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Construcción inteligente de las emociones 3 - Cesar Guillermo Limones Calderón

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Construcción inteligente de las emociones
Docentes
Unidad 3
Cap. 1
Como docentes asumimos un rol específico al desenvolvernos en el ámbito educativo, pero no podemos dejar de lado el aspecto personal y afectivo que permea al momento de entablar las relaciones interpersonales necesarias, tales como las interrelaciones con autoridades, con otros docentes, con padres de familia y con nuestros estudiantes.
Es importante el desarrollo de la capacidad de equilibrar nuestras emociones, de tal manera que podamos disminuir emociones negativas que nos afectan y aumentar las emociones positivas que nos beneficien.
Antes de adentrarnos en el profundo análisis de las emociones positivas y las fortalezas personales, hay que decir que no por estudiar las emociones positivas, menospreciamos la importancia del estudio de las emociones negativas.
De hecho, hay que decir también que hay momentos en los que resulta perfectamente apropiado sentir emociones negativas los cuales pueden conducirnos a resultados positivos. Pero esto no significa que todas las emociones negativas sean beneficiosas, porque además es muy sencillo ser presa de emociones negativas inútiles.
De modo tal que hay que tratar el tema con cuidado, porque sería peligroso pensar que las emociones positivas son siempre positivas y las negativas siempre son negativas. Lo que buscamos es ser conscientes del contexto de cualquier emoción en nuestras vidas y usar bien nuestras habilidades para influir en ellas.
La Dra. Susan David una reconocida psicóloga experta en emociones, felicidad y logro, denomina agilidad emocional a la capacidad de obtener una visión crítica sobre las situaciones e interacciones, en relación con los sentimientos, y usar este conocimiento para adaptarse, para alinear sus valores y para llevar a cabo acciones que le permitan hacer cambios para mostrar lo mejor de sí mismos. Y estos son los cuatro pasos para desarrollar agilidad emocional:
1. Exteriorizar las emociones. Permitir que la persona muestre sus emociones tal y como las experimenta. No ignorar aquellas emociones que resulten negativas o desagradables, más bien hacer frente a los pensamientos, emociones y comportamientos con curiosidad y amabilidad. De modo tal que si se trata de una emoción positiva se tenga la posibilidad de prolongarla al compartirla con otras personas y cuando se trate de emociones negativas inmediatamente pueda haber una disminución de la intensidad de esas emociones.
2. Tomar distancia. Se trata alejarse para poder etiquetar adecuadamente las emociones, observar nuestros pensamientos y sentimientos por lo que son realmente, sólo pensamientos, sólo emociones. De este modo podemos tener la posibilidad de activar el potencial de disposición con el que contamos.
3. Preguntarse los "porqués". Asociar las emociones a nuestro sistema de valores; vivirlos ya que éstos nos mantienen en el camino correcto, son la brújula de nuestra vida y son preponderantes para utilizar fuerza de voluntad, resistencia y efectividad.
4. Superarse. Son pequeños ajustes deliberados a la mentalidad, motivación y hábitos de modo tal que contribuyan a realizar cambios profundos en hábitos y en cada nueva situación que se presente; significa avanzar y que puedas hacer una diferencia en tu vida. La idea es encontrar el equilibrio en aquello que te resulte desafiante y en lo que de por sí eres competente; hay que cuidar el no ser complaciente con uno mismo, pero tampoco llegar a sentirte abrumado por avanzar.
Cap. 2
Con el nacimiento de la Psicología Positiva, creada y difundida por Martin Seligman, se consideraron a las emociones positivas como objeto de estudio. No sólo eso, la ocupación de la psicología dio un giro de 180 grados, ya que dejaron el énfasis en la aflicción y el sufrimiento y abrieron paso a la promoción del bienestar y el florecimiento humano.
Comenzaron en interesarse por el estudio de estos rasgos y valores universales que fueran positivos, al identificar su opuesto y darse cuenta que existen numerosas investigaciones en psicopatologías, las que se presentan con mayor frecuencia y las que se encuentran perfectamente descritas en los manuales de diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales DSM-5. Y así es como dan paso al estudio científico de los rasgos individuales positivos que pueden incrementar la felicidad del ser humano.
Se comenzó con un constructo muy amplio de seis virtudes para ser exactos, pero se dieron cuenta que había rasgos compartidos entre ellas, así que siguieron profundizando en estas investigaciones hasta encontrar subdivisiones más específicas de aquellos rasgos que todas las personas poseemos: las fortalezas personales.
