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Resumen Prueba 1

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Prueba 1 Teoría 5. 
CLASES.
Pensamiento sociológico y sus etapas. 
Perspectiva regional: América Latina y Chile. 
Mezcla: análisis de pensamiento con lo que ocurre en la sociedad: cómo las problemáticas de la sociedad latinoamericana moldean el pensamiento y viceversa. 
Se concibe América Latina como un tipo ideal. Hay que considerar las particularidades de cada sociedad (a partir de conceptos típico-ideales). 
El pensamiento sociológico desde la instalación de las ciencias sociales y la sociología como disciplinas científicas, académicas, reconocidas como carreras en el espacio institucional universitario o en los centros internacionales.
El objeto es el pensamiento sociológico, que considera: ciertos contenidos, un marco institucional y las problemáticas de la sociedad (esto permite distinguir las etapas).
¿Cuáles han sido los modelos de pensamiento sociológico/de ciencias sociales? 
· Modelo fundacional: el que va desde el momento de instalación hasta un momento de ruptura: intervenciones militares en las universidades (recientes). Al interior se distinguen dos grandes proyectos: uno crítico-profesional y el científico crítico (crítica desde el marxismo a la sociología imperante hasta entonces). Sociología de grandes paradigmas. 
· Segundo modelo: desde la ruptura del fundacional hasta hoy. Sociología de focos temáticos: identidades, estado, etc. 
Del primer al segundo modelo, también hay cambios institucionales. 
Problemas de la teoría sociológica contemporánea. 
1. Concepto de sociedad.
Sociedad: distinto al concepto que manejaban los antropólogos. Implica una población, una frontera o territorio, un centro de toma de decisiones (Estado), una economía (manera de resolver los problemas que tienen que ver con la satisfacción de necesidades), una organización o estructura social (formas de reproducción, jerarquizaciones, las clases sociales, relaciones sociales, etc), una política (modelo de resolución los problemas de poder o conducción de la sociedad, y una cultura (manera de comunicarse, de representarse, de incorporar las personas a los valores, normas…). 
Entre estos elementos que coexisten no hay correspondencia funcional necesaria, puede haber tensiones, conflicto. 
La sociedad moderna es la única en que se puede hacer la diferenciación de estos ámbitos. 
2. Tradición teórica determinista y su cuestionamiento. 
Tradición de la teoría sociológica: se privilegió un pensamiento determinista: buscar un hilo conductor, una esfera o ámbito determinante en torno al cual se organizaban los otros. Ej. Marx, Durkheim, culturalistas de la tradición weberiana, Maquiavelo. En general, el pensamiento determinista es evolucionista. Se señala la evolución o desarrollo del principio de determinación. 
Revisión o crítica al determinismo: El pensamiento posmoderno rompe con esta noción, y establece la idea –falsa- de la sociedad como un conjunto de flujos permanentes, de los cuales no se pueden desprender sentidos o causalidades. No distinguen los distintos ámbitos. 
Hoy, la hipótesis de una esfera determinante parece aceptable con dos condiciones: 
· Nunca esa determinación es completa.
· La predominancia de un principio de determinación es siempre temporal y local (está enmarcado en espacio físico y temporal).
 Ej. en los 60 en América Latina, la esfera determinante es la política (estando la economía subordinada). Momento neoliberal: a través de un acto político la economía gana predominio, determina la política, la cultura y desarticula las formas de organización anteriores. 
= No hay una determinación esencial u ontológica. La determinación es parcial y tempo-espacial. Cada sociedad debe teorizarse de una manera distinta; hay que descubrir para cada sociedad y tiempo histórico, el principio o esfera determinante. El enfoque es de la investigación empírica y no desde la teoría como algo independiente de la realidad. 
Puede haber más de una cultura, más de una economía, etc. Se pueden distinguir los dominios a pesar de que puede haber contaminación. El esquema no es funcional porque entre esos ámbitos no hay una correspondencia necesaria. Los clásicos distinguieron estos ámbitos sin establecer dicha correspondencia; la distinción es posible al analizar la sociedad moderna (diferenciación). 
3. Cuestionamiento del concepto de sociedad. 
Algunos autores sostienen que no hay sociedad, que ya no existe, que existe un sistema mundo. 
El concepto de sociedad está cuestionado por dos fenómenos: 
· la globalización o mundialización, de origen económico. Los procesos parecen enteramente determinados desde afuera, y no por procesos nacionales. También, hay fenómenos culturales que se traspasan de una sociedad a otra. Han disminuido las atribuciones del Estado, entonces hay menos sociedad (ya que se debilita uno de sus componentes). Aparecen actores que no son los actores societal, nacional, estatal, clásicos: ej. Empresas que pertenecen a varias sociedades. Globalización: interpenetración de mercados y comunicaciones a escala planetaria y en tiempo real. No es neoliberal, porque son fenómenos distintos. 
· Explosión de las identidades. La sociedad moderna insistió en principios que tienen que ver con la acción: uno es lo que hace, no lo que uno es. El principio adscriptivo se define por la edad, el sexo, el color, incluso la región, entendida como la comunidad primaria, y también la nación - no como pertenencia a un Estado Republicano, sino como principio identitario. El reclamo del principio identitario y de comunidad, cuestiona la idea de sociedad. Las identidades étnicas aspiran a su propia autonomía: convertirse ellas en sociedad: su propia cultura, economía, organización, política. 
· Individualismo. Tiene dos sentidos. Uno egoísta, que define al individuo a partir de intereses exclusivos y excluyentes, y otro más subjetivo, en que el individuo se reconoce como tal en la medida en que reconoce a otros. Se crea una teoría general sobre el comportamiento del individuo, que se puede traspasar a los actores colectivos. El individuo tiene intereses y objetivos que busca satisfacer, a partir de ciertos medios. En particular, la teoría de la acción racional. El foco de análisis se traslada de lo social a lo individual. Lo que ocurre en una sociedad sería resultado de esos comportamientos de acción racional. 
La concepción del ciudadano está impregnada del individualismo egoísta. El concepto de intereses se intercambia por el concepto de derechos. Suele haber mucho más un componente de consumo individual más que de derechos en relación a la participación en una sociedad. 
Sobre el pensamiento sociológico en Chile: la sociología ha tratado las problemáticas de la sociedad chilena desde la perspectiva de la estructura, de los actores, de los procesos y, últimamente, desde el punto de vista de la cultura.
El Estado en el contexto de la mundialización. 
El debilitamiento del Estado es relativo, no hay la desaparición. En ocasiones la introducción de los procesos de mundialización en el país ha pasado por el Estado (ej: TLCs). Lo interesante es ¿quién negocia o quién impone la globalización? La imposición la llevan a cabo poderes fácticos (BM, FMI). También hay representantes de los poderes privados de los mercados. En una posición más subordinada, ONGs con alcance internacional (algunas defienden la globalización). El Estado que puede firmar TLCs que permiten ingresar los objetos de consumo. 
En aras de la mundialización, el Estado tiene que relegitimarse. La sociedad puede reclamar al Estado, entonces éste tiene que hacer cosas que lo relegitimen. En la medida en que se relegitima, se fortalece. Autoridad significa poder legitimado.
Problema del pensamiento social: acción social.
Lo social tiene distintas dimensiones: las acciones individual/subjetiva, los mundos de la vida, dimensión organizacional, institucional. 
Un acto individual aislado también es social en la medida en que implica una internalización de la norma, una socialización, etc. Asimismo, es un acto al que se le asigna un sentido. 
Dimensiónorganizacional : existen roles e interacciones.
Dimensión institucional: contiene una normatividad, corresponde a las reglas del juego. Es el campo instrumental; las instituciones son instrumentos, mediaciones para la realización de determinados objetivos. 
Lévi-Strauss y el problema del pintor. Todo lo que es instrumento es a la vez obstáculo, porque es una mediación. Los resultados son de alguna manera autónomos de lo que el pintor quiere. Los instrumentos traducen y traicionan; permiten hacer las cosas pero traicionan. 
Las instituciones son siempre instrumentos de la acción social y a la vez traicionan o distorsionan; hay un componente de refracción, las instituciones no dejan pasar simplemente el sentido de la acción. Por eso siempre hay lucha por cambios institucionales: unos defienden la refracción y otros tratan de acercar más las instituciones a sus intereses. 
Otra dimensión es la historicidad. Ésta es a la sociedad como el sentido es al individuo. Touraine: la historicidad tiene que ver con el sentido, con proyectos y contraproyectos, con la superación de las instituciones. 
Ej de demandas subjetivas, organizacionales, institucionales, con historicidad: Cuando tenemos un obrero que reclama un mejor salario, entonces ese obrero está haciendo una demanda subjetiva, interactuando con el gerente, en la organización de la empresa, pidiendo un mejor salario. Remite al nivel organizacional e institucional. En una demanda puede haber un principio de historicidad, por ejemplo, en la demanda de los deudores de la Polar: la tarea de la sociología es buscar en toda acción un principio de historicidad, que permite trascender la pura demanda que se queda en lo institucional u organizacional. 
