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1 UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA FACULTAD DE CIENCIAS QUÍMICO-BIOLÓGICAS "Enzimas reguladoras" Asignatura: Bioquímica estructural Docente: Eduardo Armienta Aldana Alumna: Liliana Emayanin López García Grado y grupo: 2-6 Grado y grupo: 2-6 2 ÍNDICE Regulación enzimática ............................................................................................ 3 Control genético ................................................................................................... 3 Modificación covalente ........................................................................................ 3 Regulación alostérica .............................................................................................. 5 Compartimentación ................................................................................................. 7 Referencias ............................................................................................................. 8 3 REGULACIÓN ENZIMÁTICA Los seres vivos tienen mecanismos sofisticados para regular sus extensas redes de vías bioquímicas. La regulación es esencial por varias razones: 1. Mantenimiento de un estado ordenado. La regulación de cada vía da lugar a la producción de las sustancias que se requieren para mantener la estructura y la función celulares de forma oportuna y sin desperdiciar recursos. 2. Conservación de la energía. Las células se aseguran de consumir sólo los nutrientes suficientes para satisfacer sus requerimientos de energía mediante un control constante de las reacciones que la generan. 3. Capacidad de respuesta a los cambios ambientales. Las células pueden realizar ajustes relativamente rápidos a los cambios de temperatura, pH, fuerza iónica y concentración de nutrientes, debido a que pueden aumentar o disminuir las velocidades de reacciones específicas. CONTROL GENÉTICO La síntesis de enzimas en respuesta a variaciones de las necesidades metabólicas, un proceso que se denomina inducción enzimática, permite a las células responder de forma eficiente a los cambios en su ambiente. Por ejemplo, las células de E. coli cultivadas sin el azúcar lactosa no pueden metabolizar al principio este nutriente cuando se introduce en el medio de cultivo de la bacteria. Sin embargo, la introducción de lactosa en ausencia de glucosa activa los genes que codifican las enzimas necesarias para utilizar la lactosa como fuente de energía. Tras consumirse toda la lactosa, se interrumpe la síntesis de estas enzimas. MODIFICACIÓN COVALENTE Algunas enzimas son reguladas por la interconversión reversible entre sus formas activa e inactiva. Estos cambios de función son producidos por varias modificaciones covalentes. Muchas de estas enzimas poseen residuos específicos que pueden ser fosforilados y desfosforilados. Por ejemplo, la fosforilasa de glucógeno cataliza la primera reacción de la degradación del glucógeno, una molécula que almacena energía en forma de carbohidratos. En un proceso controlado por hormonas, la forma inactiva de la enzima (fosforilasa de glucógeno b) se convierte a la forma activa (fosforilasa de glucógeno a) por adición de un grupo fosfato a un residuo específico de serina. Otros tipos de modificación covalente reversible son la metilación, la acetilación y la nucleotidilación (la adición covalente de un nucleótido). Varias enzimas se sintetizan y almacenan en forma de precursores inactivos denominados proenzimas o zimógenos. Éstos se convierten en las enzimas activas por la rotura irreversible de uno o varios enlaces peptídicos. Por ejemplo, el quimotripsinógeno se produce en el páncreas. Tras ser secretado 4 hacia el intestino delgado, se convierte en su forma activa que se encarga de digerir las proteínas de los alimentos en varios pasos. 5 REGULACIÓN ALOSTÉRICA En cada vía bioquímica hay una o más enzimas cuya actividad catalítica puede modularse (p. ej., aumentarse o reducirse) mediante unión de moléculas efectoras. Esta unión de ligandos a los sitios alostéricos de tales enzimas induce rápidos cambios de conformación que pueden incrementar o reducir su velocidad de unión al sustrato. La gráfica de una reacción catalizada por una enzima alostérica difiere de las que corresponden a enzimas que siguen la cinética de Michaelis-Menten. En lugar de ello, la curva de velocidad es sigmoidea. Si el ligando es el mismo que el sustrato (p. ej., si la unión de un sustrato favorece la unión de más sustrato), se dice que los efectos alostéricos son homotrópicos. En los efectos heterotrópicos intervienen ligandos moduladores, que son diferentes del sustrato. La mayoría de las enzimas alostéricas son enzimas multisubunitarias con múltiples sitios de unión a sustratos y efectores. Dos modelos teóricos, el concertado y el secuencial, intentan explicar el comportamiento de las enzimas alostéricas. En el modelo concertado (o simétrico), se supone que la enzima sólo existe en dos estados: T (tenso) y R (relajado). Los activadores se unen a la conformación R y la estabilizan, mientras que los inhibidores hacen lo propio con la conformación T. El término concertado se aplica a este modelo porque se cree que las conformaciones de todas las subunidades proteínicas cambian de manera simultánea cuando se une el primer efector. (Este rápido cambio concertado de la conformación mantiene la simetría global de la proteína.) La unión de un activador desplaza el equilibrio a favor de la forma R. Un inhibidor desplaza el equilibrio hacia la conformación T. El modelo concertado explica algunas propiedades de las enzimas alostéricas, pero no todas. Por ejemplo, explica la cooperatividad positiva, en la cual el primer ligando incrementa la unión de ligandos subsiguientes, pero no la cooperatividad negativa, un fenómeno observado en enzimas en las que la unión de un primer ligando reduce la afinidad de la enzima por ligandos semejantes. Además, el modelo concertado no permite conformaciones