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BOLETIN ' La introducción general a la Sagrada Escritura en el Ultimo decenio seu Heneneutica sacra in otrmes lv־ bros V. et N. Foederis. Turm, ألألاًا . Lusseau-Collomb: Manuel d’étáes bi· bliques. T. I. I^trod^ctio^ genérale, Paris, 1936. Manson, T. w.: a companion to the Bible, Mioni, ٧٠ : Manuale biblico, Turin, 1935. ,T.*. Introduction to Scripture ,ונ1 New York, 1938.' Nieto, Y.*. Introducción al estudio de la Sgda. Escritura, Madrid, 1934. Yus, N.·. Unsere Bibel. Die Leben squelle del وتمر. Schrift3, Paderborn, 1935. YiEE, ة.ا . Ludendorff und die Hl. Schrift. Antwort auf die Schrift: الة as grosse Entsetzen. Die Bibel nicht Got- tes Fort», München, 1937. Ymoo, 3٠٠٠ Pro^adeutica Biblica siue In- troductio3..., Turin, 1938. Renié, ل. : Manuel d’Écriture Sainte. I: Introduction genérale5..., Lyon, 1945. RicciOTTi, G. : Bibbia e non Bibbia2, Brescia, 1935. Richardson, a. : Preface to Biblestudy, London, 1943. YlOirt, Κ.-Tricot, K.*. Initiation biblL que. Introduction à 1١étude des Saintes Écritures, Paris, 1939. Roschini, -G. M. : Introductio biblka scholarwn theologicarum usui accora- modata, Vicenza, 1940. Ayer, I. O. M. Cap. : Compendium in- troduct-ionis generalis in uniiiersam Scripturam, Roma, 1939. A YUSO, T. : Los grandes problemas de ־ la Biblia. 1. Tolle lege. Problemas de indole preliminar, Zaragoza, 1940. Ckstellio, G.*. Che. cosa e la Bibbia. Vol. I: Il popolo e il libro. Vol. II: Natura, diffusione e inter^retasione, Turin, 1941. Giren Yrnt, y..*. Lecciones biblicas, 0 sea Curso de s. Escritura, Ymxclo- na, 1943. Chasles, m.: Pour lire la Bible, Paris, 1935. Cheminant, P. : Précis d’introduction à .la lecture et à 1١étude des s. Ecritures, Paris, 1940. (,ΟΙΊΙΙ, Y. e.*. The Stud׳؛) of the Bible, Chicago, 1937. Dougherty, ل. c. : Outlines of Bible Study, New York, 1937. Ynhietir, 1.·. The Bible Guide Book. A companion to Bible Study, London., 1936. Geslin, c. : Petit manuel biblique, Sées. (Orne), 1935. Goupil, K. K.-. La Réglé de Foi, 1.11·. La Sainte Écriture: Inspiration, Inter- prétation, Canonicite, Paris, 1936. FOpflGut: Introductionis in SS. Libros compendium. Vol. I : Introd. genera- !¿!4, Roma, 1940. ^NNSSENSIORMI ־. Introductio Biblica لم 230 ESTUDIOS BÍBLICOS.—-Félix Puzo, s. I. ' La tercera edición de la introducción׳ general es de 1946. StraubingEr-Bärtle: Praktisches Bibel- Handbuch, Stuttgart, 1936. W\CCM1٠1٠. Lo Studio delta Sacra Scrlt- tura. Lettcra delta Pout. Comm. ma, 1.943. Zarb, s. : li canpne bíblico, Roma, 1938. — Il testo biblico, Roma, 1939 (1); Scattolon, j. : Cursus Scripturae Sa- crae. L־. Introductlo generalis, Τ2Λ\τ*\- sii, 1940. Schm, ًنا .-. Lebendige Bibelerfassung1 2, Leipzip-Hamburg, 1936. Steinmueller, j. E..: a companion to Scripture studies, 3 vols. (I : A ,gene- ral introductio to the Bible, II : Special introduction to the O. T., Ill : special introduction- to'the N. T.), New York. Hemos de confesar ya desde la primer^ linea que la copiosa-ma- teria, pertinente al boletín que se nos suplica) nos impone ciertas licitaciones. El periodo e۶'demasiado largo y la cantidad y variedad de O liras desconcertante. Forzosamente la mirada lia de ser más pa- norámica que particularizada : juicios más bien sintéticos que ana- .ticos'״ Por otra parte, es un momento el actual, -en que un recuento de la -actividad literaria en este sectol de las ciencias bíblicas puede ser־ de ulterior interés, ya que, si por una parte desde después 'de nqestra guerra- no ban aparecido boletines bíblicos en la revista, por otra, la publicación de la reciente encíclica Dimno afflante spiritu hace- esperar un remozamiento de la cienc.ia isagógica que comenzamos ya a presentir y columbrar. .Las normas sapientísimas ־emanadas ׳de Roma han despertado vivísimo interés en todos los escriturarios, y prometen crear un ambiente favorabilísimo a un. desarrollo más am- plio y fecundo de muclias, cuestiones introductorias. La primera difi.cultad con que tropezamos es la variedad de temas tratados en las introducciones. Quedan reservadas por la dirección de la revista para sendos boletines la Arqueología bibl.ica y ,Critica .textual. Aun eliminadas éstas, de las cuales la segunda por lo, me- nos caería perfectamente dentro de nuestro plan,, se 'advierten en los- . autores de obras de introducción varias tendencias. (1) Como .se habrá ,visto, tomaihos lo de decenio con una cierta holgura. Incluí- mos, algunos, libros-que, aunque publicados algo antes,' de hecho, por circunstancias- de todos,bien conocidas, no pudieron entonces llegar a manos del público o atrave- sar los aledaños hispánicos. ComO se verá a lo largo del boletín, muchos otros- libros.y artículos pudie؟an citarse,, que 'preferimos reservar para las notas־. Aquí hemos escogido y puesto 'por ,orden alfabético de autores aquellos a los que se- dedicará un especial interés. 23LA INTRODUCCION GENERAL A LA SAGRADA ESCRITURAل La mayor parte de las introducciones generales están preparadas con miras a ser libros de textoo amplios 0 .mero guión ,que ha d٠e ser comentado poi־ la ١dva voz del profesor—para universidades y sem؛- narios donde se hace luego un curso de introducción especial y exé- gesis. Estas abarcan las ׳consabidas partes de Inspiración, canon, texto, 'versiones y Hermenéutica. Hay, con todo, quienes quieren aislar la Hermenéutica de la introducción (2), y son varios los ma- nuales en los que no encontra'mos tampoco Ja doct.rina de la inspi- ración, ya que ésta, como formando parte de la Teologia fundamen- tal, encuentra su tratado especial en ella (3). Otro tipo de introducciones generales a la Biblia extienden mu- cho más el horizonte, precisamente porque no se presentan como pre- paración para estudios más amplios, y a las cuestiones ya dichas se agregan ,la arqueología, geografía e historia, y no raras veces una síntesis de los libros del Viejo y Nuevo Testamento co'n los׳ princi- pales problemas que ellos ,plantean. Son pequeñas enciclope'dias bibb- cas, que quieren reunir en poco espacio lo que una persona culta no puede ignorar sobre la Biblia 0 hacer׳ apetecer un estudio más am- plio del libro sagrado. Ordinariamente son libros 'de los que llama- mos de alta vulgarización en todos y cada uno de' los grados de ele- vación cultural. Un tercer grupo de oblas puede considerarse más bien como mo- nografias ׳en torno a algún 'punto introductorio especialmente inte- resante (necesidad- de la Biblia,- ^portancia, consejos para su le.ctu- ra, puntos -discutidos sobre el sentido 'de la .Escritura, la inspiración, los géneros literarios, etc.'). Vayám.oslos recorriendo segUn los grupos indicados. El p. Ayer, capuchino, publi'Caba en 1939 su Compeium intro- ductionis generalis. Era ya esperado, pues ocho años antes se había 2 3 (2) Cf. s. Rosadini : Institutiones introductoriae in libros Novi Testamenti (Romae, 1938), p. 1: «Verum quidem est quosdam auctores addere etiam Herme- neuticam saeram et Inte'rpretatioids historian!, sed convenientius etiam de his seor- sim, slcut liodie plerumque fit (؛ ?), tractatio inStituitur.» (3) Asi las nociones introductorias de Rosadini, que quedaban completadas en .la Universidad Gregoriana por el tratado de -inspiración del p. s. Tromp (De s. Scripturae InspiratiOnes, Roma1936 ,׳). ESTUDIOS BÍBLICOS.