La sociología de AL fue principalmente una sociología de la sociedad; ya sea con perspectiva nacional o regional. Privilegió lo económico-político: se enraizó en el tema del desarrollo, luego en la democracia y la transición. También fue una sociología de la problemática histórica. Muy débil en el análisis institucional-organizacional y en el ámbito de las subjetividades. Hoy día, a partir del 2006, se concentra alrededor de temas de historicidad y de la cultura. Lo interesante es que los 60 estaban cargados de historicidad: la discusión es en torno a proyectos, transformaciones de la sociedad que cambiarían las instituciones y la subjetividad. 
Fukuyama: fin del principio de historicidad, con el advenimiento de mercado y democracia. 
Huntington: hay algunos que no quieren llegar al mercado y la democracia. El problema son los islámicos. El principio de historicidad hoy día es religioso. Se trata de hacer que los valores de algunos predominen en todo el mundo. 
Hoy día estamos volviendo a temas de historicidad, que tiene que ver con ciertos movimientos o actores sociales. En la demanda de los indignados no hay principio de hsitoricidad, quedan la subjetividad. En la propuesta de Evo Morales, en las demandas estudiantiles hay un principio de historicidad. A la sociología vuelven a plantearse los problemas del buen vivir. 
El Estado está atravesado por historicidad, porque está atravesado por relaciones de las dominación que se dan en la sociedad. Es incorrecto decir que es un Estado burgués – no es el agente de una clase. Es mejor hablar de Estado capitalista: hay un sistema de relaciones que lo penetra y que él reproduce. El Estado es instrumento pero también es un campo de interacciones. También es expresión del principio de nación. }
BUROWAY (2005): “Por una sociología pública”. 
Históricamente, la sociología ha intentado buscar orden en los fragmentos rotos de la modernidad (como el Ángel de la Historia de Benjamin). No obstante, actualmente la dialéctica del progreso gobierna las carreras de los sociólogos: tensión entre la principios de búsqueda de un mundo mejor y el esfuerzo por obtener credenciales. Es necesario devolverle la fibra moral a la sociología. 
La sociología se relaciona con distintos públicos y establece distintos compromisos. Existe una interdependencia antagónica entre 4 tipos de conocimiento sociológico: profesional, crítico, práctico y público. 
Sociología pública debe defender a la sociedad civil afectada por la acción de los mercados y Estados. 
1.- La aspiración por una sociología pública se ve dificultada porque, mientras la sociología se ha desplazado a la izquierda, el mundo lo ha hecho hacia la derecha. 
Por una parte, la globalización está destruyendo la unidad básica del análisis sociológico (el Estado Nación), por lo cual la disciplina ha tomado una mayor amplitud de miras. 
Por otra parte, aumentan la dominación y las desigualdades. Expansión del mercado y crecimiento de la coerción estatal. Privatizaciones generalizadas. Neoliberalismo. Régimen profundamente antisociológico y hostil frente a la idea de sociedad. 
El interés por la sociología pública es respuesta a estas dinámicas. La situación inspira pero a la vez dificulta la emergencia de una sociología pública. Su vitalidad depende de la resurrección de la idea de “lo público”.
1.- Múltiples sociologías públicas (ej: tradicional y orgánica): distintos tipos de públicos. Éstos pueden destruirse pero también crearse. 
Sociología pública tradicional: se dirige a públicos que generalmente son invisibles, que no tienen mucha interacción interna, pasivos (no constituyen movimiento ni organización), mayoritarios. El sociólogo puede no participar de los públicos a los cuales se dirige. 
Sociología pública orgánica: sociólogo trabaja en estrecha conexión con un público visible, denso, activo, local y contracorriente. Diálogo y mutua educación. Hacer visible lo invisible. 
Estas dos sociologías no son antitéticas, sino complementarias. Idealmente, la primera encuadra a la segunda, y ésta dirige a la primera. 
Los públicos están desapareciendo: destruidos por el mercado, colonizados por los medios de comunicación o bloqueados por la burocracia. 
Los públicos son algo fluido, que se puede crear y transformar. Los sociólogos pueden constituirse como públicos que actúan en la arena política. 
La valencia normativa de la sociología pública es la apertura al diálogo sobre los temas que la sociología suscita. 
3. La sociología pública es una parte de una división más amplia del trabajo sociológico. 
Sociología práctica: al servicio de una meta fijada por el cliente. Suministrar o legitimar soluciones. / SPub: entabla diálogo entre sociólogos y público, se intentan ajustar agendas, no se comparten metas automáticamente. 
Sociología profesional: suministra métodos adecuados y experimentados, cuerpos de conocimientos, orientaciones y marcos conceptuales. Provee de legitimidad y expertez a las demás sociologías.
Sociología crítica: examina los programas de investigación de la sociología profesional. Defiende las audiencias extra académicas y critica la cerrazón de la disciplina. 
Todas los tipos son complementarios y dependen unos de otros para existir. 
El conocimiento reflexivo está interesado en el diálogo sobre los fines, ya sea dentro de la comunidad académica o entre académicos y sus públicos en torno a la dirección de la sociedad.
	
	Audiencia académica
	Audiencia extra-académica
	Conocimiento instrumental
	Sociología profesional
	Sociología práctica
	Conocimiento reflexivo
	Sociología crítica
	Sociología pública. 
4- ¿Conocimiento para qué? ¿Conocimiento para quién? Permiten definir cuatro tipos y sus diferencias internas. 
Hay que reconocer la complejidad de cada tipo de sociología, no estereotipar. Reconocer las diferenciaciones internas, los matices. Las cuatro dimensiones internas pueden no estar en armonía. 
5. Se debe distinguir entre la sociología, sus divisiones internas y los sociólogos y sus trayectorias. 
Los sociólogos pueden situarse simultáneamente en posiciones diferentes, asumir trayectorias distintas… 
6. El florecimiento de la disciplina requiere de un ethos normativo que sustente la interdependencia entre los 4 tipos de sociología. Está la amenaza de que cada tipo asuma formas patológicas. 
A pesar de sus diferencias,son todas interdependientes y pueden potenciar su quehacer, que sean mutuamente responsables. Deben reconocerse mutuamente como válidas. 
7. Las disciplinas son campos de poder, hay asimetrías y antagonismos. 
Estas jerarquías son más o menos estables. La dimensión reflexiva es la que está en peligro. Este esquema de dominación se entronca en entramado más amplio de poder e intereses. 
La existencia de relaciones de poder y la división institucional según tipos restringe las posibilidades de expansión de la sociología pública. 
8. Las ciencias sociales se distingues de las demás por combinar conocimiento instrumental y reflexivo. El conocimiento interdisciplinario asume formas diferentes en cada cuadrante del campo sociológico. 
Las ciencias sociales están a medio camino entre las humanidades y las ciencias naturales. El equilibrio entre los dos tipos de conocimiento varía según la ciencia social. Cada tipo de sociología desarrolla formas particulares de cooperación e intercambio con las disciplinas aledañas. 
9. El punto de vista de la sociología – en particular en su faceta pública – es la defensa de la sociedad civil y lo social, del interés de la humanidad, en el contexto de tiranía y cooptación de la sociedad civil por el mercado y del Estado. 
Sociedad civil: producto del capitalismo occidental; asociaciones, movimientos y públicos al margen del Estado y de la economía. 
La sociología también estudia al Estado y al mercado, pero desde el punto de vista de la sociedad civil. 
La sociedad civil no es homogénea, está escindida por segregaciones, dominaciones, etc. 
GARRETÓN (2000): “La sociedad en que vivi(re)mos”.
Capítulo 1. La perspectiva del análisis social. 
Las ciencias sociales se han preocupado de:
· Lo social (abstracto): establecer regularidades y explicar qué es. 
· Las sociedades históricas: sociedad moderna, sus 4 dimensiones, los actores sociales, los procesos de cambio (modernización, desarrollo o evolución). 
Las ciencias sociales hoy. 
 Hay una profunda transformación en la manera de pensar las sociedades. El campo ha estallado en términos intelectual, profesional e institucional. 
· “Lo social” sufre embates y es ocupado por otras disciplinas. Hay ámbitos que pertenecían a las ciencias sociales y que hoy son tema de disciplinas que se autonomizan. 
· La sociedad industrial de Estado nacional, en concreto, estalla o es desbordada: globalización excluyente y expansión de las identidades.
Ni el estudio de la sociedad como esencia no como espacio de flujos puramente comunicacionales puede reemplazar la perspectiva básica de las ciencias sociales: dar cuenta de los tipos societales que tienden a reemplazar o imbricarse con la sociedad industrial nacional estatal, sus procesos de cambio y cómo se constituyen actores y sujetos sociales con orientación hacia la acción histórica. 
