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Unidad 1Búsqueda en Internet para Universitarios - Cesar Guillermo Limones Calderón

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Unidad 1Búsqueda en Internet para Universitarios
. Las fuentes de consulta más comunes en trabajos académicos y la importancia de las palabras clave
Libros, revistas académicas y noticias. 
Las revistas académicas
te ayudan precisamente a ubicar tu tema;
la discusión cuando empezó;
cómo ha evolucionado en el tiempo;
qué cobertura geográfica ha tenido
y cuáles son los principales investigadores
que están trabajando ese tema.
Todo esto es muy útil
para construir lo que es tu estado del conocimiento.
- ¡Oh! ¡Ya veo!
Entonces ahora que estoy en el estado de la cuestión
de mi proyecto,
sería ideal que me centre más
en los artículos de revistas académicas
para poder describir
la evolución y el estado actual de la discusión;
sobre todo porque se publican más rápido que los libros
¿cierto?
- ¡Así es!
A diferencia de los artículos
en donde todavía la discusión está en proceso
y las ideas son todavía menos sólidas,
menos estables,
en los libros vas a encontrar ya las ideas más maduras,
en donde ya llegan a teorías.
Y entonces precisamente los libros
te van a servir más
para lo que es el marco teórico conceptual.
Y un consejo,
donde puedes encontrar libros
es en las bibliografías de los artículos que consultas.
- ¡Claro! Ahora,
en mis notas
tengo que nos recomienda utilizar las noticias,
pero ¿para qué era que las podíamos utilizar?
- Acuérdate que platicamos
que las noticias no sólo se refieren a hechos recientes.
Tu puedes encontrar archivos de noticias
noticias que se remontan hasta siglos anteriores.
Las noticias nos ayudan a situar nuestro tema
en el mundo real.
Y esto es muy útil
para lo que es la construcción de la problemática.
También nos ayudan a ubicar
diferentes ángulos acerca de un tema.
Incluso nos pueden servir hasta para encontrar
una fuente académica,
porque a veces un artículo en investigación seria
reseña en una noticia.
Entonces, por eso es importante incluir noticias
en la problemática.
- ¡Muchas gracias doctora!
La verdad es que ahora me quedó más claro.
Recapitulando entonces.
Para el planteamiento del problema
me sirven las noticias;
para el estado de la cuestión
tendré que seguir las pistas de los artículos;
y para el marco teórico
utilizaré más libros
¿cierto?
- ¡Así es!
Aunque tampoco la cuestión es tan radical.
Tu puedes utilizar diferentes fuentes
en diferentes apartados.
Es decir, no vas a usar sólo noticias
para construir lo que es tu problemática.
Las fuentes de consulta más comunes en trabajos académicos
Libros, revistas académicas y noticias
Introducción
Si bien hay numerosas fuentes de consulta para trabajos académicos, que mucho dependen del área disciplinar en la que trabajemos, hay tres tipos de fuentes que casi todos los universitarios utilizamos: libros, revistas académicas y noticias.
¿Por qué y para qué consultamos estas fuentes?
Conocimiento previo y contexto
Cuando realizamos un trabajo académico, como una tesis o un ensayo, necesitamos recurrir al conocimiento previo que existe sobre el tema y ubicar nuestro interés dentro de un contexto.
Fuentes confiables
Los libros y las revistas académicas contienen el conocimiento previo que existe sobre nuestro tema.  Ambos tipos de recursos, tienen la ventaja de ser el producto de un proceso editorial que les da confiabilidad, lo cual es indispensable en todo trabajo académico serio.  Sin embargo, su contribución a nuestro trabajo es cualitativamente diferente.
¿Para qué nos sirven las revistas académicas?
Si queremos construir un estado de la cuestión, es decir, ubicar qué publicaciones confiables existen con relación a nuestro tema y cómo ha evolucionado en el tiempo la discusión académica en torno al mismo, la fuente natural son las revistas académicas, pues a través de ellas podemos ubicar el surgimiento del tema, su evolución en el tiempo y su cobertura geográfica, así como las voces autorizadas en la materia. 
¿Para qué sirven los libros?
Los libros son una versión más madura de las revistas académicas, pues generalmente las investigaciones se publican primero como artículos en revistas y, cuando las discusiones alcanzan cierta madurez, se publican como libros.  Las teorías, por ejemplo, que es un tipo de conocimiento hasta cierto punto estable, inician en las revistas académicas, pero se consolidan en los libros.  El conocimiento tarda más tiempo en llegar a los libros, pero es más sólido.  Por tanto, si lo que estamos trabajando es nuestro marco teórico-conceptual, lo más probable es que los autores más reconocidos en nuestro tema, tengan uno o varios libros publicados al respecto. 