—Félix Puzo, s.. 1.232 adelantado a salir en Lucerna el tomo segundo de la obra (4), redac- tado por el mismo autor. Posteriormente, un hermano suyo en reli- giOn, el p. Morant, nos ha dado un tercer tomo: la introducción especial a los libros del N. T. (5). Concretándonos a la introducción general nos encontramos ya con la laguna del tratado de Inspiración, que nos imaginamos habrá dejado.el autor para la clase de Teologia fundamental ًا no estarla de más un prologuito 0 nota preliminar en que nos lo hubiese adver- tido ًا de lo contrario, el titulo puede resultar ambicioso. Se ve la ten- dencia a reducir y compen-diar,lo que si puede ser Util para las cues- tienes históricas,, no siempre :lo juzgamos conducente en puntos doc- trinales que parece requerirían, mayor desarrollo : Si quisiésemos hacer labor de critico, notaríamos en ׳el com- pendio varios pormenores que no acaban de satisfacernos : la term؛n010gía y explanación de lös s.entido's típico y consecuen- te (p. 67-74) pudiera mejorarse. Complicada e inexacta encon- tramos también la ׳distinción entre el profeta del A. T. y el hagiógrafo, 0 entre lo que -él llama inspiratio ad loquendum e inspiratio ad scribendum (p. 11). No se puede decir mayor la primera, sino que son carismas distintos, que no admiten comparación cuantitativa. La -división en tr-es partes : canon, incorrupción de la Sagrada Es- critura e interpretación, no orienta sobre la materia com'prendida en la segunda parte ًا .los subtítulos nra hacen ver que se trata de las cuestiones sobre el texto, versiones y critica textual. Con singular modestia se -presentó entre nosotros 'el curso de Sagrada Escritura del recientemente !fallecido p. Cirera Prat, filipen- se. Un curso de Sagrada Es'critura en castellano era la aspiración de tantos jóvenes y consiliarios*de'Acción católica, pero requería una' mayor altura. Desde las páginas de esta revista 6)־) fué el dignísimo Lectoral de Madrid quien hizo una critica del libro, casi׳ Ibamos a decir excesivamente severa. Conste en descargo del difunto Padre que éste no aspiró a hacer un libro, sino que con sus apuntes esco- lares se lo encontró hecho, y -fueron entonces personas -amigas quie- nes le animaron-a imprimir una obra que siempre' el autor confesó ي١ Introdictxo specialis in libros ντ٠, 1! ة1\\اة IL (5) Morant O. M. Cap., Introductio specialis in libros Af. T., Roma, 1940. (6) Estudios Bíblicos, 3 (1944), 103-165. 233LA INTRODUCCIÓN GENERAL A .LA SAGRADA ESCRITURA se había hecho a retazos de tres o cuatro buehos manuales, y que, por tanto, no tenia nada nuevo. El prólogo en־ este punto es absolu- tamente ingenuo. ٠ ٠ Quien quisiere utilizar este libro, hoy poi* hoy Unico en castella- no que trate estas materias, será bueno que atienda a las deficiencias, que notó ya el doctor Enciso : Con relación a la introducción general son : ciertas in- exactitudes al hablar de la naturaleza de la inspiración (ρ.22- ًا (27 la escritura defectuosa del nombre de Dios (lawhe) en varios lugares ًا la confusi.ón sobre la actuación de s. Jeróni- mo en la traducción de Ja Vulgata y particularmente del Sal- terio (p. 81).- Bien conocidas son de nues'tros escriturarios las cualidades deJ manual ׳de Cheminant ׳en dos volúmenes, Cltyas ediciones s٠e repiten. En' la de 1910 se procuró poner al día, las no'tas principalmente bibliográficas e informes. extrabibli'Cos. Se añadió además como apén- dice la traducción francesa de las encíclicas Providentissimus y spi- ritus Paraditm. Con el concurso y colaboración de su' hermano, nos ha dado M. l’abbé Pierre Cheminant -una t.ercera edición. Ha merecido ade- más la traducción italiana. Los autores se proponen esbozar las grandes lineas de la histo- ría de ambos Te'stamentos, haciendo ver asi cómo, los diversos libros de la Biblia forman un todo armonioso' y son los rayos de una mis- ma luz. Esta orientación ha guiado la selección de dato's -positivos y bibliografía, procurando, si, la erudición, pero aquella de mejor ley que, nos hace penetrar en la 'trama histórica y־ gustai* además el libro'sagrado. ,,El,primer voluihen es como una historia fiteraria de la Biblia. El segundo entrá de lleno en la introducción general : es la expo- sición metódica del reconocimiento por la׳ Iglesia de los libros sa- gr.ados y canónicos,, conservación del texto, doctrina de la inspira- ción y normas 'sobre 1-a interpretación, estudio y lectura de losjibros sagrados. 'Tiene páginas 'muy sabrosas y Utiles sobre la asidua lec؛u- ra de la Biblia, y en general se distingue׳ por la sobriedad׳ en las muestras de (erudición, la claridad de .expresión y aun una cierta unción que recrea el alma al par quela instruye.. Un tomo sobre introducción general a la Sagrada Escritura' ha ٠ ESTUDIOS BÍBLICOS.—Félix Puzo, s. I.'234 venido a complétai y rematar el ciclo c.ompleto de teología, en, fra'n- cé's en 14 tomos que venia desarrollando 'Goupil con singular maes- ' tria y excelente presentación tipográfica. Es el tomo segundo de .los dos que dedica a La Règle de Fâ y tiene por subtitulo La Samte Ecriture : lustration, Interpretation, CanonicitC. 0\ ي*\ة dt 1 pro־ fesor que ha pasado varios lustros en la cátedra con, vocaciOn ׳de en- señar y sabe perfectamente 0ا ^ue debe enseñar y cómo 10־ debe en- sefiai־. Puede llamar la atención que corone su obra de tanta enver- gadura con un volumen que parece debiera ser más bien fundamen- tal. Creemos que habrán sido motivos de adaptación al auditorio los que le habrán aconsejado proceder ؛asi. Las delicadas cuestiones que este volumen se plantea son tratadas con gran actualidad, aprove- ch'ando sólidos trabajos y añadiendo su preciosa experiencia docente. Muy bien reputados, y con razón, están en nuestras universida- des eclesiásticas los textos, escriturarios, del benedictino p. HOpfl, que pudo hacer tres ediciones ׳en ,vida. Al fallecer el año 1934 quedó e؟