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356 PARTE 2 Valorar la diversidad cultural Las técnicas que emplean los antropólogos para analizar mitos y cuentos populares se pueden extender a dos películas de fantasía que la mayoría de las personas ha visto. El mago de Oz se ha televisado anualmente du- rante décadas. La original Star Wars sigue siendo una de las cintas más populares de todos los tiempos. Ambas son productos cul- turales familiares y signifi cativos, con obvias cualidades míticas. Las aportaciones del an- tropólogo estructuralista francés Claude Lévi- Strauss (1967) y del psicoanalista neofreu- diano Bruno Bettelheim (1975) al estudio de los mitos y los cuentos de hadas permiten el siguiente análisis de los cuentos de hadas vi- suales que conocen bien los estadouniden- ses contemporáneos. Al examinar los mitos y cuentos de dife- rentes culturas, Lévi-Strauss determinó que un cuento podía convertirse en otro me- diante una serie de operaciones simples, por ejemplo, al hacer lo siguiente: 1. Convertir el elemento positivo de un mito en su negativo. 2. Invertir el orden de los elementos. 3. Reemplazar un héroe con una heroína. 4. Conservar o repetir ciertos elementos clave. Mediante esas operaciones, es posible de- mostrar que dos mitos aparentemente disími- les son variaciones de una estructura común, esto es, transformaciones mutuas. Ahora se verá que Star Wars es una trans- formación estructural sistemática de El mago de Oz. Puede especularse acerca de cuántos de los parecidos son conscientes y cuántos simplemente refl ejan un proceso de encultu- ración que el escritor y director de Star Wars, George Lucas, comparte con otros estadouni- denses. El mago de Oz y Star Wars comienzan en un país árido, el primero en Kansas y el se- gundo en el desierto planeta Tatooine. (La re- capitulación 13.1 menciona las similitudes que se estudian aquí.) Star Wars convierte a la heroína de El mago de Oz en un chico, Luke Skywalker. Por lo general, los héroes de cuen- tos de hadas tienen nombres y apellidos co- munes cortos, que describen su origen o acti- vidad. Por tanto, Luke, quien viaja a bordo de naves espaciales, es un Skywalker (paseante estelar), mientras que a Dorothy Gale un tor- nado (gale = vendaval) la lleva hacia Oz. Doro- thy deja su casa con su perro, Toto, que es perseguido y está entrenado para escapar de una mujer que en Oz se convierte en la mal- vada Bruja del Oeste. Luke sigue a su “Two- Two” (dos-dos, R2D2), quien escapa de Darth Vader, el equivalente estructural de la bruja. Tanto Dorothy como Luke viven con un tío y una tía. Sin embargo, debido al cambio de género del héroe, la relación principal se in- vierte. Por tanto, la relación de Dorothy con su tía es primaria, cálida y amorosa, mientras que la relación de Luke con su tío, aunque primaria, es tensa y distante. Tía y tío fi guran en los cuentos por la misma razón. Representan el hogar (la familia nuclear de orientación), que los niños (de acuerdo con las normas cultura- les estadounidenses) eventualmente deben dejar para triunfar por su cuenta. Como apunta Bettelheim (1975), los cuentos de ha- das frecuentemente disfrazan a los padres como tío y tías, y esto establece distancia so- cial. Los niños pueden soportar la separación del héroe (en El mago de Oz) o las muertes de la tía y el tío (en Star Wars) con más facilidad que el deceso o la separación de los padres valorar el quehacer ANTROPOLÓGICO Te tengo, pequeña, y a tu pequeño R2 de las humanidades, desde las bellas artes y el arte elitista a las artes “populares” y no occiden- tales, hasta las expresiones creativas de la cultura popular. La sección de “Valorar el quehacer antropo- lógico” del presente capítulo muestra que las técnicas que emplean los antropólogos para analizar los mitos y leyendas populares pueden extenderse a dos películas de fantasía que la mayoría de los lectores ha visto: El mago de Oz y Star Wars. Destaca también las aportaciones del antropólogo francés Claude Lévi-Strauss (1967), junto con el psicoanalista neofreudiano Bruno Bettelheim (1975). Ambos realizaron importan- tes aportes al estudio de los mitos y cuentos de hadas. En muchas sociedades, los mitos, las leyen- das, los cuentos y el arte de la narración de his- torias infl uyen para transmitir la cultura y pre- servar la tradición. En ausencia de la escritura, las tradiciones orales pueden conservar detalles de historia y genealogía, como en muchas par- tes de África occidental. Las formas artísticas con frecuencia van juntas. Por ejemplo, música 357Capítulo 13 Artes, medios de comunicación y deportes reales. Más aún, esto permite que los inten- sos sentimientos del niño hacia sus padres reales se representen en diferentes persona- jes, más centrales, como