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Actas Urol Esp. 2013;37(9):527---532 Actas Urológicas Españolas www.elsevier.es/actasuro ARTÍCULO ESPECIAL Análisis de los factores que influyen en la pérdida hemática en la nefrolitotomía percutánea: registro de la Asociación Española de Urología sobre la posición supina F. Ramón de Fata a,∗, D. Pérezb, L. Resel-Folkersma c, J.A. Galánd, A. Serranoe, A. Servera f, M. Arrabal g, J.L. Álvarez-Ossorioh, R. Ballestero i, E. Cao j, M. Arzoz k, P. Navarro l, M. Rigabertm, J.M. Sánchez-Zalabardon, F. Lista a, J.C. Angulo a y J.H. Amón-Sesmero ñ a Servicio de Urología, Hospital Universitario de Getafe, Madrid, España b Servicio de Urología, Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela, A Coruña, España c Servicio de Urología, Hospital Clínico San Carlos, Madrid, España d Servicio de Urología, Hospital del Vinalopó, Elche, Alicante, España e Servicio de Urología, Hospital Universitario de Guadalajara, Guadalajara, España f Servicio de Urología, Fundación Hospital de Manacor, Mallorca, España g Hospital Universitario San Cecilio, Granada, España h Servicio de Urología, Hospital Puerta del Mar, Cádiz, España i Servicio de Urología, Hospital Marqués de Valdecilla, Santander, España j Servicio de Urología, Complejo Hospitalario Universitario de Cartagena, Murcia, España k Servicio de Urología, Hospital German Trias i Pujol, Badalona, Barcelona, España l Servicio de Urología, Complejo Hospitalario Universitario Insular Materno-Infantil, Las Palmas de Gran Canaria, España m Servicio de Urología, Hospital Virgen de Arrixaca, Murcia, España n Servicio de Urología, Universitario Lozano Blesa, Zaragoza, España ñ Servicio de Urología, Hospital Universitario, Río Hortega, Valladolid, España Recibido el 30 de abril de 2013; aceptado el 3 de mayo de 2013 Disponible en Internet el 11 de julio de 2013 PALABRAS CLAVE Nefrolitotomía percutánea; Posición supina; Hemorragia; Litiasis renal; Transfusión Resumen Objetivo: La nefrolitotomía percutánea (NLP) es la técnica mínimamente invasiva de elección para el tratamiento de la litiasis renal mayor de 2 cm. El objetivo de este estudio es analizar los diferentes factores que influyen en el descenso de hemoglobina durante el procedimiento, realizado en posición supina. Material y métodos: Realizamos un estudio prospectivo multicéntrico observacional de la nefrolitotomía percutánea en posición supina, basado en el registro de la AEU. Se estudian los diferentes factores que influyen en el descenso de hemoglobina: datos demográficos y antro- pométricos, comorbilidad asociada, localización y tamaño de la litiasis, variantes anatómicas y aspectos técnicos del procedimiento. ∗ Autor para correspondencia. Correo electrónico: frfata@hotmail.com (F. Ramón de Fata). 0210-4806/$ – see front matter © 2013 AEU. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados. http://dx.doi.org/10.1016/j.acuro.2013.05.001 dx.doi.org/10.1016/j.acuro.2013.05.001 http://www.elsevier.es/actasuro mailto:frfata@hotmail.com dx.doi.org/10.1016/j.acuro.2013.05.001 528 F. Ramón de Fata et al Resultados: Desde septiembre de 2008 hasta diciembre de 2012 se han registrado 397 NLP en posición supina, realizadas en 15 centros españoles. El descenso medio de hemoglobina fue 2,3 ± 1,5 g/dl y la tasa de transfusión de 5,5%. No hubo diferencias significativas en el descenso de hemoglobina entre varones y mujeres, IMC ni por grupos de edad. Tampoco existen dife- rencias entre los pacientes con antecedentes cardiovasculares, diabetes, HTA o tratamiento anticoagulante. El tamaño y la localización de la litiasis no influyen de forma significativa en la pérdida hemática. La duración del procedimiento (> o < 120 