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INSTITUTO LATINO-AMERICANO DE ECONOMIA, SOCIEDADE E POLÍTICA (ILAESP) RELAÇÕES INTERNACIONAIS E INTEGRAÇÃO ANÁLISIS ACTUAL DE LA TRANSICIÓN HEGEMÓNICA SOBRE LA PERSPECTIVA DEL SISTEMA-MUNDO Un diálogo desde el sur con la visión de Immanuel Wallerstein BILL EGLINTON FLORES MARICAHUA HÉCTOR ENRIQUE COLMENAREZ ESPINOZA JEAN LUC DESIR Foz do Iguaçu Febrero 2019 2 RESUMEN: El objetivo del presente trabajo es el análisis actual de las relaciones internacionales y la transición hegemónica sobre la perspectiva del sistema-mundo a partir de la formulación de Immanuel Wallerstein. Por ello, se presenta sus principales características, aplicaciones en el sistema internacional, situación actual de las relaciones políticas, económicas y militares de las principales potencias hegemónicas, así como su relevancia en América Latina. Palabras clave: Relaciones Internacionales y transición hegemónica, perspectiva del sistema-mundo, Immanuel Wallerstein, América Latina, Venezuela. RESUMO: O objetivo deste artigo é a análise atual dos relacionamentos e a transição hegemônica na perspectiva do sistema mundial a partir da formulação de Immanuel Wallerstein. Por isso, apresenta suas principais características, aplicações no sistema internacional, situação atual das relações políticas, econômicas e militares das principais potências hegemônicas, bem como sua relevância na América Latina. Palavras-chave: Relações Internacionais e transição hegemônica, perspectiva do sistema mundial, Immanuel Wallerstein, América Latina, Venezuela. 1. INTRODUCCIÓN La situación actual de las relaciones internacionales en el Sistema Internacional está orientado a configurar una estructura en la que todos los países que luchan por la hegemonía global pretenden apropiarse de las herramientas necesarias para tener consigo los recursos tanto naturales como económicos, políticos y culturales que sirvan como aliciente para mantener el statu quo de las interacciones interestatales dentro del sistema-mundo. Así, el posicionamiento en la jerarquía global es un imperativo que toda nación con objetivos hegemónicos sigue y pretende mantener; puesto que, se vislumbra una nueva geopolítica internacional donde la expansión territorial, el dominio aéreo y marítimo solo son mecanismos simbólicos que subyacen al empoderamiento de políticas de dominación en donde la tecnología y la economía tienen roles protagónicos. En este sentido, este trabajo tiene la finalidad de brindar un análisis de las relaciones internacionales de los países hegemónicos del siglo XXI desde una perspectiva del sistema- mundo, presenta la interpretación de Wallerstein además de hacer una disertación de sus postulados traspolándolos al actual contexto geopolítico donde Venezuela, como representante de América Latina, y desde una posición periférica, se presenta como una nación anti sistémica y dilucida una transición hegemónica condicionada por otras potencias globales que utilizan su influencia en el país caribeño para evitar la expansión ideológica e 3 intenciones de dominación externa del gobierno de Donald John Trump en la región suramericana y el mundo. Por ende, se aborda la transición hegemónica sobre la perspectiva del sistema-mundo que desde la interpretación histórica del sociólogo estadounidense Wallerstein se han mantenido tres principales poderes hegemónicos en las transformaciones modernas del mundo: Las Provincias Unidas de los Países Bajos (1648-1660), Reino Unido (1815-1848) y Estados Unidos (1945-1973). En este sentido, un estudio de los antecedentes de la actual situación de los países con escasa influencia en el Sistema Internacional que ha sido causada por un sistema económico que promueve el desequilibrio comercial y actúa según intereses adherentes a la acumulación de capital sin ninguna motivación de transformación mundial que beneficie a todos los actores del sistema internacional. En consecuencia, un sistema-mundo que genera beneficios para países centrales y brinda pocas posibilidades de crecimiento real a los países semiperiféricos, así como nimias alternativas a las naciones periféricas. En suma, se describirá la situación actual de América Latina como campo de lucha entre las principales potencias mundiales por la apropiación de recursos naturales y la trascendencia geopolítica que esta supone. 2. LA TRANSICIÓN HEGEMÓNICA SOBRE LA PERSPECTIVA DEL SISTEMA MUNDO La transición hegemónica es entendida como un proceso de cambios trascendentales en la organización del Sistema Internacional. En este sentido, diversos autores a lo largo de la historia han contribuido a definir la transición hegemónica, situando sus análisis en la descripción de lo que significa hegemonía. Así Antonio Gramsci Joseph Nye, Immanuel Wallerstein, Robert Cox, nos muestran una variable conceptualización de hegemonía, con connotaciones, abstracciones contrapuestas y complementarias. Por ello, debemos precisar que al abordar la hegemonía como concepto es preciso remarcar que este dependerá del contexto, los agentes participantes y las relaciones que se establecen en las interacciones estatales en el Sistema Internacional. En este sentido, partamos de la etimología de la palabra hegemonía que deriva del griego ἡγεμονία que significaría la capacidad de direccionar y jefaturar; sin embargo, está vinculado a la sistematización semántica que se asocia