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Caṕıtulo 7 Plasticidad Una caracteŕıstica de los materiales reales es su resistencia limitada. Esta propiedad fundamental, que hace entre otras cosas que las piezas y estructuras se rompan, no se contempla en la respuesta elástica, ni siquiera en la viscoelástica. El primer rasgo importante de las teoŕıas de plasticidad es que incorporan un ĺımite a la capacidad resistente del material y lo codifican matemáticamente. Un segundo rasgo propio de la plasticidad es la caracterización de la respuesta irreversible, que se observa, sobre todo, en los materiales dúctiles. En estos tipo de materiales se aprecia claramente que cuando se supera un cierto estado de carga las deformaciones que se producen posteriormente no se recuperan, a pesar de que se retiren las solicitaciones. Este fenómeno, conocido como fluencia, es clave para diseñar procesos de fabricación por conformado, pero también para poder valorar la seguridad de estructuras o veh́ıculos en situaciones extraordinarias como impactos, terremotos, etc. 7.1. Historia La teoŕıa de la plasticidad se origina con los estudios de Tresca en 1864 en los cuales describe que ciertos materiales fluyen cuando se someten a cargas suficientemente altas y que la deformación que alcanzan permanece, incluso cuando las cargas se retiran [1]. Colocando varias finas láminas de plomo y sometiéndolas a punzonamiento, Tresca concluye, entre otras cosas, que el material se deforma isocóricamente, y que el flujo plástico se inicia cuando la máxima tensión tangencial alcanza un cierto valor cŕıtico, condición que se asocia desde entonces a su nombre. Casi a la vez, Saint-Venant propone la primera teoŕıa de lo que se conoce actualmente como plasticidad ŕıgida y la aplica a problemas planos, teoŕıa que posteriormente extiende Levy a problemas tridimensionales. En 1913 von Mises propone un criterio de fluencia distinto al de Tresca muy utilizado para estudio de metales y que mantiene su nombre hasta 139 140 Caṕıtulo 7. Plasticidad Figura 7.1: Detalle de los experimentos de Tresca sobre la plasticidad en plomo. hoy basado, no en el valor de la tensión tangencial, sino en consideraciones energéticas. La primera teoŕıa elasto-plástica completa la presenta Prandtl en 1924 para problemas bidimensionales y es Reuss quien la extiende a problemas tridimensionales en 1930. Durante los años siguientes se desarrollan todas las aplicaciones de la plasticidad perfecta, como el análisis ĺımite, la teoŕıa de ĺıneas de fluencia, etc, y es en 1950 cuando Hill publica su libro sobre la teoŕıa matemática de la plasticidad ([2]) que culmina y unifica todos los trabajos anteriores a él. El trabajo de Hill prácticamente concluye toda la formulación de la teoŕıa de la plasticidad en pequeñas deformaciones y desde entonces los avances fundamentales han estado asociados a la teoŕıa en grandes deformaciones ([3]). 7.2. Fenomenoloǵıa de la plasticidad Las caracteŕısticas principales de la respuesta plástica son, como se ha mencionado, la existencia de un ĺımite en la respuesta mecánica y la apari- ción de fenómenos irreversibles. Estas dos cualidades serán replicadas en los modelos que presentaremos pero existen otras, también importantes, que se observan en los experimentos sobre materiales elastoplásticos. 7.2.1. El ensayo de tracción uniaxial Todos los elementos básicos de respuesta elastoplástica se pueden iden- tificar en el ensayo de tracción uniaxial, por lo que a continuación lo descri- bimos con cierto detalle, basándonos en el esquema de la figura 7.2. Supongamos que se ensaya a tracción una barra de un material metálico libre de tensiones y se dibuja un diagrama tensión-deformación (ingenieriles) del ensayo. En este se puede apreciar lo siguiente: Caṕıtulo 7. Plasticidad 141 " � �f P Figura 7.2: Ensayo uniaxial de tracción en un material dúctil t́ıpico. Al comenzar a cargar la probeta, el diagrama muestra una respuesta proporcional: la tensión crece con la deformación, y además esta rela- ción es proporcional. Esta constante de proporcionalidad, como ya se explicó, es el módulo de Young del material. La respuesta proporcional tiene además otra propiedad fundamental y es que es reversible. Cuan- do la tensión disminuye, la deformación también lo hace, y además el camino de descarga es la misma recta que la de carga. Al continuar incrementando el valor de la tensión se observa que la curva � − " pierde su linealidad. El valor de la tensión por encima del cual esto ocurre se conoce con el nombre del ĺımite de proporciona- lidad . Cuando la tensión supera este valor caracteŕıstico del material, la respuesta (y por tanto la curva) pasa a ser no lineal, pero se sigue manteniendo la reversibilidad del proceso: al igual que antes, al reducir el valor de la tensión, observamos como la curva se recorre en sentido contrario a la carga, hasta el origen. Si se incrementa más la tensión, se supera un valor, también carac- teŕıstico del material y que se conoce como ĺımite elástico, a partir del cual las deformaciones que se producen no son completamente re- cuperables. Al descargar la probeta se observa que el camino ya no coincide con el de carga y que, al retirar las tensiones completamente, la probeta queda con una deformaciones permanentes o deformacio- nes plásticas. Este proceso se verifica de forma idéntica a tracción y a compresión de la probeta, siendo el ĺımite elástico de ambos casos idénticos. 