min), técnica de punción (ecogra- fía, fluoroscopia), el tipo de dilatación del trayecto percutáneo (Alken, balón o Amplatz) y la ausencia de catéter de nefrostomía final (tubeless) no afectaron al descenso de hemoglobina. Únicamente el número de trayectos percutáneos (≥ 2) y el acceso a través de un cáliz medio tuvieron repercusión estadísticamente significativa en la pérdida hemática (p = 0,03 y p = 0,01 respectivamente). Conclusiones: La NLP en posición supina es un procedimiento mínimamente invasivo para el tratamiento de litiasis renales múltiples y de gran tamaño (> 2 cm), que implica escasa pérdida hemática, con mínima tasa de transfusión de hemoderivados. Los únicos factores relacionados con mayor descenso de hemoglobina fueron el número de accesos percutáneos y la localización del trayecto en el cáliz medio. © 2013 AEU. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados. KEYWORDS Percutaneous nephrolitotomy; Supine position; Hemorrhage; Kidney stones; Transfusion Analysis of the Factors Affecting Blood Loss in Percutaneous Nephrolithotomy: A Registry of the Spanish Association of Urology in the Supine Position Abstract Objective: Percutaneous nephrolithotomy (PCNL) is the minimally invasive procedure of choice for removing renal stones larger than 2 cm. This study has aimed to identify the different variables that might influence decrease of hemoglobin during the surgery performed in supine position. Material and methods: A prospective, multicenter, observational study of supine PCNL, based on the Spanish Association of Urology database, was analyzed. The different preoperative and postoperative factors that might affect the decrease of hemoglobin were assessed: demo- graphics and anthropometric data, comorbidities, size and location of the stones, anatomical variants and technical aspects of the procedure. Results: From September 2008 to December 2012, 397 supine PCNL procedures performed in 15 Spanish centers were registered. Mean hemoglobin decrease was 2.3 ± 1.5 g/dl and overall blood transfusion rate was 5.5%. No statistically significant differences were found between genders, body mass index (BMI) and age in terms of blood loss. There were also no differences between patients with cardiovascular, hypertensive, diabetic and anticoagulant treatment background. Blood loss was not significantly influenced by stone size and location. Technical aspects of the procedure as operative time (> 120 min ≤), access to the pelvi-caliceal system (ultrasound, fluoroscopy), percutaneous tract dilation technique (Alken, balloon or Amplatz) or placement of nephrostomy (tube versus tubeless) were not associated with differences in pre-op/post-op hemoglobin. Only multiple percutaneous tracts (≥ 2) and middle calix access were statistically significantly (P = .03 and P = .01) related with less blood loss. Conclusions: PCNL in supine position is a minimally invasive procedure for removal of large (≥ 2 cm) and multiple renal stones, with a low incidence of blood loss and minimal transfu- sion rate. Multiple percutaneous tracts and middle calix puncture were the only statistically significant variables associated with decrease in hemoglobin levels. © 2013 AEU. Published by Elsevier España, S.L. All rights reserved. Introducción La nefrolitotomía percutánea (NLP) es el tratamiento de elección para la litiasis renal mayor de 2 cm1. Se trata de un procedimiento mínimamente invasivo que permite tratar litiasis múltiples, de gran tamaño y dureza, en pacientes con variantes anatómicas y en aquellos en losque la litotricia extracorpórea por ondas de choque (LEOCH) ha fracasado. El elevado porcentaje de éxito y reducida tasa de compli- caciones de la NLP ha relegado