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"Los médicos son hombres que prescriben medicinas que conocen poco, curan enfermedades que conocen menos, en seres humanos de los que no saben nada…" Voltaire Relación medico - paciente Dra. Anna Delicia Minck La relación médico-paciente era tan natural en la práctica de la medicina que no se hablaba de ella. No se escribía. Se consideraba un hecho su existencia como base del trabajo del médico con el enfermo, principio de lo que después se describió como el encuentro de una conciencia con una confianza. La relación de confianza entre dos seres humanos ha sido capaz de lograr muchas curaciones. Se comienza a hablar de la relación médico-paciente cuando se empieza a sentir con alarma que se está perdiendo. Con el avance de la ciencia y tecnología el acto médico empieza a depender en gran parte del uso de métodos más eficaces de diagnóstico y tratamiento y parecería que la presencia curadora del médico deja de tener importancia. “Apenas llegó usted y me sentí mejor” era una frase que escucharon los médicos de antaño, aquellos que atendían en su consultorio o en casa del paciente En los últimos 25-30 años, la relación médico-paciente ha presentado un cambio mucho mayor que en los 25 siglos anteriores. Desde Hipócrates el principio de beneficencia siempre fue entendido como un acto paternalista por parte del médico. En los últimos 50- 60 años, el principio de autonomía adquiere cada vez más relevancia. Al médico le ha costado salirse de esa concepción paternalista y asumir una relación con su paciente más simétrica. Por otro lado, por el principio de justicia, en la actualidad al médico se le exige no sólo diagnosticar y tratar sino que también hacerse cargo de la gestión de los recursos de la salud. A)Era del paternalismo o del médico que va del 500 AC a 1960. En este periodo existe una confianza absoluta en el médico, tanto en su capacidad técnica como moral y que además es el único responsable de las decisiones. B) Era de la autonomía o del paciente, a partir de la década del 60. En 1969 la Asociación Americana de Hospitales, da origen al primer código de derechos de los pacientes. Surge el consentimiento informado: el primer deber de beneficencia del médico es la información. Es recomendable hacer algunas consideraciones sobre este consentimiento: a) Fuerte impacto de la autonomía la cual está en concordancia con la tradición moral de la modernidad; b) Consentimiento informado es ajeno a la tradición médica lo que explica la dificultad de su introducción en el ámbito clínico; c) En vez de entender al consentimiento informado como un proceso democrático y compartido de toma de decisiones, se reduce a la firma de un documento, negando asi la validez ética y jurídica del documento; d) El extremo de la autonomía del paciente es equivalente al extremo de paternalismo del médico. C) Era de la burocracia o del contribuyente. Al médico no sólo se le exige eficacia en tratar a su paciente sino que también eficiencia en gestionar bien los recursos sanitarios Relación Médico – Paciente La relación Médico – Paciente (RMP) constituye el acto fundamental del quehacer médico. Se trata de un particular encuentro entre alguien que presenta un problema en su estado de salud (paciente), y alguien que cuenta con saberes y conocimientos pertinentes a la solución de esos problemas (el médico). Fundamento de la práctica hipocrática. la peculiar vinculación entre hombre y hombre, establece el acto terapéutico, se halla constituida por movimientos concurrentes y complementarios, el que va del enfermo hacia el médico y el que va del médico al enfermo. Ambos fueron llamados por los griegos con el mismo nombre: Philia (amistad ). Donde hay Philantropie (amor al hombre en cuanto hombre) hay también Philoteknie (amor al arte de curar) El establecimiento de una relación terapéutica implica desde un primer momento que el médico se responsabiliza de la salud del paciente que acude a él y, por tanto, mientras la relación persista, está obligado a atender lo mejor que le sea posible, desde un punto de vista científico y ético. La alianza terapéutica que se establece entre médico y paciente se basa en la relación de confianza iniciada a partir de la primera entrevista. Por ella, ambos deciden colaborar juntos para intentar lograr un objetivo común: combatir el trastorno por el cual se consultó al médico. 