Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
66 ACUICULTURA MARINA II. ESPECIES PRODUCIDAS Y SISTEMAS DE EXPLOTACION Los océanos albergan un gran número de especies tanto animales como vegetales. De ellas sólo una pequeña parte se utiliza para la alimentación del hombre, bien para consumo directo o bien en forma de harinas de pes- cado para la fabricación de piensos compues- tos. En la actualidad el grupo de organismos marinos que se cría o engorda artificialmente es aún más reducido. Casi todas las especies animales que se producen mediante acuicultura marina se des- tinan al consumo humano engordándolas hasta el tamaño comercial o criando alevines para repoblar los bancos naturales y calade- ros de pesca. Un caso aparte es el de la pro- ducción de ostras perlíferas o de peces ornamentales, actividades muy importantes en algunos países. La demanda mundial de pescado es cre- ciente y por ello tanto la pesca como la acui- cultura tienden a ampliar el abanico de espe- cies explotadas. En cualquier caso, es el consumidor el que marca las preferencias; así se producen excedentes de especies poco cotizadas mientras escasean los preciados atunes, lubinas, besugos, ostras y bogavantes, por poner algunos ejemplos. Producción mundial de la acuicultura marina Para cifrar la producción debida a la acui- cultura marina se recurre a estimaciones, ya que no existen hasta el momento capítulos diferenciados para pesca de captura y acui- cultura en los anuarios de estadística pes- quera de la FAO. Esto se debe a que son pocos los países que separan en sus estadís- ticas nacionales la producción de acuicultura de la pesca tradicional. T.V.R. Pillay, un prestigioso investigador de la FAO, se ha dedicado a recopilar datos y a efectuar estimaciones sobre la producción de la acuicultura en los distintos países. Estas revisiones sobre el estado de la acuicultura a nivel mundial suelen ser publicadas por la FAO y presentadas en los congresos mundia- les que sobre el tema se vienen celebrando desde 1976. Las últimas cifras publicadas corresponden al Congreso Mundial de Acui- cultura celebrado en Venecia en 1981 y se han resumido en la tabla 1. Tabla 1.—PRODUCCION DE LA ACUICULTURA EN 1981 Producto Toneladas producidas en 1981 Peces 3.227.810 37,09 Moluscos 3.195.976 36,73 Crustáceos 71.244 0,82 Algas 2.206.484 25,36 Total 8.701.514 100,00 Países productores Especies producidas (en agua de mar o salobre) Producción estimada 1981 (t) Japón Ostra del Pacífico, ore- ja de mar, vieira, lan- gostinos, serviola, sal- mones, dorada y otros Más de peces marinos 400.000 Corea 170.000 Indonesia Ostra del Pacífico gambas, quisquillas langostinos sabalote 150.000 Taiwan 100.000 (Chanos chanos) Filipinas, India, Tailandia 5.000 Estados Unidos Ostras (varias especies) 150.000 Holanda, Dinamarca Mejillón 50.000-100.000 España Mejillón, ostras, alme- jas salmónidos, langos 200.000 Francia tinos otros peces ma- rinos 100.000 Noruega Salmónidos 20.000 67 Producciónroducción % Asia 84 Europa 13 América 2 Africa 0,8 Oceanía 0,2 La producción mundial de la acuicultura representa el 12 por 100 aproximadamente de la producción total de pescado, término en el que se incluyen los peces, moluscos, crustá- ceos y algas que el hombre obtiene a partir de las aguas. En 1981, la producción total estimada ascendió a 8.701.514 toneladas, de las que un 37 por 100 son peces, más del 36 por 100 moluscos, un 0,8 por 100 crustáceos y el resto algas. Dentro de la acuicultura, el mar aporta aproximadamente el 40 por 100 del total. Considerando la distribución por continen- tes Asia, produce el 84 por 100 del total mundial. China, Japón, Corea, India, Indone- sia, Filipinas, Tailandia, Bangladesh y Taiwan son los principales países productores. Se debe tener presente que los países del sudeste asiático tienen una gran dependencia de los productos de la pesca para su alimentación y que poseen grandes superficies de ríos, lagos, marismas y bahías protegidas, zonas todas ellas muy propicias para la acuicultura, tanto marina como en aguas continentales. Las explotaciones suelen ser de tipo extensivo, tradicionales y en su mayoría de carácter familiar. En Japón, Europa y América del Norte, la acuicultura ha alcanzado un desarrollo tecno- lógico más alto. El primer productor mundial en lo que a