies arbóreas para la producción de madera, papel y otros productos madereros. Se producen al año 425 millones de m3 de productos relacionados con la explotación silvícola. Concretamente, en 2006, la producción de madera fue de 473 millones de m³. Las maderas blandas suponen unos tres cuartos de la producción total, mientras que las maderas nobles abarcan el cuarto restante; la mitad de la producción se usa para madera y un tercio se convierte en pasta de papel, mientras que la mayor parte del resto de la producción se dedica a contrachapado y chapado de muebles. El abeto Douglas y el pino amarillo del sur son las principales maderas blandas utilizadas y el roble es la madera noble más importante.
La mitad de la producción maderera estadounidense y todo el contrachapado de cedro procede de los bosques de los estados del Pacífico. Los bosques del sur suministran un tercio de la madera, unas tres quintas partes de la pasta de papel y casi toda la trementina, resina y alquitrán vegetal. Las especies Pinus palustris, Pinus echinata, Pinus taeda y el pino macho son los árboles más importantes de la llanura costera del sur. Los árboles de madera dura, muy apreciados comercialmente, como el gomero, el fresno, la pecana y el roble, crecen en las tierras bajas a lo largo de las márgenes de los ríos del sur. Las tierras altas de los Apalaches y zonas de los Grandes Lagos tienen excelentes bosques de nogal americano, arce y roble, cuyas maderas nobles proporcionan maderas de calidad para la manufactura de muebles y otros productos.
	
	
	Pesca
En 2005 Estados Unidos tenía unas capturas de pesca comercial de 5,4 millones de toneladas al año; es la sexta nación del mundo en toneladas capturadas. Del volumen total, 5 millones de t, fueron de especies marinas. En muchos estados se practica mucho la pesca deportiva.
Las principales especies comerciales marinas que se hallan en sus aguas jurisdiccionales, junto con el pescado de agua dulce representan sólo una pequeña parte del total de las capturas. Los mariscos suponen sólo el 14% de las capturas pero son el 45% del valor; el resto del pescado representa el 86% del peso pero sólo el 55% de su valor.
Alaska es el principal estado tanto en volumen como en peso (en toneladas) de capturas; las especies importantes capturadas en sus puertos son el salmón y el abadejo. En la región de Nueva Inglaterra, las principales especies capturadas son langosta, escalopes, almejas, ostras y bacalao; en la bahía de Chesapeake lo son los cangrejos, y en el golfo de México, el sábalo y los camarones.
La mayor parte de la pesca de agua dulce se produce en piscifactorías. Las especies más importantes son pez gato, trucha común, salmón, ostras y cangrejos. A finales de la década de 1980 la producción anual de las piscifactorías privadas fue de 327.000 t, que supusieron más de 610 millones de dólares.
	
	
	Minería
Estados Unidos figura entre los líderes mundiales por el valor de su producción mineral anual. El sector contribuye en un 1,8% al PIB anual y emplea un 0,6% de la mano de obra.
Los tres principales productos minerales son combustibles: petróleo, gas natural y carbón. A finales de la década de 1980 produjo el 24% del gas natural del mundo, el 19% de carbón y el 13% de crudo de petróleo. El petróleo supone casi la mitad de la producción de combustible estadounidense y el 38% del valor anual de toda la producción minera. El 60% del gas natural, el segundo mineral más valioso de la nación, se produce en Texas y Luisiana. El carbón, como tercer mineral importante, supone un sexto del valor anual de toda la producción minera. La mayor parte de su producción se genera en minas de los Apalaches. La energía nuclear, utilizada para complementar al petróleo, el gas natural y el carbón, se produce a partir del uranio.
Importantes minerales no combustibles son cobre (1,16 millones de t), oro (258.000 kg), hierro (34,5 millones de t), arcillas, fosfatos (10,4 millones de t), cal, cinc (738.876 t), sal y materiales de construcción como piedra, cemento, arena y grava. A finales de la década de 1980, Estados Unidos producía un 55% del molibdeno mundial el 51% de mica, 40% de magnesio, 30% de fosfato, 23% de aluminio, 22% de plomo y 20% de sulfuro básico. Más de cuatro quintas partes del potasio de la nación se produce en Nuevo México. Nevada, Idaho, Alaska y Montana son importantes fuentes de plata, mientras que Nevada, California, Utah y Dakota de Sur son los principales productores de oro.
	
