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RECURSOS PARA DIBUJAR, PINTAR Y NARRAR HISTORIAS EN COLOR GGwww.ggili.com La técnica de la acuarela vive una segunda edad de oro gracias al auge del urban sketching. Se trata de un medio sofisticado que requiere de un considerable dominio al tiempo que permite entregarse al azar y a la sorpresa. Aprender a pintar con acuarela es, pues, un auténtico reto técnico y expresivo. Este libro, un manual práctico y accesible para introducirse en el mundo de la acuarela, ofrece una serie de pequeñas lecciones sobre el tema que abarcan desde las técnicas fundamentales, como el aguado o el glaseado, hasta los materiales y herramientas más habituales, o sencillos trucos y consejos sobre cuestiones prácticas, narrativas y estilísticas. Con un planteamiento directo y muy visual, el libro nos ofrece, además, conocimientos muy sólidos sobre teoría del color. La acuarela no es simplemente una técnica, es casi una actitud. Ya seas artista, ilustrador, urban sketcher o aficionado al dibujo, familiarizarte con este lenguaje se convertirá en un excitante desafío que te introducirá en un universo expresivo totalmente nuevo. Felix Scheinberger (Frankfurt, 1969) es diseñador e ilustrador especializado en el sec- tor editorial y en escenografía. Ha llegado a ilustrar más de cincuenta libros y colabora regularmente para diversos periódicos de prestigio, trabajo que compagina con la docencia. Ha sido profesor en Maguncia, Hamburgo, Jerusalén y actualmente imparte clases de Ilustración en la Escuela Universitaria de Artes Visuales de Münster. Es autor de Atrévete con el cuaderno de dibujo (2016), publicado también por esta editorial. FE LI X S C H EI N B ER G ER FELIX SCHEINBERGER ACUARELA PARA URBAN SKETCHERS GG A C U A R EL A P A R A U R B A N S K E TC H ER S Título original: Wasserfarbe für Gestalter Publicado originalmente por Verlag Hermann Schmidt, 2011 Diseño: Nicola Aehle, Felix Scheinberger Traducción: Elena Fresco Diseño de cubierta: Toni Cabré/Editorial Gustavo Gili Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a Cedro (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra. La Editorial no se pronuncia ni expresa ni implícitamente respecto a la exactitud de la información contenida en este libro, razón por la cual no puede asumir ningún tipo de responsabilidad en caso de error u omisión. © Felix Scheinberger y Verlag Hermann Schmidt, 2011 para la edición castellana: © Editorial Gustavo Gili, SL, Barcelona, 2015 ISBN: 978-84-252-3208-4 (PDF digital) www.ggili.com Editorial Gustavo Gili, SL Via Laietana 47, 2º, 08003 Barcelona, España. Tel. (+34) 93 322 81 61 Valle de Bravo 21, 53050 Naucalpan, México. Tel. (+52) 55 55 60 60 11 http://www.cedro.org http://www.ggili.com RECURSOS PARA DIBUJAR, PINTAR Y NARRAR HISTORIAS EN COLOR ACUARELA PARA URBAN SKETCHERS GG® INTRODUCCIÓN Acuarela: ¿sí o no? Un cuadro para el emperador Goma arábiga: donde crecen las acuarelas Pigmentos: la materia de la que están hechos los sueños Amarillo y naranja: de camellos y crocus Rojo y púrpura: de bichos y caracoles Azul: de lapislázuli, índigo y añil Verde: de plantas y venenos Introducir color en los dibujos PRIMEROS INTENTOS Selección múltiple: diseñar es decidir De la noche a la mañana: sombras y luz Black is back: glasear con tinta china Capa a capa: el glaseado Mezclar colores con glaseados Practicar el glaseado: sopa de pescado Lavados: la pintura hace lo que le place A la fuga: lavados en degradado Lavados: ¡Otra vez, con sentimiento! Un toma y daca: añadir y eliminar pintura Húmedo sobre húmedo Combinar técnicas: un poco de esto y de aquello EXCURSIÓN A LA TEORÍA DEL COLOR ¿De dónde vienen los colores?: ciencia básica Organizar los colores Contrastes de color: los opuestos se atraen Tipos de color: de South Park a los semáforos Color verdadero: el efecto de la luz Cada color cuenta una historia: intensificar los dibujos Los efectos de los colores: todo es relativo Armonías de color: sencillas y complejas 06 08 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34 36 38 40 42 44 46 48 50 52 54 56 58 60 62 ÍN D IC E 04 Armonías análogas, monocromáticas y complementarias Armonías triádicas y tetrádicas Armonías frías-frías y cálidas-cálidas Coleccionar colores Diseñar armonías de color: trabajar con tiras de códigos cromáticos Sal de tu zona de confort cromática Color y perspectiva: las montañas Blue Ridge E S TILO PROPIO Menos es más Yo, yo y yo: encontrar tu estilo Estilo y creatividad Relajar el cuadro: tirar pintura La imaginación vs Internet: si no buscas, encontrarás Haz que te importe Prioridades ELEMENTOS BÁ SICOS / HERR A MIENTA S Cajas de pinturas Lápices de acuarela Comprar pinturas Mezclar pinturas Tonos imposibles: colores vivos Tunear las acuarelas: que resalten los colores Acuarelas líquidas: ahora vivo, pálido más tarde Pinceles Aún más pinceles Papel Estirar el papel: la onda permanente Lo que hay en mi bolsa 92 94 96 98 100 102 104 106 108 110 112 114 64 66 68 70 72 74 76 78 80 82 84 86 88 90 CA LLE JE A NDO Pintar al aire libre: mal tiempo Cambiar la perspectiva: el otro punto de vista Pintar el agua Aire, niebla, humo Smog y atmósfera Y además, ¿qué es la belleza? CONSE JOS Y TRUCOS Composición y diseño Borrones y manchas Espacio negativo: pintar lo que no está ahí Blanco: un caso especial Estudios, sketches y bocetos Deshacer Fusionar los colores: trabajar a partir de un color Trabajar con papel de color Efectos especiales Letras y escritura Maquetas, garabatos y storyboards Ilustraciones con acuarelas ¿Cuánto vale tu obra? Todo llega a su fin: ¿cuándo se acaba un cuadro? Índice 116 118 120 122 124 126 128 130 132 134 136 138 140 142 144 146 148 150 152 154 156 IN T R O D U C C IÓ N 06 Al oír hablar de acuarela, muchas personas se imaginan inmediatamente cuadros con paisajes sentimentales, ruinas antiguas y escenas pintorescas. Si bien los artistas ingleses de los siglos XVIII y XIX reivindicaron la acuarela como un medio pictórico sofisticado, esta provoca a menudo reacciones sorprendentemente negativas por parte de los artistas contemporáneos. Una generación entera la relega rápidamente a la categoría de medio para aficionados. Pero la acuarela es mucho más que un medio para aficionados, la concentración y la práctica que requiere son intensas. Una vez sobre el papel, los errores son difíciles de enmendar y solo cuando se sabe aplicar con seguridad, produce resultados verdaderamente positivos. La acuarela implica un cierto grado de incertidumbre, pero también nos enseña a ver. La acuarela fue la primera técnica que permitió al artista salir libremente de su estudio porque se podía llevar con facilidad al exterior. No hacían falta tubos, caballete, lienzos o instrumentos similares, sino solamente una caja de pinturas y papel. Y hoy en día, la acuarela sigue liberándonos del estudio, de los ordenadores portátiles y de los innumerables cables y baterías. Sin embargo, la acuarela no es simplemente una técnica: es casi una actitud. La acuarela hace lo que quiere. En cierto modo, es obstinada y anárquica. Por ello, para mí el secreto de usar acuarelas para pintar cuadros reside en establecer un equilibrio entre el controlar y el dejarse llevar. Los cuadros normalmente solo son “muy buenos” cuando nos sorprenden, cuando revelan aquello que hemos percibido y sentido pero que no podríamos expresar de un modo consciente. Cuando sacrificamos la dosis adecuada de control en el proceso creativo, las cualidades inherentes de la acuarela empiezan a jugar a nuestro favor.Este libro tiene dos propósitos: enseñar técnicas de acuarela y contar algunas cosas sobre el color. Aun así, no tiene el objetivo de explicar, por ejemplo, cómo pintar un cielo determinado en cuatro pasos. Tengo verdaderas dudas sobre si los lectores aprenden más de tales libros de instrucciones de lo que aprenden cuando simplemente se ponen a pintar el cielo. ¿Y si de repente el cielo se nubla? Por eso, lo que pretende este libro es mostrar los principios básicos de la pintura a la acuarela para que cada uno los aplique libremente a aquello que quiera lograr. Me imagino que debe de ser un poco como aprender los acordes de una guitarra. Personalmente, me parece importante que aprendas las posiciones de los dedos, pero saber qué canción quieres tocar depende de ti. Y no te preocupes: todo lo que hay que saber sobre el color se puede aprender de una simple caja de pinturas. Lo importante no es si la pintura a la acuarela es un medio sofisticado y legítimo. La acuarela puede ir a cualquier sitio. Es un medio autónomo, libre y creativo, y hace del mundo nuestro estudio. Cordialmente, ACUARELA: ¿SÍ O NO? IN T R O D U C C IÓ N 08 Esta historia nos llega desde la antigua China. Un día, un emisario del emperador fue a visitar a un pintor célebre. “El emperador desea un cuadro”, le dijo el emisario, y le preguntó si podría pintar un gallo para su majestad. El pintor contestó que sí, pero que le llevaría un tiempo, ya que la creación de un buen cuadro así lo requería. El emisario sabía que la paciencia no era una de las virtudes del emperador, así que le concedió al pintor dos semanas para retratar el gallo. Al pasar las dos semanas, apareció de nuevo. “¿Dónde está el gallo?”, preguntó al pintor, quien respondió que estaba trabajando en él, pero que el cuadro aún no estaba acabado. El emisario maldijo, pero le concedió otra semana, ya que sabía que el pintor era un gran maestro de su arte. Por su parte, el pintor se comprometió a acabar el cuadro a tiempo. Sin embargo, al final de la semana, cuando el emisario apareció otra vez, el cuadro aún no estaba terminado. El emisario despotricó y vociferó, pero no sirvió