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Primer encuentro Definición preliminar de aquello que la psicoterapia existencial es: “La psicoterapia existencial es un enfoque dinámico que se concentra en las preocupaciones enraizadas en la existencia del individuo.” Sería adecuado para aproximarnos a este marco teórico, desconocido para muchos de ustedes, que razonemos de una manera aristotélica, es decir, buscando el género próximo y las diferencias específicas. De esta primera definición, me gustaría que nos concentremos en un concepto fundamental y este es el de enfoque dinámico. A qué nos referimos cuando hablamos de un enfoque dinámico en psicoterapia? A qué refiere el concepto de dinamia? Para responder estas preguntas debemos remontarnos a los comienzos del siglo xx, tiempo en el que Sigmund Freud comenzaba su articulación de un modelo dinámico de la mente, un nuevo modelo de funcionamiento mental. Modelo que postula un individuo en cuyo interior existen una serie de fuerzas en conflicto y en el que los pensamientos, las emociones y la conducta, tanto psicopatológica como “normal”, son el resultado de ese conflicto entre fuerzas contrapuestas. Más aún, estas fuerzas existen en distintos niveles de conciencia Es decir que la psicodinámica de un individuo está formada, según Freud, por las distintas fuerzas, tanto conscientes como inconscientes, que operan en su interior. Comprendemos entonces que el término dinámico hace referencia a fuerzas que operan dentro del sujeto. Ahora bien, la psicoterapia existencial concibe, como Freud, un modelo dinámico del funcionamiento mental, diremos que es el género próximo en el que está se inscribe, pero se distancia de su modelo en relación al contenido de las fuerzas en conflicto, diremos que esta es una de sus diferencias específicas. Qué quiero decir con esto? Para responder debemos primero analizar tres enfoques del conflicto intrapsíquico. Antes de continuar me gustaría aclarar que estas apreciaciones sobre las diferentes teorías son apenas una aproximación. A su vez, muchos conceptos son tomados como conocidos por ustedes a fin de agilizar la exposición. Enfoque freudiano: Freud concibe al individuo como regido por fuerzas pulsionales innatas, las cuales son parte de un proceso de desarrollo al que denomino psicosexual. Mantuvo una teoría dual de los instintos en la que postulaba la existencia de dos polos contrapuestos entre sí, primero los denomino pulsiones yoicas y libidinales, más tarde pulsión de vida y pulsión de muerte. A su vez, estas fuerzas chocan, es decir entran en conflicto, con las exigencias del mundo externo y con las demandas de la realidad interiorizada a la cual denomino Super yo. El individuo para Freud negocia constantemente entre el principio de placer y el principio de realidad. Enfoque interpersonal: En este marco teórico se considera a la estructura mental como el resultado de factores culturales y de la experiencia interpersonal dejando de lado así la noción de fuerzas pulsionales innatas y poniendo el acento en la relación del sujeto con su entorno. La estructura de carácter se determina por la calidad de la interacción. Los autores, como Erich Fromm, postulan como necesidades básicas la seguridad, la aceptación y la aprobación por parte de personas significativas. A pesar de dejar de lado la teoría de los instintos, admiten que el ser humano posee de forma innata una dosis elevada de energía, como también de curiosidad, necesidad de exploración corporal, un potencial inherente de desarrollo y un alto deseo de reconocimiento. El conflicto según este enfoque se produce entre la inclinación natural al desarrollo autónomo y la necesidad de seguridad y aprobación. Enfoque existencial: En este marco teórico el conflicto es el resultado del enfrentamiento del individuo con los supuestos básicos de la existencia, también denominadas preocupaciones esenciales. Estos supuestos básicos de la existencia son una parte inherente al ser humano, son parte de su estructura fundamental y es posible acercarse a ellos mediante dos caminos: Una reflexión profunda o el enfrentamiento con las denominadas situaciones límite . Los autores ubican cuatro preocupaciones esenciales: La muerte, La libertad, El aislamiento y la Carencia de un sentido vital. El enfrentamiento con estas