La crisis hace necesario redefinir el modelo universitario de la sociedad industrial, basado en la unidad de la herencia cultural, la producción y reproducción de conocimientos y la formación de cuadros profesionales y dirigentes. 
Con la dictadura y las necesidades del Estado y el mercado, se instaura un modelo que resalta la dimensión profesional de las ciencias sociales. 
En el cambio de siglo, el desafío para las ciencias sociales es reconstruir las disciplinas que la conforman, repensar el lugar o espacio institucional de su desarrollo. Repensar su unidad problemática – dado que están atravesadas por otras disciplinas y prácticas.
La transformación de la sociología. 
La unidad entre la dimensión profesional, intelectual y científica ha estallado en varios componentes y está en curso de reconstitución en una nueva unidad. 
La unidad de la sociología se sustentaba en la comprensión y análisis de las contradicciones de la sociedad (dimensión intelectual o crítica), un instrumento de conocimiento que es la ciencia y un instrumento de acción sobre la sociedad.
Dimensión crítica: análisis de una época o sociedad como conjunto. E divide en un tipo analítico (interpreta tendencias de la época y la sociedad y descubre contradicciones) y profética (se denuncia una sociedad o se proyecta proféticamente una nueva que la supere). Entonces, en la dimensión intelectual se incluye un aspecto ideológico. También incluye la entre de instrumentos intelectuales a la sociedad misma y a sus actores para mejorarla o superarla. 
Este ejercicio estaba en profunda conexión con el ámbito científico-disciplinar. 
El objeto ya no es el mismo que antes: las sociedades histórico concretas ya no tienen como único referente a la sociedad moderna industrial, sino que combinan diversos tipo societales; no puede definirse un único proceso de cambio identificado como desarrollo y modernización. 
La sociología abandona su discurso puro para mezclarse con otros lenguajes, disciplinas autonomizadas que antes formaban parte de ella y que ahora son útiles para comprender los fenómenos actuales. 
Esto quiere decir que la dimensión crítica ya no se condice con un paradigma científico determinado. Se requiere una reconceptualización teórica. Análisis problema disociado de teoría científica. 
En suma, se erosiona la unidad específica y determinada del campo definitorio de la sociología. 
En general, en Chile y AL la sociología ha sido débil en la dimensión de lo social, centrándose en el análisis de sociedades concretas. Esto deja indefenso al pensamiento sociológico frente a las teorizaciones de lo social provenientes de otras disciplinas. Por eso es necesario redefinir los paradigmas que conforman la ciencia social, recuperar el objeto y la perspectiva. 
Se ha ido desarrollando la dimensión profesional: multiplicidad de oficios y tecnologías sociales. Pero el aporte propio de la sociología no es la ingeniería social, sino la permanente pregunta por el sentido y por los actores. 
Capítulo 2. La sociedad del cambio de siglo. 
La sociedad actual es más de ruptura que un tipo cristalizado. Su plasticidad hace difícil predecir su evolución. La sociedad en que viviremos por un tiempo largo se define más por su dinámica, por su cambio, que por su estructura. 
Globalización e identidades. 
Hay que distinguir entre las transformaciones reales, a nivel estructural, cultural, subjetivo y colectivo y las ideologías que acompañan a esas transformaciones. 
La globalización tiene diversas dimensiones: 
· Económica: interpenetración de los mercados, sus aspectos productivos, comerciales, financieras, atravesando a los Estados nacionales. 
· Cultural: comunicaciones, estrechamiento del tiempo y el espacio, extraterritorialidad de las redes de información y comunicación. 
· Política: menos cristalizada; predominio de poderes fácticos en la escena transnacional, debilitamiento del Estado nacional. 
Hay tendencias permanentes en sentido contrario a la globalización: 
· afirmación de identidades – procesos de construcción internos y relacional, distinto a nivel individual, grupal, societal -, muchas veces de tipo comunitarista, basadas en principios adscriptivos como el sexo, la edad, la religión, la nación no estatal, la etnia. 
En el último siglo, en las sociedades de AL, países construidos desde el Estado, fue la identidad nacional-estatal la que servía de base a otras identidades subordinadas a ella. Esta identidad está cuestionada por procesos de transnacionaliazción y globalización que homogeneízan las diversas sociedades, la explosición de indentidades que diversifican las sociedades internamente. 
· Reconstrucción y resignificación de los Estados nacionales: democratización, integración y protecciones sociales. Constitución de bloques y espacios supranacionales. 
· Expulsión de los procesos de globalización de vastos sectores de la humanidad. La globalización es parcial, no es en todo ni para todos. 
Por eso no puede hablarse de “sociedad global”: ella no existe, es una concepción ideológica que no da cuenta del conjunto de la realidad y oculta fenómenos. Hay ciertos sectores y grupos que se globalizan, otros que se renacionalizan o comunitarizan, otrosse individualizan, otros que quedan al margen. 
Hay que evitar confundir globalización con neoliberalismo. Las sociedades industriales no son necesariamente capitalistas – si bien su construcción está relacionada históricamente. El mismo tipo societal se puede construirse en relación a distintos tipos de desarrollo. Hay que oponerse a la globalización neoliberal, así como a los ideólogos que identifican los dos procesos. Desafío para sociedades y Estados: no identificar globalización con el modelo de dominación que la impone hoy y rescatar sus aspectos positivos, para que se convierta en una oportunidad. 
¿En qué sociedad vivimos?
Las sociedades histórico concretas de AL: confluyen dos tipos societales: sociedad industrial de Estado nacional, sociedad postindustrial globalizada. Ninguno de ellos se da nunca de forma puta. 
Estamos viviendo un cambio de modelo societal o de tipo de modernidad; transformación del modelo de desarrollo. En este proceso no están sólo los Estados nacionales, sino también las fuerzas transnacionales de mercados globalizados. 
La sociedad industrial de Estado nacional. 
Es el tipo de referencia de las sociedades históricas de los últimos dos siglos, sobre todo en Occidente. En torno a ella se definieron grandes modelos de desarrollo como el capitalismo y el socialismo. Su rasgo principal es la correspondencia, en un determinado espacio territorial, entre sistema económico, modelo político, forma de organización social y dimensión cultural. Se constituyeron actores sociales: las clases sociales, los partidos políticos, los grupos y organizaciones, movimientos. Una frontera. Un centro de toma de decisiones (sociedad polis). 
La correspondencia entre las diversas dimensiones no implica determinación; hay mutuas determinaciones, que varían según época y lugar. Tampoco implica adecuación y coherencia, puede haber tensiones. Este tipo societal supone instituciones; su ausencia es patológica; permiten la correspondencia entre personalidad, estructura social y cultura. También hay correspondencia entre principios éticos y normas de conducta (moral). Las sociedades han tendido a clasificarse en términos de cuán cerca están del patrón de sociedad industrial de Estado nacional (subdesarrollo – desarrollo). El principio de cambio, avance o transformación era el concepto de desarrollo: crecimiento de la producción, expansión y distribución de sus beneficios; se acompaña del principio ético de que ade algún modo el crecimiento fuera igualitario. 
La sociedad postindustrial globalizada. 
No se puede definir por un contenido (información, conocimiento) no tampoco por algún rasgo particular de las relaciones sociales (sociedad del riesgo, sociedad-red), porque están en continuo cambio. “Sociedad neoliberal” sería confundir el modelo estructural con una fórmula económica de acumulación. “Postindustrial”: se usa el término para diferenciarla de la industrial: predomina el capital financiero transnacionales y formas de producción que resaltan la importancia de la info, la biotecnología, las redes informáticas comunicacionales y el sector servicios; también, porque no se quiere calificar con un contenido específico a una sociedad en permanente evolución. A diferencia de la sociedad industrial, que se organizaba en torno a la economía y la política, este nuevo tipo se organiza en torno al consumo y la comunicación (lo social y lo cultural). Los actores sociales se constituyen en torno a categorías que antes se consideraban sociodemográficas o de carácter subjetivo privado. Hay sincretismo particularistas y universalistas globalizados, elementos adscriptivos y adquisitivos, tradicionales y modernos, de predominio capitalista pero con hibridaciones socialistas (a diferencia de los previsto por Weber y Parsons). 
No estamos en una situación de correlación o correspondencia entre economía, política, cultura y sociedad (bajos ingresos, alto capital cultural, etc). 
No parece que vayan a producirse instituciones semejantes al modelo societal de la sociedad industrial de Estado nacional. 
Ética y moral rompen con su coherencia y seguridad: desnormativización de la sociedad. 
Los principios que emergen en el contexto de esta sociedad no tienen aún instituciones que los expresen. 
No constituye polis, no hay un centro, un Estado propiamente tal, porque no se corresponden las cuatro dimensiones. El Estado se ve sobrepasado. No hay un centro, referencia de demandas o reivindicaciones. 