	
	Industria
Estados Unidos es el principal país industrial del mundo. El sector supone el 22% del PIB anual y emplea a un 21% de la población activa de la nación. A mediados de la década de 1990, el valor neto de lasmanufacturas (es decir, el precio de los productos acabados menos el costo de las materias primas utilizadas en su fabricación) fue de unos 1,6 billones de dólares al año. Aunque el sector continúa siendo un componente clave en la economía estadounidense, desde finales de la década de 1970 ha disminuido su importancia relativa.
	
	
	Regiones industriales
Quizás el cambio más importante producido en las últimas décadas ha sido el crecimiento de zonas manufactureras fuera de las tradicionales regiones del Noreste y de la zona central del norte. El núcleo industrial de la nación se desarrolló en el noreste que, aunque mantiene la mayor concentración industrial, es menos significativa que en el pasado. Dentro del norte, la manufactura se centra en los estados del Atlántico Medio y de los estados centrales del Noreste, que suponen el 37% del valor anual de toda la industria en Estados Unidos. En esta área se localizan cinco de los mayores estados industriales —Nueva York, Ohio, Illinois, Michigan y Pensilvania— que en conjunto alcanzan el 28% del valor anual de toda la producción industrial del país.
El mayor aumento del sector industrial en el sur se ha producido en Texas, y el más espectacular crecimiento en el oeste se ha dado en California, que a comienzos de la década de 1990 era el principal estado industrial, alcanzando más del 10% del valor anual de la producción estadounidense total.
	
	
	Principales productos
Las principales manufacturas son productos químicos, equipos de transporte, alimentos procesados, maquinaria industrial y equipos electrónicos. Todas las variedades de maquinaria industrial, también equipos de oficina e informática, suponen el 10% de la producción industrial anual a comienzos de la década de 1990. La maquinaria industrial la componen motores, equipos agrícolas, maquinaria de construcción, máquinas de oficina y equipos de refrigeración. Los equipos de transporte lo componen automóviles, camiones, aviones, vehículos espaciales, buques y barcos, y material ferroviario.
La industria de equipos electrónicos comprende la manufactura de aparatos industriales eléctricos, electrodomésticos, equipos de radio y televisión, componentes electrónicos y aparatos de comunicación. La manufactura de metal fabricado y metal primario, y la industria de caucho y plásticos se concentra en la región que conforma el núcleo industrial de Estados Unidos.
Las artes gráficas y las editoriales son industrias muy extendidas, pues se publican periódicos por todo el país. La manufactura de los productos del papel es importante, en especial, en aquellos estados con considerables recursos madereros, especialmente de árboles de madera blanda usados para hacer la mayoría del papel.
Otros sectores industriales destacados son el textil, el sector de la moda, instrumentos de precisión, madera, mueble, productos del tabaco, cuero, y artículos de piedra, arcilla y vidrio.
	