constituyen el contenido del conflicto dinámico existencial. La muerte: es la preocupación esencial más obvia y fácil de comprender. El humano es acechado por la muerte y no existe escapatoria posible. Pero en el decir de Spinoza, “Todo tiende a permanecer en su propio ser”, y uno de los conflictos existenciales básicos es la tensión que se crea entre la conciencia de la inevitabilidad de la muerte y el deseo de continuar siendo. La libertad: es otra preocupación esencial pero mucho menos accesible que la primera. Solemos pensarla como algo indudablemente positivo y sin embargo desde la perspectiva de su fundamento básico, lleva implícitos grandes temores ya que supone la ausencia de una estructura externa de orientación. La vida del ser humano carece de un diseño inherente. Por el contrario, el hombre es completamente responsable y se convierte en el autor de su propio mundo, de su estilo de vida, de sus designios, elecciones y acciones. En este sentido la libertad implica que no tenemos debajo de los pies ningún suelo. Por lo tanto, el conflicto entre la falta de base y el deseo de encontrar unos cimientos, una estructura, constituye una dinámica existencial fundamental. Esta apreciación sobre la libertad se ve claramente expresada por Camus en su novela La Caída “No sabía que la libertad no es una recompensa ni una condecoración que se celebra con champagne; ni tampoco un regalo, una capa de golosinas destinada a satisfacer la gula. ¡Oh, no! por el contrario, con ella uno es un vasallo de signo servicio y debe emprender una carrera total, solitaria, extenuante. Nada de champagne, nada de amigos que levanten sus copas y que nos miren con ternura. Está uno solo en una lúgubre sala, solo en el banquillo, frente a los jueces, y sólo para decidir frente a sí mismo o frente al juicio de los otros. Al cabo de toda libertad hay una sentencia, Aquí tiene usted la razón de que la libertad sea una carga demasiado pesada”. Aislamiento: Cuando hablamos de aislamiento no hacemos referencia al aislamiento interpersonal con la soledad qué lo caracteriza, ni tampoco al intrapersonal caracterizado por la escisión de la personalidad, sino al aislamiento fundamental con respecto a los demás seres y al mundo. Independientemente de la proximidad que establecemos con otros, existe una barrera final e intransitable, cada uno de nosotros nace solo y muere sólo. Por consiguiente, la tensión entre nuestra conciencia de absoluto aislamiento, o en palabras de Fromm estado de separatividad, y nuestro deseo de obtener contacto, protección e integración como parte del mundo en su conjunto constituye otro conflicto esencial. Carencia de sentido vital: El cuarto supuesto básico de la existencia es la carencia de un sentido vital. Si tenemos que morir, si nos vemos obligados a constituir nuestro propio mundo, si cada uno de nosotros está básicamente sólo en medio de un universo indiferente. Cual es el significado de la vida? Porque vivimos? Cómo debemos vivir? Ya que no existe una estructura predeterminada, tenemos que fabricar nuestros propios significados vitales. El conflicto surge como resultado de buscar los propios significados en un universo carente de sentido. La psicodinámica existencial refiere entonces a estos cuatro supuestos básicos y a los temores y motivaciones inconscientes generados por cada una de ellas. Su enfoque conserva la estructura dinámica básica trazada por freud, pero modifica radicalmente su contenido. La fórmula freudiana según la cual: Impulso - Angustia - Mecanismo de defensa Donde la angustia es una señal de peligro, porque si el organismo da rienda suelta a sus pulsiones se pone en una situación en la que el yo se veinundado por el ello y donde los mecanismos de defensa restringen la satisfacción directa pero permiten su expresión indirecta, es decir, en forma de desplazamiento, sublimación o simbolización. Se reemplaza por otra en la que: Conciencia de la preocupación esencial - Angustia - Mecanismo de defensa Donde la angustia proviene del enfrentamiento con los supuestos básicos de la existencia y, por su parte, los mecanismos de defensa son de dos tipos: Los convencionales, que defienden al individuo de la angustia general sin tener en cuenta su origen y los específicos, que cumplen la función de defender al individuo frente a cada