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BALONCESTO El Basquet segun Pedro Martinez - Alberta García

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LA BIBLIOTECA DEL BASKET
ZONA131
La BIBLIOTECA DEL BASKET ZONA131
es un novedoso proyecto editorial de
ZONA131 EDICIONES DE BASKET
especialmente dirigido a los aficionados y locos de
nuestro deporte, pero también a quienes deseen 
llegar a serlo, que arranca con dos
títulos de enfoques diferentes: un amplio y 
documentado reportaje y una entrevista en
profundidad de carácter puramente técnico.
Cada uno de ellos, a un precio excepcional
de lanzamiento: 6,25 euros.
Confiamos en que ambos logren el respaldo de los
lectores y que, gracias a ellos, el proyecto
tenga continuidad.
PRIMEROS TÍTULOS
8 PIES. Una historia de gigantes
Jordi Román
El basket según PEDRO MARTÍNEZ
Julián Felipo
TODA LA INFORMACIÓN EN:
www.zona131.com
El basket según
PEDRO
MARTÍNEZ
Julián Felipo
BIBLIOTECA DEL BASKET
ZONA 131 EDICIONES DE BASKET
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Diseño de portada: ZONA131 EDICIONES
Foto Portada: Emilio Cobos (Gigantes del Basket)
© ZONA131 EDICIONES DE BASKET S.L.
Deu i Mata, 26 08014 Barcelona
Fax: 93.4185650
página web: www.zona131.com
correo electrónico: info@zona131.com
Primera edición: diciembre 2004
Impresión: Publidisa S.A.
ISBN: 84-934191-1-7
Depósito legal: 
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“El Gran Canaria es un fiel reflejo sobre la pista del
entrenador que tiene”
(Sergio Valdeolmillos)
“Pedro es vital. Lleva haciendo un trabajo 
extraordinario con este equipo desde que llegó. Está
claro que los jugadores también somos responsables
de la buena marcha del equipo, pero la forma de
juego lleva su sello, y eso es muy importante”
(Gonzalo Martínez)
“Con Pedro Martínez aprendí que para jugar a esto
hay que ser listo, estudiar muy bien a los rivales.
Gracias a él sé que puedo jugar en la ACB”
(Fran Vázquez)
7
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INDICE
PAG
Introducción.................................................... 11
Ficha técnica................................................... 15
La motivación.................................................. 19
El estilo de juego y las influencias................... 23
Libertad versus control.................................... 27
El jugador........................................................ 29
Las rotaciones................................................. 33
La táctica y el método de trabajo.................... 37
La constancia del día a día............................... 41
Así se preparan los partidos............................ 47
El entrenador como psicólogo.......................... 51
El ritmo de juego y el ataque........................... 55
La defensa: básica para ganar......................... 61
El rebote.......................................................... 65
Situaciones especiales..................................... 69
El tiempo muerto............................................. 73
La comunicación en el equipo.......................... 77
La relaciones externas..................................... 83
El basket del futuro..........................................87
El papel del entrenador.................................... 91
9
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INTRODUCCIÓN
Si un género abunda dentro de la literatura relaciona-
da con el baloncesto es el de los manuales. Casi cada
año se publican obras de carácter práctico destinadas
especialmente a los entrenadores, con profusión de
gráficos de sistemas o ejercicios que se ponen en mar-
cha con más o menos éxito en sus respectivos equipos.
Algunas de ellas son extractos de clínics o conferencias,
o simplemente tratados para el desarrollo de algún
concepto de moda o de los movimientos tácticos más
clásicos.
Detrás de estos métodos de trabajo subyacen los
principios y convicciones de los entrenadores que los
utilizan, una base teórica en muchas ocasiones no
expuesta pero que puede servir para comprender las
claves de la filosofía que guía su trabajo. 'EL BASKET
SEGÚN...' intenta profundizar en este corpus teórico en
un intento de reflejar sus puntos de vista y sus creen-
cias dentro del debate técnico actual.
¿Cuanta gente debe ir al rebote y cuánta preservar
el balance defensivo? ¿Cambian mucho las estrategias
en función de los jugadores? ¿Cuántos sistemas se uti-
lizan en un equipo de la ACB? ¿Cómo resulta más efec-
tivo el uso del tiempo muerto? Son algunas de las pre-
guntas que muchos técnicos o aficionados se realizan
durante una temporada a la hora de 'entender' el
baloncesto que un entrenador de éxito trata de poner
en práctica. Algunas de esas tesis pueden responder a
las modas o tendencias que se imponen en cada
momento pero la mayoría han sido profundamente
11
meditadas y obedecen a unas necesidades o a la per-
secución de unos objetivos concretos.
Pedro Martínez, uno los entrenadores jóvenes en
activo con mayor grado de experiencia en el basket
español, da una visión personal de estos desafíos teó-
ricos en este libro. Miembro de la generación del boom
del basket en los 80, llegó a la elite en un momento
peculiar y ha vivido experiencias en distintas categorí-
as y en selecciones. Ha trabajado junto a entrenadores
de gran prestigio españoles y americanos, entre otros,
y ha sido, si a los resultados nos ceñimos, uno de los
más regulares en las competiciones españolas en eta-
pas distintas.
Formado primero como jugador y luego como entre-
nador en el Colegio Alpe de Barcelona, dio sus prime-
ros pasos en las categorías inferiores del Sant Josep de
Badalona para dirigir luego al primer equipo de esta
entidad en la extinta Segunda División Autonómica.
Sus primeros grandes éxitos los vivió en el equipo
júnior del Joventut de Badalona, con el que conquistó
en tres ocasiones el Campeonato de España dirigiendo
a jugadores como Juanan Morales, Tomás Jofresa,
Carles Ruf, Jordi Pardo o Dani Pérez que estaban llama-
dos a tener un brillante futuro profesional en la elite.
Tomó la alternativa del primer equipo verdinegro en
marzo de 1990 tras la destitución del estadounidense
Herb Brown y llevó al equipo a la conquista de la Copa
Korac de esa temporada. A continuación Martínez diri-
giría durante cuatro temporadas con resultados ópti-
mos al TDK Manresa, uno de los clubs pioneros en la
creación de una estructura profesional en la que desta-
caba la presencia de un general manager, en esa oca-
sión Ángel Palmi. En la temporada 1993-94, al frente
del equipo manresano, fue elegido Mejor Entrenador
del Año de la ACB y alternó labores en los equipos ACB
con el cargo de entrenador ayudante de la selección
española absoluta en su participación en el Eurobasket
de 1993 y 1995.
Regresó en 1994 al Joventut teniendo que hacer
12
frente a una etapa de cambio de proyecto absoluto tras
de la consecución de la Liga Europea. Los resultados no
acompañaron y acabó dimitiendo después de 22 jorna-
das. Durante unas temporadas alternó labores de
comentarista técnico en diversos medios de comunica-
ción con algunas oportunidades en los banquillos del
Baloncesto Salamanca y del Covirán Granada. En la
campaña 1999-2000 se hizo cargo del Menorca en la
LEB consiguiendo contra todo pronóstico la clasificación
para el playoff semifinal de esta competición. Tras su
exitoso paso por el Tenerife, en esta misma categoría,
regresó a la ACB al frente del Auna Gran Canaria, con
el que ha conseguido la clasificación para la Copa del
Rey de Valencia 2003 y para los playoff de las tempo-
radas 2003 y 2004.
“Mi basket de ahora no es el de los inicios. Se ha ido
adaptando porque hay tendencias que se van marcan-
do y te vas concienciando de cosas que son más impor-
tantes”, asegura Pedro en esta larga charla acerca de
su evolución y los principios que inspiran su actual
baloncesto.
13
14
FICHA TÉCNICA
Nombre: Pedro Martínez Sánchez
Fecha de nacimiento: 29/06/1961
TRAYECTORIA
COLEGIO ALPE
COLEGIO CLARET
SANT JOSEP DE BADALONA
Técnico de las categorías inferiores.
Entrenador del equipo senior en Segunda División
JOVENTUT DE BADALONA
Equipo júnior (1986-89)
Entrenador ayudante equipo senior (1989-90)
Entrenador del equipo senior (1990)
Entrenador del equipo senior (1994-95)
TDK MANRESA
Entrenador del equipo senior (1990-94)
BALONCESTO SALAMANCA
Entrenador del equiposenior (1995-96)
COVIRÁN GRANADA
Entrenador del equipo senior (1997-98)
MENORCA BASQUET
Entrenador del equipo senior (1999-00)
CLUB OURENSE BALONCESTO
Entrenador del equipo senior (2001)
TENERIFE CB
Entrenador del equipo senior (2001-02)
GRAN CANARIA
Entrenador del equipo senior (2002- )
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PALMARÉS
CAMPEÓN de la Copa Korac con el Joventut Badalona
en la temporada 1989-90.
CAMPEÓN de España Junior con el Joventut Badalona
en las temporadas 1986-87, 1987-88 y 1988-89.
MEDALLA de Bronce con la Selección Nacional Sub-23
en el Campeonato de Europa de Ljubljana-94.
NOMINADO Mejor Entrenador de la temporada 1993-94
por la revista "Gigantes del Superbasket"
NOMINADO Mejor Entrenador del Año en la temporada
1993-94 por la Asociación Española de Entrenadores de
Baloncesto (AEEB)
En el verano de 1993 ocupa el cargo de entrenador-
ayudante de Lolo Sáinz en la Selección Nacional par-
ticipando en el Campeonato de Europa de Alemania
En el verano de 1994 ocupa el cargo de Seleccionador
Nacional Sub-23 participando en el Campeonato de
Europa de Ljubljana
Entrenador del ACB All Star de Zaragoza-90
16
LA MOTIVACIÓN
“Saber llegar a los jugadores es básico”
Para muchos, el banquillo no ha sido más que la
última o penúltima etapa de una carrera deporti-
va de más o menos éxito como jugador, el desti-
no lógico en una fase determinada de la vida para
mantener el vínculo con este deporte. En tu caso,
¿por qué entrenas?
Porque me gusta el baloncesto. Si no fuera entrenador
profesional sería entrenador no profesional y, si no,
sería aficionado. Vería los partidos por televisión y asis-
tiría a los pabellones porque es un deporte que siem-
pre me ha atraído. Por la dedicación que le he tenido
durante muchos años, y el estar en el sitio adecuado y
en el momento preciso, me puedo dedicar profesional-
mente a ello. El día que no sea entrenador profesional
seguiré entrenando. Y aficionado lo seré siempre.
