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TRABAJO BIOETICA

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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL PARAGUAY – UCP
ARIELA UEMURA 4B – ZENEIDE ALVAREZ 4B
TRABAJO DE BIOÉTICA 
 Eutanásia. 
 Dr. Iran Rene Garcete.
PEDRO JUAN CABALLERO – PY
NOV – 2021
EUTANÁSIA:
Práctica médica que provoca la muerte de una persona de forma voluntaria para evitar dolor y sufrimiento.
En medicina la eutanasia es la provocación intencionada de la muerte de una persona que padece una enfermedad avanzada o terminal, a petición expresa de ésta, y en un contexto médico. Actualmente no procede utilizar los términos “Eutanasia involuntaria”, “Eutanasia pasiva” ni “Eutanasia indirecta”, porque son situaciones ajenas a esta definición de eutanasia.
En los países donde está legalizada su práctica, la eutanasia se realiza a petición reiterada del paciente y con la supervisión de un equipo médico. El procedimiento es libre, autónomo, voluntario, intencionado, reflexionado y consciente, en el caso de que esta circunstancia no sea posible, cuando el testamento vital del paciente lo indique explícita y claramente.
La eutanasia debe diferenciarse del suicidio asistido, cuando es el propio paciente el que lleva a cabo la administración de los fármacos para acabar con su vida. El suicidio asistido es legal en jurisdicciones diferentes a la eutanasia.
· “Etimológicamente” hablando, eutanasia significa: muerte apacible o muerte sin sufrimiento físico, favorecida por otros. Es antónimo de cacotanasia.
LA HISTÓRIA:
La eutanasia se practicó en las antiguas Grecia y Roma. Por ejemplo, la cicuta se empleó en la isla de Ceos como un medio para acelerar la muerte; técnica que también se empleaba en Marsella. La eutanasia, en el sentido de la deliberada aceleración de la muerte de una persona, fue apoyada por Sócrates, Platón y Séneca el Viejo en el mundo antiguo, aunque parece que Hipócrates había hablado en contra de la práctica, cuando escribió: «no prescribiré una droga mortal para complacer a alguien, ni dar consejos que puedan causar su muerte», lo que indica que pudo haber un cierto debate en la literatura sobre si se pretendía o no incluir la eutanasia.
LA EUTANÁSIA EN LOS SIGLOS XV-XVII:
El término eutanasia en el sentido anterior de apoyar a alguien mientras moría, fue utilizado por primera vez por el inglés Francis Bacon (1561-1626). En su trabajo Eutanasia médica eligió esta antigua palabra griega y, al hacer esto, distinguió entre eutanasia interior o la preparación del alma para la muerte, y eutanasia exterior que pretendía hacer el fin de la vida más llevadero e indoloro, y en excepcionales circunstancias acortando la vida. Su cambio de significado a una muerte fácil pasó a primer plano en el periodo moderno temprano como puede ser visto en la definición que recoge el Grosses vollständiges Universal-Lexicon aller Wissenschafften und Künste (en alemán Gran léxico universal completo de todas las ciencias y artes) del siglo xviii d. C.
· Eutanasia: una muerte muy suave y tranquila, que ocurre sin convulsiones dolorosas. (Universal Lexicon)
DEBATE SOBRE LA EUTANÁSIA EM EL SIGLO XIX Y XX:	
A mediados del siglo XIX d.c, surgió el uso de la morfina para tratar los dolores de la muerte. En 1848 el cirujano estadounidense John Collins Warren (1778-1856) recomendó su empleo. En 1866, el médico británico Joseph Bullar (1815) reveló una utilización similar para el cloroformo. Sin embargo ninguno de los dos recomendaba que la ocupación de este fármaco debería ser para acelerar la muerte. En 1870, el inglés y maestro de escuela Samuel Williams, inició el debate sobre la eutanasia contemporánea a través de un discurso en el Birmingham Speculative Club, una sociedad cuyos miembros eran filósofos aficionados que recopilaba sus trabajos. La propuesta de Williams fue usar cloroformo para acelerar deliberadamente la muerte de pacientes con enfermedades terminales.
