Actitud_ante_el_sida_en_enfermeria_Un_an

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Actitud ante el SIDA en enfe rmería. Un análisis de las 
diferencias entre estudiantes y profesionales 
Joaquín Tomás-Sábado y Amor Aradilla Herrero 
El objetivo de este trabajo fue realizar la comparación de las actitudes ante el SIDA entre 
estudiantes y profesionales de enfermería, mediante las respuestas a la Escala de Actitud 
ante el SIDA para Enfermería (EASE) de 250 estudiantes y 192 profesionales. 
Los resultados obtenidos muestran que, en general, los estudiantes presentan una actitud 
más favorable ante el fenómeno VIH/SIDA. Asimismo, se observa que la edad correlaciona 
negativa y significativamente con la actitud en la muestra de profesionales, pero no en los 
estudiantes. 
El análisis de las respuestas a los ítems individuales de la escala pone en evidencia que, a 
pesar de los esfuerzos realizados durante estos años en programas de formación, todavía 
persiste un cierto grado de actitudes negativas y déficit de formación con respecto a la 
enfermedad y sus afectados. 
Palabras clave: VIH-SIDA, actitudes, enfermería. 
 
INTRODUCCIÖN 
La infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) representa uno de los
problemas de salud pública de mayor gravedad que ha tenido que afrontar nuestro país en
los últimos años y cuyo costo humano, social y económico la ha convertido en uno de los
más importantes retos sanitarios (1). 
A lo largo de las dos décadas que nuestra sociedad lleva conviviendo con el VIH/SIDA
hemos asistido a importantes cambios en su consideración, pronóstico y actitudes hacia la
enfermedad y hacia las personas afectadas por ella. El desarrollo de los tratamientos
clínicos para los pacientes con VIH ha cambiado en los últimos años, lo cual ha supuesto
variaciones trascendentales en el pronóstico de la enfermedad, en la evolución de la
epidemia y en la utilización de los recursos sanitarios (2). El éxito de los nuevos tratamientos
antiretrovirales ha supuesto una drástica reducción en la incidencia de casos de SIDA y en
la tasa de mortalidad por la enfermedad (3), que ha pasado, de constituir una afección
aguda y terminal, a adquirir prácticamente las características de un proceso crónico. 
 
Sin embargo, ni el presente ni el futuro invitan al optimismo. En palabras de Luc Montagnier,
científico francés descubridor del VIH, aún estamos lejos de conseguir el control de la
epidemia y sólo el hallazgo de una vacuna permitiría poner freno al avance de la infección.
Lo cierto es que hasta el momento, más de 20 millones de personas han muerto debido al
virus del SIDA y el último informe de las Naciones Unidas prevé que alrededor de setenta
millones de personas morirán antes del 2020 (4). 
Además, el fenómeno VIH-SIDA ha puesto también de manifiesto las sangrantes diferencias
que separan el mundo industrializado del llamado Tercer Mundo. En el África subsahariana,
donde el SIDA es la primera causa de muerte, se considera que la enfermedad puede
acabar con toda una generación y las más pesimistas tendencias ya se están observando
en Asia y en la Europa del Este (5). 
 
Por otra parte, la eficacia de los nuevos tratamientos ha llevado consigo un relajamiento de
las medidas preventivas, especialmente por lo que respecta a las conductas sexuales de
riesgo. En nuestro medio, los nuevos diagnósticos de infección por HIV confirman el
descenso de los casos provocados por el uso de drogas por vía parenteral, mientras que se
observa un incremento porcentual de la transmisión del virus por relaciones heterosexuales,
especialmente en los grupos de edad más jóvenes, hasta el punto que puede asegurarse
que actualmente existe una importante subepidemia heterosexual (6). Es evidente que, hoy
en día, la mayoría de los adolescentes han tenido experiencias sexuales y muchos de ellos
tienen una actividad sexual plena y habitual (7), a menudo, antes que hayan adquirido las
habilidades necesarias para evitar el contagio del SIDA (8). 
A partir de esta inquietante realidad, la actuación más eficaz pasa por la reactivación de las 
campañas de prevención y educación, en el desarrollo de las cuales desempeñan un papel
fundamental los profesionales de enfermería, en cuanto constituyen los principales agentes
directos de educación para la salud en nuestro sistema sanitario. 
 