de nada. El pintor exigió una semana más para trabajar en el gallo. Pero claro, el emperador no estaba acostumbrado a esperar, y cuando la semana tocó a su fin, se presentó en persona, acompañado de miembros de la casa real, a visitar al pintor. Le preguntó si el gallo estaba ya acabado. El pintor levantó la vista y respondió que sí, por supuesto, el gallo ya estaba acabado. Y delante del mismísimo emperador, cogió una hoja de papel en blanco, tomó un pincel y pintó un gallo para el emperador. El emperador se quedó sin habla. ¿Por qué había hecho esperar a su emperador tanto tiempo por algo que podía pintar en un santiamén?, le preguntó, gritando, al pintor. El pintor no perdió la calma. Cruzó su estudio y abrió una puerta que daba a una habitación trasera. Y cuando todos los presentes se asomaron al interior de la habitación, vieron un espacio tan grande como el estudio del artista lleno hasta el techo de dibujos realizados durante semanas, intentonas y bocetos del gallo del emperador que tan rápido había pintado. Esta historia tiene mucho que ver con la acuarela. La acuarela exige técnicas que requieren cierto tiempo de perfeccionamiento. No obstante, el acto efectivo de pintar con acuarelas no se demora mucho: es un medio muy rápido, inmediato. Aun así, aunque se tarde tan poco en pintar, es importante dedicar tiempo a practicar y dominar las técnicas. Francamente, puede que este no sea el consejo que la gente espera de un libro para aprender acuarela, el cual, por definición, intenta ayudar a los lectores a conseguir resultados rápidos y UN CUADRO PARA EL EMPERADOR vociferó, pero llamativos. Sin embargo, la técnica de acuarela del maestro chino tiene un gran potencial. Y ya que ni siquiera el maestro chino más dotado se hizo en un día, pongámonos en marcha juntos cuanto antes, tan rápido como podamos. Hace calor donde crecen las acuarelas, y si hay un bien que sea escaso, es el agua. Sudán es una de las zonas más duras del mundo: un área semidesértica en el noreste de África con tormentas de arena y temperaturas extremas que han llegado a alcanzar los 49 °C. Sin embargo, las sustancias con las que se hacen las acuarelas provienen del corazón de Sudán, de Kordofan, Kassala y Darfur. Para entender cómo funcionan las pinturas, debemos ver primero de qué están hechas. La acuarela es uno de los tipos de pintura más antiguos, y su secreto reside en una sustancia amarilla ambarina que ha recorrido un largo camino desde el lejano y tórrido desierto hasta llegar a nuestras cajas de pintura. Enseguida nos ocuparemos de esto. La materia prima de la pintura es el pigmento, un material que normalmente viene en polvo y que refleja un color concreto con viveza. GOMA ARÁBIGA Donde crecen las acuarelasINT R O D U C C IÓ N 10 Este polvo, que en realidad es el tinte de la pintura, puede provenir de una planta o de un mineral, de un metal o de un óxido. La pintura contiene cientos de sustancias orgánicas o inorgánicas, todas las cuales se originan en polvo y, por ello, suponen un problema para el artista, ya que el polvo no se adhiere automáticamente al soporte (es decir, al papel o lienzo). Para convertirse en lo que conocemos como pintura, el pigmento necesita un adhesivo, un “vehículo” que permita mantener unida la pintura y, al secarse, la adhiera al papel. A lo largo de los siglos, han sido muchos los modos empleados para resolver este problema. En la Edad Media, los artistas utilizaban yema de huevo, a la que añadían pigmentos para hacer temple de huevo. En el Renacimiento, usaban aceite de linaza hervido para crear pinturas al óleo. En realidad es el “vehículo” (la sustancia aglutinante) lo que distingue a un tipo de pintura de otro. El que un pigmento se convierta en pintura acrílica o pintura al óleo, que se introduzca a presión en un lápiz de color o en forma de pintura de cera, depende del aglutinante. La acuarela se hace con una resina llamada goma arábiga, la cual, como hemos dicho, proviene de Sudán. Los pequeños árboles espinosos de los que se extrae se llaman Acacia seyal (acacia roja) y Acacia senegal (árbol de la goma). Para obtenerla, se raja de arriba abajo la corteza del árbol, que desprende un jugo lechoso que se recoge y se seca. Esta resina seca y molida ha servido como aglutinante para pintura desde tiempos inmemoriales. Los antiguos egipcios también la usaban en sus procesos de momificación y los chinos mezclaban en ella su tinta. Para hacer acuarelas, los extraños trozos de resina color miel se muelen y se disuelven en agua templada, y a esta mezcla se le añade el polvo del pigmento. Hoy en día, la pintura a la acuarela se sigue produciendo más o menos del mismo modo que hace mil años, ya que no existe un sustituto químico adecuado para la goma arábiga. La goma arábiga es única: el aglutinante es traslúcido y refleja la luz, lo que intensifica la luminosidad de la pintura. Además, la goma arábiga es inocua y se puede volver a disolver en agua cuando se ha secado. La idea de mezclar pigmentos y goma arábiga para hacer pintura a la acuarela es muy antigua, pero, a principios del siglo XIX, los químicos W. Winsor y H. Newton fueron los primeros en añadir glicerina a la mezcla para que las pinturas mantuviesen una consistencia semihúmeda al guardarse en cajas de pintura. Parece que la miel también produce este efecto. El tinte en sí, o lo que da a las pinturas su color, es el pigmento, que es distinto del aglutinante. Los pigmentos vienen en polvos coloridos y molidos muy finos. Se crean a partir de sustancias molidas orgánicas e inorgánicas que se mezclan con un aglutinante para hacer pintura. Lospigmentos, ese secreto tan bien guardado de la pintura, se han comercializado a lo largo de los siglos como un producto precioso, ya que poseen una cualidad que, aunque a primera vista nos puede sonar rara, los hace únicos: los pigmentos son colores que mantienen de forma permanente su color. Los colores están en todas partes. Las flores presentan una amplia variedad de tonos, igual que la fruta, los campos, los bosques, la luz de las puestas de sol, los pájaros espectaculares o las mariposas. El problema de estos colores, sin embargo, es que no duran. Siempre que llega el invierno, los colores desaparecen. Cuando se pone el sol, solo hay noche. Si algo vivo se muere, sus colores se atenúan: las flores se marchitan, las frutas pierden su intensidad y, al llegar el otoño, el verde de la primavera se transforma en tonos terrosos. Puede resultar difícil conseguir que los colores se mantengan y perduren. Por ejemplo, si exprimimos una fruta roja, lo más probable es que el zumo al principio también sea rojo. Pero este color se irá desvaneciendo PIGMENTOS La materia de la que están hechos los sueñosINT R O D U C C IÓ N 12 gradualmente a medida que el zumo se seca. Si lo exponemos de forma premeditada a la luz, su brillo se atenúa cada vez más conforme pasa el tiempo. Lo más seguro es que su tono se convierta pronto en marrón o gris y, desde luego, que no resplandezca del mismo modo que cuando estaba recién exprimido. La mayor parte de los colores se desvae, lo cual supone un problema para los artistas que quieren que sus dibujos y cuadros se mantengan luminosos y brillantes. En gran medida, la luz es la responsable de que la mayoría de las pinturas pierdan el color. Aunque la pintura puede resplandecer a la luz, también puede verse destruida por el mismo motivo. Si las pinturas se exponen a la luz y el aire mucho tiempo, se desvaen incluso más rápidamente. El efecto es menor en pigmentos inorgánicos, óxidos o colores terrosos, pero muchas de estas pinturas también desaparecen con el tiempo. No obstante, también existen pinturas resistentes a la luz cuyos colores no se desvanecen porque están hechas con pigmentos especiales. Los pigmentos pueden estar formados por sustancias orgánicas e inorgánicas —minerales, plantas o incluso insectos— y también se pueden producir químicamente. La pintura a la acuarela suele hacerse con pigmentos químicos que se muelen con una finura especial para favorecer unas cualidades óptimas de glaseado. Con frecuencia, las pinturas de nuestras paletas actuales contienen dosis muy elevadas de pigmentos, de modo que incluso en pequeñas cantidades pueden proporcionar un golpe de color adecuado. Los pigmentos son el corazón de las pinturas. Cuando se combinan con goma arábiga, glicerina y miel, dan un soplo de vida a los cuadros. premeditada a la luz, su brillo se atenúa cada vez más conforme pasa el tiempo. desde luego, que no resplandezca del mismo modo que cuando estaba recién exprimido. No obstante, también existen pinturas resistentes a la luz cuyos colores no se desvanecen porque están hechas con pigmentos especiales. Y una cosa más: Las pinturas a la acuarela pueden cambiar de color cuando se secan. Hay muchos tonos que se alteran solo ligeramente, así que aunque ello no significa que un rojo se vaya a convertir de repente en verde, sí que puede, por ejemplo, tener una apariencia más apagada al secarse. Lo único que puede ayudar a anticipar estos cambios es la experiencia. Con el tiempo, llegarás a conocer mejor tus pinturas y podrás trabajar con estas características particulares. IN T R O D U C C IÓ N AMARILLO Y NARANJA De camellos y crocus 14 Hay una historia sobre el amarillo indio que se ha incluido en casi todos los libros que existen sobre color. Según cuenta la historia, el amarillo indio llegó a nosotros de mano de unos camellos a los que se alimentaba con una dieta fija de hojas de mango y se les daba muy poca agua. Para obtener el pigmento, se calentaba la orina de los pobres animales y se conseguía una sustancia de un intenso color amarillo llamada “purree”. Este