¿El gusanillo de cuando empezaste sigue vivo o la
motivación actual para seguir entrenando es dis-
tinta?
No, ahora es una motivación diferente. No es lo mismo
cuando todavía eres jugador y entrenas y sacas horas
de cualquier sitio para entrenar, no importa a quien
porque lo que interesa es ser entrenador. Ahora veo las
cosas diferentes, me siento motivado para entrenar
pero no tendría la misma pasión para entrenar a niños
que cuando empecé.
¿Qué te motiva más: llevar un equipo modesto
con aspiraciones limitadas o uno grande con
enormes ambiciones?
19
Me motiva todo. No tengo demasiada experiencia con
equipos grandes pero la motivación es la misma: por
encima de todo existe un reto que consiste en alcanzar
unos objetivos que te marcas. Hay que ir a por ellos y
estar al cien por cien. Por lo tanto, más que motivación,
hay dificultad y mentalmente ésta es mayor en un
equipo grande que en uno pequeño por la presión, por
la repercusión que va a tener conseguirlo o no. En cam-
bio, técnica y tácticamente la dificultad es mayor en un
equipo pequeño porque los jugadores son peores y te
vas a tener que enfrentar a equipos que están mejor
dotados. Mentalmente es más difícil llevar un equipo
con aspiraciones de quedar campeón que uno que aspi-
ra a salvarse, para empezar porque, aunque salvarse
tiene dificultades, hay más que se salvan al final de
temporada que los que quedan campeón, que solamen-
te es uno.
Constantemente oímos declaraciones de entrena-
dores que exigen más refuerzos e inversión en
sus equipos. Parece como si a los entrenadores
actuales les costara asumir retos complicados en
equipos con escasos recursos
No creo que se pueda generalizar....Es evidente que
para conseguir grandes objetivos hacen falta grandes
inversiones. Aun así, la mayoría se adapta a los refuer-
zos o inversiones que el club puede realizar. Si esas
declaraciones son para presionar a los dirigentes para
que tomen decisiones me parece mal. Si son para jus-
tificar malos resultados también me parecen mal...
¿Cuál es para ti el momento más agradable de la
semana durante la temporada normal?
Cuando estoy más a gusto es el día del partido por la
mañana, cuando el trabajo ya está realizado. Has pen-
sado en todo lo que tenías que pensar y pasas el día
más relajado, con los nervios propios del partido pero
pensando que si la semana ha ido bien y se han logra-
do los objetivos marcados las cosas tienen que salir.
20
Eso en una semana normal, hay también otros buenos
momentos pero están más ligados a los resultados.
¿Y el momento que se hace más pesado o incó-
modo?
La respuesta es más resultadista. No hay momentos
malos y los que hay tienen que ver con los resultados.
Quizá después de una derrota el tener que afrontarla
con los jugadores a la semana siguiente, especialmen-
te si eso ha provocado conflictos en el equipo o con
periodistas y directivos. Suelen venir dados por un
resultado negativo.
¿Qué te gusta más: analizar las posibles solucio-
nes tácticas para plantear un partido o comuni-
carlas al equipo?
Es más difícil lo segundo que lo primero. El saber llegar
a los jugadores es básico porque por muy buenas refle-
xiones o ideas que tengas se van a quedar en eso,
ideas. Cuando llegan a calar es cuando pasan a ser
parte del bagaje táctico del equipo. Transmitir ideas
tiene mucho que ver con saberlas explicar bien y que
el que las reciba tenga una buena disposición para
entenderlas y llevarlas a la práctica.
21
22
ESTILO DE JUEGO E INFLUENCIAS
“Para mí, el concepto fundamental del juego
es el de los espacios”
La mayor parte de entrenadores presumen de
tener una filosofía adaptable a las características
de los jugadores con que cuentan en cada
momento pero es lógico pensar que, sobre el
papel, existe un sello personal e intransferible en
el basket que pregonan, adaptable luego más o
menos a los equipos concretos. ¿Cuáles son los
principios básicos en tus equipos?
Hay mucho de tópico en estas definiciones, todos deci-
mos siempre lo mismo: queremos defender muy agre-
sivo o defender muy inteligente. Intentando alejarme
del tópico diría que hay para mí un aspecto básico del
juego y son los espacios. Intento que sea algo muy
pensado y trabajado. También me gusta un baloncesto
veloz y poco especulativo, de intentar anotar rápido en
contraataque. En defensa, me decanto más por el mar-
caje individual que de otro tipo.
¿Es ése el estilo con el que empezaste o se ha ido
adaptando y cambiando?
Se ha ido adaptando porque hay tendencias que te van
marcando y te vas concienciando de cosas que son más
importantes. Así, prestas más atención a determinados
aspectos del juego ahora que hace diez años. También
hay diferencias porque ha habido cambios importantes
en el Reglamento que han obligado a ir en una direc-
ción determinada como, por ejemplo, los 24 segundos
de posesión. Hace unos años jugábamos con un ritmo
más lento, los sistemas de juego también eran más
elaborados y tenían más opciones. Ahora, con los 24
23
segundos, que en realidad son menos porque te obli-
gan a tirar antes de que acaben, los sistemas tienen
menos opciones y el objetivo es mucho más claro. Hoy
en día se busca más rápido el objetivo y antes se daban
más vueltas para llegar al final al mismo sitio. También
hay más interés ahora por anotar más rápido que antes
sabiendo que en cuanto se pierda una oportunidad de
hacerlo a lo mejor vas a tener problemas por el reloj.
Defensivamente también hay aspectos que marcan los
24 segundos como presionar al base rival para que no
coja el balón rápido. Se intenta retrasar ahí unos
segundos o se obliga a que el balón lo baje otro juga-
dor para conseguir que la organización sea más lenta y
tenga más problemas.
¿Cuáles han sido tus fuentes de inspiración prin-
cipales?
Creo que todos los entrenadores con los que he tenido
contacto. Los grandes entrenadores que han trabajado
en España en los últimos años y con los que he tenido
la oportunidad de trabajar más cerca. También estoy
muy interesado en las actividades para entrenadores
tipo clínic, las cuales creo que son muy interesantes
para mejorar y reflexionar.¿Sigues la NBA como referencia actual para tu
trabajo?
Algo de referencia puede servir pero ahora mismo para
buscar referentes estoy más interesado en los entrena-
dores europeos que en los de la NBA. El tipo de com-
petición y las diferencias en el reglamento hacen que
sean mucho más interesantes los europeos
¿De quiénes has aprendido más: de entrenadores
españoles, americanos, balcánicos?
Globalmente de los españoles porque han sido con los
que he tenido más contacto. Luego, han venido influen-
cias de otros sitios.
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La base para el éxito es jugar bien o ganar?
Creo que va ligado: si haces las cosas bien tienes más
posibilidades que ganar.
La pregunta correcta sería si tus equipos juegan
más para la grada o para el resultado
Para el resultado. Sí se puede hacer una táctica brillan-
te y espectacular pero hay más posibilidades de ganar
con otra no espectacular cualquier entrenador va a
escoger la segunda. El principal objetivo de un entre-
nador es ganar y utilizará las tácticas que le lleven a
eso. Esto vale para todos los deportes y para todos los
entrenadores.
¿La personalidad de los entrenadores se refleja
en el juego de sus equipos?
Sí. Hay multitud de decisiones que el entrenador toma
y que influyen directamente en el juego. Esas decisio-
nes tendrán que ver con la personalidad del entrena-
dor, serán más conservadoras o mas arriesgadas, más
agresivas o menos, etc. 
¿Qué rasgo especial de tu carácter se puede ver
en el equipo?
Es difícil contestar a esta pregunta sin que parezca que
te estás vendiendo. Queda feo decir que tus equipos
son muy ganadores y todo eso. En mi caso sí creo que
soy una persona bastante disciplinada en mi forma de
comportarme y, siempre que puedo, intento que ese
sello esté en los equipos y que también sean disciplina-
dos. Seguramente para lo bueno y para lo malo yo
influyo en el equipo.
25
26
LIBERTAD VERSUS CONTROL
“Cuando las cosas han sido más sencillas hemos 
tenido mejores resultados”
El debate entre el control o la ausencia de inter-
vención de un entrenador en los métodos de
juego de un equipo ha estado siempre presente.
¿Los mejores resultados los has conseguido
dando mayor o menor margen de libertad a los
jugadores?
Lo de la libertad es un poco relativo porque cualquier
jugador ha de estar sometido a un esquema y una dis-
ciplina y no debe sorprender a los compañeros a la hora
de tomar decisiones. Pero sí que creo que cuando las
cosas han sido más sencillas hemos tenido mejores
resultados. Cuando hemos hecho en ataque y defensa
cosas menos rebuscadas es cuando las cosas han ido
mejor. Pero eso tampoco es sinónimo de libertad por-
que los equipos, para tener éxito, tienen que tener dis-
ciplina. Es clave que los jugadores tengan claro los
objetivos de la táctica y que esa táctica este adecuada
a las características de los jugadores.
Parece que hoy se lleva más la tendencia a
esquematizarlo todo
Puede ser que sea así.
¿Por qué? ¿Es la influencia del basket yugoslavo?
Probablemente porque ellos son muy buenos en eso. El
Barcelona, por ejemplo, tiene muchas formas diferen-
tes de anotar pero básicamente casi siempre son las
mismas: para Bodiroga, Navarro, Fucka…y la cuarta
opción casi no la hay. El Barcelona juega muy esque-
matizado y sabe siempre lo que va a pasar. Otra cosa
27
es que la resolución la hagan con jugadores con gran
calidad o mucho talento. El Barcelona juega tremenda-
mente controlado.
¿Eres partidario de que el entrenador le vaya
marcando al base las jugadas de ataque desde el
banquillo cada vez?
No. El base debe sentirse responsable de las decisiones
y con eso estás mediatizándole. Los habrá que lo verán
con menos claridad y entonces el entrenador podrá ser
más influyente en sus decisiones pero lo ideal creo que
es haber hablado antes con el base y haber llegado a
un consenso para que al final sea él quien tome las
decisiones. De todas maneras, siempre es importante
la comunicación, especialmente con el base, ya que es
el jugador que más tiempo tiene el balón en las manos
y además tiene responsabilidades diferentes a los otros
jugadores, por lo tanto, ocasionalmente tampoco se
debe descartar marcarle alguna jugada a realizar.
