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Acuicultura Marina

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ACUICULTURA MARINA
II. ESPECIES PRODUCIDAS Y SISTEMAS DE EXPLOTACION
Los océanos albergan un gran número de
especies tanto animales como vegetales. De
ellas sólo una pequeña parte se utiliza para la
alimentación del hombre, bien para consumo
directo o bien en forma de harinas de pes-
cado para la fabricación de piensos compues-
tos. En la actualidad el grupo de organismos
marinos que se cría o engorda artificialmente
es aún más reducido.
Casi todas las especies animales que se
producen mediante acuicultura marina se des-
tinan al consumo humano engordándolas
hasta el tamaño comercial o criando alevines
para repoblar los bancos naturales y calade-
ros de pesca. Un caso aparte es el de la pro-
ducción de ostras perlíferas o de peces
ornamentales, actividades muy importantes en
algunos países.
La demanda mundial de pescado es cre-
ciente y por ello tanto la pesca como la acui-
cultura tienden a ampliar el abanico de espe-
cies explotadas. En cualquier caso, es el
consumidor el que marca las preferencias; así
se producen excedentes de especies poco
cotizadas mientras escasean los preciados
atunes, lubinas, besugos, ostras y bogavantes,
por poner algunos ejemplos.
Producción mundial de la acuicultura marina
Para cifrar la producción debida a la acui-
cultura marina se recurre a estimaciones, ya
que no existen hasta el momento capítulos
diferenciados para pesca de captura y acui-
cultura en los anuarios de estadística pes-
quera de la FAO. Esto se debe a que son
pocos los países que separan en sus estadís-
ticas nacionales la producción de acuicultura
de la pesca tradicional.
T.V.R. Pillay, un prestigioso investigador de
la FAO, se ha dedicado a recopilar datos y a
efectuar estimaciones sobre la producción de
la acuicultura en los distintos países. Estas
revisiones sobre el estado de la acuicultura a
nivel mundial suelen ser publicadas por la
FAO y presentadas en los congresos mundia-
les que sobre el tema se vienen celebrando
desde 1976. Las últimas cifras publicadas
corresponden al Congreso Mundial de Acui-
cultura celebrado en Venecia en 1981 y se
han resumido en la tabla 1.
Tabla 1.—PRODUCCION DE LA ACUICULTURA EN 1981
Producto
Toneladas
producidas
en 1981
Peces 	 3.227.810 37,09
Moluscos	 	 3.195.976 36,73
Crustáceos 	 71.244 0,82
Algas	 	 2.206.484 25,36
Total	 	 8.701.514 100,00
Países productores
Especies producidas
(en agua de mar o
salobre)
Producción
estimada
1981 (t)
Japón 	 Ostra del Pacífico, ore-
ja de mar, vieira, lan-
gostinos, serviola, sal-
mones, dorada y otros Más de
peces marinos 400.000
Corea 	 170.000
Indonesia	 	 Ostra del Pacífico
gambas, quisquillas
langostinos sabalote
150.000
Taiwan 	 100.000
(Chanos chanos)
Filipinas, India,
Tailandia	 	 5.000
Estados Unidos	 	 Ostras (varias especies) 150.000
Holanda, Dinamarca Mejillón 50.000-100.000
España	 	 Mejillón, ostras, alme-
jas salmónidos, langos
200.000
Francia	 	 tinos otros peces ma-
rinos
100.000
Noruega	 	 Salmónidos 20.000
67
Producciónroducción
%
Asia	 	 84
Europa	 	 13
América	 	 2
Africa	 	 0,8
Oceanía	 	 0,2
La producción mundial de la acuicultura
representa el 12 por 100 aproximadamente de
la producción total de pescado, término en el
que se incluyen los peces, moluscos, crustá-
ceos y algas que el hombre obtiene a partir
de las aguas. En 1981, la producción total
estimada ascendió a 8.701.514 toneladas, de
las que un 37 por 100 son peces, más del 36
por 100 moluscos, un 0,8 por 100 crustáceos
y el resto algas. Dentro de la acuicultura, el
mar aporta aproximadamente el 40 por 100
del total.