MOVIMIENTO INICIAL DE EUTANÁSIA:
El auge del movimiento de la eutanasia en los Estados Unidos de América coincidió con la llamada Edad chapada en oro de ese país, un momento de cambio social y tecnológico que abarcaba un conservadurismo individualista que elogiaba la doctrina económica del laissez faire (en francés: dejen hacer), el método científico y el racionalismo, que sucedió junto a grandes depresiones económicas, industrialización y conflicto entre corporaciones y sindicatos.​ También fue el período en el que se desarrolló el sistema hospitalario moderno, que ha sido visto como un factor en el surgimiento del debate sobre la eutanasia.
El abogado Robert G. Ingersoll (1833-1899) intercedió a favor de la eutanasia, afirmando, en 1894, que cuando alguien padece una enfermedad terminal, como un cáncer en fase terminal, debería tener derecho a finalizar con su dolor mediante el suicidio. El judío, racionalista intelectual Felix Adler (1851-1933) ofreció un enfoque similiar, aunque, a diferencia de Ingersoll, Adler no rechazó a la religión. De hecho, argumentó un marco de cultura ética. Este último argumentó en 1891 que aquellos que sufrían de un dolor abrumador deberían tener el derecho a suicidarse y, además, que un médico debería estar autorizado para ayudarle. Así Adler, se convierte en el primer estadounidense prominente en abogar por el suicidio en casos donde la gente sufría una enfermedad crónica.Tanto Ingersoll como Adler argumentaron a favor de la eutanasia voluntaria en adultos que padecen dolencias terminales.​ Dowbiggin sostiene que al romper las objeciones morales previas a la eutanasia y el suicidio, Ingersoll y Adler permitieron a otros extender la definición de eutanasia.
El primer intento en este país para legalizar la eutanasia tuvo lugar cuando Henry Thomas Hunt lo introdujo en la Asamblea General de Ohio de 1906.Esto lo hizo Hunt a costa de Anna S. Hall una rica heredera que fue una figura importante en el movimiento de la eutanasia durante los primeros años del siglo xx d.c, en los Estados Unidos de América. Hall había visto morir a su madre después de una larga batalla contra un cáncer hepático y se había dedicado a garantizar que los demás no tuvieran que soportar el mismo sufrimiento. Con este fin, participó en una extensa campaña de redacción de cartas, reclutó a Lurana W. Sheldon y a Maud Ballington Booth, y organizó un debate sobre la eutanasia en la reunión anual de la American Humane Association (Asociación Humana Estadounidense) en 1905, descrita por Jacop Appel como el primer debate público significativo sobre el tema en el siglo XX d.c.
El proyecto de ley de Hunt requería la administración de un anestésico para provocar la muerte de un paciente, siempre y cuando la persona sea mayor de edad y tenga la mente sana, y se encuentre sufriendo de una lesión fatal o una enfermedad irrevocable o un gran dolor físico. También requería que el caso fuese atendido por un médico, el consentimiento informado ante tres testigos y la asistencia de tres médicos que tenían que aceptar que la recuperación del paciente era imposible. Una moción para impugnar el proyecto fue rechazada, pero, de todas formas, el proyecto de ley no pasó pues obtuvo una votación de 79 en contra y 23 a favor.
Junto con la proposición de eutanasia del estado de Ohio, en 1906 el asambleísta Ross Gregory presentó una propuesta para permitir la eutanasia a la legislatura de Iowa. Sin embargo, la legislación de Iowa tenía un alcance más amplio que el ofrecido en Ohio. Permitió la muerte de cualquier persona de al menos diez años de edad que sufriere una dolencia que resultaría fatal y causaría un dolor extremo, en caso de que tuvieran una mente sana y expresasen el deseo de apresurar artificialmente su muerte. Además, permitía que los bebés fuesen sacrificados si estaban lo suficientemente deformados, y les permitía a los tutores solicitar la eutanasia en nombre de sus pupilos. La legislación también impuso sanciones a los médicos que se negaren a realizar la eutanasia cuando les fuere solicitada: una pena en prisión de entreseis a doce meses y el pago de una multa entre 200 a 1000 dólares estadounidenses. La propuesta resultó ser controversial; engendrando un debate considerable y no fue aprobada al haberse retirado la consideración después de pasarla a la Comisión de Salud Pública.
Después de 1906, el debate sobre la eutanasia se redujo en intensidad, resurgiendo periódicamente, pero no volviendo al mismo nivel de discusión hasta la década de 1930 en el Reino Unido.
CLASIFICACIONES DE EUTANÁSIA:	
La eutanasia se clasifica de diferentes formas: directa e indirecta según el accionar médico, y voluntaria e involuntaria si se cuenta o no con el consentimiento del paciente informado y consciente.
