Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
2.9 2 2# La revista semanal de economía de El Mundo. Del 13 al 19 de diciembre de 2020 económicaactualidad El segundo auge de bitcóin. ¿Burbuja de criptocalderilla? página 18 La última asistencia de Maradona: un billete de 10.000 pesos página 22 La verdad de Carlos Ghosn De ser uno de los ejecu- tivos más admirados del planeta a prófugo en Beirut “Antes era prisionero de mi trabajo” página 9 NRI: 3560-2020/09681 I L U S I ON E S SÍ a las tardes de cine en casa, SÍ a poner en marcha tus proyectos, SÍ a comprar ese regalo que tanto deseaban. Más de 5 millones de ilusiones ya tienen un SÍ con CaixaBank, y las tuyas también pueden tenerlo. Decir SÍ es estar CONTIGO OFRECIDO POR CECA LaObra yAcción Social de CECA apoyaa los colectivosmás vulnerables EN LOS ÚLTIMOS CINCO AÑOS POR Unasociedad sin banca es una so-ciedad sin Estado de Bienestar.No en vano, la banca contribuye a mejorar el nivel de vida de los ciuda- danos generando riqueza, asegurando sus ahorros, ofreciendo financiación a familias y empresas, además de permitir las transacciones a través de sistemas de pagos eficientes y seguros. La crisis sanitaria ha puesto de mani- fiesto todas estas realidades. La banca ha generado certidumbre en el desconocido contexto generado por la Covid-19 tan- to en lo social como en lo sanitario y en lo económico. Sin el papel esencial de la banca durante estos meses, traducido en un apoyo financiero constante a empre- sas, familias y autónomos, además de la puesta en marcha de una serie de medi- das de emergencia social, la profundidad de la crisis económica sería de mayor ca- lado. En estos últimos meses, el sector ban- cario ha superado con nota los retos que ha tenido que afrontar para responder a las necesidades de sus clientes. Ha ade- lantado las prestaciones de desempleo y de pensiones, ha realizado moratorias tanto en el pago de alquileres de vivien- da social como en el pago de hipotecas y otros préstamos y créditos y ha incre- mentado la ayuda a las empresas. Además de estas funciones, las enti- dades que componen CECA siguen com- prometidas con su misión fundacional: la ayuda a los colectivos más vulnerables a través de diferentes programas de la Obra y Acción Social en sus respectivos territorios. CaixaBank, Bankia, Kutxa- bank y Cajasur Banco, Abanca, Unicaja Banco, Ibercaja Banco, Liberbank, Caixa Ontinyent, Caixa Pollença y Cecabank junto a sus fundaciones, han afianzado su compromiso con los colectivos más vulnerables con una inversión en los últi- mos cinco años de 3.776 millones. En estos momentos de dificultades derivadas de la pandemia, las entidades de CECA han destinado 140 millones de euros a acciones extraordinarias para poder ayudar a los grupos que más están sufriendo los efectos de la Covid-19. Su ayuda se ha dirigido sobre todo a aporta- ciones al Banco de Alimentos o becas de comedor, así como líneas telefónicas de asistencia a personas mayores, material sanitario y tecnológico, además de pro- yectos de investigación para el desarrollo de la vacuna contra el coronavirus. Cohesión social para fortalecer el Estado del Bienestar La Obra y Acción Social de CECA es un elemento vertebrador de la sociedad, fun- damental para ayudar a mantener y for- talecer el Estado de Bienestar. Estamos ante el primer inversor social privado en España, contando con la participación de un gran equipo de profesionales y vo- luntarios con amplia experiencia. Todos los Objetivos de Desarrollo Social (ODS). Dentro de los 17 ODS, las entidades aso- ciadas a CECA realizan acciones desti- nadas a la lucha contra el hambre, el fo- mento del trabajo decente y crecimiento económico, los sectores de la industria, la innovación y las infraestructuras, además de diferentes programas de acción por el clima, la salud y el bienestar y la educa- ción de calidad. Además, en su apuesta por la ciencia, las fundaciones incluyen desde hace años actividades relacionadas con investiga- ciones, becas y apoyo a sectores específi- cos de I+D y divulgación científica, en un total de 350 proyectos. Es evidente que esta crisis ahondará determinadas brechas sociales que debe- remos afrontar en los próximos años. En este contexto, la misión de la empresa ad- quiere una importancia singular. Estamos en unmomento clave para que las compa- ñías redoblen sus esfuerzos y hagan más patente su compromiso con la sociedad y la sostenibilidad del planeta. ellos conforman una red de seguridad y cohesión fundamental para muchos gru- pos sociales que por distintas razones no pueden acceder a las ayudas por los cana- les habituales. La capilaridad de las entidades CECA facilita que estos programas puedan lle- gar a la mayor parte de la población, con especial incidencia en las zonas rurales o poco pobladas. Sólo en 2019, la Obra y Acción Social de CECA ha destinado más de 845 millones de euros de inversión para realizar un to- tal de 125.758 actividades que han bene- ficiado a 35.854.714 personas. Entre sus planes, cuenta con programas asistenciales para colectivos en riesgo de exclusión y a otros colectivos específicos como infancia, mayores de 65 años, em- prendedores y personas con necesidades especiales, con una inversión de más de 2.185 millones de euros. La Obra y Acción Social de CECA im- pulsa, además, el crecimiento inclusivo y sostenible y la cohesión social, sin ol- vidarnos de su compromiso para alcanzar La Obra y Acción Social de CECA ha destinado 140millones de euros a acciones extraordinarias para ayudar a los grupos que más están sufriendo los efectos de la Covid-19. 6 estra tegias. estra tegias. el arte de hacer empresas, empresarios, gestores, compañeros y rivales. 7 tegias. ‘‘Carlos Ghosn Quiero recuperar mi repu- tación como el hombre que resucitó Nissan” De un día para otro, pasó de ser el ejecutivo más admira- do de la industria automovi- lística a un vulgar recluso. Pero ni siquiera entonces arrojó Carlos Ghosn la toalla. Se ocultó en una caja de altavo- ces y huyó a Beirut, desde donde hoy reivin- dica su nombre. POR FRANCISCO CARRIÓN (BEIRUT) FOTOGRAFÍA OLIVER MARSDEN Carlos Ghosn en la azotea del hotel L’Albergo, en el barrio beirutí de Ashrafieh, con vistas a la capital libanesa. 8 estra tegias. Entre jazmines e hibiscos en flor, el sol de diciembre se desliza suave por la te- rraza de L’Albergo, el pe- queño y exclusivo hotel en el que nos cita Carlos Ghosn. En las calles anejas del acomodado barrio de Ashrafieh, en el corazón cristiano de Beirut, una le- gión de obreros repara aún las heridas que hace cuatro meses dejó la explosión del puerto. Los estragos de mi- les de toneladas de nitrato de amonio aún son percep- tible en viviendas desfigu- radas, con puertas y venta- nas tapiadas, y negocios re- ducidos a locales vacíos. A las 10.30 Ghosn es el único huésped de la terraza de un hotel ubicado a unas man- zanas de la casa rosa con persianas azules en la que halló refugio. El otrora to- dopoderoso jefe de la alian- za Renault-Nissan-Mitsu- bishi Motors vive, como la ciudad que le acoge desde su cinematográfica huida de Japón hace un año, em- pecinado en urdir su propia resurrección. Hijo de emi- grantes libaneses nacido en Brasil y educado entre Bei- rut y París, comparte con la “Suiza de Oriente Próximo” haber conocido la cima y haber caído estrepitosa- mente en desgracia. “Estoy volviendo a descubrir los pequeños placeres. Tengo menos responsabilidad y menos estrés. Puedo desa- yunar tranquilamente con mi esposa y hablar con mis hijos 45 minutos sin inte- rrupciones”, reconoce Ghosn, de 66 años, en una entrevista exclusiva con motivo de la publicación en español de La hora de la verdad, un libro escrito jun- to al periodista Philippe Ries en el que relata el cal- vario que inauguró su de- tención en noviembre de 2018, entre acusaciones de no haber declarado parte de sus ingresos a las autorida- des entre 2010 y 2015. Su sueldo millonariode antaño (siete millones de euros al año) y su vida volante se han transformado en una existencia más sedentaria, sujeta a su condición de fu- gitivo de la justicia nipona y a la orden de arresto de In- terpol. “Antes era prisionero de mi trabajo. Mi calendario estaba organizado con un año de antelación. Ahora, en cambio, soy el dueño de mi tiempo. No lamento la vida que perdí”. PREGUNTA. Dos años tras su detención en el aero- puerto de Haneda y a punto de cumplirse 12 meses de su huida, ¿cómo está? RESPUESTA. Mucho me- jor de lo que he estado en los dos últimos años. Estoy, diría, pasando página a una serie de acontecimientos catastróficos y mirando al futuro. Nunca he sido un hombre que viva en el pasa- do, pero eso no significa que olvide lo que ha ocurri- do y que no busque resta- blecer mi reputación, mi le- gado y mis derechos. P. ¿Confía en recuperar su crédito? R. No tengo ninguna cifra en mente. Lo importante es que se ha reconocido mi de- recho a recibirla y ya llega- rá el momento oportuno de calcularla. P. ¿Persigue la verdad o la venganza? R. Estoy contando la reali- dad por la que he pasado. Cualquiera puede decir que es mi verdad. No lo voy a discutir. Desde mi arresto en noviembre de 2018 hasta enero de 2020, me prohibie- ron hablar. En 14 meses no se oyó mi voz. Cuando en marzo de 2019 intenté orga- nizar una rueda de prensa en Tokio me volvieron a arrestar. Cuando me conce- dieron libertad bajo fianza, algunos periodistas japone- ses le preguntaron al fiscal por qué no me dejaba ha- blar. La respuesta fue que yo era tan libre de manifes- tarme como ellos de presen- tar nuevos cargos contra mí. El mensaje era claro: cállate. Yo obviamente lo entendí. Tenía entonces en contra a Nissan, la Fiscalía, el Gobierno japonés y la complicidad del francés, más una parte de la prensa en Francia. Todos