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EL JUGADOR
“El jugador ideal es el que es capaz de hacer cosas
diferentes en la pista aunque un tirador especialista
no le sobra nunca a un equipo”
Si hubo un entrenador que logró sacar máximo
partido de un grupo de ‘especialistas’ ése fue
Chuck Daly con los Detroit Pistons de principios
de los 90. Aquellos se antojan lejanos y ahora
parece que el basket camina cada vez más hacia
la configuración de grupos versátiles. ¿En tus
equipos eres más partidario de tener jugadores
especialistas o jugadores polivalentes que pue-
dan hacer varias cosas medianamente bien?
Las dos cosas. No puedes tener un equipo con diez
especialistas porque será difícil encajar eso ni diez
jugadores capaces de hacer todo pero que no desta-
quen bien en nada. Lo ideal es tener un cierto equili-
brio. Los mejores son los jugadores capaces de hacer
de todo.
¿Es verdad que el basket tiende hoy a los jugado-
res más polivalentes que especialistas?
Puede ser. Yo creo que eso, en parte, es también
influencia del marcador de 24 segundos. Por ejemplo,
ahora los aleros también deben ser capaces de bajar el
balón ante una presión. Antes se podía tardar más o
menos en hacerlo pero cuando llegaba al otro campo
aún había tiempo para organizar el ataque. Ahora ya
no, se ha de ir más rápido. También debe haber juga-
dores que, cuando quedan por ejemplo seis segundos
de posesión, sepan jugar un uno contra uno y sepan
resolver en esas situaciones. El jugador ideal es el que
es capaz de hacer cosas diferentes en la pista aunque
un tirador especialista no le sobra nunca a un equipo.
29
De todos modos, si el tirador sólo tira y no defiende, ni
pasa bien el balón, ya es demasiado especialista.
Ginobili, por ejemplo, es un jugador muy polivalente,
penetra, pasa, tira de tres puntos, es un gran pasador
en trafico, defiende, ayuda en el rebote, puede defen-
der a jugadores mas grandes. Si hablamos del jugador
del futuro será parecido a él.
¿Cuál es el mejor especialista que has tenido y
cuál el mejor jugador polivalente?
De los últimos años, Francesc Sabaté, como especialis-
ta defensivo, consiguió casi todos los objetivos que le
propuse. Jason Klein es un buen especialista en el tiro
de tres puntos. Como polivalente, probablemente Larry
Lewis o Marcus Goree.
¿Es necesaria la presencia de un líder en el equi-
po?
Un líder acaba saliendo, otra cosa es que eso sea más
o menos forzado. Siempre va a haber alguien que mar-
que una tendencia de hacia dónde debe ir el grupo. Lo
ideal es que sea alguien que lo haga de forma natural,
no le suponga esfuerzo y tenga credibilidad en el grupo
pero a veces no se produce esa situación y hay dos o
tres jugadores que marcan una tendencia.
¿Normalmente tiene que ser el jugador con
mayor calidad técnica y capacidad de anotación?
Eso es cuando es más fácil pero no necesariamente
debe ser así. Si es el mejor jugador es más fácil por-
que así todos van a tener más facilidad para creer en
él que en uno que juega 5 minutos por partido.
¿Qué pasa cuando el de más talento es también el
más joven?
Ese jugador irá poco a poco marcando el territorio para
convertirse con el tiempo en un jugador importante. De
entrada no lo va a ser porque él no se va a sentir espe-
cialmente a gusto en ese papel y tampoco va a estar
30
reconocido. Los jugadores veteranos suelen reconocer
con facilidad al jugador con talento. 
¿El que haya un líder puede acabar chocando con
el trabajo del entrenador?
No necesariamente. Dependerá del carácter de ambos
pero en general no. No es demasiado inteligente por
parte del entrenador chocar con el líder. Hay que inten-
tar aunar mentalidades y esfuerzos. El equipo esta por
encima del líder y del entrenador.
¿Cuál es el mejor líder que has tenido en un equi-
po?
Con el que he alucinado más por la forma en cómo era
líder, no con palabras sino más con su ejemplo y forma
de ser,es Chichi Creus. No era un líder como lo puede
entender la gente porque nunca le decía a los demás lo
que tenían que hacer pero con su mentalidad, carácter
y experiencia lideraba. No lo era en la forma tópica que
se comenta de, por ejemplo, Fernando Martín. Chichi
no era así, no hacía demasiados comentarios y no cho-
caba nunca con el entrenador, la verdad es que era una
gran ayuda.
¿Cuando en un equipo coinciden dos líderes anta-
gónicos, cómo se maneja eso?
No es algo que el entrenador pueda manejar, crear o
potenciar. El grupo tiene su propia vida y a veces puede
pasar que haya varios jugadores que tengan esa capa-
cidad de liderazgo y que choquen entre ellos o que
haya problemas. El entrenador debe hacer ver que
algunos valores como el equipo y los objetivos del club
estén por encima de esos dos líderes para que el grupo
se aferre a ellos pero está claro que puede ser una
situación de cierta conflictividad. No es demasiado
bueno que ese tipo de situaciones perduren en el tiem-
po.
31
32
LAS ROTACIONES
“Tender al reparto equitativo, sin que sea exacto, es
lo ideal para que todos se sientan responsables”
Desde que Aíto empezó a utilizarlas con profusión
en España, las rotaciones de jugadores durante
un partido han ido a más. Hoy en día es extraño
el equipo de elite que limita su juego a un cinco
inicial y renuncia a dar cierta preponderancia
también a los suplentes. ¿Tu basket ha tendido a
rotaciones equilibradas o al uso de pocos jugado-
res en los partidos?
En eso también existe una tendencia. Hace muchos
años se jugaba con seis o siete jugadores. En los últi-
mos años casi todo el mundo jugaba con ocho y actual-
mente la tendencia natural es hacerlo con nueve o diez.
Es lo que hago yo ahora. Eso más o menos lo usa todo
el mundo pero lo interesante es la forma de reparto de
minutos. Eso dependerá de los jugadores. Si hay una
gran diferencia entre los dos bases, por ejemplo, podrá
haber un reparto de 33-7. ¿Lo ideal? Sería 22-18,
cuando ambos son capaces de jugar lo mismo y sin que
eso merme su confianza porque el problema de repar-
tir mucho los minutos es que los jugadores pueden no
sentirse a gusto y tienen más miedo al fallo porque
saben que eso les puede llevar al banquillo y en esa
dinámica la rotación puede ser contraproducente.
Cuando el entrenador consigue que esos cambios no
sean por un error sino porque ésa es la dinámica y eso
es lo mejor para todos, hay mucho ganado. Hay que
tener mucho cuidado a principio de temporada de no
hacer cambios por tiros fallados o por errores normales
en el juego sino porque ésos son los minutos a repar-
tir para tener una buena respuesta al esfuerzo y para
33
que todo el mundo se sienta involucrado. Tender al
reparto equitativo, sin que sea algo matemático, es lo
ideal para que todos se sientan responsables.
¿El incremento de las rotaciones responde a una
mayor exigencia física del basket actual?
Sí. El basket tiene una exigencia física mucho mayor
que antes. Los jugadores hacen ahora muchas cosas.
Antes se hacía una ayuda y ya está; luego se habló de
hacer segundas y terceras ayudas. Tampoco antes se
presionaba tanto el balón ni se hacían tantos 'body-
check'. La exigencia física, por ello, ha aumentado y
aunque los jugadores son atletas es imposible estar
muchos minutos a un gran nivel de exigencia física. Eso
lleva a que necesiten más descansos.
Dean Smith instauró un sistema durante algún
tiempo para que los jugadores solicitaran el cam-
bio voluntariamente cuando se vieran sin fuerzas
para rendir al nivel que se les exigía levantando
el puño. ¿El reparto de los minutos choca mucho
con el afán del jugador por seguir jugando? ¿Es
posible un método así en el basket europeo o
español?
El reparto choca con el interés del jugador profesional
porque éste tiene dos principales afanes: ganar el
máximo de dinero posible y jugar los máximos minu-
tos. Luego ya vienen otras cosas pero están muy por
detrás de estas dos. El de los minutos de juego es uno
de los principales motivos de conflicto pero los jugado-
res también han de entender, y en general lo entien-
den, que en un basket como el de ahora de mucha
intensidad nadie puede jugar 40 minutos, ni siquiera
38, y que son necesarios los descansos para rendir al
máximo nivel. Hay jugadores que les cuesta más
entenderlo y otros que son capaces de estar en la pista
produciendo mucho estadísticamente pero sin trabajar
mucho para el equipo, es decir, tomándose descansos
y reservándose para rebotear, sacar faltas o meter
34
puntos. El jugador que hace esto no ayuda al equipo a
ganar y el entrenador debe tender a ir eliminándolo.
¿Te encuentras con jugadores que, al revés, asu-
man que su desgaste es grande y no puedan
jugar más sacrificando sus minutos de pista?
Sí los hay pero el entrenador debe ser capaz de verlo y
adelantarse antes de que el jugador pida el cambio. De
todos modos, sí que hay y he tenido varios que cuan-
do están cansados piden el cambio.
35
36
LA TÁCTICA Y EL MÉTODO DE TRABAJO
“La mayoría de las tácticas han venido después del
Reglamento”
El basket se ha caracterizado durante sus más de
cien años de historia por la constante evolución,
lo que no ha impedido que algunas reglas que se
mantienen sean las mismas o similares a las que
se crearon en sus inicios. ¿En el campo táctico,
cuál ha sido el ‘invento’ que ha perdurado más en
este deporte?
Yo creo que la zona. La primera defensa que debió
haber sería individual, cada oveja con su pareja, y la
zona debió ser de las primeras variaciones que se hicie-
ron tácticamente y hoy aún perdura. Evidentemente no
es la misma zona ahora que cuando no había línea de
tres puntos, como tampoco era la misma cuando sólo
había uno o dos especialistas en el tiro que ahora, que
todo el mundo es más o menos capaz de tirar. Ahora
los hombres grandes son peligrosos también desde
lejos de la zona y antes sólo eran peligrosos cerca del
aro. Por eso debió empezar la zona, para defenderse de
ellos cerca del aro. Luego, creo que la mayoría de las
tácticas han venido después de los cambios en el
Reglamento. Los cambios en el mismo han provocado
cambios que han perdurado más o menos tiempo.
¿Hay alguna tendencia táctica actual que no
parezca tener mucho sentido?
