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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO PROGRAMA DE MAESTRÍA Y DOCTORADO EN INGENIERÍA INGENIERÍA AMBIENTAL – SUELOS y AGUAS SUBTERRÁNEAS BIORREMEDIACIÓN DE SUELOS CONTAMINADOS CON BENZO[A]PIRENO EMPLEANDO Pleurotus ostreatus TESIS PARA OPTAR POR EL GRADO DE: MAESTRO EN INGENIERÍA PRESENTA: ING. AGR. JUAN JOSÉ VILLACÍS FAJARDO TUTOR PRINCIPAL: M. en C. ROLANDO SALVADOR GARCÍA GÓMEZ - Facultad de Química COMITÉ TUTORAL: DRA. GEORGINA FERNÁNDEZ VILLAGÓMEZ - Facultad de Química DRA. ROSARIO ITURBE ARGÜELLES - Instituto de Ingeniería MÉXICO, D.F., OCTUBRE, 2013 Ricardo Texto escrito a máquina UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. JURADO ASIGNADO: Presidente: DRA. ROSARIO ITURBE ARGÜELLES Secretario: DRA. SUSANA SAVAL BOHÓRQUEZ Vocal: M.C. ROLANDO SALVADOR GRACÍA GÓMEZ 1 er. Suplente: DRA. GEORGINA FERNÁNDEZ VILLAGÓMEZ 2 d o. Suplente: DRA. MARISELA BERNAL GONZÁLEZ Lugar donde se realizó la tesis: LABORATORIOS 301, 302 Y 303 DEL CONJUNTO “E” DE QUÍMICA, UNAM. TUTOR DE TESIS: M.C. ROLANDO SALVADOR GRACÍA GÓMEZ -------------------------------------------------- FIRMA AGRADECIMIENTOS: Al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT) por la beca de posgrado recibida. ÍNDICE Pág. GLOSARIO 10 RESUMEN 11 1. INTRODUCCIÓN 12 2. OBJETIVOS Y ALCANCES 13 2.1. OBJETIVO GENERAL 13 2.2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS 13 2.3. ALCANCES DE LA INVESTIGACIÓN 13 3. MARCO TEÓRICO 14 3.1. El suelo 15 3.1.1. Papel que desempeñan los suelos en el ecosistema 15 3.2. Contaminación de los suelos 16 3.2.1. Principales contaminantes del suelo 17 3.2.1.1. Contaminantes metálicos 18 3.2.1.2. Contaminantes orgánicos 18 3.2.1.2.1. Contaminantes derivados del petróleo 19 3.3. Hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) 20 3.3.1. Estructura y propiedades de los HAP 20 3.3.2. Origen y fuentes de los HAP 21 3.3.2.1. Fuentes naturales de los HAP 22 3.3.2.2. Fuentes antropogénicas de los HAP 22 3.3.2.2.1. Otras fuentes antropogénicas: el tabaco y los alimentos 23 3.3.3. Problemas ambientales relacionados con los HAP 24 3.3.4. Dinámica de los HAP en el suelo 25 3.3.5. Biodegradación de los HAP 25 3.3.5.1. Rutas de degradación biológica de los HAP 26 3.3.5.2. Factores limitantes en la degradación biológica de los HAP 27 3.3.5.3.1. Biodisponibilidad 28 3.3.5.3.2. Temperatura 28 3.3.5.3.3. Oxígeno 28 Pag. 3.3.5.3.4. Acidez y alcalinidad 28 3.3.5.3.5. Humedad 28 3.3.6. Isotermas de adsorción 29 3.3.6.1. Modelos de adsorción 29 3.3.6.1.1. Modelo lineal 29 3.3.6.1.2. Modelo de Freundlich 30 3.3.6.1.3. Modelo de Langmuir 30 3.3.7. Técnicas analíticas empleadas para la determinación de HAP 31 3.3.7.1. Cromatografía de líquidos de alta resolución (CLAR) 31 3.3.7.2. Cromatografía de gases. Espectrometría de masas 32 3.4. Remediación de suelos contaminados con hidrocarburos 32 3.4.1. Experiencias de remediación de suelos en México 33 3.4.2. Biorremediación 34 3.4.2.1. Ventajas de la biorremediación 35 3.4.2.2. Desventajas de la biorremediación 35 3.4.2.3. Biorremediación en México 35 3.5. La micorremediación 37 3.5.1. Pleurotus ostreatus como hongo degradador de hidrocarburos 38 3.5.1.1. Biología y cultivo de Pleurotus ostreatus 39 3.5.1.1.1. Reproducción 40 3.5.1.1.2. Crecimiento 40 3.5.1.1.3. Fructificación 41 3.5.1.1.4. La fase de declinación 42 3.5.1.1.5. La fase estacionaria y la muerte 42 3.5.1.2. Pleurotus ostreatus en México 42 4. METODOLOGÍA 44 4.1. Diseño experimental 44 4.2. Materiales y métodos 45 4.2.1. ETAPA 1: Estudios sobre el suelo a analizar 45 4.2.1.1. Obtención del suelo 45 Pag. 4.2.1.1.1. Caracterización del suelo in situ 45 4.2.1.2. Caracterización del suelo 46 4.2.1.2.1. Humedad 47 4.2.1.2.2. Capacidad de campo 47 4.2.1.2.3. Textura 47 4.2.1.2.4. Densidad aparente 48 4.2.1.2.5. Densidad real 49 4.2.1.2.6. Porosidad del suelo 50 4.2.1.2.7. pH 51 4.2.1.2.8. Contenido de materia orgánica 51 4.2.1.2.9. Conductividad eléctrica 52 4.2.1.2.10. Capacidad de intercambio catiónico 52 4.2.1.2.11. Nitrógeno total 53 4.2.1.2.12. Fósforo disponible 53 4.2.1.2.13. Elementos menores biodisponibles 53 4.2.1.3. Isotermas de adsorción 53 4.2.2. ETAPA II: Estudios sobre el hongo Pleurotus ostreatus 55 4.2.2.1. Obtención del cultivo puro de Pleurotus ostreatus 55 4.2.2.2. Pruebas de dosis-respuesta (tolerancia del micelio) 56 4.2.3. ETAPA III: Análisis del suelo contaminado en los reactores 57 4.2.3.1. Construcción de los reactores con el suelo 57 4.2.3.2. Análisis de los tratamientos 58 5. RESULTADOS Y DISCUSIÓN 60 5.1. Etapa 1: Estudios sobre el suelo a analizar 60 5.1.1. Caracterización del suelo “in situ” 60 5.1.1.1. Clima y estado del tiempo 60 5.1.1.2. Uso del suelo y vegetación 60 5.1.1.3. Descripción del relieve 60 5.1.1.4. Forma de la vertiente 61 5.1.1.5. Posición fisiográfica 61 Pag. 5.1.1.6. Evidencias de erosión 61 5.1.1.7. Material parental 61 5.1.1.8. Estructura 61 5.1.2. Caracterización fisicoquímica del suelo 61 5.1.3. Isotermas de adsorción 64 5.2. Etapa II: Estudios sobre el hongo Pleurotus ostreatus 66 5.2.1. Medición de la tolerancia del micelio de Pleurotus ostreatus bajo distintas concentraciones de benzo(a)pireno 66 5.3. Etapa III: Análisis del suelo contaminado en los reactores 68 6. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES 74 6.1. Conclusiones 74 6.2. Recomendaciones 74 7. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 75 ANEXOS 81 Anexo 1. Ficha de seguridad del benzo(a)pireno 81 Anexo 2. Modelación de la prueba de isotermas de adsorción 83 A.2.1. Modelo lineal 84 A.2.2. Modelo de Langmuir 84 A.2.3. Modelo de Freundlich 84 Anexo 3. Análisis estadísticos de las pruebas dosis-respuesta 85 A.3.1. Resumen estadístico del crecimiento del micelio 85 A.3.2. ANOVA del crecimiento del micelio 85 A.3.3. Prueba estadística de rangos múltiples con 95.0% de intervalos LSD 85 Anexo 4. Determinación de la dosis efectiva media (CE50) a partir de las pruebas dosis-respuesta 87 Anexo 5. Análisis estadístico de los resultados finales de los reactores con suelo contaminado 88 Anexo 6. Manejo de los residuos generados a lo largo de la experimentación 89 A.6.1. Tratamiento y destino final de los residuos generados 90 ÍNDICE DE FIGURAS Pág. Figura 3.1. Pasos iniciales de la ruta de degradación de HAP por hongos y bacterias 27 Figura 3.2. Tecnologías autorizadas de remediación para suelos utilizadas en México por empresas 36 Figura 3.3. Ciclo de vida de los hongos 40 Figura 3.4. Crecimiento del Pleurotus ostreatus ECS-0110 en medio líquido 41 Figura 4.1. Sitio de toma de la muestra 45 Figura 4.2. Triángulo de texturas 48 Figura 4.3. Esquema de la prueba de isotermasde adsorción 54 Figura 4.4. Esquema de lavado del material de vidrio para el análisis por cromatografía de líquidos de alta resolución (CLAR) 55 Figura 4.5. Esquema de las pruebas de dosis-respuesta 56 Figura 5.1. Gráfica de las curvas de calibración 64 Figura 5.2. Gráfica del modelo de Freundlich 66 Figura 5.3. Pruebas dosis-respuesta 67 Figura 5.4. Balance de masas en los reactores con suelo contaminado 72 Figura 5.5. Gráfica de superficie de respuesta 3D de las condiciones de crecimiento del suelo en los reactores 73 Figura A.1. Hoja de seguridad del benzo[a]pireno 82 Figura A.2. Modelo de adsorción lineal 83 Figura A.3. Modelo de adsorción de Langmuir 84 Figura A.4. Modelo de adsorción de Freundlich 84 Figura A.5. Diagrama de flujo de la generación y tratamiento de los residuos generados en la experimentación 89 ÍNDICE DE TABLAS Pág. Tabla 3.1. Potenciales del suelo, las funciones ecológicas y los criterios de cuantificación 16 Tabla 3.2. Algunos HAP de importancia ambiental y sus propiedades físicas 21 Tabla 3.3. Vida media de algunos hidrocarburos en agua y en sedimentos 24 Tabla 3.4. Límites máximos permisibles para hidrocarburos específicos en suelo 25 Tabla 3.5. Hongos utilizados para la biorremediación de contaminantes 38 Tabla 4.1. Diseño experimental factorial 22 44 Tabla 4.2. Parámetros determinados y metodología empleada para la caracterización del suelo bajo estudio 46 Tabla 4.3. Relación de la densidad del agua con la temperatura 50 Tabla 4.4. Clasificación de suelos de acuerdo al pH según la NOM-021 51 Tabla 4.5. Clasificación de suelos de acuerdo al contenido de materia orgánica 52 Tabla 4.6. Condiciones cromatográficas para la detección del benzo[a]pireno empleando cromatografía líquida de alta resolución (CLAR) 54 Tabla 4.7. Distribución de reactores experimentales según el diseño experimental empleado 57 Tabla 5.1. Resultados de los parámetros obtenidos en la caracterización física del suelo 62 Tabla 5.2. Parámetros de la caracterización química del suelo: pH, contenido de materia y carbono orgánico total 62 Tabla 5.3. Parámetros de la caracterización química del suelo: Conductividad eléctrica y capacidad de intercambio catiónico 63 Tabla 5.4. Parámetros de la caracterización química del suelo: Elementos menores biodisponibles, fósforo disponible y nitrógeno total 63 Tabla 5.5. Parámetros de la caracterización química del suelo: Elementos menores biodisponibles, fósforo disponible y nitrógeno total 64 Tabla 5.6. Datos de los análisis empleando Cromatografía líquida de alta resolución (CLAR) la determinación de las isotermas de adsorción 65 Tabla 5.7. Resultados de las pruebas de dosis-respuesta 67 Pag. Tabla 5.8. Concentración efectiva media (CE50) para Pleurotus ostreatus con respecto al benzo[a]pireno 68 Tabla 5.9. Pruebas de eficiencia de extracción empleando tres diferentes tipos de cartuchos comerciales 68 Tabla 5.10. Parámetros iniciales de los reactores con suelo contaminado 69 Tabla 5.11. Concentraciones iniciales