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MÓDULO 2204- LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA 1 Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra: Garaigordobil, L., M.,. (1998). Evaluación Psicológica. Bases teórico- metodológicas, situación actual y directrices de futuro. Salamanca: Amarú L e c t u r a 2 Garaigordobil, L., M.,. (1998). Evaluación Psicológica. Bases teórico- metodológicas, situación actual y directrices de futuro. Salamanca: Amarú Ediciones Cap. 1, El concepto de evaluación psicológica y psicodiagnóstico. Pp. 21-36. UU NN II DD AA DD II II .. CC OO NN CC EE PP TT OO SS YY MM OO DD EE LL OO SS BB ÁÁ SS II CC OO SS DD EE LL AA EE VV AA LL UU AA CC II ÓÓ NN PP SS II CC OO LL ÓÓ GG II CC AA EL CONCEPTO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA Y PSICODIAGNÓSTICO .......................................................................... 2 1. Introducción .................................................................................... 2 2. Precisiones Conceptuales: Psicodiagnóstico, Evaluación Y Valoración Psicológica........................................................................ 3 2.1. Tests psicológicos y medición.................................................. 3 2.2. Psicodiagnóstico....................................................................... 4 2.3. Evaluación................................................................................ 5 2.4. Valoración ................................................................................ 7 3. Resumen: El Concepto De Evaluación Psicológica ........................ 8 Ediciones UNIDAD II. CONCEPTOS Y MODELOS BÁSICOS DE LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA MÓDULO 2204- LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA 2 Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra: Garaigordobil, L., M.,. (1998). Evaluación Psicológica. Bases teórico- metodológicas, situación actual y directrices de futuro. Salamanca: Amarú Ediciones UNIDAD II. CONCEPTOS Y MODELOS BÁSICOS DE LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA EL CONCEPTO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA Y PSICODIAGNÓSTICO 1. Introducción Como paso previo al estudio sistemático de una materia es condición indispensable definir o, en todo caso, hacer un intento de aproximación a lo que se entiende por Evaluación Psicológica, es decir, delimitar el concepto de la disciplina. La evaluación psicológica se produce en distintos contextos aplicados consistiendo en una serie de actividades de exploración, medida o análisis de comportamientos o fenómenos psicológicos relativos a un sujeto o grupo especifico de sujetos, y esto se realiza mediante un proceso de indagación y toma de decisiones. Así, nada tiene de extraño que tal pluralidad de actividades, contextos y objetivos psicológicos hayan determinado que, a lo largo del tiempo y de los distintos contextos culturales, las acciones evaluativas hayan adoptado distintas denominaciones (Fernández- Ballesteros, 1992a, p. 26). ¿Qué es la evaluación psicológica?. Esta expresión, como traducción del inglés "Psychological Assessment", es relativamente reciente en Psicología: aparece casi exclusivamente en la segunda mitad de nuestro siglo. Su carrera ha sido sin embargo meteórica. Por una parte, su uso se ha extendido extraordinariamente, desplazando a veces a otros que gozaban de indudable "solera". Por otra parte, su espectro semántico se ha hecho también muy amplio, de tal manera que, a decir de muchos, evaluación psicológica es una expresión comprehensiva que abarcaría dentro de sí lo que se entiende de disciplinas tales como "el psicodiagnóstico", "el mental o psychological testing", y "la evaluación conductual", guardando a su vez estrechas relaciones con la valoración de intervenciones o programas de intervención (program evaluation) (Silva, 1990, p. 58). El concepto de evaluación psicológica debe ser comprendido en relación a otros términos afines que, en diversos momentos han designado la tarea aplicada del psicólogo evaluador, como son: Psicodiagnóstico, evaluación, valoración, medición... Estos términos son tornados en general como sinónimos, sin embargo, cada uno de ellos tiene connotaciones históricas, conceptuales e incluso metodológicas diferentes por lo que conviene, al menos en un principio, diferenciarlos. Por ello, y con la finalidad de realizar una clarificación inicial de estos términos, se presenta el Cuadro 1 en el que se definen algunos conceptos relacionados con la tarea evaluadora, tales como: Medida, Psicodiagnóstico, Evaluación y Valoración que se desarrollarán en este capítulo más extensamente. Para facilitar esta clarificación nos remitimos a la diferenciación planteada por Pelechano (1988a, p. 61). Medida Recursos o procedimientos cuantitativos que intentan establecer relaciones entre conceptos abstractos (constructos) e