cargado de las nuevas 'ediciones 'SU sucesor ٠en la cátedra de San Anselmo (Roma) el p. Gut, que es quien presenta la ׳cuarta. De los textos que hasta ahora, llevamos analizados, es éste ׳el que represen- ta más genuinamente el tipo clásico de nuestras aulas eclesiásticas, tan'to por las cuestiones tratadas (inspiración, canon, texto, herme- néutica e historia de .la exégesis) como po'r el uso de la lengua latina y el criterio sólidamente doctrinal. La historia ,de la ׳exégesis (528-563) lia sido una deseada amplia- ción de la edición presente, que en reducidas páginas lia sabido dar- nos una visión panorámica relativamente Completa. Tal 0 cual nom- bre pudiera ecliarse de menos, pero comprendem.os que en la selec- ción de nombres cabe mucho de apreciación subjetiva. Siguen tres indices Utilísimos ًا el (Je autores casi nimio. Aunque el criterio es seguro y la doctrina sólida, se encuentran como ־en toda obra humana juicios 0 apreciaciones menos .felices : No queda bien perfila'do el' concepto de libro apócrifo (pá- gina 194), como sucede en otros autores aun católicos (7) : si se pone como cara'cteristica de tales libros -su semejanza con (7) Véase, por ejemplo, Rosadini, o. c., p. 44: «Sub !)omine apocryphi veteres ECesiae Patres plerumque libros denotarunt, qui sub specie boni decipere sinceram fidem credentium conabantur, et quorum verus auctor tere semper absconditus mansit.» 235LA INTRODUCCIÓN GENERAL A LA gAGRADA ESCRITURA los libros inspirados y el que en determinados circuios se les tuviera como -tales, -habremos de extender el concepto al pas- 'tor de Hermas y carta de s. Clemente, lo que parece menos 'propio. Debe .insistirse más ,bien en que el libro se presenta .como inspirado y se arroga autoridad divina : rasgo típico que parece sel־ comUn a todos los que los. cultos tienen como apó- crifos. También quisiéramos más precisión en la noción de sen- tido típico, que como sentido tiene que estar contenido en un juicio ًا una cosa ־es tipo y otra sentido típico. Janssens^Morandi es el veterano entre los tratados de introduc- ción. Aunque se habla en la portada de edición 7.a, en realidad la de 1937 es l'a 29.a. En efecto, apareció esta introducción por vez pri- mera en el prim-er cuarto' del siglo XIX, compuesta-por Janssens, pro- fesor del Seminario.de Lieja. Siguiéronse edi-ciones en Paris y Turin con ligeros retoques. El profesoi־ Morandi acometió una refundición -de la obra, poniendo ؛las-recientes normas eclesiásticas y particular- mente las decisiones de la- Comisión bíblica: Esta edición 23.a de Tu- rín es la que comienza una segunda serie, en la que hace el nUme- ro 7 la que tenemos delante. Apenas distinta delas anteriores la ha preparado j. Mezzacasa. Por desgracia, todas estas refundiciones no han llegado a ponerla al día, por lo que la juzgamos menos apta como texto para los seminaristas : Desearía uno, V. gr., encontrar citado el decreto del Santo Oficio de 1927 sobre 'el comma iohanneum, la edición critica del Nuevo Testamento de Merk.—Se pone a T. Zahn Ι(ρ. 227) entredós racionalistas.—Nos desagrada o ,choca por lo menos el titulo de Hermenéutica aplicado a toda la Introducción ًا hoy la palabra ha adquirido ya un sentido técnico, que .no con- viene alterar. La forma de proponer y resolver .ciertas dificul tales parece casi pueril.-- Se maravilla uno que haya ser racio- nal a quien s־e ‘ le hayan ocurrido dificultades tan poco serias, y crece el estupor al ver la superficialidad y sencillez'con que se resuelven. Si ׳ciertas dificultades se han de plantear y resol- ver asi, creemos más conducente omitirlas (8). (8) Nada digamos de otros argumentos que ya no pertenecen directamente a la -introducción general. Léase, por ejemplo, en la pág. 156: «3 Rg 4, 32 legitur 'Salomonem 3600 parabolarum com'posuiSse et liber Proverbiorum ,incipit hisce ver- Lis : 'Parabolae Salomonis, fili؛ David, regis Israel’. Quare dUbium qujn Salomon libri Proverbiorum sit auctor usque ad caput 29 inclusive...» ( إ !). Mucho más acertado encontramos el Manuel de Lusseau-Collomb,. que no necesita de nuestras alabanzas, ya que mereció las de la Co- misión Pontificia, que felicitaba a los autores como beneméritos de los estudios bíblicos. Aunque lleve .el titulo de Manual, debiera más bien llamársele Tratado de Estudios BiblicoSy pues la obra viene a resultar un curso completo, una como enciclopedia bíblica sistemá- tica. Cierto que generalmente no son sino resúmenes, pero inspi- rados en trabajos sólidos Sobre cada una de las materias tratadas. Es de alabar además el carácter eminentemente conservador 'y tra- dicional qite han sabido ,mantener y que ha parecido a algunos casi exagerado (9)'. Nos interesa por el momento a nosotros únicamente el primero de los cinco tomos, que ha sido el־ Ultimo en publicarse. Para expo- ner la doctrina de la inspiración M. Lusseau estaba bien preparado, ya que ־tal había sido el tema de su tesis para el doctorado en .cien- cias bíblicas : doctrina, amplia y sabiamente propuesta, incluso con־ terminología escolástica 'y en forma de tesis. Distinciones entre el entendimiento .agente y posible y terminología tan ranciamente es- colar como in recto, in obliquo, etc. ; no acostumbramos a, verlas en libros 'vernáculos de la nación vecina. Menos acertada encontramos la posición de los autores־ en cuanto al planteamiento y juicio de la que se ha llamado cues- tion bíblica. Es lástima ׳también que no hayan podido utilizar aún la Critica textual del p. Lagrange, ni־ mencionar los Ulti- mos descubrimiento papirológicos. La ,historia del canon, del tex'to y versiones se hacen con c'ompe- tencia y abundantes) indicaciones bibliográficas. El tra ado de Herme- néutica es claro a la vez y completo. Defienden con entereza y éxito, la unicidad 'del sentido literal. En toda la obra se advierten además' cualida-des pedagógicas claro y .diligente desarrollo, apta distribu- ción de la materia y un cierto interés dado al tema, que׳ capta la- atención del lector. 236 ESTUDIOS BÍBLICOS.—Félix Puzö١ s. I. (9) Véase A. Condamin : «Revue Apologétique», 1937, P. 613. Es curiosa a .este respecto, la división de exégetas católicos que propugnan los autores al final del Manual en Ecole large y Ecole conservatrice. SOlo que los católicos todos quieren llamarse conservadores y progresistas en buen sentido. Si se admite un sentido- peyorativo de ambos epítetos؛ ¿no habrá que poner un datur tertium a ese dilema7 No siguen las introducciones bíblicas protestantes un programa tan ׳ceñido y estereotipado como las' católicas, aun las que parecen más sistemáticas. Fácilmente se dedican- a׳ un público más amplio. De ־singular interés ׳es A Companion to the Bible, en la que ban CO- laborado hasta 15 profesores, entre los' que advertimos nombres de fama (H. Wheeler Robinson, w. F. Lofthouse, H. H., Rowley, et- cétera). La ׳dirección la .ha tenido T. H. Manson. La obra se divide ׳en tres partes : a), El libro : naturaleza del libr'o sagrado, idiomas bíblicos, introducción a ambos Testamentos, apGcrifos y seudoepigrafos ًا b). Tierra y pmblq : geograifia, 'arqueo- logia, historia de Israel ًا c). La religión de la Biblia. Siguen apén- dices sobre el calendario, medidas y pesos y' varios mapas. Como se ve, amplia la introducción a casi toda la ciencia bíblica. Entre los tratados católicos quizá sea el de Robert-Tricot el que tiene mayo- res semejanzas con éste .