y finales de benzo[a]pireno obtenidas en los reactores empleando cromatografía líquida de alta resolución 71 Tabla 5.12. Datos promedio de la remoción de benzo(a)pireno con suelo contaminado 72 Tabla 8.1. Condiciones cromatográficas para la detección del benzo[a]pireno empleando cromatografía líquida de alta resolución (CLAR) 83 Tabla 8.2. Resumen estadístico del crecimiento del micelio 85 Tabla 8.3. ANOVA del crecimiento del micelio 85 Tabla 8.4. Prueba de rangos múltiples con 95% en intervalos LSD (least significant difference) 85 Tabla 8.5. Análisis de parámetros estadísticos para el análisis Probit (Probability unit) 87 Tabla 8.6. Análisis Probit sobre la “concentración” de la dosis efectiva media (CE50) 87 Tabla 8.7. ANOVA degradación del benzo[a]pireno 88 Tabla 8.8. Prueba de rango múltiple debido a la variable humedad (95%LSD) 88 ÍNDICE DE ECUACIONES Pág. Ecuación 3.1. Coeficiente de reparto octanol/agua (Kow) 24 Ecuación 3.2. Relación del valor de Kow con el valor de bioconcentración (Kb o CB) 24 Ecuación 3.3. Cálculo de la concentración adsorbida en cada vial 29 Ecuación 3.4. Modelo de adsorción lineal 30 Ecuación 3.5. Modelo de Freundlich 30 Ecuación 3.6. Modelo de Langmuir 30 Ecuación 3.7. Eficiencia Biológica (EB) de hongos 41 Ecuación 3.8. Tasa de Producción (TP) de hongos 41 Ecuación 4.1. Cálculo del porcentaje de humedad del suelo 47 Ecuación 4.2. Cálculo de la densidad aparente del suelo 48 Ecuación 4.3. Cálculo del volumen de las partículas del suelo 49 Ecuación 4.4. Cálculo de la densidad real del suelo 50 Ecuación 4.5. Cálculo de la porosidad del suelo 50 Ecuación 4.6. Cálculo del porcentaje de carbono orgánico del suelo 52 Ecuación 4.7. Porcentaje de materia orgánica 52 Ecuación 4.8. Cálculo de la concentración adsorbida (Cs) 55 Ecuación 4.9. Cálculo del Porcentaje de inhibición del crecimiento del hongo 57 GLOSARIO Benzo[a]pireno: Hidrocarburo aromático policíclico formado por 5 anillos aromáticos. De acuerdo con Orozco et al. (2003) el mayor peligro por la vía de exposición de inhalación asociado con los efectos del benzo[a]pireno en organismos vivos es la capacidad para producir efectos mutagénico y carcinogénicos Biorremediación: Se define como biorremediación a cualquier proceso que utilice microorganismos, hongos, plantas vivas o las enzimas derivadas de ellos para retornar un suelo alterado por contaminantes a su condición natural o lo más cercano a ella. La biorremediación puede ser empleada para eliminar contaminantes específicos del suelo, por ejemplo en la degradación bacteriana de compuestos organoclorados o de hidrocarburos HAP: Dentro del grupo de los contaminantes orgánicos derivados del petróleo se encuentran los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) los cuales forman una familia particular de hidrocarburos correspondiente a compuestos que contienen un cierto número de anillos bencénicos condensados a través de dos o más átomos de carbono (Straalen y Lokke, 1997). Debido a su estructura singular, origen y comportamiento ambiental han sido estudiados de forma diferenciada del conjunto de hidrocarburos. Es un grupo de contaminantes cuyo estudio se ha incrementado en las últimas décadas por la evidencia del carácter cancerígeno de diversos compuestos de la familia ISRIC: International Soil Reference and Information Center LAU: Licencia Ambiental Única Micorremediación: Es una forma de biorremediación en la cual se usan hongos para degradar o retener los contaminantes en el suelo. Estimulando la actividad enzimática y microbiana, el micelio reduce las toxinas in-situ. Algunos hongos son hiperacumuladores, capaces de absorber y concentrar metales pesados en el esporocarpo Pleurotus ostreatus: Es un hongo comestible que se consume ampliamente por su sabor y la facilidad de su identificación. Este hongo ha sido ampliamente utilizado para remover contaminantes del suelo 11 RESUMEN En este trabajo se determinó el nivel de remoción que produce Pleurotus ostreatus sobre el benzo[a]pireno expresamente adicionado a un suelo, empleando para ello cromatografía de líquidos de alta resolución (CLAR), buscando una alternativa de remediación de suelos para aminorar su impacto ambiental. Por ello, como primer punto se realizó una caracterización fisicoquímica del suelo, a nivel de laboratorio, para que al momento de contaminarlo fuera posible evaluar el comportamiento del contaminante, determinando la efectividad de la técnica de biorremediación a evaluar. Para determinar la capacidad del suelo de adsorber el contaminante se realizó una prueba de isotermas de adsorción (concentración inicial de benzo(a)pireno de 4, 6, 8, 10 y 12 ppm) comparándose tres modelos: lineal, de Langmuir y de Freunlich, siendoeste último el que otorgó mejores resultados en la linealidad del método, obteniéndose una constante de distribución (Kd) de 0.724 mg/kg. Adicionalmente, se realizaron pruebas de adsorción empleando 3 tipos de cartuchos comerciales (Chromabond® easy de 6 mL/200mg, Cromafix® SA (M) y Cromafix® C-18 ec.) resultando el Cromafix® SA (M) el que obtuvo los mejores resultados en cuanto a los porcentajes de recuperación (88%). Por otra parte, se evaluó el crecimiento del micelio de Pleurotus ostreatus en un medio de cultivo contaminado con benzo[a]pireno bajo diferentes concentraciones (4, 6, 8, 10 y 12 ppm) verificando la tolerancia del crecimiento del micelio por medio de la prueba de dosis-respuesta. Por último se hicieron estudios en reactores de vidrio con el suelo previamente caracterizado y contaminado de manera artificial con la concentración determinada en la prueba de dosis-respuesta de benzo[a]pireno, para la posterior medición del contaminante residual a lo largo del tiempo conforme proliferó el micelio. Lo anterior se realizó con un diseño experimental factorial 22, es decir con dos niveles y dos variables independientes (cantidad del micelio, 2.5, 5% y humedad en los reactores, 50,70%), siendo la variable dependiente la concentración de benzo[a]pireno degradada por el micelio. En cuanto a la comparación con la caracterización fisicoquímica que se realizó antes y al finalizar el estudio no se encontraron diferencias estadísticamente significativas (p<0.05). A partir de las pruebas de dosis respuesta se determinó la concentración efectiva media (CE50) para Pleurotus ostreatus con respecto al benzo[a]pireno, que fue de 1.21 ppm. Ésta fue la concentración utilizada en los reactores en donde la remoción mayor del contaminante fue de 58.41% la cual se dio con un 70% de humedad y con 5% de inóculo de micelio. Con base en este estudio se puede asegurar que es posible utilizar este hongo como agente para la biorremediación de suelos contaminados con benzo[a]pireno, siendo necesario continuar con este estudio para otros hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), separados y en su conjunto, para evaluar el nivel de degradación que puedan alcanzar en estos tipos de contaminantes. Palabras clave: Biorremediación, suelos contaminados, benzo[a]pireno, Pleurotus ostreatus 12 1. INTRODUCCIÓN En la actualidad, la contaminación ambiental ha llegado a un punto en el que los recursos naturales se encuentran amenazados. Particularmente los suelos se han visto afectados por la disposición directa –voluntaria o involuntaria– de residuos y contaminantes, afectando sus funciones en el ecosistema. El origen de las alteraciones que se producen en el suelo no puede atribuirse a una sola causa. La contaminación puede aparecer como resultado de actividades industriales, agrícolas o de servicios, aunque es el sector industrial el principal agente contaminante (Orozco et al., 2003). La sociedad industrializada ha sintetizado miles de compuestos orgánicos para un sin número de usos. Una enorme cantidad de compuestos químicos orgánicos se fabrican cada año–más de 60 millones Megagramos (toneladas métricas) en los Estados Unidos solamente, incluyendo plásticos y plastificantes, lubricantes y refrigerantes, combustibles y disolventes, plaguicidas y fertilizantes (Brady y Weil, 2008). Al referirse a la contaminación del suelo por parte de contaminantes orgánicos, se refiere fundamentalmente a la producida por productos derivados del petróleo. La sociedad, a través del tiempo ha logrado convertir el petróleo en combustible y otros productos que son la base del desarrollo actual (Hernández et al., 2004). Dentro del grupo de los contaminantes orgánicos derivados del petróleo se encuentran los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), los cuales forman una familia particular de compuestos formados por un cierto número de anillos bencénicos condensados a través de dos o más átomos de carbono (Straalen y Lokke, 1997). De acuerdo con Orozco et al. (2003) el mayor peligro asociado con los efectos de los HAP en organismos vivos es la capacidad para producir efectos mutagénicos y carcinogénicos. Casi todos los hidrocarburos aromáticos policíclicos son sospechosos carcinogénicos en algún grado en peces y animales; en concreto, se ha demostrado la capacidad de producir cáncer en humanos el benzo[a]pireno y el benzo[a]antraceno. La micorremediación es una técnica de biorremediación basada en el uso de hongos para degradar y remover toxinas del suelo. Los hongos en general son organismos eficientes que fragmentan moléculas rompiendo largas cadenas en otras más simples con una menor toxicidad. Se ha calculado que la micorremediación tiene un costo, por tonelada de suelo contaminado con hidrocarburos, de alrededor de $50 dólares americanos, representando en la actualidad la tecnología de remediación más barata (Stamets, 2005). Dada la problemática planteada, en este trabajo se determinó