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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE SANTIAGO, UTESA 
SISTEMA CORPORATIVO 
 
 
 
 
AGRESION INTRAF. AB. INF 002 
Juana Alcántara, M.A 
 
 
 
Tarea #1 
 
 
 
 
Entregado por: 
Carla Zoar Burgos Mercado 2-14-1042 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Entregado a los 29 días del mes de enero del año 2022, Santiago de los Caballeros, 
República Dominicana. 
 
CUESTIONARIO 
 
1. ¿Qué es la violencia Intrafamiliar? 
 
Es cualquier tipo de abuso de poder cometido por algún miembro de la familia 
sobre otro; para dominar, someter, controlar o agredir física, psíquica, sexual, 
patrimonial o económicamente. 
 
Según la OPS-OMS (García-Moreno et al., 2005), la violencia en la familia es la 
agresión física, psicológica o sexual cometida por el esposo o conviviente, 
abuelos, padres, hijos, hermanos, parientes civiles u otros familiares. También, 
comprende a los tutores o encargados de la custodia. 
 
2. ¿Cuáles son los tipos de Violencias que se dan en el ámbito familiar? 
 
Física. Se refiere a palizas o golpes que causan lesiones físicas que pueden incluir 
moretones, fractura de huesos, sangrado interno e incluso la muerte. A menudo, 
el maltrato comienza con contactos leves y con el tiempo empeora para 
convertirse en acciones más violentas. 
 
Sexual. Suele acompañar o seguir el maltrato físico, y tiene como consecuencia 
una violación u otra actividad sexual forzada. 
 
Psicológica o emocional. Una persona que maltrata a menudo lo hace 
mentalmente o emocionalmente con palabras, amenazas, hostigamiento, posesión 
extrema, aislamiento forzado y destrucción de pertenencias. El aislamiento a 
menudo se produce cuando la persona que maltrata intenta controlar el tiempo, las 
actividades y el contacto con otras personas de la víctima. Las personas que 
maltratan pueden lograr esto al interferir con las relaciones de apoyo de la víctima, 
crear barreras para las actividades normales, como sustraer las llaves del coche o 
encerrar a la víctima en la casa, y mentir y distorsionar la realidad para obtener el 
control psicológico. 
 
Acoso. Conducta de hostigamiento o amenaza repetida que a menudo deriva en 
maltrato físico o sexual. 
 
Económica. Esto se da cuando la persona que maltrata controla el acceso a todos 
los recursos de la víctima, como el tiempo, el transporte, el alimento, la 
vestimenta, el refugio, el seguro y el dinero. Por ejemplo, puede interferir con la 
capacidad de la víctima de autoabastecerse e insistir en controlar todas las finanzas 
de la víctima. Cuando la víctima abandona la relación violenta, el perpetrador 
puede recurrir al aspecto económico como una manera de mantener el control u 
obligar a la víctima a regresar. 
 
3. ¿Cuáles son los ciclos de violencia en el hogar? 
 
Existen tres fases en que se produce y reproduce la violencia: acumulación de 
tensión, estallido de violencia y luna de miel. La articulación de estos momentos 
da origen a lo que conocemos como círculo de la violencia. 
 
4. ¿Repercusión de los malos tratos en la mujer y las características de la mujer 
maltratada? 
 
Cuando hay violencia intrafamiliar a nivel físico puede producirse: 
 Problemas de sueño. 
 Falta de alimentación. 
 Problemas gastrointestinales. 
 Dolores y molestias en el cuerpo. 
 Baja autoestima. 
 Depresión. 
 Ansiedad. 
 Déficit en habilidades sociales. 
 
Las características de la mujer maltratada: 
 
Reaccionan de forma defensiva con facilidad. Las personas que han sufrido 
malos tratos de manera continuada acostumbran a sobresaltarse o a adoptar 
una postura defensiva rápidamente cuando notan que alguien quiere tocarlas 
de manera inesperada. 
 
Muestran una sumisión explícita con frecuencia. Las mujeres maltratadas 
abrazan el hábito de mostrarse sumisas ante la persona que las ataca, pero 
frecuentemente también adoptan este estilo de comportamiento con “figuras 
de autoridad”. Esto suele significar que les replican pocas veces, y en algunos 
casos incluso evitan el contacto visual manteniendo la mirada baja. 
 
Tienen baja autoestima. Las mujeres maltratadas han estado recibiendo 
ataques psicológicos dirigidos a menoscabar su autoestima. Es por eso que 
muchas veces manifestarán creencias relacionadas a su incapacidad para 
realizar tareas relativamente sencillas, y tenderán a desconfiar de su propio 
punto de vista. Este último fenómeno, por cierto, es utilizado por 
maltratadores que utilizan un método de abuso llamado Gaslighting. 
 
Manifiestan signos de estrés. Otra de las señales propias de las mujeres 
maltratadas es que en muchos casos sus niveles de estrés se mantienen altos 
durante mucho tiempo. Esto se plasma en cansancio, problemas de sueño, 
respiración acelerada y posturas corporales que denotan rigidez de los 
músculos. 
 
Actitud desconfiada. Muchas mujeres maltratadas se ven forzadas a ocultar 
mucha información sobre sus vidas por puro miedo, y eso hace que eviten 
situaciones en las que deben hablar sobre sí mismas. Esto puede ocurrir 
incluso en sus relaciones con sus amistades y sus familiares. 
 