142 Caṕıtulo 7. Plasticidad Si en el ensayo de tracción se supera el ĺımite elástico, se observa en el diagrama una región en el que la tension se mantiene prácticamente constante mientras la deformación crece, como si el material fluyera. Este valor de la tensión se conoce como el ĺımite de fluencia . La deformación que ocurre durante la fluencia es plástica. Si se continúa deformando la probeta, la curva tensión-deformación continua con pendiente positiva, siendo la deformación mayormente plástica. Para identificar la parte de la deformación plástica de la elástica basta con descargar la probeta en cualquier instante, pues la deformación plástica es la que se corresponde con la tensión nula. Después de una descarga completa se observan dos fenómenos: prime- ro, al volver a cargar la probeta este proceso es elástico hasta que se alcanza la tensión en la se comenzó la descarga. Esta tensión es mayor que el ĺımite elástico y se dice que el material, debido a la deforma- ción plástica, ha sufrido un endurecimiento isótropo. Además, si la probeta se descarga y después se continúa ensayando a compresión se comprueba que el ĺımite elástico a compresión ha disminuido respecto a su valor original, conociéndose esto como el efecto Bauschinger . Para modelar este efecto, se supone que la disminución del ĺımite elásti- co en un sentido es igual al incremento del ĺımite elástico en el otro debido al endurecimiento isótropo, siendo el primero conocido como endurecimiento cinemático. En los metales se observa experimentalmente que la deformación plásti- ca es prácticamente toda ella desviadora, es decir, que el flujo plástico es isocórico. Si las tensiones de tracción siguen incrementándose se llega a la rotura del material. 7.2.2. Efecto de la velocidad de deformación En este caṕıtulo estudiaremos la deformación de cuerpos elastoplásticos bajo velocidades de deformación pequeñas (≈ 10−2 s−1). En este orden de velocidades de deformación las propiedades de los materiales elastoplásti- cos son constantes. En cambio, si la velocidad de deformación es alta las caracteŕısticas del material cambian: el ĺımite elástico se incrementa con la velocidad de deformación y la rama plástica se acorta. 7.2.3. Efecto de la temperatura Como en la viscoelasticidad, la temperatura tiene un efecto importante en el comportamiento plástico de los materiales. Por ejemplo, a temperaturas bajas los metales se comportan de manera frágil,mientras que lo hacen de Caṕıtulo 7. Plasticidad 143 " � �f " � �f " � �f " � �f " � �f " � Figura 7.3: Modelos simplificados del comportamiento plástico. De arriba a abajo, izquierda a derecha, modelo: plástico perfecto, plástico con endu- recimiento lineal, elastoplástico con plasticidad perfecta, elastoplástico con endurecimiento no lineal, de Ramberg y Osgood. manera dúctil a temperaturas altas. También la forma de la curva tensión- deformación se modifica con la temperatura. 7.3. Modelos simplificados Como la respuesta elastoplástica es tan compleja, incluso para el caso uniaxial, se han propuesto varios modelos simplificados. Véase la figura 7.3. Por ejemplo, el caso de la plasticidad perfecta ha servido para resolver, de forma aproximada varios problemas de interés en ingenieŕıa de fabricación donde las piezas se “conforman” por acumulación de deformación plásti- ca. Este tipo de modelos pueden dar aproximaciones aceptables cuando la magnitud de la deformación plástica sea mucho mayor que la de la parte recuperable. También se han propuesto varias modelos anaĺıticos que permiten repre- sentar matemáticamente la curva de tensión-deformación unidimensional [3]. 144 Caṕıtulo 7. Plasticidad Algunas de ellas, junto con el nombre de la persona que las propuso y la fecha son: Ludwick (1909): � = � f +H"n Prager (1938): � = � f tanh � E � f "� Ramberg y Osgood (1943): " = � E +H � � E �n siendo H y n en cada caso constantes escogidas para ajustar el comporta- miento. Todos estos modelos sencillos permite ajustar el comportamiento elastoplástico en un ensayo de carga, pero no puede representar ciclos de carga y descarga o cualquier otro proceso más complejo. 