La participación es una fórmula que sirve para implicar a los particulares en la toma de decisiones administrativas. Este implicación se produce, p...
La participación es una fórmula que sirve para implicar a los particulares en la toma de decisiones administrativas. Este implicación se produce, por un lado, mediante la entrada de concretos sujetos privados en los procedimientos de aprobación de leyes, reglamentos o actos administrativos, o mediante la inclusión de tales sujetos en los órganos a quienes corresponde dicha aprobación –participación orgánica-. La participación orgánica permite establecer una distinción entre la Administración de base estrictamente funcionarial y la denominada “administración participada”. Aunque existen algunos casos, como el de los organismos públicos que conceden marcas o sellos de calidad -organismos gestores del Sello INCE o Consejos reguladores- o como el de los organismos públicos de normalización, en los que el protagonismo de los particulares es tanto o más relevante que el de los funcionarios públicos que conviven con los mismos en este tipo de organizaciones, no podemos.
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