(10). Lo más interesante ٠de esta obra es quizá lo de menor interés para nuestro boletín de introducción : la sola religión de' Israel se ll٠eva ־casi la mitad del libro. Hay arte en la exposición y sobre todo־ un' sentido religioso neta y fuertemente recalcado. Lástima que hayan sido preteridos casi como S'istemáticamente los autores católicos.. Como por excepción se cita un'0 que otro.. El nombre de Ugo Mioni, o. P. T., es sobradamente conocid'o en Italia. Su ingenio versátil y polifacético le ha llevado a ־escribir novelas al par que un Manual de Liturgia, y aquí nos encontramos además con el escriturario. El libro va dirigido tanto a los semina- ristas como a los seglares cultos : obra de vulgarización la define el mismo autor. Abarca también un plan amplio de introducción. Tiene siete partes : la primera dedicada a la introducción bíblica (no- ciones generales, inspiración, canon, apócrifos y texto) ًا la segunda comprende la Hermenéutica.- Siguen la geografía y otros datos úti- les yun recorrido de los libros del V. y NT. Es gran mérito del autor el haber reunido en estas densísimas páginas tantos conocimientos Utiles, que pueden servir para adquirir una nota genérica y completa de los problemas bíblicos. Pero bien puede decirse de este manual lo que de muchas obras y personas : que tiene Iqs defectos de sus,, cualidades.,־ Lo que la obra gana de pre- LA INTRODUCCION GENERAL A LA SAGRADA ESCRITURA 237 (10) Véase la descripción que luego haremos y confróntese. 238 ESTUDIOS BÍBLICOS.—Félix Puzo, s. I. sentación y atracción por el ingenio del autor, lo pierde de precisión .y escrupulosidad científica: ־ י Encontramos el nombre d-e Dios escrito—aparte Yahve— unas v'eces leho.va (p. 69), otras Geova (p. 159). Las transcrip-. ciones de nombres hebreos son muy deficientes (p. 21.1, 261, 321). No vemos claro qué definición de de libr.0 apócrifo (pá- gina 52). Se citan Padres 0 autores sin señalar el lugar de la' obra. Ciertas frases relativas a la inspiración (p. 13) 0 al mé- todo oriental de escribir la. historia (p. 1) habría que limarlas. En forma muy condensada nos dió también el p. Ponciano Nieto ,una introducción sistemática a la Biblia (inspiración, cano.n, texto־ versiones). Precede un capitulo sobre la Biblia en general y termina también con consideraciones de caráctei* enciclopédico sobre- la exce- lencia ٠e importancia de las Escrituras. Parte de la noción de inspi- .libros sagrados ؟ración para precisa!, luego la de Dios autor de 10־ Ante los trabajos críticos y descubrimientos arqueológicos e liistó- ricos adopta una actitud de amplia comprensión y holgura, que no era corriente encontrarla en- nuestra literatura de entonces. En nuestra patria nació 'también, pero sigue abriéndose camino por todas las universidades del globo, la obra del p. Prado. Nos co- Ttespoér'va aki1 ־ ة ؟ا \ Propedéutica bíblica siue Iixtroductio..., ).pero es manual de sobras conocido y además hicimos ya particular- mente de él. una recensión (11). Acreditado está también el Manuel ^Ecriture Sainte de JT. Renié, cuyo volumen de introducción general lia conseguido recientemente la q.uinta edición. La claridad y nitidez de su exposición son prover־ biales. En estaedición se ha utilizado ya la encíclica Divino afilante Spirifn al hablar de la inspiración. Por lo demás,-no hemos adver- tido retoques importantes. Una nota amplia sobre ¡:histoire sainte -de Daniel Rops trasluce de nuevo el criterio que preside a toda la obra, que muclios juzgarán algo ׳estrecho (12). De horizonte mUclio más abierto es ,el precioso'Manual Initiation׳ biblique) que no dudaríamos en calificar como la obra de introduc- ción de más valor publicada en los Ultimos lustros.. Ha recibido el (1I١ Cl: «Razó״ Fe», 128 (1948), p. 189. ا צ!) ) λ٠ I. Hhev،، (Critique et. histoire sarntc.—-La ״aie inteUectueUe, mais p. 41-47) (la un juicio sobre la obra de Daniel Rops y rechaza la acusación que ,־1947 ·se le ha formulado de tendencia minimizàdora del sobrenatural. 'la INTRODUCCIÓN GENERAL A LA SAGRADA ESCRITURA 239 .nombre de Robert-Tricot, peG han colaborado veintitantos especia- listas. Se ve el afán de incluir, las mejores firmas francesas : aparte de los dos dil'ectores, prologa da 0b٢a el Cardenal Liénart ًا la paleo- .grafía bíblica e historia y .critica def texto del Antiguo Testamento es del Cardenal Tisserant ًا la critica tex'tual del Nuevo Testamento, del P. Lagrange ًا el p. Lebreton ha ׳escrito la Teología, del Nuevo 'Testamento y el p. ,Abel la geografía. Tales nombres son ya una .garantía del valor de la introducción. Se imponían unas normas orientadoras, y é.stas parecen haber sido las que en el prólogo se incluyen : «Se trata simplemente ׳de exponer los problemas bajo,una forma 'sintética y rápida, ׳esbozar el esta'do actual de da ciencia exegética, dar cuenta de los resultados adquiri- dos)) (p. IX). La polémica tenia que quedar eliminada, y a lo más insinuar, los problemas discutidos. El ' fin queda pi’oclamado en el־ fitulo : ini'ciar u orientar. Tratadas según estos principios la doctrina sobre la inspii'ación y ׳el canon, siguen algunas nociones sobre los idiomas' bíblicos y las 'formas ׳de las letras. Viene luego la exposición de cada uno de los libros del A. y N.'T. y un tratadito ־sobre los géneros literarios. 'Completan esta ׳sección las .cuestiones sobre el texto, traducciones e historia de la exégesis. Siguen luego ׳desde el capitulo 10 al 16 las ciencias auxiliares bíblicas -(geografía, cronología, arqueología, etno- grafía, prehistoria)ًا la historia -del pueblo de Israel y del fiempo de Cristo y apostólico (cap. 17-22) ؛ la religión del Antiguo y Nuevo Tes- tamento, y las relaciones dela Biblia con la teología, la. piedad y el arte. Termina con indices, tablas y mapas. Tanto el' plan ׳como la realización son dignos de loa, y hay que Teconocei* que si no han realiz'ado el plan propuesto se han acercado a.él todo lo que humanamente es posible. Seria,vano entrar en por- menores solare alguna idea 0, frase. La dificultad principal de cefiii’ a un plan casi-íbamos a decir 'fér1٠eo ׳de dimensiones y finalidad a va- Tones tan eminentes, en beneficio dela unidad del libro, ha sido bri- llantemente supera׳da. Quizá el mayor mérito y novedad, del libro esté en la gran im- portancia que se da a los' géneros literarios. Como el tema trascien- de varios de los asuntos expues.tos, no es extrafio sean frecuentes las alusiones (p. 2،-27, al hablar de la inspiración ; p. 326, al dar reglas de Hermenéutica ًا pero principalmente y como de propósi- to en las págs. 162-223). Veían sin duda los autores la importancia 240 ESTUDIOS BÍBLICOS.—Félix Puzo, s. I. que de dia en dia va adquiriendo esta.doctrina, que continuara aún probablemente interesando por muchos lustros a los exégetas. Roschini, en su Introductio bíblica, vuelve de nuevo a .encerrar־- nos en los cauces tipicos de !,os textos latinos de 'introducción. Las mismas cuestiones (inspiración, canon, texto y traducciones. Her- menéutica...),. expuestas, eso si, con claridad y acierto. Pone singu- larmente de relieve ciertas opiniones, como Ja ηο-oposición primiti- va entre el canon palestinense y,judio del A. T., que hace a la Igle- sia aun en.esto heredera ׳de la ,sana tradición judia (p. 66 ss.)