Peter y Seligman fueron los que propusieron un listado de 24 fortalezas humanas con el objetivo no de enfocarse en las debilidades o intentar superarlas, sino centrarse en el bienestar y en el éxito con el uso de esos rasgos positivos.
Cap 3
El modelo VIA (Values in Action) es el marco teórico para ayudar a las personas a conocer sus cualidades, a descubrirse a través de la exploración de los aspectos positivos de su persona y a vigorizar sus puntos fuertes. 
Cap. 4
Hablemos de una investigadora en el campo de las emociones, la doctora Bárbara Frederckson, docente de la Universidad de Carolina del Norte en Estados Unidos, quien en 1998 comienza a abordar las emociones de manera más formal y quien nos ofrece un modelo de ampliación y construcción de emociones positivas y sus tres efectos secuenciales:
1. Ampliación: las emociones positivas amplían las tendencias de pensamiento y acción.
2. Construcción: debido a la ampliación, se favorece la construcción de recursos personales para afrontar situaciones difíciles o problemáticas.
3. Transformación: esta construcción produce que la persona se vuelva más creativa, muestre un conocimiento más profundo de las situaciones, sea más resistente a las dificultades y se comporte mejor socialmente, con lo que llega a una «espiral ascendente», lo que significa una transformación personal.
Toda emoción positiva va a contribuir a nuestro bienestar. Y, por tanto, esta positividad en las emociones desarrolla nuevos conocimientos, nuevas competencias, nuevas relaciones, y nuevos comportamientos. 
Estos cambios no se dan de manera inmediata, para que haya un cambio en nuestra conducta o en nuestro comportamiento será necesario practicar estas emociones, a esta práctica la denomina “impulso de acción”.
Primero, nos ofrece la identificación de diez emociones positivas: la alegría, la gratitud, la serenidad, el interés por el mundo, la esperanza, el orgullo, la diversión, la inspiración, el asombro y el amor.
Demuestra que las emociones positivas no son simplemente lo opuesto a las emociones negativas, sino que logran un cambio cognitivo, en nuestro cerebro para que aprenda a ser más receptivo, más resiliente, más creativo, más paciente, etc. Por ello es de suma importancia que aprendamos a identificarlas y a experimentarlas.
Cap. 5
Este test te dará como resultado una instantánea de cómo se combinan las emociones que experimentas en un sólo día para constituir tu índice de positividad.
La investigación de la Dra. Fredrickson indica la razón de 3 emociones positivas por 1 negativa, relación que marca una división entre aquellas personas que apenas sobreviven, emocionalmente hablando y aquellas que realmente prosperan y florecen como personas.
El índice de positividad te muestra cómo aprovechar el potencial emocional oculto para lograr un florecimiento de vida.
En caso que experimentas mucha negatividad en tu día a día, debes entonces tomar en consideración que todas las emociones que tu experimentas cambian momento a momento en función de las circunstancias y de qué tan consciente estés de ellas. De modo que la proporción que obtengas hoy, no representa tu vida emocional general. 
Cap. 6
Ahora que contamos con los resultados de nuestras emociones y que sabemos cuáles son nuestras principales fortalezas, necesitamos utilizar esteconocimiento a favor de nuestro desarrollo personal y el de nuestro entorno.
Pero, ¿cómo hacerlo? Lo haremos a través de «intervenciones positivas», éstas son actividades a través de las cuales podemos cambiar nuestra experiencia subjetiva interna o el mundo objetivo externo en el que vivimos; ¡incluso ambos! ¿por qué no?
Se trata de involucrar una variedad de actitudes, de pensamientos, de comportamientos, desempeños y actividades en nuestra vida diaria. Las intervenciones positivas son la forma que encontramos para compartir nuestras fortalezas, nuestras emociones, lo mejor de nosotros, ¡vamos! Y esto resulta maravilloso porque abarcan nuestros mundos internos, nuestros mundos externos y las interacciones que hay entre ambos.
Un buen ejemplo de estas intervenciones positivas lo propusieron Peterson y Seligman en su llamado las tres cosas buenas; como ejercicio para incrementar la satisfacción en tu vida y aminorar algún efecto negativo acerca del pasado. Se trata de que, al término de cada día, dispongas de un tiempo para pensar en todo lo que te ocurrió a lo largo del día e identifiques tres cosas con buenos resultados para ti. Es muy importante que no esperes a que sea algún día especial o excepcional, seguramente encontrarás pequeños detalles positivos en los que puedes enfocarte si revisas tu día a día. Una vez que los has identificado deberás escribirlas lo más detalladamente posible en algún cuaderno destinado para ello. Este pequeño ejercicio te servirá para aprender a apreciar las cosas buenas que te suceden y no permitir que tu pensamiento se la pase indagando en pensamientos o recuerdos negativos. 
