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Análisis del concepto de riesgo sistemático y no sistemático en la valoración de acciones El riesgo sistemático y no sistemático son dos componentes importantes del riesgo total asociado a la inversión en acciones. Comprender la diferencia entre estos dos tipos de riesgo es fundamental para la valoración adecuada de acciones y la gestión de carteras. Aquí tienes un análisis de cada uno: Riesgo sistemático: El riesgo sistemático, también conocido como riesgo de mercado o riesgo no diversificable, se refiere a la volatilidad de una inversión que está relacionada con factores macroeconómicos y sistémicos que afectan a todo el mercado. Este tipo de riesgo no se puede eliminar mediante la diversificación de la cartera, ya que está asociado con eventos que afectan a todas las acciones y clases de activos en general. Algunos ejemplos de factores que contribuyen al riesgo sistemático incluyen: Cambios en las tasas de interés. Fluctuaciones económicas, como recesiones o expansiones. Eventos políticos importantes. Variaciones en los precios de las materias primas. Cambios en las políticas gubernamentales y regulaciones. El riesgo sistemático afecta a todas las acciones en el mercado, por lo que es importante tenerlo en cuenta al evaluar la valoración de una acción y al construir una cartera diversificada. Riesgo no sistemático: El riesgo no sistemático, también conocido como riesgo específico o riesgo diversificable, se refiere a la volatilidad de una inversión que es específica de una empresa o sector en particular y que se puede reducir o eliminar mediante la diversificación de la cartera. Este tipo de riesgo está asociado con eventos y circunstancias que son específicos de una empresa o industria, y no afectan a todo el mercado en general. Algunos ejemplos de factores que contribuyen al riesgo no sistemático incluyen: Problemas de gestión interna. Cambios en la demanda del producto o servicio de la empresa. Competencia en el sector. Riesgos financieros específicos, como la deuda elevada o la falta de liquidez. El riesgo no sistemático puede mitigarse al invertir en una cartera diversificada que incluya acciones de diferentes empresas y sectores. Al diversificar la cartera, los inversores pueden reducir el impacto de eventos específicos de una empresa en el rendimiento general de la cartera. Importancia en la valoración de acciones: Es importante distinguir entre el riesgo sistemático y no sistemático al valorar acciones y construir carteras de inversión. Mientras que el riesgo sistemático afecta a todas las acciones en el mercado y debe ser considerado al evaluar la viabilidad de una inversión, el riesgo no sistemático puede ser mitigado mediante la diversificación. Los inversores pueden utilizar herramientas como el modelo de valoración de activos de capital (CAPM) para calcular el riesgo sistemático y determinar el rendimiento esperado de una acción en función de ese riesgo, mientras que el riesgo no sistemático se puede gestionar a través de una diversificación adecuada de la cartera.
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