Las tácticas que se usan vienen porque se piensa que
pueden ser beneficiosas para las características de los
jugadores. Depende, por tanto, de los jugadores. No
existen las tácticas buenas o malas, lo que hay son tác-
ticas mal escogidas que sin embargo pueden ser útiles
37
con otros equipos. También hay tácticas mal o insufi-
cientemente trabajadas que pueden dar, por tanto, un
resultado no apetecido.
¿Los entrenadores acostumbran a cambiar sus
sistemas en función de los jugadores que tienen
en pista?
Creo que la mayoría. Dependiendo de quiénes son tus
referentes ofensivos en cada momento juegas unos sis-
temas u otros. Eso es bastante habitual. Incluso hay
gente que dependiendo qué jugadores tiene en pista
usa unas defensas o usa otras.
¿Cuál es la metodología de trabajo que sigues en
una pretemporada, desde el día que te reúnes por
primera vez con los jugadores hasta el inicio de la
competición?
En eso también ha habido tendencias y modas.
Recuerdo que antes las pretemporadas eran más cor-
tas que ahora y se daba mucha importancia al trabajo
físico. La primera semana prácticamente no se tocaba
balón y era meramente un trabajo de acondicionamien-
to físico. Ahora el trabajo físico sigue siendo importan-
te pero mucho menos que antes y se entra a jugar a
baloncesto antes de lo que se hacía en el pasado. A mi
me gusta eso.
¿No entra eso un poco en contradicción con el
hecho de que el basket hoy sea más físico?
Es que no sólo los entrenadores cambian y se adaptan
sino que también lo hacen los jugadores. Raro es el
jugador que viene a una pretemporada sin estar míni-
mamente en forma. Normalmente los jugadores vienen
en un estado físico bastante bueno. Lo de antes, que
los jugadores durante el verano no hacían nada, o el
que hacía algo era una excepción, ya no ocurre. El
jugadorha mejorado mucho su profesionalidad y en el
verano trabaja. No trabajará igual que durante la tem-
porada, seguramente hasta es normal y es bueno, pero
38
cuando llegan muy pocos tienen agujetas después de la
primera semana. En general son bastante conscientes
de que ése es su modo de trabajo y de ahí que no
resulte necesario empezar de cero. Al margen de eso,
lo importante de una pretemporada es conocer lo más
rápidamente posible las características de los jugado-
res. No ir con una idea preconcebida sino analizar rápi-
damente dónde se pueden colocar los jugadores para
que se sientan más a gusto y para esto cuanto antes se
empiece el trabajo con balón mucho mejor.
Pues cada vez nos parecemos más a los america-
nos. Antes los que venían aquí para el inicio de la
pretemporada se extrañaban de que se mandara
a los equipos a correr a la montaña...
En eso yo estoy más de acuerdo con el modelo actual.
El jugador se tiene que poner en forma en una pista de
baloncesto y no en una montaña, donde el esfuerzo
físico que está haciendo no se parece en nada al que va
a hacer después o al que pueda hacer en una pista de
atletismo dando vueltas a una pista de 400 metros.
Otra cosa es que luego haga falta un trabajo de gimna-
sio y pesas, algo que también es muy americano y que
tiene que ir de la mano del trabajo de baloncesto.
¿Eres partidario de jugar muchos partidos de pre-
temporada?
No demasiados. La tendencia actual es jugar entre seis
y ocho durante seis o siete semanas de pretemporada.
Eso es lo correcto porque si se juegan muchos partidos
eso desvía la atención sobre el que puede ser trabajo
de mejora en los entrenamientos.
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40
LA CONSTANCIA DEL DÍA A DÍA
“Para mí el entrenador duro no es el que hace 
ejercicios muy duros sino el que exige mentalmente
más a sus jugadores”
Sobre la carga de trabajo imprescindible para el
rendimiento idóneo de un jugador o un equipo
también se ha debatido abundantemente. Así
como sobre la calidad de los entrenamientos. ¿Es
básico sufrir en los entrenamientos para llegar al
éxito o entrenar debe ser algo divertido y que
estimule?
Los entrenamientos tienen que ser duros y el jugador
tiene que sufrir. La intensidad debe de ser máxima. Ése
es uno de los trabajos más difíciles para un entrenador,
no ser conformista sino exigente y serlo cada día. No
sirve de nada llegar un día y pegarles una paliza incre-
íble a los jugadores, no perdonarles ni una, y al día
siguiente aflojar. Es un trabajo que exige mentalmente
mucho al entrenador y a los jugadores. Se ha de sufrir
pero, ¿de qué exigencia o sufrimiento estamos hablan-
do? Si es exigencia física o sufrimiento físico diré que
tengo muy buena opinión de los jugadores porque son
grandes atletas, gente muy dura, muy preparada y que
la exigencia física hasta les gusta. Cuando uno llega a
su casa y explica que ha estado dos horas a tope entre-
nando, lo dice hasta con orgullo, como diciendo "lo he
conseguido, he aguantado el entrenamiento y mañana,
aunque sea duro, voy a estar otra vez ahí". Eso es posi-
tivo. En general, lo que los jugadores llevan muy mal
es la exigencia mental. Los ejercicios duros los hacen
y tiran para adelante porque son atletas duros, no son
gente normal de la calle sino que están preparados
para hacer eso y llevan muchos años haciéndolo la
mayoría. Lo que llevan muy mal es cuando esa exigen-
41
cia pasa de ser mental, cuando les exiges que, por
ejemplo, tengas llegar hasta la línea si no lo han
hecho. Es ahí donde se producen la mayoría de los
roces. O cuando les dices que vamos a hacer algo y
hasta que no salga bien no vamos a dejar de hacerlo.
Eso tiene un desgaste físico determinado quizá menor
que otra cosa pero en lo mental es donde radica el pro-
blema. Para mí el entrenador duro no es el que hace
ejercicios muy duros sino el que exige mentalmente
más a sus jugadores y eso es muchísimo más difícil,
desgasta mucho más y provoca más conflictos que el
entrenar duro. El jugador profesional puede estar tres
horas entrenando. ¿Tres horas haciendo tiro? Podrá
estar más o menos concentrado y quizá lo hará de
forma mecánica, lo cual le producirá menos beneficios.
El entrenador duro es el que puede exigir mucho a lo
mejor sólo en una hora de entrenamiento.
¿Hoy en día la exigencia en el entrenamiento es
mayor que antes?
Sí porque el jugador también está más preparado. Los
entrenamientos que hacemos ahora hace diez o quince
años los jugadores no los hubieran aguantado porque
no estaban tan preparados.
¿El grado de desgaste físico en los entrenamien-
tos es proporcional a las victorias y los éxitos que
pueden conseguirse?
Yo creo que sí. Para empezar porque el jugador se va a
sentir más preparado mentalmente que el rival si ha
trabajado muy duro siempre y cuando sea con el equi-
librio de que llegue descansado y en forma al partido.
El objetivo de un equipo técnico es que los jugadores
lleguen al día del partido en la mejor forma posible. Si
lo hacen destrozados, cansados o con molestias físicas
no has conseguido tu objetivo principal. Eso es de sen-
tido común. Pero cuanto más duro haya sido el trabajo
para llegar hasta ahí, el jugador se va a sentir más pre-
parado.
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¿Qué porcentaje dedicas en los entrenamientos a
técnica individual?
¿Qué es técnica individual? ¿Botar el balón? A eso, pro-
fesionalmente dedicamos muy poco. Quizá alguna cosa
en el calentamiento o por las mañanas, que son de
menor intensidad. Otra cosa es de táctica individual, de
la toma de decisiones del jugador que tiene que ver con
botar o pasar pero más que en cómo botar en cuándo
hacerlo. A eso se dedican bastantes horas durante la
semana pero no es tanto técnica individual como tácti-
ca individual. Por ejemplo, saber qué tenemos que
hacer cuando están dos jugadores en un lado de la
pista. ¿Qué hacemos ahí? ¿Penetrar por la línea de
fondo? Y el jugador sin balón ¿cómo se mueve? ¿cómo
se hace el pase?
¿Y cuánto tiempo dedicas a mejorar cosas en los
jugadores para que aporten más de lo que en teo-
ría se espera? ¿Por ejemplo, a mejorarle el tiro a
un especialista defensivo que no lanza muy bien?
Ha de existir un equilibrio. Por un lado, un objetivo ha
se ser sacar el máximo rendimiento a un jugador
escondiendo sus limitaciones. Esto tendría mucho que
ver con la estrategia. Por otro lado, hay que tener
objetivos de mejora individual y el consiguiente traba-
jo. Lo primero es en el corto plazo, lo segundo es para
un plazo más largo. Como entrenador profesional se
tiene que prestar atención a las dos partes. También se
tienen que valorar otros factores para valorar la posible
mejora de un jugador como son el talento natural, la
edad, la predisposición, etc. No tiene mucho sentido
gastar mucho tiempo y energía en mejorar algo que no
es muy importante que va a producir poco beneficio en
los partidos.
¿Existe un equilibrio en dedicación al ataque y a
la defensa en tus entrenamientos?
Existe, claro. Todos los entrenadores del mundo traba-
jamos ataque y defensa pero dedicas más cosas a una
43
cosa que a otra. Creo que en mi caso dedico más a la
defensa.
¿Por qué?
Porque la defensa tiene algo que ver con el deseo y, en
cambio, el ataque tiene que ver con la calidad. Y es
mucho más difícil mejorar la calidad que el deseo. La
defensa tiene que ver con la exigencia, la mentalidad y
ahí es donde los entrenadores nos vemos más capaces
de mejorar un grupo. Con el ataque también se puede
pero es más lento, requiere menos mentalidad porque
todos los jugadores cuando tiran la quieren meter. En
cambio, no está claro que todos los jugadores cuando
defiendan lo estén haciendo al cien por cien. Con entre-
namiento, esfuerzo físico, se puede mejorar en defen-
sa. En cambio, tirar a meter o ser un gran pasador
tiene que ver con la técnica individual y con el talento
e incidir en eso es mucho más difícil.
¿Te cuesta encontrar jugadores que les guste
defender?
Todos los jugadores quieren defender, todos entienden
que eso forma parte del trabajo porque hay que defen-
der siempre y generalmente todos los jugadores están
dispuestosa esforzarse en defensa. El problema es
cuando existe una divergencia entre lo que el jugador
cree que es suficiente para mejorar en defensa y lo que
cree el entrenador, que normalmente siempre es
mucho más. Ahí es donde se produce esa exigencia físi-
co-mental.