acuicultura marina se refiere es Japón, tanto por la cantidad como por la diversidad de especies que crían, casi siem- pre, en ciclo completo. En Europa y Nortea- mérica se explotan principalmente especies de agua dulce y moluscos marinos mediante técnicas intensivas, pero los niveles de pro- ducción no son tan destacados como en Asia. En Africa puede mencionarse únicamente una cierta producción de especies de agua dulce en algunos países con tradición de consumo de pescado. Lo mismo puede decirse de Sudamérica, donde sólo destaca la pro- ducción de langostinos en Ecuador. La acuicultura marina en España Si consideramos únicamente las cifras tota- les de producción de acuicultura marina, España está a la cabeza de los países euro- peos y ocupa uno de los primeros lugares a nivel mundial. Pocos países producen la variedad de especies que la acuicultura marina oferta al mercado español: moluscos —mejillón, ostras, almejas—, langostinos, salmones y varias especies de peces marinos como dora- da, lubina, lenguado y rodaballo. Sin embar- go, hay un claro desequilibrio a favor de los moluscos y, más concretamente, del mejillón; a su lado, la producción de otras especies es casi despreciable. En España se consumen más de 10 gramos de proteínas de origen pesquero por persona y día. La mitilicultura y la ostricultura son activi- dades muy arraigadas ya en algunas regiones costeras, especialmente en Galicia. La pisci- cultura marina se ha venido practicando de forma tradicional en los esteros de las salinas gaditanas y onubenses, explotando especies autóctonas algunas de las cuales se han seleccionado para las nuevas granjas que han surgido en los últimos años. También existen en nuestro país instalacio- nes de engorde de peces que aprovechan las aguas que salen calientes de los circuitos de refrigeración de las centrales termoeléctricas costeras. La producción actual de la acuicultura marina española se ha resumido en la tabla 2, indicando las especies y el tipo y número de instalaciones existentes. Tabla 2.—ACUICULTURA MARINA EN ESPAÑA (1983). (No se han considerado las produciones de centros oficiales) Tipo de producción Especies producidas Número y tipo de Instalaciones Produc-dm vais° Areas principales de producción Mitilicultura . Mejillón (Mytilus edulis) 3.170 bateas (licencias) 200.000 Rías gallegas Ostricultura Ostra plana y ostión (Ostrea edulis y Crassostrea angulata) 250 bateas (licencias) algunos parques y bancos naturales 3.500 Rías gallegas, Can- tábrico, Región Su- ratlántica Otros moluscos Almejas, berberechos (Tapes, Cardium) 250 parques; 1.260 parcelas (1) 3.500 (2) Galicia, Cantábrico Región Suratlántica Granjas marinas de cría (polivalentes) Ostras, almejas, rodaballo, lubina 2 centros de producción de se- milla y alevines No suelen realizar el engorde. Galicia, Santander Salmonicultura Salmón del Atlántico, salmones del Pacífico (3) 1 granja de cría, recría y en- gorde 50 Galicia Piscicultura marina Rodaballo, lubina, dorada y otras especies de esteros (4) 6 granjas de cría y engorde 60 granjas de engorde (esteros) 2 granjas de engorde en efluen- tes termales 200 Galicia, región Sur- atlántica, Baleares Langostinos Langostino japonés (Penaeus japonicus) 1 granja de engorde 2 Región Suratlántica (1) Parques localizados en Carril (Pontevedra) y Huelva de pequeña extensión y explotados familiarmente. (2) Incluye también la pesca en bancos naturales. (3) Salmo salar, Oncorrhynchus spp (4) Setta maxima, Dicentrarchus labrax, D. punctatus, Solea solea, Anguilla anguilla. CRITERIOS DE SELECCION DE LAS ESPECIES A PRODUCIR En algunas regiones la práctica de la acui-cultura es una actividad muy antigua y de carácter tradicional. Durante muchos años se han ido desarrollando y perfeccionando téc- nicas de producción que se adaptan a las especies que se explotan. Ejemplos de esto son la piscicultura extensiva en los esteros de las salinas gaditanas, el policultivo de peces y crustáceos en los «tambaks » indone- sios o la piscicultura en los «valli» italianos. Las especies explotadas en estos casos han sido las autóctonas, que están adaptadas al medio ambiente y aprovechan los recursos naturales. Para mejorar los rendimientos en estas explotaciones se aplican modernas téc- nicas de reproducción, cría y engorde sobre las mismas especies que