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Paris, Texas, un sueño americano Paris, Texas es un filme paradójico que se las arregla para ser plenamente estadounidense y plenamente europeo al mismo tiempo. Por un lado, es una road movie en idioma inglés que se desarrolla en el suroeste estadounidense, con guion de Sam Shepard y música del guitarrista Ry Cooder. Lo protagoniza Harry Dean Stanton, un veterano actor de carácter que ha actuado en numerosos westerns. La mezcla es emocionante, auténtica y evocativa del oeste estadounidense. Por el otro lado, Paris, Texas es un filme orientado a los personajes, sobre la soledad y la angustia de un hombre errante. Tiene ligazones sustanciales con películas anteriores de Wim Wenders, y con la búsqueda existencial de sentidos y valores de muchos filmes europeos. Wenders se había lanzado obsesivamente a la cinematografía estadounidense durante Hammett, el filme que dirigió para los estudios Zoetrope, de Francis Coppola. Vivió por seis meses en un departamento de San Francisco donde Hammett también había vivido, tratando, tal vez, de “convertirse” en su sujeto. Un cineasta alemán que visitaba Berkeley por ese entonces escribió comentarios sarcásticos sobre los intentos de Wenders por ser más estadounidense que los estadounidenses. De todos modos, Wenders no estaba cómodo con el aparato de producción de estilo hollywoodense de Hammett, ni tampoco con el filme más bien impersonal resultante. Entonces, para Paris, Texas intentó realizar un filme que fuera reconociblemente estadounidense en cuanto a locaciones, europeo en cuanto a métodos de producción, y una mezcla (euro- estadounidense) en tema y estilo. Wenders y el productor ejecutivo Chris Sievernich consiguieron financiamiento de fuentes estrictamente europeas para este filme de habla inglesa. Las compañías productoras fueron la compañía de Wenders, Road Movies (Berlin), y Argos Films (París) de Anatole Dauman. Los créditos finales del filme suman reconocimientos para Pro-ject Film (Munich), la empresa televisiva Channel Four (Londres) y Westdeutscher Rundfunk (Colonia). Don Ranvaud nota que nueve fuentes de financiamiento diferentes fueron usadas para arribar a un presupuesto de $2.000.000. Desde la filmación de Paris, Texas, en 1983, el mecanismo de asegurarse fondos europeos para apoyar una producción de habla inglesa se ha vuelto más común. Permite a los realizadores usar fondos europeos (incluyendo el sistema de subsidios) y al mismo tiempo diseñar un filme a medida para el mercado internacional dominado por los Usuario Cuadro de texto 06 081 145 7 copias Estados Unidos. De todos modos, Paris, Texas es inusual en su uso del financiamiento de bajo presupuesto y fragmentado característico de los filmes de arte europeos. Filmes de arte euro-estadounidenses más recientes han sido respaldados, en gran medida, por grandes compañías productoras (por ejemplo, Gaumont en Francia, Neue Constantin en Alemania), deseosas de lanzarse al mercado mundial. El financiamiento de film-arte europeo le dio a Wenders la compensación de una autonomía sustancial a cambio de un presupuesto apretado. En Hammett, había habido un gran presupuesto pero también una supervisión cercana del productor ejecutivo Francis Coppola. Para Paris, Texas, Wenders trabajó en locación con un equipo de colaboradores pequeño y seleccionado personalmente (los guionistas San Shepard y L. M. “Kit” Carson, el director de fotografía Robbie Muller, la asistente de dirección Claire Denis, los productores Sievernich y Don Guest). Los patrocinadores europeos fueron apartados de las decisiones de la producción diaria y la post-producción. Paris, Texas fue una apuesta financiera, ya que la película fue realizada sin la garantía de un distribuidor norteamericano (Hammett tenía un contrato de distribución con Orion como parte del paquete de Zoetrope Films). De todos modos, el modesto presupuesto y el apoyo de compañías de cine y televisión de tres países europeos minimizaron el riesgo. De hecho, el filme ganó la Palma de Oro (primer premio) en Cannes, y luego fue comprado por Twentieth Century Fox para su distribución estadounidense. Paris, Texas comienza con Travis (Harry Dean Stanton) caminando sin rumbo en un polvoriento traje, corbata y gorro de béisbol a través del desierto del suroeste de Texas. Entra en una tienda, chupa un hielo y se desmaya. Luego un doctor llama al hermano de Travis, Walt (Dean Stockwell), a Los Ángeles, para pedirle ayuda con