	
	Energía
El petróleo proporciona un 41% de la energía consumida en Estados Unidos. Supone el 97% de la energía usada para mover el sistema de transportes de la nación y se utiliza para calentar millones de hogares y fábricas. En 2004 se produjeron 1.862.259.000 barriles.
El gas natural es la fuente del 24% de la energía consumida para uso industrial y doméstico, mientras que el carbón proporciona el 23% de la misma; sus usos principales son para generar electricidad, que usa más de tres cuartos de todo el carbón consumido, y para alimentar las fábricas siderúrgicas. La producción de gas natural es de 548.834 millones de m³ y la de carbón de 1.055 millones de toneladas.
Las instalaciones hidráulicas generan el 4% y las plantas nucleares el 8% de la energía de la nación; ambas se utilizan sobre todo para producir electricidad de uso residencial e industrial.
Más de un tercio de la energía consumida en Estados Unidos se utiliza en la generación de electricidad. Las plantas generadoras tienen una capacidad instalada de 690 millones de kW y producen 3.891.720 millones de KWh de electricidad al año. Las plantas de generación eléctrica utilizan el carbón como combustible habitual, y las plantas que consumen carbón generan más de la mitad de la electricidad anual de la nación. El gas natural supone el 9% de la electricidad producida y el refino de petróleo un 4%. La infraestructura hidroeléctrica genera un 7% de la electricidad, mientras que las centrales nucleares alcanzan el 19,62 por ciento.
En la década de 1990, el 45%, aproximadamente, del abastecimiento de petróleo era cubierto por las importaciones. En 2002 se importaron 3 billones de barriles. Las abundantes cantidades de carbón extraído permiten exportar parte de su producción anual, 2 millones de toneladas. Véase Recursos energéticos.
	
	
	Turismo
Anualmente, los turistas nacionales y extranjeros gastan en Estados Unidos unos 380.000 millones de dólares. Los viajes interiores y el turismo exterior han contribuido sustancialmente al crecimiento de los negocios de hoteles, moteles, restaurantes, agencias de alquiler de automóviles, parques de entretenimiento y diversas tiendas minoristas especializadas.
En las décadas recientes, el turismo internacional ha llegado a convertirse en parte importante del sector turístico estadounidense. En 2006 el número de los visitantes extranjeros —principalmente de Europa Occidental, Japón, Latinoamérica y el Caribe— superó los 51,1 millones, y sus gastos fueron superiores a los 72.029 millones de dólares. Millones de visitantes de Canadá y México cruzan la frontera cada año.
	
	
	Transporte
El desarrollo de las infraestructuras de transporte ha sido un factor importante en la economía estadounidense. A comienzos de la década de 1990 los ferrocarriles trasladaban el 37,5% del tráfico total de mercancías, los camiones el 26% y los oleoductos el 20%. El 16% lo hacía en barco a través de vías fluviales interiores. Aunque las compañías aéreas sólo transportaban el 0,4% de las mercancías, la mayor parte de la carga constaba de artículos de alto valor o de traslado urgente.
Los automóviles privados trasladaban a un 81% del tráfico de pasajeros; las compañías aéreas eran el segundo medio de transporte utilizado por los viajeros, con un 17%; los autobuses tienen una cuota del 1,1% y los ferrocarriles el 0,6%.
	
	
	Carreteras y ferrocarriles
La red de transporte se extiende por todo el país, pero la red de ferrocarriles y autopistas es mucho más densa en la mitad este de Estados Unidos, donde se hallan las concentraciones urbanas e industriales más grandes de la nación.
En 2004 Estados Unidos contaba con 6,4 millones de km de carreteras y autopistas. El Sistema Nacional de Autopistas Interestatales, 75.008 km de longitud, conecta las principales ciudades y absorbe una quinta parte de todo el tráfico de carreteras y autopistas.
En 2004 había matriculados 808 vehículos por cada 1.000 habitantes, de los cuales 465 eran turismos. A partir de 1990, los ferrocarriles de primera clase —las catorce compañías más grandes de ferrocarril en Estados Unidos— prestaban servicio en el 76% del total del trazado, que alcanzaba los 228.999 kilómetros. Amtrak (Corporación Nacional de Viajeros de Ferrocarril), empresa subvencionada por la administración federal, sirve casi todos los trenes de pasajeros entre las ciudades; a comienzos de la década de 1990 transportó más de 22 millones de pasajeros al año.
	