indicadores empíricos. Puede utilizarse una estadística extensiva o intensiva, paramétrica o no paramétrica en función de la parcela objeto de conocimiento. Psicodiagnóstico Recogida de información procedente de procedimientos no experimentales. Se asienta originariamente en modelos proyectivos y su procedimiento principal de validación, es en relación con un criterio previo. Se apela a juicios globales (no analíticos) y no cuantitativos. Evaluación Recogida sistemática de información y articulación sistemática de un modelo de funcionamiento personal teórico en función de los datos recogidos. Incluye tanto procedimientos cuantitativos como cualitativos. Insistencia originaria en estudio de caso individual. Incluirá tanto las actividades de medida (tests) como de psicodiagnóstico (pruebas proyectivas), así como de observaciones de campo y entrevistas. El resultado fin al es una imagen del funcionamiento del individuo. MÓDULO 2204- LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA 3 Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra: Garaigordobil, L., M.,. (1998). Evaluación Psicológica. Bases teórico- metodológicas, situación actual y directrices de futuro. Salamanca: Amarú Valoración Toma de posición final respecto a una persona, grupo, servicio y/o programa de actuación o técnica terapéutica. Incluye un juicio pronóstico y un plan de actuación con el fin de mejorar y/o reordenar el estado actual de hechos. Posee indudables elementos éticos. Se refiere tanto a aspectos positivos como negativos y, en su uso bibliográfico siempre utiliza procedimientos cuantitativos o modelos susceptibles de cuantificación. Podría y debería incluirse en la parte final de todo informe psicológico al margen del tipo de información y de su modo de recogerla. CUADRO 1. Relaciones entre medida, evaluación, psicodiagnóstico y valoración en psicología (Pelechano, 1998). Pese a las diferencias semánticas de estos términos todos ellos mantienen estrechas relaciones entre sí. Además, la evaluación psicológica incluye la medición mediante tests psicológicos, al psicodiagnóstico en el sentido estricto, además de otras técnicas como por ejemplo, la entrevista, la observación-autoobservación, los registros psicofisiológicos, etc. La integración de la información proveniente de estas diversas fuentes conduce a realizar una valoración de la situación actual, así como un pronóstico, y un plan de cambio o recomendaciones, que puede referirse a individuos, grupos, organizaciones, técnicas de intervención, o programas de política social, educativa o sanitaria. 2. Precisiones Conceptuales: Psicodiagnóstico, Evaluación Y Valoración Psicológica 2.1. Tests psicológicos y medición La primera utilización del término test mental fue realizada por Mckeen Catell en 1890. Para este autor los tests mentales eran unos sistemas normalizados de procedimientos que permitían obtener información objetiva respecto al rendimiento de personas ante la realización de tareas-tipo. El término test hace referenciaa una situación controlada, en la que se, recogen muestras de conducta producidas por los sujetos en respuesta a. unos estímulos que le son presentados. Estas respuestas son puntuadas o valoradas según unos criterios, ofreciendo información del lugar que ocupa. el sujeto dentro de un grupo de referencia normativo. Aunque con matizaciones estos elementos se han incluido en diversas definiciones del término test (Anastasi 1968/1978; Cronbach, 1990). Así mismo, Fernández-Ballesteros (1992c) define el test como "un instrumento. Sistemático y tipifjcado.que permite la comparación. de. un sujeto con un grupo-normativo (p. 139)”. Pelechano (1988a, pp. 48-52) a modo de revisión critica sintetiza algunas notas características de lo que significan realmente los tests psicológicos, tanto en lo que subyace a ellos, como en lo que se refiere a su futuro: En toda tarea evaluadora se aplican tests o técnicas de evaluación cualquira que sea el objeto de estudio. Por ello se produjo una equiparación de la Evaluación psicológica con los procedimientos de recogida de información a través de los cuales se realiza, y más concretamente con los tests, llevando incluso a denominar a esta disciplina "Tests psicológicos o Testing" (Fernández-Ballesteros, 1992). Testing hace referencia a un procedimiento mecánico, tipificado, cuantitativo, y objetivo, mientras que "evaluación” representa algo más, comprende desde el planteamiento de problemas hasta la emisión de.juicios, un. proceso mucho más complejo que el testing (Martorell, 1985). El término medida o medición psicológica posee una significación menor, y por ello, entraría a formar parte, de una y otra manera, de la evaluación. Este término se utiliza en el contexto de la testología para referirse o bien a las operaciones de medida en los tests psicológicos fundamentalmente, o bien a los resultados de estas operaciones de medida