Hay nuevas formas de exclusión que se suman a las anteriores (explotación, opresión, etc). Economía y crecimiento económico ya no se corresponden con trabajo e integración. 
El principio de cambio ya no es el desarrollo, sino el avance tecnológico, el mejoramiento de la calidad de vida, la búsqueda de la felicidad y la expansión de la subjetividad (algo multidimensional). Para estos procesos no hay estructuras ni actores claramente establecidos. Principios universales se combinan con aspiraciones de diversos grupos humanos. 
Hay otras utopías: de género, ecológica, de la aldea global, de la comunicación, del multiculturalismo. Replantean el concepto de desarrollo ya que el crecimiento no es el único eje. Tienen un déficit en cuanto a la configuración de un tipo de sociedad, respecto de su organización económica y política. 
Las ciencias sociales era el modo de conocimiento de la sociedad industrial; este nuevo tipo no tienen un modo particular de conocimiento de ella misma. No obstante, la mirada sociológica sobre la constitución de sujetos y actores que buscan controlar su entorno sigue siendo indispensable; no obstante la sociología tiene que repensarse. El advenimiento del nuevo tipo societal altera enteramente el paradigma de las ciencias sociales. 
Las diversas modernidades. 
Hasta hace poco se entendía un tipo central de sociedad moderna, con grados y formas, una modernización, aunque se reconociesen distintos tipos o estilos de desarrollo. Actualmente ya no se incurre en esta ingenuidad. La modernidad se entiende como la forma societal en que se constituyen sujetos. Y ello no ocurre sólo en un a vertiente racional (con dimensión instrumental y dimensión emancipatoria), sino también desde la expansión de la subjetividad y las identidades (dimensión pulsión-afectiva) y dimensión de identidad). 
No existe la modernidad, sino las modernidades. La cuestión de la constitución de sujetos sigue vigente, sólo que ello se hace con una expansión de las nuevas vertientes – que se suman a la vertiente racional, constituyendo una pluralidad de modernidades.
Un nuevo tipo de cambio y desarrollo. 
Se transforma el tipo societal referencial y, por tanto, el tipo de modernidad. También el modelo de desarrollo o de modernización, de cambio. El desarrollo tecnológico autonomizado de las políticas estatales y las fuerzas transnacionales de mercado, penetran las sociedades y los Estados y se constituyen en otros ejes centrales del desarrollo (ya no la pura industrialización). El modelo anterior era por definición integrativo, ahora es por definición desintegrador: expulsa, margina, reduce los espacios de constitución de actores sociales. El problema es la excesiva autonomía de las fuerzas de mercado transnacionales y los poderes fácticos, se necesita un nuevo tipo de control de la sociedad y del Estado sobre la economía, que debe estar a su servicio. Para este desafío se requiere la recomposición de los estados nacionales y/o la constitución de gobiernos supranacionales. 
Las consecuencias de las transformaciones estructurales. 
· Estrechamiento y reducción de la sociedad política; el Estado nacional comparte su papel de centro de decisión y esfera pública, de referencia básica de proyectos y acción colectiva, con el mundo comuniacional, los mercados, etc. El Estado aparece como lejano y abstracto, no ligado a las necesidades inmediatas, y conduce una sociedad que ha dejado de ser la referencia central. 
· El concepto de ciudadanía estalla; se definía por la reivindicación y reocnocimiento de un sujeto de derecho frente al Estado.El concepto se expande a nuevos campos de la vida social. ¿Cómo se ejerce ciudadanía en estos nuevos campos?
· El tipo dominante de modernidad y globalización es excluyente y uniformizante. Algunos quedan dentro y otros fuera. Homogeneización del mundo incluido por la imposición de un modelo de modernidad. 
· Transformaciones de carácter psicosocial y cultural: expansión de la subjetividad como principio y referente de la vida social. Búsqueda del sentido y la felicidad. 
Gran riesgo: estallido de las sociedades y de la humanidad por el debilitamiento de los espacios de encuentro, sociabilidad, toma de decisiones, cooperación y conflicto y el ocupamiento de estos espacios por poderes fácticos. Cultura: banalización de la vida de la gente, uniformización en un solo sentido y modo de vida. 
Gran oportunidad: reconstrucción de sistemas políticos en los diversos niveles de la vida social (local, regional, nacional, supranacional, mundial). 
América Latina en el cambio de siglo. 
AL vivió desgarrada la modernidad occidental industrial, no logra consolidarse como la racionalidad organizadora de las sociedades, las cuales fueron constituidas desde el Estado. No obstante, la modernidad fue el elemento referencial. ¿Cómo enfrentarán el impacto de un nuevo tipo de modernidad? El modo es por medio de una matriz sociopolítica que permita asumir y manejar estos nuevos modelos de modernidad. 
WALLERSTEIN (1996) “Abrir las ciencias sociales”. 
Cap. 3. ¿Qué tipo de ciencia social debemos construir ahora?
Al tiempo que se dan los debates intelectuales, deben resolverse elementos organizacionales. 
La forma de control disciplinar más fuerte no era la formación de futuros estudiosos, sino el control de los patrones de las carreras una vez terminada su preparación. Exigencia de formacón de postgrado, publicaciones, etc. Si bien esto constituye una barrera protectora para la disciplina, los prerrequisitos disciplinarios han ido descomponiéndose en los espacios académicos; para participar en los debates académicos no se demanda una afiliación disciplinaria específica, las revistas ignoran las fronteras disciplinarias, aparecen programas de estudio nuevos. Con al emergencia de nuevas disciplinas universitarias se hace más ardua la competencia pro recursos. La perspectiva es de dispersión disciplinar en una multiplicidad de nombres. Esto se acentúa por la difuminación de las distinciones entre ciencias sociales, humanidades y ciencias naturales. 
Después de 1945 muchos académicos se fugan a actividades de investigación en niveles más altos del sistema educacional. Aumento de institutos de estudios avanzados y otras estructuras no docentes. La investigación se va separando significativamente de la enseñanza y del sistema universitario. 
Los avances en las telecomunicaciones permiten que se formen pequeñas estructuras perdurables de profesionales que están físicamente separados. 
Todo es muy distinto al siglo XIX xd. 
¿Las universidades seguirán siendo la principal base organizacional de la investigación académica?
Todos estos problemas organizacionales enmarcan los problemas teórico-metodológico centrales sobre los cuales hay que construir nuevos consensos, para que haya conocimiento fructífero: 
· Relación investigador- investigación: la sociología demanda el desencatamiento del mundo: que el conocimiento no se escriba en nombre de las estructuras de poder existentes: liberación de la actividad intelectual. La propuesta de reencantamiento del mundo no supone caer en la mistificación, sino liberar más el pensamiento humano, reconociendo que hay que derribar las barreras artificiales entre seres humanos y naturaleza, reconociendo el universo en común (?). Científico no puede ser separado a su contexto físico y social. La medición modifica la realidad. Las conceptualizaciones se basan en compromisos filosóficos. 
· Reinsertar el tiempo y el espacio como variables constitutivas del análisis y no como elementos dados invariables. Son variables socialmente construidas, no arbitrarios. 
· Superar las separaciones artificiales construidas en el siglo XIX entre lo político, lo económico y lo social. En base a eso se pueden aclarar las bases de reestructuración de las disciplinas. 
La reestructuración de las ciencias sociales requiere de la interacción de estudiosos de procedencias y perspectivas diversas. Que no se imponga un segmento de científicos sobre otros. Hay que alentar la discusión colectiva sobre las soluciones. 
Dimensiones a debatir: 
· Implicaciones de rechazar la distinción ontológica entre seres humanos y naturaleza. 
· Implicaciones de negarse a considerar al Estado como origen de las únicas fronteras posibles o primarias dentro de las cuales la acción social ocurre y debe ser analizadas. 
· Implicaciones de aceptar la tensión interminable entre lo universal y lo particular, como un rasgo permanente de la sociedad humana. 
· El tipo de objetividad que es plausible a la luz de las premisas de la ciencia. 
1. seres humanos y naturaleza. 
Ciencias sociales respetan cada vez más la naturaleza. Convergencias entre ciencias naturales y sociales. Se estudia lo complejo, lo temporal y lo inestable. Transdiciplinariedad. El proyecto central sigue siendo la inteligibilidad del mundo. Las ciencias sociales deben abrirse a las cuestiones sobre la elección de futuros posibles y la demanda por participación en la toma de decisiones. No dejar que el análisis se quede en lo pasajero, sino llegar a interpretaciones más duraderas y útiles sobre la realidad social. Reconocer que los principales problemas de la sociedad no se resuelven a partir de una descomposición analítica de sus partes, sino abordándolos en toda su complejidad, considerando a seres humanos y naturaleza.
2. el Estado como bloque de construcción analítico. 
