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UNIVERSIDAD DE VALPARAÍSO FACULTAD DE HUMANIDADES INSTITUTO DE FILOSOFÍA PEDAGOGÍA EN FILOSOFÍA TESIS PARA OPTAR AL TÍTULO PROFESIONAL DE: PROFESOR DE ENSEÑANZA MEDIA EN FILOSOFÍA Y A LOS GRADOS ACADÉMICOS DE: LICENCIADO EN FILOSOFÍA Y LICENCIADO EN EDUCACIÓN “ANALISIS DEL FRAGMENTO B94 DE HERÁCLITO DE ÉFESO” ��������� �� � ����� ����� ������ � �� �������� ���� ������������� ����� ����������� �� � ����� ����� ������ � �� �������� ���� ������������� ����� ����������� �� � ����� ����� ������ � �� �������� ���� ������������� ����� ����������� �� � ����� ����� ������ � �� �������� ���� ������������� ����� ���� � ����� ��� � ����� ��� � ����� ��� � ����� ������� PROFESOR GUÍA: FRANCISCO SAZO BARRISON PROFESOR INFORMANTE: SERGIO VUSKOVIC ROJO ALUMNO TESISTA: CARLOS MIGUEL OLMOS ACUÑA - 2 - ÍNDICE -Agradecimientos y palabras preliminares …………………………………………………………………………………………….3 - Jonico, Constantino Kavafis …………………………………………………………………………………………….5 -Introducción …………………………………………………………………………………………….6 -Metodología, fuentes y comprensión general de la filosofía de Heráclito de Éfeso …………………………………………………………………………………………...10 -Jonia, cuna de la filosofía griega y su relación con la vida - obra de Heráclito de Éfeso …………………………………………………………………………………………...41 -El fragmento B94 en sí …………………………………………………………………………………………...57 -Reflexión mítica-religiosa, frente a la filosofía de Heráclito de Éfeso. Función de las Erinnias en B94 ���� � �� …………………………………………………………………………………………...61���� � � �� ����� ����–�� �����������. El papel de la Hybris en B94 …………………………………………………………………………………………...97���� -El ��������de B94� y la conexión con el fragmento B120 ………………………………………………………………………………………….112 -Conclusión ……………………………………………………………………………………….…123 -Bibliografía ………………………………………………………………………………………….128 - 3 - AGRADECIMIENTOS Y PALABRAS PRELIMINARES La siguiente “tesis” de pre-grado, debe ser considerada más bien con el rótulo de “investigación”, pues en ella no se postula nada nuevo, que no hubiera sido dicho de mejor manera antes, se suma a esto mi redacción imprecisa. Aún así, para no pecar de falsa humildad en el trabajo realizado (tan frecuente en nuestro medio), espero sinceramente que esta “investigación” sirva de guía, a quien la use, para ingresar a la problemática filosofía Heraclítea, pues en lo personal es lo que ha sido para mí, o sea “un trabajo de ingreso”. Tomando en cuenta mis limitaciones en los idiomas, he usado los mejores estudios en castellano sobre el tema (escasos por lo demás, pero compensados por su profundidad), lo que espero ayudará al que se interese, encontrar una fuente accesible en nuestro idioma al pensamiento heraclíteo, pues no es ningún misterio que la bibliografía y estudios sobre Heráclito están, principalmente en alemán, inglés, francés e italiano. Quiero dejar manifiesto en palabras mi más hondo agradecimiento, a todas las personas que contribuyeron con su amistad, apoyo y valiosa bibliografía, en la realización de esta investigación, ya que un país, que propicia la ignorancia a través de los altos costos de los libros y la tacañería de quien tiene acceso a ellos, no nos queda otra opción que crear redes de apoyo que subviertan esta realidad. Mis primeras palabras de agradecimientos son para la persona de Rocío Alejandra Cruces Ruiz, quien llegó desde la lejana patagonia, entregándome su compañía, cariño y apoyo decidido en los momentos gratos y difíciles, que sin duda alguna ayudó en la realización de esta investigación, agradeciendo los muchos momentos de felicidad y amor que me brindó, cuando la vida se me hacía difícil de ver positivamente, pues vaya dedicada para ella principalmente este trabajo como símbolo de amistad y respeto, deseando que pueda cumplir con todos sus sueños e ideales . Quisiera agradecer también a mis buenos amigos Sebastián Arevalo Tapia, Héctor Muñoz y Cristian Cari, por su valiosa amistad y compañerismo, bienes difíciles de encontrar en una sociedad como la nuestra, como también agradecer a mi amigo Pablo Monje, por ser un testimonio del compromiso filosófico, y por proporcionarme sin problema alguno su valiosa biblioteca, siempre cuando lo necesité. Agradezco también a toda mi familia en especial a mi mamá Mónica, mi hermano Boris Salvador y abuelos Carlos y Rosa, por creer en una carrera, que no promete éxito económico, pero si dignidad de vida. De la Universidad quisiera agradecer a mi profesor guía Francisco Sazo Barrison, por su desinteresado apoyo en esta investigación, y a sus clases que guiaron, espero a buen puerto este trabajo, como también a su comprensión en mis continuos atrasos y ausencias en las citas para trabajar juntos, y agradecer siempre su disposición en ayudarme. Al profesor Sergio Vuskovic Rojo, quizás el mejor ejemplo para nosotros los jóvenes de cómo debe ser entendido el quehacer filosófico. Se ha sentenciado hace algún tiempo, que no se puede separar al hombre del filósofo, pues Don Sergio, encarna muy bien este ideal, que por todos debe ser seguido, y con gusto acojo en mi carrera que recién comienza. El profesor Vuskovic, fue quien me inició en el estudio de Heráclito, con su vieja edición de Maurice Solovine, librito que tiene guardado desde que era estudiante en el Liceo Eduardo de la Barra y con el cual, con gran gracia nos leía los fragmentos del Oscuro, para iniciarnos en las raíces del pensamiento dialéctico. Sería innumerables los pequeños gestos que el profesor Sergio, ha dejado grabado en mi vida, como el regalarme libros, y recibirme en su casa, junto con la grata conversación de su café turco, y lo más importante su verdadera amistad y enseñanzas de maestro de vida. Quisiera hacer extensivo estos agradecimientos, a mi profesor Miguel Acuña Díaz (1943-†2004), que sin duda a muchos nos marcó con sus enseñanzas, el cual se sentiría muy orgulloso, con la imperfecta tri-estamentalidad, lograda este año, de la cual él fue un pilar importante, con sus continuas críticas, cuando ningún miembro del - 4 - cuerpo académico se atrevía a denunciar los problemas que nos presenta recuperar la perdida democracia en la Universidad. Finalmente quisiera ser este trabajo, un humilde homenaje a dos figuras latinoamericanas de la investigación filosófica, que me guiaron espiritualmente en esta tesis, los cuales son Ángel Cappelletti (1927-1995) y Rodolfo Mondolfo (1877-1976), seres humanos, que con su compromiso desinteresado y abnegada labor en la profesionalización del trabajo filosófico en el continente, y actitud moral inquebrantable, seguirán siendo ejemplos para todos los jóvenes latinoamericanos. 1 CARLOS MIGUEL OLMOS ACUÑA Valparaíso, Octubre del 2009 1 En momentos que preparaba esta tesis en su forma final, me enteré del sensible fallecimiento de la profesora Giuseppina Grammatico, así que espero que este trabajo sea un humilde homenaje a su persona - 5 - JONICO Aunque rompimos sus estatuas, aunque los expulsamos de sus templos, no por eso murieron del todo los dioses. Oh tierra de la Jonia, a ti te aman todavía, a ti sus almas te recuerdan aún. Cuando sobre ti amanece una mañana de agosto, el vigor de sus vidas atraviesa tu atmósfera; y a veces una etérea figura de efebo, indefinida, con paso rápido, por sobre tus colinas atraviesa. Constantino P. Kavafis - 6 - INTRODUCCIÓN � � � � - 7 - Podría ser excesivo, considerar esta cantidad de páginas para entender un fragmento que en su extensión,no sobrepasa más allá de dos líneas. Y siendo esto cierto, sólo se entiende dicha exageración, en la perspectiva de la filosofía de Heráclito de Éfeso, pues en efecto, como nos dice Angel Cappelletti, “(…) todos los fragmentos, aun cuando se los estudie aisladamente, conservan una íntima afinidad entre sí, en cuanto proceden de un pensamiento único y altamente coherente, de tal manera que, con total prescindencia del orden en que se los ponga, cada uno de ellos está unido y conectado con todos los otros mediante un complejo de relaciones de sentido, que esclarecen y amplifican su particular significación. Entre los “disjecta membra” del antiguo cuerpo heraclítico fluye aún una vida única. Y del pensamiento y los fragmentos de Heráclito puede decirse lo que el Cusano y Bruno decían del Ser: que está todo entero, presente, en cada uno de los seres.”2 De esta manera lo que se pretende en la siguiente tesis, es, hallar las conexiones que el fragmento B94, tenga con el cuerpo de la filosofía heraclitea, proceso por el cual se desprende el analizar, todos los elementos que dicho fragmento contenga. Desde luego sólo veremos algunas de estas conexiones, pues este es, sólo un trabajo de pre-grado, y debe abocarse a su realidad intelectual inmediata, evitando las lucubraciones fantásticas y misteriosas, propias de la juventud filosófica. Ahora bien, creo que el trabajo intenta mostrar que la filosofía del Oscuro, conforma en si misma una unidad, y esta tiene dos explicaciones vinculantes, a) la primera y más inmediata, es que proviene de una sola persona y pensamiento, b) y la segunda es que Heráclito es un filósofo de la unidad, pero con peculiares concepciones sobre dicha unidad, en especial, al considerar lo múltiple y el movimiento. Dejaremos el movimiento y lo múltiple para los expertos, para centrarnos en la unidad. Veremos como el trabajo realizado, busca poner al fragmento en su contexto, y mostrar con pruebas claras, la unidad de esta filosofía y como queda expresado en el fragmento B94. Funcionado con esta hipótesis, es que los capítulos se encuentran estructurados de la siguiente manera: 1) Metodología, fuentes y comprensión general de la filosofía de Heráclito de Éfeso En este capitulo, se busca explicar los criterios metodológicos con lo cuales se accederá al fragmento en cuestión. Se ha seguido el criterio de Rodolfo Mondolfo, por lo que significa como autoridad indiscutida en los estudios sobre filosofía antigua, quien señala entre otras, cuatro directrices para acceder a los problemas de la historia de la filosofía, enfocados en este caso a Heráclito, los cuales son: 2 Cappelletti Ángel, Los fragmentos de Heráclito, Ed. Tiempo Nuevo s.a. Venezuela 1972 p. 13 - 8 - - La separación temporal - De la situación particular a la historia universal - La subjetividad - Las fuentes Con estos cuatro puntos, es que se estructura la investigación, y cada uno de ellos es explicado en función de la tarea que realiza en este trabajo. Se hace en el ítem de “las fuentes”, un especial trato a las fuentes de fragmentos que existen sobre Heráclito, para luego pasar a esbozar una comprensión general sobre su filosofía, que busca mostrar los principales estudios sobre el tema de la producción europea, como también valorar la producción latinoamericana, escasa por lo demás, pero compensada por su profundidad. Finalmente se definen cuatro conceptos que se consideran fundamentales para entender en que marcos se mueve la filosofía heraclítea, los cuales son: el ������, el � �� (fuego), los contrarios y el devenir. 