¿Cuántos tiros diarios aconsejas para un buen
lanzador?
No creo que exista un número concreto porque todo el
mundo lo haría. En primer lugar el jugador se tiene que
sentir a gusto haciendo ese trabajo porque tiene mucho
de individual y de voluntario. No sirve de nada decirle
a un jugador que tiene que hacer 500 tiros si él cree
que eso no es importante porque los va a hacer sin la
44
concentración e intensidad necesaria. Luego hay que
analizar qué es hacer tiro. ¿Ponerse en la línea y sim-
plemente tirar sin competir? ¿Cuantos haces de esos en
un partido? Ninguno, por tanto ese tiro no sirve. Otra
vez la exigencia, también en el tiro, es muy importan-
te. Igual es mucho mejor hacer tiros saliendo de un
bloqueo o después de un bote que no simplemente
recibir y tirar. Es mucho mejor hacer menos y de los
que se parecen a lo que se va a hacer en un partido que
no muchos de los que luego en un partido no tiras
nunca.
¿En qué pones más énfasis para la preparación de
los partidos, en conceptos globales o individua-
les?
En las dos cosas: un ejemplo de situaciones globales es
si se trata de un equipo 'zoneable' o no tenemos que
pensar en la zona porque la atacan muy bien y tienen
muy buenos tiradores. Ahí estás pensando de una
forma global. Luego también hay que pensar en cosas
individuales, como qué es lo que buscan en los últimos
segundos de posesión, quiénes son sus máximos ano-
tadores, qué podemos hacer para que su máximo ano-
tador tenga menos tiros o los tenga con un porcentaje
más bajo… Luego también hay un trabajo importante a
hacer que es pensar qué podemos hacer nosotros con-
tra ellos y no sólo para destruir su juego. Por ejemplo,
qué puedo hacer yo para que mis jugadores anoten. No
todo el 'scouting' debe basarse en qué puedo hacer
para que el otro equipo no anote. Por ejemplo, es muy
bueno decirle a un jugador 'te van a hacer esta defen-
sa pero si te mueves por aquí vas a tener más posibi-
lidades de anotar contra esa defensa'. Es algo más difí-
cil de encontrar porque tiene que ver con el ataque.
Cuando se hace 'scouting' en la pizarra del vestuario
casi siempre se habla de cosas defensivas y pocas
veces de cosas para anotar aunque hay que equilibrar
un poco porque también es importante eso. 
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46
ASÍ SE PREPARAN LOS PARTIDOS
“Ni puedes dar mucha información ni puedes ver
todos los partidos. Hay que hacer un extracto y resu-
mir la información a dar a los jugadores”
Con el seguimiento profundo que se realiza hoy
en día de los partidos y la disponibilidad de mate-
rial audiovisual y estadístico de todo tipo, el
entrenador dispone de herramientas muy útiles
para preparar los partidos. ¿Los equipos ACB fun-
cionan con informes escritos de scouting que se
hacen llegar a los jugadores? ¿Cuál es el sistema
de trabajo en este campo?
Yo he hecho de todo. Ahora he optado por no dar nada,
ningún tipo de informe. Los primeros días de la sema-
na planteamos un trabajo independientemente del rival
pensando en nuestras cosas. Los dos últimos días son
para empezar a hablar de cosas del rival, y el último
especialmente para pasar un vídeo cortito y hablar de
cuál va a ser la estrategia del día siguiente. También
puedo hablar con el jugador de cosas más individuales
y objetivos que nos ponemos para el partido pero no
para hacer un gran trabajo del 'scouting'. No es intere-
sante dar mucha información porque el jugador luego
tampoco es capaz de asumirla jugando uno o dos par-
tidos a la semana. Por eso es muy bueno, aunque es
difícil de conseguir, tener cosas que puedan ser genéri-
cas para diferentes rivales. Por ejemplo, una forma de
defender un bloqueo que pueda servir para un partido,
estés luego tres sin utilizarlo, pero te pueda servir para
el cuarto. Eso es bueno porque te evita cada semana
tener que hacer cosas nuevas. Durante dos o tres
semanas habrá una cosa que quedará un poco en
'stand by', trabajándola menos, y en la cuarta semana
se puede insistir más porque te va a hacer más falta.
47
¿Es muy importante el uso del vídeo? ¿Cómo se
suele utilizar?
Hay entrenadores que usan el vídeo para la mejora
propia del equipo. Después de un partido, por ejemplo,
se analizan acciones propias. Luego también se usa
para analizar al rival. En las dos cosas tiene que haber
una mesura y equilibrio. Ni puedes dar mucha informa-
ción ni puedes ver todos los partidos que has jugado.
En todo hay que hacer un extracto y resumir la infor-
mación a dar a los jugadores. También es malo por
ejemplo, según mi experiencia, no tener un hábito de
hacer eso de la misma forma. Es decir, si se quieren ver
los videos de partidos propios hay que intentar hacer
ese trabajo cada semana , no sólo una vez que puede
coincidir con un partido muy malo y que casi puede
suponer un castigo para los jugadores. Eso puede pro-
vocar excesivas tensiones. De igual manera, si no se
hace nunca vídeo de los rivales, tampoco va bien
hacerlo cuando el rival es importante porque el mensa-
je es que contra los demás la táctica no es importante.
Es bueno tener una línea y hacer siempre lo mismo. Yo
he hecho de todo pero actualmente la tendencia que
uso es no ver con los jugadores vídeo de los partidos
que hemos jugado. Los veo con mis ayudantes, toma-
mos las notas y hablamos en la pista sobre cosas gené-
ricas. Luego puedo ir con un jugador, sólo con uno, y
señalarle los errores pero no con todo el grupo. El día
antes del partido vemos el vídeo pero no más de 15
minutos en una reunión de no más de 20. Hacemos un
montaje con imágenes específicas que queremos resal-
tar.
Es típica la imagen del equipo en la pista hacien-
do la rueda minutos antes de los partidos y el
entrenador principal ausente ¿Qué hacen los
entrenadores en esos instantes?
Los hay que cuando juegan en casa tienen un despa-
cho o una oficina donde pueden esperar más o menos
tranquilos el inicio del partido. Fuera eso no lo tienes y
48
estás por donde puedes, cada uno tiene sus manías.
Aquí influyen incluso algunas supersticiones y yo tam-
bién tengo alguna. No es un rato demasiado agradable
y se hace lento. Es un momento de preparación física y
mental para los jugadores que en general al entrena-
dor se le hace pesado.
¿En tu caso?
Estoy un rato en el vestuario con mis ayudantes y luego
saco un poco la cabeza durante el calentamiento de los
jugadores para ver 'cómo está el patio'. También hay
entrenadores que la charla previa al partido la pueden
hacer al inicio del calentamiento, unos 50 o 45 minutos
antes, o en medio del calentamiento, unos 30 minutos
antes del partido, entre el calentamiento físico y la
rueda. Yo lo hago media hora antes. Así que los juga-
dores, tras el calentamiento físico, entran en el vestua-
rio y hablo cuatro o cinco minutos. Se repasan los titu-
lares de las cosas habladas el día anterior y luego
hacen la rueda. Antes me fumaba siete u ocho cigarros
en ese rato y ahora que lo he dejado ninguno. Salgo 20
minutos antes a la pista para atender a las radios.
Cuando jugamos en casa hay bastantes.
¿Eres partidario de las concentraciones pre-parti-
do?
Creo que el jugador generalmente está muy preparado
y no necesita que le des de comer espaguetis y pollo
porque en su casa también come eso, duerme la sies-
ta y piensa en el partido. Además, quizá incluso esté
más a gusto porque estará con su familia si la tiene, o
solo. Así que no soy demasiado partidario. Puede haber
alguna excepción porque ves que para el equipo puede
ser bueno pero más por el estado anímico y por estar
todos juntos. Por norma estoy en contra.
¿En los desplazamientos cenáis y coméis juntos?
Hay que poner una normas mínimas para que nadie
haga de su capa un sayo pero generalmente si algún
49
jugador pide para cenar fuera no ha de haber ningún
problema. El desayuno del día de partido, si se juega
por la tarde,siempre lo doy libre. Lo que hacemos es
que en la comida sí que estamos todos porque también
hacemos el vídeo antes y ya nadie se puede ir del
hotel. La pregunta clave es ¿y cuando jugamos en
casa, el día antes por la noche los jugadores qué
hacen? ¿cenan bien? ¿se comen un bocadillo? ¿están
hasta las tres viendo la tele? No puedes controlar eso.
Ni puedes ni debes. Además, creo que los jugadores en
general son muy buenos profesionales y para uno que
la noche antes sale, bebe y fuma, la mayoría no es así.
Además, cuando te pongas en plan policía te estás des-
gastando en algo que te va a dar muy pocos beneficios.
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EL ENTRENADOR COMO PSICÓLOGO
“También hay equipos que han ido al zoo 
y han perdido”
¿Algún jugador te ha llegado tarde a un partido?
Si, alguna vez ha sucedido. Creo que siempre por cau-
sas ajenas al jugador. No creo que nunca me haya
pasado con uno por dejadez. Puede haber casos de
estos pero lo que no recuerdo es que un jugador llegue
tarde porque sea mal profesional. No he tenido esa
desgracia. Supongo que habrá, como hay de todo en la
vida, pero la mayoría de los jugadores saben que hay
que ganar, están nerviosos el día del partido y sufren
cuando se pierde.
Imagina que un día la estrella de tu equipo llega
tarde a un partido. ¿Qué harías?
Depende de la razón. Si llega tarde porque es un des-
graciado lo que hay que hacer es cambiarlo lo más
pronto que se pueda pero tampoco castigar a todo el
equipo o la entidad cuando el objetivo es ganar el par-
tido y a la estrella la necesitas. Ahí tendrás que tragar
pero está claro que, si no ha sido un accidente, a ese
jugador hay que cambiarlo o por otra estrella o por otro
jugador que, aunque sea peor, sea más profesional.
Pero en el momento tendrás que tragar, qué remedio.
Aquí no estamos para 'evitar' a los jugadores. Con los
jóvenes podrás incidir un poco más pero al resto habrá
que sacarles rendimiento, aunque sea un mal tío.
¿Y qué pasa cuando hace unas declaraciones que-
jándose de lo poco que juega?
