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Nietzsche, excesivamente humano

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Angélica Sátiro
Nietzsche,
excesivamente humano
Teatro filosófico sobre la creatividad
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Colección Recursos – Proyecto Noria
Primera edición en papel: abril de 2016
Primera edición: septiembre de 2016
© Angélica Sátiro
© de las imágenes de la cubierta: Pilar Pedraza
© De esta edición:
Ediciones OCTAEDRO, S.L.
C/ Bailén, 5 – 08010 Barcelona
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www.octaedro.com – octaedro@octaedro.com
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ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro
Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta
obra.
ISBN: 978-84-9921-820-5
Diseño, producción y digitalización: Editorial Octaedro
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mailto:octaedro@octaedro.com
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Prólogo
La puesta en escena
RODOLFO REZOLA
Filósofo, escritor y coordinador de Mi Balza Roja
Angélica, amiga querida, hace de cada vínculo personal una melodía que acaricia el
tiempo. La suerte que tenemos al sentirla próxima, en sus textos, en sus talleres y charlas
y, sobre todo, en su compañía, es que nos impregna con la alegría de su imperfecta,
incompleta y finita danza wabisabi creadora de mundos compartidos que giran en las
norias de nuestras fantasías, de nuestras idas y venidas, de nuestras mezclas y de
nuestros viajes de vida.
El libreto teatral que nos regala en Nietzsche, excesivamente humano es una actuación
filosófica que ha crecido en el aire de familia de Mi balza roja, y también transitando
entre los encuentros internacionales de FpN de 2014 en Cheste y de 2016 en Gijón. Al
finalizar el XXVI Encuentro Iberoamericano de Filosofía para Niños: «Imaginando
personas, filosofía como experiencia de vida», mientras las demás personas iniciaban el
camino de vuelta a sus Itacas con las experiencias de las emociones e incertidumbres
narrativas compartidas, Angélica y yo continuábamos conversando sentados en la terraza
de la cafetería en aquel abril de 2014 en Cheste. Fue entonces, entre amigos que se
encuentran con esa complicidad del espíritu infantil de un Nietzsche que tiene sabor a
Heráclito, cuando le hice la invitación a dialogar con el pensador del siglo XX que ella
escogiera para Creando mundos, el libro que estábamos aprendiendo a cultivar con
tonalidades corales. Y Angélica eligió, precisamente, a Nietzsche.
Creando mundos es el tercer libro de las cartografías imaginarias de Mi Balza Roja,
una navegación personal e intransferible para cada una de nosotras, abierta como un
proyecto de investigación-acción con la imaginación docente filosófica. Se trata de la
aventura de abrazar la vida transformando nuestros entornos de convivencia en los
variopintos estilos de comunicación de las comunidades de investigadoras narradoras
(estilos CIN) recreadoras de las inagotables humanas medidas del mundo. En Mi Balza
Roja entrenamos cómo hacernos más hábiles para cuidar mejor de nuestras humanas
fragilidades, esas por las que transitamos cuando en lo que andamos es en querer
aprender a reconocernos como personas entre personas con los juegos de lenguaje que
hacen de la convivencia una oportunidad de reconstrucción continua de la experiencia
para procurar la igualdad de oportunidades vitales.
Ahora aparece esta separata de la conversación dramatizada con su Nietzsche
imaginado. Este texto es una provocación, y las lectoras encontramos en él una
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oportunidad valiosa para disfrutar de toda su potencia narrativa para el juego de lo
posible. Angélica convirtió su elección en el propósito de reinventar el imaginario de
Nietzsche –un escritor que vivió en el siglo XIX, pero que escribió para el futuro siglo XX–,
teatralizándolo, exagerándolo desde sí mismo, exponiéndolo abruptamente en escena
junto a una mujer infiel a la que lo que más le está interesando es interpretar su
«voluntad de poder» como una buena jugada para la ciudadanía creativa. La obra es una
apasionada llamada de atención en la que se nos está gritando que hagamos de nuestras
experiencias un ejercicio constante de transformación, de reescritura, de imaginación de
nuestras vidas como obras de arte siempre abiertas, inconclusas, apenas concebidas
como potentes bocetos de lo que todavía no somos, de lo que está aún por que lo
hagamos venir jugando entre gerundios.
Dejemos su espacio a la representación, a la puesta en escena. Las luces duermen, el
telón levita y los espectadores esperamos expectantes a que las músicas atronadoras de
este Nietzsche aniquilador y quebrantador de los valores que anulan y desarman el poder
creador de la alegría de vivir resuenen martilleando los ídolos dialécticos de Apolo y
Dionisos.
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Tragedia lúdica de seducción
TOMÁS MIRANDA ALONSO
Filósofo, escritor, profesor de filosofía de jóvenes
y profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha
En este texto, la autora, Angélica Sátiro, nos invita a participar en el juego que ella realiza
con Nietzsche. La mujer que dialoga con el filósofo, la propia Angélica, penetrada por su
pensamiento, se acerca a él para deshojar su corona, para golpear los pies del ídolo en
que se ha convertido, pues solo cuando se pierde al maestro, como dice Zaratustra, nos
podemos encontrar a nosotros mismos. El texto nos introduce en un espacio escénico
donde se desarrolla una acción, en la que los asistentes no podemos dejar de participar
activamente.
La mujer intenta poner a Nietzsche ante el espejo de Apolo, para que él mismo vaya
descubriendo, o barruntando, un cierto hilo conductor en sus inspiraciones y devaneos;
pero son los fogonazos de luz que salen de la boca de Nietzsche los que proporcionan a
la mujer el material para seguir pensando sobre el arte, la creatividad y la vida. La mujer
insiste en dialogar con el filósofo, pero este, aunque aparentemente pretende distanciarse
e incluso herirla con sus palabras, al final sucumbe ante la seducción de la propuesta. Es
en este juego de «estira y afloja» donde se va realizando un diálogo, o mejor dicho, una
sinfonía con varias voces, interpretadas por los dos actores y por los coros. Gracias al
espíritu de Apolo, que habla por la mujer, los martillazos de Nietzsche son capaces de
crear una nueva melodía mientras se aplican a derribar lo establecido. Al mismo tiempo,
la mujer se deja tocar por el espíritu dionisíaco que embarga al visionario Nietzsche. A lo
largo de la obra, el coro de sátiros nos invita a aprender de nuevo a ser Naturaleza y a
dejarnos transformar por su hechizo de amor y de fuego. El dolor que surge en este
diálogo trágico se convierte en creador y salvador. Y el artista, mientras se consume, se
crea.
Angélica Sátiro ha convertido su juego en una obra de arte, en una tragedia, en la que
el protagonista, sin saber en su frenesí si su interlocutora es una sibila inspirada por
Apolo o una ménade o un sátiro del cortejo de Dionisos, se ve conducido al límite en el
que se confunden la razón y la locura, mientras no le queda más remedio que vivir cada
instante cargando con el peso de la eternidad. Al final, Nietzsche acaba rasgando el velo
de Maya con el que la mujer ha estado jugando a seducirlo. El seductor queda al final
seducido, y la seductora se vuelve a recrear a sí misma gracias a su compañero de juego.
Mientras, los asistentes a la representación hemos experimentado una auténtica y
profunda catarsis.
Agradezco a Angélica Sátiro el honor y el placer que me proporcionó al haberme
permitido interpretar el personaje de Nietzsche, teniéndola a ella misma como
interlocutora, en la primera lectura dramatizada de este texto, realizada en Gijón en el
XXVII Encuentro Iberoamericano de Filosofía para Niños. La participación en esta
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práctica filosófica me ha permitido un acercamiento al pensamiento de Nietzsche como
nunca antes había realizado, ya que me obligaba a pensar continuamente con él y contra
él.
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Teatro: creatividad y desarrollo personal positivo
TOMÁS MOTOS
Profesortitular de Didáctica y Organización Escolar (jubilado), Universidad de Valencia
Teatro y creatividad expresiva son un binomio. Siempre aparecen relacionados. Existe un
estado de consenso general en el sentido de que las actividades dramáticas –ya les
llamemos drama, dramatización, expresión dramática o simplemente teatro– son un
excelente escenario para desarrollar las habilidades creativas. Ya Torrance (1969)
afirmaba que la dramatización en sus distintas formas puede ser útil para desplegar la
fluidez y la intuición. Oberlé (1989) comprobó experimentalmente que los juegos
dramáticos desarrollan la creatividad. Motos (1993) constató en una investigación con
alumnado de Secundaria que las actividades dramáticas favorecen la expresión oral y
escrita, en el sentido de que desarrollan la fluidez, la elaboración, la implicación personal
y el lenguaje metafórico: aspectos todos ellos de la creatividad. O’Neill (1995) afirmaba
que la esencia natural del medio dramático es un acto de liberación de la imaginación.
Para otros autores, la dramatización hace una triple aportación al currículum escolar:
educación en valores y habilidades sociales; habilidades expresivas, creativas y
comunicativas; y habilidades artísticas. Actualmente se acepta que las demandas
prosociales que supone el teatro en el currículum promueven la expresión personal,
generan confianza en uno mismo, incrementan la creatividad y estimulan la
comunicación. Y en esta misma línea de pensamiento resaltan cómo el teatro genera la
creatividad individual, libera las ideas subconscientes, estimula la imaginación y favorece
la escucha activa y la cooperación grupal. Por su parte, Nicholson (2015) pone el énfasis
en los efectos sociales y emocionales que tiene para la creatividad. O’Tool, Simpson y
Moore (2009) condensan estos efectos positivos del drama en el currículum con la
metáfora «un gigante a la puerta».
El teatro desde la óptica de la educación –o teatro en la educación– ha de ser
considerado en una doble dimensión: artística y pedagógica. No se puede separar la
sensibilización artística de la formación cultural. Ver y hacer teatro son los dos aspectos
complementarios buscados.
Aunque desarrollo personal es un concepto muy amplio, aquí lo vamos a entender,
desde el enfoque de la piscología positiva como realización de sí mismo. El desarrollo
positivo juvenil –optimal adolescent development– es un cambio radical que mueve la
investigación sobre la adolescencia desde el estudio de la psicopatología al estudio del
bienestar. Y desde esta óptica Hughes y Wilson (2004) concretan que se refiera a las
habilidades, cualidades, capacidades y recursos que ayudan a los jóvenes a hacer una
transición exitosa a la edad adulta, es decir, llevar una vida sana, segura e independiente
en la que puedan desarrollar todo su potencial. Actualmente, basándose en los principios
de la piscología positiva, se diseñan programas para ofrecer a los jóvenes una cultura
positiva y un ambiente seguro en que explorar los sentimientos personales y ayudarles a
desarrollar una identidad saludable.