contra mí y yo no podía ni siquiera le- vantar la voz. Ahora, para mí es importante publicar libros que cuenten lo que he vivido para seguir comba- tiendo la manipulación, las mentiras y la conspiración que fueron la base de todo esto. Mi pregunta es: ¿por qué se me arrestó sin darme la ocasión de hablar sobre lo que se me acusaba? P. Japón lo culpa de ocultar remuneraciones pactadas con Nissan y de usar fondos de la compañía para cubrir gastos personales y pérdi- das financieras... R. Cuando le digo a la gente que la razón de mi arresto fue no declarar un salario o una compensación que no me pagaron, no me creen. Consideran que se trata de una broma. Es la razón por la que Greg Kelly [ex miem- bro de la junta directiva de Nissan] permanece aún de- tenido en Japón a pesar de haber resuelto la disputa con la Comisión del Merca- do de Valores de EEUU pa- gando 100.000 dólares [por remuneraciones no revela- das, un cargo por el que Ghosn desembolsó un mi- Carlos Ghosn Políglota y ciudadano del mundo, Ghosn nació en Porto Velho (Brasil) en el seno de una familia católica maronita. A los seis años se trasladó al Lí- bano junto a su ma- dre y su hermana. Es- tudió en los jesuitas de Beirut y se graduó en ingeniería en las grandes écoles de Francia, la Politécnica y la Escuela de Minas de París. Inició su ca- rrera profesional en Michelin, donde tra- bajó durante 18 años hasta llegar a director ejecutivo de su divi- sión en América del Norte. En 1996 dio el salto a Renault como vicepresidente eje- cutivo. La profunda y exitosa reestructu- ración que lideró lo catapultó tres años después hasta la cúspide como funda- dor y máximo rostro de la alianza Re- nault-Nissan. ‘‘ R. Sí, pero también soy rea- lista. El proceso llevará tiempo. [¿Cuánto?] No sé. Creo que mucho porque quien primero mueve ficha juega con ventaja. A mí me sorprendieron con un gi- gantesco ataque organizado por la colusión de unos cuantos ejecutivos de Nis- san, la Fiscalía de Tokio y miembros del Gobierno ja- ponés. Aunque era cons- ciente de que existían ten- siones entre los Gobiernos francés y japonés sobre el futuro de la alianza, nunca pensé que podrían llegar tan lejos. Jamás creí que pudieran hacer algo tan es- túpido, porque si querían mi cabeza había modos más inteligentes de cobrár- sela protegiendo a Nissan y también a Renault, preser- vando la alianza, la reputa- ción de Japón y, de alguna manera, también la mía, que trabajé 19 años para construir el grupo y remo- delar Nissan y Renault. P. ¿Cuáles son, en su opi- nión, los resultados de ese jaque mate contra usted? R. Quien lo planeó ha cose- chado resultados calamito- sos. En mi caso, me gustaría citar la declaración reciente de la ONU [un grupo de tra- bajos sobre detenciones ar- bitrarias] que ha estableci- do claramente que mi arresto fue arbitrario. Ha reconocido que el derecho a la defensa no ha sido respe- tado y los derechos huma- nos han sido vulnerados y ha solicitado a Japón una auditoría. Es una posición que refuerza mi determina- ción de restablecer mi cré- dito y mis derechos, no solo fundamentales sino tam- bién mi derecho a recibir una compensación y recu- perar mi legado como el hombre que resucitó Nis- san y el principal artífice de la alianza. Por otro lado, también está la situación en la que hoy se encuentran Nissan, Renault y Mitsu- bishi. Se ha perpetrado un daño económico monumen- tal contra estas empresas, visible en la caída de las ac- ciones, de los beneficios y del empleo, que se está re- duciendo de manera discre- ta, prescindiendo de gente y cerrando plantas. P. ¿Qué compensación eco- nómica maneja? LECCIÓN GHOSN “No sacrifi- que sus pro- pios intere- ses y su fa- milia por otro bien, porque nun- ca será re- compensa- do. Después de todo lo que hice por Renault, no obtuve nin- gún recono- cimiento” LA HUÍDA “Se ha ha- blado mu- cho y ha ha- bido muchas especulacio- nes. Solo puedo decir que fui yo quien sope- só los ries- gos, quien conocía la situación y quien pulsó el botón de la escapada” FUTURO POSTCOVID “Habrá mu- chas turbu- lencias polí- ticas porque no hemos visto aún todas las consecuen- cias de la pandemia y serán muy importantes. La industria automotriz tendrá que cambiar y adaptarse” “ 9 Ejecutivo galo que quería incrementar su control so- bre Renault y buscaba una fusión, cómo suscitó unas sospechas que no existieron durante años. Se deshicieron de mí por- que me consideraban un instrumento de la influen- cia francesa en la alianza, algo que fundamental- mente era cierto, porque desde que yo no estoy al frente no existe influencia de Renault sobre Nissan y reina el consenso de hacer lo que cada uno quiere. En la alianza se solía hablar mucho, pero cuando se to- maba una decisión todos la cumplían por el bien de las compañías, incluso no estando de acuerdo. Lo llamábamos sinergias y eso ya no existe. Ahora ca- da uno va a lo suyo. Hay incluso rumores de que Nissan venderá acciones de Mitsubishi y señales de una posible desintegra- ción de la alianza en los próximos años. Quienes causaron todo este daño deberían pagar por ello. P. Si tuviéramos una má- quina del tiempo y pudié- ramos rectificar nuestro pasado, ¿cambiaría sus decisiones? R. No actuaría de un modo distinto al que lo hice pe- ro, si pudiera regresar al pasado, hay un par de co- sas que sí cambiaría. En 2009 recibí una oferta pa- ra ser director ejecutivo de General Motors [que se había declarado en quie- bra en medio de la crisis financiera] y debería ha- ber aceptado. P. Fue el gran error de su vida profesional. R. Sí. Dije no en contra de mi propio interés. Está- bamos en mitad de la cri- sis financiera y no quise dejar el barco en medio de la tormenta. Nissan y Renault no estaban bien en 2009. Me veía capaz de reestructurar General Motors, pero hubiera de- jado a la alianza en una situación muy incómoda y en evidente peligro. El otro error lo cometí en junio de 2018. No debí haber renovado mi man-dato. Realmente lamento haber tomado la decisión que adopté aunque eso no cambie ya la realidad. llón de dólares sin recono- cer su culpabilidad]. En cambio, Kelly lleva dos años como rehén de Ja- pón, está inmerso en un juicio que podría durar otro año sin contar la ape- lación y afronta una pena de una década en prisión. Resulta increíble que ocu- rra todo esto sin ni siquie- ra haber tenido la oportu- nidad de tratarlo. Por en- cima de todo esto, tienes a unos fiscales con una tasa de condena del 99,4%. Descubrí que cuando los fiscales te arrestan, nece- sitan ganar. No les impor- tan la verdad ni los he- chos. Solo deben cumplir la estadística porque, si no lo hacen, son parte de ese 0,6% de casos perdidos y es malo para su carrera. El sistema al completo es- tá distorsionado. Y nada tiene sentido. Algunos me- dios han estimado que Nissan ha gastado más de 200 millones de dólares en investigarme, pagar abo- gados y hacer campaña contra mí. Cuando ves las acusaciones, hablamos de supuestos gastos que re- presentan el 10% de esa cantidad. Nadie gasta 20 veces la cantidad que se reclama sin, primero, abordar el asunto al nivel de la junta directiva o tra- vés de una auditoría. P. Hace apenas tres años era uno de los popes de la industria automotriz. Re- nault-Nissan había logra- do liderar el mercado, su- perando a Toyota y Volks- wagen. Y, de pronto, su aparatosa caída... R. La principal razón fue la situación tan particular en la que me encontraba. Dirigía tres empresas al mismo tiempo, dos en Ja- pón y una en Francia. No hay ningún otro director ejecutivo con esa respon- sabilidad en este u otro sector. Yo lo hice durante 19 años y nunca se escu- chó ningún problema en- tre unas compañías que estaban creciendo y eran rentables. Yo creo que el motivo principal de mi caída fue la desconfianza que se abrió en el lado ni- pón de la alianza, el Go- bierno del país y parte de sus ejecutivos, contra el Gobierno francés. Y fue así, por el activismo del PREGUNTA. El 31 de di- ciembre de 2021 cerra- rá la planta de Nissan en la Zona Franca de Barcelona. ¿Comparte la decisión? RESPUESTA. Los cie- rres son siempre con- secuencia de una mala gestión, La administra- ción siempre es res- ponsable, salvo que se produzca un desastre económico. Cuando llegué a Nissan en 1999 tuve que afrontar cie- rres y ajustes de planti- lla. Debería haberse hecho antes, pero no se hizo. Tuve que des- pejar las cuentas y, después de aquello, no volví a cerrar ninguna fábrica en los 19 años en los que estuve al mando. Limpiamos el pasado y fuimos a por el crecimiento. La se- ñal de una gestión dé- bil es la búsqueda de excusas para justificar los reveses. En Nissan hay una ma- la gestión que obvia- mente genera malos resultados. P. Durante su mandato, ¿tuvo el cierre de Bar- celona sobre la mesa? R. No. Se hablaba mu- cho sobre su futuro, pero nunca conclui- mos que necesitára- mos echar el cierre allí. Tal vez había que re- ducir su tamaño, pero no suprimirla. Ahora Nissan está dando marcha atrás a su plan de expansión. Para mí, es una indicación de que la dirección no sa- be adónde ir y carece de visión sobre la gran transformación que protagoniza la indus- tria. Están perdiendo batallas y, en esas cir- cunstancias, lo único de lo que puedes ha- blar es de cómo vas a hacer la retirada y culpar a tu predece- sor, al ri- val, a una trai- ción, al mal tiempo, a la ma- la suerte. P. Usted no habría ordenado entonces el fin de Bar- celona… R. A lo largo de mis 19 años he demostrado que, cuando quiero al- go, lo hago. No dudé en cerrar plantas cuan- do accedí a Nissan, siempre que fue nece- sario. Nadie puede acusarme de haber si- do un gerente sin ca- rácter. No es ese uno de mis rasgos. Si hu- biera estado convenci- do del cierre de Barce- lona, lo habría ejecuta- do. No