que poseen una expresión numérica. Es este acento en lo cuantitativo, que en el contexto de la evaluación psicológica, lo diferencia esencialmente del psicodiagnóstico. Evidentemente el papel de las técnicas al aplicar el proceso evaluativo es grande, ahora bien, el propio Cronbach (1990) señala que la evaluación es un término más amplio que el correspondiente a la mera aplicación de tests, ya que connota la integración y valoración de la infotmación recogida. Es por esto, por lo que en la actualidad ha decaído el término tests psicológicos o testing, incorporándose el de evaluación psicológica. La evaluación psicológica se asentó en sus inicios en la medida, y esta fue esencial para el avance de la propia psicología. Medir solo tiene sentido en un marco de relaciones. Sin tener un conocimiento amplio de ese marco, la Ediciones UNIDAD II. CONCEPTOS Y MODELOS BÁSICOS DE LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA MÓDULO 2204- LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA 4 Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra: Garaigordobil, L., M.,. (1998). Evaluación Psicológica. Bases teórico- metodológicas, situación actual y directrices de futuro. Salamanca: Amarú medida carece de valor. Es esta, quizás, la critica que cabria realizar al "Testing" por el placer de medir y a las evaluaciones psicométricas carentes de objetivos específicos. Actualmente, todos estarían de acuerdo en aceptar que la evaluación psicológica no puede limitarse al uso de tests, debiendo incorporar otras técnicas como: entrevista, técnicas subjetivas, técnicas objetivas, técnicas psicofisiológicas, etc. 2.2. Psicodiagnóstico Aunque el problema de los orígenes del Psicodiagnóstico es un tema complejo, parece que esta expresión fue utilizada por primera vez en 1921 por Rorschach titulando de este modo el libro en el que presenta sus conclusiones sobre el test de las manchas de tinta. El término diagnóstico etimológicamente deriva del griego dia - gignosko que significa aprender a conocer, conocer, tener conocimiento, entender algo...(Maganto, 1995b, p. 15). Aunque en el origen este término no tuvo las connotaciones especificas que se han atribuido posteriormente (pedagógico, psicológico, médico...), en el campo de la psicología el concepto Psicodiagnóstico ha tenido unas connotaciones clínicas, en parte porque ha sido derivado de la medicina, y en parte porque ha estado vinculado a las perspectivas psicodinámicas. La definición dada del Psicodiagnóstico en su acepción tradicional hace referencia al sentido médico-psiquiátrico del término ya que se plantea como objetivo exclusivamente la clasificación taxonómica. Es un diagnóstico dirigido a la exploración de aspectos psicopatológicos, negativos o deficitarios del funcionamiento psicológico, y la aplicación de instrumentos tiene por finalidad complementar, corroborar, y medir aquellas tendencias que, según la experiencia práctica de los clínicos, son de mayor significación. En su análisis histórico y etimológico del concepto psicodiagnóstico, Pelechano (1988a, pp. 41-42) delimita 7 aspectos que dotan de significación a la expresión Psicodiagnóstico: 1) Se trata de una expresión con claras connotaciones médico- psiquiátricas. 2) Es un acercamiento empirista y aplicado en el que predomina la detección de diferencias entre los seres humanos identificados previamente por algún criterio externo. 3) Disminuye al máximo el momento discursivo teórico y se acentúan los correlatos operativos. 4) Pretende un estudio global del individuo, acerca del funcionamiento y dinámica de su personalidad y de su inteligencia, lo que implica un acento en lo individual, por un lado, y por otro, un intento por plasmar la dinámica global, total del funcionamiento psicológico humano. 5) Acercamiento en el que prima lo cualitativo frente a lo cuantitativo. 6) Se [rata de un método en el que se pretende conocer a un ser humano y se encuentra bien definida tanto la situación como los tipos de recursos que ha de tener. el diagnosticador, el material, los modos de recoger las respuestas dadas por el psicodiagnosticado y los procedimientos concretos para llegar a obtener alguna clave interpretativa. 7) El método de trabajo implica una interacción verbal entre dos personas (psicodiagnosticador y psicodiagnosticado) y no-verbal, interacciones en las que se sugiere que no se influya en la persona que realiza la prueba. Sintetizando algunos de los aspectos conceptuales del Psicodiagnóstico Pelechano (1988a, pp. 45-46) indica: 1) Se trata de un término (cuñado por un médico (Rorschach) en el que la conducta observable no posee una entidad que se agote en sí misma como síntoma de algo. 2) Es un tipo de conocimiento que se encontraría situado entre la opinión y la dencia, una suer[e de ane en el que la experiencia personal y el modo de encadenar los conocimientos puede ser aprendido, aunque se asume la posibilidad de errar. 