TIP: Una de las vías para identificar libros de interés para nuestro tema, es la revisión de las bibliografías en los artículos académicos que hayamos seleccionado como de interés para nuestra investigación.
Contextualización
En un trabajo académico resulta útil situar nuestro tema dentro de un contexto que nos ayude a destacar su relevancia y pertinencia.  Usar ejemplos del mundo real es una buena estrategia para justificar la importancia de nuestra investigación.  Para esta finalidad, las noticias en diferentes formatos resultan de utilidad.
¿Para qué sirven las noticias?
Casi cualquier investigación puede hacer uso de las noticias, aún en temas históricos que se remonten a siglos pasados, pues la prensa escrita existe desde el siglo XVIII (tal y como la conocemos hoy).  En una investigación académica, las noticias nos ayudan a situar nuestro tema de interés en un contexto del mundo real.  A menudo las noticias son de especial utilidad para la construcción de la problemática en torno a un tema, para presentar diferentes ángulos del mismo e incluso para ubicar fuentes académicas, pues a menudo la prensa divulga resultados de estudios académicos serios. 
TIP: En internet será mucho más fácil localizar noticias recientes, que noticias antiguas.  Para las segundas, existen algunos recursos especializados en línea, pero es probable que tengas que recurrir a hemerotecas o archivos históricos fuera de línea.
1. ¡Bienvenidos a esta gala de magia!
2. Hoy haremos el más grande acto de magia
3. que jamás hayas visto.
4. Ten a la mano tu procesador de textos y tu navegador.
5. Al final del programa
6. verás ante tus ojos
7. cómo aparecen las palabras clave
8. de tu proyecto de investigación.
9. Cierra tus ojos
10. e imagina tu tema de investigación
11. en una oración.
12. Puede ser una pregunta de investigación
13. una hipótesis
14. o un problema.
15. La clave
16. es que sea sólo una oración.
17. Ahora
18. abre tus ojos
19. y escribela.
20. ¡Y comienza la magia!
21. Pon la mano sobre la pantalla de tu dispositivo
22. ¡Hocus Pocus!
23. Ahora desaparece adverbios,
24. artículos,
25. adjetivos,
26. pronombres,
27. conjunciones
28. y algunos verbos.
29. Ante tus ojos
30. aparecerán sustantivos,
31. verbos,
32. frases cortas
33. y palabras acuñadas.
34. ¡Voilà!
35. Ahora
36. pon en el buscador las palabras y frases,
37. no olvides usar las comillas en las frases.
38. Recuerda colocar de 2 a 4 palabras
39. o frases cortas
40. evitando los términos genéricos
41. que pudieran aplicar a varios temas o situaciones.
42. ¡Corre tu búsqueda!
43. Es tiempo de revisar tus resultados.
44. A mí me salieron 356 resultados
45. más o menos relacionados con mi tema.
46. Mmm... pues yo tengo 308
47. aunque no todos están
48. directamente relacionados con el mío.
49. ¡Ja! Yo obtuve 64 resultados
50. pero muchos de ellos ¡súper buenos!
51. ¿Necesita refinar su búsqueda?
52. Tienes que usar variantes
53. sinónimos
54. o jugar con combinaciones de palabras.
55. Busca en diccionarios de sinónimos en línea.
56. Si has agotado todas sus opciones en español
57. y comprendes otro idioma
58. busca sus equivalentes.
59. Te recomiendo utilizar el tesauro de la UNESCO
60. y el IATE.
61. Voy a cambiar decrece
62. por desciende, a ver qué sale.
63. Yo cambiaré dispositivos electrónicos por móvil,
64. al fin de cuentas
65. es lo que más usamos para comunicarnos.
66. Y yo ciudades amigables por ciudades accesibles
67. tal vez así tengan más resultados.
68. ¡Uy!, me salieron 1100resultados,
69. pero muchos se apartan del tema.
70. Ahora cambiaré desciende
71. por reduce.
72. ¡Increíble!
73. A mí se me disparó a 6770,
74. aunque están equilibrados
75. entre relevantes y no relevantes.
76. Podría sustituir oral y textual
77. por oralidad y textualidad,
78. a ver si obtengo más resultados relevantes
79. y menos de los que no me interesan
80. Ingresa las nuevas palabras en el buscador,
81. oprime el botón de buscar,
82. coloca la mano sobre la pantalla de tu dispositivo
83. y ¡sim sala bim!
84. ¡Wow!
85. Ahora obtuve 517 resultados,
86. muchos son trabajos relevantes
87. que no me salieron antes.
88. ¡Súper!
89. A mí me salieron 669
90. mucho más relevantes que antes.
91. ¿Y tú Tomás?
92. Estás muy calladito.
93. ¡Sí!
94. ¡Ah!, es que le estuve dando vueltas al asunto
95. y con mi primer ajuste salieron 28,
96. pocos e irrelevantes.
97. Luego cambié por ciudades accesibles sin comillas
98. y lo combine con ancianos y discapacidad.
99. Ahí me salieron a 8200
100. pero muchos no relacionados con mi tema.
101. Pero lo que me hizo el día,
102. fue haber hecho dos búsquedas separadas.
103. Por un lado, ciudades amigables entre comillas
104. con discapacidad
105. y salieron 144 muy relevantes.
106. Luego probé una fórmula igual
107. pero con ancianos
108. y me salieron 71 resultados
109. bastante cercanos a mi tema.
110. Y así
111. hoy hicimos magia juntos
112. adivinando la carta que ustedes escogieron.