método se prohibió a principios del siglo XX por su crueldad. Por razones evidentes, en los últimos años hay cada vez más dudas sobre esta historia. En la India, por ejemplo, la historia o bien no se conoce o solo se ha transmitido través de fuentes europeas. Consejo: el amarillo es muy sensible a las impurezas. Cuando pintes, antes de mojar el pincel en el amarillo asegúrate de que no está manchado con ninguna otra pintura. Al trabajar con este color, emplea mucha agua fresca y limpia. fuego, descubrieron con sorpresa el cambio en el blanco de plomo: se había convertido en un color naranja rojizo. Desde entonces, este color pasó a conocerse como “rojo de plomo”. Las mujeres y los gladiadores lo usaban para maquillarse, se empleaba para pintar paredes y para iluminar libros. Lamentablemente, en el siglo XX se descubrió que el rojo de plomo es enormemente tóxico y el color desapareció de las paletas de pintura. Con frecuencia, el naranja también se extraía del cártamo o de la resina de drago. No está muy claro si el color naranja se denominó así por la fruta o viceversa. Se cree que la fruta era originaria de Asia y probablemente era muy común en Europa después del Renacimiento. La ciudad francesa de Orange (que tiene naranjas en su escudo) también puede haber sido el epónimo, ya que está cerca de las canteras de ocres de Roussillon, de las se han extraído pigmentos naranjas y rojos durante siglos. Durante mucho tiempo, el naranja no se consideró un color por sí mismo, sino más bien un amarillo rojizo, y se categorizaba como uno de estos dos colores según la saturación que presentara. El naranja no debutó como color independiente hasta que Vincent Van Gogh y Edvard Munch empezaron a usarlo de forma habitual en sus obras. El naranja es fácil de mezclar, pero es mejor tener uno ya mezclado en la caja para pintar con rapidez. Las hojas de mango, por su parte, no tienen virtudes de pigmentación, así que podemos suponer que el color amarillo procedía probablemente de los minerales o el fosfato de calcio al cual se añadía la orina. Es posible que la historia de los camellos se añadiese para hacer el pigmento más interesante y por lo tanto más caro. El amarillo es el color primario más claro y por ello el más sensible a las manchas y a enturbiarse. Hasta las impurezas más pequeñas pueden hacer que los tonos amarillos se vean sucios o débiles. Durante siglos, los pigmentos amarillos se hacían con arsénico tóxico, cadmio o cromo. Los tintes alternativos, como el azafrán (que proviene del polen de los crocus de azafrán), eran muy caros. Además, solo las telas muy blancas (y por ello muy caras) se podían teñir de amarillo, ya que hasta las impurezas más pequeñas podían enturbiar el brillo del color. Así, en la China antigua únicamente el emperador y los dignatarios religiosos podían llevar túnicas amarillas teñidas con azafrán. Posteriormente, además, en la Europa medieval el color amarillo adoptó connotaciones negativas. Cuando en una ciudad ondeaban banderas amarillas quería decir que la peste negra estaba allí en su máximo apogeo. Solo vas a necesitar dos tonos de amarillo en la caja de pinturas: amarillo de cadmio, o amarillo puro, y amarillo Nápoles. En realidad, el componente blanco del amarillo Nápoles hace que se descomponga en un tono pálido al mezclarse con otros colores, dando lugar, por ejemplo, a grises muy apropiados para pintar cielos de tormenta. La historia del pigmento naranja empieza en la antigüedad, concretamente en el siglo I, en un incendio en el puerto de Atenas. Se dice que en el desastre ardieron unos barriles de pigmento blanco de plomo y que, cuando los capitanes del puerto estudiaron los daños una vez apagado el Otrafuente de color rojo la aportó una planta conocida como rubia. Utilizada desde la antigüedad, aún la puedes encontrar hoy en día en las cajas de acuarelas en forma de carmesí de alizarina o rosa madder. El púrpura, color que los romanos utilizaban para teñir sus togas, también era difícil de obtener. Antiguamente se utilizaban las secreciones de un pequeño caracol de mar para crear el tinte púrpura conocido como púrpura de Tiro. En este caso, la proporción de color por bicho era incluso menos favorable que la de la cochinilla: para obtener unos 100 gramos de color había que sacrificar cerca de 100.000 caracoles de mar. Por cierto, a pesar de las connotaciones que tiene el color rojo como señal de alerta, la mayor parte de los mamíferos no lo pueden ver. En ese sentido, los seres humanos somos la excepción. Sin embargo, los pájaros ven muy bien el rojo, lo cual podría explicar por qué vuelan como locos a la fruta roja. Percibimos el color rojo cuando una luz de intensidad superior a los 600 nanómetros incide en las células fotorreceptoras cónicas de nuestra retina. Pero el color rojo —por lo menos en su forma más básica— es de lo más terrenal. La tierra roja que contiene un óxido de hierro denominado hematita se ha utilizado desde la época neolítica. Según el tono deseado, se puede usar tal y como está, o se puede quemar para obtener rojo indio o rojo inglés. No obstante, el rojo fuerte no se puede obtener por medio de la simple extracción minera. El rojo ocre siempre es un poco terroso, un tono entre el óxido y las hojas de otoño, pero nunca lo que consideraríamos un rojo fuerte. Aunque suene raro, durante miles de años el rojo se obtuvo de la cochinilla. Y no estamos hablando de un solo bicho, sino de miles: para hacer unos 100 gramos de color, se necesitaban unas 14.000 cochinillas, que se recolectaban de las plantas (normalmente en algunos tipos de hierba o en el nopal). Cuando se secaban y pulverizaban constituían la materia prima para fabricar el púrpura, el carmesí y el escarlata. ROJO Y PÚRPURA De bichos y caracoles No obstante, el rojo fuerte no se puede obtener por medio de la simple extracción minera. El rojo ocre siempre es un poco terroso, un tono entre el óxido y las hojas de otoño, pero nunca lo que consideraríamos un rojo fuerte. Aunque suene raro, durante miles de años el rojo se obtuvo de la cochinilla. Y no estamos hablando de un solo bicho, sino de miles: para hacer unos 100 gramos de color, se necesitaban unas acuarelas en forma de carmesí de alizarina pequeño caracol de mar para crear encontrar hoy en día en las cajas de 16 Los rojos y púrpuras más aconsejables para una caja de acuarelas de tamaño medio son: el rojo de cadmio, el carmesí de alizarina, el magenta y el violeta de manganeso. 18 Antiguamente, el azul venía de muy lejos. El índigo de buena calidad provenía de la India y el ultramar brillante solo se podía obtener en Afganistán. AZUL De lapislázuli, índigo y añilINT R O D U C C IÓ N Antes, el azul suponía un problema para los pintores, no solo por ser un color melancólico (de ahí el término inglés blues), sino fundamentalmente por su precio elevado. No había nada tan caro como el azul puro, brillante. El azul era el color de los príncipes, las estatuas de madonas vestían túnicas azules y, por supuesto, el nombre “azul real” no era una denominación casual. Antaño, el azul puro solo se podía obtener de dos maneras: una era mezclar las hojas de la planta de añil con orina y fermentar la mezcla; la otra era obtener el pigmento molido de una piedra preciosa que provenía exclusivamente de una mina afgana increíblemente remota. El ultramar, o lapislázuli, era más preciado que el oro, y, hasta que llegaba a manos de los pintores, tenía que pasar por muchas otras manos. Es decir, que el azul suponía un problema. El azul intenso era prácticamente inalcanzable y la fabricación del índigo azul apagado producía un olor nauseabundo. A partir de la Edad Media, el índigo empezó a traerse de la India, donde se descubrió una variedad de añil que teñía con mucha más facilidad que la variedad originaria de Europa central. Este índigo acabó sustituyendo al añil tradicional. Como color primario para pintar, el azul es irreemplazable. En mi opinión, un buen set de pintura debe incluir el azul cobalto, el ultramar y el índigo. El azul turquesa también es conveniente ya que es un color difícil de obtener mezclándolo uno mismo. P. D.: Se dice que una persona es de “sangre azul” cuando no ha de trabajar al aire libre, al sol, y a través de la palidez de su piel se adivinan sus venas. Antes, el azul suponía un Antes, el azul suponía un problema para los pintores, no problema para los pintores, no problema para los pintores, no solo por ser un color melancólico solo por ser un color melancólico solo por ser un color melancólico solo por ser un color melancólico solo por ser un color melancólico (de ahí el término inglés (de ahí el término inglés (de ahí el término inglés (de ahí el término inglés (de ahí el término inglés fundamentalmente por su precio fundamentalmente por su precio fundamentalmente por su precio elevado. No había nada tan caro elevado. No había nada tan caro de la planta de añil con orina y Consejo: los azules tienen un color muy intenso y por ello ofrecen una maravillosa gama tonal. Un azul oscuro (como el índigo) puede parecer casi negro, mientras que los tonos más delicados pueden asemejarse al blanco. Por ello el azul es excelente para retratar matices sutiles de color. 