a la “supremacía que un Estado ejerce sobre otros o la supremacía de cualquier tipo” (RAE, 2019). Por otro lado, el sociólogo italiano Gramsci definía hegemonía como “un conjunto de mecanismos que permitían que un elemento 4 dominante establece su liderazgo moral, político e intelectual sobre sectores subordinados, haciendo que sus intereses sean los intereses de la sociedad” (GRAMSCI, 2001, p.19) En adición, ampliando la concepción de hegemonía explicaba que esta estaba vinculada a un grupo capaz de mantener e imponer su liderazgo. En suma: A hegemonia seria a capacidade de um grupo social unificar em torno de seu projeto político um bloco mais amplo não homogêneo, marcado por contradições de classe. O grupo ou classe que lidera este bloco é hegemônico porque consegue ir além de seus interesses econômicos imediatos, para manter articuladas forças heterogêneas, numa ação essencialmente política, que impeça a irrupção dos contrastes existentes entre elas. Logo, a hegemonia é algo que se conquista por meio da direção política e do consenso e não mediante a coerção. Pressupõe, além da ação política, a constituição de uma determinada moral, de uma concepção de mundo, numa ação que envolve questões de ordem cultural, na intenção de que seja instaurado um “acordo coletivo” através da introjeção da mensagem simbólica, produzindo consciências falantes, sujeitos que sentem a vivência ideológica como sua verdade. O pensamento político e ideológico, dessa forma, apresenta-se como uma realidade prática, porque, ao ser compreendido e aceito pelos atores sociais, torna-se poder material, converte-se em ação prática, ou, mais precisamente, em práxis. (COSTA, PCB) Por su parte, Nye con su concepto de soft power intenta explicar que la hegemonía está asociada a un conjunto de ideas, instituciones, creencias compartidas que son consideradas válidas por diversos grupos, que se subordinan a las delimitaciones comportamentales de un hegemon; puesto que, este influencia directamente el accionar de otros grupos por medio de sus recursos de poder. En esta concatenación de definiciones entonces la hegemonía al igual que el soft power: (...) pressupõe consentimento: consentimento sobre um conjunto de princípios gerais que garantam a supremacia da classe ou grupo social dominante – para Nye, o Estado – e proporcionem algum grau de satisfação aos grupos e classes subalternos. Nye concordadiretamente com esses autores que, se o poder do Estado for entendido como legítimo por parte dos demais, este encontrará muito menos resistência na busca por seus interesses. (RAMOS, ZAHRAN, 2006, p. 3) Por ende, la hegemonía de un Estado hacia otro está validada por la subordinación de uno hacia los intereses del que impone la supremacía; puesto que, al establecerse las diferencias ideológicas, económicas, políticas, culturales y sociales dentro de la trascendencia y uso del poder en el Sistema Internacional, uno de ellos actúa supeditado a las exigencias de la potencia, debido a que su participación en las decisiones mundiales pueden estar subordinadas a la escasa capacidad de independencia económica, política, tecnológica o militar. Por ello, la 5 aceptación de condiciones se legaliza por medio de la creación de una herramienta legal que establezca la supremacía de uno hacia otro Estado. Ejemplos varios tenemos en el Sistema Internacional, donde los países considerados periferias luchan por tener mayor participación en las decisiones globales; sin embargo, por el minúsculo desenvolvimiento de proyectos de mejora continua, siempre están condicionados por las potencias que imponen en el caso estadounidense su poder militar, o en el plano chino, su potencial económico y; en el ruso, su supremacía tecnológica y militar. En esta visión, la hegemonía en las interacciones estatales está condicionada a las capacidades contextuales que tiene un Estado para imponerse a otros en largos periodos históricos. Sin embargo, hay que diferenciar claramente los tipos de hegemonía que se contemplan; puesto que, no necesariamente un país con poder militar posee dominio o trascendencia económica o viceversa. Sin embargo, la mayoría de las veces el que ejerce su poder como hegemonía en el Sistema Internacional ha desarrollado un plan de contingencia en todos los sectores de interferencia global: industrial, financiero, tecnológico, político y cultural para mantener en ciclos continuos de la historia su ventaja comparativa en todos los contextos de interacción estatal dentro y fuera de sus territorios de influencia inmediata. Al respecto, desde la interpretación posterior de la teorización gramsciana que se acerca mucho a la descripción de la realidad en el Sistema Internacional en el que la dependencia constituye la visión vertebral de las relaciones interestatales, las políticas exteriores de las potencias mundiales están sujetas a intereses particulares donde los reglamentos domésticos dominan el accionar de sus agentes. Por ende, con la libertad y la potencial capacidad de toma de decisiones en las complejas relaciones internacionales, los estados potencias tienen mayor voto que aquellos carentes de autonomía. Este aspecto, “según Cox, la vida económica de las naciones subordinadas se encuentra penetrada y atravesada por la dinámica impuesta por las grandes naciones” (HERRERA, 2017, p.28). Así, la hegemonía es entendida como la coexistencia de Estados débiles que