113. ¡Hasta la próxima!
114. ¿Cuál carta?
115. ¿No fue el programa sobre las palabras clave?
La importancia de las palabras clave
Identificación de palabras/frases clave de tu tema
Para iniciar la búsqueda en internet en torno al tema que nos interesa, lo primero es identificar nuestras palabras o frases clave.
¿Cómo se hace?
No existe un solo camino para llegar a las palabras o frases clave.  A continuación presentamos un proceso en tres fases que esperamos te resulte útil.
Fase I: Palabras esenciales
Trata de plantear en una oración cuál es tu tema de investigación.  Recuerda que en el mundo de la investigación, un tema no es sólo un tópico, sino un ángulo o aspecto específico que nos interesa.  A menudo es más fácil identificarlo a partir de una pregunta, de una hipótesis (o supuesto) o de un problema.
Ejemplos:
1. Pregunta: ¿Por qué cada año decrece la migración de mariposas monarca a México?
2. Hipótesis o Supuesto: Al parecer, los jóvenes paulatinamente están reemplazando la comunicación oral por mensajes textuales a través de dispositivos electrónicos.
3. Problema: El mundo necesita cada vez más ciudades amigables ante una población creciente de ancianos activos y personas con discapacidad.
A partir del planteamiento de nuestro tema, podemos decantar las primeras palabras esenciales.  Esta primera fase funciona como si pasáramos nuestra pregunta, hipótesis o problema por un colador y nos quedáramos sólo con las palabras esenciales.  Lo primero es quitar artículos, pronombres, conjunciones y demás elementos gramaticales accesorios.  Es probable que también podamos prescindir de adjetivos, adverbios e incluso de algunos verbos o sustantivos.  Por lo general, nos quedaremos con sustantivos y algunos verbos que expresen la esencia de nuestro tema.
Fase 2: Experimenta con tus palabras esenciales para medir su pertinencia
Realizamos un experimento con nuestros tres ejemplos anteriores.  Al pasarlos por la “coladera”, obtuvimos estas palabras esenciales.
1. Decrece migración mariposa monarca (no usamos “mariposa monarca” entre comillas pues a menudo son referidas sólo como monarca)
2. Jóvenes oral textual “dispositivos electrónicos” (nótese que conceptos como “dispositivos electrónicos” se manejan como una unidad, pues cada uno de manera independiente generará muchos resultados que se apartarán del tema; oral y textual, aunque son adjetivos, en este tema son medulares)
3. “Ciudades amigables” ancianos discapacidad (con “ciudades amigables” pasa lo mismo que con “dispositivos electrónicos”: si dejamos independientes ambos términos, tendremos muchos resultados no-relacionados con nuestro tema)
Cuando realizamos una búsqueda en Google Académico con estas palabras, los resultados obtenidos fueron los siguientes (experimento actualizado el 30 de marzo de 2022):
1. Las primeras cuatro palabras arrojaron 177 resultados más o menos relacionados con el tema.
2. El segundo grupo de palabras dieron como resultado 2,150 resultados, aunque no directamente relacionados con el tema de interés.
3. El tercer grupo de palabras reportó 251 resultados, varios de ellos relacionados estrechamente con el tema.
En los tres casos, estos resultados son perfectibles, para ello pasamos a la fase 3.
Fase 3: Experimenta con cambios en tus palabras esenciales
Se supone que las palabras clave se necesitan para hacer búsquedas exitosas.  Parecería entonces que no es lógico sugerir hacer búsquedas cuando aún no tenemos bien definidas las palabras clave; sin embargo, en esta fase es altamente recomendable hacer algunas búsquedas exploratorias, pues es una de las técnicas más efectivas para afinar la lista de palabras clave.
Para mejorar los resultados obtenidos en la fase 2, realizamos varios experimentos, dependiendo de lo obtenido.
Continuamos con los ejemplos anteriores:
Sinónimos y denominaciones alternativas
Si al revisar los resultados vemos que los primeros 10 a 20 que encontramos con esas palabras no son relevantes, seguramente aquello que buscamos se encuentra bajo otras denominaciones.
Procedemos por tanto a buscar sinónimos o formas alternativas de nombrar.
En el ejemplo 1, al cambiar Decrece por Reduce, dejando las otras palabras iguales, obtuvimos 1,390 resultados, en donde figuran muchos trabajos relevantes que no aparecieron en la consulta previa.  Al sustituir Reduce por Desciende, los resultados se redujeron a 731.  Por tanto, inferimos que de los sinónimos empleados, “Reduce” es el más conveniente.
En el ejemplo 2, al cambiar “dispositivos electrónicos” por móvil los resultados se dispararon a 19,300, habiendo muchos relevantes para el tema, pero también muchos no-relacionados.  Al cambio anterior agregamos la sustitución de oral y textual por oralidad y textualidad, y los resultados se redujeron nuevamente, ahora a 2,230, pero fueron mucho más relevantes y cercanos al tema.  Por tanto, concluimos que “móvil” en lugar de “dispositivos electrónicos” es más útil, pero combinado con “oralidad” y “textualidad”.