20 IN T R O D U C C IÓ N Consejo: un buen set de pintura necesita por lo menos dos verdes distintos. Dos tonos buenos son el verde savia y el verde Winsor. El verde no es solo el color que domina en el paisaje, los árboles y los campos, sino que juega un papel esencial en la marcha de la naturaleza. La clorofila verde que contienen las hojas produce oxígeno, que es lo que hace posible la vida en la tierra. Por ello, no es de extrañar que el verde se considere un color sagrado en muchas culturas. En los lugares en los que el verde escasea en el paisaje, como por ejemplo las zonas desérticas, es un color especialmente apreciado. Aunque el verde se considere el color de la naturaleza, durante siglos se ha asociado también con algo mortífero. En ocasiones, el veneno se retrata en tonos verdes, una asociación que se remonta a la época en que los pigmentos verdes se hacían con óxidos de metal, como el óxido de cobre disuelto en arsénico. En los viejos tiempos, chupar o morder un pincel podía costar la vida a los pintores. Hoy en día se especula con la teoría de que fue el diseño de interiores escogido por Napoleón lo que acabó por matarlo, ya que el papel pintado de la pared de su casa era verde y había sido tratado con un tinte que contenía arsénico. El verde es más difícil de utilizar de lo que puede parecer a simple vista. En un cuadro, si no se mezcla bien puede verse poco natural. VERDE De plantas y venenos Por ejemplo, si pintas un árbol utilizando solamente un verde claro, parecerá de plástico. Así, es conveniente intentar romper un poco el verde, sobre todo para cuadros de naturaleza. Prueba a mezclar una pequeña gota de amarillo o de rojo, el color complementario del verde, en la pintura y tus prados tendrán un aspecto mucho más natural. ¿A qué responde ese cambio tan impactante que se produce al pasar del blanco y negro al color? ¿Cómo se puede explicar la gran diferencia que hay entre un dibujo y un cuadro? En comparación con una pintura, un dibujo puede parecer a veces inusitadamente falto de sentimiento. Pero en cuanto se le añade color, el panorama cambia radicalmente. El color está vivo, está cargado de emoción y nos transporta a un lugar completamente nuevo. Si echas un vistazoa un dibujo y luego a una imagen en color, entenderás en seguida lo que quiero decir. Un dibujo —y mucho más si se trata de un boceto hecho con tinta o lápiz— tiene algo que es difícil de captar, algo que hace que parezca indeterminado. Podría decirse que al añadirle color nos adentramos en el “mundo real”. Esto puede deberse a que los dibujos en blanco y negro operan en un nivel sorprendentemente distante y limitado. Por medio de líneas y contornos, el dibujo define el mundo de un modo muy diferente de como lo hace la pintura. El dibujo pertenece al ámbito de la planificación y el borrador. La realidad es multicolor. En comparación con una pintura, un dibujo puede parecer a veces inusitadamente falto de sentimiento. Pero en cuanto se le añade ¿A qué responde ese cambio tan impactante ¿A qué responde ese cambio tan impactante ¿A qué responde ese cambio tan impactante que se produce al pasar del blanco y negro que se produce al pasar del blanco y negro que se produce al pasar del blanco y negro al color? ¿Cómo se puede explicar la gran al color? ¿Cómo se puede explicar la gran diferencia que hay entre un dibujo y un diferencia que hay entre un dibujo y un cuadro?cuadro?cuadro?cuadro?cuadro? Dibujar con color añadido La galleta “cobra vida” en esos lugares en los que los colores enfatizan el dibujo. Además de crear una sensación de espacio, la pintura también produce un efecto sensual: la galleta se vuelve apetitosa. INTRODUCIR COLOR EN LOS DIBUJOSINT R O D U C C IÓ N Exceptuando los dibujos hiperrealistas, la técnica del dibujo resulta más útil para hacer bocetos o modelos de imágenes coloreadas. La pintura quiere crear una ilusión, mientras que el dibujo pretende explicarnos algo. La pintura es un medio arriesgado, pero también maravilloso. El color es muy exigente y enriquece nuestros cuadros con un aspecto sensual. Un dibujo de una tarta solo describirá su forma, pero un cuadro de una tarta conseguirá que se te haga la boca agua. Un dibujo es un modelo. Una pintura es el propio mundo. Así que salgamos de nuestro escondite. efecto sensual: la galleta 22 P R IM E R O S I N T E N T O S 24 En primer lugar, el proceso de diseño implica tomar una serie de decisiones y debemos entender cómo las tomamos. El resultado final evolucionará según el camino que decidamos tomar. Más azul, más amarillo. Es tu obra y solo tú decides lo que esta va a incluir. Todo eso hace que diseñar una imagen sea, desde luego, algo difícil. Los artistas crean mundos y los pueblan con temas. De este modo, toman un sinfín de pequeñas decisiones: el color de un jersey o de un coche, el tamaño de cada uno de los elementos individuales, la importancia de cada color o forma concretos... Así, tu dibujo será el resultado de una serie de decisiones. Solo quienes la vean desde fuera verán una obra cerrada, acabada. Tú, sin embargo, la percibirás más como una cadena de decisiones que forman parte del proceso creativo. Ahí radica precisamente la dificultad del arte, porque las decisiones a veces son muy difíciles de tomar. ¿Y esto por qué? Nuestra visión general del mundo es lo que dificulta tanto la toma de decisiones. Desde la antigüedad, nuestro modo de ver las cosas ha estado marcado por las polaridades. Pensamos en términos de luz y oscuridad, del bien y el mal, el cielo y el infierno; y suponiendo que todas las monedas tengan dos caras, desarrollamos de modo inconsciente la idea de que todo lo que no sea la decisión “correcta” es “incorrecto”. ¡Basta! SELECCIÓN MÚLTIPLE Diseñar es decidir En pintura, no hay nada correcto o incorrecto. Todas las decisiones de diseño contienen múltiples posibilidades y matices. Por ello, mi consejo es no pensar en términos de resultados, de “cuadros acabados”, sino más bien en términos de cientos de pequeños pasos intermedios. En cuanto te pongas en camino, el cuadro crecerá solo. Y normalmente las decisiones solo son difíciles de tomar en los estadios iniciales: en cuanto empiezas, todo te parece más fácil, y resulta asombroso ver qué fácil puede ser pintar. Con un poco de práctica, también llevarás esta facilidad a tu siguiente obra, con todas sus innumerables decisiones. Cuaderno de Jerusalén. En este caso se utilizó un rotulador para rellenar las zonas grises (gorra y jersey). Cuaderno de Jordania. Medio: rotuladores negros de punta fina y de punta más ancha sobre papel. Las zonas grises fueron unos discretos añadidos rápidos. Medio: rotuladores negros de punta fina y de punta más discretos añadidos rápidos. P R IM E R O S I N T E N T O S 26 Es muy sencillo: las sombras se producen allí donde no incide la luz directa. Esto explica casi todo lo que tienes que saber sobre pintura. Cuando pintes con acuarela, para producir una sensación de espacio lo importante es sobre todo saber pintar las sombras. No te preocupes demasiado por pintar la luz, porque el color más luminoso de una acuarela será siempre el blanco del papel. Los contornos se establecen con el dibujo, y el acabado glasé es lo que une la luz con los contornos. Con el objetivo de practicar un poco y desarrollar un buen instinto en lo tocante a la técnica del glaseado, nuestro primer paso no será apagar la luz usando mucha pintura. Lo que haremos, por el contrario, será empezar con una pequeña sombra. Para este sencillo ejercicio necesitarás un rotulador. Prueba a dar un segundo tono a los dibujos que ya tienes en tu cuaderno de bocetos; un tono medio, por ejemplo. Utiliza un rotulador de un tono medio-gris (como el gris claro) y de punta más o menos ancha para añadir zonas grises al dibujo. Para captar mejor las sombras del modelo real que estás dibujando, prueba a achinar un poco los ojos. Este gesto simplifica tu mirada, intensifica los grises y hará más fácil que puedas copiarlos en el papel. Al hacerlo, descubrirás cómo realzan el dibujo. Además, el glaseado otorga a las formas una sensación de espacio y dimensión y el dibujo adquiere profundidad. Consejo: un modo de desarrollar tu instinto para las zonas grises o de tonos medios es estudiar viejas fotos en blanco y negro. gesto simplifica tu mirada, intensifica los grises y hará más fácil que puedas copiarlos en el papel. Al hacerlo, descubrirás cómo realzan el dibujo. DE LA NOCHE A LA MAÑANA Sombras y luz BLACK IS BACK Glasear con tinta chinaPRI M E R O S I N T E N T O S 28 A grandes rasgos, la tinta china es como un rotulador mágico de los de antes. Las zonas grises que se pueden crear con un rotulador también pueden hacerse con un pincel y tinta diluida. No solo eso, sino que además la tinta tiene una ventaja añadida muy poco valorada: te evita la necesidad de tener todo un surtido de rotuladores en varios tonos. Con la tinta china puedes mezclar tú el tono y obtener diferentes matices de claro y oscuro. Cuanta más agua utilices, más claro será el tono. Con este método, y con un solo bote de tinta, se pueden crear innumerables tonalidades. Por eso la tinta china es un buen paso intermedio para trabajar con acuarelas, ya que funciona como un glaseado pero también te permite experimentar con tonos y con distintos valores. La tinta china está compuesta por una mezcla de hollín, agua y un aglutinante como la laca, el acrílico o la goma arábiga. Para obtener el color negro, antaño se usaba madera quemada o hierro, y los huesos quemados y el marfil chamuscado daban tonos negros muy oscuros. Para los marrones, se empleaba ceniza de madera de haya, denominada bistre. Otros dos tipos “clásicos” eran la tinta sepia —un marrón elaborado con tinta de sepia— y la tinta de oro, de tonos dorados y elaborada con arsénico y mercurio. Desde luego, estos materiales que suenan tan rústicos son cosa del pasado. Pero pocas cosas han cambiado en el transcurso de las generaciones en lo que se refiere a la funcionalidad y laversatilidad de la tinta como material de dibujo y pintura. El único inconveniente son las manchas de tinta. Quizá por eso los pintores siempre van de negro. 