se venían produ- ciendo. Sin embargo, cuando se trata de establecer una nueva explotación de acuicultura marina a escala industrial es necesario estudiar qué tipo de producto se quiere vender. La deci- sión de aplicar una técnica de producción conocida a una determinada especie requiere una evaluación previa y detallada de varias características de los organismos que se podrían criar o engordar en un posible emplazamiento. Hay que considerar las características bio- lógicas, es decir, cómo se reproducen, cómo crecen, de qué se alimentan, cómo se com- portan y de qué forma se pueden seleccionar para obtener mayores rendimientos. No obs- tante, antes que estos rasgos deben anali- zarse las características del mercado. El con- sumidor debe estar dispuesto a aceptar el pescado o las ostras, por ejemplo, que la acuicultura produzca. De no ser así no se jus- tifica el esfuerzo que requiere la cría o engorde de especies marinas. Entre las especies marinas existen algunas muy nutritivas y que podrían ser muy intere- santes para la acuicultura; especies herbívo- ras, por ejemplo, que están infrautilizadas o despreciadas, por falta de demanda en el mercado, y se destinan a la fabricación de harinas para piensos. Por tanto, para empe- zar, hay que escoger entre el grupo de anima- les aceptados por el consumidor. La especie ideal será aquella que tenga buen precio, que sea de crecimiento rápido, fácil de criar y alimentar y resistente al medio adverso y a las enfermedades. Obviamente muy pocas especies cumplen estos requisitos. Describiremos a continuación las caracterís- ticas en que debemos fijarnos al seleccionar una especie. 68 69 Factores que determinan el consumo El que una población consuma una deter- minada especie de pescado o marisco depende de múltiples factores. Las costumbres alimen- tarias reflejan la disponibilidad, es decir, la facilidad de captura o producción y los méto- dos de conservación y preparación culinaria. Por supuesto, los alimentos deben satisfacer las necesidades nutritivas del consumidor, pero en el caso del pescado y del marisco y en ciertas culturas puede ser también impor- tante la identificación con un nivel de vida o estatus social. En consecuencia, una especie puede estar integrada en los hábitos alimen- tarios o ser difícilmente aceptada en virtud de tabúes tradicionales. Las preferencias y costumbres alimentarias varían, no sólo de un país a otro, sino tam- bién entre regiones dentro de una misma zona. Generalmente en los países con costas hay notables diferencias en consumo de pes- cado entre el litoral y el interior. Por ejemplo, la serviola tiene gran aceptación en Baleares, donde es objeto de cultivo, y en la península es desestimada y casi desconocida. La mejora de los sistemas de conservación, transporte y distribución de alimento, va haciendo más uniforme la demanda de pescado, aunque todavía no se han franqueado algunas barre- ras culturales que en ocasiones están muy arraigadas. Características organolépticas.-La preferen- cia por unos u otros alimentos se basa en el gusto. El término « gusto » , según lo utilizan los tecnólogos de alimentos, incluye el sabor y el aroma, características subjetivas que mencionan la mayoría de las personas al refe- rirse a la aceptación o rechazo del pescado. Algunos pescados tienden a adquirir gustos raros o desagradables cuando se alimentan con determinadas dietas o viven en aguas de calidad especial. También es cierto que mu- chos pescados azules adquieren un gusto a rancio si se elaboran inadecuadamente o se conservan mal, por el gran contenido en grasa de su carne. La apariencia, color, brillo y forma de un molusco, crustáceo o pescado pueden también favorecer o perjudicar su consumo. El color rosado de la carne de algunas especies, pez espada y salmón, por ejemplo, es un rasgo juzgado como deseable, mientras que ocurre lo contrario con el color rojo oscuro de algu- nas zonas de la carne de los túnidos o el tinte amarillento de algunos peces planos (platijas) frente al blanco del lenguado. De igual forma, no suelen tener buen mercado especies con espinas, barbas o coloraciones extrañas. La carne del pescado suele tener más acep- tación cuando su textura es firme y hojal- drada, aunque en determinadas regiones se prefiere blanda y gelatinosa. Esto puede deberse en parte a las costumbres culinarias. En algunos países orientales el pescado se consume crudo y tienen mejor mercado las especies de carne grasa que lo que nosotros denominamos pescado blanco. Características comerciales.