El ejemplo 3 es el más desafiante, pues si bien la primera búsqueda arrojó pocos resultados, éstos eran relevantes.  La mejora de las palabras no siempre es cuestión de sustituir.  Al cambiar “ciudades amigables” por “ciudades accesibles”, los resultados se redujeron a 66 y fueron menos cercanos al tema; esto sucedió porque “ciudades amigables” es un término que está en cierta forma acuñado y que ya tiene un determinado posicionamiento en algunos discursos, lo que no ocurre con “ciudades accesibles”.  Al usar ciudades accesibles (sin comillas) en combinación con ancianos y discapacidad, los resultados aumentaron a 13,300, aunque muchos no fueron relevantes.  Esto sucedió porque separados, los términos de “ciudades” y “accesibles” se asocian con gran variedad de temas.  Un último experimento fue probar quitando ancianos o discapacidad.  Al dejar “ciudades amigables” +discapacidad, obtuvimos 565 resultados bastante relevantes.  Al usar “ciudades amigables”+ ancianos, sólo obtuvimos 309 resultados, aunque bastante cercanos al tema.  En este caso concluimos que ambas búsquedas son convenientes, pero por separado, para una mayor variedad de resultados.
En esta fase, prueba también con variantes entre singular y plural, especialmente en frases entre comillas.
Como verás, hacer búsquedas exploratorias es una forma de identificar los términos más usados, así como los nombres alternativos para referirse al tema de interés.
TIP: Si no se te ocurren sinónimos para tus palabras clave, en internet existen numerosos diccionarios de sinónimos.  También puedes probar con variantes, como sustituir oral por oralidad.Nuestras palabras en otros idiomas
Si ya has agotado los experimentos con tus palabras clave en español, prueba buscar sus equivalentes en inglés o en alguna lengua alterna si ello fuera relevante para tu tema.  Esta estrategia  funciona siempre que tengas algunas competencias de comprensión lectora en la lengua alterna que elijas.
Para identificar la traducción de una palabra a otro idioma en donde el campo de aplicación sea relevante, se sugiere utilizar el IATE (InterActive Terminology for Europe: http://iate.europa.eu/), que es un diccionario en línea que tiene el valor agregado de poder enfocar las consultas a un campo de aplicación determinado, es decir, política, economía, ciencia, etc.  Los idiomas en que traduce son los de la Unión Europea.
Otro recurso valioso para buscar traducciones es el Tesauro de la UNESCO, que “es una lista controlada y estructurada de términos para el análisis temático y la búsqueda de documentos y publicaciones en los campos de la educación, cultura, ciencias naturales, ciencias sociales y humanas, comunicación e información” (http://databases.unesco.org/thessp/).
Las combinaciones es lo que funciona mejor
Como habrás notado al experimentar, las mejores búsquedas combinan al menos dos palabras o frases.  Buscar palabra por palabra no es una buena estrategia, pues ello arroja muchos resultados que no son pertinentes.  En una pesquisa exploratoria, lo ideal es insertar en el campo de búsqueda de dos a cuatro palabras o frases cortas, para acotar la consulta. 
Símbolos que pueden ayudar a acotar resultados
Si bien veremos los operadores Booleanos en un tema posterior, para tus búsquedas exploratorias basta por el momento que manejes tres símbolos clave:
Las comillas: Encierra entre comillas frases que sean una unidad de búsqueda, como “educación a distancia” o “Revolución francesa” para que el buscador las reconozca como tales.  Esto aplica también para términos acuñados, como “ciudades amigables”.
Los símbolos de menos (-) y más (+): Si en tu búsqueda exploratoria detectas que obtienes muchos resultados que no son pertinentes pero que entre sí se repiten, es porque alguna(s) de tus palabras clave también se asocia a dicho tema.  Supongamos que tu búsqueda es acerca de los juicios orales en Chile.  Sin embargo, aunque tus palabras clave son “juicios orales” y “Chile”, obtienes resultados de otros países, como México.  En este caso, la forma de hacer más específica la consulta es “juicios orales” +Chile  -México; ello indica al buscador que quieres todos los resultados que incluyan los dos primeros términos y que excluyan el tercero.
Recuerda, la cantidad de resultados es importante, pero también lo es la calidad de los mismos.  Una combinación entre resultados variados, pero relevantes es lo ideal.  Gran cantidad de resultados, en donde muchos de ellos no son relevantes para nuestro tema, significa que nuestras palabras no son lo suficientemente específicas.  Muy pocos resultados, aunque relevantes, puede significar que nuestra búsqueda está demasiado acotada o que existe poco escrito acerca de nuestro tema.
