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La-literatura-durante-el-exilio-espanol-en-Mexico--Angelina-Muniz-Huberman

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AGRADECIMIENTOS 
 
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA 
DE MÉXICO 
FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES 
 
A R A G Ó N 
LA LITERATURA DURANTE EL EXILIO ESPAÑOL 
EN MÉXICO: ANGELINA MUÑIZ - HUBERMAN 
T r a b a j o P e r i o d í s t i c o y 
C o m u n i c a c i o n a l 
 
R E P O R T A J E E S C R I T O 
 
 
Q U E P A R A O B T E N E R E L T Í T U L O D E : 
 
 L I C E N C I A D O E N C O M U N I C A C I Ó N Y 
P E R I O D I S M O 
 
 
PRESENTA: 
 
CARLOS FERNANDO RUBIO VEGA 
 
 
ASESOR: 
 
Dr. CARLOS GARCÍA BENÍTEZ 
 
 
SAN JUAN DE ARAGÓN, ESTADO DE MÉXICO 
 
 
 
MÉXICO 2018 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo 
mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
AGRADECIMIENTOS 
 
Es para mí un verdadero placer utilizar este espacio para ser justo y consecuente con 
las personas más importantes que fueron el principal apoyo para mi formación 
profesional, expresándoles mis agradecimientos; debo agradecer de manera especial y 
sincera a mi madre María Elena Vega Morales y a mi padre Fernando Rubio Patiño por 
apoyarme durante mi formación profesional dentro de la carrera de Comunicación y 
Periodismo; sin su confianza no hubiera podido culminar esta etapa tan importante en 
mi vida. 
 
Su capacidad para guiar mis ideas ha sido una invaluable aportación, no 
solamente en el desarrollo de este reportaje, sino también en mi vida, siempre 
enmarcadas en su orientación y conocimiento. El día de hoy quiero felicitarlos por el 
buen trabajo que han realizado juntos, al haberme facilitado siempre los medios 
suficientes para llevar a cabo todas las actividades propuestas durante mi desarrollo 
profesional.
 
Agradezco también a mis hermanos Ivan Rubio Vega y Erik Rubio Vega por su 
apoyo y comprensión, sin ustedes no tendría las anécdotas que tengo ahora y que 
puedo sentirme orgulloso al contarlas en público; este trabajo es el ejemplo más claro 
de que todo se puede lograr si se lo proponen. 
 
Agradezco también a todos mis familiares por el apoyo, la alegría y la fortaleza 
necesaria que me dan para continuar creciendo como persona y profesional, en 
especial a Norma Vega Morales, Salvador Vega Morales y Alejandra Vega Morales. 
 
Quiero agradecer de la manera más sincera a mi novia Lourdes Jiménez 
Ramírez por estar conmigo en cada paso que doy, por fortalecer mi corazón e iluminar 
mi mente y por haber estado a lo largo de todo mi camino como estudiante, gracias por 
ser mi soporte y compañía cada día. 
 
Agradezco de manera especial a mi Jefa y gran amiga la Mtra. Lizbeth Angélica 
Barreto Zúñiga, gracias por darme la oportunidad de integrarme a un excelente equipo 
de trabajo, tu amabilidad y disponibilidad durante mi estancia en el Departamento de 
Firma Electrónica Avanzada UNAM, ha sido el soporte profesional y logístico para 
alcanzar los objetivos perseguidos. Muchas gracias por permitirme vivir una experiencia 
tan importante para mi formación como comunicólogo y administrador de proyectos; tú 
eres y serás mi ejemplo a seguir. 
 
Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a mi asesor de tesis Carlos 
García Benítez por su importante aporte y participación activa en el desarrollo de este 
proyecto; debo destacar, por encima de todo, su disponibilidad y paciencia, no cabe 
duda que su participación ha enriquecido el trabajo realizado y además, ha fortalecido 
nuestra amistad. 
 
Finalmente quiero extender un agradecimiento a toda la producción de TV UNAM 
y a la escritora Angelina Muñiz-Huberman por haberme permitido entrar en sus 
recuerdos a través de la entrevista, ya que sin su valiosa aportación no hubiera podido 
realizar el presente trabajo. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
ÍNDICE 
 
 
Agradecimientos 
 
 
Primer Apartado 
Variaciones sobre un mismo tema …........….………………..……..…………..……….… 1 
En el campo de batalla ……….………..................……………………………………….... 7 
Cruzando el océano …………….……..……………………………………………............. 13 
 
Segundo Apartado 
Voces del exilio ..........………….……..…………………………………………….............. 20 
Generación hispanomexicana ......….……………………………………….….…............. 27 
Poética del exilio …........................….…………………………………………….............. 34 
Espacios del pasado …..................….…………………………………………….............. 42 
 
Tercer Apartado 
Retrospectiva ...................................…...…………………………………………............. 47 
Tinta en la sangre …......................….…………………………………………….............. 56 
Antología …....................................….…………………………………………….............. 62 
No más de tres cuartillas …...........................…………………………………….............. 73 
 
Bibliografía 
 
1 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Primer Apartado 
 
VARIACIONES SOBRE UN MISMO TEMA 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
2 
 
 
El presente reportaje es un breve recorrido histórico del exilio literario español en 
México, que tuvo lugar a partir de 1939 como consecuencia de la Guerra Civil Española. 
Mantener la identidad colectiva y al mismo tiempo adaptarse al país de acogida 
determinaron el carácter de este exilio. El encuentro de esta peregrinación propició 
entre España y México un momento histórico sin precedentes lleno de múltiples 
experiencias para los dos países. Los resultados del acercamiento fueron positivos 
tanto para los refugiados que encontraron un lugar donde vivir y desarrollarse, como 
para el país que los recibió, ya que la cantidad y calidad del trabajo de los republicanos 
españoles contribuyeron en la modernización de México. 
 
Estudiar el exilio literario español en México implica meterse en muchos temas 
culturales y al mismo tiempo disfrutar de la simplicidad que la solidaridad natural de un 
ser humano brinda a su prójimo en momentos difíciles. La historia de este destierro es 
una contradicción, es decir, el miedo a dejar de ser y el deseo de adaptarse al país de 
recibimiento. Durante esos años México vivía su propia búsqueda de identidad, siendo 
esta la razón que propició un momento único. 
 
La situación entre México y España durante las primeras décadas del siglo XX 
siendo una coyuntura histórica de experiencias comunes que acercaron a estos países 
como nunca antes y, a pesar de ciertas diferencias persistentes, el exilio los unió. Lo 
que en el siglo XIX formaba parte del debate intelectual tomó fuerza en la primera mitad 
del siglo XX durante los movimientos de masas. 
 
Estas circunstancias históricas sociales e ideológicas están íntimamente 
vinculadas con la creación artística y literaria a los que se refiere el profesor Javier 
Aristu como una revolución de formas y contenidos culturales dando paso al 
surgimiento de vanguardias, que se consolidarían en anécdotas para la creación de la 
literatura. Lo que resulta claro es que el enfrentamiento ideológico expresado en los 
grandes movimientos sociales durante la primera mitad del siglo XX se derivó a partir de 
los años 40. 
 
Sería en medio de este panorama internacional como se desarrollaron las 
relaciones entre España y México. En 1934 llegó a la presidencia de la República el 
3 
 
general Lázaro Cárdenas, el presidente más fiel que ha tenido México a los valores y a 
la ideología de la Revolución Mexicana. La reforma agraria, la nacionalizacióndel 
petróleo y el enfrentamiento con la Iglesia, fueron algunos de los acontecimientos más 
simbólicos en su régimen, no exento de una fuerte oposición ultraconservadora, propia 
también de esos años. 
 
Por su parte, en España se había declarado la República después de unas 
elecciones en las que triunfaron los partidos republicanos mayoritariamente, aunque en 
el campo, todavía muy dominado por el atraso y el analfabetismo ganó la monarquía; 
sin embargo, las ciudades fueron tan abrumadoramente republicanas que la amenaza 
de ingobernabilidad llevó al rey a salir del país. 
 
México y España tenían mucho en común en ese momento, se enfrentaban a los 
mismos retos, a las mismas contradicciones, a los mismos intereses y lo hacían 
prácticamente con un proyecto político-social muy similar. En ese sentido, el 
pragmatismo de Cárdenas al apoyar a la República española lo hizo con demasiado 
ímpetu, incluso enviando armas y recibiendo a miles de refugiados después de la 
derrota, tal como lo plantea Mario Ojeda en su libro México y la guerra civil española, 
fue sin lugar a dudas la diplomacia progresista más temeraria y audaz de ese tiempo. El 
mundo de aquel entonces exigía convicciones y Cárdenas dio la suya otorgando a 
México una voz independiente en el contexto internacional. 
 
Al final los dos proyectos fracasaron, el sueño de una España democrática se 
ahogó en sangre con la sublevación militar de 1936 y el exilio de la mejor parte de sus 
intelectuales, pero también la posibilidad de un México más democrático y más justo fue 
desapareciendo progresivamente después de Cárdenas. Los gobiernos posteriores se 
fueron alejando paulatinamente de la ideología revolucionaria y de los deseos de 
justicia social que se había propuesto en sus inicios. 
 
Alfonso Reyes uno de los exponentes más importantes de la intelectualidad 
mexicana y latinoamericana del siglo XX, desempeñó un papel decisivo en el 
recibimiento del exilio español. Él vivió en España entre 1919 y 1924, relacionándose 
con muchos de los intelectuales que luego recibió en México. En ese periodo escribió 
una colección de artículos que fueron publicados en la prensa española entre 1922 y 
4 
 
1926, en los que trataba temas variados pero en los que hay una recurrencia en la idea 
del protagonismo que España debía tener con respecto a América. 
 