-Otros factores que influyen en el consumo son los de tipo comercial: el rendimiento o la proporción aprovechable después de la limpieza, elabo- ración o cocinado; la sencillez o el coste de la manipulación para limpiar, filetear, empa- quetar o transportar; la vida comercial, es decir, la perdurabilidad de la entereza, el gusto y la textura —la frescura— del pro- ducto; la uniformidad para el despiece y la versatilidad de elaboración y conservación. Tanto este grupo de factores como las características organolépticas están determi- nados, a su vez, por rasgos biológicos especí- ficos, como la composición química de la carne, la morfología externa y la anatomía interna. Características del merca- do.-El tamaño y la estructura del mercado son, en defini- tiva, los factores más impor- tantes para decidir qué espe- cie producir. Los estudios de mercado son imprescindibles incluso en productos tan «se- guros» como las gambas, los langostinos, los rodaballos o las almejas. En cualquier caso podrían surgir alternativas a la acuicultura, como la importa- ción a precios bajos o un in- El consumo de pescado es un hábito arraigado en la población española. 70 cremento de las capturas, que deben ser tenidas en cuenta. La producción debe planificarse para que la empresa se beneficie de las fluctuaciones estacionales de precio que caracterizan el mercado de algunos productos marinos. Otra variable de interés es la relación entre precio y talla comercial. No siempre el pescado más grande es el más caro, ya que algunas espe- cies, como la dorada, se deprecian a partir de un cierto tamaño, porque la carne pierde finura. En una granja marina se engordará hasta el tamaño de mayor demanda o hasta el que tenga mayor margen entre precio de producción y precio de venta. Factores que afectan a la producción Para que el coste de producción de molus- cos, peces o crustáceos sea bajo, se deben seleccionar las especies en función de varios criterios bio-tecnológicos. Es esencial cono- cer la biología del animal, su fisiología repro- ductiva y de la nutrición, así como su com- portamiento, pero no desde un punto de vista naturalista, sino dentro de un sistema de explotación. Debemos analizar la interacción biológica-tecnológica fijándonos en los si- guientes parámetros. Características reproductivas.—Crear una empresa de acuicultura marina sin dominar por completo la reproducción de la especie a producir sólo puede estar justificado si las características productivas y de mercado son muy favorables. Ejemplo de esto es el engorde de anguilas y serviolas en Japón. No se realiza el ciclo completo de producción, sino que se parte de alevines capturados en el medio natural. En ambos casos, la demanda y La anguila adulta se consume bastante en las provincias del litoral mediterráneoy gallego. el precio así como la técnica de producción aseguran el éxito de la actividad. Esta situa- ción debe aceptarse temporalmente, en tanto que los riesgos estén compensados por abun- dantes beneficios económicos. Las características reproductivas más impor- tantes son las épocas y frecuencia de la puesta, la prolificidad, la fecundidad y la via- bilidad de los huevos, el período de incuba- ción, el tamaño de los huevos y el de las lar- vas o alevines al nacimiento. La mayor parte de los organismos marinos presentan una o dos épocas de puesta al año. Modificar esta característica es difícil y cos- toso. La prolificidad es muy elevada en casi todas las especies marinas de interés para la acuicultura. La fecundidad y viabilidad de los huevos son parámetros que mejoran al aplicar técnicas adecuadas de producción. El factor más crítico es el tamaño de las larvas o alevines al nacimiento; determina tanto su resistencia al medio ambiente como el tipo de alimento que consumirán durante las primeras fases de cría. Como el tamaño de las larvas y alevines de las especies mari- nas cuando nacen es muy pequeño, la cría suele ser compleja; debe realizarse en insta- laciones especiales, por lo que el coste de esta etapa es muy elevado. Casi toda la acuicultura tradicional se desa- rrolló como consecuencia del fácil acceso a grandes poblaciones de alevines o formas juveniles que se recogen en el mar y se lle- van a las instalaciones de engorde. Pero para pasar de estos sistemas de explotación primi- tivos a granjas intensivas es importante cerrar el ciclo de producción. Características productivas.