3) Es un conocimiento en el que se acentua lo cualitativo Inds que to cuantitativo, lo global frente a to analítico. Es el modo personal del diagnosticador y su experiencia, to que aconseja el juicio definitivo. 4) Junto a una estimacion acerca del estado actual, se trata de formular un juicio pronestico acerca del curso que va a seguir la persona psicodiagnosticada en el futuro. 5) Es un tipo de actuacibn en donde predomina la observación y el registro, no el tratamiento ni la intervención directa. Se intenta idenlficar la alteracion para posteriormente, llevar a caho el tratamiento. Este término estuvo caracterizado por un predominio de lo cualitativo sobre lo Ediciones UNIDAD II. CONCEPTOS Y MODELOS BÁSICOS DE LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA MÓDULO 2204- LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA 5 Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra: Garaigordobil, L., M.,. (1998). Evaluación Psicológica. Bases teórico- metodológicas, situación actual y directrices de futuro. Salamanca: Amarú Ediciones UNIDAD II. CONCEPTOS Y MODELOS BÁSICOS DE LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICAcuantitativo y se ha basado en gran parte en el conocimiento o la experiencia personal del diagnosticador que enfatizaba la importancia del individuo como tal, focalizándose sobre lo patológico. No obstante, aunque ciertamente la orientación psicoanalítica preferenció el término Psicodiagnóstico, así como Testing o medida en la corriente psicométrica, y evaluación en la perspectiva conductual, como dice Ávila-Espada (1986, p. 51) "no se encuentran razones suficientes para apoyar la especificidad o independencia de los distintos términos". El término Psicodiagnóstico tuvo en sus inicios una clara semántica médica, pero tal denominación ha perdido en parte su vigencia, aunque en opinión de Fernández-Ballesteros (1992a) "este término sigue teniendo aplicabilidad cuando el objetivo de evaluación es el del diagnóstico psicológico: es decir, el de establecer la clasificación del sujeto en estudio con fines clínicos (p. 27)". Entre las causas del declive del Psicodiagnóstico y la progresiva sustitución por el término Evaluación se pueden citar: (1) la apertura de nuevos ámbitos de trabajo; (2) la aparición de nuevas teorías que rechazan el testing, como los enfoques fenomenológicos o los conductuales; (3) la asociación del psicodiagnóstico a las perspectivas psicodinámicas; (4) las criticas que plantearon la necesidad de buscar sistemas de evaluación acordes con los principios experimentales; y (5) las criticas sociales y éticas por el uso y abuso de los tests, potenció el rechazo de todo tipo de diagnóstico que se basara en ellos. 2.3. Evaluación Se han vinculado los orígenes del concepto de evaluación a los trabajos llevados a cabo por Murray en Harvard Psychological Clinic. Estos trabajos tenían por objetivo: (1) descubrir las fuentes del funcionamiento personal creativo y adaptativo, y (2) estudiar a lo largo de un periodo largo de tiempo a un pequeño grupo de sujetos, explorando diversas áreas (desarrollo, historia escolar, desarrollo sexual, relaciones familiares...) mediante diversas técnicas (entrevista, autobiografía, tests objetivos y proyectivos, análisis de habilidades...) incluyendo observación natural y diseños experimentales especialmente concebidos para evaluar nivel de aspiraciones, resistencia al estrés, etc. Durante la Segunda Guerra Mundial Murray y sus colaboradores prepararon un programa de evaluación para la Oficina de Servicios Estratégicos que tenía por objetivo predecir qué hombres podrían prestar un servicio eficaz. Por lo que se refiere a la expresión de evaluación (assessment) aparece por primera vez en la bibliografía como titulo de un libro Assessment of Men (O.S.S. 1948) en el que se recogen las actividades de la sección de psicología de la Oficina de Servicios Estratégicos de los Estados Unidos orientada por Murray. En este trabajo se opta por el término "evaluación" versus "Psicodiagnóstico", debido a que este último insiste en la detección de elementos patológicos y/o defectuales, mientras que en "evaluación” se acentúan los aspectos positivos y de desarrollo potencial que existen en la conducta del ser humano. Aunque este término aparece por primera vez en este trabajo, el concepto se reafirma con la obra publicada por Mischel (1968) Personality and Assessment (Maganto, 1995b, p. 16). No obstante, el Campo semántico que cubre "evaluación" se presenta desde sus orígenes como algo complejo y con diversas significaciones. Pelechano (1988a, pp. 53-54) en un intento de sistematizar-inventariar los principales tipos de significaciones que posee "evaluación" distingue tres: (1) Formación de impresiones y emisión de juicios acerca de los demás; (2) Un proceso, un modo de obtener información sobre una o varias personas, un modo de organizar esta información y una manera de interpretarla; y (3) Un proceso a lo largo del cual se toman decisiones y se construye un modelo de trabajo sobre el funcionamiento y estructura psicológica de la persona que se trata de evaluar y de las situaciones que a esta persona le toca vivir. 