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La literatura sobre el desarrollo positivo juvenil sugiere que el estudio de las
interacciones sociales y de las actividades de ocio con los pares, amigos y otros grupos
puede ayudar a entender mejor cómo se refuerzan los factores naturales de protección en
la juventud de nuestros días. Hay muchas investigaciones que demuestran que existe una
estrecha relación entre el desarrollo de la juventud y el teatro en educación (Belliveau,
2005; Lazarus, 2012; Navarro, 2013).
La psicología positiva insiste en la construcción de competencias. Autores como
Wagner (2002), Baldwin, Fleming y Neelands (2003), Laferrière y Motos (2003),
Navarro (2006) y Navarro (2013), entre otros, concretan las virtualidades de las formas
dramáticas como instrumento eficaz para desarrollar aspectos de la competencia en
comunicación lingüística, de la competencia cultural y artística, de la competencia social
y ciudadana, de la competencia para aprender a aprender y de la competencia en
autonomía e iniciativa personal. Y en esta última destacan aspectos tales como
superación de la timidez, conocimiento y aceptación personal, refuerzo de la autoestima,
desarrollo de la creatividad y expresión y comunicación corporal y verbal.
Los últimos enfoques del teatro en la educación se centran en estudiar el impacto del
teatro y las actividades dramáticas en el aprendizaje social y moral. En este sentido,
Needlands (2008 y 2009) defiende que la importancia real del teatro con jóvenes y
adolescentes reside en los procesos de implicación y participación social y artística y en la
experimentación de una serie de situaciones y vivencias más que en los resultados o
productos artísticos que puedan ser elaborados.
Hemos llevado a cabo una investigación con 203 jóvenes de entre 14 y 24 años, de 20
centros de educación secundaria de Valencia, cuyos resultados serán próximamente
publicados. Aquí adelantamos algunas conclusiones. Los jóvenes que toman parte en
actividades teatrales declaran que les sirven para desarrollar su sentido de la identidad y
otros recursos y capacidades tanto internas como externas. Por ejemplo: perder la
vergüenza –síntoma de la timidez– al actuar, hablar o hacer alguna actividad ante los
demás, lo que conduce a que los participantes se declaren más abiertos y desinhibidos.
También manifiestan que el teatro es una oportunidad para conocerse mejor y les ayuda
a ser y «crecer como persona» o, incluso, a ser mejor persona: «Yo empecé a ser
persona con el teatro.» «Siento que he crecido como persona.» «Creo que me ha
ayudado a ser mejor persona.» Es decir, el teatro es una herramienta para la construcción
de la identidad, entendida como un medio para alcanzar cierto sentido de autonomía e
independencia. Y ello conduce a un aumento de la idea de satisfacción y a sentirse mejor
consigo mismo: «Te sientes bien contigo mismo.» «Y que te sientes bien. Haces cosas
que a ti te gustan. Y cuando acabas estás contenta, estás satisfecha con lo que has
hecho.»
El drama opera en lo que Heathcote (Johnson and O’Neill, 1991: 130) llama zona de
no-penalty. Esta autora asegura que «el teatro es la vida representada en una zona de no
sanción. Parece, se asemeja, pero realmente no es». En esta área sin punición, los
participantes pueden probar experiencias, pero sin tener que vivirlas en sus consecuencias
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reales. «Cuando haces teatro es como que te sales de tu mundo y puedes ser lo que tú
quieras.»
Por otra parte, el teatro proporciona la oportunidad de explorar muchos «posibles
yoes». Esto es: la posibilidad de adoptar diferentes perspectivas y actitudes,
comprometerse emocionalmente y poder llegar a percibir las cosas de manera diferente.
Abundando en este sentido, Davis (2015: 72) afirma que «el drama ofrece una clase
especial de “experiencia” y “vivir a través de” […] Lo de verdad interesante es que
mientras que el contexto y el rol son ficticios, las emociones sentidas pueden ser “reales”
y al mismo tiempo se distancian de lo real». Este estado de pertenecer simultáneamente a
dos mundos diferentes y autónomos (el real y el del drama) es lo que Boal (2004: 66)
llama metaxis. Así lo declara uno de los participantes en nuestra investigación: «Me
encanta porque cuando salgo al escenario me olvido de todo y, además, puedo ponerme
en la piel de otras personas. Me hace, también, enseñar mis sentimientos, que es algo que
no me gusta mucho. Y entonces cuando salgo al escenario me olvido de que soy yo y me
meto en el papel de otra persona y todo es mejor.»
También, las actividades teatrales son liminares porque vienen calificadas por la
libertad de expresión, por un espacio no institucionalizado y por la oportunidad de
explorar o reinventar la propia identidad (Kim, 2015: 72). En este sentido se practican en
un espacio transicional. Y así a su manera lo expresan los participantes cuando se les
pregunta qué es el teatro para ellos: «Meterte en la vida de otras personas y tener como
otra vida.» «Olvidar quiéneres y representar a otros.» «Cuando haces teatro es como
que te sales de tu mundo y puedes ser lo que tú quieras.» «Y, luego, pues me empezó a
gustar y me di cuenta de que era una forma, no sé, es como que podías salir de tu
mundo y ser otras personas, cualquier persona que tú quisieras y no importar nada. Y no
sé, pues es agradable poder tener un tiempo en el que te salgas [de ti].»
Partiendo de la hipótesis de que los programas que puedan ofrecer a los jóvenes una
cultura positiva y un ambiente seguro para discutir y explorar los sentimientos personales
pueden ayudar a desarrollar una identidad positiva y saludable, Lerner (2005, 2011) ha
realizado un estudio secuencial longitudinal (4-H Study of Positive Youth Development –
PYD–) durante 7 años, con 7.000 adolescentes, para poner a prueba la hipótesis de que
cuando las fortalezas de los jóvenes estén alineadas durante la adolescencia con los
recursos de la familia, la escuela y la comunidad, se producirá un desarrollo positivo de la
juventud. El programa de intervención que diseña para confirmar esta hipótesis está
integrado por cinco áreas de intervención: 1) Competencia (competence): visión positiva
de las propias acciones, incluyendo las áreas social y académica. 2) Conexión
(connection), entendida como establecimiento de lazos positivos entre el individuo, la
comunidad, la escuela y los pares. 3) Confianza (confidence), como el sentido interno
generalmente positivo de autoestima y autoeficiencia. 4) Cuidado: simpatía y empatía con
los otros. 5) Carácter: respeto a las normas sociales y culturales, posesión de las normas
para el comportamiento correcto, sentido del bien y el mal (la moral), e integridad. Estas
5 C conducen a una sexta: Contribución: transferencias que se hacen a uno mismo, a la
familia, a la comunidad y a las instituciones de la sociedad.
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Por nuestra parte hemos constatado que haciendo teatro se desarrollan como mínimo
cuatro de las cinco C, ya que el teatro es un espacio que ofrece a los jóvenes oportunidad
para explorar muchos yoes, es un área sin sanción y es un espacio liminal. Veamos un
ejemplo de cada una de ellas:
Competencia: «A mí en casa me ha ayudado mucho. Por ejemplo a mi madre le
digo que la quiero y cosas así que antes no hacía. Con mis amistades puede ser,
entre comillas, madurar y hablar con ellas cosas serias. Y antes no. Y ahora es,
“vamos a hablar seriamente”. Nosotras tres nos juntamos, y antes nosotras
éramos unas locas, que no hablaban nada serio y poco a poco vamos hablando,
“¿qué opinas de esto, y qué opinas de lo otro?” Vamos hablando, vamos
pensando.»
Conexión: «Ya no somos unidades individuales, sino que, cuando hacemos teatro
y, después, cuando nos juntamos todos, yo siento que somos como un grupo,
somos uno.» «Somos una piña, somos una familia.»
Cuidado: «Te ayuda a que pienses en los demás y veas cómo se sienten.»
Confianza: «Me acuerdo de que en el colegio siempre me decían que no
conocían mi voz. Nunca hablaba. Y fue a partir de cuando me apunté a teatro
que los profesores me decían “has empezado a hablar”. Porque era muy tímida,
muy tímida.»
Contribución: «Lo que haces en el escenario también lo puedes llevar fuera.» «A
mí me ha ayudado mucho a hablar en público, que siempre me cortaba… Si toca
exponer algún trabajo delante de clase, y parece una tontería, pero se te cortan
las palabras, no sabes por dónde ir… y cómo improvisar en ese momento del
trabajo, pues me ha ayudado el teatro mucho en eso.»
Dentro de las nuevas modalidades que las estrategias teatrales ofrecen, además de los
diálogos analógicos, está el llamado Reader’s Theater o teatro del lector. También es
conocido como teatro de la mente o teatro mínimo porque puede resumir un asunto de
manera breve. Consiste en convertir en diálogo un fragmento literario, un hecho real o
una lección para leerlos en voz alta, de modo expresivo. Según opinión de Shepard
(2004), uno de los autores que más han contribuido a su difusión y uso didáctico, el
teatro del lector sería una manera conveniente y eficaz para presentar obras literarias en
forma dramatizada. Esta actividad didáctica con el tiempo se ha convertido en una forma
poderosa de divulgar los grandes temas de la literatura y del pensamiento filosófico o
científico por medio de una estructura dramática de fácil realización. Pienso que
Nietzsche, excesivamente humano puede ser un perfecto ejemplo de esta modalidad
teatral.
Al estudiar la creatividad es clásico enfocarla desde cuatro parámetros: persona,
proceso, producto y contexto. Dejando aparte los tres primeros, queremos destacar las
dimensiones del clima para la creatividad: confianza y apertura, asunción de riesgos,
juego y sentido del humor, discusión y debate, afrontamiento de conflictos y apoyo a las
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ideas personales. Estos son aspectos que se favorecen en las actividades teatrales. Hacer
teatro, ver teatro, de alguna manera, siempre produce algún impacto, pues el teatro,
aunque es un arte efímero, siempre deja huella.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Belliveau, G. (2005). «Anarts-based approach to teach social justice: Drama as a way to address bullying in
schools». International Journal of Arts Education, 3.
Boal, A. (2004). El arco iris del deseo. Barcelona: Alba.
Davis, S. (2015). «Perezhivanie and experience of drama, metaxis and meaningmaking». Drama Australia
Journal, 39: 1, pp. 63-75.
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social development», Research in Drama Education, 9: 1, pp. 57-72.
Johnson, L. y O’Neill, C. (ed.) (1991). Collected Writing in Drama Education. Dorothy Heaathcote. Evanston,
IL: Northwestern University Press.
Kim, A. J. et al. (2015). «Neurodiversity on the Stage: The Effects of Inclusive Theatre on Youth with Autism»,
International Journal of Education and Social Science, 2, p. 9.