	
	Transporte marítimo
Estados Unidos tiene una pequeña marina mercante en términos relativos; están registrados 6.486 barcos con una capacidad de 11.411.335 toneladas brutas registradas. Sin embargo, muchos barcos de propietarios estadounidenses navegan bajo bandera de Liberia o Panamá, donde pueden prestar servicio con el barco a menores costes.
A comienzos de la década de 1990 el principal puerto marítimo de Estados Unidos era el de Nueva Orleans (Luisiana). Aunque no figura entre los primeros puertos marítimos, el de Nueva York permanece como destino destacado para el tráfico de pasajeros y mercancías.
La red interior de vías fluviales tiene tres principales componentes:el sistema del río Mississippi, los Grandes Lagos y las rutas costeras de navegación de cabotaje. Un 64% del tráfico anual de mercancías discurre por el río Mississippi y sus afluentes, un 19% lo hace por los Grandes Lagos y el restante 17% es costero.
El sistema del río Mississippi tiene una red combinada de vías fluviales que superan los 24.140 km de longitud. Saint Louis (Missouri) es el principal puerto del sistema. En los Grandes Lagos, el principal puerto es Duluth (Minnesota), en el Lago Superior. Los barcos transoceánicos pueden navegar entre los Grandes Lagos y el océano Atlántico a través del canal de San Lorenzo (abierto en 1959). La Intracoastal Waterway es una ruta navegable sin peaje que se extiende unos 1.740 km a lo largo de la costa atlántica y unos 1.770 km a lo largo de la costa del golfo de México. Un 45% del tráfico anual en las vías fluviales costeras se realiza en la del golfo de México, un 30% en la costa del Atlántico y un 25% utiliza las vías fluviales de la costa del Pacífico.
	
	
	Transporte aéreo
Las líneas aéreas en Estados Unidos transportan al año más de 460 millones de pasajeros, la mayor parte de los cuales realizan viajes interiores. El país tiene 5.100 aeropuertos públicos y 12.400 privados. Entre los que tienen mayor tráfico están el Aeropuerto Internacional Chicago-O’Hare, el Aeropuerto Internacional William B. Hartsfield, cerca de Atlanta (Georgia), el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy y el Aeropuerto de La Guardia, en Nueva York, el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles, y el Aeropuerto Dallas/Fort Worth (Texas).
	
	
	Moneda y banca
La moneda de Estados Unidos es el dólar, en monedas y billetes. Según la legislación federal, sólo el Departamento del Tesoro y el Sistema de la Reserva Federal pueden acuñar monedas y emitir billetes.
Los bancos en Estados Unidos se rigen por las leyes de cualquier estado o del gobierno federal; los funcionarios del Estado regulan los bancos de concesión estatal en el lugar donde estén localizados y están bajo la supervisión de la Oficina del Interventor Monetario.
El Sistema de la Reserva Federal es la organización central bancaria que controla, por ley, la actividad de todos los bancos nacionales. Los bancos de los estados pueden, voluntariamente, pertenecer a éste si cumplen ciertos requisitos. Cada banco miembro opera dentro de uno de los doce distritos bancarios establecidos por la Reserva Federal. Un 60% de todas las oficinas bancarias comerciales pertenecen a los bancos integrados en el Sistema de la Reserva Federal.
En 1996 Estados Unidos contaba con 1.924 asociaciones de ahorro y préstamo, con unos activos que superaban el billón de dólares.
La ciudad de Nueva York constituye el principal centro financiero de Estados Unidos y del mundo al albergar la bolsa y banca de Wall Street.
Véase también Banca; Finanzas; Dinero.
	
	
	Comercio exterior
Estados Unidos es el principal país comercial del mundo, con un volumen en 2004 de más de 1,44 billones de dólares; en ese mismo año las exportaciones ascendían a 817.905 millones de dólares; y las importaciones a 1.525.268 millones. A mediados de la década de 1970, el gasto que suponía las importaciones de petróleo del extranjero y de los bienes manufacturados de Canadá y Asia (sobre todo de Japón) creó un desequilibrio comercial. Desde 1984 hasta 1990, el déficit comercial anual superó los 100.000 millones de dólares.
Los productos no agrícolas, normalmente, suponen el 90% del valor anual de las exportaciones y los agrícolas el 10%. Los equipos de maquinaria y transporte son los principales productos exportados: suponen en conjunto más del 40% del valor de todas las exportaciones. Otros artículos exportados de importancia son bienes manufacturados, como tejidos, hierro y acero; los alimentos procesados, materias sin transformar como algodón, soja y minerales de metal, productos químicos, combustibles minerales y lubricantes.
Canadá y Japón son los socios comerciales más importantes del país: absorben el 32% del total anual de las exportaciones estadounidenses y son el punto de origen del 37% de las importaciones. Otros socios comerciales importantes son México, Alemania, China, Gran Bretaña y Corea del Sur.
	
