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Análisis del discurso_Edna_Corr

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Instituto Superior de Formación Docente N° 3
Dr. Julio César Avanza
Profesorado de Lengua y Literatura
Materia: Lingüística y Gramática IV
Profesor: Luciano Campetella
Alumna: Edna Esquivel Ortube
Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, en el
anuncio de la construcción del Espacio para la Memoria y la
Promoción de los Derechos Humanos, desde San Miguel,
provincia de Buenos Aires.
¡Muchas gracias! ¡muchas gracias!
Es una mezcla, ¿no? estos actos son una mezcla; son una mezcla del enorme dolor por la
tragedia que se dio en lugares como este; donde los asesinos se jactaban de ser tal cosa,
donde se llevaban la vida de muchos inocentes, donde se abusaban de aquellos a los que
sometían privándolos de la libertad.
Es un momento también de paz espiritual porque, finalmente, 47 años después no nos
olvidamos; 47 años después seguimos reclamando verdad, justicia; 47 años después
seguimos poniendo en valor la memoria colectiva respecto de lo que nos pasó.
Yo la escuchaba a Iris recién, tremenda su experiencia, tremenda; como cada vez que uno
escucha la experiencia de las víctimas; si uno es un ser humano de bien solo puede sentir
que su espíritu y alma se estruja, escuchando semejantes cosas.
Y la verdad que yo estoy muy feliz de que cumplamos 40 años de democracia,
enormemente feliz; porque mi generación soñaba como una utopía esa democracia y
parecía muy difícil de lograr porque vivimos la tragedia de esa dictadura tan cruel, que
empezó el 24 de marzo del ´76. Y que pudo hacer lo que hizo por muchas causas, en gran
medida por la complacencia de la sociedad que guardo silencio; en gran medida por los
medios de comunicación que nunca hicieron el mea culpa de decir: “que mal, como nos
callamos”; en gran medida porque tuvieron los jueces necesarios que convalidaban y
avalaban las barrabasadas y las atrocidades que hacían.
Y todo esto me parece que es lo que estos sitios de la memoria nos obligan a reflexionar;
nos obligan a reflexionar para decir: “nunca más”; para que aquel “nunca más”, que fue el
final de la acusación a los jefes de los genocidas, se convierta en un compromiso moral y
ético de todos y cada uno de nosotros en la Argentina. Porque aún hoy en la Argentina hay
quienes cuestionan si lo que estamos viendo es verdad, porque aún hoy en Argentina
piensan que el tema de los Derechos Humanos es un negocio de alguien; pero las cámaras
no tendrían que enfocarme a mí, tendrían que mostrar estos aviones; porque de esos aviones
tiraban hombres y mujeres al mar como método de eliminación física, ahí los tienen. Esto
no es una publicidad, esto no es una mentira.
Cada vez que uno escucha en aquellos años en que empezaron los juicios a los
comandantes y uno escuchaba los testimonios y se sobrecogía escuchando lo que contaban;
nosotros necesitábamos que esos testimonios retumben todos los días en la cabeza de los
argentinos, y necesitamos que vean esos aviones porque no era mentira que eran capaces de
tirar gente viva de los aviones para hacerlos desaparecer de la faz de la tierra.
Acá nosotros estamos poniendo en valor la memoria desde un lugar ético, desde la ética del
estado de derecho, para que nunca más alguien se anime a hacer algo semejante a esto; a lo
que vivió “Cacho Scarpati, a lo que vivió Iris, a lo que padeció su hijo, a lo que padecieron
30 mil detenidos y desaparecidos; que uno está por acá y siente que sus almas nos
reclaman: “no se olviden, sigan haciendo justicia, sigan haciéndolo pagar a los culpables el
daño que han causado”.
Yo tuve un triste privilegio; no, no sé si un triste privilegio, tuve un gran privilegio; que fue
ser el único testigo en que Néstor decidió cambiar la lógica que la Argentina venía
siguiendo cuando el tema de Derechos Humanos era un tema todavía en debate.