el nivel de remoción que produce Pleurotus ostreatus sobre uno de los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) o Policyclic Aromatic Hydrocarbons (PAH, por sus siglas en inglés), específicamente del benzo[a]pireno por ser considerado uno de los 16 HAP de mayor recalcitrancia establecidos por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA), empleando técnicas cromatográficas para su cuantificación, desarrollando una alternativa de remediación de suelos con menor impacto ambiental. Al mismo tiempo, se evaluó la tolerancia de este hongo en presencia del contaminante y bajo las condiciones de humedad y temperatura a las cuales se ve favorecida la mayor remoción de éste. 13 2. OBJETIVOS Y ALCANCES 2.1. OBJETIVO GENERAL Evaluar el nivel de biorremediación que produce Pleurotus ostreatus sobre un suelo contaminado ex-profeso con benzo[a]pireno a nivel laboratorio 2.2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS Realizar la caracterización fisicoquímica del suelo a nivel laboratorio determinando el posible comportamiento del contaminante Determinar el crecimiento del micelio de Pleurotus ostreatus en un medio de cultivo contaminado con benzo[a]pireno bajo diferentes concentraciones verificando la tolerancia del crecimiento del micelio Realizar estudios en reactores con el suelo previamente caracterizado y contaminado de manera artificial con benzo[a]pireno, para la posterior medición del contaminante residual a lo largo del tiempo conforme prolifera el micelio 2.3. ALCANCES DE LA INVESTIGACIÓN Se contrastarán las características fisicoquímicas del suelo al inicio y al final de la experimentación Se evaluará la tolerancia del Pleurotus ostreatus con respecto a 5 concentraciones de benzo[a]pireno (2, 4, 6, 8, 10 ppm) Se determinará el grado de biorremediación del suelo contaminado con benzo[a]pireno en reactores a nivel laboratorio con respecto a tres controles Se evaluará a Pleurotus ostreatus como biodegradador de benzo[a]pireno con respecto a la concentración efectiva media (CE50) 14 3. MARCO TEÓRICO Para el año 2050 se proyecta que la población mundial alcanzará los 9 mil millones de habitantes. Por esto el suelo se ha convertido en un recurso fundamental que debe ser protegido y recuperado urgentemente ya que provee a todos los seres vivos de comida, materia prima y combustible. También mantiene las actividades rurales y urbanas así como los procesos naturales (FAO, 2003). Durante la última mitad de siglo XX, el uso del suelo, las actividades y estilo de vida del ser humano, han degradado 5 mil millones de hectáreas (alrededor del 43%) de suelo con vegetación sobre la superficie de la tierra. Según el ISRIC (International Soil Reference and Information Center), el 46.4% de los suelos han sufrido una importante disminución en cuanto a su productividad y se ha destruido parcialmente su actividad biológica. El 15.1% de los suelos no pueden ser usados para la producción de alimentos y su actividadbiológica ha sido severamente destruida, lo cual conllevaría una inversión bastante alta para su recuperación. Cerca de 9.3 millones de hectáreas (0.5%) de los suelos tiene un daño irreparable y no posee ningún tipo de actividad biológica. Aunque naturalmente existe el proceso de degradación geológica, actividades humanas como la deforestación, los incendios forestales, el mal manejo de residuos urbanos e industriales, entre otros, degradan al suelo de manera química, física y biológica en una tasa mucho más acelerada que la capacidad de depuración del mismo. Otra de las principales causas de la degradación del suelo son las prácticas utilizadas en la agricultura y ganadería convencionales, tales como el sobrepastoreo animal, el mal manejo de los residuos y el uso descontrolado de agroquímicos. Este tipo de actividades resultan en un aumento de la vulnerabilidad del suelo tanto a la erosión hídrica (56% de los suelos mundiales) como a la eólica (28% de los suelos mundiales) (ISRIC, 2009). Debido a las prácticas actuales de producción, el suelo es degradado físicamente causando la compactación, por el uso de maquinaria pesada, y la pérdida de estructura del mismo disminuyendo los potenciales de uso del terreno. El riego excesivo y con agua de baja calidad resulta en la pérdida de nutrimentos y disminución del contenido de la materia orgánica desatando procesos como la salinización, sodificación y acidificación, dejando al suelo en condiciones desfavorables de poder llevar a cabo los distintos roles que cumple en el ecosistema (Siebe et al., 2006). La biota del suelo también se ve severamente afectada por las actividades antes mencionadas, disminuyendo la diversidad y actividad de los microorganismos, un componente fundamental para mantener las condiciones de productividad (Orozco et al., 2003). La mayor parte de la degradación (alrededor de 3.6 mil millones de hectáreas) está vinculada con el proceso de la desertificación. De igual manera, la tala indiscriminada de bosques ha degradado cerca de 0.5 mil millones de hectáreas en el trópico húmedo (Brady y Weil, 2008). Los procesos de degradación descritos resultan en una reducción en el potencial de productividad así como la disminución de la capacidad de proveer beneficios a la humanidad. Tanto la erosión hídrica como la eólica resultan en la pérdida de área productiva y en muchos casos en la contaminación de cuerpos de agua superficiales debido al arrastre de sedimentos y de contaminantes. 15 Además de los procesos de degradación por el mal uso y manejo de los suelos se presenta la contaminación de los mismos dada principalmente por actividades antropogénicas. Muchos de los procesos industriales y urbanos generan ciertos tipos de contaminantes que afectan de manera directa a las funciones del suelo en el ecosistema. A medida que se tengan que enfrentar los desafíos de este siglo, el desarrollo y comprensión de nuevas tecnologías serán fundamentales para proteger el ambiente, y al mismo tiempo, producir alimento y biomasa para mantener a la población. Bajo este contexto el estudio del suelo nunca había sido tan importante y esencial (Cookson, 1995). 3.1. El suelo El planeta Tierra provee gracias a sus esferas ambientales (atmósfera, antroposfera, biosfera, geosfera e hidrosfera) la posibilidad de que se lleve a cabo la vida. La parte de la Química Ambiental que incluye la porción sólida de la tierra es la geosfera, en donde se incluye todas las rocas y minerales. Una parte particularmente importante de la geosfera es el suelo, que sostiene el crecimiento de las plantas, base del alimento para todos los organismos vivos (Manahan, 2007). En vista de que existen procesos de degradación naturales, el suelo cuenta con la habilidad de recuperación de su capacidad funcional después de un disturbio, buscando regresar a su estado de equilibrio natural. A esta capacidad se la conoce como resiliencia (Brady y Weil, 2008). Según Siebe (2012)1, los factores que determinan la resiliencia del suelo son, el primero: La resistencia del suelo, la cual es la capacidad del suelo de mantener su capacidad funcional durante o después de un disturbio. El segundo, el tipo de suelo (incluyendo el componente biológico) y el tercero, la vegetación, ya que la dinámica que se desarrolla en el suelo puede protegerlo contra la erosión y contra las propiedades intrínsecas de los suelos como son la textura, la estabilidad de los agregados, etc. El clima también mantiene una estrecha relación con la resiliencia del suelo ya que la cantidad de precipitación, su distribución y la temperatura, determinan muchos de los procesos biológicos que ayudan a proteger y autorregenerar a los suelos. El uso del suelo es otro factor que determinará la resistencia del suelo a la degradación o disturbio. La intensidad, régimen y duración del disturbio será el factor que determinará qué tan resistente tiene que ser un suelo a la degradación (Gimsing et al., 2009). 3.1.1. Papel que desempeñan los suelos en el ecosistema El suelo representa un papel determinante para el desarrollo de la vida en la Tierra. Dentro de este papel cumple con diferentes funciones según sus características. Según Siebe (2012), los potenciales del suelo se resumen en la Tabla 3.1. 1 Comunicación personal 16 Tabla 3.1 Potenciales del suelo, las funciones ecológicas y los criterios de cuantificación Potenciales Funciones ecológicas Criterios Documental Cuerpo natural Perfil del suelo Biótico Localidad para el desarrollo de las plantas Diversidad de especies, rendimientos, calidad, pedregosidad, porosidad, capacidad de intercambio catiónico (CIC), pH, etc. Abiótico Filtro, amortiguador (buffer), sumidero, transformación, regulador del ciclo hidrológico Cantidad y calidad de la recarga de acuíferos, calidad de aire, escorrentía De área Depósito, construcción Extensión, capacidad de carga, resistencia a la penetración Fuente: Siebe (2012) En cualquier ecosistema, según Brady y Weil (2008), se puede afirmar que los suelos desempeñan seis puntos clave, los cuales se citan a continuación: Como primer punto, el suelo provee un medio en el que pueden crecer las plantas, poniendo al alcance de las raíces nutrimentos esenciales para el crecimiento vegetal. Como segundo punto, las propiedades de los suelos son el factor principal en la regulación del ciclo hidrológico. Tanto la pérdida, utilización, contaminación y purificación del agua son procesos que ocurren en el suelo. En tercer lugar el suelo funciona como sistema de reciclaje. En el suelo desechos de vegetales, de animales y de restos humanos son asimilados y sus componentes básicos pasan a disposición para su reutilización por las siguientes generaciones. Como cuarto punto el suelo proporciona un hábitat para un sin número de microorganismos, insectos, reptiles, entre otros. El quinto punto está relacionado con los procesos de regulación atmosférica que ocurren en el suelo ya que se capta y libera grandes cantidades de dióxido de carbono, oxígeno, metano y otros gases. Finalmente, como sexto punto, en ecosistemas construidos por los seres humanos el suelo juega un papel básico como medio ingenieril. No solamente es importante como material para construir ladrillos, etc., sino para proporcionar una base para cada camino, casa o cualquier construcción. 