7.4. Plasticidad unidimensional De la misma manera que los modelos reológicos permiten una descrip- ción “intuitiva” de la viscoelasticidad, existen modelos similares para pre- sentar la el comportamiento plástico. El elemento básico para comprender la plasticidad es el rozante , dibujado en la figura 7.4, un elemento mecánico unidimensional cuya deformación viene dada por la relación ✏̇ = �������0 ��� < �f� sgn(�) ��� = �f , con � ≥ 0 . (7.1) �f � � Figura 7.4: Modelo reológico del elemento rozante, caracterizado por un ĺımite en la tensión � f , o tensión de fluencia. Este sistema no establece una relación uńıvoca entre tensión y defor- mación, sino que simplemente limita el valor ĺımite de la tensión. La re- lación (7.1) no es una función diferenciable, lo cual dificulta el análisis y la resolución de problemas. Para ilustrar la forma en la que los rozantes pueden emplearse para estudiar la respuesta de sólidos eslastoplásticos con- sideremos, en primer lugar, un sólido con el modelo reológico de la figura 7.5, compuesto de un resorte elástico de constante E y un rozante de constan- te � f , indicando como � la tensión (fuerza) ejercida sobre el sistema, " su deformación, que consta de un parte plástica "p y otra elástica "e, satisfa- ciendo " = "p + "e. Este modelo es sometido a un ciclo de carga y descarga con control de deformación. Ver figura 7.6. Desde la situación sin deformar, la deformación Caṕıtulo 7. Plasticidad 145 �f E �� "p "e " Figura 7.5: Modelo reológico para el comportamiento elastoplástico perfecto. total " se incrementa monotónicamente hasta que se alcanza la tensión de fluencia en el estado 1. Si se sigue incrementando la deformación, ésta crece hasta el estado 2, aunque la tensión ya no puede superar el valor � f . Si en el estado 2 se inicia un ciclo de descarga, se puede ir decrementando la deformación hasta encontrar un estado (correspondiente al punto 3) en el que la tensión se anula. En la figura 7.6 también se puede observar la evolución de la deformación en el rozante y en el resorte. En el primero, la deformación crece durante la fase de carga 1 → 2, y se mantiene constante una vez que se alcanza la tensión de fluencia, hasta la rama de descarga. Sin embargo, la evolución de la deformación plástica es junto la opuesta: permanece cero durante la rama inicial de carga y sólo cuando se alcanza � f la primera crece, hasta que se reinicia el proceso de descarga. En este sencillo experimento se observan los dos fenómenos principales de la plasticidad: la existencia de un ĺımite para el valor de la tensión y la aparición de efectos permanentes en la deformación una vez retiradas las cargas. También ilustra un aspecto que será muy útil para la formulación matemática de la elastoplasticidad: la deformación " se puede descomponer aditivamente de la siguiente manera: " = "e + "p , (7.2) siendo "p la parte plástica de la deformación. Además, la tensión total se puede expresar como � = E(" − "p) = E"e . (7.3) Por último, para expresar matemáticamente las condiciones en las que se inicia la deformación plástica resulta útil definir una función de fluencia que depende sólo de la tensión y que para este modelo reológico es f(�) = ��� − � f . (7.4) Por la forma en la que hemos definido el elemento rozante esta función nunca puede tener valor positivo. De hecho, cuando se verifica f = 0, quiere decir que el rozante puede empezar a deslizar. De forma geométrica podemos decir que la tensión � sólo puede tomar valores en el intervalo [−�,�] y que el flujo 146 Caṕıtulo 7. Plasticidad � " 1 2 3 �f "e t 1 2 3 "p t 1 2 3 " t 1 2 3 Figura 7.6: Ensayo tracción-compresión con modelo elastoplástico perfecto. En la figura de la izquierda se muestra el ciclo de carga-descarga y en las tres figuras de la derecha, la evolución de las deformaciones. plástico sólo puede ocurrir cuando � está sobre el contorno de este conjunto. � ≥ 0, f(�) ≤ 0, � f(�) = 0 , (7.5) y la restricción adicional de que �ḟ(�) = 0 (7.6) cuando f = 0. Estas relaciones se suelen denominar las condiciones deKuhn- Tucker . El modelo reológico empleado es tan sencillo que no posee ningún tipo de endurecimiento. 7.5. Criterios de fallo La función de fluencia f utilizada en el modelo unidimensional sirve para caracterizar de manera única los casos en los que se puede dar deformación Caṕıtulo 7. Plasticidad 147 permanente. Extendemos a continuación esta idea a problemas con estados de carga completamente generales. Los sólidos salen del régimen de comportamiento elástico por motivos muy distintos, dependiendo de la microestructura de los materiales que los constituyen. Por ejemplo, los metales dejan de ser elásticos cuando plasti- fican debido a la nucleación de dislocaciones en la red cristalina de cada grano. Los poĺımeros también salen del régimen elástico, pero en este caso se debe a desenrollamiento de cadenas