lo hice porque pensé que no era ne- cesario, siempre que hubiera un buen plan de futuro. P. ¿Cómo ve el futuro de la industria auto- movilística en España? R. Es un gran país en el sector por una razón muy sencilla: cuenta con una mano de obra trabajadora y disci- plinada y tiene estupendos ingenieros. Aunque no hay una marca es- pañola, hay ejecu- tivos es- pañoles en todas partes. Es algo que habla del ta- lento existente.. No me preocupa el futuro del automóvil en España. Sí me inquietan ciertos actores presentes hoy, pero no abrigo dudas sobre la contribución de España al desarro- llo de la industria. P. ¿Qué actores? R. Eso no lo voy a decir. P. Solo tiene elogios para uno de sus más es- trechos colaboradores, el español José Muñoz, hoy director de Opera- ciones de Hyundai. R. Era el tipo más com- petente en el comité ejecutivo de Nissan. Si no hubiese sido por la razón estratégica de que el CEO debía ser japonés, habría sido el máximo responsable de la compañía, por- que era el más capaz. Por desgracia, yo pro- puse para el cargo a Hiroto Saikawa, un buen número dos, pe- ro un terrible número uno. Cada cierto tiem- po, esto sucede. Fue un error. A Muñoz lo despidieron por negar- se a mentir. No quería ser manipulado. Tras mi arresto, le ofrecie- ron 12,8 millones de do lares para ir a Japón y cooperar con la fisca- lía, pero no se de- jó sobornar. “NO ME PREO- CUPA EL FUTURO DE LA INDUSTRIA ESPAÑOLA” R. Sin duda. No solo es saber dónde es- tá tu límite, sino también cuidarte a ti mismo. No sacrifiques tus propios in- tereses y tu familia por otro bien, porque nunca serás recompensado. Es la gran lección. Después de todo lo que hice por Re- nault, no obtuve ningún reconocimiento. Y fui yo el que obtuvo los mejores re- sultados de la empresa. A pesar de eso, no recibí ni un simple agradecimien- to. En el caso de Nissan, resucité la firma desde ce- ro. Ellos intentaron refor- mar la empresa antes y acabó en desastre. Tuve que llegar yo, darle la vuelta a Nissan y lograr 18 años de crecimiento. Creé una alianza por la Entonces me torturaba la idea de renovar o no. Y lo terminé pagando caro porque mi interés hu- biera sido decir: gracias, chicos, pero me jubilo. Habría entregado la compañía a otra persona en mejor disposición de forjar la convergencia entre empresas, pero me pidieron que reconside- rara una renovación que rechazaba mi familia. Por eso me sentí tan mal cuando pasó lo que pa- só. Mis hijos me habían dicho: papá, ya has he- cho suficiente, tienes 64 años, déjalo y disfruta de la vida. P. Sería una buena lección para cualquier ejecutivo: saber cuándo parar. que nadie apostaba, hice que tres empresas traba- jaran juntas y se convirtie- ran en el número uno. ¿Qué conseguí a cambio? Cero reconocimiento. ¿Cu- ál es la lección que me en- señó todo esto? Que las personas que me apoyan son mi esposa, mis hijos, algunos amigos cercanos y muy pocas figuras pú- blicas. ¿El resto? Como di- cen en Francia, inconnue au bataillon [nadie ha oí- do hablar]. Se esfumó co- mo si no hubiera existido y la empresa quiso borrar la historia de las últimas dos décadas, igual que si fuera un agujero negro. P. ¿Fueron las recepciones en el palacio de Versa- lles y el uso del jet pri- 10 estra tegias. Con el encarcela- miento de Carlos Ghosn, el planeta entero descubrio la existencia de Kosuge, construi- do en 1971, reno- vada entre 1996 y 2012, buque insig- nia del universo carcelario japonés, a la vez que descubrió la realidad de un sistema judicial que permite pro- longar indefi- nidamente (el récord supera los 600 días) el interrogato- rio de personas arrestadas. Pa- ra contrarrestar la imagen poco favorecedora ofre- cida, la dirección del centro de de- tención organizó en junio de 2019 una visita guiada para una quincena de periodistas ex- tranjeros, una visi- ta estrictamente “inmobiliaria”, en la que de ninguna manera se pudo conocer ni ver de lejos siquiera a al- guno de los1.758 presos. Para el guía de servicio, Shigeru Takenaka en per- sona, el director de Kosuge, el gran mérito de las pri- siones japonesas, aparte de la higie- ne impecable que reina y la comida “equilibrada”, es que los detenidos gozan de total se- guridad, protegi- dos de ellos mis- mos y de los de- más. “Todo está concebido para evitar los intentos de suicidio, por ejemplo, la estan- tería fijada a la pa- red está curvada para no per- mitir el agarre o poder colgar nada, y los grifos del la- vabo fueron reem- plazados por boto- nes”, detallaba en sus visitas. La reali- dad, dice Carlos Ghosn, es que “son las condiciones del encarcelamiento las que empujan al suicidio, pero te paran justo antes. Debe de ser un método de tortura al estilo japonés. Todo está hecho para llevarte a la desesperación, pe- ro también para impedirte pasar a la acción. »Afortunada- mente, tenía tres nacionalidades. Las visitas de los diploma ticos, dos o tres veces a la semana, eran una especie de burbuja de aire. El papel desempeñado por Laurent Pic ha sido extremadamente importante. Du- rante todo este período, se portó de un modo admi- rable. Nunca le pregunté acerca de las consignas que había podido recibir de París, si es que las recibió, pero seguramente no me habría con- testado. El hecho es que su apoyo ha sido muy im- portante para mí. El embajador de Líbano y su núme- ro dos han sido muy solidarios. Venían a verme siempre que po- dían y me traían todo lo que po- dían, entre otras cosas fruta; y el cónsul general de Brasil siempre in- tentaba animarme”. En realidad, du- rante las primeras semanas de de- tención, los diplo- máticos y los abo- gados serán las únicas conexiones entre Carlos Ghosn y el mundo más allá de los muros y los cer- cos. Serán tam- bién prácticamen- te la única fuente de información. “El resto del tiem- po, estaba solo, con un gran sentimiento de abandono. Ha- brá hecho fal- ta alrededor de un mes pa- ra tocar fon- do y empezar a subir hacia la superfi- cie”. Lo que Ghosn no ha entendido aún en aquel mo- mento es que, al igual que en la pe- lícula de culto La piscina (con Alain Delon, Romy Schneider y Mau- rice Ronet), al- guien le esperara en la orilla para hundirle la cabeza bajo el agua a ca- da vez que inten- tara emerger. en la prisión de Kosuge. ¿Cuál fue su episodio más oscuro? R. Por desgracia hubo mu- chos. El primer día tras mi arresto fue terrible. Esta- ba en shock porque no en- tendía la razón de mi de- tención y necesité tiempo para comprender por qué Nissan me atacaba y la desproporción de la agre- sión. Luego tuve la impre- sión de que alguien había decidido ya que yo era cul- pable y que querían des- truir mi imagen. La de al- guien que había sido du- rante 18 años un modelo de gestión en Japón. No tenía acceso a mi familia y solo podía contactar con unos abogados que no co- nocía y que a duras penas hablaban inglés. Tuve la fortuna de, al tener tres nacionalidades, poder re- cibir la visita regular de tres embajadores pero fue una pesadilla. P. ¿Pensó en el suicidio? R. [Reflexiona un instante] No, no. Pensé que estaba atravesando un momento horrible pero, en cierta manera, entendí que la luz volvería a alumbrarme. No sé cómo supe aquello. Llámelo fe, convicción o lo que quiera, pero en lo pro- fundo de mi corazón sabía que no estaba solo y que tanta maldad era injusta. Cuando salí en libertad bajo fianza, cené un día con un político de la oposi- ción japonesa. Me dijo: “Acepte mis disculpas, porque no es tradición en Japón pagar con tanta ma- lignidad todo el bien que ha hecho por este país”. Creo que expresó muy bien el sentir de algunos japoneses. P. ¿Se imaginó alguna vez que abandonaría Ja- pón oculto en una caja vado un error? R. No. He sido reemplazado por cinco personas. La su- ma de mi sueldo y mis gas- tos es menor que la que hoy generan esas cinco perso- nas en conjunto. Primero, el uso del avión era parte de mi trabajo. Si no lo hubiera tenido, no podría haber cumplido con mi trabajo. No se pueden dirigir tres compañías en diferentes continentes sin un avión. Cuando se acepta que voy a asumir esa responsabili- dad, se acepta también que voy a vivir en un avión. Se- gundo, la descripción que se ha hecho es parte de la campaña de difamación. Han dicho: “Este tipo orga- nizó una o dos fiestas en Versalles y acudió a Ca- nnes”. En realidad, eso no se corresponde con mi estilo de vida. Quienes han traba- jado conmigo y me conocen saben que no soy una per- sona muy sociable, sino más bien familiar. Solía ce- lebrar muy pocos actos, pe- ro los que hice quise que gozaran de gran calidad. Por eso elegí Versalles. No es porque yo me crea Luis XIV sino porque los extran- jeros, cuando visitan Fran- cia, pasan por Versalles. Un acto de la alianza tenía que celebrarse en el lugar más prestigioso de Francia, co- mo otras muchas empresas habían hecho antes. Se han utilizado esos dos eventos para presentarme como “un dictador codicioso”, pero esa descripción es infunda- da si se analiza mi histo- rial. No soy un dictador. Tomé decisiones, pero no lo hice solo, sin escuchar a la gente. Cuando estaba convencido de algo, lucha- ba. Si se quiere ser eficien- te, las decisiones deben ser vinculantes y deben ser ejecutadas. P. Hablemos de sus meses Cuando salí en libertad bajo fianza, cené una noche con un político de la oposición japonesa. Me dijo: “Acepte mis disculpas, porque no es tradición en Japón pagar con tanta maldad todo el bien que ha hecho por este país”. “Quiero recuperar mi repu- tación como el hombre que resucitó Nissan” AL BORDE DEL SUICI- DIO, PERO de altavoces? R. Lo que puedo decir es que obviamente cuando dejas Japón solo lo puedes hacer por mar y aire. Con- sideré todas las opciones. Era una decisión tan vin- culada a mi vida que fui yo el que tomó las resolucio- nes. Estaba arriesgando mi vida y sabía el trata- miento al que me enfrenta- ría si era arrestado en ple- na huida. P. Me pregunto si hubo al- gún momento en la esca- pada en el que llegó a pen- sar que el plan hacía aguas. R. No. Hubo un momento de extrema tensión, pero nunca pensé que fuera a fracasar. Se ha hablado mu- cho de la huida y ha habido muchas especulaciones. So- lo puedo decir que fui yo quien sopesó los riesgos, quien conocía la situación y el que pulsó el botón de la escapada. Lo hice porque había perdido la esperanza de tener un juicio justo. Cuando llegué a la conclu- sión de que por múltiples factores no tendría opción de un proceso independien- te, puse en marcha la salida. El plan se preparó unas se- manas antes de la huida. P. Hay aún muchas som- bras sobre el episodio de la huida. ¿Cuándo sabremos toda la verdad? R. Cuando la gente que me ayudó esté fuera de peligro. P. Siete empleados de la compañía turca que propor- cionó el avión de su huida se enfrentan a la justicia. Sobre Michael y Peter Taylor pesa CON LA LÍNEA DE AVALES, TU EMPRESA SIGUE ADELANTE Trabajamos mirando al futuro Líneas Avales COVID-19: juntos apoyamos a las empresas y autónomos para impulsar su actividad y nuevos proyectos. Entre todos fomentamos la recuperación, promoviendo la generación de empleo y el crecimiento económico sostenible. 