Habíamos asumido el Gobierno, todavía estaba en discusión si la Ley de Obediencia
Debida y Punto Final era Constitucional o no, la Corte no se expedía. Volvíamos de un
viaje de Estados Unidos y en el avión –a 10 mil pies de altura- recibimos un llamado del
entonces ministro de Defensa, José Pampuro, que nos decía: que Baltazar Garzón -que
estuvo hasta ayer con nosotros…, va a marchar, se va a quedar y va a marchar mañana-,
Baltazar Garzón pedía la detención de 46 oficiales, a máxima jerarquías; precisamente, en
una causa vinculado al vuelo de la muerte. Y entonces volví y le expliqué a Néstor lo que
estaba pasando porque también la democracia, hasta entonces, había hecho lo necesario
para impedir que eso avance, que las investigaciones avancen; porque la Ley de Obediencia
y Punto Final era mecanismos amnistía para exonerar de responsabilidad a los oficiales y
suboficiales de menor rango, pero tal vez más feroces, más tremendos, más capaces de
someter a las víctimas a las peores torturas; los ejecutores directos de la barbarie, después
había un indulto y la duda que existía en el derecho argentino era, bueno, pero todas estas
cosas han causado estado y la verdad es que alguien puede alegar la ley más benigna
invocando cualquiera de estas normas y entonces se hace difícil poder avanzar.
Hablamos un minuto con Néstor, estábamos los dos en el despacho del Tango 01, por eso
digo que tengo ese enorme privilegio y puedo contarlo un día como hoy, también en
memoria y recordación de Néstor que tanto hizo por esto que les estoy contando.
(APLAUSOS); como buen abogado penalista le ponía todos los obstáculos que encontraba
para ver cómo podíamos sortearlos; (INAUDIBLE), recuerdo bien, perfectamente, que
Néstor se volcó en el asiento, miró por la ventanilla; era noche, solo se veía un cielo negro;
no sé cuantos segundos pasaron, si 10,15,20 segundos, no lo sé, pero fue un ratito; y volvió
y me dijo; mira, Alberto, cuando volvas, llama a los presidentes de nuestros bloques y
deciles que tiene que anular, que el Congreso debe anular las leyes de Obediencia debida y
Punto Final. (APLAUSOS). Ocúpate que lo del Gobierno es un decreto de De la Rúa que
prohíba la extradición de personas involucradas en violación a derechos humanos ocurridos
entre el 24 de marzo de 1976 y el 10 de diciembre de 1983, ocúpate de derogar eso”, eran
todas las normas, eran todas las normas que yo le había planteado a Néstor que eran
impedimentos, y me dijo finalmente “vamos a derogar los indultos, si el indulto es una
facultad presidencial vamos a derogarlo”. Yo les confieso, alguno de ustedes debe ser
abogado también como yo, era todo innovador, era todo audacia, como vio mi cara, Néstor,
casi perpleja, tratando de decir “cómo hacemos todo eso”, me dijo la frase que nunca me
voy a olvidar, me dijo “Alberto: probamos con el olvido y no funcionó; probamos con el
perdón y no tampoco funcionó: probemos con la Justicia, es la hora de la Justicia”.
(APLAUSOS)
Yo cuento esa historia, la he escrito en un libro que escribí por el año 2011, alguna vez
Mario Wainfeld también la rescribió porque me lo preguntó y la conté, y mis amigos más
cercanos me la me la han escuchado contar muchas veces, porque hay un punto de quiebre
en lo que podíamos hacer en materia de derechos humanos. El primer punto de quiebre era
hacer justicia, memoria y verdad la reclamábamos todos, pero cómo concretábamos eso en
justicia, recuerden que por entonces se había llegado a un extraño mecanismo que llamaban
“los juicios de la verdad”, donde los juicios se sustanciaban, conocíamos la verdad, pero
nadie terminaba castigado, ¿y qué justicia era esa?, era un placebo para el espíritu social, no
era otra cosa. Ahora bien: la primera condena a un genocida fue tapa de todos los diarios,
llevábamos más de 1.100, 1200 sentencias, ¿cuántas eran?, 1200, llevamos cerca de 1200
condenas a esos genocidas, y ya no son tapas de los diarios, están en la página 15, 20, en
una columna chiquita, y saben que eso a mí me hace muy feliz, ¿saben por qué?, porque los
argentinos entendimos que un genocida debe ser castigado y preso y no debe ser noticia,
debe ser lo que debe ser, y eso demuestra cuánto avanzamos, eso demuestra lo fuimos
capaces de hacer, porque si algo nos movilizódesde el 10 de diciembre hasta el día de hoy,
a pesar de las leyes, de los indultos, de los fallos judiciales del dos por uno, lo que algo nos
movilizó como sociedad fue precisamente la búsqueda de la verdad y de la justicia, exigir
justicia, exigir justicia sin comisiones especiales, sin jueces especiales, sometiéndolos a los
tribunales ordinarios, terminando en las cárceles comunes: justicia para asesinos, eso lo
fuimos logrando, 1200 genocidas fueron en estos años, de Néstor para acá, juzgados y
condenados.