Hasta aquí se han mencionado algunas de las coincidencias que hubo entre 
España y México a lo largo de la primera mitad del siglo XX. Tanto de tipo político-
ideológico y cultural que explican el excelente recibimiento del gobierno mexicano. El 
agradecimiento de los refugiados a México adoptó múltiples formas; la más 
sobresaliente fue el trabajo útil y positivo en todos los ámbitos de la sociedad sin caer 
en idealizaciones de ningún tipo. 
 
Hubo también indudablemente diferencias de tipo ideológico, que provenían de 
diferentes sectores sociales. En primer lugar la derecha mexicana que se oponía con 
fuerza al proyecto político cardenista y realizó campañas de prensa para atemorizar a la 
población sobre el arribo de las “hordas rojas”, como lo menciona Guillermo Sheridan 
en su libro Escenas del Exilio Español, e incluso utilizaron un desgastado nacionalismo 
que rechazaba todo lo español como respuesta a la conquista. A pesar de las 
diferencias políticas y las campañas de desprestigio, el expresidente Cárdenas y su 
política se mantuvo en el ideal colectivo mexicano como un símbolo del buen hacer y de 
la honestidad. 
 
En segundo lugar estaba el oportunismo de la colonia española, formada por 
viejos residentes que habían llegado a México por razones económicas previas al 
conflicto español, ellos comenzaron a divulgar falsas noticias entre los refugiados que 
venían en los barcos, Mauricio Fresco apunta que los antiguos residentes españoles 
rechazaban a los que formaban la emigración de 1939. Es inexplicable esta actitud 
porque el bienestar del que disfrutaban los españoles en la antigua colonia en México 
se debía a la libertad, al régimen republicano y a las mismas ideas por las cuales 
habían luchado los nuevos ciudadanos españoles. 
 
Con avances y retrocesos en el día a día para adaptarse a la realidad de México 
durante los primeros años, se fueron tejiendo lazos entre el pueblo mexicano y los 
republicanos que en mucho se debió a la aportación en diversidad de conocimientos 
que ellos lograron aportar a México después de su proceso revolucionario, como afirma 
la profesora Clara Lida, compartían necesidades y oportunidades. 
5 
 
 
Hay un exilio personal, el que vive cada hombre o mujer a su manera de forma 
única, y otro colectivo, el que viven los pueblos, pero cualquiera que sea el tipo, se 
vuelve apremiante para los peregrinos el afianzamiento de la identidad como si fuera un 
requisito para sentirse que pertenecen a algo; así como, la falta de ella, la posibilidad de 
su desvanecimiento provocando un gran desasosiego. 
 
Es ese miedo donde radica el debate que surgió entre dos grandes historiadores 
del exilio español, Américo Castro y Claudio Sánchez-Albornoz. Había en ellos una 
desdicha y un apremio por comprender el fracaso de la convivencia entre españoles, 
por buscar una explicación a la guerra y el destierro. Más allá de los argumentos de 
ambos intelectuales, el centro de la discusión tuvo que ver con la búsqueda en la 
cultura, es decir, las raíces sólidas que los identificara como miembros de un lugar. 
 
De esta manera también se puede abordar a México como un país con su propio 
exilio, explica el profesor Miguel León-Portilla que en México, unos mencionan la base 
indígena y otros la hispana como determinante de la cultura mexicana. De cualquier 
forma el mestizaje está presente como origen y destino de la nación a nivel individual y 
colectivo con la finalidad de encontrar su identidad. 
 
Reflexionando un poco en todo este contexto histórico, es importante mencionar 
que las obras literarias de los protagonistas del Exilio Español están siendo olvidadas 
por los jóvenes, es por ello que es importante dar a conocer para algunos y hacer 
recordar para otros, la importancia de la literatura a lo largo de la historia, y lo versátil 
que puede ser la memoria al momento de narrarla a través del testimonio de la escritora 
Angelina Muñiz-Huberman, una de las intelectuales más polifacéticas de la literatura del 
Exilio Español en México. 
 
Es muy significativo poder escribir acerca de ella, permitiendo crear en todo 
momento una sociedad de trabajo académico, así como una gran amistad. La siguiente 
investigación tiene la finalidad de resaltar la trascendencia de su trabajo académico, así 
como su personalidad, concentrando en el contenido del reportaje a la persona que ha 
hecho posible sus sueños. 
 
6 
 
El primer acercamiento con Angelina Muñiz-Huberman fue en noviembre de 
2015, durante la colaboración en la producción de audiovisuales en Televisión 
Universitaria (TV UNAM). Desde ese momento su sencillez y calidez humana, fue capaz 
de borrar las diferencias de conocimientos y experiencia de vida, entre aquellos que 
convivían con ella. 
 
Lo más notable es su vitalidad y por supuesto su capacidad de trabajo, 
convirtiendo cualquier lugar en el espacio ideal para escribir una historia. Sin duda un 
ejemplo de superación y excelente actitud que son necesarios exponer ante los ojos 
expectantes de muchas personas limitadas ante su presente. 
 
Con el desempeño bien logrado se podrá proporcionar una nueva forma de ver la 
historia, no sólo desde el punto de vista crítico y analítico como cada libro referente a la 
materia, sino complementar el análisis con vivencias de la protagonista provocando 
cierta empatía con quien lo lea, a tal grado de sentirse identificado con los hechos 
narrados en cada apartado. 
 
Para finalizar es necesario citar un párrafo del texto De magias y prodigios, en el 
que podemos encontrar la esenciade lo mencionado en los párrafos anteriores y con 
ayuda de la imaginación, podremos visualizar a aquella mujer o quizá a una persona al 
azar que se enfrenta a la problemática de seguir adelante y ver más allá o simplemente 
estancarse sin lograr un crecimiento contundente en la vida. 
 
Ella no se atreve a girar la perilla y detenida ante la puerta de cristal —pienso— ésta le 
devuelve su propia imagen interrogante y pensativa. Pero nosotros, lectores sacrílegos, 
primero atisbamos por esos cristales y después decidida y de manera audaz giramos la 
perilla para adentrarnos al mundo mágico y prodigioso de Angelina Muñiz. Ese pequeño 
movimiento —girar la perilla— nos permite introducirnos en un mundo alucinante y 
multicolor a donde el pasado se tutea. 
Angelina Muñiz-Huberman, De Magias y prodigios 
(Transmutaciones) 
 
 
 
 
7 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
EN EL CAMPO DE BATALLA 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
8 
 
 
El siglo XX estuvo lleno de una incesante búsqueda de identidad, en palabras del 
escritor Manuel Vázquez Montalbán en su texto Viajes, exilio y memoria, nunca en la 
historia de la humanidad se había producido un desplazamiento de población como el 
provocado por el enfrentamiento bélico que tuvo lugar en España. Hay que tener en 
cuenta la magnitud que presentó la guerra para entender la proyección que adquirió el 
exilio de forma cuantitativa en comparación con otros exilios que ocurrieron de forma 
simultanea en esa época. 
 
Con la llegada de la República se generaron grandes expectativas entre 
políticos, intelectuales y sindicalistas, ellos estaban convencidos de que la educación y 
la cultura produciría un cambio en el pueblo español liberándolo de la opresión y la 
ignorancia. Sin embargo, el enfrentamiento ideológico entre derechas e izquierdas y la 
radicalización política provocaron la sublevación militar en julio de 1936, que 
posteriormente desembocaría en una guerra. 
 
Fue la primera guerra de ideas que estalló en Europa y que impactó a gran parte 
de la opinión pública. La mayoría de los intelectuales interpretaron la guerra civil 
española como algo que significaba la defensa de las clases populares oprimidas y de 
la cultura contra el totalitarismo. 
 
Uno de los rasgos más característicos de este exilio fue su carácter plural, debido 
a la diversidad en la procedencia geográfica, estatus socio-profesional y adscripción 
política. El entonces presidente de Colombia Eduardo Santos Montejo señaló que el 
exilio español de 1939 era de todo un pueblo ya que, no sólo mujeres, niños y ancianos 
fueron los afectados, sino también dirigentes de grupos políticos, organizaciones y 
representantes autónomos, abarcando un conjunto social. 
 
Luis Menéndez en el texto Analogías en el arte, la literatura y el pensamiento del 
exilio, menciona que la media de edad de los republicanos españoles era muy baja. 
Más de la mitad que entraron a Francia no habían cumplido nisiquiera los veintitrés 
años, combatientes que apenas habían iniciado su actividad laboral en España. Otro 
aspecto a considerar es que el conflicto fue ocasionado por la izquierda española, es 
decir, por republicanos, socialistas, comunistas y anarquistas, que en los momentos del 
9 
 
movimiento ya no integraban el frente popular que ganó las elecciones en febrero de 
1936. El desarrollo de la guerra y la posterior derrota abrieron profundas brechas entre 
esos grupos tanto desde el punto de vista político como cultural. 
 
El día señalado para la rebelión militar fue el día 18 de julio de 1936, sin 
embargo, desde la tarde del 17 se inició la guarnición de Melilla, siendo el primer 
movimiento de golpe de Estado en España. Entre el 18 y el 21 del mismo mes se 
pronunciaron las guarniciones en casi todas las provincias, ante la incredulidad del 
gobierno Republicano del presidente Casares Quiroga. 
 
El mecanismo de la sublevación parecía casi idéntico al de los pronunciamientos 
militares clásicos. Lo nuevo consistió, en primer lugar, en la decisión tomada por los 
protagonistas militares sobre la violencia que debía asumir el golpe con la finalidad de 
que fuera resolutivo y, segundo, en que el acontecimiento tuviera lugar después de una 
fase de politización de masas que no había conocido jamás equivalente. 
 
El confrontamiento entre las organizaciones político-sociales y la resistencia de la 
población ocasionó que la rebelión no consiguiera sus objetivos en unos días ni en unos 
meses; para lograrlo duró tres años entre choques violentos. En la medida que 
fracasaba políticamente el pronunciamiento militar en el país, el conflicto comenzaba a 
transformarse en una Guerra Civil. 
 
