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Hormonas metabólicas tiroideas UABP 5 Glándula tiroides Ubicación debajo de la laringe y a ambos lados y por delante de la tráquea. Glándula endócrina: secreta tiroxina y triyodotironina conocidas como T3 y T4; calcitonina, importante para el metabolismo del calcio. Efecto: inducen un notable aumento del metabolismo del organismo. La ausencia completa de secreción tiroidea provoca descensos metabólicos, y su secreción excesiva incrementa el metabolismo por encima de lo normal. La secreción tiroidea está controlada por la TSH (tirotropina) secretada por la adenohipófisis. SINTESIS Y SECRECION DE LAS HORMONAS Alrededor del 93% de las hormonas con actividad metabólica secretadas por la glándula tiroides corresponde a tiroxina y el 7% restante a triyodotironina. Con el tiempo casi toda la tiroxina se convierte en triyodotironina en los tejidos. Sus funciones son cualitativamente similares, aunque cambian en la rapidez y la intensidad de la acción. La T4 es cuatro veces más potente que la T3, aunque se detecta una cantidad menor en la sangre y tiene duración más breve. Anatomía fisiológica de la glándula: Se compone de folículos cerrados repletos de una sustancia secretora llamada coloide y revestidos por células epiteliales cubicas que secretan a la luz de los folículos. El componente principal del coloide es una glicoproteína, la tiroglobulina, cuya molécula contiene las hormonas tiroides. El flujo sanguíneo por minuto de la glándula equivale a unas cinco veces su peso, lo que supone un aporte sanguíneo como cualquier otra región del organismo. El yoduro es necesario para la formación de tiroxina Se precisan al año unos 50 miligramos de yodo o el equivalente 1mg/semana. Para impedir la deficiencia del yodo se añade una parte de yoduro sódico. Destino de los yoduros ingeridos. Los yoduros ingeridos por vía oral se absorben desde el tubo digestivo hasta la sangre. La mayor parte se excreta con rapidez por vía renal, pero siempre después de que las células tiroideas hayan retirado selectivamente una quinta parte de la sangre circulante y la hayan empleado en la síntesis de hormonas tiroideas. Bomba de yoduro (atrapamiento) La primera etapa de formación de las hormonas tiroides consiste en el trasporte de los yoduros desde la sangre a las células y los folículos de la glándula tiroides. La membrana basal de estas células posee capacidad para bombear de forma activa el yoduro al interior celular, proceso llamado atrapamiento de yoduro. La bomba de yoduro concentra esta sustancia hasta que su concentración supera en 30 veces la de la sangre. El atrapamiento depende de diversos factores, el más importante es la concentración de TSH, que estimula la actividad de la bomba de yoduro en las células tiroideas, mientras que la hipofisectomía disminuye. TIROGLOBULINA Y QUÍMICA DE LA FORMACIÓN DE TIROXINA Y TRIYODOTIRONINA. Formación y secreción de tiroglobulina Las células tiroideas son células glandulares secretoras de proteínas. El RE y el aparato de Golgi sintetizan y secretan hacia los folículos tiroglobulinas. Cada molécula de tiroglobulina contiene unas 70 moléculas del aminoácido tirosina, sustrato principal que se combina con yodo para dar las hormonas. Las hormonas tiroideas se producen dentro de la tiroglobulina. Es decir, la T3 y T4 formadas a partir de tirosina constituyen una parte de la molécula de tiroglobulina durante la síntesis de hormonas tiroideas y cuando se almacenan en el coloide de los folículos. Oxidación de los yoduros. Primer paso para la formación de las hormonas: conversión de iones de yoduro en una forma oxidada del yodo que luego pueden combinarse con la tirosina. La oxidación del yodo depende de la peroxidasa y su peróxido de hidrogeno. La peroxidasa se encuentra en la membrana apical de la célula o unida a ella, proporcionando así el yodo oxidado justo en el lugar de la célula donde la molécula de tiroglobulina abandona el Golgi y atraviesa la membrana celular hasta el coloide. Cuando la peroxidasa se bloquea o falta, le velocidad de formación de hormonas disminuye hasta cero. Yodación de la tirosina y formación de las hormonas tiroideas: organización de la tiroglobulina Yodo + molécula de tiroglobulina: esta unión recibe el nombre de organización de la tiroglobulina. El yodo oxidado se une al aminoácido de la tirosina. En las células tiroideas el yodo oxidado se asocia a una enzima yodasa que hace que el proceso tenga lugar en segundos o minutos. A medida que la tiroglobulina se libre de Golgi o se secreta al folículo a través de la membrana apical de la célula, el yodo se fija en la sexta parte de las tirosinas contenidas en la molécula de trioglobulina. La tirosina se yoda primero a monoyodotirosina y después a diyodotirosina. Luego números crecientes de residuos de yodotirosina se acoplan entre sí. El principal producto hormonal de la reacción de acoplamiento es la molécula tiroxina, que aun forma parte de la molécula de tiroglobulina. En otros casos una molécula de monoyodotirosina se une con una diyodotirosina para formar tiroyodotironina. Almacenamiento de la tiroglobulina. La glándula tiroides