su nuevo paciente, quien no habla. Cuando Walt llega a Terlingua, Texas, se entera de que Travis ha abandonado la clínica. Walt descubre a Travis caminando en el desierto, y emprenden camino de regreso a Los Ángeles. Regresan en auto porque Travis no quiere volar. Walt y su esposa Anne (Aurore Clément) han adoptado al hijo de Travis, Hunter (Hunter Carson), porque tanto Travis como su esposa, Jane, han estado desaparecidos por cuatro años. La reaparición de Travis, y la gradual recuperación de su salud (hablar, comer, dormir), causan un estrés considerable en la familia de Walt. Hunter debe aprender a aceptar a su padre “real”, y Anne y Walt tienen que adaptarse a compartir, y tal vez perder, a su hijo. Luego de unos días, Hunter decide ir con Travis a Houston a buscar a Jane. Esto devasta a Anne y Walt. Travis encuentra a Jane (Natassja Kinski) trabajando en el club Keyhole, un establecimiento extraño en el que los hombres pagan para ver mujeres y hablarles en ambientes de fantasía. Los hombres hablan por teléfono en pequeñas cabinas oscuras; las mujeres pueden ser vistas en habitaciones fuertemente iluminadas etiquetadas como “pool”, “hotel”, etc. Las mujeres por lo general no pueden ver a los clientes. En su primera visita, Travis le pregunta a Jane si se va a casa con los clientes. Ella dice que no; no es una prostituta. En su segunda visita, Travis le cuenta a Jane la historia de su vida como pareja, incluyendo los celos patológicos y el dolor que le causó (por ejemplo, encadenándola a la cocina en su casa rodante). Jane reconoce a Travis, y lo perdona. Pero Travis no logra perdonarse a sí mismo. Envía a Jane a conocer a Hunter en una habitación de hotel en Houston, y se marcha solo en su camioneta durante el crepúsculo. En el nivel más simple, Paris, Texas puede ser vista como un filme del tipo “visite Estados Unidos”, un tour visual por partes pintorescas del oeste. Los directores europeos gustan particularmente de esas regiones de los Estados Unidos, que presentan vistas y culturas distintivas: el desierto del suroeste, el sur, California. Esta película comienza con una toma de los páramos del lejano suroeste de Texas hecha desde un helicóptero, estableciendo la “otredad” del entorno. La cámara rápidamente descubre a Travis vagando a través del desierto. A lo largo del filme, Travis es vinculado al desierto así como a modernos páramos industriales (por ejemplo, las carreteras). Walt, el hermano de Travis, por el contrario, es asociado a las complejidades y al confort de la sociedad moderna (autos, aviones, una casa en los suburbios). La reintroducción de Travis a la civilización le da a Wenders y a Robbie Muller la oportunidad de crear llamativas imágenes de la sociedad humana impactando sobre la naturaleza –por ejemplo, el cartel del motel promocionando “TV” emergiendo del desierto. Desde el punto de vista de Travis, los moteles, tiendas y restaurantes que se ven a lo largo de la carretera son bizarros y confinadores. Desde la perspectiva de Walt, esas imágenes son normales. Presentando ambas perspectivas en la primera media hora del filme, Wenders y Muller suman una complejidad temática al hermoso paisaje del suroeste. Paris, Texas también puede ser vista como una exitosa mezcla de géneros estadounidenses. Comenzamos con un hombre solitario vagando en un entorno duro que es sumamente familiar a partir de cientos de westerns. Este hombre no es un pistolero como Shane, sino más bien un hombre cuyos problemas maritales lo han dejado destrozadoy mudo. Él no está por salvar a los rancheros; por el contrario, necesita salvarse a sí mismo. Este aspecto del filme comenzó con el libro de Sam Shepard Crónicas de Motel, una colección de poemas y fragmentos en prosa, y particularmente con la descripción de un hombre que quema su portafolios a un lado de la calle y vaga desnudo por el desierto. Dado el énfasis en los largos viajes en auto desde Texas hasta California y de regreso, Paris, Texas puede también ser vista como una road movie. Gaylyn Studlar describe a la road movie como “una versión moderna de las historias de cowboys nómades que une la cultura estadounidense centrada en los autos como un símbolo de la libertad y la movilidad y, por ende, la libertad individual, con una validación de vivir en la periferia de la sociedad –a menudo, en un sistema de camaradería masculina”. La importancia para Wenders de este género usualmente estadounidense puede verse en el nombre de su compañía productora