900 121 121 www.ico.es S O L I C I T A E S T A L Í N E A E N E N T I D A D E S F I N A N C I E R A S NO MÁS ALLÁ La hora de la verdad, de Carlos Ghosn y Philippe Riès, está publica- do por Ediciones Camelot y saldrá a la venta el próximo 18 de diciembre. 11 CON LA LÍNEA DE AVALES, TU EMPRESA SIGUE ADELANTE Trabajamos mirando al futuro Líneas Avales COVID-19: juntos apoyamos a las empresas y autónomos para impulsar su actividad y nuevos proyectos. Entre todos fomentamos la recuperación, promoviendo la generación de empleo y el crecimiento económico sostenible. 900 121 121 www.ico.es S O L I C I T A E S T AL Í N E A E N E N T I D A D E S F I N A N C I E R A S la extradición a Japón por su implicación directa en la logística. ¿Se siente respon- sable del destino de todos ellos? R. Todo este asunto es un completo tabú para mí porque no quiero ser res- ponsable de ocasionar ningún perjuicio a estas personas. No voy a hacer comentarios. P. En el libro se define us- ted como “un liberal inte- grado y globalista”. ¿Popu- lismo y nacionalismo han propinado una puñalada mortal a la globalización? R. No lo creo. Cualquier movimiento tiene su reac- ción. El populismo y el na- cionalismo se enfrentan a la globalización. Ambas tendencias han coexistido, con la una prevaleciendo sobre la otra durante un determinado periodo de tiempo, y viceversa. No me cabe duda de que vamos hacia una mayor globali- zación. Empezamos como tribus y luego evoluciona- mos hacia pequeños terri- torios y de allí a países, continentes y el planeta. Que la humanidad se diri- ja hacia la globalización no significa que sea un re- corrido lineal. Siempre puede haber reveses y alti- bajos y es lo que hemos visto últimamente. En mi opinión, la globalización está en nuestros genes, pe- ro incluso ahora, cuando hay algunas reticencias, nadie se plantea regresar a su pueblo y esconderse tras sus muros. La gente quiere saber lo que sucede en el mundo y las compa- ñías desean estar presen- tes en un mercado global. P. ¿Cómo será el mundo pospandemia? R. Habrá muchas turbu- lencias políticas, porque no hemos visto aún todas las consecuencias de la pandemia y serán muy im- portantes. En cuanto a la industria automotriz, creo que la movilidad es una de las cinco necesidades bá- sicas del ser humano. El sector tiene futuro, pero tendrá que cambiar y adaptarse. Soy muy opti- mista sobre el futuro de una industria que debe apostar por los coches eléctricos y autónomos y que precisa de una visión no académica, muy pega- da a la tierra. Los vencedo- res serán aquellos que se- pan prepararse para la transición con realismo y disciplina. P. El Líbano ha sido su re- fugio desde principios de año. Ha sido un annus ho- rribilis para el país, sumi- do en una crisis política, económica y sanitaria re- matada por la devastado- ra explosión. ¿Se encamina hacia el Estado fallido? R. Está atravesando un periodo muy duro. Es todo muy incierto pero creo que el pueblo libanés tiene mucha resiliencia. Ha vivi- do muchas crisis a lo largo de su historia y, si acudes a los datos, las ha supera- do todas. Mi única preocu- pación es cómo ayudar en un momento crucial de la vida de este país. P. ¿Ha recibido alguna oferta para entrar en polí- tica? R. No quiero hacer ningún comentario a este respec- to. Yo he dejado claro des- de el día que llegué que no soy un político y que no lo seré nunca. No me intere- sa. Cuando hace algunos años me pidieron que en- trara en política, ya dije no. P. El método Ghosn ha si- do estudiado y emulado. ¿Sigue vigente? R. Por supuesto. Es un método que se ha demos- trado eficaz durante mu- chos años y en diferentes empresas. Quienes traba- jan en gestión lo seguirán usando hasta que se vuel- va obsoleto y aparezca al- go nuevo. P. En el último año se le ha descrito como fugitivo. Otros han optado por pre- sentarle como un héroe. ¿Cómo se describe el pro- pio Carlos Ghosn? R. Soy un rehén que ha si- do liberado, que se liberó a sí mismo. Fui rehén de un sistema opresor, oscuro y brutal al que le preocupa que un país como Japón mantenga un sistema tan terrible mientras quiere jugar un papel de lideraz- go en el siglo XXI. Yo amo Japón. Viví allí muchos años y no he cambiado mi percepción sobre el pueblo japonés y su cultura, pero es hora ya de que el país se deshaga de su lado más oscuro para ser capaz de avanzar hacia el ma- ñana. 12 estra tegias. Daniel Lacalle es economista jefe de Tressis Gestión. ha superado todas las expectativas en un reto aparente- mente insuperable. Esta no es una crisis del capitalismo o del libre mercado. Gracias a ambos hemos evitado los efectos devastadores del cierre forzoso por decreto. Los mismos Gobiernos incapaces de prevenir y dar protocolos serios para contener la pandemia jamás deberían decidir a dónde debe ir la economía. Debemos estar alerta cuando se anima a “dirigir el mercado” y al Gran Reinicio. Suena a gloria para los políticos más intervencionistas que han llevado a sus países de crisis en crisis mientras culpaban a los mercados de sus errores. Es un riesgo enorme darle mayor poder económico del que ya tienen, que es mucho, a políticos que, cuando fracasan en sus planificaciones, culpan a otros y se presentan como la solución a los problemas que han creado. Es un error fatal darle poder de planificación y orientación a personas que jamás sufren las consecuencias de sus equivocaciones y que financian sus ensoñaciones dirigistas con el dinero de otros. El progreso no existe sin inversores que se jueguen su dinero y apuesten por la innovación y la tecnología, y la innovación no la promueven aquellos que se benefician de que nada cambie. El poder político no debe estar a cargo porque no tiene mejor información que el sector privado y, además, cargan sus errores a los ciudadanos con más impuestos. La expresión Gran Reinicio ya implica que unos líderes políticos y sus empresarios afines van a poder apretar el botón de parar y encender recordando al Gran Salto Adelante de la China comunista, que mató a decenas de millones de personas de hambre. Es, además, no entender que el progreso no viene de Gobiernos que encienden y paran en una cumbre, sino de abrir mercados, competir y fortalecer la innovación, pero también de permitir la destrucción creativa. No hay sostenibilidad sin rentabili- dad ni progreso sin competencia y libre mercado. Muchos intervencionistas han acogido el Gran Reinicio como una oportunidad para “cancelar su deuda”. Todo suena irrelevante hasta que entendamos lo que realmente anuncian. Cancelar parte de su deuda significa cancelar gran parte de nuestros ahorros. La mayoría de los propo- nentes de la Teoría Monetaria Moderna comienzan su premisa afirmando que los déficits del Gobierno se igualan con los ahorros de familias y sector privado… y detrás de la cancelación de los unos viene la supresión del ahorro de los otros. La tecnología, la competencia y los mercados abiertos hacen más por la sostenibilidad, el bienestar y el medio ambiente que los Gobier- nos, porque incluso los que tienen mejores intenciones defienden a toda costa tres cosas que van en contra de los mensajes bieninten- cionados del Foro: sus campeones nacionales, una inflación creciente y un mayor control de la economía. La mejor manera de asegurar que los Gobiernos y empresas afines no utilicen esta excusa para eliminar la libertad y los derechos individuales es promoviendo los mercados libres y una mayor competencia. Si queremos un mundo más sostenible, debemos defender políticas monetarias sólidas y regulación sencilla, no dirigismo. Siempre debemos preocuparnos por las ideas bienintencio- nadas cuando los primeros en abrazarlas son los que están en contra de la libertad y la competencia. El Gran Reinicio pretende aprovechar la oportunidad que ofrece la crisis actual para “dar forma a la recuperación” y “ayudar a informar a todos aquellos que determinan el estado futuro de las relaciones mundiales, la dirección de las economías nacionales, las prioridades de las socieda- des, la naturaleza de los modelos empresariales y la gestión de un patrimonio común mundial”. Así, el mundo debe adaptarse a la realidad actual “dirigiendo el mercado hacia resultados más justos […], asegu- rando que las inversiones promue- van objetivos compartidos, como la igualdad y la sostenibilidad [y] aprovechando las innovaciones de la Cuarta Revolución industrial para apoyar el bien público”. Estos