Baldwin, P.; Fleming, K. y Neelands, J. (2003). Teaching Literacy through Drama: Creative Approaches.
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Laferrière, G. y Motos, T. (2003). Palabras para la acción. Ciudad Real: Ñaque.
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Lerner, R. M. (2005). «Promoting Positive Youth Development: Theoretical and Empirical Bases». Institute for
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Lerner, R. M.; Lerner, J. V. et al. (2011). The Positive Development of Touth. Report of the Findings from the
Seven Years of the 4-H Study of Positive Youth Development. Institute for Applied Research in Youth
Development. Tufts University.
Motos, T. (1993). «Las técnicas dramáticas: procedimiento didáctico para la enseñanza de la Lengua y la
Literatura», Enseñanza. Anuario Interuniversitario de didáctica, 10-11, pp. 75-92.
Navarro, R. (2006). «El valor pedagógico de la dramatización: su importancia en la formación inicial del
profesorado», Creatividad y Sociedad, 9. pp. 11-18.
Navarro, A. (2013). Teatro para el cambio. Nuevos enfoques del Teatro en la Educación. Ciudad Real: Ñaque.
[Libro on line: <http://www.naque.es/virtuemart/179/16/ebook/manuales/teatro-para-el-cambio-en-la-
educacion-nuevos-enfoques-detail>]
Needlands, J. (2008). «Essentially Youth Theatre». NAYAD Starting The Debate Seminar, 10 de mayo de 2008:
<http://nayad.ie./files/jNeedlandsadress.pdf>
[fecha de consulta: 9-11-2008].
Neelands, J. (2009). «Acting together: ensemble as a democratic process in art and life», Research in Drama
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http://ase.tufts.edu/iaryd/documents/pubpromotingpositive.pdf
http://www.naque.es/virtuemart/179/16/ebook/manuales/teatro-para-el-cambio-en-la-educacion-nuevos-enfoques-detail
http://nayad.ie./files/jNeedlandsadress.pdf
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A modo de introducción
La intención de este texto no es presentar a Nietzsche, él se presenta a sí mismo.
Tampoco es ser fiel a sus intérpretes históricamente comprometidos al entendimiento de
su obra. Nietzsche es polifacético y este texto es una «infiel» lectura de sus
provocaciones filosóficas. «Infiel» porque es una especie de popurrí que salta por su
obra sin compromiso con ninguna de ellas en especial. «Infiel» porque está
comprometida con este guión y no con los textos de los cuales salen los aforismos y los
fragmentos elegidos. «Infiel» porque su voz entra en el diálogo, hablando de temas que
he elegido para destacar y provocar reflexiones al lector/espectador. Estos temas están
relacionados con el ámbito de la creatividad y del arte: perspectivas estéticas, el estilo,
ensueño apolíneo y embriaguez dionisíaca, la originalidad, el hacer y el contemplar
estéticos, fuerzas naturales y la creación artística, la improvisación y el esfuerzo, la
originalidad, la inspiración, el impulso creativo, el arte en relación con la verdad y la
mentira, el papel del dolor en el proceso de crear, el arte como transformador del artista,
la creatividad y la ética, la vida como obra de arte, la creatividad política y social.
Elegir el guión teatral como forma narrativa tiene varias razones. Una de ellas es hacer
un guiño al teatro griego, tan admirado por Nietzsche, aunque el texto no tenga
necesariamente forma de tragedia. Sin embargo, tiene los elementos apolíneos y
dionisíacos, como sostiene el filósofo cuando habla de la tragedia griega, además de un
coro de sátiros. Este coro aparece en algunos momentos como metavoces que dicen
cosas que pueden estar en el pensamiento de alguno de los dos personajes, del
lector/espectador y/o de algún sujeto oculto. Es apolínea la intención de hablar de temas
clave dentro de una reflexión más amplia sobre el fenómeno de la creatividad humana.
Tiene intención dionisíaca el elemento retador que hay entre los dos que dialogan, las
posturas provocativas que Nietzsche presenta sobre las mujeres y la manera despectiva
como trata a su interlocutora. Este es el punto de tensión dramática que, de manera
transversal, recorre todo el texto. Esta tensión describe el alma de los personajes,
movilizando la curiosidad del lector en la trama argumental. Además, problematiza la
cuestión de género y la deuda histórica que la filosofía tiene con las mujeres filósofas,
consideradas por muchos, incluido Nietzsche, como inferiores.
La obra tiene tres actos. El primero y el último son similares, ocurren en la habitación
de Turín, poco antes de que Nietzsche sea rescatado por su amigo Overbeck. Estos dos
actos representan un tipo de eterno retorno, en el que Nietzsche aparece en el límite
entre la cordura y la locura, alucinando con dos de las mujeres importantes de su vida:
Lou Andreas Salomé y Cósima Wagner. En el largo segundo acto está el diálogo entre un
álter ego de la autora de este texto y el Nietzsche imaginado por ella. Es el acto en el cual
se muestra el contenido «apolíneo» y fluye la tensión dramática «dionisíaca». Nunca se
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sabe bien cuándo el filósofo, de manera divergente, sorprenderá a su interlocutora con
sus provocaciones misóginas…
Otra de las razones de escribir un guión teatral tiene que ver con la incorporación de
lenguajes artísticos que ayudan a presentar aspectos importantes del universo
nietzscheano y que van conectados al tema de la creatividad. La música, por ejemplo, es
un elemento fundamental, porque cuenta con composiciones del propio Nietzsche y de
Wagner, a quien él tanto admiró y odió. Una de las composiciones utilizadas es la que fue
dedicada a Cósima, esposa de Wagner, tras tener a su primer hijo Sigfrido. La otra
también hace mención a personajes femeninos: las valquirias. El texto cuenta además con
un poema de Lou Andreas Salomé musicado por Nietzsche. Es decir, la selección
musical alimenta la tensión dramática alrededor de la cuestión de género; asimismo es
representativa de las mujeres que cita Nietzsche en el texto. Miserere es la elegida para
iniciar y terminar la obra. La escenografía representa, en principio, la habitación sencilla
en la cual vivía Nietzsche en Turín. La utilización del teatro de sombras es un recurso
para no definir al personaje femenino de forma clara y así permitir distintos tipos de
proyección hacia él. En algunos momentos, la iluminación cuenta con elementos estéticos
admirados por Nietzsche, como, por ejemplo, proyecciones y/o luces con los colores de
las obras de Claude Lorrain, artista que él cita en varios momentos al hablar de su otoño
en Turín, poco antes de ser consumido por su enfermedad.
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Nietzsche,
excesivamente humano
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Acto primero
Suena Miserere de Friedrich Nietzsche (coro a cinco voces, verano boreal de 1860).
Escenario oscuro con una pequeña y tenue luz que se va encendiendo poco a poco
en el rincón derecho del fondo. Allí está Nietzsche recostado en un sofá, revisando
las pruebas de su libro Nietzsche contra Wagner.
Se proyecta por todo el escenario la obra de Claude Lorrain1 El puerto de la Bahía
con Apolo y la Sibila de Cumas, que ilumina cálidamente todo el escenario, mientras
transcurre la siguiente escena.
Por una puerta a la izquierda del escenario, aparece una silueta femenina. La
puerta coincide con la entrada del edificio de la obra proyectada de Claude
Lorrain. Debe dar la sensación de que la figura femenina sale desde dentro de la
pintura.
Cuando Nietzsche percibe su presencia, empieza a cantar, gritar, llorar
abrazándola. Enseguida toca el piano, salta, baila desesperadamente y cae hundido
en el sofá con fuertes convulsiones. Mientras pronuncia enigmáticas y extrañas
palabras, la luz y la proyección de la obra va desapareciendo de forma gradual,
mientras a lo lejos solamente se escucha uno de sus gritos.2
Se enciende una tenue luz amarillo-anaranjada sobre el coro de sátiros.
CORO DE SÁTIROS: «¡Sin duda un amigo ama a su amigo como yo te amo a ti, vida llena de
enigmas! Lo mismo si me has hecho gritar de gozo que llorar, lo mismo si me has
dado sufrimiento que placer, yo te amo con tu felicidad y tu aflicción: y si es necesario
que me aniquiles, me arrancaré de tus brazos con dolor, como se arranca el amigo del
pecho de su amigo. Con todas mis fuerzas te abrazo: ¡deja que tu llama encienda mi
espíritu y que, en el ardor de la lucha, encuentre yo la solución al enigma de tu ser!
¡Pensar y vivir durante milenios, arroja plenamente tu contenido! Si ya no te queda
ninguna felicidad que darme, ¡bien! ¡Aún tienes – tu sufrimiento!»3
Black-out y silencio.
1 También conocido en español como Claudio de Lorena.
2 Esta escena está basada en un hecho real, cuando Overbeck va a la modesta pensión del Sr. Fino, en Turín,
acompañado de un enfermero psiquiátrico, para recoger a su amigo Nietzsche y llevarlo de regreso.
3 Letra de un poema (Gebet an das Leben, «Oración a la Vida», traducción de Andrés Sánchez Pascual) que
Lou Andrea Salomé regaló a Nietzsche en 1882 y él lo adaptó y le puso música. Sobre esta música dijo Nietzsche:
«Este himno debe servir para ser cantado ‘en memoria mía’: digamos de hoy en cien años, cuando se haya
comprendido quién he sido yo». (12 de noviembre de 1887, en una carta a su amigo Franz Overbeck).
21
22
Acto segundo
Música: Gebet an das Leben4 cantada por la soprano Valerie Kinslow.
La luz vuelve poco a poco sobre el sofá e ilumina el rostro de Nietzsche, que con los
ojos cerrados empieza a hablar con la sombra de la silueta femenina, que se
proyecta en la pared blanca.
NIETZSCHE:Lou Andreas-Salomé,5 ¿eres tú?
MUJER: No.
NIETZSCHE: Cósima Wagner,6 ¿eres tú?
MUJER: No.
NIETZSCHE: …
MUJER: No soy ninguno de tus imposibles amores.
NIETZSCHE: ¿Amores?… ¡Ja! «¿Se ha tenido oídos para escuchar mi definición del amor?
Es la única digna de un filósofo. Amor, en sus medios la guerra, en su fondo el odio
mortal de los sexos.»7 Diga, atrevida mujer, ¿quién es?
MUJER: Soy una mujer.
NIETZSCHE: No te conozco, no sé quién eres… «Qué buscas? ¿Quieres multiplicarte,
centuplicarte? ¿Buscas prosélitos? Buscas ceros.»8
MUJER: Puede que sí. Me gustan los ceros, la nada, el vacío, el blanco y el silencio.