En los resultados de la investigación de este pequeño pero significativo ejercicio se ha determinado que llevarlo a cabo te hace ser más consciente de los eventos buenos que te ocurren, aumentando de manera confiable tu felicidad y disminuyendo algunos síntomas de depresión. Ya que se trata de identificar y analizar lo que va bien en nuestra vida y construir las habilidades para recordar los eventos buenos y no sólo dejarlos pasar o darlos por hecho. Analizar por qué las cosas van bien alienta a ser conscientes de las cosas buenas y promueve el optimismo en el futuro.
Así que esta es una buena forma de comenzar a desarrollar las habilidades adecuadas para construir tu bienestar emocional. 
Vamos a revisar algunas intervenciones positivas de las emociones.
Empecemos con emoción de la alegría. ¿Qué te parece aprender a utilizar una nueva herramienta tecnológica? ¿recibir algún mensaje emotivo de tus alumnos? o, ¿entregar en tiempo y forma las solicitudes de tus autoridades?
Gratitud. Por qué no estar agradecidos por tener un trabajo en el qué ocuparnos. O porque contamos con los medios materiales para incrementar nuestros aprendizajes.
Otra emoción. Serenidad. ¿Qué podemos identificar? La serenidad que sentimos al terminar de calificar trabajos de nuestros estudiantes o, al terminar de cursar algunos módulos en línea, al terminar tus planeaciones, al terminar de notificar a cada uno de tus alumnos.
Interés por el mundo. 
El apasionante encuentro con algún nuevo conocimiento. El saber utilizar alguna nueva herramienta tecnológica para el aprendizaje, podrían ser buenos ejemplos, ¿no?
La esperanza de la pronta adaptación a las nuevas condiciones de trabajo posteriores a la pandemia.
Para sentir orgullo, ¿qué les parece? el florecer tras un logro en el que has invertido mucho esfuerzo, has invertido tus capacidades y has tenido éxito. Acabar algún curso de profesionalización docente podría ser un buen esfuerzo.
Diversión
Divertirnos pues de las ocurrencias de nuestros alumnos, de sus pícaros comentarios.
Y la inspiración de encontrar algún material novedoso que te motive para nuevas implementaciones.
Pues conocer algunas estrategias nos llevará también a vivir otra como el asombro de ver florecer algunos estudiantes lo que confirmará nuestra última intervención positiva acerca del amor. Darte cuenta del amor por tu trabajo, del amor por el ejercicio que haces día con día, el amor por tu vocación. Éstas serían unas buenas prácticas que podrías empear a identificar en tu vida cotidiana
Cap 7
Ahora que conocemos la forma en que podemos aprovechar las emociones positivas o las fortalezas personales depende de nosotros utilizarlas en nuestra vida cotidiana, en prácticas habituales con un toque de positividad o maximizar el uso de nuestras fortalezas personales principales en las diversas situaciones que vivimos a diario.
Recuerden que no se trata de asumir que con este conocimiento de manera automática nuestra vida personal y laboral va a tener un cambio para bien y que todo va a resultar maravilloso. No, no es así. Un proceso de transformación personal es un proceso gradual, lento y requiere de un esfuerzo constante para llegar a hacer intervenciones positivas desde el uso de las emociones o desde el uso de las fortalezas personales. 
¿Cuál es el beneficio que obtenemos de hacer este esfuerzo constante en nuestra vida diaria?
La respuesta es muy sencilla: alcanzar un bienestar humano y para entender éste es su acepción más completa, vale la pena mencionar grosso modo de lo que Seligman ha planteado como una teoría, de modo tal que hoy podemos hablar del bienestar humano en términos conceptuales, esto quiere decir que podemos definirlo; podemos hablar de bienestar humano en términos cuantitativos, lo que quiere decir que podemos medirlo y en términos actitudinales, ya que podemos elegirlo. El Dr. Martin Seligman logró identificar los componentes básicos del bienestar y lo denominó PERMA por sus siglas en inglés. Se trata de emociones positivas, compromiso, relaciones, propósito y logro. Con el estudio que has hecho en esta unidad acerca de las emociones y las fortalezas personales estás de lleno en este modelo PERMA y eso resulta muy importante porque es la base del florecimiento humano. Tan es así, que el bienestar que hemos definido, también es deseable y susceptible de ser alcanzado, puesto que se ha establecido como uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible que están en la agenda de las Naciones Unidas a cumplirse en el año 2030. ¡Estamos en el camino correcto! ¿no crees?