Considerando la distribución por continen-
tes Asia, produce el 84 por 100 del total
mundial. China, Japón, Corea, India, Indone-
sia, Filipinas, Tailandia, Bangladesh y Taiwan
son los principales países productores. Se
debe tener presente que los países del sudeste
asiático tienen una gran dependencia de los
productos de la pesca para su alimentación y
que poseen grandes superficies de ríos, lagos,
marismas y bahías protegidas, zonas todas
ellas muy propicias para la acuicultura, tanto
marina como en aguas continentales. Las
explotaciones suelen ser de tipo extensivo,
tradicionales y en su mayoría de carácter
familiar.
En Japón, Europa y América del Norte, la
acuicultura ha alcanzado un desarrollo tecno-
lógico más alto. El primer productor mundial
en lo que a acuicultura marina se refiere es
Japón, tanto por la cantidad como por la
diversidad de especies que crían, casi siem-
pre, en ciclo completo. En Europa y Nortea-
mérica se explotan principalmente especies
de agua dulce y moluscos marinos mediante
técnicas intensivas, pero los niveles de pro-
ducción no son tan destacados como en Asia.
En Africa puede mencionarse únicamente
una cierta producción de especies de agua
dulce en algunos países con tradición de
consumo de pescado. Lo mismo puede decirse
de Sudamérica, donde sólo destaca la pro-
ducción de langostinos en Ecuador.
La acuicultura marina en España
Si consideramos únicamente las cifras tota-
les de producción de acuicultura marina,
España está a la cabeza de los países euro-
peos y ocupa uno de los primeros lugares a
nivel mundial. Pocos países producen la
variedad de especies que la acuicultura marina
oferta al mercado español: moluscos —mejillón,
ostras, almejas—, langostinos, salmones y
varias especies de peces marinos como dora-
da, lubina, lenguado y rodaballo. Sin embar-
go, hay un claro desequilibrio a favor de los
moluscos y, más concretamente, del mejillón;
a su lado, la producción de otras especies es
casi despreciable.
En España se consumen más de 10 gramos de proteínas
de origen pesquero por persona y día.
La mitilicultura y la ostricultura son activi-
dades muy arraigadas ya en algunas regiones
costeras, especialmente en Galicia. La pisci-
cultura marina se ha venido practicando de
forma tradicional en los esteros de las salinas
gaditanas y onubenses, explotando especies
autóctonas algunas de las cuales se han
seleccionado para las nuevas granjas que han
surgido en los últimos años.
También existen en nuestro país instalacio-
nes de engorde de peces que aprovechan las
aguas que salen calientes de los circuitos de
refrigeración de las centrales termoeléctricas
costeras.
La producción actual de la acuicultura
marina española se ha resumido en la tabla 2,
indicando las especies y el tipo y número de
instalaciones existentes.
Tabla 2.—ACUICULTURA MARINA EN ESPAÑA (1983). (No se han considerado las produciones de centros oficiales)
Tipo de producción Especies producidas Número y tipo de Instalaciones Produc-dm vais° Areas principales
de producción
Mitilicultura	 	 . Mejillón (Mytilus edulis) 3.170 bateas (licencias) 200.000 Rías gallegas
Ostricultura	 	 Ostra plana y ostión	 (Ostrea
edulis y Crassostrea angulata)
250 bateas (licencias) algunos
parques y bancos naturales 3.500
Rías gallegas, Can-
tábrico, Región Su-
ratlántica
Otros moluscos	 	 Almejas,	 berberechos	 (Tapes,
Cardium)
250 parques; 1.260 parcelas (1) 3.500 (2) Galicia, Cantábrico
Región Suratlántica
Granjas marinas de cría
(polivalentes)	 	 Ostras, almejas, rodaballo, lubina 2 centros de producción de se-
milla y alevines
No suelen
realizar el
engorde.