2) Jonia, cuna de la filosofía griega y su relación con la vida - obra de Heráclito de Éfeso En este capítulo se busca mostrar un tema que se consideró fundamental para entender la filosofía del oscuro. Los datos geográficos como históricos que se ofrecen, son en función de entender las peculiaridades de la tierra Jonia, y en especial, la ciudad de Éfeso, como verdadera síntesis de dos culturas adyacentes, en este caso la occidental y la oriental. Este factor único ayuda a entender las reales influencias culturales con las que Heráclito desarrolló su vida en dicha ciudad. Y luego nos detenemos a profundizar sobre los datos de la vida del efesino y su leyenda, como también en su libro y estilo, con el cual se gana, el apodo de “oscuro”. 3) El fragmento B94 en sí Desde este capítulo en adelante, el tratamiento del tema se hace exclusivo al fragmento B94, por lo cual se indica las fuentes del fragmento, y el contexto en el cual es citado por las fuentes antiguas, siguiendo a un segundo punto en donde se muestra las traducciones del mismo al castellano 4) Reflexión mítica-religiosa, frente a la filosofía de Heráclito de Éfeso. Función de las Erinnias en B94 ���� � �� En este capítulo en forma general se analiza el contexto religioso que rodeo a Heráclito, esbozando ciertas hipótesis sobre la religión de la época, y la relación con su - 9 - filosofía. Se evita los criterios restrictivos con el cual se ha estudiado la religión griega u otras manifestaciones culturales, explicando las manifestaciones religiosas más conocidas como la Homérico-olímpica, a la cual se suma también, la variante mistérica y arcaica. La razón del tratamiento de este aspecto de los antiguos griegos, es porque el fragmento emplea las figuras de las Erinnias, divinidades mitológicas, de difícil comprensión sino se hace el ejercicio de análisis previo, de los movimientos religiosos griegos simultáneos a Heráclito. 5) � �� ����� ����–�� �����������. El papel de la Hybris en B94 En este capítulo se busca ahondar en la noción de Hybris de los antiguos griegos, y como esta juega un rol importantísimo en el fragmento de estudio. Se parte por una introducción al término para poder entender el contexto que juega en el mundo helénico, para luego establecer la relación de los tres términos, � �� ����� ����–�� ������������ del fragmento B94, definiendo cada uno de ellos, y mostrar el nexo lingüístico entre Hybris e �� ����� ���� y hacer presente, la relación de pares y lucha, que existe entre �� ����� ����–�� ����, que nos proporciona el significado de Dike. 6) El ��������de B94� y la conexión con el fragmento B120 En este capítulo se muestra el aspecto mitológico de Helios, para entender el contexto cultural que juega el astro, en el mundo helénico. Luego, se pasa a una segunda fase, en donde se explica la función filosófica del mismo, dentro de la filosofía de Heráclito, trayendo a colación los cuatros fragmentos referentes al Sol. Se trata los tres tipos de medidas del Sol, los cuales son: la espacial, la calórica, y la temporal, presentes en B94. Como el triple significado de la medida no se acaba en el fragmento B94, se hace necesario, relacionar este fragmento, con el B120 que amplia el significado de las medidas espaciales, y completan al fragmento en cuestión. 7) Conclusión Se ofrecen una interpretación final sobre el fragmento B94, que es de índole filosófico, que despliega todas las conclusiones alcanzadas a través de los capítulos del trabajo, haciéndolas encajar en pos de una explicación que refleje el sentido general de la filosofía de Heráclito, haciéndose también referencia a conclusiones de otros estudios sobre el fragmento. - 10 - I Metodología, fuentes y comprensión general de la filosofía de Heráclito de Éfeso � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � � - 11 - �1) Los problemas de la compresión evolutiva en la reconstrucción histórica de la filosofía. Entender siempre el contexto histórico de una determinada época en el cual la forma de “ser” (entiéndase esto, como la forma de pensar, creer, entender, relacionarse, etc.) de un grupo de sujetos,resulta siempre una difícil misión de realizar, tomando en cuenta los siguientes factores: a) la separación temporal que tenemos nosotros con aquellos sujetos b) la conexión de un dominio particular, esto es, una determinada situación, con el plano de la historia universal, c) el subjetivismo de la reconstrucción histórica que pretendemos realizar y d) el problema de las fuentes, este último que será desarrollado más adelante en dos puntos. Destacaremos estos cuatro factores por brindar ciertos criterios investigativos, que en forma general debemos considerar para cualquier estudio que pretenda dar una seria descripción del momento histórico que se propone reconstruir y problema que ha de tratar. Serán estos cuatro puntos metodológicos, las directrices mínimas que en nuestra investigación ayudarán a entender de mejor manera el fragmento B94 de Heráclito de Efeso (Tema de nuestra investigación) según el ordenamiento que le han dado Diels-Kranz en -Die fragmente der Vorsokratiker-: Fr. 94, Plutarco, de exil. ii 604 A ��������� �� � ����� ����� ������ � �� �������� ���� ������������� ����� ����������� �� � ����� ����� ������ � �� �������� ���� ������������� ����� ����������� �� � ����� ����� ������ � �� �������� ���� ������������� ����� ����������� �� � ����� ����� ������ � �� �������� ���� ������������� ����� ���� � ����� ��� � ����� ��� � ����� ��� � ����� ������� � a) La separación temporal Referente al primer punto, diversos estudios han considerado la imposibilidad de dar una real apreciación del momento ya pasado, producto de la incapacidad (física, psicológica y temporal) del investigador, de volver a vivir ese determinado momento de la historia, y es, en este sentido que resulta aclaradora la explicación que nos da el filósofo italiano Rodolfo Mondolfo para entender y superar los problemas de esta supuesta imposibilidad; “Otra dificultad que debe superarse en la reconstrucción histórica está en la diferencia de épocas entre el historiador y el objeto de su historia, que en el caso de la filosofía significa diferencia tanto en el planteamiento de los problemas como en las orientaciones adoptadas para su solución. Esto plantea el interrogante acerca de la posibilidad, para el investigador, de lograr el objeto de su investigación, es decir, si puede efectivamente entender la historia el que intenta reconstruirla. Es el problema planteado por Windelband, tocante a la dificultad de comprender la historia, porque su comprensión verdadera debe significar volver a vivir momentos pasados. Ahora bien, esto presenta ya grandes dificultades en lo referente a la misma vida individual de cada uno, que en cualquier momento presente ya no es lo que ha sido en un momento pasado, y no puede, por ende, volver a vivirlo tal como lo vivió anteriormente. Pero mucho más grave se hace esa dificultad con respecto - 12 - a la vida colectiva y a la historia, donde hay todo un conjunto de diferencias de cultura, de condiciones, orientaciones y exigencias entre una época y cualquier otra. Las diferencias en la visión de la vida y sus problemas parecen volver imposible el penetrar de verdad en el espíritu de cualquier otra época que uno intente estudiar. Sin embargo, aun cuando sea cierto que existen diferencias y hasta oposiciones entre las varias épocas de la vida y de la historia, y que el camino de ellas sea irreversible e imposible de repetirse, no hay que exagerar las consecuencias de esto y olvidar la unidad continuativa del desarrollo espiritual. No se trata de una diferencia de naturaleza entre las fases distintas, que lleve consigo la consecuencia de una impenetrabilidad recíproca, sino solamente de una diferencia de grados o momentos de desarrollo, cuya sucesión está por otro lado, regida por una ley de continuidad. La continuidad del proceso histórico, por lo tanto, así como la de la vida individual, está en contra de toda separación absoluta entre épocas distintas.”3 Por lo que hemos podido apreciar, la misma continuidad de nuestra experiencia vital, esto es, singular e individual, subjetiva y contingente, nos brinda la base para una