La guerra, llegó a considerarse por determinados historiadores como un 
significativo episodio de la lucha de clases. Uno de los indicadores más obvios fue la 
incorporación masiva de voluntarios a través de las milicias, tanto en un bando como en 
el otro. La importancia de la integración de civiles radica inicialmente con la idea de que 
serviría como vehículo de una movilización ideológica. 
 
Después de los tres primeros días de julio de 1936 se puede considerar cerrada 
la fase de pronunciamiento. Las zonas que permanecieron bajo control gubernamental 
correspondían a las regiones donde había triunfado el Frente Popular tales como: 
Cataluña, Valencia, Murcia, y parte del sur andaluz, en contraparte, la masa territorial 
dominada por el golpe de Estado estaba constituida por Galicia, Castilla la Vieja-León, 
10 
 
Aragón y Navarra. Simplificando, se podría decir que se trató de un choque entre la 
España dominante rural contra la urbana. 
 
La guerra civil fue obra de una minoría, procedente de las filas de aquella 
oligarquía que había visto debilitado su poder político y temía por sus intereses 
económicos tal como lo menciona Juan Brom en su libro Esbozo de historia Universal. 
En el Estado existían núcleos considerables de funcionarios procedentes del sistema 
anterior que no aceptaron fácilmente la convivencia con la República: es el caso de la 
mayor parte del ejército, magistrados y diplomáticos. Este personal fue manipulado por 
la oligarquía para responder con violencia. Para esto, también se buscó el apoyo de las 
clases medias, especialmente de la pequeña burguesía agraria de provincias. 
 
Del lado republicano, sus defensores natos estuvieron constituidos por los 
obreros y las clases medias urbanas, sobre todo de las zonas industriales como lo 
menciona Olga Glondys en el texto La guerra fría cultural y el exilio republicano 
español. Ellos no querían renunciar a las posibilidades de la democracia y no deseaban 
recaer en una nueva experiencia autoritaria. Estos hechos explican las principales 
características de la guerra desde el punto de vista militar. Un último rasgo a señalar es 
la proyección internacional de la contienda, dividido en tres vertientes complementarias 
entre sí: 
 
a) El impacto de la guerra civil sobre la coyuntura política. Frecuentemente se ha 
mencionado como un preámbulo de la segunda guerra mundial. Entre los conflictos que 
sucedieron a lo largo de esa década, ninguno ejerció una influencia comparable. 
 
b) El impacto de la propia situación a nivel mundial. El clímax de la guerra civil 
española se vió precipitado por el ambiente radicalizado de los años treinta. El temor a 
los movimientos fascistas y comunistas fueron los detonantes entre la comunidad. 
 
c) La intervención extranjera en el conflicto. Propuesto por Gran Bretaña y 
Francia, estas potencias se sumaron a los hechos violentos afectando claramente a la 
República. 
 
11 
 
Por consiguiente, desde el punto de vista internacional, los dos bandos no 
estuvieron en igualdad. Mientras que Italia, Alemania y Portugal ayudaron a Franco de 
manera incondicional; Francia y Gran Bretaña mantuvieron una actitud reservada hacia 
la República. Probablemente estoinfluyó en la reacción de las clases dirigentes de 
ambas, orientada por una doble creencia: la de un gobierno privado con apoyo de 
clases superiores y la del ejercito social que no podría conseguir la victoria, y si ésta se 
producía, podía dar lugar a una revolución social más temida por ellos que el propio 
fascismo. 
 
El análisis de las consecuencias de la guerra civil debe partir de la consideración 
de las pérdidas de población durante todo el conflicto. A los aproximadamente 300 mil 
muertos durante las batallas, hay que sumar los 270 mil españoles presos y los más de 
100 mil que sufrían en los campos de concentración; sin olvidar el exterminio de vidas 
humanas como medida de terror, de venganza o de aplicación del principio político de 
exterminar al enemigo. Si a las mismas se suman las 650 mil pérdidas por 
enfermedades, desnutrición, etcétera, queda la cifra mítica de un millón de muertos, 
como lo señala el libro el Exilio Español de Julio Martín Casas. 
 
Es preciso insistir sobre todo en que la mayoría de las vidas perdidas en el 
campo de batalla o como consecuencia directa de la guerra, eran principalmente 
personas de la población activa, gran parte del profesorado universitario se vio 
destituido o exiliado, unos 7 mil maestros fueron encarcelados y una buena parte del 
personal de la Administración desapareció por encarcelamientos, depuraciones o exilio, 
para ser sustituido por nuevos funcionarios procedentes del campo vencedor. 
 
Como consecuencia negativa de la guerra, se da también una modificación en la 
estructura de la población activa, que regresa a situaciones de predominio agrario, en 
un porcentaje superior al 50% en 1940, una disminución porcentual y real de la 
población activa industrial provocando mayor reducción en la productividad del país. En 
resumen, con cifras aproximadas, España dejó de crecer en torno al medio millón de 
habitantes en esos tres años, a consecuencia de la disminución de natalidad y del 
incremento de mortalidad. 
 
12 
 
Desde el punto de vista económico, los daños materiales pueden resumirse en 
los siguientes: 
 
 La disminución de la población activa en 500 mil personas. 
 La pérdida de 510 toneladas de oro del Banco de España, que la República 
empleó en la financiación de la guerra. 
 La destrucción de gran número de edificios públicos, de unas 250 mil viviendas; 
el destrozo del 50% del parque de locomotoras y vagones de mercancías, 
además de la reducción de la ganadería a un tercio de la producción. 
 
Como conclusión es importante mencionar que a partir de 1939 la economía se 
encontró en una fase de regresión y estancamiento en todos los ámbitos de la sociedad 
debido a la nueva ideología política y religiosa, es decir, en la aceptación de la Iglesia 
como líder socioeconómico de la mayoría de la burguesía. El bloque de poder poseía la 
hegemonía ideológica, dominado por el carismático poder de Franco. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Francisco Franco y el General Mola Los generales Francisco Franco y Emilio Mola durante la Guerra Civil 
española, cortesía Revista Proceso. 
13 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
CRUZANDO EL OCÉANO 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
14 
 
El triunfo del nuevo régimen, constituido por representantes del Ejército y la 
Magistratura produjo la inmigración en México de un amplio número de exiliados. 
Muchos de ellos, buscaban refugio mientras la guerra se resolvía y así poder proteger 
sus vidas y las de sus familias de las tropas rebeldes de Franco y la pérdida definitiva 
de la España Republicana. Personajes como Adolfo Sánchez Vázquez, León Felipe, 
Juan Rejano y Angelina Muñiz-Huberman, entre muchos otros formaron parte de esos 
inmigrantes, luego ellos contribuyeron de manera fundamental en la cultura del país. 
 
El número de exiliados que llegó a México se estima en un promedio de 25 mil, 
aún cuando existen cálculos que varían entre los 14 mil y los 40 mil refugiados como lo 
menciona la investigadora Ascención León Portilla en el libro España desde México, 
vida y obra de los transterrados. Estas variaciones se deben, en parte, a que el exilio no 
se realizó de una sola vez. Los primeros en llegar fueron los llamados “Niños de 
Morelia”, este grupo se conformó por 454 niños a los que el gobierno mexicano brindó 
ayuda, con la intención de alejarlos de la guerra y devolverlos a España en cuanto ésta 
terminara. 
 
Este primer grupo llegó a México en los primeros días de junio de 1937, cuando 
la guerra llevaba sólo un año, el traslado de los niños se realizó sin inconvenientes. Fue 
hasta el primer trimestre de 1939 cuando la España republicana ya estaba sometida por 
las tropas rebeldes, obligando a los ciudadanos españoles a migrar a Francia en 
primera instancia, internándose en los diversos campos de concentración hasta lograr 
su salida hacia otros países. 
 
En México, cuyo gobierno a cargo del expresidente Lázaro Cárdenas, se 
distinguió en el panorama internacional por su constante apoyo y lealtad al gobierno 
Republicano y a sus defensores abriendo las puertas del país. La presencia del exilio 
español en nuestro país ha sido ampliamente reconocido, haciéndose mención 
generalmente en la aportación cultural de un grupo de intelectuales, muchos de ellos 
invitados por el gobierno mexicano desde el año de 1938, como profesores invitados en 
lo que se resolvía el conflicto armado. Entre ellos se encuentraban filósofos, poetas, 
escritores, pintores, médicos, ingenieros, en fin, profesionistas y artistas de alta calidad. 
 
15 
 
El gobierno que presidí sirvió a móviles de interés nacional cuando atrajo esta 
inmigración española cuya raza y calidad es la que ahora, como en otro tiempo, puede 
mejor asimilarse en el pueblo mexicano de tan acusada estirpe hispánica. 
 
 
Lázaro Cárdenas. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
“Niños de Morelia” junto con el presidente Lázaro Cárdenas (1937). Cortesía Revista la Segunda Guerra. 
 
 
Su aportación en los centros de enseñanza de nivel superior, investigación 
científica y humanística, consistió fundamentalmente en ir creando un temperamento 
liberal entre los alumnos. Es decir, formar hombres con tolerancia hacia las ideas de 
otros individuos, pues ésa era la esencia de la democracia. 
 
Esta concepción de educación caracterizada por principios, fue totalmente 
compatible con la propuesta educativa del régimen cardenista. La promoción de la 
escuela rural, la aplicación de nuevas técnicas de enseñanza, la creación de bibliotecas 
16 
 
y la revaloración del papel del maestro como gestor de vida fueron los alcances que se 
expresaron en El diario del Sinaia y los primeros desterrados, dicho escrito se redactó 
durante el viaje del buque llamado del mismo nombre Sinaia que transportaba a los 
refugiados que huían de la Guerra Civil Española hacia el puerto de Veracruz donde 
desembarcó el día 13 de junio de 1939. 
 