Galicia, Santander
Salmonicultura	 	 Salmón del Atlántico, salmones
del Pacífico (3)
1	 granja de cría,	 recría y en-
gorde 50 Galicia
Piscicultura marina	 	 Rodaballo, lubina, dorada y otras
especies de esteros (4)
6 granjas de cría y engorde
60 granjas de engorde (esteros)
2 granjas de engorde en efluen-
tes termales
200 Galicia, región Sur-
atlántica, Baleares
Langostinos 	 Langostino japonés	 (Penaeus
japonicus)
1 granja de engorde
2 Región Suratlántica
(1) Parques localizados en Carril (Pontevedra) y Huelva de pequeña extensión y explotados familiarmente.
(2) Incluye también la pesca en bancos naturales.
(3) Salmo salar, Oncorrhynchus spp
(4) Setta maxima, Dicentrarchus labrax, D. punctatus, Solea solea, Anguilla anguilla.
CRITERIOS DE SELECCION DE LAS
ESPECIES A PRODUCIR
En algunas regiones la práctica de la acui-cultura es una actividad muy antigua y de
carácter tradicional. Durante muchos años se
han ido desarrollando y perfeccionando téc-
nicas de producción que se adaptan a las
especies que se explotan. Ejemplos de esto
son la piscicultura extensiva en los esteros
de las salinas gaditanas, el policultivo de
peces y crustáceos en los «tambaks » indone-
sios o la piscicultura en los «valli» italianos.
Las especies explotadas en estos casos han
sido las autóctonas, que están adaptadas al
medio ambiente y aprovechan los recursos
naturales. Para mejorar los rendimientos en
estas explotaciones se aplican modernas téc-
nicas de reproducción, cría y engorde sobre
las mismas especies que se venían produ-
ciendo.
Sin embargo, cuando se trata de establecer
una nueva explotación de acuicultura marina
a escala industrial es necesario estudiar qué
tipo de producto se quiere vender. La deci-
sión de aplicar una técnica de producción
conocida a una determinada especie requiere
una evaluación previa y detallada de varias
características de los organismos que se
podrían criar o engordar en un posible
emplazamiento.
Hay que considerar las características bio-
lógicas, es decir, cómo se reproducen, cómo
crecen, de qué se alimentan, cómo se com-
portan y de qué forma se pueden seleccionar
para obtener mayores rendimientos. No obs-
tante, antes que estos rasgos deben anali-
zarse las características del mercado. El con-
sumidor debe estar dispuesto a aceptar el
pescado o las ostras, por ejemplo, que la
acuicultura produzca. De no ser así no se jus-
tifica el esfuerzo que requiere la cría o
engorde de especies marinas.
Entre las especies marinas existen algunas
muy nutritivas y que podrían ser muy intere-
santes para la acuicultura; especies herbívo-
ras, por ejemplo, que están infrautilizadas o
despreciadas, por falta de demanda en el
mercado, y se destinan a la fabricación de
harinas para piensos. Por tanto, para empe-
zar, hay que escoger entre el grupo de anima-
les aceptados por el consumidor. La especie
ideal será aquella que tenga buen precio, que
sea de crecimiento rápido, fácil de criar y
alimentar y resistente al medio adverso y a
las enfermedades. Obviamente muy pocas
especies cumplen estos requisitos.
Describiremos a continuación las caracterís-
ticas en que debemos fijarnos al seleccionar
una especie.
68
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Factores que determinan el consumo
El que una población consuma una deter-
minada especie de pescado o marisco depende
de múltiples factores. Las costumbres alimen-
tarias reflejan la disponibilidad, es decir, la
facilidad de captura o producción y los méto-
dos de conservación y preparación culinaria.
Por supuesto, los alimentos deben satisfacer
las necesidades nutritivas del consumidor,
pero en el caso del pescado y del marisco y
en ciertas culturas puede ser también impor-
tante la identificación con un nivel de vida o
estatus social. En consecuencia, una especie
puede estar integrada en los hábitos alimen-
tarios o ser difícilmente aceptada en virtud de
tabúes tradicionales.
