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Análise Programa Alimentando Soberania

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Programa Integral Metropolitano
Alimentando soberanía
El Alfarero
1
Programa Integral Metropolitano
Alimentando soberanía
Nuestro Sueño
2
Programa Integral Metropolitano
Alimentando soberanía
Nuestro Amanecer
3
Programa Integral Metropolitano
Alimentando soberanía
Índice
1. Capítulo Social……………………………………………………………………………… 5
1.1 Características generales del asentamiento……………………………………… 5
1.2 Hogar, vivienda y predio…………………………………………………………….. 6
1.3 Características sociodemográficas………………………………………………… 9
1.4 Educación…………………………………………………………………………………… 13
1.5 Salud………………………………………………………………………………………… 16
1.6 Trabajo……………………………………………………………………………………… 17
2. Capítulo Nutricional…………………………………………………………………… 20
2.1 Evaluación nutricional………………………………………………………………… 20
2.2 Hábitos alimentarios…………………………………………………………………… 26
3. Capítulo Productivo…………………………………………………………………… 29
3.1 Caracterización general de los hogares productores…………………...... 29
3.2 Características productivas de la UPP……………………………………………. 30
3.3 Producción animal……………………………………………………………………. 31
3.4 Producción vegetal…………………………………………………………………… 32
Bibliografía……………………………………………………………………………………… 34
4
Programa Integral Metropolitano
Alimentando soberanía
1. Capítulo Social
1.1 Características generales del asentamiento
• Total de viviendas: 190 (100%)
 Nuestro Sueño: 72 viviendas
 El Alfarero: 82 viviendas
 Nuestro Amanecer: 36 viviendas
• Total de viviendas relevadas: 142 (74,7%)
• Total de viviendas no relevadas: 48 (25,3%)
• Causas de no relevamiento de las viviendas
La ausencia momentánea, el rechazo y la ausencia temporal representan el
87,5% de las causas por las que no se relevaron las viviendas, y el 22,1% del to-
tal de viviendas del asentamiento. 
El desconocimiento de las características de esta población, no permite generali-
zar, estadísticamente, la información de las viviendas relevadas (142) al total de
viviendas del asentamiento (190); al hacerlo se sostendrían supuestos no esta-
dísticos de homogeneidad de la población.
Por lo dicho, en este informe limitáremos las conclusiones a la proporción de vi-
viendas relevadas.
Causas de no releva-
miento de las viviendas
Número de vivien-
das según causas
de no relevamien-
to
Porcentaje de vi-
viendas según cau-
sas de no releva-
miento
Ausencia momentánea 34 70,8
Rechazo 7 14,6
Ausencia temporal 1 2,1
No pertenece al universo 0 0
Vivienda desocupada 2 4,2
Vivienda en construcción 2 4,2
Otras causas 2 4,2
Total 48 100
Cuadro 1. Viviendas según causas por las que no fueron relevadas. 5 de Abril,
noviembre /diciembre de 2008.
5
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Alimentando soberanía
1.2 Hogar, vivienda y predio
• Total de hogares: 146 
• Viviendas según número de hogares:
Como se supuso, el total de hogares (146) no supera significativamente al de vi-
viendas (142); sólo lo hace en un 2,8%. 
En lo que sigue, nos referiremos a hogares y no a viviendas, dado que aquella
unidad es más utilizada en las investigaciones. 
Número de hogares
Número de vivien-
das según cantidad
de hogares
Porcentaje de vi-
viendas según canti-
dad de hogares
1 138 97,2
2 4 2,8
Total 142 100
Cuadro 2. Viviendas según número de hogares, El Alfarero, Nuestro Sueño y
Nuestro Amanecer, noviembre/diciembre de 2008.
• Número de habitantes en el total de hogares: 602
• Hacinamiento 
Hemos optado por considerar le existencia de hacinamiento en los hogares de
tres formas distintas; para cada una de las definiciones se observa1:
(a) 12% (17) de los hogares presentan hacinamiento cuando tienen más de tres
integrantes por habitación utilizada para dormir.
Según un Informe de divulgación elaborado por Carlos Casacuberta, en base
a la información recabada por la Encuesta de Hogares Ampliada de 2006 (‘Si-
tuación de la vivienda en el Uruguay’), en ese año el hacinamiento medido
según ésta definición es de 2,9% para Montevideo y de 3,9% para todo el
país (Casacuberta, 2006: 35).
(b) 21,1% (30) de los hogares presentan hacinamiento cuando tiene más de dos
integrantes por habitación. 
No contamos con información para comparar.
(c) 23,2% (33) de los hogares presentan hacinamiento cuando cumplen cualquie-
ra de las dos condiciones consideradas en los puntos (a) y (b); es decir, tie-
nen más de tres integrantes por habitación utilizada para dormir o tienen
más de dos integrantes por habitación.
1 Si bien hablamos de hogares y no de viviendas, debe recordase que nuestro trabajo, a diferencia de la
Encuesta de Hogares (INE), toma como unidad de relevamiento la vivienda, y no el hogar. En la medida
que se relaciona a todos los integrantes de la vivienda (independiente del número de hogares que po-
sea) con las habitaciones existentes, se evita (a diferencia de lo que sucede en la Encuesta de Hogares)
que se superpongan personas de distintos hogares en una misma habitación y, consecuentemente, que
se subestime el hacinamiento. Por lo tanto, esto conduce a que el hacinamiento presente siempre valo-
res por encima de los valores que se obtendrían si la unidad de relevamiento fuese el hogar. 
6
Programa Integral Metropolitano
Alimentando soberanía
En el informe mencionado arriba, se concluyó que, cuando se considera esta
última definición de hacinamiento, los hogares hacinados son 4,7% en Monte-
video y 6,3% para todo el país (Casacuberta, 2006: 35).
• Origen del agua utilizada para beber y cocinar 
El total (100%) de hogares relevados tienen a OSE como origen del agua utiliza-
da para beber y cocinar.
• Acceso del agua a la vivienda
La mayor proporción de hogares (85,2%) accede al agua por cañería dentro de la
vivienda, el 14,1% (20) lo hace por cañería fuera de la vivienda, y sólo un 0,7%
(1) por otros medios. 
Modo de acceso del
agua a la vivienda
Número de hogares
según modo de ac-
ceso
Porcentaje de hoga-
res según modo de
acceso
Por cañería dentro de 
la vivienda 121 85,2
Por cañería fuera de la
vivienda 20 14,1
Por otros medios 1 0,7
Total 142 100
Cuadro 3. Hogares según acceso del agua a la vivienda, El Alfarero, Nuestro
Sueño y Nuestro Amanecer, noviembre/ diciembre de 2008.
• Habitación destinada para cocinar, con pileta y canilla
Mientras un 85,9% (122) de los hogares poseen una habitación para cocinar, con
pileta y canilla, un 14,1% (20) no lo tiene. 
• Principal fuente de energía utilizada para cocinar 
Se observa un importante predominio de supergás (82,4%) como principal fuente
de energía utilizada para cocinar; es seguido por la electricidad (16,9%) Sólo un
hogar (0,7%) de los 142 utiliza queroseno como principal fuente para cocinar.
Principal fuente de
energía utilizada
para cocinar
Número de hogares
según energía utili-
zada para cocinar
Porcentaje de hoga-
res según energía
utilizada para coci-
nar
Supergas 117 82,4
Electricidad 24 16,9
Queroseno 1 0,7
Leña 0 0
Ninguna fuente 0 0
Total 142 100
Cuadro 4. Hogares según principal fuente de energía utilizada para cocinar,
El Alfarero, Nuestro Sueño y Nuestro Amanecer, noviembre/diciembre de
2008.