El diario del Sinaia y los primeros desterrados hablaba acerca de la República, 
había desarrollado una amplia política cultural que se reflejó en la publicación de 
infinidad de revistas y textos de calidad con características muy variadas; este interés 
se presentó durante el período de guerra y posteriormente en el exilio. Se pueden 
recordar narraciones famosas tales como: La Pluma, Hora de España, El Mono Azul, El 
Quinto Regimiento, Las Españas, España Peregrina, La República, Nuestra República, 
etcétera. 
 
Un grupo de españoles a bordo del Sinaia decidió publicar un periódico; el 
término que se le asignó fue el de periódico peregrino, acogió en sus páginas a un 
brillante grupo de intelectuales, escritores y artistas provenientes prácticamente de los 
campos de concentración. El diario, apareció todos los días que duró el viaje, con la 
finalidad de aportar a los tripulantes noticias del mundo en guerra y de España. La 
dirección del diarioestuvo a cargo de Ramón Iglesia, Manuel Andújar Castellanos y 
Juan Varea, además de contar siempre con la asesoría sobre temas mexicanos de 
Susana Gamboa, quien conducía esta travesía por parte de la embajada de México en 
Francia. 
 
El valor de testimonio que tuvo esta publicación, fue el nivel de organización, 
cooperación y unidad que pudo alcanzarse gracias al esfuerzo y espíritu de sus 
pasajeros. El diario inauguró su primer número con las palabras de bienvenida, aliento y 
esperanza de la mexicana Susana Gamboa, además de convocar a los tripulantes a 
unirse en la redacción del periódico. 
 
Requerimos de vuestra colaboración. “SINAIA” quiere reflejar de modo constructivo la 
vida a bordo en sus diferentes facetas. Para ello precisa de la colaboración de todos. 
¡Aportad vuestras sugerencias y opiniones, vuestras opiniones! enviádnos pequeñas 
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crónicas, comentarios, anécdotas, chistes, iniciativas de interés colectivo, dibujos, 
historietas. 
El Sinaia. Núm. 1, 27 de mayo de 1939 
 
Padre de Angelina Muñiz-Huberman y Angelina, en el lado derecho de la imagen se encuentra uno de los 
barcos de exiliados, cortesía Angelina Muñiz. 
 
Los intelectuales a bordo fueron parte sustancial de la expedición, entre estos 
maestros se destacó la presencia del maestro Ballesteros, cuya participación en el 
diario mostró la concepción que México tenía en sus proyectos político-social y cultural-
educativo para los docentes desterrados. Antonio Ballesteros Usano, formado en el 
Instituto Juan Jacobo Rousseau de Ginebra y alumno de Decroly, siendo el único 
autorizado para traducir sus obras al español, fue un maestro que entregó su vida 
profesional a México y a la causa de la formación educativa. 
 
La labor de los Ballesteros, tanto la de Antonio como la de su esposa Emilia Elías 
de Ballesteros, fue reconocida por sus alumnos, debida a la convicción y el compromiso 
con que el maestro se propuso desarrollar su labor en México en la política educativa y 
cultural del régimen de Cárdenas. El día 12 de junio de 1939, en el último número del 
diario del Sinaia apareció, bajo el nombre de La Escuela Popular Mexicana y firmado 
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por Antonio Ballesteros, un texto en el que se hace una clara presentación del quehacer 
educativo en México y de la voluntad de libertad y justicia en que se fundó. En este 
escrito el profesor dio testimonio no sólo de su profunda admiración por la educación en 
México, sino también del compromiso del exiliado a cumplir con la sociedad mexicana. 
 
Los exiliados que llegaron a México venian llenos de tristeza y los poetas se 
encargaron de manifestarla. Fueron muchos los que hicieron versos de su melancolía 
por la separación de su tierra. Hicieron poesía de dolor porque el dolor y la desventura 
producía liberación. La guerra civil española trajo a México un grupo de autores 
importantes y junto a ellos, varios niños que seguramente todavía no imaginaban su 
vocación de escritores. 
 
Pero en medio de esta lucha y dolor, renacía el optimismo y volvía la esperanza. 
A partir de 1943, cuando se empezó a vislumbrar la victoria de los aliados, los exiliados 
recobraron el aliento; dos años después el 17 de agosto de 1945, los diputados se 
reunieron en la Ciudad de México y se recreó el gobierno republicano en el exilio. Con 
él se vivió el momento clímax de la esperanza y la comunidad republicana tomó fuerza 
e incluso se preparó para un posible regreso, pero los acontecimientos internacionales 
pronto se encargaron de alejar esta realidad. 
 
Estos hechos provocaron nuevamente impotencia pero ahora en boca de los 
hijos de los exiliados que llegaron en 1939, quienes comenzaron a publicar y dar a 
conocer sus inquietudes literarias forjadas dentro de una preocupación por el exilio, 
heredada de sus padres. Los que llegaron jóvenes, maduraron en México y para 1950 
ya eran un grupo literario. Se les conoce como “Generación de 1950”, “Generación 
hispano-mexicana” o “Generación Nepantla” nombrada así por Miguel León-Portilla 
quien propone el término nepantla o nepantlismo como conceptos que ilustran los 
procesos de transculturización desde la perspectiva antropológica. 
 
El dolor fue el tema favorito para ellos, en libros y revistas los miembros de esta 
generación dieron forma al mundo de sus sentimientos dentro de un pasado donde la 
pérdida de España era una sombra constante en sus vidas. Comenzaron su camino 
literario preguntándose por el mundo al que pertenecían y afirmando que estaban 
encerrados en una atmósfera de destierro creada por sus mayores. 
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Hoy podemos ver esta poesía doliente como un símbolo de la pérdida que todo 
exiliado lleva consigo convertida en musa trascendente y necesaria para la 
creación literaria. Con los años la poesía se ha convertido en un legado en el que 
se puede valorar un existencialismo poético mexicano, como lo menciona Juan 
Brom, en el texto Esbozo de historia de México. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Infancia de Angelina Muñiz-Huberman, cortesía Angelina Muñiz 
 
 
 
 
 
 
 
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Segundo Apartado 
 
VOCES DEL EXILIO 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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Guerras, persecuciones e intolerancias a lo largo de la historia, han obligado a 
individuos o colectivos a abandonar sus lugares de origen y continuar sus vidas en otros 
mundos. La definición más simple de un exiliado en palabras de Angelina Muñiz-
Huberman es “aquel que vive en un lugar y añora o recuerda la realidad de otro lugar”. 
Durante la coversación con la escritora compartió la idea del exilio que tuvo en su 
infancia y que con el paso de los años ella lo convirtió como un asunto de ficción. 
 
Es evidente que la literatura parte de una realidad, pero de inmediato corta su 
relación con lo real y pasa a ser un asunto de ficción. Para Angelina, la única manera de 
sobrevivir al exilio es haciendo uso y práctica de los procesos mentales internos. Esto lo 
explica de manera muy general en uno de sus escritos, El Canto del peregrino. Hacia 
una poética del exilio. Aquí Angelina proporciona un repaso muy amplio de los exilios 
universales en todos sus aspectos y recorre toda la historia, desde lo referido en la 
Biblia hasta el siglo XX. 
 
Angelina inicia la historia del exilio con la persecución de Adán y Eva del paraíso, 
los presenta como los primeros exiliados, ellos crearon el modelo del paraíso perdido y 
esa historia ha sido convertida en ficción, lo que ha ocurrido también con los sucesos 
históricos. El exilio bíblico es de orden divino, definitivo e irreversible, desde entonces 
es sólo por medio de la memoria y del sueño que el hombre puede contemplar ese 
paraíso de inmortalidad. 
 
A lo largo de sus análisis, Angelina Muñiz nunca deja por completo el aspecto 
místico, pero la escritora aborda el exilio histórico, es decir, decretado por hombres 
contra hombres, obligando al hombre a alejarse de su ámbito geográfico. Ella subraya 
múltiples veces la importancia de la memoria y de la imaginación, recalcando tres 
procesos mentales imprescindibles que van a determinar la calidad del exiliado, el 
“imaginativo”, el “recreativo” y el “memorativo”. 
 
Dentro de los tres procesos mentales señalados se encuentra también el “Exilio 
Interior”. Según Muñiz-Huberman el “Exilio Interior”, este ocurre cuando el aislamiento 
es en el país de origen y la condena es la de no poder hablar o escribir por razones 
impuestas, ya sean políticas o religiosas. Por ejemplo los escritores que permanecieron 
en España bajo el régimen de Franco, sin aceptar la doctrina oficial, sufrieron el Inexilio. 
22 
 
Las revistas culturales mexicanas, con amplitud de criterio y gran solidaridad, 
recibieron a los escritores españoles a partir de 1939. Tales como: Letras de México 
(1937-1947), editada por Octavio G. Barreda y en la que colaboraron José Gaos, José 
MorenoVilla y Paulino Masip, entre otros; Taller (1938-1941), dirigida por Octavio Paz y 
en la que escribían españoles como Juan Gil-Albert y mexicanos como Efraín Huerta, 
entre los que había grandes coincidencias tanto ideológicas como estéticas; Tierra 
Nueva (1940-1942), donde participaron Enrique Díez-Canedo, Francisco Giner de los 
Ríos, León Felipe, José Moreno Villa y Joaquín Xirau. 
 
Por su parte, los españoles fueron creando sus propias revistas donde escribían 
junto con los escritores mexicanos, merece especial mención la revista “Romance” 
(1940-1941), cuyo objetivo era ser la expresión del movimiento cultural 
hispanoamericano, y su título hacía referencia al claro compromiso de estos 
intelectuales con las manifestaciones populares de la cultura y siempre acompañado del 
siguiente lema de Mario Ojeda en su texto México y La Guerra Civil Española “La 
cultura no se hereda ni se trasmite: se conquista”. Para ilustrar esto nada mejor que 
citando un párrafo de la escritora Luisa Carnés que además parece describir a la 
escritora Angelina Muñiz-Huberman. 
 