Unidad 4 
Cap. 1
Hasta ahora nos hemos avocado en el estudio de lo que conforma nuestro mundo interior como seres individuales, hemos revisado el aspecto neurofisiológico, el aspecto afectivo y el aspecto actitudinal. ¿Pero qué hay del mundo donde ejercemos todas estas capacidades? Nos referimos al mundo exterior como el ambiente que nos rodea, nuestra Tierra, nuestro planeta.
Las razones por las cuales es necesario buscar un equilibrio entre ambos mundos, el interior y el exterior, se explican muy bien con el «Manifiesto de la Ecología Emocional» propuesto por Conangla y Soler. Aquí resaltaremos algunos puntos importantes para esta reflexión:
Formamos parte de un ecosistema global, de modo tal que nuestra actividad o pasividad tendrán un impacto inexorable en cualquiera de estos dos sentidos, el que contribuya al caos y al desequilibrio o el que contribuya al equilibrio y bienestar.
El mundo en que vivimos es el resultado de lo que somos; y nosotros somos responsables de lo que creamos para él.
Y por último, que nuestra aportación individual resulta parte esencial de la gran fraternidad humana.
Sabemos que hoy en día los cambios a nuestro alrededor son acelerados, vertiginosos e incluso asombrosos, pero no debemos perder de vista que se trata de progresos en la ciencia, la tecnología, la producción, el consumo y quizá en la economía; pero de algún modo hemos perdido de vista el desarrollo de nuestra humanidad, de ese territorio interno lleno de maravillosas capacidades como las que hasta aquí hemos revisado. De ahí que nuestra misión a partir de ahora será centrarnos en gestionar todos estos avances y cambios a partir de una intervención humana con un alto grado de propósito y sentido de vida.
Cap 2
La ecología emocional propuesta por Conangla y Soler promueve un modelo de persona sostenible y equilibradacon relación a sus emociones. Es decir, que se responsabiliza de la gestión de su mundo afectivo para construir una felicidad auténtica.
Se trata, dicen ambos de gestionar nuestra energía emocional de forma creativa y amorosa, de tal forma que sirva para mejorarnos como personas, aumentar la calidad de nuestras relaciones y respetar y cuidar nuestro mundo.
Hay que entender esta propuesta como una cosmovisión o filosofía de vida que nos permita manejar adecuadamente nuestras emociones para cuidarnos individual y colectivamente, en nuestro mundo interior y en nuestro mundo exterior.
Como revisamos en la unidad anterior las emociones nos dan la energía para actuar, ahora es momento de revisar los valores bajo este constructo de «ecología emocional», valores que nos darán el sentido para hacerlo.
Se salta al capitulo 4
Hoy en día el movimiento ecologista está consiguiendo sensibilizar a más personas en el cuidado y protección de la vida. Y si partimos del origen de la palabra «ecología» que significa señalar el tipo de relación que se establece entre los seres vivos y el ambiente, entonces deberíamos tener muy claro que si no conseguimos salvar nuestro entorno, no sobreviviremos.
La pregunta aquí sería ¿cómo vamos a cuidar del planeta en el que vivimos, si nuestro mundo interior se encuentra en debacle? Lo interior condiciona lo exterior. Si queremos habitar un mundo más bello, positivo y amoroso, debemos convertirnos en alguien así.
¿Cómo podemos cuidar el ecosistema educativo en donde nos desarrollamos profesionalmente como docentes? De la misma manera, si nuestro interior profesional se encuentra nutrido, podremos ser capaces de gestionar los recursos necesarios que por añadidura se verán reflejados en un sistema educativo más equilibrado, más sano y definitivamente transformador.
Conangla y Soler insisten en que tenemos el mundo que tenemos porque somos como somos, de forma individual y colectiva. Como elementos de este gran ecosistema podemos influir en él y de igual manera podemos ser influenciados. Y a mí me parece que en los últimos años, tristemente nos hemos enfocado en muchos aspectos negativos de nuestro mundo.
Reflexiona ¿qué tipo de sistema educativo quieres para ti, para tu desarrollo profesional y para tus alumnos, para su formación? Visualiza ese entorno y pon manos a la obra.