Las preferencias y costumbres alimentarias
varían, no sólo de un país a otro, sino tam-
bién entre regiones dentro de una misma
zona. Generalmente en los países con costas
hay notables diferencias en consumo de pes-
cado entre el litoral y el interior. Por ejemplo,
la serviola tiene gran aceptación en Baleares,
donde es objeto de cultivo, y en la península
es desestimada y casi desconocida. La mejora
de los sistemas de conservación, transporte y
distribución de alimento, va haciendo más
uniforme la demanda de pescado, aunque
todavía no se han franqueado algunas barre-
ras culturales que en ocasiones están muy
arraigadas.
Características organolépticas.-La preferen-
cia por unos u otros alimentos se basa en el
gusto. El término « gusto » , según lo utilizan
los tecnólogos de alimentos, incluye el sabor
y el aroma, características subjetivas que
mencionan la mayoría de las personas al refe-
rirse a la aceptación o rechazo del pescado.
Algunos pescados tienden a adquirir gustos
raros o desagradables cuando se alimentan
con determinadas dietas o viven en aguas de
calidad especial. También es cierto que mu-
chos pescados azules adquieren un gusto a
rancio si se elaboran inadecuadamente o se
conservan mal, por el gran contenido en
grasa de su carne.
La apariencia, color, brillo y forma de un
molusco, crustáceo o pescado pueden también
favorecer o perjudicar su consumo. El color
rosado de la carne de algunas especies, pez
espada y salmón, por ejemplo, es un rasgo
juzgado como deseable, mientras que ocurre
lo contrario con el color rojo oscuro de algu-
nas zonas de la carne de los túnidos o el
tinte amarillento de algunos peces planos
(platijas) frente al blanco del lenguado. De
igual forma, no suelen tener buen mercado
especies con espinas, barbas o coloraciones
extrañas.
La carne del pescado suele tener más acep-
tación cuando su textura es firme y hojal-
drada, aunque en determinadas regiones se
prefiere blanda y gelatinosa. Esto puede
deberse en parte a las costumbres culinarias.
En algunos países orientales el pescado se
consume crudo y tienen mejor mercado las
especies de carne grasa que lo que nosotros
denominamos pescado blanco.
Características comerciales.-Otros factores
que influyen en el consumo son los de tipo
comercial: el rendimiento o la proporción
aprovechable después de la limpieza, elabo-
ración o cocinado; la sencillez o el coste de
la manipulación para limpiar, filetear, empa-
quetar o transportar; la vida comercial, es
decir, la perdurabilidad de la entereza, el
gusto y la textura —la frescura— del pro-
ducto; la uniformidad para el despiece y la
versatilidad de elaboración y conservación.
Tanto este grupo de factores como las
características organolépticas están determi-
nados, a su vez, por rasgos biológicos especí-
ficos, como la composición química de la
carne, la morfología externa y la anatomía
interna.
Características del merca-
do.-El tamaño y la estructura
del mercado son, en defini-
tiva, los factores más impor-
tantes para decidir qué espe-
cie producir. Los estudios de
mercado son imprescindibles
incluso en productos tan «se-
guros» como las gambas, los
langostinos, los rodaballos o
las almejas. En cualquier caso
podrían surgir alternativas a la
acuicultura, como la importa-
ción a precios bajos o un in-
El consumo de pescado es un hábito
arraigado en la población española.
70
cremento de las capturas, que deben ser
tenidas en cuenta.
La producción debe planificarse para que la
empresa se beneficie de las fluctuaciones
estacionales de precio que caracterizan el
mercado de algunos productos marinos. Otra
variable de interés es la relación entre precio
y talla comercial. No siempre el pescado más
grande es el más caro, ya que algunas espe-
cies, como la dorada, se deprecian a partir de
un cierto tamaño, porque la carne pierde
finura. En una granja marina se engordará
hasta el tamaño de mayor demanda o hasta
el que tenga mayor margen entre precio de
producción y precio de venta.