	
	Producción nacional
En 2006 la producción nacional estadounidense ocupaba el primer lugar mundial, con un PIB (producto interior bruto) de 13 billones de dólares, lo que equivale a una renta per cápita de 43.967,80 dólares, una de las mayores del mundo.
Las actividades económicas del sector primario contribuyen en un 1% al producto interior bruto. El sector secundario supone un 22% del PIB mientras que las actividades económicas del sector terciario (comercio mayorista y minorista, banca, función pública y transporte) alcanzan el 77%.
	
	
	Comunicaciones
Todos los estados tienen emisoras de televisión y más del 40% de éstas se concentraban en nueve estados: Texas, California, Nueva York, Florida, Pensilvania, Ohio, Michigan, Illinois y Georgia.
A comienzos de la década de 1990 las emisoras de radio comerciales ascendían a 10.250. En 2004 había 1.486 periódicos cuya tirada diaria era de 57 millones de ejemplares. Los principales periódicos de Estados Unidos son Wall Street Journal, USA Today, Los Angeles Times, New York Times y New York Daily News, cada uno con una tirada que supera el millón de ejemplares.
A comienzos de 1990 se publicaron unos 46.700 nuevos libros, de los que se vendieron unos 2.000 millones de ejemplares. En 1995 se editaron 9.728 publicaciones periódicas. 
	
	
	Trabajo
En 2006 Estados Unidos tenía una población activa de 157 millones de personas y la tasa de desempleo era de un 4,6 por ciento.
A finales de la década de 1930 el movimiento sindical llegó a estar muy reconocido y, a comienzos de la década de 1990, todavía era una de las fuerzas económicas más poderosas del país. La Federación Americana de Trabajo y el Congreso de Organización Industrial (AFL-CIO) era el principal grupo sindical; un 84% de los miembros de los sindicatos pertenecía a un grupo afiliado a la AFL-CIO. El sindicato más grande no perteneciente a AFL-CIO era el Sindicato de Mineros de América. Sin embargo, en las últimas décadas ha disminuido el porcentaje de trabajadores afiliados a los sindicatos.
	
	
	GOBIERNO
La ley suprema del país es la Constitución de Estados Unidos. Redactada en 1787, fue ratificada en 1788 por dos tercios de los estados y entró en vigor en 1789. La Constitución se puede enmendar por una votación de dos tercios de cada cámara del Congreso o por una convención nacional especial convocada al efecto, y ratificada después por el voto de tres cuartos de la cámara legislativa de los estados o las convenciones estatales. Las primeras 10 enmiendas (conocidas como Declaración de Derechos) fueron adoptadas en 1791 y garantizan la libertad de expresión, de religión, de prensa, el derecho de reunión, el derecho de presentar demandas al gobierno y varios derechos individuales sobre aspectos procesales y de procedimientos criminales. Entre 1795 y 1992, se adoptaron 17 enmiendas adicionales que, entre otras medidas, abolían la esclavitud y estipulaban el sufragio universal para los mayores de 18 años.
Desde la adopción de la Constitución, el gobierno federal ha incrementado sus funciones en materias económicas y sociales, y ha compartido más responsabilidades con los estados.
	