TIP: Para las búsquedas exploratorias puedes usar buscadores genéricos, como Google o Yahoo! o un buscador académico de amplio espectro como Google Académico.
Identificar las palabras clave es una tarea que te permitirá posteriormente hacer búsquedas más efectivas en el desarrollo de tus labores académicas.  En esta actividad trabajaremos en 6 sencillas fases, procura seguir cada una con atención.
Fase I: Identifica tus palabras clave esenciales
1. Plantea en una oración cuál es tu tema de investigación. Recuerda que puede ser una pregunta, una hipótesis o un problema.
2. Elimina artículos, pronombres, conjunciones y demás elementos gramaticales complementarios. 
3.  Valora adjetivos, adverbios, sustantivos y verbos y determina cuáles te parecen indispensables y cuáles no. Elimina los elementos que no sean indispensables para identificar tu tema.
Lo que queda es tu primera lista de palabras clave esenciales.
Fase II. Realiza una búsqueda con tus palabras clave esenciales
1. Abre el buscador Google Académico (https://scholar.google.es/).
2. Realiza tu búsqueda con las palabras clave esenciales que identificaste.  Ingresa todos los términos en la celda de búsqueda (no uno a la vez) y recuerda entrecomillar las frases o términos acuñados  (procura tener a la mano una libreta o bloc de notas).
3. Anota el número de resultados, así como la relevancia de los mismos.  Para determinar la relevancia, revisa al menos los primeros 20 resultados.
Fase III: Autoevalúa tus palabras clave esenciales
1 punto posible (calificable)
1. El número de resultados obtenidos con tus primeras palabras clave esenciales te arrojó:
Mis palabras no son suficientemente específicas porque obtengo gran cantidad de resultados, pero muchos no son relevantes
Mis palabras parecen adecuadas, porque encuentro bastantes resultados y casi todos son relevantes.
Mis palabras son demasiado específicas o mi tema ha sido poco estudiado porque encuentro pocos resultados.
Algunos problemas tienen opciones como guardar, restablecer, sugerencias o mostrar respuesta. Estas opciones aparecen después de oprimir el botón Enviar.
Fase IV: Experimenta en un buscador con tus palabras clave esenciales para afinarlas
1. Abre el buscador Google Académico (https://scholar.google.es/).
2. Vas a realizar varias búsquedas experimentando con cambios y ajustes en tus palabras clave esenciales.  En cada experimento registra el número de resultados obtenidos y revisa la relevancia al menos de los primeros 20.
Puedes experimentar con las siguientes estrategias:
a) Usa sinónimos para una o varias de tus palabras o frases, o formas alternativas de expresar lo mismo.  Recuerda evitar artículos, pronombres, conjunciones, etc.
b) Usa comillas para frases o términos acuñados y prueba búsquedas sin las comillas.
c) Haz búsquedas en donde ingreses todas tus palabras/frases y otras en las que sólo combines dos o tres.
d) Cambia adjetivos o adverbios por sustantivos o verbos.
e) Busca alternativas a tus palabras clave en otros idiomas.
f) Prueba intercambiar singulares y plurales.
3. Selecciona las palabras/frases que te arrojaron los mejores resultados. Éstas son tus palabras clave afinadas. Recuerda que los mejores resultados no se miden sólo por cantidad, sino por la combinación de cantidad y relevancia.  
Fase V. Autoevalúa tus palabras clave afinadas después de experimentar
1 punto posible (calificable)
1. Después de experimentar con tus palabras clave afinadas en un buscador: el número de resultados obtenidos te arrojó:
Mis palabras no son suficientemente específicas porque obtengo gran cantidad de resultados, pero muchos no son relevantes.
Mis palabras parecen adecuadas, porque encuentro bastantes resultados y casi todos son relevantes.
Mis palabras son demasiado específicas o mi tema ha sido poco estudiado porque encuentro pocos resultados.
Algunos problemas tienen opciones como guardar, restablecer, sugerencias o mostrar respuesta. Estas opciones aparecen después de oprimir el botón Enviar.
Fase VI. ¿Cómo analizo los resultados de mi actividad?
Compara tu primera autoevaluación con la segunda e identifica los elementos que debes tomar en cuenta de acuerdo a las siguientes recomendaciones: 
	Antes de experimentar tus resultados eran…
	Después de experimentar tus resultados fueron…
	Nuestro diagnóstico
	Numerosos, pero muchos irrelevantes (palabras poco específicas)
	Numerosos, pero muchos irrelevantes (palabras poco específicas)
	Necesitas ampliar y profundizar tus alternativas.  Recuerda que para identificar alternativas nuevas puedes usar: diccionarios de sinónimos, diccionarios en otros idiomas (que comprendas) y tesauros.  Te recomendamos: IATE (InterActive Terminology for Europe: http://iate.europa.eu/) y el Tesauro de la UNESCO (http://databases.unesco.org/thessp/).
	