Yo creo que ahí el entrenador es una víctima. Creo que
la entidad debe estar por encima del entrenador y en
51
determinados casos debe ayudar al entrenador para
que no se desgaste en algo que sólo le va a producir
perjuicio. Si un jugador hace unas declaraciones contra
el entrenador y yo lo necesito para ganar el próximo
partido lo voy a usar y no debo desgastarme pidiendo
explicaciones por algo que ya no tiene arreglo o por
algo que pasó "en caliente", porque lo que quiero es
ganar. Lo que espero es que la entidad, de alguna
manera, facilite mi trabajo, utilice ese mal ejemplo de
cara el resto del equipo y me respalde imponiéndole
una multa. Ahí estoy en manos del club, para que el
club obre en consecuencia. Por muy bestias que hayan
sido las declaraciones mi objetivo es ganar el sábado y
no puedo pasarle factura ni hacer de juez porque ése
no es mi objetivo, sino ganar el partido.
Cuentan que Zeljko Obradovic, horas antes de
jugar la final de la Liga Europea del 94 con el
Joventut, se llevó a los jugadores al zoo. ¿Eres
partidario de estas maniobras para distraer la
atención del jugador o es mejor crear tensión y
que la gente se concentre?
Eso es una genialidad de Obradovic que ha creado una
cierta leyenda porque el resultado del partido también
fue muy bueno. Si hubieran perdido, ya hubiéramos
visto la lectura que se habría hecho de esa visita al zoo.
Con el grupo que debía tener en ese momento, que
venía de algún fracaso anterior, que no debía estar con
una gran confianza ante la cita que tenía por delante,
está claro que fue bueno porque destensionó y tuvo
una influencia importante en el resultado. O quizá no,
porque eso nunca se sabrá. ¿Hacer eso con cualquier
grupo? Pues a otros igual los llevas al zoo y los can-
sas... Igual de tanto echarles comida a los animales
están cansados por la tarde. El Joventut no quedó cam-
peón porque fueran al zoo por la mañana sino porque
tenía un entrenador que psicológicamente utilizaba
muy bien los resortes que tenía en su mano para el
beneficio del grupo. A lo mejor, para otro grupo lo
52
bueno es ver una hora de vídeo porque puede ser con
lo que se sientan más a gusto. Para otro ir al zoo a lo
mejor es una putada porque lo que necesita es estar en
el hotel mirando al techo y concentrándose, y con eso
estás rompiendo su concentración. No hay un método
que sirva para todos los grupos. Luego también hay la
leyenda de cómo uno venda las cosas. Si todo lo que
hace sirve para ganar le va a servir también para que
su leyenda se acreciente porque estas cosas siempre se
hablan después de una victoria. Nunca se habla de lo
que hizo por la mañana el equipo que perdió. A lo
mejor también hay equipos que han ido al zoo y han
perdido. Alguno habrá, ¿no? Luego, en la Final Four hay
entrenadores o clubs que prefieren estar alojados en el
centro de las ciudades, otros en la periferia y alejados,
unos con las familias y otros sin…No existe la formula
mágica. De todos modos, hacer cosas que son muy
diferentes a lo que se ha hecho siempre creo que no es
demasiado bueno. Yo no hubiera ido al zoo pero reco-
nozco que alguna influencia positiva debió tener...
Antes hablabas de que sales a ver un poco de la
rueda de calentamiento para ver 'cómo está el
patio'. ¿Antes de un partido se detecta la actitud
y disposición de los jugadores?
No de una forma matemática porque si no ya sabría-
mos el resultado. No es tan simple como para decir si
ganamos o no por cómo hemos hecho la rueda pero sin
ninguna duda se nota si el equipo está metido en ello y
hay un buen 'feeling'. Y no solamente en lo que es la
rueda sino en las caras durante la sesión de video, o en
el autobús al salir del hotel…
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EL RITMO DE JUEGO Y EL ATAQUE
“El 95% de los partidos los gana el equipo que mete
más canastas fáciles”
Controlar el ‘tempo’ de un partido se ha converti-
do en una especie de tópico habitual a la hora de
analizar las claves de una victoria o de una derro-
ta. ¿Cuál es el equilibro entre ataque controlado
y el contraataque en tus equipos?
Si se hiciera una estadística, el 95% de los partidos los
gana el equipo que mete más canastas fáciles, no el
que tiene más táctica, hace más estrategia, ni siquiera
el que tiene mejores jugadores. Lo que pasa es que
tener mejores jugadores te lleva a lograr más canastas
fáciles. Puede haber alguna más pero la principal forma
de meter canastas fáciles en baloncesto es el contraa-
taque. Otra sería el rebote ofensivo que tampoco es
nada desdeñable. Eso te lleva a que filosóficamente
hay que conseguir el máximo de canastas en contraa-
taque y para eso hay que correr. Corriendo se arriesga
más y se pierden más balones pero no pasa nada por-
que acaba saliendo a cuenta. El objetivo, pues, es
correr el contraataque siempre que se pueda para lle-
gar con superioridad y conseguir canastas fáciles.
Siguiente cosa básica: tener mucha disciplina y no tirar
a la primera. Hay que saber cuáles son los objetivos de
los sistemas y saber qué se está buscando en cada
momento. Pueden ir ligadas las dos cosas y así se
puede jugar con una cierta alegría y riesgo para correr
contraataque pero si no se consigue se ha de tener dis-
ciplina para no tirar a la primera y hacer las cosas que
se han entrenado.
¿El contraataque lo entrenas?
55
Hay que entrenarlo mucho porque si no, no sale. El
contraataque, como la defensa o cualquier táctica no es
suficiente con decir que hay que hacerlo. Si eso no es
acorde con la forma de entrenar no va a salir. Se entre-
na con táctica individual porque el contraataque empie-
za con hacer un buen primer pase de contraataque.
Hay que decidir dónde pones a los jugadores y ahí tam-
bién hay una táctica, individual y colectiva. Cómo tie-
nen que correr los jugadores es algo que se debe de
entrenar. Hay ejercicios muy exigentes para los pívots
en los que uno coge el rebote y el otro tiene que correr.
Hay jugadores para los que un tiro fácil en contraata-
que es un tiro de tres puntos y eso hay que considerar-
lo como una canasta fácil porque si fuera cincocontra
cinco nunca tendrían un tiro tan cómodo como ése. Si
el jugador no entrena esos tiros yendo a toda velocidad
para pararse en la línea no lo va a hacer en el partido
con buen porcentaje. Todo eso se debe entrenar y
hacerlo cada día, no sólo una vez a la semana. Lo que
haces en los entrenamientos te va a salir en los parti-
dos y lo que no haces va a ser muy difícil que te salga
después.
¿Con cuántos sistemas ofensivos trabajáis en el
equipo?
Creo que hay dos tipos de sistemas: los no importan-
tes, que son los que se señalan como 'la jugada cinco',
'la puño'… y luego hay el sistema importante que es la
forma de jugar, la filosofía del juego. Hay equipos que
esta última no la tienen, no la han encontrado y tienen
más problemas. Por ejemplo, cuándo el balón va al
poste bajo, ¿qué hacen los jugadores? O cuando se
hace un bloqueo directo, ¿qué hacen los otros jugado-
res? Lo importante es tener claro esas cosas y encon-
trar un sistema de juego que sea bueno para los juga-
dores. Es importante y dificilísimo. Si eso es muy bueno
los otros sistemas, los de las señales, son menos
importantes así que no hará falta tener muchos.
Aunque sería un extremo, teniendo una forma de jugar
56
buena se podría jugar sólo con ese sistema importan-
te. Pero para buscar soluciones rápidas o para que
decida un jugador determinado hacen falta sistemas de
señales. Hay sistemas que necesitan esas señales y
otros no, en función de donde vaya el balón. Por ejem-
plo, si el primer pase va al poste bajo, ¿qué hacen los
otros jugadores? ¿cómo nos movemos? Puede haber un
sistema con señal que tenga el objetivo de hacer llegar
el balón al poste bajo pero lo importante es saber qué
hacemos después, a partir de ahí. Tampoco vas a dar
muchos, no puedes dar siete opciones a los jugadores
porque se acaban liando . Los jugadores quieren las
opciones más sencillas posibles.
¿Cuántas normas puede tener este sistema gené-
rico?
No es importante que tenga muchas sino que sean sen-
cillas. Hay que trabajarlas y depende de los jugadores.
Hay equipos que aceptan más normas porque los juga-
dores tienen más experiencia o capacidad de concen-
tración.
¿Cuáles son las tuyas?
Que haya los máximos espacios posibles entre los juga-
dores es la clave. La defensa quiere que haya los
menos espacios posibles así que el ataque debe buscar
el objetivo contrario. Las normas del sistema han de
llevar a que si el balón está en un sitio, el jugador que
lo posee tenga las máximas posibilidades de jugar un
uno contra uno y que no haya demasiados defensores
que molesten. También es muy importante cambiar el
balón de lado.
¿Habría normas que te servirían para cualquier
equipo?
Una sería que en el lado de balón no haya más de dos
atacantes. Si el balón cambia de lado y ahí hay tres,
uno se tiene que ir. Hay alguna excepción pero una
norma sería ésta.
57
¿Esto sirve contra zona también?
Contra zona algo menos porque puede haber sobrecar-
gas. No puedes tener sobrecarga con solo dos jugado-
res en un lado. Lo que sí vale contra zona o individual
es lo de los espacios y, por supuesto, cambiar el balón
de lado. Un equipo que quiera atacar bien contra zona
o contra individual debe respetar los espacios y eso es
más importante que moverse. Cuando dan partidos de
basket universitario por la tele ves muchos equipos en
que los jugadores no paran de moverse. Ésa es una
forma de atacar pero es mucho mejor moverse poco y
que lo que se mueva sea el balón. Es importante
moverse poco, con criterio, y cambiar el balón de lado.
Con estas normas estás dando libertad de inter-
pretación a los jugadores, ¿no?
Sí, pero dentro de una disciplina y unas normas senci-
llas. El juego se lía cuando a un jugador le dices que
debe cortar a canasta si sucede cierta cosa y añades
que tampoco estaría mal poner un bloqueo ciego. Si les
dices 'tú si quieres cortas o si quieres pones un bloqueo
ciego' ya está liada. Hay demasiadas opciones. Una
cosa es sencilla si tiene una o dos opciones. Si hay cua-
tro opciones, aunque sean sencillas ya hay demasiadas
variables.
¿Te encuentras con jugadores que quieren deba-
tir sobre tus sistemas?