comprensión de la continuidad epocal en la historia de la filosofía. Por lo tanto, empleando este fundamento, como método de trabajo, nos sirve para establecer un criterio “similar” o “análogo” en la investigación histórica, al abordar la separación temporal desde nuestro presente inmediato al pasado distante, partiendo por aceptar un desarrollo espiritual continuo de la historia y sus productos objetivos, tales como: textos y fragmentos de un pensador, testimonios sobre aquél, escuelas de pensamiento que siguieron su doctrina e influencia posterior de las mismas , lenguaje o idioma (esto es entender en gran parte la lengua que hablaban aquellos hombres y medios de acceso a la misma), producción cultural en general y sus vestigios, estamos en posición de poseer y acceder a varias herramientas que nos permitan establecer la situación digámosle así “espiritual” de un grupo de sujetos desde nuestra “actualidad”. El criterio por analogía de nuestra constitución experencial (psicológica y física) aceptando que en nuestra vida vivimos una serie de procesos que afectan de alguna manera en nuestro presente inmediato, y aún más, que podemos entender por ejemplo, ciertos procesos ya acaecidos en nuestra niñez distante, producto de la continuidad de nuestra vida, esta misma posibilidad si la aplicamos a la investigación histórica, conviniendo que la historia es una producción humana y que por lo tanto, podemos tomar el pasado como una entidad viviente en nuestro espíritu humano actual, logramos la posibilidad y el nexo de una compresión, sino total al menos parcial, de la situación histórica que nos proponemos investigar, y es, en este último sentido que cobra validez la contemporaneidad de la historia tal como la explicó Benedetto Croce en el libro “Teoría e historia de la 3 Mondolfo, Rodolfo, Problemas y métodos de investigación en la historia de la filosofía, Ed. Eudeba, 3era edición, Argentina, pp. 88, 89 - 13 - historiografía”; la historia no pertenece solo al pasado sino que permanece en el espíritu humano actual. b) De la situación particular a la historia universal Respecto al segundo punto, el de la conexión del dominio particular con la llamada “historia universal”, debemos considerar que si esta particularidad de lo que investigamos se identifica con el pensar general de la época, o si se manifestaba contraria a la misma y de que forma, siempre tomando en cuenta que las clasificaciones temporales son siempre tentativas y no encierran la diversidad de manifestaciones culturales de una época determinada, así como también las de un sujeto particular. Por ejemplo; tómese en cuenta la evolución misma del pensamiento de un filósofo, la que en un principio pudo manifestarse afín a la doctrina de una determinada escuela, luego en una etapa posterior pudo manifestarse contraria, concluyendo luego en una propia filosofía. Ahora bien, tanto como para un sujeto así como para una época, habrá un factor preponderante por el cual son clasificados y esto es lo que lleva a los investigadores a realizar nuevas investigaciones referentes a un filósofo y su época. En lo constitutivo de la reconstrucción de la particularidad del tema estudiado, que este tenga sentido con la general, esto es, un enfoque determinado del desarrollo espiritual humano que cobra sentido con la relación que sostiene con la historia universal. c) La subjetividad El tercer punto consiste en reconocer, que toda reconstitución histórica, y en todo acercamiento que realizamos a una historia pasada, el fantasma de la subjetividad aparece, Mondolfo a este problema refiere: “Por cierto, la visión que tenemos de la historia pasada debe ser realizada pornuestro espíritu presente, por nuestra interioridad viviente en su forma actual, con sus intereses y problemas propios, diferentes de los de otras épocas. En otras palabras, no la vemos objetivamente en sí misma, sino a través de nuestra subjetividad, y esto plantea un interrogante: ¿no tendrá toda reconstitución histórica un defecto ineliminable, por el hecho de ser efectuada por un espíritu moderno?”4 Para solucionar dicha encrucijada debemos comprender que nuestro espíritu, en su conformación, trae ya consigo el nexo con lo pasado a través de los elementos sobrevivientes y duraderos de épocas pasadas, puesto que depende de él. La subjetividad propia del ser humano que no puede ser abandonada, aplicada a estudios de temáticas acaecidas en tiempos distantes tiene la ventaja (claro esta, con restricciones) de acceder 4 Ibíd., p.94. - 14 - a los problemas investigados de una manera más amplia, esto es, logra en parte relacionar el problema con la contingencia anterior, o sea, con sus antecedentes, como también logra establecer los nexos que dicha temática o problema desarrolla posteriormente. Este hecho es de gran importancia porque permite dar una “racionalidad” a la continuidad temporal del problema estudiado. Para ejemplificar esto más claramente, tenemos el “problema de los contrarios” en filosofía, que si lo tomamos desde Heráclito (quizás como precursor), podemos llegar a un Hegel (como desarrollo ulterior), lográndose establecer en nuestra subjetividad una línea de influencia en el tiempo. Así la subjetividad, sinónimo de inexactitud y poca rigurosidad para las ciencias duras, como herramienta investigativa, se revindica, quizás como la única forma para abordar este tipo de problemas. d) Las fuentes En el caso de la filosofía presocrática, en general, se ha logrado establecer ciertos cánones de las fuentes, producto de largas investigaciones realizadas a través de los años, estos criterios son los siguientes: I) Las citas directas II) Los testimonios I) Las citas directas son aquellas, que por su “carácter”, son atribuidas directamente al pensador en cuestión, este carácter lo define el estilo de las mismas como su “valor racional” dentro de la doctrina filosófica5. Pueden ser citas expresamente atribuidas a un determinado pensador, como a su vez, puede ser aludido implícitamente (en forma de cita, testimonio o paráfrasis, en donde no se dice su nombre), este último aspecto es el que cuesta más determinar puesto que aquí se hace un trabajo de interpretación. Esta interpretación por ejemplo, es la que ha llevado a considerar nuevamente la alusión de Platón sobre Heráclito, en su dialogo Cratilo, que ha permitido reconocer en otros pasajes de los diálogos platónicos, un nuevo sentido a la comprensión platónica de filosofía heraclitea, la que clásicamente se ha reducido a la fórmula Panta rhei (todo fluye)6. 5 Con este tema hay que tener cuidado con determinar si la fuente que ocupamos, pudiera corresponder a una etapa del proceso evolutivo en el pensamiento de un filósofo, cuidando con no generalizar dicha doctrina como la totalidad del pensamiento, puesto que como dijimos más arriba pudiera corresponder este trozo de “pensamiento escrito” a un periodo juvenil, de madurez o tardío, del filósofo en cuestión, como pasa por ejemplo con los escritos de Aristóteles, referente a la teoría del motor inmóvil, que muchos consideran ajeno a las temáticas de la Metafísica, considerándolo más, como una teoría temprana del Estagirita, cosa parecida ocurre con el libro I de la Politeia de Platón, que según algunos expertos corresponde a un Platón más temprano. 6 A este tema Rodolfo Mondolfo a contribuido a citar nuevas fuentes dentro de los escritos platónicos, para contrarrestar la llamada “degeneración del heraclitismo en Cratilo”, en su libro: Heráclito, textos y problemas de su interpretación, se desarrolla esta temática en el capítulo segundo “Los testimonios de - 15 - Dentro de las fuentes de citas directas a las cuales podemos acceder de los filósofos presocráticos encontramos desde Platón, en el siglo IV a. C, hasta Simplicio, en el siglo VI d. C, como también a los escritores bizantinos tardíos, como Juan Tzetzes entre otros. Dentro de este abanico de fuentes Kirk, Raven, M. Schofield en su libro “Los Filósofos Presocráticos” incluyen los siguientes personajes dentro de las fuentes más fidedignas, además de las ya reconocidas como lo son Platón, Aristóteles y Simplicio7: 1) Plutarco, el filósofo académico, historiador y ensayista del siglo II d. C. 2) Sexto Empírico, el filósofo escéptico y físico de finales del siglo II d. C. 3) Clemente de Alejandría, el docto director de la Escuela Catequística, vivió en la segunda mitad del siglo II d. C. y en los primeros años del III. 4) Hipólito, teólogo del siglo III d. C., afincado en Roma, escribió una “Refutación de todas las herejías” en nueve libros 5) Diógenes Laercio compiló, probablemente en el siglo III d. C., en diez libros, las Vidas de filósofos ilustres 6) El antologista del siglo v d. C, Juan Estobeo, reunió, en su Antología, extractos de carácter educativo procedentes de toda clase de literatura griega, en especial sentencias éticas. II) Los testimonios, son aquellos aspectos aportados por pensadores posteriores acerca de la vida, como también, a la doctrina misma del filósofo al que aluden, lo cual nos presenta una doble dimensión: la primera, es la dimensión de los datos biográficos que nos permiten situar históricamente a un pensador, por ejemplo las epístolas “pseudo heracliteas”, traídas a colación por Diógenes Laercio, sitúan a Heráclito como contemporáneo del rey Darío, esto supone que el oscuro vivió en pleno periodo de la invasión Persa a la Jonia, que desencadenaría entre otras cosas, la caída y destrucción de Mileto y la migración jonia a diversos lugares de la Hélade. Platón sobre Heráclito” pp. 91 a 117, en donde se hace referencia entre otros, a los conocimientos de la doctrina del fuego de Heráclito por parte de Platón. 