7
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Alimentando soberanía
• Medio de evacuación del baño 
Fosa séptica o pozo negro se presenta como el principal medio de evacuación del
baño, el 82,5% (121) de los hogares lo hace de esta forma. 
El 7,7% (11) de los hogares evacua el baño mediante saneamiento a red general.
Otras formas representan el 4,9% (7); y, 2,1% (3) no presentan ningún medio de
evacuación, dado que estos hogares no poseen baño.
Medio de evacua-
ción del baño
Número de hogares
según medio de
evacuación del baño
Porcentaje de hoga-
res según medio de
evacuación del baño
Fosa séptica o pozo
negro
121 82,5
Saneamiento 11 7,7
Otras formas de eva-
cuación
7 4,9
No corresponde (sin
baño)
3 2,1
Total 142 100
Cuadro 5. Hogares según principal fuente de energía utilizada para cocinar.
El Alfarero, Nuestro Sueño y Nuestro Amanecer, noviembre/diciembre de
2008.
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1.3 Características socio demográficas• Edad de los habitantes
En promedio los habitantes tienen 25,8 años de edad; siendo la edad más fre-
cuente 13 años. Por otra parte, 0 y 85 años son los valores mínimos y máximos
que presenta la distribución.
Tanto la edad media como la modal sugieren, en principio, que nos encontramos
frente a una población joven en términos relativos. Aunque nuestras pretensio-
nes no exceden el análisis descriptivo, tal afirmación requiere una desagregación
más detallada de la estructura de edades.
• Sexo de los habitantes 
Respecto al sexo, la población se encuentra dividida en partes iguales, el 52,5%
(316) son mujeres y el 47,5% (286) hombres.
En el punto que sigue, analizaremos como se componen las edades según el
sexo de las personas.
• Estructura de edades: sexo de los habitantes por grupos quinquenales
de edad
Es sabido que Uruguay posee una población envejecida; en este sentido Paredes
afirma que, su pirámide de edades:
(…) se asemeja más en su forma a la de regiones más desarrolladas del mundo que a las
menos desarrolladas dado el avanzado envejecimiento en que se encuentra la población
del país, aunque mantiene aún un rezago importante respecto a los países desarrollados
de transición más avanzada (Paredes, 2008:18).
Sin embargo, como se desprende de los cuadros 6 y 7, y de la pirámide de eda-
des respectiva (gráfico 1), el proceso de envejecimiento mencionado no se pre-
senta en el mismo grado en El Alfarero, Nuestro Sueño y Nuestro Amane-
cer (en adelante EA, NS y NA)2. En efecto, aquí los más jóvenes representan
más en términos porcentuales que a nivel país y, los más viejos menos; esto se
resume en una pirámide de mayor base o, lo que es lo mismo, con mayor pen-
diente de sus lados. 
La distribución de hombres y mujeres, por grupos quinquenales de edad, expresa
un comportamiento típico de los asentamientos irregulares de Montevideo, a sa-
ber, una población relativamente joven. La estructura por edades muestra una
población predominantemente joven, dado que el grupo de 0 a 29 años concen-
tra el 61,7% del total de personas del asentamiento. Según se desprende del
Censo de Población Fase I de 2004, del total de población que vive en los senta-
mientos irregulares de Montevideo, el 63% tiene entre 0 y 29 años de edad (Cen-
so Fase I, 2004).
Al observar el comportamiento por sexo del EA, NS y NA, no se encuentran dife-
rencias significativas para los distintos tramos de edad.
2 Para comprar datos, consúltese las siguientes fuentes: Censo Fase I (2004) y, Paredes (2008). 
9
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Población por
tramos de edad
Sexo Total
Hombre Mujer
0-4 32 34 66
5-9 32 29 61
10-14 46 46 92
15-19 30 33 63
20-24 18 32 50
25-29 21 18 39
30-34 18 29 47
35-39 26 20 46
40-44 17 14 31
45-49 13 13 26
50-54 11 11 22
55-59 6 13 19
60-64 9 8 17
65-69 4 5 9
70-74 1 3 4
75-79 1 7 8
80-84 0 0 0
85-95 0 1 1
Total parcial 285 316 601
Sin dato 1 0 1
Total 286 316 602
Cuadro 6. Sexo de la población por grupo quinquenales de edad, El Alfa-
rero, Nuestro Sueño y Nuestro Amanecer, noviembre/diciembre de 2008.
Población por tra-
mos de edad
Sexo (%) Total (%)
Hombre Mujer
0-4 5,3 5,6 11,0
5-9 5,3 4,8 10,1
10-14 7,6 7,6 15,3
15-19 5,0 5,5 10,5
20-24 3,0 5,3 8,3
25-29 3,5 3,0 6,5
30-34 3,0 4,8 7,8
35-39 4,3 3,3 7,6
40-44 2,8 2,3 5,1
45-49 2,2 2,2 4,3
50-54 1,8 1,8 3,7
55-59 1,0 2,2 3,2
60-64 1,5 1,3 2,8
65-69 0,7 0,8 1,5
70-74 0,2 0,5 0,7
75-79 0,2 1,2 1,3
80-84 0 0 0
85-95 0 0,2 0,2
Total parcial 47,3 52,5 99,8
Sin dato 0,2 0 0,2
Total 47,5 52,5 100
Cuadro 7. Sexo de la población por grupo quinquenales de edad (en por-
centaje), El Alfarero, Nuestro Sueño y Nuestro Amanecer, noviembre/di-
ciembre de 2008.
10
Programa Integral Metropolitano
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Gráfico 1: Pirámide poblacional, El Alfarero, Nuestro Sueño y Nuestro
Amanecer, noviembre/diciembre de 2008. 
• Otros indicadores de una población relativamente joven: edad mediana,
proporción de personas de 65 años o más e, índice de envejecimiento.
 Edad mediana
La edad mediana o, lo que es lo mismo, aquella edad que separa la distribu-
ción en dos partes iguales, es otro indicador que permite concluir que nos
encontramos frente a una población relativamente joven. Para EA, NS y NA
esta edad es de 21 años, lo que significa que una mitad de su población se
encuentra por debajo de este valor y la otra mitad por encima. 
Uruguay, considerado un país de población envejecida, presenta en 2008
una edad mediana de 32,8 años y, en el mismo período, de 34,1 años para
Montevideo (Uruguay en Cifras, 2009).
Por lo dicho, es posible sostener que, la edad mediana de EA, NS y NA des-
cribe una población relativamente joven al compararse con el total nacional
y con Montevideo3. 
 Proporción de personas de 65 años o más
Un indicador que permite medir el envejecimiento de una población es el
que resulta de la relación entre la proporción de personas de 65 años o más
de edad y el total de esa población; en efecto, si comparamos EA, NS y NA
y los datos nacionales que surgen del Censo de Población de 2004, se corro-
bora lo afirmado en el apartado anterior. 
Según se desprende del Censo Nacional de Población de 2004, a nivel país,
la proporción de personas menores de 15 años es de 20,8%; el grupo entre
15 y 64 años el 64,2%; y, los de 65 o más años el 15%. Cuando observamos
la participación de estos grupos de etarios en EA, NS y NA, resulta la si-
3 Para tener una idea más clara de lo que significa este valor, en 2007, “en términos comparativos esta
cifra es de 28 años para el mundo entero, alcanza los 19 años en África y los 39 años en Europa. A nivel
regional, en América Latina encontramos una edad mediana que se ubica en los 26 años (…)” (Paredes,
2008: 25).