—Las caracterís- ticas productivas más relevantes son el tipo de alimentación, la velocidad de crecimiento, la precocidad, el índice de conversión de ali- mentos, el tipo de alojamientos y la rus- ticidad. La alimentación es el factor que más reper- cute sobre los costes de producción. Las especies marinas cultivables son herbívoras o carnívoras. Dentro de las herbívoras se inclu- yen aquellos organismos que se alimentan fil- trando fitoplanctón —mejillones, ostras, alme- jas, berberechos— y los que «pastan » algas, como la oreja de mar. Pero la mayoría, prác- ticamente todos los peces y los crustáceos, son carnívoros. El éxito de una explotación de engorde de moluscos filtradores depende de su emplaza- miento, porque la alimentación corre a cargo de la naturaleza. En el resto de los casos, las facturas de alimentación constituyen el capí- tulo más abultado y vendrán determinadas por el precio del alimento y el índice de conversión. REPOSICION NATURAL 000 Ciclos de reproducción en acuicultura (1 a 7, véase tabla 3). REPOSICION REPRODUC- CONTROLADA TORES 71 El índice de conversión, es decir, los kilos de alimento necesarios para que el animal aumente un kilo de peso vivo, depende del tipo de alimento y de la eficiencia con que el animal lo transforme. La base de la alimenta- ción de las especies marinas carnívoras es el pescado, bien crudo o bien en forma de harina; hasta el momento sólo se han desa- rrollado piensos compuestos para unas pocas especies. Hay que tener en cuenta que las materias primas son caras y los índices de conversión son todavía altos, pues oscilan entre 3 y 8, según especies y tipos de explo- tación. La velocidad de crecimiento de los orga- nismos acuáticos está relacionada con la temperatura. Comparadas con las aves y los mamíferos, las especies marinas son de cre- cimiento lento. Para alcanzar el tamaño comer- cial se requieren, en la mayor parte de los casos, dos años como mínimo. Las perspecti- vas mejores las ofrecen las especies de cre- cimiento rápido, que alcanzan la talla comer- cial en un año o menos, como el langostino o la dorada. Las campañas de producción han de acortarse lo más posible para que la granja sea funcional y pueda adaptarse a las variaciones del mercado. El coste de mante- nimiento de grandes efectivos durante perío- dos largos de tiempo es elevado y, además, se incrementa el riesgo de aparición de epi- zootías o accidentes ambientales, repercu- tiendo todo ello en el coste de producción. Si la misma granja va a realizar la cría, la recría y el engorde, la precocidad, es decir, el tiempo necesario para alcanzar la madurez sexual, incidirá sobre los costes y riesgos de producción. SISTEMAS DE EXPLOTACION Según las técnicas de producción emplea- das se han venido dividiendo los sistemas de explotación en acuicultura en dos grandes grupos: intensivos y extensivos. En la acuicul- tura extensiva se emplean grandes masas de agua naturales, con poca o ninguna modifi- cación del ambiente en que se desarrollan los animales. En este sistema el control ejercido sobre el ciclo biológico de la especie es mínimo. Las inversiones en instalación son reducidas y hay una gran dependencia de las condiciones climáticas y de la calidad del agua. Los rendimientos por unidad de super- ficie son también bajos. En la acuicultura intensiva el grado de con- trol sobre las distintas variables que inciden en la producción es mucho mayor. Las insta- laciones suelen ocupar poca superficie, pero el coste de las mismas es elevado. La densi- dad de explotación y, por tanto, el rendi- miento final, son altos y hay una cierta inde- pendencia de las condiciones ambientales. Es preciso utilizar mano de obra especializada. Estas diferencias, que en teoría parecen obvias, no son tan netas cuando se llevan a la práctica. Porque, ¿cómo catalogar la mitili- cultura en las rías gallegas? Las instalaciones son sencillas y se depende del medio natural en dos aspectos fundamentales: la alimenta- ción y la reposición de