NIETZSCHE: «¿Cómo es eso? ¿Has elegido por norma la virtud y al mismo tiempo echas
una mirada codiciosa a los provechos de los indiscretos? Con la virtud se renuncia a
los provechos.»9
MUJER: No lo compliques tanto, Friedrich, ¿te puedo llamar así? Yo solo quiero escribir
un diálogo contigo.
NIETZSCHE: ¿Qué? ¿Qué atrevimiento es ese? ¿Por qué tengo yo que querer dialogar
contigo?
MUJER: No tienes que hacerlo… Solo expreso mi deseo.
NIETZSCHE: Ah… ¡el deseo! «…el hombre prefiere querer la nada a no querer…»10
¿Cómo vas vestida?
MUJER: Es verano…
NIETZSCHE: ¿Esto significa poca ropa? ¿Intentas seducirme? «La satisfacción preserva
hasta de los enfriamientos. ¿Se constipa jamás una mujer bien vestida? Puede hasta
darse el caso de que esté poco vestida.»11
MUJER: Preferiría seducirte con algo más que no fuera solamente un cuerpo poco vestido
de una mujer madura… Quizás me alegrase más compartir inquietudes, gustos vitales,
literarios y filosóficos y poder dialogar sobre ellos. Adoraría poder dialogar contigo
sobre el arte, la creatividad y…
23
NIETZSCHE: «La mujer perfecta hace la literatura lo mismo que comete un pecadillo; por
probar, de pasada, y volviendo la cabeza para ver si alguno lo advierte y a fin de que
alguien se entere.»12
MUJER: No soy una mujer perfecta… Más bien me va la filosofía wabisabi,13 es decir,
tengo como punto de partida la imperfección, la incompletitud y la finitud…
NIETZSCHE: Huummm, ¿vas de mujer profunda? «Se dice que la mujer es profunda. ¿Por
qué, si en ella jamás se llega al fondo? La mujer ni siquiera es plana.»14
MUJER: [Ríe] ¡Qué divertida es tu ironía! Tus martillazos no me asustan… Es más,
también sé dar martillazos. Insisto, solamente quiero dialogar contigo. Deja de ser
desagradable y permite el encuentro.
NIETZSCHE: «Cuando la mujer tiene virtudes masculinas, no hay quien la resista; cuando
no tiene virtudes masculinas, es ella quien no resiste.»15
MUJER: ¿Qué quieres ahora, hacerme desistir de seguir hablando contigo, hacerme dudar
de mi feminidad o es que me echas un piropo? ¿Qué esperas? ¿Que me guste o que
me disguste lo que dices? ¿Y si te digo que no me pasa ni una cosa ni la otra? Para mí,
todo esto no es cuestión de gustos… No me asustas, Friedrich… Insisto, solamente
quiero dialogar contigo sobre temas interesantes.
NIETZSCHE: «Tal vez sea yo el primer psicólogo de lo eterno femenino. Todas ellas me
aman, una vieja historia: descontando las mujercitas lisiadas, las “emancipadas”, a
quienes les falta la herramienta para tener hijos. Por fortuna, yo no tengo ningún
deseo de dejarme desgarrar: la mujer perfecta desgarra cuando ama… Conozco a esas
amables ménades… ¡Ay, qué peligrosos, insinuantes, subterráneos animalillos de
presa!, ¡y tan agradables, además!… Una mujercita que persigue su venganza sería
capaz de atropellar al destino mismo. La mujer es indeciblemente más malvada que el
hombre, también más lista; la bondad en la mujer es ya una forma de
degeneración…»16
MUJER: Pero… ¿Qué te pasa con las mujeres? ¿Tanto ha sido tu desencanto? o, ¿es que
no te gustamos como género?
NIETZSCHE: «Habla el desilusionado. Busqué grandes hombres, y no he hallado más que
monos de su propio ideal.»17
MUJER: ¡Ajá!, empezamos a ponernos más interesantes… No es solo una cuestión de
género… Te daré de tu propia medicina: «¿Corres delante de los demás? ¿Lo haces
como pastor o como excepción? Puede haber un tercer caso: como desertor…»18
¿Acaso has desistido de la vida bajo estos discursos vitalistas?
NIETZSCHE: «El gusano se enrosca cuando lo pisan. Esto es muy prudente, puesto que
reduce las probabilidades de que le vuelvan a pisar. En moral, eso se llama
humildad.»19
MUJER: ¿Humildad? ¿Moral? Pero… ¿de qué hablas? ¿Era mentira entonces? Toda tu
filosofía del superhombre y de la transvaloración de los valores, una mentira… ¿Nos
engañaste?
NIETZSCHE: «Hay cierto odio contra la mentira y el disimulo, que procede de la honra, y
hay otro odio semejante por cobardía, porque la ley divina prohíbe la mentira. Eso es
24
ser demasiado cobarde para mentir.»20
MUJER: ¿No eres mentiroso? ¿Eres un cobarde, entonces? Menuda revelación… Y
encima hablando de «ley divina»… Tú afirmabas que Dios había muerto, ¿verdad?
¡Me defraudas, Friedrich!
NIETZSCHE: ¿No he dicho que las mujeres sois planas? Mira por donde conduces lo que
supone ser un deseo de diálogo sobre el arte y la creatividad… Te pensaba más
socrática…
MUJER: ¿Hablas de la ironía y de la dialéctica socrática? ¿O solamente quieres humillarme
y probar lo bueno que eres?
NIETZSCHE: «[…] El dialéctico tiene en la mano un instrumento implacable; con él se
puede actuar de tirano; compromete al adversario al obtener la victoria. El dialéctico
pone a su antagonista en el trance de probar que no es idiota; enfurece, y al mismo
tiempo impide todo socorro. El dialéctico degrada la inteligencia de su adversario. La
dialéctica de Sócrates, ¿no será tan solo una forma de venganza?»21
MUJER: [Ríe] Por lo visto, para ti, Sócrates era mujer… [Ríe] ¿Intentas disuadirme de
dialogar contigo?
NIETZSCHE: «Lo que necesita ser demostrado para ser creído no vale gran cosa.
Dondequiera que la autoridad es todavía de buen tono, donde no se discurre, sino se
manda, el dialéctico es una especie de polichinela; las gentes se ríen de él y no le
toman en serio. Sócrates fue un polichinela que hizo que le tomaran en serio.»22 «Yo
intento averiguar de qué idiosincrasia procede aquella ecuación socrática de razón-
virtud-felicidad: la ecuación más extravagante y que tiene en contra suya todos los
instintos dionisíacos del heleno antiguo.»23
MUJER: ¡Ajá! ¡Por fin entramos en el tema! ¿Instintos dionisíacos del heleno antiguo?
¿Y si dejamos de hablar de Sócrates y hablamos del arte y de la creatividad a partir del
espíritu trágico? Recuerdo haberte oído decir: «El tiempo del hombre socrático ha
pasado. Atreveos a ser hombres trágicos, pues merecéis la libertad.»24
NIETZSCHE: «Apolo y Dionisos, esos dos dioses del arte, son los que despiertan en
nosotros la idea del extraordinario antagonismo, tanto de origen como de fin, en el
mundo griego, entre el arte plástico apolíneo y el arte desprovisto de formas, la
música, el arte de Dionisos. Estos dos instintos tan desiguales caminan parejos, las
más de las veces en una guerra declarada, y se excitan mutuamente para creaciones
nuevas, cada vez más rotundas, para perpetuar, por medio de ellas, ese antagonismo
que la denominación arte, común a ellas, no hace más que enmascarar, hasta que, al
fin, por un admirable acto metafísico de la voluntad helénica, aparecen acoplados, y
en este acoplamiento engendran la obra, a la vez dionisíaca y apolínea, de la tragedia
antigua.»25
MUJER: ¿Son dos mundos estéticos que se acoplan?
NIETZSCHE: «Imaginemos por un momento, para una comprensión más justa, estos dos
instintos como los dos mundos estéticos diferentes del ensueño y de la embriaguez,
fenómenos fisiológicos entre los cuales se nota un contraste análogo al que distingue al
uno del otro, el estilo apolíneo y el estilo dionisíaco.»26
25
MUJER: Interesante… Ya que utilizaste la palabra estilo, hablemos un poco más sobre
ello, es un concepto importante para quienes crean algo.
NIETZSCHE: «Voy a añadir ahora algunas palabras generales sobre mi arte del estilo.
Comunicar un estado, una tensión interna de pathos, por medio de signos, tal es el
sentido de todo estilo; y teniendo encuenta que la multiplicidad de los estados
interiores es en mí extraordinaria, hay en mí muchas posibilidades de estilo, el más
diverso arte del estilo de que un hombre ha dispuesto nunca.»27
MUJER: ¿Hay algún estilo que se pueda llamar bueno o mejor que otros?
NIETZSCHE: «Es bueno todo estilo que comunica realmente un estado interno, que no
yerra en los signos, en el tempo de los signos, en los gestos –todas las leyes del
período son arte del gesto–. Mi instinto es aquí infalible. Buen estilo en sí, una pura
estupidez, mero “idealismo”, algo parecido a lo “bello en sí”, a lo “bueno en sí”, a la
“cosa en sí”…»28
MUJER: ¿Por eso escribes libros tan buenos? ¿Tu secreto es tener un estilo propio
reconocido por los demás?
NIETZSCHE: «No quiero ser confundido con otros; para ello, tampoco yo debo
confundirme a mí mismo con otros. […] Tomar en las manos un libro mío me parece
una de las más raras distinciones que alguien puede concederse. Yo supongo incluso
que para hacerlo se quitará los guantes, para no hablar de las botas…»29
MUJER: O sea, si te entiendo bien, tu obra no es original en sí misma, ya que para ti nada
existe en sí. Entonces, ¿afirmarías que es el otro quien reconoce la originalidad de tu
obra?
NIETZSCHE: «En última instancia nadie puede escuchar en las cosas, incluidos los libros,
más de lo que ya sabe. Se carece de oídos para escuchar aquello a lo cual no se tiene
acceso desde la vivencia. Imaginémonos el caso extremo de que un libro no hable más
que de vivencias que, en su totalidad, se encuentran situadas más allá de la posibilidad
de una experiencia frecuente o, también, poco frecuente, que sea el primer lenguaje
para expresar una serie nueva de experiencias. En este caso, sencillamente, no se oye
nada, lo cual produce la ilusión acústica de creer que donde no se oye nada no hay
tampoco nada… Ésta es, en definitiva, mi experiencia ordinaria y, si quiere, la
originalidad de mi experiencia.»30
MUJER: Es algo paradójico lo que dices. Si te entiendo bien, te afirmas creativo sin el otro,
pero es el otro quien reconoce tu creatividad, porque ella no existe en sí…
NIETZSCHE: Es que hay distintos tipos de otros… «Habrá de perdonárseme el que yo no
sienta curiosidad alguna por las recensiones de mis libros, sobre todo por las de
periódicos. Mis amigos, mis editores lo saben y no me hablan del asunto. […] Y, lo
confieso, me alegro aún más de mis no lectores, de aquellos que jamás han oído ni mi
nombre ni la palabra filosofía; pero a cualquier lugar que llego, aquí en Turín por
ejemplo, todos los rostros se alegran y se ponen benévolos al verme. Lo que más me
ha lisonjeado hasta ahora es que algunas viejas vendedoras de frutas no descansan
hasta haber escogido para mí los racimos más dulces de sus uvas. Hasta ese punto
hay que ser filosofo…»31 ¿Te has fijado en mis orejas, mujercita?