7 Para mayor información de las fuentes: C. S. Kirk, J. E. Raven Y M. Schofield, Los Filósofos Presocráticos, Ed. Gredos, 2da. Edición, en el capitulo: Las fuentes de la filosofía presocrática, versión española de Jesús María Fernández - 16 - La segunda dimensión es la más complicada puesto que constituye la opinión que diversos pensadores han realizado al interpretar la filosofía presocrática, lo que trae como consecuencia la deformación esencial de sus doctrinas, como también el uso indebido de las mismas, dos de estos lamentables ejemplos lo tenemos en la “Refutación de todas las herejías” de Hipólito que usó esta información para combatir el paganismo y en la ya citada formula con la cual se intento sintetizar el pensamiento Heracliteo: panta rhei. Sin embargo los estudiosos posteriores se han basado en estas diversas fuentes para reconstruir las doctrinas filosóficas de estos pensadores, determinando y separando lo que debe ser usado para trabajar en la correcta interpretación de la filosofía presocrática. Las fuentes de los testimonios, según Kirk, Raven, M. Schofield (Ibíd.) en forma general son: 1) PLATÓN QUE es el primer comentarista de los presocráticos 2) ARISTÓTELES prestó más atención que Platón a sus predecesores filosóficos y comenzó algunos de sus tratados, sobre todo en la Metafísica libro A 3) TEOFRASTO acometió la empresa de historiar la filosofía precedente, desde Tales a Platón 4) LA TRADICIÓN DOXOGRÁFICA 5) Aecio y los "Vetusta Placita" d1) De las fuentes, compilaciones y estudios de los fragmentosde Heráclito En el caso de Heráclito debemos partir según lo que nos ha legado la tradición, la cual nos dice que su mítico libro fue depositado en el santuario de Artemisa en Éfeso. De este libro se supone que provienen los fragmentos que conservamos, ya sea, porque copias del mismo se propagaron a través de la Hélade, como también a la memorización por parte de pseudo discípulos de Heráclito, de sus decires. Sea como hubiera ocurrido dicho libro se ha perdido para siempre y pocos se atreven a augurar que el libro aparezca producto del azar o una investigación de tipo arqueológica. El título que se le ha dado al perdido libro del oscuro de Éfeso es, el de la usanza de la época: � ���� ! �� "�� (Peri fyseoos: acerca, o de la naturaleza) que según Diógenes Laercio estaba dividido en tres discursos; uno sobre el universo, otro de política y otro de teología. Además de dichos datos Diógenes Laercio nos ha legado información de tipo biográfica como también del - 17 - carácter psicológico de nuestro filósofo: “Heráclito, hijo de Blosón o, según otros, Heraconte de Efeso, este floreció hacia la 69 olimpiada (504-501 A.C.). Era por naturaleza orgulloso ante cualquiera, y desdeñoso, como resulta evidente también por su escrito que dice: “mucha erudición no enseña a tener inteligencia, pues se lo hubiera enseñado a Hesiodo y Pitágoras, y aún a Jenófanes y Hecateo” (fragmento 40). Este tipo de información la entrega Diógenes Laercio en su libro Vidas de filósofos ilustres8. Si continuamos en este viaje de cómo han llegado los fragmentos a nosotros y sus principales fuentes, podemos considerar como hitos importantes las siguientes: -Platón, en sus diálogos Cratilo 402 a, 412 c – 413c, Teeteto 152 d – 153d, 160 d, Sofista, 242 d entre otros -Aristóteles, en sus escritos conservados; Sobre el cielo, I, 10, 279 B12, 280a, 298 b 29ss, Metafísica, III, 3, 1005 b 23, 1012 a 24ss, 1062 a 30ss, 1063 b 25ss entre otros -Sexto Empírico representante de escuela escéptica (de gran importancia por aportar los fragmentos del Logos B1 y B2) - Teofrasto, el historiador de la filosofía desde Tales a Platón -Hipólito, el teólogo (que gracias a sus refutaciones aporta fragmentos exactos) - Plutarco el autor de “Vidas Paralelas”9 El profesor de filosofía y filólogo clásico argentino, Ángel Cappelletti en su libro “La Filosofía de Heráclito de Efeso” en el capítulo titulado “Heráclito y la posteridad” nos da una perspectiva suficiente de cómo los fragmentos que poseemos sobre Heráclito fueron conservados y descubiertos. Dentro de estos “momentos” que Cappelletti señala en su libro, podemos identificar como importantes las apreciaciones de Timón de Fliunte, quien llamó al efesino como ����������(ainicteés)�es decir “nocturnal”, que sumado a la consideración de Estrabón10 y de Cicerón entre otros, lo calificaban con el epíteto de: ��� ���� ������ (hó skoteinós)� término con el cual a través de la tradición, nos 8 Diógenes Laercio IX 1-17 9 Para mayor información y exactitud ver el Heráclito de Mondolfo, en donde se recopila los testimonios biográficos y doxograficos, ya que el tema de nuestra investigación no pretende ahondar en este tema sino dar una visión general. 10 �� �������� ������ ����#��� ���������� �� ����citado por Cappelletti Ibíd. p 24 - 18 - familiarizaremos al efesino como “oscuro” producto del tono oracular - profético y enigmático de sus decires: “nec consulto dicis occulte tamquam Heraclitus”11 . Las epístolas pseudo- heracliteas atribuidas hoy, por obra de la escuela cínica- estoica, demuestra la admiración que estas escuelas dedicaban a Heráclito, no demás esta decir aquí, que el fragmento B1y B2 se lo debemos a otro representante de las escuelas post-aristotélicas, Sexto Empírico de la escéptica. Otro conservador de la obra de Heráclito, aunque no de la vereda de la admiración, fue Hipólito el teólogo de Roma, en la época de la patrística, quien escribió el ya citado Refutación de todas las herejías con el cual pretendía; “(…) demostrar que las sectas heterodoxas deben considerarse constituidas por ideas que, en el fondo, no son cristianas sino paganas y derivan siempre de los errores de la filosofía helénica. Así al hablar de los valentinianos, trata de probar que su doctrina es platónica y pitagórica antes que cristiana (…) Al tratar de la herejía de Noeto y los patripasianos, se propone demostrar que, en realidad, sus errores no son ya cristianos sino heraclíticos. Para ello no se contenta con una comparación general, sino que va citando textualmente a Heráclito para confrontarlo con la doctrina noetiana. A través de este examen comparativo (…) Hipólito nos trasmite casi una sexta parte de los fragmentos auténticos de Heráclito que hoy conservamos.”12 Estos son B50 a B67 según la edición de Diels. Obviaremos aquí ciertos pasajes de la historia por ser de poca importancia a lo que Heráclito refiere, sobre todo en la escolástica y en el renacimiento para llegar a la primera colección de los fragmentos realizada en el año 1573 por Henry Estienne, quien presenta fragmentos de Heráclito, junto a otros filósofos y poetas que se creían perdidos en su libro Poesis philosofica, en París. No es ya en el siglo XIX que el estudio de Heráclito se masifica y profesionaliza mediante los estudios del célebre humanista alemán Schleiermacher en su libro Heracleitos der Dunkle von Ephesos, dargestellt aus den Trümmern seines Werkes und den Zeugnissen der Alten13 en 1807. Este libro ponía los primeros 72 fragmentos que logró recopilar, ordenados, más los testimonios hallados sobre Heráclito, correspondiendo al primer intento por sistematizar el pensamiento del efesino. La importancia con la cual es tratado Heráclito en este siglo queda de manifiesto por el número de filósofos que inspira que van desde Hegel pasando por Marx hasta un Nietzsche, por ejemplo. 11 “ni hablas de manera oscura deliberadamente como Heráclito”, M. TVLLI CICERONIS DE NATVRA DEORVM, Marco Tulio Cicerón, De la Naturaleza de los Dioses 12Ángel Cappelletti, La Filosofía de Heráclito de Efeso, Monte Avila Editores, Caracas, Venezuela 1969 pp.149,150 13 En Wilhem Dilthey, Historia de la Filosofía, Ed. FCE, trad. de Eugenio Ímaz, Santiago de Chile 1992 p.33 - 19 - No es sino hasta el año 1867 que los estudios Heracliteos reciben un último aliento en lo que a las fuentes de fragmentos respecta; “(…) Mullach publica una nueva colección de fragmentos, esta vez en numero de 95. En dicha edición se añaden a los 72 de Schleiermacher los pasajes citados por Hipólito en su Refutatio omnium haeresium, cuyos libros IV-IX habían sido descubiertos, en un códice del monasterio de Athos14, en el año 1842, y publicados por Miller en el año 1851.15” De los estudios posteriores a esta edición nombraremos aquí los más importantes por ser los más usados en el siglo XX. En el año 1877 el filólogo ingles Bywatter, publica en Oxford, Inglaterra una serie de fragmentos que hacían un total de130 con el nombre de Heracliti Ephesii Reliquiae, clasificándolos según la estructura sugerida por Diógenes Laercio (sobre el universo, política y teología), incluyendo los fragmentos descubiertos en Athos y las epístolas Pseudo-Heracliteas, además de la tradición biodoxográfica. En 1903 el filólogo alemán H. Diels en Berlín, publica la obra que será la directriz de los estudios presocráticos del siglo XX: Die Fragmente der Vorsokratiker, libro que se basa en los estudios previos de Bywatter y en un trabajo de él mismo sobre Heráclito, pero que en el caso del oscuro, presenta el orden de las fuentes con un criterio neutral según el orden alfabético de estas, con excepción de los fragmentos del Lógos, aportados por Sexto Empírico, que explícitamente lossitúa al comienzo del libro de Heráclito. Los méritos de esta edición son los nuevos datos y eliminaciones de fragmentos dudosos o especificando dichas dudas e imitaciones, a las que se suman notas críticas y variantes terminológicas de palabras en los fragmentos, además de incluir la tradición biodoxográfica, entregándonos este estudio, los 139 fragmentos definitivos.16 Más atrás ya hicimos mención a las llamadas “epístolas pseudo-heracliteas”, pues estas son, un conjunto de nueve cartas, que hasta mediados del siglo XIX se atribuían a Heráclito, como lo aceptaban Schleiermacher y Lasalle, hasta que Bernays en el año 1869 demostró que ellas eran apócrifas, y por esto, se les conoce con el nombre de “pseudo-heracliteas”. 