en los últimos años a la LEOCH y a la cirugía abierta a un segundo plano, considerán- dose ambos tratamientos de segunda línea en litiasis de gran volumen. Desde que en 1976 Fernström y Johansson reali- zaran por primera vez este procedimiento2, la técnica ha incorporado múltiples innovaciones en la punción, dilatación del trayecto, material utilizado, sistemas de fragmenta- ción y en la posición del paciente. El paso de la posición prono, como inicialmente fue descrita la técnica, a posi- ción supina, introducida por Valdivia et al.3 en 1987, reduce el tiempo quirúrgico, mejora el control de la vía aérea por Pérdida hemática en NLP 529 el anestesista, facilita el drenaje de los fragmentos litiási- cos por gravedad y con la modificación de las extremidades inferiores descrita por Ibarluzea en 1993, además permite el acceso retrógrado simultáneo (cirugía endoscópica intrarre- nal combinada)4. Pero a pesar de la experiencia acumulada en esta técnica y las innovaciones tecnológicas de las que disponemos actualmente, existen complicaciones inheren- tes al procedimiento como el sangrado, la lesión del sistema colector y/o de órganos adyacentes, infección urinaria y sepsis, fístulas, estenosis de la vía excretora, sobrecarga de líquido e hipotermia y en ocasiones lesión renal irreversible e incluso fallecimiento del paciente. La hemorragia de origen renal secundaria al procedimiento percutáneo es una com- plicación relativamente frecuente, aunque en la mayoría de los casos se trata de forma conservadora. Realizamos un estudio prospectivo multicéntrico obser- vacional basado en el registro de la posición supina en cirugía percutánea, creado a partir de una iniciativa del Grupo de Trabajo de Litiasis, Endourología y Laparoscopia de la Asociación Española de Urología (AEU), para analizar la hemorragia (diferencia de hemoglobina pre y postopera- toria), tasa de transfusión y las variables relacionadas, con el fin de evitar y prevenir esta complicación. Material y métodos Desde septiembre de 2008 hasta diciembre de 2012 se han realizado 397 NLP en posición supina en 15 centros españoles. Los datos de los pacientes fueron registrados de forma prospectiva en una base de datos electrónica creada a propósito para el grupo de cirugía percutánea en posición supina. Se analizaron las diferentes variables que pudieron influir en la hemorragia asociada al procedimiento quirúr- gico. Los pacientes fueron evaluados antes de la interven- ción quirúrgica con pruebas de imagen, análisis de orina, urocultivo y análisis de sangre. Se revisaron las característi- cas preoperatorias de los pacientes: factores demográficos (edad y sexo), antropométricos (índice de masa corporal), comorbilidad asociada (enfermedad cardiovascular, hiper- tensión, diabetes, tratamiento con anticoagulantes y riesgo anestésico según la clasificación de la American Society of Anesthesiologists [ASA]), localización, número, tamaño y morfología de la litiasis (la clasificación anatómica del cál- culo fue: pélvico, calicial, múltiple, coraliforme completo o incompleto) y variantes anatómicas (monorreno, riñón en herradura, malrotación renal y derivación urinaria). Tam- bién se recogieron los datos intraoperatorios más relevantes y los aspectos técnicos del procedimiento como el tiempo operatorio, la técnica de imagen empleada para la punción (ecografía, fluoroscopia) el sistema de dilatación del tra- yecto percutáneo (Alken, Amplatz, catéter-balón), número de accesos, localización del cáliz de entrada, calibre del acceso empleado (30 Fr o < 30 Fr) y la necesidad de drenaje con nefrostomía al final de la intervención. La pérdida sanguínea fue estimada por el descenso de hemoglobina entre el valor preoperatorio