puede almacenar grandes cantidades de hormona. Cuando termina la síntesis cada molécula de tiroglobulina contiene hasta 30 moléculas de T3 y algunas de T4. Los folículos almacenan una cantidad de hormonas tiroideas suficiente para cubrir las necesidades normales del organismo durante dos o tres meses. Cuando cesa la síntesis los efectos fisiológicos de la deficiencia tardan varios meses en aparecer. Liberación de T3 y T4 en la glándula En primer lugar se escindan de la molécula de tiroglobulina y luego ambas se secretan en forma libre. Mecanismo: la superficie apical de las células tiroideas emite extensiones en forma de seudópodos que rodean a porciones del coloide constituyendo vesículas de pinocitosis, que alcanzan la punta de la célula. Los lisosomas del citoplasma células se funden de inmediato con estas vesículas y forman otras vesículas digestivas que contienen enzimas procedentes de lisosomas mezcladas con el coloide. Enzimas proteinitas digieren las moléculas de tiroglobulina y liberan la T3 y T4. Estas difunden a través de la base de la célula tiroidea hacia capilares circundantes y pasan a la sangre. Alrededor de las ¾ partes de tirosina yodada en la tiroglobulina no se convierten en hormonas y permanecen como monoyodotirosina y diyodotirosina. Durante la digestión de la molécula de tiroglobulina las tiroxinas yodadas también se liberan de las moléculas. Sin embargo no se secretan en la sangre sino que el yodo que contienen se separa por la acción de la enzima desyodasa que recupera todo ese yodo para que la glándula lo recicle y forme nuevas hormonas. Secreción diaria de tiroxina y triyodotironina En condiciones normales, es mayor la liberación de t3 que de t4. No obstante, los días siguientes la mitad de la t3 se desyoda con lentitud y forma más t4. Es por eso que la hormona liberada en última instancia en los tejidos y empleada por ellos es sobre todo la t4. Transporte de T3 y T4 a los tejidos La T3 y T4 están unidas a proteínas plasmáticas, todas de ellas sintetizadas por el hígado. Estas proteínas son globulina fijadora de la T3, y en menor cantidad, prealbúmina y albúmina fijadora de T3. La T3 y T4 se liberan lentamente de las células de los tejidos, debido a la gran afinidad de las proteínas de unión plasmáticas por las hormonas. La mitad de T3 presente en la sangre se libera a las células de los tejidos cada 6 días aproximadamente, mientras que la mitad de T4, dada su menor afinidad, tarda un día en llegar a las células. Al entrar en las células, ambas se unen a proteínas intracelulares, aunque la T3 lo hace con mayor fuerzaque la T4. Se vuelven a almacenar en las células diana y se utilizan con lentitud (días o semanas). Las acciones de la T4 tienen lugar con una rapidez hasta cuatro veces mayor que la T3, el periodo de latencia se acorta hasta 6- 12 horas y la actividad célula máxima se alcanza de 2 a 3 días. Funciones fisiológica de las hormonas tiroideas Aumentan la transcripción de una gran cantidad de genes, aumentando la actividad funcional de todo el organismo. Activan receptores nucleares. Los receptores de las hormonas tiroideas se encuentran unidos a cadenas genéticas de ADN o junto a ellas. El receptor suele formar un heterodímero con el receptor retinoide X en los elementos específicos de respuesta a la hormona tiroidea del ADN. Al unirse a la hormona los receptores activan e inician el proceso de transcripción. Son consecuencia de las funciones enzimáticas y otros tipos de acciones por proteínas. Aumentan la actividad metabólica celular. El metabolismo se incrementa entre 60% y 100% por encima de su valor normal cuando las concentraciones de las hormonas son altas. Aunque la síntesis de proteínas aumenta, también lo hace el catabolismo proteico. Incrementan el número y la actividad de las mitocondrias. Aumentan en número y tamaño, así como la formación de ATP, que estimula la función celular. Facilitan el transporte activo de iones a través de la membrana células. Actúa la enzima Na-K-ATPasa que aumenta en respuesta a la hormona tiroidea; potencia el transporte de iones de sodio y potasio a través de la membrana celular. Las hormonas hacen que las membranas de casi todas las células pierdan iones de sodio, con lo que se activa el bombeo de sodio y se acrecienta aun más la producción de calor. Efecto de las hormonas tiroideas sobre el crecimiento Se manifiesta sobre todo en los niños en edad de desarrollo. En los niños hipotiroideos, la velocidad de crecimiento es más lenta, mientras que en los hipertiroideos a menudo experimentan un crecimiento esquelético excesivo, por lo que son bastante más altos; los huesos también maduran con mayor rapidez y las epífisis se cierren a una edad temprana, por lo que la estatura final en la edad adulta es menor. Un efecto importante de la hormona tiroidea consiste en el estimulo del crecimiento y del desarrollo del cerebro durante la vida fetal y en los primeros años de vida prenatal. Si el feto no posee cantidades suficientes de la hormona, el crecimiento y la maduración del cerebro antes y después del nacimiento se retrasaran y su tamaño será más pequeño de lo normal, y si no se le hace un tratamiento