2.3.1. Evaluación conductual La apertura de nuevos Campos (escolares, institucionales, terapéuticos, salud...), así como el surgimiento del enfoque conductual dieron pie a la sustitución del término Psicodiagnóstico por el de Evaluación conductual, modificándose y ampliándose el concepto. Como señala Silva (1983) en la perspectiva de la evaluación conductual viene a tomar significación concreta la siempre exigida íntima relación de diagnóstico y tratamiento, lo que debe ser un diagnóstico por y para la intervención, y así mismo un diagnóstico que no se agota en la antesala del tratamiento, sino que acompaña en todo momento, ... y lo sobrevive, pues existe un importante momento en cuanto al diagnóstico de postratamiento y de seguimiento. Los términos “proceso y toma de decisiones" se recogen en la mayoría de las definiciones que los autores han propuesto (Blanco Picabia, 1986; Godoy y Silva, 1992; Kanfer y Saslow, 1965; Mischel, 1973; Pelechano, 1976, 1988a; Fernández-Ballesteros, 1992a, 1994; Maganto, 1995b) y en ellas se contempla siempre la recogida información, la. integración de la misma, así como la planificación de la intervención. MÓDULO 2204- LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA 6 Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra: Garaigordobil, L., M.,. (1998). Evaluación Psicológica. Bases teórico- metodológicas, situación actual y directrices de futuro. Salamanca: Amarú Con la publicación del famoso artículo de Kanfer y Saslow (Behavioural Analysis, 1965) se introduce en la evaluación la perspectiva operante del aprendizaje y la perspectiva experimental, que enriquecen una evaluación que hasta entonces había utilizado casi exclusivamente la perspectiva correlacional. Estos autores proponen un esquema que se basa en los 7 puntos siguientes: 1) Análisis de la situación problema, es decir, definición de los excesos o déficits conductuales, así como análisis topográfico de las conductas problema (intensidad, duración, frecuencia...). 2) Clarificación de la situación problemática que identifique las variables que mantienen la conducta problema. 3) Análisis motivacional, es decir, de los refuerzos y de los estímulos aversivos que pueden ser asociados con la conducta problema. 4) Análisis del desarrollo o de factores biológicos, sociales y conductuales que influyen en la conducta problema. 5) Análisis del autocontrol, es decir, situaciones o personas que refuerzan el autocontrol de la conducta problema. 6) Análisis de las relaciones sociales o de las personas que influyen positiva o negativamente en la conducta problema. 7) Análisis del ambiente sociocultural y físico. Ya he mencionado lo que parece ser la principal contribución del análisis conductual: introducir la perspectiva experimental, lo que conlleva un relacionar íntimamente las tareas diagnósticas con las de tratamiento (Silva, 1990, p. 61). Con el enfoque conductual surge la preocupación por la eficacia de sus intervenciones y la contrastabilidad de sus procedimientos. Surge así la evaluación conductual como un proceso de obtención de información que permite tomar decisiones encaminadas a producir en los sujetos un cambio de conducta y la evaluación de este cambio, todo ello en el contexto de la terapia de conducta (Llavona, 1984). Los psicólogos conductistas en un principio estudiaron únicamente variables observables con el fin de establecer las relaciones funcionales entre las conductas y las variables que las mantienen. Pero posteriormente, las aportaciones de la corriente cognitivo-conductual promovieron que progresivamente se aceptaran variables mediacionales del mundo interno que no son directamente observables, siendo incorporadas estas como objeto de estudio. La Evaluación Conductual surgió en los años sesenta, en el contexto de la psicología del aprendizaje, como una alternativa al diagnóstico basado en entidades nosológicasy características individuales, y como respuesta ante las necesidades surgidas a partir de la modificación y terapia de conducta. Hasta los 80 se presenta como un claramente configurado marco de referencia teórico y metodológico, pero tras estos 20 años se tronca en desilusión. Hoy en día aparece como un capítulo más dentro de la Evaluación Psicológica (Goldstein y Hersen, 1986, 1990) o bien como un ámbito de actuación (Barrett, Johnston y Pennypacker, 1986; Fernández-Ballesteros, 1993a, 1994). La crisis de la Evaluación Conductual-en la década de los 80 en opinión de Fernández-Ballesteros (1994c, p. 53) "parece causada por el enfrentamiento de dos importantes fuerzas: la primera de ellas queriendo mantener planteamientos conductuales