tienen diferencias estructurales orientadas a coordinar un entendimiento desequilibrado con una potencia global. Así, la hegemonía en el ámbito internacional, desde la perspectiva de Cox se relaciona con una marcada desvinculación de las visiones que no consideran la historia como herramienta de interpretación de las relaciones internacionales; puesto que, al observar los períodos de transformación cultural, política, militar y económica, podemos comprender sistemáticamente la transición hegemónica. Por ende, Robert Cox sintetiza la hegemonía de la siguiente manera: 6 Hegemonia no nível internacional não é, então, meramente uma ordem entre Estados. É uma ordem dentro de uma economia mundo com um modo de produção dominante que penetra em todos os países e vincula outros modos de produção subordinados. É também um complexo de relações sociais internacionais que conecta as classes sociais de diferentes países. A hegemonia mundial pode ser descrita como uma estrutura social, uma estrutura econômica e uma estrutura política; e não pode ser apenas uma dessas coisas, mas todas as três. A hegemonia mundial é, ainda mais, expressa em normas universais, instituições e mecanismos que estabelecem regras gerais de comportamento para os Estados e essas forças da sociedade civil que agem através das fronteiras nacionais, regras que sustentam o modo de produção dominante (COX, 1983, p. 137). Por su parte, Wallerstein desde su visión del sistema-mundo entiende la hegemonía como la delimitación de un conjunto de grupos que están compuestos por Estados con mayor capacidad de decisión, con escasa toma de decisiones o de nimias exigencias en el Sistema Internacional. Así el sociólogo estadounidense divide las relaciones internacionales de los Estados dependiendo de si un país se encuentra en el centro, semiperiféria o periferia, desde una observación que toma en cuenta la división internacional del trabajo que “unifica de alguna forma la economía-mundo, y la balanza de poder, que nortea la competición interestatal” (RAMOS, ZAHRAN, 2006). Por ello, describe su modelo de la siguiente forma: “We have now outlined the two main constituent elements of the modern world-system. On the one hand, the capitalist world-economy was built on a worldwide division of labor in which various zones of this economy (that which we have termed the core, the semiperiphery, and the periphery) were assigned specific economic roles, developed different class structures, used consequently different modes of labor control, and profited unequally from the working of the system. On the other hand, political action occurred primarily within the framework of states which, as a consequence of their different roles in the world-economy were structured differently, the core states being the most centralized” (WALLERSTEIN, 1974: p. 162) En esta línea, Wallerstein define a la hegemonía como un sistema capaz de normar las relaciones interestatales en donde la dominación, la coerción y el desequilibrio de intervención son complementares al posicionamiento de liderazgo contraproducente en la escena internacional de un país con capacidades intervinientes. Por ello, en relación al sistema-mundo realiza un análisis de los procesos de transformación del capitalismo histórico con la finalidad de justificar en términos económicos la formación de la actual de los vínculos económicos interestatales. 7 3. MODELO DE LA TRANSICIÓN HEGEMÓNICA DEL SISTEMA-MUNDO DE IMMANUEL WALLERSTEIN El World-Systems approach o Sistema-mundo es la teoría abordada por Immanuel Wallerstein, quien es uno de los más renombrados científicos sociales que realiza labores en el Centro Fernand Braudel de la Universidad de Binghamton y; a su vez, efectúa ciertas investigaciones en la universidad de Yale. H. McNeill en Diplomatic History menciona que Walllerstein es un historiador muy respetado y un visionario que desafía los modelos tradicionales del quehacer académico. Esta interpretación de la realidad analiza las relaciones sociales, económicas, culturales y políticas de la historia con un punto de partida en el siglo XIV hasta la edad contemporánea. Por ende, se considera una descripción detallada de la evolución histórica de las relaciones económicas con sus intervinientes en las esferas sociales y políticas, con alicientes culturales. En este sentido, el capitalismo como eje transversal es analizado de forma detallada y concatenada con el fin de prever la futura hegemonía de Estados dentro del Sistema Internacional. Por ende, el desarrollo económico capitalista se vislumbra en los ciclos evolutivos de las sociedades mundiales con un final estructural en el imperialismo que nosotros podríamos llamar de “imperialismo categórico” por sus implicancias sistémicas en el contexto de subordinación y dependencia de algunas esferas de poderen los países con escaso poder de influencia internacional. Así términos como centro, semiperiféria y periferia son asociados a las relaciones que guardan los países entre sí. Por ejemplo, en el centro tenemos a los países hegemónicos en el Sistema Internacional que han logrado un desarrollo industrial, tecnológico y económico que les permite tener mayor campo de acción. Por otro lado, los países semiperiféricos son aquellos que luchan por ser parte de los centros de desarrollo; por ello, tienden a aplicar políticas que posibiliten su participación en las disputas de poder. En cambio, los países periféricos son, en su mayoría los encargados de enviar apoyo económico o servir como focos de extracción de recursos para los países centrales. En esta lógica, los países hegemónicos han desarrollado en principio un itinerario de secuencias productivas, comerciales, políticas y sociales que concatenados entre sí permiten que el desarrollo de los países periféricos no alcancen variantes significativas; puesto que, con el crecimiento de la influencia de capital extranjero, mengua cualquier intento de independencia financiera abocada a crear una autonomía en el tratamiento de recursos propios. 