Sí, y eso es buenísimo porque tienen su experiencia,
habrán hecho sus cosas con otros entrenadores, les
habrá ido bien y no es malo. Si vienen a cuestionar el
todo posiblemente va a ser un problema pero si vienen
a preguntar o, simplemente, a sugerir es buenísimo
porque quiere decir que están pensando sobre el tema.
Basándose en su experiencia, por qué no van a poder
venir a decirte, por ejemplo, 'va a ir mejor si me quedo
en la esquina…' No se tendrá que hacer eso necesaria-
mente pero ¿por qué no va a dar su opinión el jugador
y se va a poder hacer? Creo que eso es bueno. La capa-
58
cidad de diálogo ha de existir dentro de un equilibrio.
¿Tienes algún ejemplo reciente?
Se me ocurre uno que explicó en un clínic Aíto hablan-
do de la defensa del bloqueo directo. Se puso de moda
hace diez o doce años que el defensor del jugador blo-
queado se colocaba entre éste y el bloqueador impi-
diéndole ir al medio y el defensor del que colocaba el
bloqueo le cerraba el paso al aro. Aíto explicó que fue
un jugador, Fred Roberts, el que le habló de defender
de esa forma puesto que él había defendido el bloqueo
directo en los Milwaukee Bucks de esta manera y les
había ido muy bien. A partir de ahí lo hizo en el Barça,
que fue uno de los primeros en aplicarlo en Europa.
Ahora te diría que el 70% de los equipos, si no más,
defienden de esa manera. Con eso quiero decir que el
hecho de que los jugadores se involucren en la táctica
es positivo, van a creer más en ello. Y que el entrena-
dor sea receptivo es fundamental porque no hay ningu-
no que pueda creerse que lo suyo es una verdad abso-
luta. Generalmente los entrenadores somos inseguros
con la táctica y estamos dispuestos a aprender y ¿por
qué no vamos a aprender de un jugador? Siempre que
venga con corrección, claro.
¿Cuáles son las características básicas del ata-
que, tanto contra zona como contra hombre?
Los espacios y cambiar el balón de lado, eso es básico.
También jugar con para los jugadores interiores.
¿Usas los mismos sistemas contra individual que
contra zona?
Ha habido modas con eso. Cuando empecé a entrenar
había ataque contra individual y ataque contra zona. Lo
que pasa en baloncesto generalmente es que entrena-
dores muy buenos innovan cosas y contra eso, entre-
nadores también muy buenos, crean antídotos. Eso es
muy cíclico. Hace años todo el mundo defendía en indi-
vidual y de repente se ponían en zona par o impar.
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Cuando ocurría eso tenías trabajado un sistema contra
par u otro contra impar y estos sistemas no tenían
nada que ver con el ataque a individual. Entonces,
entrenadores muy buenos que innovaron crearon un
tipo de defensa que costaba mucho de ver si era zona
o individual porque usaba conceptos de las dos cosas.
Contra ese tipo de defensa ya no podías usar esos sis-
temas contra zona porque el jugador veía que la defen-
sa que tenía delante no era exactamente zona, sino
que tenía cosas de zona y otras de individual. Entonces
otros entrenadores crearon el antídoto contra esto e
idearon una serie de sistemas de juego que variaban
muy poquito si la defensa era individual o zona..
¿Y realmente existe ese ataque universal?
Yo creo que no. Lo que sí pueden existir son matices.
Es decir, un sistema de individual puede funcionar con-
tra zona variando cosas muy pequeñas: por ejemplo,
antes bloqueábamos y ahora simplemente cortamos
porque contra individual bloqueando sacas ventaja y
contra zona bloqueando no, en cambio cortando si se
saca ventaja. Eso sí que existe y se ha puesto muy de
moda, quien más quien menos los tiene. Pero yo toda-
vía tengo algún sistema exclusivo para zona.
¿No crees que hay poca innovación en el basket
actual? A veces parece que todos los equipos jue-
gan con los mismos esquemas.
Creo que no. Lo que pasa es que el Reglamento lleva a
unas tendencias. En lo gordo puede parecer que todos
juegan igual pero si entramos a analizar los hay que
juegan máspara los interiores otros para los exterio-
res, unos que juegan con más sistemas y otros con
menos, algunos que usan más bloqueos directos y
otros menos, equipos que usan más el pase y otros que
no.
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LA DEFENSA: BÁSICA PARA GANAR
“La zona es un instrumento buenísimo 
para controlar el ritmo"
Javier Imbroda decía que el ataque gana partidos
y la defensa campeonatos. Pat Summit, la legen-
daria entrenadora de la NCAA, lo había matizado
diciendo que el ataque llena el pabellón, la defen-
sa gana partidos y el rebote te hace ganar cam-
peonatos. ¿Tan importante es la defensa en el
éxito de un equipo?
Recuerdo una frase como la de Imbroda de un entrena-
dor puertorriqueño, Flor Meléndez, que entrenaba al
Manresa antes de llegar yo. La escribió en el vestuario
del equipo y ahí fue donde primero la vi. Y es así. ¿Por
qué? Es lo que hablábamos antes del deseo y la defen-
sa. Se supone que un equipo con talento puede quedar
campeón pero no sólo con eso vas a serlo sino que te
vas a tener que esforzar. Lo difícil es conseguir que un
equipo con talento se esfuerce. Cuando un equipo con
talento defiende las posibilidades de quedar campeón
son enormes. Sólo con talento se lo juega a que su
talento sea muy superior al de los otros, que serán
peores pero que se van a esforzar en defensa. O sea,
que estoy de acuerdo con la frase. Un ejemplo es el del
Barcelona que con el segundo o peor ataque de la Liga
ha sido campeón. No ha sido por su ataque, porque
muchos equipos como ellos metían setenta y pocos
puntos por partido. En cambio, cuando jugabas contra
ellos te quedabas en 55 o 60.
¿Tu basket defensivo ha tendido al uso de más
ayudas?
Creo que son importantes aunque una buena defensa
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nace de un buen uno contra uno. Es indudable también
que sin una estrategia de ayudas no se puede defender
bien.
¿Ha tendido más a la agresividad en líneas de
pase o a la contención?
Son compatibles. La defensa perfecta nace de defender
muy bien toda la pista y de defender las líneas de pase,
es decir, la defensa perfecta es la que consigue antici-
parse al ataque. Hay veces que contra determinados
equipos puede ser mucho más aconsejable hacer una
defensa menos agresiva en líneas de pase y más buena
en la contención. Los buenos equipos suelen ser capa-
ces de defender de las dos maneras.
¿Cuál es la defensa ideal contra el bloqueo direc-
to?
Es la que implica al máximo de jugadores posibles en
ella, no sólo el que defiende el balón y el que defiende
al que pone el bloqueo. Para defender bien el bloqueo
directo debes implicar al resto del equipo y eso se hace
con rotaciones.
En una reunión reciente de entrenadores uno dijo
que no había usado nunca la defensa en zona en
30 años que llevaba en activo. Otro dijo que no
estaba de acuerdo en que haya pocas defensas en
zona porque las ataquemos mal sino porque
podemos atacarlas bien. ¿Qué hay de cierto en
eso y por qué hay tan pocas defensas en zona?
Ése es un debate interesante. Ni todo el mundo ataca
bien las zonas ni todo el mundo las ataca mal. La zona
es un instrumento buenísimo no para ganar un partido
-que también porque puedes ponerte 40 minutos en
zona y ganar- sino para controlar el ritmo del partido.
Puedes hacer zona contra un equipo que la ataca muy
bien pero si se la haces tres veces en el tercer cuarto
quizá le rompes porque estaba atacando muy bien la
individual y ha tenido que pararse. A lo mejor, de esos
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tres ataques te ha metido canasta en uno o dos pero
les has cortado el ritmo. Un entrenador te dirá que le
ha ido fantástico, aunque le hayan metido, porque les
ha cortado el ritmo. El otro entrenador dirá 'hemos per-
dido pero hemos atacado bien'. Ahora se ha puesto
muy de moda llevar estadísticas de los sistemas que se
hacen. El entrenador dirá 'nos hicieron zona tres veces
y metimos dos canastas, y hemos perdido'. A partir de
ahí, cuando regresas a individual igual no vuelves a
meter puntos en contraataque como anteriormente
porque te ha cortado el ritmo. No hay ningún entrena-
dor que siempre gane con zona ni ninguno que siempre
pierda contra zona. Por tanto, hay aspectos psicológi-
cos de la zona. ¿Es que la defensa del Unicaja en el
quinto partido ante Pamesa de los cuartos de final ACB
fue una maravilla de la ciencia para lograr aquel parcial
escandaloso? ¿O ahí influyeron aspectos psicológicos
del equipo que jugaba en casa que notó la presión, falló
una serie de ataques y perdió la concentración? Está
claro que eso fue más importante que la táctica. La tác-
tica fue poner la zona pero la zona en sí no funcionó en
el playoff siguiente y acabó con 0-3. 
¿Por qué la defensa en zona sigue siendo subsi-
diaria de la defensa individual? ¿Por qué sigue
siendo un recursillo y no la base de tu equipo?
Un tópico es que las zonas se rompen con el tiro exte-
rior. Si te lo juegas todo a una carta con una zona y te
la meten de fuera, tu recurso es la individual y enton-
ces se supone que es más fácil anotar de cerca que de
lejos. La zona siempre será un recurso para obligar al
otro equipo a buscar un tiro que tiene mucho premio,
que son los tres puntos, pero de porcentaje más bajo.
Por eso creo que siempre será un recurso aunque ves
partidos de universitarios americanos y empiezan
defendiendo en zona. La defensa lo que quiere es
colapsar la zona, que los defensores estén lo más cerca
posible para que las ayudas en caso de que sean nece-
sarias sean lo más cortas posibles. 
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¿Las presiones se usarán cada vez más con la
evolución física de los jugadores?
