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Larraín, F Macroeconomía Capítulo 1

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¿Qué es la macroeconomía?
La macroeconomía estudia el crecimiento y las fluctuaciones de la economía de un país desde una perspectiva amplia, esto es, una perspectiva que no se complica en demasiados detalles sobre un sector o negocio en particular. Por su propia naturaleza, se centra en las preguntas más importantes de la vida económica de cada nación y, de cada individuo del mundo:
¿Qué hace que un país se enriquezca o empobrezca en un tiempo determinado?¿Qué origina el desempleo?¿Qué causa la inflación?¿Cómo afectan a un país las economías del resto del mundo?¿Qué hace que una economía fluctúe en el corto plazo? 
La macroeconomía moderna se funda en la microeconomía, que estudia las decisiones individuales de empresas comerciales y familiares y su interacción en el mercado. Los macroeconomistas reconocen que las tendencias globales de la economía son el resultado de millones de decisiones individuales. La macroeconomía moderna procede en tres etapas básicas: 1) tratan de entender los procesos de toma de decisiones de empresas y familias individuales en un nivel teórico. Los modelos macroeconómicos típicos parten del supuesto simplificador de que existen una empresa y una familia Luego estudian la conducta de esta empresa y esta familia típicas frente a una variedad de circunstancias económicas.2) tratan de explicar el comportamiento de la economía en general mediante la suma de las decisiones de todas las familias y empresas individuales de la economía. Las acciones de la empresa o la familia típica se “multiplican” de un modo para predecir el comportamiento agregado de la economía. Se agregan las variables clave de la economía, como precios, producto, consumo y demás; luego, derivan diversas relaciones entre los datos agregados, a partir de las cuales tratan de explicar las conexiones entre las variables económicas más importantes.3) aportan un contenido empírico a la teoría, recolectando y analizando datos macroeconómicos de la realidad. Estos datos pueden usarse de tres maneras diferentes: para probar si una determinada relación teórica que se ha propuesto es válida o no, para explicar el desempeño histórico de una economía, o para respaldar alguna predicción económica sobre el futuro. En el sector privado, los macroeconomistas pueden desarrollar modelos para determinar cómo se verán afectadas las ventas y utilidades de una empresa por las diversas tendencias económicas. En el sector público, los macroeconomistas pueden crear modelos para comprender los efectos de políticas gubernamentales específicas sobre la economía como un todo. 
Uno de los temas de la macroeconomía es que los resultados macroeconómicos (el crecimiento, el desempleo o las fluctuaciones económicas) son afectados por las políticas del gobierno, especialmente por la monetaria y la fiscal. La mayoría de los macroeconomistas piensa que los cambios de política presupuestaria del gobierno y de política monetaria del banco central tienen efectos masivos y muy predecibles en las tendencias generales de la producción, los precios, el comercio internacional y el empleo.
Variables clave que estudia la macroeconomía
Involucran variables tales como el nivel general de producción, el desempleo, la inflación y el saldo en cuenta corriente de la economía, estas variables pueden examinarse desde diversas perspectivas de tiempo: el presente, el corto plazo y el largo plazo. 
Nivel general de producción
La medida más importante de la producción de una economía es el Producto Interno Bruto (PIB), un indicador estadístico que intenta medir el valor total de los bienes y servicios finales producidos dentro de los límites geográficos de una economía en un período dado de tiempo. Se calcula sumando los valores de mercado de todos los millones de bienes y servicios finales de dicha economía.
Los dos tipos de PIB: El PIB nominal mide el valor de los bienes y servicios de acuerdo con su precio de mercado corriente. El PIB real trata de medir el volumen físico de producción para un período dado
El Producto Nacional Bruto (PNB), es la suma del PIB y el ingreso neto recibido desde el resto del mundo por los residentes de un país. Las fluctuaciones de corto plazo se conocen como ciclos económicos. El momento de máxima expansión del producto dentro de un ciclo se llama peak, mientras que el punto más bajo se llama sima. Un ciclo económico completo se extiende desde una sima a la siguiente. Cuando la economía está en ascenso, se dice que está expandiéndose; cuando baja, se dice que está contrayéndose. A la caída desde un peak a una sima se la llama recesión, y al alza desde una sima hasta un peak, se la llama expansión.