A través del dolor de la Galicia campesina y marinera, al que acercará su corazón de 
niña como una llama vivificadora, Rosalía llegará a formarse como mujer, como poeta, 
como española. Su voz poética responderá al sentimiento de su pueblo, que cala en ella 
muy hondo desde la primera edad. El paisaje y las desdichas entrarán en ella, y el 
pueblo, será quien se eleve en su voz. Tendrá el privilegio de descubrir a España y lo 
hará en su propio idioma. 
 
 
 
 
 
 
 
 
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Revista Romance, revista de los exiliados españoles en México,1940. 
 
 
Muchas obras han sido producidas a través de la palabra o del arte en general. 
El exiliado es la persona que vive en un lugar y recuerda o proyecta la realidad de otro; 
esto quiere decir que, para el escritor este tema no es sólo literario sino también 
contiene una estructura imaginativa primordial. 
 
Es una poderosa experiencia que pone a prueba la memoria y la capacidad de 
recordar, pero también es una metáfora narrativa en general. En este sentido, los 
conflictos de la guerra civil modulan la acción narrativa. Si llevamos las cosas a una 
situación extrema como lo menciona la escritora Angelina, el mundo literario es un 
conjunto de elementos ficticios. Los grandes escritores condenados al exilio obtuvieron 
la parte artística, convirtiendo su experiencia en una situación creativa. 
 
La separación se trasformó en testimonio y la ilusión en un nuevo ser; el 
aislamiento los obligó a poblar su soledad con páginas de descripciones, de personajes 
y de reflexiones. El desarrollo de la capacidad imaginativa es una compensación para 
las pérdidas del exilio, complementa de algún modo medidas temporales y espaciales 
que construyen una identidad llena de arte. 
 
24 
 
El proceso narrativo del exilio consiste en fijar una imagen querida dentro del 
juego instantaneidad-definitividad tal y como lo menciona la escritora Angelina Muñiz en 
varios de sus textos. Es decir, que el escritor puede ver el inminente regreso si así se lo 
propone al describirlo en su obra y claro trascender en los lectores dando a conocer los 
hechos. Para el exiliado su verdadero territorio se encuentra en la agudización del 
recuerdo que permite volver a su hogar. 
 
El escritor exiliado, por la lejanía, adquiere una mayor sensación de libertad, para 
manejar los temas, los paisajes y los personajes. Después de todo, la perspectiva de no 
estar dentro de los problemas, el aislamiento de la nueva sociedad a la que llega, 
inducen un atrevimiento que lo más seguro es que no pudiera darse en su lugar de 
origen como lo describe Arturo Souto. El refrán de “no hay mal que por bien no venga”, 
encajaría perfectamente en las circunstancias de los republicanos. Esta libertad permite 
al escritor explorar otros aspectos de la posibilidad narrativa desarrollando el humor, la 
ironía o bien la crítica. 
 
Muchas veces lo oculto, lo indecible, son recursos poderosos para acentuar lo 
explícito y detallado. La narrativa del exilio español en México en su primera etapa, es 
decir redactada por quienes ya eran escritores, no es precisamente la más 
representativa. El hecho de haber vivido los acontecimientos históricos de la Guerra 
Civil Española, podía provocar que sus textos tuvieran un falso realismo o un engañoso 
testimonio. 
 
En cambio, para la segunda generación, los hijos de los exiliados, las cosas 
fueron más claras y los recursos narrativos más elaborados. Lograron que la anhelada 
búsqueda artística de sus padres al fin se estableciera como prioridad. Los trabajos que 
comienzan a publicar los integrantes de la segunda generación de exiliados, también 
conocida como Hispanomexicana, contiene rasgos definidos de lo acontecido durante 
los años del conflicto; además, el fenómeno ya no fue únicamente en México, sino que 
lo compartieron con otros países hispanoamericanos. 
 
Los temas y obsesiones que aparecen en estas primeras novelas del exilio son: 
el testimonio, la herencia, los recuerdos y la crítica. Los matices fueron más o menos 
interesantes dependiendo de la actitud profesional u ocasional del narrador. Los 
25 
 
escritos se detienen más en lo conocido y en lo recién vivido, testimonios de la guerra y 
nostalgias. Sólo cuando se da el paso hacia lo desconocido se emplea la capacidad de 
crear y, finalmente, será posible entrar de lleno al reino de la imaginación en palabras 
de Angelina Muñiz-Huberman. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Angelina Muñiz-Huberman, publicación Rompeolas. Poesía reunida (2012), cortesía TV UNAM. 
 
 
 La generación hispanomexicana se encargó de dar ese paso, pues para ella ya 
no existió ni el compromiso ni esperanza. El exilio y la literatura forman un conjunto de 
metáforas que interactúan entre lo presente y lo ausente, la nostalgia y la realidad, el 
olvido y la memoria. Es en general una experiencia única, es el silencio de la palabra 
escrita según José Corral y Arturo Souto en el texto Poesía y Exilio: Los poetas de exilio 
en México. 
 
26 
 
Para Arturo Souto, pueden distinguirse tres características principales de la 
narrativa del exilio: 
 
1. La vuelta al realismo, aunque ya no como en el siglo XIX, sino con un enfoque 
nuevo, acorde a las exigencias de la época. Se cuida mucho el ambiente 
psicológico, el lenguaje, el estilo y la interioridad de los personajes. 
 
2. La escritura es personal. Son novelas a la manera de confesión, un intento de 
explicarse a sí mismo la tragedia de la guerra. 
 
3. México como motivo de inspiración. La narrativa del exilio representa la visión de 
los españoles como pueblo, como exiliados, y la de la vida mexicana a través de 
los ojos de un extranjero. 
 
“En el corazón de cada exiliado hay una deuda de gratitud eterna a los 
mexicanos que les dieron voz en uno de los momentos más difíciles de su 
historia; también hay un gran amor a España y a México. En el corazón de los 
mexicanos hay un pacto de aceptación a los que llegaron y se entregaron a 
México. En el corazón de unos y otros hay un gran espacio lleno de valores y 
sentimientos compartidos que integran una morada de conformidad consigo 
mismo”. 
Juan Rejano 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
http://elem.mx/autor/datos/1030
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GENERACIÓN HISPANOMEXICANA 
 
 
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Angelina Muñiz-Huberman pertenece a la segunda generación del exilio español en 
México, su definición se usa en un sentido sociológico más que en el literario, su 
definición no es sencilla: “Fuimos menos que el sueño de generación, la fronteriza de 
todos los anhelos”, dice Nuria Parés en el poema Canto a los míos de Canto llano. Sin 
embargo, sería el historiador Arturo Souto quien definiera de forma acertadaa esta 
generación de escritores, nombrándola Hispanomexicana. 
 
Canto a los míos 
Vivimos de prestado: no vivimos. 
Fuimos menos que el sueño 
de una generación, la fronteriza 
de todos los anhelos. 
Sé que no hemos vivido. 
Un hada mala a nuestro nacimiento 
presentó y nos lanzó la baba 
de su poder maléfico: 
"Habréis de hacer camino, 
hacer camino lejos 
recorrer las rutas que otros fijen 
y recoger el grito de otro acento...” 
Sé que hemos asistido 
con los ojos abiertos 
al vivir de los otros, 
que hemos estado atentos 
a la muerte del héroe 
a la del mártir y a la del obseso. 
Sé que hemos enjuiciado 
y medido y pesado el oro ajeno 
y no nos queda nada entre las manos 
a que llamarle “nuestro". 
Sé que la juventud paso de largo 
o que nacimos viejos, 
con la sangre entibiada, 
29 
 
cansados del esfuerzo 
que otros realizaron. 
Ellos fueron la voz 
y nosotros el eco, 
ellos fueron la llama 
nosotros humo denso 
ellos fueron la imagen de la vida 
nosotros el espejo... 
Hoy, en la edad de Cristo, 
quiero coger mi verso 
como un canto rodado, 
firme y duro en el cuenco 
de mi mano y estrellarlo 
contra ese turbio espejo 
a ver si ya hecho añicos, 
despedazado y roto, ya indefenso, 
siento latir el pulso de los míos, 
el pulso tuyo y mío, el pulso nuestro. 
 
Nuria Parés 
 
 
 
La generación está formada por hijos de exiliados españoles que llegaron a 
México a raíz de la Guerra de 1936-1939. La mayor parte nace en España, salvo Jomí 
García Ascot en Túnez y Angelina Muñiz-Huberman en Francia. El constante recorrido 
de naciones los obliga a adquirir otras lenguas, sobre todo el francés, también la 
capacidad de adaptación también juega un papel fundamental ya que la única forma de 
aprender las costumbres de su nuevo hogar es la observación. Algunos de ellos 
hicieron estudios de posgrado en los Estados Unidos y se convirtieron en profesores 
universitarios. La mayoría ha permanecido en México, aunque varios se han establecido 
en el extranjero como, Italia, Francia o bien, regresaron a España. 
 
30 
 
Las bases educativas en México fueron similares a las de España, dependiendo 
de las edades, varios estudiaron los primeros años en Francia y luego se incorporaron a 
las escuelas mexicanas. Todos ellos asistieron a alguno de los tres colegios recién 
fundados: el Instituto Luis Vives, el Colegio Madrid o la Academia Hispano-Mexicana, 
cuyos lineamientos educativos provenían de la Institución Libre de Enseñanza de 
España. Es decir que su educación pertenece más al ámbito europeo que al mexicano, 
lo que los aísla del entorno social de la ciudad. 
 