radicales, la otra tratando de compatibilizar el modelo conductual con otros enfoques cognitivos y personologistas". En su análisis la autora destaca las asunciones conductuales que han sido olvidadas (análisis funcional y observación como único método) y las que han sido primero rechazadas y luego aceptadas (los autoinformes, variables personales explicativas). Sin embargo en su opinión la evaluación conductual sigue manteniendo un ámbito propio y específico, así como una presencia estable en las publicaciones psicológicas (Cone, 1993, Fernández-Ballesteros, 1993a). Desde esta perspectiva, Fernández-Ballesteros (1994c, p. 25) define la Evaluación Conductual como "Aquella alternativa a la evaluación psicológica a través de la cual se trata de identificar las conductas objeto de estudio, tanto motoras coma fisiológicas o cognitivas, así como las variables ambientales y/o personales que las mantienen o controlan, con el objetivo de realizar un tratamiento o cualquier tipo de intervención conductual o valoración". 2.3.2. Evaluación psicológica El término evaluación psicológica surgió como consecuencia del enfoque conductista de la evaluación, connotando algo más amplio que la simple aplicación de tests, conllevando procesos de integración y valoración de la información recogida (Cronbach, 1990; Fernández-Ballesteros, 1992), y carente asímismo de las connotaciones analítico-clínicas del término psicodiagnóstico. En los últimos años, el término Evaluación Psicológica ha interrumpido en el campo de la Psicología. Se considera a la vez una disciplina y un área de práctica profesional dirigida al análisis científico de la conducta humana y de los contextos en que esta se desarrolla y cuyo objetivo es llegar a su descripción, nosología, comprensión, explicación, predicción y/o cambio. Así Ediciones UNIDAD II. CONCEPTOS Y MODELOS BÁSICOS DE LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA MÓDULO 2204- LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA 7 Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra: Garaigordobil, L., M.,. (1998). Evaluación Psicológica. Bases teórico- metodológicas, situación actual y directrices de futuro. Salamanca: Amarú mismo se considera al sujeto de análisis activo interactuante y normalmente capaz de interregulación. El proceso evaluador se entiende como ayuda hacia el logro de un mejor desempeño en tal interregularización. Siguiendo la línea de definición de nuestra materia iniciada por profesores representantes de diversas Universidades Españolas en Septiembre de 1981, Forns (1985) conceptualiza la evaluación del siguiente modo: "La evaluación psicológica es un proceso de análisis científico de la conducta humana, este proceso de análisis conlleva un doble eje, diacrónico y sincrónico en relación al individuo objeto de análisis, atendiendo a la par: a) al sujeto como ser biológico y socio-cultural; b) a sus diversos ambientes. condicionantes y reactivos ante su conducta; y c) a sus propias conductas en las tres variantes de motora, fisiológica y cognitiva. El objetivo de este proceso de análisis es llegar a una descripción, nosología, comprensión, explicación, predicción y/o cambio de la conducta del sujeto, que consideramos activo, interactuante y normalmente capaz de auto-regulación; tal proceso es entendido como ayuda (acción de tutela) hacia el logro de un mejor desempeño autoregulador". El término evaluación psicológica se ha introducido en la psicología abarcando un amplio campo de aplicabilidad, aunque tendencialmente se sigue utilizando Psicodiagnóstico y Evaluación Psicológica como sinónimos (Maganto, 1995b. p. 19). En este sentido se expresa Silva (1983) al señalar que cuando se habla de evaluación, y por lo tanto, cuando se habla de psicodiagnóstico, debe pensarse en un proceso complejo, que va justamente desde el planteamiento de problemas hasta la recomendación de soluciones y toma de decisiones, y donde ninguna perspectiva, estrategia, procedimiento o técnica tiene la exclusiva. Algunos matices diferenciales entre Psicodiagnóstico y Evaluación Psicológica, pueden clarificarse al analizar las conceptualizaciones realizadas por Fernández-Ballesteros. Esta autora en 1983 definió el Psicodiagnóstico o Evaluación Psicológica como "aquella disciplina de la psicología que se ocupa del estudio científico del comportamiento, de un sujeto o grupo de sujetos determinados, en su interacción recíproca con el ambiente físico y social, a fin de describir, clasificar, predecir, y, en su caso, explicar su comportamiento" (p. 76). No obstante, si bien el objetivo prioritario de la Evaluación Psicológica ha de ser el sujeto, conviene recordar que la evaluación puede dirigirse también a contextos, situaciones, grupos humanos, y a la valoración de intervenciones. Estos nuevos campos de aplicación de la evaluación psicológica presentan características especificas, por lo que se aplicara