Estados Unidos experimentó veinte ciclos económicos completos durante el siglo XX, La Gran Depresión, que comenzó en 1929 y terminó una década después, fue por mucho la caída cíclica más larga y más profunda del siglo. La Depresión estadounidense fue parte de un cataclismo mundial. Al comienzo de la gran Depresión, la caída desde el peak hasta la sima duró cuarenta y tres meses, la expansión que le siguió, de sima a peak, tardó cincuenta meses, el nivel del producto en dicho peak era todavía menor que el producto de 1929. No fue sino hasta la Segunda Guerra Mundial, cuando volvió a alcanzarse el nivel de producción de 1929. En contraste, la recuperación cíclica más larga en tiempos de paz, medida por el tiempo transcurrido entre una cima y el peak siguiente, ha sido la expansión que se inició en 1991 y que terminó en 2001.
La tasa de desempleo
Mide el número de personas que buscan activamente un trabajo sin encontrarlo, como porcentaje o fracción de la fuerza laboral total. Los movimientos de corto plazo de la tasa de desempleo se relacionan con las fluctuaciones del ciclo económico. Las reducciones del producto se asocian a aumentos del desempleo, en tanto que las alzas del producto vienen acompañadas de reducciones del desempleo. El estudio del ciclo económico esté íntimamente relacionado con el estudio de las fluctuaciones del desempleo.
La tasa de inflación 
Mide el cambio porcentual del nivel general de precios de la economíaLa medida de la inflación es el Indice de Precios al Consumidor, que es un promedio de precios de bienes y servicios de consumo. 
 EEUU: Antes de la Segunda Guerra Mundial, la inflación era tanto positiva como negativa, esto es, los precios podían subir así como bajar de un año a otro. Las tasas inflacionarias fueron bajas o negativas hasta la Segunda Guerra. Luego la inflación ha sido positiva todos los años. A fines de los años sesenta, la inflación tendió a empeorar y ya era bastante alta en los setenta. En los años ochenta, la tasa de inflación promedio cayó por debajo de las tasas de la década de 1970, la década de 1990 vio caer la inflación aun más, a tasas anuales del 3%, y menos.
Tasas inflacionarias internacionales: en los países industriales la inflación superó el 5% en 1980 sólo una vez entre 1983 y 1998, en América Latina la inflación fue superior al 100% en once de los dieciséis años (y en 1989 y 1990 superó el 1.000%). la inflación está estrechamente ligada a la política monetaria y fiscal de una economía. Altas tasas de inflación como las de América Latina a menudo están asociadas a un aumento de la oferta monetaria como consecuencia de grandes déficit presupuestarios.
	
El saldo en cuenta corriente
Mide las exportaciones de bienes y servicios de un país al resto del mundo menos sus importaciones de bienes y servicios desde el resto del mundo. Cuando un país exporta más de lo que importa, se dice que tiene un superávit en la cuenta corriente. Por otro lado, cuando lo que importa un país excede a lo que exporta, se dice que tiene un déficit en su cuenta corriente. Cuando un país importa más bienes y servicios del resto del mundo de los que exporta, los residentes de ese país deben pagar esas importaciones ya sea endeudándose con el resto del mundo o recuperando los préstamos que hizo al resto del mundo en un período anterior. Por otra parte, cuando las exportaciones exceden a las importaciones,entonces los residentes del país generalmente están prestándole al resto del mundo. 
La macroeconomía en una perspectiva histórica
David Hume hizo uno de los primeros avances en macroeconomía en el siglo XVIII, al estudiar los nexos entre la oferta monetaria, la balanza comercial (estrechamente relacionada con el saldo en cuenta corriente) y el nivel de precios de una economía.
Este gran adelanto, conocido hoy como el enfoque monetario de la balanza de pagos, todavía proporciona un punto de partida a las teorías que asocian patrones de política monetaria con comercio internacional. De modo similar, estudios del dinero en los siglos XVIII y XIX llevaron a la formulación de la teoría cuantitativa del dinero, concepto y que sigue siendo la base del análisis monetario moderno.
La macroeconomía no fue reconocida como disciplina separada sino hasta el siglo XX. Tres eventos fueron de importancia fundamental para el desarrollo de este campo: la recolección y sistematización de datos agregados, la identificación del ciclo económico como un fenómeno recurrente y la Gran Depresión con la posterior revolución keynesiana.
Recolección de datos e identificación del ciclo económico
El primer gran estímulo a la macroeconomía moderna ocurrió cuando los economistas comenzaron a recolectar y sistematizar datos agregados, los que proporcionaron la base científica para la investigación macroeconómica. Buena parte de esta recolección de información se originó en la primera Guerra Mundial. La Oficina Nacional de Investigación Económica de los Estados Unidos una institución privada dedicada a la investigación, los primeros trabajos de recolección y análisis de datos a partir de la década de 1920 siendo liderado por Simón Kuznets.