uno de los temores existenciales primarios. En ambas concepciones se da por sentado que la angustia es el combustible de la psicopatología; que las operaciones psíquicas, tanto conscientes como inconscientes, evolucionan en función de ella; qué los mecanismos de defensa constituyen la psicopatología; y que, aunque proporcionan seguridad, restringen el desarrollo y la experiencia. Se diferencian en que el mecanismo freudiano parte de los impulsos, en tanto que el punto de vista existencial se basa en la conciencia y el temor. Otra diferencia específica con la dinámica freudiana se deriva de la noción de profundidad. Para Freud, la exploración implica excavación. Busca llegar a lo fundamental, a los conflictos básicos, a los hechos más tempranos. Para Freud, el conflicto más profundo suele ser el más temprano. Su psicodinámica es evolutiva y en ella lo fundamental o primario tiene un sentido cronológico, considera que las fuentes fundamentales de angustia están vinculadas a los traumas psicosexuales más primarios: Separación y Castración. La dinámica existencial, por el contrario, no va unida a un modelo de desarrollo. No identifica lo fundamental con lo primero. La exploración no implica necesariamente un retorno al pasado sino más bien el intento de centrar al paciente en su propia situación existencial. No se pregunta, Cómo llegamos a ser lo que somos? sino, Cómo somos? El pasado importa para esta psicoterapia sólo en la medida en que forma parte de la existencia actual y ha influido en la manera de enfrentar las preocupaciones esenciales. La zona más fértil de exploración terapéutica, el tiempo primordial en la psicoterapia existencial es el presente qué se convierte en futuro. En este momento sería importante señalar que la diferencia entre lo considerado normal y lo patológico es cuantitativa, no cualitativa. Hay en todos los individuos una serie de tensiones que son inseparables de la vida misma. El hecho de que se desarrolle una “enfermedad” depende de la resistencia. Cada persona experimenta la tensiones inherentes a la condición humana de una forma altamente individualizada. Cada individuo atraviesa una serie de etapas y de momentos caracterizados por un cierto tipo de angustia. Problemas que son comunes a todos. La psicopatología depende de la interacción entre una tensión omnipresente y los mecanismos de defensa del individuo. El enfrentamiento con los supuestos básicos de la existencia es doloroso pero curativo. En la psicoterapia existencial se intenta estimular al individuo a examinar mediante introspección su propia situación existencial. Así cómo se puede ubicar a la psicoterapia existencial dentro del género de las psicoterapias dinámicas, se pueden rastrear otras influencias que participaron en su desarrollo, es decir, su genealogía. Este nuevo enfoque terapéutico hunde sus raíces en la denominada filosofía existencial, en autores como Kierkegaard, Heidegger o Sartre. También se nutre de los pensamientos de los primeros analistas existenciales radicados en Europa. Como así también de los postulados de la psicología humanística en América del Norte y de algunos psicoanalistas humanistas como Erich Fromm. Las obras filosóficas le sirven de base teórica a la psicoterapia existencial. De ellas toman conceptos que refieren a la naturaleza del hombre. A partir de las reflexiones filosóficas obtienen una visión de la existencia del hombre. Obtienen también las preguntas por la libertad, la muerte, el aislamiento y el sentido de la vida. Digo preguntas no respuestas ya que más que una lista de definiciones la terapia existencial toma de la filosofía su actitud crítica frente a lo dado, toma el cuestionamiento. El existencialismo nos propone salir de lo fácil, salir de lo cómodo y cuestionar. Buscar dificultades, buscar preguntas que pueden no tener respuesta. Concientizarnos de nuestra propia existencia, aceptar nuestro ser humanos, nos propone en definitiva aceptar la incertidumbre. Los analistas existenciales europeos combatieron ciertos postulados básicos del enfoque psicoanalítico de Freud. Discrepaban de su modelo de funcionamiento psíquico y de sus explicaciones del ser humano en base a un esquema de conservación de energía tomado de las ciencias físicas y afirmaban que este enfoque conduce a una visión inadecuada del hombre. Se