otro modelo a estas nuevas aplicaciones del Psicodiagnóstico (Fernández-Ballesteros, 1983a, p. 79). Posteriormente, Fernández-Ballesteros (1992) define la evaluación psicológica como "aquella disciplina de la Psicología cientifica que se ocupa de la exploración y análisis del comportamiento (a los niveles de complejidad que se estime oportunos) de un sujeto humano (o grupo especificado de sujetos) con distintos objetivos básicos o aplicados (descripción, diagnóstico, selección/predicción, explicación, cambio y/o valoración) a través de un proceso de toma de decisiones en el que se encardinan la aplicación de una serie de dispositivos, tests y técnicas de medida o/y evaluación (p. 17)". En más de una ocasón se ha descrito la evaluación como un acercamiento multirrasgo (puesto que se refiere a más de una dimensión psicológica humana), multimétodo (puesto que se utiliza más de un método de obtención de información), multifuente (recoge información procedente de más de una fuente) y/o multijueces (lo usual es que participe más de un evaluador a lo largo de todo el proceso). Se trata de un concepto típicamente multidimensional (Silva, 1982, p. 133; Pelechano, 1988a, p. 53). La evaluación precede al estadio final de valoración correspondiente a la toma de decisiones (confirmar, modificar o terminar un programa de entrenamiento por ejemplo). Pero la evaluación no es totalmente independiente de la valoración puesto que aquella debe plantearse previendo posibles decisiones alternativas. En el proceso de evaluación se distinguen dos fases: (1) identificación del rango de conductas y atributos o características que se consideren relevantes y deben ser medidas, estimadas o evaluadas; y (2) selección y/o diseño de técnicas fiables para estimar, medir o evaluar tales conductas, rasgos, atributos o características. 2.4. Valoración En el libro de Adams (1964) no aparece el término de evaluación (assessment) sino el de valoración (evaluation) y medida (measurement). Para este autor la evaluación tendría una significación similar a medida y, en todo caso, es algo distinto de valoración: "la valoración va más allá de la medición por cuanto supone juicios de valor (p. 20)". Partiendo de este presupuesto distingue 5 pasos en el proceso de valoración: (1) Determinación de loque se quiere valorar; (2) Definición operativa de lo que se desea valorar, (3) Selección de las situaciones adecuadas que permitan obtener resultados; (4) Registro de las observaciones previstas de tal modo que sea susceptible de análisis objetivo; y (5) Resumen y síntesis de los datos recogidos y elaborados. Sin embargo, no existe un claro consenso entre los autores para diferenciar evaluación de valoración. La valoración lleva consigo una toma de decisión y enjuiciamiento acerca del fenómeno o persona que se esté valorando, que no Ediciones UNIDAD II. CONCEPTOS Y MODELOS BÁSICOS DE LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA MÓDULO 2204- LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA 8 Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra: Garaigordobil, L., M.,. (1998). Evaluación Psicológica. Bases teórico- metodológicas, situación actual y directrices de futuro. Salamanca: Amarú necesariamente requiere expresión cuantitativa, aunque sea deseable, y que entre estos enjuiciamientos, se considera deseable que se proponga más de un curso de acción para el futuro. Evaluación y valoración son dos términos etimológicamente idénticos en castellano, sin embargo, el estudio empírico realizado por Fernández- Ballesteros (1992a, p. 27) puso de relieve que evaluación (assessment)_hace referencia, fundamentalmente, al examen o.exploración de personas, mientras que valoración (evaluation) implca semejantes actividades referidas a objetos (puestos de trabajo, tratamientos, programas). Para Fernández-Ballesteros (1992g) por valoración se entiende "la sistemática investigación del mérito, valor o éxito de concretos tratamientos, intervenciones o programas, llevados a cabo con el fin de producir cambios comportamentales en el contexto social (p. 475)". No obstante esta autora posteriormente (Fernández-Ballesteros, 1995bc) utilizará el concepto evaluación de programas. Así mismo, existen autores españoles (Anguera, 1994a; Fernández- Ballesteros, 1995b; Fernández del Valle, 1995; Forns, 1990, 1993; Forns y Gómez, 1995; Garaigordobil, 1992ab, 1995ae, 1996ab; Garaigordobil y Echebarría, 1995; Garaigordobil, Maganto y Etxeberria, 1996; Hernández, 1995; Martorell, 1988b; Sánchez y Anguera, 1993) que utilizan el término evaluación cuando hablan de programas, es decir, emplean ambos términos como sinónimos. Tal vez esta progresiva sinonimización de evaluación y assessment (valoración y evaluación) se produce para evitar utilizar la palabra valoración por su carga subjetiva relacionada con la emisión de juicios de valor. Gran parte de las aplicaciones en valoración de programas se han operativizado en el campo educativo, contexto en el que se han formulado una serie de condiciones para que estas valoraciones sean aceptables. Pelechano (1988a) indica algunas de las principales condiciones que deben tener estas valoraciones (p. 59): 1) Deben proporcionar informaci6n suficiente como para poder tomar decisiones alternativas, lo que sugiere una pluralidad de enfoques y análisis. 