1. El médico ofrece conocimientos, y el paciente aporta su afección. Esto constituye el motivo básico del encuentro. 2. Ambas personas tienen una estructura psicológica de base, que constituye su personalidad previa. 3. Se producen procesos psicodinámicos de intercambio inconscientes, más allá de lo concretamente expresado. Desde el paciente al médico este fenómeno se denomina transferencia. Desde el médico hacia el paciente ese movimiento se denomina contratransferencia. Estos fenómenos deben ser conocidos pues pueden llevar a generar problemas en la relación, pues se basaría en presupuestos de la fantasía y no de la realidad actual. La relación médico – paciente, debe ser interpersonal, lo que implica que el médico debe considerar al enfermo como una persona, dotada de inteligencia, libertad y dignidad y poseedor de una vida íntima y no como un simple objeto de conocimiento y manipulación teórica. La transferencia es “el secreto de la relación médico – paciente, cualquiera sea la enfermedad y cualquiera sea la especialidad del médico. Consiste en la absorción por el médico de la angustia del enfermo. Manipular la transferencia es tan delicado como manipular los órganos. No estará de más, por lo tanto, que los médicos las conozcan. Por lo menos que reconozcan la necesidad de aprenderlo”. Un buen interrogatorio es una obra de arte. Para lograrla plenamente es preciso de parte del médico: saber, habilidad, tiempo, paciencia, penetración psicológica. De parte del enfermo: veracidad, prolijidad, confianza, que el médico debe saber obtener. La relación entre médico y enfermo no debe ser la del técnico con una máquina defectuosa, sino la relación con un ser vivo y además persona con razón y lenguaje. Que es la Comunicación. Es la acción consciente de intercambiar información. Elementos de la comunicación. Los elementos que intervienen en el proceso de comunicación son los siguientes: Emisor: Aquél que transmite la información (un individuo, un grupo o una máquina). Receptor: Aquél, individual o colectivamente, que recibe la información. Puede ser una máquina. Código: Conjunto o sistema de signos que el emisor utiliza para codificar el mensaje. Canal: Elemento físico por donde el emisor transmite la información y que el receptor capta por los sentidos corporales. Se denomina canal tanto al medio natural (aire, luz) como al medio técnico empleado (imprenta, telegrafía, radio, teléfono, televisión, ordenador, etc.) y se perciben a través de los sentidos del receptor (oído, vista, tacto, olfato y gusto). Mensaje: La propia información que el emisor transmite. Contexto: Circunstancias temporales, espaciales y socioculturales que rodean el hecho o acto comunicativo y que permiten comprender el mensaje en su justa medida. “La amistad o el amor no pueden ser la norma de esta relación médico – paciente; la asimetría y la distancia son necesarias para ambas partes. La comunicación existencial no debe significar tampoco la total y mutua apertura, sino que será más bien la solidaridad en vista de la situación general del hombre con la enfermedad, el sufrimiento y la muerte, de la que participan tanto el paciente como el médico, una comunidad emocional, y no sólo intelectual, en las condiciones básicas de la existencia humana”. Se debe habituar a considerar al enfermo, no como un portador de enfermedades, sino como un ser humano que piensa y discrimina sobre su estado, con una conciencia propia, individual, de su enfermedad (autognosis), quele hace apreciar los hechos en una forma absolutamente particular, según la forma como perciba sus sufrimientos, según sea su instrucción y su experiencia anterior. El individuo se siente enfermo, tiene sufrimientos físicos y psíquicos específicos de su enfermedad, y además se ha formado un criterio sobre ella y su situación. MODELOS DE RELACIÓN MÉDICO – PACIENTE MODELO DE LAÍN ENTRALGO Plantea por lo tanto que esta relación está fundada genéricamente en lo que él llama el “binomio menester-amor”, en tanto que el fundamento específico tiene que ver con las características con las cuales se concreta esa necesidad de ser ayudado-ayudar. En esta concepción todo enfermo puede básicamente ser considerado como un carenciado y todo médico tiene como función satisfacer dicha carencia en un acto que primordialmente es afectivo. 