Factores que afectan a la producción
Para que el coste de producción de molus-
cos, peces o crustáceos sea bajo, se deben
seleccionar las especies en función de varios
criterios bio-tecnológicos. Es esencial cono-
cer la biología del animal, su fisiología repro-
ductiva y de la nutrición, así como su com-
portamiento, pero no desde un punto de vista
naturalista, sino dentro de un sistema de
explotación. Debemos analizar la interacción
biológica-tecnológica fijándonos en los si-
guientes parámetros.
Características reproductivas.—Crear una
empresa de acuicultura marina sin dominar
por completo la reproducción de la especie a
producir sólo puede estar justificado si las
características productivas y de mercado son
muy favorables. Ejemplo de esto es el engorde
de anguilas y serviolas en Japón. No se
realiza el ciclo completo de producción, sino
que se parte de alevines capturados en el
medio natural. En ambos casos, la demanda y
La anguila adulta se consume bastante en las provincias
del litoral mediterráneoy gallego.
el precio así como la técnica de producción
aseguran el éxito de la actividad. Esta situa-
ción debe aceptarse temporalmente, en tanto
que los riesgos estén compensados por abun-
dantes beneficios económicos.
Las características reproductivas más impor-
tantes son las épocas y frecuencia de la
puesta, la prolificidad, la fecundidad y la via-
bilidad de los huevos, el período de incuba-
ción, el tamaño de los huevos y el de las lar-
vas o alevines al nacimiento.
La mayor parte de los organismos marinos
presentan una o dos épocas de puesta al año.
Modificar esta característica es difícil y cos-
toso. La prolificidad es muy elevada en casi
todas las especies marinas de interés para la
acuicultura. La fecundidad y viabilidad de los
huevos son parámetros que mejoran al aplicar
técnicas adecuadas de producción.
El factor más crítico es el tamaño de las
larvas o alevines al nacimiento; determina
tanto su resistencia al medio ambiente como
el tipo de alimento que consumirán durante
las primeras fases de cría. Como el tamaño
de las larvas y alevines de las especies mari-
nas cuando nacen es muy pequeño, la cría
suele ser compleja; debe realizarse en insta-
laciones especiales, por lo que el coste de
esta etapa es muy elevado.
Casi toda la acuicultura tradicional se desa-
rrolló como consecuencia del fácil acceso a
grandes poblaciones de alevines o formas
juveniles que se recogen en el mar y se lle-
van a las instalaciones de engorde. Pero para
pasar de estos sistemas de explotación primi-
tivos a granjas intensivas es importante cerrar
el ciclo de producción.
Características productivas.—Las caracterís-
ticas productivas más relevantes son el tipo
de alimentación, la velocidad de crecimiento,
la precocidad, el índice de conversión de ali-
mentos, el tipo de alojamientos y la rus-
ticidad.
La alimentación es el factor que más reper-
cute sobre los costes de producción. Las
especies marinas cultivables son herbívoras o
carnívoras. Dentro de las herbívoras se inclu-
yen aquellos organismos que se alimentan fil-
trando fitoplanctón —mejillones, ostras, alme-
jas, berberechos— y los que «pastan » algas,
como la oreja de mar. Pero la mayoría, prác-
ticamente todos los peces y los crustáceos,
son carnívoros.
El éxito de una explotación de engorde de
moluscos filtradores depende de su emplaza-
miento, porque la alimentación corre a cargo
de la naturaleza. En el resto de los casos, las
facturas de alimentación constituyen el capí-
tulo más abultado y vendrán determinadas
por el precio del alimento y el índice de
conversión.
REPOSICION NATURAL 000
Ciclos de reproducción
en acuicultura (1 a 7,
véase tabla 3).