30 P R IM E R O S I N T E N T O S Pero demos unos pasos atrás. Como las acuarelas son hasta cierto punto translúcidas, detrás de cada capa de pintura podemos percibir no solo el blanco del papel, sino también todas las capas de color subyacentes. Y como cada una de ellas es igual que una película de color, las múltiples capas van creando tonos cada vez más oscuros. Cuando pintamos dos capas del mismo color, una sobre otra, este se va oscureciendo, efecto que se hace más intenso con cada nueva capa que se añade. El autobús escolar también se ha pintado utilizando dos capas de acuarela amarilla. Para las ventanillas se ha empledo un poco de azul. Los ejemplos del coche y del cubo ilustran cómo se utiliza el glaseado. Dejamos blanca la capa más clara, pintamos la segunda capa, dejamos que se seque y añadimos otra capa por encima de esta para crear zonas oscuras. A grandes rasgos, el acabado glasé se puede comparar con un par de gafas de sol, en el sentido de que aporta una capa oscura sobre la luz. Si te pusieses un par de gafas encima de otro, notarías que todo se oscurece un poquito más con cada par. El glaseado funciona, básicamente, del mismo modo: vemos nuestro dibujo (o partes de él) a través de una capa de color. Esto es lo que hace que la acuarela sea tan especial. Con cualquier otro medio de pintura, el espacio blanco de apoyo se cubre con medios opacos. En una pintura a la acuarela o un dibujo, este espacio blanco desempeña un papel de gran importancia —si no decisivo— en el glaseado: se convierte en la luz de la pintura, y lo que pintas es la sombra. CAPA A CAPA El glaseado percibir no solo el blanco del papel, sino también todas las capas de color subyacentes. Y como cada una de ellas es igual que una película de color, las múltiples capas van creando tonos cada vez más oscuros. Cuando pintamos dos capas del mismo color, una sobre otra, este se va oscureciendo, efecto que se hace más intenso con cada nueva capa que se añade. Si te pusieses un par de gafas encima de otro,Si te pusieses un par de gafas encima de otro, notarías que todo se oscurece un poquito más con notarías que todo se oscurece un poquito más con cada par. El glaseado funciona, básicamente, del cada par. El glaseado funciona, básicamente, del mismo modo: vemos nuestro dibujo (o partes de él) mismo modo: vemos nuestro dibujo (o partes de él) a través de una capa de color. a través de una capa de color. Esto es lo que hace que la acuarela sea tan Esto es lo que hace que la acuarela sea tan especial. Con cualquier otro medio de pintura, el especial. Con cualquier otro medio de pintura, el espacio blanco de apoyo se cubre con medios opacos. espacio blanco de apoyo se cubre con medios opacos. En una pintura a la acuarela o un dibujo, este espacio En una pintura a la acuarela o un dibujo, este espacio blanco desempeña un papel de gran importancia —si blanco desempeña un papel de gran importancia —si blanco desempeña un papel de gran importancia —si no decisivo— en el glaseado: se convierte en la luz de no decisivo— en el glaseado: se convierte en la luz de la pintura, y lo que pintas es la sombra. la pintura, y lo que pintas es la sombra. 32 En pocas palabras, la diferencia principal entre tinta y pintura se hace evidente cuando mezclamos colores. Cuando superponemos capas de pintura, el color se va intensificando progresivamente. Con la tinta, ocurre igual. Pero la pintura hace algo más, se mezcla con otros colores. Si las capas superpuestas son del mismo color, el color, desde luego, se intensificará con cada nueva capa. Pero cuando al glasear empleas colores distintos, estos se afectan unos a otros y se mezclan, creando tonos nuevos. Con la tinta no ocurre esto, y cuando se mezcla así no se obtienen resultados tan buenos. El glaseado es el equivalente del modo “multiplicar” de Photoshop. Imagínate que estuvieses trabajando con cristal o con transparencias coloreadas. Si superpusieras muchas transparencias unas sobre otras, los tonos no solo se verían más oscuros, como sucede con la tinta, sino que se mezclarían. Una capa azul y una capa amarilla superpuestas surtirían el mismo efecto que si se mezclasen los colores en la paleta: darían como resultado el verde. Esto hace que al principio trabajar con acuarelas sea un poco más difícil. Debes pensar no solo en los valores, sino también en los tonos, teniendo en cuenta que los glaseados se mezclan en el papel y crean nuevos colores. Por eso es aconsejable empezar a pintar empleando unos cuantos colores relacionados. Con un poco de práctica, enseguida cogerás el tranquillo y serás capaz de sacarte de la manga mezclas nuevas de un modo relativamente rápido y sencillo. MEZCLAR COLORES CON GLASEADOS P R IM E R O S I N T E N T O S Consejo: cuando dos zonas pintadas se superponen en el glaseado, la saturación y el color se ven afectados. Las pinturas se mezclan en el papel igual que en una paleta. Por eso el azul y el amarillo en este caso dan verde. 34 P R IM E R O S I N T E N T O S Consejo: en la mayoría de los casos, para obtener un glaseado con color y profundidad, dos o tres capas de pintura son suficientes. Acuérdate de dejar que cada capa se seque bien antes de añadir la siguiente. Para practicar la técnica del glaseado, un buen ejercicio es pintar tu comida favorita. Hay alimentos de casi todos los colores y tienen la gran ventaja de que su espectro cromático parece natural, no de plástico (esperemos). Por eso, pintar tu plato favorito es un ejercicio ideal. Así que, ¿por qué no pintar una receta antes de cocinarla? ¡Pinta los ingredientes, pinta los utensilios de cocina y pinta el plato resultante! Añade una capa tras otra y observa cómo tus dibujos evolucionan con cada pincelada. Te sorprenderás de cuántos colores contienen, por ejemplo, las escamas de pescado o la piel de una cebolla. Pintar tu plato favorito, como verás, no sirve solo como ejercicio de pintura, sino que también aporta un placer visual y culinario. PRACTICAR EL GLASEADO Sopa de pescado 36 P R IM E R O S I N T E N T O S Splash, splash. A medida que empiezas a usar una mayor cantidad de agua en tus acuarelas, la cosa se pone interesante. Sin embargo, las dificultades que entraña “abrir el grifo” se harán patentes después de las primeras pinceladas: te darás cuenta de que la pintura hace lo que quiere. No hay manera de controlarla, pero te abrirá un sinfín de posibilidades si eres capaz de dejarla “pintar” a sus anchas. Hay dos técnicas básicas de acuarela: el glaseado y la aguada o lavado. Todas las otras técnicas son, en realidad, combinaciones de estas dos. Glasear, o añadir la pintura a capas, implica pintar con control. El lavado, también llamado en ocasiones aguada, funciona de otro modo. La pintura muy diluida se niega directamente a comportarse con la precisión de un rotulador; se rige más bien por la casualidad. Puede ser que en una parte del cuadro se seque más rápido y en otra haga charcos. Y del mismo modo que la pintura se seca de manera irregular, sucederán otras cosas irregulares en el dibujo. Sin embargo, lo que a primera vista te puede parecer una fea mancha de pintura, es en realidad una preciosa característica de la acuarela. Cuando se acumula mucha agua en una zona y mucha pintura en la otra, se crea una transición cromática difuminada y sutil de la que te puedes beneficiar. En realidad, este fenómeno se asemeja mucho a la forma natural en la que percibimos la luz. La luz aporta sutiles matices intermedios, no es un objeto que está presente (o no) como las bombillas en las lámparas de nuestro salón. Si empleas la técnica del lavado evitarás que tus acuarelas retraten la realidad congraduaciones de color duras y carentes de matices, y ganarás profundidad entremezclando los tonos. Así que… ¡no tengas miedo al agua! Consejo: los botes o tazas con tapa de rosca (por ejemplo, los botes usados de mermelada o los frascos de pastillas de la farmacia) resultan prácticos cuando se pinta fuera de casa. LAVADOS La pintura hace lo que le place 38 P R IM E R O S I N T E N T O S La pintura húmeda tiene un comportamiento extraño. No se seca de modo predecible como un rotulador, sino que cambia. Unas veces se contrae, otras se expande. Su comportamiento es especialmente peculiar cuando en su camino encuentra más pintura húmeda: entonces los colores se mezclan y crean tonos intermedios, zonas de transición y márgenes. De esta forma, los colores se mezclan sin necesidad de una paleta. Este tipo de comportamiento es precisamente el que necesitamos para crear un lavado degradado en un cuadro. La luz aporta profundidad porque no llega a todas las partes de una estancia del mismo modo. Las zonas donde esta incide quedan iluminadas, las zonas en las que no incide permanecen oscuras. Crea gradaciones de grises y de colores entre el blanco y el negro. Esto es lo que intentamos reproducir con la pintura. Colocamos juntos ciertos colores para crear zonas más oscuras y dejamos —especialmente con las acuarelas— que el blanco del papel asuma la función de las zonas más claras. En el capítulo anterior hemos visto que podemos emplear glaseados para crear matices y transiciones. Ahora vamos a crear tonos intermedios dejando que algunas zonas del cuadro se unifiquen. No importa que para ello mezclemos la pintura o que simplemente aclaremos una zona empleando, por ejemplo, agua. En ambos casos, para crear las transiciones dependemos de la tendencia que tiene la pintura a moverse a su antojo por el papel. En la práctica, esto implica dejar que las zonas pintadas se unan con cuidado allí donde queremos que los colores se mezclen (por ejemplo, para aportar profundidad con dos sombras). Por el contrario, en aquellos lugares donde las transiciones