11
Programa Integral Metropolitano
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guiente distribución: los menores de 15 años representan el 36,4% del total,
las personas entre 15 y 64 años el 60% y, los de 65 y más años el 3,7%. 
Población por
tramos de edad
Censo Na-
cional
(2004)
Asenta-
miento EA,
NS y NA
(2008)
0-14 20,8 36,4
15-64 64,2 60,0
≥65 15,0 3,7
Total 100 100
Cuadro 8. Población por grupos de edad (en por-
centaje). Censo Nacional, 2004 (INE) y, El Alfarero,
Nuestro Sueño y Nuestro Amanecer, noviembre/di-
ciembre de 2008.
Es de notar que, las diferencias notorias entre el Censo Nacional de Pobla-
ción y nuestro relevamiento se manifiestan en el primer y último grupo eta-
rio; obsérvese en EA, NS y NA la mayor concentración de personas en eda-
des más jóvenes en detrimento de los de 65 o más años de edad. Mientras
los más jóvenes del asentamiento casi duplican (1,8 veces) la población a ni-
vel nacional, los más viejos de Uruguay son más de cuatro veces (4,1 veces)
los del asentamiento. Estas contundentes diferencias muestran que EA, NS
y NA posee una población relativamente más joven que a nivel país.
 Índice de envejecimiento
Otra forma de observar lo joven de la estructura de edades del asentamien-
to, es mediante la utilización del índice de envejecimiento; este indicador se
expresa como, la relación entre el número de personas de 60 años y más
que existe por cada cien personas entre 0 y 14 años de edad.
En nuestro caso el índice de envejecimiento es de 17,9; significa que hay ese
número de personas mayores de 59 años por cada 100 menores de 15 años. 
¿Qué nos dice este valor en términos comparados? A nivel nacional el índice
de envejecimiento es de 72 personas mayores de 59 años por cada 100 per-
sonas menores de 15 años; en el Área Metropolitana el valor es apenas ma-
yor que para Uruguay, 79 cada 100 (Paredes, 2008:25)4.
Un valor de 17,9 nos dice, nuevamente, que nos encontramos con una po-
blación relativamente joven cuando se la compara con el total nacional y con
el área metropolitana.
4 “Como elementos comparativos podemos decir que este indicador es de 136 personas mayores por
100 niños en Europa, diez veces mayor que en África donde existen apenas 13 adultos mayores por 100
niños. En América Latina este indicador muestra un valor de31 con lo cual es de nuevo significativamen-
te menor que la cifra existente en Uruguay” (Paredes, 2008:24-25).
12
Programa Integral Metropolitano
Alimentando soberanía
13
Programa Integral Metropolitano
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1.4 Educación
• Personas que estudian en el sistema de enseñanza formal por grupo
quinquenales de edad
Como era de esperar, las edades que concentran mayor número de personas es-
tudiando en el sistema de enseñanza formal (cuadro 9) se encuentran entre los 0
y los 19 años; juntos concentran el 93,9% (168) de los que estudian (179).
Las personas entre 20 y 29 años de edad, representan el 4,5% (8) del total de la
población que participa en el sistema de enseñanza formal, y los de 30 y más
años el 1,7% (3).
Población por
tramos de edad
Número de
personas que
estudian se-
gún tramos de
edad
Proporción de
personas que
estudian se-
gún tramos de
edad
5-9 59 33,0
10-14 83 46,4
15-19 26 14,5
20-24 7 3,9
25-29 1 0,6
≥30 3 1,7
Total 179 100
Cuadro 9. Población que estudia en el sistema de ense-
ñanza formal por grupos quinquenales de edad (de 5 años
y más). El Alfarero, Nuestro Sueño y Nuestro Amanecer, no-
viembre /diciembre de 2008.
Al analizar la proporción de personas que estudian para cada tramo de edad
(cuadro 10) se observa que, de 5 a 9 años la educación tiende a ser universal, sin
embargo, entre los 10 y 14 años de edad existe casi un 10% de jóvenes que no
estudian. En el tercer tramo de edad (15 a 19) se produce una fuerte caída de la
participación de los que estudian, ellos son poco más del 41%. A partir de estas
edades la participación se torna marginal; nótese que, entre los 20 y 24 años
sólo asiste el 14% de la población que estudia. Es plausible sostener que, estos
valores son la expresión del abandono temprano del sistema educativo, propio
de este tipo de poblaciones.
Población por
tramos de edad
Población de
EA, NS y NA
Población que estudia en cada
tramo de edad
Fi Fr
5-9 61 59 96,7
10-14 92 83 90,2
15-19 63 26 41,3
20-24 50 7 14,0
25-29 39 1 2,6
≥30 230 3 1,3
Cuadro 10. Población total y población que estudia (de 5 años y más) en el sis-
tema formal de enseñanza, para cada grupo quinquenal de edad. En porcentaje.
El Alfarero, Nuestro Sueño y Nuestro Amanecer, noviembre/diciembre de 2008.
• Sexo de los que estudian en el sistema formal de enseñanza por grupos
quinquenales de edad 
14
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Si se analiza la distribución por sexo de los que estudian en el sistema formal de
enseñanza, se observa que las mujeres superan la participación de los hombres
en un 6%. En efecto, en el total de los que estudian (202), las mujeres represen-
tan el 53% (107) y los hombres el 47% (95). 
Recuérdese que en la población total de EA, NS y NA, mujeres y hombres repre-
sentan el 52,5% y el 47,5% respectivamente. De aquí que, en principio se puede
sostener que la diferencia entre sexo de los que estudian (a favor de las mujeres)
se corresponde, en cierto grado (dado que no lo hace exactamente en la misma
proporción), con la diferencia por sexo de la población total (5%)5. 
En otras palabras, si bien estudian 6% más de mujeres que de hombres, en EA,
NS y NA hay 5% más mujeres que hombres: estudian más mujeres porque hay
más mujeres. 
Entonces, en líneas generales –y pese a la pequeña diferencia observada– puede
afirmarse que, en términos relativos, hombres y mujeres se educan en proporcio-
nes similar.
 
Cuando se desagrega a los que estudian por sexo y grupos quinquenales de
edad (cuadro 11 y 12) se observa que, la universalidad de la educación en el pri-
mer tramo de edad es sostenida, fundamentalmente, por los hombres (la diferen-
cia entre el total de niños y los que estudian es de 1,7% para este grupo etario) y
no tanto por las mujeres (la diferencia entre el total de niñas y la que estudia es
de 5,6% para estas edad).
Como se dijo más arriba, existe casi un 10% de personas entre 10 y 14 años que
no estudian; en este grupo, nuevamente, las mujeres inciden más que los hom-
bres en la no participación en el sistema educativo.
Para el tercer grupo quinquenal (15 a 19 años) se observa el comportamiento ge-
neral anotado más arriba, a saber, un punto de inflexión considerable en perjui-
cio de la asistencia al sistema educativo. Este comportamiento permite concluir
el abandono temprano del sistema educativo para ambos sexos. Debe tenerse
en cuenta que, tano el tercer como el curto grupo quinquenal corresponden a
edades de potenciales educandos.