REPOSICION
REPRODUC- CONTROLADA
TORES
71
El índice de conversión, es decir, los kilos
de alimento necesarios para que el animal
aumente un kilo de peso vivo, depende del
tipo de alimento y de la eficiencia con que el
animal lo transforme. La base de la alimenta-
ción de las especies marinas carnívoras es el
pescado, bien crudo o bien en forma de
harina; hasta el momento sólo se han desa-
rrollado piensos compuestos para unas pocas
especies. Hay que tener en cuenta que las
materias primas son caras y los índices de
conversión son todavía altos, pues oscilan
entre 3 y 8, según especies y tipos de explo-
tación.
La velocidad de crecimiento de los orga-
nismos acuáticos está relacionada con la
temperatura. Comparadas con las aves y los
mamíferos, las especies marinas son de cre-
cimiento lento. Para alcanzar el tamaño comer-
cial se requieren, en la mayor parte de los
casos, dos años como mínimo. Las perspecti-
vas mejores las ofrecen las especies de cre-
cimiento rápido, que alcanzan la talla comer-
cial en un año o menos, como el langostino o
la dorada. Las campañas de producción han
de acortarse lo más posible para que la
granja sea funcional y pueda adaptarse a las
variaciones del mercado. El coste de mante-
nimiento de grandes efectivos durante perío-
dos largos de tiempo es elevado y, además,
se incrementa el riesgo de aparición de epi-
zootías o accidentes ambientales, repercu-
tiendo todo ello en el coste de producción.
Si la misma granja va a realizar la cría, la
recría y el engorde, la precocidad, es decir, el
tiempo necesario para alcanzar la madurez
sexual, incidirá sobre los costes y riesgos de
producción.
SISTEMAS DE EXPLOTACION
Según las técnicas de producción emplea-
das se han venido dividiendo los sistemas de
explotación en acuicultura en dos grandes
grupos: intensivos y extensivos. En la acuicul-
tura extensiva se emplean grandes masas de
agua naturales, con poca o ninguna modifi-
cación del ambiente en que se desarrollan los
animales. En este sistema el control ejercido
sobre el ciclo biológico de la especie es
mínimo. Las inversiones en instalación son
reducidas y hay una gran dependencia de las
condiciones climáticas y de la calidad del
agua. Los rendimientos por unidad de super-
ficie son también bajos.
En la acuicultura intensiva el grado de con-
trol sobre las distintas variables que inciden
en la producción es mucho mayor. Las insta-
laciones suelen ocupar poca superficie, pero
el coste de las mismas es elevado. La densi-
dad de explotación y, por tanto, el rendi-
miento final, son altos y hay una cierta inde-
pendencia de las condiciones ambientales. Es
preciso utilizar mano de obra especializada.
Estas diferencias, que en teoría parecen
obvias, no son tan netas cuando se llevan a
la práctica. Porque, ¿cómo catalogar la mitili-
cultura en las rías gallegas? Las instalaciones
son sencillas y se depende del medio natural
en dos aspectos fundamentales: la alimenta-
ción y la reposición de animales para engor-
de. De acuerdo con esto se trataría de una
explotación extensiva. Sin embargo, de acuer-
do con los altos rendimientos obtenidos, del
orden de 300 t/ha/año, y el grado de normá-
lización del producto final, se puede definir
como sistema intensivo.
POBLACION
NATURAL
REPRODUC-
TORES
ALEVINES
SEMILLA
PESCA CONVENCIONAL
GRANJA DE CRIA
Y RECRIA
INSTALACIONES DE ENGORDE
	>ENGORDE CON ALIMENTO ARTIFICIAL
>ENGORDE CON FERTILIZACION DEL AGUA_—)
>ENGORDE SIN ALIMENTO ARTIFICIAL
n-> Máximo control, mínima dependencia del medio natural
Control y dependencia intermedios
—> Mínimo control, máxima dependencia del medio natural
SEMILLA
ALEVINES
JUVENILES
®®©®
111111
O
REPOBLACION
90
EJEMPLARES
DE TAMAÑO
COMERCIAL
PRODUCTOS
EN MERCADO
Siembra de moluscos en las rías gallegas.