poliméricas. Por último, los materia- les cerámicos o el hormigón dejan de ser elásticos debido a la aparición de microfisuras. Por unificar conceptos, llamaremos fallo a la finalización del comportamiento elástico de un material, independientemente del microme- canismo responsable del mismo. Un criterio de fallo es un modelo matemático que intenta explicar cuándo se inicia el fallo de un punto material a partir del estado de tensio- nes y/o deformaciones del mismo. Aunque están “inspirados” en la micro- mecánica de los materiales, los criterios de fallo son sólo fórmulas sencillas que, con uno o varios parámetros, ajustan los resultados experimentales de la mejor forma posible. No hay ningún criterio de fallo exacto para todo estado tensional �. En este curso estudiaremos criterios de fallo de la forma f(�) ≤ 0. Cuan- do la función f(�) es negativa, el punto se encuentra en régimen elástico. Cuando f(�) = 0, el criterio predice que se produce el fallo. Lo que ocurre si f > 0 no tiene interés porque el criterio no proporciona entonces infor- mación útil. Cuando el valor de f(�) es negativo, su módulo indica, la “distancia” que está el punto del fallo. Aunque no lo definamos con preci- sión, si f(� 1 ) < f(� 2), entonces el estado � 1 está más lejos del fallo que el estado � 2 . Por simplificar más aún los criterios de fallo, nos basaremos en el ensayo de tracción/compresión pura para definir los criterios de fallo. En un material dúctil, sabemos que el fallo plástico ocurre cuando la tensión alcanza el ĺımite elástico � e ; en cambio, un material frágil falla cuando la tensión alcanza el valor � r , la tensión de rotura. Si definimos la tensión última � u al ĺımite elástico, si el material es dúctil, o la tensión de rotura, si el material es frágil, consideraremos en este curso criterios de fallo siempre de la forma: f(�) = � eq (�) − � u , (7.7) siendo � eq un escalar que denominamos la tensión equivalente y que siempre ha de definirse de acuerdo a un criterio de fallo. Para cuantificar la severidad de un estado tensional respecto de un cri- terio de fallo, se define el coeficiente de seguridad del estado tensional � respecto al criterio de fallo f como el escalar n tal que f(n�) = 0 . (7.8) 148 Caṕıtulo 7. Plasticidad De acuerdo a las dos definiciones anteriores, la tensión equivalente � eq (�) es aquella tensión que en un ensayo de tracción/compresión pura tendŕıa el mismo coeficiente de seguridad que �. Un criterio de fallo no puede depender de � de cualquier manera. Para que éste sea f́ısicamente correcto, por ejemplo, no puede ser una función de las componentes de la matriz asociada a � que dependa del sistema de coordenadas escogido. Expresado de otra manera, la función f sólo puede depender de invariantes de � y si además, es isótropa, no puede depender de ninguna dirección. Existen infinitos invariantes del tensor tensión, pero sólo se pueden escoger tres que sean funcionalmente independientes. T́ıpicamente se escogen, bien los invariantes principales descritos en el 1, o bien las tres tensiones principales. Por unificar conceptos utilizaremos siempre estas tres últimas y, abusando de la notación, escribiremos: f(�) = f(� I ,� II ,� III ) = � eq (� I ,� II ,� III ) − � u . (7.9) Como en última instancia la función de fluencia depende únicamente de las tres tensiones principales se puede dibujar la superficie de fluencia f(� I ,� II ,� III ) = 0 en un sistema cartesiano. Esta representación puede ser útil para comprender cualitativamente los criterios y para compararlos entre ellos. 7.5.1. Criterios de fluencia para materiales dúctiles Independientemente de los micromecanismos responsables de la finaliza- ción del comportamiento elástico en los materiales dúctiles, estos se carac- terizan por una rama plástica muy larga hasta el fallo definitivo. Por ello, todos los criterios de fallo de materiales dúctiles se llaman criterios de fluencia . Entre los materiales dúctiles, los más comunes son los metales. Existen varios criterios para modelar su fallo y a continuación describimos los dos más habituales. El criterio de Tresca El criterio de Tresca (1814-1885) se basa en una serie de experimentos llevados a cabo entre 1864 y 1873 por dicho ingeniero francés. En ellos, Tresca estudió la deformación plástica y el punzonamiento de placas y cilindros de plomo, cobre, parafina, hielo, ... Los informes de estos experimentos fueron, durante 80 años, los más completos sobre el tema de plasticidad. En ellos se describen, por primera vez, el régimen elástico, el endurecimiento plástico y la fluencia de los metales. Sobre este último aspecto, además de identificar por vez primera que los metales fluyen como ĺıquidos, de forma isocórica, demostró que esto ocurre siempre bajo un estado tensional en el que la tensión tangencial máxima tiene un