Aun así, están los que quieren que ese tiempo se olvide, y hubieran preferido que este sitio
de la Memoria, que va a estar acá, y donde los argentinos lo van a visitar y argentinas lo
van a visitar, y van a poder ver desde dónde tiraban seres vivos hacia la muerte. Otros
preferían hacer acá un lugar de recreación, de cuidado del medio ambiente, miren, la mejor
forma de cuidar el medio ambiente es una sociedad que vive en paz con la justicia, que
recupera la paz con la justicia, y que puede estar en un lugar tan aciago, donde Cacho
sufrió, donde Iris sufrió, donde su hijo partió hacia la muerte, pero con la tranquilidad
espiritual de que nuestras consignas y nuestra búsqueda de verdad se mantienen
inalterables, sabiendo que cada 24 de marzo podemos tener muchas diferencias en la
política, pero la inmensa mayoría de los argentinos se abrazan y marchan y siguen
reclamando verdad y justicia.
Que yo el 23 de marzo pueda poner en marcha este Espacio de Memoria me da
tranquilidad, le da paz a mi espíritu, saber que tenemos veinte obras y proyectos para que
en todo el país hagamos lo mismo, porque acá ocurrió una tragedia, yo como abogado fui
querellante en la causa Campo de Mayo, defendiendo víctimas, y yo celebro que este lugar
no se convierta en un parque de recreaciones, que la mejor recreación sea no olvida, que la
mejor recreación sea recordar y respetar a los que no están, que deambulan entre nosotros,
no los vemos pero los sentimos, y que siguen pidiendo justicia.
Yo celebro que 47 años después estemos en ese camino, porque haciendo esto somos una
sociedad infinitamente mejor, la sociedad que busca la verdad, la sociedad que busca la
justicia, la sociedad que no esconde la barbarie, la sociedad que no convive con los
asesinos, la sociedad que rinde culto a las víctimas, esa es la mejor sociedad, sigamos
construyéndola, en Campo de Mayo y en cada rincón de la patria donde un argentino vivió
la tragedia de verse sometido a manos de asesinos genocidas.
Gracias a todos y a todas. (APLAUSOS)
Fuente:
https://www.casarosada.gob.ar/informacion/discursos/49759-palabras-del-presidente-de-la
-nacion-alberto-fernandez-en-el-anuncio-de-la-construccion-del-espacio-para-la-memoria-
y-la-promocion-de-los-derechos-humanos-desde-san-miguel-provincia-de-buenos-aires
Análisis del discurso:
Para comenzar mi análisis voy a tomar en cuenta el marco teórico de Verón,
que nos permite a observar la construcción de los destinatarios teniendo en cuenta
las entidades del imaginario político a saber:
El Prodestinatario que es un receptor que participa de las mismas ideas,
adhiere a los mismos valores y persigue los mismos objetivos que el
enunciador. En el discurso del Presidente Alberto Fernández, se evidencia
este colectivo de identificación con ‘nosotros’ y verbos en primera persona
del plural tales como ‘necesitábamos que vean esos aviones’(prueba de los
vuelos de la muerte), ‘seguimos poniendo en valor la memoria colectiva’.
El Contradestinatario es excluido del colectivo de identificación y es con
quién realiza el contrapunto argumental de sus ideas. En el discurso, se
evidencia en expresiones tales como ‘donde los asesinos se jactaban de
https://www.casarosada.gob.ar/informacion/discursos/49759-palabras-del-presidente-de-la-nacion-alberto-fernandez-en-el-anuncio-de-la-construccion-del-espacio-para-la-memoria-y-la-promocion-de-los-derechos-humanos-desde-san-miguel-provincia-de-buenos-aires
https://www.casarosada.gob.ar/informacion/discursos/49759-palabras-del-presidente-de-la-nacion-alberto-fernandez-en-el-anuncio-de-la-construccion-del-espacio-para-la-memoria-y-la-promocion-de-los-derechos-humanos-desde-san-miguel-provincia-de-buenos-aires
https://www.casarosada.gob.ar/informacion/discursos/49759-palabras-del-presidente-de-la-nacion-alberto-fernandez-en-el-anuncio-de-la-construccion-del-espacio-para-la-memoria-y-la-promocion-de-los-derechos-humanos-desde-san-miguel-provincia-de-buenos-aires
ser tal cosa’, ‘tuvieron los jueces necesarios que convalidaban y avalaban
las barrabasadas y las atrocidades que hacían’, ‘la complacencia de la
sociedad que guardo silencio’, ‘los medios de comunicación que nunca
hicieron el mea culpa de decir: “que mal, como nos callamos”,’ ‘están los
que quieren que ese tiempo se olvide’.