8 Este fenómeno era descrito por Wallerstein como las fuerzas centrípetas de las cadena más mercantiles de centro periferia, donde los puntos de origen de las mercancías son aleatorias, más el punto de destino tienden a converger en pocas áreas, esta dinámica centro periferia genero una polarización de la economía mundo, debido a la inconformidad de la posición de la periferia en el sistema. Con esta visión de la realidad mundial, Wallerstein se opone a la estructurada idea de que un Estado-nación y su conformación, justificaban el rol de los países hegemónicos como un resultado a posteriori del empoderamiento de sus estructuras políticas. Por ello, el sistema histórico, permite observar que han existido tres tipos de elementos heterogéneos vinculados entre sí: el sistema pre moderno con escasa delimitación geográfica de sus miembros, el imperio-mundo, con sus principales agentes participando en la conformación de las nuevas civilizaciones: Roma y China, y una economía-mundo con “una gran división axial del trabajo con múltiples centros políticos y múltiples culturas” (BEECROFT, 2008, p.86). Figura 1. Modelo teórico de Sistema-mundo de Wallerstein Fuente: Modelo Sistema-Mundo de Wallerstein: https://www.researchgate.net/figure/Figura- 2-Modelo-Sistema-Mundo-de-Wallerstein_fig1_309033320 La figura 1 explica que con el término de división axial del trabajo dentro de un sistema económico capitalista y sus variantes, existen situaciones en las que los productos centrales son ofrecidos a periféricos a modo de intercambio comercial con un aumento significativo de los precios y; a su vez, los productos periféricos con mínima ventaja 9 comparativa están supeditados a una exagerada dominación y control del intercambio comercial. Así, un monopolio financiero compone una división de trabajo en donde la consecuencia inmediata es la existencia de “un flujo constante de plusvalía de los productores de productos periféricos hacia los productores de productos centrales. Esto es lo que se ha denominado intercambio desigual” (WALLERSTEIN, 2004). En este sentido, se diversifica dos interpretaciones del sistema-mundo como lo plantea Wallerstein: un sistema-mundo liderado por un solo eje, central y autodeterminado que domina un territorio capaz de integrar todas las relaciones internacionales desde un natural posicionamiento geográfico. Por otro lado, el sistema mundo vinculado a lo económico, en donde existen diversos agentes capaces de ejercer su influencia en las interacciones económicas, en donde lo político es nimio y no se observa un poder político central en el Sistema Internacional. Al respecto, adicionando un punto de vista sobre el trabajo realizado podemos asegurar que desde un arduo y parsimonioso análisis del sistema-mundo, Wallerstein apunta hacia una descripción detallada de todos los factores que permitieron la actual configuración de las relaciones económicas y políticas de los países del mundo. A su vez, con la descripción del desarrollo del capitalismo como fin último adscrito a la dominación de las naciones hegemónicas, que buscarán con todos los medios posibles posicionarse como líderes en la lucha por el poder; el autor de El Capitalismo histórico, supone que las condiciones históricas han determinado las personificaciones estatales de la actualidad, y que la dependencia de algunas naciones es el resultado de la evolución natural del capitalismo como elemento económico. Sin embargo, evita solo enfocarse en aspectos económicos; por ello, aborda todo el sistema de la realidad. En este sentido, se encarga de realizar un detallado análisis de un conjunto de reglas o principios enlazados entre sí, debido a que estos contribuyen a comprender en su totalidad el objeto estudiado. En suma: Wallerstein apresenta a firme perspectiva de lidar com as totalidades sistêmicas da realidade social, e não apenas com partes ou segmentos desta realidade. Para ser mais preciso, as partes devem ser sempre consideradas em estreita conexão, e mesmo subordinação – lógica e histórica – à totalidade sistêmica. O seu ponto de partida metodológico é, portanto, a construção de uma totalidade de longa duração e de longa escala no interior da qual os conceitos tenham sentido. Para o autor, impõe-se metodologicamente a necessidade lógica e histórica de derivar os conceitos e as instituições menos abrangentes, como são as instituições/conceitos de classe, Estado, householding, racismo, cultura, nacionalismo, liberalismo, movimentos antissistêmicos e outros em relação à totalidade sistêmica que lhes confere os atributos e os contornos mais 10 contundentes e decisivos (ACCO, 2018, p.711). Por ello, el concepto de sistemas históricos subyace a una síntesis dialéctica en la que la totalidad de los factores descritos están