Tabla 3.—TIPOS DE ACUICULTURA Y ESPECIES PRODUCIDAS CON TECNOLOGIA DIFERENTE DENTRO DE CADA TIPO
Tipos de acuicultura Especies Ciclo de
producción
A.	 Retención de semilla, juveniles o alevines procedentes del medio natural Mejillones, ostras, moluscos, pe-
para que engorden hasta tamaño comercial. ces y crustáceos en salinas o 1
— Engorde sin alimentación artificial (producciones tradicionales) lagunas naturales
— Engorde con fertilización del agua (policultivos del sudeste
asiático)
Peces y crustáceos 2
— Engorde con alimentación artificial Anguilas, serviola 3
B.	 Cría de semilla, juveniles o alevines con reposición a cargo del medio
natural
— Engorde con alimentación artificial Langostino 4
— Engorde en el mar («Ranching » ) Salmones 5
C.	 Explotaciones en ciclo cerrado Salmones, ostras, oreja de mar,
Lubina, dorada. rodaballo 6
D.	 Acuicultura de repoblación Especies de interés ecológico
o pesquero 7
A la vista de éste y de otros ejemplos que
podrían citarse, parece difícil hacer una dico-
tomía intensivo-extensivo semejante a la que
se plantea en ganadería. Es preferible estu-
diar los tipos de acuicultura atendiendo a las
técnicas que se emplean y al grado de con-
trol ejercido sobre los animales. Se han
resumido estos tipos en la tabla 3, y se han
ilustrado mediante la figura 1.
Se pueden definir tres grandes grupos de
explotaciones:
1 2 Modelos de explotación en los que se
capturan los alevines o juveniles en el
mar y se mantienen en instalaciones de
engorde hasta que alcanzan el tamaño
comercial.
Dentro de este grupo se incluyen, por una
parte, las granjasen las que no se aporta ali-
mento, como las de moluscos filtradores y las
de peces y crustáceos en salinas o lagunas
intermareales. Por otra parte, también tienen
este carácter las granjas de engorde en las
que no se añade alimento pero se fertilizan
las aguas para aumentar la producción prima-
ria y crear un ecosistema artificial. Final-
mente, pertenecen a este grupo las explota-
ciones de engorde intensivo en que se sumi-
nistra alimento.
2 2 Sistemas de acuicultura con reposición
de reproductores a cargo del medio natu-
ral pero que realizan las fases de cría y
recría.
Se aplican principalmente en langostinos y
salmones.
Las explotaciones de salmones pueden apro-
vechar la migración de estas especies y su
hábito de retornar al río donde nacieron, que
es lo que se denomina «ranching » , no reali-
zando, por tanto, la etapa de engorde.
32 Modelos de explotación en ciclo cerrado.
Son los que más se parecen a la ganadería
y los únicos que permiten hacer una mejora
genética de los efectivos. Se pueden subdivi-
dir en etapas de cría, recría y engorde y dan
cabida también a las granjas de selección,
donde se mantienen reproductores de estir-
pes o líneas productivas.
Cabe mencionar también la acuicultura de
repoblación, es decir, la producción de larvas
y alevines que serán liberados en los bancos
naturales o caladeros de pesca con el fin de
aumentar los rendimientos de la pesca tradi-
cional. Es una actividad que suelen desarro-
llar los organismos oficiales y está muy arrai-
gada en países como Japón. En España se
han efectuado programas de repoblación mari-
na a escala piloto con varias especies. Aunque
la repoblación de los mares es una práctica
muy antigua, su efectividad ha sido puesta en
duda en repetidas ocasiones y aún no se ha
podido comprobar fehacientemente.
Blanca Mas Alvarez y José Alejandro Tiene Mariscal
Departamento de Producciones Animales
de la Facultad de Veterinaria de Madrid
72

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