14 Descubrimiento realizado por Mynoides Mynas en Grecia. 15 Ángel Cappelletti, Ibíd. p.155 16 La edición de consulta de este trabajo es - Die Fragmente der Vorsokratiker-, Griechisch und Deutch von Hermann Diels, Herausgegeben von Walther Kranz erster band, edición de 1974, Weidmann, los capítulos referente a Heráclito son: Heracleitos, A Leben und Lehre pp. 139-149. B Fragmente pp. 150- 190, también se han consultado los fragmentos de Carlo Mazzantini, en su edición Italiana de Heráclito: Eraclito, I frammenti e le testmoniaze testo e traduzione. Introduzione e commento, con un indice delle fonti, dei nomi, appendici critiche e bibliografia. Chiantore 1945 - 20 - Según Angel Cappelletti, el primer traductor de las epístolas al castellano17, estas se remontan en antigüedad en forma general al siglo I de nuestra era, esto producto de los datos que nos aportan, es así como dice el citado autor; “En efecto, la epistola IV contiene un “vaticinium ex eventu” al decir que después de 500 años (esto es, en el siglo I p. C.,) se hablará aún de Heráclito y, por otra parte, la VIII y la IX parecen suponer una influencia romana en la cuenca oriental del Mediterráneo, según ya lo hizo notar Bernays. Las dos últimas presuponen, como dice Heinemann, la leyenda de la intervención griega en el origen de las Doce Tablas, la cual era aún desconocida para Cicerón. Aunque ya no, agregamos nosotros, para Plinio el joven. El autor de las epístolas conoce sin duda, no sólo la obra de Heráclito sino también todos los detalles de su biografía (o de su leyenda) y los utiliza con espíritu típicamente helenístico, mezcla de erudición y de humanismo y apasionamiento. Se trata de un cínico, como lo era por entonces Meleagro de Gadara o tal vez de un cínico-estoico como Dión Crisóstomo, y se propone criticar la costumbres e instituciones de su época ocultándose tras el ceño adusto y antonomásica misantropía de Heráclito.”18 Como podemos ver el autor de estas epístolas es un absoluto misterio, sin embargo, como hace notar Cappelletti, estas cartas ya nos hablan del interés que suscitaba Heráclito en la antigüedad, sin embargo, se acude a su figura para expresar ideas de la filosofía cínico-estoica, entre ellas la �����������������(cosmopolítees), la idea de que la única patria humana es el cosmos ( por ello la palabra nos dice “ciudadano del mundo”), lo que traía como consecuencia lógica la destrucción del estado, como fuente de los males humanos, además de la natural igualdad de los hombres, idea que atacaba directamente la fundamentación de la esclavitud, entre otras cosas. Estilísticamente las epístolas usan el dialecto jónico en el caso de Heráclito, y de la koiné, cuando le escribe el rey Darío de Persia. No necesitamos aquí, un estudio acabado para darnos cuentas, que estas ideas, por lo pronto se alejan del Heráclito histórico, pero si podemos observar como muchas de sus ideas filosóficas fructifican, en posiciones éticas de escuelas posteriores y prueba de ello son estas epístolas. Ahora bien frente a este tema de las imitaciones, ¿cómo los filólogos determinan los fragmentos mismos u originales dentro de las fuentes escritas en las que estan contenidos? Pues bien, como es sabido en los papiros conservados de los doxógrafos o códices (este último, que es el pasado inmediato del libro que conocemos hoy), en el caso del idioma antiguo griego, un pensador cualquiera no era citado a la manera en que frecuentemente lo hacemos hoy, pues, no existía las comillas que empleamos para 17 Epístolas Pseudo-Heracliteas, Introducción, Traducción y Notas de Angel J. Cappelletti, Universidad Nacional del Litoral, Facultad de Filosofía y Letras, Rosario Argentina, 1960 18 Cappelletti, Ibíd. pp. 8-9 - 21 - destacar una cita directa. Por lo tanto, debido a esta imposibilidad, los estudiosos se han vuelto en la obligación de emplear un criterio de acceso, para determinar el “fragmento” en cuestión. Según Conrado Eggers Lan, este es el siguiente: “1) con un verbo “decir” seguido por la conjunción “que” y la oración con sujeto en nominativo y un verbo en modo finito; esta forma, empero, es la menos usada por Aristóteles y sucesores en nuestro tema; 2) con un verbo de “decir”, sin conjunción alguna, con oración en sujeto en acusativo y verbo en infinitivo; 3) con un verbo de “decir” y, tras un adverbio y/o una puntuación que equivale aproximadamente a nuestros dos puntos, la cita.”19 Este pequeño resumen de las principales fuentes y compilaciones de los fragmentos heracliteos y forma de acceso a los mismos, no ha tenido la intención de mostrar la totalidad de ellos (para esto hay completos estudios), sino que pretende mostrar el difícil camino por el cual el pensamiento de Heráclito ha llegado a nosotros, más de azar y de suerte ha permitido que el pensador de Éfeso sobreviviera a través de los siglos. e) Los motivos de los criterios de la investigación Los motivos que han llevado a determinar estos criterios metodológicos de nuestra investigación, son en primer lugar los factores particulares que en encierran la investigación de la filosofía pre-socrática, la más inmediata; la antigüedad de la misma, ya que hablamos de un mínimo de 2.500 años atrás. En el caso de Heráclito se logra situar su nacimiento aproximadamente entre el 544 y 540AC., tomando en cuenta los datos que nos han llegado a través de Diógenes Laercio20 que nos dice que floreció durante la olimpiada 69, esto significa que su acmé21 se dio entre los años 504 y 500AC aproximadamente. Este ejemplo ya nos muestra la antigüedad y característica de los datos a los cuales podemos acceder, la mayoría pertenecen a filósofos posteriores o doxógrafos22 que lo citan, otros lo incluyen como parte de sus críticas o para combatir herejías (en el caso Hipólito), además del ya conocido formato por el cual nos ha llegado la filosofía de Heráclito, es decir, el fragmentario, lo que tiene que poner en cautela al investigador, tomado en cuenta además el problema filológico propio de las lenguas antiguas. No está demás decir aquí, que aparte de estos factores se suman la relación compleja de los filósofos jonios y sus diversas doctrinas, el plano religioso en el cual se 19 Los filósofos presocráticos, introducciones, traducciones y notas por Conrado Eggers Lan y Victoria E. Juliá, Ed. Gredos, 1986, España p.26 20 Diógenes Laercio IX 1. 21 La madurez en el pensamiento de un filósofo 22 La doxografía antigua se ha desarrollado en gran parte gracias a las fuentes aristotélicas de su Metafísica libro A - 22 - movían estos pensadores, como a su vez el plano social y político propio de las polis del Asia menor, tierra de Heráclito, y de muchos de los pensadores pre-socráticos que junto con la Magna Grecia cimentarían el desarrollo posterior de la filosofía en el Ática. Sin embargo si hemos de usar las fuentes disponibles aquí en nuestra investigación, debemos acudir a las más respetadas según los expertos, y que serán lasque guíen nuestra empresa. � 2)�Aspectos generales para la comprensión de la filosofía de Heráclito a) Interpretaciones de Heráclito Para una mejor comprensión del Oscuro de Éfeso debemos tomar en cuenta, al abordar su doctrina, que ha llegado a nosotros en forma fragmentaria (y que bien pudo auténticamente ser su estilo) es considerar a los fragmentos en su unidad esencial, si bien son fragmentos, es innegable la ligazón causal o nexo que poseen muchos de ellos entre sí, lo que ha llevado a los expertos a considerar que todos son parte de un libro elaborado, como también a un estilo enigmático y sentencial que lleva como sello implícito el trabajo intelectual para acceder a su filosofía. De todos modos conviene señalar aquí, que dentro de las interpretaciones que defienden los nexos entre fragmentos, tenemos la de Werner Jaeger, quién sostiene tres círculos temáticos recíprocamente vinculados en la doctrina del efesino, que ha señalado de la siguiente forma: “Para limitarnos a aquello que ha aportado Heráclito de nuevo y original en la formación del hombre griego, prescindiremos de otras interpretaciones filosóficas que se han dado de la doctrina de la oposición y de la unicidad y, especialmente, de la difícil cuestión de sus relaciones con Parménides. Frente a los filósofos primitivos, aparece la doctrina de Heráclito como la primera antropología filosófica. Su filosofía del hombre es, por decirlo así, el más interior de los círculos concéntricos, mediante los cuales es posible representar su filosofía. Rodean al círculo antropológico el cosmológico y el teológico. Sin embargo, no es posible separar estos círculos. En modo alguno es posible concebir el antropológico independientemente del cosmológico y del teológico. El hombre de Heráclito es una parte del cosmos.”23 Como vemos la postura de Jaeger referente a la doctrina de Heráclito, defiende la retroalimentación de uno y otro círculo (según esta visión de mostrar conceptualmente la imagen de círculos) estableciéndose así una dependencia estructural y de tipo temático que juntas dan el sentido a la filosofía heraclitea, de esta manera no se puede ver una de las vertientes del pensamiento de Heráclito