26
MUJER: Me desconciertas, Friedrich, me he perdido, no entiendo tu pregunta y quizás no
he logrado entender tampoco tu respuesta anterior… Y ¿a qué viene esto de llamarme
mujercita? ¿No te cansas de insultarme?
NIETZSCHE: [Ríe] «Bien me atrevo a afirmar que yo tengo las orejas más pequeñas que
existen. Esto interesa no poco a las mujercitas, me parece que se sienten
comprendidas mejor por mí… Yo soy el antiasno par excellence y, por lo tanto, un
monstruo en la historia del mundo […]»32
MUJER: Ufff! Me lo pones difícil, ¡de verdad! Pero no soy de desistir rápidamente,
tendrás que esforzarte algo más para hacerme desistir… Pues venga, antiasno,
volvamos a tu concepción trágica. Es muy interesante lo que propones del símbolo
dionisíaco como afirmación. Sin contar toda esta provocación que haces cuando
opones la racionalidad al instinto en los procesos de crear el arte.
NIETZSCHE: «Para que haya arte, para que haya algún hacer y contemplar estéticos,
resulta indispensable una condición fisiológica previa: la embriaguez, pues lo esencial
en ella es el sentimiento de plenitud y de intensificación de las fuerzas.»33
MUJER: ¿Fuerzas? ¿De qué tipo? ¿Naturales?
NIETZSCHE: «Hasta ahora hemos considerado el espíritu apolíneo y su contrario, el
espíritu dionisíaco, como formas de dos fuerzas artísticas que brotan de la misma
Naturaleza sin “el fuego intermediario del artista humano”, fuerzas por las cuales los
instintos de arte de la Naturaleza se satisfacen inmediata y directamente: por un lado,
como el mundo de imágenes del ensueño, cuya perfección no depende en modo
alguno del valor intelectual o de la cultura artística del individuo; por otra parte, como
una realidad plena de embriaguez que no se preocupa del individuo, y aun persigue el
aniquilamiento del individuo mismo y su disolución liberadora por un sentimiento de
identificación mística. Con relación a estos fenómenos artísticos inmediatos de la
Naturaleza, todo artista imita a la naturaleza; es decir, ya sea el artista del ensueño
apolíneo, ya sea el artista de la embriaguez dionisíaca, o, por ejemplo, en la tragedia
griega a la vez el artista de la embriaguez y el artista del ensueño.»34
MUJER: Hable un poco más sobre la embriaguez y el proceso de creación artística.
NIETZSCHE: «La embriaguez apolínea mantiene excitado el ojo de modo que este adquiere
la fuerza de ver visiones. El pintor, el escultor, el poeta épico son visionarios par
excellence. En cambio, en el estado dionisíaco, lo que queda excitado e intensificado
es el sistema entero de los afectos, descargando de una vez todos sus medios de
expresión.»35 «Los artistas pagan caro la estimación concedida a las diversas
pasiones.»36
MUJER: O sea, para crear hace falta que esté excitado el sistema entero de afectos.
Pero… ¿crear es una cuestión de embriaguez y de afectos alterados? ¿No hay
componentes cognitivos, intencionales? ¿Y el esfuerzo personal e intencional para
crear algo, no existe? ¿Crear es una ocurrencia natural que acontece en los humanos
«privilegiados»?
NIETZSCHE: Demasiadas preguntas, mujercita, demasiadas preguntas… ¿Estás excitada?
[Ríe] Deben ser mis minúsculas orejas que te excitan… ¿O será este bien tratado y
27
original bigote? [Ríe]
MUJER: No reempecemos con la burla, por favor… Si, es verdad… ¡me he pasado con
tanta pregunta! Vamos por partes… ¿Qué te apetece comentar?
NIETZSCHE: «Por medio del éxtasis dionisíaco, saboreamos la felicidad de vivir, no en
cuanto individuos, sino en la unidad de la vida, confundidos y absorbidos en su placer
creador.»37 «El espíritu apolíneo nos arranca de la universalidad del estado dionisíaco
y nos hace interesarnos por lo individual.»38 «Reconozco en Apolo y Dioniso los
representantes “vivos” de dos mundos de arte que difieren esencialmente en su
naturaleza.»39
MUJER: Entiendo, estás afirmando que uno no existe sin el otro. Son fuerzas creadoras
que transitan entre el caos y el orden, entre el esfuerzo cognitivo apolíneo y la
desmesura apasionada dionisíaca. Todo esto se parece mucho a lo que algunos llaman
de movimientos del pensar divergente y convergente. El divergente es aquel abierto al
absurdo, que suspende la aplicación del juicio para permitir la originalidad. Esto es
puro Dionisos… Convergente es el trabajo de elaboración y de transformación de las
inspiraciones en productos concretos en el mundo. Esto ya es más similar a lo que
llamas apolíneo…
NIETZSCHE: ¿Has utilizado la palabra inspiración, mujercita? «¿Tiene alguien, a finales del
siglo XIX, un concepto claro de lo que los poetas de épocas poderosas denominaron
inspiración? En caso contrario, voy a describirlo. […] un abismo de felicidad, en que
lo más doloroso y sombrío no actúa como antítesis, sino como algo condicionado,
exigido, como un color necesario en medio de tal sobreabundancia de luz; […] Todo
acontece de manera sumamente involuntaria, pero como en una tempestad de
sentimiento de libertad, de incondicionalidad, de poder, de divinidad […] como si las
cosas mismas se acercasen y se ofreciesen para símbolo. […] Esta es mi experiencia
de la inspiración; no tengo duda de que es preciso retroceder milenios atrás para
encontrar a alguien que tenga derechoa decir “es también la mía”.»40
MUJER: Eres la paradoja en persona, Friedrich… Pero sigamos dentro de la lógica de tus
devaneos… ¿Entonces para ti la inspiración es un tipo de revelación? Si te he
entendido bien, tener inspiración es ser capaz de captar aquello que se deja ver, que se
deja oír. Y que, esto que se deja percibir, conmueve y trastorna en lo más hondo,
porque revela algo que es la realidad misma de los hechos…
NIETZSCHE: Esto lo dices tú, mujercita…
MUJER: Pues sigo pensando en voz alta, porque me parece que afirmas que la inspiración,
además de ser algo muy personal es una especie de éxtasis dionisíaco, ya que
involuntario. Lo que dices es un tipo de «estar fuera de sí», exaltado de inexplicable y
gozoso estremecimiento y entusiasmo.
NIETZSCHE: Es una especie de estar fuera de sí, pero muy dentro de mi… «¡Ah, lo que
todavía se oculta de mí, luchando por hallar la palabra formal! No existe lugar lo
bastante silencioso, elevado y solitario para que no pueda escuchar mis voces más
íntimas.»41
28
MUJER: Entiendo que me dices que la paradoja fuera-dentro genera lo nuevo, lo
inexistente, lo que todavía no tiene forma. Entonces, ¿crear implica tener inspiraciones
que son éxtasis que revelan algo profundo? ¿No sería crear hacer surgir algo más
superficial? Pregunto esto porque pienso en la modernidad y sus tantos artefactos
novedosos, el diseño, la publicidad… ¿No son creaciones?
NIETZSCHE: Dejo este tema para los que se ocupan de ello. No me interesa esto que dices.
«Tengo un objetivo por el que necesito seguir viviendo y por el que tengo que dar fin
a las cosas dolorosas.»42
MUJER: ¡Bien! Entiendo que estás ocupado en comunicar tu transcendental tarea
filosófica… Tú eres un creador de ideas que transforman el mundo. Quizás sea bueno
hablar del esfuerzo creativo de hacerlo, ¿cómo lo ves?
NIETZSCHE: Sé cómo curar a una mujer… ¿Te hago un hijo? «Se ha oído mi respuesta a
la pregunta sobre cómo se cura a una mujer, sobre cómo se la “redime”? Se le hace
un hijo. La mujer necesita hijos, el varón no es nunca nada más que un medio, así
habló Zaratustra.»43
MUJER: ¡Basta ya, Friedrich! Ya soy madre, ¡no te necesito para ello! Y este no es
nuestro tema de conversación…
NIETZSCHE: Soy un artista de valor, mujercita. «Los artistas de valor son consecuencia de
un temperamento fuerte, exuberante; se trata de animales vigorosos, sensuales.»44
Puedo hacerte hijos como yo…
MUJER: Ya tengo hijas de temperamento fuerte, vigorosas y sensuales. Que te quede claro
de una vez por todas: ¡no te necesito para ser madre! Y ahora dejáte de sandeces…
Hablemos, pues, del componente del esfuerzo en los procesos de crear.
NIETZSCHE: [Ríe] Sigues torturándome con tu insistencia dialogante… «Podemos citar
nombres grandes de todo género que fueron poco dotados, pero adquirieron la
grandeza, se convirtieron en genios, por su conciencia de artesanos.»45
MUJER: En esto estamos de acuerdo, aunque me interesan menos los genios que a ti…
Pero digamos que ser creativo es algo que uno aprende y desarrolla, no es un don…
NIETZSCHE: «¡Guardaos de hablar de dones naturales, de talentos innatos!»46
MUJER: Sigamos pues…
NIETZSCHE: «Todos los grandes hombres son grandes trabajadores, infatigables, no
solamente en inventar, sino también en rechazar, en pasar por la criba, en modificar,
en arreglar.»47
MUJER: Esta es una importante cuestión a desarrollar, porque hay una idea generalizada
de que crear es algo de pocos y que se da de manera casi milagrosa, es decir, sin
esfuerzo ninguno y de manera misteriosa e inmediata. Pero, como tú, afirmo que crear
implica un largo proceso que conlleva distintos momentos y tipos de movimientos y
habilidades del pensar. Obviamente improvisar es un acto mental creativo, pero crear
en sentido más profundo conlleva mucho más que una mera improvisación.