el Paradestinatario hace referencia a aquellos sectores de la ciudadanía
que se mantienen “fuera del juego” o “indecisos”, a los cuales va dirigido
todos los argumentos a fin de persuadirlos. Son colectivos que
corresponden a entidades más amplias, en el discurso se puede mencionar:
'que esos testimonios retumben todos los días en la cabeza de los
argentinos, y necesitamos que vean esos aviones porque no era mentira
que eran capaces de tirar gente viva de los aviones para hacerlos
desaparecer de la faz de la tierra, 'sabiendo que cada 24 de marzo
podemos tener muchas diferencias en la política, pero la inmensa mayoría
de los argentinos se abrazan y marchan y siguen reclamando verdad y
justicia'.
En segundo lugar, Verón identificó en el discurso político cuatro
componentes o zonas en las que dichas construcciones de destinatarios se ven
plasmadas.
1. Descriptivo: a través de las mismas se efectúa la constatación o balance de
una situación. Predominan los verbos en presente de indicativo. Ejemplos:
‘son una mezcla del enorme dolor por la tragedia que se dio en lugares
como este’, ‘47 años después no nos olvidamos; 47 años después
seguimos reclamando verdad, justicia’, ‘porque haciendo esto somos una
sociedad infinitamente mejor’.
2. Didáctico: tanto este como el anterior componente corresponden a la
modalidad del saber. Enuncia un principio general en el plano intemporal de
la verdad. Ejemplo:...‘la sociedad que busca la verdad, la sociedad que
busca la justicia, la sociedad que no esconde la barbarie, la sociedad que
no convive con los asesinos, la sociedad que rinde culto a las víctimas, esa
es la mejor sociedad'…
3. Prescriptivo: es el orden del deber, de la necesidad deontológica. Es de
carácter impersonal pero el enunciador puede marcarse como fuente
expresiva de la regla deontológica. Ejemplos: ‘porque los argentinos
entendimos que un genocida debe ser castigado y preso y no debe ser
noticia, debe ser lo que debe ser, y eso demuestra cuánto avanzamos’;
‘para que aquel “nunca más”, que fue el final de la acusación a los jefes de
los genocidas, se convierta en un compromiso moral y ético de todos y
cada uno de nosotros en la Argentina’, ‘que la mejor recreación sea
recordar y respetar a los que no están, que deambulan entre nosotros’.
4. Programático: Es aquí que el hombre político promete, anuncia y se
compromete. Se caracteriza por el predominio de formas verbales en
infinitivo y en futuro, también a través de nominalizaciones. Es el orden del
poder hacer. Ejemplos: “vamos a derogar los indultos, si el indulto es una
facultad presidencial vamos a derogarlo” (cita del anuncio del entonces
Presidente de la Nación, Néstor Kirchner), ‘Que yo el 23 de marzo pueda
poner en marcha este Espacio de Memoria me da tranquilidad’, ‘saber que
tenemos veinte obras y proyectos para que en todo el país hagamos lo
mismo’.
Respecto a la tradición retórica, Narvade de Arnoux y Di Stefano retoman
de “La Retórica” de Aristóteles el planteo que ‘la dispositio’ se encuentra
constituida por cuatro partes más dos móviles (digresión y altercatio), a saber:
✔ Exordio: que consta de la captatio benevolentiae o intento de seducción
del auditorio en la cual se utiliza un vocabulario que exprese la subjetividaddel locutor y está cargada de emotividad, y de la partitio, que anuncia las
partes del discurso. En el discurso del actual Presidente de la Nación,
ocupa los primeros cuatro párrafos de su alocución.
✔ Narración: En la narratio, el enunciador relata los hechos ante los
cuales después va a tomar posición. Orienta al receptor en la valoración de los
hechos. En el discurso del Presidente, se extiende desde el quinto al décimo
párrafo.