y postoperato- rio (medidos a partir del hemograma realizado unos días antes y 24 h después del procedimiento, respectivamente). Se analizó la tasa de transfusión y el número de concentra- dos de hematíes administrados; los criterios que decidieron la necesidad de administrar hemoderivados fueron niveles de hemoglobina iguales o inferiores a 8 g/dl, descenso sig- nificativo de los niveles de hemoglobina en pacientes con cardiopatía o presencia de clínica secundaria a anemia. Para testar la normalidad de las distribuciones se utiliza- ron las pruebas de Shapiro-Wilks y de Kolmogorov-Smirnof. Las distribuciones de variables categóricas se han descrito por medio de frecuencias absolutas y porcentuales de la distribución. Para evaluar diferencias estadísticamente significativas entre variables continuas de escala razón o intervalo se aplicaron las pruebas «t» de Student y U de Mann-Whitney. Para la comparación de más de 2 grupos de pacientes se emplearon las pruebas F de Snedecor o de Levenne. Resultados La edad media de los pacientes fue de 51,3 ± 14,3 años y el índice de masa corporal (IMC) 27,4 ± 4,8 kg/m2. El 25% de los pacientes fueron obesos. De los 397 pacientes analizados 183 (46,1%) fueron mujeres y 214 (53,9%) hombres. La localiza- ción de la litiasis fue derecha en 172 (43,3%) e izquierda en 225 (56,7%). En 22 casos (5,6%) existieron variantes anatómi- cas del riñón o de la vía excretora. La comorbilidad asociada y la clasificación de la ASA se recogen en la tabla 1. Res- pecto a las características de la litiasis el tamaño medio fue de 975 ± 890 mm2, y su localización y morfología se recogen en la tabla 2. El 48,8% de las litiasis fueron complejas: 7,3% múltiples, 21,4% coraliforme completo y 20,1% coraliforme incompleto. El tiempo quirúrgico medio fue de 116,6 ± 76,1 min, con una duración de la intervención quirúrgica inferior a 120 min en el 67,2% de los pacientes. La punción del sis- tema colector fue realizada bajo control fluoroscópico en el 85,1% de los casos y con ecografía en el 14,9%. En la mayoría de los pacientes el abordaje percutáneo fue Tabla 1 Características de los pacientes Pacientes (n) 397 Edad media (años) 51,3 ± 14,3 Varones/mujeres (n) 214/183 IMC (kg/m2) 27,4 ± 4,8 ASA (n, %) I 83 (21) II 253 (63,7) III 53 (13,3) IV 8 (2) Comorbilidad (n, %) Antecedentes cardiovasculares 38 (9,6) HTA 109 (27,5) Diabetes 55 (13,8) Anticoagulantes 22 (5,5) Anomalías asociadas (n, %) Monorreno 9 (2,3) Riñón en herradura 3 (0,8) Injerto renal 2 (0,5) Riñón malrotado 1 (0,2) Derivación urinaria 7 (1,8) 530 F. Ramón de Fata et al Tabla 2 Características de la litiasis Lado (n, %) Izquierdo 225 (56,7) Derecho 172 (43,3) Superficie media del cálculo (mm2) 975 ± 890 Tipo de litiasis (n, %) Coraliforme completo 85 (21,4) Coraliforme incompleto 80 (20,1) Piélica 130 (32,7) Calicial 52 (13,1) Divertículo 7 (1,8) Uréter proximal 14 (3,6) Múltiple 29 (7,3) realizado a través de un tracto único (94,5%) y únicamente en el 5,5% de los casos el acceso fue múltiple. La localización del trayecto percutáneo fue en la mayoría de los casos el cáliz inferior (72,5%). Para la dilatación del trayecto percu- táneo se emplearon: dilatadores metálicos telescópicos de Alken en 61 pacientes (15,4%), dilatadores progresivos de Amplatz en 72 pacientes (18,1%)y catéter-balón de alta presión en 264 pacientes (66,5%). El calibre de la vaina de Amplatz empleado fue menor de 30 Ch en el 66,2% de los pacientes. En la mayoría de los pacientes se empleó un caté- ter de nefrostomía al terminar la intervención (81,9%) y en 72 pacientes (18,1%) se finalizó el procedimiento sin intuba- ción percutánea (tubeless). Se registraron complicaciones, de acuerdo con la clasificación