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1940-
2015
Eduardo Hughes Galeano, nacido el 3 de
septiembre de 1940 en Montevideo, falleció el 15
de abril de 2015, a la edad de 75 años. “Soy un
testimonio de que vivir vale la pena, que vivir es
mucho más que cualquier pequeña realidad política
[...]. Lo que puede ganar o perder en su vida,
importa un poco. Hay a otro mundo que te espera ".
Este otro mundo, el que rompe la frontera entre el
sujeto y el mundo, es la literatura.
Hugo Chávez entregando el libro del escritor uruguayo 
Eduardo Galeano al presidente de Estados Unidos Barak 
Obama en febrero de 2014
Desde muy joven, Galeano demostró intimidad con la letra
y, por ello, su trayectoria periodística comenzó muy
temprano, a los catorce años. Sus primeras publicaciones
fueron caricaturas políticas en un semanario socialista
uruguayo. Luego comenzó a escribir sus primeras crónicas
sobre temas muy diferentes, desde exposiciones de pintura
hasta huelgas sindicales. Durante este período, con el vigor
de la juventud, el escritor vio en la prensa un mecanismo
para combatir la explotación del hombre por sus pares.
Debido a esta percepción, comenzó a concebir la palabra
como sinónimo de compromiso y poder discursivo.
Al respecto, Lindinei Rocha Silva explica que, durante la
época en que Galeano era editor de la Revista Marcha, tanto
él como sus compañeros tenían, en el término sartreano
l'engagement, una motivación para componer la escritura
literaria como “un medio para al servicio de una causa mayor
que la propia creación literaria. Así, la literatura que
buscaban representaba una resistencia interna a la opresión
y la coerción externa ”(SILVA, 2011, p. 22).
Ésta es una posible premisa para el inicio de su trayectoria,
en obras como Los días seguientes (1962), su primera
publicación; o en su trilogía Memoria del fuego (1982/84/86)
y Las venas abiertas de América Latina (1971), su texto más
conocido. Sin embargo, cuando nos centramos en otros,
como Las Palavras Andantes (1993), Boca del tiempo (2004)
o Espejos: una historia casi universal (2008), es legítimo
decir que esta posición de tomar la literatura y plantearla el
servicio de una causa cambia mucho.
Es el rasgo sensible, inherente a la literatura, que vemos
emerger de la obra de Eduardo Galeano, en los
momentos en que el autor, utilizando toda su conciencia
histórica, expone los recuerdos tímidamente abordados
por la historiografía oficial. Así, esta investigación tiene
como objetivo comprender la forma en que Galeano
mueve su lenguaje, desde la escritura referencial a la
escritura poética, que manifiesta no solo un cambio en la
sustancia del lenguaje, sino también la transmutación de
la conciencia del sujeto histórico, ya que demuestra las
distintas diferencias, matices que se realizan en ti
durante tu travesía.
Junio 
15 
Una mujer cuenta 
 
Varios generales argentinos fueron sometidos a juicio por sus hazañas 
cometidas en tiempo de la dictadura militar. 
Silvina Parodi, una estudiante acusada de ser protestona metelíos, fue una 
de las muchas prisioneras desaparecidas para siempre. 
Cecilia, su mejor amiga, ofreció testimonio, ante el tribunal, en el año de 
2008. Contó los suplicios que había sufrido en el cuartel, y dijo que havía sido 
ella quien había dado el nombre de Silvina cuando ya no pudo aguantar más las 
torturas de cada día y cada noche: 
— Fui yo. Yo llevé a los verdugos a la casa donde estaba Silvina. Yo la vi 
salir, a los empujones, a cutalazos, a patadas. Yo la escuché gritar. 
A la salida del tribunal, alguien se acercó y le preguntó, en voz baja: 
— Y despúes de eso, ¿cómo hizo usted para seguir viviendo? 
— Y quién le dijo a usted que estoy viva? 
 
GALEANO, Los hijos de los días, 2012, p. 195

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