	
	Poder ejecutivo
La elección del presidente y el vicepresidente es indirecta. El artículo segundo de la Constitución estipula el nombramiento de ambos por el Colegio Electoral, cuyos integrantes son elegidos por los votantes de cada estado y del Distrito de Columbia. En casi todos los casos, la elección del Colegio Electoral coincide con la expresada por el voto popular. El mandato es de cuatro años y la enmienda 22 (1951) limita el cargo presidencial a dos mandatos.
El presidente de Estados Unidos suele tener más funciones que el primer ministro de los gobiernos parlamentarios porque es la máxima representación del Estado y jefe de gobierno; también dirige su partido,tiene importantes capacidades legislativas y preside el ejecutivo.
La Constitución hace al presidente comandante en jefe de las Fuerzas Armadas estadounidenses, y le permite ordenar la entrada en combate de éstas. Pero es el Congreso el que regula la autoridad del presidente para desplegar las fuerzas a iniciativa propia.
Los poderes diplomáticos del presidente engloban la negociación y ratificación de los tratados, con el consentimiento de dos tercios del Senado; la elección de embajadores (también con el consentimiento del Senado) y la recepción de embajadores extranjeros. Puede negociar, bajo su autoridad, acuerdos diplomáticos con los dirigentes de otras naciones.
Según la ley, el presidente prepara un presupuesto de gobierno y un informe económico que son remitidos al Congreso cada año, tiene potestad para proponer leyes, en especial respecto a la fiscalidad y otras materias económicas y militares, y también ejerce autoridad gubernamental sobre diversos departamentos y agencias estatales.
Un amplio sistema consultivo está al servicio del presidente; los ayudantes de la Casa Blanca le proporcionan informes, organizan las relaciones con la prensa, los encuentros y los viajes, y se encargan de mantener contactos con el Congreso, los departamentos gubernamentales, grupos sociales y con el partido político del presidente. Las agencias encargadas de estas funciones son la Oficina de Gestión y Presupuesto, que prepara las demandas del presupuesto presidencial y los controles del gasto, el Consejo de Seguridad Nuclear, que se preocupa de la defensa de la nación, y el Consejo de Asesores Económicos. El gabinete del presidente también sirve como fuente de información y asesoramiento. Consta de los jefes de los departamentos gubernamentales y unos pocos funcionarios, como el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y el embajador estadounidense en Naciones Unidas (ONU). El gabinete no tiene poder en sí mismo.
La rama ejecutiva del gobierno comprende 14 departamentos: Estado, Tesoro, Defensa, Justicia, Interior, Agricultura, Comercio, Trabajo, Salud y Servicios Sociales, Educación, Vivienda y Desarrollo Urbano, Transporte, Energía y Asuntos de Excombatientes. El presidente no supervisa directamente algunas agencias gubernamentales que actúan de forma independiente, como la Comisión de Comercio Interestatal, la Comisión Federal de Comunicaciones y el Sistema de la Reserva Federal.
	