Para lograrlo debemos asumir una responsabilidad indelegable de construirnos día a día con los recursos con los que hemos sido dotados y con los que vamos adquiriendo a lo largo de nuestra trayectoria personal y profesional. No podemos culpar absolutamente a nadie más cuando algo no va bien con nosotros en los diferentes ámbitos en los que nos desarrollamos. Es nuestro deber individual utilizar nuestro potencial para ser la mejor persona que podamos ser, la más excelente pero siempre perfectible. De este modo, cuando en lo micro mejoramos, lo macro también mejora. ¿Acaso no resulta maravilloso?
Cap 5
La sostenibilidad no es fortuita, sino que en gran parte es el resultado del proceso continuo de la educación, y este proceso es el responsable de crear una reconstrucción del sistema en el que estamos inmersos; lo debe hacer a través de la transformación de nuestros métodos de enseñanza sobre la sostenibilidad. Para ello será necesario tomar en consideración lo siguiente:
1. La tierra es un superorganismo vivo; reconocido por la ONU el 22 de abril de 2009 como Magna Mater, Pachamama
2. Somos seres interdependientes, dependemos de nuestro ecosistema tanto como el ecosistema depende de nosotros. Nuestro destino es compartido. 
3. Para alcanzar la sostenibilidad global es necesario respetar los ciclos naturales sin olvidar la intergeneracionalidad.
4. Preservar la biodiversidad, que es la encargada de garantizar nuestra existencia como especie. 
5. Reconocer y respetar las diferencias culturales, ya que éstas nos enriquecen y nos complementan. 
6. La ciencia debe respetar la vida, por tanto, se debe actuar con conciencia y ética anteponiendo la humanidad sobre el lucro.
7. Distinguir que el uso único de la tecnociencia no es el único acceso válido a la realidad, hay que reconocer la validez de los saberes populares de las culturas originarias en la búsqueda de soluciones globales.
8. No minimizar las virtudes y saberes de las minorías.
9. Promover la equidad, pues los avances tecnológicos y económicos deben beneficiar a la mayoría de la humanidad y no a grupos privilegiados.
10. Encontrar un equilibrio entre el desarrollo del raciocinio y el cultivo de los valores, sueños y libertades, de todos los individuos.
Si logramos asumir estas consideraciones en nuestra propia vida e incentivamos esta formación desde las aulas podríamos decir que estaremos trabajando con base en un Modelo Educativo Sostenible de vida.
Cap 6
Leonardo Boff, se ha encargado de hacer una estudio profundo sobre el desarrollo sostenible de la humanidad. Se refiere de forma fundamental al equilibrio que existe entre los procesos y acciones que tenemos como individuos y sociedad para preservar nuestro ecosistema; procurando que todos los habitantes puedan acceder a una vida justa y que esto no comprometa la calidad de vida de todas las especies de las generaciones futuras.
Debido a la degradación que hemos causado en la tierra, el mundo entero ha exigido a los gobiernos y empresas mundiales resarcir el impacto ambiental que se ha tenido. Las primeras medidas se enfocan a dos aspectos fundamentales: 1. disminución de las emisiones de carbono, que son los gases que contribuyen al efecto invernadero y 2. atención a la erosión de la tierra, para poder producir diversidad alimentaria y fomentar el acceso a alimentos de calidad.
Es necesario que deconstruyamos las prácticas actuales hacia el ambiente, de otro modo, está siendo insostenible el sistema económico financiero del modelo actual de producción industrializado, pues hemos sido orillados al “hiper consumo” y a la acumulación de bienes. 
¿Cuál es la repercusión de todo esto en la sociedad en la que vivimos?
La existencia de una desigualdad y falta de oportunidades para todos.
¿Cómo se puede resarcir el problema?
Exigiendo una sostenibilidad de la sociedad que se mide por la capacidad de incluir a todos, no importando su estrato social o su lugar geográfico y garantizarles los medios necesarios para una vida suficiente y decente.
Cap 7
Existe una estandarización internacional que dice que para poder hablar de sostenibilidad se deben cumplir con estas tres condiciones en las decisiones tomadas: que sean económicamente viables, socialmente justas y ambientalmente correctas.
A esto se le conoce como Triple Bottom Line o triple resultado, término acuñado por el británico John Elikington en 1994, quien asevera que para que se le pueda denominar sostenible a cualquier acción debe cumplir con este trípode.
Boff hace un análisis del «Triple resultado» y explica que el desarrollo debe ser: económicamente viable, socialmente justo y ambientalmente correcto.