ن la. importancia que tienen los apócrifos para el conocimiento de las. ideas religiosas y morales y aun para interpretar el arte de los me-' dios judios, cristianos y heréticos 'de los, siglos en que vieron la luz.. No estamos tan de acuerdo con la terminología u opiniones que se propugnan sobre el census litteralis secundarius multiplex (p. 84) y-la inspiratio subsequens (p. 24). El mismo año 1940, y en Italia también, se presenta al públicD la introducción general ־de jr. Scattolon. Más breve-y compendiosa, no quiere presentarse como un manual completo de introducción. El mis'mo autor lo confies¿ en el prólogo : «Intentio non est omnia quae in manualibus .introductoriis habentur iterum tradere, sed illa perspicue sub forma theseos compendio exhibere, quo alumni, quae- in ceteris manualibus perlegerint et in schola audierint, facjlius reti- nere valeant)) (p. 5). Esta confesión nos hace ver sus .ventajas prác- ticas, que saltan a la vista, y también sus inconvenientes, inevitables.', en este plan : necesidad de Otro manual más amplio, que estará O'׳ no de acuerdo con ej explicado por e.l profesor ت la posible confusión de los alumnos, proveniente de esta multiplicidad ًا forma demasiado: escolástica y silogística, que para׳ estudios positivos como los bibli- 'eos no siempre ׳es fuente de claridad. Por lo demás, están bien esco- gidas las opiniones y Ja' doctrina es sólida. Nc somos nosotros.los que tenemos que alabar la introducción- de j. E. Steinmüller ؤ ha sido un autor acatólico (13) quien la ha lia- mado obra monumental (a monumental work). Merece por ella nues- tros plácemes ׳el 'Clero norteamericano. La obra aba'rca en su totalidad tres volúmenes': a la introduc- ción general sigue un segundo tomo d٠e. introducción al Antiguo Tes- tamento y un tercero para el Nuevo.. Acaba, de caer en nuéstras- (13V Sherman ٧٠־ Johnson, ج٩ «Journal oí Biblical Literature», 1940, p. 85. LA INTRODUCCIÓN GENERAL A LA SAGRADA ESCRITURA 241 manos la traducción castellana ־de esta obra, preparada en Buenos Aires 1947). No se ha detenido aqui el autor, sino que extendiendo el radio de acción de ׳estos .volúmenes, que en su forma cie'ntifica original se destinan más.'bien para ej ׳clero, emprendió l٠a adaptación, para los seglares católicos con la valiosa colaboración 'de Mother Kathryn Sullivan, R. s. c. JT. De esta adaptación conocemos ya los tomos de introducción a ambos Testamentos, no la introducción general. En ambos autores, campean preparación técnica y erudición de fuentes originales, un juici.o y método excelentes, que pregonan a las claras su experiencia en el magisterio. Se anuncia también como próxima una Enciclopedia biblica, breve y precisa, d׳e ambos autores, ,que casi nos atrevemos a asegurar ya que será un acierto. El 'plan de la introducción general es el corriente: inspiración, ca- non, texto y versiones, hermenéutica, historia de la exégesis ًا a esto se añaden algunas nOciones de arqueología y geografía bíblica. En,־ .apéndice van las encíclicas ((PiOvidentissimus» y «Spiritus ParacLl· tus)), a las que se ha añadido en la tercera edición de 1946 la «Divino (tfflante SpiritU)) y otros documentos bíblicos. La doctrina de la־ inspiración, donde cabe mayo'r desarrollo teo- -lógico, es clara y sobria. Al referirse a la cuestión sobre la concien- cia que el autor inspirado poseía de la propia inspiración, la admite para ((algunos)) (p. 19), aunque .esto no pertenezca a la esencia de la inspiración : cree también (p. 28) que la inspiración fué necesaia en el secretario del autoi" sagrado, si lo hubo,'ya que de otra,forma el libro,' en cuanto escrito, no seria libro ׳de Dios. No es extraño, que manual tan bien compuesto haya merecido las alabanzas de d0'S consultores de la Comisión Bíblica: el p. Callan (14) y el P.٠Vosté, quien 1-e dedica una larga recensión (15). No ha escrito el p. Zarb, o. p.,propiamente un manual intro- ductorio,־ y con todo, el conjunto de sus dos series de 'Conferencias (II canone biblicpj ll testo bíblico), dadas a estudiantes de ambos sexos en el Circulo d٠e estudios tomistas que funciona junto al Ange! licum de Roma, viene a formar un 'tratadito casi completo. La primera serie de conferencias sobre ־el canon, tenida ٠el curso académico 1935-1936, da más -de lo que promete el titulo (II canone (14) «The Catholic Biblical Quarterly», 1942, p. 84. .The omil. and past. Rev.», nov. 1947» (ة1) 242 ESTUDIOS BÍBLICOS.—Félix Puzo, s. I. biblico). Quiere poner sólidos fundamentos para la historia del ca- non., y esto le lleva a insistir en las tres primeras conferencias sobre־ libro sagrado؛ critica protestante y católica,, la naturaleza del آلل (= inspiración) y la distinción lógica entre libro inspirado y cañó- nico. Pasa luego en las cinco lecciones siguientes a explicar lahis- toria ׳del canOn tanto del. Antiguo como del Nuevo Testamento. La segunda ׳serie, de ־conferencias sobre el' texto tiene siete leccio- nes, que desarrollan ordenadamente los temas־ corrientes sobre texto־׳ 'del A. T.y N. T., .versiones, sentido del decreto Tridentino sobre la Vulgata, etc، Las mismas cualidades de mérito, orden y claridad campean en ambos tomitos, que además resultan de agradable lectura, a pesar de la sequedad inherente a gran parte ׳de las cuestiones a que se ha circunscrito y del número ٠de hojas fijas en que la materia había de desenvolverse: Algo nos extrañan ciertas afirmaciones de la segunda con- ferencia (1.a serie) sobre el criterio de la־ inspiración. Se les hace, decir ־a los que defienden coiho criterio la .tradición que un apóstol comUnicó ׳de viva voz a la Iglesia el número y lista de libros sagrado-s (p. 50). No sabemos si la frase tendrá un- dejo de ironía, pues ־la explicación que suelen dar los autores׳ aludidos no habla de lista o catálogo : los apóstoles habrían־ de momento aprobado un libr.0 u otro, no ׳formulado la lista. Por lo demás, el p. Zarb se atiene como criterio al origen- apostólico., que ־sostiene vigorosamente. Π Pero los problemas de introducción no han qiiedado'reducidos en־ es-te Ultimo decenio .a ,estos manuales, aunque abundantes (según nuestra modesta opinión, no hacían falta tantos). Queda una serie־ de libros introductorios a la Biblia de contextura menos uniforme־ y con tendencia a llenar ciertas aspiraciones diversas ׳según los am- bientes y regiones, que deben aquí quedar por lo menos brevemente- consignados. Nos sale al paso en ־ ־ primer lugar ׳el ,Suplemento al. Dtctiomire de la Bible, que en Jos Ultimos fascículos se ha ocupado largamente־ de temas de introducción. La palabra Herméneutique ha dado oca- sión al p. Cruveilhier para exponer los. adelantos hechos reciente LA INTRODUCCIÓN GENERAL A LA SAGRADA ESCRITURA 243ا mente en esta rama ׳de la ciencia biblica. En la palabra Interprétation nos han entretejido varios autores—todos' ellos conocidos—la histo-- ria de la exégesis .