la malvada Bruja del Oeste o Darth Vader. Ambas películas se enfocan en la relación del niño con el padre del mismo sexo, dividido en tres partes. En El mago de Oz, la madre está dividida en dos partes malas y una buena. Se trata de la perversa Bruja del Este, quien muere al principio de la película; la mal- vada Bruja del Oeste, muerta al fi nal; y Glinda, la madre buena, quien sobrevive. La película original de Star Wars invierte la proporción de bueno y malo, y da a Luke un padre bueno (el propio), el caballero jedi que muere al co- mienzo de la película. Hay otro padre bueno, Ben Kenobi, quien está ambiguamente muerto cuando termina la película. El tercero es la fi gura paterna mala, Darth Vader. Así como la tercera madre buena sobrevive en El mago de Oz, el tercer padre malo vive después de Star Wars, para dar un contragolpe en la se- cuela. La relación del niño con el padre del sexo opuesto también se representa en las dos pe- lículas. La fi gura paterna de Dorothy es el Mago de Oz, una fi gura que atemoriza al inicio pero más tarde resulta ser una farsa. Bettel- heim nota que el típico padre del cuento de hadas está disfrazado como monstruo o gi- gante. O, cuando se conserva como humano, es débil, distante o inefi caz. Dorothy cuenta con el mago para salvarse, pero descubre que hace demandas aparentemente imposibles y al fi nal sólo es un hombre ordinario. Ella triunfa por cuenta propia, sin ayuda de un pa- dre que no le ofrece más de lo que ella ya posee. En Stars Wars (aunque no enfáticamente en las películas posteriores), la fi gura materna de Luke es la princesa Leia. Bettelheim nota que los niños usualmente fantasean que sus madres son prisioneras involuntarias de sus padres. Los cuentos de hadas frecuente- mente disfrazan a las madres como princesas cuya libertad debe conseguir el niño-héroe. En el imaginario freudiano gráfi co, Darth Va- der amenaza a la princesa Leia con una aguja del tamaño de la varita de la bruja. Hacia el fi nal de la película, Luke libera a Leia y vence a Vader. Hay otros paralelismos sorprendentes en la estructura de las dos películas. Con fre- cuencia, a los héroes de cuentos de hadas los acompañan en sus aventuras personajes secundarios que personifi can las virtudes que necesitan en una búsqueda exitosa. Ta- les personajes por lo general vienen en tríos. Dorothy lleva consigo la sabiduría (el espan- tapájaros), el amor (el hombre de hojalata) y el valor (el león). Star Wars incluye un trío estructuralmente equivalente (Han Solo, C3PO y Chewbacca) pero su asociación con cualidades particulares no es tan precisa. Los personajes menores también son es- tructuralmente paralelos: los munchkins y jawas, árboles de manzana y gente de la arena, monos voladores y stormtroopers. Y escenarios equiparables: el castillo de la bruja y la estrella de la muerte, la Ciudad Es- meralda y la base rebelde. Los peligros tam- bién tienen paralelos. Luke logra su objetivo por cuenta propia, usando la fuerza (mana, poder mágico). La meta de Dorothy es regre- sar a Kansas, y lo consigue algolpear sus zapatos y apoyarse en la fuerza de sus zapa- tillas de rubí. Todos los productos culturales exitosos mezclan lo viejo y lo nuevo, y se apoyan en temas familiares. Pueden reordenarlos en for- mas novedosas y por tanto ganan un lugar duradero en la imaginación de la cultura que los crea o acepta. Star Wars usó exitosamente temas culturales antiguos en formas novedo- sas. Y lo hizo al apoyarse en el cuento de ha- das estadounidense, que ha estado disponi- ble en forma de libro desde principios del siglo XX. y narración de historias pueden combinarse para generar drama y énfasis (vea la fotografía más adelante), en forma muy parecida a como se hace en el cine y el teatro. ¿A qué edad los niños comienzan a aprender las artes? En algunas culturas, empiezan tem- prano. Contraste la fotografía de la clase de vio- lín coreana (arriba a la izquierda) con la de la recolección aleut (abajo). La escena coreana muestra instrucción formal. Los profesores to- man el control al mostrar a los niños cómo tocar el violín. En la fotografía aleut aparece una es- cena local más informal, en la que los niños aprenden sobre las artes como parte de su encul- turación global. Presumiblemente, los niños co- reanos aprenden las artes porque sus padres quieren que lo hagan, no necesariamente porque tengan un temperamento artístico que necesiten o quieran expresar. En ocasiones, la participación de los niños en las artes o en las representacio- nes, incluidos los deportes, son ejemplos de en- culturación forzada. Los padres presionan a los niños. En Estados Unidos, las representaciones, por lo general asociadas con la escuela, tienen
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