híbridas. Dos ejemplos de enzimas cuyo comportamiento parece ser consistente con el modelo concertado son la transcarbamoilasa de aspartato (ATCasa) de E. coli y la fosfofructocinasa (PFK). La ATCasa cataliza el primer paso de una vía de reacción que conduce a la síntesis del nucleótido pirimídico llamado trifosfato de citidina (CTP) (fi g. 6.23). El CTP actúa como inhibidor de la actividad de la ATCasa. Desplaza la curva de velocidad a la derecha, lo que indica un incremento de la Km aparente de la ATCasa, que corresponde a una menor velocidad de actividad de la enzima a una concentración dada de sustrato. La inhibición de la ATCasa por medio de CTP es un ejemplo de inhibición por retroalimentación negativa, el proceso en el cual el producto de una vía inhibe la actividad de una enzima al principio o casi al principio de una vía bioquímica, o en un punto de ramificación. El nucleótido púrico ATP actúa como activador. La activación de la ATCasa por ATP es lógica porque la biosíntesis de ácidos nucleicos requiere cantidades relativamente iguales de nucleótidos púricos y pirimídicos. Cuando la concentración de ATP es mayor que la de CTP, se activa la ATCasa. Cuando la concentración de ATP es menor que la de CTP, el efecto neto 6 sobre la ATCasa es de inhibición. La fosfofructocinasa cataliza una reacción importante de la glucólisis: la transferencia de un grupo fosfato desde el ATP al grupo OH del C-1 de la fructosa-6-fosfato. La fosfofructocinasa está formada por cuatro subunidades idénticas, cada una con un sitio activo y varios sitios alostéricos. El estado Rde la enzima es estabilizado por ADP y AMP (un indicador sensible del agotamiento de ATP y de la necesidad de energía de la célula). El estado T es estabilizado por moléculas como el ATP y otras, que son indicadores de que la energía celular es alta. En el modelo secuencial, propuesto inicialmente por Daniel Koshland, la unión de un ligando a una subunidad flexible de una proteína multisubunitaria induce un cambio de conformación que se transmite de manera sucesiva a las subunidades adyacentes. El modelo secuencial más elaborado da cabida a conformaciones intermedias que tal vez sean representaciones más realistas del funcionamiento de algunas enzimas. El modelo también incluye la cooperatividad negativa (la unión de un ligando a una subunidad induce cambios de conformación en subunidades adyacentes que hacen menos probable la unión de ligandos). Por lo tanto, se puede considerar al modelo secuencial como un modelo general que explica todas las posibilidades alostéricas. Desde este punto de vista, el modelo concertado es sólo un ejemplo simple del modelo secuencial. Hay dos aspectos importantes de la regulación alostérica que deben destacarse. Primero, los modelos concertado y secuencial son modelos teóricos, es decir, el comportamiento de muchas proteínas alostéricas parece más complejo de lo que explica cualquiera de esos modelos. Por ejemplo, la unión cooperativa del O2 a la hemoglobina (la proteína alostérica más estudiada) parece exhibir características de ambos modelos. La unión del primer O2 inicia una transición concertada T → R que implica pequeños cambios de conformación de cada subunidad (una característica del modelo secuencial). Además, se han observado especies de hemoglobina con sólo uno o dos O2 unidos. Un segundo aspecto, más importante, es que no hay reglas simples que expliquen la regulación metabólica. Por ejemplo, han fracasado los intentos de incrementar el flujo metabólico de ciertas vías en organismos como levaduras mediante manipulaciones que incrementen la síntesis de enzimas alostéricas. (El flujo es la velocidad de recambio de moléculas en una vía.) Sólo se observaron aumentos de flujo cuando todas las enzimas en la vía se incrementaron. Parece ser que la regulación de una vía es el resultado de aportaciones regulatorias que en mayor o menor grado hacen todas las enzimas o la mayoría de ellas. 7 COMPARTIMENTACIÓN La compartimentación, creada por la infraestructura celular, es un recurso importante para regular reacciones bioquímicas, porque la separación física hace posible el control independiente. La intrincada arquitectura interna de las células contiene compartimentos (p. ej., los organelos de las eucariotas) y micro compartimentos de diversos tipos (p. ej., enzimas individuales o complejos multiproteínicos unidos a membranas o a fi lamentos citoesqueléticos). La compartimentación celular resuelve varios problemas interrelacionados: 1. División y control. La separación física de reacciones en mutua competencia (p. ej., aquellas en las que una revierte lo hecho por otra, como en el caso de las cinasas y las fosfatasas) permite una regulación coordinada que impide el derroche de recursos. 2. Barreras a la difusión. En el interior hacinado de las células, la difusión de moléculas de sustrato es un factor potencialmente limitante de las velocidades de reacción. Las células evitan este problema creando microambientes en los que se concentran las enzimas y sus sustratos, y mediante la canalización de metabolitos, que es la transferencia de moléculas de producto de una enzima a la siguiente en un complejo multienzimático. 3. Condiciones de reacción especializadas. Determinadas reacciones requieren de un ambiente con propiedades únicas. Por ejemplo, el bajo pH dentro de los lisosomas facilita las reacciones hidrolíticas. 4. Control de daños. La segregación de productos potencialmente tóxicos de las reacciones protege a otros componentes celulares. El control metabólico global requiere la integración de todas las vías bioquímicas de la célula, lo que se logra en parte mediante mecanismos de transporte que transfieren metabolitos y moléculas de señal entre los compartimentos. 8 Referencias Trudy McKee, J. T. (2015). Bioquimica. Las bases moleculares de la vida (Vol. Quinta edición). México: McGRAW-HILL INTERAMERICANA EDITORES, S.A. de C. V.
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