(Bonsirven, la exégesis .judia ت Bardy, la patris- tica ًا Jugie, la medieval en Oriente ًا spicq, la'misma ׳en Occidente ت Robert y Vaganay se dividen la exégesis moderna y contemporánea, el primero para׳ el A. T. y el segundo para el Nuevo). La doctrina de la inspiración e inerrancia es puesta también al día por el. Padre- G. Courtade, profesor del Instituto católico de Paris, en la voz ins- piration. A temas introductorios pertenece'׳el libro del 'doctor Ayuso Tolle lege, 'que forma,parte del Florilegio bíblico. El mismo autor nos dice- en el prólogo, que pretend'e dar al pueblo la preparación que nece- sita para leer la Biblia. Son sólo n.ociones de Indole preliminar : des. cripción general de la Biblia, criterio que ha de observarse en su lee- tura, actualidad e importancia que tienen los .libros .sagrados en filo- sofia, derecho, arte, piedad, etc. Más completos son los dos pequeños volúmenes 'de divulgación, bíblica de Castellino : en (el primero, se expone sumariamente la his- toria del pueblo hebreo y se compendia el contenido de todos los libros canónicos ًا en el-segundo se׳ trata de la naturaleza, difusión e interpretación de la Biblia, donde tienen cabida los problemas in- troductorios sobre la inspiración y hermenéutica. Muestra el autor־ en esta segunda, parte gran equilibrio y precisión en, materias tan delicadas. Ambos tomitos tra'tan la materia rápidamente : sin retó- ricas digresiones, van derechos al núcleo de la cuestión. Un' plan, ligeramente distinto, pero muy conducente para guiar־ a los católicos a la lectura de la Biblia, sigue M. Chasles en su libro : nociones generales sobre los libros sagrados,־¿cómo leer la Biblia?' y el don de Dios en la Biblia (16). Una forma muy personal 'de presentar un manualito introductorio׳ es la 'de E. c. Colwell,'que ha logrado reunir en ¿ocas páginas lie-' n.as de interés las 'doctrinas sobre el canon, critica textual' y versio- nes, critica literaria e ,histórica en la Biblia. (16) Nada decimos aqui del .precioso libro del malogrado P. G. E. Glosen, s. I.,. Wege m die kcilige Sckrift. Tkeologiscke Betiktigeti über die retigGse Grwl·- (¡ideen des Alten Bundes, Regensburg, 1638, que ha merecido .traducirse al italiano. Cuando .cayó este libro' en nuestras manos crei'mos, por el titulo (algo vago), que se trataba de un manual introductorio. El subtitulo orienta mucho más sobre el con- tenido, que es más bien de Teología bíblica. ESTUDIOS BÍBL1cos..-Félix PuzO, s. I.244 El־ libio, de mérito sin duda por sus excelentes noticias, por su escogida bibliografía, tiene un lunar no pequeño, y es no haber com- prendido la- posición católica en puntos bastantes, importantes y aun trascendentales. Llevar la Biblia al estudiante y el,estudiante a la Biblia es la aspi- ración de Dougherty, y no sólo para que la Biblia sea conocida, sino para que ,sea amada, como palabra de Dios que es. Por eso ha de res.altar en la Biblia la figura de Cristo como centro. Después- de una -introducción general y sendas partes dedicadas al Antiguo y Nuevo, Testamento, respectivamente, recoge una serie de lecturas aptas para despertar.dichos anhelo؛s. Casi no pertenece a nuestro boletín, por la limitación que al prin- cipio nos hemos impuesto, la preciosa obra 'de miss Mary Entwistle. Responde al cono-ci'do principio pedagógico de que' si se quiere dar a conocerlos hechos bíblicos hay que situar éstos en su ambiente temporal y local. La tierra de Palestina y las costumbres sociales del pueblo son los ejes 'de esta preciosa obrita. Utilísima principalmente como auxiliar pedagógico para los no especiali-stas (17). De vastlsimO horizonte es ׳el Petit manuel biblique de Geslin. Di- flcilmente caben inás cuestiones en 270 páginas. Se tratan en cuatro partes, lo que él llama doctrina (serla nuestra introduc-ción general), historia, -diplomática (nosotros la llamaríamos- más corrientemente critica textual) y apologética. Es obra clara, S'encilla, original, de bella presentación y de sana unción religiosa, j Lástima que ciertas afirmaciones excesivamente seguras y tajantes para resolver puntos de vista delicados produzcan a veces la impresión de precipitación 0 atolondramiento! Es muy delicado, V. gr., el estudio del género literario histórico de la antig-iiedad, 0 la cuestión de las citas impll- citas, para que puedan 'resolverse como de un plumazo. Un plan parecido por su amplitud, pero con menos originalidad en la forma -de exposición, ha desarrollado -para los seglares cató- licos de lengua inglesa el doctor Morán. En los 'apéndices atiende principalmente a ciertos conocimientos fundamentales sobre los Evan- gelios y los tiempos apostólicos. Nos hubiera gustado alguna mayor (17) Acabamos de leer en la revista londinense «Thelogy», del mes de marzo de 1948 (p. 115), una nueva recensión de este libro, que nos bace pensar en una reediciOn 0 refundición reciente. 245LA INTRODUCCIÓN GENERAL A LA SAGRADA ESCRITURAindicación bibliográfica, aun sin salir de su plan introductorio para principiantes. , Mucho más concreto es el plan- de N. Peters 'en su Unsere Bibel. Pretende el autor exaltar el valor de la Biblia ante un mundo des- preoc'upado de los valores-espirituales y presentarla sobre todo como fuente y raudal de vida, como el libro de los libros, al־' que primor- dialmente hemos de pedir la verdad y vida : nos la hace amar, más que conocer. Esta edición (tercera), hecha principalmente con miras a los )seglares, ha qu-edado notable-mente abreviada. K. Piepei-, terciando en la famosa controversia sobre el asunto Ludendorff, nos h.a dado un breve manualito -con un fin n.etamente apologético de salir en defensa ־de l٠a palabra de Dios, a la que si siempre, mucho más ahora, se le habia declarado una guerra sin cuartel, hasta pretender convertirla en obra falsificada, que por va- rios siglos ha estado engañando a la Humanidad. Echa mano el autor de todos los recientes inventos que contribuyen a garantizar la ver- dad del libro sagrado. Un libro completamente original por el fondo y forma es el Bibbia e non Bibbia de Ricciotti. Pudiera tener la materia una cierta seme- janza con los contrasentidos bíblicos del p. Bainvel, pero aqui no siguen un mero catálogo de ordenación, según ١os libros de la' Sa- grada Escritura, sino que se van encajando en un orden sistemático algo flexibl-e. Las excelentes cualidades estilísticas de Ricciotti hacen este libro no sólo singularmente instructivo,־ sino de lectura amena y agradable ًا tanto, que ha habido quien se ha escandalizado y cri-, ticado—sin motivo, a lo que creemos—esa forma al p'arecer ligera con que se tratan pi'oblemas ‘tan santos. A. Richardson ha pretendido -en su Preface to Biblestudy exaltar el valor primordial de la Biblia, como palabra y revelación que es de Dios, no precisamente una colección de problemas interesantes de arqueología, historia 0 critica literaria. Estudios bíblicos que se de- tengan en este elemento humano, han perdido s.u marca esencial, su principal orientación. Todo lo positivo nos agrada, mientras no se extremen los principios, y se llegue a un práctico־ desprecio de la alta -exégesis, que tiene que basarse también sólidamente en princi- pios( críticos, sin perder por, supuesto de vista,-y aun con la mirada fija ׳en ese norte de orientación que Richardson llega casi extrema- damente a querer imponer.. Parecido entusiasmo religioso por el valor supremo, de la Biblia ESTUDIOS BÍBLICOS.