	Escasos, aunque relevantes (palabras muy específicas)
	Necesitas relajar algunos de los criterios que aplicaste.  Recuerda que para lograrlo, puedes retomarsinónimos que te dieron mayor variedad de resultados; suprimir comillas; experimentar con variantes de las palabras que estás usando o traducir tus palabras a otro idioma.
	
	Equilibrados en variedad y relevancia
	Has realizado un ejercicio exitoso para afinar tus palabras clave.
	Equilibrados en variedad y relevancia
	Incrementaron en cantidad, pero perdieron relevancia
	Es posible que hayas agregado alguna palabra demasiado común que aplica a muchos temas o eliminaste unas comillas que eran importantes.
	
	Equilibrados en variedad y relevancia
	No experimentaste demasiado, o tus experimentos fueron acertados.  El mayor éxito se refleja si lograste aún mayor variedad de resultados, pero sin perder relevancia.
	
	Decrecieron en cantidad, aunque siguen siendo relevantes
	Tal vez acotaste demasiado los criterios que aplicaste.  Es posible que estés usando un sinónimo que no es tan comúnmente usado en tu tema o algunas comillas que aplicaste encierran términos que de manera independiente te darían más resultados.  Puede ser que estás usando demasiadas palabras y necesitas probar búsquedas con menos términos.
	Pocos, pero relevantes
	Muchos, pero de éstos, pocos relevantes
	Puede ser que agregaste alguna palabra demasiado común que aplica a muchos temas o eliminaste unas comillas que eran importantes.
	
	Equilibrados en variedad y relevancia
	Has realizado un ejercicio exitoso para afinar tus palabras clave.
	