sin tomar en cuenta los demás círculos que lo 23 Jaeger Werner, Paideia, los ideales de la cultura griega ΛΙΜΗΝ ΠΕΦYΚΕ ΠΑΣΙ ΠΑΙ�ΕΙΑ ΒΡΟΤΟΙΣ, Libro Primero, Ed. FCE, México, Traducción de JOAQUÍN XIRAL p.179 (la negrilla es nuestra) - 23 - rodean, idea que desarrolla más profundamente Jaeger en el libro “La teología de los primeros filósofos griegos” en el capitulo referente a Heráclito. Se ha reconocido también, como dice Mondolfo en su “Heráclito” la imposibilidad de definir la filosofía del efesino de manera única y satisfactoria, es por ello que en el prólogo que realiza a la traducción de la tesis sobre Heráclito de Oswald Spengler (Trad. De Augusta de Mondolfo, Buenos Aires 1947 y que luego completa Mondolfo en su Heráclito de 1966), resume y analiza las principales interpretaciones del oscuro24 en la primera mitad del siglo XX y finales del XIX en donde encontramos a investigadores como Theodor Gomperz, John Burnet, Karl Reinhardt, Vittorio Macchioro, Werner Jaeger, Abel Rey, Guido de Ruggiero, Olof Gigon, entre otros, como demostración de la diversidad de interpretaciones sobre Heráclito. De estos estudios podemos exponer en forma general, como modo propedéutico, las principales características, que son: La interpretación energética de Oswald Spengler (1904) en su tesis doctoral para la Universidad de Halle, el cual sugiere que la doctrina Heraclitea estaba constituida por; “la idea de un acontecer puro, desprovisto de sustancia, regido por una ley. Nada durable hay en la naturaleza ni en la vida humana, con excepción del flujo, el devenir, la lucha entre los opuestos, la forma o ritmo del movimiento (logos), que es ley de medida o armonía, fatalidad de la lucha eterna ineliminable.”25 La interpretación de Spengler suscitó gran interés por la cantidad de tesis que se oponían a la de otros estudiosos del pensamiento de Heráclito, además de la inusual visión energética de la filosofía del efesino, desde el punto de vista físico. Uno de lo ejemplos de las oposiciones de Spengler, era la que atribuía a la figura del fuego, negando que este fuera el principio de las cosas, atribuyéndole una primacía estética. Por otro lado el austriaco Theodor Gomperz en su libro, Griechische Denker (Viena 1903) un año antes que Spengler, interpreta a Heráclito desde la perspectiva de los naturalistas jónicos; “Lo considera como la primera mente especulativa entre los griegos, justificando en parte su orgullo por la superioridad de su sabiduría enigmática, que lo hace desdeñoso de los poetas mitológicos y del vulgo que lo sigue, así como de la erudición (polymathía) de los investigadores precedentes. Para Gomperz, la originalidad de Heráclito no reside en su teoría de la materia primordial –el fuego como el más apto para el proceso de la vida universal que no tiene nunca descanso-, ni en la de los ciclos de transformación y recuperación del fuego (caminos hacia abajo y hacia arriba, coincidentes e idénticos), sino en el descubrimiento de las relaciones entre la vida de la 24 Este prologo fue completado nuevamente por Mondolfo en el libro: Heráclito, textos y problemas de su interpretación, Siglo XXI Editores S.A México-Argentina-España 1966 25 Mondolfo Rodolfo, Heráclito , textos y problemas de su interpretación, Siglo XXI Editores S.A México- Argentina-España 1966 p.52 (de aquí en adelante las citas serán de este libro hasta que se indique lo contrario) - 24 - naturaleza y la del espíritu, por cuyo motivo el orden natural se le manifiesta, más que Anáximandro, como orden moral.”26 Años antes en Inglaterra en el año 1893 John Burnet en su libro Early Greek Philosophy27 dedica un estudio a Heráclito, vinculándolo al extraordinario momento histórico y religioso de su tiempo, uniéndolo con las figuras de Esquilo y Pindaro al tono profético de estos, como el de su inspiración. “El gran descubrimiento de Heráclito se jacta de haber realizado, dice Burnet, es el de la unidad de los contrarios, que convierte en armonía la lucha que se lleva a cabo entre ellos mismos. Anáximandro había considerado como mal e injusticia la división de lo Uno en los opuestos; Heráclito, en cambio, sostiene que la unidad de lo Uno reside justamente en la tensión contraria de los opuestos. Uno y múltiple son coeternos e idénticos: la oposición y la lucha constituyen la justicia soberana. Por eso elige como sustancia universal el fuego “siempre viviente”, cuya vida es flujo y cambio incesante.”28 Karl Reinhardt, el año 1916 en Bonn, Alemania, en su libro Parménides und die Geschichte der griechischen Philosophie, dedica un estudio a Heráclito. La controversial interpretación de Reinhardt sostenía la inversión cronológica de Heráclito con Parménides (el segundo como primero), además de presentar una primacía del problema lógico, al físico cosmológico. Italia, también ha aportado estudios sobre el efesino, Vittorio Macchioro en el año 1922, en el libro titulado Eraclito interpreta a la doctrina del oscuro de Éfeso, desde el punto de vista del Orfismo, una de las diversas corrientes religiosas que poblaron la Hélade, de ello (del orfismo) hablaremos más adelante. A esta interpretación Guido De Ruggiero en La filosofía greca en su tercera edición de 1934, se mostraba contrario aceptando en un principio la sugestión de los misterios por parte de Heráclito, pero al construir su filosofía se distancia de ellos, considerándolo creador de la dialéctica. Por otra parte, Guido Calogero, contra Reinhardt, abogaba por la necesidad cronológica de Heráclito sobre Parménides, y caracterizaba a Heráclitocomo representante de la mentalidad arcaica, carente de las distinciones entre lo ontológico, lógico y lingüístico, en (“Heráclito”, Giornale critico della filosofia italiana, 1936). En París, Francia en el año 1933 Abel Rey, en su libro La jeunesse de science grecque interpretaba a Heráclito como moralista y teólogo, mientras que Olof Gigon, filólogo suizo, en Leipzig Alemania, el año 1935 en sus “Investigaciones heracliteas” (Untersuchungen zu Heraklit) que según el juicio de Mondolfo es uno de los estudios fundamentales de este siglo (XX) expresaba que dichas investigaciones se caracterizan; 26 Ibíd. p.53 27 Este libro llegó a nuestro continente, bajo la traducción francesa de Reymond (L` aurora de la philosophie grecque), y se uso durante bastante tiempo, incluso existiendo una traducción en castellano del mismo. 28 Ibíd. p.55 - 25 - “(…) por un método analítico de discusión particular de cada fragmento, que remplaza la habitual interpretación sintética de la doctrina heraclitea. Ello no obstante, Gigon intenta reconstruir el orden de agrupación de los fragmentos en torno a cinco temas: 1) el principio (doctrina del logos y de las oposiciones), 2) la cosmología, 3) la fisiología (doctrina de la vida), 4) la vida en este mundo y en el más allá, 5) la teología.”29 Otros estudios posteriores a los que hacía mención Mondolfo en el prólogo de 1947 de la traducción de la obra de Spengler, en la revisión de las principales interpretaciones del siglo XX de su estudio sobre Heráclito (1966) son los realizados por Werner Jaeger, Martin Heidegger, Kirk y Raven, Frei Berge, Carlo Mazzantini, Clemence Ramnoux, entre otros.30Validez tienen también las interpretaciones de Heráclito, aunque no fueron vistas por Mondolfo, de Friedrich Nietzsche, los franceses M. Comche, Maurice Blanchot y el italiano Giorgio Colli. b) Heráclito en Latino América Consideración aparte tiene la producción de estudios sobre Heráclito en Latino América. A la ya citada obra de Mondolfo realizada en la Argentina31, se suma el trabajo de el sacerdote católico Frei D. Berge, titulado: “O logos heraclitico”, en 1948, Río de Janeiro, Brasil. Por su parte el filólogo de la ex – Yugoslavia, llegado a Venezuela en la década de los cincuenta Miroslav Marcovich, en la Universidad de los Andes, Mérida, realizó un extenso estudio sobre el oscuro de Efeso, titulado “Heraclitus” edición critica, con comentarios en ingles, en dos formatos una editio maior y una minor, esta última en castellano. En la misma universidad trabajó el filósofo y filólogo argentino Ángel Cappelletti emigrado desde su país natal en 1968, tras la dictadura del general Onganía, que entre otras acciones, eliminó la autonomía universitaria y cimentaría las bases para la posterior dictadura militar de Videla. Cappelletti, luego de obtener su doctorado en la Universidad Nacional de Buenos Aires (1954), con una tesis sobre Heráclito (titulada como “La filosofía de Heráclito de Efeso”), dicho trabajo fue publicado en Venezuela (1968) aumentado, además de un estudio y traducción del mismo autor sobre las epístolas pseudo heracliteas y una edición de los fragmentos, previamente realizada en la Argentina, que se republico en 1972 también en Venezuela. En Argentina también, el profesor de filosofía Conrado Eggers Lan, con un grupo de trabajo de la Universidad Nacional de Buenos Aires, tradujo gran parte de los 29 Ibíd. p.72 30 Para mayor información de los trabajos expuestos hasta aquí, ver la misma obra de Mondolfo, Heráclito, textos…etc. 31 Rodolfo Mondolfo llega a la Argentina producto del régimen fascista de Mussolini en Italia, que impuso leyes racistas, a las personas de ascendencia hebrea, desarrollando una extraordinaria labor docente en las Universidades de Córdoba y Tucumán respectivamente, y luego en la Universidad de Buenos Aires. - 26 - filósofos presocráticos entre ellos Heráclito, publicada por la editorial Gredos en el año 1978. Debemos también traducciones y trabajos sobre filosofía presocrática y sobre Heráclito en particular, a los filósofos