Cuando finalmente algunos de los intelectuales acuden a la Facultad de Filosofía 
y Letras, un grupo selecto empieza a conformarse y definirse, entre los nombres más 
reconocidos podemos mencionar a: Manuel Durán, Tomás Segovia, Carlos Blanco, 
José Miguel García Ascot, Francisco González Aramburu, Arturo Souto, Luis Rius, 
Inocencio Burgos, Ramón Xirau, Enrique de Rivas, entre otros. Los narradores son 
menos y publicaron más tarde, entre los que destacan: Arturo Souto, Roberto Ruiz, 
José de la Colina, Francisca Perujo, Federico Patán y Angelina Muñiz-Huberman. Estos 
tres últimos agregan a sus obras, poesías y ensayos. 
 
Angelina Muñiz-Huberman es una de las escritoras más representativas de 
nuestro país. En parte, se debe al manejo de la lengua castellana y a la contribución en 
la comprensión del Exilio Español en México, además de su brillante aportación a la 
cultura. La literatura de la escritora se define por la experiencia del exilio, así como las 
diversas prácticas y tradiciones de la religión judía. 
 
Para Angelina Muñiz es primordial la escritura y la investigación. En el ámbito de 
la literatura mexicana incursionó en la novela neohistórica con la publicación de Morada 
Interior en el año de 1972, en donde integra de manera sutil una serie de elementos 
autobiográficos y de ficción. Además de este género, Muñiz-Huberman escribió poesía, 
cuentos y ensayos. 
 
Angelina tiene una importante trayectoria como traductora, con lo cual destaca 
entre los integrantes del grupo hispanomexicano no sólo como escritora, sino como 
importante investigadora de los diversos géneros literarios. Los comienzos de la 
generación son de índole nostálgica ya que se nutrió de recuerdos y memorias de sus 
31 
 
padres y profesores. Todos los jóvenes fueron excelentes receptores de cultura y 
recogían con ímpetu todas las historias que oían de sus mayores. 
 
Reunirse alrededor de la mesa después de la comida o en días de campo, no 
importaba cual fuera el motivo de la reunión, siempre era un buen pretexto para oír 
cómo había sido ganada la batalla o cuándo sería el ansiado retorno a España, pero 
siempre con la esperanza de justicia. Los jóvenes empezaron a construir un futuro 
literario lleno de tradición con la sólida base que los poetas exiliados de su época les 
transmitían, el principal resultado que buscaban las nuevas generaciones era la 
conservación de una posición ético-estética idealizando a España. 
 
Algunos escritores comenzaban a darse cuenta de esta situación, un ejemplo es 
el de Octavio Paz que resaltó estos rasgos en el prólogo del libro La paloma azul de 
Manuel Durán, donde los consideraba “víctimas de un doble equívoco”, al no ser 
incluidos a la literatura mexicana ni a la española. Sin embargo, años después Arturo 
Souto daría su opinión con un criterio más positivo asignando a esta dualidad, una 
riqueza por su doble perspectiva. 
 
Meditación, introspecciones y melancolías, eran los factores que construyeron la 
magia del lenguaje poético en esos momentos. Los exiliados lo apostaron todo a un 
arte de entrega y seriedad de oficio, ni la vanidad ni la fama los tentó, desarrollaron una 
personalidad tan fuerte que tuvo que reflejarse forzosamente en sus escritos, por medio 
de la recolección y transmisión de la memoria, plena de imaginación y sabiduría. No 
siguieron las modas del momento, no por orgullo, sino por fidelidad a un arte que sólo 
pudo darse por esas condiciones únicas que creó el exilio español en México. 
 
Una generación como la hispanomexicana no se ha dado en ningún otro país y 
es algo sobre lo que hay que detenerse a reflexionar. Esto es más profundo de lo que 
podemos imaginar, pensar que, después de tantos años, esa guerra esté todavía en el 
fondo de la memoria de algunos escritores, como para Angelina Muñiz-Huberman. No 
sólo fue una guerra civil, sino la culminación de todo un proceso histórico; es cierto que 
fue el más largo exilio; es cierto que muchos problemas, esfuerzos e ideales de aquel 
tiempo están todavía presentes. Pero es la memoria la que nos remonta al pasado. 
 
32 
 
Casi todos los poetas de la generación hispanomexicana se dedican actualmente 
a la docencia y la investigación, escriben muy buenos e imaginativos ensayos. La 
mayoría vivieron en México y quienes han muerto, lo hicieron en nuestro país. Cuando 
eran estudiantes de Letras, en Mascarones la mayoría estudió Letras Hispánicas; de los 
que eligieron las Letras como destino universitario, sólo Federico Patán optó por las 
inglesas. 
 
 Algunos de los integrantes de la segunda generación de exiliados españoles, 
participaron en revistas literarias, entre ellas: Presencia la cual se publicó durante dos 
años (1948–1950); Clavileño, con sólo dos números, vio la luz en 1948; Hoja apareció 
entre 1948 y 1950; Segrel ofreció dos números en 1951; e Ideas de México se difundió 
entre 1953–1955. Frente a todas ellas, la revista Las Españas, dirigida por la 
generación de los mayores y que llegó a incluir también las colaboraciones de 
integrantes de la segunda generación, fue muestra de perseverancia, dicha revista 
apareció entre 1946 y 1963 de acuerdo a la crónología mencionada por Enrique López 
Agular en la publicación Poetasde la generación Hispanomexicana. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Revista literaria, Las Españas, México, año II, número 3, Enero de 1947, cortesía biblioteca virtual UNAM. 
 
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La revista Las Españas reunió a los escritores republicanos más destacados de 
la época; su doble valor literario y político los hacían imprescindibles para dar a conocer 
las inquietudes de toda una nación. Los españoles que abandonaron el país en 1939 lo 
hicieron pensando que su exilio sería temporal y esperaban con impaciencia el 
momento del regreso, sin embargo, el fin de la segunda Guerra Mundial en 1944 hace 
que todas las esperanzas se pierdan, a pesar de que en un principio muchos españoles 
habían creído que a la liberación de Francia podría seguir la de España de una u otra 
forma, no fue así. Los países vencedores se preocuparon más de la posible expansión 
de la URSS que de la situación de totalitarismo político que se vivía en un pequeño país 
como España. 
 
La revista Las Españas toma esta situación e intenta hacer ver a la comunidad 
internacional que los exiliados estaban unidos y mantenían vivo el espíritu de la 
República, algo que sirvió para que muchos de ellos ofrecieran lo mejor de sí mismos 
en una revista que alcanzó un gran prestigio intelectual. El diálogo que Las Españas 
intentaba establecer con sus lectores se manifestó tanto en las encuestas, en las que 
se pedía opinión sobre temas tan importantes como la organización que debía tener 
España en el futuro. En definitiva, los esfuerzos de los refugiados españoles dieron 
paso a la construcción de una nueva realidad, es decir, la divulgación de sus textos a 
través de revistas, edificando un diálogo de sosiego y armonía de lo español y lo 
mexicano: México, ampliación de mi patria; España, ampliación de México. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Angelina Muñiz-Huberman, cortesía 
exentricaonline.com 
 
 
 
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POÉTICA DEL EXILIO 
 
 
 
35 
 
Hay ideas que se convierten en el tema central de la escritura. Para los escritores, 
poetas e intelectuales involucrados en estos acontecimientos, el tema del exilio es su 
identidad tal como lo menciona María Zambrano en su obra Filosofía y poesía. 
 
La poesía perseguía, entre tanto, la multiplicidad desdeñada, la menospreciada 
heterogeneidad. El poeta enamorado de las cosas se apega a ellas, a cada una de ellas 
y las sigue a través del laberinto del tiempo, del cambio, sin poder renunciar a nada: ni a 
una criatura ni a un instante de esa criatura, ni a una partícula de la atmósfera que la 
envuelve. 
 
En la narrativa, se expresan los viajes, el ideal del retorno, retomando la tradición 
hispánica; en la poesía, sobresalen los recuerdos marítimos y el sentimiento de 
desarraigo. Todo ello desemboca en un mismo punto, la obsesión por el exilio y la 
manera en que éste marca la ideología literaria; es decir, en los intereses más 
profundos y personales de los autores. 
 
Muchos especialistas e investigadores de la literatura han abordado el tema del 
exilio de forma directa o tangencialmente, cada vez con un mayor interés por estudiar el 
enfoque republicano de la literatura en México. Un ejemplo de ello son las 
investigaciones de Eduardo Mateo Gambarte y de Bernardo Sicot, que mencionan este 
acontecimiento de una forma académica y han indagado en temas específicos como lo 
es la poesía en el exilio. 
 
Una representante de este género es Angelina Muñiz-Huberman, que en su obra, 
va más allá al proponer una poética en sus escritos. Con este enfoque, plantea en 
primer lugar ver en términos generales lo que implica esta condición de “ser separado 
de la tierra donde se vive”; con la pérdida que esto conlleva y la nostalgia, lleva a Muñiz 
a entablar varios aspectos de lo que es el exilio y la manera en que se hace presente, 
primero en la construcción de la identidad y luego en la estructura profunda de los 
textos literarios. Para Angelina, desde su pensamiento vinculado a esta tradición, el 
exilio es una forma de destino, pero también de redención. 
 
Al abordar el tema de la lengua y su relación con el exilio, la escritora sitúa la 
manifestación del lenguaje como el centro de esta poética. La experiencia se refleja en 
36 
 
la narración, desde épocas antiguas hasta nuestros días, siendo el lenguaje la esencia 
del universo, como lo había sido en el Génesis por su calidad nominativa. 
 
Desde esta interpretación, Angelina propone la literatura como la casa del 
exiliado y la vía por la cual se apropia de esta condición. Es la forma de entender el 
acontecimiento, como lo menciona Ricoeur en su obra Tiempo y narración, y por lo 
tanto es mediante las letras como se construye la historia. 
 