3.2. Contaminación de los suelos Según Velazco y Volke (2002) el suelo está definido como un cuerpo natural dinámico constituido por sólidos minerales y orgánicos, gases, líquidos y organismos vivos que sirven a su vez como medio para el crecimiento de plantas. A partir de este concepto se define la calidad del suelo como la capacidad de éste de funcionar en límites naturales o ecosistemas manejados, para mantener la productividad de plantas y animales, mantener o mejorar la calidad de agua y aire y mantener la salud y habitación humanas.La degradación de los suelos es la disminución del funcionamiento óptimo de las actividades y procesos ya descritos. La degradación es generalmente producto de los cambios provocados por el mal uso y manejo del hombre. 17 El impacto ambiental que el hombre está ejerciendo sobre el suelo ha originado que la contaminación del mismo sea uno de los problemas ambientales que está recibiendo atención especial y que va en aumento en los últimos años. Esto es debido a los riesgos directos que los suelos contaminados pueden ejercer sobre la salud humana y, a razones económicas derivadas de su limitación de uso y a la devaluación de los terrenos contaminados (Jackson, 2007). Como se describió anteriormente, el suelo posee una enorme capacidad de asimilar compuestos orgánicos e inorgánicos añadidos. Toneladas de residuos orgánicos se descomponen por acción de los microorganismos cada año y grandes cantidades de compuestos inorgánicos se fijan o se adsorben por los minerales del suelo. No obstante, los suelos tienen un límite en su capacidad de asimilar estos contaminantes y es el ambiente quien sufre los efectos cuando estos límites son excedidos (Gimsing et al., 2009). Según Orozco et al. (2003) se denomina suelo contaminado a una porción de terreno, superficial o subterránea, cuya calidad ha sido alterada como consecuencia del vertido, directo o indirecto, de residuos o productos peligrosos. El origen de las alteraciones que se producen en el suelo no puede atribuirse a una sola causa. La contaminación puede aparecer como resultado de actividades industriales, agrícolas o de servicios, aunque es el sector industrial el principal agente contaminante. La sociedad industrializada ha sintetizado miles de compuestos orgánicos para un sin número de usos. Una enorme cantidad de compuestos químicos orgánicos se fabrican cada año. Como ya se mencionó, más de 60 millones de Megagramos (toneladas métricas) en los Estados Unidos solamente, incluyendo plásticos y plastificantes, lubricantes y refrigerantes, combustibles y disolventes, plaguicidas y fertilizantes (Brady y Weil, 2008). Algunos de estos son extremadamente tóxicos para los humanos y otras formas de vida. A través de fugas o derrames accidentales o aplicaciones planeadas, compuestos químicos orgánicos sintéticos pueden ser encontrados virtualmente en cada rincón del ambiente en el suelo, agua subterránea, en las plantas y en nuestros cuerpos. Según la Agencia para sustancias tóxicas y el registro de enfermedades o Agency for Toxic Substances and Disease Registry, por sus siglas en inglés (ATSDR, 1995), los contaminantes en los suelos pueden producir los siguientes efectos perjudiciales: Contaminación de las aguas subterráneas a través de lixiviados Contaminación de las aguas superficiales a través de la escorrentía Contaminación del aire por combustión, evaporación, sublimación o arrastre por el viento Intoxicación por contacto directo Intoxicación a través de la cadena alimentaria Fuego y explosión 3.2.1. Principales contaminantes del suelo Existen compuestos sintetizados artificialmente. Estos compuestos son conocidos como xenobióticos y la mayoría de ellos son tóxicos para los organismos vivos y son resistentes a la descomposición biológica. Algunos de estos compuestos pueden ser inofensivos e inertes; sin embargo, otros son biológicamente muy dañinos en muy bajas concentraciones (EPA, 2006). 18 Los compuestos que de una manera u otra llegan al suelo, pueden llegar a inhibir o matar a los microorganismos, socavando así el balance de la comunidad taxonómica. Otros compuestos pueden transportarse del suelo, al aire, al agua o a la vegetación donde pueden entrar en contacto con otros organismos vivos a través de la cadena trófica, incluyendo los seres humanos. Por lo tanto, es imperativo que el control de la disposición de estos compuestos se realice de manera estricta y que el desarrollo de tecnologías de limpieza sobre estos suelos se realice empleando metodologías amigables con el ambiente. Los contaminantes encontrados en los suelos pueden ser muy diversos y de distintas fuentes. A continuación se describen los más comunes. 3.2.1.1. Contaminantes metálicos Se refiere en especial al grupo de los llamados “metales pesados”, que se encuentran naturalmente en concentraciones entre 0.1 y 0.001 mg/litro en la disolución del suelo y se comportan como micronutrientes (Orozco et al., 2003). Las principales fuentes de estos contaminantes son los vertidos industriales, actividades mineras, residuos, plaguicidas, tráfico, etc. Los metales vertidos en mayor cantidad son: Mn, Zn, Cu, Cr, Pb, Ni, V, Mo, mientras que entre los minoritarios se destacan al Cd, Hg y Sb (metaloide), que son altamente tóxicos (EPA, 2006). Según Orozco et al. (2003), la concentración de los metales en los suelos se ve influenciada por los procesos de adsorción, intercambio iónico, pH y por las distintas reacciones en las que pueden intervenir. Las tres vías principales de retención de metales en el suelo son: Procesos de adsorción en la superficie de partículas coloidales minerales u orgánicas Formación de complejos con las sustancias húmicas del suelo Reacciones de precipitación en forma de sales insolubles Cuando los contaminantes llegan al suelo, son adsorbidos por las partículas coloidales que existen en el mismo o son arrastrados hacia las capas más profundas por efecto de las lluvias. Los contaminantes solubles se infiltrarán en la capa superficial del suelo, donde tiene lugar la mayor adsorción; a pesar de esto también existe adsorción a profundidades mayores, inclusive en la zona saturada del suelo. Los compuestos insolubles se acumulan en la superficie de las moléculas orgánicas hidrófobas, enlazándose a través de la materia orgánica presente en el suelo (Straalen y Lokke, 1997). En algunas ocasiones puede producirse un fenómeno denominado ‹‹biometalación››, que consiste en la movilización de metales pesados, al formarse un enlace entre un catión metálico y el grupo metilo, dando lugar a compuestos liposolubles y su incorporación a la cadena trófica. Se puede producir también contaminación por metales en los acuíferos por el fenómeno de percolación (Brady y Weil, 2008). 3.2.1.2. Contaminantes orgánicos La contaminación del suelo por contaminantes orgánicos tiene como principal característica su gran complejidad, debido a la gran diversidad de compuestos orgánicos existentes y a su gran reactividad. Al hablar de contaminación por este tipo de compuestos, se refiere fundamentalmente a la producida por derivados del petróleo. Los contaminantes orgánicos industriales que generalmente terminan contaminando suelos por accidente o negligencia incluyen derivados del 19 petróleo usados como combustibles (componentes de la gasolina como benceno y otros con mayor complejidad como los hidrocarburos aromáticos policíclicos –HAP-), disolventes usados en procesos de producción -como el tricloroetileno (TCE)-, y explosivos militares como el trinitotolueno (TNT) (Dubois, 2008). Estos compuestos pueden llegar a interrumpir la reproducción en aves y causar cáncer y efectos hormonales en los humanos. Muchos de los cientos de tipos que existen fueron creados entre 1930 y 1980 y usados especialmente como lubricantes, fluidos hidráulicos, aislantes eléctricos, así como ciertos tipos de pinturas y otro sinnúmero de aplicaciones industriales y comerciales. Dada su extrema resistencia a la degradación y su habilidad para entrar en la cadena alimenticia, incluso el día de hoy es común encontrar residuos de estos compuestos (EPA, 2006). La movilidad de este grupo de contaminantes depende del tipo de suelo (contenido de materia orgánica, capacidad de intercambio catiónico, pH, etc.) y de la composición química y propiedades de los compuestos (solubilidad en medio acuoso, presión de vapor, constante de Henry, etc.). El desplazamiento de este tipo de contaminantes se puede producirpor tres mecanismo diferentes: difusión, dispersión mecánica y convección (Orozco et al., 2003). Otros procesos que hay que considerar adicionalmente son la degradación química y biológica que pueden sufrir estos compuestos, así como sus posibilidades de volatilización. También son de gran importancia en los fenómenos de adsorción-complejación de metales (Dubois, 2008). 