Las ciencias sociales han sido muy estadocéntricas: los Estados eran el marco supuestamente evidente dentro del cual tenían lugar los procesos analizados por las ciencias sociales. El desarrollo se entendía en términos de los estados como entidades individuales. Estado como frontera evidente de la vida social empieza a cuestionarse desde los 70: porque los estados empezaban a perder su peso como agentes de modernización y bienestar económico; porque empezaron a revisarse algunas premisas de las ciencias sociales. El Estado deja de proveer prograso. Los modelos de análisis de las ciencias naturales y los estudios culturales empezaron a parecer más plausibles. Las ciencias sociales ignoraron por mucho tiempo el estudio de las complejas estructuras de nivel global, así como las que existen en niveles más locales. El estadocentrismo era una simplificación teórica que suponía espacios homogéneos y equivalentes, como sistemas autónomos con procesos paralelos. El cuestionamiento de esta visión no quiere decir que se deje de entender el papel clave del Estado, sus influencias en el mundo moderno. Pero sí se deja de lado verlo como frontera natural de la acción social. 
Todo esto repercute y abre preguntas sobre las divisiones disciplinarias. 
3. Lo universal y lo particular. 
Esto siempre ha sido debatido por sus implicancias políticas inmediatas. La resurrección de este debate tiene que ver con la emergencia de identitades de tinte comunitario en el mundo occidental. El resultado es el llamado a una ciencia más multicultural o intercultural. Incorporar las experiencias de esos grupos puede ser útil para alcanzar un conocimiento objetivo de los procesos sociales. El desafío es cómo considerar esa pluralidad de visiones sin perder el sentido de que es posible conseguir un conocimiento común. Se propone la realización de una academia multilingüe, como avance en la comprensión de las tensiones entre universalismo y particularismo. Deberían abrirse a la investigación y enseñanza de todas las culturas; un universalismo pluralista renovado y significativa. 
4. Objetividad. 
En el mundo moderno, la ciencia social fue el intento de desarrollar conocimiento sistemático y secular acerca de la realidad, con algún tipo de validaciónempírica. La objetividad se entenía como intentos adecuados para alcanzar ese objetivo, entendiendo que el conocimiento no es a priori. Duda sobre la posibilidad de alcanzar un conocimiento objetivo. Imposición de la verdad por quienes tienen más fuerza política y social. Los estudiosos ocupan inevitablemente presupuestos que interfieren sus percepciones. No hay estudios neutrales. Los datos son seleccionados de la realidad. Los estudiosos no pueden reproducir un mundo social exterior a ellos. Pero la objetividad puede ser vista como el resultado de un aprendizaje, el intento de convencerse mutuamente de sus hallazgos e interpretaciones, apelando al uso de métodos replicables. Las conclusiones se presentan al juicio intersubjetivo de la comunidad científica. 
Las ciencias sociales deben combatir la fragmentación del conocimiento, ir hacia la inclusividad, énfasis en la historicidad, cuestionamiento de los elementos subjetivos de nuestros modelos teóricos: aumenta relevancia y utilidad del conocimiento y permite un grado significativo de objetividad. 
Reconocer las bases sociales del conocimiento no se opone al concepto de objetividad. 
4. Conclusión: la reestructuración de las ciencias sociales. 
Las clasificaciones de las ciencias sociales no están claras. 
Las ciencias sociales pueden seguir adoptando forma de disciplinas, que cumplen una función de disciplina :P. Pero tiene que haber algún nivel de consenso sobre la validez de las líneas que las dividen. Ese nivel ha disminuido en relación a la división de las disciplinas tradicionales, las cuales se categorizaron según los ejes pasado-presente; idiográficas-nomotéticas. 
La multidisciplinariedad no debe dirigirse a multiplicar los programas universitarios, sino a unificar actividades. 
Hay que hacer que concuerde la división de trabajo útil según las percepciones intelectuales y el esquema organizacional de las ciencias sociales. No es que se quieran reservar conocimientos para quienes tienen ciertas credenciales. 
La estructura disciplinaria existente no se ha derrumbado, pero sí ha sido cuestionada y están tratando de surgir estructuras rivales. Falta una discusión completa de los problemas subyacentes. 
Propuestas para una clarificación intelectual y eventual reestructuración completa de las ciencias sociales: 
· Expansión de instituciones dentro de ues o aliadas a ellas, que agrupen a estudiosos para trabajar en común y por un año en torno a puntos específicos urgentes, con amplitud de visiones. 
· Establecimiento de programas de investigación integrados dentro de ues, cortando transversalmente las líneas tradicionales, con objetivos intelectuales concretos y fondos para períodos limitados. 
· Nombramiento conjunto obligatorio de profesores. 
· Trabajo adjunto para estudiantes de posgrado. 
BECK: “¿QUÉ ES LA GLOBALIZACIÓN? FALACIAS DEL GLOBALISMO, RESPUESTAS DE LA GLOBALIZACIÓN” 
Cap 4: La apertura del horizonte mundial: hacia una sociología de la globalización. 
Revisión Manifiesto Comunistas: el debate sobre la explotación del mercado mundial y sobre el cuestionamiento a la visión estatal nacional se remonta a fases tempranas del capitalismo industrial. 
1. La sociología como potencia de orden intelectual: la teoría del contenedor de la sociedad. 
Teoría del contenedor de la sociedad: sociedades presuponen el dominio estatal del espacio, son individuales y delimitadas, su espacio interno se divide en identidades colectivas y en espacios con distintas lógicas (ciencia, familia, economía, etc). Considera una autoimagen evolutiva y autoconciencia de las sociedades modernas; ser moderno es mostrarse superior; pretensión universalista, se expresa en el establecimiento de los derechos y normas fundamentales de la autorregulación democrática. 
Los clásicos comparten una definición territorial de la sociedad moderna en base al modelo nacional estatal. En general, la sociedad y la sociología han caído en la “trampa territorial”, equiparando Estado nacional con sociedad. 
Este modelo se ve zarandeado en la actualidad por la globalización. El debate acerca de la globalización en las ciencias sociales resulta fructífero en relación a los supuestos fundamentales, qué imágenes de lo social y qué unidades de análisis pueden sustituir al modelo nacional estatal. Mantenerse en ese modelo de análisis excluye todo lo que cae fuera de sus categorías. 
Para tomar todo esto que queda excluido del análisis (lo ambivalente, lo móvil, lo pasajero) aparece en: 
· Investigación de la migración; valora los espacios sociales transnacionales. 
· Teoría del sistema mundial: radicaliza la tesis: todo quehacer social tiene lugar en un espacio transfronterizo. 
· “Dos mundos de la política mundial” (Rosenau): no existe una sola sociedad global, sino por lo menos dos en recíproca competencia: la sociedad de los Estados (nacionales) y la de las múltiples organizaciones transnacionales, actores y grupos que tejen un entramado de relaciones sociales. 
· Teoría de la sociedad de riesgo mundial: a diferencia de las tres visiones anteriores, que tratan sobre la actividad en los espacios transnacionales, ésta penetra la categoría de la secuela no deseadas. 
· Investigaciones de la teoría cultural: considera globalización y regionalización, vinculación y fragmentación, centralización y descentralización… 
· Reflexiones acerca de la sociedad civil transnacional, movimientos sociales transnacionales, globalización desde abajo, nuevo cosmopolitismo. Procesos, experiencias, conflictos e identidades que se orientan a un modelo mundial. Surgen nuevas oportunidades de acción y de poder para actores transnacionales democráticamente no legitimados. 
A continuación se ilustran los elementos de este debate en torno a la globalización. 
2. Espacios sociales transnacionales ¿qué significan?.
Explicación que sirve para hacer más concreto “lo global”. Los espacios sociales transnacionales suprimen la vinculación de la sociedad a un lugar concreto según la concepción nacional-estatal de ella. Así, una sociedad no es un emplazamiento geográfico fijo ni delimitada, sino una idea transnacional junto con su escenificación, que se da y organiza en diversos lugares del mundo. 
3. Lógicas, dimensiones y consecuencias de la globalización. 
Sobre la globalización, algunos autores subrayan la existencia de una lógica dominante, una dimensión determinante del proceso; otros reconocen sus complejas y multicausales lógicas. 
Cada uno de los autores que se revisan sitúa el origen y las consecuencias de la globalización fundamentalmente en un solo sector del quehacer institucional: la economía, la tecnología, la política, etc. Del conjunto de estas perspectivas se desprende la imagen de una sociología plural de la globalización.
a. Wallerstein: El sistema mundial capitalista. 
La visión nacional-estatal de la sociedad se resquebraja por completo: hay formas de vida transnacionalmente integradas por espacios de acción de lo social que traspasan las fronteras al uso. Las categorías de la teoría del contenedor de la sociedad dejan de tener utilidad. Se trata de espacios que eliminan las distancias y fronteras. 
“Transnacional” significa el surgimiento de formas de vida y acción cuya lógica interna se explica a partir de la capacidad inventiva con la que los hombres crean y mantienen mundos de vida social y relaciones de intercambio “sin mediar distancias”. 