✔ Confirmación: En esta parte se exponen los argumentos y se
desarrollan las pruebas elaboradas durante la inventio. En el discurso
analizado se desarrolla en el párrafo undécimo.
✔ Epílogo: está constituido por los párrafos finales del discurso.
Presentaba dos niveles: el nivel de las “cosas”, en el que se retoman y
resumen “las cosas dichas” y el nivel de los sentimientos. En el discurso del
Presidente se desarrolla en los últimos dos párrafos del mismo.
✔ Digresión: La mayoría de las veces era un elogio de lugares o de
hombres y su función principal era hacer brillar al orador. En el discurso, el
Presidente hace uso del mismo en el octavo párrafo cuando menciona que
‘tuve un gran privilegio; que fue ser el único testigo en que Néstor…’.
✔ Altercatio: Luego de la confirmación, en la que se exponía la postura
del adversario para después descalificarla y refutarla. Introduce la dimensión
polémica del discurso a fin de demostrar que lo sostenido por el otro es falso.
En el discurso, el primer mandatario plantea ‘están los que quieren que ese
tiempo se olvide, y hubieran preferido que este sitio de la Memoria’ mientras
que ‘otros preferían hacer acá un lugar de recreación, de cuidado del medio
ambiente’… ‘la mejor forma de cuidar el medio ambiente es una sociedad que
vive en paz con la justicia, que recupera la paz con la justicia’.
Luego, las autoras antes mencionadas mencionan que Maingueneau
prefiere hablar de “escenas de enunciación” y distingue tres escenas presentes
en el discurso: englobante, genérica y escenografía.
❖ Englobante: es la que corresponde al tipo de discurso, en este caso se
trata de un discurso político.
❖ La genérica es la que corresponde específicamente a los géneros
discursivos. En el caso del discurso político podemos reconocer, por
ejemplo, el discurso electoral. En el caso del discurso analizado,
corresponde a un acto de conmemoración y anuncio de la construcción del
Espacio para la Memoria y la Promoción de los Derechos Humanos. Estas
dos escenas definen el marco escénico del texto.
❖ La escenografía se apoya en la idea de que el enunciador organiza a
través de su enunciación la situación a partir de la cual pretende enunciar.
En el marco de la conmemoración del Día Nacional de la Memoria por la
Verdad y la Justicia, el Presidente buscaba reforzar la idea de que los sitios
donde se cometieron las atrocidades de la última dictadura militar sirvan
para hacer visible la temática y no olvidar, “poniendo en valor la memoria
desde un lugar ético, desde la ética del estado de derecho”.
En cuanto a la construcción del Ethos, Maingueneau lo define como la
construcción discursiva de sí que realiza el sujeto de la enunciación en su
discurso, de modo tal que los rasgos que se autoatribuye funcionan como garantía
de lo que sostiene. Este autor propone llamar “ethos mostrado” al que es sugerido
por el discurso y que debe ser inferido por los interlocutores en tanto el “ethos
dicho” es el que deriva de lo que el enunciador dice sobre sí directamente o
indirectamente, gracias a metáforas o alusiones a otras escenas de habla. En el
caso del Presidente Alberto Fernández, su “ethos mostrado” consiste en su rol de
alto mandatario del gobierno y su trayectoria profesional como abogado y
funcionario del primer gobierno de Néstor Kirchner, y su “ethos dicho” se evidencia
en ‘tuve un gran privilegio; que fue ser el único testigo en que Néstor decidió
cambiar la lógica que la Argentina venía siguiendo cuando el tema de Derechos
Humanos era un tema todavía en debate’ y ‘yo les confieso, alguno de ustedes
debe ser abogado también como yo, era todo innovador, era todo audacia’.
En cuanto al Pathos o el componente emocional del orador, Amossy afirma
que se relaciona con lo que puede conmover, conocer la naturaleza de las
emociones y lo que las suscita. Es decir, el efecto emocional producido en el
alocutario. Por ejemplo, cuando el Presidente hace referencia a los dichos de la
oradora anterior, expresa lo siguiente: “Yo la escuchaba a Iris recién, tremenda su
experiencia, tremenda; como cada vez que uno escucha la experiencia de las
víctimas; si uno es un ser humano de bien solo puede sentir que su espíritu y alma
se estruja, escuchando semejantes cosas.” Esto supone que el simpatizante tenga
conciencia de su diferencia con el sufriente y entonces que pueda interrogarse
acerca de las razones de su posible culpabilidad y decida comprometerse con la
causa.