	
	Poder legislativo
Todos los poderes legislativos otorgados por la Constitución en el artículo primero los ejerce el Congreso de los Estados Unidos, que consta de dos cámaras, el Senado y la Cámara de Representantes. El Senado tiene 100 miembros, dos por cada estado federado (una disposición de la Constitución no sometida a enmienda). Los diferentes estados, sobre las base de su población según el censo más reciente, eligen a los 435 miembros de la Cámara de Representantes, nombrados para un periodo de dos años, mientras que los senadores lo son por seis años; cada dos años se eligen los 435 miembros de la Cámara y un tercio de los senadores. En los años en que las elecciones al Congreso coinciden con la elección presidencial, el índice de participación en las mismas es de un 45%, aproximadamente; en las elecciones de mitad de mandato sólo un 35% de los posibles votantes acuden a las urnas.
El Senado y la Cámara de Representantes son organizados por el partido mayoritario en cada cámara, el cual elige a su presidente, al dirigente de la mayoría y a los presidentes de cada comité. Durante gran parte de la historia estadounidense el partido que controlaba la Casa Blanca no controlaba las cámaras del Congreso; esta situación (conocida como gobierno dividido) puede llevar a reducir la elaboración de leyes y a incrementar los vetos presidenciales de los proyectos de ley aprobados por el Congreso. A diferencia de los jefes de Gobierno de los sistemas parlamentarios en otros países, el presidente de Estados Unidos no dimite ni convoca nuevas elecciones cuando las mayorías en el Congreso rechazan sus programas.
El Congreso cuenta con amplios poderes en los asuntos internos, entre los que se encuentran la fijación de impuestos, la petición de préstamos y el pago de la deuda, la acuñación de moneda y la regulación de su valor así como reglamentar el comercio entre los estados federados. El Congreso ayuda a establecer y vigilar los departamentos y las agencias gubernamentales del ejecutivo; también establece los juzgados federales menores y determina su jurisdicción. Si el Colegio Electoral no consigue otorgar la mayoría a uno de los candidatos presidenciales, el Congreso elige al presidente entre los tres con mayor número de votos. El Congreso tiene el poder de declarar la guerra, reclutar y mantener las Fuerzas Armadas, establecer tarifas y regular el comercio con las naciones extranjeras.
El Senado asesora y da su consentimiento a los tratados presidenciales y a los nombramientos de los principales cargos ejecutivos, embajadores, jueces del Tribunal Supremo y jueces federales. El Senado juzga las acusaciones formuladas contra los funcionarios civiles en un proceso que recibe el nombre de impeachment; el fallo condenatorio requiere los dos tercios de los votos y conlleva la destitución del cargo. En situación de punto muerto en el Colegio Electoral, el Senado elige al vicepresidente entre los dos contendientes con mayor número de votos. El presidente del Senado está después del presidente de la Cámara de Representantes en la línea de sucesión a la presidencia. La rama legislativa también engloba agencias como la Oficina de Presupuesto del Congreso, la Oficina de Contabilidad General, la Biblioteca del Congreso y la Oficina de Prensa del Gobierno.
	
	
	Poder judicial
La Constitución establece la formación del Tribunal Supremo y el sistema judicial se completa con doce tribunales de apelación (a veces denominados tribunales de jurisdicción), 91 juzgados de distrito y varios juzgados especiales como el Tribunal de Cuentas, el Tribunal de Reclamaciones y el Tribunal de Apelación de Excombatientes, todos ellos establecidos por el Congreso.
Los tribunales federales realizan dos funciones constitucionales: interpretan el significado de las leyes y las regulaciones administrativas y determinan si cualquier ley aprobada por el Congreso, por las cámaras legislativas estatales, o cualquier acción administrativa tomada por las ramas gubernamentales, estatales o de la nación, quebrantan la Constitución.
El presidente, con el consejo y el consentimiento del Senado, nombra los nueve magistrados de la Corte Suprema y los otros jueces federales; para los nombramientos de jueces de distrito suele seguir las recomendaciones de los senadores del partido presidencial. Los jueces federales y los del Tribunal Supremo ejercen su cargo con carácter vitalicio y pueden ser destituidos únicamente a través de un proceso de enjuiciamiento, llamado impeachment, que se ha llevado a cabo en raras ocasiones.
	
	
	Gobierno estatal y local
La Constitución de Estados Unidos estipula un sistema federal, en el que los estados federados mantienen ciertos poderes que no ejerce el gobierno nacional y no asumen competencias relativas a relaciones internacionales o actividades fiscales; tampoco pueden acuñar moneda, recaudar impuestos sobre el comercio interestatal o restringir el movimiento de personas por sus límites territoriales. Los estados pueden cooperar entre sí en la formación de acuerdos comunes que requieren la aprobación del Congreso; suelen ser relativos a recursos hidráulicos, navegación, control de la contaminación o desarrollo portuario, entre otros.
El gobierno federal y los estados están muy vinculados en un sistema administrativo de cooperación federal, por el cual el gobierno federal establece programas de financiación que permiten la distribución de fondos a los estados y a las comunidades anualmente para que lleven a cabo su propia política, en especial en temas relacionados con el desarrollo educativo o municipal.
Las funciones principales

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