Wallerstein entiende un sistema mundial en el que se mantiene una sola división del trabajo. Para él el capitalismo es el motor de la globalización. El capitalismo es necesariamente global, y las desigualdades sociales se entienden a escala mundial. 
La economía mundial capitalista comporta tres elementos básicos:
· Marco regido por el principio de la maximización de los beneficios.
· Existencia de una serie de estructuras estatales dotadas de una fuerza diferente hacia dentro y hacia fuera. Pueden impedir el funcionamiento libre del mercado captalista para beneficiar a un determinado grupo.
· Apropiación del plustrabajo se da en condiciones de explotación,que no comprende ndos clases sino tres fases: espacios centrales, semiperiferia y países o regiones periféricas. Los conflictos se han multiplicado y agudizado.
La lógica del sistema mundial capitalista produce contradicciones a escala mundial. Produce dos cosas opuestas: integración y desmoronamiento mundial. Esto lleva a la amenaza del colapso del sistema mundial. 
Este razonamiento es de índole monocausal y economicista; la globalización se determina exclusivamente en cuanto institucionalización del mercado mundial.
Tres observaciones de esta teoría: 
· dificultades de interpretar y revisar esta teoría de manera histórico-empírica. 
· no permite determinar lo históricamente nuevo de lo transnacional (descubrimiento de Colón – siglo XX). 
· razona de manera lineal, y que no se apunta a los conflictos e identidades cosmopolitas no deseados.
b. Rosenau, Gilpin y Held: la política post-internacional. 
Cuestionan la visión nacional estatal, destacan la importancia de la globalización tecnológica (sociedad del conocimiento y de la información), subrayan los factores y puntos de vista político-militares (poder y política). 
Diferenciando dos fases de la política internacional. La globalización significa que se deja atrás la política internacional donde los Estados nacionales dominaban y monopolizaban el escenario internacional. En la etapa post-internacional los actores nacionales estatales deben compartir escenario y poder globales con organizaciones internacionales, con empresas transnacionales y movimientos sociales y políticos transnacionales. 
Esto se ve en el gran número de organizaciones internacionales existentes; las instituciones y resoluciones internacionales que ganan importancia. 
La estructura monocéntrica de poder de los Estados nacionales rivales ha sido sustituida por un reparto de poder policéntrico. Una gran pluralidad de actores transnacionales y nacionales-estatales compiten o cooperan entre sí.
Existen dos ámbitos de la sociedad global: 
· la sociedad de los Estados, donde las reglas de la diplomacia y del poder nacional siguen siendo variables claves.
· el mundo de la subpolítica transnacional, donde se dan citas actores muy distintos como empresas multinacionales y organizaciones internacionales. 
Rosenau: reconoce una política policentrica en la que ni el capital ni los gobiernos nacionales- estatales tienen la última palabra, ni tampoco naciones unidas o el banco mundial, sino que todos con oportunidades de poder bastante diferentes, disputan entre sí la consecución de sus objetivos. 
El autor a postula la importancia de una dimensión tecnológica de la globalización, con dinámica propia. El auge de las tecnologías de la información y de la comunicación ha puesto fin a los distanciamientos geográficos y sociales; ha reforzado las interdependencias entre comunidades locales, nacionales e internacionales. En esto juegan un papel fundamental la multiplicación de los actores transnacionales. 
La policéntrica política mundial se testimonia en situaciones como: 
· organizaciones transnacionales actuand de manera paralela. 
· eventos transnacionales. 
· comunidades transnacionales fundadas por ejemplo en la religión, ciencia o estilos de vida. 
· estructuras transnacionales como modos de trabajo, bancos, conocimientos técnicos, crean y estabilizan relaciones de cooperación o de crisis por encima y más allá de las fronteras.
Gilpin: se opone a toda retórica de novedad y se acerca a la visión ortodoxa de la política internacional. Los estados nacionales están más unidos que nunca entre sí, encadenados. La globalización urge cuando se dan determinadas condiciones en política internacional: es producto de un orden global permisivo, un orden dado por estados que permiten que se creen, destruyan y mantengan dependencias y redes de relaciones más allá de autoridades nacionales estatales. 
La globalización depende de la autoridad nacional-estatal o de un poder hegemónico. Prima la política nacional estatal frente a todos los demás actores, por lo cual la globalziación es contingente, está en peligro. Los estados nacionales permiten el desarrollo de mercados, iglesias, empresas mundiales, etc. Se necesita de un orden político internacional, de algo hegémonico para que exista el orden de mercado internacional liberal.
Held: replica a Gildin, planteando que la teoría sobre la estructura hegemónica del poder como condición de la globalización se basa en un concepto de soberanía política que se torna obsoleto con la globalización. Sostiene que mediante a los acuerdos internacionales, la internalización de los procesos de decisión política, las crecientes dependencias en política de seguridad, la política nacional pierde aquello que constituye el núcleo de su poder, su soberanía. 
En la globalización concurre una serie de condicionamientos y poderes que limitan la acción de los gobiernos y estados. La soberanía debe entenderse hoy como un poder escindido y fraccionado por la pluralidad de actores. 
c. la sociedad del riesgo mundial: la globalización ecológica como politización involuntaria.
La sociedad mundial percibe su destino ecológico. Se pone en peligro a sí misma y vive la experiencia de esta fragilidad, del destino común, amenaza que es resultado de la acción humana. Conciencia común cosmopolita. 
Los autores mencionados anteriormente coincidían en que los espacios sociales transnacionales sólo surgen mediante la actividad internacional, esto es, presuponen actores e instituciones apropiados. La teoría de la sociedad del riesgo cuestiona las estructuras institucionales, poniendo de manifiesto que los espacios sociales transnacionales también se tornan conflictivos y peligrosos. 
3 clases de peligro global:
i. Daños ecológicos condicionados por la riqueza y los peligros técnico-industriales. Los daños provocados por la riqueza se reparten equitativamente por todo el globo. 
ii. Daños ecológicos condicionados por la pobreza y los peligros técnico-industriales: estrecha relación entre estos elementos. Autodaños que se causan los pobres que tienen efectos secundarios para los ricos, pero afectan preferentemente a los pobres, y sólo se internacionalizan en forma de efectos secundarios a mediano plazo.
Son cada vez más las industrias que potencialmente amenazan el medio ambiente; los países no cuentan con los medios institucionales y políticos para impedir los daños. 
iii. Armas de destrucción masiva. Acá se suman los peligros de confrontación militar-estatal y los peligros de terrorismo fundamentalista o privado.
La gente se pregunta por la interrelación entre estos peligros. 
Los peligros globales resquebrajan los pilares del tradicional sistema de seguridad. Los daños no se delimitan espacio-temporalmente, se convierten en globales y permanentes. Son difíciles de atribuir a unos responsables determinados; el principio de causalidad pierde capacidad explicativa. Los daños tampoco pueden seguir siendo compensados financieramente. 
No hay peligros globales propiamente dichos, sino que éstos se entremezclan y confunden con los conflictos de la pobreza, étnicos y nacionalistas. 
Surge una politización involuntaria: se abren campos para la actividad social y política como resultado de los conflictos de riesgo.
d. Por qué es falsa la tesis de la mcdonalización del mundo: paradojas de la globalización cultural. 
El desarrollo del mercado mundial tiene fuertes impactos sobre las culturas, identidades y modos de vida. La globalización económica se acompaña de una globalización cultural. 
Tesis de la convergencia de la cultura global: supone una paulatina universalización, en el sentido de unificación de los modos de vida, símbolos culturales y modos de conducta trasnacionales, a través de una industria de la cultura global.
Utopía negativa en relación al mercado mundial: la integración económica supone el surgimiento de un solo mundo mercantil, que no reconoce la multiplicidad. Las culturas y las identidades locales se desarraigan y sustituyen por símbolos mercantiles, procedentes deldiseño publicitario y de los iconos de las empresas multinacionales. Estas empresas se valen de las tecnologías de la información. 
¿Final de la información libre y rebelde?
El ámbito de la comunicación es un mercado sumamente atractivo para las empresas trasnacionales. Se entrelazan distintos ámbitos tecnológicos: informática, telecomunicación y televisión, sumado a los multimedia e internet. No obstante, la tesis de una creciente convergencia lineal de los contenidos culturales y de las informaciones resultantes de la concentración de este mercado no tiene en cuenta las paradojas de la teoría cultural: no tiene en cuenta la dialéctica de la globalización. 
e. La glocalización: Robertson. 
Con la globalización se desarrolla la localización, nueva acentuación de lo local. Supone des-localización pero también re-localización, algo que se desprende de la lógica económica productiva y comercial (quienes producen y comercializan globalmente, deben establecer relaciones locales; se transforman en parte viva de cada cultura, como credo y estrategia empresarial; la universalización de la cultura sería el fin del capitalismo mundial). Global es sinónimo de translocal. Lo local no tradicionalista renace al translocalizarse globalmente los particularismos locales; es una renovación conflictiva.