animales para engor- de. De acuerdo con esto se trataría de una explotación extensiva. Sin embargo, de acuer- do con los altos rendimientos obtenidos, del orden de 300 t/ha/año, y el grado de normá- lización del producto final, se puede definir como sistema intensivo. POBLACION NATURAL REPRODUC- TORES ALEVINES SEMILLA PESCA CONVENCIONAL GRANJA DE CRIA Y RECRIA INSTALACIONES DE ENGORDE >ENGORDE CON ALIMENTO ARTIFICIAL >ENGORDE CON FERTILIZACION DEL AGUA_—) >ENGORDE SIN ALIMENTO ARTIFICIAL n-> Máximo control, mínima dependencia del medio natural Control y dependencia intermedios —> Mínimo control, máxima dependencia del medio natural SEMILLA ALEVINES JUVENILES ®®©® 111111 O REPOBLACION 90 EJEMPLARES DE TAMAÑO COMERCIAL PRODUCTOS EN MERCADO Siembra de moluscos en las rías gallegas. Tabla 3.—TIPOS DE ACUICULTURA Y ESPECIES PRODUCIDAS CON TECNOLOGIA DIFERENTE DENTRO DE CADA TIPO Tipos de acuicultura Especies Ciclo de producción A. Retención de semilla, juveniles o alevines procedentes del medio natural Mejillones, ostras, moluscos, pe- para que engorden hasta tamaño comercial. ces y crustáceos en salinas o 1 — Engorde sin alimentación artificial (producciones tradicionales) lagunas naturales — Engorde con fertilización del agua (policultivos del sudeste asiático) Peces y crustáceos 2 — Engorde con alimentación artificial Anguilas, serviola 3 B. Cría de semilla, juveniles o alevines con reposición a cargo del medio natural — Engorde con alimentación artificial Langostino 4 — Engorde en el mar («Ranching » ) Salmones 5 C. Explotaciones en ciclo cerrado Salmones, ostras, oreja de mar, Lubina, dorada. rodaballo 6 D. Acuicultura de repoblación Especies de interés ecológico o pesquero 7 A la vista de éste y de otros ejemplos que podrían citarse, parece difícil hacer una dico- tomía intensivo-extensivo semejante a la que se plantea en ganadería. Es preferible estu- diar los tipos de acuicultura atendiendo a las técnicas que se emplean y al grado de con- trol ejercido sobre los animales. Se han resumido estos tipos en la tabla 3, y se han ilustrado mediante la figura 1. Se pueden definir tres grandes grupos de explotaciones: 1 2 Modelos de explotación en los que se capturan los alevines o juveniles en el mar y se mantienen en instalaciones de engorde hasta que alcanzan el tamaño comercial. Dentro de este grupo se incluyen, por una parte, las granjasen las que no se aporta ali- mento, como las de moluscos filtradores y las de peces y crustáceos en salinas o lagunas intermareales. Por otra parte, también tienen este carácter las granjas de engorde en las que no se añade alimento pero se fertilizan las aguas para aumentar la producción prima- ria y crear un ecosistema artificial. Final- mente, pertenecen a este grupo las explota- ciones de engorde intensivo en que se sumi- nistra alimento. 2 2 Sistemas de acuicultura con reposición de reproductores a cargo del medio natu- ral pero que realizan las fases de cría y recría. Se aplican principalmente en langostinos y salmones. Las explotaciones de salmones pueden apro- vechar la migración de estas especies y su hábito de retornar al río donde nacieron, que es lo que se denomina «ranching » , no reali- zando, por tanto, la etapa de engorde. 32 Modelos de explotación en ciclo cerrado. Son los que más se parecen a la ganadería y los únicos que permiten hacer una mejora genética de los efectivos. Se pueden subdivi- dir en etapas de cría, recría y engorde y dan cabida también a las granjas de selección, donde se mantienen reproductores de estir- pes o líneas productivas. Cabe mencionar también la acuicultura de repoblación, es decir, la producción de larvas y alevines que serán liberados en los bancos naturales o caladeros de pesca con el fin de aumentar los rendimientos de la pesca tradi- cional. Es una actividad que suelen desarro- llar los organismos oficiales y está muy arrai- gada en países como Japón. En España se han efectuado programas de repoblación mari- na a escala piloto con varias especies. Aunque la repoblación de los mares es una práctica muy antigua, su efectividad ha sido puesta en duda en repetidas ocasiones y aún no se ha podido comprobar fehacientemente. Blanca Mas Alvarez y José Alejandro Tiene Mariscal Departamento de Producciones Animales de la Facultad de Veterinaria de Madrid 72
Compartir