Cap 8
Desde la Cumbre de la tierra llevada a cabo por la ONU en 2012, diversos autores y analistas concluyeron que este concepto debía evolucionar ya que el Triple Bottom Line carecía de elementos éticos y humanistas, por lo que se han añadido otros pilares catalogados como fundamentales para el término “sostenibilidad”. 
Gestión de la mente sostenible. Acuñado por el profesor Evandro Viera Ouriques de la escuela de comunicación de la Universidad de Río de Janeiro, estableció que debemos construir un nuevo “Diseño mental” para que el hombre establezca el sentido de pertenencia con la naturaleza para imponerse autocontrol con sus patrones de consumo y así superar su necesidad de acumulación de objetos, ya que el desarrollo integral del ser humano implica mucho más que el crecimiento material. 
Generosidad. Este complemento para la sostenibilidad fue propuesto por Rogério Ruschel, editor de “Bussines do Bem”, quien basado en el concepto antropológico de que el humano no es un ser egoísta que únicamente trata de autoafirmarse buscando subien en particular, apoya la idea de que éste es fundamentalmente social y pone los bienes comunes por encima de los particulares; todo esto respaldado por los clásicos filósofos como Aristóteles y Platón.
Cultura. Propuesto en 2001 por el australiano John Hawkes establece que para la sostenibilidad es fundamental incluir la cultura ya que es mucho más vasta que el desarrollo y crecimiento, pues incluye la cohesión social mediante valores determinados, el diálogo, la comunicación asertiva que a su vez favorece el cultivo de otras áreas como el arte, la religión, la creatividad, las ciencias y la educación. 
Neuroplasticidad del cerebro. Este pilar aún está en construcción. Los expertos han constatado que las redes neuronales del cerebro humano son sumamente plásticas y que puede generar nuevas construcciones neuronales, pudiendo generar nuevos hábitos, y deconstruyendo creencias ya establecidas, teniendo así, la posibilidad de crear hábitos de moderación y consumo solidario que nos lleven a un consumo consciente de los ciclos de regeneración que necesita la naturaleza. Los expertos en el área de la sostenibilidad tienen grandes expectativas en los investigadores en neuroplasticidad, ya que puede ofrecer amplias posibilidades para llegar a un desarrollo sostenible, para poder construir hábitos y patrones de consumo socialmente justos que tengan eco en las mentes para que coevolucionen con el proceso global de un mundo sostenible.
Cap 9
Para poder definir a la sociedad sostenible es necesario recordar que las personas deciden vivir en sociedad acordando normas de convivencia, estableciendo objetivos comunes y teniendo valores compartidos. 
Las sociedades comparten ejes fundamentales desde los que se desarrollan: El político que define el tipo de organización que tendrán y la distribución de poderes que en ella se ejercerá, el económico que se fundamenta en cómo se garantizará la infraestructura material para la vida y el ético que marcará el sistema de creencias y valores que regirá a la sociedad. 
Partiendo de esto y de lo aprendido podemos definir que tenemos una sociedad sostenible cuando los integrantes de ésta se organizan teniendo una enorme racionalidad sobre el uso de recursos renovables y no renovables de los que dispone, de este modo, la sociedad podrá ser cada vez más autónoma, podrá ir disminuyendo la desigualdad económica, la cual consigue garantizar su calidad de vida sin comprometer los ecosistemas en los que está inmersos y podrá evitar comprometer el desarrollo de las futuras generaciones.
Cap. 10
Para afrontar los retos que esta sociedad globalizada y líquida demanda, necesitamos crear versiones humanas mejores que las actuales. Consolidar las buenas prácticas que se han propuesto desde la investigación científica para el desarrollo humano a través del cultivo de nuestro interior para vivir con bienestar y equilibrio en nuestro mundo exterior.
La educación no puede limitarse a las aulas ni a un periodo de formación en determinados años de vida; debemos aprender a aprender, aprender a desaprender y a responsabilizarnos en discernir una de otra. Es decir, reconocer cuáles nuevos hábitos debemos adoptar y qué viejas prácticas debemos abandonar.
Educarnos y educar a las nuevas generaciones no sólo para el buen ejercicio de la razón, sino también para la gestión ecológica de las emociones que nos habilite para el diálogo, la tolerancia, la solidaridad, la imaginación, la curiosidad, la convivencia y sobre todo la búsqueda de soluciones creativas ante los problemas que se nos presenten, asegurará un desarrollo humano sostenible.
4. C
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7.C

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