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Abordaje de la pielonefritis aguda y crónica La pielonefritis, ya sea aguda o crónica, es una infección del riñón que puede tener consecuencias graves si no se trata adecuadamente. En este ensayo, examinaremos el abordaje de la pielonefritis aguda y crónica, resaltando los aspectos clave de su evaluación y tratamiento. La pielonefritis aguda es una infección repentina del riñón, generalmente causada por bacterias que ingresan al tracto urinario y alcanzan el riñón. Los síntomas típicos incluyen �ebre, escalofríos, dolor en el costado o la espalda, y síntomas urinarios como urgencia, frecuencia o dolor al orinar. El diagnóstico se basa en la presentación clínica, los hallazgos físicos y los resultados de pruebas de laboratorio como análisis de orina y cultivos de orina. El tratamiento de la pielonefritis aguda implica la administración de antibióticos para eliminar la infección y aliviar los síntomas. La elección del antibiótico depende de factores como la gravedad de la infección, la sensibilidad bacteriana y los antecedentes médicos del paciente. Los antibióticos comúnmente utilizados incluyen �uoroquinolonas, cefalosporinas y penicilinas. Además, el reposo, la hidratación adecuada y el manejo del dolor con analgésicos pueden ayudar a aliviar los síntomas. En algunos casos, la pielonefritis aguda puede progresar a una forma crónica, caracterizada por infecciones recurrentes del riñón o daño renal irreversible. La pielonefritis crónica puede ser el resultado de una pielonefritis aguda no tratada o mal manejada, o puede ser causada por anomalías estructurales del tracto urinario, como re�ujo vesicoureteral o obstrucción ureteral. El diagnóstico de pielonefritis crónica se basa en la historia clínica, los hallazgos físicos, los resultados de pruebas de laboratorio y estudios de imágenes como la ecografía renal y la tomografía computarizada (TC). El tratamiento de la pielonefritis crónica implica un enfoque multidisciplinario que aborda tanto la infección subyacente como las causas predisponentes. Además de la terapia antimicrobiana dirigida a eliminar la infección, pueden ser necesarios procedimientos quirúrgicos o intervencionistas para corregir anomalías estructurales del tracto urinario y prevenir futuras infecciones. La terapia de mantenimiento a largo plazo con antibióticos puede ser necesaria en algunos casos para prevenir recurrencias. En resumen, el abordaje de la pielonefritis aguda y crónica requiere un enfoque integral que incluya la identi�cación y tratamiento de la infección subyacente, así como la evaluación y corrección de cualquier anomalía estructural del tracto urinario. Con una evaluación y tratamiento adecuados, es posible aliviar los síntomas, prevenir complicaciones y preservar la función renal en pacientes afectados por esta condición. Es fundamental que los pacientes busquen atención médica si experimentan síntomas de pielonefritis para recibir un diagnóstico y tratamiento oportunos.
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