2) Los resultados de la valoración deben pemitir mejorar el programa que se está realizando o se haya realizado. 3) La valoración debe tener en cuenta los objetivos del programa inmediatos, a medio y a largo plazo. 4) Deben tenerse en cuenta tanto los objetivos del programa y los efectos estrechamente relacionados con ellos, como los efectos no esperados, ofreciéndose explicación tanto de los efectos esperados y los no esperados. 5) Los diseños de análisis a utilizar deben ser principalmente multivariados. 6) Los procedimientos de obtención de información deben cumplir los requisitos mínimos de objetividad, fiabilidad, validez, viabilidad, utilidad, y responsabilidad ética. Si Bien las tareas que realizan los psicólogos cuando evalúan y cuando valoran son prácticamente similares, el objeto y la finalidad perseguida varían. Los procesos de valoración de programas de intervención en salud, educación o servicios sociales son, como queda dicho, más complejos, y el psicólogo suele ser uno más en el equipo multiprofesional. 3. Resumen: El Concepto De Evaluación Psicológica Los hechos en general apuntan hacia un progresivo acercamiento de diferentes opciones de evaluación, que parecen sugerir la adecuación de la consideración del Psicodiagnóstico (en la concepción más amplia del término) como un modelo evaluativo que englobaría diferentes aproximaciones a la evaluación bajo la denominación genérica de "Evaluación Psicológica" (Matud, 1993a, p. 34). El término Evaluación psicológica se ha ido imponiendo hasta prácticamente ser el dominante (junto con el de evaluación conductual) en el área de la literatura diagnóstica y/o evaluadora y/o testológica, formando parte de la denominación más frecuente en las monografías más recientes (Fernández-Ballesteros. 1992; Fisher, 1985; Goldstein y Hersen, 1990, Groth- Marnat, 1990; Martorell, 1988, 1992; McReynolds y otros, 1990; Peñate y otros, 1993; Wetzler y Katz, 1989; Swiercinsky, 1985; Silva, 1995a). Finalmente, también en nuestro país parece existir en la ultima década esta aproximación a la evaluación psicológica, entendida en un sentido amplio, que abarca desde la descripción del comportamiento hasta la valoración de programas de intervención (Fernández-Ballesteros y Silva, 1985). En este trabajo utilizaré los términos Psicodiagnóstico y Evaluación Psicológica de forma indistinta, ya que pese a las distinciones términológicas que previamente he establecido, estaría de acuerdo con distintos autores que los emplean como sinónimos. Ambos conceptos implican un proceso de recogida de información y de organización y procesamiento de la misma sobre una persona o personas con la finalidad de comprender, predecir y/o modificar su conducta (Silva, 1982, 1983, 1988; Fernández-Ballesteros, 1992), estando este Ediciones UNIDAD II. CONCEPTOS Y MODELOS BÁSICOS DE LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA MÓDULO 2204- LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA 9 Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra: Garaigordobil, L., M.,. (1998). Evaluación Psicológica. Bases teórico- metodológicas, situación actual y directrices de futuro. Salamanca: Amarú proceso entroncado a la Psicología básica de la que toma sus teorías y conocimientos empíricos (Godoy y Silva, 1990; Forns, 1993). Desde una perspectiva integradora la Evaluación Psicológica se define en este proyecto como "aquella disciplina que explora y analiza el comportamiento de un sujeto o grupo con distintos objetivos (descripción, diagnostico, selección/predicción, explicación, cambio y/o valoración) a través de un proceso de toma de decisiones en el que se emplean una serie de dispositivos (tests y diversas técnicas de medida y/o de evaluación), tanto para la evaluación de aspectos positivos como patológicos". Tanto la evaluación del ambiente como la evaluación de programas los entiendo como extensiones actuales de la Evaluación Psicológica y por lo tanto son incluidos bajo esta acepción. Ediciones UNIDAD II. CONCEPTOS Y MODELOS BÁSICOS DE LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA EL CONCEPTO DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA Y PSICODIAGNÓSTICO 1. Introducción 2. Precisiones Conceptuales: Psicodiagnóstico, Evaluación Y 2.1. Tests psicológicos y medición 2.2. Psicodiagnóstico 2.3. Evaluación 2.3.1. Evaluación conductual 2.3.2. Evaluación psicológica 2.4. Valoración 3. Resumen: El Concepto De Evaluación Psicológica
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