no están indicadas —como entre el vestido y la piel de la bailarina— dejamos un poquito de blanco como borde. pintadas se unan con cuidado allí donde queremos que los colores se mezclen (por ejemplo, para aportar profundidad con dos sombras). Por el contrario, en aquellos lugares donde las transiciones no están indicadas —como entre el vestido y la piel de la bailarina— dejamos un poquito de blanco como borde. A LA FUGA Lavados en degradado 40 P R IM E R O S I N T E N T O S Técnicas de lavado en el cuaderno de dibujo. Arriba: Cúpula de la roca, Jerusalén. Abajo: Zeche Zollverein, Essen. . Consejo: la pintura a la acuarela debe diluirse bien. No puede estar demasiado seca, pero si está demasiado húmeda es difícil de controlar. Con el tiempo, desarrollarás el instinto necesario para calcular las cantidades justas. LAVADOS ¡Otra vez, con sentimiento! Al dejar que la pintura se mezcle, la dificultad estriba en alcanzar la proporción adecuada entre agua y pintura. “Eso es fácil de decir”, pensarás. Ojalá pudiese darte una receta para la mezcla perfecta de agua y pintura. Algo como “coge dos cucharadas de agua y cuatro cucharadas de pintura y bátelas a toda velocidad durante 15 minutos”. Por desgracia, tal receta no existe. Insisto, el control es esencial. Tan inútil es usar agua en exceso como quedarse corto. Tampoco ayuda que un color simplemente elimine a otro o se lo coma. Debes desarrollar un instinto especial. Es una combinación entre dejarse llevar y mantener el control. La manera más fácil de aprender es sencillamente intentarlo una y otra vez. Puedes utilizar un pincel de acuarela para aplicar la pintura y retirar la que sobra. Yo normalmente manejo el pincel con la mano derecha y en la izquierda tengo un trapo o pañuelo de papel. Cuando quiero añadir pintura, la mezclo antes con agua. Cuando he usado demasiada, seco el pincel en el trapo y luego lo utilizo para absorber el exceso de pintura del papel. Es sorprendente lo bien que funciona este método. 42 P R IM E R O S I N T E N T O S Primero intenta darle intensidad a una zona determinada del cuadro. Moja un poquito de pintura y aplícala con una única pincelada. Ya verás: los colores adquieren intensidad. Si te parece que hay demasiada pintura húmeda en una zona, usa el pincel seco para quitar un poco. Observa el comportamiento de la pintura cuando intervienes de este modo y deja que te sorprenda. Con cada intento aprenderás un poco más. Cuando ya te sientas cómodo aplicando y quitando pintura con un pincel seco, verás que es una técnica muy rápida y muy útil para añadir a tu arsenal. Unas cuantas pinceladas y podrás lograr maravillosos efectos de color, textura y profundidad. UN TOMA Y DACA Añadir y eliminar pintura Consejo: también puedes distribuir la pintura húmeda sosteniendo el papel en ángulo. Si lo inclinas un poco, conseguirás que las zonas pintadas se mezclen unas con otras. 44 P R IM E R O S I N T E N T O S Llevar la técnica de lavado degradado al extremo es lo que se conoce como “húmedo sobre húmedo”. En esencia, el método funciona tal y como su nombre indica: la pintura húmeda se añade directamente sobre una base húmeda. Esta técnica se usa normalmente para temas que tienen bordes borrosos y fluidos, como el cielo, las nubes, el aire y el agua. Para ser sincero, el húmedo sobre húmedo puede resultar un poco kitsch. Pero también hay algo bello en la vaguedad de esta técnica, porque el ambiente, el color y el tono no se pueden transmitir igual de bien con ningún otro método. Para el húmedo sobre húmedo empapamos completamente el papel con agua —si quieres puedes teñirla con un poco de color para obtener un tono de base— y a continuación añadimos la pintura directamente sobre la superficie mojada. Esto crea zonas difuminadas cuyo control y dominio exige cierta práctica. La pintura se extiende suavemente y todas las transiciones transmiten una naturalidad sorprendente. La mayor dificultad del húmedo sobre húmedo estriba en aclarar todos los contornos de las formas y hacer que lo que era “insípido” vuelva a adquirir solidez. ¿Y esto cómo se hace? Un modo de hacerlo es esperar a que la pintura esté casi seca para solidificar las formas usando el pincel. Otro método eficaz es dejar pequeñas zonas de blanco entre las áreas pintadas para evitar que los colores converjan. Pero lo más sencillo es utilizar húmedo sobre húmedo en los estadios iniciales del cuadro. Primero se utiliza esta técnica para crear un ambiente nebuloso y vago y luego, cuando la pintura se seca, se añaden los detalles más específicos del cuadro. El húmedo sobre húmedo se convertirá en tu fiel aliado a la hora de pintar cuadros cada vez mejores. Nubes en húmedo sobre húmedo. Colores utilizados: ultramar e índigo para el cielo, mezcla muy diluida de ocre oscuro y ultramar para las sombras de las nubes. Consejo: al aplicar la técnica de húmedo sobre húmedo notarás que la acuarela parece que resplandece mucho más, algo característico de este tipo de pintura. Sin embargo, la intensidad del color se perderá un poco cuando se seque. Lo mejor es tener esto en cuenta de antemano y usar un poco más de pintura desde el principio. HÚMEDO SOBRE HÚMEDO Lonja de pescado en Corea: para esta imagen, primero humedecí la superficie entera y utilicé una técnica de húmedo sobre húmedo para que los colores se deslizaran sobre ella. Dejé algunos detalles en blanco, como la cara de la mujer o las letras, y les añadí color más tarde. 46 P R IM E R O S I N T E N T O S Consejo: combina técnicas de lavado y glaseado. En el ejemplo de la izquierda se añadió un lavado y luego se acentuó con elementos glaseados. Si te limitas a emplear exclusivamenteuna de estas dos técnicas, el glaseado o el lavado, pronto te darás cuenta de que, por separado, y por muy prestigiosas que sean, ni cubren todas tus necesidades. A estas alturas es muy probable que ya hayas comprobado que cada una tiene sus ventajas, pero que no sirven para solventar según qué problemas pictóricos. El lavado es un método ideal para crear transiciones y obligar a los colores a que se mezclen, mientras que el glaseado es mucho más apropiado para delimitar y tratar zonas específicas o reproducir texturas. ¿Qué hay que hacer? Mi solución es tirar por la borda la idea de “una sola técnica”. Alcanzarás tu objetivo mucho antes si combinas los dos. Por ello, mi consejo es que te olvides de la técnica pura y que pruebes un poco de esto y de aquello. Normalmente, cuando un lavado ya está seco aguanta muy bien otra capa de glaseado, que sirve para matizar y definir mejor el tema de la composición. El resultado final del cuadro también mejorará si dejas que en algunas zonas los bordes del glaseado se mezclen con partes aún húmedas del lavado. A primera vista esta alternancia de técnicas puede parecer poco ortodoxa, pero es precisamente su combinación lo que da vida a la acuarela. COMBINAR TÉCNICAS Un poco de esto y aquello Los colores pueden acariciarnos o atacarnos. Pueden superponerse para crear puestas de sol o incluso incrementar el precio de un coche. Los colores son completamente maravillosos, pero la respuesta a la pregunta de qué son en realidad aún no está del todo clara. ¿De qué está hecho eso que da vida a nuestro mundo? Demos paso a la ciencia: la luz del sol, producto de una fusión de hidrógeno que ocurre a millones de grados, contiene una mezcla de ondas electromagnéticas. Como sucede con el calor o los rayos ultravioletas, nos llega en primer lugar como parte de una oleada de energía. Los colores que vemos proceden de esas ondas electromagnéticas. Son elementos minúsculos que atraviesan veloces el espacio como trozos de una onda más grande y que, al encontrarse con nuestros ojos, desencadenan señales eléctricas en nuestros nervios ópticos. Pero ¿qué determina cada color?, ¿por qué son rojas las manzanas?, ¿por qué es azul el mar? Tras su viaje por el espacio, la luz llega aquí como una onda de energía con un espectro visible y uno invisible. Al principio, toda la parte visible del espectro aparece blanca. Los colores no entran en juego hasta que el espectro no se encuentra con una superficie, pongamos por caso una molécula de agua, un trozo de carbón o una manzana. En ese momento, el rayo de luz que hasta entonces era blanco se absorbe o se refleja. Cuando el rayo de luz se absorbe completamente, las superficies nos parecen negras, y cuando se refleja del todo nos parecen blancas. En algunos casos, sin embargo, algunas partes del rayo de luz se reflejan y entonces vemos un color en concreto. Cada rayo de luz está compuesto de todos los colores, que, vistos todos juntos, parecen blancos. Cuando una superficie se traga todas las partes de un rayo que incide en ella y refleja, por ejemplo, solo las partes azules, vemos azul. Únicamente percibimos los elementos del rayo de luz que no se absorben. Por eso, que veamos un color u otro depende de la forma que tiene de absorber los rayos de luz cada superficie en concreto. Puede resultar difícil imaginárselo, pero a nuestro alrededor todo está iluminado con miles de millones de elementos que se lanzan por el espacio e iluminan nuestro mundo o —por decirlo de un modo más poético— crean una explosión de rojo, azul o amarillo, dependiendo de qué alcancen. A lo mejor es un tópico, pero hay un par de razones que explican la gran diferencia que existe entre los colores que vemos y los colores que usamos para pintar. Esto también es un fenómeno físico: el color luminoso y el no luminoso (o de superficie). Podemos ver que la luz blanca contiene todos los colores cuando, en su camino desde las nubes, de pronto se rompe para formar un arcoíris. Debido a este Los colores pueden acariciarnos o atacarnos. Los