objetivos soncompartidos por todos nosotros, y la realidad muestra que el sector privado ya está implementando estas ideas. La tecnología, las renovables y los planes de sostenibilidad prosperan a velocidad de vértigo. Las empresas se adaptan rápida- mente, lideran el cambio y proporcionan mejores bienes y servicios a precios asequibles, logrando un progreso ambientales y de bienestar impensables si los Gobiernos estuvieran a cargo. El covid demuestra que el mundo ha escapado del riesgo de escasez e hiperinflación gracias a un sector privado que Es un riesgo enorme dar ma- yor poder a po- líticos que fi- nancian sus en- soñaciones diri- gistas con dine- ro ajeno y, cuan- do fracasan, culpan a otro La deuda mundial alcanzará la cifra de 277 billones de dólares este año, según el Instituto de Finanzas Internacionales. Gran parte del aumento de 15 billo- nes de dólares en un año proviene de las respuestas de Gobiernos y empresas a la pandemia. Sin embar- go, la deuda global ya había alcanzado máximos en 2019, a pesar de un ciclo expansivo más largo de lo habitual. Una gran parte es deuda no productiva. Los Gobiernos están usando el covid para perpe- tuar gasto corriente y carga burocrática, que no ge- nera rendimiento real, por lo que la deuda seguirá aumentando después de la pandemia, ya que la productividad alcanzada no bastará para reducir la carga financiera. Se esconde bajo el conveniente paraguas del covid lo que ya era un exceso moneta- rio y fiscal. Y un problema de intervencionismo no se soluciona con más intervencionismo. Por eso de- be preocuparnos el concepto de Gran Reinicio, para el que el Foro Económico ha presentado una guía. Un peligro, más que una oportunidad Libre albedrío. El Foro Económico Mundial ha diseñado un plan para salir disparados de la crisis y lo ha bautizado como el Gran Reinicio. Por Daniel Lacalle MUTUACTIVOS, S.A.U MUTUACTIVOS, S.A.U, S.G.I.I.C. domicilio en Paseo de la Castellana, 33, registro CNMV 21. Primera gestora independiente de cualquier grupo bancario. ¿Qué han hecho sus ahorrosmientras usted ahorraba? Mutuactivos, la primera gestora independiente. 900 555 555 www.mutuactivos.com Visite nuestras oficinas. 14 estra tegias. Una de las escasas buenas noticias de la actual crisis es lo bien que ha funciona- do internet. El confi- namiento decretado para evitar los conta- gios no nos ha aislado del todo. “La tecnolo- gía ha servido de puente para mante- nernos en contacto”, se felicitó María José Romero San José, di- rectora de Comercio Electrónico y Expe- riencia Digital de Minsait, la consultora tecnológica de Indra. “Pero, al mismo tiem- po, se ha inducido un cambio en los hábitos de consumo” y ahora hay que ver cuáles se consolidan y “cuáles han servido para su- perar la pandemia” y desaparecen con ella. Para debatir los cambios que ha traído este vertiginoso 2020 y cómo afectan a los modelos de negocio, la energética Naturgy, Actualidad Económi- ledora. “Hoy en día”, recordó Vecino, “los clientes tienen la últi- ma palabra, te repu- dian o te premian, y un episodio de repu- dio tiene un eco muy amplio”. Hernández coincidió con Vecino en que “las marcas importan” y que la tecnología pue- de ser un aliado a la hora de aumentar el nivel de compromiso, siempre que se esfuer- cen por ser “más loca- les, cercanas y útiles”. Esta utilidad no de- be entenderse en el sentido más inmedia- to, estrecho y perso- nal. “Las grandes compañías”, dijo Veci- no, “deben colaborar en la sostenibilidad del sistema. Tienen que subrayar los va- lores esenciales de sus productos o servi- cios, pero también lo que aportan a la so- ciedad”. “Ante una emergen- cia”, señaló en esta misma línea Monzó, “hay que hacer un es- fuerzo por impulsar los mecanismos de acción social”. A LO GRANDE. Además de crisis, la palabra que más sonó en la mesa redonda fue oportunidad. Para Ve- cino, una vez asumido que el cambio “se ha vuelto una necesi- dad”, hay que aprove- charlo y, en ese senti- do, recordó que los 140.000 millones que España va a recibir del programa Next Generation EU supo- nen una ocasión his- tórica, ya que “las in- versiones que hay que acometer deben ser sostenibles y, además de generar actividad, permitirán mejorar a la sociedad”. “Hay motivos para pensar a lo grande”, concluyó Hernández. “Lo digital tiene me- nos fronteras que lo físico y el covid nos ha enseñado que pue- de operarse mucho más deprisa de lo que creíamos que éra- mos capaces”. ¿Cómo será la re- lación con el cliente en el mundo poscovid? Los expertos coinciden en que ya nada volverá a ser lo mismo. “Hemos descubierto que pode- mos digitalizarnos mucho más rápido de lo que considerábamos que éramos capaces”, señalan. cidió Vecino, “y es de suponer que el con- tacto con el cliente a través del canal digi- tal perdurará, forzan- do una prestación dual de servicios, si- multáneamente pre- sencial y a distancia”. ¿Y cuál será el punto justo de equilibrio? En el caso concreto de Suez, Monzó explicó que durante la pande- mia “se tomaron me- didas para garantizar el servicio y acompa- ñar a los clientes en medio de las limita- ciones”. Ello comportó una transformación de su modelo, más multicanal, pero nun- ca se alcanzará una virtualización del 100%. “No todas las personas tienen el mismo nivel de digita- lización”, alertó, y citó el caso concreto de “los mayores o los co- lectivos vulnerables”. En el ámbito de la salud, López Acosta destacó también cómo la interacción con el cliente “ha cambiado radicalmente” en Sa- nofi. Antes era casi ex- clusivamente presen- cial, pero ha habido que aprender a mante- nerla “a través de múl- tiples canales” y ello ha permitido poner por primera vez a prueba la telemedici- na, con un resultado esperanzador. “Se ha confirmado que gene- ra eficiencia y funcio- na, lo que contribuirá a hacer sostenible el sistema sanitario en el futuro”, aunque la dis- tancia física entrañe “un reto emocional”. Justamente ese vín- culo emocional se re- veló como otra de las claves de la nueva era. Vecino explicó que, en un entorno con poco contacto di- recto, la marca cobra mayor relevancia. Se ha convertido en el “alma” de la relación con el consumidor y mantenerla viva re- quiere un cuidado ex- quisito, porque la ex- periencia de una atención deficiente puede resultar demo- ca y Expansión con- vocaron el pasado 27 de noviembre la mesa redonda “Clientes en el nuevo entorno: di- gitalización y otros retos”, en la que, ade- más de Romero San José, intervinieron Carlos Vecino, direc- tor general de comer- cialización de Na- turgy; Isaac Hernán- dez, responsable de Google Cloud; Marga- rita López Acosta, di- rectora general de la farmacéutica Sanofi, y María Monzó, di- rectora de Clientes de la compañía de tratamiento de aguas Suez. Una constatación en la que todos coinci- dieron fue el progreso en la digitalización. “Muchas innovacio- nes tecnológicas lle- vaban años disponi- bles”, observó Monzó. “Solo faltaba la dis- posición a usarlas”. La implantación de tendencias como el teletrabajo o el co- mercio electrónico “se han acelerado”, coin- TEXTO ALEJANDRO SANTOS 14 estra tegias. Santander One. Un nuevo modelo de banca hoy que se adapta a ti y a tu empresa para ayudarte a superar retos tan únicos como tú y personalizar tu relación con el banco. Infórmate en tu oficina o en bancosantander.es CADA RETO REQUIERE SU PROPIO PLAN “ “ La batalla de Bankinter contra Calviño tras ayu- dar al emiratí preso que se forró en laTorre Foster semanas antes, el propio Al Qubaisi había sido detenido en Abu Dhabi a petición de Estados Unidos por su cone- xión con una estafa en el fondo soberano malayo 1MDB. Sus bienes quedaron embargados, pero seguía teniendo, entre otras propiedades, la opción de compra sobre la imponente Torre Foster, sede de Cepsa,en Madrid. La Audiencia Nacional señala que, “pese a lo anterior”, Bankinter “le admite como cliente y, a través de un crédito de 400 millones de euros, le facilita el acceso a fondos para ejecutar una opción de compra de un inmueble, en una opera- ción ciertamente inusual y que suponía la automática transmi- sión de la propiedad a un tercer comprador. Este dinero de otra forma difícilmente podría haberse obtenido en el sistema financiero debido al bloqueo de los fondos de su cliente ordena- do por el Departamento de Justicia de Estados Unidos”. Por si fuera poco (siempre según este relato de hechos), Bankinter engañó al propio La vicepresidenta en persona firma la sanción de 8,2 millones a Bankinter por dar un crédito puente al expresidente de Cepsa Khadem Al Qubaisi para que comprara a Bankia la Torre Foster de Madrid y la vendiera en minutos a Amancio Ortega. Por el camino, el emiratí se sacó 93 millones de euros en un negocio redondo que Bankinter nunca debió facilitar, según la sanción de Calviño publicada en el Boletín Oficial del Estado el 18 de noviembre. Los datos del expediente sancionador abierto en 2018 por el Servicio de Prevención de Blanqueo de Capitales que ha concluido Calviño son escalo- friantes. Los desveló la Audien- cia Nacional el pasado octubre al rechazar un primer intento de Bankinter de frenar cautelar- mente la sanción. Todo arranca el 29 de septiembre de 2016, cuando el consejo de adminis- tración de Bankia, presidido por José Ignacio Goirigolzarri, aceptó materializar la opción de compra que había concedido al muy oscuro Al Qubaisi en 2013, al verificar que sus 397 millo- nes los ponía Bankinter, una sociedad cotizada española. Ejecutó la compra la sociedad holandesa Muscari Property BV en representación de Al Qubaisi que, en minutos, la revendió a Pontegadea, el brazo inversor de Amancio Ortega, por 490 millones. El citado botín de 93 millones llegó en un suspiro. Según la sentencia de la Audiencia Nacional, en