tácitamente inherentes a la evolución histórica en tiempo y espacio. Además, de que la descripción de esta realidad como tal, dispone el actuar de todos los agentes en las relaciones humanas. En este sentido, “we must rather stand on the ground of what I shalll call the unexcluded middle – both time and duration, a particular and a universal that are simultaneously both and neither – if we are to arrive at a meaningful understanding of reality” (WALLERSTEIN, 2000, p. 165). En todo el análisis wallersteiniano el capitalismo está entendido como un modo de producción compuesto por la obtención de lucros en el mercado. Por ello, el autor inició su análisis en el siglo XVI; puesto que, en este proceso histórico-económico, el capitalismo agrícola era un mecanismo de acumulación de capital. En este sistema, a pesar de que la fuerza de trabajo pagado era utilizada en las cadenas de producción e intercambio comercial, apenas fue una forma de posibilitar la acumulación de bienes de capital. En consecuencia, el sistema de análisis wallersteniano es un crítica directa a las especificaciones teóricas de Karl Marx y a sus seguidores, debido a que asocian el capitalismo como un libre flujo de factores de producción, olvidando que “entendendo-se por livre a disponibilidade desses fatores para compra e venda nos mercados e por concorrencial a presença de um grande número de competidores e a inexistência de interferências políticas nos mercados” (WALLERSTEIN, 2000, p. 141). En este sentido, el capitalismo escapa de la asociación dislocada de la creación de argumentos que sitúan el significado esencial de este proceso histórico con la libre concurrencia de libre flujo de factores; puesto que, tanto el interés estatal como privado componen el sistema económico utilizado para aprovechar al máximo el intercambiocomercial entre los agentes del Sistema Internacional. Por otro lado, el capitalismo desde la mirada del sistema-mundo como señala el autor de Las incertidumbres del saber (2004), debe ser entendida como un sistema en donde lidera la libertad parcial de los factores de producción en los mercados internos e internacionales y que de manera natural los intereses políticos interfieren en los intercambios comerciales presentes en el mercado. Por ello, el sistema-mundo es un estudio de la realidad económica, política y social de nuestro mundo actual; puesto que, si partimos de la fundación misma del capitalismo, comprenderemos sin remilgos que los intercambios comerciales están subordinados a un 11 mercado que en alguna medida es autónomo, pero que también sigue y ejecuta intereses estatales divergentes. En este sentido, la actual configuración global asediada por un capitalismo fantasmagórico, vestido de progreso y con metas de subordinación, justifica el desequilibrio de relaciones interestatales en el Sistema Internacional, creando relaciones internacionales injustas. 4. AMÉRICA LATINA COMO CAMPO DE GUERRA HEGEMÓNICA ENTRE LAS PRINCIPALES POTENCIAS DEL SISTEMA INTERNACIONAL Los cambios sustanciales en la geopolítica global vista desde el sistema-mundo puede entenderse por la evolución creciente del capitalismo que ha provocado relaciones internacionales desiguales en un sistema internacional donde la lucha por el poder es un imperativo categórico; puesto que, la hegemonía es un objetivo sistemático a cumplir por aquellas naciones que disponen de herramientas necesarias para ejercer su influencia en los diversos estados subordinados o competitivos. Así, el mundo, en la actualidad se ha convertido en un campo de guerra donde el más fuerte ejerce su liderazgo a cuesta de descomponer al más débil, una relación lógica justificada por un capitalismo avasallador. Sin embargo, la no solo la acumulación de capital es la excusa perfecta para ampliar políticas de dominación, sino que la apropiación de recursos ahora se ha convertido en el objetivo principal de las principales potencias del sistema internacional. Puesto que, como señala Samir Amin (1993) desde el momento en que las mercaderías y el capital salieron del espacio nacional para abarcar el mundo, surgió el problema del reparto de la plusvalía a escala mundial. Y este problema ha estado asociado a varios cambios políticamente vinculantes, donde sistemas ideológicos emergieron para darle una forma a estas transformaciones económicas dentro del Sistema Internacional, “entendida como un todo compuesto de varias partes o miembros, interactuantes o interdependientes que forman un todo integrado” (GULLO, 2018) Así, el rol de América Latina como periferia en el sistema-mundo ha estado predispuesto a brindar sus recursos naturales con minúscula transformación industrial a los países de la semiperiferia y el centro; puesto que, las políticas económicas aplicadas por la mayoría de los países miembros están alineados a un capitalismo abrumador, aunque el caso ecuatoriano en primera instancia y; luego, venezolano, son peculiares por la efervescencia de una socialismo de siglo XXI con las subsiguientes catástrofes económicas, políticas y sociales, con el endeudamiento ecuatoriano al solicitar un préstamo al Fondo Monetario Internacional (FMI) 12 de 10 millones de dólares, y la hiperinflación venezolana hasta julio del 2018 de un 46, 305%. Aunque en países de ejecución capitalista como Argentina, el endeudamiento ha dejado en situación de lucha por la independencia económica; puesto que, la