3.2.1.2.1. Contaminantes derivados del petróleo La contaminación del suelo por contaminantes orgánicos se refiere fundamentalmente a la generada por productos derivados del petróleo. La humanidad a través del tiempo ha logrado convertir el petróleo en combustible y otros productos que son la base del desarrollo actual. Existen varias hipótesis acerca del origen del petróleo que tratan de explicar la formación del crudo, sin embargo la teoría más aceptada es la de origen orgánico, la cual supone que se originó por la descomposición de los restos de animales y plantas y organismos microscópicas acumulados debajo de materiales sólidos y en el fondo de las lagunas, mares y océanos y en el curso inferior de los ríos. La materia orgánica de estos seres vivos se cubrió paulatinamente con capas cada vez más gruesas de sólidos y sedimentos, al abrigo de las cuales, en determinadas condiciones de presión, temperatura y tiempo, se transformaron lentamente en hidrocarburos (Hernández et al., 2004; Reyes-Calzada, 2012). Las principales fuentes de contaminación por hidrocarburos fósiles en los suelos son las fosas de pozos petroleros y las deficiencias en su mantenimiento, la descarga de instalaciones de procesamiento y petroquímicas, la rotura de oleoductos y accidentes durante la transportación. En menor cantidad, existe la contaminación del suelo por desechos municipales, partículas transportadas por vía atmosférica y sustancias producidas por organismos. En las zonas donde las lluvias son frecuentes e intensas ocurre la contaminación por acarreo de los hidrocarburos (Dubois, 2008). El destino de los hidrocarburos en el suelo fue descrito por McGill et al (1981). Ellos explicaron que los hidrocarburos pasan primero por dos procesos: la volatilización y la fotooxidación. Posteriormente, atraviesan por un proceso de descomposición biológica, donde los 20 microorganismos, los nutrimentos, el oxígeno, la textura y el pH son fundamentales. Como resultado de este último proceso, se generan productos intermedios, células microbianas y CO2, el cual se va a la atmósfera. Por último, los productos derivados de la descomposición biológica siguen dos caminos: 1) la incorporación de humus al suelo o 2) lixiviación. Existen muchos suelos potencialmente contaminados que a simple vista no son visibles. Por ejemplo, los suelos cercanos a fugas de tanque de almacenamiento de diesel y de gasolina presentes en las gasolineras, las cuales representan un peligro latente de contaminación del subsuelo y del manto freático. En México, existen pocos estudios sobre las diferentes clases de hidrocarburos y su concentración en las áreas contaminadas (Saval, 1999). Sin embargo, en los estados de Tabasco, Veracruz, Sonora y Oaxaca, algunos investigadores han iniciado la caracterización de suelos y sedimentos contaminados por hidrocarburos en las zonas petroleras (Hernández et al., 2004). El Instituto Mexicano del Petróleo (Informe Técnico, 1999a,b) realizó un estudio para determinar la concentración de cada uno de los hidrocarburos poliaromáticos presentes en los suelos y en subsuelos contaminados con diesel ubicados cerca de tanques de almacenamiento, en dos terminales de distribución y almacenamiento de Pemex (Petróleos Mexicanos), mismas que se encuentran en Hermosillo, Sonora y Salina Cruz, Oaxaca. De los resultados de dicho trabajo se observó que el subsuelo aledaño a dichas terminales de almacenamiento se encontraba contaminado con hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), lo cual representaba un grave problema al ambiente, dado que algunos compuestos son tóxicos para el hombre, los animales y las plantas. Se encontraron 16 HAP en concentraciones de 1.5 a 23.5 partes por billón (ppb) en la terminal de Salina Cruz y de 13.5 a 623.8 ppb en la terminal de Hermosillo. 3.3. Hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) Dentro del grupo de los contaminantes orgánicos derivados del petróleo se encuentran los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) los cuales forman una familia particular de hidrocarburos correspondiente a compuestos que contienen un cierto número de anillos bencénicos condensados a través de dos o más átomos de carbono (Straalen y Lokke, 1997). Debido a su estructura singular, origen y comportamiento ambiental han sido estudiados de forma diferenciada del conjunto de hidrocarburos. Es un grupo de contaminantes cuyo estudio se ha incrementado en las últimas décadas, por la certificación del carácter cancerígeno de diversos compuestos de la familia. 3.3.1. Estructura y propiedades de los HAP Los HAP se caracterizan por estar formados por átomos de carbono e hidrógeno, agrupados en anillos que contienen cinco o seis átomos de carbono. El naftaleno (dos anillos bencénicos) se considera el compuesto más sencillo y el coroneno (siete anillos bencénicos), el de mayor número de anillos condensados dentro de los HAP de importancia ambiental (McGill et al., 1981). Los HAP se forman durante la combustión incompleta del carbón, aceites, gases, madera, residuos domésticos, y en general substancias de origen orgánico. Se encuentran de forma natural en el petróleo, el carbón, depósitos de alquitrán y como productos de la utilización de combustibles, ya sean fósiles o biomasa. Como contaminantes, tanto en el ambiente como en el entorno laboral, han 21 despertado preocupación debido a que algunos compuestos han sido identificados como cancerígenos (Cortés, 2011). Existen también compuestos en los que uno o varios átomos de carbono han sido substituidos por otros átomos o grupos de átomos, como nitrógeno, flúor, cloro, o grupos más complejos. Estos HAP se conocen como HAP substituidos, mientras que los formados por carbono e hidrogeno exclusivamente son los HAP no substituidos. Por lo expuesto anteriormente se deduce que el número posible de HAP es enorme; sin embargo, hay una serie de miembros de la familia que aparecen en el ambiente de forma más generalizada (Straalen y Lokke, 1997). Orozco et al. (2003) resume los HAP de importancia ambiental más frecuentes y algunas de sus propiedades importantes en relación a su comportamiento en las aguas se aprecian en la Tabla 3.2. Tabla 3.2 Algunos HAP de importancia ambiental y sus propiedades físicas Orozco et al. (2003) Compuesto Fórmula molecular (Mm) Solubilidad en agua (ppm), 25°C Presión de vapor (kPa) a 25°C T de ebullición (°C) Toxicidad relativa Antraceno C14H10(178.2) 0.07 1.9 x10-4 342 desconocida Fenantreno C14H10(178.2) 1.29 6.8 x10-4 340 Desconocida Fluoranteno C16H10(202.2) 0.26 1.9 x10-3 384 Nula Pireno C16H10(202.2) 0.135 2.5 x10-6 404 Nula Benzo(a)antraceno C18H12(228.3) 9.4 x10-3 1.0 x10-8 438 Débil Benzo(a)pireno C20H12(252.3) 1.2 x10-3 5.6 x10-9 495 Fuerte Perileno C20H12(252.3) 4.01 x10-5 N.r. 503 Nula Benzo(b)fluoranteno C20H12(252.3) N.r. N.r. N.r. Moderada Benzo(g,h,i)perileno C22H12(276.3) 7.0 x10-4 1.0 x10-10 N.r. Nula N.r.= No reportado; Mm=Masa molecular; ppm=partes por millón En general, los hidrocarburos aromáticos policíclicos son lipofilicos, es decir que tienden a unirse a sustancias grasas, y a disolverse en ellas. Este carácter lipofílico de los HAP se incrementa con la complejidad de los compuestos y la masa molecular, es decir, cuanto más átomos y más anillos forman la molécula del HAP mayor es su afinidad por las grasas. Son inestables fotoquímicamente, es decir, que se degradan por la luz (Agudo, 2010). Son compuestos sólidos en condiciones ambientales, con puntos de fusión superiores a los 100°C (salvo los menores de la serienaftaleno y acenafteno). Como se puede observar en la Tabla 3.2, se trata de compuestos de muy baja solubilidad en agua, a la vez que elevada en disolventes orgánicos no polares, lo que los clasifica como microcontaminantes orgánicos y con capacidad bioacumulativa. Por lo general, un incremento en la masa molecular y en el número de anillos en su estructura disminuyen la solubilidad en agua y su volatilidad (Dubois, 2008). 22 3.3.2. Origen y fuentes De acuerdo con Agudo (2010), los HAP se forman durante la combustión incompleta de materia orgánica en general. En el proceso de combustión de la materia orgánica, formada por carbono e hidrogeno, esta reacciona con el oxígeno, formándose dióxido de carbono y agua. Sin embargo, si no hay suficiente oxígeno, la combustión es incompleta; parte del combustible no reacciona completamente con el oxígeno y se forman otros subproductos tales como monóxido de carbono y HAP. Este proceso también es conocido como pirolisis. La combustión de hidrocarburos a temperaturas relativamente elevadas (superiores a 500°C) y con insuficiente oxígeno para combustión completa, son condiciones propicias para la formación de hidrocarburos aromáticos policíclicos. El proceso transcurre a través de la formación de radicales libres, producidos por la ruptura de enlaces C-C y C-H, que reaccionan entre sí (Schneider et al., 1996). Las cantidades de HAP formadas dependen de la temperatura de combustión y de la naturaleza de los compuestos orgánicos implicados en el proceso. También en la formación geológica de combustibles fósiles se pueden formar HAP por procesos algo diferentes. De acuerdo con Wiesel et al. (1993) el material biológico que da origen al carbón y petróleo evoluciona en este caso bajo presión y a temperaturas relativamente bajas (menos de 200°C), condiciones en las que pueden formarse ciertas cantidades de HAP. Como resultado de este origen natural y antropogénico que se ha citado, las principales fuentes de HAP en el ambiente son los procesos de combustión de materiales orgánicos y el uso de combustibles fósiles y sus derivados. La emisión a la atmósfera de estos hidrocarburos y su posterior deposición en aguas y suelo, junto a la presencia en determinadas aguas residuales industriales y procesos de lixiviación de materiales asfálticos y bituminosos, son los principales focos de contaminación (Mihelcic y Zimmerman, 2010). Dada la amplia distribución de materia orgánica (carbón, madera, vegetación en general, combustibles fósiles, tabaco, alimentos), así como los procesos de combustión de la misma, los HAP son ubicuos, es decir se encuentran de forma generalizada en el ambiente. En general se distinguen dos tipos de fuentes como responsables de la presencia de HAP en el ambiente: 1) fuentes naturales y 2) fuentes antropogénicas las cuales se citan en el inciso 3.3.2.1 3.3.2.1. Fuentes naturales Algunas formas de combustión natural de materia orgánica que comportan emisión al aire de HAP son las erupciones de los volcanes y los incendios forestales debidos a causas naturales. El petróleo y en general los combustibles fósiles contienen de forma natural HAP en bajas concentraciones (alrededor del 1%), dependiendo en gran medida del origen del crudo (Mihelcic y Zimmerman, 2010). 