Por último, Ana Soledad Montero estudia la función de las memorias
discursivas en la construcción y consolidación de identidades políticas y propone
una clasificación en dos tipos:
✔ Memoria incorporada: es la memoria en la cual se evocan ciertas
formulaciones del pasado para retomarlas o refutarlas. La autora menciona
el topos de la heroicidad; el de la condena a la traición y a la neutralidad; el
de los sueños y las convicciones como motores de la acción política; el del
militante como “hombre común” el del militante como un sujeto joven,
transgresor y rebelde con “derecho a disentir”. Por ejemplo: ‘Y la verdad
que yo estoy muy feliz de que cumplamos 40 años de democracia,
enormemente feliz; porque mi generación soñaba como una utopía esa
democracia y parecía muy difícil de lograr porque vivimos la tragedia de esa
dictadura tan cruel, que empezó el 24 de marzo del ´76.’
✔ Memoria representada: es la memoria que articula una determinada
representación del pasado. Todo discurso político construye una
determinada imagen del pasado en función de sus propios intereses, es
decir, el enunciador político hace un uso estratégico del pasado para
consolidar una determinada identidad política. En el discurso analizado, por
ejemplo cuando el Presidente intenta revertir y subvertir sentidos sobre la
democracia, la verdad, la justicia, resignificando así términos y conceptos
caros a la tradición liberal o republicana: ‘47 años después seguimos
reclamando verdad, justicia; 47 años después seguimos poniendo en valor
la memoria colectiva respecto de lo que nos pasó’; ‘nosotros necesitábamos
que esos testimonios retumben todos los días en la cabeza de los
argentinos, y necesitamos que vean esos aviones porque no era mentira
que eran capaces de tirar gente viva de los aviones para hacerlos
desaparecer de la faz de la tierra’; ‘llevamos cerca de 1200 condenas a
esos genocidas, y ya no son tapas de los diarios, están en la página 15, 20,
en una columna chiquita, y saben que eso a mí me hace muy feliz, ¿saben
por qué?, porque los argentinos entendimos que un genocida debe ser
castigado y preso y no debe ser noticia’.
Valoración Personal del discurso:
Nunca antes había tenido la posibilidad de escuchar o leer (de manera
completa) un discurso del Presidente sobre la conmemoración de una fecha
importante para nuestra historia, como el 24 de Marzo, y la verdad que me
sorprendió gratamente. Reconozco que por su formación profesional ya intuía que
podía llegar a ser muy buen orador y no me defraudó.
Al principio, apela a la emotividad del auditorio comenzando a hablar desde su
propias emociones, "Es una mezcla, ¿no? estos actos son una mezcla", para
luego hacer referencia a su experiencia de vida en torno a la temática. Luego,
recoge la experiencia personal de la oradora anterior con su propia experiencia
respecto a "la tragedia que se dio en lugares como este" para sentirse más
cercano al auditorio presente.
Después, une hitos de la historia que sirven de "racconto" de los hechos
ocurridos luego que asumió el gobierno de Néstor Kirchner y enfátiza cómo la
voluntad del mandatario logró ir por encima de los impedimentos paraque la
Justicia a los represores se efectivice realmente. Me pareció muy acertado porque
las generaciones jóvenes no conocen qué ocurrió años después que volvimos a
ser un Estado democrático. También me pareció correcto la utilización de las
palabras 'todos', 'los argentinos', 'las argentinas', 'la inmensa mayoría de
argentinos' porque intenta incluir al pueblo argentino.
Por otra parte, el actual Presidente transmitió que 'siente paz espiritual' porque
se logró cierta reparación y justicia para las víctimas del genocidio y que ahora
sólo resta trabajar para cultivar la memoria colectiva y no olvidar a través de los
sitios de la memoria: "Acá nosotros estamos poniendo en valor la memoria desde
un lugar ético, desde la ética del estado de derecho, para que nunca más alguien
se anime a hacer algo semejante a esto".
Por último, el párrafo final también me pareció muy abarcativo y emotivo ya que
refuerza las ideas principales de lo que significan estos sitios de la memoria para
lograr una sociedad más justa y democrática: "Yo celebro que 47 años después
estemos en ese camino, porque haciendo esto somos una sociedad infinitamente
mejor, la sociedad que busca la verdad, la sociedad que busca la justicia, la
sociedad que no esconde la barbarie, la sociedad que no convive con los
asesinos, la sociedad que rinde culto a las víctimas".

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