Un segundo gran estímulo a la macroeconomía moderna fue haber identificado el ciclo económico como un fenómeno recurrente. A través de los estudios realizados por él economista Wesley Clair Mitchell, se hizo cada vez más evidente que la economía de los Estados Unidos estaba sujeta a ciclos recurrentes y que, en esencia, eran similares. Mitchell demostró que variables económicas clave, tales como los inventarios, la producción y los precios, tienden a variar de manera sistemática durante el curso de un ciclo económico típico.
La Gran Depresión y la Revolución Keynesiana
El tercer gran impulso en la creación de la macroeconomía moderna fue un acontecimiento histórico catastrófico, la Gran depresión y la revolución keynesiana que le siguió. La Gran Depresión comenzó en 1929, época en que muchos países padecieron una grave caída del producto y un aumento sin precedentes del desempleo, ésta puso en tela de juicio las ideas de los economistas clásicos, quienes habían predicho que las fuerzas normales del mercado evitarían un desempleo a gran escala del tipo que se sufrió en los años treinta. El economista John Maynard Keynes, propuso un nuevo marco teórico para explicar la Gran Depresión (así como las fluctuaciones económicas menores), y al sugerir políticas gubernamentales específicas para contrarrestar la Depresión. Keynes condensó sus ideas principales sobre las fluctuaciones económicas en un libro que llamó Teoría general del empleo, el interés y el dinero. Keynes creó el Fondo Monetario Internacional y el sistema monetario internacional. La afirmación central de Keynes fue que las economías de mercado no se auto regulan, esto es, no garantizan bajos niveles de desempleo y altos niveles de producción en forma regular, según Keynes las economías están sujetas a grandes fluctuaciones que se deben a los altibajos entre optimismo y pesimismo que afectan los niveles generales dé inversión de las empresas. Un vuelco hacia el pesimismo en la comunidad empresarial provoca una drástica caída en la inversión, lo que a su vez puede originar una caída general de la producción y un aumento del desempleo. Keynes sugería que se necesita hacer importantes ajustes en las políticas macroeconómicas, especialmente en el gasto de gobierno, los impuestos y la política monetaria, para contrarrestar la caída y estabilizar la economía. Su argumento de que los gobiernos pueden implementar políticas estabilizadoras para prevenir o contrarrestar las declinaciones económicas fue tan aceptado, que sus ideas fueron bautizadas colectivamente como Revolución Keynesiana. Muchas de sus ideas básicas, tales como su marco de referencia para la oferta y la demanda agregadas, por ejemplo, todavía ocupan el centro de la economía moderna. Sin embargo, otras de las ideas de Keynes, especialmente sus recomendaciones sobre la administración del presupuesto fiscal y la oferta monetaria, generan en la actualidad muchas controversias. Durante los primeros veinticinco años que siguieron al fin de la Segunda Guerra Mundial, las recomendaciones de política de Keynes predominaron en todo el mundo, La mayoría de las economías del mundo crecieron vigorosamente, sin caídas económicas serias y sin tener una alta inflación. Pero entonces, en la década de 1970, el panorama económico se oscureció y Gran parte del mundo sufrió de estanflación (es decir, inflación con estancamiento), una combinación de crecimiento bajo o negativo del producto con altas tasas de desempleo e inflación. 
El monetarismo y el nuevo enfoque clásico
Comenzó una contrarrevolución, en que la gente culpaba de la estanflación a las políticas activistas del gobierno. Friedman, planteó una doctrina que era la antítesis del pensamiento keynesiano y que hoy se conoce como monetarismo. El monetarismo argumenta que las economías de mercado se autorregulan. En otras palabras, las economías tienden a regresar al pleno empleo si se las deja solas. También plantea que las políticas macroeconómicas activistas son parte del problema, no de la solución. Friedman y sus adeptos sugieren que una oferta monetaria estable, y no una oferta monetaria variable es la verdadera clave para una macroeconomía estable.
En contraataque surge un nuevo enfoque clásico liderado por Robert Lucas y Robert Barro, estos economistas argumentan que las economías de mercado se regulan a sí mismas y que las políticas de gobierno son ineficaces para estabilizar sistemáticamente una economía. Los defensores de esta teoría invocan el concepto de expectativas racionales. En su opinión, si los individuos y empresas forman sus expectativas sobre los hechos económicos futuros de modo racional entonces los cambios en las políticas de gobierno tendrán mucho menos efecto que lo que predicen los modelos keynesianos.