1) El momento cognoscitivo Se refiere a la etapa del diagnóstico, que para este autor equivale al modo de conocer del médico. 2) El momento operativo Se refiere a la actividad terapéutica del médico que, como sabemos, no corresponde únicamente a la prescripción de los medicamentos sino que comprende todo su accionar, desde la escucha empática del inicio, hasta el saludo final. La acción terapéutica comienza cuando el paciente decide pedir la consulta, antes del encuentro propiamente dicho y no terminará hasta el alta. El momento del diagnóstico también es terapéutico 3) El momento afectivo. Existen tres formas de vinculación afectiva entre el médico y el paciente: la camaradería médica, la transferencia y contratransferencia y la amistad médica en sentido estricto. A) En la camaradería médica, tanto el médico como el paciente, aspiran a solucionar la enfermedad y lograr la salud, pero con poco compromiso personal. b) En la amistad médica, lo característico es la confianza por la cual el paciente puede hacerle confidencias a su médico acerca de sus más íntimos pensamientos y emociones c) En cuanto a la transferencia, la transferencia aparece como comportamientos inadecuados o como afectos desajustados que no corresponden ni en calidad ni en magnitud a la situación real. La transferencia es lo irracional, lo inconsciente, lo infantil, de la conducta, que coexiste con lo racional, lo conciente, lo adulto, en serie complementaria. d) Contratransferencia describe como las emociones que aparecen en el analista como respuesta a las actitudes del paciente. 4) También la ética y la religiosidad tiñen esta relación de un modo singular distinto para cada sujeto humano. El autor postula que tanto lo ético como lo religioso son inherentes al hombre y por lo tanto en el hombre enfermo y en el médico relacionado con él, ambos aspectos también están presentes. MODELO DE HOLLENDER Se trata de un modelo centrado en las actitudes que tanto los médicos como los pacientes pueden adoptar en el transcurso de la enfermedad. Este modelo plantea que tanto el comportamiento del médico como el del paciente dependen del tipo de enfermedad que este último padezca, del momento evolutivo de la misma y de las particulares circunstancias que se estén atravesando. 1) Este autor plantea que existen situaciones en las cuales el enfermo, por la gravedad de su estado se comporta, con conciencia o sin ella, con mayor pasividad, tal como ocurren en las urgencias, los comas, los cuadros confusionales, en la cirugía, etc. En estas circunstancias el médico debe ser activo. (la relación entre la madre y el lactante). 2) Cuando la enfermedad es aguda, la forma adecuada es que el médico asuma la dirección del tratamiento con la cooperación del paciente (la relación padre – hijo). 3) En las enfermedades crónicas y en todas aquellas circunstancias en las que deba ponerse en funcionamiento una estrategia de rehabilitación, a forma más adecuada de llevar esto a cabo sería con una relación de participación mutua y recíproca (modelo adulto-adulto). MODELO DE LA BIOETICA Se basa en los siguientes principios: 1. Respeto por la autonomía (las personas tienen derecho a decidir por ellas mismas). 2. Beneficencia (buscar el bien del paciente). 3. No maleficencia (no dañarlo, no exponerlo a riesgos innecesarios). 4. Principio del doble efecto (cuando las acciones que el médico realiza o indica pueden tener buen y mal efecto, se acepta que se realicen si lo que se intenta lograr es el buen efecto). 5. Justicia (todas las personas tienen la misma oportunidad de recibir la atención médica que necesitan). Las normas morales básicas involucradas: 1. Veracidad: sustenta la confianza que, a su vez, es uno de los pilares de la alianza terapéutica. 