valor caracteŕıstico, constante para cada Caṕıtulo 7. Plasticidad 149 Figura 7.7: Henri Édouard Tresca (1814–1885). material. Como en un ensayo de tracción pura la tensión tangencial máxima toma el valor ��2 propuso la siguiente función de fluencia: f Tresca (� I ,� II ,� III ) = �Tresca eq (� I ,� II ,� III )−� e , �Tresca eq (� I ,� II ,� III ) = � I − � III . (7.10) En ocasiones resulta más útil expresar el criterio de Tresca como una función de la tensiones principales sin ordenar. En este caso, la tensión equivalente se puede escribir como �Tresca eq (� I ,� II ,� III ) =máx [�� I − � II �, �� II − � III �, �� III − � I �] . (7.11) Usando esta última expresión es sencillo comprobar que la superficie de fluencia en el espacio � I ,� II ,� III se obtiene extruyendo un hexágono a lo largo del eje � I = � II = � III . El criterio de von Mises El segundo criterio de fluencia que consideramos fue formulado por Max- well hacia 1865, pero se suele atribuir a von Mises (1883–1953) que lo pu- blicó en 1913. La motivación para este criterio también se encuentra en el comportamiento de los metales y expresa matemáticamente que la plastici- dad ocurre cuando la enerǵıa de distorsión alcanza un umbral caracteŕıstico del material. La enerǵıa de distorsión es la enerǵıa que tiene la parte desvidora de la tensión definida como s = � − p m I con p m = 1 3 tr(�). En un ensayo de tracción pura, el valor de esta enerǵıa cuando se alcanza el ĺımite elástico se puede calcular y es (1 + ⌫)�(3E)�2 e . Calculando también esta enerǵıa en función de las tensiones principales se puede establecer la siguiente función de fluencia: f vM (� I ,� II ,� III ) = �vM eq (� I ,� II ,� III ) − � e , (7.12) 150 Caṕıtulo 7. Plasticidad siendo la tensión equivalente respecto al criterio de von Mises igual a �vM eq (� I ,� II ,� III ) =�1 2 [(� I − � II )2 + (� II − � III )2 + (� III − � I )2] . (7.13) Al dibujar f vM = 0 en el espacio de las tensiones principales se observa que la superficie de fluencia es un cilindro con eje en la recta � I = � II = � III que pasa por el origen de coordenadas. Aśı, por ejemplo, se puede apreciar que según este criterio, tensiones esféricas nunca tocan la superficie de fluencia. ▶ Ejemplo 7.5.1. Un punto de un cuerpo deformable dúctil está sometido a un estado tensional cuya matriz asiociada, en un sistema de referencia cartesiano, es [�] = ������� 10 −10 0−10 20 0 0 0 15 ������� MPa . (7.14) Calcular la tensión equivalente en el punto según los criteriosd de Tresca y von Mises. Si se sabe que el ĺımite elástico del material es � e = 80 MPa, calcular además el factor de seguridad del estado tensional anterior según cada uno de los dos criterios indicados. Las tensiones principlales de este estado tensional son � I = 15+5√5 MPa , � II = 15 MPa , � III = 15−5√5 MPa . (7.15) Las tensiones equivalentes según los criterios de Tresca y von Mises son: �Tr eq = 10√5 = 22,36 MPa , �vM eq = 19,37 MPa . (7.16) En cada caso, el factor de seguridad es n Tr = 80 22,36 = 3,58 , n vM = 80 19,37 = 4,13 . (7.17) ◀ 7.5.2. Criterios de rotura para materiales frágiles Los materiales frágiles fallan de forma súbita, sin aparente fluencia, y por ello los criterios de fallo se denominan criterios de rotura . Además, otra caracteŕıstica que distingue los materiales frágiles de los dúctiles es su habitual anisotroṕıa pues resisten mucho más a compresión que a tracción. Caṕıtulo 7. Plasticidad 151 El criterio de Rankine El criterio de Rankine predice que un punto material falla cuando, bien la tensión principal mayor � I alcanza la tensión de rotura a tracción � rt , o bien la menor tensión principal � III alcanza la tensión de rotura a compresión � rc . Matemáticament el criterio de Rankine se puede expresar como f Rankine (� I ,� II ,� III ) = �Rankine eq (� I ,� II ,� III ) − � rt , y �Rankine eq (� I ,� II ,� III ) =máx(� I ,−� III � rt�� rc �) (7.18) El criterio de Mohr-Coulomb La motivación para el criterio de Mohr-Coulomb surge de la observación experimental que indica la resistencia al cortante de ciertos materiales es sensible a la presión media. Este tipo de comportamiento se asemejaa la ley de Coulomb de la fricción y fue Mohr en 1882 quien notó que la condición de fallo en este caso coincide con el instante en el que el mayor ćırculo de Mohr es tangente a una recta, denominada la recta caracteŕıstica del material. �rt�rc �n |⌧ | �3 �1 (0, C) H Figura 7.8: Representación gráfica del criterio de Mohr-Coulomb. Como se puede apreciar en la figura 7.8, la recta caracteŕıstica intersecta el eje vertical del diagrama de Mohr en el punto (0, C). La constante C del material indica su resistencia a cortante cuando la tensión normal es nula y se llama por ello la cohesión del mismo. El ángulo � determina cuánto crece la resistencia a la cortadura en función