NIETZSCHE: «El artista sabe que su obra no producirá su pleno efecto sino cuando
despierte la creencia en una improvisación, en una milagrosa espontaneidad de
creación, y por eso favorece deliberadamente esta ilusión e introduce en el arte esos
29
elementos de inquietud entusiasta.»48 «La improvisación artística está a un nivel muy
bajo en comparación con las ideas artísticas elaboradas seriamente y con esfuerzo.»49
MUJER: ¿Estás diciendo que los artistas son mentirosos?
NIETZSCHE: «Ante cualquier cosa perfecta estamos habituados a no plantear el problema
de su creación, sino a gozar de ella, como si hubiese surgido por arte de magia.»50
«Por nuestra parte necesitamos de la mentira para conseguir la victoria sobre esta
realidad, o sea, para vivir.»51
MUJER: ¿El arte es una mentira? ¿La vida es una mentira? ¿Cuándo creamos arte,
mentimos?
NIETZSCHE: «El arte y nada más que el arte. ¡Es el que hace posible la vida!» […] Es la
única fuerza superior, opuesta a toda voluntad de negar la vida.»52 «El arte es la
auténtica misión de la vida, el arte es la actividad metafísica de la vida.»53
Black-out
Suena la música de Wagner La cabalgata de las Valquirias54
CORO DE SÁTIROS (VOZ EN OFF): «Wagner les dice: la naturaleza es por dentro mucho más
pletórica, portentosa, inefable, pavorosa, no la conocéis en vuestra existencia habitual;
aprended a ser vosotros mismos otra vez Naturaleza y dejaos transmutar por mi
hechizo de amor y fuego. Es la voz del “arte de Wagner” la que así les habla a los
hombres… Su arte, es el más estupendo espectáculo, por muy doloroso que haya sido
ese proceso de gestación.»55
La luz se enciende sobre Nietzsche, que está con la mirada perdida, mientras
camina de un lado a otro repitiendo para sí mismo palabras incomprensibles.
MUJER: Friedrich, me parece interesante lo que dices sobre el arte, recuerdo lo que
comentaste sobre la obra de Wagner. ¿Podrías hablar sobre dos cuestiones que salen
de ahí? Una es la naturaleza como impulso creativo y la otra es sobre el dolor en el
proceso de crear.
NIETZSCHE: Siempre exigiendo mucho, mujercita emancipada… «En el fondo las mujeres
emancipadas son las anarquistas en el mundo de lo “eterno femenino”, las fracasadas,
cuyo instinto más radical es la venganza…»56 (Se levanta con rabia y grita
gesticulando con fuerza) ¿Te vengas de mí torturándome para que hable de lo que te
interesa a ti?
MUJER: Tomaré tus palabras como un cumplido y tu pregunta como una inspiración
dionisíaca…
NIETZSCHE: ¡Ja! Además de vengativa y fracasada, mujercita, eres atrevida. Pero ya
sabes: «Yo no soy un hombre, soy dinamita.»57 «Para las más grandes luchas es
necesaria un arma nueva: el martillo.»58 [Nietzsche grita mientras se aprieta la cabeza,
hace ver que siente dolores muy fuertes. Se retuerce y tiene arcadas.]
30
MUJER: ¿Acaso sufres, Friedrich? Recuerdo que dijiste por la boca de Zaratustra: «Crear,
esa es la gran redención del sufrimiento, así es como se vuelve ligera la vida. Mas para
que el creador exista son necesarios sufrimientos y muchas transformaciones.»59
NIETZSCHE: «Solo el profundo dolor es capaz de consumar la liberación del espíritu.»60
«Mi naturaleza está constituida para sufrir el martirio y como dispuesta para
consumirse a fuego lento. Ni siquiera he sabido ser lo suficientemente agudo para
perder con ello la razón. […] Una cosa deseo y quiero hacerle saber: el cambio
profundo que he experimentado en mi manera de pensar y de sentir, ha sido lo que me
ha hecho conservar la existencia y casi me ha devuelto la salud.»61
MUJER: Es decir, el arte transforma al artista, lo devuelve a sí mismo…
NIETZSCHE: «Mi existencia es una carga terrible: la hubiera arrojado de mí hace ya mucho
tiempo, si no fuera porque, en este estado de sufrimiento y de casi absoluta
abstinencia, fue donde hice las pruebas y los experimentos más fructíferos en el
terreno eticointelectual; esta alegría sedienta de conocimiento me eleva a una altura
desde donde supero todos los tormentos y desesperanzas. En general soy ahora más
feliz que nunca en mi vida.»62 «En última instancia, la enfermedad me ha
proporcionado los mayores beneficios; ella me ha librado de todos mis vínculos, me
ha dado el valorpara regresar a mí mismo.»63
MUJER: Te has creado a ti mismo, mientras creabas tu filosofía. ¿Creamos la propia vida
mientras creamos arte? ¿Es esto?
NIETZSCHE: Puede que sí… pero ignoramos mucho y fantaseamos demasiado. «La
ignorancia in physiologicis (en cuestiones de fisiología), el maldito “idealismo”, es la
auténtica fatalidad en mi vida, lo superfluo y estúpido en ella, algo de lo que no salió
nada bueno y para lo cual no hay ninguna compensación, ningún descuento. Por las
consecuencias de este “idealismo” me explico yo todos los desaciertos, todas las
grandes aberraciones del instinto y todas las “molestias” que me han apartado de la
tarea de mi vida; así, por ejemplo, el haberme hecho filólogo, ¿por qué no, al menos,
médico o cualquier otra cosa que abra los ojos?»64
MUJER: ¿Qué quieres decir? ¿Nos apartamos de nosotros mismos cuando creamos? ¿Al
crear, abstraemos demasiado de nuestra naturaleza?
NIETZSCHE: «En mi época de Basilea toda mi dieta espiritual, incluida la distribución de la
jornada, fue un desgaste completamente insensato de fuerzas extraordinarias, sin tener
una recuperación de ellas que cubriese de alguna manera aquel consumo, sin siquiera
reflexionar sobre el consumo y su compensación. Faltaba todo cuidado de sí un poco
más delicado, toda protección procedente de un instinto que partiese órdenes, era un
equipararse a cualquiera, un “desinterés”, un olvidar la distancia propia, algo que no
me perdonaré jamás.»65
MUJER: Pues eso que dices es algo que se repite en la historia de grandes creadores. Hay
muchas biografías que revelan este consumirse a sí mismo en nombre de sus
creaciones, inventos, descubrimientos, teorías, obras, etc. Se nota que existe esa falta
de cuidado de sí por parte de aquellos que andan involucrados en grandes procesos de
31
creación. Como si crear fuera un tipo de trance, que aleja a uno de lo más concreto y
palpable: su propio cuerpo, su entorno, las relaciones más cercanas…
NIETZSCHE: «Cuando me encontraba casi al final comencé a reflexionar, por el hecho de
encontrarme así, sobre esta radical sinrazón de mi vida: el “idealismo”. La enfermedad
fue lo que me condujo a la razón.»66
MUJER: ¿Y también te condujo a la música?
NIETZSCHE: «Voy a decir todavía unas palabras para los oídos más selectos: qué es lo que
yo quiero en realidad de la música. Que sea jovial y profunda, como un mediodía de
octubre. Que sea singular, traviesa, tierna, una dulce mujercita llena de perfidia y
encanto…»67
Black-out
Suena la música de Wagner Idilio de Sigfrido68
MUJER: Pienso que crear también puede redimir heridas sociales y no solamente las
individuales. Por esto me interesa todo lo que puede generar bien común, como lo es
la creatividad social, la ciudadanía creativa…
NIETZSCHE: ¿Qué dices mujercita? «Ninguna de las cosas grandes, ninguna de las cosas
bellas puede ser jamás un bien común: Pulchrum est pauporum hominum (Lo bello es
cosa de pocos hombres).»69
MUJER: ¡Qué elitista y aristócrata eres!
NIETZSCHE: «Entre los artistas encontramos hoy muchos que delatan con sus obras que un
profundo deseo los empuja hacia lo aristocrático.»70
MUJER: Pues a mí no me interesa esta manera de ver, por muchas razones. La primera es
que, aunque me encante el arte, y que sé que no existe sin la capacidad creativa, estoy
segura de que la capacidad creativa no se expresa solamente en el campo artístico. Tú
eres un ejemplo de ello, has creado filosofía… Además, a mí me interesan los
ciudadanos de a pie, las personas comunes y cómo ellas pueden desarrollar su propia
capacidad creativa.
NIETZSCHE: ¡Puaj! Te agradan los plebeyos, debes de tener mala sangre, mujercita…
«Suponiendo que sepamos algo de los padres, está permitido sacar una conclusión
sobre el hijo: cierta incontinencia repugnante, cierta envidia mezquina, un torpe darse
a sí mismo la razón; y estas tres cosas juntas han constituido en todas las épocas el
auténtico tipo plebeyo, tienen que pasar al hijo con la misma seguridad con que pasa la
sangre corrompida; y con ayuda de la mejor educación y de la mejor cultura lo único
que se conseguirá cabalmente es engañar acerca de esta herencia.»71
MUJER: Pues mira, los humanos podemos reinventar nuestras biografías. Y esto no
implica engañar a nadie, ni a sí mismo. Esto implica ejercer la libertad de plantearse
ser quien decidas ser, más allá de determinismos sociales, genéticos, etc. Esto implica
una voluntad poderosa y una superación de nuestras limitaciones, sean cuales sean.
¿No eres tú quien defiendes algo similar con tu «voluntad de poder»?
32
NIETZSCHE: «Los que sufren, los desesperados, los que desconfían de sí, tuvieron en
todos los tiempos necesidad de visiones fascinadoras para soportar la vida.»72 Estás
muy ilusa con estos gusanos resentidos, mujercita. Es pura proyección de tu propio
sufrimiento y desesperación. Luchas con tu mala sangre, pero…
MUJER: ¿Pero qué? No confías en la humanidad. Eres tú el resentido que se autointoxica
con estas desconfianzas y que generas toda una teoría, que quizás, no se pueda
generalizar. Quizás solamente la podemos aplicar a ti y a gente como tú, desencantada,
ríspida, pasional con fachada de pensador objetivo.
NIETZSCHE: [Hablando con desdén y asco] Eres demasiado buena, mujercita. «Los
buenos, en efecto, no pueden crear: son siempre el comienzo del final, crucifican a
quien escribe nuevos valores sobre nuevas tablas, sacrifican el futuro a sí mismos,
¡crucifican todo el futuro de los hombres! Los buenos han sido siempre el comienzo
del final. Y sean cuales sean los daños que los calumniadores del mundo ocasionen: ¡el
daño de los buenos es el daño más dañino de todos!»73
MUJER: Sé de qué hablas, Friedrich, pero no quiero ir por donde me llevas ahora… Es
más, si soy buena y los buenos son el comienzo y el final, vamos bien dentro de tu
lógica del eterno retorno… Pero quiero hablarte de otra cosa de la que no me has
dejado hablar antes: también pienso que es posible desarrollar creatividad política.