—Félix PuzO, s. I.246 exhala el libro de ,G. Schade, Lebendige Bibelerfassung, con que quiere exponer en forma sencillísima y comprensible una primera introducción a los libros sagrados. Animado de este )celo querría se dejasen ya las falsas exposiciones de la inspiración verbal para dar lugar a la que se ha dado recientemente -en llamar «Zentralinspi- ration)) : una ׳especie de luz central que deriva de la sociedad 'divina formada por la cruz y resurrección de Cristo, que e٠s la que ilumina' toda la Biblia. No podemos menospreciar las valiosas consideraciones difundidas por el libro, asi como los provechosos consejos prácticos para la lectura y contacto con la Biblia ًا con todo, habríamos de for- mular serias reservas sobre la teoría indicada. Un manual ׳eminentemente práctico es el 'que nos ofrecen Strau- binger-Bärtle. Su intento es poner al alcance del estudioso toda aque- lia copia de material bíblico, que ordinariamente se encuentra espar- cido en muchos libros, y que predicadores, directores-de circuios de estudios y personas cultas en general, 'desean tener siempre a mano. Después de la introducción popular a la Biblia, redactada por Ernst, Benz, que no ha hecho sino resumir su obra anterior, ,((Das Buch der Büche», siguen indicaciones prácticas, sobre la lectura de la Bi- blia, una gran concordancia de palabras que tienen en consideración las traducciones católicas corrientes, indice d׳e nombres propios, ta- blas cronológicas y arqueológicas, mapas y dibujos. Todo inspirado en obras buenas״ como las introducciones de GOttsberger y Meinertz,' el Reallexikon de Kalt, etc. El conjunto produce la impresión de res- pond؟r plenamente al plan que se han prefijado los autores. Hemos de terminar esta larga recensión de libros de alta vulga- rización, dedicados a problemas introductorios, haciendo mención del librito, pequeño en molde, pero importantísimo por su orienta- ción. Lo Studio della Sacra Scrittura, 'del p. Vaccari, que fué en se- guida traducido al castellano (18). La vastísima erudición del autor y su fino ׳sentido ׳critico, al par que teológico, dan a sus observacio- nes una actualidad y alcan.ce insospech-ado. Nació este librito en for- ma de una serie de artículos publicados en La Civiltá Caftolica, du- rante la famosa discusión pública ׳del método que se había de emplear en el estudio 'de la Biblia, que terminó con la condenación de la obra El estudio de la s. Escritura. ألأ١عاء\١ةه Druino afilante s^iritu de Su Sau- tidad Pío XII. El método de los. estudios bíblicos en la edad de los Padres y en nuestros tiempos. Traducción por p. Termes Ros, Barcelona, 1944. a La sagrada Escritura־LA INTRODUCCIÓN glneralة47 de Dain Cohenel (19). Sin pretenderlo hizo entonces el p. Vaccari un comentario anticipado a la encíclica Divino affiant#' spiritu. El librito ha aprovechado, además de los artículos de La Civiltá (años 1911-1912), unas notas publicadas por el autor en Periodica de re Moralin.) y sobre todo Ja ((Epistola Pontificiae Commissionis Bibli- cae ad Excmos. D. D. Archiepiscopos et Episcopos Italiae» (20). Se encuentran preciosas sugerencias sobre ,la critica textual, sobre el valor de las ciencias auxiliares 'para ilustrar la Biblia y vindicarla y sobre los sentidos de la.Sagrada Escritura. III El libro׳ del p. Vaccari n.os sirve de puente y anillo para hacer resaltar ciertas materias־, introductorias que durante ej Ultimo dece- nio han llamado predominantemente la atención de. los técnicos (21). (19) Sobre esta discusión véase el articulo del dominico p. G. Duncker, De vera et gemina s. Scripturae interpretatione, ,en el número de «Angelicum» dedi- cado al p. Vosté (enero-julio 1943, p. 62-13؛). Comenta la carta de la Comisión Bi- biica de 21 de noviembre de 1941. '(20) A. A.' s., 33 (1941),. 58-63. pudieran reducirse al amplio־ Muchoé son los opúsculos 0 artículos que (־'(21 camp'o de la introducción ن algunos por lo menos queremos dejar consignados : B. Santos Oliveira, ob. de Málaga, Pastoral־ sobre la Propaganda católica de lo (Málaga, 1946). ؟צ٠ 1־. ,Ubínga أد . La crisis bíblica e١v el Instituto 'católico de Paris (י\- 1893), «Estudios Bíblicos», 1944', p.. 173-188, 383-396. Id.·. En el cincuentenario de la encíclica Promdentissimus Deu.s, ب ־ ٩' ذأ\٠ bLcos», 1944 (p. 3-24) «ن ־ Cultura Bíblica»,. junio-julio 1944, p. 1-5. Lope Cilleruelo, o. s. ,a.: s. Agustín intérprete de la Sgda. Escritura. «La ciudad de Dios»,. !'943, p. 455-489 : 1944, p: 259-283, etc.. -p. Vitus A. Bussum, o. F. M. Cap.: De veneratione s. Francisci Assisiensis erga s. Scripturam. «Verbum Domini» (1941), p. 161-168, 202-208. ١ j׳.־ VAN DER Ploeg, o. p. : The place ٥/ holy Scripture in the theology of St. 'Thomas. «The Tomist», oct. 1947, p. 398-422. -Vulgata y su inter ٥; MuNoz Iglesias : El decreto tridentino sobre ־Salvador؛‘ pretacion por los teólogos del siglo XVI, «Estudios Bíblicos», abril-junio 1.946, pá- ginas 137-169. M. Zerwick: Quomodo oporteat nos legere Sacram Scripturam. «Verbum .Do- ntini», 1947, p. 3-11. Otmar Perler: St. Hieronymus.—Die heilige Schrift und die Seelsorge. Anima, 1947, p. 189-194.. Julio F. del Niño Jesús, o. c. D. : La sagrada escritura en la vida espiritual, «Revista de Espiritualidad»,' enero 1946,'p.'116-133. ' ESTUDIOS BÍBLICOS.—Félix Puzo, s. I.248 Quizá sea una de las más importantes la doctrina sobre los sen- tidos de la Sagrada ־Escritura; el desarrollo de este tema ha ido a desembocar másbien a los articulos de revistas : ¿unicidad 0 plura- lidad de-Sentido literal? ¿Hay que seguir llamando sentido espiritual al típico 0 debe modificarse y cómo la terminología? ¿Tuvieron los Santos Padres el aprecio y,estima,que la critica de hoy requiere para el sentido literal 0, por -el contrario, vieron en la Biblia un elemento, de formación de la piedad predominantemente, .sin preocuparse la mayor parte de las veces de establecer el sentido literal? ¿Qué hay de verdadero y de recto en la concepción de las escuelas ־alejandrina y antioquena? Alegorismo y tipología bíblica. Todos estos temas han sido origeri. de una copiosa literatura en las revistas especializadas (22), y por contera quedaban agudizados C0HGi\, λ.