de la tensión normal. Por analoǵıa con la ley de Coulomb del rozamiento, esta constante material se llama el ángulo de fricción del material. En la figura 7.8 se observa que los estado tensionales correspondientes a los estados de tensión y compresión pura en el punto de rotura son tangentes a la recta caracteŕıstica del material. Por tanto se puede escribir: sin� = �rt�2 H − � rt �2 , y también sin� = ��rc��2H + �� rc ��2 . (7.19) 152 Caṕıtulo 7. Plasticidad Igualando ambas expresiones del seno del ángulo de fricción se obtiene que H = �rt 1 − k , con k = �rt�� rc � . (7.20) Una vez obtenida el valor de la tensión H para la cual el material no resiste ningún esfuerzo tangencial, se puede despejar el valor del seno del ángulo de fricción como: sin� = 1 − k 1 + k . (7.21) Por último, y también a partir de la 7.8, se puede escribir que, en cual- quier estado de fallo se ha de verificar: sin� = �I−�III2 H − �I+�III 2 . (7.22) Y sustituyendo los valores de sin� y H obtenidos, respectivamente, en (7.21) y (7.20) resulta que en cualquier estado de fallo: � I − k� III − � rt = 0 . (7.23) Concluimos que la función de fluencia para el criterio de Mohr-Coulomb se puede escribir como: f MC (� I ,� II ,� III ) = �MC eq (� I ,� II ,� III )−� rt , y �MC eq (� I ,� II ,� III ) = � I −k� III . (7.24) En el caso en el � rt = � rc el criterio de Mohr-Coulomb coincide con el de Tresca. ▶ Ejemplo 7.5.2. Un sólido está sometido a una solicitación de forma que en un punto el estado tensional se puede expresar, en una base cartesiana, como [�] = ������� −10 10 0 10 −15 0 0 0 2 ������� MPa . (7.25) La tensión de rotura a tracción del material es � rt = 10 MPa y la de com- presión es � rc = 40 MPa. Calcular la tensión equivalente en el punto según los criterios de Rankine y de Mohr y los factores de seguridad en cada caso. Dibujar el diagrama de Mohr del estado tensional en el punto y los diagra- mas de los estados tensionales cuando la tensión es �′ = n�, siendo n cada uno de los coeficientes de seguridad previamente calculados. Las tensiones principales son � I = 2,00 MPa , � II = −2,19 MPa , � III = −22,81 MPa , y, empleando las expresiones (7.18) y (7.24), las tensiones equivalentes de Rankine y Mohr-Coulomb son: �Rankine eq = 5,70 MPa , �MC eq = 7,70 MPa , Caṕıtulo 7. Plasticidad 153 �n (MPa) |⌧ | (MPa) -40 -30 -20 -10 0 10 Figura 7.9: Ejemplo 7.5.2. Diagramas de Mohr del estado tensional original (gris), del estado escalado según el factor de seguridad del criterio de Ran- kine (amarillo), del estado escalado según el factor de seguridad de Mohr- Coulomb (rojo). por lo que sus correspondientes factores de seguridad son nRankine = 1,75, nMC = 1,29 . En la figura 7.9 se observan el diagramas de Mohr correspondiente al estado tensional �. Cuando este estado se escala según nRankine, se sigue un diagrama de Mohr (amarillo) que se puede dibujar multiplicando por dicho factor cada una de las tensiones principales y volviendo a completar los ćırculos. El nuevo estado es tangente a la ĺınea � n = −40 MPa. Por último, al dibujar el diagrama de Mohr asociado al estado � ⋅nMC (en rojo) se observa que éste es tangente a la recta caracteŕıstica del material. ◀ ▶ Ejemplo 7.5.3. El cilindro de la figura es de un material cerámico cuyo fallo puede predecirse con el criterio de Mohr-Coulomb. Se desea conocer la resistencia del material y para ello se realizan dos ensayos. En el primero, la probeta se comprime lateralmente con una presión p = 2 MPa; después se tracciona en dirección axial y se observa que el fallo se produce cuando � = 0,7 MPa. En el segundo ensayo se emplea una presión lateral de p = 4 MPa y la probeta se comprime axialmente, observándose que en este caso el fallo ocurre cuando esta compresión es de 14 MPa. Determinar la cohesión y el ángulo de fricción del material. El criterio de Mohr-Coulomb indica que el fallo en un material ocurre cuando se verifica � 1 − � 3 − � rt = 0 , 154 Caṕıtulo 7. Plasticidad � � p Figura 7.10: Cilindro sometido a un estado triaxial del ejemplo ??. siendo � 1 y � 3 la mayor y menor tensión principal, respectivamente, � rt el ĺımite de rotura a tracción y = � rt �� rc , con � rc el ĺımite de rotura a compresión. Como en los dos ensayos realizados se llega a la rotura del material se cumple que 0,7 + 2 − � rt = 0 ,−4 + 14 − � rt = 0 . Resolviendo este sistema de ecuaciones se sigue que = 0,392 y � rt = 1,48 MPa , por lo que � rc = 3,79 MPa. De aqúı se sigue el la cohesión C y el ángulo de fricción ✓ son: ✓ = arcsin 1 − 1 + = 25,9o , C = �rt1 − sin ✓ = 1,73 MPa . ◀ 7.5.3. Otros criterios Existen numerosos otros criterios de fallo, adaptados especialmente para un tipo particular de materiales. Caṕıtulo 7. Plasticidad 155 El criterio de Drucker-Prager De la misma manera que el criterio de Mohr-Coulomb generaliza el crite- rio