En el tercer grupo, las mujeres que estudian superan a los hombres; la diferencia
entre la población total y la que estudia es de 25,4 puntos porcentuales para mu-
jeres y de 31,3 para hombres. 
Población por
tramos de edad
Total de hom-
bres
Hombres que
estudian
Diferencial
(total hom-
bres – hom-
bres que es-
tudian)
5-9 52,5 50,8 1,7
10-14 50,0 46,7 3,8
15-19 47,6 14,3 33,3
20-24 36,0 4,0 32,0
25-29 53,8 0 53,8
≥30 46,1 0 46,1
Cuadro 11. Total de hombres, hombres que estudian (en base a la pobla-
ción total por tramo) y, su diferencial, para cada grupo quinquenal de edad
(personas de 5 años y más). En porcentaje. El Alfarero, Nuestro Sueño y
Nuestro Amanecer, noviembre/diciembre de 2008.
Población por
tramos de edad
Total de muje-
res
Mujeres que
estudian
Diferencial
(total muje-
res – mujeres
que estu-
dian)
5 Para ver estos datos comparados, consúltese el cuadro 2 del Anexo.
15
Programa Integral Metropolitano
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5-9 47,6 29 45,9 5,6
10-14 50,0 43,5 6,5
15-19 52,4 27,0 25,4
20-24 64,0 10,0 54,0
25-29 46,2 2,6 43,6
≥30 53,9 0,9 53,0
Cuadro 12. Total de mujeres, mujeres que estudian (en base a la población
total por tramo) y, su diferencial, para cada grupo quinquenal de edad (per-
sonas de 5 años y más). En porcentaje. El Alfarero, Nuestro Sueño y Nuestro
Amanecer, noviembre/diciembre de 2008.
• Máximo nivel alcanzado en la enseñanza formal por grupos quinquena-
les de edad 
Al desagregar el máximo nivel educativo aprobado (completo o incompleto) en la
enseñanza formal, por grupos quinquenales de edad (cuadro 13), se observa que
una proporción de la población presenta desfasaje entre edad y nivel educativo.
En efecto, para las personas de 15 a 19 años lo teóricamente esperado es que
tengan algún año de enseñanza media aprobado; sin embargo, en el total de
personas de este tramo etario (63), 47,6% (30) tiene como mayor nivel a prima-
ria, 39,7% (25) a secundaria y, 12,7% (8) a enseñanza técnica. 
Lo mismo se puede decir para el grupo próximo superior; del total de personas
entre 20 y 24 años (50), el 36,7% (18) tiene a primaria como máximo nivel alcan-
zado, 46,9% (23) a secundaria y, 12,2% (6) a enseñanza técnica. 
Respecto a las personas de 5 años o más que nunca estudiaron, representan el
3,0% (7) en el total de personas de esas edades (230), 2,6% (6) son mayores de
30 años.
Pobla-
ción por
tramos
de edad
Máximo nivel educativo
Educa-
ción
inicial
Primaria Secun-
daria
Ense-
ñanza
técnica
Tercia-
rio
univer-
sitario
Tercia-
rio no
univer-
sitario
No asis-
tió
nunca
Sin dato Total
5-9 37,7 62,3 x x x x x 0 100
10-14 1,1 77,2 18,5 3,3 x x x 0 100
15-19 0 47,6 39,7 12,7 0 0 0 0 100
20-24 0 36,7 46,9 12,2 2,0 2,0 0 0 100
25-29 0 51,3 30,8 12,8 2,6 0 2,6 0 100
≥30 0,4 57,0 25,7 10,4 0,9 0,4 2,6 2,6 100
Cuadro 13. Proporción de población por máximo nivel educativo aprobado en la enseñanza formal, para
cada grupo quinquenal de edad (de 5 años y más). El Alfarero, Nuestro Sueño y Nuestro Amanecer, no-
viembre/diciembre de 2008.
• Población mayor de 12 años de edad que completó enseñanza primaria
Del total de personas mayores de 12 años de edad (423), el 79,7% (337) finalizó
enseñanza primaria.
• Población mayor de 18 años de edad que completó enseñanza media
(secundaria y técnica) 
16
Programa Integral Metropolitano
Alimentando soberanía
Por su parte, del total de personas mayores de 18 años de edad (328), sólo el 7,3
% (24) culminó enseñanza media.• Población mayor de 18 años de edad que completó primer ciclo de ense-
ñanza media (secundaria y técnica)
Ahora, si se analiza la cantidad de personas mayores de 18 años de edad (328)
que completó el primer ciclo de enseñanza media, se observa que éstos repre-
sentan el 29,9% (98) del total de ese grupo etario. 
1.5 Salud 
• Principal lugar de atención a la salud 
Respecto al principal lugar dónde la población atiende su salud (cuadro 13), se
observa el predominio de ASEE con el 45% (271) en el total de personas. La se-
gunda posición lo ocupan las Instituciones de Asistencia Médica Colectiva (IAMC)
con un 25,4% (153), el tercer lugar está representado por Policlínica Comunitaria
9,6% (58), seguido de Policlínica Municipal con 7,5% (45), Hospital de Clínicas
con 4,5% (27), Hospital Militar con 3,3% (20), BPS con 1,3 %. Por su parte, el
Hospital Policial ocupa el 0,8% (5) de la distribución y Emergencia el 0,3% (2).
Otra forma de atención (médico particular) representa el 0,2% (1) de la distribu-
ción. No se cuenta con información de 12 casos (2,0%).
Principal lugar de aten-
ción de la salud
Número de perso-
nas según principal
lugar de atención a
la salud
Porcentaje de per-
sonas según prin-
cipal lugar de
atención a la salud
ASSE 329 54,6
IAMC 153 25,4
Policlínica Comunitaria6 - -
Policlínica Municipal 45 7,5
Hospital de Clínicas 27 4,5
Hospital Militar 20 3,3
BPS 8 1,3
Hospital Policial 5 0,8
Emergencia Móvil 2 0,3
Otros 1 0,2
No sabe-No contesta 12 2,0
Total 602 100
Cuadro 14. Población según principal lugar de atención de la salud, El Alfa-
rero, Nuestro Sueño y Nuestro Amanecer, noviembre/diciembre de 2008.
6 Las declaraciones hechas para policlínica comunitaria se sumaron a ASSE, dado que es éste quién sus-
tenta el servicio en la policlínica de EA, NS y NA.
17
Programa Integral Metropolitano
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1.6 Trabajo 
• Ocupación para personas de 14 y más años de edad
Cuando se desagregan los ocupados (199) en las tres subcategoías que confor-
man la definición se observa que, el 75,4% (150) de éstos trabajó la semana an-
terior a la consulta por lo menos una hora; el 2,0% (4) no lo hizo pero tiene un
trabajo o negocio al que seguro volverá; y, el 22,6% (45) se desempeñó como
trabajador familiar no remunerado.
Condición de ocupado
Número de perso-
nas según condi-
ción de ocupado
Porcentaje de per-
sonas según condi-
ción de 
ocupado
Trabajó la semana anterior a la consulta por lo 
menos una hora. 150 75,4
Trabajador familiar no remunerado
4 2,0
No trabajó la semana anterior a la consulta pero 
tiene un trabajo o negocio al que seguro volverá 45 22,6
Total 199 100
Cuadro 15. Población de 14 y más años de edad según condición de ocupado. El Alfarero, Nues-
tro Sueño y Nuestro Amanecer, noviembre/diciembre de 2008.
