En las primeras presentaciones del patrón era obvio que los sujetos carecían de sensibilidad o de capacidad de discriminación puesto que no eran ca...
En las primeras presentaciones del patrón era obvio que los sujetos carecían de sensibilidad o de capacidad de discriminación puesto que no eran capaces de observar cambio alguno en sus experiencias cuando cambiaba la morfología de sus patrones electroencefalográficos. Tras una pequeña práctica, los sujetos observaban una mejora gradual en su situación hasta el punto que podían sentir sutiles alteraciones subjetivas que empezaban a corresponder primero a cambios mayores y luego a cambios menores de sus patrones electroencefalográficos. Esta mejora en la discriminación produjo una creciente sensibilidad y capacidad de reconocer estados internos.
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