3.3.2.2. Fuentes antropogénicas Este término hace referencia a todas las formas en las que se originan HAP que sean dependientes de la actividad humana. La amplia utilización de procesos de combustión de materia orgánica 23 durante el último siglo ha hecho que la producción de HAP sea un fenómeno habitual en nuestra sociedad. Según Straalen y Lokke (1997), las principales actividades que emiten HAP al ambiente son: Procesos industriales: fabricación de coque, asfalto, negro de humo, ferroaleaciones, craqueo de petróleo, etc. Fuentes móviles: automóviles de gasolina y diesel, tráfico aéreo. Procesos de combustión: calefacciones, incineración de residuos, incendios forestales y agrícolas, etc. Generación de energía. 3.3.2.2.1. Otras fuentes antropogénicas: el tabaco y los alimentos Una de las formas de combustión incompleta de materia orgánica de origen antropogénico es la que conlleva el hábito de fumar. Entre los muchos productos que se originan en la combustión, el humo del tabaco contiene cantidades importantes de HAP. Los HAP formados en la combustión del tabaco se encuentran, tanto en el humo directamente inhalado por el fumador, como en el que se exhala después de la combustión del cigarrillo (Mihelcic y Zimmerman, 2010). Algunos HAP pueden formarse también como productos de la pirólisis de los carbohidratos, aminoácidos, y ácidos grasos. Así pues, muchos alimentos, especialmente carnes elaboradas a la parrilla o la barbacoa, en que la cocción se produce a elevadas temperaturas y en contacto directo con la llama, se forman HAP en la superficie del alimento. Lo mismo ocurre en los procesos de tostado a elevada temperatura de productos derivados de cereales, como el pan y la pizza. Finalmente también se absorben HAP en los procesos de ahumado de pescado o carnes (ATSDR, 1995; Tirado-Arreola et al., 2010). 3.3.3. Problemas ambientales relacionados con los HAP Los HAP se encuentran fundamentalmente como contaminantes atmosféricos. En el aire se encuentran presentes como vapores o gases o bien se encuentran adheridas a la superficie de pequeñas partículas sólidas. En general, esta contaminación consiste en mezclas de HAP, nunca de compuestos aislados; la composición específica de cada emisión depende de varios factores, tales como el tipo de combustible utilizado, de sus propiedades, y del tipo de tecnología utilizada para su combustión. Por otra parte, los HAP en general se emiten unidos a otras partículas, y una vez en el aire pueden sufrir rápidamente procesos de oxidación o degradación, favorecidos por la presencia de otros contaminantes y de la radiación solar UV (Hernández et al., 2004). Por otro lado, los HAP pueden entrar a las aguas superficiales a través de las descargas de plantas industriales y de tratamiento de aguas residuales y pueden ser liberados a los suelos a partir de desechos peligrosos si estos se escapan de los contenedores de almacenamiento. En el suelo, los HAP se unen a otras partículas y algunos pueden contaminar los acuíferos. La degradación de los HAP en el suelo y en el agua puede llevar semanas y meses y es causada principalmente por la acción de microorganismos (Weissenfels et al., 1992). 24 De acuerdo con Orozco et al. (2003), el mayor peligro asociado con los efectos de los HAP en organismos vivos es la capacidad para producir efectos mutagénicos y carcinogénicos. Casi todos los hidrocarburos aromáticos policíclicos son sospechosos carcinogénicos en algún grado en peces y animales; en concreto, se ha demostrado la capacidad de producir cáncer en humanos el benzo[a]pireno y el benzo[a]antraceno (Anexo 1). La elevada aromaticidad de los hidrocarburos aromáticos policíclicos les proporciona una alta resistencia química, por lo que su evolución en el ambiente está asociada a procesos con intervención de microorganismos. La vida media de la mayoría de los HAP, en aguas claras expuestas a fuerte radiación y con suficiente oxígeno disuelto, es inferior a una hora, pero al encontrarse adsorbidos en partículas o sedimentos, la velocidad de degradación se reduce, aumentando los valores de la vida media a semanas e incluso a años (Mihelcic y Zimmerman, 2010). Los valores promedios obtenidos por Orozco et al. (2003) se exponen en la Tabla 3.3. De acuerdo con la Agencia para sustancias tóxica y el registro de enfermedades o Agency for Toxic Substances and Disease Registry, por su nombre en inglés (ATSDR, 1995), como regla general, según la persistencia en el ambiente se incrementa con el tamaño molecular de hidrocarburos. Los hidrocarburos más persistentes también son los que tienen, en general, una mayor capacidad de bioacumulación.La capacidad de solución en grasas de algunos contaminantes, frente al carácter hidrofílico y, por lo tanto, su carácter bioacumulativo puede medirse mediante la Ecuación 3.1: donde el coeficiente de reparto octanol/agua es Kow. Para la mayor parte de los HAP los valores de este coeficiente son altos, como se puede apreciar en la Tabla 3.3. Oscilan en el rango de 3 a 6.5 para el log Kow, lo que supone un elevado potencial bioacumulativo para los HAP de mayor masa molecular. De hecho, de acuerdo con la Ecuación 3.2, la relación del valor de Kow con el valor de bioconcentración (Kb o CB) es directa: Kb= flip . Kow donde flip es la fracción de grasas (lípido) presente en el ser vivo. Como se puede apreciar en la Tabla 3.3, los valores de vida media varían según el medio en el que se encuentren; pasado este tiempo inicia la degradación. Debido a estos problemas ambientales ocasionados por los HAP, las diferentes legislaciones limitan su presencia en cuerpos de agua y suelos. De acuerdo con la Norma Oficial Mexicana NOM-138-SEMARNAT/SS-2003 (DOF, 2003), los límites máximos permisibles de hidrocarburos en suelos y las especificaciones para su caracterización y remediación son los que se resumen en la Tabla 3.4. Ecuación 3.1 Ecuación 3.2 25 Tabla 3.3. Vida media de algunos hidrocarburos en agua y en sedimentos (Orozco et al., 2003) HAP Vida media Capacidad de bioacumulación log Kow Agua clara y luz solar (horas) Sedimento acuoso (semanas) Naftaleno - 2.4 - 4.4 3.36 Fenantreno - 4 – 18 4.57 Pireno 0.75 34 – 90 5.18 Benzo(a)antraceno 0.54 - 5.61 Benzo(a)pireno 0.034 200 – 300 6.04 Tabla 3.4. Límites máximos permisibles para hidrocarburos específicos en suelo según la NOM-138-SEMARNAT/SS-2003 (DOF, 2003) Hidrocarburos específicos Uso de suelo predominante (mg/kg masa seca) Agrícola Residencial Industrial Benceno 6 6 15 Tolueno 40 40 100 Etilbenceno 10 10 25 Xilenos 40 40 100 Benzo(a)pireno 2 2 10 Dibenzo(a, h)antraceno 2 2 10 Benzo(a)antraceno 2 2 10 Benzo(b)fluoranteno 2 2 10 Benzo(k)fluoranteno 8 8 80 Indeno(1,2,3-cd)pireno 2 2 10 3.3.4. Dinámica de los HAP en el suelo Según Brady y Weil (2008), una vez que los contaminantes llegan al suelo, los contaminantes orgánicos, tales como plaguicidas e hidrocarburos (incluyendo a los HAP), se mueven en una o más de las siguientes siete rutas: (1) se pueden volatilizar a la atmósfera sin ningún tipo de cambio químico; (2) pueden ser adsorbidos al suelo; (3) se pueden mover hacia abajo a través del suelo en formas líquidas o en solución y podrían lixiviarse; (4) podrían sufrir reacciones químicas sobre la superficie del suelo o dentro de éste; (5) pueden ser degradados por acción biológica; (6) pueden ser lavados hacia ríos o lagunas por la escorrentía superficial; y (7) pueden ser absorbidos por plantas o animales terrestres ingresando así a la cadena trófica. 26 3.3.5. Biodegradación de los HAP Los HAP de dos o tres anillos son más fáciles de biodegradar. Ejemplo de ello, es el trabajo reportado por Wiesel et al. (1993) en el que observaron que en una mezcla de naftaleno, fluoranteno y pireno (compuestos de dos, tres y cuatro anillos respectivamente), se presentó una secuencia progresiva de biodegradación comenzando por el naftaleno y continuando con el fluoranteno y finalmente el pireno. Con el fin de profundizar en la relación que existe entre la biodegradación y el número de anillos aromáticos, se han realizado trabajos en los que se trabaja con una mezcla de compuestos de entre 2 y 6 anillos aromáticos en un medio líquido al cual se le adicionan microorganismos (Dreyer et al., 1995). Se debe tener en cuenta que para llevar a cabo la biodegradación deseada, es necesario controlar diversos factores, como por ejemplo oxígeno, nutrimentos, humedad, temperatura y pH. Se sabe también que los HAP son compuestos químicos sumamente hidrófobos, como por ejemplo el benzo[a]pireno el cual tiene una solubilidad en agua de 1.2 x10-3 ppm (Orozco et al., 2003). Según Arce (2000), los principales mecanismos que controlan la biodegradación de los HAP son: La absorción o bioabsorción La producción de metabolitos La absorción de los HAP ocurre en la membrana celular y se plantea como primer paso en el proceso de degradación. Un concepto importante de este modelo es que en el interior de la membrana celular existe un micro-ambiente hidrófobo que facilita la absorción. De esta manera, pasa al citoplasma en donde se lleva a cabo la degradación de los HAP por acción enzimática (Peña, 1995). Algunas propiedades importantes de la membrana celular son: Una bicapa lipídica Los fosfolípidos de la membrana se comportan como un mosaico fluido La membrana es selectivamente permeable El interior de la membrana es hidrófobo Dadas las características hidrofóbicas de la membrana celular, los HAP pueden ingresar al interior de la célula, de tal manera que la proporción de degradación de éstos puede ser controlada a través de absorción de la membrana para lo cual se han desarrollado modelos de comportamiento que describe este proceso (Arce, 2000). Cuando aumenta la hidrofobicidad del HAP hay una mayor bioabsorción en la membrana; sin embargo, la proporción de biodegradación disminuye ya que un menor contenido de HAP se encuentran biodisponibles en el líquido extracelular. Cuando la mayoría de los HAP están alejados de la célula, para poder llevar a cabo la bioabsorción, se obtiene una baja biodegradación del HAP (Chang y Bae, 1999). 