Se critica la visión de la macdonalización, a través del concepto de lo “glocal”. 
Lo global y lo local no se excluyen mutuamente; éste debe entenderse como un aspecto de aquél. La globalización también significa acercamiento y mutuo encuentro de las culturas locales; se intensifican las dependencias recíprocas más allá de las fronteras nacionales.
Se toma conciencia de la globalidad, hecho fundamental para la sociología cultural de la globalización. 
Para el modelo de la glocalización, la cultura global no puede entenderse estáticamente, sino sólo como un proceso contingente y dialéctico. Lo global es asible en lo pequeño, in situ en la propia vida y en los símbolos culturales. 
Paradojas de globalización cultural cuando ésta se investiga como flujo:
Universalismo y particularismo. Las generalizaciones a nivel mundial – unificación de instituciones, símbolos, modos de conducta - y el nuevo énfasis en redescubrir las culturas e identidades culturales no son contradictorios. 
Ligaduras y fragmentaciones. La globalización genera ataduras. Surgen comunidades transnacionales que fundan una nueva relación social; lógicas de vivir y trabajar juntos en lugares geográficamente separados. A la vez, la globalización fragmentariza: socava la soberanía y autoridad del Estado y puede erosionar la existencia de comunidades locales. Florecen vecindades transculturales y pierden fuerza las directas. 
Centralización y descentralización. Concentración en el ámbito del capital, poder, información, etc. La misma dinámica genera descentralización: las comunidades ganan en influjo sobre la información de sus espacios sociales, sus contextos locales o nacionales. 
Conflicto y conciliación. Visión arraigada de la guerra de culturas. La globalización se torna reflexiva y gana a cualidad de “sociedad mundial”, que supone las experiencias de un destino común.
Excursus: dos maneras de diferencias. 
Beck propone establecer una distinción general entre dos maneras de diferenciar: Una exclusiva, que sigue la lógica del “o esto o eso”, apareciendo la globalización como punto culminante de un desarrollo que supera todas las diferencias y ponga en su lugar lo indiferenciable; y una inclusiva, que posibilita un concepto más móvil de “límite”, permitiendo la investigación sociológica de la globalidad.
f. Poder imaginar vidas posibles. Arjun Appadurai. 
Se refiere a la relativa autonomía y dinamismo de la cultura-economía glocal. 
Paisajes étnicos: paisajes de personas que dejan una impronta particular en el mundo (turistas, inmigrantes, refugiados, etc.) 
Aparte distingue otros 4: paisajes técnicos, financieros, mediáticos y de ideas. Todos se refieren a movimientos. 
Las corrientes de imágenes y paisajes cuestionan la diferenciación tradicional entre centro y periferia; son materiales de construcción de “mundos imaginarios” que personas y grupos de todo el mundo suministran, intercambian, y viven con significados diferentes. 
Las culturales glocales ya no están vinculadas a ningún lugar ni a ningún tiempo; no tienen contexto. 
La imaginación adquiere un poder central en la vida cotidiana. Los medios de comunicación son centrales en estos procesos de cambio. Se difunden prototipos de vidas posibles que proceden social y espacialmente de lugares muy distintos. 
g. Riqueza globalizada, pobreza localizada: Zygmunt Bauman. 
La globalización no produce necesariamente ninguna unificación cultural. No hay algo que se pueda llamar “cultura global” a partir de la producción masiva de símbolos e informaciones culturales. Se construyen identidades de variada índole. La autodiferenciación de lo local es un rasgo distintivo. Se redescubre la comunidad, como consecuencia de la globalización. 
Globalización y localización son fuerzas impulsoras y formas de expresión de una nueva polarización y estratificación de la población mundial en ricos globalizados y pobres localizados. La glocalización sería un nuevo reparto de privilegios y ausencia de derechos; una nueva estratificación a nivel mundial. Se construye una nueva jerarquía a nivel mundial sociocultural y autorreproductora. 
Lo nuevo de la era global es que se ha perdido el nexo entre pobreza y riqueza. No hay ni unidad ni dependencia. Fin de la dialéctica amo-siervo. 
Los ricos globalizados viven en el tiempo; el espacio no les significa nada ya que toda distancia puede neutralizarse inmediatamente; tienen libertad de acción. Los moradores del segundo mundo viven en el espacio que los restringe; sólo les queda matar el tiempo, ya que no tienen nada que hacer con él. 
h. Capitalismo sin trabajo. 
Hay propuestas que relativizan la visión de Bauman. 
Centro y periferia no se encuentran separados; se encuentran y contradicen conflictivamente. Incapacidad de excluir a los pobres. 
El capitalismo destruye el trabajo; el desempleo afecta potencialmente a todos, y también a la propia democracia como forma de vida. Nos dirigimos a un capitalismo sin trabajo, algo que ocurre en todos los países postindustriales; el crecimiento no supone trabajo, prevé la supresión de puestos de trabajo. 
Hay 3 mitos que intentan derribar esta tesis: i) que todo es mucho más complejo (mito de la impenetrabilidad), ii) que el auge de los servicios salvará a la sociedad del trabajo (mito de las prestaciones de servicios) y iii) que sólo minimizando los costes laborales se elimina el problema del desempleo (mito de los costes). 
El capitalismo se declara exento de la responsabilidad respecto al empleo y la democracia, socavando su propia base de legitimidad. Se resquebraja la alianza histórica entre capitalismo, Estado asistencial y democracia. La democracia se apoyaba en el reparto del trabajo remunerado; el trabajo sustentaba la política. Sin seguridad material no puede existir libertad política. Ante esto se debe volver a cimentar el futuro de la democracia más allá de la sociedad del trabajo. 
M. CASTELLS: “LA ERA DE LA INFORMACIÓN”. 
Fin del milenio, serie de transformaciones, destacan la “Revolución Tecnológica” y la conformación de economías cada vez más interdependientes. Se transforma aceleradamente el paisaje social y se modifica la base material de las sociedades. Se genera una nueva forma de relación entre la economía, el Estado y la sociedad. 
Se reestructura el capitalismo: aumento de la flexibilización de la gestión, la descentralización e interconexión de las empresas, el aumento del poder del capital frente al trabajo, desmantelamiento del Estado de Bienestar, integración global del mercado financiero, etc..
Se complejiza el desarrollo desigual a nivel mundial, no sólo entre norte y sur; segmentos y territorios dinámicos de las sociedades corren el riesgo de verse marginados del sistema. Se liberalizan las fuerzas productivasde la revolución informática y se consolidan agujeros negros de miseria.
El delito, la mafia y el comercio ilícito vinculan se vuelven globales e informacionales. 
Un nuevo sistema de comunicación; lenguaje digital universal integra globalmente la producción y distribución de la cultura, acomodándola a los gustos de las identidades y temperamentos individuales.
El desarrollo tecnológico repercute en las relaciones humanas y la cultura: disminución del patriarcalismo, transformación de las condiciones de vida de las mujeres, cambio en la concepción del género, redefinición de las relaciones generales entre hombres, mujeres y niño, lo que repercute en la familia, la sexualidad y la personalidad. 
Los sistemas políticos se encuentran sumidos en una crisis estructural de legitimidad; alejados de la ciudadanía. La gente tiende a agruparse en torno a identidades primarias, como la etnia o la religión, siendo esta identidad la fuente fundamental de significado social. Esto es fundamental en el contexto de deslegitimación de las instituciones, desaparición de los movimientos sociales y desestructuración de las organizaciones. 
La gente organiza su identidad cada vez menos en torno a lo que hace y más respecto de lo que cree ser. A la vez que se da una división fundamental entre el instrumentalismo abstracto y universal y las identidades particularistas de raíces históricas. Cada vez más bipolaridad entre la red y el individuo. La fragmentación social se extiende, porque las identidades se vuelven más específicas y más difíciles de compartir. 
La cultura y teoría posmoderna celebran el fin de la historia y de la razón; se asume la individualización de la conducta y de la impotencia de la sociedad sobre su destino.
Castells está en contra de esta visión: cree en la racionalidad o en la posibilidad de apelar a la razón; en las posibilidades de acción social significativa y en la política transformadora; en el poder liberador de la identidad, sin aceptar la necesidad de su individualización, o su captura por el fundamentalismo; cree que analizar es un modo de aportar a construir a un mundo diferente (intenta contribuir al esfuerzo colectivo de análisis sobre el mundo contemporáneo)
Propone la hipótesis de que todas las tendencias de cambio del nuevo escenario están emparentadas y que se puede sacar sentido a su interrelación. 
Tecnología, sociedad y cambio histórico.