Muestran poco su piel. Las mujeres maltratadas que han sufrido abusos 
físicos acostumbran a adoptar una apariencia que les permite ocultar 
magulladuras. Por ejemplo, un abundante maquillaje, mangas largas y ropa 
sin escote. 
 
 
Cargan con las culpas con facilidad. Cuando algo sale mal, Las mujeres 
maltratadas tienden a asumir que la responsabilidad ha sido suya, incluso 
cuando falta información sobre lo que ha pasado y se genera una cierta 
ambigüedad. Esto es uno de los indicios de su falta de autoestima, y es también 
un mecanismo de protección para evitar agravar el problema, ya que en 
situaciones de abusos constantes el maltratador echa las culpas a la mujer 
maltratada de manera sistemática y no quiere ser cuestionado. 
 
Toman “el camino largo” para evitar llegar al lugar del maltrato. Uno de 
los indicadores que señalan la presencia de una mujer maltratada es que, si 
pueden, intentan “matar el tiempo” con actividades aparentemente anodinas 
para retrasar su llegada a un lugar en el que espera el maltratador. Esto implica 
alargar artificialmente conversaciones con amigos, dar paseos sin disfrutarlos, 
etc. 
 
Anticipan el enfado del maltratador y evitan ciertas preguntas. Otra señal 
que indica posible maltrato es la evitación de preguntarle ciertas cosas al 
maltratador ante la previsión de que monte en cólera. Esto hace que la 
comunicación entre ambos sea poco fluida, llena de silencios y momentos en 
los que la mujer duda. 
 
Sienten vergüenza con facilidad. La baja autoestima también tiende a hacer 
que sea más fácil avergonzarse con relativa facilidad. Por ejemplo, algo tan 
simple como no haber oído bien una pregunta puede hacer que aparezcan 
señales de sonrojo en la cara. Esto es así porque las víctimas de maltrato 
aprenden que las personas muestran un nivel de exigencia muy alto, y que 
salirse de esos esquemas de perfección “no es normal”. 
 
 
5. ¿Cuáles son las particularidades y perfil del hombre violento? 
 
Deseo de control. Vive obsesionado por ejercer el dominio entre quienes lo 
rodean, especialmente con su mujer e hijos/as. 
 
Celos. Pueden convertirse en una obsesión y dañar tu autoestima. 
 
Doble fachada. En público generalmente es seductor, simpático, amable, pero en 
la intimidad puede ser muy agresivo y violento. No es extraño caer en la seducción 
de su discurso, incluso para jueces, policías, profesionales, amigos y parientes. 
 
Aislamiento. Impone el confinamiento social de su entorno familiar. 
 
Abuso de alcohol/drogas/medicamentos. Aunque no es causa de un 
comportamiento violento, se ha comprobado una frecuente asociación, ya sea 
porque aumenta el enojo y la peligrosidad o porque inhibe el autocontrol. 
 
Repetición del ciclo de la violencia. Cuantas más denuncias y episodios de 
violencia en períodos más cortos de tiempo, mayores la peligrosidad del agresor. 
 
Violentos con terceros. Los hijos y las mascotas pueden llegar a recibir maltratos 
a causa de la ira del agresor. 
Posesión de armas. Con mucha frecuencia se presenta la posesión y uso 
intimidatorio de armas de fuego; no obstante, cualquier objeto hogareño 
especialmente los cuchillos pueden convertirse en armas mortales. 
 
Desencadenantes de la violencia. Por lo general se comportan de manera 
sumamente violenta por hechos triviales que más tarde no recuerdan. 
 
Golpes físicos. Algunos dejan marcas imperceptibles, y otros llegan a ser 
invalidantes (especialmente, cuando son en la cabeza, cuello y área abdominal 
durante el embarazo). 
 
Cambios súbitos e impredecibles de humor. En un momento está bien y 
rápidamente explota. Suele destruir objetos sobre todo si son significativos para 
la mujer y los hijos. 
 
Espionaje. En algunas ocasiones emplea tácticas de espionaje o contrata a 
terceros, graba las conversaciones, controla las salidas y amistades de su mujer a 
través de sus hijos, compañeros de trabajo, familiares y amigos. 
 
Simulacros y/o amenazas de suicidio u homicidio hacia su pareja, a sí mismo e 
hijos/as. 
 
Busca aliados. En su entorno hace proselitismo para su causa. Utiliza a los hijos 
de mensajeros o espías de las actividades de la madre. 
 
Usa frecuentemente el sexo. Como señal de poder, recrimina a la mujer lo que 
en realidad son sus propias falencias y/o problemas (hay insultos frecuentes y 
sexistas). 
 
Anónimo. No siempre se identifica, a veces, recurre a terceros para enviar 
mensajes, a llamados telefónicos anónimos (llama y cuelga), o envía cartas sin 
firmar. 
 
Regalos. Obsequia presentes de manera interesada, inoportuna y para lograr el 
perdón. 
 
Baja autoestima. Se siente inseguro, tanto en el papel de hijo como en el de padre, 
amante y/o esposo. 
 
Dependencia emocional de la mujer. Esto puede ser fatal cuando la mujer decide 
abandonarlo... “Ella es todo para mí; si se va no respondo de las consecuencias”. 
 
Depresión. Es frecuente que sufran estados tristeza o ansiedad.

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