Clavien-Dindo, en 95 pacien- tes (23,9%). La mayoría de ellas (85,2%) fueron de carácter menor (grado i-ii), según se aprecia en la tabla 3. El descenso de hemoglobina medio fue 2,3 ± 1,5 g/dl. La tasa media de transfusión fue 5,5% (rango 1-8 concentrados de hematíes). Un paciente presentó hemorragia postope- ratoria secundaria a una fístula arteriovenosa que requirió arteriografía y embolización selectiva (0,25%). No hubo dife- rencias significativas en el descenso de hemoglobina entre varones y mujeres, IMC, ni por grupos de edad. Tampoco existen diferencias entre los pacientes con antecedentes cardiovasculares, diabetes, HTA o tratamiento anticoagu- lante. El tamaño y la localización de la litiasis no repercutie- ron en la pérdida hemática. Tampoco afectaron al descenso de hemoglobina los aspectos técnicos del procedimiento: duración (> o ≤ 120 min), técnica de punción (ecografía o fluoroscopia), tipo de dilatación del trayecto percutáneo (Alken, balón o Amplatz) y la ausencia de catéter de nefros- tomía final (tubeless). Únicamente el número de trayectos percutáneos (≥ 2) y el acceso a través de un cáliz medio tuvieron repercusión estadísticamente significativa en la pérdida hemática (p = 0,03 y p = 0,01, respectivamente). Discusión La NLP es el procedimiento de elección para tratar litia- sis renal de gran tamaño (> 2 cm), complejas, múltiples, y aquellas de menor tamaño localizadas en el grupo calicial inferior. En general es un procedimiento eficaz y seguro, con complicaciones muy específicas asociadas a la téc- nica. La definición de complicaciones menores y mayores no se ha estandarizado, pero habitualmente consideramos Tabla 3 Características del procedimiento Tiempo quirúrgico medio (min) 116,6 ± 76,1 Cáliz de acceso (n, %) Superior 28 (7) Medio 81 (20,5) Inferior 288 (72,5) Sistema de punción (n, %) Ecografía 66 (14,9) Fluoroscopia 331 (85,1) Energía de fragmentación (n, %) Láser 41 (10,3) Ultrasónico 36 (9,1) Neumático 270 (68) Ninguna 50 (12,6) Método de dilatación (n, %) Alken 61 (15,4) Amplatz 72 (18,1) Catéter-balón 264 (66,5) Número de trayectos (n, %) Único 375 (94,5) Múltiple 22 (5,5) Calibre de la vaina de Amplatz (n, %) < 30 263 (66,2) 30 134 (33,8) Estancia hospitalaria media (días) 4,6 ± 3,1 Descenso de hemoglobina medio (g/dl) 2,3 ± 1,5 Tasa de transfusión (n, %) 22 (5,5) N.◦ de concentrados 2,6 ± 2,0 Drenaje final (n, %) Nefrostomía 325 (81,9) «Tubeless» 72 (18,1) Complicaciones (Clavien-Dindo) (n, %) I 65/95 (68,4) II 16/95 (16,8) IIIa 6/95 (6,3) IIIb 3/95 (3,2) IV 4/95 (4,2) V 1/95 (1,1) complicación menor el dolor que precisa analgesia (hasta un 49% de los pacientes), generalmente relacionado con el catéter de nefrostomía, y la fiebre, habitualmente transito- ria, relacionada con la duración de la cirugía, la cantidad de líquido de irrigación empleado, el tamaño de la litiasis y la presencia de bacterias en la orina5---8. Por otro lado, entre las complicaciones mayores, por orden de gravedad, se encuen- tran: sepsis, lesión de órganos adyacentes y hemorragia que requiere transfusión7,8. La pérdida sanguínea es un hecho frecuente durante la NLP, pero generalmente no es signi- ficativa y carece de repercusión clínica. La incidencia de sangrado importante que precisa transfusión oscila entre el 2-45%, según las primeras series9,10. En 2 trabajos recientes, el primero de ellos promovido por la Clinical Research Office of the Endourological Society (CROES), en el que se analiza- ron de forma prospectiva 5.803 pacientes procedentes de 96 instituciones, se observó una tasa de sangrado significativo Pérdida hemática en NLP 531 que requirió transfusión del 5,7%11; en el segundo estudio al que hacemos referencia, realizado dentro del