negaban a aceptar el reduccionismo freudiano (esto es, la afirmación de que toda la conducta humana arranca de unas cuantas pulsiones instintivas básicas) y su determinismo (consistente en que todo el funcionamiento mental está causado por factores identificables ya existentes). Estos analistas creían que el terapeuta debe acercarse al paciente con un enfoque fenomenológico (concepto proveniente de la fenomenología, una escuela filosófica de principios del siglo XX); esto es, entrar en el mundo de su experiencia y escuchar los fenómenos que relata sin ningún supuesto previo que distorsione la comprensión. Este, creían, era el método adecuado para llegar a la comprensión del mundo interior de otro individuo. Es necesario poner entre paréntesis (epojé) las perspectivas del mundo en que uno se mueve y entrar en el de la experiencia del otro. Teniendo en cuenta el método fenomenológico, que a grandes rasgos hemos introducido, es importante resaltar un aspecto diferencial de la psicoterapia existencial y es que ésta es el intento de comprender al ser humano sin caer en la tradicional escisión entre el sujeto y el objeto. Qué quiere decir esta escisión? La visión existencial confronta con la idea tradicional de un mundo lleno de objetos, por un lado, y de sujetos que los perciben, por otro. Esta es la premisa básica del método científico: existen una serie de objetos en el mundo, con un conjunto finito de propiedades, que pueden llegar a conocerse mediante la investigación objetiva. La posición existencialista, por el contrario, contempla a la persona no como un sujeto que, bajo circunstancias favorables, puede percibir la realidad externa, sino como una conciencia que participa en la construcción de la realidad. Para recalcar este hecho, el filósofo Heidegger, se refirió al ser humano como Dasein. Da (ahí) Sein (ser) se refiere a que el hombre está ahí, es un objeto que forma parte del mundo (un ego empírico) y al mismo tiempo lo constituye (yo trascendental). Dasein es al mismo tiempo el sujeto que otorga significados y el objeto conocido. Cada Dasein constituye su propio mundo, por tanto, estudiar a los seres humanos con un mismo instrumento convencional, como si habitaran en el mismo universo objetivo, es introducir un error monumental en las propias observaciones. Los psicólogos humanistas, como por ejemplo Rollo May o Maslow, radicados en América del Norte se asemejan mucho a los analistas europeos. Ellos estaban convencidos que los dos modelos predominantes en psicología (el conductismo y el psicoanálisis) dejaban de lado algunas de las cualidades más importantes del ser humano: por ejemplo, su capacidad de elección, los valores, el amor, la creatividad, la conciencia de uno mismo, el potencial de desarrollo humano. Estos psicólogos tenían 5 postulados básicos: El hombre, en cuanto tal, sobrepasa la suma de sus partes. (El hombre no puede explicarse simplemente a partir del estudio científico de sus funciones parciales) El hombre es un ser dentrode un contexto humano. (El hombre no puede explicarse sin tener en cuenta su experiencia interpersonal) El hombre tiene una conciencia de sí. El hombre tiene capacidad de elección. El hombre tiene una intencionalidad. (Tiende hacia el futuro, tiene un propósito, unos valores y un significado) Los psicoanalistas existenciales, entre los cuales se pueden encontrar a Otto Rank y Erich Fromm, rechazaron el modelo basado en los instintos con el que Freud trató de explicar la conducta humana y sugirieron importantes correcciones al mismo. Han subrayado la importancia de la voluntad y de la angustia ante la muerte. Señalaron que el papel crucial de la conducta corresponde al futuro (el individuo está motivado por sus propósitos, por sus valores, sus ideales, sus metas y no determinado por los acontecimientos de su pasado). Han esclarecido el papel del temor a la libertad, la responsabilidad y el aislamiento. Muchos de sus postulados influenciaron a la psicoterapia existencial. Además de los filósofos, los analistas, los psicólogos y los psicoanalistas la terapia existencial se nutre también de grandes escritores, quienes en forma tan completa como los otros, han analizado y descrito fenómenos existenciales. Así podemos encontrar a Kafka y Camus.
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