de Tresca introduciendo una dependencia de la resistencia con la presión, Drucker y Prager en 1950 propuesieron una extensión del criterio de von Mi- ses para capturar el mimo efecto. La función de fallo en este caso es de la forma f DP (� I ,� II ,� III ) = �desv�� − ↵p −K , (7.26) 7.6. Las ecuaciones de Prandtl-Reuss El modelo completo de plasticidad en pequeñas deformaciones lo propuso por primera vez Prandtl en 1924, para dos dimensiones, y Reuss en 1930 para tres dimensiones. Estos son los principales ingredientes de la teoŕıa: Descomposición aditiva de la deformación. En todo punto, la defor- mación infinitesimal se descompone en una parte “elástica” y otra “plástica”, es decir, " = "e + "p . (7.27) Por consiguiente, y dada la linealidad del operador traza, también se pueden descomponer la deformación volumétrica y la desviadora: ✓ = ✓e + ✓p , e = ee + ep . (7.28) Flujo plástico isocórico. Para adecuarse a la evidencia experimental que indica que la deformación plástica no tiene componente volumétrica se admite la simplificación: ✓p = 0 . (7.29) Esta simplificación es muy útil y se verifica de forma muy precisa para pequeñas deformaciones, aunque no es tan precisa cuando las deformaciones son grandes. Respuesta elástica. La tensión depende únicamente de la parte elástica de la deformación, aśı pues � = s + pI , s = 2µ(e − ep) , p = k(✓ − ✓p) = k✓ . (7.30) Superficie de fluencia en el espacio de tensiones. Se supone que existe una función f , la llamada función de fluencia, tal que la ecuación f(�) = 0 define la superficie de fluencia y tal que la tensión siempre nunca puede estar en el exterior de la región del espacio de tensiones delimitada por la función de fluencia, es decir, f(�) ≤ 0. Más aún, sólo puede haber flujo plástico cuando la tensión esté en la superficie de fluencia. 156 Caṕıtulo 7. Plasticidad Ley de flujo plástico. La evolución de la deformación plástica "p viene dada por la ecuación diferencial ė p = �s . (7.31) El parámetro � no queda determinado todav́ıa pero, como en caso del ele- mento rozante, expresamos que el flujo plástico sólo puede darse cuando la tensión alcanza la superficie de fluencia mediante las ecuaciones � ≥ 0 , f(�) ≤ 0 , � f(�) = 0 (7.32) y que además si f = 0, entonces �ḟ(�) = 0 . (7.33) 7.7.Endurecimiento En el modelo simplificado del rozante, una vez que la tensión alcanza el valor ĺımite � f , éste permanece constante mientas el modelo sufre deforma- ción plástica. Sin embargo, ya en el ensayo de tracción de metales se observa un comportamiento distinto, en el que a medida que la deformación plástica crece, la tensión necesaria para seguir deformando plásticamente el material también crece. Este efecto se conoce con el nombre de endurecimiento isótropo. Para modelar matemáticamente este fenómeno, se modifica la expresión de función de fluencia: en el caso, por ejemplo, de la función de fluencia de von Mises, escribimos f(�) = �vM eq − (� f + k(↵)) , (7.34) siendo k una función de endurecimiento isótropo y ↵ la deformación plástica acumulada ↵(t) = � t 0 � d⇠ . (7.35) La función k de endurecimiento puede ser de varias maneras, entre ellas Endurecimiento lineal: k(↵) =H iso ↵, con H iso constante; Con saturación: k(↵) = (�∞ − � f )(1 − e⌘↵) En términos geométricos el endurecimiento isótropo implica que la región elástica crece con la deformación plástica. El segundo tipo de endurecimiento, el cinemático, modela que la región elástica se desplaza a medida que el material se deforma plásticamente. Matemáticamente requiere que se defina una tensión ↵ tal que la función de fluencia se escriba como f(�) = � eq (� −↵) − � y . (7.36) Caṕıtulo 7. Plasticidad 157 La forma más sencilla de modelar la tensión ↵ es mediante la regla de Melan-Prager: ↵̇ =H cin "̇ p . (7.37) Este tipo de relaciones indican que el endurecimiento cinemático ocurre en la misma dirección y sentido que la deformación plástica. 7.8. Consideraciones termodinámicas En las ecuaciones que describen la respuesta elastoplástica se han em- pleando funciones de fluencia, de endurecimiento, de flujo plástico, etc sin considerar en ningún momento si cualquier función es válida para modelar estos fenómenos. Empleando ahora los resultados del caṕıtulo 7.39 exami- namos algunas de estas funciones. Limitándonos al caso de las ecuaciones de Prandl-Reuss, la enerǵıa libre de un punto material es A(","p) = 1 2 ✓2 + µ(e − ep) ∶ (e − ep) , (7.38) siendo y µ el módulo de rigidez volumétrica y el de cortante, respectiva- mente. En este modelo la deformación plástica "p cumple el papel de variable interna y por lo tanto se sigue � = @A @" = ✓ + 2µ(e − ep) = pI + s , q = − @A @"p = 2µ(e − ep) = s . (7.39) La segunda ley de la termodinámica implica que la tasa de las variables internas verifique "̇p ∶ q ≥ 0 y, a la vista de los resultados