27 3.3.5.1. Rutas de degradación biológica de los HAP Se ha comprobado que la biodegradación de los HAP en condiciones aerobias produce una mayor remoción y en ella interviene el Citocromo P-450 como catalizador de la reacción de oxidación (Savas et al., 1997). Los microorganismos que llevan a cabo este proceso pueden ser hongos o bacterias (Figura 3.1). Figura 3.1. Pasos iniciales de la ruta de degradación de HAP por hongos y bacterias (Singh, 2006) En general, el metabolismo de los hongos es más lento y menos eficiente que el de las bacterias en la degradación de los HAP. Sin embargo las bacterias no son capaces de degradar hidrocarburos aromáticos policíclicos que tienen más de cuatro anillos aromáticos, mientras que los hongos pueden degradar y mineralizar HAP con más de cuatro anillos aromáticos. Un grupo diverso de hongos han demostrado ser capaces de oxidar HAP de dos a seis anillos aromáticos (Singh, 2006). Es importante tener en cuenta que algunos de los metabolitos que se forman durante la degradación llegan a ser más tóxicos que el HAP inicial. Por esto algunos compuestos con más de 4 anillos no se mineralizan completamente (Schneider et al., 1996). También se sabe que el proceso de degradación es completo cuando se lleva a cabo por cepas puras (Bouchez, 1995). Hongos, bacterias Monooxigenasa Óxido de areno Rearreglo no enzimático Hidrolasa Trans-Dihidrodiol Fenol O-Glucósido O-Glucurónido O-Sulfato O-Xyloside O-Metil Hongo de pudrición blanca Lignina/Mn peroxidasa, lacasa HAP-quinonas Fisión de anillo Bacterias Dioxigenasa cis-Dihidrodiol Dehidrogenasa Catecol meta-fisión orto-fisión cis, cis-ácido mucónico 2-Hidroximucónico semialdeído 28 3.3.5.2. Factores limitantes en la degradación biológica de los HAP Se han descrito en forma general los factores principales que se encuentran involucrados en la biodegradación de los HAP en un medio líquido donde los HAP están relativamente biodisponibles. A continuación se describen, con base en estudios de casos, factores que intervienen en la biodegradación de HAP en el suelo, principalmente aquellos que propician la biodisponibilidad del hidrocarburo. 3.3.5.2.1. Biodisponibilidad En la biodegradación de HAP en el suelo, la biodisponibilidad del hidrocarburo puede llegar a ser el paso que determine la factibilidad de remoción (Chávez et al., 2003).Se ha demostrado que al tratar de degradar una mezcla de de HAP con microorganismos autóctonos, sólo se logran degradar compuestos de dos a tres anillos aromáticos. Al hacer un extracto de los HAP del suelo y suspenderlos en un medio líquido que se inocula con microorganismos aislados del mismo suelo, se logra degradar una mayor proporción e incluso compuestos que anteriormente se creían recalcitrantes (Weissenfels et al., 1992). Como se mencionó anteriormente, el suelo es una matriz compleja, formada principalmente por arena, limo y arcilla, siendo la arcilla el factor más importante en la adsorción incluyendo a los HAP, de tal manera que un suelo con una gran cantidad de arcilla deja en menor biodisponibilidad a los HAP (Siebe, 1997). No obstante se ha observado que algunos microorganismos son capaces de generar compuestos extracelulares (enzimas) para desorber el HAP del suelo, tal como sucede con algunos hongos (Andersson y Henrysson, 1996). 3.3.5.2.2. Temperatura La temperatura influye por su efecto en la naturaleza física y composición química de los HAP; en la actividad de los microorganismos y en la composición de la flora microbiana. La degradación generalmente disminuye cuando la temperatura desciende, lo que se relaciona con una reducción de la actividad enzimática (Gibbs et al., 1975). 3.3.5.2.3. Oxígeno La oxigenación es el paso inicial del catabolismo de los HAP usando el complejo enzimático Citocromo P-450, que requiere de oxígeno. La biodisponibilidad de oxígeno en suelos depende del consumo microbiano, la unidad de suelo, si se encuentra inundado y de la presencia de sustratos utilizables (Bossert y Bartha, 1984). 3.3.5.2.4. Acidez y alcalinidad Un suelo con valores de pH de 6 a 7 se considera neutro, con pH menor de 4.5 es muy ácido, y muy básico de 8 en adelante. El valor de pH del suelo se relaciona con la capacidad de intercambio catiónico del mismo (Primo, 1981). El pH afecta el comportamiento de las funciones celulares, transporte de la membrana celular y el equilibrio de las reacciones catalizadas de los microorganismos. La degradación de los hidrocarburos se reporta como muy rápida en valores de 29 Ecuación 3.3 pH cercano a 7. Para el caso de algunos hongos, su actividad aumenta a valores de 4.5 (Rodríguez et al., 1999). 3.3.5.2.5. Humedad Se considera que la humedad adecuada para la actividad microbiana es de 40 a 70% para sistemas aerobios. En suelos con humedad mayor, se reduce la disponibilidad de oxígeno y disminuye de manera significativa la actividad microbiana (Rodríguez et al., 1999). 3.3.6. Isotermas de adsorción La adsorción es un proceso en el que un compuesto soluble (adsorbato) se remueve de la solución por contacto con una superficie sólida (adsorbente) (Iturbe, 2012). La prueba de isoterma de adsorción describe el equilibrio de la adsorción de un material en una superficie. Según Iturbe (2012), los principales factores que afectan la adsorción en suelos son: Solubilidad: A mayor solubilidad menor adsorción Estructura molecular: Los compuestos de cadena ramificada se adsorben más que los de cadenas lineales Masa molecular: Las moléculas más grandes se adsorben mejor que las moléculas de menor tamaño Polaridad: A mayor polaridad menor adsorción En la presente investigación se torna necesario detallar el proceso de adsorción que pudiese ocurrir en el suelo para que, al momento de la determinación, se cuente con un resultado preciso entre lo adsorbido y lo realmente removido del suelo. Las isotermas de adsorción se usan con frecuencia como modelos experimentales. Para la prueba, se preparan viales, con al menos cinco concentraciones iniciales diferentes (C0) del compuesto problema por triplicado. Posteriormente se agrega a cada vial una cantidad conocida de suelo seco (M), en donde se adiciona la solución en el volumen restante del vial (V). Los viales se agitan entre 24 y 48 horas con la finalidad de dar oportunidad a que todas las partículas del suelo entren en contacto con la solución y obtener el equilibrio en un menor tiempo que lo que se da naturalmente. Posteriormente la muestra puede requerir centrifugación si el tipo de suelo presenta partículas coloidales o gran cantidad de materia orgánica. El siguiente paso es analizar el sobrenadante de las muestras para obtener la concentración en equilibrio (Ce). Finalmente se aplica la Ecuación 3.3: Cálculo de la concentración adsorbida en cada vial (Weissenfels et al., 1992). M VCC C es 0 A partir de los valores obtenidos de Cs es posible dibujar la gráfica Cs – Ce y dependiendo del tipo de curva que se obtenga se aplicará el modelo que se ajuste más adecuadamente, de acuerdo con el coeficiente de correlación obtenido. 3.3.6.1. Modelos de adsorción 30 Ecuación 3.4 Existen varios modelos de adsorción pero, según Brady y Weil (2008) los tres de mayor aplicación son los descritos a continuación. 3.3.6.1.1. Modelo lineal La expresión más simple de la sorción en equilibrio se encuentra expuesta en la Ecuación 3.4: Modelo de adsorción lineal: Cs = Kd Ce donde: Cs = masa del compuesto adsorbido por la masa del suelo (mg/kg) Kd = coeficiente de distribución (mL/g) Ce = concentración del químico en la fase líquida (mg/L) Esta ecuación considera que una gráfica en la que se represente Cs en las ordenadas con Ce en las abscisas resultará en una línea recta y la pendiente corresponderá al coeficiente de adsorción Kd. Si la curva resulta curvilínea se deberá probar otro modelo. 