ámbito de la AEU, se analizaron de forma prospectiva los resultados de 335 pacientes procedentes de 13 centros, todos ellos tra- tados mediante NLP en posición supina, con un porcentaje de transfusión del 5,4%12. Únicamente el sangrado que requiere transfusión debe considerarse complicación seria asociada al procedimiento. El sangrado puede ser intraoperatorio o postoperatorio, y este último a su vez puede subclasificarse en inmediato o diferido. Los principales factores que influyen en la pérdida hemática durante el procedimiento y en el postoperatorio son: la condición general del paciente, la carga litiásica y la técnica quirúrgica empleada. El sangrado intraoperatorio está muy relacionado con la técnica de punción, acceso y dilatación. Para reducir el sangrado, la entrada al sistema colector ha de realizarse mediante punción de un cáliz pos- terior en la relativamente avascular área de Brödel, en el centro de la papila renal, para evitar la lesión de las arterias arcuatas, y en la misma dirección del eje del infundíbulo, para evitar la lesión de las arterias interlobares. Con res- pecto a la dilatación pueden emplearse diferentes sistemas (dilatadores metálicos de Alken, dilatadores semirrígidos de Amplatz y catéter balón de alta presión). El empleo de caté- ter balón permite una dilatación más rápida del trayecto, con menor exposición radiológica, pero también a expensas de mayor coste por su carácter no reutilizable, y algunos autores han encontrado una tasa de sangrado y de trans- fusión significativamente menor en comparación con otros sistemas13. La dilatación en un solo paso y la compresión radial mantenida ejercida por el balón puede explicar este hallazgo; sin embargo, trabajos recientes no demuestran diferencias entre los distintos sistemas de dilatación con res- pecto al sangrado, concluyendo que las diferencias pueden deberse más a la experiencia del cirujano y no a la téc- nica de dilatación empleada14---17. En este estudio tampoco se encontraron diferencias significativas en pérdida hemática y tasa de transfusión en función del sistema de dilatación empleado. La mayoría de los sangrados se controlan de forma con- servadora. El sangrado de origen venoso se trata mediante taponamiento y compresión del trayecto con un catéter de nefrostomía (Foley convencional o catéter balón de Kaye), y si a pesar de esta maniobra el sangrado persiste, se pinza el catéter para que el coágulo en la vía excretora ejerza su acción hemostática. El sangrado de origen arterial, en caso de producir anemización progresiva, requiere transfusión de hemoderivados y, en ocasiones, precisa angioembolización selectiva. La necesidad de esta última maniobra oscila entre el 0,3 y 1,4% de los casos, según las distintas series, con una tasa de éxito superior al 90%10,18---20. En nuestra casuística tan solo un paciente precisó embolización, con adecuado control del sangrado. Puede también ocurrir sangrado dife- rido, bien por formación de fístula arteriovenosa, rotura de un pseudoaneurisma, bien por laceración de arteriasrenales segmentarias. La perforación de la vía excretora durante la dilata- ción, las maniobras de angulación excesiva del nefroscopio y la fragmentación de litiasis de gran tamaño o dureza pueden también acarrear lesiones de vasos adyacentes, e incluso laceración de ramas de la arteria o vena renal prin- cipal, con importante hemorragia asociada. La experiencia adquirida en la técnica (según algunos autores más de 50 procedimientos)21,22 permite una correcta punción, dilata- ción controlada y maniobras delicadas con el nefroscopio en la fragmentación y extracción de fragmentos, lo que redunda en una menor probabilidad de sangrado significa- tivo. En un