NIETZSCHE: «El concepto de política queda entonces totalmente absorbido en una guerra
de los espíritus, todas las formaciones de poder de la vieja sociedad saltan por el aire;
todas ellas se basan en la mentira: habrá guerras como jamás las ha habido en la
Tierra. Solo a partir de mí existe en la Tierra la gran política.»
MUJER: ¡Eres un iluso egocéntrico pesimista, Friedrich!
NIETZSCHE: ¿Quieres plantear con verdadera radicalidad la cuestión de la capacidad
humana de crear? Solo transvalorando los valores, mujercita, solamente así… Tú
todavía estás muy cruda, ilusa, demasiado optimista con estos idealismos que
solamente intoxican la mente. Estás demasiado comprometida con mejorar la
humanidad. Todo esto te impide ver lo que hay que ver. «Todo lo que hasta ahora se
llamó “verdad” ha sido reconocido como la forma más nociva, más pérfida, más
subterránea de la mentira; el sagrado pretexto de “mejorar” a la humanidad,
reconocido como el ardid para chupar la sangre a la vida misma, para volverla
anémica. Moral como vampirismo… Quien descubre la moral ha descubierto también
el no valor de todos los valores en que se cree o se ha creído […]»74 Todo esto que
dices y crees, mujercita, no pasa de una farsa, de un autoengaño. Eres una tola
optimista que solamente logra fortalecer a los vampiros moralistas.
MUJER: Quizás te haré caso respecto a plantearme más radicalmente lo que ocupa la
curiosidad de mi mente. Puedo enfrentarme a mis errores, fracasos y equívocos. Esto
no me asusta, solo es humano y propio de quien está, de verdad, entregado a la tarea
de pensar… Pero, Friedrich, ¡estás enfermo y tu voz no es ajena a esto!
NIETZSCHE: [Con especial ironía] Hum… ¿Te enfrentas a mí desde tu crueldad? ¿Acaso
quieres dejar de ser buena, mujercita? Pues déjame que te explique algo más.
«Finalmente –es lo más horrible– en el concepto de hombre bueno, la defensa de todo
33
lo débil, enfermo, mal constituido, sufriente a causa de sí mismo, de todo aquello que
debe perecer, invertida la ley de selección, convertida en un idealla contradicción del
hombre orgulloso y bien constituido, del que dice sí, del que está seguro del futuro, del
que garantiza el futuro, hombre que ahora es llamado el malvado… ¡Y todo esto fue
creído como moral! – Écrasez l’infâme! (Aplastad a la infame).»75
MUJER: Ah… Friedrich, el autoengaño es de tu parte, ¿acaso no ves tu propia debilidad y
cómo la enfermedad te consume la lucidez? Eres tú quien perece de sí mismo y sufre
por ello. El destino se burla de ti con esta gran paradoja. Me parece que este será tu
último intento de cordura, estás en los brazos de la locura y el tiempo hará eternas
estas palabras. Ojalá tuvieras todavía algo más de salud para seguir con este radical
diálogo con la vida…
NIETZSCHE: «¡En lugar de salud, la “salvación del alma”, es decir, una folie circulaire
(locura circular) entre convulsiones de penitencia e histerias de redención»76 [Al decir
estas palabras Nietzsche se retuerce en el sofá con convulsiones que le hacen saltar y
moverse de forma descontrolada. Se pone a gritar muy fuerte: ¡folie circulaire! ¡folie
circulaire! ¡folie circulaire!]
MUJER: Tranquilízate un poco, Friedrich. «Un buen escritor no cuenta solo con su propio
espíritu, sino también con el espíritu de sus amigos.»77
NIETZSCHE: Malwida,78 ¿eres tú? «Venerada amiga: ¡Por fin! ¿No es cierto? Pero he
enmudecido involuntariamente para todos, pues cada vez siento menos deseos de
exponer a la mirada de nadie las dificultades de mi existencia. Se ha producido
realmente un gran “vacío” a mi entorno. Nadie posee el concepto que defina mi
situación.»79
Black-out
Suenan 12 campanadas.
CORO DE SÁTIROS: «¿Qué es lo que ha sonado ahí? Así también nosotros nos frotamos a
veces las orejas después de ocurridas las cosas y preguntamos, sorprendidos del todo,
“qué es lo que en realidad hemos vivido ahí?”, más aún, “quienes somos nosotros en
realidad?” y nos ponemos a contar con retraso, como hemos dicho, las doce vibrantes
campanadas de nuestra vivencia, de nuestra vida, de nuestro ser, ¡ay!, y nos
equivocamos en la cuenta… Necesariamente permanecemos extraños a nosotros
mismos, no nos entendemos, tenemos que confundirnos con otros, en nosotros se
cumple por siempre la frase que dice “cada uno es para sí mismo el más lejano”, en lo
que a nosotros se refiere no somos “los que conocemos”…»80
34
4 La letra traducida de esta música es el texto anterior del coro de sátiros.
5 Filósofa y escritora rusa muy conocida por sus escritos, por su inteligencia y por su «puesta en escena»
como mujer de vanguardia; pero también porque enamoró a Nietzsche, Rainer Maria Rilke y Freud, entre otros.
Es de ella la célebre frase: «¿Qué le pasa a los hombres? ¿Son incapaces de sentir amistad hacia una mujer, solo
saben ser amantes o esposos? Renegado por ella, cuando le pidió en matrimonio, Nietzsche la acusó de padecer
atrofia sexual. Años después, cuando, a causa de un cáncer de mama sufrió una amputación, dijo bromeando:
«Nietzsche tenía razón, ahora, tengo un pecho postizo».
6 Cósima era la esposa del músico Wagner e hija ilegítima de Frans Liszt. Nietzsche ha tenido una enigmática
relación con ella y con la pareja Wagner. Pero seguramente ella fue una de las principales interlocutoras de
Nietzsche cuando iniciaba la estructuración de sus pensamientos. En el diario de enfermos del manicomio de
Jena, al final de sus días, puede leerse el siguiente apunte de una frase pronunciada por él: «Mi esposa Cósima
Wagner me ha traído aquí».
7 Ecce homo, «Por qué escribo yo libros buenos», pág. 71.
8 El crepúsculo de los ídolos o Cómo se filosofa con el martillo, «Máximas y sátiras», aforismo XIV.
9 El crepúsculo de los ídolos o Cómo se filosofa con el martillo, «Máximas y sátiras», aforismo XIX.
10 La genealogía de la moral, pág. 205 (última frase del Tratado Tercero).
11 El crepúsculo de los ídolos o Cómo se filosofa con el martillo, «Máximas y sátiras», aforismo XXV.
12 El crepúsculo de los ídolos o Cómo se filosofa con el martillo, «Máximas y sátiras», aforismo XX.
13 Ética-estética japonesa que influencia expresiones artísticas como: jardín Zen, poemas Hai-Ku, ikebanas,
Ceremonia del té, Teatro Nô.
14 El crepúsculo de los ídolos o Cómo se filosofa con el martillo, «Máximas y sátiras», aforismo XXVII.
15 El crepúsculo de los ídolos o Cómo se filosofa con el martillo, «Máximas y sátiras», aforismo XXVIII.
16 Ecce homo, «Por qué escribo yo libros tan buenos», pág. 71.
17 El crepúsculo de los ídolos o Cómo se filosofa con el martillo, «Máximas y sátiras», aforismo XXXIX.
18 El crepúsculo de los ídolos o Cómo se filosofa con el martillo, «Máximas y sátiras», aforismo XXXVII.
19 El crepúsculo de los ídolos o Cómo se filosofa con el martillo, «Máximas y sátiras», aforismo XXXI.
20 El crepúsculo de los ídolos o Cómo se filosofa con el martillo, «Máximas y sátiras», aforismo XXXII.
21 El crepúsculo de los ídolos, «El problema de Sócrates», aforismo VII.
22 El crepúsculo de los ídolos, «El problema de Sócrates», aforismo V.
23 El crepúsculo de los ídolos, «El problema de Sócrates».
24 El origen de la tragedia, aforismo 20.
25 El origen de la tragedia, pág. 483.
26 El origen de la tragedia, pág. 483.
27 Ecce homo, «Por qué escribo yo libros tan buenos», pág. 69.
28 Ecce homo, «Por qué escribo yo libros tan buenos», pág. 69.
29 Ecce homo, «Por qué escribo yo libros tan buenos», pág. 64.
30 Ecce homo, «Por qué escribo yo libros tan buenos», pág. 65.
31 Ecce homo, «Por qué escribo yo libros tan buenos», pág. 66.
32 Ecce homo, «Por qué escribo yo libros tan buenos», pág. 67.
33 El crepúsculo de los Ídolos, «Incursiones de un intempestivo», aforismo 20.
34 El origen de la tragedia, págs. 487-488.
35 El crepúsculo de los Ídolos, «Incursiones de un intempestivo», aforismo 10.
36 Humano, demasiado humano, aforismo 629.
37 El origen de la tragedia, aforismo 17.
38 El origen de la tragedia, aforismo 21.
39 El origen de la tragedia, aforismo 16.
40 Ecce homo: «Así habló Zaratustra», aforismo 3, pág. 108.
41 Correspondencia, carta a C. Von Gersdorff, 28 junio 1883, p.102.
42 Correspondencia, carta desde Sils-María, verano 1883.
43 Ecce homo, «Por qué escribo yo libros tan buenos», aforismo 5, pág. 71.
44 La voluntad de poder, aforismo 794.
45 Humano, demasiado humano, aforismo 163 de la 1ª parte.
46 Humano, demasiado humano.
47 Humano, demasiado humano, pág. 155.
48 Humano, demasiado humano, pág. 145.
49 Humano, demasiado humano, pág. 155.
35
50 Humano, demasiado humano, pág. 145.
51 Voluntad de poder, aforismo 848.
52 Voluntad de poder, aforismo 848.
53 Voluntad de poder, Prefacio.
54 Es una de las piezas más conocidas de Wagner. Es el término popular para referirse al comienzo del tercer
acto de la ópera La Valquiria.