3.3.6.1.2. Modelo de Freundlich Este método considera un comportamiento exponencial del proceso de adsorción. A continuación se expone la Ecuación 3.5: Modelo de Freundlich: N eds CKC donde: Cs = masa del compuesto adsorbido por la masa del suelo (mg/kg) Kd = coeficiente de distribución de Freundlich N = coeficiente exponente de Freundlich Ce = concentración del químico en la fase líquida (mg/L) 3.3.6.1.3. Modelo de Langmuir El modelo de Langmuir considera que existe un número de sitios de adsorción disponibles y que la adsorción es reversible (Langmuir, 1918, citado por Leyva, 2010). A mayor número de sitios del sorbente que se ocupen, decrece la probabilidad de que el compuesto químico, aún en solución, encuentre un sitio para adsorberse. Esto considera que para altas concentraciones sólo quedan disponibles los sitios de adsorción menos favorables ya que los más adecuados se encuentran ocupados. Ésta aseveración se encuentra representada por la Ecuación 3.6: Modelo de Langmuir: Ecuación 3.5 31 eL eL S CK CaK C 1 donde: a = masa del compuesto químico requerido para saturar una unidad de masa del suelo KL = constante de Langmuir Ce = concentración del químico en la fase líquida (mg/L) La ecuación de Langmuir corresponde a un modelo de crecimiento limitado, similar a los utilizados para representar una población microbiana dinámica (Leyva, 2010). 3.3.7. Técnicas analíticas empleadas para la determinación de HAP Existen varias técnicas de análisis con las cuales se puede realizar la caracterización, separación y cuantificación de los analitos bajo estudio (derivados del petróleo), particularmente de los hidrocarburos aromáticos policíclicos. De acuerdo con la NOM 138-SEMARNAT/SS-2003 (DOF, 2003), la cual se basa en los métodos de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA por sus siglas en inglés), para la determinación cuantitativa de hidrocarburos aromáticos policíclicos se debe realizar en un cromatógrafo de líquidos de alta resolución o por cromatografía de gases acoplada a espectrometría de masas. A continuación se describen, en los incisos 3.3.7.1 y 3.3.7.2, las técnicas recomendadas por las normas ambientales antes mencionadas para realizar la cuantificación de contaminantes orgánicos en suelos: 3.3.7.1. Cromatografía de líquidos de alta resolución (CLAR) De manera general, una cromatografía se realiza permitiendoque la mezcla de moléculas que se desea separar (muestra) interactúe con un medio o matriz de soporte que se denomina fase estacionaria. Un segundo medio (la fase móvil) que es inmiscible con la fase estacionaria se hace fluir a través de ésta para eluir a las moléculas en la muestra. En el caso particular de la cromatografía líquida de alta resolución, CLAR, una muestra en estado líquido es arrastrada por una corriente líquida llamada eluyente. Como fase estacionaria actúa un sólido finamente dividido (diámetro de partícula 3, 5, 10 µm). Los principales mecanismos de interacción de esta técnica son: adsorción superficial, partición, intercambio iónico y exclusión molecular (Fernández, 2009). De acuerdo con Rosales (2008), como medio de detección para esta técnica se pueden utilizar cualquiera de las propiedades físicas o químicas que se puedan medir en la disolución. Generalmente, los detectores de la CLAR no son destructivos empleándose comúnmente: UV/Vis Fotodiodos Índice de refracción Fluorescencia Conductividad Dispersión de luz Ecuación 3.6 32 Espectrometría de masas De los detectores antes mencionados el más utilizado es el de UV/Vis, el cual se emplea para sustancias que absorben radiación y utiliza lámparas de deuterio, xenón o wolframio (tungsteno). Las características que hacen que esta técnica analítica sea tan utilizada son: la selectividad, reproducibilidad, sensibilidad y la rapidez en los análisis. Según Lee et al. (2010), estas características proporcionan a la técnica con ciertas ventajas que se describen a continuación: Tiempo de análisis reducido Menor consumo de disolventes Menor dispersión de los solutos a analizar Ahorro de costos 3.3.7.2. Cromatografía de gases - Espectrometría de masas El acoplamiento de la cromatografía de gases a la espectrometría de masas es una alternativa utilizada de manera generalizada para la separación, identificación y cuantificación de compuestos orgánicos volátiles y semivolátiles en mezclas complejas. También se le utiliza para la determinación de masas moleculares y composiciones elementales de compuestos orgánicos desconocidos en mezclas complejas, así como la determinación estructural de compuestos orgánicos desconocidos en mezclas complejas tanto haciendo coincidir sus espectros de masas con espectros de referencia como por una interpretación espectral a priori. Sus aplicaciones son muy variadas tales como la cuantificación de contaminantes en agua potable y de desecho usando los métodos oficiales de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (US-EPA), la cuantificación de drogas y sus metabolitos en sangre, tanto para aplicaciones farmacéuticas como forenses, la identificación de compuestos orgánicos desconocidos en vertederos de residuos peligrosos, la identificación de productos de reacciones de compuestos químicos orgánicos sintéticos y el análisis de productos industriales para el control de calidad. Entre las condiciones que se deben de tener para poder ser analizados los compuestos mediante esta técnica se encuentran las siguientes: Estado: oLos compuestos orgánicos deben estar en solución para la inyección en el cromatógrafo de gases. oEl disolvente deberá ser volátil y primordialmente de origen orgánico (hexano o diclorometano) Cantidad: oDepende del método de ionización, sensibilidad analítica de 1 a 100 ηg por componentes Preparación: oPuede ser desde simplemente disolver la muestra en un solvente adecuado hasta extensos procesos de limpieza usando varias formas de cromatografía de líquidos 33 Aparte del tiempo empleado para la preparación de la muestra, la duración de la corrida y el análisis de los datos obtenidos pueden tomar entre 1 a 20 horas (o más) dependiendo del nivel de detalle necesario (Bouchonnet y Libong, 2004). 3.4. Remediación de suelos contaminados con hidrocarburos A escala mundial, se ha desarrollado un gran número de opciones de remediación para suelos contaminados con hidrocarburos, mismas que se pueden clasificar, según Saval (1999), de diferentes maneras. Una de las clasificaciones más comunes se realiza con base en el principio de su funcionamiento, teniendo así las técnicas biológicas, fisicoquímicas y térmicas. Otra clasificación se basa en el efecto sobre los contaminantes, de tal forma que se tienen técnicas de retención, extracción, separación y descomposición. En la práctica, las dos clasificaciones mencionadas son válidas e incluso complementarias, ya que generalmente necesitan combinarse. El término “remediación”, aunque no está definido en México en algún documento oficial, actualmente es utilizado para referirse a todas aquellas acciones aplicadas a suelos y acuíferos que conduzcan a la reducción de niveles de contaminación (Arce, 2000). De acuerdo con Saval (1999), al hablar de éxito de la remediación, pueden existir diversos enfoques, entre ellos: Alcanzar los niveles de limpieza, tomando normativas extranjeras como referencia Reducir el riesgo a la salud al disminuir la concentración de compuestos tóxicos Devolver al sitio una vista agradable en la superficie, sin importar lo que queda enterrado Reducir los niveles de contaminación, sin importar el efecto sobre el suelo mismo y los alrededores del sitio Alcanzar los objetivos en el mínimo tiempo posible Realizar los trabajos al menor costo posible De estos enfoques, los más comunes son los dos primeros. Aspectos como el costo y el tiempo de ejecución, a pesar de que no son elementos técnicos, en la mayoría de los casos sirven como base para la toma de decisiones en trabajos de remediación, lo cual aumenta la probabilidad de fracaso. Según Chávez et al. (2003) los requisitos que deben cumplir las técnicas de remediación para ser considerada ambientalmente aceptable son los siguientes: Reducir la concentración de los contaminantes, como respuesta directa de su aplicación No transferir los contaminantes de una matriz a otra. Ser irreversible, esto es, no permitir que, después de cierto tiempo, los contaminantes vuelvan a reaparecer en el lugar, como si nada se hubiera hecho. No crear mayores disturbios ambientales que los propios de la contaminación Ser una tecnología integral que incluya el tratamiento de desechos en caso de generarlos. 3.4.1. Experiencias de remediación de suelos en México La necesidad de sanear suelos contaminados ha promovido la creciente aparición de negocios, tanto nacionales como extranjeros, interesados en colocar sus productos o servicios de 34 remediación en México, muchas de ellas sin conocimientos o experiencias previas. Lo anterior ha dejado una mala imagen no solamente de las empresas que se han encargado de los trabajos, sino de las mismas técnicas que aplican, por lo que las empresas que actúan con responsabilidad han tenido que luchar contra esa mala imagen (Saval, 1999). Las experiencias exitosas de remediación que hasta ahora se han registrado en las instancias gubernamentales encargadas, están referidas a situaciones en las que se alcanzaron los límites de limpieza establecidos para cada caso particular. Debido al desconocimiento de los aspectos técnicos involucrados en cada caso y a la necesidad de proteger el conocimiento en el uso específico de cada técnica, no se documenta con claridad la forma en que se llegó a los límites establecidos. En lo que se refiere a productos para la remediación de suelos, lo más común es encontrar formulaciones cuya descripción de contenido es mínima. El ejemplo típico lo constituyen aquellos que se venden bajo el nombre de “productos para biorremediación”, como son bacterias y agentes tensoactivos. Se ha tenido varias experiencias en México con los productos comerciales de origen microbiano. Algunos de ellos son efectivos, mientras que otros no lo son, ya sea porque no son bacterias degradadoras o porque no son viables. Lo anterior se ha descubierto mediante pruebas simultáneas
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