colores pueden acariciarnos o atacarnos. Pueden superponerse para crear puestas de sol Pueden superponerse para crear puestas de sol ¿DE DÓNDE VIENEN LOS COLORES? Ciencia básica ¿DE DÓNDE VIENEN ¿DE DÓNDE VIENEN ¿DE DÓNDE VIENEN fenómeno de refracción, la luz se fragmenta en cada uno de los colores posibles. Pero el reflejo y la absorción de las ondas de luz no lo explica todo. En términos físicos, la luz de color y los colores que empleamos para pintar son cosas muy distintas. Para comprobar la diferencia basta con mezclar pintura de distintos colores. Cuando mezclas los colores entre sí te das cuenta de que siempre que añades un tono nuevo la mezcla se oscurece. Cuantos más colores utilices, más oscura resultará la mezcla (en realidad, si mezclases todos los colores de la caja, obtendrías un color casi negro). Curiosamente, la luz de color se comporta exactamente al revés. Si mezclases luz de color, todos los colores del espectro se acabarían uniendo para crear una luz blanca. Puede parecer extraño, pero esto explica mucho sobre la estructura de los colores. La luz es energía. A medida que añades un color de luz diferente, tal y como una estancia iluminada se hace más resplandeciente, el espectro de color se hace más completo, produciendo así una luz blanca brillante. Como he dicho, en los colores “sólidos” (como los de una manzana o las pinturas de una caja) se da el fenómeno contrario. En estos casos, el color viene determinado por las partes específicas de la onda de luz original que se reflejan. Recuerda, el color es lo que queda cuando se absorbe parte del rayo original. Cuando mezclamos pintura, estamos contribuyendo a crear la sustancia que absorbe el espectro. Por supuesto, esto lleva a que se absorba una parte aún mayor del espectro, lo cual hace los colores más oscuros. Pero ya basta de teoría. Te voy a contar un secreto. La clave para entender y saber usar los colores no radica tanto en conocer su estructura o cómo llegan a nuestro mundo sino en entender cómo los percibimos y qué significan para nosotros. La teoría siempre será teórica, pero la práctica es multicolor. Consejo: la diferencia entre colores luminosos y no luminosos se ejemplifica muy bien en la impresión. Los colores mezclados de nuestras pantallas son aditivos, o lo que es lo mismo, una mezcla de colores luminosos. Por el contrario, los colores impresos o pintados sobre el papel son sustractivos, es decir, una mezcla de colores no luminosos. Rueda cromática según Goethe, 1809 (detalle). Abajo: rueda cromática de Newton de 1704. Arriba, izquierda: rueda cromática simplificada hecha de colores primarios y secundarios. E X C U R S IÓ N A L A T E O R ÍA D E L C O L O R 50 La primera rueda cromática apareció en un libro médico publicado en Inglaterra a finales de la Edad Media. Su autor, Robert Fludd, recomendaba su uso para detectar anomalías en la orina de los pacientes. Los primeros estudios certeros sobre la naturaleza del color se los debemos a Isaac Newton, que fue el primero en relacionar luz y color. En 1704 publicó su rueda de color de Opticks (izquierda), en la que organizaba los colores primarios en círculo, poniendo los colores complementarios entre cada primario y obteniendo así una rueda cromática de aspecto muy moderno, aunque incluía siete colores en asimetría. Otro ejemplo, la muy citada rueda simétrica de color de Goethe, representaba seis colores. Durante toda su vida, Goethe —quien, por cierto, consideraba su trabajo en ciencias naturales, y no en poesía, su obra definitiva— se opuso con vehemencia a las enseñanzas de Newton. Arguyó que los colores están asociados con estados emocionales (“la razón y la bondad son amarillos”), teoría que, aun siendo interesante, no gozó de muchaaceptación, ya que nuestra percepción de los colores es sumamente subjetiva. Newton, por su parte, sí iba bien encaminado con su análisis exclusivamente científico de los colores. Vocablos como “belleza” y “estética” tienen mucho que ver con la cultura en la que vivimos. Por ejemplo, nuestro color de luto es el negro, mientras que en Japón la pérdida se simboliza con el color blanco. Entonces ¿por qué necesitamos un sistema para organizar el color? Un vistazo a tu caja de pinturas te dará la respuesta. La sistematización facilita el trabajo. La rueda de color es de gran ayuda porque proporciona un sistema simple y fácil de entender que nos permite derivar los contrastes y las armonías de color. Por ejemplo: en la rueda de color los colores complementarios siempre están enfrente unos de otros. Además, la mayoría de los sistemas de armonía de color también se basan en la rueda cromática. La rueda cromática no solo organiza, sino que también cartografía la percepción humana de los colores. La rueda de color más útil para nuestros propósitos es una versión simplificada de la que diseñó el profesor de la Bauhaus Johannes Itten (ver arriba). Su modelo consistía en tres colores primarios (rojo, amarillo y azul) y sus combinaciones (colores secundarios) de naranja, verde y púrpura. El anillo exterior incluía la combinación de tonos primarios y secundarios, llamados colores terciarios. Sin embargo, para nuestro trabajo, el modelo simplificado de seis colores que reproducimos a la izquierda es suficiente. Volveremos luego sobre esto. ORGANIZAR LOS COLORES Arriba, derecha: rueda cromática de Itten. Los colores primarios están en el medio y junto a ellos están los colores secundarios rodeados por un círculo de colores primarios, secundarios y terciarios. La primera rueda cromática apareció en un libro médico La primera rueda cromática apareció en un libro médico La primera rueda cromática apareció en un libro médico La primera rueda cromática apareció en un libro médico La primera rueda cromática apareció en un libro médico La primera rueda cromática apareció en un libro médico La primera rueda cromática apareció en un libro médico publicado en Inglaterra a finales de la Edad Media. publicado en Inglaterra a finales de la Edad Media. publicado en Inglaterra a finales de la Edad Media. publicado en Inglaterra a finales de la Edad Media. publicado en Inglaterra a finales de la Edad Media. publicado en Inglaterra a finales de la Edad Media. publicado en Inglaterra a finales de la Edad Media. publicado en Inglaterra a finales de la Edad Media. publicado en Inglaterra a finales de la Edad Media. Su autor, Robert Fludd, recomendaba su uso para Su autor, Robert Fludd, recomendaba su uso para Su autor, Robert Fludd, recomendaba su uso para Su autor, Robert Fludd, recomendaba su uso para Su autor, Robert Fludd, recomendaba su uso para Su autor, Robert Fludd, recomendaba su uso para Su autor, Robert Fludd, recomendaba su uso para Su autor, Robert Fludd, recomendaba su uso para Su autor, Robert Fludd, recomendaba su uso para detectar anomalías en la orina de los pacientes.detectar anomalías en la orina de los pacientes.detectar anomalías en la orina de los pacientes.detectar anomalías en la orina de los pacientes.detectar anomalías en la orina de los pacientes.detectar anomalías en la orina de los pacientes.detectar anomalías en la orina de los pacientes.detectar anomalías en la orina de los pacientes.detectar anomalías en la orina de los pacientes.detectar anomalías en la orina de los pacientes. Los primeros estudios certeros sobre la naturaleza del color se los debemos a Isaac Newton, que fue el primero en relacionar luz y color. En 1704 publicó su rueda de color de Opticks (izquierda), en la que organizaba los colores primarios en círculo, poniendo los colores complementarios entre cada primario y obteniendo así una rueda cromática de aspecto muy moderno, aunque incluía siete colores en asimetría. Otro ejemplo, la muy citada rueda simétrica de color de Goethe, representaba seis colores. Durante toda su vida, Goethe —quien, por cierto, consideraba su trabajo en ciencias naturales, y no en poesía, su obra definitiva— se opuso con vehemencia a las enseñanzas de Newton. Arguyó que los colores están asociados con estados emocionales (“la razón y la bondad son amarillos”), teoría que, aun siendo interesante, no gozó de mucha aceptación, ya que nuestra percepción de los colores es sumamente subjetiva. Newton, por su parte, sí iba bien encaminado con su análisis exclusivamente científico de ORGANIZAR ORGANIZAR ORGANIZAR LOS COLORESLOS COLORESLOS COLORES encaminado con su análisis exclusivamente científico de los colores. Vocablos como “belleza” y “estética” tienen mucho que ver con la cultura en la que vivimos. Por Volveremos luego sobre esto.encaminado con su análisis exclusivamente científico de los colores. Vocablos como “belleza” y “estética” tienen mucho que ver con la cultura en la que vivimos. Por E X C U R S IÓ N A L A T E O R ÍA D E L C O L O R 52 cuanto se mezclan los tonos; como vecinos, los colores complementarios se intensifican mutuamente. Cuando se mezclan, se neutralizan unos a otros. La teoría del color define siete tipos de contrastes, “los siete magníficos”, que puedes utilizar para resaltar e iluminar tus dibujos. 1. Contraste luz-oscuridad es el efecto de contrastar los brillos, especialmente en el negro, el blanco y los grises. 2. Contraste cálido-frío es el resultado de contrastar colores cálidos y fríos en la misma composición. 3. Contraste de color puro es el efecto de contraste que se da entre los colores puros que no se han mezclado con otros. 4. Contraste de calidad es el efecto que se da en aquellas superficies que se tratan de modo distinto; por ejemplo: zonas luminosas y difuminadas, saturadas y no saturadas, definidas con precisión y borrosas, etc. 5. Contraste de cantidad es la oposición entre superficies coloreadas de distintos tamaños. 