nación ha quedado al margen de cualquier posibilidad de intervención en el sistema internacional por la complicada distribución de los préstamos efectuados por el FMI. En este sentido, el país del Río de la Plata, está subordinada a las hegemonías mundiales que se apropian de sus asuntos públicos, sociales y económicos. En suma, la autonomía y desarrollo están hipotecados por el momento. En esta situación, América Latina, ideológicamente está dividida en tres vertientes sistemáticas de ejecución política: un capitalismo de ultraderecha de desesperado endeudamiento, un capitalismo moderado atípico, y un socialismo del siglo XXI en cuidados intensivos o como ejemplificaría la visión wallersteiniana: “el locus concreto integrado y delimitado en tiempo y espacio de actividades productivas cuyo objetivo económico ha sido la acumulación incesante de capital” (WALLERSTEIN, 2001, p. 13) ha estructurado una economía política preocupada más en términos macroeconómicos que en la subsanación de la desigualdad social. Estas vertientes influenciadas por una evolución económica histórica contribuyen a comprender la configuración y situación actual de América Latina; puesto que, al aplicarse el capitalismo e imponer sus herramientas de dependencia, justifican la expansión de economías del centro hacia la periferia, debido a que el esparcimiento de las potencias mundiales fue el producto histórico de proletarización, cadenas mercantiles, geográficas e intervención estatal. A través de este producto, se justificó la integración vertical de las normas de intercambio comercial donde la jerarquización entre el comprador y el vendedor, y las conexiones de mercado, generó siempre cambios desiguales que desestabilizaban los planes de desarrollo de países periféricos. Por ello, América Latina, a pesar de crear propuestas de integración regional: MERCOSUR, ALCA, UNASUR, ha obedecido a fuerzas centrípetas de relación centro- periferia, donde los puntos de origen de las mercancías son aleatorias y el punto de destino tienden a converger en pocas áreas. En consecuencia, esta dinámica centro- periferia genera una polarización de la economía mundo, debido a la inconformidad de la posición de la periferia en el sistema. A su vez, las potencias hegemónicas, luchan por la apropiación de mecanismos de desarrollo de la periferia sudamericana. En este sentido, los países potencias están en la lucha 13 incesante por la acumulación de capital; por ello, han establecido y afianzado el sistema mundial actual, donde la subordinación es un objetivo concreto; puesto que, los estados influenciados sirven como un brazo de expansión al sistema capitalista en una realidad social, política, económica y cultural heterogénea en su expresión, pero igualitaria en sus intereses naturales: desarrollo, autonomía, soberanía, e independencia financiera. En esta intrincada situación, los estados sudamericanos deben hacer frente a las potencias hegemónicas que controlan las relaciones de producción mediante la legalización de las condiciones de intercambios comerciales con escasa ventaja comparativa para los intereses periféricos. En esta línea, es preciso evitar que el saldo comercial solo beneficie a los líderes mundiales. Por ello, se debe luchar en contra del control absoluto que estas economías procuran a los sistemas productivos de los países hispanos, franco, luso hablantes del sur. En tal sentido, es importante evitar que los estados se sitúan en una jerarquía de poder que no puede ser medida ni por el tamaño y la coherencia de sus burocracias y ejércitos, ni por sus formaciones ideológicas sobre sí mismas, pero sí por sus capacidades efectivas, a lo largo del tiempo, de promover la concentración de capital acumulado dentro de sus territorios. En la visión del sistema-mundo, la narrativa histórica que se ha ejecutado en América Latina se asocia a la evolución del capitalismo bajo un mecanismo que ha afianzado los ciclos largos de contracción y expansión del sistema internacional, donde la periferia siempre se ha visto afectada, generando de esta forma movimientos anti hegemónicos o anti sistémicos. En este sentido, los estados sudamericanos deben contar con la capacidad de intervenir en sus propios interesesde desarrollo para así contrarrestar la “capacidad de un estado (hegemónico) fuerte de intervenir en un movimiento anti sistémico, situando a un estado más débil subordinado a una agenda política inmediata” (WALLERSTEIN, 2001, p. 62) que no obedece a la autonomía de los países periféricos. Un ejemplo de lucha anti sistémica la presenta Venezuela; puesto que, desde la Presidencia del comandante Chávez definió su política externa como un estado antimperialista; es decir, una nación anti sistémica. Por ello, desde ese momento, la principal potencia hegemónica (Estados Unidos de América) ha mudado su actuación hacia el país declarado anti hegemónico, afectando el desarrollo económico, político y militar, debido a que afecta directamente los intereses expansivos y de posicionamiento geopolítico en la región sudamericana. En este sentido la posición de Venezuela no fue más que una contestación al poder hegemónico, desde una periferia agotada por la imposición del poder de manera abrupta, llevando a la nación a cambiar su modelo económico de desarrollo y a liderar 14 iniciativas para crear mecanismos multilaterales de integración tales como el ALBA, Petrocaribe, entre otros, y a hacerle frente al principal brazo para la dominación económica de estados unidos hacia américa (ALCA). En síntesis, abocados a lo que Wallerstein propuso en su análisis del capitalismo histórico, la situación actual de América Latina ha entrado en un proceso de crisis a inicios del siglo XX al igual que el capitalismo y; probablemente, morirá como sistema histórico en el próximo siglo; por ende, debemos preparar esta región del globo para una transición de poder hegemónico en donde podamos participar como agentes de cambio y nuestro protagonismo sea más visible. 