con base en Berlín –Road Movies Filmproduktion. A medida que Paris, Texas avanza, de todos modos, la situación genérica de los hermanos en la ruta cambia para focalizar en asuntos familiares. Primero vemos las tensiones al interior de la familia de Walt, luego Travis y Hunter se marchan a buscar a Jane. La historia del salvaje y duro oeste ha sido transformada en un melodrama familiar. Paris, Texas comenzó como una zambullida en el cine norteamericano, una zambullida en la “otredad” con la omisión de elementos reflexivos. Wenders y San Shepard trabajaron en un guion simple y directo. Wenders y Robbie Muller acordaron que no habría referencias pictóricas en las imágenes, que verían los paisajes del oeste norteamericano con ojos frescos. Por el nuevo colaborador en el guion y el nuevo escenario, Paris, Texas, desarrolla un poder emocional y una franqueza que son nuevos en Wenders. Pero no se queda en un drama directo del oeste estadounidense. Un número de elementos que incluyen el título, el elenco, y las referencias narrativas rompen con el patrón de la road movie. ¿Qué nos quiere decir el título Paris, Texas? Al interior de la diégesis del filme, Paris, Texas, es el lugar donde los padres de Travis hicieron el amor por primera vez, el lugar en el que cree que fue concebido. Simbólicamente, Paris, Texas es un lugar imposible, un oxímoron, ya que “París” y “Texas” son entidades separadas, experiencias separadas. De acuerdo a Travis, su padre solía decir que su madre era de “París… Texas”, con la pausa creando falsas expectativas y sugiriendo una discordancia entre la pareja. Eventualmente, el padre comenzó a creer su propio chiste (que su esposa era una mujer elegante), y a ponerse celoso de ella. Esta ruptura entre los padres es reflejada por el distanciamiento de Travis y Jane, e incluso por los problemas de Walt y Anne. Travis quiere escapar de la separación que siente, y regresar a “casa”, al mismo tiempo idealizada e imposible, representada por el título del filme. Su angustia surge en gran parte de la imposibilidad de regresar. El título Paris, Texas también puede ser visto como la reflexión de Wenders sobre la síntesis de la cultura europea y la estadounidense. En este filme él trae a París a Texas, el París de la cinematografía personal de la Nueva Ola francesa, el París de Argos Films de Anatole Dauman, el París de su propia experiencia formativa (como estudiante en París, Wenders pasó largas horas en la Cinemateca Francesa). Trata de hacer una película estadounidense, y también mantener su identidad como un director europeo de film-arte. La ambivalencia y la tensión de Wenders está bien presentada en un largo poema/ensayo titulado “El sueño americano”, que fue publicado en 1984: He vivido por siete años en Estados Unidos de Norteamérica ¿Qué le sucedió a mi propio sueño americano? ¿Y puede ser separado del sueño que Estados Unidos de Norteamérica sueña sobre sí misma? Si es que aún es soñar. Claramente, el filme Paris, Texas es el “propio sueño americano” de Wenders, y un número de marcadores lo separan del “sueño que Estados Unidos de Norteamérica sueña sobre sí misma”. Consideremos, por ejemplo, a los tres actores europeos que aparecen en Paris, Texas. En los primeros minutos del filme, Travis es tratado por un excéntrico médico alemán (interpretado por Bernhard Wicki) en una clínica en la frontera Texas-México. La esposa de Walt, Anne, quien trabaja en Los Ángeles con su esposo, es interpretada por una actriz francesa. Y Jane, la esposa de Travis, cuya ausencia es el foco de gran parte del filme, es interpretada por la actriz alemana Nastassya Kinski. La explicación más simple para el uso de actores europeos en una road movie estadounidense es que su presencia podría ser necesaria para los patrocinadores europeos de Wenders y Sievernich, ya sea para cumplir con requisitos de coproducción o para atraer a las audiencias alemanas y francesas. Pero su presencia también podría tener que ver con el modo de Wenders de puntualizar las paradojas de tener a un cineasta alemán haciendo una película híper estadounidense. El filme no es sólo el intento de Travis de reconciliar los polos opuestos de “París” y “Texas”, es también el intento de Wenders de unir esos opuestos. Wenders está haciendo una road movie estadounidense, pero también una película de Wenders bastante típica –con financiamiento europeo, un equipo pequeño, rodaje en locaciones, un héroe sensible pero inexpresivo al que puede llegar