• Sexo de los ocupados
En lo que refiere al sexo de los ocupados, los hombres presentan un 16,6% más
(33 casos) de participación que las mujeres: los primeros representan el 58,3%
(116) de los empleados y, las mujeres el 41,7% (83). 
Población ocupada por
sexo
Número de perso-
nas ocupadas se-
gún sexo
Porcentaje de per-
sonas ocupadas
según sexo
Hombres ocupados 116 58,3
Mujeres ocupadas 83 41,7
Total 199 100
Cuadro 16. Población ocupada por sexo, El Alfarero, Nuestro Sueño y Nues-
tro Amanecer, noviembre/diciembre de 2008.
• Tasa de empleo
El 50% de la población de EA, NS y NA que se encuentra en edad de trabajar
(14 y más años de edad) está ocupada para el período noviembre-diciembre de
2008.
Si se compara este valor con la información obtenida en la Encuesta de Hogares
(INE) para el último trimestre del mismo año (cuadro 17 y 18), se observa que,
EA, NS y NA se encuentra 9,2 puntos porcentuales por debajo del total país. En
efecto, la tasa de empleo para Uruguay es de 59,2% en el trimestre mencionado
(Empleo y desempleo, 2009), mientras que para EA, NS y NA es 50% en el bi-
mestre noviembre-diciembre.
No obstante, debe tenerse en cuenta que las tasas de empleo se ven afectadas
por la estructura de edad de la población. Es probable que una población más jo-
ven tenga un número mayor de personas ocupadas (numerador de la tasa) y,
consecuentemente, una tasa de empleo más alta. Esta situación puede ser la
18
Programa Integral Metropolitano
Alimentando soberanía
que describa nuestro caso. Por todo lo dicho, un análisis más riguroso exigiría
comparar las estructuras de edades de ambas poblaciones y sus respectivas ta-
sas de empleo. 
• Tasa de empleo por sexo
En el periodo noviembre-diciembre de 2008, EA, NS y NA presenta una tasa de
empleo del 64% para hombres y de 38% para mujeres. Por su parte, la Encuesta
de Hogares muestra que, tanto la tasa de empleo de hombres como de mujeres
es más elevada: 70,7% y 49,5% respectivamente (Empleo y desempleo, 2009).
Tasa de empleo
EA, NS y NA Total País
Hombres Mujeres Total Hombres Mujeres Total
64,1 38,1 50,0 70,7 49,5 59,2
Cuadro 17. Tasa de empleo por sexo para El Alfarero, Nuestro Sueño y Nuestro Amanecer (noviem-
bre-diciembre de 2008) y para el total país (octubre-diciembre de 2008).
Si bien ambas fuentes muestran a los hombres con tasas de empleo más altas
que las de mujeres (cuadro 17), se observa que el diferencial de tasas entre
sexos es mayor para EA, NS y NA (cuadro 18)7. Dicho de otra forma, la brecha
que separa las tasas de empleo de hombres y de mujeres es más amplia.
Esto significa que, en lo que al sexo respecta, la participación en el empleo de la
población en edad de trabajar es más inequitativa en EA, NS y NA que a nivel
país.
Diferencial de tasas de empleo entre sexos
(en base a hombres)
EA, NS y NA Total País
26,0 21,2
Cuadro 18. Diferencial de tasas de empleo entre
sexos, en base a los hombres. El Alfarero, Nuestro
Sueño y Nuestro Amanecer, noviembre/diciembre
de 2008 y total país (octubre-diciembre de 2008).
¿Cuál es la causa de un mayor deferencial en EA, NS y NA? Cuando se compara
ambas fuentes, se encuentra una participación menos que proporcional de las
mujeres respecto a los hombres8. En concreto, en términos relativos, EA, NS y
NA se encuentra 6,6 puntos porcentuales por encima del total país en hombres y
11,4 puntos por debajo en mujeres.
Diferencial de tasas de empleo por sexo
 (en base a EA, NS y NA)
Hombres Mujeres Total
+6,6 −11,4 9,2
7 ∆x = TE_sexo n_x – TE_sexo m_x
8 ∆xy = TE_sexo n_x – TE_sexo n_y
19
Programa Integral Metropolitano
Alimentando soberanía
Cuadro 19. Diferencial de la tasa de empleo por
sexo, en base a El Alfarero, Nuestro Sueño y Nuestro
Amanecer, noviembre/diciembre de 2008; compara-
do con el total país (octubre-diciembre de 2008).
• Ocupación por tipo de actividad
Al desagregar a los ocupados por tipo de actividad que realizan en su principal
empleo, se obtiene la siguiente distribución:
Actividad de ocupación
Número de perso-
nas según activi-
dad de ocupación
Porcentaje de per-
sonas según activi-
dad de ocupa-
ción
Oficiales y operarios de artes mecánicas y de 
oficios
38 19,1
Vendedores ambulantes y afines 34 17,1
Trabajadores de los servicios y vendedores de 
comercios
33 16,6
Personal domestico, limpiadores de estableci-
mientos y porteros
31 15,6
Peones de construcción, industria y transporte 15 7,5
Operadores de instalaciones, maquinas y monta-
dores
7 3,5
Clasificadores y hurgadores de basura 6 3,0
Técnicos de oficina 5 2,5
Policía y otro personal de seguridad 4 2,0
Peones agropecuarios, forestales y afines 4 2,0
Técnico profesionales de nivel medio 3 1,5
Personal de las Fuerzas Armadas 2 1,0
Agricultores y trabajadores agropecuarios califi-
cados
2 1,0
Cuidacoches y otros trabajadores callejeros 1 0,5
Recolectores de basura y barrenderos 1 0,5
Otros 3 1,5
No sabe-No contesta 4 2,0
No hay dato 6 3,0
20
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Alimentando soberanía
Total 199 100
Cuadro 20. Población ocupada por tipo de actividad, El Alfarero, Nuestro Sueño y Nuestro Ama-
necer, noviebre/diciembre de 2008.
2.Capítulo Nutricional
La desnutrición infantil tiene unaserie de consecuencias negativas en diferentes
ámbitos. Entre ellas se destacan los impactos en la morbimortalidad, educación y
productividad, constituyéndose en uno de los principales mecanismos de trasmisión
intergeneracional de la pobreza y la desigualdad (OPS, 2008)
La valoración antropométrica es una herramienta de fácil aplicabilidad que permite
detectar alteraciones en el crecimiento de los niños y prevenir sus complicaciones
futuras.
Gráfico 2: Causas de la desnutrición. Tomado de INTA. 2009.Universidad de Chile.
2.1 Evaluación nutricional 
• Evaluación antropométrica 
En esta parte del estudio se presentan los resultados de la evaluación antropo-
métrica de los niños de 10 años y menos. Los datos fueron obtenidos a través
del carné pediátrico solicitado al referente al momento de la consulta. Del total
de niños pertenecientes al grupo etario antes mencionado que viven en los asen-
tamientos, solo se obtuvieron los datos de 71 niños. Esta pérdida de información,
podría estar relacionado con la falta de controles de los niños a medida que
avanza su edad, la no ubicación del carné por parte de la madre o simplemente
que la madre no lo brindo al encuestador.
21
Programa Integral Metropolitano
Alimentando soberanía
De esta manera la evaluación que se presenta a continuación sólo representa a
los niños evaluados y no refleja la situación de la totalidad de los niños.