Sin embargo, esta labor educadora puede estar mediatizada por las creencias y actitudes
que la enfermera presente ante el fenómeno del SIDA y sus afectados. Aunque se ha
constatado que la gran mayoría de los profesionales de enfermería tienen conocimientos
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precisos sobre los mecanismos de transmisión, en los estudios sobre actitudes es frecuente
la elección de alternativas inadecuadas que expresan conductas irracionalmente precavidas
(9) y actitudes negativas (10). Asimismo, el contexto social y cultural puede provocar
diferencias en conocimientos, actitudes y creencias ante un tema, como el HIV/SIDA, que
presenta tan importantes componentes ideológicos (11). 
En este contexto, diversos autores han apuntado la importancia de la formación de los
estudiantes de enfermería en el pregrado y su relación con la actitud que mantendrán hacia
el SIDA en su futuro profesional (12). La revisión de la literatura sugiere que muchos
estudiantes manifiestan temor a la transmisión ocupacional de la enfermedad y que las
intervenciones educativas mejoran sustancialmente sus actitudes ante estos enfermos (12-
15), poniendo de manifiesto la importante responsabilidad de los educadores en la
preparación de los estudiantes para el cuidado de las personas con SIDA (16). 
 
Los objetivos de este trabajo son profundizar en el análisis de la actitud que los estudiantes
y profesionales de enfermería mantienen ante el fenómeno del SIDA y comparar las
actitudes de ambos colectivos, utilizando para ello las puntuaciones obtenidas en la Escala
de Actitud ante el Sida para Enfermería (EASE). 
 
MÉTODO 
Sujetos 
Para la realización del estudio se utilizaron dos muestras incidentales. La primera de ellas
estaba compuesta por 250 estudiantes de los tres cursos de la Escuela Universitaria de
Enfermería Gimbernat, adscrita a la Universidad Autónoma de Barcelona. La segunda
muestra estaba compuesta por 192 profesionales de enfermería, que desarrollaban su labor
en diversos centros hospitalarios de la provincia de Barcelona. 
 
Instrumento 
La recogida de datos se efectuó mediante la Escala de Actitud ante el SIDA para Enfermería
(EASE) (17). La EASE es una escala tipo Likert de 21 ítems con cinco opciones de
respuesta cada uno de ellos. Estas opciones van desde el total acuerdo al total desacuerdo
con el reactivo propuesto. La puntuación asignada a cada ítem, en función de su dirección
es de 5 a 1 (5 para el total acuerdo y 1 para el total desacuerdo) para los ítems Nº 3, 5, 7, 8, 
11, 14, 15 y 21; y de 1 a 5 (1 para el total acuerdo y 5 para el total desacuerdo) para los
ítems Nº 1, 2, 4, 6, 9, 10, 12, 13, 16, 17, 18, 19 y 20. Los dos extremos de puntuación de la
escala están constituidos por una puntuación máxima de 105, que indica las actitudes más
positivas; y una puntuación mínima de 21, que indica las actitudes más negativas y
prejuiciosas. En el Anexo figuran los enunciados de los 21 ítems de la EASE. 
 
Procedimiento 
Los cuestionarios se administraron colectivamente a los estudiantes por los propios
profesores en el transcurso de su horario docente, mientras que los profesionales lo
respondieron de forma individual en sus centros de trabajo. En ambos casos se solicitó
previamente la colaboración voluntaria, garantizando la confidencialidad y el anonimato. Los
datos se tabularon y analizaron mediante el paquete estadístico SPSS 12.0 para Windows,
calculándose estadísticos descriptivos, porcentajes, coeficientes de correlación de Pearson
y prueba t de Student para muestras independientes. 
 