5. RUSIA, CHINA Y ESTADOS UNIDOS: EL JUEGO DE AJEDREZ POR LA HEGEMONIA Y REESTRUCTURACIÓN DE LA ORGANIZACIÓN POLÍTICA Y ECONÓMICA DE AMERICA DEL SUR. VENEZUELA, OTRA VEZ… En el sistema-mundo entendido como un juego de ajedrez donde la misión máxima a cumplir es proteger al rey y vencer al rey enemigo, las fichas del tablero-mundo están enfocados a defender los intereses de las hegemonías globales. Así, las interacciones interestatales renuevan y reestructuran la organización del sistema internacional en los ámbitos políticos, económicos, culturales y militares; puesto que, la transición hegemónica es una resultado previsible. Sin embargo, la lucha por el poder en el sistema internacional ya no solo está vinculada a la extracción de recursos, sino que la apropiación de la totalidad de los estados periféricos es imperativa. En este sentido, las principales hegemonías globales del siglo XXI: Rusia, China y Estados Unidos de América, utilizan contextos de lucha por el poder que se sitúan en lo que llamaríamos neocolonialismo maquillado; puesto que, al establecer relaciones bilaterales con países periféricos, lo que realmente sucede es que los recursos son aprovechados al máximo por el centro y mínimamente benefician a la periferia. La lucha por el control absoluto de los recursos tiene a países como Siria en el colapso económico, social y militar, a una Libia destruida, una Afganistán atrapada en el caos civil, un Irak sin una estructura estatal concreta, a Yemen en guerra y a Venezuela en la debacle económica. Estos son ejemplos de que la expansión de las políticas de apropiación y dominio de las economías centrales, en la mayoría de los casos, provoca una sistémica destrucción de las relaciones estado-pueblo-recursos propios. 15 En este sentido, basados en el objetivo de este artículo, según la visión del sistema- mundo, América Latina está siendo atacada por políticas intervinientes de estos estados hegemónicos. La figura 2 muestra, a modo de ejemplo, cómo dos principales potencias económicas están en contaste disputa por la dominación y apropiación del recurso petrolero del país llanero. Por ello, la reina Estados Unidos, con su influencia geopolítica en la región sudamericana compuso una orquesta de posibilidades de acción, apoyado por un grupo determinado de países satélites, integrados en el Grupo de Lima1 que han provocado un desequilibrio de relaciones exteriores en los países sudamericanos, una especie de lucha interna entre estados hermanos. Por otro lado, Rusia juega un papel protagónico; puesto que, funciona como contraposición a los intereses estadounidenses. Por ende, apoyado en las relaciones comerciales con el país petrolero, asume una posición de contrabalanza; puesto que, existen intereses económicos inherentes: la deuda venezolana. En este sentido, pretende apoyar militarmente al país bolivariano, enfocándose en la militarización de la que fuera su zona de influencia. Por su parte China, exige el pago de la deuda, incentivando nuevos lazos comerciales que persiguen el cuidado de sus inversiones en Venezuela. En este sentido, lo que le preocupa al país asiático es proteger los proyectos emprendidos en territorio caribeño y; a su vez, mantenerse como una amenaza latente para Estados Unidos de América. En suma, apropiarse de una ubicación geopolítica influyente. Figura 2. El tablero de ajedrez global Fuente: Ajedrez Geopolítico: Renovación de sanciones. Briceño (2017). BOUNGY 1 Un total de 14 países americanos integran hoy el grupo: Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, Guyana y Santa Lucía. También avalan al grupo Barbados, Estados Unidos, Granada, y Jamaica. La Nación. 16 Así, América Latina es el tablero de ajedrez en la actualidad; puesto que, Estados Unidos de América ha entendido que Medio Oriente ya no es un campo de batalla seguro y los problemas que ahí suscitan han exacerbado las relaciones internacionales que la patria de Washington tiene en el Sistema Internacional. Por ello, las relaciones exteriores de Rusia y Estados Unidos de América están en un proceso de desestructuración; puesto que, ambos países son conscientes de su posición hegemónica. Sin embargo, “los que ahora tratan de dictar en EE.UU. la política hacia Rusia, hacer todo lo posible para impedir el cumplimiento de una de las promesas electorales del presidente Donald Trump, en concreto, sobre la normalización de relaciones entre Moscú y Washington, no quieren ninguna mejora" (LAVROV, 2019). En este aspecto, los estadounidenses, según el ministro de Exteriores ruso explica que en los ámbitos políticos no existe una intención mancomunada de cooperación real; puesto que, en el aspecto militar, incluso: los estadounidenses se negaron a participar en la discusión, en la demostración del misil que llevamos a cabo en enero, en