el momento de los hechos, “Bankinter tenía conocimiento de la identidad del titular real de su cliente y también era conocedora de la situación en que este se encontraba (arresta- do y con sus bienes y fondos embargados) por su presunta vinculación con delitos interna- cionales de blanqueo de capitales, tras una estafa internacional de cantidades multimillonarias que estaba siendo investigada y había sido objeto de actuaciones judiciales por varios Gobiernos, tal y como constaba en diferentes fuentes consultadas”. En efecto, Sepblac cuando posteriormente investigó la operación. “Una vez requerida por el Sepblac para facilitar información sobre este cliente, la entidad comunicó la cancelación de las relaciones de negocio con tal cliente, infor- mación que posteriormente resultó ser falsa [...] no solo no se produjo, sino que la entidad prosiguió realizando operacio- nes con este cliente y en la misma cuenta, llegando a efectuar transferencias millonarias al exterior que nunca debió haber efectuado conforme a la ley”. Bankinter, cuyo principal accionista es la sociedad Cartival de Jaime Botín, perpetró tres infracciones graves de la normativa sobre prevención del blanqueo de capitales, según Calviño. La primera, no haberse informado sobre el negocio que iba a hacer Al Qubaisi y comprobado su veracidad, por lo que la multa por 4,06 millones. La segunda, por no haber realizado “un examen especial” al turbio cliente ante los indicios de blanqueo, por lo que tiene que abonar 1, 08 millones adiciona- les. Y la tercera, porque todo lo anterior debió llevar al banco a “abstenerse de ejecución” de la operación, lo que le supone otros 3,06 millones de sanción. Aunque no es disuasoria ni aplica la máxima multa posible en la ley, hay que reconocer que es difícil hallar precedentes en el Sepblac de tamaña sanción. Bankinter acata y pagará, pero ha decidido mantener la batalla ante la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional para que tumbe y anule la sanción de la vicepresidenta. “Se demostrará ante la Audiencia Nacional que la intervención de Bankinter fue en este asunto absolutamente trans- parente y acorde a la normati- va vigente y a la diligencia debida”, dicen en Bankinter. Argumentan que “en ningún momento se pone en cuestión el origen lícito de los fondos, condición sine qua non para que pueda existir riesgo de blanqueo, pues estos proce- dían de un gran inversor español”, en alusión a Ortega. La Audiencia Nacional apunta que no hace falta que fuera ilícito el dinero para que haya incumplimiento la normativa antiblanqueo. En todo caso, Bankinter resalta que fue Bankia quien había concedido a Al Qubaisi la opción de compra. “El titular de la misma no tenía ninguna limitación para el ejercicio de dicha opción, que fue autoriza- da por quien la había concedi- do sin que Bankinter tuviera nada que ver en ello”. Según su versión, “Bankinter se limitó a otorgar una financiación, sin riesgo crediticio alguno, pues estaba realizada con plenas garantías y en donde el origen y destino de los fondos estaba plenamente acreditado y analizado”. La justicia decidirá, pero la vicepresidenta acierta en que el episodio es impresentable y no solo para Bankinter. En 2019, Al Qubaisi fue condena- do a 15 años de prisión por robo al fondo malayo y duele que este sujeto se haya queda- do con 93 millones que habrían venido bien al banco controlado por el Estado. En Bankia alegan que cuando se le dio la opción de compra a Al Qubaisi en 2013, nadie (ni Ortega) hizo una oferta mejor. Las crisis atraen, entre otras calamidades, a los más desaprensivos. La que puede constituir una de las operaciones más sucias en el corazón de Madrid enfrenta en los tribunales a uno de los principales bancos del país con la vicepresidenta del Gobierno en una historia increíble en la que un ladrón emiratí se forró con un edificio de Bankia que compró Ortega. Por Carlos Segovia El condenado en 2019 por robo a un fondo malayo ya apuntó irregularida- des en 2013, cuando consiguió que Bankia le diera una opción de compra sobre la Torre Foster. Khadem Al- Qubaisi dirigía entonces Cepsa para el fondo de su país emiratí IPIC y buscaba el negocio de comprar el edificio que iba a alquilar a la petrole- ra propiedad de Emiratos Árabes. Dirigía Cepsa y compró el edifi- cio para alquilarlo a la petrolera Bankinter afirma que ganará el plei- to en la Audiencia Nacional para anular los 8,2 millones de multa que le ha impuesto la vicepresidenta ‘‘ Contra Opa 16 18 bol sillo. nencialmente; actualmente hay unas 2.000 en más de 16.000 mercados de todo el mundo”. El pasado martes, solo medio año después, el listado en vivo de inves- ting.com incluía más de 4.000. Grobys y Sapkota explican que las principales ventajas de las criptomonedas son “la transparencia y la accesibi- lidad 24 horas al día. Todas las transacciones se graban en el libro de contabilidad abierto y público llamado blockchain”, un tipo de pro- grama informático cuya téc- La del coronavirus no fue la única pandemia predicha por Bill Gates. Hace seis años, el fundador de Micro- soft vaticinó que “el futuro del dinero es la moneda di- gital”. El pasado mayo, los profesores Klaus Grobys y Niranjan Sapkota constataron en la revista académica Applied Economics que, “desde el advenimiento del bitcóin, la primera criptomoneda en circulación [desde 2009], el número de criptomonedas se ha incrementado expo- bol sillo. Burbuja de cripto- calderilla dónde, cómo y, sobre todo, cuánto le va a costar El auge del bitcóin como valor refugio, el desarrollo de la tec- nología blockchain y la moda de las finanzas descentraliza- das están calentando las divi- sas electrónicas a niveles que recuerdan a la fiebre punto- com, de infausta memoria. mo posible valor refugio,que puede arrastrar a otras criptodivisas, a menudo sin fundamento; en segundo lu- gar, el desarrollo de la tecno- logía blockchain en muchas industrias, y por último, la emergencia de las finanzas descentralizadas, aplicacio- nes financieras construidas sobre plataformas como Ethereum”. EL GRANO Y LA PAJA. Este océano ahora tan bullicioso admite, en su abisal profun- didad, prácticamente de to- do. Desde tendencias políti- nica criptográfica descen- tralizada impide alterar los flujos de información que se van acumulando en un ar- chivo. Como explica Eloi No- ya, director del programa de innovación tecnológica en España de la Asociación Eu- ropea de Asesores Financie- ros (EFPA), “el precio de cada criptomoneda responde a las expectativas que los in- versores depositan, tanto en la tecnología blockchain en general, como, sobre todo, en el proyecto en particular que representa cada cripto- moneda”. Y aquí llega el gran pero: “Estamos ante una inver- sión extremadamente volá- til. Muchísimos de estos proyectos no prosperarán y el valor de esas criptomone- das será nulo. El inversor debe ser consciente del enorme riesgo. En la mayo- ría de los casos se podría perder toda lo invertido y, sí, en algunos pocos habrá re- valorizaciones importantes, pero será un porcentaje re- ducido, a semejanza de lo que pasó a finales del siglo XX con las inversiones de las primeras startups de in- ternet”. Si es así, estamos en la cresta de una burbuja. “En estos últimos meses hemos vivido el auge de muchas criptomonedas, empujadas por diversos motivos. Por un lado, el papel del bitcóin co- POR ÁNGEL PEÑA cas, como la moneda Presi- dent Trump, al obvio Sex- coin. Pero la propuesta más significativa, y honesta, qui- zá sea la de cierto creativo de las finanzas con un ángu- lo analítico más bien obli- cuo (o sea, un cachondo), que ha llamado a su criptomo- neda Bubble, o sea, Burbuja. Los expertos intentan se- parar el grano de tanta paja. Según Noya, “por volumen de capitalización y transaccio- nado, la principal es obvia- mente Bitcoin. Después tene- mos criptomonedas de pro- yectos o plataformas que ya tienen una implantación im- portante y un mínimo de cinco años de existencia, co- mo Ether, de la plataforma Ethereum, sobre la que se programan la mayoría de los contratos inteligentes [au- toejecutables cuando se cumplen unas condiciones específicas]; XRP, el token [denominación técnica de la criptomoneda, se puede con- siderar sinónimo a efectos financieros] de Ripple, la plataforma que facilita las transferencias internaciona- les de los bancos; LTC, de Li- tecoin; ADA, de Cardano, o XLM de Stellar, una web es- pecializada en pagos”. Otro bloque interesante lo forman las “ligadas al fenó- meno de las finanzas des- centralizadas o DeFi, que es- tán incrementando mucho su contratación y precio en este último año, como Chainlink, Maker, Com- pound o Uniswap. Y no pode- mos olvidar que hay cripto- monedas que están ligadas al precio de una moneda fiat [respaldada por un Estado], como el dólar; se las llama stablecoins, y su precio se mantiene firme, por lo que no son objeto de inversión; entre ellas están Tether, DAI o la nueva Diem (la antigua libra de Facebook)”. Noya cree que, cuando la cosa se calme, “ciertas crip- tomonedas acabarán te- niendo valor porque la tec- nología blockchain y las fi- nanzas descentralizadas irán implantándose”. Pero ya están empezando a mos- trarse útiles. En un artículo académico en The Review of Financial Studies, Sabrina Howell, Marina Niessner y David Yermack analizan la emergencia de “ofertas ini- ciales de moneda” (ICO, por sus siglas en inglés) como “un nuevo mecanismo para 19 la financiación del empren- dimiento”, y trazan su para- lelismo con las ofertas pú- blicas iniciales, el capital riesgo y el ya consolidado crowdfunding. Grobys y Sapkota también se explayan en la cruz de la criptomoneda. Entre sus riesgos señalan la posibili- dad de ser pirateados y el uso de su anonimato por muchos