2. Confidencialidad: éste es un principio muy arraigado en la tradición médica. Promueve la confianza. Este principio puede ser infringido cuando se trata de prevenir riesgos o daños graves a terceros. EL MODELO DE LA INGENIERÍA: “EL MÉDICO MECÁNICO”. Describe aquellas relaciones en las cuales el médico actúa como un técnico y los enfermos acuden a él para que “repare” su organismo malfuncionante. El paradigma que fundamenta este accionar considera al hombre como una máquina orgánica y, por lo tanto, el médico se forma para reparar el daño o atenuar la disfuncionalidad cuando no puede hacer otra cosa. EL MODELO SACERDOTAL El médico se ocupa del “bien” de su paciente y en pos de este bien actúa vulnerando intencionadamente su autonomía si, según su criterio, es necesario hacerlo. Aquí el médico diagnostica y decide el tratamiento mejor para su paciente, sobre la base de que él, sea por sus conocimientos, su estado emocional o por su situación social, no está en condiciones de hacerlo por sí mismo. Beneficencia-No Maleficencia versus Autonomía-Veracidad. La concepción que fundamente este accionar es el paternalismo. EL MODELO DE LOS COLEGAS Cuando el médico y el paciente se comportan como socios, sin asimetría en el rol. Las decisiones son compartidas. La responsabilidad también se comparte. EL MODELO CONTRACTUAL En este caso se considera que el contrato que se establece es un acuerdo orientado al tema que motiva el encuentro que es la salud del paciente. El diagnóstico lo realiza el médico y, si bien el que decide es el paciente, la responsabilidad es compartida. Existe respeto por la autonomía del paciente al que se informa para que pueda decidir con fundamento. Del análisis de los Modelos de Relación Médico Paciente presentados resulta claro, que dicha relación puede definirse básicamente como “Un encuentro entre dos personas con necesidades complementarias: una está disminuida por su situación de enfermedad y la otra posee los recursos que atenuarán o harán desaparecer esa carencia o disminución”. CONCLUSION En la relación médico-paciente, el médico debe estar consciente de que el paciente no tiene dañado solo un órgano, sino que enferma de manera integral. Por ello, debemos reflexionar que el enfermar conduce a sufrir. En ocasiones se padece mucho más de lo que se está enfermo y no debe olvidarse que cuando un paciente enferma de algo grave, enferma con él la familia. Por todo ello no es vano recordar aquella vieja conseja médica que señala: “El médico pocas veces cura, algunas sana, pero siempre debe consolar” Caso No. 1 El Sr.Y, arquitecto, sufre un accidente automovilístico y es llevado al hospital en donde es recibido después de comprobar que cuenta con seguro médico para sus gastos. En la consulta de urgencias, es atendido por el jefe de servicio quien le explica que tiene una lesión cervical leve, que no se preocupe, que todo estará bien. La evolución es favorable y a los dos días de observación, el Sr. Y es dado de alta; en sus consultas posteriores, aun cuando refiere cefalea en forma ocasional el médico tratante no lo vuelve a revisar, sólo cumple con los requisitos de la aseguradora y le pide que firme los documentos que comprueban las consultas otorgadaspara que le paguen sus honorarios. Caso No. 2 El Lic. L. presenta cefalea intensa de forma aguda, diplopía y pérdida de fuerza en extremidad superior e inferior derecha, es internado con datos sugestivos de cráneo hipertensivo, acuden a valorarlo varios especialistas y los diagnósticos probables son: meningitis o hemorragia intracraneal, ambos con un pronóstico grave para la vida del paciente. Uno de los especialistas sugiere hacer un estudio intervencionista que puede presentar complicaciones y tiene gran riesgo para el paciente, los otros médicos tienen posturas conservadoras para este estudio ya que es un estudio nuevo que se tiene que realizar con el nuevo aparato que acaba de ser adquirido por el médico que lo propone. Caso No. 3 La Dra. X, médica en una pequeña ciudad, ha sido contactada por una organización de investigación por Internet, para participar en un ensayo clínico de un nuevo fármaco. Por cada paciente, le ofrecen una cantidad de dinero. El representante de la organización asegura que el ensayo cuenta con todas las autorizaciones necesarias. La Dra. X, duda, nunca ha participado en un ensayo de este tipo antes y está contenta de que la hayan elegido para participar y además obtener dinero extra, por lo que esta tentada a aceptar sin averiguar más sobre los aspectos científicos y éticos del ensayo. El médico debe saber lo que hace, cómo lo hace y hacerlo siempre con amor. Paracelso
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