·. ¿Existe tluraUdad de sentidos literales en la Sgda. Escri- tura?י «Estudios Biblicos», 2 (1943), 423-427. Id. : Dos palabras aún sobre los sentidos de la s. Escritura, «Ciencia' Tomis- ta», 64 (1943), 327-346. Icm, i*. Sobre la unicidad 0 multiplicidad del sentido literal de las Escriuras, «Ciencia Tomista», 64 (1943), 193-210. Id.·. Sobre la unidad 0 la duplicidad del sentido literal, en la Sgda. Escri.», «Ciencia Tomista», 68 (1945), 363-372. BILU, G.*. II pensiero di s. Agostino e s. Tommaso circa il numero del؟" senso letterale nella $. Scrittura, «Biblica», 25 (1944), 335-345; 26 (1945), 277-302. Id. : Unicüá del senso letterale bíblico, «Divus Thomas Piac.», 49 (1946), 124-130. AlPrink, B. : Over dypologische» exegese van het o. ז., Nijmegen-Utrecht, año 1945. Martínez, E. : El sentido típico de ; Escritura, «Miscelánea Comillas», 2 ٥׳ (1944), 1-34. 011 יי؟١ ن .'*. Le lien des deu* Testaments, seloto la théologie de s. Thomas. Notes sur le sehs spirituel et implicite des s. Ecritures, «Ephem. Theol. Lov.», 22 (1946), 70-89. Mc-Cown, c. c. : Symbolic interpretation, «Journal of Bibl. 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Otro punto álgido 'de las 'discusiones isagógicas han sido y se- guirán siendo los־ géneros literarios y la cuestión de la historicidad de determinados libros de la Escritura que está intimamente con ellos relacionada. Ecos de esta preocupación exegética han sido las dos semanas bíblicas españolas de los años 1946 y 1947. Lo que no sabíamos' mientras nos־ reuníamos este otoño pasado en ׳el salón del Consejo de Investigaciones Científicas es que los mismos temas inte- resaban simultáneamente a los exégetas italianos' reunidos también en Roma para la Semana bíblica, y que se oían poco más o menos los mismos juicios y se manifestaban las mismas tendencias opues- tas. La literatura bíblica se ha hecho eco de estas tendencias (23). (23) Robert, a. : Sobre la historicidad.—Robert, a. y Benard, L. : Genre historique, «Supplément, üîct. de la Bible», t. 4, col. 7-32. F. S. Porporato : La veritâ nei libri storici deila Bibbia, «La Civiltà Cattolica», 15 aprile 1944, P. 91-97. "Bone, ן. I.·. La verdad Justó-rúa dg la Biblia según la encíclica Divino alliante spiritu, «Estudios Ecles.», 18 (1944), 429-441. Id:. La Terdad histórica d־e la Biblia en los documentos del Magisterio ecleslds- tico, «Estudios Bíblicos», oct. 1946, p. 493-428. Sobre los géneros literarios'1 ,، .־ נזגוזס״؟ , Die Formgeschichte des Euange- Hums2} Tübingen, 1933 ًا 'aunque parezca menos propio de un boletín de introduc- ció'n general, la doctrina que da con ocasión de los evangelios trasciende toda la Biblia. Colunga, a. : Los géneros literarios de la s. Escritura. Lo exegesis de los após- toles. «Ciencia Tomista», 68 (1945), 393-326; 79 (1946)', 1-23. Callan Charles, J., o. p. : Form-criticism, «Angeiicum», ian. iUl. 1943, pá- ginas 117-127. Βιοτί,ρ. ־. Relierions sur la «Formgeschickgehe Methode», «؟lev. »ו٠י\. odu. bre 1946, p. 481-513. Ch. F. Jean : Lfétude du milieu biblique, «Nouv. Rev. Théol.», marzo 1947, pá- ginas 245-279 : aunque el titulo es vago, se dedica suma importancia a los géne- ros literarios. / En un boletín de introducción general no podemos entrar en bibliografía par- ticular sobre el género literario de los distintos libros. Es curiosa, por citar un solo ejemplo, la disputa Allo-Huby, a qUe dió origen la publicación del famoso co- mentario al Apocalipsis del primero. Han intervenido posteriormente en ella otros 250 ESTUDIOS BÍBLICOS.—Félix Puzo, s. I. El tratado de la inspiración, una ׳de las regiones más 'difíciles de .explorar׳ y más complejas del dogma católico, es objeto también de peculiar estudio. Reviste especial interés el punto de parti'da para explicar ط inspiración : ¿'ha de ser Dios como autor de la Esc'ritura? ¿ O será mejor explicar la naturaleza de la inspiración recurriendo a la noción filosófico-popular de inst'rumento? La cuestión de la con- ciencia 0 no-conciencia que el hagiógrafo tenga de que es i-nspirado por Dios ha dado también origen recientemente )a varios estudios (24). Con ser tan .copiosa la mies de estos Ultimos lustros, presagia- mos una orientación tflás certera aún y un desarrollo mayor de los .problemas de introducción) como consecuencia de, la encíclica Divino afflante spiritu. Por el momento pose.emos ya toda una abundante literatura que se ha propuesto hacei* resaltar la importancia y alean- ce del documento (25). Pero las normas sabias de Roma, esperamos inuchos autores : Henri Marie Feret, o. P. : ¡Apocalypse, histoire et eschatologie chrétiennes, «Dieu Vivant», 2, P. 115-134. Le ha respondido Huby: Autour de VApocalypse, en «Dieu Vivant», 5, p. 121-130 ن aún interviene después Gaston Fes- SARD: Theologie et histoire, estudiando el problema concreto del cuándo de la con- versión de los judíos («D. V.», 8, p'. 39-65).' Véase también Paul GAchte.r, s. I. : Semitic literar؛¿ forms in the آلى0حةآلالىء and their ..import, «YkbVogbX آل٦ىلمص١١ december 1947, P. 547-573. (24) Véase,־ por ejemplo, .la doctrina del p. Vosté (De dimna inspiratione et veritate s. Scripturae, Roma, 1932, p. 14), sostenida y confirmada en la recensión de SteinmUler («The omil. and past. Rev.», nov. 1947)-,,y el artículo del p. .Zarb («Angelicum», 11, 1934, pJ 228 ss.) : Num hagiographi sibi conseil fuerint charis- matis divinae inspirationis. Recientemente el P. Crisóstomo de Pamplona (Algunas cuestiones relacionadas con la naturaleza del influjo inspirativo, «Estudios Francis.canos», enero 1948, pá- ginas 36-55) trata de refutar la tesis afirmativa de Zarb. Sobre otros aspectos de la inspiración han escrito : Rea, a. : tDeus auctor Sacrae Scripturae)» : Herkunft und Bedeutung der ForwH, .«Angelicum», ian. iul., 1943. páginas 16-31. Veilua, G.*. La nozione delfistirazione scritturalc secondo i i>rimitim docu- menti cristiani, «Angelicum», 1943, p. 32-52. Vmo أ٠ ؟<١ e. I. V.*. Cómo se entiende la inspiración a las citas de la Biblia, «Ilustración del Clero», mayo 1945, p. 215 221. j. Ruwet : De criterio inspirationis Ν. Τ., «Verbum Domini)), marzo 1941, pá- ginas 89-98. (25) kN١ A.·. «Dimno afflante spiritu». De recentissimis Pii pp. ΧΙ.Ι litteris encyclicis, «Biblica», 24 (1943), 313-322. Id. : Uenciclica Divino afflante spiritu, £W\\tk Cattolica», 94,. 4 (1943),21224ج. Perrella, G. : Uenciclica di s. s. P, Pio XII Divino afflante spiritu sugli irán empapando aún más de sana modernidad los estudios sobre los Libros sagrados, que, como palabra viva de Dios que son» han de gozar siempre de juvenil vitalidad y perennidad inmarchita. Félix Puzo, s. I. LA INTRODUCCION GENERAL A LA SAGRADA ؛SCRITURA 251 studi biblici. Testo italiano con comment¿, «Quademi del Monitore Eclesiástico», Roma. Jacques, V.:. Directives récentes du Saint-Siège en matière d’éíudes bibliques, «Coll. Nam.», 34 (1945), 153-171. 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