RESULTADOS 
De los 250 estudiantes que respondieron al cuestionario, 224 (89,6%) eran mujeres y 26
(10,4%) hombres, conuna edad media de 22,12 (DT = 4,53) años y un rango de 17 a 43
años. En la muestra de 192 profesionales, 174 (90,6%) eran mujeres y 18 (9,4%) hombres,
con una media de edad de 38,51 (DT = 8,97) años y un rango de 22 a 58. 
En la tabla 1 figuran las puntuaciones medias y desviaciones típicas en el total de la EASE y
en cada uno de los ítems para los estudiantes y los profesionales, así como los valores de la
t de Student y significación (p) de las diferencias entre ambos colectivos. Se observan
diferencias estadísticamente significativas en el total de la escala y en nueve de los ítems,
en todos los casos con una actitud más positiva en los estudiantes excepto en los ítems 8 y
12, donde la actitud más positiva corresponde a los profesionales de enfermería. 
Tabla 1. Puntuaciones medias, de sviaciones típicas, valores t y 
significación de la diferencia para las puntuaciones totales de la 
EASE y cada uno de los ítems en estudiantes (N = 250) y 
profesionales de enfermería (N = 192) 
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Con objeto de poder analizar de forma pormenorizada la actitud de estudiantes y
profesionales en cada uno de los ítems de la EASE, la tabla 2 contiene los porcentajes de
respuestas directas para cada una de las opciones en las dos muestras. 
Media (DT)
Estudiantes 
Media (DT) 
profesionales t Signif. (p) 
EASE 81,16 (9,11) 78,93 (9,05) 2,58 0,009** 
Item1 4,87 (0,58) 4,74 (0,44) 2,63 0,009** 
Item2 3,52 (1,16) 3,28 (1,15) 2,12 0,035* 
Item3 4,49 (0,97) 4,48 (0,89) 0,14 0,887 
Item4 3,35 (1,37) 2,89 (1,23) 3,69 0,001** 
Item5 4,54 (1,09) 4,50 (1,19) 0,33 0,742 
Item6 4,58 (0,92) 4,55 (0,79) 0,29 0,773 
Item7 4,09 (1,28) 4,31 (1,18) -1,85 0,064 
Item8 3,36 (1,45) 3,64 (1,37) -2,01 0,046* 
Item9 4,24 (1,22) 4,19 (0,94) 0,45 0,649 
Item10 3,41 (1,44) 2,28 (1,28) 8,53 0,001** 
Item11 4,54 (1,11) 4,65 (0,76) -1,17 0,241 
Item12 3,12 (1,44) 3,73 (1,35) -4,56 0,001** 
Item13 2,49 (1,32) 2,54 (1,24) -0,40 0,688 
Item14 2,37 (1,23) 2,26 (0,96) 0,99 0,319 
Item15 3,52 (1,44) 3,35 (1,16) 1,28 0,203 
Item16 4,03 (1,25) 3,56 (1,13) 4,07 0,001** 
Item17 4,20 (1,15) 4,15 (1,12) 0,53 0,595 
Item18 4,46 (0,97) 4,50 (0,79) -0,51 0,610 
Item19 4,26 (1,17) 4,02 (1,36) 2,76 0,006* 
Item20 3,72 (1,47) 3,32 (1,49) 2,76 0,006** 
Item21 4,02 (1,34) 3,99 (1,40) 0,23 0,816 
*p<=0,05; *p<=.0,01 
Tabla 2. Porcentaje de respuestas directas a cada una de las opciones de los 
ítems de la escala, para estudiantes y profesionales 
Total acuerdo Moderado acuerdo 
Ni acuerdo ni 
desacuerdo 
Moderado 
desacuerdo 
Total 
desacuerdo 
Item Estud. Profes. Estud. Profes. Estud. Profes. Estud. Profes. Estud. Profes. 
1 1,2 0,0 1,2 0,0 0,4 0,0 3,6 26,0 93,6 74,0 
2 4,4 9,4 14,4 12,5 33,6 33,3 20,4 30,2 27,2 14,6 
3 70,8 63,5 18,0 29,2 3,6 2,1 4,8 2,1 2,8 3,1 
4 13,2 15,6 14,8 22,9 23,2 30,2 21,6 19,8 27,2 11,5 
5 80,4 83,3 7,6 2,1 2,8 2,1 3,6 6,3 5,6 6,3 
6 2,8 3,1 3,2 0,0 3,2 0,0 15,2 32,3 75,6 64,6 
7 56,0 67,7 21,2 12,5 6,0 8,3 9,6 6,3 7,2 5,2 
8 28,4 34,4 29,2 30,2 7,6 11,5 20,0 12,5 14,8 11,5 
9 6,0 0,0 8,4 11,5 4,4 2,1 18,4 42,7 62,8 43,8 
10 15,4 36,5 13,6 26,0 18,8 18,8 20,0 10,4 32,4 8,3 
11 80,4 76,0 8,8 16,7 0,8 5,2 4,0 0,0 6,0 2,1 
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Asimismo, se calculó la correlación entre la edad de los sujetos y las puntuaciones totales
obtenidas en la EASE. La tabla 3 contiene el valor de estos coeficientes y su significación
estadística (p) para estudiantes, profesionales y para el total de la muestra estudiada. 
DISCUSIÓN 
Los objetivos de este estudio fueron comparar las actitudes ante el SIDA entre profesionales
y estudiantes de enfermería. 
 