españoles llegados a nuestro continente por el advenimiento del fascismo de la dictadura de Franco, como José Gaos en México, y Juan David García Bacca en Venezuela este último que tradujo también, gran parte de la filosofía antigua en la colección Scriptorum Graecorum et Romanorum Mexicana, aunque sus traducciones deben ser valoradas más, desde el punto de vista filosófico que de la exactitud filológica. En Chile actualmente los que se encuentran dedicados a la filosofía de Heráclito son el profesor Jorge Eduardo Ribera (quien publicó un libro sobre Heráclito hace pocos años titulado como “Heráclito el esplendente” 2004), y la profesora Giuseppina Grammatico, benemérita en los estudios clásicos quien realizó una tesis de maestría para la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso sobre el oscuro de Éfeso (titulada: Para una interpretación de Heráclito, en el año 1989), además de un análisis del fragmento B50. Pero para ser justos, el primer estudio sobre el efesino publicado en Chile, fue la obra del francés Maurice Solovine, por la editorial Ercilla en 1935, que fue traducido al castellano por el profesor ecuatoriano Pablo Palacio, con el título de: Heráclito, Doctrinas filosóficas, Íntegramente Traducidas. c) Dificultades de la filosofía de Heráclito Como hemos podido ver, además de considerar el problema de definir a la filosofía de Heráclito de manera única y satisfactoria (prueba de ello son los innumerables estudios a los que aquí en una mínima parte hemos hecho mención), debemos tomar en cuenta el carácter “intrincado” que la propia filosofía de Heráclito posee, que se traduce en determinar de manera provisional, las diversas fases de su doctrina y problemática fundamental (para acceder a una primera comprensión), que toma manifestaciones diferentes, como por ejemplo los conceptos de; lógos, fuego, rayo, uno, etc. propios del transcurrir de una filosofía en movimiento y que a primera vista parecieran ser temáticas desvinculadas, pero que son manifestaciones de una doctrina que se expresa en el “movimiento y la permanencia”. Referente a este último punto Mondolfo explica; “[Toda la savia de la filosofía de HERÁCLITO (panta rhei) se hace consistir comúnmente, en este principio del flujo universal de los seres. Pero con ello (notaban ya PLATÓN y ARISTÓTELES), el conocimiento deviene imposible, no pudiendo establecerse relación alguna entre dos términos — el objeto y el sujeto — ambos en constante cambio. El discípulo de HERÁCLÍTO "Cratilo, concluyó por creer que ni siquiera se debe hablar; y se limitaba a hacer - 27 - señales con el dedo, y criticaba a Heráclito por haber dicho que no es posible sumergirse dos veces en el mismo río: a su parecer no es posible ni siquiera una vez". (ARISTÓTELES, Metafísica, IV, 5, 1010a). Sólo que, el flujo universal, es únicamente el primer momento de 1a especulación de Heráclito: es el dado por la experiencia, al cual él opone la exigencia de la razón y la necesidad religiosa de la unidad permanente; necesidad que Heráclito cree que se satisface únicamente por vía distinta a la experiencia sensible, o sea por el camino de la fe y de la autoconciencia. Ellas permiten descubrir la Razón eterna (Logos), inmanente en el hombre y en las cosas, armonía oculta e identidad de los contrarios, en la que, por ello, también entra y es explicado el flujo universal de los seres. Así, en esta explicación, la antítesis inicial de experiencia y de razón se elimina, conciliándose la oposición con la identidad, lo múltiple con la unidad, el cambio con la permanencia. Son, pues, tres momentos de un desenvolvimiento continuo, que tiene que ser aprehendido en su nexo íntimo: la experiencia del flujo,la exigencia racional de la permanencia, el reconocimiento de su identidad recíproca].32 Podemos, de esta manera, como primera aproximación sostener los siguientes conceptos filosóficos que se desprenden de la filosofía del efesino, a través de sus fragmentos, que en forma más profunda han sido desarrollados por diversos estudios y que tenemos que tomar en cuenta: d) Conceptos (provisionales) que se desprenden de la filosofía de Heráclito: • El Lógos (������): con una dimensión triple, íntimamente conectados entre sí, I) como palabra y discurso que se manifiesta a través de la razón universal y la del ser humano, la cual funciona como II) ley divina de carácter ético-normativo ����� (Dikeé), que abarca desde la naturaleza ! ���� (fýsis) al ser humano mismo, que es parte de ella y como III) ley constitutiva y posibilitadora de la realidad (la unidad de los contrarios). Explicación: el concepto de lógos es quizás el más difícil de explicar en la filosofía de Heráclito. Esta dificultad se debe en parte, porque es, Heráclito mismo, el primero en ocupar el término ������� en una dimensión filosófica. Estamos en presencia de un momento histórico, en el cual la terminología filosófica empieza a conformarse como tal. El desarrollo de esta terminología, como también la clara definición de los conceptos empleados por ella, será tratada más profundamente por Aristóteles en el libro “�” de la Metafísica, claro está, posteriormente. Historia del término: el sentido más obvio del término es el lingüístico, aunque proviene del verbo que primitivamente significaba “recoger” � ��" (légoo). Este verbo se asociaba a la acción de cosechar (y por ello lo de “recoger”) que según Mondolfo por consecuencia llega a significar “contar” y luego “decir” � �� ���(léguein), ya teniendo en 32 Mondolfo Rodolfo, El pensamiento antiguo, Ed. Losada, S. A. Buenos Aires, Traducción del italiano por SEGUNDO A. TRI, Cuarta edición: 15 -1 – 1959 (la negrilla es nuestra) p.48 - 28 - esta última aplicación de la palabra, un claro carácter comunicativo. La palabra ������, termina de esta forma siendo el sustantivo verbal del primitivo verbo � ��", que al ser sustantivado, adquiere la posibilidad de ser sujeto en la oración, y de ser traducido a nuestro idioma, como: “el discurso”, “la palabra”, “la razón”. Es por ello, que el término, tiene una carga semántica que reta al más cautos de los filólogos, o estudiosos del significado de las palabras, esto se debe principalmente a su uso histórico (divergente en apariencia), que se reinterpreta justamente con Heráclito en su sentido filosófico; “(…) ������, significa, primeramente (como nota Minar, “The logos of Heraclitus”, Class. Philol.1939) “cómputo, cuenta” (aun en frases como: “dar cuenta”, por “sufrir la pena”), de donde procede también un sentido de “medida”, que se conserva todavía en algunos fragmentos de Heráclito. Pero al lado de esta acepción de logos, otros fragmentos de Heráclito evidencian también un sentido de “discurso”, palabra, fama, valoración; y otros aun del mismo Heráclito, igual que varios pasajes de poetas y de la literatura pitagórica e hipocrática, muestran un significado de “proporción, razón matemática”; y además en Heráclito, Parménides, Demócrito, etc., aparece un sentido de “explicación, palabra, discurso, razón”, que a veces indica una “formula o norma”,es decir, una razón que es “ley”. Esta “razón” o “ley” aparece en lenguaje de los filósofos antiguos entendida ora como individual –en el sentido de principio o norma de los razonamientos en sus formas lógicas y de la dirección racional de la conducta para cada individuo-,ora como universal –en el sentido de razón o ley cósmica, generadora y dominadora de los procesos del universo-. Este último sentido universal se va extendiendo en la literatura filosófica a partir de Heráclito y Epicarmo hasta Platón, los estoicos, los neoplatónicos; pero en los estoicos el logos se convierte en el principio activo inmanente en el cosmos, que es al mismo tiempo fuego artífice y dios, razón seminal universal (…)33 Mondolfo recorriendo el difícil camino de las diversas interpretaciones del lógos, en su Heráclito p.130 y sgs., nos muestra la amplitud de significados del término, en distintos ejes temáticos, los cuales son: • Del Epos al Lógos Esta interpretación, trata las razones e hipótesis que llevaron al Efesino a la elección de la palabra lógos frente a epos (Berge), términos que aparentemente expresan lo mismo, pero que en la elección revela sus intenciones para su filosofía. • La interpretación lingüística del lógos La interpretación lingüística del término, es la que sostuvieron, investigadores como Burnet y otros, que veían un significado solamente de discurso, como el que profiere un profeta, u otros que lo veían como vínculo, ejercido por el lógos entendido como “palabra” como expresión de las cosas (Di Sandro) 33Mondolfo Rodolfo, Problemas y métodos…etc. p 218 - 29 - • La interpretación del lógos desde el punto de vista de los sagrados discursos El lógos visto desde la óptica de los sagrados discursos, es aquella interpretación que veía al término, como designadora especial de una serie de preceptos y doctrinas vinculadas en un principio a los pitagóricos, aunque en ellos no existe una diferencia clara entre los términos epos y lógos, este carácter especial que designa el lógos, sirve a Heráclito para replantear en dicha palabra una reformulación que permite diferenciar su “discurso” de los demás discursos. • La interpretación del lógos como ley del pensamiento (lógica) Esta interpretación sostiene, que el lógos, juega un rol subjetivo, puesto que es identificado como un contenido de la conciencia del sujeto que elabora un criterio de verdad (Herbetz), mientras que otros, no ven todavía en Heráclito una diferenciación clara entre lo subjetivo y objetivo. Más bien ven que concibe un mundo con parámetros