Los partidarios de la teoría del ciclo económico real sostienen que son los shocks tecnológicos, antes que los shocks de demanda o de política, los que explican las fluctuaciones observadas en la economía. Otro grupo de economistas, los llamados neokeynesianos, están intentando colocar las ideas básicas de Keynes (que las economías de mercado no se autorregulan automáticamente, que los precios y salarios nominales no se ajustan rápidamente para preservar el pleno empleo, y que las políticas de gobierno pueden ayudar a estabilizar la economía) sobre una base teórica más sólida.
El enfoque macroeconómico utilizado en este libro
Buena parte de la agenda macroeconómica moderna ha surgido de los debates que inició Keynes sobre las fluctuaciones económicas, aunque éstas deberían ser preocupaciones importantes de la macroeconomía, no deberían ser las únicas, ni siquiera las principales. Otros temas, tales como la determinación de las tasas de crecimiento económico o los patrones internacionales de endeudamiento y otorgamiento de crédito también deberían ser de interés fundamental. Una teoría adecuada sobre las fluctuaciones económicas también debe reflejar el hecho de que las instituciones y estructuras económicas difieren de un país a otro. 
Intereses del libro: incluyen una gran variedad de economías a través del mundo, desarrolladas y en desarrollo, en lugar de centrarse en un tipo de economía único. En segundo lugar, presentan atención a cómo la economía internacional puede afectar a una economía nacional en particular.Esto es especialmente importante en esta era de globalización. Ya no tiene sentido pretender, en teoría económica, que una economía nacional es “cerrada” para el resto del mundo. 
Tercero, analizan la macroeconomía tanto desde una perspectiva de largo plazo como de corto plazo. Los textos de macroeconomía usados en los Estados Unidos se centraban en la economía “cerrada”, asumiendo el supuesto de que las instituciones económicas eran las mismas en todas. Muchos lugares del mundo están experimentando un crecimiento económico sostenido, más aún, la cada vez mayor interdependencia internacional está obligando incluso a los macroeconomistas estadounidenses a prestar mayor atención a lo que sucede en otras economías. 
Aun con estas tendencias, el legado del enfoque de economía cerrada centrada en los Estados Unidos ha sido difícil de derrotar.
	PERSPECTIVA GLOBAL		
La economía mundial vio cambios muy profundos en los años noventa. La caída del comunismo en 1989 atrajo a muchos países de Europa Oriental y de la antigua Unión Soviética a reintegrarse en la economía mundial 
Las reformas económicas chinas han tenido un éxito espectacular desde el punto de vista del crecimiento económico, apoyado por un rápido aumento de las exportaciones y la inversión. En cuestión de menos de dos décadas, China pasó de ser una economía aislada a exportar alrededor de un cuarto de su PIB. El nivel de vida promedio se ha triplicado desde 1980.
La India, también ha comenzado a reintegrarse en la economía mundial a través de la apertura del comercio y de otras reformas basadas en las leyes del mercado. Estos esfuerzos se han visto recompensados con una aceleración de las exportaciones y un crecimiento económico generalizado. 
Los países están cambiando sus políticas económicas básicas, orientándolas más hacia el mercado y conectándose más con los mercados internacionales financieros y de productos. Como consecuencia de estos drásticos cambios ha emergido una economía verdaderamente global por primera vez en la historia. La globalización se ha convertido en el lema de la década, la cual equivale a cuatro patrones de cambio relacionados entre sí: la liberalización del comercio; la desregulación de los flujos financieros internacionales; los avances tecnológicos, que han llevado a la internacionalización de los sistemas de producción, y una tendencia a armonizar las instituciones económicas entre naciones. Estas cuatro dimensiones del cambio han creado enormes oportunidades y nuevos desafíos en la economía mundial. Toda economía individual es influida por las cuatro fuerzas de la globalización. En primer lugar, la mayoría de los países del mundo ha experimentado un aumento de la fracción de su PIB que se transa en los mercados internacionales. Segundo, los flujos financieros a través de las fronteras se han multiplicado. Tercero, con los cambios en la tecnología y en la política económica, la producción de las empresas estadounidenses se realiza hoy en diversas partes del mundo. Cuarto, las instituciones económicas de los Estados Unidos se armonizan cada vez más con las de otros países. Una de las fuentes de armonización de políticas comerciales más poderosas fue la creación de la Organización Mundial del Comercio, un organismo que establece las normas y resuelve las discrepancias del comercio.

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