estudio multicéntrico reciente, realizado desde la AEU, se analizaron la tasa de transfusión y la media de unidades transfundidas, entre un grupo experto en la téc- nica (> 50 procedimientos) y un grupo que se encontraba realizando su curva de aprendizaje (< 50 procedimientos), existiendo diferencias entre ambos a favor del grupo con mayor experiencia (3,8 vs. 8,1% y 2,0 ± 0 vs. 3,1 ± 2,6, res- pectivamente), aunque sin significación estadística12. El número de trayectos percutáneos se asocia también con mayor tasa de sangrado y de transfusión en otras series7,9,11,18,23,24. Este hecho parece lógico al asociar mayor probabilidad de lesiones vasculares en cada uno de los trayectos realizados. Un mayor número de trayectos per- cutáneos es necesario en casos de litiasis de gran tamaño, múltiples y complejas, pero la utilización de material flexi- ble y la cirugía endoscópica intrarrenal combinada permiten el tratamiento de cálculos de gran volumen y el acceso a todas las cavidades renales a través de un solo tracto per- cutáneo, disminuyendo la probabilidad de sangrado. En una serie de NLP, realizada exclusivamente en prono, Turna et al. realizaron más de un trayecto percutáneo en el 16,1% de los casos y precisaron transfusión el 23,8% de los pacientes9. Ambas fueron considerablemente superiores a lo recogido en nuestro registro. Kukreja et al. también evaluaron de forma pros- pectiva los factores asociados a hemorragia durante la NLP y encontraron que los pacientes diabéticos, la realización de múltiples accesos, el tiempo quirúrgico pro- longado y las complicaciones intraoperatorias se asocian de forma significativa a mayor pérdida sanguínea durante el procedimiento23. Parece que la asociación de diabetes y arteriosclerosis podría explicar mayor incidencia de san- grado tras el acceso percutáneo. En nuestra experiencia no existieron diferencias significativas en relación con ninguna condición médica preexistente. Además del número de tractos la otra variable que se asoció a sangrado de manera estadísticamente significativa en nuestro análisis fue el acceso a través de un cáliz medio, realizado en uno de cada 5 pacientes de esta serie. La mayor longitud del trayecto al cáliz medio si se realiza una punción subcostal y la dirección oblicua del acceso conllevan mayor posibilidad de lesión del parénquima renal y de su vasculari- zación. Estas observaciones pueden justificar el hallazgo. La punción del cáliz medio debe realizarse en línea recta con el infundíbulo, siempre que sea posible. En aquellos casos en los que dicha punción sea complicada resulta recomendable acceder por otro cáliz y emplear instrumental flexible para resolver la litiasis. En una revisión realizada por El-Nahas et al. se identificó como factor predisponente de sangrado el acceso a través de un cáliz superior, debido a las mismas circunstancias que hemos expuesto con anterioridad18. Conclusiones La NLP en posición supina es un procedimiento mínimamente invasivo para el tratamiento de litiasis renales múltiples y 532 F. Ramón de Fata et al de gran tamaño, que implica escasa pérdida hemática, con mínima tasa de transfusión de hemoderivados. En esta serie los únicos factores relacionados de forma estadísticamente significativa con mayor descenso de hemoglobina fueron el número de accesos percutáneos y la localización del tra- yecto en el cáliz medio. Conflicto de intereses Los autores declaran que no tienen ningún conflicto de inte- reses. Bibliografía 1. Türk C, Knoll T, Petrik K, Sarica K, Skolarikos A, Straub M, et al. Guidelines on urolithiasis. Arnhem, The Netherlands: European Association of Urology (EAU Guidelines Office); 2013. 2. 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