anteriores, s ∶ ėp ≥ 0 . (7.40) Una manera de garantizar que esta igualdad se cumpla es imponer que ėp sea paralelo a la tensión desviadora, como de hecho se postulaba en (7.31). También relacionadas con la termodinámica de los procesos irreversibles, están todas las consideraciones que históricamente se han discutido sobre la estabilidad de la respuesta elastoplástica. De entre ellas, la más interesante es quizás la asociada con el llamado principio de máxima disipación plástica que establece que, para una velocidad de deformación plástica conocida "̇p, la tensión en el punto es aquella que maximiza la disipación � ∶ "̇p de entre todas las que satisfacen f(�) ≤ 0. Matemáticamente este principio se escribe como � = arg máx ⌧ ,f(⌧)≤0 ⌧ ∶ "̇p . (7.41) Las consecuencias de este principio son numerosas y indicamos sin demos- tración que implica la convexidad de la región elástica y la normalidad del flujo plástico. 158 Caṕıtulo 7. Plasticidad Problemas 7.1. El criterio de fluencia de Tresca establece que la fluencia se inicia en un punto cuando se verifica la condición: � I − � II 2 = ⌧ adm . Si llamamos � 1 ,� 2 ,� 3 a las tensiones principales, en cualquier orden, enton- ces la condición anterior se puede reescribir como máx���1 − �2� 2 , �� 2 − � 3 � 2 , �� 3 − � 1 � 2 � = ⌧ adm . Demostrar que esta última expresión también se puede escribir como [(� 1 − � 2 )2 − 4⌧2 adm ][(� 2 − � 3 )2 − 4⌧2 adm ][(� 3 − � 1 )2 − 4⌧2 adm ] = 0 . 7.2. Demuestra que el criterio de von Mises predice la iniciación de la fluen- cia cuando la parte desviadora de la enerǵıa por unidad de volumen alcanza el valor cŕıtico W = ⌧2 adm �2µ. 7.3. Para un estado tensional � definimos sus invariantes J como: J 2 (�) = I 2 (s) , J 3 (�) = I 3 (s) , (7.42) siendo s la parte desviadora de � e I 2 , I 3 los invariantes principales. De- mostrar que la función de fluencia de von Mises depende sólo del invarian- te J 2 (�), que justifica por qué la teoŕıa más habitual de plasticidad para metales se conoce a veces como “plasticidad J 2 ”. 7.4. Dibuja la intersección de la superficie de fluencia de Tresca con el plano � I ,� II . �f E �� " = "p Figura 7.11: Modelo reológico del problema ??. 7.5. Dibuja y acota el diagrama � − " del ensayo de tracción uniaxial del modelo reológico de la figura 7.11. Caṕıtulo 7. Plasticidad 159 �f E1 E2 �� "p " Figura 7.12: Modelo reológico del problema ??. 7.6. Dibuja y acota el diagrama � − " del ensayo de tracción uniaxial del modelo reológico de la figura 7.12. 7.7. Un punto de un sólido se encuentra en un estado de tensión plana cuya expresión matricial es [�] = ������� � e 3 t 0 t 0 0 0 0 0 ������� , siendo � e el ĺımite elástico del material. Se pide: a) Dibujar el diagrama de Mohr del estado tensional. b) Encontrar el valor de la tensión t sabiendo que el coeficiente de segu- ridad de dicho estado tensional es 3�2 (utiĺıcese el criterio de Tresca). 7.8. Los planos octaédricos de tensión son aquellos cuya normal forma el mismo ángulo con los tres ejes principales de tensión (↵ = � = �). Demuestra que el criterio de fluencia de von Mises predice el fallo plástico cuando la tensión tangencial sobre cualquiera de dichos planos alcanza el valor ⌧ eq = √2 3 � e . 7.9. Se desea emplear el criterio de Mohr-Coulomb para estudiar la rotura de un material frágil. Se sabe que el ángulo de fricción de dicho material es � = 30o y que, al someter una probeta a un ensayo de cortante puro, la tensión tangencial en el instante del fallo es ⌧ r = 10 MPa. Determinar la cohesión del material. 7.10. Un tubo de acero con diámetro exterior � y espesor e está sometido a un par torsor M . Determinar el valor del par que provoca el inicio de la plastificación en el tubo según los criterios de Tresca y von Mises (Datos: módulo de cortante G, ĺımite elástico � f . Suponer e� �). 160 Bibliograf́ıa t " �f/E t0 t1 t2 t3 t4 t5 Figura 7.13: Evolución en el tiempo de la deformación del problema ??. 7.11. Un punto elastoplástico perfecto se encuentra sometido a un proceso de deformación uniaxial cuya historia se dibuja en la figura 7.13. Dibuja en una gráfica � − " el proceso y también la evolución de la tensión en un diagrama � − t, identificando en ambos casos el valor de la tensión y de la deformación en los tiempos caracteŕısticos t 0 �t 5 . 7.12. Dibujar la curva par-curvatura de la respuesta a flexión de una sección de material elástico-perfectamente plástico, con módulo de Young E, ĺımite de fluencia � f y sección unidad. Bibliograf́ıa [1] J F Bell. Mechanics of Solids. In The experimental foundations of solid mechanics. Springer Verlag, 1984. [2] R Hill. The mathematical theory of plasticity. Oxford University Press, 1950. [3] A S Khan and S Huang. Continuum theoory of plasticity. Wiley inters- cience, 1995.
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