Los indicadores que se utilizan en este informe son la talla o longitud para la
edad, peso para la edad y el peso para la talla o longitud.
En la presente tabla se presenta la prevalencia de los problemas nutricionales
hallados. De esta manera puede observarse como el riesgo de sobrepeso y el so-
brepeso superan los porcentajes establecidos esperados y como el déficit de talla
para le edad está presente en porcentajes 4 veces mayor de lo esperado. Este ul-
timo alcanzo cifras de un 12.7%, mientras que el riesgo de sobrepeso y el sobre-
peso alcanzaron cifras de 16.1 y 4% respectivamente.
Gráfico 3: Prevalencia de los problemas nutricionales (%) El Alfarero, Nuestro Sueño y
Nuestro Amanecer, noviembre/diciembre de 2008. 
Al analizar el estado nutricional de acuerdo al sexo, correspondiente a todos los
niños del asentamiento agrupados, se observa que en relación a la talla o longi-
tud para la edad son los varones quienes presentan cifras de deterioro mayor al-
canzando cifras de 15.4% para los niños y 9.4% para las niñas. De todas formas
para ambos sexos los problemas de déficit de crecimiento están presentes en ci-
fras importantes.
Con respecto a este indicador cabe destacar que el retraso de crecimiento es
causa y consecuencia de la pobreza. El mismo refleja la falta de crecimiento ade-
cuado en longitud /talla para la edad. (% - 2 DE). El déficit de talla es un buen in-
dicador de la historia nutricional del niño en especial en sus dos primeros años
de vida. La talla alcanzada depende de una serie de factores entre los que se en-
cuentran la combinación de factores genéticos y las condiciones ambientales
(sanitarias, consumo adecuado de macro y micronutrientes, presencia de patolo-
gías – diarrea, enfermedades respiratorias agudas, y estilos de vida). El daño
producido en esta etapa y fundamentalmente en los 2 primeros años de la vida
tiene consecuencias futuras y atentas contra el capital humano y el desarrollo.
Los niños desnutridos tienen mayor riesgo de convertirse en adultos pequeños
(baja estatura) con capacidad laboral desventajosa y con hijos de peso bajo al
nacer.
22
Programa Integral Metropolitano
Alimentando soberanía
El retardo de crecimiento y las deficiencias nutricionales tiene efectos adversos
en el desarrollo cognitivo, desempeño académico y logros educativos lo cual
conduce a productividad económica reducida en la vida adulta.9 El menor
desarrollo neurológico y la menor capacidad de aprendizaje, junto a una mayor
morbimortalidad producidas por la desnutrición conducen a una menor
productividad y a un aumento en el gasto público y privado de la población
desnutrida. La menor capacidad productiva y el aumento del gasto son dos de
los factores responsables del mantenimiento de la pobreza.
La desnutrición por deficiencia de energía, proteínas y micronutrientes reducen
las defensas y ponen en mayor riesgo de infecciones, que en condiciones de baja
higiene y escaso acceso a servicios de salud contribuyen a la mayor morbilidad y
mortalidad infantil.
También se ha demostrado que los altos índices de desnutrición en etapas tem-
pranas son un factor de riesgo de mayor ocurrencia de enfermedades crónicas
en la adultez como las enfermedades coronarias, hipertensión, y diabetes.
Gráfico 4: Prevalencia de los problemas nutricionales por sexo (%), El Alfarero, Nues-
tro Sueño y Nuestro Amanecer, noviembre/diciembre de 2008. 
 Indicador peso para la longitud o talla
Si se observa el comportamiento de este indicador podemos afirmar que el
sobrepeso y el riesgo de sobrepeso alcanzan cifras superiores a la esperada.
El riesgo de sobrepeso (> + 1 DS y < + 2 Ds) para la totalidad de los niños
alcanzo cifras de 16% (esperado 13%). Al observar el comportamiento por
9
 Crisis Internacional y el Derecho a la Alimentación en los grupos en situación de mayor vulnerabilidad
(niños y niñas menores de dos años) en América Latina y el Caribe, Panamá 14-15 de septiembre 2009.
Consulta técnica.
23
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Alimentando soberanía
sexo se observa que las niñas presentan una tendencia mayor al riesgo de
sobrepeso que los niños, pero para ambos grupos este es un problema insta-
lado. En relación al sobrepeso se alcanzaron cifras que superan el 2.3% lle-
gando a ser aproximadamente 2 veces más que lo esperado.
Cuando se observa el comportamiento por sexo, una vez más las niñas pre-
senten una tendencia mayor a sufrir malnutrición por exceso con cifras que
alcanzan el 10.7%. La obesidad infantil es una “enfermedad crónica” que
presenta un alto riesgo de perpetuarse en la vida adulta
y que se asocia a una alta prevalencia de presentar un Síndrome Metabólico
caracterizado por trastornos metabólicos y cardiovasculares que preceden a
la Diabetes Melitus tipo 2 , a las Cardiopatías Isquémicas y a la Hiperten-
sión Arterial.
 Indicador de peso para la edad
El déficit de peso para la edad no alcanzo cifras significativas preocupantes
entre el total de los niños estudiados alcanzando cifras que superan en 0.5 %
el porcentaje esperado (2.8%) Este indicador refleja la desnutrición en espe-
cial aguda. El peso es un indicador clínico muy útil para evaluar el estado in-
dividual de un niño, ya que un niño enfermo generalmente pierde peso.
En cuanto a la distribución del indicador por sexo, las niñas una vez más pre-
sentan cifras superiores de déficit de peso en comparación con los niños.
 Situación de los menores de 5 años de edad.
Por lo antes expuesto es importante analizar la situación de los niños meno-
res de 5 años, en donde de acuerdo a los problemas nutricionales se observa
que el retardo de crecimiento está presente en cifras superiores a lo desea-
do para esta población (9.1%). También el riesgo de sobrepeso alcanza cifras
de 26% contra un 13% esperado. Por lo tanto esta población presenta simul-
táneamente problemas de malnutrición por exceso y déficit nutricional.
Al observar según el indicador peso para la longitud/talla superior a + 2 DS,
las cifras , de sobrepeso aun en esta franja etaria reflejan que el problema
no estaría instaurado aun.
Si cabe destacar que el déficit de peso para la edad (% < - 2 Ds) supera los
puntos de corte establecidos.
24
Programa Integral Metropolitano
Alimentando soberanía
Gráfico 5: Prevalencia de los problemas nutricionales en menores de 5 años. , El Alfarero, Nuestro Sue-
ño y Nuestro Amanecer, noviembre/diciembre de 2008.Al observar la situación de los menores de 5 años por sexo, se encuentra que
el riesgo de sobrepeso se presenta en mayor grado en las niñas alcanzando
cifras de prevalencia de un 30% frente a un 22% en los varones. En ambos la
situación es de gravedad pero en las niñas la situación es peor. En lo que
respecta al sobrepeso son las niñas de este grupo etario las únicas que pre-
sentan esta situación.
En cuanto al retraso de crecimiento, la situación es más desfavorable para
los niños que para las niñas en donde los primeros alcanzaron cifras 13% de
déficit de talla.
25
Programa Integral Metropolitano
Alimentando soberanía
Gráfico 6: Prevalencia de los problemas nutricionales en menores de 5 años por 
sexo. El Alfarero, Nuestro Sueño y Nuestro Amanecer, noviembre/diciembre de 2008.