6. Contraste simultáneo es el efecto recíproco que los colores adyacentes ejercen entre sí. 7. Contraste complementario es el efecto intensificador de los colores complementarios colocados juntos. Los contrastes crean diferencias llamativas: pequeño y grande, frío y caliente, negro y blanco. Podemos utilizarlos para enfatizar nuestros dibujos. Piénsalo: un gigante no parece muy grande a no ser que lo pongamos junto a un niño. Solo podemos conseguir una noche muy oscura si está junto a un cielo estrellado. En otras palabras, utilizamos elementos opuestos para hacer que se intensifiquen mutuamente. Para las pinturas que no están muy pigmentadas, como la acuarela, es un buen truco. Los colores complementarios se intensifican mutuamente. Por eso, si queremos acentuar, por ejemplo, el tono de una puesta de sol de un naranja fuerte, basta con añadir un poco de azul complementario en las sombras que pintemos en primer plano. Las fresas rojas parecen mucho más frescas con tallos y hojas verdes. Y un pequeño toque de púrpura resalta considerablemente un dibujo dominado por amarillos y naranjas. En definitiva, cuando ponemos colores complementarios unos junto a otros, sus tonos y su brillo se intensifican. Ahora bien, si mezclamos directamente colores complementarios este efecto iluminador desaparece. Si mezclamos rojo y verde obtendremos un marrón oscuro; el púrpura y amarillo o azul y naranja también dan como resultado tonos marrones grisáceos. Es como si el intenso efecto de los colores complementarios se invirtiese por completo en Consejo: los colores complementarios son aquellos que percibimos como más desiguales y por eso se ubican en lados opuestos de la rueda cromática. CONTRASTES DE COLOR Los opuestos se atraen comics suelen usar con profusión este tipo de color. La chaqueta del Tío Gilito es de un rojo plano, no supeditado a luces ni sombras ni matizadopor diferentes tonos. Del mismo modo, el cohete de la portada de Hergé o la ropa de los personajes de South Park no aparece en distintos tonos. El color del objeto simplemente se transfiere en dos dimensiones a la imagen, sin cambios. El color local es una buena herramienta de trabajo cuando queremos que las cosas sean sencillas sin renunciar por ello a un efecto llamativo, o simplemente cuando no tenemos tiempo para mezclar las pinturas. En lo relativo al esfuerzo, el color local te da el máximo rendimiento: es sencillo pero a la vez transmite con precisión la naturaleza del tema o sujeto escogido. El segundo tipo de color, el color iconográfico, va en otra dirección completamente distinta, sin preocuparse de la apariencia externa del color. El color iconográfico apela al significado social de un tono (la palabra griega eikon significa “imagen”, la palabra graphein significa “escribir”). El color iconográfico es un viejo principio que, curiosamente, desde el punto de vista contemporáneo se antoja arcaico y moderno a la vez. Cuando hablamos de colores, vale la pena analizar primero de qué manera podemos utilizarlos. Básicamente, distinguimos tres tipos de color: color local, color iconográfico y color verdadero. Lo primero es lo primero. De los tres tipos, el color local es el más sencillo de todos: crea una imagen gráfica simple, sin gradación de sombras que puedan añadir profundidad. La luz y las sombras no tienen cabida: la hierba es verde y el cielo es azul. Los TIPOS DE COLOR De South Park a los semáforos E X C U R S IÓ N A L A T E O R ÍA D E L C O L O R 54 Este tipo de color tiene que ver más con el significado de los colores que con la apariencia real del sujeto o tema retratado. El color iconográfico relaciona tonos con contenido o significado. Por ejemplo, en la época medieval la pintura más cara era la azul. El pigmento azul era algo precioso porque provenía de las lejanas minas de lapislázuli de Afganistán y era tan caro como el oro. También era sinónimo de calidad y rango: los reyes iban vestidos de azul (de ahí viene la expresión “azul real”) y en las imágenes de la época, la Virgen María siempre lleva un manto de este color. Por aquel entonces en pintura también se utilizaba el oro, y no un simple color dorado: los artistas pintaban con polvo de oro. Por tanto, en los cuadros de esta época asociamos el azul y el dorado con la opulencia y la luminosidad. Al asociar el color con un significado, abrimos otro nivel de interpretación al espectador. Este principio asociativo aún existe hoy en día. Piensa en los colores de los partidos políticos, los colores de duelo, el verde de los semáforos o términos como “barrio rojo”. Todos son ejemplos de color iconográfico. significado de los colores que con la apariencia real del sujeto o tema retratado. El color iconográfico relaciona tonos con contenido o significado. cara era la azul. El pigmento azul era algo precioso porque provenía de las lejanas minas de lapislázuli de Afganistán y era tan caro como el oro. También era sinónimo de calidad y rango: los reyes iban vestidos de azul (de ahí viene la expresión “azul real”) y en las imágenes de la época, la Virgen María siempre lleva un manto de este color. Por aquel entonces en pintura también se utilizaba el oro, y no un simple color dorado: los artistas pintaban con polvo de oro. Por tanto, en los cuadros de esta época asociamos el azul y el dorado con la opulencia y la luminosidad. Al asociar el color con un significado, abrimos otro nivel de interpretación al espectador. semáforos o términos como “barrio rojo”. Todos son ejemplos de color iconográfico. Las cosas se complican más con el color verdadero, que usamos cuando queremos pintar “en condiciones” o intentamos retratar la realidad tal y como se nos ofrece. En este caso los colores ya no son meras zonas planas, sino que están sujetos a la influencia de la luz. En general, desde el Renacimiento toda la pintura ha intentado captar la ilusión de la luz y el espacio haciendo uso del color verdadero. El cuadro La joven de la perla (abajo) es un ejemplo clásico de esto. Deja patente la influencia de la luz sobre el color y la verdadera impresión de ambos en el artista. A priori, parece que el uso del color verdadero debería ser sencillo, pero la cosa se complica porque puede ser completamente subjetivo: cada uno de nosotros parece tener una idea muy clara del aspecto que deberían tener las cosas, pero, por extraño que parezca, esta imagen pocas veces se corresponde con su apariencia real. Nos parece evidente que un tomate es rojo y que tiene un tallo verde, y nos arriesgamos a pintarlo de esta manera. Si lo hacemos, acabará pareciendo de plástico. Con demasiada frecuencia, pintamos las cosas como nos imaginamos que son y no como las vivimos a partir de la observación. Aprender a ver como pintor es un primer paso esencial. El color verdadero nos obliga a mirar. En el mundo real, los colores no son los campos planos y delineados propios del color local. Si te fijas bien, te darás cuenta de que el aspecto de un color depende en realidad de los juegos de luz y sombra. El rojo del tomate no es solo rojo. Puede que la piel del tomate tienda un poco hacia el púrpura en la zona de sombra y puede que el verde del tallo no sea solo verde hierba sino que refleje otros colores de su entorno. Los contrastes de color, en concreto, no parecen recortes de distintas procedencias, sino que en realidad funcionan juntos. Si incorporas estas observaciones a tus cuadros, tus obras empezarán a tener vida propia y a parecer creíbles y armónicas. Pero claro, los cuadros no son fotografías… Los retratos aparentemente realistas se suelen crear a partir de estudios de modelos reales y no de la imaginación. Hacer uso de esta práctica nos enseña a observar y a ver. COLOR VERDADERO El efecto de la luz E X C U R S IÓ N A L A T E O R ÍA D E L C O L O R 56 Ejemplo de color verdadero Se pintan los colores tal como se ven. 58 E X C U R S IÓ N A L A T E O R ÍA D E L C O L O R E X C U R S IÓ N A L A T E O R ÍA D E L C O L O R Asumámoslo: nadie te puede obligar a aplicar colores a un dibujo exactamente tal y como los ves. Esta es una de las ventajas de la pintura frente a la fotografía. Por supuesto, querrás darles a los elementos formales de tu cuadro un pequeño empujoncito, pero, insistimos, todo lo que retratas es más que su forma externa y su superficie. Toda silla tiene una historia, todo paisaje puede transmitir una emoción. Por eso tiene sentido intensificar los elementos narrativos de una imagen, y el color es un buen lugar para empezar. Deja que los colores te digan cosas. Lo más probable es que en la vida real la mujer del ejemplo de la izquierda no tuviera el pelo de un rojo tan llameante, ni el hombre que bebe en el cuaderno de la derecha la boca tan roja. Pero en arte esto no es problema. Incluso si el color de un sujeto no es de un rojo tan fuerte como parece, exagerar tu percepción te puede ayudar a transmitirlo. Es simplemente una cuestión de lo que significa para ti. Quizás intensificar un color tiene sentido en tu dibujo y cuenta una verdad visual que una fotografía no sería capaz de transmitir. Una página de mi cuaderno dibujada de madrugada en una vinoteca. Incluso si el hombre no tenía una complexión tan roja en realidad, tiene sentido narrativo describirla de este modo en la imagen. CADA COLOR CUENTA UNA HISTORIA Intensificar los dibujos Tu dibujo está hecho exclusivamente de los fragmentos que quedan de tus impresiones. La realidad exacta, verificable, no existe ni por un segundo. Cuando te vayas a casa, el pájaro habrá volado, la luz habrá cambiado y nadie volverá para comprobar si el rojo era tan rojo. Lo que importa es cómo lo percibes. Si lo
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