Para llevar a cabo su análisis, toma como punto de partida para analizar la complejidad de la nueva economía, sociedad y cultura en formación, la tecnología, debido a su capacidad de penetración en todo ámbito de la actividad humana.
No cree que la tecnología determine a la sociedad, ni tampoco a la inversa; se da una interacción dialéctica. 
Le interesa analizar las consecuencias sociales inesperadas de la tecnología. Ej. Internet, el proyecto inicial generó una red de comunicación global y horizontal. 
Si bien la sociedad no puede determinar a la tecnología, sí puede sofocar o incentivar su desarrollo, principalmente mediante el Estado. Esto define el destino de la sociedad, porque a tecnología plasma la capacidad de las sociedades para transformarse. Es determinante en los procesos de modernización tecnológica, desarrollo de la economía, la potencia militar y el bienestar social. En la relación tecnología y sociedad, el Estado juega un rol clave, ya sea deteniendo o impulsando el desarrollo, puesto que articula fuerzas sociales, recursos y leyes para poder impulsar su propósito. La tecnología expresa la capacidad de la sociedad para propulsarse hasta el dominio tecnológico mediante las instituciones, incluido el Estado. LA misma cultura puede inducir trayectorias tecnológicas muy diferentes según el modelo de relación entre Estado y sociedad. El Estado incide en las posibilidades de despliegue de la capacidad innovativa de la sociedad.
No es accidental que la revolución tecnológica actual se haya dado en el contexto de reestructuración global del capitalismo, para el cual fue una herramienta fundamental. La nueva sociedad que surge de este proceso es tanto capitalista como informacional. 
Informacionalismo, industrialismo, capitalismo y estatismo: modos de desarrollo y modos de producción. 
La revolución de la tecnología de la información fue útil para el proceso de reestructuración del sistema capitalista. La revolución fue moldeada por los intereses del capitalismo. La alternativa al capitalismo, el estatismo, también trató de redefinirse para lograr sus fines, pero fracasó, en parte por su incapacidad de utilizar los principios del informacionalismo. Esto generó una estrecha relación entre el nuevo sistema capitalista global y el informacionalismo, a pesar de que son procesos distintos. 
Para muchas teorías postindustrialistas, la distinción entre preindustrialismo, industrialismo e informacionalismo se encuentra en un eje diferente al estatismo y capitalismo. Aquéllos son modos de desarrollo y éstos son modos de producción. 
Castells estudia el surgimiento de una nueva estructura social, asociada con el surgimiento de un nuevo modo de desarrollo: el informacionalismo, definido históricamente por la reestructuración del capitalismo como modo de producción a fines del siglo XX. 
Perspectiva teórica: las sociedades están organizadas en torno a procesos humanos estructurados por relaciones de producción, experiencia y poder determinadas históricamente: 
· Producción: acción de la humanidad sobre la materia para apropiársela mediante la obtención de un producto, el consumo y la acumulación del excedente. 
· Experiencia: acción de los sujetos humanos sobre sí mismos, determinada por la interacción de sus identidades biológicas y culturales y en relación con su entorno social y natural; relacionado con la búsqueda de satisfacción de las necesidades y deseos. 
· Poder: relación entre los sujetos que, basándose en la producción y la experiencia, impone el deseo de algunos sobre los otros mediante el uso potencial o real de la violencia. Las instituciones se erigen para reforzar las relaciones de poder existentes. 
La Producción se organiza en relaciones de clase: definen el proceso mediante el cual algunos sujetos a partir de su posición dentro de la producción, deciden el reparto y uso del producto en lo referente al consumo y la inversión. 
La experiencia se estructura en torno a la relación género/sexo, organizada en la historia en torno a la familia y caracterizada por el dominio de los hombres. Determina la estructuración de la personalidad y la interacción simbólica.
El poder se fundamenta en el Estado y su monopolio institucionalizado de la violencia. 
La comunicación simbólica entre los humanos, y su relación con la naturaleza, basándose en la producción, la experiencia y en el poder, genera culturas e identidades colectivas.
La producción es un proceso complejo en tanto sus elementos se diferencian internamente. 
La tecnología es la forma específica en que se relacionan trabajo y materia mediante el uso de medios de producción, basándose en la energía, el conocimiento y la información. 
Las estructuras sociales definen ciertas reglas que norman la apropiación, distribución y usos del excedente. Éstas constituyen modos de producción, los cuales definen las relaciones sociales de producción, determinando así las clases sociales que se constituyen en su práctica histórica. 
Siglo XX, dos modos predominantes de producción: capitalismo y estatismo. En el primero, la apropiación y distribución del excedente está determinada por la separación entre productores y sus medios de producción, la conversión del trabajo en un bien y la propiedad privada de los medios de producción. En el segundo, el control del excedente es externo a la esfera económica, se vincula a quienes ostentan el poder político, estatal. El capitalismo se orienta a la maximización del beneficio, y el estatismo a la maximización del poder. 
La productividad depende de la relación entre mano de obra y materia; se caracteriza por las relaciones técnicas de producción y definelos modos de desarrollo. 
Modos de desarrollo: los dispositivos tecnológicos mediante los cuales el trabajo actúa sobre la materia para generar el producto, determinando así la cuantía y calidad del excedente. Cada modo de desarrollo se define a partir del elemento clave dentro de la producción (agrario: lo clave son los recursos naturales y mano de obra). 
Modo de desarrollo informacional: lo clave radica en la tecnología de generación del conocimiento, el procesamiento de la información la comunicación de símbolos. Lo específico es que el conocimiento actúa como sí mismo, y eso es fuente de productividad – dado que la info es un elemento rpesente en todos los modos de desarrollo. Este modo de desarrollo se basa en un nuevo paradigma tecnológico, basado en la tecnología de la información.
Cada modo de desarrollo posee un principio de actuación estructuralmente determinado, alrededor del cual se organizan los procesos tecnológicos. Por ejemplo, el industrialismo se orienta al crecimiento económico, la maximización del producto; el informacionalismo se orienta hacia el desarrollo tecnológico: la acumulación de conocimiento e info y la mayor complejidad en su procesamiento.
Los modos de desarrollo conforman todo el ámbito de la conducta social; en el informacional se estrecha la relación entre cultura y fuerzas productivas. 
Informacionalismo y perestroika capitalista. 
Pasando al cambio histórico, lo clave es la interacción real entre los modos de producción y los modos de desarrollo, establecidos y combatidos por los actores sociales. 
El factor histórico decisivo para moldear y acelerar el paradigma de la tecnología de la información fue la reestructuración capitalista (80). 
Crisis del keynesianismo. Los gobiernos y las empresas empezaron un proceso de reestructuración del capitalismo. Énfasis en la desregularización, la privatización y el desmantelamiento del contrato social entre capital y mano de obra. Reformas en las instituciones y en las empresas. Globalizar la producción, circulación y los mercados, apoyo estatal para el aumento de la productividad, en detrimento de la protección social y el interés público. 
La innovación tecnológica y el cambio organizacional fueron claves en la velocidad de la reestructuración. 
El informacionalismo se liga a la expansión y el rejuvenecimiento del capitalismo, como el industrialismo se vinculó a su constitución como modo de producción. 
A nivel global las sociedades actuaron/reaccionaron de manera diferente frente a estos procesos en función de su historia, cultura e instituciones. Sólo se puede hablar de “sociedad informacional” si no se obvian las diferenciaciones que generadas por las especificidades locales y se destaca la diversidad cultural e institucional; se reconocen ciertos rasgos comunes; y si se considera que las sociedades informacionales son todas capitalistas. 
En las sociedades informacionales, los ámbitos centrales de la sociedad han sido transformados por el paradgigma informacional y se enmarcan en redes globales. Todas las sociedades están afectadas por el capitalismo y el informacionalismo; todas son informacionales, aunque tienen expresiones distintas. 
El yo en la sociedad informacional. 
Las nuevas tecnologías de información están integrando al mundo en redes globales de instrumentalidad. No obstante, en los 90’ la tendencia es a la construcción de la acción social y política en base a identidades primarias. La identidad pasa a ser el principio organizativo y de sentido fundamental. Identidad: proceso mediante el cual un actor social se reconoce a sí mismo y construye el significado en virtud de un atributo o conjunto de atributos culturales determinados, excluyendo la referencia a estructuras sociales más amplias. 
Los procesos de reconstrucción de la identidad deben ligarse con los macro-procesos de cambio institucional, ligados al surgimiento de un orden global. 
Se conforman movimientos que no sólo buscan metas instrumentales, sino la afirmación y reconocimiento de las identidades excluidas en el espacio público. La lucha de clases es reemplazada por la defensa del sujeto, la personalidad, la cultura, contra la lógica de los aparatos y los mercados. 
Crisis de los modelos de identidad establecidos; desesperada necesidad de construir un nuevo yo colectivo. Se da una tensión entre lo global – la red – y lo individual; estos dos ámbitos se desconectan, se pierde la referencia recíproca.

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