En palabras de Ricoeur, el exilio sólo puede ser aprehendido, entendido, intuido, 
asimilado, etcétera, gracias al lenguaje. La identidad no es más que la historia que se 
cuenta y cuanto más la contamos se torna “real”. 
 
La verdadera y única experiencia es la poética: que ésta modela a la experiencia 
real y que, por lo tanto, el exilio no es sino una invención. 
 
Joseph Brodsky 
 
La producción literaria de Muñiz es muy amplia, particularmente su obra narrativa 
y ensayística. Ha obtenido importantes galardones como el Premio Xavier Villaurrutia 
(1985) y el Premio Sor Juana Inés de la Cruz (1993). Los temas recurrentes en su 
poesía son el erotismo, la pertenencia y no-pertenencia, la persistencia, el exilio mítico, 
el mar, entre otros. De las poetas de esa época , e incluso dentro de la generación 
hispanomexicana, Muñiz-Huberman destaca por haber hecho del exilio el centro de su 
producción intelectual. 
 
Desde su primer libro, poemas del amor y del exilio (1982), se aprecia esta 
insistencia en la imagen del mar como el contexto del cambio desde una mirada 
femenina. Así, en su poema La vida marinera I, aborda directo este tema: 
 
 
 
 
 
 
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LA VIDA MARINERA I 
 
Barcos, olas, espuma y peces. 
 
Nitido cielo azul 
Sin una nube.Viento suave 
Que riza la superficie. 
 
Quisiera estar 
a bordo de esa nave 
hacia quién sabe 
qué lugar. 
Junto a los marineros, 
uno más, 
Junto a los pescadores 
uno más. 
 
Te agobia 
la montaña 
y la tierra continua, 
el techo sólido 
el piso blando. 
Por eso 
le ríes al mar 
y te embarcas, 
pasajero leve, 
sin volver la cabeza atrás. 
Ligero de equipaje, 
como buen marinero, 
sólo firme 
en la tabla vacilante, 
cuando todo el horizonte 
es mar-cielo, 
cuando sólo queda 
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agua y más agua por camino 
 
Arrías la vela 
Y tiras la soga. 
Ni un ancla que te ate. 
Libre, 
totalmente libre, 
a solas en la inmensidad, 
contigo en el vaso fin sin fin. 
Donde nada más 
Lo esencial cuenta. 
Fuera lo vano, 
Y lo pequeño, 
Y lo inútil, 
Y lo informe. 
 
Inmerso en la ola eterna 
Gotas de espuma salpican tu frente 
Eres tú y el mar 
Como si fueras tú y Dios. 
Como si fueras 
Tú y Dios 
En medio del mar, 
Tocando la inmensidad. 
 
Monólogos de cristales de luz. 
Voces de adentro 
Voces de arriba 
Y voces del fondo 
 
Se te revela la verdad 
Por instantes estrellados 
En fugaces gotas 
Que apenas depositadas se evaporan. 
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Y sabes que se te ha revelado 
La verdad 
Pero luego no puedes repetirla. 
 
La verdad no tiene palabras, 
Como la belleza, 
Como el amor, 
Como Dios, 
Como tú. 
 
Marinero en medio del mundo, 
En lejano barco aventurero, 
A solas en tu soledad, 
Entero en tu integridad, 
qué pocos entienden 
que el mar lo llevas contigo 
y cada mañana te embarcas 
 hacia círculos y abismos 
salvando tu horizonte marino 
en la palma de tu mano 
con el agua desbordándose 
por entre tus dedos 
de marinero atezado, 
de pescador curtido. 
 
Marinero en medio del sol 
Que entornas los ojos 
Para resistir el reflejo espejado. 
Marinero en medio del aire, 
Tantoaire para respirar 
que colma tu pulmón 
y ensanchatu pecho. 
 
Marinero en medio del mar, 
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Marinero en medio de ti, 
Marinero en medio de Dios. 
 
Angelina Muñiz-Huberman, año 1982. 
 
 
La poeta retoma la tradición literaria griega, haciendo mención particularmente 
del mar y la vida marinera, desde el primer verso se dibuja una escena de tranquilidad e 
incluso felicidad. Dice: “Quisieras estar a bordo de esa nave hacia quién sabe qué 
lugar”. El exilio pierde los rasgos tristes en el texto debido a la voz poética feliz en su 
narración, entusiasmada por el destino incierto, por la falta de anclas. Con la tercera 
estrofa se reafirma esto, al contraponer el suelo firme, el arraigo, y el mar, que entonces 
representa una apertura constante al cambio, a la mudanza interna. Y como Muñiz 
comenta en algunos de sus ensayos, el exiliado suele ser un viajero de “ligero 
equipaje”, pues todo lo que posee lo pierde sin darse cuenta que en esa pérdida hay un 
porvenir por construir. Esta mirada optimista lo plasma en su obra Rompeolas. 
 
En contraparte en el siguiente fragmento se habla sobre un camino largo donde 
se describe la vida de un ser errante que ha sido despojado de su espacio, lo que 
conduce a un “dolor que duele”. El yo lírico revive aquí sus recuerdos, pero sobre todo 
lo que ocurrió con el paso de los años, en gran medida por las historias de sus padres. 
Hay un “aquí” y un “allá”; el aquí como un lugar indeterminado desde el cual se 
reconstruye el otro lugar, perdido, donde acontecieron los hechos. 
 
El largo camino 
Lanzar un grito 
Aquí y allá. 
Un dolor que duele 
El campesino muerto 
El guerrero olvidado 
El amor que no llega. 
El exilio 
Siempre el exilio 
En el centro el exilio. 
Angelina Muñiz-Huberman, año 1982. 
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Es con estos versos que se puede plantear un matiz, en cuanto a las relaciones 
que se establecieron con la cultura mexicana y la literatura de la última generación de 
exiliados. En este contexto, seguir la descendencia de las escritoras y poetas 
hispanomexicanas debe llevar primero un rescate de su obra, prácticamente 
desconocida en algunos casos o bien dejada al margen por la crítica. Y el hecho de 
postular una identidad literaria femenina nos lleva a una representación de los hechos, 
además de traer consigo sus propias contradicciones, complejidades y 
replanteamientos. 
 
La poesía femenina del exilio español en México no fue del todo la más exitosa, 
debido a las circunstancias de la época, Pilar Domínguez Prats menciona la primera 
gran traba a la competencia masculina. Es decir, en los primeros años del exilio, 
arribaron a México una gran cantidad de poetas de prestigio, entre ellos una parte de la 
generación del 27 y evidentemente, las editoriales optaron por publicar aquellos textos 
amparados por una firma importante que garantizaría las ventas. 
 
La segunda dificultad deriva de la propia identidad de las mujeres en aquellos años, 
en su mayoría, predominaba la educación española de señoritas de buena familia, a 
esto se une el concepto de esposa y madre establecido conforme a los cánones de una 
formación tradicional. Pese a todo, existe un grupo de excelentes poetas que merecen 
ser leídas y analizadas en detalle. Algunas escritoras han sido reconocidas por la 
crítica, como Concha Méndez, Nuria Parés o Angelina Muñiz-Huberman, pero existen 
aquellas que por motivos inexplicables no alcanzaron fama pese a su buen hacer 
poético como Carmen Catellote, Adriana Merino, Aurora Correa o María Benito de 
Segarra. 
 
La poesía femenina se ha caracterizado siempre por una gran fuerza expresiva, 
derivada de un sentimiento de esperanza, capaz de atenuar los desastres de la 
contienda. Carmen Castellote, describe en muchos de sus poemas la idea de 
renovación, y Angelina Muñiz afirma esta idea de reconstrucción del mundo externo a 
través de la restauración interna. 
 
 
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ESPACIOS DEL PASADO 
 
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Al observar la obra de Angelina Muñiz-Huberman resulta evidente llegar siempre al 
mismo tema: el exilio. Un tema que va creciendo en formas variadas, que en ocasiones, 
resulta difícil separar la historia de los personajes con la vida de la autora. La 
incorporación de ciertos aspectos biográficos en las experiencias de sus personajes 
resulta ser un recurso típico en la escritura de Angelina. De alguna forma, las historias 
se van enlazando entre sí hasta formar una sola y única realidad, ya que lo vivido se 
mezcla con lo escuchado y con lo inventado. Esta relación tan peculiar, trae como 
resultado una narrativa en la que resaltan las variaciones sobre un mismo tema, el exilio 
en todas sus formas, las obsesiones del ser humano y en especial de la mujer; la 
importancia de la memoria y la búsqueda de identidad. 
 
Dentro de la temática utilizada por Muñiz sobresale el símbolo de la muerte, la 
guerra, el exilio, la figura de los padres, los amigos de la infancia, el deseo de ser otra 
persona y los sueños, entre otros. Así va transformando, acomodando y adaptando 
cada uno de estos temas según sea necesario. La renovación de estos argumentos 
dentro de los cuentos y novelas de la escritora provocan un sin fin de bifurcaciones 
dentro de su narrativa, las cuales siempre abordan alguna de sus obsesiones. 
 
El año de 1939 marca sin duda, una de las características más peculiares en la 
narrativa de la intelectual. En su caso, se trata de un exilio “heredado” por parte de sus 
padres, pero no por ello menos importante dentro de la temática de su escritura. Los 
exilios dentro de sus obras de ficción la han llevado a ir más allá, en esa búsqueda 
incansable de sus orígenes. Todas las obras de Angelina pueden considerarse en el 
exilio y muchas de ellas del exilio, como lo menciona Bernard Sicot en Ecos del exilio. 
13 poetas hispanomexicanos. 
 