Ahora si se analiza la situación por asentamiento se observa que existe dife-
rencia en relación comportamiento del indicador Talla o Longitud para la
edad. De esta manera se observa que los niños que viven en el barrio Nues-
tro Sueño son quienes presentan las más altas prevalencias de retraso de
crecimiento seguido por los niños pertenecientes a Nuestro Amanecer .
Cabe destacar que aun en el barrio El Alfarero se encontraron niños con re-
tardo de crecimiento en cifras que superan lo esperado.
Al analizar la malnutrición por exceso se observa que en el asentamiento el
Alfarero se encuentra los únicos niños con cifras sobrepeso mientras que el
riesgo de sobrepeso está presente en todos los asentamientos estudiados.
En cuanto a la desnutrición actual en los asentamientos Nuestro Sueño y
Nuestro Amanecer también se encuentran niños con déficit de peso, desta-
cándose el primero con cifras que alcanzan al 10%.
26
Programa Integral Metropolitano
Alimentando soberanía
Gráfico 7: Prevalencia de los problemas nutricionales de niños menores de 5 años se-
gún asentamiento. El Alfarero, Nuestro Sueño y Nuestro Amanecer, noviembre/diciem-
bre de 2008. 
27
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Alimentando soberanía
2.2 Hábitos alimentarios.
“A menudo la gente no come lo que quiere ni lo que debe, sino lo que pue-
de”. (Aguirre Patricia.)
Los alimentos y la nutrición, indudablemente ocupan un lugar importante en la vida
de los uruguayos y determinan en gran medida el estado de salud de las personas. 
Es creciente la evidencia científica que confirma que el tipo de dieta tiene una gran
influencia, tanto positiva como negativa en la salud a lo largo de toda nuestra vida.
Los hábitos alimentarios no sólo influyen en la salud del momento sino que pueden
determinar padezcamos o no enfermedades tales como algunos tipos de cáncer,
enfermedades cardiovasculares, diabetes, caries y osteoporosis en etapas posterio-
res de la vida.
En el Uruguay, seis de los siete principales factores de riesgo de muerte prematura
- la presión arterial, el colesterol, el exceso de peso, la ingesta insuficiente de frutas
y de verduras, el sedentarismo y el consumo excesivo de alcohol-, están relaciona-
dos con a forma de comer, de beber y del patrón de actividad física. (Los alimentos
y las bebidas en los hogares. Encuesta Nacional de Gastos e Ingresos de los Hoga-
res 2005-2006. Instituto Nacional de Estadística Montevideo – Uruguay)
La transición nutricional del Uruguay hace que en la infancia las carencias nutricio-
nales se ven reflejadas en una proporción importante de los niños, presentan pro-
blemas de crecimiento como ha quedado demostrado en el capítulo anterior pero
también el riesgo de sobrepeso y el sobrepeso se ha instalado,
Entre los adultos, el sobrepeso y la obesidad constituyen la alteración nutricional de
mayor magnitud. La obesidad eleva notablemente el riesgo de padecer numerosas
enfermedades crónicas, como las cardiovasculares, la diabetes tipo 2 y determina-
dos tipos de cáncer, las cuales, en la actualidad, representan la mayor carga de en-
fermedades y constituyen la principal causa de mortalidad, en el Uruguay. También
estas patologías están relacionadas con la forma de alimentarse de nuestra pobla-
ción.
(…) No todos los hogares comen igual, ya sea porque no pueden acceder a cierta cantidad y calidad de 
alimentos o porque lo desconocen cierta gama de productos, o bien porque los organizan en diferentes 
preparaciones de acuerdo a la disponibilidad de tecnología. (Aguirre Patricia)
A continuación se presentan algunas características relacionadas a la alimentación
de los hogares encuestados.
• Tiempos de comida que se realizan diariamente en el hogar
El análisis del consumo alimentario expresado en el tipo de alimentos y prepara-
ciones de mayor consumo en esta población es una herramienta de gran impor-
tancia, que permite planificar actividades en mejora del la alimentación y nutri-
ción.
En la mayoría de los hogares estudiados, los dos principales tiempos de comida
(almuerzo y cena) están presentes, lo cual no debe interpretarse que en el mis-
mo estén presentes todos los integrantes del hogar. El desayuno tiempo de comi-
da importante, en especial para niños y adolescentes si bien esta presente, no
se realiza en todos los hogares estudiados. 
28
Tiempos de comida
Número de hoga-
res que realizan los
tiempos de comida
Porcentaje de ho-
gares que realizan
los tiempos de co-
mida
Desayuno 115 81,0
Almuerzo 124 87,3
Merienda 102 71,8
Cena 121 85,2
Programa Integral Metropolitano
Alimentando soberanía
Cuadro 21. Número de hogares según tiempos de comida, El Alfarero, Nues-
tro Sueño y Nuestro Amanecer, noviembre/diciembre de 2008.
• Principales preparaciones que se realizan en el hogar 
Del total de las principales preparaciones que se ‘declaran’ realizar en los hoga-
res (517), el 48% corresponde a preparaciones a bases de cereales, leguminosas
y derivadas, el 29,4% a preparaciones a base de carnes y huevo y el 18% a base
de verduras. En cuarto grupo se pueden agrupar las preparaciones de baja densi-
dad energética (2,1%) y las que se realizan a base de pescado (1,9%). Las prepa-
raciones hechas de lácteos y las que se realizan a base de frutas representan el
0,2% cada una. Sólo un caso (0,2%) representa a otras preparaciones.
Componentes de las 
preparaciones
Número de las
principales prepa-
raciones declara-
das según ingre-
dientes
Porcentaje de las 
principales prepa-
raciones declara-
das según 
ingredientes
Preparaciones a base de 
cereales, leguminosos y 
derivados
248 48,0
Preparaciones a base de 
carnes y huevo 152 29,4
Preparaciones a base de 
verduras 93 18,0
Preparaciones de baja 
densidad energética 11 2,1
Preparaciones a base de 
pescado fresco y enlatado 10 1,9
Preparaciones a base de 
lácteos
1 0,2
Preparaciones a base de 
frutas
1 0,2
Otras preparaciones 1 0,2
Total de preparaciones 
declaradas 517 100
Cuadro 22. Principales preparaciones que declaran realizar los hogares se-
gún principales componentes, El Alfarero, Nuestro Sueño y Nuestro Amane-
cer, noviembre/diciembre de 2008.
Del total de las principales preparaciones que se “declaran” realizar en los hoga-
res (743), el 48% % corresponde a preparaciones a base de cereales, legumino-
sas y derivados, en estas se incluye guisos, ensopados, tucos o salsas acompa-
ñadas con cereales. A menudo estas preparaciones se clasifican como comidas
de olla. Patricia Aguirre hace mención a que 
(…) el principio que rige a los hogares de menores ingresos es el que los alimentos sean rendi-
dores, esto quiere decir que deben ser baratos, deben llenar y deben gustar al mismo tiempo.
Las canastas de los pobres se componen de los alimentos que dan mayor sensación de sacie -
dad (fideos papas, panes, carnes grasa y azúcar) (Agarre, 2004).
 Al mismo tiempo agrega:
(…) sobre los alimentos rendidores se ha construido un gusto de lo necesario, que hace que se
prefiera lo que de todas maneras se está obligado a comer, admitiendo la monotonía como
una virtud y protegiendo al individuo de la frustración que resulta de desear lo imposible (Aga-
rre, 2004).