sólo otro hombre (The American Friend, Kings of the Road) o un niño (Alice in the Cities). Si vemos Paris, Texas como el trabajo de un director europeo, omitiendo por el momento las contribuciones de Sam Shepard y otros, entonces el filme es representativo de muchos filmes de arte europeo-estadounidenses que ven a los Estados Unidos como una alternativa, un escape, un nuevo comienzo. Algunos filmes encuentran una situación utópica en Estados Unidos: Another Man, Another Chance, Bagdad Café. Otros filmes encuentran una utopía fallida: Alamo Bay, Stroszek, Zabriskie Point. Y otros, como Model Shop, no son concluyentes. Paris, Texas no describe utopía ni anti- utopía, sino más bien un nuevo comienzo en un mundo imperfecto para Travis y, por extensión, para Wenders. Paris, Texas es un filme revelación para Wenders porque el héroe logra sentir y expresarse mucho más efectivamente que en ninguno de sus filmes previos. La larga conversación entre Travis y Jane en el club Keyhole contiene momentos fuertes de revelación y reconciliación. Se abren posibilidades de amor y curación que no eran posibles para los solitarios de Wrong Movement o Kings of the Road. Una perspectiva alternativa vería la dinámica emocional de Paris, Texas como trabajo de Sam Shepard fundamentalmente. Las obras de Shepard habitualmente presentan confrontaciones emocionales y altamente verbales al interior de una familia. A menudo, las obras suceden alrededor de secretos familiares profundamente escondidos (por ejemplo, Fool for Love, Buried Child). La violencia doméstica en el matrimonio de Travis y Jane encaja con este tema de Shepard. Y los largos monólogos de Travis y Jane en el club Keyhole fueron escritos a último momento por Shepard y reproducidos palabra-por-palabra por los actores. Wenders y Robbie Muller contribuyeron con las visuales fantasmales de esta escena (por ejemplo, reflejos que superponen los rostros o los ubican lado a lado). Pero los monólogos de Shepard imponen el tono emocional. Kathe Geist sugiere que Paris, Texas puede ser vista como una combinación de los estilos emocionales de Shepard y Wenders. Los personajes de Wenders “tienden a lidiar los unos con los otros ante la remoción de uno –a través de fotos, notas o escapándose… Los personajes de Shepard, por el contrario, generalmente se confrontan unos a otros directamente, a menudo violentamente”. Los recursos de Wenders, como el adiós grabado de Travis a Hunter, median el crudo poder de los discursos de Shepard.Las ideas de Geist proveen una herramienta para comprender cómo Paris, Texas puede ser una película estadounidense y una película de Wenders al mismo tiempo. Wenders toma el poder y la franqueza de Shepard y le agrega sus propias dudas, su propio “aplomo emocional”. Quiere lanzarse a la cinematografía estadounidense, pero también mantener la distancia. Esta dialéctica entre emoción directa y emoción distanciada se vuelve muy importante en las últimas escenas del filme. Shepard y Wenders han construido una situación en la que la familia podría estar unida, ya que Travis y Jane se han confesado el uno al otro y encontraron entendimiento mutuo. En este momento de la producción (el filme fue filmado más o menos en secuencia), Harry Dean Stanton presionó para que la familia permaneciera junta, Shepard quería que Travis y Hunter continuaran sus viajes, y Wenders insistía en que Travis debía dejar a Hunter con Jane. Wenders prevaleció por sobre Stanton y Shepard y usó su propio final. Wenders explica que durante la primera visita al club Keyhole Travis siente los mismos celos destructivos que habían arruinado su matrimonio con Jane. Por lo tanto, no puede volver a su vida familiar; sólo puede unir a la madre y al hijo. Este final es impráctico e irresponsable en términos de dinámica familiar, porque Travis ha alejado a Hunter de un hogar estable con Walt y Anne para dárselo a una madre que trabaja en un antro. Pero el final podría tener más sentido visto como el rechazo de Wenders de dejar de lado su propia individualidad artística, que en filmes anteriores se había enfocado en la alienación y la culpa. Darle un final feliz convencional ubicaría a Wenders en el cine estadounidense mainstream. A pesar de su fascinación con las cosas estadounidenses, Wenders se rehúsa al final feliz y deja ir solo a su personaje. Paris, Texas se convierte en “mi propio sueño americano”, el sueño del solitario no reconciliado.
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