SEGÚN EL ACCIONAR MÉDICO:
· Eutanasia directa: cuando existe una provocación intencional del médico que busca la terminación de la vida del paciente. Esta a su vez posee dos formas:
· Activa o positiva: se le considera activa o positiva (acción) cuando existe un despliegue médico para producir la muerte de una persona como suministrar directamente algún tipo de fármaco o realizando intervenciones cuyo objetivo es causar la muerte.
· Pasiva o negativa: es pasiva o negativa (omisión) cuando la muerte es producida por la omisión de tratamientos, medicamentos, terapias o alimentos. En este tipo de eutanasia la actuación del médico es negativa pues su conducta es de (no hacer). En otras palabras se abandona todo tipo de actividad terapéutica para prolongar la vida de una persona que se encuentre en fase terminal, pues se ha concluido que el tratamiento es inútil para el mejoramiento del paciente.
· Eutanasia indirecta: es la que se verifica cuando se origina sin la intención de causar la muerte del paciente. Según la definición de eutanasia la indirecta no lo sería pues uno de los elementos de esta práctica es la provocación intencional de la muerte. En todo caso, la indirecta se da como resultado de efectuar procedimientos médicos intensos, con intención terapéutica, que pueden producir la muerte.
SEGÚN LA VOLUNTAD DEL PACIENTE:	
· Voluntaria: es aquella en la cual es el paciente quien toma la decisión o por terceras personas obedeciendo los deseos que el paciente ha expresado con anterioridad.
· Involuntaria: sucede cuando un tercero toma la decisión sin obtener el consentimiento del paciente (pudiendo obtenerse) o de un pariente de este.
· No voluntaria: ocurre cuando un tercero toma la decisión sin el consentimiento del paciente debido a la imposibilidad de expresarlo.
ARGUMENTOS A FAVOR Y EN CONTRA:	
Históricamente, el debate sobre la eutanasia ha tendido a centrarse en una serie de preocupaciones clave. Según el estadounidense oncólogo y bioético Ezekiel Emanuel (1957), opositor a la eutanasia, los partidarios de esta han presentado cuatro argumentos principales:
1- que las personas tienen derecho a la autodeterminación y, por lo tanto, de permitírseles elegir su destino.
2- ayudar a un sujeto a morir podría ser una mejor opción que requerir que continúen sufriendo.
3- la distinción entre la eutanasia pasiva, que a menudo está permitida, y la eutanasia activa, que no es sustantiva, o en la cual el principio subyacente (la doctrina del doble efecto), es irrazonable o poco sólida.
4- permitir la eutanasia no conducirá, necesariamente, a consecuencias inaceptables.
LA VISIÓN DE LA DIGNIDAD HUMANA:	
Un punto que, muy comúnmente, marca la línea divisoria entre los partidarios y los opositores de la eutanasia es la visión de la dignidad humana, ya que es un argumento invocado tanto para justificar el mantenimiento de la prohibición de la eutanasia como para despenalizarla. Por lo tanto, una recomendación de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, adoptada el 21 de mayo de 1999, establece que la dignidad es una noción absoluta:
· La dignidad es inherente a la existencia de cada ser humano. Si su posesión se debiera a peculiaridades, habilidades o cualquier condición, la dignidad no sería ni igual ni universalmente peculiar para todos los seres humanos. Por lo tanto, el ser humano está investido de dignidad a lo largo de su vida. El dolor, el sufrimiento o la debilidad no pueden privarlo de ella.
(Consejo de Europa)
La recomendación, por lo tanto, exige (consagrar y proteger el derecho de las personas terminalmente enfermas y moribundas a una gama completa de cuidados paliativos) y mantener la prohibición absoluta intencional de la vida de los pacientes incurables y moribundos.
GESTIÓN DE LOS RECURSOS SOCIALES:	
Algunos de los defensores de la eutanasia buscan superar tanto la visión de la dignidad individual absoluta como la libertad a favor de una concepción utilitarista de la moralidad. El utilitarismo permite, y eventualmente promueve, el sacrificio de la felicidad individual a favor del mayor número. Con esto en mente, se considera legítimo optimizar el uso de los recursos médicos dando prioridad a los pacientes cuyas vidas pueden ser salvadas, y considerar como una carga los recursos destinados a mantener con vida a las personas que ya no pueden traer nada a la sociedad. Esta concepción, teorizada por el filósofo australiano utilitarista Peter Singer (1946), es defendida en particular en Suiza por el presidente del Partido Demócrata Cristiano Christophe Darbellay.