29
Programa Integral Metropolitano
Alimentando soberaníaEl 29.4 % a preparaciones a base de carnes y huevo, el 18 % incluye preparacio-
nes en las que se utiliza verduras y/o se consume las mismas. El porcentaje es
muy bajo, en especial si se tiene en cuenta el perfil nutricional del Uruguay. 
Según INE 2005-2006 en los hogares más pobres del país los alimentos y bebi-
das que compran los hogares más pobres no alcanzan a satisfacer el requeri-
miento de energía; las frutas y verduras disponibles son escasas y muy por deba-
jo de la cantidad recomendada; los lácteos son insuficientes y el pescado prácti-
camente no se consume. La dieta de estos hogares tiene cantidades aceptables
de grasas y de colesterol pero es deficitaria en energía y en nutrientes esenciales
tales como Hierro y Calcio por lo que los hogares de menores ingresos terminan
siendo los más afectados.
Si se compara estas afirmaciones con los datos obtenidos todo parece indicar
que la tendencia se asemeja, desatacándose la escasa presencia de verduras,
frutas y pescado.
Al momento de comer los hogares, en un área urbana en donde los alimentos no
se autoproducen sino que se compran, la elección estará más condicionada por
el mercado masivo de alimentos y los ingresos de los compradores que por las
costumbres culinarias de los hogares.
30
Programa Integral Metropolitano
Alimentando soberanía
3. Capítulo Productivo
3.1 Caracterización general de los hogares productores
• Número de hogares en los que por lo menos uno de sus miembros parti-
cipa de alguna actividad productiva animal y/o vegetal:
En 15 (7.9 %) de los 190 hogares que poseen los asentamientos, al menos uno
de sus miembros participa de una actividad productiva animal y/o vegetal; la to-
talidad de esos hogares desarrollan la actividad productiva en el predio.
• Experiencia productiva:
En el 20 % (38) de los hogares, por lo menos un integrante tuvo, en el pasado,
experiencia en actividad productiva animal y/o vegetal, de los cuales, 23.7 % (9)
participó en producción animal, 44.7 % (17) en una actividad de producción ve-
getal y 31.6 % (12) en una actividad productiva animal y vegetal.
Del total de hogares en los cuales al menos un miembro del hogar participó en
una experiencia productiva, esa experiencia fue: en el Montevideo urbano 21 ho-
gares (55.2 %), en Montevideo rural 3 hogares (7.9%), en el interior urbano 4
(10.5 %), en el interior rural 5 (13.2 %), otros 3 (7.9%) y sin dato 2 (5.2%).
En relación al apoyo técnico, 5de los emprendimientos contaron con apoyo técni-
co de PAAOC, 2 alguna ONG y 2 con apoyo de otros técnicos.
31
Programa Integral Metropolitano
Alimentando soberanía
3.2 Características productivas de la UPP
• Tipo de actividad productiva:
En lo que refiere a las actividades productivas, la totalidad es realizada en el pro-
pio predio, se observa que la producción de vegetales la realizan 4 hogares (26.6
%), producción animal 9 hogares (60 %) y producción animal y vegetal 2 hoga-
res (13.4 %).
• Mano de obra
Relación de mano de
obra
Número de hoga-
res según relación
de mano de obra
Porcentaje de ho-
gares según rela-
ción de mano de
obra
Mano de obra no familiar
> Mano de obra Familiar
1 6.6
Mano de obra no familiar
= Mano de obra Familiar
1 6.6
Mano de obra no familiar
< Mano de obra Familiar
1 6.6
Sin mano de obra no fami-
liar
12 80
Total 15 100
Cuadro 23: Hogares productores según tipo de mano de obra. Noviembre
/diciembre de 2008.
Predomina en la actividad productiva de estos asentamientos la mano de obra
familiar.
• Motivación y Apoyo técnico
La totalidad de los hogares que producen lo hizo por motivación propia. En rela-
ción al apoyo técnico, 1 solo emprendimiento cuenta con apoyo técnico.
 
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3.3 Producción animal
• Hogares que participan en producción animal, por especie:
Al desagregar los hogares por especies animales producidas, se observa:
 
Especies animales
Número de hogares
productores según
especie animal
Aves 9
Cerdos y aves 1
Cerdos y equinos 1
Cuadro 24:. Cantidad de hogares que participan en
actividad productiva según principales especies ani-
males. Noviembre/diciembre de 2008.
• Especie y cantidad de animales
Tipo de producción
Número de hoga-
res productores
Porcentaje de ho-
gares según tipo de
producción de aves
Huevos 5 50
Carne 1 10
Huevos y Carne 4 40
Cuadro 25: Cantidad de hogares según tipo de producción de aves. No-
viembre/diciembre de 2008.
En relación al destino de la producción para 9 de los emprendimientos es el auto-
consumo exclusivamente y 1 hogar la producción la destina para la venta.
Los que producen carne, realizan faena en el propio lugar, al aire libre y la con-
servación del producto es por frío (heladera) y congelado (frezzer).
En uno de los hogares se encontró cría de gallos de riña.
Se encontraron dos emprendimientos de cría de cerdos.
Uno de los emprendimientos engorda cerdos exclusivamente para las fiestas de
fin de año. El otro realiza ciclo completo y vende animales vivos a vecinos.
El hogar que tiene caballos, los utiliza para el trabajo.
3.4 Producción vegetal
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• Hogares que participan en producción vegetal, por especie:
Se encontraron 6 emprendimientos que producen vegetales.
El destino de la totalidad de estos emprendimientos es el autoconsumo.
Al desagregar los hogares por las principales especies vegetales producidas, se
observa:
Especies vegetales
Número de hogares
productores según
especie vegetal
Perejil 3
Cebolla 4
Tomate 2
Albahaca 2
Aromáticas 1
Morrón 2
Acelga 1
Remolacha 1
Zanahoria 1
Puerro 1
Espinaca 1
Porotos 2
Chauchas 1
Ajo 1
Otros vegetales 1
Cuadro 26: Cantidad de hogares que participan en
actividad productiva según principales especies ve-
getales. Noviembre/diciembre de 2008.
Al desagregar los hogares de acuerdo a la forma en que obtienen las semillas, se
observa:
Forma en que obtiene las
semillas
Número de hogares
Porcentaje de hoga-
res según forma de
obtención de semi-
llas
Producción propia 6 54.5
Compra/intercambio vecinos 2 18.2
Agropecuaria 1 9.1
Feria 1 9.1
Otros 1 9.1
Total 11 100
Cuadro 27: Cantidad de hogares según forma de obtención de semillas. Noviem-
bre/diciembre de 2008.
Al desagregar los hogares por forma de fertilización se observa:
Forma de fertilización Número de hogares Porcentaje de hoga-
res
Compost 1 16,7
Estiércol 5 83,3
Total 6 100
Cuadro 28: Cantidad de hogares según forma de fertilización. Noviembre/diciembre de 2008.
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De total que fertiliza, 1 hogares producen su propio fertilizante y lo hace con res-
tos de vegetales
La totalidad de los hogares hace riego de las plantas, de los cuales 4 utilizan la
red general y 2 hogares otro sistema.
En relación a los problemas que dificultan la producción se observa como el más
importante la falta de espacio.
En relación a la producción vegetal en estos asentamientos, se observa que la
producción es en pocos hogares, pero se destaca la variedad productiva de espe-
cies vegetales encontradas y que hay prácticas combinadas animal y vegetal.
Es de destacar que la dificultad que encuentran estos emprendimientos es la fal-
ta de espacio.
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