Hay modas. Ahora entramos en una tendente a presio-
nar por toda la pista que cada vez se está usando más
por varias razones: por la mejor actitud física de los
jugadores, porque jugar con muchos jugadores puede
permitir jugar con mayor esfuerzo de los mismos y
luego también por el Reglamento. Se puede hacer una
presión toda la pista para robar balones pero también
para retrasar el ataque. Si no se pueden robar balones,
como mínimo que empiecen a jugar con seis segundos
menos y ése es un objetivo buenísimo que cada vez se
va a ver más. Hace mucho daño. Si por presionar con-
seguimos que baje el balón un alero y luego lo devuel-
va al base para marcar la 'cinco' ése sistema ya va a
tener más dificultades que si la baja el base directa-
mente y manda la 'cinco'. Vamos a ver más presiones
a causa del marcador de 24 segundos. Antes, con los
30 no sacabas tanta ventaja con esa presión porque
podía quedar bastante tiempo para el ataque, de ahí
que, cuando se presionaba, casi el único objetivo era
recuperar un balón. Ahora se hace ya con otro objetivo
y una vez más el Reglamento tiene una influencia deci-
siva en la táctica. Cuando se produce un cambio en las
reglas no tiene porque influir en la táctica de una
manera rápida. Por ejemplo, recuerdo unas declaracio-
nes de Díaz Miguel a raíz de la implantación de la línea
de tres puntos que decía que no iba a tener tanta
influencia porque era mejor meterla con mejor porcen-
taje pero acabamos eliminados en un campeonato ante
Checoslovaquia porque ellos tiraban muy bien de tres.
Con eso quiero decir que los grandes entrenadores, los
que innovan, necesitan un tiempo de reflexión y a lo
mejor pasan dos o tres años hasta que ven los benefi-
cios o perjuicios que tiene un cambio en el Reglamento.
Con la presión lo puedes hacer puntualmente en un
partido, quizá después de un tiempo muerto o contra
un jugador, por ejemplo el segundo base.
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EL REBOTE
“El gran reboteador es el que está pensando en coger
el balón antes de que empiece el tiro”
¿Qué importancia le das al rebote?
De vida o muerte. Antes decía que el 95% de los par-
tidos se deciden por las canastas fáciles. Una de las
más fáciles que hay es el rebote ofensivo y el defensi-
vo es una reacción a ello. Un equipo que domine el
rebote defensivo está dando pocas opciones de canas-
tas fáciles al rival. El que lo logra tiene más opciones
de ganar que el que concede. Al revés también, un
equipo que coge muchos rebotes en ataque se puede
permitir tener malos porcentajes en tiros de dos o tres
porqueva a tener otras opciones. Por ejemplo, en las
dos últimas temporadas uno de los equipos que ha tira-
do con peores porcentajes ha sido Estudiantes. De dos
y tres puntos es uno de los peores de la Liga y, en cam-
bio, ha acabado como uno de los mejores porque es el
mejor en el rebote ofensivo.
¿El rebote no va más ligado a las características
del jugador que a la táctica?
Hay jugadores que no necesitan trabajar el rebote
ofensivo porque es algo innato y tiene que ver con su
carácter. Estoy hablando de Felipe Reyes, Dennis
Rodman o Marcus Goree, por ejemplo. Ha de ir ligado
con ser rápido, fuerte, saltar, tener brazos largos... El
que tiene muchas de esas características no necesita
trabajarlo mucho pero si un equipo es bueno en el
rebote ofensivo no sólo es porque tiene especialistas
sino que también tiene que trabajarlo. También hay
una táctica para el rebote ofensivo porque puedes
mandar dos, tres o cuatro jugadores a por él. Si ésa es
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tu táctica vas a correr más aún a riesgo de descuidar
otras cosas. Las dos cosas son verdad: por un lado es
muy innato y por otro hay que trabajarlo y se puede
mejorar. Yo tengo un jugador, Jason Klein, que es un
especialista en tiros de tres y trabajar con él el rebote
ofensivo es una tontería porque él está en la línea. No
tiene sentido ya que nunca va a sacar ventaja. A lo
mejor si lo trabajas algún día te cogerá uno pero igual
te perjudicará más que te beneficiará porque dejará de
estar donde acostumbra y se siente a gusto.
¿En el rebote qué es más importante: saltar
mucho o saber posicionarse?
Lo que es importante es el trabajo previo. El gran rebo-
teador es el que está pensando en cogerlo antes de que
empiece el tiro. Lo siguiente importante son las carac-
terísticas físicas: ser grande, tener buenas
manos…También es muy importante el conocimiento
del juego para colocarse bien. Por ejemplo, Felipe
Reyes, cuando está en el lado débil del campo, que es
cuando coge la mayoría de rebotes ofensivos, él empie-
za a trabajar antes de que su defensor. Tiene esa men-
talidad. Aparte de las condiciones físicas ha de haber
mucho trabajo antes que se realice el tiro. Relacionado
con eso, hay un aspecto curioso de los grandes rebote-
adores ofensivos y es que, en su mayoría, son jugado-
res interiores no especialmente grandes, por ejemplo,
Evtimov, Felipe Reyes o Rodman… son buenos atletas
que generalmente están peleando contra jugadores
más altos que ellos.
Dennis Rodman decía que tenía estudiados los
tipos de tiro de sus compañeros para saber exac-
tamente el tipo de rebote que daban…
Sí, y también está demostrado que un tiro desde un
lado tiene más posibilidades de ir al lado contrario. O,
por ejemplo, el tiro libre está demostrado científica-
mente que cuando se falla no va para los lados sino que
vuelve. Si quieres coger un rebote ofensivo después de
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tiro libre, que es muy sacrificado porque el porcentaje
de acierto es elevado, lo mejor es que te vayas al
medio, no al lado. Acerca de Rodman yo también sabía
otra buena. Estaba haciendo entrenamiento de tiro con
Pippen y él reboteaba. Resulta que al cabo de un rato
Pippen le dice 'venga, tira tú que te reboteo yo a ti' y
Rodman le contestó 'no, yo estoy aquí para rebotear
tus tiros, ahora y en los partidos'.
Había otro jugador que decía que Rodman era
como el Ketucky Fried Chicken: sólo sabía hacer
una cosa, pero mejor que nadie…¿Es entrenable
la mejora del rebote o hay mucho de innato?
Es entrenable. Es más, para que los jugadores que lo
tengan innato lo mejoren sólo se puede conseguir con
el entrenamiento. Si no, harán lo que les sale innato
pero no lo mejorarán. Sin embargo, para jugadores que
no lo tienen innato, entrenarlo va a suponer pocos
beneficios porque van a ir tarde, mal… Habrá cierta
mejora pero muy pequeña. Lo que sí tiene el rebote
también es bastante de táctica porque puede haber
equipos que sean muy conservadores y no manden a
mucha gente al rebote ofensivo para proteger el balan-
ce defensivo y otros que tácticamente lo que quieren,
incluso para retrasar el contragolpe, es mandar a juga-
dores al rebote ofensivo, tres jugadores o incluso cua-
tro. Esa decisión táctica hace que se cojan más rebotes
ofensivos y los jugadores tengan más ese tema en la
cabeza que si no se dice nada.
¿Tú eres más partidario de cargarlo o de preser-
var un buen balance defensivo?
Depende de los jugadores. Últimamente vamos dos, los
dos grandes, al rebote ofensivo y los otros tres al
balance defensivo. De todos modos, valoro muy positi-
vamente a los equipos que tienen un tres muy atlético
como Kammerichs o Walter Herrmann y que por tácti-
ca envían tres. Nosotros, con los jugadores que hemos
tenido en esa posición, como Jim Moran o Jason Klein,
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hemos decidido que sólo vayan dos.
¿En ACB, y jugando con menor velocidad como
muchos equipos, puede resultar interesante últi-
mamente cargar más el rebote ofensivo?
Una de las razones por las que se meten menos puntos
es porque se corre menos contraataque y, aparte de la
decisión táctica que pueda haber en eso, en no querer
correrlo, también viene porque hay mucha disciplina de
ir siempre al balance defensivo. Creo que probable-
mente en el rebote ofensivo hay equipos que son muy
buenos en eso y otros normalitos. Entre los mejores
está el Estudiantes, que parece tenerlo como filosofía
por los jugadores que ficha. Otro equipo que no tenga
jugadores con ese instinto y quiera adoptar esa filoso-
fía quizá no logre los mismos resultados porque no ten-
drá esos jugadores. Son buenos porque para ellos es
natural ir al rebote ofensivo y ahí tienen un filón que les
permite ser buenos.
¿Qué es mejor para controlar el rebote: defensa
individual o zona?
Individual, porque hay una mayor responsabilidad. En
zona tienes teóricamente mejor colocación pero en la
práctica es mejor la defensa individual por la responsa-
bilidad.
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SITUACIONES ESPECIALES
“Se puede anotar más con los sistemas de saque de
fondo que con los sistemas en media pista”
¿Usas muchas situaciones especiales en saques
de fondo? ¿Qué beneficios reportan?
Hablábamos antes de que cada vez es más difícil sacar
partido a los sistemas de juego. En cambio, en saques
de fondo es algo que se debe de trabajar más de lo que
se hace porque hay mucho tiempo para que el jugador
se prepare y defensivamente se trabaja mucho menos
la estrategia para este tipo de jugadas. Creo que inclu-
so se puede anotar más con los sistemas de saque de
fondo que con los sistemas en media pista.
Permíteme que te plantee situaciones concretas
de final de partido. Ganando de tres a tres segun-
dos del final y con posesión para el rival, ¿crees
que hay que hacer falta?
Ésta está clara, creo que hay que hacer falta. Recuerdo
que en la Copa del Rey de León hubo un partidazo
entre Barça y Madrid de cuartos de final en el que creo
que fue el Barcelona el que hizo falta ganando de tres.
El Madrid falló el segundo tiro libre, cogió el rebote,
anotó canasta y forzó la prórroga. Con esto quiero decir
que se han visto situaciones en las que haciendo falta
no se ha podido conservar la renta pero yo creo que
hay que hacerla. Con todas estas cosas puedes hablar
mucho pero luego puede ocurrir cualquier cosa. Lo que
pasa es que luego se habla mucho de ellas porque tie-
nen una incidencia muy directa sobre el resultado.
¿Y ganando de dos con 20 segundos de tiempo?
Aunque no es tan clara como la anterior yo hago falta
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porque la filosofía es que yo quiero tener el último ata-
que para ganar el partido y no que el otro equipo me
pueda empatar o ganar en el último segundo y no me
dé opción de respuesta. Es más discutible pero…
También depende mucho del tipo de partido y de equi-
po. Si eres un equipo que defiende bien puedes arries-
garte a la defensa. Si el otro equipo mete muchos tiros
libres, quizá también. Tampoco es lo mismo jugar en
casa que fuera. En casa puedes jugártelo un poco más
a la defensa porque podrás defender un poco más al
límite y los árbitros te permitirán un poco más.
¿Tienes unas normas claras sobre estas situacio-

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