la rueda de prensa en la que se explicó que el misil cumple con todos los términos del acuerdo. EE.UU. solo tenía una postura: no quieren ver nada y Rusia simplemente debe destruir este misil bajo control estadounidense. Eso no es muy educado incluso en las relaciones de EE.UU. con países más pequeños que la Federación Rusa (LAVROV, 2019). El ministro de Relaciones Exteriores utiliza un término vinculado a las intenciones estadounidenses: “problemas artificiales”; puesto que, el país de Donald Trump siempre busca crear problemas que evitan la cooperación integral y sistemática, y; por ello, adopta una postura unilateral; menguando de esta forma un “diálogo constructivo y la solución de los problemas sobre la base del balance de los intereses y no de ultimátums” (LAVROV, 2019). Por ello, los intereses hegemónicos situados en América Latina están sujetos a estos comportamientos, donde Estados Unidos de América siempre ejerce medidas unilaterales en la región sudamericana, así como el bloqueo económico a Venezuela y el fomento de disputas de poder en Centroamérica. En suma: (..) cuando hablan así desde la tribuna del Congreso,todavía puedo entenderlo, porque tienen una lucha política interna en la que, según se ve, todos los medios valen. Pero cuando la misma figura de lenguaje predomina en las consultas cerradas, no queda nada más que concluir que los socios estadounidenses aún no quieren trabajar de manera constructiva" (LAVROV, 2019) Por otro lado, China, como nuevo actor en la disputa de poder y la transición hegemónica está más interesado en ejercer su influencia económica; puesto que, considera que la acción 17 militar, a largo plazo genera más deuda que crecimiento económico y avance tecnológico. Por ello, en relación a América Latina: (…) durante el 2017, la cadena de valor del acero de América Latina -que incluye materias primas, aceros (laminados + derivados) y comercio indirecto- registró un déficit comercial con China de US$ 23.443 millones, aumentando 8% su brecha en comparación con el año anterior. (Ver Cuadro 1). Esto se debe principalmente al aumento de los precios de las materias primas y de los productos siderúrgicos, además de la intensificación del comercio indirecto entre China y la región con respecto al año anterior (ALACERO, 2017). En suma, China ve en América Latina un espacio de contra balance en términos económicos más que militares; puesto que, su política exterior está abocada a la cooperación sistemática en el Sistema Internacional con todas las naciones del globo, independientemente de su posición ideológica o cultural. Por ello, Venezuela, es un cooperante más; sin embargo, con una importancia geopolítica importante. He ahí, el motivo de la situación actual de la patria de Bolívar y una América Latina observando al futuro según los lineamientos hegemónicos sin pretensiones de participar en la transición de poder global. 6. CONSIDERACIONES FINALES En resumen, de acuerdo a Wallerstein (2001) el capitalismo histórico entró en crisis estructural a inicios del siglo XX y probablemente morirá como sistema histórico en el próximo siglo. Es necesaria una transición hacia un nuevo sistema que regirá el mundo. En consecuencia, es fundamental el análisis del autor en cuanto a la posición de la periferia ya que ha sido constantemente sometida al sistema capitalista mundial. Ahora bien, en esa transición hegemónica que obedece a ciclos de larga duración tal como lo señala Giovanni Arrigi y lo corrobora cuando describe el fenómeno como ciclos de contracción y expansión del sistema, resulta curioso determinar el papel de los estados en esa transición hegemónica y; sobre todo, los estados periféricos antisistémicos. En suma, a pesar de que el capitalismo está en decadencia aun será el sistema que regirá el mundo en las próximas décadas. Por ello, Rusia y China como naciones hegemónicas, presionan el sistema para acelerar ese proceso de transición hacia un nuevo sistema internacional con agentes diversos en la lucha por el poder de las relaciones internacionales. 7. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS AMIN, Samir (1993), Itinéraire intellectuel. Regards sur le demi-siécle 1945-1990, París, L´Harmattan. CARVAJAL, M (2019). China y Rusia, dos desafíos para Guaidó. El Comercio: https://www.elcomercio.com/tendencias/china-rusia-retos-guaido-mundo.html. 18 LAVROV, S. (2019). "Los que ahora tratan de dictar la política de EE.UU. sobre Rusia no quieren ninguna mejora". RT https://actualidad.rt.com/actualidad/306522lavrov-relaciones- internacionales-rusia GULLO, Marcelo (2018), Relaciones Internacionales: una teoría crítica desde la periferia sudamericana, Buenos Aíres, Editorial Biblos. GRAMSCI, A. (2001). Antonio Gramsci en Hegemonía, estado y sociedad civil en la globalización, Plaza y Valdez Editores. WALLERSTEIN, Immanuel. 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Os Estados, o sistema-mundo capitalista e o sistema interestatal: uma leitura critica das contribuições de Immanuel Wallerstein. Revista de Economia Política, vol. 38, nº 4 (153), pp. 708-730, outubro-dezembro/2018 ALACERO (2017). 2017: Déficit comercial de América Latina con China alcanza los US$ 23 mil millones, aumentando 8% versus año anterior. Anuario China: https://www.alacero.org/sites/default/files/noticias/docs/pr_2018-03-28_anuario_china_es.pdf
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