criminales. No ayu- da que un simpático finan- ciero haya bautizado a su moneda como Evil (Mal). Pe- ro el verdadero talón de Aquiles es la volatilidad. Se- gún Grobys y Sapkota, de to- das las criptomonedas lan- zadas antes del 31 de di- ciembre de 2014, el 59% ha- bían entrado en suspensión de pagos a finales de 2018. INFLAR Y TIRAR. Para el co- mún de los inversores, “que disponen de un máximo de 100.000 euros para invertir”, Noya aconseja “no destinar nunca más del 5% de su pa- trimonio líquido a estas in- versiones, por el enorme riesgo de perderlo todo. Dentro de ese 5%, además, habría que diversificar entre varias divisas y priorizar aquellas que tienen un pro- yecto tecnológico con cierto recorrido, en especial el bit- cóin, que ha demostrado, pese a su enorme volatili- dad, una tendencia creciente a largo plazo”. Además, es imprescindible “informarse de qué hay detrás de cada criptomoneda y cómo se es- tá desarrollando la platafor- ma o proyecto que la sopor- ta, y no invertir nunca por comentarios o rumores de personas sin conocimiento”. Tampoco es aconsejable es- pecular “con una visión de corto plazo. La gran volatili- dad es un atractivo para muchos inversores poco ex- perimentados, pero a la vez, un enorme peligro”. La tentación es fuerte, pe- ro siempre hay alguien más listo. En un artículo en la Social Science Research Network, Tao Li, Donghwa Shin y Baolian Wang advier- ten de que la técnica del “pump-and-dump” [inflar y tirar] se está generalizando en estos mercados. Un abrupto subidón artificial cual cebo listo para ser al- zado fuera del agua en cuanto piquen algunos in- cautos. Así que no se fíe. Y si ese allegado que tanto apre- cia en las cenas de Navidad no puede dejar de hablar, anímele a crear su propia moneda. Nadie ha acu- ñado todavía el… BITCOIN ETHEREUM XRP TETHER LITECOIN CHAINLINK BITCOIN CASH CARDONA POLKADOT BINANCE COIN STELLAR BITCOIN SV USD COIN EOS WAPPED BITCOIN MONERO TRON NEM TEZOS CRYPTO.COM COIN FILECOIN UNUS SED LEO NEO COSMOS VECHAIN EL FUTURO DORADO DEL BITCÓIN El bitcóin lidera la carrera por batir al oro como valor refugio (ver gráfico en la página anterior). “Nacido con una política monetaria deflacionista, su protocolo tiene programado que habrá un máximo de 21 millones de bitcoines, de los que ya se han minado casi 19, con un paradig- ma de descentra- lización y mecanismos muy potentes de seguridad”, dice Noya. Todo ello le va dando un atractivo dorado “como valor refugio contra las políticas moneta- rias expansivas que acaban depreciando las monedas de uso corriente”. 21 constantes y no trabajaba nunca. Habré dicho 1.000 veces en mi vida la frase: “Se puede trabajar desde cualquier lu- gar del mundo, solo necesitas una conexión a internet y un ordenador”. Ahora ya empiezan a creerme y, una vez entendida la premisa, muchos han decidido moverse. Al- gunos, que hace años eran esclavos de un despacho, eligen ahora dónde quieren vivir y, por ende, desarrollar su ca- rrera, y este movimiento va a suponer una auténtica sacu- dida para la organización de las ciudades, tal y como es- taban diseñadas. La bolsa tiene tres variables imprescindibles que la ha- cen atractiva para su desarrollo como fuente de ingresos adicional a la carrera y como profesión exclusiva. La pri- mera es la ya mencionada la movilidad: la posibilidad de trabajar desde cualquier rincón del planeta, sin necesidad de un espacio físico concreto. La segunda es la posibili- dad de rotar el capital debido a la gran liquidez del mer- cado. Esto significa que no hay que pensar constantemen- te en el apalancamiento en la renta variable, sino que hay que interiorizar la rotación de capital. Un inversor que realiza tres operaciones de compra y tres operaciones de venta con 10.000 euros, es decir, su capital sin necesidad de apalancarse (comprar conmás dinero que el que uno tiene), podría negociar un total de 7,2 millones de euros de compra y otros tanto de venta. Este es el gran objetivo de cualquier persona que quiera hacer operaciones intradía (comprar y vender el mismo día): tener los herramientas suficientes para poder desarrollar esta técnica y crecer ordenadamente y, ante todo, controlando el riesgo en todo momento. La tercera variable imprescindible y que ofrece una gran ventaja para operar en bolsa es el absoluto con- trol de los costes fijos pues, para ser profesional de esto, no hace falta estructura; como mucho, sus costes fijos mensuales para operar serán de 150 euros, ya que si no se opera, el bróker no cobrará comisión extra, lo cual, como hemos comentado va- rias veces, nos genera la tranquili- dad de seleccionar muy bien en ba- se a nuestro método cuándo es una buena opción realizar operaciones y cuándo no hacer nada de nada. La productividad, la otra gran lección aportada por este cambio de hábito profesional, está maximizada en la renta variable: aprenda a no ha- cer nada. pero no tanto el inicio de 2021. Uno de los días coincidí con un colega que también estaba de vacaciones en las is- las. Llevaba años viviendo en Manhattan y había regresa- do a Barcelona, porque no creía que Nueva York recupera- ra la normalidad hasta 2024, y le había sorprendido el cambio experimentado por la Ciudad Condal. No se expli- caba cómo había perdido su antigua efervescencia. “Si an- tes a la gente le encantaba vivir aquí, ¿por qué no ahora?”, se preguntaba. Dejando de lado los asuntos políticos, en los que no va- mos a entrar aquí, no cayó en un hecho que va a transfor- mar los hábitos profesionales y formas de vidas de mu- chas personas: la movilidad. Antes se intentaba optimizar la matriz “lugar donde vivir/trabajo a realizar”, y mucha gente consideraba, con razón, que Barcelona era una de las ciudades del mundo que mejor optimizaba esa matriz. Pero ahora todo ha cambiado. No hace falta estar en un espacio concreto y le comenta- ba a mi colega que yo nunca he te- nido ni horarios que cumplir ni ofi- cina a la que acudir. De hecho, siempre he tenido auténticos pro- blemas con esta variable, pues co- mo operaba en bolsa desde cual- quier lugar, mis alumnos enten- dían que estaba de vacaciones El covid su- pone una au- téntica sacu- dida para la organización de las ciuda- des tal y co- mo las cono- cíamos Estos días de vacaciones he aprovechado para visi- tar las Canarias, unas islas que nada tienen que envi- diar a Hawai. He estado compitiendo allí en cuatro ocasiones y las conozco todas (excepto la Gracio- sa) a la perfección. Al llegar al hotel, el director me comentó preocupado que, hace 12 meses, el sector vivía una de las mejores temporadas de la historia. Ahora, de los 460 hoteles del sur de Tenerife, solo 70 estaban abiertos. Veía diciembre con optimismo, La nueva matriz Por Josef Ajram Stop loss. Antes a la gente le encantaba vivir en Barcelona. ¿Por qué no ahora? No es solo un problema político… Ubicación privilegiada muy cerca de la que será la estación central de Barcelona que se está construyendo en La Sagrera. www.barcelonasagrera.com Concurso para la venta de una finca de uso residencial de protección oficial de precio concertado junto a la estación de La Sagrera en Barcelona Superficie del solar 3.790 m2 Edificabilidad total máxima 19.819 m2 Edificabilidad máxima vivienda protegida 16.597 m2 Edificabilidad uso comercial/terciario 3.222 m2 Número máximo de viviendas 207 Precio (cargas urbanísticas no incluidas) 11.086.919,91 € 22 ma cro. del tipo de interés a la guerra comercial. ma cro.para inver sores Kirchner no quiere imprimir un billete de 10.000 pesos porque evidenciaría el caos monetario, pero si llevara la cara de Maradona podría pa-sar por un homenaje al astro. La última asistencia del Pelusa 23 La historia es vieja en un país que cerró 2019 con una inflación del 55% y que se encamina a un año similar en 2020: solo en octubre la infla- ción fue del 3,8% men- sual. A lo largo de sus ocho años de gobierno, y pese a la fuerte infla- ción, Cristina Kirchner no quiso emitir billetes superiores a 100 pesos. Sí lo hizo Mauricio Ma- cri, que lanzó los de 200, 500 y 1.000 cuando los cajeros automáticos y los transportadores de Cuando los argentinos sacan del bolsillo un bi- llete de 1.000 pesos, en realidad están sacando seis euros. Lo llamativo es que esos seis euros son lo máxi- mo a lo que pueden as- pirar hoy, porque no hay billete mayor que el de 1.000 pesos. El Gobierno no quiere emitir billetes de 5.000 o 10.000. ¿La ra- zón? “Entienden que se- ría reconocer la infla- ción”, argumen- ta la prensa local. Y nadie en el Gobierno desmiente esa explicación, que se mueve entre lo infantil y lo poco serio. millones por fabricar 400 millones de billetes. Am- bos pedidos fueron de ur- gencia, porque es tradi- ción que, para fin de año y cuando los argentinos inician sus vacaciones en el verano austral, los ca- jeros se queden sin bille- tes. Eso, en un país adic- to al efectivo, desespera- do por cambiar sus pesos a dólares y con un 40% de su actividad sumergida, es un problema serio. La historia pudo ser di- ferente, porque la solu- ción está al alcance de las manos, según reveló La Nación a mediados de 2020. El Banco Central tenía todo listo para or- denar la fabricación de billetes de 5.000 pesos: “Casa de Moneda, la fa- bricante, ya había com- prado el papel, las tintas, definido su diseño y co- menzado con las prue- bas”. La producción de billetes de mayor deno- minación terminaría con todos los problemas lo- gísticos del devaluado peso argentino. ¿Qué sucedió? La pren- sa reveló que se estaba por lanzar un billete de 5.000 pesos, el Gobierno lo negó pese a la abun- dante documentación del banco central que confir- maba el hecho y el asunto quedó en nada. ¿Será di- ferente con un eventual billete con el rostro de Maradona? El economista Fausto Spotorno