55 Consideraciones intempestivas: Richard Wagner en Bayreuth, pág. 26.
56 Ecce homo, «Por qué escribo yo libros tan buenos», pág. 72.
57 Ecce homo, «Por qué soy yo un destino», pág. 135.
58 La voluntad de poder, aforismo 1047.
59 Así habló Zaratustra: «En las islas afortunadas».
60 Nietzsche contra Wagner, pág. 439.
61 Correspondencia, carta a Hans von Bülow escrita desde Genova, diciembre 1882, pág. 95
62 Cartas reunidas, carta al Dr. Otto Eiser, invierno 1880, Insel Verlag, Leipizig, vol. I.
63 Correspondencia, carta a G. Brandes desde Turin, 10 de abril de 1888, pág. 136.
64 Ecce homo, pág. 46-47.
65 Ecce homo, «Por qué soy tan inteligente», pág. 47.
66 Ecce homo, «Por qué soy tan inteligente», pág. 47.
67 Ecce homo, «Por qué soy tan inteligente», pág. 54.
68 Es un poema sinfónico para orquesta de cámara, que fue un regalo de cumpleaños de Wagner a Cósima, su
segunda esposa, después del nacimiento de su hijo Siegfried en 1869.
69 El crepúsculo de los ídolos, «Lo que los alemanes están perdiendo», aforismo 5.
70 Más allá del bien y del mal, aforismo 287.
71 Más allá del bien y del mal, aforismo 264.
72 La voluntad de poder, aforismo 847.
73 Así habló Zaratustra, pág. 298.
74 Ecce homo, «Por qué soy yo un destino», aforismo 8, pág. 144.
75 Ecce homo, «Por qué soy yo un destino», aforismo 8, pág. 145.
76 Ecce homo, «Por quésoy yo un destino», aforismo 8, pág. 144.
77 Humano, demasiado humano, 1ª parte, aforismo 180.
78 Malwida von Meysenbug, íntima amiga de Cósima, además de haber presentado a Nietzsche a Lou
Andreas-Salomé. Ella trató a Nietzsche con cuidados maternales y le apoyó en diferentes momentos difíciles de
su vida. Fue su protectora en distintos niveles. Se alejó cuando el filósofo atacó despiadadamente a Wagner.
79 Carta a Malwida desde Sils, finales de julio de 1888, su último año de lucidez mental.
80 La genealogía de la moral, aforismo 1, pág. 22.
36
Acto tercero
Música: Se repite Gebet an das Leben, pero ahora en voz del barítono Dietrich
Fischer-Dieskau.
Una luz tenue ilumina los largos bigotes de Nietzsche que se mueven cuando habla.
NIETZSCHE: Lou Andres-Salomé, ¿eres tú?
MUJER: No.
NIETZSCHE: Cósima, ¿eres tú?
MUJER: No. No soy ninguno de tus imposibles amores…
NIETZSCHE: …
MUJER: Soy una mujer con apellido Sátiro.
NIETZSCHE: ¿Sátiro? ¿Eres el libertino cabrón barbudo disfrazado de mujer? ¿Acaso te
envía Dionisos para llevarme al frenesí de sus exaltadas, grotescas y violentas fiestas?
[vocifera Nietzsche tragando saliva, que sale como espuma blanca por el rincón
derecho de su boca.] Pero… Pero… [Se recompone tartamudeando y
empequeñeciendo su cuerpo en el sofá.] No te conozco, no sé quién eres… «Qué
buscas? ¿Quieres multiplicarte, centuplicarte? ¿Buscas prosélitos? Buscas ceros.»81
MUJER: Puede que sí. Me gustan los ceros, la nada, el vacío, el blanco y el silencio.
Puede que esta sea mi dicha.
NIETZSCHE: Pues… te cuento la «fórmula de mi dicha: un sí, un no, una línea recta, un
fin.»82 Hemos acabado, moira despiadada. ¡Vete, Circe de los infiernos!
MUJER: ¿Fin? ¿He oído bien? ¿Nietzsche hablando de fin? «¡Mira que eres el que enseña
el eterno retorno – tal es ahora tu destino!»83
NIETZSCHE: «¡Ay! ¡Asco! ¡Asco! ¡Asco!»84 «Raza pasajera y maldita, hija del azar y del
dolor, ¿por qué me obligas a revelarte lo que sería conveniente no conocieras? Lo que
debes preferir a todo es, para ti, lo imposible: es no haber nacido, no ser, ser nada. Y
además, lo que mejor puedes anhelar es… morir pronto.»85 Ah… maldita mujer que
atormenta mi descanso con sus insistentes comentarios. ¿Por qué no te callas
eternamente?
MUJER: Solo te recuerdo a ti mismo tus palabras, Friedrich: «Ahora me muero y extingo y
al instante seré una nada. Las almas son tan mortales como los cuerpos. Mas retorna
el nudo de causas del que estoy prendido; ¡este nudo me volverá a crear! Yo mismo
figuro entre las causas del eterno retorno. Retornaré junto con este sol, esta tierra, esta
águila y esta serpiente, no a nueva vida, no a mejor vida ni a otra vida parecida a esta;
retornaré eternamente a esta misma vida, en lo más grande y también en lo más
insignificante, para que enseñe de nuevo el eterno retorno de todas las cosas; para que
37
diga de nuevo la palabra del Gran Mediodía de la tierra y del hombre; para que
anuncie de nuevo el superhombre a los hombres.»86
NIETZSCHE: «He dicho mi palabra y sucumbo a mi palabra –así lo quiere mi eterno
destino–. ¡Sucumbo como anunciador!»87 «¡Envuélveme el infinito inefable! ¡Hasta
ámbitos más lejanos me brillan el espacio y el tiempo! ¡Arriba viejo corazón! ¡Oh!,
¿cómo no voy a anhelar yo la eternidad y el nupcial anillo de los anillos, el anillo del
Retorno? Nunca aún encontré la mujer de la que deseara tener hijos, como no fuese
esta mujer que amo; ¡pues te amo, oh, Eternidad! ¡Pues te amo, oh, Eternidad!»88
Black-out y silencio durante algunos segundos, hasta que se escuchan las voces en
off:
NIETZSCHE: Lou Andres-Salomé, ¿eres tú?
MUJER: No.
NIETZSCHE: Cósima, ¿eres tú?
MUJER: No. No soy ninguno de tus imposibles amores…
NIETZSCHE: ¿Acaso eres mi amada Eternidad?
MUJER: …
Suena la música de Nietzsche que da inicio a la representación: Miserere.
Una tenue luz hace ver la silueta de la mujer caminando hacia el fondo de la
proyección de la obra de Claude Lorrain: Seaport at Sunset. Es como si ella
regresara al universo de la pintura en dirección al sol que se pone en el centro del
cuadro. Mientras tanto, el cuerpo de Nietzsche, en el sofá, permanece en
movimiento constante con profundas convulsiones. Hasta que este cuerpo para de
moverse, justamente cuando la silueta femenina desaparece en la puesta del sol. El
escenario queda en total oscuridad.
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81 El crepúsculo de los ídolos o Cómo se filosofa con el martillo, «Máximas y sátiras», aforismo XIV.
82 El crepúsculo de los ídolos o Cómo se filosofa con el martillo, «Máximas y sátiras», aforismo XLIV.
83 Así hablaba Zaratustra, pág. 1639.
84 Así hablaba Zaratustra, pág. 1638.
85 El origen de la tragedia, pág. 492.
86 Así hablaba Zaratustra, pág. 1640.
87 Así hablaba Zaratustra, pág. 1640.
88 Así hablaba Zaratustra, pág. 1648.
39
Referencias bibliográficas
La obra de Friedrich Nietzsche utilizada como base para este texto:
Ecce homo, Madrid, Alianza, 2008 [7ª reimpresión. Prólogo, traducción y anotaciones
por Andrés Sánchez Pascual].
La genealogía de la moral, Madrid, Alianza, 2008 [8ª reimpresión].
Obras inmortales, tomo I-IV, Barcelona, Teorema, 1985.
Escritos de Turín: cartas y notas de locura (fragmentos póstumos, 1888), Madrid,
Biblioteca Nueva, 2009.
Fragmentos póstumos: una selección, Madrid, Abada, 2004.
Una obra sobre Nietzsche que fue importante para este texto:
Pifarré, Lluís. Nietzsche como artista, Barcelona, PPU, 1997.
Después de haber terminado este texto, encontré otras fuentes documentales que me
parece importante citar; aunque no tuvieran influencia directa en el libro, pues puede ser
interesante consultarlas.
Cano, Germán. Diccionario Nietzsche: conceptos, obras, influencias y lugares,
Madrid, Biblioteca Nueva, 2012.
Dias de Nietzsche em Turim. Película brasileña de 2001, dirigida por Júlio Bressane.
Enseña un retrato íntimo y original sobre la estancia de Nietzsche en Turín (1888, el
último año de lucidez de su vida). Se trata de un «ensayo cinematográfico» que se
desarrolla sin diálogos y con la narración basada en textos originales del filósofo.
40
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Sobre la autora
Angélica Sátiro
Es escritora, pedagoga y filósofa practicante, con una trayectoria teatral. Ha sido actriz y
directora de teatro, además de profesora de teatro universitario. Investigadora sobre la
creatividad desde los años ochenta. En este libro trata de sintetizar sus pasiones: la
escritura, la filosofía, el teatro y la creatividad.
Para saber más:
www.angelicasatiro.net
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http://www.angelicasatiro.net
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Sobre la ilustradora
Pilar Pedraza
Pilar Pedraza es una pintora de placeres. Apasionada por la arquitectura y por el ser
humano (como buena historiadora), recoge en sus obras ambos elementos recreándose y
haciendo que nos recreemos en ellos.
Sus figuras humanas adquieren una nueva significación. No recoge rostros, sino
sentimientos. Así, son las posturas, el lugar desde el que se mira a cada figura, lo que
define su identidad.» (Olga Escurial Lebrusán)
Para saber más:
www.pilarpedraza.es
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http://www.pilarpedraza.es
45
Imagen de la cubierta:
© Pilar Pedraza, Torso (100 x 81 cm)
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Imagen de la contracubierta:
© Pilar Pedraza, Equilibrio (60 x 70 cm)
48
Este libro forma parte del Proyecto Noria. Este proyecto, heredero del legado de
Filosofía para Niños de Matthew Lipman y su colaboradora Ann Margaret Sharp,
propone una educación reflexiva y creativa. Los recursos utilizados para «jugar a
pensar» son el arte, la narrativa y el juego (actividades lúdicas).
Para saber más:
www.octaedro.com/noria
Por otro lado, este libro es una de las herramientas del Movimiento de Filosofía Lúdica, que pretende jugar a
pensar y pensar jugando. Este movimiento se manifiesta a favor del gusto por el cultivo del pensamiento y del
placer de pensar desde el asombro y la maravilla producida por la vida. Es una praxis filosófica transformadora,
que recupera el origen etimológico de la palabra filosofía: amor por la sabiduría. Por lo tanto, se trata de un modo
de pensar vinculado a la dimensión emocional

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