lógicos, indicio claro que un espíritu lógico lo concibe (Wundt). Así lógos, también, sería entendido como una ley de necesidad interna del pensamiento, que entre otras cosas propicia la disposición filosófica (Reindhardt) • El lógos como “ley divina”, en el cosmos, en la polis y en el espíritu del hombre, (normativa) Esta interpretación ve al lógos el principio regulador del cosmos, o más bien, como el que comprende la ley del cosmos. La polis como una construcción humana, debe tener como fundamento esta ley del cosmos, estos es, que todas las leyes humanas deben mirar o deben tener como modelo al cosmos, una idea típicamente griega, como dice Mondolfo. En esta compenetración de cosmos y polis comparece el espíritu del hombre, en el cual también la ley del cosmos ejerce su gobierno, de esto se desprende una dimensión ética de la palabra, que debe influir en la conducta de los seres humanos (Jaeger) • El lógos como “voz de la verdad” Aquí lógos es mirado como la palabra que encierra en su significado una tri-unidad espontánea, típica de la mentalidad arcaica, que significa indistintamente; palabra, verdad, y ser, que vendría a corresponder en términos filosóficos; los valores lingüísticos, lógicos y ontológicos (Calogero), jugando así, la palabra un rol revelador - 30 - • El lógos como la armonía por tensiones opuestas Esta interpretación sostiene que palabra, es reveladora de la verdad eterna, que no viene a ser otra que la lucha (Gigon). La verdadera armonía, se establece sólo en una relación de pugna y no de equilibrio, este principio rige todas las cosas, incluso a los seres vivientes, y el lógos nos mostraría y se identificaría con aquella relación, de tensiones opuestas, que en su pugna forma la armonía De esta manera Mondolfo concluye que respecto a los significadosdel lógos se puede decir que; “En la variedad de aspectos y de matices que asumen todas estas diversas interpretaciones es evidente la exigencia que se impone a cada una de ellas en el sentido de superar los límites de la unilateralidad exclusiva: de las interpretaciones puramente lingüísticas o lógicas o cosmológicas se pasa al reconocimiento de la conexión recíproca entre los diferentes aspectos y entre el concepto de logos y otros conceptos esenciales de la doctrina heraclitea”.34 Por la misma senda de rastrear los significados de la palabra lógos Cappelletti, en “La filosofía de Heráclito de Efeso” p.65 y sgs., nos dice que el sentido más inmediato del término, es el lingüístico, por el hecho de implicar el “decir”, la “palabra”, y el “discurso” entre sus significados. Pero también junto con ello, ������, encierra un contenido noético, en el sentido que el signo gramatical encierra un significado operativo, es decir, como aquella “razón que elabora el pensamiento”, adquiriendo un sentido lógico. También según el mismo autor, ������, puede ser entendido como la “realidad misma”, lo que quiere decir que el término encierra un sentido ontológico, y esta realidad no sería otra, más que, la ! ����, que en Heráclito correspondería al Fuego. Para Cappelletti, la palabra ������, sin duda coincide, con el significado de “palabra” y “discurso”, pero ello, no significa una singularidad semántica, sino que el ������, que emplea Heráclito, en su esencia, es más que un mero “discurso”, sino que este “discurso”, coinciden con el �������eterno de la realidad y se identifica con él. Siguiendo con la idea del mismo autor podemos así sostener que el: - ������: es una “ley lógica y necesidad interna” del pensamiento - ������: como “palabra” en general y en el “discurso” del filósofo se vuelve particular - ������: como “Razón cósmica”, o sea como la “Razón cósmica y objetiva” 34 Mondolfo Rodolfo, Heráclito, Textos… etc. p.136 - 31 - - ������: como el fuego mismo, dotado de razón - ������: como el principio divino - ������: como “ley física”, esto en cuanto identificamos al ������, como “Razón cósmica”, que determina, según una fórmula unitaria, las relaciones del devenir y de la transmutación entre las partes del Cosmos. Junto con ello, tenemos la interpretación de Carlos Mazantini, que traduce Lógos, como verdad parlante35, (verità parlante) y articula el problema de las interpretaciones del lógos, de la siguiente manera; Iº) il termine (Logos) ha qui un significato dottrinale-oggettivo, universale e di valore (designando in Principio supremo)-o ha ivece un signifivato, come potrebbe dirsi, puramente bibliografico soggetivo particolare e di fatto (desiganado semplicemente lo scritto de Eraclito, il suo scritto, nel quale egli annunzia che dirà, e anzi dice sempre nel suo libro, che è ormai scritto per sempre; (quali cose dirà, di quali dottrine si tratti, rimaneando ancora pienamente da veder);-2º posto che il senso sia soltanto, o anche, prevalentemente o no, dottrinale-oggettivo, si tratterà d’un senso piuttosto metafisico, (realtà e principio di realtà), o gnoseologico (concetto vero, manifestativo di realtà), o logico (norma direttiva del pensiero), o linguistico-grammaticale (parola, struttura linguistica, anchèssa universalmente comunicabile), o parecchie di queste cose, o tutte queste cose insieme?36 De esta manera, si bien es cierto, que el concepto lógos, es usado de manera distinta y puede ser entendido solamente en un significado o varios a la vez, no es menos cierto que estas posibilidades nacen del mismo lógos, entendido como una unidad, pues, la fragmentación siempre proviene de una unidad originaria, la cual imprime su sello distintivo en cada una de sus partes, volviéndose más dinámico y diverso en estas manifestaciones, pero no por ello adversos entre sí, sino que más bien complementarios, 35 Podemos sumar a la lista de aquellos que han intentado traducir el término lógos, a Juan David García Bacca, quien traduce lógos como “Cuenta y Razón”, elección que explica de la siguiente forma: “Cuenta- y-razón; así traduzco la unitaria palabra griega ������, pues se verá por el sentido de los fragmentos I, 45, 50, 72 entre otros, que no puede traducírsela por “palabra” ni por “razón” sola, si no se engloba en la palabra “razón” el significado matemático general de “razón” de dos términos o relación “racional” entre magnitudes y cosas. Por esto he reproducido con la frase castellana “según cuenta y razón” dos de los sentidos del ������ griego. La palabra compuesta � ���������no puede tampoco traducirse por “según razón”, entendiendo por “razón” un tipo de dar razones de las cosas desligado de cuenta y número, sino que � ���������es “según cuenta y razón”. En virtud de esta fusión de razón-y-cuenta ciertos números que no admitían una expresión por cuentas finitas o por razones aritméticas corrientes se llamaron � ������, irracionales, no contra la Razón o Mente, sino contra o fuera de una razón numerante, constante. Esta “Cuenta-y-razón” que ha engendrado (����� �$��) todas las cosas, se halla encarnada e incorporada en el Fuego siemprevivo (� ��%"��) que se enciende y apaga � ����� mesuradamente, conmensurando o midiendo según proporciones o razones sencillas, según números racionales, sus cambios cíclicos. Esta propiedad “métrica” autoriza a transcribir el término ������ por “Cuenta-y- razón”. En “Los Presocráticos”, Fondo de cultura económica, México, 1979 p.250, Mondolfo agrega las traducciones de lógos hechas por Diels-Kranz: Sinn, Reinhardt: Weltgesetz. 36 Mazzantini Carlo, Eraclito, I frammenti e le testmoniaze testo e traduzione. Introduzione e commento, con un indice delle fonti, dei nomi, appendici critiche e bibliografia. Chiantore 1945 p.30 - 32 - tomando esto en cuenta, lo que aquí cabe, mejor emplear es el concepto de pluri- significación del lógos: (...) il ������ è termine essenzialmente plurisignificativo. Vi è un logos cosmico, in genere, che partecipa al Logos eterno (un fuoco cosmico, anche che partecipa al Fuoco divino); e vi è in particolare un logos umano, che media in certo modo fra i due,e in alcuni uomini –nella parole e nello scritto de alcuni pochissimi uomini –emerge sovrano.37 Existe, también una discusión por determinar las razones de la elección del término Lógos hecha por Heráclito (más atrás ya hicimos una pequeña mención a ello). Al respecto existen variadas hipótesis, la más sensata debe comenzar por un análisis del empleo del término hasta llegar a Heráclito. Esta maratónica tarea, la llevó a cabo el sacerdote brasileño Frei D. Berge quien investiga los usos de las palabras epos y lógos en la literatura griega desde Homero a Heráclito, análisis del cual llega a concluir: “que epos es mucho mas frecuente y logos mucho más raro antes de Heráclito, aun designando ambos la palabra humana, la narración, el canto; pero epos con un carácter de mayor elevación y pasando después, especialmente, a consignar la poesía épica y parcialmente la homérica; y logos adquiriendo en una época reciente, también los sentidos de enumeración argumento, proporción. Pero, según Berge, la elección de Heráclito estaría en conexión con su polémica con la épica, por lo que invertiría la relación de valor entre los dos términos, elevando logos a la dignidad de palabra genuina, enunciadora de un contenido inteligente y rebajando epos al lenguaje inexpresivo del vulgo” 38 Siguiendo con la misma idea Cappelletti, explica la elección de la palabra lógos versus epos, desde el punto de vista semántico que revisten ambos términos en la filosofía de Heráclito, pues, epos expresa un conocimiento que surge de la opinión, puesto que es un término que señala un “discurso” de naturaleza particular y fantástico
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