	Pocos, pero relevantes
	Necesitas ampliar y profundizar en tus alternativas. Recuerda que para identificar alternativas nuevas puedes usar: diccionarios de sinónimos, diccionarios en otros idiomas (que comprendas) y tesauros.  Te recomendamos: IATE (InterActive Terminology for Europe: http://iate.europa.eu/) y el Tesauro de la UNESCO (http://databases.unesco.org/thessp/).  También prueba eliminar comillas y hacer búsquedas en las que uses sólo algunas de tus palabras, en diferentes combinaciones.
Las fuentes de consulta más comunes en trabajos académicos
Fuentes
· ¿Para qué sirven?
· Revistas académicas.
· Discusión académica en torno a un tema.
· Evaluación en el tiempo.
· Cobertura geográfica.
· Principales investigadores estudiando el tema.
· Se aprovechan para los estados de la cuestión.
· Libros
· Teorías con mayor grado de estabilidad y solidez.
· Más utilizadas en marcos teóricos-conceptuales.
· Puedes identificarlos en bibliografías de artículos que hayas seleccionado.
· Noticias
· Sitúan nuestro tema en un contexto del mundo real.
· Problemática en torno a un tema.
· Presentar diferentes ángulos.
· Incluso ubicar fuentes académicas.
Palabras o frases clave: Método de identificación
1. Plantea en una oración tu tema de investigación (pregunta, hipótesis o problema).
2. Quédate sólo con las palabras escenciales. Identifica entre comillas las frases que sean una unidad de búsqueda.
3. Introduce palabras clave en Google, Yahoo o bien un buscador académico de amplio espectro como Google Académico.
4. Revisa los resultados y determina si entre los primeros 10 o 20 encuentras algo relevante.
· Si hay mayor cantidad pero menor relevancia, falta especificar más.
· Si hay mayor relevancia pero menor cantidad, la búsqueda está demasiado acotada o está poco escrito el tema.
· Lo ideal es que haya un equilibro entre cantidad y relevancia.
5. Si los primeros 10 o 20 resultados no son relevantes, utiliza variantes, sinónimos o juega con combinaciones de palabras.
6. Una vez agotadas las opciones en español, prueba con otra lengua que comprendas (puedes usar IATE http://iate.europa.eu y el tesauro de la UNESCO http://databases.unesco.org/thessp ) .
¿Tienen sentido las palabras clave de los artículos científicos?
Adrián Macías-Alegre
Elegir entre “aprendizaje electrónico”, “aprendizaje digital” o “aprendizaje virtual” como palabra clave para un artículo científico puede resultar un dilema para un investigador que no conozca la gestión de un tesauro con el cual debe normalizar las palabras clave de su contribución. De momento, la selección de descriptores con mayor o menor acierto es una exigencia que las revistas científicas hacen a sus autores y éstos los consideran un trámite más en la preparación del envío de un artículo. En la actualidad, con la posibilidad de buscar los artículos por texto completo, ¿resulta útil seguir considerándolas?
La normativa de publicación de casi cualquier revista científica española recoge entre sus requisitos que los autores de los artículos proporcionen, junto al resumen del mismo, un número determinado de palabras clave. Como ejemplo podemos tomar las indicaciones de la Revista de Docencia Universitaria, que piden a sus autores que a continuación del resumen incluyan de 6 a 8 descriptores, recomendándose la utilización del Tesauro de la UNESCO como referencia para seleccionarlos. La primera duda que me surge es si los autores de áreas temáticas distintas de biblioteconomía y documentación van a saber utilizar una fuente ciertamente compleja como un tesauro para producir adecuadamente la cantidad de palabras clave que se les exige.
 
En mi opinión, forjada en parte mediante la colaboración como técnico de apoyo en la realización de varios estudios bibliométricos (López, Vázquez, Román, 2015; López, Vázquez, Sarasola, 2015; Vázquez, López, Cobos, 2014), la mayoría de los autores proporciona las palabras clave como un mero trámite sin utilizar ningún tipo de tesauro ni lenguaje documental normalizado, yendo un poco a ciegas. Un profesor de ciencias de la educación o de matemáticas no tiene por qué saber normalizar términos con la pericia de un documentalista. Igualmente podría argumentarse sobre la creación del resumen de los artículos, puesto que no en todos los casos se encuentran textos que sean verdaderamente útiles para comprender el sentido y alcance de la publicación sin ni siquiera llegar a leerla. Es decir, no cumple el papel de ahorrar tiempo y esfuerzo al investigador para decidir si lo incluye o no en su bibliografía. Por ejemplo, en los artículos de ciencias sociales a veces no se incluye la designación de la metodología utilizada, información que muchas veces queda para la intuición. Además, te encuentras desde resúmenes muy difusos o que repiten las mismas palabras que en el epígrafe de introducción hasta otros como los elaborados en la revista Adicciones que, por su nivel de detalle, se encuentran en las antípodas de lo que según mi experiencia se suele proporcionar.
 
Continuando con las palabras clave, como me indicaba recientemente Jorge Serrano-Cobos, con la búsqueda a texto completo implantada en la mayoría de sistemas y bases de datos que indexan los artículos, las palabras clave resultan “un mero trámite, un residuo de otros tiempos”, que incluso un buscador tan principal como Google ha decido obviar (Serrano-Cobos, 2015, p. 103). Por tanto, ¿por qué seguimos pidiendo una información que no tiene mucho sentido en la actualidad, con muchas posibilidades de ser expresada sin normalización, y a personas que saben de la materia de su artículo, pero que no tienen por qué conocer el uso correcto de un lenguaje normalizado de materias?
 
Si las palabras clave tal y como se vienen disponiendo son verdaderamente útiles, de lo cual dudo como expreso en el párrafo anterior, ¿no sería más apropiado que fueran elaboradas por la propia revista una vez elegidos los textos que finalmente se van a publicar? En concreto, pienso que tendrían que llevar a cabo este trabajo aquellos miembros del consejo de redacción que figuran como editores y que como tal tendrían que tener conocimientos suficientes para que los artículos fueran publicados conforme a la normativa expresada en la revista. Aunque la realidad es que, a veces, el puesto de editor se corresponde con una designación honorífica o prestigiosa para docentes e investigadores, en lugar de personas versadas en la aplicación de tesauros y en la edición profesional de textos científicos.
 