Los resultados obtenidos evidencian una actitud más positiva en los estudiantes en relación
a los profesionales (t=2,80; P<0,05), coincidiendo con Rondahl et al (18), quienes, en un
estudio realizado con enfermeras y estudiantes de enfermería de Suecia, encuentran que,
en general, ambos colectivos expresan actitudes empáticas hacia los pacientes
seropositivos y un bajo grado de miedo al contagio, aunque, tanto la actitud como la
predisposición a trabajar con estos enfermos, es significativamente más positiva en los
estudiantes que en los profesionales. Por otra parte, las puntuaciones obtenidas en la EASE
por nuestra muestra de enfermeras son muy similares a las obtenidas por otros
investigadores que han utilizado la EASE como instrumento de evaluación (19). 
La mayor diferencia de puntuación media se encuentra en el ítem 10 (el seropositivo debe
ser identificado como tal) que, de alguna manera refleja el temor de los profesionales a la
realización de cuidados y de técnicas de enfermería, sin tener conocimiento de la realidad
infecciosa del paciente, tal como se expresa en otros trabajos (20). Los estudiantes, por su
parte, parecen estar más informados de las medidas universales de protección, de
implantación relativamente reciente. 
Los dos únicos ítems en los que los profesionales puntúan significativamente más alto que
los estudiantes (ítems 8 y 12) corresponden a enunciados que podrían considerarse más
relacionados con el conocimiento específico de la realidad de la enfermedad y el ámbito
hospitalario, donde los profesionales, evidentemente, muestran una mayor competencia. 
 
El análisis de los porcentajes de respuesta a cada una de las opciones de los ítems de la
EASE (Tabla 2) deja patente que todavía existe un déficit de información y un considerable
grado de actitudes defensivas y prejuiciosas. 
Llama la atención especialmente que el 30,2% de los profesionales y el 26,6% de los
estudiantes estén de acuerdo con la necesidad de utilizar guantes siempre que se toque a
un enfermo de SIDA (ítem 20). Aunque estas cifras podrían relacionarse con un alto grado
de desconocimiento acerca de los mecanismos de transmisión de la enfermedad, pensamos
12 16,8 10,4 22,8 11,5 17,6 10,4 17,6 30,2 25,2 37,5 
13 28,4 27,1 29,2 24,0 18,0 21,9 13,6 21,9 10,8 5,2 
14 7,2 0,0 11,2 11,5 24,0 28,1 26,4 35,4 31,2 25,0 
15 35,6 15,6 22,4 33,3 12,4 32,3 17,2 8,3 12,4 10,4 
16 6,8 5,2 8,8 15,6 9,6 16,7 24,0 42,7 50,8 19,8 
17 4,0 5,2 7,6 5,2 11,2 9,4 18,4 30,2 58,8 50,0 
18 3,6 0,0 2,0 4,2 7,2 6,3 19,6 25,0 67,6 64,6 
19 6,4 13,5 5,2 2,1 4,8 3,1 23,2 31,3 60,4 50,0 
20 13,6 21,9 12,8 8,3 6,4 11,5 22,8 32,3 44,4 26,0 
21 55,6 55,2 17,2 17,7 8,8 10,4 10,4 4,2 8,0 12,5 
Tabla 3. Coeficientes de correlación de Pearson (r) y su 
significación (p) entre las puntuaciones de la EASE y la edad, para 
estudiantes, profesionales y muestra total 
 Correlación (r) Significación (p) 
Estudiantes (n = 250) 0,061 0,335
Profesionales (n = 192) -0,168 0,020* 
Total (n = 442) -0,139 0,003** 
*p<=0,05; **p<=0,01
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que son, más bien, debidas a la generalización del uso de los guantes en la realización de
las técnicas de enfermería, especialmente en las generaciones más jóvenes de
profesionales y en las prácticas de los estudiantes. 
En cuanto a la relación entre la edad y las puntuaciones de la EASE, la correlación es
negativa y significativa en el colectivo de profesionales, pero no en los estudiantes. Aunque
es evidente que el rango de edad de los estudiantes es considerablemente inferior, los datos
sugieren que, mientras la intervención docente actúa sobre la actitud de forma homogénea,
independientemente de la edad de los alumnos, en el caso de los profesionales el paso del
tiempo y la experiencia profesional parecen provocar un deterioro de la actitud ante el SIDA.
No obstante, sería necesario profundizar en este aspecto, mediante estudios posteriores
que permitiesen establecer con mayor precisión a asociación entre estas variables. 
 