puede carecer de la glandula y presentar un retraso mental permanente. Efectos de las hormonas tiroideas sobre mecanismos corporales específicos Estimulan las fases el metabolismo de los H de carbono, como la rápida captación de glucosa por las células, el aumento de la glucolisis, el incremento de la gluconeogenia, una mayor absorción en el tubo digestivo en incluso una mayor secreción de insulina. Estimulación del metabolismo de los lípidos. Incrementa la concentración plasmática de ácidos grasos libres y acelera su oxidación por células. Efecto sobre los lípidos, plasmáticos y hepáticos. El incremento de la hormona induce un descenso de la concentración plasmática del colesterol, fosfolípidos y triglicéridos, aunque eleva los ácidos libres. La disminución de secreción eleva en gran medida la concentración plasmática y original un depósito excesivo de lípidos en el hígado. Mayor necesidad de vitaminas. Incrementa la cantidad de numerosas enzimas corporales, ya que las vitaminas suponen una parte esencial de algunas enzimas, la hormona aumenta las necesidades de vitaminas. Aumento del metabolismo basal (células) Disminución del peso corporal. Los grandes aumentos de concentración de la hormona producen adelgazamiento, mientras que su disminución marcada se asocia a una ganancia ponderal. Efecto de las hormonas tiroideas sobre el aparato cardiovascular Aumenta el flujo sanguíneo y gasto cardíaco, acelera la utilización de oxígeno e induce la liberación de cantidades excesivas de productos metabólicos finales a partir de tejidos. Estos efectos dilatan los vasos de casi todos los tejidos orgánicos elevando el flujo sanguíneo. Aumento de la frecuencia cardiaca, y la fuerza cardíaca. Presión arterial normal. Suele permanecer dentro de los valores normales tras la administración de la hormona. Aumento de la respiración. El incremento del metabolismo eleva la utilización de oxígeno y la formación de CO2, estos efectos activan los mecanismos que aumentan la frecuencia y la profundidad de respiración. Aumento de la motilidad digestiva. Favorece la secreción de los jugos digestivos y la motilidad del aparato. Excitación del SNC. Efecto sobre la función muscular. Temblor muscular. Efecto sobre el sueño. Ejerce un efecto agotador en la musculatura y SNC. Efecto sobre otras glándulas endocrinas, como páncreas. Incrementa la velocidad de desactivación hepática de los glucocorticoides suprarrenales Efecto de las hormonas sobre la función sexual. La falta de hormona en mujeres produce menorragia y polimenorrea, una hemorragia menstrual excesiva y frecuente. Regulación de secreción de hormonas tiroideas. La llamada tirotropina es una hormona adenohipofisaria que incrementa la secreción de T3 y T3 en la glándula. Los efectos que ejerce sobre la glándula son: Eleva la proteolisis de la tiroglobulina que se encuentra almacenada en los folículos, con lo que se liberan las hormonas tiroideas a la sangre y disminuye la sustancia folicular. Incrementa la actividad de la bomba de yoduro. Intensifica la yodación de T3 para formar hormonas tiroideas. Aumenta el tamaño y actividad secretora de las células. Incrementa el número de células tiroideas y transforma las células cúbicas en cilíndricas que induce al plegamiento del epitelio en el interior de los folículos. El monofosfato de la adenosina cíclico actúa como mediador del efecto estimulador de la tirotropina. Estos efectos obedecen a la activación del sistema de segundo mensajero de AMPc de la célula. Luego de esta activación se produce la unión de la TSH con receptores de la célula basal de la hormona. Se activa así la adenilato ciclasa de la membrana lo que incrementa la formación de AMPc en la célula. Por último este actúa como segundo mensajero y activa a la proteincinasa que produce fosforilaciones en la célula. El resultado es un aumento de la secreción y crecimiento del propio tejido de la glándula. La secreción adenohipofisaria de TSH se encuentra regulada por la tiroliberina procedente del hipotálamo. La excitación y la ansiedad, así como el frío, inducen una caída de la secreción de TSH. Estos efectos desaparecen cuando se secciona el tallo hipófisiario. Efecto de retroalimentación de las hormonas tiroideas para disminuir la secreción de TSH. El ascenso de la concentración de la hormona tiroidea en los líquidos corporales reduce la secreción de TSH por la adenohipófisis. Este efecto depresor mediante retroalimentación apenas disminuye cuando se separa la adenohipofisis del hipotálamo. Cualquiera que sea el mecanismo de la retroalimentación su efecto consiste en mantener una concentración constante de hormona tiroidea libre en los líquidos corporales circulantes. Sustancias antitiroideas. Son las sustancias que suprimen la secreción de las hormonas. Estas son: Los iones tiocianato; reducen el atrapamiento de yoduro. El propilitiluracilo; reduce la formación de la hormona tiroidea. El uso de estos iones bloquea la secreción tiroidea y se traduce en un aumento del tamaño de la glándula (bocio) La concentración elevada de yoduro disminuye la actividad y el tamaño de la glándula.
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