Este asunto se ve reflejado a través de la insistencia de la autora, de posicionar 
geográficamente sus historias dentro de los espacios del pasado, tales como España, 
Hyères (Francia), Caimito del Guayabal (Cuba), Cuernavaca, (México). La memoria se 
une dentro del hilo narrativo de sus textos. Además, la creación persistente de 
personajes que viven o se sienten en exilio, forma una constante dentro de sus escritos. 
Todos estos aspectos contribuyen a configurar la perspectiva, tan singular de la vida y 
del mundo de Angelina Muñiz. 
 
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La recuperación del pasado resulta indispensable para una escritora que a lo 
largo de su existencia va recobrando las huellas de sus antepasados. De esta forma, 
volver a su infancia implica una función terapéutica de rememorar y verbalizar sus 
vivencias, con el fin de entrelazar, autoafirmar y recuperar su propia identidad. Por esta 
razón, sus relatos tienen un fondo biográfico, el cual en ocasiones aparece claramente 
ante el lector y en otras se presenta de forma sutil, casi imperceptible. 
 
Dada la importancia que el pasado adquiere dentro de los textos, resulta 
importante detenerse ante la relación que existe entre este aspecto y el exilio, ya sea 
exterior o interior. Así, aparecen dentro de la narración juegos experimentales en los 
cuales se mezclan y se superponen tiempos, espacios y personajes. Todo esto con el 
objetivo de reencontrarse a sí misma, en un proceso de interiorización y restructuración 
del “yo”, pues solamente por medio del pasado se puede recuperar y entender el 
presente. 
 
El exilio heredado en el que se desarrolla la personalidad de Muñiz, se ve 
acrecentado por el exilio judío y el exilio por ser mujer escritora. El primero se encuentra 
presente en la mayoría de sus historias, ya sea como una particularidad del personaje o 
por medio de digresiones que de alguna forma, el narrador logra integrar dentro del 
discurso. Por esta razón, cada uno de los personajes ya sea mujer, hombre o niña 
recreados en sus obras narrativas conservan el “estigma”del exilio. 
 
Sobre todo el del interior que viven algunos de los personajes, ya que existe una 
falta de coherencia entre la sociedad y su forma de pensar o vivir. Por lo tanto la visión 
que tienen del mundo es diferente. Como lo menciona Angelina, cuando uno está al 
margen, ve distinto y lo ven distinto. Esta concepción de desarraigo origina personajes 
inestables, melancólicos y con problemas de identidad que nunca pueden definirse 
logrando esteriorizar la realidad de la autora. 
 
Ocho de los personajes del libro Las confidentes son exiliados. Aunque cada uno 
tiene particularidades en la historia de su vida, todos han salido de España a causa del 
estallido de la guerra y sufren del destierro en México. Esta amarga experiencia, poco a 
poco va estigmatizando la personalidad y el carácter de cada individuo hasta 
perturbarla. 
45 
 
 
De este modo, las repercusiones se convierten en una constante en los 
pensamientos y acciones de los personajes de esta obra. La mayoría de estos 
protagonistas son femeninos, mujeres en el exilio, las cuales no han logrado adaptarse 
completamente a la vida en un país que no es el suyo. Por ejemplo, en la historia el 
Regalo esperado, el personaje principal especifica en cursivas las palabras de 
expresión mexicana que la incomodan y a las cuales no ha logrado acostumbrarse, a 
pesar de los años. 
 
Las cursivas subrayan un tipo de rebelión instantánea de la palabra que, movida por su 
propia inercia, de repente se escapa por la tangente de la curva de su frase y empieza a 
gravitar sola, proporcionándonos una sensación brutal de alerta. 
 
Angelina Muñiz-Huberman 
 
En la narración, Los brazos necesitan almohadas, la protagonista expresa: “Es 
indudable que el mismo aparente lenguaje de España y México no lo es”. Pareciera que 
esta frase no tiene importancia en la historia, sin embargo, este hecho adquiere un 
verdadero significado en la vida de los exiliados. El ejemplo mencionado por la 
protagonista, hace referencia a sus padres donde mencionan: “ellos siempre ignoraron 
que chino no es un habitante de China, como se cree en España, sino una persona con 
pelo rizado como se sabe en México”. 
 
Esta frase muestra el impacto del lenguaje mexicano que tuvo en los españoles 
que se instalaron en el país. De esta forma se representa la dualidad de la expresión 
oral en la vida cotidiana, adaptarse a esta nueva forma de enunciación resulta ser una 
prueba más de ese “vivir y no vivir en México”. 
 
Otro elemento representativo de la escritora son las fotos que a lo largo de su 
niñez ha observado tantas veces, y que es capaz de recitar el nombre y la historia de 
cada persona que ahí se encuentra. Acomodadas y atesoradas representan el pasado 
de su familia. Cada imagen tiene escrita al reverso la fecha exacta y el lugar dónde fue 
capturada. Las fotos de Europa se diferencian de las tomadas en América ya que 
representan lo que se perdió, aquello que ella no puede recordar pero que existió. Por 
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el contrario, las fotos de México son aquellas que representan su vida, lo que ella 
recuerda y atesora. 
 
Esta imagen de las fotos como legado de la memoria, aparece en la historia 
Melibea ha muerto, cuando la narradora declara: “La historia de Teresa estaba en las 
fotografías. Desde la infancia hasta la vejez. De España a México”. Y es precisamente a 
través de ellas que el hilo de la historia se va desarrollando. 
 
En cambio, en la historia Fragmentos de una madre o la imposibilidad de hacer 
preguntas, las fotografías dan un fiel testimonio de la verdadera vida de la madre de la 
protagonista y por ello sacaba las fotografías de un álbum y señalaba una por una. 
Nombrando fechas, lugares y momentos. Esta obstinación de ambos personajes en 
preservar la totalidad de una vida, a través de los pequeños instantes reflejados en las 
imágenes plasmadas en papel, es una muestra de la fugacidad de la existencia 
humana. A través de este breve análisis de su obra, se puede constatar la envergadura 
que adquiere el tema del exilio y los elementos autobiográficos de Angelina Muñiz-
Huberman en sus personajes logrando entablar empatía con los lectores. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Luz Elena Zamudio – Angelina Muñiz, cortesía Angelina Muñiz. 
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Tercer Apartado 
 
 
RETROSPECTIVA 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
48 
 
Inmersa en un punto de la Ciudad de México, donde radica desde hace varios años, 
Angelina Muñiz-Huberman continúa cultivando sus pasiones: la escritura y la lectura de 
los cientos de libros que cubren las paredes de su departamento. En el sentido más 
puro Angelina es una escritora, no obedece a cánones establecidos ni a modas, más 
bien se permite seguir los rumbos de la pasión, de la intuición creadora que la lleva a 
redactar un ensayo, una poesía, un cuento o una novela. En el marco de la literatura 
mexicana contemporánea, la escritora Angelina Muñiz-Huberman ocupa un lugar 
excepcional. Leer a Angelina es tomar el cuerpo de Santa Teresa, de Yocasta, de Caín, 
de un cabalista medieval, moldeados por el universo interior de la autora, lleno de 
memoria personal y exilio. 
 
Al llegar al lugar de la cita, el rostro cálido y amable de Angelina Muñiz mostraba 
el gusto por la visita. La atmósfera era tranquila y reinaba el silencio, un espacio 
iluminado, ordenado, ocupado por libros, fotografías y recuerdos, escena que por un 
momento hizo olvidar el estrés cotidiano. Después de unos minutos de observar el 
entorno y hablar algunas cosas sin mayor importancia, Angelina con una sonrisa 
amigable esperaba con ansias el comienzo de la entrevista. 
 
Todo comenzó con el acercamiento a su obra El Mercader de Tudela, una 
reflexión sobre la identidad, la memoria, la soledad, la pérdida y el amor, temas 
recurrentes en la poesía de la escritora Angelina Muñiz-Huberman tratados a partir de 
su singular visión como extranjera de todo lugar. De tal suerte Angelina compartió lo 
siguiente: 
 
Durante la guerra civil mi madre quedó embarazada de mí, nací en Hyères, una 
pequeña población de la costa Este de Francia el 29 de diciembre de 1936. Después 
nos mudamos a Cuba, en donde viví parte de mi infancia y finalmente llegué a México a 
la edad de seis años. Fue en México cuando empecé a tener relación con otros 
exiliados españoles. La convivencia fue absoluta con adultos siendo yo una niña, ellos 
hablaban de política, de si se moría Franco, si había una revuelta aquí o allá y ahí 
estaba yo, escuchando todo a la edad de seis años y compenetrada con ese mundo 
adulto. 
 
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Ella menciona el tiempo que pasó en Cuba porque es fundamental para su 
escritura, pues algunos de sus cuentos reflejan esa etapa; Llegué de dos años a la isla 
y salí a los seis. Viví en el campo, en el pueblito Caimito del Guayabal, lo cual fue 
maravilloso porque estaba en absoluta libertad y en contacto con la naturaleza. Hasta la 
fecha me encantan los animales, el campo y la agricultura, porque fue lo primero que 
percibí. No tenía obligaciones, no iba al colegio, pero estaba en un mundo de adultos: 
mis padres y los amigos de mis padres que venían de La Habana. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Angelina Muñiz-Huberman junto a su madre en Cuba, cortesía Angelina Muñiz. 
 
La escritora narra que debido a la convivencia siempre en un ambiente de 
adultos moldeó de algún modo su pensamiento, convirtiendola en una escritora 
indefinible; empiezo a escribir a los ocho años; pero antes de comenzar con mi historia, 
quiero mencionar algo importante, tengo antecedentes de escritores en mi familia: 
Manuel Bretón de los Herreros, mi tío abuelo y mi padre, que era periodista en El 
Heraldo de Madrid, autor de novelas, de obras de teatro y de poesía. Mi padre no pudo 
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continuar con su labor como escritor por el exilio, así que tuvo que trabajar en otras

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