declaró a La Nación que sería un muy buen negocio emitir bi- lletes de 10.000 pesos en homenaje al exjugador del Barcelona y el Nápo- les. “Significaría casi un negocio para el Gobierno si se hace un billete de Maradona. Si en el mun- do hay 100 millones de personas que quieren guardar un billete como un hecho numismático, esto podría ser un nego- cio. Si se saca una tirada limitada, ese billete no tendría ningún impacto en la economía. Sería un billete coleccionable en el extranjero con circula- ción real en el país. Pero los Gobiernos siempre tienen miedo de emitir un billete que sea grande, porque refleja la in- flación”. caudales bordeaban el colapso. Pero ahora, con Fernández, la historia vuelve a ser la de antes: nada de emitir billetes nuevos, no sea cosa de que los argenti- nos caigan en la cuenta de que vi- ven en un país con alta inflación. La novedad es que esta vez fue Diego Maradona el que puso a los argen- tinos y al Ejecutivo fren- te al espejo. La muerte del campeón mundial de México 86 desató infinitas reaccio- nes. Una de ellas, una campaña en change.org para que la Casa de la Moneda emita un billete de 10.000 pesos (60 eu- ros) con el rostro del as- tro del balón. Son casi 20.000 perso- nas las que firmaron la petición, aunque la re- percusión de la iniciati- va tuvo un impacto me- diático mucho mayor. El billete de mayor circula- ción hoy en el país es el de 100 pesos, que equi- vale a 60 céntimos de eu- ros. Al valer tan poco la moneda, los pagos en efectivo se hacen entre farragosos y peligrosos (¿cómo disimular cente- nares de billetes en el bolsillo?), los cajeros au- tomáticos sufren desper- fectos con frecuencia, los camiones de caudales tienen mucha menos ca- pacidad de transporte y la Casa de la Moneda no da abasto. Así, Argentina paga mi- llones de dólares por im- primir billetes de 1.000 pesos en Brasil y Espa- ña, porquesu propia ca- pacidad de fabricar bi- lletes está superada: la principal herramienta de la Administración ante la pandemia fue impri- mir dinero a un ritmo in- tenso. Se sabe que eso suele terminar en una espiral inflacionaria, pe- ro la alternativa era no poder financiar al Esta- do. Sin crédito externo y agotada la capacidad de recaudación fiscal, im- primir pesos, cual bille- tes del Monopoly, es la vía. Entre tanto, la bre- cha entre el valor del dó- lar oficial y el del merca- do negro supera el 80%, reflejo de las tensiones inflacionarias y la falta de confianza en la mone- da y la dirección econó- mica del Gobierno pero- nista. ADICCIÓN. Esos eternos problemas argentinos se convierten en un buen negocio para mu- chos, dentro y fuera del país. Para la Real Casa de la Moneda española, por ejemplo, que cobrará 21,5 millones de dólares por imprimir 170 millo- nes de billetes de 1.000. La de Brasil, que aparen- temente ofrece una cali- dad inferior, recibirá 20,6 POR SEBASTIÁN FEST ILUSTRACIÓN RODRIGO SERNA 24 ma cro. Ignacio de la Torre es economista jefe de Arcano Economic Research. su voluntad económica o política a la minoría. Por eso el ADN de muchos movimientos democráticos del siglo XIX defendía al más débil. Lo asombroso es que en la actualidad la democracia protege económicamente al fuerte sobre el débil. Y el débil es, en mi opinión, la juventud. Paradójicamente, muchos de los movimientos aludidos en el párrafo anterior defienden hoy con sus acciones al más fuerte. Dejo a los politólogos analizar los motivos sociológicos de esta preocupante deriva. Yo me centro en los económicos. Primero, aunque los jóvenes se han educado en un entorno de prosperidad mayor que el de sus padres, su percepción sobre su progresión es claramente distinta. La “regla de 72” nos permite calcular cuántos años necesita una generación para duplicar el nivel de vida de sus padres, dividiendo 72 por dicho crecimiento. Si la renta per cápita sube un 7,2% al año, tardaremos 10 años. Si sube un 1%, 72 años. Nuestros padres, partiendo de una base más baja, progresaban mucho más rápidamente. Las políticas estructurales, que permitirían un mayor crecimiento per cápita, no se abordan, porque no generan réditos electora- les en el corto plazo. Segundo, el régimen laboral que consagramos supone una dualidad entre los que se benefician de un contrato indefinido y los que sufren un contrato temporal por causas no deseadas. No es de extrañar que los últimos se den especialmente entre la gente joven. La temporalidad supone una escasa inversión de las empresas en la formación de estos empleados, lo que redunda en una menor productividad, lo que a su vez supone un salario más reducido. Por si fuera poco, la diferencia en costes y condiciones de despido supone que los temporales, o sea, los jóvenes, son los primeros en salir en momentos de ajuste, lo que explica que el paro incida especialmente entre ellos. ¿Por qué esta situación no cambia? Porque por cada voto con contrato temporal hay más de seis con indefinido. Tercero, el estado social, construido sobre gastos relevan- tes en pensiones, sanidad y educación, tiene que afrontar sus decisiones cuando toca recortar. La reciente crisis nos muestra cómo el ajuste per cápita neto de inflación se centra especialmente en el tercer concepto, el más relevante para los jóvenes; algo menos en el intermedio, más impor- tante para los mayores, y prácticamente nada en el prime- ro. El motivo es claro: los niños no votan, y los jóvenes representan la mitad de votos que los jubilados. Cuarto, desde la década de los 70, cuando no se acomoda una relación entre ingresos y gastos se soluciona siempre por la vía del déficit y, por lo tanto, de la deuda que deja- mos a futuro, que ha ascendido desde menos de un 15% del PIB en esos años hasta casi el 120% en la actualidad. La deuda pública tiene que ser atendida con intereses que drenan la capacidad para gastar en otras partidas, como educación, y el principal deberán atenderlo jóvenes y niños que poco o nada tuvieron que opinar sobre las decisiones que llevaron a tan monstruosos niveles de deuda. En conjunto, se trata de un problema de filosofía moral: ¿nos parece razonable legar a nuestros hijos una herencia en la que los pasivos superan a los activos, con rentas negativas que hay que atender y dejándoles trabajos en condiciones miserables? En mi opinión, si queremos preservar nuestra exitosa democracia tenemos que debatir y establecer una opción preferencial por los jóvenes que implique renuncias de los poderosos al menos en los cuatro puntos aquí debatidos, ya que, cuando se separa filosofía moral y economía, el resultante no solo es injusto, sino peligroso para todos. las democracias no luchan entre sí, de lo que se despren- de que el auge de la democracia ha ido parejo a las décadas más pacíficas en mucho tiempo en nuestro planeta, a juzgar por los fallecidos en conflictos bélicos por cada millón de habitantes. Entonces, ¿es esencial la democracia? Si respondemos a esta pregunta de una forma estática, la respuesta es un rotundo sí. Sin embargo, si intenta- mos responderla con un análisis dinámico poblacional, entonces la respuesta es diferente. Como la investiga- ción de la Universidad de Cambridge ha mostrado, la proporción de personas que responden sí a la pregunta es abrumadora entre las personas nacidas en la década de los 50 y preponderante en las personas nacidas en los 60. Sin embargo, entre los nacidos en los años 70 y 80 el apoyo es cada vez menor (ver gráfico inferior). Por lo tanto, el referido análisis dinámico concluiría con un “sí, pero cada vez menos”. Obviamente, si estamos de acuerdo con que la demo- cracia es el sistema político que más prosperidad y satisfacción proporciona a sus habitantes, conviene analizar por qué su apoyo está cayendo continuamente entre los más jóvenes, tanto en Europa como especial- mente en Estados Unidos. En mi opinión, la respuesta a esta pregunta tiene mucho que ver en cómo la democra- cia trata a los más débiles, y la identificación sobre cuál es el grupo más vulnerable en la actualidad. El origen de la democracia no solo se basa en proporcio- nar al pueblo la última instancia sobre la soberanía y el poder. También en la protección del más débil. Una constitución democrática tendrá por lo tanto en cuenta ambos preceptos, estableciendo protecciones para que una exigua mayoría no pueda limitar derechos ni imponer No estamos tratando a los jóvenes como se me- recen, y esto no solo es injusto, sino peligroso A muchos de nosotros nos sorprenderá una pregunta como la que abre esta columna. ¿Qué sentido tiene cuestionar la idoneidad de la de- mocracia? A fin de cuentas, las democracias generan más prosperidad, felicidad, libertad y longevidad para sus habitantes que otros mo- delos políticos, tal y como la investigación aca- démica ha demostrado continuamente. Además, ¿Es esencial la democracia? Reflexiones arcanas. Por Ignacio de la Torre Hoy en día, más del 95 %de los compradores bus-ca su vivienda por inter-net en primera instancia,e internet es la base delmodelo de negocio de SAFT I , en el que prescinden de oficinas físicas para centrar todos esos recursos en la digitalización de sus procesos. Su modelo económico obtiene el rendi- miento de su perfecta adaptación a los retos actuales de la digitalización, y per- mite una práctica inmobiliaria adaptada al mundo actual y del futuro. ¿Y qué tal funciona el método S A F TI en Españ a? Hasta hace muy poco, en España, el sector inmobiliario no se concebía sin la existencia de agencias físicas. Sin embar- go, SAFT I da un paso más allá en el mode- lo, prescindiendo de oficinas y otro tipo de gastos para centrar los esfuerzos financie- ros en una serie de herramientas más ne- cesarias. Y la prueba está en que funciona. SAFT I llegó a España en 201 8, trayen- do las buenas
Compartir