Una revista que parece un buen modelo a seguir es BID: textos universitaris de biblioteconomia i documentació. Tienevarios aspectos positivos según lo comentado en líneas superiores. En sus instrucciones para autores únicamente piden el resumen del texto, en el que el autor deberá incluir información relativa a objetivos, metodología y resultados, de manera que en sí mismo ya resulta bastante útil para descartar o emplear un artículo en un trabajo de investigación sin ni siquiera llegar a leer el propio artículo. En lo que respecta a las palabras clave, no se exige a los autores la elaboración de las mismas, sino que la propia revista incluye un enlace en cada artículo de los metadatos realizados con Dublin Core por el portal Temaria, especializado en la indexación de revistas de biblioteconomía y documentación. Entre ellos aparece el elemento subject, que permite describir el documento por temática o materias a partir de descriptores normalizados provenientes del tesauro de biblioteconomía y documentación elaborado por el CINDOC.
 
Creo que el modo de proceder de la revista BID y de otras tantas publicaciones científicas, que están registrando de forma normalizada los metadatos de los artículos, es la tendencia hacia la que tienen que comenzar a caminar las publicaciones científicas en los próximos años. Primero para evitar que los autores de los artículos tengan que elaborar un contenido que ya no tiene demasiada validez en la era de la publicación digital y para el que no están preparados (ya tienen bastante con producir el propio artículo) y, segundo, dado que ni siquiera aporta valor a las publicaciones tal y como se venían produciendo, esta responsabilidad podría asumirse desde los consejos editoriales por especialistas que afinn los términos clave y evitn errores relacionados con la polisemia, la sinonimia y la falta de precisión, e incluso que realicen una catalogación especializada de los contenidos que aumente su visibilidad web y abra la puerta a métricas menos convencionales (Mas-Bleda y Aguillo, 2015). 
 
Para saber más:  
 
López, E.; Vázquez, E.; Román, P. (2015). “Análisis e implicaciones del impacto del movimiento MOOC en la comunidad científica: JCR y Scopus (2010-13)” [Analysis and Implications of the Impact of MOOC Movement in the Scientific Community: JCR and Scopus (2010-13)]. Comunicar, 44, 73-80. 
 
López Meneses, E.; Vázquez-Cano, E.; Sarasola, J.L. (2015). “Estudio Bibliométrico Pixel-Bit. Revista de Medios y Educación (2000-2013)”. Pixel-Bit. Revista de Medios y Educación, 46, 65-85. 
 
Mas-Bleda, A.; Aguillo, I. F. (2015). La web social como nuevo medio de comunicación y de evaluación científica. Barcelona: Editorial UOC (El Profesional de la Información, 2). 206 p. ISBN: 978-849064-922-0.
 
Serrano-Cobos, J. (2015). SEO. Introducción a la disciplina del posicionamiento en buscadores. Barcelona: Editorial UOC (El Profesional de la Información, 3). 200 p. ISBN: 978-84-9064-956-5.
 
Vázquez-Cano, E.; López Meneses, E.; Cobos Sánchiz, D. (2014). “Estudio Bibliométrico de Profesorado”. Revista de Currículum y formación del profesorado (1997-2013). Revista de Currículum y formación del profesorado, vol. 18, n.o 3, p. 191-212. 
 
Cita recomendada
MACÍAS-ALEGRE, Adrián. ¿Tienen sentido las palabras clave de los artículos científicos? COMeIN [en línea], mayo 2016, núm. 55. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/c.n55.1633
investigación; terminología; 
Adrián Macías-Alegre
Estudiante del MU en SIC de la UOC
Director de Dokumentalistas.com
@amaciasalegre 
Juana necesita identificar a los principales investigadores que están trabajando su tema de investigación. ¿Qué fuente le resulta mejor?
Revistas académicas
Libros
Noticias
correcto
Pedro está haciendo el marco teórico de su investigación ¿cuáles serán sus fuentes principales?
Revistas académicas
Libros
Noticias
correcto
Luis requiere identificar elementos de la vida cotidiana para contextualizar su tema de investigación. ¿cuál es la mejor fuente para eso?
Revistas académicas
Libros
Noticias
correcto
Si en tus resultados de búsqueda obtienes más cantidad que relevancia quiere decir que…
La búsqueda es demasiado acotada o se ha escrito poco del tema
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Las palabras clave son adecuadas
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