TOMANDO EN CUENTA EL SUFRIMIENTO:	
De acuerdo con los opositores a la eutanasia, actualmente los dolores son bien tenidos en cuenta y a menudo son calmados de manera efectiva, especialmente en los servicios de cuidados paliativos. Lo cual indica un sufrimiento significativo que no es el dolor, por ejemplo:
· la pérdida progresiva de control sobre el propio cuerpo, como en el caso de las enfermedades neurodegenerativas.
· la sensación de sofocación.
· la deformación del cuerpo y, especialmente, del rostro.
· la pérdida permanente de la autonomía.
La disminución de casos de eutanasia en los Países Bajos entre 2001 y 2005 parece ser atribuible, según los autores de un informe basado en estadísticas sobre la eutanasia; a la mejora de los cuidados paliativos.
Algunos médicos y comentaristas objetan la necesidad de introducir la eutanasia en la ley, debido al progreso, presente y futuro, de la medicina paliativa en la lucha contra el sufrimiento en su totalidad. Por lo tanto, el genetista Axel Kahn dice: (solucionaría una ley de eutanasia si esa fuera la única forma de calmar el sufrimiento).​En realidad, actualmente los cuidados paliativos y las técnicas de sedación alivian el sufrimiento del paciente, sin necesidad de buscar deliberadamente la muerte.
OPINIÓN MÉDICA:
Las opiniones de los médicos sobre la legalización de la eutanasia están divididas. Así lo muestra una encuesta realizada por el Institut national de la santé et de la recherche médicale INSERM (Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica); efectuada en el 2003 que muestra que 45 % de los médicos de familia franceses, están a favor de una despenalización de la eutanasia equiparable al porcentaje obtenido en los Países Bajos. Los autores del estudio informan que «los médicos más involucrados y cómodos con los cuidados paliativos y con el seguimiento al final de la vida son, a menudo, más hostiles a la legalización de la eutanasia», en comparación con (aquellos que se sienten incómodos con los pacientes al final de su vida). El mismo estudio apunta a una tendencia, particularmente entre los médicos que no han recibido capacitación específica, en técnicas como la reanimación o la sedación, equiparándolas con la eutanasia. Finalmente, indica una correlación estadística entre la tendencia a hacer esta asimilación y el hecho de declararse a favor de la eutanasia.
En todos los casos, independientemente de si la eutanasia está despenalizada o no, lo que está en juego para los médicos y los equipos de atención sigue siendo lo ético: la ley no prevalece sobre la reflexión ética y personal en la elección de los actos al final de la vida, inyecciones letales, decisión de detener el tratamiento o sedación terminal. En el caso de la eutanasia en particular, la cuestión de su legitimidadética no se confunde con la cuestión de su legalización o despenalización. En este sentido, la filósofa francesa Marta Spranzi señala que «permitir explícitamente a que los miembros de la profesión médica den muerte, aunque solo sea con el laudable propósito de aliviar los sufrimientos de los pacientes, incluso por parte de los propios médicos, como más problemáticos que la realidad del gesto en sí, deber cumplido en el silencio de la relación médica» a causa de posibles consecuencias.
PUNTOS DE VISTA RELIGIOSOS:	
Los puntos de vista religiosos sobre la eutanasia son variados. Si bien el punto de vista sobre el tema no necesariamente se entrelaza directamente con la religión, a menudo afecta la opinión de una persona. Si bien la influencia de la religión en los puntos de vista de alguien hacia los cuidados paliativos hace una diferencia, a menudo desempeñan una función más pequeña de lo que podría esperarse. Se realizó un análisis de la conexión entre la religión de los adultos estadounidenses y su punto de vista sobre la eutanasia para ver cómo se combinan. Los hallazgos concluyeron que la afiliación religiosa con la que cada persona se asocia no necesariamente se relaciona con su postura al respecto de la eutanasia. Las investigaciones muestran que, si bien muchos pertenecen a una religión específica, es posible que no siempre vean todos los aspectos de la eutanasia como relevantes para ellos.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
https://paraguay.bvsalud.org/base_bdnpar/resource/?id=biblioref.referenceanalytic.431188

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