En conclusión, los resultados reflejan ciertos aspectos de las actitudes,tanto de
profesionales como de estudiantes que deberían mejorar. Aunque en los últimos años se ha
venido trabajando activamente en los centros sanitarios en la implantación de programas de
formación en los aspectos relacionados con las características y mecanismos de
transmisión del VIH/SIDA, lo cierto es que el aumento de los conocimientos no parece tener
un reflejo suficiente en los cambios de actitudes (10). 
Anexo. Ítems de la escala de Actitud ante el SIDA para 
enfermería 
1. El SIDA no afecta a las parejas heterosexuales 
2. Los fetos contagiados con el virus del SIDA deberían 
abortarse 
3. No existe ningún peligro en el hecho de que los portadores 
del virus del SIDA utilicen restaurantes y bares públicos 
4. No debe permitirse que las mujeres seropositivas queden 
embarazadas 
5. El SIDA es un problema de todos 
6. La atención continuada a un enfermo de SIDA es sinónimo 
de contagio 
7. El portador del virus del SIDA tiene derecho a que se 
guarde el secreto médico de su diagnóstico 
8. En las actividades cotidianas no hay ningún riesgo de 
transmisión del virus del SIDA 
9. Los enfermos de SIDA deben ser aislados del resto de 
enfermos 
10. El seropositivo debe ser identificado como tal 
11. Ser portador del virus del SIDA no debe ser obstáculo 
para acceder a la educación y el empleo 
12. Deberían crearse hospitales específicos para enfermos 
de SIDA y portadores 
13. El SIDA es la mayor plaga de nuestro tiempo 
14. El enfermo de SIDA debe ser considerado una víctima 
del sistema social 
15. El ser portador del virus del SIDA no debería ser 
impedimento para poder adoptar un niño 
16. En el hospital, un portador del virus del SIDA no debería 
compartir habitación con una persona no infectada 
17. No me resultaría agradable trabajar con un compañero 
portador del virus del SIDA 
18. Los niños portadores del virus del SIDA deberían acudir a 
clases especiales 
19. Como medida de precaución debemos evitar el contacto 
con los enfermos de SIDA y portadores 
20. Siempre que toquemos a un enfermo de SIDA debemos 
utilizar guantes 
21. La prueba del SIDA debe ser voluntaria y anónima 
 
BI BLI OGRAFI A
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Joaquín Tomás-Sábado. Diplomat en Infermeria. Doctor en Psicología. 
Amor Aradilla Herrero . Diplomada en Infermeria. Llicenciada en Ciències de la Comunicació. 
Professors titulars de la Escola Universitària d'Infermeria Gimbernat. Universitat Autònoma de Barcelona. 
Correspondència: Joaquín Tomás-Sábado.Escola Universitària d'Infermeria Gimbernat. 
Avinguda de la Generalitat, s.n.. 08174 Sant Cugat del Vallès (Barcelona). Telf.: 935893727 - Fax: 935891466 
 
 
 
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